La salvación – Monografias.com
"Porque a los que antes
conoció, también los predestinó para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que
él sea el primogénito entre muchos
hermanos.
Y a los que predestinó, a éstos
también llamó; y a los que llamó, a
éstos también justificó; y a los que
justificó, a éstos también glorificó.
Romanos 8: 29.
¿A quién pertenece la salvación?
¿Cuál es la relación entre la voluntad del
hombre y la salvación? ¿Cuál es el papel del
hombre en la salvación y cuál la de
Dios?
La salvación es un tema que ha generado mucha
controversia entre el pueblo cristiano y diversas religiones.
Esta doctrina es el tema, fundamento y objetivo de la palabra de
Dios. Lo cierto es que a la hora de tomar una inclinación
teológica con respecto ella, es necesario que el cristiano
realice una balanza de las dos caras de la moneda y,
después de un exhaustivo estudio, llegue a una
conclusión y responda ala pregunta: ¿se pierde o no
se pierde la salvación?
Es pertinente esclarecer esta duda estudiando las
escrituras con mucha oración y amor, y no arrojar
aseveraciones sin sustentaciones, llenas de confesiones huecas y
sin solidez, repitiendo solo lo que todos han dicho.
Leamos Romanos 8: 28, 29: "Y sabemos que a los que
aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los
que conforme a su propósito son
llamados.
29 Porque a los que antes
conoció, también los predestinó para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que
él sea el primogénito entre muchos
hermanos.
30 Y a los que
predestinó, a éstos también llamó; y
a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos
también glorificó.
Estos versículos muestran notoriamente la
elección de Dios sin la intervención de esfuerzos
humanos. La presenta como un plan qué él mismo
diseñó por sus sola potestad. Las preguntas que
aquí hacen hincapié según una
observación del pastor Miguel Nuñez son las
siguientes:
¿A quién glorificó? A los que
justificó¿A quién justificó? A los que
llamó¿A quién llamo? A los que
predestinó.¿A quién predestinó? A los que
conoció.
Dios ideó según su santa voluntad y
alabanza de su gloria (ver efesios 1) este plan para sus
elegidos, y el proceso que se logra palpar es un orden cuyo fin
es la salvación. La idea "también los
predestinó" resume el sentido de que Dios
eligió a un grupo determinado de individuos para que
fuesen santos y adoptados hijos de suyos. Las palabras "santos" y
"adoptados" (hijos de Dios), son dos aspectos de la
salvación, ya que son las evidencias o resultados de la
misma. Se infiere así que Dios eligió un grupo de
personas para salvarlos. Alguien a quien Dios no haya elegido
para ser santo e hijo suyo, no puede tampoco poseer la vida
eterna. Es totalmente inconcebible a la luz de la palabra de
Dios. Una persona que haya nacido de nuevo y sea hija de Dios
entrará en el plan de santificación y esto es
muestra de que es salva. Pero ¿Cuándo somos salvos?
La biblia responde que nuestra salvación tiene lugar
"antes de la fundación del mundo" Efesios 1:4
"según nos escogió en él desde antes de
la fundación del mundo para que fuésemos santos y
sin mancha delante de él. Ya había dicho que
la santificación es un aspecto de la salvación al
igual que la adopción. ¿Qué es la
santificación? Existen dos clases de santificación
1. POSICIONAL; se da en el momento que recibimos a Cristo y Dios
nos aparta para él y 2. EXPERIENCIAL; que es el
proceso mediante el cual el cristiano se va transformando y
agotando las fortalezas del pecado en su vida*. Romanos 8
nos habla de la ley del Espíritu y la ley de la carne,
pues bien, al andar conforme al Espíritu que produce mucho
fruto mostraremos el proceso de la santificación puesto
que esa ley nos ha librado de la ley a la que estábamos
atados en esclavitud, es decir la ley del PECADO. Tenga en cuenta
que no dice pecados, denotando pluralidad, sino singularidad,
refiriéndose a la naturaleza o fábrica de donde
emanan todos los pecados y que nos condenaba a la muerte eterna.
