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El ciclo evolutivo




Enviado por Omar Peña



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Modelo
    omnicuadrante y omninivel
  3. Cuadrante superior
    izquierdo del yo
  4. Cuadrante superior
    derecho del ello
  5. Cuadrante inferior
    izquierdo del nosotros
  6. Cuadrante inferior
    derecho del ellos
  7. Proceso de la
    percepción consciente
  8. Prácticas
    integrales de evolución
  9. Conclusión
  10. Bibliografía

INTRODUCCIÓN

Al término de Espacios de la mente, mi
quinto libro (no editado), revisaba su bibliografía y me
encuentro con El yo evolutivo de M. Csikszentmihalyi y
con Una teoría de todo de K. Wilber.
Después de releerlos, me di cuenta que el proceso y modelo
de evolución de la conciencia, que planteo en el conjunto
de mi obra, tocaba transversalmente, de alguna forma, a estos
autores.

Entonces, volví a buscar, en mi obra, las
semejanzas de los principales temas expuestos por
Csikszentmihalyi y Wilber, especialmente en Espacios de la
mente
, de modo de integrarlos en la estructura que propongo
en Ciclo evolutivo. Recordemos, que Wilber plantea, que
debiera existir una visión integral de cuatro cuadrantes
(yo, ello, nosotros y ellos) y diversos niveles de la conciencia
que contuviera todas las capacidades humanas para resolver los
problemas y enfrentarse a las circunstancias cambiantes en un
proceso evolutivo de la vida. Por su parte, Csikszentmihalyi nos
muestra los principios de la evolución y complejidad. Mi
obra propone, preferentemente, la práctica de cuatro
cuadrantes que contemplan los niveles arquetípicos
de la conciencia, las diversas visiones de la realidad,
los tipos de cerebros-ondas cerebrales empleados y el
despliegue de las inteligencias múltiples. Los dos
primeros cuadrantes corresponden a procesos internos (subjetivos)
y los dos últimos a procesos externos
(objetivos-medibles). A su vez mi modelo del proceso de
evolución de conciencia está basado en la
aplicación del desarrollo del pensamiento complejo, en una
psicología de la complejidad, como se describe en mi obra
Cambio de sentido, preferentemente.

Ciclo evolutivo, presenta la visión
estructural necesaria para la trascendencia de todos los
niveles de la realidad y de los niveles
arquetípicos
, en correlato con los niveles
cerebrales
y niveles de inteligencias múltiples
(IM
).

Considero que este trabajo, primero, puede servir para
tener una visión integral de evolución de
la conciencia y, segundo, permita posteriormente una
práctica de transformación integral para
acceder a cambios más allá de las IM y de la
estructura cerebral. Para lograr disponer de la visión
integral, debemos primero conocer y comprender
el sistema (modelo) y, por último, saber que debemos
intentar hacer y cómo hacerlo para evolucionar.
Sin embargo, con la intención de hacer algo en nuestra
conciencia, creo que El ciclo evolutivo cumple en gran
medida con este propósito, pues despliega una
visión integral de la evolución de la conciencia y
las prácticas de transformación
integral.

Ciclo evolutivo, emerge con la visión
integral de evolución de la conciencia y sus aplicaciones
en una práctica de transformación integral, en los
ámbitos transpersonales, arquetípicos y complejos
de la vida (en trascendencia de los dominios de la inteligencia
musical, cinético-corporal,
lógico-matemática, lingüística,
espacial, interpersonal e intrapersonal, en la perspectiva de las
IM de Gardner).

MODELO OMNICUADRANTE
Y OMNINIVEL

Tomando como base el modelo de cuatro cuadrantes y de
niveles de conciencia de Wilber, de su libro Una
teoría de todo
, podemos asimilarlo al modelo del
ciclo evolutivo que comprende dos cuadrantes
individuales, dos colectivos, dos subjetivos y dos
objetivos.

Los dos cuadrantes subjetivos son los niveles
arquetípicos
y niveles de realidad descriptos
en el libro Cambio de sentido. Los niveles
arquetípicos del YO (cuadrante superior izquierdo)
corresponden a procesos de evolución individuales y los
niveles de realidad del NOSOTROS (cuadrante inferior izquierdo) a
procesos evolutivos colectivos. Por otra parte, los dos
cuadrantes adicionales, son objetivos, capaces de ser medidos y
cuantificados. Tenemos así, los cambios de estructura
cerebral del ELLO (cuadrante superior derecho) y los cambios de
niveles de inteligencia del ELLOS (cuadrante inferior
derecho).

