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Implicaciones filosóficas del decubrimiento de la partícual de Dios o boson de Higgs



  1. Partícula, bosón, o campo de
    Higgs
  2. El
    campo de Higgs
  3. Las
    leyes de la percepción

Partícula,
bosón, o campo de Higgs

En física se trabajan dos teorías sobre la
descripción de la realidad: La primera, la de la
relatividad general de Albert Einstein, que explica la
gravedad, que mantiene unidos planetas y galaxias, es la
teoría del universo a gran escala; y la segunda, el
modelo estándar
, de la mecánica
cuántica, que incorpora las otras tres fuerzas, que operan
a escala microscópica: el electromagnetismo, tan
conocido y aplicado en la tecnología actual y las
fuerzas nucleares
débil (es la responsable de
fenómenos naturales como la desintegración
radiactiva) y por último la fuerza fuerte (es la
responsable de mantener unidos a los, protones y neutrones, que
coexisten en el núcleo atómico). Este modelo es, el
desarrollado por varios científicos, a partir de los
años setenta del siglo anterior, entre ellos Peter Higgs,
que describe las interacciones y el comportamiento de la
mayoría de partículas fundamentales del universo,
como los quarks, los protones, los neutrinos y otros menos
famosos como los muones. Desde la década de los sesenta
los físicos han ido descubriendo cada uno de ellos. El
bosón de Higgs era la pieza que faltaba para completar el
rompecabezas. Primero intentemos definir cuál es la forma
correcta de referirnos al importantísimo descubrimiento
hecho por Peter Higgs y su equipo en el acelerador de
partículas del CERN, en Ginebra Suiza, y después a
la interpretación filosófica del mismo.

La Ciencia y la tecnología actual caminan con
paso más rápido que la filosofía. Al
parecer, los filósofos piensan que tienen mucho por hacer
en otros campos, y poco, en las matemáticas y la ciencia.
Sin embargo, la filosofía tiene mucho que aportar en este
campo debido, sobre todo, a que los físicos
teóricos tienen importantísimos hallazgos en su
área que no saben cómo interpretarlos con un
discurso que no sea tan técnico. La ciencia actual no
tiene una visión global del universo, hemos caído
en la especialización y el reduccionismo tan perjudicial,
a veces, para ver el paisaje completo; contrario a lo que
sucedía en la antigua Grecia, que las intuiciones y
especulaciones filosóficas acerca de la naturaleza de las
cosas de estos grandes pensadores dieron origen a la Ciencia
actual de Occidente. Esa pléyade de filósofos
griegos mostró horizontes muy amplios a la inteligencia
del mundo. Podemos citar a Heráclito con su propuesta del
ser y el devenir de un mundo siempre cambiante.

El mundo real consiste en un equilibrado ajuste de
tendencias opuestas. Detrás de la lucha de los contrarios,
y de acuerdo a, determinadas leyes, existe una armonía o
consonancia, que es el mundo. Es decir, lo que entendemos por la
realidad del mundo está conformada por la
interacción de los componentes contrarios en el campo de
la naturaleza. A Pitágoras, Euclides, Arquímedes
con sus valiosos aportes al pensamiento matemático.
Leucipo y Demócrito, con la intuición genial de que
los ladrillos fundamentales de la materia, eran unas entidades
indivisibles que llamaron átomos. Pasaron casi XXV siglos
en la historia de las ciencias para que se revisara este
concepto; así, a comienzos del siglo anterior, los
físicos comprobaron que ésta unidad no era tan
básica y simple, como la entendían los griegos,
pues contenía componentes subatómicos que los
denominaron electrones, neutrones y protones, y su vez,
los protones otros más pequeños, como los
quarks.

