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El hombre funcionando en sus tres dimensiones (página 7)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

NO busque información o permita que ningún
espíritu maligno le dé voluntariamente
información que usted no está buscando. Su
comunicación con ellos tiene el Unico propósito de
romper su poder y ordenarles salir. Cualquier otra
comunicación raya en lo que es condenado en las Escrituras
como espiritismo. NO crea lo que el espíritu maligno dice
a menos que usted lo compruebe. Son mentirosos empedernidos como
su líder.

Ordenen que le respondan de dónde viene esa
información: "¿Permanecerá esa respuesta
como verdad ante el trono del Dios vivo y verdadero?" NO tenga
miedo de que les amenace con hacer daño a usted o a su
familia. Es bueno usar 1Jn. 5:10b "Aquel que fue engendrado por
Dios le guarda, y el maligno no le toca". A menudo les
amenazará con matarle a usted o destruir a sus seres
queridos. Nuestra protección es el Señor y ellos no
pueden hacernos daño cuando nuestro Señor nos
está protegiendo. NO asuma que una victoria es el fin de
la lucha. Aquellos que son atormentados por intensas luchas con
las tinieblas encuentran necesario mantener un caminar estrecho
con el Señor Jesús. Si una jerarquía no
tiene poder contra usted, porque haya sido rota, otra que no
tenga relación alguna con la primera manifestarse. NO
confíe en que un enfrentamiento audaz sea el camino
principal para conseguir victoria sobre el enemigo. Una
aplicación positiva de la doctrina, oración
combativa, memorización de las escrituras, y un caminar de
alabanza hacia Dios son esenciales.

TOME diariamente la armadura de Dios, reclame su
unión con Cristo y camine en la plenitud del
Espíritu Santo. VUELVA A TOMAR cualquier terreno que haya
cedido a Satanás por pecados carnales voluntarios
cometidos despreocupadamente. ATE todos los poderes de las
tinieblas que obren bajo el mando de cualquier espíritu
maligno a este último, ordenándoles salir
cuándo él lo haga. FUERCE al espíritu
maligno a aceptar esto porque usted está sentado con
Cristo sobre todos los principados y poderes (Ef.1:21;2:6) y
tiene una autoridad plena sobre ellos. Estos poderes odian
admitir esto porque ello debilita su influencia, pero e insista
en ello por causa de la palabra de Dios. FUERCELES a aceptar que
cuando usted les ordena que salgan, tienen que ir donde Cristo
les envía. EXIJA que el poder maligno se una en un solo
espíritu si es que se ha dividido en varias parees. ESTE
PREPARADO porque el poder maligno puede intentar hacer
daño de alguna forma a la persona con al que usted
está trabajando. Dolores repentinos del cuerpo, un agudo
dolor de cabeza, sensación de asfixia, y cosas como
éstas son utilizadas muy a menudo. Nombrando el
síntoma, ordene al espíritu en el nombre del
Señor Jesucristo que libere a la persona de su dominio
inmediatamente.

FORMAS DE GUERRA

GUERRA ESPIRITUAL A NIVEL
MINISTRACIÓN O "A RAS DEL SUELO"

Se trata del ministerio de echar fuera demonios. La
primera vez que Jesús envió a sus doce
discípulos, "les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos, para que los echasen fuera
" (Mt.
10.1). Cuando los setenta a quienes el Señor mandó
en Lucas 10, volvieron de su misión, le dijeron con gran
gozo: "Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu
nombre
" (Lc. 10:7). Cuando Felipe evangelizó Samaria
"de muchos que tenían espíritus inmundos,
salían éstos dando grandes voces
" (Hch. 8:7).
Todos estos son casos de guerra espiritual a ras del suelo. Esta
clase de guerra espiritual es la variedad más corriente
que encontramos en el Nuevo Testamento y la más
comúnmente practicada por los cristianos en el día
de hoy. Es la guerra que lucha por recuperar a una persona para
Dios. Una lucha contra las "huestes" o demonios de menor rango.
2. Guerra Espiritual en El Nivel Del Ocultismo Parece evidente
que hay un cierto tipo de poder demoníaco que obra a
través de los chamanes, los canalizadores de la Nueva Era,
los curanderos, las brujas y los magos, los sacerdotes
satanistas, los llamados adivinadores, etc. Dicho poder es
substancialmente distinto de los demonios ordinarios que pueden
causar dolores de cabeza, disputas matrimoniales, ebriedad o
escoliosis. Cuando el apóstol Pablo estaba en Filipos, una
adivinadora le importuno durante varios días hasta que por
fin echo fuera de ella al espíritu. Aparentemente esto era
algo diferente a los demonios corrientes ya que aquello
causó tal conmoción que los misioneros fueron
encarcelados.

GUERRA ESPIRITUAL A NIVEL
ESTRATÉGICO

En este nivel nos enfrentamos a una concentración
todavía más siniestra de poder demoníaco:
los espíritus territoriales. En la epístola a los
Efesios, Pablo nos rebela que hay ciertos grados o
categorías en el reino de Satanás. Uno de ellos son
los principados, a estos los llamamos espíritus
territoriales. Un relato bíblico de guerra espiritual a
nivel estratégico lo tenemos en Apocalipsis 12, donde se
nos dice: "Hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus
ángeles luchaban contra el dragón; luchaban y el
dragón y sus ángeles"
(v. 7) Esto es algo
bastante diferente a tratar con el ocultismo o echar fuera un
demonio de lujuria.

COMO SABER SI ES UN MAL
ESPÍRITU

– Considere sus áreas de conflicto más
común, como un simple pecado y vea que ocurre. –
Confiéselos, pida perdón, y crea que Dios le ha
perdonado. Después ejercite su voluntad,
disciplínese y ore en cuanto a esas costumbres arraigadas.
Toda vez que reaparezcan póngalas "en la cruz de
Jesús" en la seguridad de que el es poderoso donde usted
no tiene poder. – Si pone en práctica lo anterior y con
todo no tiene victoria, es muy posible que su problema tenga
raíces en un demonio y por lo tanto necesita buscar
liberación. – Siempre las "ataduras" describen una
actividad demoniaca. Algunas preguntas interesantes son:
¿Cómo esta nuestro desarrollo espiritual?
¿Esta estancado en algún punto? ¿El problema
esta sujeto a la oración y la obediencia? – Si en alguna
oportunidad nos sentimos impelidos a actuar en forma destructiva,
puede ser que este operando un espíritu malo. – Cuando
tenemos una actitud negativa hacia la liberación, debemos
preguntarnos de donde procede esta actitud. Es muy cierto que hay
objeciones realistas a este ministerio, pero, cuanto de lo que
sentimos es verdad. ¿Se basa nuestra aversión en la
realidad o provienen de otra fuente?

¿COMO ENTRAN?

· Cuando deliberadamente introducimos objetos
"contaminados" a nuestra casa o los usamos en nuestras prendas
personales. Jos. 7
· Los espíritus nos
invaden cuando en nuestra defensa natural se producen fisuras
causadas por experiencias traumáticas severas,
experiencias de temor, tristeza o desesperación.

· Cuando tenemos prácticas pecaminosas
constantes, que con el tiempo se van transformando en ataduras
que impiden un comportamiento libre. Ga. 5:19-21
·
Cuando de manera descontrolada se satisfacen nuestros deseos
carnales con exceso.
· Cuando hay práctica
de actividades ocultistas. Lv. 20:6
· Por pecados
heredados o generacionales. Ex. 20:4-5

¿QUIÉNES PUEDEN
NECESITAR LIBERACIÓN?

Sin intentar hacer una lista completa (cosa que
literalmente es imposible) podemos dar una pauta de los
indicadores más cercanos a la necesidad de una
liberación. Es recomendable que se evalué un
determinado síntoma bajo oración y con la
guía del Espíritu Santo. Por otro lado es muy
probable la presencia de mas de una señal. A
continuación expones una lista referencial de casos con
una justificación.

  • Caso 1: Si hubo concepción en
    fornicación o en adulterio. Justificación:

    Hay espíritus de depresión y muerte que operan
    durante el embarazo. También hay condenación,
    acusación y una pérdida gradual de
    autoestima.

  • Caso 2: Si el bebé no fue deseado durante
    su concepción o mientras su madre estaba embarazada de
    él
    .

Justificación: Está probado
científicamente que los niños pueden percibir
emociones tanto externas como de la madre y que éstas
pueden afectarlo severamente. Un espíritu de muerte
estará acechando al bebé y con el tiempo puede
generar un espíritu de rechazo.

  • Caso 3: Si su madre tuvo un embarazo
    difícil o con complicaciones.
    Justificación:
    Por experiencia cercana a la muerte
    o por experiencia traumática. Debe ser ministrada
    tanto la madre como el bebé.

  • Caso 4: Si su madre pasó por etapas de
    depresión o problemas dolorosos durante el embarazo.
    Justificación:
    Se debe entender que la
    depresión puede ser orgánica o espiritual. Si
    es de este segundo grupo estamos hablando de un demonio de
    depresión; él va a trabajar sobre el
    bebé y la madre.

  • Caso 5: Si su madre murió al darle a luz,
    o si alguno de sus padres murió en los primeros
    años de su vida.

Justificación: Igual que en el caso 3 hay
espíritus de muerte que van a afectar especialmente si el
niño está en etapa de entender lo que ha pasado; es
decir de los tres años para adelante.

  • Caso 6: Si en el momento del parto peligró
    la vida del bebé. Justificación:
    Justificación:
    Por experiencia cercana a la muerte
    o por experiencia traumática. Debe ser ministrada
    tanto la madre como el bebé..