¿Cómo sabemos que estamos siendo santificados?
Pablo nos va a referir cuales son las evidencias que lo
demuestran a saber: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza. Gálatas 5.
22. Estos frutos son la muestra de la santificación a la
que Dios nos predestinó desde antes de la fundación
del mundo y que son antagónicos a la ley del pecado:
adulterio, fornicación, inmundicia,
lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades,
pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras,
orgías, y cosas semejantes a éstas. ¿No le
parece esto maravilloso?
Dios en su plan eterno y en su inmensa soberanía
fijó el siguiente orden:
1 Nos conoció: ¿Se imagina
a Dios pensando en usted con nombre propio e
incluyéndolo en su plan de elección? Antes que
el mundo fuese creado y no existieran obras humanas ya Dios
nos conocía de forma exhaustiva y absolutamente vasta.
No tenía el barro en sus manos, pero
soñó con nosotros bajo los criterios de su
voluntad, ¿por qué de su voluntad? Algún
día lo sabremos, ÉL no nos reveló ese
secreto que solo le concierne a Él. En la biblia, el
término "conocer" tiene por lo general un significado
que va más allá del sentido básico de un
conocimiento intelectual de algo o de alguien. Así,
The New International Dictionary of New Testament Theology
(vol 2, Pág. 398), lo aplica a cuando. . . "se
expresa una relación personal entre el que conoce y el
que es conocido. . ." [1]
En este orden de ideas ¿se imagina a Dios
estrechando una relación personal con nosotros sin haber
aún concebido el mundo? Debe saber que esa relación
personal incluye cualidades tales como vínculo, intimidad,
cuidado, parentela y reciprocidad (Exodo, JPS Torah
Commentary, p. 5).[2]
Aun no nos había creado y note todo lo que
había planeado desde la eternidad hasta la eternidad. Todo
lo predestinó. Conocer no implica un mero estado de saber,
como si Dios hubiese acumulado mera información de
nosotros. Dios nos conoció en todo el sentido del verbo
CONOCER.
2 Nos predestinó para ser salvos:
"predestinar" [pro-or-id'zo], palabra griega
que significa ("determinar de antemano")
Es el plan de Dios por medio del cual estableció
el destino de los salvados desde antes de la fundación del
mundo conforme a su voluntad ajenamente a la nuestra: efesios 1:
11, 12: "En él digo, en quien asimismo tuvimos suerte,
habiendo sido predestinados conforme al propósito del que
hace todas las cosas según el consejo de su voluntad, Para
que seamos para alabanza de su gloria, nosotros que antes
esperamos en Cristo". La predestinación en
ninguna manera fue voluntad humana o porque Dios previera quienes
lo aceptarían, pues el ser humano era incapacitado para
elegir a Dios, todo fue su propósito.. De este punto
hablaremos más adelante.
3. Nos llamó. En un determinado momento de
nuestras vidas escuchamos el mensaje de la palabra de Dios y
creímos y venimos a él. La palabra es el
instrumento que usa Dios para seducirnos y atraernos a Cristo,
pero quien nos convence es el Espíritu Santo. Esto da la
afirmación que no buscamos a Dios, sino que él nos
atrajo irresistiblemente a Su hijo Jesús, alterando
nuestra voluntad, ya que nosotros no podíamos a causa de
haber sido esclavos del pecado: 2 Timoteo 2: 26: "que con
mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios
les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y
escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a
VOLUNTAD de él". Según el pasaje ¿A
quién tiene el ser humano su voluntad cautiva? Aquí
respondo una de las preguntas al iniciar este escrito
¿Cuál es la relación entre la voluntad
del hombre y la salvación? La respuesta es ninguna,
porque estando nuestra voluntadcautiva, ¿cómo
podríamos elegir ser salvos? Dios tuvo que intervenir y
salvarnos. Esto lo va a corroborar romanos 7: 14: "Yo soy
carnal, vendido a la ley del pecado". Querido lector, el ser