También, algunos años después,
lograron penetrar el núcleo atómico y dividirlo,
liberando con ello, grandes cantidades de energía que
contenía en su interior y, algunos gobiernos, le dieron
aplicación militar e industrial. En estas condiciones, ya,
ésta entidad básica de la naturaleza no le queda
bien el nombre que sustenta, el de átomo, porque su nombre
es inapropiado y adolece de anacronismo. Sin embargo, los
físicos y químicos modernos conservan este nombre
en sus prácticas y experimentos. Tenemos también a
Platón con la visión de la realidad donde afirmaba
que el origen y esencia de esta era la idea. Es decir, para este
filósofo, primero era la idea, antes que la materia y la
energía, indicando con ello que la idea era el origen y
esencia de todas cosas del mundo, afirmaba, además, que la
realidad estaba hecha con las copias de nuestras ideas. Por una
afortunada coincidencia, en este siglo XXI, la física
cuántica de vanguardia por medio de experimentos de
laboratorio de alta energía, ha llegado a similar
conclusión: los componente fundamentales de lo que
entendemos por la realidad, no es la masa, ni energía,
sino la información
. Por lo tanto, con estos
experimentos y evidencias científicas, la filosofía
tiene mucho que hacer hoy. Pero continuemos con los antiguos
griegos, Aristóteles, por su parte, aportó mucho al
pensamiento de occidente con la construcción formal de la
lógica y las reglas del discurso. Únicamente he
citado a los más relevantes, pero en los cinco siglos
antes de la actual era llegaron a este mundo, (quien sabe de
qué galaxia), verdaderos portentos humanos que iluminaron
con su inteligencia el camino de la razón y nos
enseñaron a pensar.

El campo de
Higgs

Según la teoría del físico
británico Peter Higgs, propone la existencia de
bosones que intrínsecamente no tienen masa. Al
carecer de ella, no tienen extensión, ni forma
física. Según éste científico, el
Universo está impregnado de un campo, (el campo
cuántico unificado de la naturaleza), que ofrece
resistencia a este bosón y en esta
interacción les otorga masa a las
partículas subatómicas. Para expresarlo en el
lenguaje de la Ciencia: Con las interacciones, (bosones), entre
los componentes del campo, (fermiones), del vacío
atómico, se construye toda la materia del
universo.

Hay que resaltar que lo que propone este físico
es un bosón que interactúa con el campo
cuántico unificado de la naturaleza, y en esa
interacción otorga masa a los fermiones. No es una
partícula subatómica, en el sentido como lo es el
protón, el neutrón y el electrón tal y como
lo afirman los medios de comunicación porque en ese caso
sería un fermión. Los bosones son interacciones del
campo cuántico y son de la misma naturaleza que de la
información
. Sabemos que las interacciones son
intercambios de información y energía entre dos, o
más entidades.
Es por esta asombrosa propiedad de
este bosón en particular, por la que los medios
periodísticos y algunos científicos del mundo,
entre ellos el Nobel de Física León Lederman, la
llaman la partícula de Dios. Y no es para menos, en la
interacción de esta entidad energética con el
vacío cuántico es como se originaron y
todavía se originan las partículas materiales en el
universo. El campo de Higgs llena el espacio vacío y, en
la medida en que las partículas se mueven a través
de él, su interacción les causa tener masa. Sin el
bosón de Higgs no habría masa y sin ella, no
habría átomos, ni estrellas, ni planetas, ni mucho
menos vida, tal y como se conoce.