  • Caso 7: Si hubo separación de los padres o
    divorcio antes de que el niño llegue a la edad
    adulta
    . Justificación: El niño no
    tiene la capacidad de comprender la separación de sus
    padres. Normalmente puede llegar a pensar que él es el
    culpable o que no lo aceptan como es. Con absoluta seguridad
    hay la presencia de un espíritu de rechazo obrando
    sobre la persona.

  • Caso 8: Si un niño pasó por una
    infancia con invalidez o defectos. Justificación:

    Esta presente rechazo, depresión, tendencia suicida y
    una pérdida de autoestima. También es probable
    que exista juicio contra sus padres y contra Dios.

  • Caso 9: Si un niño crece huérfano o
    sufre el abandono de sus padres. Justificación:
    Justificación:
    El niño no tiene la
    capacidad de comprender la separación de sus padres.
    Normalmente puede llegar a pensar que él es el
    culpable o que no lo aceptan como es. Con absoluta seguridad
    hay la presencia de un espíritu de rechazo obrando
    sobre la persona. Esta presente rechazo, depresión,
    tendencia suicida y una pérdida de autoestima.
    También es probable que exista juicio contra sus
    padres y contra Dios.

  • Caso 10: Si hubo maltrato infantil en cualquiera
    de sus formas
    . Justificación: Si hubo
    maltrato físico con toda seguridad hay violencia y
    rechazo. También se manifiestan demonios menores de
    ira, falta de perdón, resentimiento y juicio. Si el
    maltrato fue psicológico con toda seguridad que vamos
    a encontrar rechazo, falta de perdón, depresión
    e inseguridad para el futuro. Para el maltrato sexual es
    probable encontrar demonios de ira, muerte, con seguridad
    lascivia e inestabilidad emocional. Está presente en
    todos los casos rechazo. Con el maltrato ritual o religioso
    lo que más se teme es de que el espíritu
    esté contaminado lo que implicará un proceso de
    recuperación bastante largo. Entre los demonios
    menores está violencia, ira y rechazo a
    Dios.

  • Caso 11: Si una persona tiene recuerdos dolorosos
    o el deseo de nunca haber nacido. Justificación:

    El origen de este problema está en la infancia
    temprana, se recomienda revisar el caso 10. También es
    posible que se haya presentado abandono hacia el afectado. El
    espíritu mayor aparentemente es muerte y
    rechazo.

  • Caso 12: Si en una familia hay antecedentes de
    enfermedades congénitas. Justificación:

    Como se revisó en el capítulo correspondiente,
    las enfermedades congénitas pueden obedecer a pecados
    generacionales o a maldiciones ancestrales. El camino
    recomendable es romper todo yugo con ellas.

  • Caso 13: Si existe un hábito incontrolable
    y a pesar de ejercicios espirituales no hay éxito.
    Justificación:
    Claramente se percibe la existencia
    de una atadura espiritual que opera sobre la
    voluntad.

  • Caso 14: Si hay pensamientos recurrentes.
    Justificación:
    El problema en este caso es
    encontrar el origen de estos pensamientos. En muchos casos en
    etapas tempranas de la infancia se han acentuado experiencias
    traumáticas que pueden haber sido generadas por los
    propios padres. Expresiones de rechazo como: "no sirves para
    nada", son pensamientos que van a volver repetidamente sobre
    los afectados.

  • Caso 15: Si hay algún miedo persistente o
    incontrolable. Justificación:
    Como en el caso
    anterior las raíces del problema están en la
    infancia. Es evidente la operación de un
    espíritu de temor que anula la capacidad de respuesta
    en la persona. Se recomienda que a través de
    oración se encuentre la causa real del problema y se
    reprenda al espíritu gobernante.

  • Caso 16: Si hay pensamientos suicidas.
    Justificación:
    Presencia de un espíritu de
    muerte. Etapa final de un proceso de rechazo
    persistente.

  • Caso 17: Si hay un deseo constante de ser
    abrazado. Justificación:
    Síntoma claro de
    un espíritu de rechazo.

  • Caso 18: Si una persona escapa de cualquier tipo
    de roce físico. Justificación:
    Evidencia
    probable de abuso sexual.

  • Caso 19: Si hay obsesión por deseos
    sexuales o por el otro lado no hay ninguna respuesta sexual.
    Justificación:
    Como en el caso 18 es muy probable
    la existencia de abuso sexual temprano.

  • Caso 20: Si alguien tiene un rechazo obsesivo por
    el sexo opuesto o su propio sexo. Justificación:

    Probablemente la persona ha sufrido alguna forma de maltrato
    infantil o a presenciado formas de violencia en su infancia.
    Es importante el perdón, la restauración de la
    confianza y renunciar a toda aversión.

  • Caso 21: Si hay pensamientos de culpa o
    condenación constantes. Justificación:
    Justificación:
    El problema en este caso es
    encontrar el origen de estos pensamientos. En muchos casos en
    etapas tempranas de la infancia se han acentuado experiencias
    traumáticas que pueden haber sido generadas por los
    propios padres. Expresiones de rechazo como: "no sirves para
    nada", son pensamientos que van a volver repetidamente sobre
    los afectados.

  • Caso 22: Si es difícil expresar
    perdón a alguien. Justificación:
    Una forma
    sutil de orgullo y raíces de amargura probablemente
    desde la infancia. Es imprescindible la humillación,
    el reprender el orgullo y expresar perdón verbalmente
    a la persona afectada.

Caso 23: Si se presenciaron muertes cercanas o actos
de violencia. Justificación: Justificación:

Está probado científicamente que los niños
pueden percibir emociones tanto externas como de la madre y que
éstas pueden afectarlo severamente. Un espíritu de
muerte estará acechando al bebé y con el tiempo
puede generar un espíritu de rechazo.

  • Caso 24: Si hay enojo, timidez o vergüenza
    constante. Justificación:
    Síntomas claros
    de un problema de rechazo. Debe ser tratado como
    tal.

  • Caso 25: Si hay un rechazo o temor por el
    ministerio de liberación. Justificación:

    Estos sentimientos pueden ser provocados por una gran
    variedad de demonios. Es casi segura la presencia en medio de
    ellos de un demonio religioso.

  • Caso 26: Si hay cualquier tipo de
    desviación sexual. Justificación:
    Obedece a
    las siguientes causas: Espíritus heredados; abuso
    sexual en la infancia, contaminación con
    pornografía a nivel de atadura y posible
    relación con espíritus de satanismo.

  • Caso 27: Si en algún momento ha habido
    relación con el ocultismo (astrología,
    adivinación, cartas del tarot, tabla ouija, etc.)
    Justificación:
    Contaminación por
    práctica. No es necesario que haya recurrencia a la
    práctica en concreto. Todo contacto con el ocultismo
    por más leve que sea provoca
    contaminación.

  • Caso 28: Si ha habido alguna práctica de
    estados alterados de conciencia (meditación, yoga,
    hipnotismo, etc.) Justificación:
    Todo tipo de
    disciplinas que juegan con la mente son una forma de
    ocultismo se recomienda ver el caso anterior.

  • Caso 29: Si ha habido práctica de
    disciplinas orientales (karate, kung fu, etc.)
    Justificación: Justificación:

    Contaminación por práctica. No es necesario que
    haya recurrencia a la práctica en concreto. Todo
    contacto con el ocultismo por más leve que sea provoca
    contaminación. Todo tipo de disciplinas que juegan con
    la mente son una forma de ocultismo se recomienda ver el caso
    anterior.

  • Caso 30: Si hubo algún tipo de
    relación con sectas religiosas o religiones falsas.
    Justificación:
    Según la Palabra las
    herejías tiene origen demoniaco, son instigados y
    dispersadas por espíritus engañadores. Es
    cierto que entre ellas hay diferentes grupos que
    varían su contaminación por el grado de error
    que practican. Se debe buscar la renuncia al grupo, la
    destrucción de todo material proporcionado por el
    mismo, la expulsión de todo demonio religioso y buscar
    una comunión constante con el Espíritu
    Santo.

Caso 31: Si alguna vez una persona ha participado en
abortos. Justificación: Justificación:

Está probado científicamente que los niños
pueden percibir emociones tanto externas como de la madre y que
éstas pueden afectarlo severamente. Un espíritu de
muerte estará acechando al bebé y con el tiempo
puede generar un espíritu de rechazo.

Se recuerda que el aborto es una forma de
homicidio.

  • Caso 32: Si una persona ha presenciado
    películas que han despertado lujuria, temor, etc.
    Justificación:
    Dependiendo el caso la
    contaminación puede ser en el área sexual, en
    el área de mente y la voluntad o en la propia manera
    de apreciarse a sí mismo. El presenciar material
    inadecuado abre puertas para que espíritus inmundos
    contaminen diferentes áreas del alma. Es frecuente en
    estos casos un espíritu de adicción.

  • Caso 33: Si un cristiano se ha estacionado en
    algún punto de su vida espiritual.
    Justificación:
    El síntoma de la vida
    cristiana normal se puede definir como un constante
    crecimiento en todas las áreas de la vida del
    creyente. La Palabra nos exhorta a dar fruto. Si a pesar del
    tiempo y la perseverancia se puede notar la ausencia de estos
    frutos o de la dificultad para las prácticas piadosas
    tales como la oración o la lectura de la Palabra, es
    bueno considerar la posibilidad de una maldición
    ancestral.

  • Caso 34: Si un persona tiene una fuerza que lo
    controla y que le hace sentir extraño.
    Justificación:
    El mejor indicador para esto es el
    Espíritu Santo, El puede mostrarnos en la justa
    dimensión si la opresión, o la "fuerza" es
    nuestra propia sugestión o es una fuerza
    extraña. Es bueno recordar que la
    característica del Espíritu Santo es la
    gentileza y delicadeza para tratar con los creyentes,
    característica opuesta a la de los
    demonios.

