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La inversión extranjera directa y la crisis cubana



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Antecedentes
    históricos
  3. Fin de la guerra
    fría
  4. Las
    Transformaciones en los 90. Las IED como la vía
    más probable para hacer frente a la
    crisis
  5. Conclusiones
  6. Recomendaciones
  7. Bibliografía

Introducción

A finales de los años 80, y en el transcurso de
unos meses, ocurrieron unos acontecimientos los cuales fueron: la
caída del Muro de Berlín y la disolución de
la Unión Soviética. Pocas personas en el mundo
pensaron que el proyecto revolucionario cubano, que fue iniciado
a principios de los sesenta, podría sobrevivir; debido a
que se ubicaba en un medio mundial crecientemente dominado por el
avance de las ideas y las prácticas neoliberales de la
expansión capitalista. Ante aquel impacto quedaban
eliminadas, las condiciones externas en las que se había
insertado la economía Cubana, la cual se había
asentado en el tratamiento ventajoso de los vínculos
económicos y financieros externos principalmente con la
URSS (Las siglas significan la unión revolucionaria de
sociedades socialistas).

Pero ante tal situación se decide realizar una
apertura económica que tenía como función
reactivar la economía y enfrentarse a una nueva realidad
mundial de globalización económica e insertarse en
ella.

Por medio de un análisis desde el punto de vista
económico se reflejara los factores fundamentales, que
lograron la maravillosa sobrevivencia de la experiencia cubana.
También es necesario resaltar los rasgos más
importantes de la sociedad cubana como por ejemplo: la primera
etapa de definición socialista así como las
contribuciones que recibió Cuba de las anteriores naciones
capitalistas, entre otros.

CAPITULO 1

Antecedentes
históricos

Este primer capítulo presenta una visión
general de los antecedentes históricos, los cuales nos
permiten establecer cuál fue la situación
económica y social al inicio de la Revolución y la
posterior vinculación con la URSS. Por ello se debe llevar
a cabo una descripción generalizada de la sucesión
de hechos que conllevan al quiebre de las relaciones con Estados
Unidos y a la vinculación con la URSS y así tener
una idea acabada de la posición en la que se encuentra
Cuba para enfrentar la difícil situación, a
comienzos de la década del 90, ante la caída del
Muro de Berlín. A continuación se enumeran y se
explican los siguientes hechos:

1.1 – El punto de partida. La
situación económica y social al triunfo de la
Revolución.

El punto de partida inicia con el panorama nacional en
el año 1959 en el cual se definen los siguientes
rasgos:

  • Completa dependencia norteamericana, la cual
    controlaba la industria exportadora fundamental
    (tenían 1.200.000 hectáreas que incluían
    el 25 % de las mejores tierras agrícolas), la
    energía eléctrica, parte de la industria
    lechera, el abastecimiento de combustible y, en medida
    importante, el crédito bancario.

  • Una estructura económica predominantemente
    agrícola,
    pues la más importante industria,
    el azúcar, era una producción primaria de base
    agrícola y el resto representaba un volumen poco
    significativo.

  • Una economía agrícola extensiva,
    latifundiaria
    , tanto en las propiedades de las
    compañías extranjeras como en las de una
    minoría cubana, con 114 grandes propietarios con el
    control del 20 % de las tierras, mientras una enorme masa
    campesina vivía en la miseria, agobiada por los
    intermediarios, sin crédito, con precios
    ruinosos.

  • Un desempleo y un subempleo (se refiere a la falta
    de empleo de una parte de la mano de obra) permanentes y
    masivos en proporción muy superior al de otros
    países de América latina.

  • Una economía totalmente abierta , una
    monoexportación azucarera que alcanzaba el 80 % del
    total de las exportaciones, y una concentración
    geográfica de las exportaciones e importaciones,
    dependiendo el 60 % de las primeras y del 75 al 80% de las
    segundas del mercado de Estados Unidos.

Es necesario mencionar que la industria azucarera, es
una fundamental actividad del país, que se había
apoyado en la expansión del mercado norteamericano desde
las últimas décadas del siglo XIX en que ya ese
país dominaba dicha producción. A partir de 1952,
se dio entrada a una política económica que en
esencia respondía a los intereses norteamericanos de
evitar la crisis y acentuar su dominación sobre la
economía cubana.