humano ha vendido su voluntad a la ley del pecado desde
Adán, por eso dice Romanos 8. 2 que Cristo nos ha
libertado de ella y por tanto de la muerte. La pregunta que
aquí surge es ¿Éramos libres de buscar a
Dios? pues no. Romanos 3: 11 dice: "No hay quien entienda, No
hay quien busque a Dios;
Todos se apartaron, a una
fueron hechos inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay
ni aun uno" ¿Cuántos buscan a Dios?,
¿Quién hace lo bueno? Respuesta: ninguno,
¿por qué? Porque todos nacemos vendidos a la ley
del pecado, nacemos cautivos a la voluntad del Diablo. Veamos
romanos 8: 7 "ya que la mente puesta en la carne es enemiga
de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera
puede hacerlo". Observe la oración "ni
siquiera puede hacerlo" ¿Qué es lo que el
hombre natural ni siquiera puede hacer? pues Sujetarse a la ley
de Dios ¿Por qué no pude sujetarse? Porque lo que
hace según la carne es enemistad de Dios y es esclavo de
ella. Romanos 5 10 dice que éramos enemigos y fuimos
reconciliados; ¿Cuál es la ley de Dios?, es la ley
del Espíritu que menciona Pablo en el capítulo 8 de
Romanos. Todos somos concebidos con una mente que pone toda su
atención, disposición, ánimo, interés
en la carne. Ya conocemos cuales son los deseos de la carne
según Gálatas 5. Aunque una persona se considere
buena y diga: no mato, no robo, ayudo a los pobres, hago buenas
obras, la biblia nos muestra, sin embargo, un diagnóstico
del estado del ser humano en su forma natural o no regenerada y
es el haber nacido bajo la ley del pecado ¿quién no
libera de la esclavitud del pecado? Cristo: "Así que
si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres
(Juan 8:36)" por último leamos Romanos 6: 20 y 22:
"(porque cuando erais esclavos del pecado erais libres
acerca de la justicia, pero ¿qué fruto
teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os
avergonzáis? porque el fin de ellas es muerte mas
ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos
siervos de Dios, tener por vuestro fruto la santificación,
y como fin la vida eterna". Este es uno de tantos
versículos que nos afirma la esclavitud del hombre y su
incapacidad de elegir a Dios antes de su llamado. Allí, en
la primera parte, en su vieja naturaleza, pone toda su
atención en las cosas de la carne y solo a ella puede
obedecer. Entonces no podemos andar alegando que los seres
humanos nacemos con libre albedrío, ¿puede acaso un
esclavo ser libre de elegir sus propias decisiones? ¿Puede
un enemigo buscar a otro enemigo en el caso del hombre y Dios?
Después de todo esto preguntemos: ¿Quién es
el que elige? Respondo a continuación: Leamos Juan 6: 44
Nadie puede venir a mí, sino le atrae
(HELKUO) el padre que me envió".
¿Cuántos pueden ir a Cristo? Ninguno.
¿Quiénes vienen a Cristo? Aquellos a quienes el
padre entregue a Cristo. Fíjese que el texto no dice que
llegan a Cristo aquellos que deciden en su libre albedrío
buscarlo. La palabra (HELKUO) significa ser atraído
por una fuerza irresistible. Dios padre arrastra o atrae
irresistiblemente a sus escogidos y los conduce a Cristo porque
reitero, no pueden ir a él por sí solos.
Juan 6: 37. "Todo lo que el padre me da
vendrá mi". De nuevo, ¿Quiénes
vendrán a Cristo? Responda usted mismo.
Juan 6: 39: Y esta es la voluntad del que me
envió: que de todo lo que Él me ha dado yo no
pierda nada". ¿Cuál es la voluntad de Dios?
respuesta: que quienes lleguen a Cristo atraídos por el
padre no se pierda ninguno.
Juan 17: 2 "por cuanto le diste autoridad sobre todo
ser humano para que dé vida eterna, a todos los que
tú le has dado" En ese capítulo Jesús
hace acento en la frase:(Lo que tú me has dado).
O sea a los seducidos y atraídos por el padre a él.
¿Sobre quién tiene Cristo autoridad? Sobre lo que
Dios padre le ha dado, ya que nadie busca a Dios, romanos
3:11.