Cuadrante del YO (superior izquierdo)

Comprende los niveles siguientes:

1.- Nivel arquetípico del sentido de
preservación de la vida

2.- Nivel arquetípico del sentido de
conservación de la especie

3.- Nivel arquetípico de sensaciones de calor y
energía (fuego)

4.- Nivel arquetípico de sensación de
purificación (tierra)

5.- Nivel arquetípico de sensación de
ahogo y sofocación (aire)

6.- Nivel arquetípico de sensación de paz
y tranquilidad (agua)

7.- Nivel arquetípico de sensación de
unidad con la humanidad, el cosmos y el universo

Cuadrante del NOSOTROS (inferior izquierdo)

Comprende los niveles siguientes:

1.- Nivel de la realidad
presensorial

2.- Nivel de la realidad
sensorial

3.- Nivel de la realidad personal
biográfico

4.- Nivel de la realidad
perinatal

5.- Nivel de la realidad
arquetípica

6.- Nivel de la realidad
transpersonal

7.- Nivel de la realidad
cuántica-cósmica

Cuadrante del ELLO (superior derecho)

Comprende los niveles siguientes:

1.- Nivel neuronal básico
(citoesqueleto)

2.- Nivel cerebro de reptil
(intuitivo)

3.- Nivel cerebro límbico
(emocional)

4.- Nivel neurocortex del hemisferio
cerebral izquierdo (verbal)

5.- Nivel neurocortex del hemisferio
cerebral derecho (no verbal)

6.- Nivel neurocortex del hemisferio
cerebral complejo (neuroplástico)

7.- Nivel postneurocortex
(cuántico-cósmico) (inteligencia de
enjambre)

Cuadrante del ELLOS (inferior
derecho)

Comprende los niveles siguientes:

1.- Nivel de inteligencia
cinético-corporal

2.- Nivel de inteligencia
espacial

3.- Nivel de inteligencia
musical

4.- Nivel de inteligencia
lingüística

5.- Nivel de
lógica-matemática

6.- Nivel
interpersonal-intrapersonal

7.- Nivel
transpersonal-cósmica

Hay que considerar, como señala Wilber, que todos
pueden alcanzar cualquier nivel en cualquiera de los cuadrantes
(arquetípico, de realidad, cerebral, de inteligencia) en
forma transitoria, mediante técnicas y herramientas de
alteración de conciencia, independiente del nivel que
permanezcamos habitualmente.

Cuadrante superior
izquierdo del YO:

Niveles Arquetípicos

Existen ciertos indicios que se presentan en el
comportamiento humano, tanto en estado de vigilia y
sueños, en crisis y enfermedades, como en estados
alterados de conciencia, espontáneos o producidos por
técnicas de meditación disipativa, que producen
algunos efectos fisiológicos y psicológicos o
emocionales de forma estructurada, de tal modo, que es posible
agruparlos en siete espacios de comportamiento diferenciados o
formas de espacios arquetípicos de conciencia.

El espacio arquetípico de conciencia – en un
estado alterado de conciencia – comprende experiencias
visionarias que van desde sensaciones de desamparo al ser
absorbido por torbellinos de viento, huracanes, frío,
atacado por animales y ser despedazado por ellos, encerrados y
atormentados, pasando a otras formas de sentir calor y
energía que recorre nuestro cuerpo, sensualidad, guerras,
erupciones volcánicas, siguiendo con imágenes de
aguas contaminadas, malos olores, putrefacción, terminando
a veces al completarse el proceso en visiones de ambientes
acuático, bellezas artísticas y naturales y en
secuencias del cosmos y de unidad con el universo.