  • Caso 35: Si hay constantes pesadillas o
    sueños que se realizan. Justificación:
    Es
    probable la existencia de experiencias traumáticas. No
    debemos permitir que nuestra mente quede sin
    protección durante el sueño. Cuando eso se
    produce es indicación de que hay alguna base legal
    operando.

  • Caso 36: Cuando hay un rechazo por la presencia
    de Dios. Justificación:
    Una de las
    características del orgullo es que Dios mismo lo
    rechaza, cuando uno siente rechazo hacia Dios probablemente
    es que Dios mismo lo está rechazando. También
    es frecuente en estos casos la existencia de una muy mala
    imagen paterna, que desvirtúa la manera correcta de
    ver a Dios. Se recomienda también ver la posibilidad
    de rechazo.

  • Caso 37: Cuando hay sentimientos profundos de
    amargura, odio o rechazo hacia algunas personas o grupos sin
    razón alguna. Justificación:
    Cuando los
    sentimientos son inexplicables se debe pensar en la
    influencia de espíritus heredados.

Caso 38: Si a una persona le es difícil
perdonar sus propios errores y pecados aún después
de confesarlos a Dios. Justificación:
Forma muy sutil
de orgullo.

  • Caso 39: Cuando síntomas aparecen
    repentinamente y sin causa lógica, especialmente en
    momentos de crecimiento espiritual o de prácticas
    espirituales (orar, leer la Biblia) Justificación:

    Estos son indicadores claros de espíritus de ocultismo
    en cualquiera de sus formas. Se debe recordar que este
    género de demonios también se mueven a
    través de la herencia, esto quiere decir, que es
    probable que uno no encuentre ninguna relación con el
    ocultismo a nivel personal, pero que sí existe por los
    antepasados.

  • Caso 40: Cuando a una persona le es
    difícil leer la Biblia, entenderla o siente malestar
    al hacerlo. Justificación: Justificación:

    Estos son indicadores claros de espíritus de ocultismo
    en cualquiera de sus formas. Se debe recordar que este
    género de demonios también se mueven a
    través de la herencia, esto quiere decir, que es
    probable que uno no encuentre ninguna relación con el
    ocultismo a nivel personal, pero que sí existe por los
    antepasados.

  • Caso 41: Si hay presencia de temores,
    pánicos o miedos anormales. Justificación:

    El problema en este caso es encontrar el origen de estos
    pensamientos. En muchos casos en etapas tempranas de la
    infancia se han acentuado experiencias traumáticas que
    pueden haber sido generadas por los propios padres.
    Expresiones de rechazo como: "no sirves para nada", son
    pensamientos que van a volver repetidamente sobre los
    afectados. Como en el caso anterior las raíces del
    problema están en la infancia. Es evidente la
    operación de un espíritu de temor que anula la
    capacidad de respuesta en la persona. Se recomienda que a
    través de oración se encuentre la causa real
    del problema y se reprenda al espíritu
    gobernante.

  • Caso 42: Si hay depresiones constantes.
    Justificación:
    Síntoma claro de
    rechazo.

REQUISITOS PARA SER
LIBERADO

1. La persona debe ser creyente sincera.

2. La persona debe querer ser liberada.

3. La persona tiene que estar dispuesta a reconocer que
tiene un demonio.

4. La persona debe entender que es posible que deba
destruir algún objeto.

5. Los que ministran liberación deben estar
dispuestos a tomar autoridad en el nombre de
Jesús.

6. Es de ayuda que el demonio se identifique.

7. La persona debe estar dispuesta a
perdonar.

8. La persona ministrada debe estar dispuesta a
renunciar al demonio.

SEÑALES VISIBLES DE
MANIFESTACIONES DEMONIACAS DURANTE LA
LIBERACIÓN

1. Mirada vidriosa, muestra ocultismo o influencia
demoníaca.

2. Mirada furtiva, donde la persona encuentra
difícil aún abrir los ojos, puede indicar un
espíritu de lujuria o pornografía.

3. Goteo en la nariz, normalmente indica un
espíritu de lujuria.

4. Ojos que dan vueltas dentro de sus órbitas,
normalmente indica alguna forma de ocultismo o
brujería.

5. Manos cerradas en forma de puño, casi siempre
revela espíritus de violencia, ira, falta de
perdón, aún muerte.

6. Rigidez en manos, dedos o piernas, posiblemente
espíritu de masturbación.

7. Lengua que entra y sale de la boca, muy probablemente
homosexualismo, lesvianismo, depravación.

8. Movimiento incontrolable en las caderas, casi siempre
revela violación o abuso sexual.

9. Pérdida de la conciencia o desmayo,
espíritus de control mental.

10. Risas o burla en los labios, espíritus
burlones.

11. Llanto incontrolable, espíritus de
depresión, rechazo o muerte

OTRAS SEÑALES

Gritos · Temblores · Convulsiones ·
Llanto · Risa histérica · Contorciones
· Desmayos · Suspiros · Quejas ·
Asfixia · Bostezos · Náuseas ·
Arcadas · Vómitos · Tos · Movimientos
involuntarios del cuerpo · Pesadez en la cabeza
(precisamente al orar) · Dolor focalizado en algún
área del cuerpo (precisamente al orar).

GLOSARIO DE TÉRMINOS
BIBLICOS

  • Adulterio (Mt.15:19; Mr.7:21). Esto se
    refiere a pensamientos o actos de inmoralidad de forma
    eventual después de haber contraído matrimonio.
    El adulterio procede del deseo carnal y egoísta de
    satisfacción física sin responsabilidad
    posterior. El adulterio manifiesta la rebelión de la
    carne contra el mandamiento de la pureza y ataca la
    inviolabilidad del matrimonio (He.13:4).

  • Alma La palabra hebrea «nefesh»,
    (que es uno de los vocablos traducidos generalmente en
    castellano por «alma») aparece 754 veces en el
    Antiguo Testamento. Como puede verse en la primera cita
    bíblica al respecto, significa «lo que tiene
    vida» (Gn. 2:7), y se aplica tanto al hombre como a los
    demás seres vivientes (Gn. 1:20, 24, 30; 9:12, 15, 16;
    Ez. 17:9). Muchas veces se identifica con la sangre, como
    algo que es esencial para tener aliento y animación
    (Gn. 9:4; Lv. 17:10-14; Dt. 12:22-24), y en el hombre es su
    principal característica que lo distingue de los seres
    irracionales (Gn. 1:26). La primera función del alma
    es la de dar vida al cuerpo, y como la respiración es
    el signo principal de la vida física, de ahí
    que en hebreo, como en la mayoría de las lenguas, se
    designe con términos que se relacionan más o
    menos con la imagen del aliento. Este principio es la base
    donde radican los sentimientos, las pasiones, la ciencia, la
    voluntad (Gn. 28:8; 34:3; Éx. 23:9; 1 S. 1:15; Sal.
    6:4; 57:2; 84:3; 139:14; 143:8; Cnt. 1:6; Pr. 19:2; Is. 15:4,
    etc.). El alma expresa al hombre entero, a su total
    personalidad en muchas de las ocasiones en las que aparece en
    la Biblia. Toda esta concepción del alma se basa en la
    observación concreta del hombre. Así, estar en
    vida es todavía tener aliento (2 S. 1:9; Hch. 20:10);
    cuando el hombre muere sale el alma (Gn. 35:18), es exhalada
    (Jer. 15:9), y si resucita vuelve el alma a él (1 R.
    17:21). Para el pensamiento hebreo el alma es inseparable del
    hombre total, es decir, que el alma expresa los hombres
    vivientes. Tal vez aquí radica el origen de la
    identificación del alma con la sangre (Sal. 72:14); el
    alma está en la sangre (Lv. 17:10 s), y a veces se
    dice metafóricamente (?) que la sangre es la vida
    misma (Lv. 17:14; Dt. 12:23). De todos estos pasajes se puede
    deducir que la «nefesh» es el principio de
    vida vegetativa que se considera ligada a la sangre del ser
    vivo (Gn. 9:4-5; etc.). Hay en hebreo además otras
    palabras que tienen casi el mismo significado, como
    «nesamah», que expresa un soplo divino
    vivificante (Zac. 12:1; Jb. 12:10) que es principio de vida
    racional, sensitiva e intelectual (Ez. 11:5; Is. 26:9; 66:2;
    Pr. 15:13; 29:23; Sal. 51:14). Otro término casi
    equivalente es «ruah», que designa un
    soplo vital, el principio de la vida y de los sentimientos
    (Pr. 20:27).

  • Borracheras Este pecado carnal incluye el
    confiar en toda clase de tóxicos, tales como el
    alcohol y las drogas para producir una vía de escape
    artificial para no afrontar nuestros pecados y
    responsabilidades. Esta carnalidad se rebela contra la obra
    del Espíritu Santo que convence al hombre de sus
    pecados y que crea culpabilidad y convicción
    designados para conducir al hombre hacia la fe y el
    arrepentimiento. Las borracheras buscan una
    estimulación carnal para producir un estado de
    bienestar que en verdad sólo puede ser producido
    permanentemente por la plenitud del Espíritu Santo
    (Ef.5:18).

