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La vie scélérate de Maryse Condé: ¿novela intrahistórica?




Enviado por Joan Robert Chávez



  1. Diegesis, relato e historia
  2. La
    instancia narrativa
  3. El
    narrador historiador
  4. La vie
    scélerate de Maryse Condé: ¿novela
    intrahistórica?
  5. Referencias
    Bibliográficas

La novela La vie scélérate de la
escritora guadalupana Maryse Condé se compone de cuatro
partes en las que se van desplegando los hechos más
significativos de la vida de cuatro generaciones de la saga
familiar allí representada, la familia Louis. Los
acontecimientos se desarrollan a lo largo de ocho décadas
del siglo XX y el centro de operaciones es la isla de Guadalupe.
En esta novela, un miembro de la última generación
de su familia (Coco) reconstruye "la historia" de los suyos a
partir de acontecimientos individuales que en su
interrelación van dando cuenta de la evolución
histórica de la comunidad guadalupana. Este proceso le
permitirá a este personaje salir de su mudez, comprender y
comprenderse…

En este artículo determinamos, a través de
los modelos semiótico-narratológicos propuestos por
Joseph Courtès (1991) y Gérard Genette (1972; 1983)
que La vie
scélérate
[1]novela
representativa de la literatura caribeña
francófona, tiene cabida dentro de lo que plantea Luz
Marina Rivas (2004) sobre la llamada "novela
intrahistórica" en su obra La novela
intrahistórica: Tres miradas femeninas de la historia
venezolana.
Desde el punto de vista semiótico, el
enfoque de Courtès (1991) nos permite establecer las
grandes líneas de fuerza que operan en el interior de esta
obra de ficción y establecer un mapa de interrelaciones
entre los programas narrativos de las cuatro generaciones de la
familia representada en la ficción. Por otra parte, el
modelo narratológico propuesto por Genette en su obra
Figures III (1972) que luego es complementado por este
mismo autor en Nuevo discurso del Relato (1983) nos
permite analizar el relato[2]en su relación
con la historia[3]en las categorías de
Tiempo, que concierne a las relaciones entre relato y
diegesia[4]y Modo, las modalidades de la
representación narrativa que conciernen a la manera
cómo la instancia narrativa[5]se encuentra
implicada en el relato; y con la instancia narrativa sus dos
protagonistas: el narrador y su narratario[6]real
o virtual, al que se le denomina Voz [7]de
la que forman parte entre otros el narrador en 1ª y 3ª
persona en su relación con la instancia de la
enunciación.

Por su parte, Luz Marina Rivas (2004) describe las
características generales de la novela histórica y
aplica a esta descripción el término de origen
unamuniano "Intrahistoria", con el propósito de teorizar
sobre la fusión novela histórica-intrahistoria para
así definir el marco general de lo que llamará
"novela intrahistórica". Según Rivas, la novela
histórica se caracteriza por la recreación del
pasado en el interior de la ficción desde la distancia que
le confiere una conciencia de la historia,
textualizada:

como instancia de evaluación,
reorganización e interpretación de hechos
históricos, en el marco de lo público o de lo
privado, y para cuya construcción se vale el autor de
géneros discursivos diversos o hasta de hibridaciones
genéricas. (Rivas, 2004: 40)

mientras que "la novela intrahistórica"
sería un sub-tipo de la novela histórica, pues
guarda los mismos patrones y caracterizaciones de la novela
histórica, pero con la diferencia de que en la
intrahistórica asistimos a una reelaboración
ficcional de la historia

desde la perspectiva de los subalternos sociales, que
aunque víctimas de la misma, no son sus agentes pasivos,
tienen un bagaje histórico entendido como vínculo
entre pasado y presente dado por la costumbre y los modos
culturales transmitidos generacionalmente (Rivas, 2004:
79).