Romanos 9: 10-11-12-13. Recalca la elección de
Jacob frente a Esaú. Aquí el apóstol Pablo
reafirma o consolida lo puntualizado en capítulos
anteriores: " pues no habían aún nacido, ni
habían hecho aún ni bien ni mal, para que el
propósito de Dios conforme a la elección
permaneciese, no por las obras sino por el que
llama),
se le dijo: El mayor servirá al
menor.
Como está escrito: A
Jacob amé, mas a Esaú
aborrecí.
¿Qué, pues, diremos?
¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna
manera.
Pues a Moisés dice:
Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me
compadeceré del que yo me compadezca.
Así que no depende del que quiere, ni del que
corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Porque la Escritura dice a
Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en
ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la
tierra.
De manera que de quien quiere,
tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece"
Analicemos algunos aspectos de estos versículos. Lo
primero es la elección, ¿Qué criterios
utiliza Dios para elegir? No fueron las acciones de Jacob y
Esaú, es decir, sus obras buenas o malas, sino la
voluntad y eterna soberanía de Nuestro
creador. Es Dios quien decide a quien elige y a quien
aborrece; él tiene misericordia y compasión de
quien él quiera. Segundo aspecto: no depende del que
quiere ni del que corre. Lo que quiere explicar Pablo es que la
salvación no depende del que quiere porque realmente nadie
quiere y por ello, Dios hace su elección soberana; tampoco
de los que se esfuerzan, porque no es por obras. Los seres
humanos tenemos una necesidad que trasciende las cuatro
dimensiones (trascendencia) y busca justificarse ante un ente
espiritual (Dios o dioses) pretendiendo hacerlo mediante obras
buenas y se esfuerza en obtener el favor de Dios. La ignorancia
de algunos hombres haciendo sacrificios vanos como desplazarse de
rodillas de un tramo a otro, azotándose la espalda o
llegando a los ayunos extremos, entre otros, es el resultado de
desconocer al autor de la biblia. La iglesia católica en
la historia muestra que ellos, sugestionados por la avaricia
inventaban doctrinas que infundían turbación en
medio del pueblo, objetando que los favores de Dios se compraban
con dinero. Se llegó a tanto extremo que pedían
dinero para que familiares de personas de quienes se lucraban,
fueran al cielo. Quienes no tuvieran la capacidad
económica para este fin, no podían ser salvos ni
salvar a su familia. El reconocido Martín Lutero fue
excomulgado, siendo declarado no salvo por la iglesia
católica como si de ellos dependiera la salvación.
Imagínese hasta donde llegó la humanidad. Volvamos
al hilo anterior. Pablo se le anticipa a los lectores con una
pregunta ¿Qué, pues, diremos?
¿Qué hay injusticia en Dios? El hombre natural
se preguntará ¿tenemos a un Dios injusto que hace
acepción de personas? Respuesta: en ninguna manera.
Dios elige así porque a él le plació de esa
manera, esa es su voluntad y es justa su elección. En unos
versículos más adelante Pablo responde a quienes
cuestionan a Dios: "Pero me dirás: ¿Por
qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha
resistido a su voluntad?
20 Mas antes, oh hombre,
¿quién eres tú, para que alterques con Dios?
¿Dirá el vaso de barro al que lo formó:
¿Por qué me has hecho así?
21 ¿O no tiene potestad
el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso
para honra y otro para deshonra?"
Nosotros nos somos indicados o idóneos para
censurar a Dios, solo somos barro y lo único bueno que hay
en nosotros es Cristo. Esto es un motivo para ser humildes.