"La política económica aplicada planteaba
la expansión del gasto público, a partir de lo cual
crecería el mercado interno y se generaría un
terreno propicio para el incremento de las inversiones
norteamericanas no azucareras, lo cual sería un elemento
compensatorio de la crisis recurrente en el sector azucarero. La
estructura agraria quedaba intacta y se mantenía la masa
de asalariados agrícolas capaces de asegurar la
producción azucarera. La política aplicada condujo
a una expansión inflacionaria de la economía, que
se solventaba con importaciones, a costa de la disminución
de las reservas de divisas acumuladas durante la II Guerra
Mundial." Lo que se da a partir de 1952 y hasta 1958, es por
tanto, un proceso de crecimiento sin desarrollo. Toda esta
panorámica es muestra evidente de las profundas
deformaciones estructurales de un país monoproductor y
monoexportador en donde la burguesía nacional no estaba
interesada en cambiar los grandes contrastes
existentes.

1.2 – El modelo de desarrollo a partir
de 1959: Ruptura de las relaciones con Estados Unidos, comienzo
de la vinculación con la URSS.

Con el triunfo de la Revolución cubana, los
objetivos pautados como estrategia de

desarrollo económico y social de Cuba esbozados
desde 1953 en el histórico razonamiento de defensa, de
Fidel Castro, conocido como -La historia me absolverá-, en
donde se resumen los principales problemas a erradicar como el de
la tierra, la industrialización, la vivienda, el
desempleo, la educación, la salud del pueblo; estos seis
puntos, junto con la conquista de las libertades públicas,
se convierten en la esencia de la política
económica y social del país, comenzando así
un período de grandes transformaciones y cambios, que tuvo
como primer objetivo hacer desaparecer las bases de la
economía capitalista y neocolonial (nueva forma de
neocolonialismo). Con ello se puso fin a los mecanismos de
dependencia y dominación de los monopolios estadounidenses
y a la gran propiedad privada sobre los medios de
producción.

"En los dos primeros años de la Revolución
(1959 y 1960), si bien es cierto que resultó imposible
elaborar una estrategia de desarrollo, fue la etapa de las
medidas de corte popular y una aguda lucha de clases. En esencia,
la política económica aplicada, tuvo como objetivo
principal garantizar la continuidad y el éxito del proceso
revolucionario."

La política económica aplicada desde 1959
introdujo cambios de gran importancia. La nacionalización
de los principales medios de producción del país
vino a alterar a fondo el régimen de la propiedad; el
gobierno comenzó a asumir un papel destacado en la
actividad productiva, a la vez que se deterioraron los mecanismos
del mercado en la regulación de la
economía.

Ante los importantes cambios introducidos, donde se
busca edificar una nación libre de ataduras de la
dominación extranjera, surgen contradicciones con el
imperialismo norteamericano y sus aliados, lo cual aceleró
el proceso de diversificación de los mercados externos del
país que se había emprendido como parte de una
política económica independiente. De tal forma, lo
más significativo es el inicio de los vínculos
económicos con la URSS y otros países socialistas.
Había una estrategia que querían poner en marcha
por tres vías por las que se trataría, en adelante,
de aplastar a la Revolución:

  • Las presiones diplomáticas para el
    aislamiento con las naciones Latinoamericanas.

  • Las agresiones económicas.

  • La ayuda armada a la contrarrevolución, lo
    cual significaba hasta la posibilidad del empleo de las
    fuerzas militares de la nación.

"Los medios de difusión masiva norteamericana
lograron justificar, dentro de su país, la política
agresiva contra Cuba, al hacerle ver al pueblo norteamericano que
sólo prevalecía una actitud deliberadamente hostil
hacia Estados Unidos en el régimen de Castro. Así,
justificar la presión norteamericana sobre la isla,
implementada a través de medidas concretas tales como
planes de desestabilización, vuelos de inteligencia
militar sobre Cuba, promoción del aislamiento
político y económico, maniobras militares alrededor
de la Isla, e intervenciones militares en otros países del
Caribe."

"En aquel mar de restricciones comerciales, el gobierno
cubano intentó crear y

defender internamente el régimen revolucionario y
establecer relaciones extranjeras que protegieran y aseguraran
dicho régimen. Por ello el 13 de febrero de 1959 Cuba
firmó un convenio comercial mediante el cual la URSS
habría de comprarle 5 millones de toneladas de
azúcar durante un período de cinco años a
los precios del mercado mundial. Se acordaba conjuntamente la
contratación de un crédito por 100 millones de
dólares, en condiciones muy ventajosas para la Isla, pues
era pagadero en doce años y a un interés sumamente
bajo.

A partir de este momento, Estados Unidos, comenzó
a explotar al máximo el asunto del comunismo en Cuba,
siendo el tema central de todo análisis, comentario o
referencia con respecto al problema cubano. A pesar de que la
URSS tenía relaciones comerciales y diplomáticas
con otros países de América Latina, en el caso de
Cuba la firma del convenio y el posterior restablecimiento de las
relaciones diplomáticas entre las dos naciones fueron
hechos asumidos por los círculos gubernamentales de
Estados Unidos, como la prueba inequívoca de que la
Revolución Cubana se abría hacia la esfera de
influencia soviética y marchaba de manera inexorable hacia
el comunismo.