  • Carne La palabra hebrea «basar»,
    en su sentido físico, designa el cuerpo, sea humano
    (Gn. 40:19) o animal (Lv. 6:27). Significa lo exterior del
    hombre (Gn. 2:21; Éx. 4:7; Lc. 24:39; 1 Co. 15:39); su
    naturaleza humana, que puede, a veces, dominarle con gran
    perjuicio del amor, y por ello responde por cuerpo, vitalidad
    (1 Co. 5:5, 7:28; 2 Co. 12:7; también en
    relación con la redención; Col. 1:22; Ro. 2:28
    s; Gá. 6:12 s; Jn. 6:51-56); designa la persona humana
    (Jn. 1:14; 1 Ti. 3:16; 1 Jn. 4:2). La expresión
    «carne», en sentido moral, significa la
    oposición a Dios. «Carne» designa a aquel
    que quiere obrar su salvación solo, por sí
    mismo, sin Dios, aunque hable mucho de Él; que pone su
    esperanza en ventajas terrenas (2 Co. 11:18), en su propia
    ascesis (Col. 2:18, 23); que cae en pecado en el momento
    menos pensado (Ro. 7:14), en enemistad con Dios (Ro. 8:7), en
    toda forma posible de fracaso (Gá. 5:19
    ss).

  • Celos Esta es la manifestación de
    sentimientos de resentimiento porque alguien es o tiene lo
    que nosotros queremos. La envidia brota del deseo de la carne
    de ser el centro de atención por encima del
    interés en otros. También manifiesta una falta
    de autoaceptación y gratitud a Dios porque El nos hizo
    exactamente como El nos quiere.

  • Concupiscencia Apetito desordenado de placeres.
    Dios aborrece ese pecado, y es razón de nuestras
    tentaciones: Mt.5:28, Mr.4:19, Lc.4:38, St.1:14,
    Ro.6:12, 1 Ts.4; 5, Tit.3:3.

  • Contiendas La contienda es una rivalidad
    egoísta. Surge del deseo interesado de derribar a
    otros que de alguna forma constituyen una amenaza para
    nosotros. Se contrapone al amor de Dios por todos los
    hombres; un amor tan grande que "siendo aún pecadores,
    Cristo murió por nosotros"(Ro.5:8).

  • Convicción de pecado. Según el
    Señor Jesús, la primera obra del
    Espíritu en el hombre es la de convencerle de pecado
    (Jn. 16:8, 11). Sin esta convicción, nadie puede
    sentir la necesidad de un Salvador; y el pecado que el
    Espíritu destaca es precisamente el de no haber
    creído todavía en Cristo. En efecto, los
    hombres están perdidos no por ser pecadores, sino
    porque siendo pecadores no reciben al Salvador (Jn. 3:18,
    36). La blasfemia contra el Espíritu Santo es la
    atribución de las obras y testimonio del
    Espíritu Santo a Satanás con contumacia, cuando
    es innegable y totalmente evidente que la obra de testimonio
    es de Dios. Es este estado en el que el hombre se cierra ante
    toda la luz posible, ante la misma manifestación plena
    del poder de Dios en gracia, la Palabra se manifiesta de un
    modo inexorable (Mt. 12:31-32; Lc. 12:10; Jn. 12:37-40). Este
    pecado involucra un corazón lleno de odio hacia la
    verdad y hacia la luz de Dios, y lleva a la perdición,
    por cuanto encierra al hombre en una actitud totalmente
    aberrante en contra de Dios y de su testimonio. Se hace
    así absolutamente incapaz e indispuesto a creer.
    Entonces se hace imposible el arrepentimiento y el
    perdón (Mr. 3:29; He. 10:26-27).

  • Corazón El corazón es a menudo
    mencionado en las Escrituras como el asiento de los afectos y
    de las pasiones, y también de la sabiduría y
    del entendimiento. De ahí que se lea de «el
    sabio de corazón» (Pr. 16:21); también,
    el Señor dio a Salomón «un corazón
    sabio y entendido» (1 R. 3:12). Es el centro del ser
    del hombre. Pero antes del diluvio el veredicto pasado por
    Dios sobre el hombre fue que los pensamientos del
    corazón de ellos eran hacia el mal (Gn. 6:5). Un
    veredicto similar es el que se halla en Gn. 8:21,
    después que Noé saliera del arca. El
    Señor Jesús añade que del corazón
    del hombre proceden los malos pensamientos y toda forma de
    maldad (Mr. 7:21). La ley exigía al hombre que amara a
    Dios con todo su corazón. La aceptación del
    evangelio tiene que ser en el corazón (Ro. 10:9), y
    Dios da la capacidad al oyente de recibir las buenas nuevas
    con un «corazón bueno y recto», lo cual da
    fruto (Lc. 8:15). En la nueva creación hay un
    «puro corazón», siendo conducido el
    cristiano por el Espíritu Santo (1 Ti. 1:5; 2 Ti.
    2:22; 1 P. 1:22).

  • Deseo Traducción de varios términos
    hebreos y griegos. En el NT generalmente del gr. epithunila,
    que se usa tanto en sentido positivo (Lc. 22:15; Fil. 1:23; 1
    Ts. 2:17) como en sentido negativo (Jn. 8:44; Ro. 13:14;
    etc.); el contexto aclara en qué sentido se usa. A
    menudo epithuía se traduce por "concupiscencia",
    evidentemente una pasión carnal y mala, como suele
    quedar claro por el contexto.

  • Disensiones Esta palabra significa,
    literalmente, dividir, rasgar en dos partes. Otra buena
    traducción es sectarismo. Este pecado surge del deseo
    egoísta de identificarse con un grupo que
    apoyaría mis intereses egocéntricos. Esta
    indulgencia carnal es lo que causa división en la
    iglesia y discordias entre creyentes. El espíritu de
    sedición ataca a la unidad esencial del Cuerpo de
    Cristo y divide lo que por la obra de Cristo y la gracia de
    Dios es uno.

  • Don y recepción del Espíritu.
    El Espíritu mora en el corazón del creyente
    (Jn. 14:16-17, 23; 1 Co. 6:19; Ro. 8:9, 11; 2 Ti. 1:14; 1 Jn.
    4:4, 13; Stg. 4:5). Su deseo es el comunicarnos la vida y el
    poder del Señor (Hch. 1:8; Lc. 4:14, etc.). Podemos
    contristar al Espíritu Santo al resistirle, al
    entregarnos al pecado (Ef. 4:30; cp. 1 Ts. 5:19; Hch. 7:51).
    El Espíritu, que mora en nosotros eternamente, no nos
    abandona (Jn. 14:16); pero deja de manifestar su poder, y nos
    comunica su tristeza y nos convence de pecado. Muchos
    creyentes, al abandonar su primer amor (Ap. 2:4), han perdido
    precisamente esta plenitud que hacía rebosar su
    corazón en el momento de su
    conversión.

  • El nuevo hombre. Se trata de una
    expresión descriptiva de una condición moral u
    orden del hombre que ha llegado a hacerse realidad en
    Jesucristo (Ef. 4:21) y cuyo carácter es descrito en
    lo que es creación de Dios en justicia, santidad y
    verdad. En su muerte Cristo destruyó la pared
    intermedia de separación entre judíos y
    gentiles, para crear en Sí mismo de los dos «un
    solo y nuevo hombre», reconciliando a ambos con Dios en
    su cuerpo mediante la Cruz (cfr. Ef. 2:14-16), con lo que de
    esta manera el que es objeto de la reconciliación no
    está ante Dios como judío o gentil, sino como
    un hombre perteneciente a un orden enteramente nuevo.
    «El nuevo hombre» contrasta con el «viejo
    hombre», que representa el corrompido estado en que se
    hallan los hijos del primer hombre, Adán. Siendo que
    el creyente se ha despojado del «viejo hombre»,
    también se ha revestido del «nuevo», del
    estado propio del creyente, la nueva creación en
    Cristo. El nuevo hombre creado de esta manera es enteramente
    nuevo («kainos», Ef. 2:15). En Col. 3:10, los
    cristianos son considerados como habiéndose despojado
    del viejo hombre con sus hechos, el cual es reemplazado por
    el hombre nuevo («neos»), que es renovado
    («anakainoumenon») hasta el conocimiento pleno.
    De ahí que Cristo vive en los santos, y sus
    características morales se desarrollan vitalmente en
    un cuerpo. Cristo es todo (porque queda excluido el viejo
    hombre de todo tipo), y está en cada
    creyente.

  • Enemistades Este pecado carnal se manifiesta
    en sentimientos perversos y malos de rencor, desprecio y
    aversión hacia otras personas. Las enemistades surgen
    del deseo carnal de establecer la valía de uno fuera
    del plan de salvación de Dios. Este pecado se
    contrapone a la demanda de Dios de que nos perdonemos los
    unos a los otros.

  • Envidias Este pecado describe un descontento
    interior cuando miramos el éxito o la superioridad de
    otro con deseo de estar en su lugar. La envidia proviene de
    una falta de seguridad interior y de confianza en que Dios
    nos capacitaría para tener y conseguir justo lo que El
    quiere que tengamos. La envidia es un rechazo a contentarnos
    con el don de la gracia de Dios para con nosotros.