Nosotros no hicimos nada, Dios lo hizo todo, nos recogió
del suelo siendo viles y menospreciados, estando muertos en
nuestros delitos y pecados (ver efecios2) y ello es digno de
infinita gratitud. El hecho de habernos escogido, sin merecerlo
para servirle, es algo inmarcesible y maravilloso. Hermano, si
hay entre ustedes músicos, predicadores, talentosos,
literatos, etc., ponga al servicio esas capacidades para
glorificar a ese Dios excelso y misericordioso; a ese Dios
admirable y amoroso. Él no nos necesita en absoluto y, sin
embargo nos eligió para su servicio cuya motivación
es la alabanza de su gloria. Es por tanto que en Romanos Pablo
nos va a señalar ¿Dónde está la
jactancia? Ella está invalidada por la fe que Dios nos
entregó mediante Cristo. Adorémosle con sencillez
de corazón, no hay cabida para el ego o la vanagloria,
todo es de Dios, por Dios y para Dios, ¿Quiénes
somos nosotros? Eso fue determinado desde que nos escogió,
De resto no seríamos definitivamente nada, puesto que Dios
odia el pecado y por naturaleza, éramos pecado, vendido a
él desde que fuimos concebidos en el vientre de nuestra
madre. Él nos sacó de esa bajeza.
Exaltémosle.
Por otra parte, para quienes preguntan ¿y
qué acerca del versículo 9 del capítulo 3 de
2 de Pedro:
"El Señor no retarda su promesa, según
algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento"? Sabemos que es Dios quien debe
producir el arrepentimiento, pero ¿es realmente a todos o
a todo el que se arrepienta en un por si acaso a quien Dios
salva? Pues no. La palabra todo no connota un 100% sino
una tipología de personas (niños, niñas,
mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, negros,) veamos Juan
6: 39.(Núñez) "Y esta es la voluntad del Padre,
el que me envió: Que de TODO lo que me diere, no
pierda yo nada, sino que lo resucite en el día
postrero". 6:40 "Y esta es la voluntad del
que me ha enviado: Que TODO aquel que ve al Hijo, y cree
en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el
día postrero". Juan 17: 2. "como le has dado
potestad sobre TODA carne, para que dé vida eterna
a TODOS los que le diste. " Ese TODO hace entonces
alusión al grupo que Dios eligió. Del verso
subrayado ¿A quiénes da Jesús vida eterna?
La respuesta es a TODOS, ¿A todos quienes? A los que Dios
le dio a Jesús. El sentido del término Todo
en el contexto de salvación se refiere a los
elegidos.
Además: Juan 17. 12: "Cuando estaba con ellos
en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me
diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se
perdió, sino el hijo de perdición, para que la
Escritura se cumpliese". ¿Quién se
perdió? Al que el padre no le dio a Cristo: JUDAS. Judas
entonces no aparecería en el paquete de
"TODOS".
Insisto con otro ejemplo: Juan 12: 32. "Y yo, si
fuere levantado de la tierra, a TODOS atraeré a
mí mismo". ¿Se cumple ese llamado en el 100%
de la población mundial? Significa todo tipo de personas
(niños, jóvenes, mujeres, hombres, ancianos,
negros, indios…) veamos Mateo 10: 22. "Y seréis
aborrecidos de TODOS por causa de mi nombre; mas el que
persevere hasta el fin, éste será salvo".
¿Realmente toda la humanidad nos aborrece?
Marcos 1: 5: "Y salían a él
TODA la provincia de Judea, y TODOS los de
Jerusalén; y eran bautizados por él en el
río Jordán, confesando sus pecados".
¿Quiere decir eso acaso que el 100% acudía a
Jesucristo arrepentirse? Un ejemplo cotidiano: Todo San Marcos
estaba aglomerado en el concierto. Bien, por lo menos yo no
estaba allá.
Al tocar el tema de las obras, separo una pregunta:
¿ellas salvan? Bien, si la salvación dependiera de
las obras, entonces me la estoy ganando con mis esfuerzos y
contradigo todo lo desarrollado a lo largo de este texto que es
evidentemente bíblico, sin embargo aludiré con
respecto a ellas. Las buenas obras no son el medio para alcanzar
la salvación, sino el resultado de ella: Efesios 2: 10 1.