Así, podemos agrupar siete tipos de espacios
arquetípicos de conciencia. El primer lugar lo ocupa el
espacio arquetípico de las formas de preservación
de la vida EAFPV (individuo). El segundo lugar lo ocupa el
espacio arquetípico de las formas de conservación
de la especie EAFCE (especie). En tercer lugar, tenemos la el
espacio arquetípico de las formas volcánicas EAFV
(fuego). En cuarto lugar el espacio arquetípico de las
formas terrestres EAFT (tierra). El quinto lugar lo ocupa el
espacio arquetípico de las formas eólicas EAFE
(aire). El sexto lugar lo ocupa el espacio arquetípico de
las formas acuáticas EAFA (agua). Por último,
tenemos el espacio arquetípico de las formas
cósmicas EAFC (cosmos).

Como puede observarse, los espacios arquetípicos
de conciencia, tienen en parte las características que
comprenden los cuatro elementos de transformación de la
alquimia medieval: aire, fuego, tierra y agua más una
visión del universo. Además se inicia el proceso
con una toma de conciencia del instinto de la preservación
de la vida y de la conservación de la especie. Todos estos
espacios pueden asimilarse a la evolución de la conciencia
y de apertura de los centros energéticos del despertar
kundalini. La experiencia de este proceso tiene como su principal
objetivo alcanzar un nivel más alto de conciencia, el
samadhi o unión con lo Divino. Al iniciar el despertar de
la energía Kundalini asentada en la base de la espina
dorsal y desbloquear los siete centros espirituales (chakras),
permite también, traer a la conciencia recuerdos de
traumas psicológicos y físicos, secuencias
perinatales e imágenes arquetípicas. Se manifiestan
sensaciones de energía y calor que recorre la columna en
forma ascendente y movimientos espasmódicos y torsiones
del cuerpo y profundas emociones de variada índole y que
pueden llegar al éxtasis. Cualesquiera sean las
manifestaciones del despertar kundalini, el proceso en esencia es
curativo.

El proceso comienza tomando conciencia de nuestra
naturaleza ancestral, de los orígenes de nuestros
antepasados primitivos, cuya vida transcurría en un
permanente estado de supervivencia diaria, enfrentada a los
rigores de la época de las cavernas. Se continúa,
con el proceso de experimentar el instinto de conservación
de la especie, a través de sentir por los demás, en
una identificación plena con la conciencia grupal de la
especie humana. Ambos estados son determinantes de las
características de la conciencia del cerebro de reptil. El
proceso evolutivo de la conciencia posteriormente se tradujo en
un salto hacia la conciencia de emociones, que se asocia al
cerebro de mamífero. Esto se consigue en la
experimentación de los estados emotivos que contemplan la
conciencia arquetípica del fuego, tierra, aire y agua. La
nueva conciencia, obtenida con el desarrollo de los dos cerebros
anteriores, permite alcanzar el último estado de la
visión interior cósmica, la
holovisión.

Las primeras cuatro estructuras arquetípicas o
estructuras primarias, corresponderían a los
"niveles de subsistencia" o "pensamientos de primer grado,"
expuestos en la obra de Wilber. Las dos últimas
estructuras arquetípicas o estructuras de orden
compleja
corresponden a los "niveles de ser" o "pensamiento
de segundo grado" en la perspectiva de Wilber. Por último,
la estructura arquetípica de las formas eólicas
(aire) o estructura de caos es la apertura al acceso a
las estructuras de orden superior (complejas).

Cuadrante superior
derecho del ELLO:

Sistemas cerebrales

Del 2° al 5º cerebro: de reptil, de
mamífero, de humano

Se nos ha enseñado que tenemos un cerebro con sus
funciones específicas. En realidad, poseemos cuatro
cerebros
y cada uno tiene su propia función.
Normalmente estos cerebros se coordinan sinérgicamente
para producir una respuesta de conocimiento,
comprensión, emoción e intuición
. En las
experiencias siguientes veremos el ámbito en que se
desarrolla en mayor medida cada cerebro. Como señala Paul
MacLean:

"computadores biológicos interconectados, cada
uno de los cuales posee su peculiar y específica
inteligencia, subjetividad y sentido del tiempo y del espacio,
así como sus propias funciones de memoria, motrices y de
todo tipo".

Sólo el Hemisferio Izquierdo, del
neocórtex, corresponde al cerebro verbal. El Hemisferio
Derecho
del neocórtex, el cerebro de
mamífero
y el cerebro de reptil son no
verbales. Así, cada cerebro, con sus propias ondas
cerebrales, funciona de diversas formas y usa su propio lenguaje,
comunicación y forma de ver el mundo de la
realidad.