Rivas nos aclara además, que "la novela
intrahistórica" no es un discurso historiográfico y
que como obra de ficción que es tiene su propia
poética, cuya caracterización, organizada por esta
autora, enumeramos a continuación: 1.-Construcción
de personajes ficcionales subalternos (…) a través
de los cuales se ficcionaliza la historia de lo cotidiano.
2.-Apropiación de los géneros de la intimidad y de
los márgenes, es decir de formas de contraliteraturas
(…) que incluyen diarios, testimonios y relatos
autobiográficos. 3.-Apropiación de lenguajes y
formas de la cultura popular, como la oralidad, el mito y las
distintas formas de la cultura de masas. 4.-Metahistoria, como
una forma de hacer patente la conciencia de la historia que
define la novela histórica". (Rivas, 2004)

De la relación dialéctica entre los
resultados obtenidos a través del modelo
semiótico-narratológico y su posterior contraste
con la caracterización que Rivas (2004) presenta sobre "la
novela intrahistórica", se desprende la
organización de este artículo: en primer lugar,
nuestras observaciones en torno al discurso narrativo de La
vie scélérate
y, en segundo lugar, el
análisis de esas observaciones a la luz de la
teoría de Luz Marina Rivas.

Diegesis, relato
e historia

La "diegesis" de "La vie
scélérate"
es la evolución de la
sociedad post-esclavista imperante en Guadalupe aún 50
años después de la abolición de la
esclavitud en las Antillas francesas (1848), y los profundos
traumas que arrastran sus habitantes como consecuencia del
sistema piramidal colonial vigente durante tres siglos, traumas
que comparten con los otros integrantes de la diáspora
negra, tanto en EE.UU, como en otros lugares del
Caribe.

En el discurso narrativo de La vie
scélérate
observamos que los espacios
están balizados por fechas que corresponden al desarrollo
del recorrido discursivo de cada personaje; por ello, no hay
grandes anacronías en el tiempo del relato. En
líneas generales al relacionar las fechas, lo que se
advierte es que la historia de los Louis se desarrolla de manera
cronológica entre 1887, fecha de nacimiento del patriarca,
y 1986, fecha en que el narrador (Coco) nos dice que Ottavia
– la cantante haitiana que compartió por un tiempo
su vida en Jamaica– regresó a Haití
después del derrocamiento de Duvalier hijo.

Hay pocas analepsis[8]y aún menos
prolepsis[9]Hemos observado una sola analepsis
externa[10]en forma de relato
sumario[11](14-17) que cubre los años 1887
a 1904, y que sirve de anclaje de la diegesis: el mundo
post-esclavista en el que nació el patriarca de la saga y
el momento en que se establece el contrato de su programa
narrativo[12]salir del régimen de
plantación. La prolepsis más importante
–aparte de los numerosos sueños premonitorios de los
diferentes personajes– corresponde a la convicción
de Aurelia de que regresará a las Antillas (322), pero se
presenta en forma virtual, al final de la obra.

Las rupturas que se perciben en el relato
primario[13]corresponden más a
informaciones fragmentarias que vienen a completar algún
recorrido discursivo o a intervenciones de voces diferentes que
se combinan o se solapan para formar como un mosaico de puntos de
vista sobre un mismo problema. Lo que Genette (1972:207) denomina
focalización variable o múltiple.

La instancia
narrativa

Las pocas críticas que hemos encontrado sobre
esta obra afirman que el narrador es una adolescente (Souriau,
1995; 1997), y la historia y el discurso así lo confirma:
"Vrai ou faux? Mes quatorze ans et demi n"étaient pas en
mesure d"en décider!"(333).[14] No
obstante, consideramos que, si bien la recopilación de los
datos que el narrador utilizará para reconstruir la
historia de su familia, termina en la década de 1970, la
"narración"[15] se extiende por una
década más, hasta 1986. El narrador
extradiegético[16]que ensambla los
fragmentos de información que ha recogido y evalúa
( Vrai ou faux?) no sólo la ejecución de los
programas narrativos (Courtès, 1991), sino también
la actuación del narrador
intradiegético-homodiegético[17]según
nuestros cálculos, estaba cerca de los 26
años…

Niveles del relato[18]

Los pasos para armar el rompe cabezas del "misterio" de
la desaparición de Bert y los suyos, nos permitirá
revelar cómo funcionan los niveles de la situación
narrativa[19]en este relato.

Los recorridos discursivos del grupo de personajes que
hemos englobado bajo el rubro de "los silenciados" entre los
cuales se encuentra el narrador intradiegético, adquieren
particular interés, cuando nos referimos a las voces, los
niveles del relato y la focalización[20]El
texto es explícito a este respecto, puesto que nos
encontramos con dos presentaciones diferenciadas de los
demás meta-relatos: el RÉCIT DE GILBERT DE
SAINT-SYMPHORIEN (153-164) y el RÉCIT D"AURÉLIA
(308-322). ¿Cómo se insertan estos relatos en la
trama de la ficción?