Dios preparó de antemano buenas obras para que
anduviésemos y abundásemos en ellas. Veamos Romanos
4:4, 5; "Pero al que obra, no se le cuenta el salario como
gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel
que justifica al impío, su fe le es contada por
justicia"
Preguntémonos ¿qué pasa al
individuo que obra? Respondamos: no se le cuenta por
gracia, sino por deuda. La palabra gracia significa
"dádiva, regalo o salvación gratuita." Nos
quiere decir Pablo que si yo obro, ya no estoy bajo GRACIA sino
bajo la ley. Note las últimas palabras del verso 4
"sino como deuda"; démosle sentido a esta
parte: si yo obro, Dios está en deuda conmigo y le exijo
la salvación por meritos por cuanto me la gané a
peso de buenas acciones (ya no sería algo gratuito, yo
trabajé por ella y tengo el merito de obtenerla). Verso 5;
¿Qué pasa al individuo que no obra, sino que cree
en el que Justifica?
Su FE le es contada por justicia, pues Dios lo justifica
declarándolo justo por medio de la fe. No tergiversemos la
intención de estos versículos, más bien
disfrutemos analizando que lo anterior no procura enseñar
que, siendo no por obras, sino por gracia, quiera significar que
podamos hacer lo que queramos e incluso pecar deliberadamente. Si
afirmamos esto estaríamos cayendo en una grave
HEREJÍA. Una herejía es una verdad llevada al
extremo. La verdad aquí es que somos salvos no por lo que
hayamos hecho sino porque Dios nos escogió, no obstante,
el error se haya al replicar que puedo hacer lo que mi voluntad
aspire, pues igual, soy salvo y nadie puedo cambiarlo, pero
¡ojo! Mi querido lector, debe saber que si yo continuo
practicando el pecado después de que supuestamente
recibí a Cristo puede ser sencillamente que no soy salvo,
ya que como lo mencioné unos renglones atrás; las
buenas obras son las evidencias o resultado o producto de que soy
escogido de Dios para salvación; Efesios 1. 4,5 dice
"según nos escogió en Cristo antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él, en amor, habiéndonos
predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo" ¿Para qué nos escogió Dios
en Cristo antes de la fundación del mundo? Respuesta: para
ser santos y puros delante de él. ¿Para que nos
predestinó? Para ser adoptados como hijos suyos.
¿Será que Dios nos escogió en Cristo para
continuar practicando el pecado y seguir siendo impuros delante
de él? Ahora bien, el cristiano santificado peca, pero no
practica el pecado porque el que practica el pecado es del
Diablo: 1 de Juan 3:8. El verso 9 dice: "todo aquel que es
nacido de Dios no practica el pecado… porque es nacido de
Dios. Por nacidos de Dios entendemos aquellos a quienes Dios
escogió antes de la creación del mundo y los
predestinó para que fuesen santos y permanecieran en
Cristo, estos son los que se encuentran en el tiempo presente en
el proceso de la santificación, o sea, aquellos a quienes
Dios les ha dado el Espíritu Santo que los convence de que
son Hijos de ÉL y reitero, esto de ser hijo de Dios fue
planeado por el mismo Dios. ¡Esto es
magnífico!
3.) Nos justificó: una vez Dios nos llama
en determinado periodo de nuestras vidas y en el preciso momento
de recibir a Cristo Dios realiza un acto judicial de declararnos
justos delante de él por cuanto era imposible ser salvos
por nuestras propias virtudes. Siendo así, existiendo la
imposibilidad de ser salvos por las obras, por cuanto nadie puede
guardar toda la ley, Dios en su infinita misericordia y gracia,
nos declaró justos delante de él, ya que de no ser
así, no podríamos entrar a la eternidad. 4.) Nos
santificó: desde el momento en que el cristiano recibe
a Cristo comienza el proceso de la santificación en su
vida. Es la obra del Espíritu Santo en la vida del
justificado 5.) y el esperado, la
glorificación, cuando por fin Cristo nos libre de la
presencia del pecado en su totalidad, cuando estemos con
él en el cielo para siempre. Es pertinente poner en
consideración que este proceso u orden explicado en pasado
y futuro ya Dios lo determinó infaliblemente desde antes
de la fundación del mundo. Dios no improvisó y, al
contrario, ÉL lo planeó todo.