Se presento también otro problema para Cuba que
fue el petróleo. "Sus orígenes se encuentran en la
reacción petrolera aprobada en 1959 por el
Gobierno

Revolucionario, el cual había decidido que las
compañías no podían repatriar más de
un 50 % de sus beneficios, debiendo ser reinvertido el 50 %
restante. Ante esto, las compañías optaron por
tratar de mantener sus márgenes de beneficios monopolistas
por medio de un aumento proporcional de los precios, en las
ventas entre las subsidiarias. Además, apoyadas en la
cancelación a los créditos cubanos acordada en
Estados Unidos a finales de 1959, exigieron que las importaciones
de petróleo fueran abonadas al contado. Como Cuba no
podía pagar en esas condiciones detuvieron sus
importaciones de petróleo. Debido a esto, Cuba hizo
contacto con un proveedor soviético de petróleo,
cuyo precio, incluido el transporte, representaba un 29 % menos
que el fijado por los productores norteamericanos. De esta
manera, los dirigentes de las compañías declararon
categóricamente que no refinarían petróleo
proveniente de la URSS. El objetivo económico inmediato de
la maniobra norteamericana era claro: poner a la economía
cubana ante la perspectiva inmediata de una paralización
por la ausencia de combustible. La posición del Gobierno
Revolucionario fue terminante, el 1º de julio decidió
la intervención de las refinerías del consorcio
petrolero norteamericano Texaco, Esso y Shell, esta era la
única respuesta posible para garantizar la
refinación de combustible."

"El 24 de Junio de 1960, el presidente Eisenhower
solicitó al Congreso el poder discrecional para cortar la
cuota de importación de azúcar y el 6 de Julio de
1960 cortó la cuota azucarera de Cuba y canceló 700
mil toneladas pendientes de la cuota de 1960, privando así
a la Isla de su principal fuente de ingresos por
exportaciones."

Ante la aprobación de la Ley Azucarera aprobada
por el Congreso norteamericano, la reacción cubana no se
hizo esperar. Fidel Castro anunció el 6 de agosto la
nacionalización de las grandes empresas norteamericanas en
el país. La medida contra las propiedades norteamericanas
en Cuba fue una respuesta a la agresión económica
de Estados Unidos. Esto representaría el segundo
movimiento dentro de la esfera diplomática para ejercer
más presión a la revolución.

"Tras los episodios del petróleo y de la cuota
azucarera, el caso cubano quedó convertido en un problema
central de la política norteamericana, hasta tal punto que
fue uno de los temas principales de política exterior en
la campaña electoral por la presidencia. Según el
Wall Street Journal del 20 de octubre, Nixon presionó en
Washington, después del debate con Kennedy para decretar
el 19 de octubre el primer embargo parcial de mercancías a
Cuba, con el cual se daba el primer paso del bloqueo
económico que pretendía doblegar a la
Revolución Cubana. La medida fue presentada como
represalia por la nacionalización hecha por el Gobierno
Revolucionario de los bancos extranjeros radicados en el
país y de 382 empresas privadas, incluidas
varias norteamericanas."

Con posterioridad a las disposiciones de agresión
económica, quedó patente que sólo restaba
por ejecutar un movimiento para el derrocamiento de la
Revolución: la agresión armada. El fracaso de Playa
Girón ha llenado incontables páginas de la prensa y
libros. No es el objetivo del libro hacer un análisis
profundo de esta parte, pero es de gran importancia remarcar
cómo calificó a este acontecimiento Fidel Castro:
"La primera gran derrota del imperialismo yanqui en
América". Así, el fracaso del tercer movimiento
para dar fin a la Revolución, consolidó, de hecho,
su existencia.

Como se puede apreciar, el acelerado avance de las
transformaciones hacia el control del Estado sobre la
economía y el comienzo de una importante
vinculación con la URSS fue respuesta a los golpes
aplicados por la política norteamericana, como necesidad
de fortalecer el poder político y económico de las
fuerzas populares.

"La Revolución Cubana comenzó por afectar
aspectos esenciales de las relaciones de dependencia que el
país mantenía con Estados Unidos, y, desde ese
momento, fue casi unánime el rechazo entre los
círculos gobernantes a la posibilidad de cambios, aunque
fuesen reformas que no transformasen de manera definitiva los
vínculos de dominación. Por otro lado, tal actitud
era consecuencia lógica de la estrecha línea de
dependencia de Cuba hacia Estados Unidos, asentada en la
monoproducción azucarera y el monopolio comercial, que
habían hecho de la Isla."