Se cree que durante el Big Bang, la explosión que
dio origen al universo, no había masa, pero, una
trillonésima de segundo después, el campo de Higgs
llenó el vacío y le dio al cosmos la estructura que
tiene hoy. Si se confirma que de hecho es el mismo bosón
propuesto por Higgs, esto implicaría que el modelo
estándar estaría completo. Si, por el contrario, se
trata de un nuevo bosón, tanto mejor para los
físicos, pues "abriríamos la posibilidad de
explorar nuevas alternativas y tener indicios de que hay modelos
más allá del estándar para explicar los
fenómenos que no están descritos allí", dice
Gabriela Navarro, investigadora del Grupo Experimental de
Física de Altas Energías de la Universidad Antonio
Nariño de Bogotá Colombia. El modelo
estándar propone que así como la fuerza
electromagnética tiene una mínima partícula
o quantum, que es el fotón, el campo de Higgs debía
tener la suya propia: el bosón de Higgs. El campo de Higgs
sería una especie de continuo que llena el vacío en
el cual las interacciones con el resto de partículas
están mediadas por el bosón de Higgs. En este
campo, las partículas más ligeras se
moverían fácilmente mientras que las más
pesadas lo harían con mayor dificultad.

Aunque parezca muy extraño la conciencia humana
podría, de alguna manera, articularse a este campo
cuántico. La magia de la creación continúa
todavía desde los primeros instantes siguientes
después del Big Bang, por tal motivo, algunos
físicos teóricos como Vlatko Vedral de la
universidad de Oxford Inglaterra, afirman que la naturaleza de la
realidad no la conforma, ni la masa, ni la energía, sino
que es información pura. Ahora, de donde viene la
información? Obviamente de todo el universo y la mente es
uno ellos, ya que esta origina las ideas, pensamientos,
visualizaciones, etc.; estos términos los extrapolamos, en
este contexto, con el vocablo información. Esta
es una especie de virus informático que invade todo el
universo. Hace unos XXV siglos el maestro Buda intuyó que
la mente y la materia, eran dos formas de una misma y una sola
cosa. Es decir, que la mente y la materia eran equivalentes,
entonces, donde hay masa o materia hay información y por
lo tanto mente. Por otra parte, Platón afirmó en el
Timeo que el origen y esencia del mundo material era la idea.
Cuando hablamos de los pensamientos, ideas, información,
etc. tenemos que ver con el generador de éstas y este es
el observador con su mente o su conciencia, que en este contexto
es lo mismo. La ciencia actual es, en su método, dualista
y cartesiana. Es decir, el observador y el mundo allá
fuera son como entidades independientes. Yo estoy por fuera de
los fenómenos de la naturaleza que deseo investigar. Esto
es ejercer un reduccionismo dual que nos saca de toda realidad
del mundo. Ignoramos que somos parte de él, somos gotas
del mismo océano, ignoramos que todos somos los
componentes de un holograma universal.

Para entender esto, es necesaria una mueva teoría
científica para apropiarnos de las leyes de la naturaleza
que incluya al observador y su mente como parte integrante de los
fenómenos de la misma. Esto de alguna manera, nos conduce
a modificar nuestras creencias sobre la realidad y el papel que
desempeña el observador en ella y por consiguiente,
también, al paradigma científico. De esa manera,
podríamos comprender mejor, la parte determinante que
ejerce el observador con su poder de la atención e
intención
, en el proceso de cognición como
atributos de su mente, en todas las leyes que operan en el
universo. El cual, ya no sería un ente pasivo en el mundo,
sino un co-creador de la realidad.

Como consecuencia de lo anterior, hablar de la
masa como componente indispensable del universo, ya no
tiene sentido. Tenemos que dirigir nuestra atención a la
información o a la idea como elemento primario de
la naturaleza. La realidad sólida material que nos
muestran nuestros sentidos desaparece, para darle cabida a un
modelo holográfico virtual compuesto de
información. Ya lo decían Niels Bohr y Werner
Heisenberg en el año 1934. Las partículas
materiales aisladas son abstracciones,
(ideas?), ya que sus propiedades sólo son
definibles y observables mediante su interacción con otros
sistemas. Heisenberg, da un paso más y afirma: estas
abstracciones serían, presumiblemente,
simetrías matemáticas, de una naturaleza similar a
las ideas tal y conforme lo lo postula Platón.