  • Espíritu El hombre está compuesto por
    cuerpo y alma, aunque en ciertos pasajes se añade
    «espíritu». Tanto el alma como el
    espíritu se ponen en contraste con el cuerpo,
    significando el componente incorpóreo del hombre; sin
    embargo, hay una distinción entre alma y
    espíritu. Con frecuencia, se emplea el término
    alma para expresar la parte inmortal del ser humano, y en
    ocasiones se usa para denotar la persona, como en el pasaje
    de Gn. 46:26: «Todas las personas (heb.:
    «nephesh»: alma) que vinieron con Jacob a
    Egipto»; «ocho almas» (gr.:
    «psuchë») fueron salvadas en el arca (1 P.
    3:20); «el alma que pecare, esa morirá»
    (Éx. 18:4, 20). Como ya se ha indicado antes, el
    término hebreo generalmente traducido como
    «alma» es «nephesh»; en muchos casos
    se traduce como «vida», como en Jon. 1:14:
    «No perezcamos por la vida [alma] de este
    hombre.» En el NT, el término
    «psuchë», también mencionado antes,
    se usa tanto de la vida como del alma. Cp. Mt. 16:25, 26. El
    alma, cuando es distinguida del espíritu, lo es como
    el asiento de los apetitos y deseos. El rico dijo:
    «Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos
    años; repósate, bebe, regocíjate»
    (Lc. 12:19). Aquella noche le fue pedida su alma. La
    salvación del alma no puede ser distinguida de la
    salvación de la persona. El espíritu es,
    característicamente, la parte más elevada del
    hombre, marca la individualidad consciente, y así
    distingue al hombre de la creación. Dios sopló
    en la nariz del hombre el aliento de la vida, y por ello el
    hombre fue puesto en relación con Dios, y no puede
    realmente ser feliz separado de Él, ni en su
    existencia presente ni en la eternidad. Los términos
    usados son, respectivamente, el heb. «ruach» y el
    gr. «pneuma», y son los mismos que se usan
    constantemente para denotar el Espíritu de Dios o
    Espíritu Santo, y los ángeles como
    espíritus, así como los espíritus malos.
    La palabra de Dios es cortante y penetra hasta partir el alma
    y el espíritu del hombre (He. 4:12), aunque pueda no
    ser fácil para el hombre ver esta división.

  • Espíritu santo La tercera persona de la
    Trinidad. Nombres. Principalmente se le llama: el
    Espíritu de Jehová, el Espíritu del
    Señor, el Espíritu del Padre, el
    Espíritu de Jesús (Gn. 6:3; Is. 11:2; 61:1; Mt.
    10:20; Hch. 16:18, etc.). Es el Espíritu de verdad, de
    vida, de fe, de amor, de poder, de sabiduría, de
    gracia, de gloria (Jn. 14:17; Ro. 8:2; 2 Co. 4:13; 2 Ti. 1:7;
    He. 10:29; 1 P. 4:14), etc. Personalidad. El
    Espíritu no es un mero poder ni una expresión
    figurada de la energía divina, como lo pretenden, por
    ejemplo, los antitrinitarios. La Escritura le atribuye una
    personalidad distintiva, como también sucede con el
    Padre y con el Hijo (Mt. 3:16, 17; 28:19; Jn. 14:16, 17;
    15:26). Siempre se emplea en relación con el pronombre
    personal masculino a pesar de que en gr. el término
    «Espíritu» sea neutro (Jn. 16:13, 14; Hch.
    13:2). El Espíritu piensa, conoce el lenguaje, tiene
    voluntad (Ro. 8:27; 1 Co. 2:10-13; 12:11). Se le puede tratar
    como una persona: se le puede mentir, se le puede probar, se
    le puede resistir, se le puede contristar, se le puede
    afrentar (Hch. 5:3, 9; 7:51; Ef. 4:30; He. 10:29). Por otra
    parte también enseña, testifica, convence,
    conduce, entiende, habla, anuncia (Jn. 14:26; 15:26; 16:8,
    13). Divinidad. Los textos que hablan de la personalidad del
    Espíritu afirman también generalmente su
    divinidad. Posee los atributos divinos: omnisciencia,
    omnipresencia, omnipotencia, eternidad (1 Co. 2:10, 11; Sal.
    139:7; Zac. 4:6; He. 9:14). Es identificado con Dios, con el
    Señor (Hch. 5:3, 4). Es la blasfemia contra el
    Espíritu Santo la que no tiene perdón (Mt.
    12:31, 32). El Espíritu Santo en el AT. Obra en la
    creación (Gn. 1:2). Es Él quien da aliento al
    hombre y a los animales (Gn. 2:7; 6:3; Jb. 33:4; Sal. 104:29,
    30). Esta en medio del pueblo de Dios (Is. 63:11). Capacita a
    ciertos hombres de cara a una tarea especial (Éx.
    31:3; Jue. 6:34; 11:29; 1 S. 16:13).

  • Fornicación (Mr.7:21). Parecido al
    anterior con la diferencia de que esta es fruto de una
    relación frecuente antes de casarse o mientras uno
    esta casado. La fornicación nace del deseo mundano de
    satisfacer los apetitos sensuales sin la responsabilidad del
    matrimonio o la ruptura del principio de fidelidad del
    matrimonio. No hay lugar o excusa para la fornicación
    en el plan de Dios. (1Co.6:13, 18).

  • Hechicerías Este pecado de la carne
    proviene de nuestro deseo de conectar y tener relación
    con el espíritu misterioso de este mundo. Con una
    curiosidad rebelde, deseamos conocer los misterios del mundo
    invisible de una manera que no es revelada por Dios en su
    Palabra. Este pecado carnal de hechicería incluye todo
    el campo del ocultismo. Tablas de Ouija, adivinación,
    Nueva Era, espiritismo, levitación, astrología,
    el uso del péndulo, disciplinas de artes marciales,
    técnicas de control mental o meditación y cosas
    semejantes son instrumentos de este pecado. Es interesante
    que la palabra griega para hechicería o
    brujería sea en nuestros textos la palabra pharmakia,
    de la cual procede la palabra farmacia, referente a las
    drogas. El uso de drogas o alucinógenos para conseguir
    nuevas sensaciones y una expansión de la mente es una
    forma de brujería. Tomar drogas es un pecado carnal
    que conduce a una esclavitud más profunda al reino de
    Satanás.

  • Herejías Al igual que las disensiones,
    esta carnalidad es un entusiasmo por enseñanza que
    aparenta ser bíblica, que divide a los creyentes por
    cosas no esenciales. Ha sido uno de los pecados carnales por
    el que muchos líderes de creyentes influyentes han
    llegado a ser culpables de una forma muy sutil. Este pecado
    se opone al don de amor de Dios y Su mandamiento de no
    intervenir en discusiones necias e insensatas, que no
    producen sino altercados (2Ti.2:23).

  • Homicidios (Mt.15:19; Mr.7:21).
    Satanás es un homicida, pero el corazón humano
    lleno de odio e ira es capaz también de asesinar. El
    pecado del homicidio manifiesta el deseo rebelde de la carne
    de quitar de en medio incluso una vida que obstaculiza el
    camino para conseguir una meta gratificante.

  • Idolatría Este pecado es la carne
    revelándose contra la adoración del
    único Dios vivo y verdadero. La idolatría tiene
    lugar cuando física o mentalmente ponemos cualquier
    cosa antes que a Dios. El placer, el dinero, las cosas
    materiales, nuestro trabajo, incluso nuestras familias pueden
    llegar a ser ídolos. Este pecado carnal surge de
    nuestro deseo de elegir al dios que agrada a nuestra carne en
    vez de postrarnos delante del Dios vivo y
    verdadero.

  • Iniquidad (Sinónimo de impiedad.).
    Significa, literalmente, injusticia, la condición de
    no ser recto, ya sea en relación con Dios, en base a
    su norma inamovible de justicia y santidad, o en
    relación con los hombres, en base a lo que el hombre
    sabe que es justo por su propia conciencia. En el AT se
    señala la iniquidad como condición interna del
    corazón del hombre (Sal. 58:2), aplicándose
    también el término iniquidad a los actos
    injustos cometidos (Sal. 36:12). Los miembros del hombre
    pecador son instrumentos de iniquidad (Ro. 6:13 ss.);
    está en acción el misterio de la iniquidad que
    culminará con la llegada de «aquel inicuo»
    (2 Ts. 2:7-12), que conducirá a un mundo
    apóstata a una rebelión contra Dios
    haciéndose pasar por Dios (2 Ts. 2:4; véase
    ANTICRISTO); el creyente debe apartarse de iniquidad en su
    vida y relaciones (2 Ti. 2:19), y a seguir «la
    justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de
    corazón limpio invocan al Señor» (2 Ti.
    2:22). Mediante el derramamiento de su sangre el Señor
    Jesús ha puesto en vigor el Nuevo Pacto, en base al
    cual puede justificar a los que en Él creen (Ro.
    3:22-26); así, Dios promete: «nunca más
    me acordaré de sus pecados y de sus
    iniquidades». El destino de los no arrepentidos
    será el castigo eterno (Mt. 13:41).

  • Inmundicia (Mr.7:21). Este pecado incluye una
    amplia gama de pecados morales. Pensamientos malos o impuros,
    los "chistes sucios", deseos lujuriosos; deseos de ver
    pornografía en todas sus formas. La inmundicia brota
    del deseo de satisfacer apetitos sensuales a través
    los pensamientos y palabras en contra de la naturaleza santa
    de Dios y en contra de la salud espiritual del propio
    sujeto.

  • Iras Esto significa mal humor, enojo violento
    o furioso. El enojo o la ira provienen del deseo de la carne
    de borrar cualquier cosa que amenace los intereses de uno. El
    enojo es el intento de la carne de intervenir y tomar
    venganza fuera de las manos de Dios.

  • Lascivia (Mr.7:21). Este pecado representa la
    práctica de hacer despertar deseos que no pueden ser
    satisfechos dentro de los límites de la
    aprobación de Dios. Una buena definición
    podría ser "Amor por la carne". Uno puede ser lascivo
    en su vestir, su forma de hablar, sus carcajadas, sus
    sonrisa, sus ojos, sus gestos, su modestia, etc. Este pecado
    resulta del deseo carnal de atraer la atención hacia
    uno mismo de una manera que hace ostentación de las
    normas de la pureza moral de Dios.