"Por eso, en la medida en que los pasos sucesivos del
Gobierno Revolucionario tendieron a demostrar su firme voluntad
de permanecer fiel a los intereses populares, de no ceder ante
las presiones norteamericanas, y de no atemorizarse ante la
posibilidad de anudar lazos con el campo socialista encabezado
por la URSS, la política de Estados Unidos fijó
como objetivo el derrocamiento de la Revolución, siendo el
objetivo principal de la política norteamericana en
América Latina evitar una nueva Cuba."

"Esta primera etapa culmina con la abierta guerra
económica desatada por Estados Unidos contra Cuba, lo cual
aceleró el proceso de diversificación de los
mercados externos del país que se había emprendido
como parte de una política económica independiente.
De tal forma lo más significativo es el inicio de los
vínculos económicos con la URSS y otros
países socialistas, cuya ayuda fue decisiva en los
momentos en que Estados Unidos bloqueó la venta de
petróleo, suspendió la cuota azucarera y finalmente
instauró en la práctica el bloqueo al embargar las
mercancías cubanas compradas a Estados Unidos. En
aquellos momentos, la URSS salvó al
país del colapso económico, garantizando el
suministro de petróleo, comprando el azúcar dejada
de adquirir por Estados Unidos y ofreciendo créditos para
la compra de alimentos y otros productos."

1.3 – Vinculación estrecha con la
URSS.

"El giro cubano, de su relación con Estados
Unidos hacia la URSS, en cuanto a relaciones comerciales y ayuda
económica, se aceleró con dos acontecimientos: la
crisis de los misiles, que produjo la interrupción de
todos los vuelos norteamericanos a Cuba, y la decisión de
la Organización de Estados Americanos (OEA) de expulsar a
Cuba, la cuál es oficialmente proclamada el 3 de febrero
de 1962, manteniéndose ininterrumpidamente hasta la
actualidad, iniciándose con ello su gradual aislamiento
hemisférico occidental."

"La plena independencia económica respecto de
Estados Unidos se logró al precio de ampliar la
dependencia con la URSS."

"A partir de allí, los objetivos
económicos estratégicos, buscaron crear condiciones
para aprovechar la estructura económica heredada del
modelo capitalista periférico y utilizarla como pivote del
desarrollo económico, propiciando la creación de la
infraestructura indispensable y proporcionando los medios de
acumulación necesarios para la ulterior
industrialización del país. El sector agropecuario,
en especial la producción azucarera, sería el
pivote del desarrollo económico del
país."

En Enero de 1964 se firmó con la URSS un convenio
comercial que garantizaba la compra de 24,1 millones de toneladas
de azúcar a Cuba entre 1965 y 1970, a un precio asegurado
de 6,11 centavos de libra, que garantizaba ingresos suficientes
para financiar la estrategia de desarrollo. Con otros
países socialistas también se firmaron convenios
que aseguraban mercados estables al azúcar cubano (ya en
1963 el comercio con el campo socialista era el 75,8 % del total,
mientras que con la URSS era del 40 % de ese total)."

"La estrategia de desarrollo se sustentaba en la idea de
que el fuerte empujón al resto de la economía
vendría dado por la inyección de recursos que
recibiría la agricultura y la industria azucarera, lo cual
permitiría el volumen de ingresos necesarios, vía
exportaciones de azúcar, y conduciría a la
expansión de otros sectores, que a la vez de servir de
apoyo a ese desarrollo azucarero, ampliarían la base
industrial del país. Sin embargo, en términos
generales puede decirse que los objetivos económicos
fundamentales de la estrategia de desarrollo entre 1965 y 1970,
sólo lograron cumplirse parcialmente."

"En estos años, se realizaron proyecciones a
mediano plazo y se firmaron nuevos e importantes acuerdos
económicos con la URSS y con otros países
socialistas, que permitieron una base sólida para la
culminación de la estrategia planteada. Dentro de esto,
cabe destacar el ingreso al Consejo de Ayuda Mutua
Económica (CAME) en 1972, del cual Cuba, era observador
desde 1964, recibiendo categoría de miembro especial lo
cual incluía tratamiento comercial preferente por parte de
los miembros más desarrollados."

El significado económico de esas relaciones puede
resumirse en los siguientes aspectos.

  • Mercados amplios y estables para los principales
    rubros de exportación cubana y para nuevas
    producciones.

  • Volúmenes crecientes de suministros
    importados, con considerable estabilidad en los
    abastecimientos de combustibles, materias primas,
    maquinarias, equipos y bienes de consumo, asegurados por
    períodos de cinco o más años.