Una breve nota sobre cómo se forma un holograma.
Es una técnica avanzada de fotografía que consiste
en crear imágenes tridimensionales. Para obtener un
holograma, el objeto a fotografiar es bañado por la luz de
un rayo láser. A continuación se hace rebotar un
segundo láser contra el reflejo luminoso del primero y el
patrón de interferencia resultante, (el área donde
se cruzan ambos láseres), es capturado de modo
fotográfico. Al ser revelada, la película
resultante muestra lo que parece un amasijo caótico de
luces y líneas oscuras. Sin embargo, basta con iluminar la
película con un nuevo rayo láser para conseguir una
imagen tridimensional del objeto original. La interferencia
producida por el choque de dos ondas de luz láser hace
posible el holograma. Quizás, el holograma es una
propiedad natural del universo soportado y explicado, como
teoría científica apoyada en el comportamiento
ondular de la materia a escala subatómica. Donde cada
parte de la interferencia, contiene la
información del todo. Veamos un ejemplo: Una
fotografía laser tiene una propiedad
insólita, muy diferente a una fotografía en dos
dimensiones de nuestro álbum familiar; en este caso, si
cortamos la foto en mucho fragmentos, sus partes no
significarían nada, solamente servirían como
elementos para armarlos nuevamente como en un
rompecabezas.

La foto holográfica, en cambio, si la
fraccionamos en muchos pedazos, cualquiera de ellos contiene la
información de toda la imagen original si la iluminamos
con una fuente de luz láser. Toda la materia del universo,
en su vibración atómica, envía ondas
electromagnéticas de información, que en este
contexto, llamaremos cuantos de información el
cual produce zonas de interferencia que forman un ovillo
confuso
no comprensible, (un holograma), que
solamente el observador, con el poder de la atención,
captura con sus sentidos y entrega a su mente para ésta
decodifique la información holográfica y la
transforme en percepción.

Aquí se cumple la propiedad fundamental de la
Mecánica Cuántica: la onda se convierte en
partícula, ante la atención del observador. La
atención de éste hace las veces de la luz
láser. El universo no lo podemos ver tal cual es, porque
tiene una dimensión oculta, quizás con tres
coordenadas simétricas a las que vemos con nuestros
sentidos, (en la terminología de David Bhom, se
diría: dimensión implicada), sólo podemos
ver una parte que es la que se despliega ante nuestros ojos, como
si fuese un holograma, el cual solamente lo podemos percibir
porque los rayos de luz y la atención del observador
están iluminando la imagen en 3D; el cual es un
magnífico recurso metafórico para intuir mejor la
interdependencia básica de la unidad diferenciada con el
todo. Somos parte de un modelo sistémico de la vida.
Quizás sea la mente humana la que jalona la
fenomenología en la naturaleza.

Las leyes de la
percepción

Por otra parte, en la búsqueda de un nuevo
paradigma, también, tenemos que revisar las leyes que
operan en el proceso de cognición; debido a que, contrario
a lo que se piensa, la percepción del mundo es una
proyección de la mente del observador, esto significa nada
más y nada menos, que éste ve a la naturaleza de
acuerdo al filtro de sus creencias, al paradigma
científico imperante, al entorno cultural, es decir, de
acuerdo a su marco de referencia interno. El mundo es el espejo
de su mente, no ve afuera sino lo que se proyecta desde su
espectro mental interior. Toda la representación del
universo no puede ser sino relativa, porque está
condicionada por sus creencias, pero jamás será una
representación absoluta. En estas condiciones, la
percepción de la realidad del mundo es subjetiva, pues
está condicionada por el contenido mental del observador.
Hay una propiedad axiomática de la mente para crear su
propia realidad: A todo a aquello que le pones tu
atención se transforma.
Hay Físicos de la
Mecánica Cuántica que afirman que el observador
crea esta realidad. Esta es una herramienta sutil e infalible que
nos regaló la naturaleza para interactuar con el
Universo.