Dentro de las características que
definen los cuatro cerebros tenemos las siguientes:

La descripción verbal, monótona sin pausas
corresponde a las funciones del hemisferio Izquierdo del cerebro
(intelectual) y, a mi parecer, correspondería a la
categoría expuesta de la energía de D.
Bohm[1]Forma parte del módulo verbal del
Proceso Autonómico[2]

La música e imágenes corresponden a las
funciones del hemisferio derecho del cerebro; deviene acoplado al
cerebro de mamífero (emoción) y corresponde, a mi
modo de ver, a la categoría envuelta de la energía
de D. Bohm. Forma parte del módulo periverbal del Proceso
Autonómico.

El aislamiento sensorial, silencio y oscuridad define al
cerebro de reptil (intuición, instinto); creo desde mi
punto de vista correspondería a la categoría del
estado del dominio del potencial puro de D. Bohm. Forma parte del
módulo de experiencia transverbal del Proceso
Autonómico.

El último estado, del vacío de la forma,
surge del proceso de convergencia del módulo periverbal y
transverbal, o lo que, de acuerdo al pensamiento de Bohm,
diríamos, que en el dominio de la inteligencia de
comprensión súbita, emergería en el proceso
de interacción de la categoría envuelta de la
energía con la categoría del estado de
energía puro, llegando al final, a manifestarse en la
categoría expuesta de la energía.

Hemos visto que podemos considerar que tenemos cuatro
cerebros. Sin embargo, pareciera que cada sentido puede ampliar
su capacidad más allá de sus funciones conocidas.
Así, tenemos las experiencias de visión remota,
visión dérmica, audición, olfato y gusto
transpersonal, que harían creer que estamos frente a otros
cinco cerebros que procesan nueva información. Entonces,
los múltiples cerebros nos van dando diversas visiones del
mundo de la realidad: sensorial, biográfica, perinatal,
transpersonal, arquetípica[3]y compleja. El
mundo objetivo en su mayor notoriedad se percibe en el sentido de
la visión. A medida que vamos interiorizándonos en
los cerebros vamos pasando del nivel objetivo al subjetivo hasta
llegar a la fusión objeto-sujeto en el cerebro de reptil.
Los cinco (cerebros) sentidos nos muestran los "objetos" fuera de
nuestro cuerpo. El sexto y séptimo cerebros (HI-HD) nos
introducen a la racionalidad y subjetividad. El octavo cerebro
(mamífero) envuelve la experiencia de emoción. El
noveno cerebro (reptil) nos abre al espacio inconsciente de la
unidad de todo lo que existe. Durante casi toda nuestra vida
somos dominados por el cerebro sensorial[4](de los
cinco sentidos). Es muy difícil escapar a su influjo. La
única experiencia habitual en que se adormecen estos
sentidos, es cuando dormimos o meditamos. Entonces, se abre un
espacio de la mente que trasciende la realidad ordinaria. Es un
espacio de la conciencia (mente) que está conectado con un
patrón o proceso arquetípico, que tiene su efecto e
influencia en la vida personal del sujeto.

El 1° cerebro: Lenguaje del
citoesqueleto

Según Stuart Hameroff:

"existe una enorme actividad de cálculo bajo el
nivel de neuronas, y organismos unicelulares como las amebas y
paramecios son capaces de comportarse de manera elaborada a pesar
de carecer de sistema nervioso. Sin embargo, poseen una
estructura conocida como citoesqueleto,[5] que no
sólo rige su forma, sino también para controlar su
comportamiento. Puede evitar obstáculos y aprender por
experiencia. Es capaz de una actividad compleja y sofisticada;
sin embargo, no posee ni una sola neurona.

Sin considerar este quinto "cerebro", en la
introducción a este capítulo, decíamos que
tenemos cuatro cerebros. Sin embargo, considerando el
planteamiento de Paul McLean para distinguir diferentes cerebros,
cuando:

"cada uno de los cuales posee su peculiar y
específica inteligencia, subjetividad y sentido del tiempo
y del espacio, así como sus propias funciones de memoria,
motrices y de todo tipo".

En una palabra, ver y sentir otra realidad, podemos ir
más allá y señalar que existe la posibilidad
de evolucionar hacia dos cerebros más, de un mayor nivel
cognitivo. Nos referimos al cerebro neuroplástico
y al cerebro de inteligencia de enjambre, descriptos a
continuación.