  • Una relación de precios de intercambio
    superior a la del mercado mundial, en virtud de los precios
    acordados para las principales exportaciones cubanas. Se
    calcula que en la década del 80 ello significó
    ingresos superiores en algo más del 50% de los que se
    hubieran obtenido con los precios del mercado
    mundial.

  • Financiamientos para el desarrollo y para equilibrar
    la balanza de pagos, otorgados en condiciones muy favorables,
    pagaderos a largo plazo y con bajos tipos de
    interés.

  • Desarrollo de ramas de la economía
    inexistentes al triunfo de la Revolución y
    creación de las bases para desarrollos futuros
    más complejos. Esto se logró mediante el aporte
    de financiamiento, suministros corrientes, asistencia
    técnica y calificación de especialistas y
    técnicos cubanos.

"El intercambio comercial con estos países
llegó a representar entre el 80-85 % del total realizado
por el país. Todo esto permitía contrarrestar los
efectos del bloqueo norteamericanos para el desarrollo
económico cubano."

El país disfrutara de ventajas comerciales
derivadas de la inserción en el CAME y de los precios
ventajosos que la URSS pagaba, visto en una perspectiva de
más largo plazo, ataba a la economía doblemente.
Primero, porque consolidaba la dependencia de la dinámica
de la economía del azúcar, y segundo, porque esa
dinámica se basaba en una relación de precios
fuertemente divorciada de los costos internos de la
producción azucarera y a la vez en una comparación
internacional, que si bien hacía ver que la
especialización cubana era conveniente, no se apartaba en
lo absoluto del principio de las ventajas comparativas, con un
doble efecto negativo en el largo plazo, primero, por lo que el
principio mismo significa desde el punto de vista de la
especialización productiva, y segundo, porque los precios
de referencia del producto que se tomaban en cuenta (del de los
países socialistas) estaban bastante alejados del de los
productores más eficientes, de donde las ventajas
comparativas obtenidas no resultaban una buena señal para
la especialización productiva.

A principios de la década del ochenta las
relaciones económicas soviético-cubana alcanzaron
su cenit con la firma de numerosos acuerdos entre los que se
destacan un plan para el desarrollo económico y
científico-tecnológico de Cuba centrado en el
azúcar, el níquel, los cítricos, la
energía nuclear y termoeléctrica y las
prospecciones geológicas. Se obtienen nuevos
créditos por un total de 1800 millones de dólares y
nuevos acuerdos de cooperación a largo plazo (cuya
finalidad era fortalecer la integración de Cuba con el
COMECOM y su independencia de las economías de mercado),
la creación de empresas mixtas soviético-cubanas y
exportaciones conjuntas a terceros países, incremento de
la eficiencia de la utilización cubana de la ayuda
socialistas. Durante toda esta etapa los precios
soviéticos del azúcar fueron considerablemente
más altos que los precios del mercado mundial, y lo mismo
puede decirse de los precios del níquel (en 1985 los
soviéticos lo pagaban a más del doble de su precio
mundial).

La URSS vendió petróleo crudo a Cuba a
precios considerablemente menores que el precio mundial. La URSS
hizo otra importante concesión: pagar a Cuba en divisas
por todo el petróleo que ésta lograba ahorrar
respecto al abastecimiento acordado; la URSS exportaba dicho
petróleo a otros países y pasaba los beneficios a
Cuba, que, a su vez los registraba como reexportaciones de
petróleo. La combinación de todos estos subsidios
resultó en un considerable beneficio neto para Cuba
durante toda esta etapa.

El modelo económico tuvo en la
implantación del Sistema de Dirección de la
Economía (SDPE) su principal componente, este creó
determinadas expectativas que no poseían una base real
producto de que los niveles alcanzados por el comportamiento de
la actividad económica no estuvieron vinculados solamente
al sistema. Las incompatibilidades entre la implantación
del SDPE y el diseño general de la política
económica limitaron la posibilidad de hacer más
coherente los aspectos principales de la estrategia de
desarrollo. La implantación del sistema contribuyó
también a la acentuación del crecimiento no
equilibrado de la economía y a la consolidación de
importantes desproporciones en el proceso de
desarrollo.

"Así, a mediados de 1983, comienzan a
manifestarse los primeros síntomas de crisis aunque hacia
fines de 1984 quedó evidenciado claramente que
había comenzado el agotamiento del modelo, lo cual estuvo
determinado fundamentalmente, por la imposibilidad de mantener el
crecimiento de la economía sobre una base extensiva y a la
presencia de dificultades en el funcionamiento del Sistema de
Dirección de la Economía."