RÉCIT DE GILBERT DE SAINT-SYMPHORIEN
(153-164)

El primer fragmento de este relato se anuncia
con:

Le 20 décembre 1953, (…) Jacob reçut au
magasin la visite d"un bel inconnu: M. Gilbert de
Saint-Symphorien, récemment revenu de Paris pour reprendre
le cabinet de son père. Les deux hommes restèrent
enfermés quatre heures (152)[21]

Estamos en el nivel del relato primario y un narrador
extradiegético da cuenta de los hechos.

Sigue el meta-relato[22]del visitante,
narrador intradiegético puesto que es amigo de Bert desde
los bancos del colegio en Guadalupe (82). Sin embargo, este
relato que habla de Bert en tercera persona también nos
dice: "…son ami Gilbert de Saint-Symphorien auquel il avait
annoncé sa venue n"était pas là."
(153)[23], estamos por lo tanto ante el
meta-relato, en discurso transpuesto, del meta-meta-relato de
Gilbert a Jacob, quien se lo transmite a su hermano Jean
principalmente en el modo narrativizado, tal como se infiere de
la página anterior al título del "RÉCIT DE
GILBERT DE SAINT-SYMPHORIEN": "Jacob arrêta sa voiture
devant la maison de Mario et Adélia (…) et
hurla:–Jean! Jean!(…) – Il l"a tué! Il l"a
tué! C"est lui qui l"a tué!"
(152)[24] en una concatenación de narrador
intradiegético / narratario
intradiegético[25]que se transforma a su
vez en narrador intradiegético dándole al nuevo
narratario (Jean) la versión de Gilbert salpicada por sus
propias interpretaciones -¿las de Gilbert? ¿las de
Jacob?- acerca de las reacciones de Bert ante las situaciones que
a éste le tocó enfrentar. Se está por lo
tanto ante una focalización interna, o restringida, a
pesar de la reproducción en estilo directo de las palabras
de los diversos interlocutores de Bert en Francia, de la
intercalación de las dos cartas de Bert a Gilbert (157 y
162) y de la de Jean Joseph (162) al viejo Albert en solicitud de
ayuda para su hijo en apuros, y de las intervenciones del
narrador de turno: Jacob, o Saint-Symphorien, o del narrador
extradiegético del relato primario, cuya función es
re-articular, controlar las voces para volverlas inteligibles,
con fragmentos tales como: "C"est Xavier de Lannoy qui parle
ainsi."(160)[26] "C"est Joseph qui
parle!"(161)[27]; o las que pueden atribuirse a
Jacob "Gilbert de Saint-Symphorien ne possède ni la lettre
que le pauvre garçon finit par écrire à son
père ni la réponse qu"il reçut de
celui-ci"(162)[28] o "Cette lettre n"eut pas de
réponse"(163)[29] ; o la del enunciador
que, en un guiño evidente ironiza acerca de la
situación melodramática que ha construido: "Ici
Gilbert de Saint-Symphorien pleure. Respectons ses larmes!".
(163)[30]

RÉCIT D"AURÉLIA (308-322)

Un cambio de maestra en el curso al que asiste la
niña Coco para recuperar su atraso escolar, la pone en
contacto de manera inesperada con Aurelia, la hija de
Bébert, de la que nunca había oído
hablar:

A ce que je vois, tu t"appelles Louis et tu viens de la
Guadeloupe? Moi aussi! Enfin presque! C"est une très
longue et douloureuse histoire que je te raconterai quand nous
serons amies (…) (307)[31]

El narrador extradiegético presenta la historia:
"Voici le récit d"Aurelia"
(398)[32]. Sigue el discurso narrativizado de la
vida de Bébert, en el que se incrusta el discurso
restituido con focalización interna de Bobby Alfred, en
estilo directo, alternando con el discurso narrativizado del
narrador intradiegético, en el que se incrusta
además, entre paréntesis, una intervención
en estilo indirecto libre, – ¿Coco?
¿Aurelia?- : « Pourquoi, de retour au
pays, Gilbert de Saint-Symphorien rompit-il tout contact avec son
filleul? Cela demeure un mystère."
(311)[33]

y otra similar, esta vez sí, atribuible al
narrador extradiegético del relato primario, que controla
las voces:

Où et comment Bebert, musicien à la
dérive, rencontra-t-il Lucette Legendre, petite main chez
un grand couturier à qui il a fait une fille? Il ne semble
pas que cette rencontre-là ait beaucoup compté dans
sa vie(…)(312)[34]

Luego toma la palabra Aurelia en estilo directo,
convertida en meta narrador
intradiegético-homodiegético, para evocar sus
experiencias infantiles, lo que convierte al narrador
extra-diegético en narratario (Coco). Luego Coco vuelve a
asumir su papel de narrador
intradiegético-homodiegético: para involucrarse en
el relato de Aurelia, "investida de una misión" (314): la
de suministrar la información que Aurelia necesitaba,
acerca de la isla y la familia.

Sigue el discurso narrativizado, poblado de las voces de
las visitas que ambas muchachas (Coco y Aurelia) hicieron a la
familia de Aurelia en París, en casa de la abuela de
ésta en Angers.

Este episodio termina con la convicción de
Aurelia de que muy pronto "regresará a su casa en
Guadalupe
" (322).

Confiamos en que este análisis de los modos de
narración, permitan dar cuenta de la estructura narrativa
de esta novela, cuyo croquis (Ver gráfico nº 1)
presentamos a continuación:

Niveles de la situación narrativa:
relato primario y meta-relatos

Gráfico nº 1

(Presentación basada en Genette,
1983:55-64. Léase el croquis de afuera hacia
adentro.)

La vie scélérate
de Maryse Condé.

Monografias.com

El narrador
historiador

El narrador intradiegético en varias
oportunidades (308, 349) asume el reto de reconstruir la historia
de los suyos: "Une histoire des gens très
ordinaires(…) Il faudrait que je la raconte et ce serait
mon monument aux morts à moi(…) Un livre sans
grands tortionnaires ni somptueux martyrs. Mais qui
pèserait quand même son poids de chair et de sang.
Histoires des
miens."(340).[35]

Es pues explícita la conciencia de estar haciendo
historia, en su acepción tradicional: una obra que se hace
para transmitir a la posteridad la memoria de una persona
"ilustre", de un suceso importante o de una época digna de
recuerdo y consideración, "un monumento". Desde el punto
de vista oficial, evidentemente ningún miembro de la
familia Albert puede calificarse de ilustre y no tiene por
consiguiente cabida en la Historia, y es precisamente dando
cabida a los "silenciados" de la historia oficial, como se la
subvierte. Nuestro narrador intradiegético agrega,
además, que para recuperar del olvido esta franja de la
sociedad, "Il nous en a fallu du soufflé et de la voix
pour assembler nos connaissances, les ordonner, les comparer,
boucher les trous, déduire, induire, comprendre pourquoi
deux morts manquaient à l`appel de notre
nom"(308)[36]

"…los míos"- ¿Comunidad de
subalternos?

Al detenernos en la diegesia de esta obra, observamos
varios elementos significativos:

1º En primer lugar, el universo espacio-temporal en
el que se actualizan las acciones instaura como centro de
operaciones el Caribe: Guadalupe – para la fecha del inicio
de la "historia", colonia francesa; y posteriormente,
Departamento de Ultramar de la República Francesa –
Jamaica, Cuba, Haití, Panamá, y periodos cortos en
San Francisco y Nueva York, en EE.UU, y Francia, en Europa.
Podemos pues decir que la ficción se construye al borde de
la órbita de poder del mundo occidental, en la
"periferia", en un medio marginal regido por distintos grados de
dominación u opresión, según la
época, ya que la trama va desplegándose a lo largo
de todo un siglo.

Desde el punto de vista geo-político, estamos
pues en el campo de la "subalternidad", tal como la definen los
Estudios Culturales (During, 1999) con los consiguientes grandes
sub-conjuntos, caracterizados por los programas narrativos de los
distintos personajes, caracterizados a su vez por la comunidad a
la que pertenecen: guadalupana, jamaiquina, afro-americana,
cubana, haitiana, etc.