Entonces ¿Para qué predicar si ya Dios
salvó a un grupo desde antes de la fundación del
mundo?
Respuesta:
1. El señor lo ordenó.
2. Después de haberte salvado sin
ninguna razón ¿no es motivo para tener gratitud
y evangelizar? Dios fijó sus ojos en ti y quiere que
le ayudes sin necesitarte y por tanto debes entregar tu vida
por él. Esa es la motivación y no el
infierno.3. Hechos 13. 48 "Los
gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la
palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban
ordenados para vida eterna. Y la palabra del
Señor se difundía por toda aquella
provincia". ¿Quiénes creyeron de
todos los que escuchaban? Los que estaban ordenados para vida
eterna.4. Efesios 1: 13: "En él
también vosotros, habiendo oído la palabra de
verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo
creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa…" Dios usa la
palabra para que oigamos y creamos en Él. A quienes
él haya elegido, oirán y creerán y
vendrán a Cristo, es decir, el Padre los
atraerá, el padre los arrastrará
irresistiblemente a su Hijo y éstos nunca se
perderán. Como afirma Romanos 10: 14, 15:
"¿Cómo, pues, invocarán a aquel en
el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído?
¿Y cómo oirán sin haber quién les
predique?
¿Y cómo
predicarán si no fueren enviados? …"
Necesitamos que se evangelice para tal fin.
Tal vez haya quienes se pregunten: ¿Por
qué entonces algunos cristianos pecan conscientemente? La
respuesta es sencilla: porque al recibir una nueva naturaleza
(Espiritu Santo) recuperamos lo que se perdió en
Adán, esto es, "el libre albedrío" y en tal
condición el ser humano puede elegir entre lo bueno, por
cuanto tiene Al Espíritu Santo y lo malo, por cuanto en su
carne aún posee la presencia del pecado sin que
éste sea su amo. Pablo nos explica este punto y nos
exhorta a andar en el Espíritu y no en la carne, desde
luego que si andamos en el Espíritu estamos eligiendo
hacer lo bueno y si, al contrario, andamos en la carne, estamos
optando por hacer lo malo; hay radica la libertad que recobramos
cuando éramos esclavos absolutos del pecado. Sabemos que
de entre las dos naturalezas el Espíritu de Dios es
inmensamente más poderoso que la naturaleza pecaminosa y
Dios nos da los medio para que permanezcamos en Ella para que, de
esa manera, hagamos morir los deseos de la carne como dice
Colosenses 3:5 Haced morir, pues, lo
terrenal en vosotros o Romanos 8: 13 que si tú en tu
libertad le permites a la carne cierta autonomía, ella se
fortalecerá y te comportarás según su ley,
dicho de otra manera; si tú alimentas más los
deseos de la carne que los del Espíritu, se
reflejará en tu vida diaria. Por otra parte, si andas en
el Espíritu, es decir, te dejas guiar por él, lo
alimentas más en tu vida, le permites que reine en ti y no
tu carne, entonces, en tu diario vivir andarás consecuente
a esa naturaleza (porque si vivís conforme a la carne,
habréis de morir; pero si por el Espíritu
hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Romanos 8:13). No olvide Gálatas 5: 17 donde se
establecen los frutos del Espíritu y los frutos de la
carne.
En fin, se concluye que la salvación le pertenece
solo a Dios. El hombre sencillamente no hace nada. El rol de Dios
en la salvación es 100% activo y el del hombre 100% nulo.
Un hombre esclavo necesita libertad. En esa condición no
es libre de elegir el destino de su vida, sino que su amo es
dueño de él y hace con él como le place.
Así era el hombre antes de llegar a los pies de
Jesús, tuvo que actuar Dios y liberarlo de su amo el
pecado.
Autor:
Álvaro Villacob Ochoa
Iglesia cristiana Cristo Vive, San Marcos,
Sucre.
[1]
https://mujercristianaylatina.wordpress.com/2009/05/12/%C2%BFque-significa-conocer-a-dios/)
[2]
https://mujercristianaylatina.wordpress.com/2009/05/12/%C2%BFque-significa-conocer-a-dios/)