"A partir de esta fecha se introdujeron cambios en la
política económica, dando inicio a la puesta en
práctica de un conjunto de medidas para rectificar estas
tendencias, denominado proceso de rectificación de
errores y tendencias negativas
y así comienza a
encauzarse la estrategia del desarrollo en una dirección
encaminada a apoyarse más en los recursos propios y a
crear nuevas fuentes generadoras de ingresos externos,
aprovechando recursos naturales y el potencial
científico-técnico formado, lo cual ofrecía
la posibilidad de lograr elevadas ventajas en el intercambio
externo. De tal forma, sé prioriza un conjunto de
programas estratégicos como el alimentario, el turismo y
el biotecnológico, orientados a la consecución de
estos fines."

1.4 – Resultados Económicos de las
Políticas Implementadas.

Crecimiento promedio anual del PIB: 3,1% en
todo el período; 2% entre 1959 y 1970; 8% entre 1971 y
1975; 5% entre 1976 y 1980; 8,5% entre 1981 y 1985; no
crecimiento entre 1986 y 1989.

  • Cambios en la estructura del PIB (en
    %)

Sectores

1959 1988

Agricultura

22 9

Industria y Construcciones

29 36

Comercio y Servicios

  • 49  55

  • Cambio estructural al interior de la industria:
    disminuye el peso de la industria azucarera.

  • Cambios en la relación entre PIB y sector
    externo.

  • a. Se mantiene la proporción
    Exportaciones/PIB

  • b. Se incrementa la proporción
    Importaciones/PIB

  • c. Se genera un saldo negativo crónico
    en el balance comercial

Proporciones

1958 1988

Exportaciones / PIB

27 28

Importaciones / PIB

29 39

  • Avances en la
    agricultura.

  • a. Se duplican las tierras incorporadas al
    cultivo: de 2 millones de hectáreas bajo cultivo en
    1958 se pasa a 4,4 millones en 1989

  • b. Mejoramiento sustancial de las condiciones
    de vida en el medio rural

  • c. Humanización del trabajo en el sector
    agropecuario: mecanización y quimización de las
    labores

  • d. Creación de más de 40 centros
    de investigación.

  • Avances en la industria.

  • a. Mayor integración agroindustrial que
    la presente en 1959: incremento del procesamiento industrial
    de materias primas agropecuarias tales como leche, carnes,
    hortalizas, frutas y arroz)

  • b. Establecimiento de una industria
    básica de fertilizantes

  • c. Ampliación de las industrias
    abastecedoras de bienes y servicios técnicos a la
    agricultura: producción y mantenimiento de la
    maquinaria agrícola, aviación agrícola,
    etc.

  • d. Incremento de la capacidad de molida de la
    industria azucarera en 12 millones de arrobas por
    día.

  • e. Fomento de la industria de derivados de la
    caña de azúcar.

  • f. Creación de la base energética
    nacional.

  • g. Creación de la industria de
    construcción de maquinaria y equipos.

  • h. Ampliación de la capacidad de
    producción de acero.

  • i. Organización de la base nacional de
    proyectos industriales.

  • j. Creación del complejo
    farmacéutico-biotecnológico.

  • Avances en la esfera social.

  • a. Esperanza de vida superior a los 70
    años.

  • b. Mortalidad infantil se ubica alrededor de 11
    por cada 1000 nacidos vivos.

  • c. Pleno empleo.

  • d. Desarrollo de la espiritualidad: arte,
    ciencia, conciencia política.

1.4 – Consideraciones finales del
Capítulo 1.

Finalmente, de acuerdo a las medidas tomadas por los
dirigentes cubanos durante todo este período, se puede
afirmar que la política exterior cubana, "…modelada
por el nacionalismo y el anti-imperialismo" ha seguido la
siguiente directriz para aumentar su espacio político en
estos años:

  • A inicios de los años 60, difundir un
    internacionalismo proletario, consolidando la
    revolución socialista, la cual está relacionada
    con el concepto anti-imperialismo, con la obligación
    de ayudar a sus pares ideológicos en otros
    países a capturar y consolidar sus revoluciones. Desde
    una perspectiva fidelista, dicha solidaridad se traslada
    inevitablemente hacia un compromiso paralelo con el
    anti-imperialismo, desde el momento en que las pretensiones
    hegemónicas de naciones como Estados Unidos son vistas
    como uno de los principales obstáculos al cambio
    revolucionario.