2º La construcción de los personajes se va
definiendo de acuerdo a la situación histórica que
les toca vivir:

a).-En la primera generación (ver gráfico
nº 2), sociedad post-esclavista: 1875-1915, caracterizada
por la explotación, la segregación, el racismo y la
opresión que le tocó sufrir al Patriarca Albert,
sujeto operatorio[37](personaje en torno al cual
giran las acciones) de la primera parte de la novela, que
focaliza la primera generación de la familia
Louis.

b).-Para la segunda generación de la saga
(1915-1970), acceso al poder económico (primera mitad del
siglo XX), con su correlato de acceso a la educación, y
con ella, la adquisición de valores que se llevan a la
práctica de forma contradictoria. Siguen funcionando el
racismo, la explotación y la segregación, pero esta
vez es en dos direcciones, ya no son sólo los blancos,
"bekés" o estadounidenses, los que segregan o explotan.
También lo hacen los negros, Albert y su hijo Jacob, con
sus hermanos de color y hasta de clase social, en el caso del
primero. Los mulatos de la isla segregan al negro Jacob, a pesar
de su situación económica, y Bert es exiliado a
Francia por su propio padre, el patriarca Albert, a causa de su
amistad con Gilbert de Saint-Symphorien, el
beké.

c).-Dentro de esta misma segunda generación,
aparecen dos derivaciones importantes cuyas trayectorias se
separan del "centro afro-americano", en sentido
opuesto:

  • la de Serge, el médico, casado con una
    francesa del Hexágono, también profesional, el
    perfecto "asimilado", que se aparta de su familia en su
    ascenso social y político, para insertarse en el
    "poder" de la isla.

  • la de Jean, el maestro, que se interna en la
    Guadalupe profunda para escribir la "Historia de la Guadalupe
    desconocida", educar al "pueblo" dentro del marco de lo
    autóctono, y militar, hasta el sacrificio de su propia
    vida, por la independencia de la isla.

d).-La tercera generación (1925-1970.); que cubre
una trayectoria que va del excluido por la propia familia
guadalupana, cuyos miembros nunca contestaron sus cartas,
(Bébert, el hijo de Bert); la fracasada Thécla, que
se auto-excluye por rebeldía ante la falta de autenticidad
de los suyos, y por su falta de auto-estima que contrasta con sus
aspiraciones existenciales y revolucionarias, carentes de
realismo; hasta Dieudonné, el hijo de Jean, quien se
propone seguir los pasos de su padre, pero dándole a la
lucha por la independencia "un rostro más
humano
". A este grupo conviene agregar la familia Pastor,
representativa de la familia hispana afro-americana en Nueva
York, y los demás "marginales" de la Pensión
Waterloo en Kingston.

e).-La cuarta generación, constituida por los
nacidos en el período posterior a la Segunda Guerra
Mundial, es la de la voz de los "silenciados" (182), en
términos de la propia narradora, hija bastarda de la
inadaptada Thécla, tachada de la familia por su propia
madre durante diez años, y cuya educación irregular
en todos los sentidosmoral, formal, intelectual –
la convierte en una niña con retraso escolar que necesita
cursos de recuperación. También forma parte de este
grupo, Aurelia, la hija también bastarda de Bébert,
el hijo de Bert, heredero de la tachadura de la familia que
sufrió su propio padre, y de cuya existencia no tiene
conocimiento dicha familia guadalupana.

Ahora bien, al caracterizar como "subalterna", la
comunidad a partir de la cual se narra la historia, aparecen
datos interesantes que modifican la propuesta de Spivak(1988) de
que los subalternos no tienen voz: Jean consigna su voz en la
publicación de "La Guadalupe desconocida" (46) y las dos
jóvenes Coco y Aurelia pertenecientes a la última
generación, salen de su ámbito de silencio y asumen
su rol de narradores intra-homodiegéticos
(Genette,1972;1983), para reivindicar su pertenencia a la
comunidad étnico-cultural de la isla de Guadalupe y a la
saga de los Louis, independientemente de su lugar de nacimiento,
y reivindican además la inclusión de los otros
silenciados en el "monumento a los muertos" del cementerio
patriarcal.