  • Mente: Alma. No es el cerebro, que tiene sus
    funciones determinadas por zonas y de las que dependen las
    funciones del cuerpo. La mente es el recipiente del
    Espíritu, no depende del cerebro, no es temporal, es
    la esencia que define y caracteriza a cada ser, y lo hace
    único ante los hombres y ante Dios. …Mas nosotros
    tenemos la mente de Cristo…
    1Corintios 2:16; significa,
    que aunque Dios nos ha permitido tener nuestra propia
    personalidad, desde antes del nacimiento, porque dice: nos
    conoció antes de la fundación del mundo,
    nosotros debemos no querer seguir siendo independientes del
    Señor, sino amarle a él y ser un solo
    espíritu con él. La boda entre la
    mente del hombre y el Espíritu de Dios, hace que
    recibamos esa mente de Cristo. Si la mente o alma, ese
    recipiente hecho para ser el templo de Dios, no se llena de
    Él, otros espíritus lo llenan, y son del
    diablo, y la persona, pasa a ser una marioneta de los deseos
    de la carne y de los del maligno, para que odie el bien, y a
    su prójimo, y por supuesto a Dios. Pero el hombre
    es libre de elegir. La mente o alma, que esté sin El
    Espíritu de Dios, no tiene vida eterna en él.
    Jeremías 17:10, 31:33, Mateo 22.37, Romanos 1:28,
    7:23, 14:5, Efesios 4:17, 4:23, Tito 1:15, Apocalipsis
    2:23.

  • Mundo Sistema de vida de la sociedad de toda
    época y zona de la Tierra que no conoce a Dios, porque
    no quiere, por estar dominada por Satanás para la
    codicia, el poder sobre los otros y el egoísmo. No
    obstante que Dios entregó el mundo en nuestras manos,
    de Él es y su plenitud. Salmos 19:4, 50:12, Mateo
    5:14, 13:18, Juan 1:10, 8:23, 9:39, 12:25 y  31, 14:17,
    15:18 y 19, 17:14 y 21, Santiago 4:4, 1Juan 2:15, 3:13, 4:5,
    5:19, Apocalipsis 11:15. En el griego hay tres vocablos que
    se traducen al castellano por la palabra "mundo". El primero
    es oikoumene se usa comúnmente para designar
    a la población o la tierra en la que vivimos. La
    segunda palabra es aion traducido algunas veces como
    "mundo", pero debería traducirse más a menudo
    como "siglo", dando a entender los tiempos en que vivimos
    (Ro. 12:2;2Co. 4:4; Gá. 1:4). Algunas veces esta
    palabra empleada para describir la filosofía sistema
    de pensamiento que caracteriza una era determinada y en
    cierto sentido es un enemigo al que vencer. La tercera
    palabra es Kosmos. Este es el principal vocablo
    griego usado para describir a nuestro enemigo, el mundo. El
    uso principal de esta palabra describe el orden o sistema
    espiritual de cosas que se opone a Dios y al Señor
    Jesucristo. La palabra cosmos es muy compleja y
    difícil de definir, en Juan 3:16 se declara que Dios
    am 1Jn 2:15 se les manda a los creyentes no amar al mundo
    kosmos. En tales casos, el contexto dirá lo
    que se ha querido decir con el uso de la palabra "mundo o
    kosmos". A veces puede significar la tierra o el
    mundo otras veces el mundo de los seres humanos, o más
    comúnmente el sistema del mundo sobre el que gobierna
    Satanás (Jn. 12:31; 1Jn. 5:19).

  • Pecado: Cualquier desviación de la
    voluntad revelada de Dios: ya sea no hacer lo que él
    ha ordenado definidamente, o realizar lo que
    específicamente ha prohibido. Son diversos los
    términos usados en el AT y en el NT para significar
    «pecado», «iniquidad»,
    «maldad», etc., con varios matices de
    significado. (a) Es importante tener en cuenta la
    definición bíblica de pecado: en gr.:
    «anomia», desorden en el sentido de rechazo del
    principio mismo de la Ley o de la voluntad de Dios, iniquidad
    (1 Jn. 3:4, texto gr.). Es desafortunada la traducción
    que la mayor parte de las versiones castellanas hacen de este
    pasaje. Sólo la NIV traduce «el pecado es la
    verdadera ilegalidad», aunque sería mejor
    traducir «alegalidad». En efecto, el pecado
    «no» es la mera infracción de la Ley,
    según este pasaje, sino el rechazo de la voluntad de
    Dios, el vivir a espaldas de Dios, la disposición
    mental que lleva al pecador a hacer la propia voluntad en
    oposición a la de Dios. De ahí la
    distinción que se hace entre «pecado» y
    «transgresión», siendo esto último
    la infracción de un mandamiento conocido.

  • Pleitos Este pecado de la carne se manifiesta
    cuando llegamos a formar parte de la disputa y la
    discordancia. Nace del deseo carnal de atraer la
    atención y esforzarse en probar que tenemos
    razón. Se lo puede llamar también una forma
    sutil de orgullo.

  • Satanás: Podemos ver aspectos muy
    evidentes que muestran rasgos de la manera que podemos
    entender a este ser espiritual. Muchos de estos aspectos
    reflejan claramente que el es mas que un ente sin forma o
    personalidad, sino, todo lo contrario. 1. Tiene
    aspectos de una personalidad real 1Co.15:39,40 2.
    Tiene inteligencia (una expresión de
    elaboración de pensamientos) 2Co.2:11; 11:3 3.
    Tiene memoria y puede recordar eventos o circunstancias
    determinadas, Mt.4:6; al.91:11,12 4. Tiene voluntad o
    manifiesta expresiones de decisión 2Ti.2:26 5.
    Expresa emociones: · Deseo Lc.22:31 · Orgullo
    1Ti.3:6 · Ira Ap.12:12 6. Tiene habilidad para
    la planificación y organización 1Ti.4:1;
    Ap.2:9; 2:24

  • Tentación heb. «massah»,
    gr. «peirasmos»). En las Escrituras se presentan
    tres caracteres diferentes de tentación: (a)
    «Dios tentó a Abraham» cuando le
    ordenó que le ofreciera Isaac (Gn. 22:1). Con ello,
    puso su fe a prueba. Las revisiones 1960 y 1977 de
    Reina-Valera traducen «probó» y
    «puso a prueba», respectivamente. Pablo habla de
    su aguijón en la carne como su
    «tentación» («prueba» en las
    ya citadas revisiones). (b) Los israelitas tentaron a Dios.
    «Tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida
    a su gusto» (Sal. 78:18). Pusieron en duda que Dios
    pudiera poner mesa para ellos en el desierto. Hubo otras
    ocasiones en que dijeron: «¿Está, pues,
    Jehová entre nosotros, o no?» (Éx. 17:7).
    Se tiene que señalar que cuando Israel ponía a
    Dios a prueba era en realidad que ellos estaban siendo
    probados por Él: cfr. Sal. 95:9 con Dt. 8:2 y 33:8
    (donde el «piadoso» es Israel). El Señor
    Jesucristo rehusó poner a Dios a prueba cuando fue
    tentado por Satanás para que se arrojara al
    vacío a fin de que los ángeles lo preservaran
    (Mt. 4:5-7, etc.). El pecado de Ananías y Safira fue
    tentar al Espíritu del Señor (Hch. 5:9). (c)
    Tentación al mal. Esta tentación asalta al
    hombre, de una parte, del exterior. Satanás, el
    Tentador, busca constantemente empujarnos al mal (Mt. 4:3; 1
    Co. 7:5; 2 Co. 11:3; 1 Ts. 3:5); el mundo también
    despliega sus atracciones, intentando alejar al creyente de
    Dios (1 Jn. 2:15-17). La fuente más poderosa de
    tentación, sin embargo, es nuestra propia carne:
    «Cada uno es tentado, cuando de su propia
    concupiscencia es atraído y seducido» (Stg.
    1:14). Así, la tentación al mal halla en el
    hombre caído una adecuada caja de resonancia, aparte
    de todos los apetitos pecaminosos que surgen de la naturaleza
    caída del hombre. No es Dios quien nos tienta a pecar
    (Stg. 1:13).

Glosario de
términos psicológicos

  • Acción. Una acción es toda
    intervención activa del sujeto que recae sobre objetos
    del mundo (por ejemplo agarrar el biberón) o sobre
    otras acciones realizadas por el mismo sujeto (por ejemplo
    una acción puede compensar o bien anular otra
    acción anterior),. Con el fin de adaptarse al entorno
    y organizarse internamente. La acción es un concepto
    esencial de Piaget por cuanto puede considerársela
    como la unidad última de análisis del
    comportamiento inteligente. Hay diversos tipos de acciones,
    desde las acciones senso-motoras hasta las acciones
    interiorizadas, destacándose dentro de este
    último grupo las operaciones, es decir, las acciones
    intriorizadas reversibles.

  • Acomodación. En la teoría
    piagetiana es la modificación de los marcos de
    referencia o esquemas mentales existentes para tener en
    consideración nueva información e incluir
    experiencias nuevas de tal forma que el sujeto se adapte a
    las realidades que le presente el medio, buscando siempre una
    equilibración. Proceso en virtud del cual el medio
    ambiente produce modificaciones en el ser vivo, o bien
    éste se modifica por influencia del medio ambiente. La
    esencia de la acomodación "es precisamente este
    proceso de adaptarse a las variadas demandas o requerimientos
    que el mundo de los objetos impone al sujeto",
    definición aplicable específicamente a la
    acomodación exógena. La acomodación
    puede ser biológica o cognoscitiva y, según
    otro criterio, también puede ser exógena o
    endógena. La acomodación no existe
    aisladamente: toda conducta implica acomodación y
    asimilación que son los dos aspectos indisociables de
    la adaptación.