  • La Habana vio una clara unión, en la
    conexión con Rusia y Europa del Este, para
    contrabalancear la inmensa presión que Washington
    ejercía sobre la revolución en un esfuerzo por
    aislarla y por último destruirla. En efecto, el
    gobierno de Castro estaba bajo presión norteamericana
    tanto en lo militar como en lo económico. En ambas
    áreas estaba desapareciendo rápidamente el
    espacio operativo que se requería para proteger sus
    intereses y quizá incluso asegurar su supervivencia.
    Así, dado que el bloque soviético representaba
    una alternativa a las conexiones económicas cubanas, y
    que era además una fuente de asistencia para su
    seguridad, el pragmatismo y los principios ideológicos
    sugirieron un giro hacia el Este.

  • Normalizar las relaciones Sur-Sur: a través
    de contactos Estado a Estado y a través de una
    línea más moderada, estableciendo relaciones
    diplomáticas con varios países
    latinoamericanos.

  • Apertura a Europa Occidental y Canadá: han
    servido tradicionalmente como los principales puntos de
    acceso de la Revolución a los sectores de mercado
    altamente desarrollados de la economía global. Estas
    puertas de salida son vitales para Cuba. A pesar de su
    compromiso con el modelo socialista, Cuba, nunca
    mostró inclinaciones serias a retirarse enteramente
    del mercado mundial dominado por el capitalismo.

CAPITULO 2

Fin de la guerra
fría

2.1 – Derrumbe del bloque
socialista.

A partir del año 1960 Cuba obtuvo resultados
económicos importantes, influyendo en ello los
vínculos que se mantenían con el desaparecido campo
socialista y la ex URSS en particular. El sólo hecho de
que el 81 % de las exportaciones cubanas se orientaban al bloque
socialista, de los que a su vez provenía el 85 % de las
importaciones en 1989, puede ilustrar esa influencia. El
desarrollo alcanzado por la economía cubana hasta mediados
de la década de los 80, con un crecimiento promedio anual
en el período 1975-1985 superior al 7 % estaba basado
fundamentalmente en un modelo de tipo extensivo que se apoyaba en
esas

relaciones con el campo socialistas.

Las relaciones con los países ex – socialistas
contribuyeron al desarrollo cubano, en especial, a través
de inversiones, programas y proyectos de desarrollo que
requerían cuantiosos recursos, muchos de los cuales
quedaron interrumpidos. El intercambio comercial con esos
países se basaba en precios preferenciales dada la
condición de país subdesarrollado de Cuba, y un
intercambio comercial relativamente estable y mutuamente
beneficioso.

En loa años de 1959 y 1989, Cuba no podía
acceder a las fases de depresión o recuperación, a
las fluctuaciones externas o a las ocasionadas por insuficiencia
de demanda y multiplicación de la desocupación de
mano de obra, que de manera típica se reproducen en las
naciones del Mundo Occidental. Garantía de pleno empleo,
mecanización de las labores agrícolas y trabajos
manuales, despreocupación por los indicadores de
productividad, son fenómenos de distinto signo que se
combinan para imprimir características propias al sistema
económico cubano.

La terminación de la Guerra Fría y la
disolución del Consejo de Ayuda Mutua Económica
(CAME) trastocaron de golpe las circunstancias políticas
externas y el patrón de desarrollo de Cuba. La
desaparición del modelo de relaciones con los
países del CAME fue sin dudas el factor desencadenante de
la posterior crisis de la economía cubana, sobre todo, por
la magnitud que ello significó en cuanto a la
disminución de recursos para el país. Se perdieron
los principales mercados de exportación y los precios que
en ellos se obtenían.

La destrucción del comunismo en la URSS y en
Europa del Este, se vio reflejado en el discurso de Castro de
julio de 1990,en donde mencionaba la voluntad que
debía mostrar el pueblo cubano, para sobrellevar los
grandes sacrificio ante los cambios masivos y
negativos.

Por si fuera poco en los primeros años del 90,
Cuba sufrió varios shocks masivos; el primero que se
presento fue el de la economía cubana, en su conjunto, se
encogió drásticamente entre el 35 y el 50%. Antes
de 1991, la URSS, se llevaba el 63% del azúcar cubana, 73%
de su níquel, 95% de sus cítricos y el 100% de sus
exportaciones eléctricas. A su vez, Cuba recibía de
la URSS, el 90% de su maquinaria y 31 otros equipamientos y el
98% de su combustible. En menos de 4 años, Cuba
perdió 80 % de su capacidad de intercambio.

El segundo golpe que se presenta fue que EEUU se
movió con velocidad para hacer más fuerte su
embargo. En 1992, la Ley Torricelli entra en vigencia, empeorando
así la situación de Cuba, al impedir a otros
países comerciar con la Isla.