El 6° y 7º cerebro: Lenguajes
Neuroplástico y del enjambre

La Naturaleza es nuestro mejor maestro y aliado para
comprender lo complejo de la vida. Si bien esta
característica se muestra en todo el universo, aquí
veremos cómo se nos despliega la complejidad en el
universo de los seres vivientes.

Para comprender cómo actúan los sistemas
complejos en los grandes grupos, observemos qué nos
enseña la naturaleza en tales casos. Tenemos grupos
formados por cardúmenes de peces, enjambres de abejas,
manadas de animales, bandadas de
pájaros.[6] Todos ellos se auto-organizan
formando un solo organismo. La investigación de estos
grandes grupos de insectos, aves, animales y peces ha demostrado
que funcionan bajo una especie de inteligencia
inconsciente.

Si consideramos que todos los sistemas vivos en alguna
medida son sistemas abiertos, sujetos a acoplamiento estructural
con su medio, dependiendo el contexto en que se desenvuelve puede
considerarse como un sistema cerrado u abierto. Por ejemplo, un
ave que está dentro de una bandada funciona como un
sistema autopoiésico cerrado que fluye con todas las aves
que integran esa bandada como sistema abierto.

Ahora, veamos cómo se manifiesta el misterio del
actuar de la bandada. Una gran cantidad de elementos (aves) se
autoorganiza como un solo organismo cerrado, un superorganismo,
pero acoplado al entorno como una estructura disipativa y guiado
por la "intención" de la bandada hasta que se decide
terminar el flujo de la bandada. El flujo de movimiento y
desplazamiento de la bandada mantiene la estructura de la
bandada. Esta estructura tiene la tendencia a mantenerse y se
dificulta interrumpirla o afectarla (por un águila que
ataque a las aves, por ejemplo) pues desaparece en el grupo el
individuo que es necesario percibir para su captura y no
mimetizado en el sistema. Además no se destruye el sistema
aunque algunas de las partes (aves) sean extirpadas de él.
Tampoco se destruye el sistema aunque en algunas ocasiones se
desplace más allá de sus bellas formas ordenadas,
danzantes, ondulantes y rítmicas como la música.
Permanece así ligada como estructura compleja que mantiene
su identidad o patrón de organización como grupo o
comunidad. Así, por ejemplo los peces, "se mueven ante una
orden invisible y misteriosa que los lleva a girar, separarse y
volver a juntarse a un tiempo, en una sincronía perfecta y
sublime, danzando acompasadamente en un encantado mar
azul."

Este proceso de manifestación compleja de los
seres vivos se "ve" y se "hace" habitualmente, además de
las bandadas de aves, en grupos de peces, hormigas, abejas,
murciélagos, búfalos, caballos, reces, que han
definido conceptos como manadas, cardúmenes, bandadas,
enjambres, etc.

Cada ser vivo que forma parte del sistema
autopoiésico funciona por cercanía con el resto de
las partes y se deja llevar por el proceso autónomo que se
autoorganiza a sí mismo.

Para llegar a comprender toda esta maravillosa actividad
de las agrupaciones de seres vivos, comenzaremos a indagar los
principios que "mueven" estos superorganismos que, aparentemente
son espontáneos e indeterminados, pero que guardan una
estrecha estructura que define el proceso y comportamiento
caótico pero que se autoorganiza con una riqueza que nos
asombra, como si existiera detrás de este comportamiento,
una estrategia evolutiva.

De ahí que, si consideramos a los grandes grupos
de redes neuronales que funcionan en el cerebro como que tienen
un comportamiento de enjambres, la recuperación consciente
de la inteligencia inconsciente es asimilable a la inteligencia
del enjambre el cual puede considerarse como un nuevo Cerebro
de Inteligencia de Enjambre.
Sin embargo, para poder
desplegar esta red de conexiones, se requiere establecer nuevas
rutas o conexiones neurológicas que amplíen la
capacidad cerebral mediante la neuroplasticidad cerebral, que
permita y facilite la enorme movilidad de la corriente
neurológica por todo el cerebro, a la manera de un
enjambre.