Además, si bien la "historia" ficcional narrada
en esta novela se caracteriza por la perspectiva interna de la
diáspora negra, los blancos no aparecen como el polo
único desde el que se explota, se excluye, se oprime o se
silencia. El tratamiento de la dictadura de los Duvalier por
parte del narrador historiador, está lejos de ser
indulgente; y la exclusión no es unidireccional, sino que
irradia y se refracta en todos los sentidos: Los blancos
americanos excluyen a los negros, los panameños a los
antillanos, los antillanos anglófonos a los
francófonos. El patriarca Albert, de la primera
generación, excluye y silencia a su propio hijo Bert y a
todos los de su linaje, por su supuesta connivencia con los
blancos del "hexagone", y se auto-excluye tanto en Panamá
como en Guadalupe. Thécla se auto-excluye de su familia y
silencia a su vez la existencia de su hija por prejuicios
pequeño-burgueses. Es como si, hasta la segunda mitad del
siglo XX, una maldición pesara sobre esa comunidad y "la
vida perversa" (la vie scélérate) se
ensañara contra sus miembros, impidiéndoles
encontrar el equilibrio.

Vemos entonces cómo Coco acumula todos los rasgos
del "subalterno": en lo social (ya que es hija natural en una
familia pequeño-burguesa), en lo étnico (porque es
negra), en lo económico (ya que crece en comunidades
marginales, principalmente en el Caribe inglés). Coco
recibe una educación formal discontinua, y además
es mujer

La vie
scélerate de Maryse Condé: ¿novela
intrahistórica?

Desde la óptica de la "novela
intrahistórica" Rivas (2004), hacemos las siguientes
observaciones:

En primer lugar, la diegesia de La vie
scélérate
se corresponde con lo que los
Estudios Culturales anglo-sajones denominan la "subalternidad"
(During, 1991:41-46), por su pertenencia a la periferia de los
centros hegemónicos de poder del mundo occidental y por su
dependencia cultural, económica y política de
algunos de esos centros, lo que genera un profundo sentimiento de
alteridad y exclusión en los personajes.

En segundo lugar, el análisis de la
situación narrativa y sus niveles nos revela que estamos
ante una ficción construida a base de fragmentos sueltos
(Condé, 31-37), materializados en cartas, testimonios
orales, fotografías, noticias periodísticas,
etc.

En tercer lugar, el análisis del discurso
narrativo de la novela pone en evidencia la presencia de
diferentes formas de la cultura popular representada en la
ficción. Efectivamente, hemos encontrado 66 ocurrencias de
expresiones créoles guadalupanas, pertenecientes al campo
de la oralidad, atribuidas a personajes nativos de la isla y de
nivel cultural bajo

En cuarto lugar, se problematiza la visión de la
historia, tanto en la percepción de los componentes
simbólicos (monumentos, pp 50-53), como en los
acontecimientos en los que los subalternos aparecen como
víctimas de la explotación (pp. 49-50) o de la
guerra (pp. 63-64). Los "héroes" de la Historia Universal
pierden relieve y se convierten en simples elementos
referencializadores, mientras que los que pertenecen a la
comunidad negra crecen en el imaginario popular y se convierten
en sujetos de mitos de la historia regional (pp. 30-31) o de la
diáspora negra independientemente del lugar donde
ésta se radique (pp. 54-56)

En su rol de narrador-historiador, el personaje que
asume esa función (Coco) manifiesta abiertamente su
conciencia de estar escribiendo historia con mirada y
técnicas de historiador (pp. 65-69), sólo que se
trata de la historia de los suyos, cuya interpretación
cuestiona y subvierte la historia oficial.

Finalmente, podemos decir que La vie
scélérate
de Maryse Condé, como muchas
otras ficciones producidas por autoras caribeñas, se
inscribe dentro de la caracterización sobre la llamada
"novela intrahistórica" que Luz Marina Rivas (2004)
presenta en su obra La novela intrahistórica: Tres
miradas femeninas de la historia venezolana.

Referencias
Bibliográficas

Condé, Maryse (1987). La vie
scélérate
. Paris, Seghers.

Courtès, Joseph (1991). Analyse
sémiotique du discours – de l"énoncé
à l"énonciation

Paris: Hachette Supérieur.

During, Simon (comp.). (1999). The Cultural Studies
Reader
. London and New

York: Routledge.

Genette, Gérard (1972). Figures III.
Paris: Seuil.

_____________ (1983).Nouveau discours du
récit
. Paris: Seuil.

Rivas, L. M. (2004). La novela
intrahistórica: Tres miradas femeninas de la
historia

venezolana. Mérida: El otro el
mismo.