Por otra parte, desde el punto de vista militar, las
fuerzas armadas cubanas, no escaparon al impacto.
Cuba se vio impedida para conseguir armas y equipamiento para sus
bases militares. Ni Moscú ni otros países de Europa
del Este, tuvieron interés en ayudar a Cuba y enemistarse
con EEUU. Así, las fuerzas armadas, quedaron reducidas a
la mitad de lo que fueron en 1989. A partir de 1990, el
entrenamiento de defensa tuvo que ser abandonado. Entre otras
cosas, la falta de combustible fue un gran problema. Sin embargo,
las fuerzas armadas han respondido de una manera muy original
ante la pérdida de cooperación por parte de la
URSS.

En síntesis, Cuba enfrentaba la peor crisis
económica del siglo, asociada a factores como los que se
indican a continuación:

  • El colapso del campo socialista europeo y la
    desintegración de la Unión Soviética,
    suprimieron los mercados tradicionales de exportación
    y las fuentes de adquisición de bienes y servicios,
    esenciales al funcionamiento productivo.

  • Deformaciones en la estructura económica e
    institucional que se expresan en baja eficiencia y entorpecen
    el desarrollo fluido de los intercambios con
    Occidente.

  • Desequilibrios macroeconómicos que reflejan
    en el interior de la economía las repercusiones de la
    ruptura del frente externo.

  • El embargo económico de los Estados Unidos,
    acentuado por la expedición posterior de las leyes
    Torricelli y Helm-Burton.

2.2 – Situación interna al inicio de la crisis
y las alternativas ante el cambio.

Todas las evidencias internas y externas apuntaban a que
Cuba, al igual que el resto de las Naciones que formaban parte
del bloque de estados socialistas, también caería
bajo el peso arrollador de las fuerzas del capitalismo. Pero hoy
en día se comprueba que tales declaraciones no se
cumplieron. El sistema socio-político de la Isla no
sólo subsistió sino que logró,
después de años de duras condiciones internas, que
aun no han terminado, comenzar un proceso de recuperación
económica y de reestructuración en su
funcionamiento, que le ha posibilitado mantenerse, no sin un
determinado costo en términos de sacrificios para su
población.

Cabe destacar que durante años existió una
coincidencia de intereses sobre un amplio círculo de temas
entre el proyecto revolucionario cubano y las naciones del bloque
oriental. Pero, al propio tiempo esas relaciones, que no siempre
fueron concurrentes, se hicieron más estrechas en la
medida en que crecía el aislamiento, las agresiones y
amenazas a la Isla, imponiéndose imperativos de
subsistencia y necesidades económicas, más que
razones de comunidad histórica, cultural o de
cercanía geográfica. Es justo reconocer que Cuba
recibió una contribución vital de las anteriormente
socialistas naciones europeas, tanto en el orden
económico, como tecnológico y militar en un
período que, sin aquella cooperación, hubiera sido
materialmente imposible sostener el proceso revolucionario
cubano.

Igualmente es necesario recordar que en Cuba, la
instauración de un régimen socialista no fue
resultado de una ocupación militar ni de una
repartición post-bélica de territorios y esferas de
influencia entre potencias, sino que fue producto de la
evolución de una lucha de liberación nacional en un
país subdesarrollado del Caribe contra un gobierno
irreconocible y corrupto al servicio de los intereses
económicos norteamericanos y donde las reivindicaciones
socio-económicas y los principios de conquistar la
justicia, la equidad y la independencia nacional, eran
motivaciones que prevalecían sobre cuestiones de
naturaleza filosófica o de intereses
políticos.

En la nación caribeña, como también
es conocido, nunca existieron conflictos entre minorías
étnicas ni grupos religiosos o de otro tipo; poseyendo una
sola nacionalidad (la cubana), forjada en los últimos
doscientos años, con un único idioma y una misma
cultura popular, y al estar Cuba, al estar separada de tierra
continental, no se ha visto envuelta en situaciones de
tensión por derechos fronterizos con estados
cercanos.

Otro factor que se distingue en el caso cubano es el
sostenimiento durante los últimos cuarenta años,
del liderazgo y de un amplio consenso popular de una
mayoría de la población en torno a una parte
fundamental de los iniciadores de la guerra de liberación
en relación con las experiencias de los anteriores
países socialistas europeos.

Todas estas razones que mencionamos , podrían
explicar también por qué, a diferencia del extinto
bloque socialista europeo, la disyuntiva esencial interna a lo
largo de las últimas cuatro décadas ha sido,
principalmente, la viabilidad o no

del proyecto cubano desde un punto de vista
económico; no existiendo serios problemas en cuanto a
fundamentación y apoyo popular de intereses de grupos
nacionales o de legitimidad política.

Partes: 1, 2

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