  • Actitud. En general es tomado como una
    disposición para la acción basado en opciones
    afectivas y cognitivas.

  • Predisposición de la persona a responder de
    una manera determinada frente a un estímulo tras
    evaluarlo positiva o negativamente. Habitualmente se entiende
    por actitud la tendencia determinante o el modo de proceder
    habitual ante sucesivas situaciones. Según Allport es
    "una disposición Psíquica y nerviosa,
    organizada por la experiencia, que ejerce una influencia
    orientadora sobre las reacciones del individuo como forma de
    reacción básica".

  • Adicción. Toxicomanía,
    drogodependencia o dependencia de sustancias psicoactivas,
    necesidad fisiológica y/o psicológica de una
    sustancia química, que da lugar a la pérdida de
    control sobre su consumo. La dependencia puede manifestarse
    por síntomas de tolerancia (preocupación por la
    obtención y uso de la sustancia; utilización de
    la sustancia a pesar de la previsión de probables
    consecuencias adversas; esfuerzos repetidos para abandonar o
    controlar su consumo) y por síntomas de abstinencia
    (retirada o supresión cuando deja de administrarse la
    sustancia).

  • Adicción psicológica.
    Patrón de conducta persistente, que se caracteriza
    por: el deseo o la necesidad de continuar una determinada
    actividad que se sitúa fuera del control voluntario;
    una tendencia a incrementar la frecuencia o la cantidad de
    actividad con el paso del tiempo; la dependencia
    psicológica de los efectos placenteros de la
    actividad; y un efecto negativo sobre el individuo y la
    sociedad. Se han descrito adicciones psicológicas al
    juego (de apuestas o de azar, videojuegos), al trabajo
    (workaholics americanos), al sexo (erotismo,
    pornografía, etc.), a la televisión, a ciertos
    deportes, etc.

  • Afectividad. Conjunto de emociones y
    sentimientos que un individuo puede experimentar a
    través de las distintas situaciones que
    vive.

  • Afectivo, bloqueo. Incapacidad para expresar
    afectos o emociones, caracterizada a veces por un estado de
    estupor.

  • Afecto. Aspecto consciente y subjetivo de la
    emoción. Patrón de comportamientos observables
    que es la expresión de sentimientos (emoción)
    experimentados subjetivamente. Tristeza, alegría y
    cólera son ejemplos usuales de afecto. Es muy variable
    su expresión entre culturas diferentes así como
    en cada una de ellas. Los trastornos del afecto incluyen las
    siguientes modalidades: Aplanado. Ausencia o casi
    ausencia de cualquier signo de expresión afectiva.
    Embotado. Reducción significativa de la
    intensidad de la expresión emocional.
    Inapropiado. Discordancia entre la expresión
    afectiva y el contenido del habla o ideación.
    Lábil. Variabilidad anormal en el afecto, con
    cambios repetidos, rápidos y bruscos de la
    expresión afectiva. Restringido o
    constreñido.
    Reducción ligera de la gama y
    la intensidad de la expresión emocional.

  • Agitación. Estado de inquietud o de
    actividad continua no enfocada hacia objetivo
    alguno.

  • Agitación psicomotora. Excesiva
    actividad motora asociada a una sensación de
    tensión interna. Habitualmente, la actividad no es
    productiva, tiene carácter repetitivo y consta de
    comportamientos como caminar velozmente, moverse
    nerviosamente, retorcer las manos, manosear los vestidos e
    incapacidad para permanecer sentado.

  • Aislamiento afectivo. Es la separación
    por parte del individuo de las ideas y los sentimientos
    originalmente asociados a ellas. Se aparta del componente
    afectivo asociado a una idea determinada (p. ej.,
    acontecimiento traumático), pero se mantiene apegado a
    sus elementos cognoscitivos (p. ej., detalles
    descriptivos).

  • Alma. El término griego más
    común para referirse al alma es "psyché" (se
    lee "psijé"), de donde vienen nuestras palabras
    "psicología" y "psíquico". El alma designa el
    principio de vida gracias al cual los seres vivos tienen
    funciones vitales, pero también sirve para referirse
    al principio de racionalidad y al principio que otorga
    identidad y permanencia a la vida psíquica. Aunque
    Aristóteles intentó moderar la
    contraposición alma/cuerpo, defendió, sin
    embargo la existencia de una parte del alma humana -la parte
    intelectiva- radicalmente distinta del cuerpo e inmortal. El
    dualismo antropológico que implica la creencia en el
    carácter compuesto del hombre (compuesto de alma y
    cuerpo) alcanzará su expresión más
    fuerte en Descartes para quien el alma o mente es una cosa
    con propiedades y modos explicativos radicalmente distintas a
    las propiedades y modos explicativos de los
    cuerpos.

  • Alma Intelectiva. En la psicología
    aristotélico-tomista, el alma intelectiva es la
    más perfecta y faculta a los animales que la poseen de
    entendimiento y voluntad (de psiquismo superior). El alma
    humana posee las funciones vegetativa, sensitiva y, la
    típicamente humana, intelectiva o espiritual.
    Según Aristóteles, si hay algo que no sea
    corporal en nosotros y dotado de inmortalidad, lo tenemos que
    situar en el entendimiento o intelecto.

  • Alma Sensitiva. En la psicología
    aristotélico-tomista, el alma sensitiva permite las
    actividades vitales de movimiento local, apetitos inferiores
    o sensibles y conocimiento sensible o percepción. Los
    animales tienen un alma vegetativa y sensitiva. El alma
    sensitiva desaparece con la desaparición del cuerpo,
    del cual es su forma sustancial y acto primero.

  • Alma Vegetativa. En la psicología
    aristotélico-tomista, es el alma que permite realizar
    las funciones vitales más elementales, como son la
    reproducción, alimentación y crecimiento. Las
    plantas tienen alma vegetativa. El alma vegetativa no
    sobrevive a la muerte del cuerpo pues no es mas que su acto
    primero o forma sustancial.

  • Alucinación. Percepción
    sensorial que tiene el convincente sentido de la realidad de
    una percepción real, pero que ocurre sin
    estimulación externa del órgano sensorial
    implicado. Las alucinaciones deben distinguirse de las
    ilusiones, en las que un estímulo externo real es
    percibido o interpretado erróneamente. El sujeto puede
    tener conciencia o no tenerla de que está
    experimentando una alucinación. Una persona con
    alucinaciones auditivas puede reconocer que está
    teniendo una experiencia sensorial falsa, mientras otra puede
    estar convencida de que la causa de la experiencia sensorial
    cuenta con una realidad física independiente. He
    aquí algunos tipos de alucinaciones:

  • Auditiva. Alucinación que implica la
    percepción de sonidos, más frecuentemente de
    voces. Algunos clínicos e investigadores no incluyen
    las experiencias que se perciben como originadas dentro de la
    cabeza y limitan el concepto de alucinaciones auditivas
    verdaderas a los sonidos cuyo origen sea percibido como
    externo.

  • Gustativa. Alucinación que implica la
    percepción de sabores (habitualmente
    desagradables).

  • Olfativa. Alucinación que implica la
    percepción de olores, por ejemplo, de goma quemada o
    pescado podrido.

  • Somática. Alucinación que
    implica la percepción de una experiencia física
    localizada en el cuerpo (tal como una sensación de
    electricidad). Debe distinguirse una alucinación
    somática de ciertas sensaciones físicas nacidas
    de una enfermedad médica todavía no
    diagnosticada, de una preocupación
    hipocondríaca con sensaciones físicas normales
    y de una alucinación táctil.

  • Táctiles. Alucinación que
    implica la percepción de ser tocado o de tener algo
    bajo la propia piel. Las alucinaciones táctiles
    más frecuentes son sensaciones de descargas
    eléctricas y de hormigueo (la sensación de que
    algo se mueve o repta bajo la piel).

  • Visual. Alucinación que implica ver
    imágenes estructuradas, por ejemplo, unas personas,
    imágenes informales, por ejemplo, destellos de luz.
    Las alucinaciones visuales deben distinguirse de las
    ilusiones, que son percepciones erróneas de
    estímulos externos reales.

  • Alucinógenos. Son sustancias capaces
    de provocar trastornos sensoriales, afectando a las emociones
    y el pensamiento. Pueden producir ilusiones y alucinaciones
    (ver o sentir algo que no existe en la realidad).

  • Ambientalismo. Esta expresión se
    refiere a toda teoría que da más importancia al
    ambiente que a lo innato para dar cuenta de las capacidades,
    facultades y estados de los animales y las personas. Influido
    por el empirismo, el ambientalismo subraya el papel del
    aprendizaje y en el caso del hombre la importancia de la
    sociedad. El conductismo es el paradigma o enfoque más
    claramente ambientalista en psicología.

  • Ambivalencia. Conflicto motivacional, que se
    produce cuando el sujeto es simultáneamente
    atraído y repelido por la misma meta o
    deseo.

  • Amnesia. Pérdida parcial o total de la
    memoria. Puede deberse a causas emocionales u
    orgánicas, o a la combinación de ambas. Hay dos
    tipos de amnesia:

  • Anterógrada. Pérdida de memoria
    relativa a hechos que ocurrieron tras la acción del
    agente etiológico.

  • Retrógrada. Pérdida de memoria
    acerca de hechos que ocurrieron antes de la acción del
    agente etiológico.

  • Angustia. Un estado de gran activación
    emocional que contiene un sentimiento de miedo o
    aprehensión. Clínicamente se define como una
    reacción de miedo ante un peligro inconcreto y
    desconocido. Se emplea también como sinónimo de
    ansiedad o para referirse a la expresión más
    extrema de ésta.