Souriau, Marie-Agnès
(1995). « ¨La vie
scélérate¨de Maryse Condé
Métissage narratif

et héritage métis » in Maryse
Condé et Madeleine Cottenet Hage (comp.)

Penser la Créolité. (pp. 113-123)
Paris. Karthala.

______________ (1997). « La vie
scélérate: Une écriture de
l"h/Histoire » in

Suzanne Rinne et Joelle Vitiello (comp.) Elles
écrivent des Antilles
. (pp.207-

219) Paris: L´Harmathan.

Spivak, Gayatri Chakravorty. "Can the Subaltern Speak?"
in Cary Nelson and

Lawrence Grossberg (eds) Marxism and The
Interpretation of Culture.
London:

Macmillan,1988. Retomado en Bill Ashcroft, Gareth
Griffiths and

Helen Tiffin (eds). The Post-Colonial Studies
Reader
. London and New

York: Routledge. pp. 24-29.

 

 

Autor:

Joan Robert Chávez

[1] La traducción de la
terminología de Courtès y Genette utilizada
(textos teóricos) es nuestra, así como
también la traducción de las citas
extraídas de nuestro corpus: la novela La vie
scélérate..

[2] Relato: Discurso que produce la
ficción (Genette, 1972; 1983).

[3] Historia: Concatenación de
acontecimientos narrados (Genette, 1972; 1983).

[4] Diegesia: Marco
histórico-geográfico o universo espacio-temporal
en el que se actualizan las acciones (Genette, 1972; 1983).

[5] Instancia narrativa: Instancia productora
del discurso narrativo.(Genette, 1972; 1983)

[6] Narratario: Destinatario de
relato.(Genette, 1972)

[7] Voz: “Aspecto”, dice
Vendryès, “de la acción verbal considerada
en sus relaciones con el sujeto”, sujeto que aquí
no es sólo el que realiza o sufre la acción, sino
también el que la transmite (el mismo u otro) y
eventualmente todos los que participan, aunque sea pasivamente,
en esa actividad narrativa. (Genette, 1972)

[8] Analepsis: cualquier evocación a
posteriori de un acontecimiento anterior al punto de la
historia en el que uno se encuentra (Genette, 1972).

[9] Prolepsis: Cualquier maniobra narrativa
que consiste en contar o evocar por adelantado un
acontecimiento ulterior (Genette, 1972).

[10] Analepsis externa: Anterior al inicio
del relato primario (Genette, 1972).

[11] Relato sumario: En el relato sumario, el
tiempo del relato es menor al tiempo de la historia. (Genette,
1972; 1983).

[12] Programa narrativo: (PN) la serie de
estados y transformaciones que se concatenan lógicamente
sobre la base de una relación (S/O) y de su
transformación.(Courtès,1991)

[13] Relato Primario: El relato que encierra
a otros relatos.(Genette,1972;1983)

[14] Traducción al
español:–¿Verdadero o falso? Mis catorce
años y medio no estaban en condiciones de decidirlo
(333)–.

[15] Narración: Acto narrativo
productor del relato.(Genette,1972; 1983)

[16] Narrador extradiegético: Narrador
en primer grado que cuenta una historia de la que esta
ausente.(Genette,1972; 1983)

[17] Narrador
intradiegético-homodiegético: narrador de segundo
grado que cuenta su propia historia. En nuestro caso, la
instacia de narración se ve solapada por el
“narrador-descendiente”de Albert, que es Coco y que
por descendiente nos conduce en algunos casos a un narrador
intradiegético-homodiegético, en otros a un
narrador intradiegético-heterodigético o a veces
combinado como narrador
intradiegético-homodiegético-heterodiegético,
contando su historia, la de otros y como extradiegético
“evaluando” la ejecución de los programas
narrativos, además de articular y re-articular el
relato.(Genette, 1972)

[18] Niveles del relato: Los niveles surgen
cuando se comienza a narrar un relato o relatos dentro del
relato primario, un ejemplo: Las mil y una
noches.(Genette,1972)

[19] Situación narrativa: Conjunto
complejo en el que el análisis, o simplemente la
descripción, solamente pueden establecer distinciones
desgarrando un tejido de relaciones estrechas entre el acto
narrativo, sus protagonistas, sus determinaciones
espacio-temporales, su relación con otras situaciones
narrativas implicadas en el mismo relato.(Genette,1972)