Desde luego, estas propiedades de la mente, la
atención e intención, deben estar cargadas con
contenidos emocionales y creencias muy claras para que este
axioma opere con efectividad. Pues no debe haber una disonancia
cognitiva entre lo mental y lo emocional, es decir,
ambivalencias, o palos en la rueda, entre lo que deseamos y lo
que pensamos. El pensamiento y el deseo deben ser coherentes para
no sabotear nuestras propias elecciones. Nuestro pensamiento,
debe ser un conjunto de ideas y emociones estructuradas
cognitivamente con un significado y un propósito de
comunicación. En estas condiciones, poseemos la
atención y la intención focalizada en un solo
objetivo. Según la teoría científica de
vanguardia y apoyado en la física cuántica, hay una
relación directa entre nuestra realidad física y un
campo de energía conocido como Campo Unificado de la
Naturaleza, o el campo de infinitas posibilidades. (El campo de
Higgs?). Este campo se altera cuando la concentración del
pensamiento, la atención y la intención del
sentimiento
se proyectan sobre él. Yo doy vida, de
alguna manera, a aquello que observo, a aquello en lo que pongo
mi atención. Si es a pensamientos negativos,
cosecharé lo que siembro. ¿A qué
pensamientos les doy mi atención? Recordemos que un
electrón, tiene una naturaleza dual,
onda-partícula, es onda hasta que se le observa, colapsa y
se convierte en partícula en un punto determinado y
nosotros no somos sino un puñado de partículas
subatómicas. Somos átomos configurados en
moléculas orgánicas y gobernadas por una mente. Si
yo comprendo que la Realidad que yo experimento es subjetiva,
porque es mi proyección, y está condicionada a mi
observación; a la forma como me siento emocionalmente
hacía ella, si yo hago de este conocimiento un dogma de
vida, que cale hasta la última célula de mi
ser…qué no puedo lograr… ¿qué no puedo
atraer a mi vida, cuando mente y corazón, (pensamientos y
emociones), trabajan juntos hacía un objetivo
común?

Es necesario tener en cuenta, que no hay nada que exista
fuera de nuestra mente que tenga un significado propio. Es el
cerebro, activado por la mente, es el que decodifica la
información, la analiza, la integra, la proyecta e
interpreta el holograma universal y le da un significado.
Las frecuencias electromagnéticas de información,
(Cuantos de información), que envían todas
las cosas del universo causan la estimulación en las
neuronas para decodificar este holograma e interpretarlo como la
realidad. El proceso de determinar que el objeto existe
exteriormente sólo se produce en la interpretación
que hace la mente por la estimulación de los sentidos. En
definitiva, lo que se ve, se oye, se degusta, se toca y se huele
son patrones de estimulación neuronal que corresponden de
manera parcial y limitada con lo que está "ahí",
pero que sigue sin ser realmente "eso". Las frecuencias
electromagnéticas, (cuantos de información), que
causan la estimulación neuronal carecen completamente de
color, gusto o textura. El mundo en sí mismo no tiene
significado alguno. Las cualidades que experimentamos a
través de la percepción sensorial son atributos
creados por la mente por medio de la proyección. Si la
percepción de la realidad es una proyección de la
mente del observador queda entonces, de esta manera, ligada y
sumergida la mente o la conciencia del mismo a lo que describimos
como la realidad.

Algunos físicos afirman, que de alguna manera,
todos somos los co-creadores de la realidad. El significado del
mundo es una proyección de las creencias de la mente del
observador, es decir, está condicionado por su paradigma
mental. Recordemos, con la tención del observador la onda
se convierte en partícula. Por consiguiente,
tendría sentido y aplicación la siguiente
reflexión: Si la naturaleza es una gran mente universal
que esta interconectada a mi mente individual, entonces yo soy la
naturaleza misma.

 

 

Autor:

Néstor Jaramillo
Hernández

Medellín, marzo 11 de marzo de
2014

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