  • Ansiedad. La ansiedad es una emoción
    normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto
    se siente amenazado por un peligro externo o interno.
    Habría que diferenciar entre miedo (el sujeto conoce
    el objeto externo y delimitado que le amenaza y se prepara
    para responder) y ansiedad (el sujeto desconoce el objeto,
    siendo la amenaza interna y existiendo una dificultad en la
    elaboración de la respuesta). La ansiedad es anormal
    cuando es desproporcionada y demasiado prolongada para el
    estímulo desencadenante.

  • Ansiedad ante los extraños. Es una
    cierta precaución que alguien tiene frente a otro
    alguien que no conoce o en una situación desconocida
    para él. Se presenta aproximadamente a los 8 meses y
    hasta los 12, se relaciona con la calidad de vínculo
    que tenga el niño con aquellos que le cuidan. Este
    evento y la Ansiedad de Separación pueden ser
    provocados por habilidades cognitivas que permiten recuperar
    información almacenada en la memoria. Refleja cierto
    grado de representación del núcleo familiar y
    por tanto un avance en el desarrollo cognitivo.

  • Ansiedad de ejecución. Ansiedad
    causada por la expectativa de ansiedad o pánico hacia
    una situación en particular.

  • Ansiedad de separación. Es la angustia
    generada en el bebé cuando aquel que le cuida, le deja
    solo. Se presenta generalmente a los 8 meses cuando la
    noción de permanencia de los objetos está ya
    conformada, se relaciona con la calidad de vínculo que
    tenga el niño con aquellos que le cuidan.

  • Ansiedad Endógena. Ansiedad producida
    por estrés interno, y que generalmente es el resultado
    de un trastorno de ansiedad quizás ocasionado por la
    deficiencia de una hormona o neurotransmisor.

  • Ansiedad Exógena. Ansiedad causada por
    estrés externo. Generalmente, dicha ansiedad es una
    respuesta saludable y una reacción normal hacia el
    ambiente en que se viva. Sin embargo, cuando dicha ansiedad
    es excesiva, puede deberse a un trastorno de
    ansiedad.

  • Ansiogénico. Término usado para
    describir cualquier cosa o situación que cause
    ansiedad.

  • Ansiógeno. Factor que genera
    ansiedad.

  • Anticipación. El individuo se enfrenta
    a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o
    externo experimentando reacciones emocionales antes de que
    ambos se produzcan o bien anticipando sus consecuencias,
    posibles acontecimientos futuros, y considerando de forma
    realista respuestas o soluciones alternativas.

  • Apatía. Impasibilidad del
    ánimo. Estado en el que el sujeto permanece
    indiferente, y presenta una incapacidad para reaccionar ante
    situaciones que deberían suscitar emociones o
    intereses.

  • Apatía del espectador. Es un
    fenómeno del comportamiento social por el cual el
    observador de una situación en que una persona se ve
    en dificultades, muestra poco o ningún interés
    por ayudarla.

  • Apego. Vínculo socioemocional que
    puede ser establecido entre los individuos, se considera como
    de gran importancia e influencia en el desarrollo
    infantil.

  • Apercepción La noción de
    apercepción es común a la filosofía
    racionalista alemana (Leibniz, fundamentalmente) y a Kant.
    Con esta noción, quisieron destacar el carácter
    activo de la mente; para estos filósofos, la mente no
    se limita a recibir los estímulos de la realidad sin
    transformarlos significativamente, tal y como creían
    los empiristas. Los actos de apercepción organizan los
    distintos items informativos con los que trata el sujeto, los
    reúnen o sintetizan para formar unidades superiores
    cualitativamente distintas de los elementos que la componen.
    Wundt se separó de la concepción atomista y
    asociacionista del empirismo, al aceptar la idea racionalista
    de la apercepción. La apercepción, según
    Wundt, es una actividad fundamental y se da en muchas esferas
    de la vida psíquica: así, por ejemplo, la
    percepción no es la mera yuxtaposición de
    sensaciones, sino un nuevo acto que sintetiza, reúne o
    unifica las sensaciones; como tampoco la comprensión
    de una serie de letras formando una palabra es la mera
    percepción sucesiva de cada una de ellas, sino la
    síntesis de todas ellas en un todo complejo y
    cualitativamente superior.

  • A diferencia de los enfoques especulativos de la
    filosofía, en la escuela de Wundt se intentó un
    tratamiento científico y experimental de la
    apercepción, que llevó incluso a intentar medir
    los tiempos de apercepción.

  • Apetito Inferior o Apetito Sensible. En la
    psicología aristotélico-tomista del alma,
    equivale a la facultad de los actos de querer inferiores:
    instintos y deseos sensibles o deseos que dependen del
    cuerpo, como son los sexuales, el hambre y la sed.

  • Apetito Superior. En la psicología
    aristotélico-tomista del alma, equivale a la facultad
    de los actos de querer superiores o voluntad.

  • Aprendizaje. Cambio en las respuestas, pautas
    de comportamiento o entidades de orden mental o cognitivo
    (según el enfoque o paradigma psicológico) como
    consecuencia del trato que el organismo tiene con el medio.
    Puede consistir en la adquisición de nuevas
    respuestas, en la modificación de las existentes o en
    su desaparición. Este término se opone a
    "innato" o "heredado". Dado que en el ser humano los
    instintos son pocos y no establecen con precisión la
    conducta que debemos emplear para satisfacer nuestras
    necesidades, el aprendizaje es una función mucho
    más importante que en los animales. El paradigma de
    psicología que más se ha preocupado por
    estudiar el aprendizaje es el conductismo.

  • Aprendizaje Cognitivo Social. Albert Bandura
    comenzó sus estudios del aprendizaje social en el
    marco del conductismo, pero pronto vio que era necesario
    referirse a elementos cognitivos (representaciones,
    estructuras y procesos mentales) para entender este tipo de
    aprendizaje, prefiriendo finalmente denominarlo aprendizaje
    cognitivo social, y a su teoría teoría social
    cognitiva.

  • Aprendizaje de evitación. Conducta por
    la que se intenta, mediante una acción preventiva, que
    cese un estímulo desagradable o doloroso, anunciado
    por una señal.

  • Aprendizaje de huida. Conducta por la que un
    sujeto intenta, a través de una acción, que
    cese un estímulo desagradable o doloroso.

  • Aprendizaje incidental. El aprendizaje
    incidental es el que se produce en forma no deliberada y sin
    esfuerzo.

  • Aprendizaje latente. Modificación de
    la conducta que se produce sin que exista motivo aparente. No
    se manifiesta en el acto, sino que se deduce por conductas
    posteriores.

  • Aprendizaje Mediante Ensayo y Error.
    Thorndike
    observó que la conducta casual o
    aleatoria de un animal podía venir acompañada
    por respuestas del medio ambiente satisfactorias para el
    animal. Si esta circunstancia se repite, es muy probable que
    el animal asocie dicha conducta con la respuesta que tras
    ella aparece. De ese modo, el animal habrá aprendido
    una conducta que podrá utilizar siempre que necesite
    que aparezca la respuesta del medio. Por ejemplo: encerramos
    a un perro en una caja-problema y situamos fuera de
    ella comida; el perro se moverá por la caja de forma
    casual de un lado a otro y puede que con uno de esos
    movimientos apriete una palanca que sea el dispositivo de
    salida, y de ese modo obtenga comida; si esta
    situación se repite, el animal acabará
    aprendiendo, por tanteo, que para salir de la jaula y obtener
    comida basta con apretar la palanca. Este tipo de aprendizaje
    llevó a Thorndike a postular la "ley del
    efecto
    ". Se suele considerar este tipo de aprendizaje
    como un modolo afín al estudiado por Skinner con el
    título de "condicionamiento
    operante
    ".

  • Aprendizaje observacional. Aprendizaje basado
    en la observación de la conducta del otro. La conducta
    modelada puede presentarse en vivo o en forma
    simbólica.

  • Aprendizaje por observación (aprendizaje
    observacional).
    Aquel aprendizaje en el cual un organismo
    copia o imita la conducta de otro. También se denomina
    modelamiento.

  • Aprendizaje Social. El aprendizaje social
    (que también recibe los nombres de aprendizaje
    vicario, aprendizaje observacional, imitación,
    modelado, o aprendizaje cognitivo social) es el aprendizaje
    basado en una situación social en la que, al menos,
    participan dos personas: el modelo, que realiza una conducta
    determinada, y el sujeto, que realiza la observación
    de dicha conducta y cuya observación determina el
    aprendizaje. A diferencia del aprendizaje por
    condicionamiento, en el aprendizaje social el que aprende no
    recibe el refuerzo, sino que éste recae, en todo caso,
    en el modelo. Aquí el que aprende lo hace imitando la
    conducta del que recibe el refuerzo. Aunque el aprendizaje
    social primero se intentó comprender en el marco del
    conductismo, pronto se vio que éste era inadecuado y
    se pasó a una concepción más mentalista,
    como lo muestra la obra de Albert Bandura, el
    psicólogo que más ha trabajado y sistematizado
    la teoría del aprendizaje social. Este autor
    creerá necesario referirse a la existencia de
    representaciones mentales para comprender la
    imitación, en particular en la fase de la
    adquisición de la conducta. Bandura defenderá
    la existencia de dos fases, divididas cada una de ellas en
    dos subfases, para explicar este tipo de aprendizaje: la fase
    de adquisición de la conducta con las subfases
    de atención y retención, y la
    fase de la ejecución de la conducta con las
    subfases de la reproducción motora y de la
    motivación y refuerzo.

  • Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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