[20] Focalización: Esta palabra recoge
los términos de visión, campo y punto de vista.
Existen tres tipos: Focalización cero: desde el punto de
vista del que más sabe que cualquiera de los personajes.
Focalización externa, en la que se toma distancia de lo
visto. Focalización interna: En este caso el narrador
“ve” desde su punto de vista.(Genette, 1972;
1983)

[21] [El 20 de diciembre de 1953, (…) Jacob
recibió en el almacén la visita de un apuesto
desconocido: El Sr.- Gilbert de Saint Symphorien que
había llegado recientemente de París para hacerse
cargo del bufete de su padre. Los dos hombres permanecieron
encerrados durante cuatro horas.]

[22] Gérard Genette (1972:239),
nº 1) “el prefijo meta connota evidentemente
aquí, como en “metalenguaje”, el paso al
segundo grado: el metarelato es un relato dentro del relato
(…). Es preciso no obstante convenir que este
término funciona a la inversa de su modelo lógico
lingüístico: el meta-lenguaje es un lenguaje en el
que se habla de otro lenguaje, el meta-relato debería
por lo tanto ser el relato primario, al interior del cual se
cuenta un segundo relato. Pero me pareció que
valía más reservar al primer grado la
designación más simple y más corriente e
invertir por lo tanto la perspectiva de engaste. Por supuesto,
el eventual tercer grado será un meta-meta-relato.

[23] […su amigo Gilbert de Saint-Symphorien
a quien había anunciado su llegada no estaba
allí”(153)] 25[“Jacob detuvo su
automóvil delante de la casa de Mario y Adelia y grito:
–¡Juan! ¡Juan! (…) ¡Lo mató!
¡Lo mató! ¡Fue él quien lo
mató!”(152)]

[24]

[25] Gérard Genette (1972:265-266):
Como el narrador, el narratario es uno de los elementos de la
situación narrativa, y se ubica necesariamente en el
mismo nivel diegético; es decir que no se confunde a
priori con el lector (aún virtual), más de lo que
el narrador se confunde con el autor (…) A narrador
intradiegético, narratario intradiegético(…) El
narrador extradiegético, por el contrario, sólo
puede apuntar a un narratario extradiegético, que si se
confunde con el lector virtual y al que puede identificarse
cada lector real.

[26] [Es Xavier de Lannoy quien habla
así”(160)] 28 [“¡Es Joseph quien
habla!” (161)] 29[“Gilbert de Saint-Symphorien no
posee ni la carta que el pobre muchacho terminó
escribiendo a su padre ni la respuesta que recibió de
éste”(163)] 30[“Esta carta no tuvo
respuesta” (163)] 31 [“Aquí Gilbert de
Saint-Symphorien está llorando.
·¡Respetemos sus lágrimas!”(163]

[27]

[28]

[29]

[30]

[31] -Por lo que veo, ¿te apellidas
Louis y vienes de Guadalupe? ¡Yo también! ¡
Bueno, casi! Es una historia muy larga y dolorosa que te
contaré cuando seamos amigas.(307)

[32] 3[ He aquí el relato de Aurelia.
(308)] 34[ (¿ Por qué, de regreso al país,
Gilbert de Saint-Symphorien rompió todo contacto con su
ahijado?. Eso sigue siendo un misterio.) (311)]

[33]

[34] [¿Dónde y cómo se
encontró Bébert, músico a la deriva, con
Lucette Legendre, modistilla en el taller de un gran modisto, a
quien le hizo una hija? No parece que ese encuentro haya
contado mucho en su vida(…) (312)]

[35] Una historia de gente muy común
(…) Tendría que contarla y sería mi propio
monumento a los caídos(…)Un libro sin torturadores ni
mártires suntuosos. Pero que tendría, sin
embargo, su peso de carne y sangre. La Historia de los
míos. (340).

[36] fueron precisos voz y aliento para
ensamblar nuestros conocimientos, ordenarlos, compararlos,
llenar los huecos, deducir, inducir, comprender por qué
faltaban dos muertos a la cita de nuestro apellido”
(308).

[37] Los sujetos operatorios ocupan
posiciones precisas en el interior de la red de relaciones
construida por los programas narrativos. (Courtès,
1991)

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