A fines de los 80 se pensaba en el cerebro como un
computador. Se sabe de la neuroplasticidad por estudios
con ciegos que comprobaron que el cerebro se organiza de forma
maleable y adaptable a los cambios de percepción y
acción. Álvaro Pascual-Leone y otros
investigadores, en los 90, descubrieron que la
estimulación sensorial activa otras regiones del cerebro a
los que se creía especializado solo para ciertos
estímulos de los sentidos. Demostraron la capacidad del
cerebro de "ver" con estímulos de los dedos y
oídos, postulando que:

Las conexiones desde estos sentidos hasta la corteza
visual ya estén allí, pero que no se usan mientras
los ojos hagan su trabajo. Cuando los ojos se cierran entra en
acción el mejor método que queda para obtener la
misma información.

Como señala Joe Dispenza, el cambio personal
necesita un acto intencional de la voluntad. La capacidad natural
del cerebro de la neuroplasticidad, de reconectar y crear nuevos
circuitos neuronales es equivalente a cambiar nuestra mente, de
cambiarnos a nosotros mismos y de cambiar nuestra
percepción del mundo, esto es nuestra realidad.

Entonces, podemos concluir que bajo ciertas condiciones
el cerebro presenta otras propiedades y señalar que con la
atención e intención podemos "construir" un nuevo
cerebro adicional, que podemos llamar Cerebro
Neuroplástico
que tiene la capacidad de experimentar
nuevos aprendizajes y movilidad de la inteligencia del
enjambre.

Ahora, una de las características del proceso
autonómico es que funciona estableciendo nuevas conexiones
neuronales (neuroplasticidad) y trabaja en forma de un complejo
de movimientos neuronales en toda la corteza cerebral (como un
enjambre). Entonces con la práctica del proceso
autonómico estaríamos creando o experimentando
estos dos últimos cerebros, como un camino de
evolución de la conciencia y de transformación y
desarrollo cerebral.

Cuadrante inferior
izquierdo del NOSOTROS:

Niveles de Realidad

Habitualmente la sabiduría popular emplea
términos que sugieren la existencia de diversos mundos: en
qué mundo andas; son cosas de otro mundo; regresa a este
mundo, etc. En condiciones "normales", el individuo establece la
existencia de dos mundos: mundo real e irreal (o imaginario). Sin
embargo, un análisis profundo de este ámbito de la
realidad sugiere, en estricto rigor, la existencia de más
de un mundo de la realidad. Para los fines del estudio de la
conciencia, diremos que puede probarse empíricamente la
existencia de al menos seis mundos: el mundo de la realidad
sensorial, el mundo de la realidad personal, el mundo de la
realidad prepersonal, el mundo de la realidad cuántica, el
mundo de la realidad transpersonal y el mundo de la realidad
arquetípica. La mayor parte de las personas se mueve
ordinariamente en los mundos de la realidad sensorial y personal.
Bajo ciertas condiciones y circunstancias la persona puede
acceder a los otros mundos. Cada mundo, como cada realidad,
sólo pueden comprenderse en su propio reino. Así,
como el mundo sensorial no percibe los demás mundos, la
realidad que presenta, por ejemplo, cada sentido, tampoco tiene
acceso a la realidad de otro sentido.

Es bien sabido que una de las características
principales de los mundos es que se viven en forma
autónoma, no mezclándose entre ellos. Sin embargo,
dentro de un mismo mundo se pueden superponer realidades
distintas, como por ejemplo, en el acto de comer una manzana, se
complementan la percepción visual de la fruta, sentir al
tacto su dureza y forma, saborearla al masticarla, oler el aroma
que desprende y oír como cruje al romperle un trozo.
Sólo en raras ocasiones se mezclan mundos
distintos.

Mundo de la Realidad Sensorial

El mundo de la realidad sensorial al que todos estamos
acostumbrados, está delimitado por el buen funcionamiento
de nuestros cinco órganos sensoriales. Siempre se le ha
dado jerarquía a los sentidos, otorgándoles mayor
importancia a un sentido que a otro. Ahora bien, quien no tuviera
ojos, cómo podría saber la sensación que
produce una hermosa puesta de sol; quien no tuviera oídos,
cómo podría saber la sensación que produce
escuchar el concierto de música de la sinfonía de
Beethoven; quien no tuviera olfato, cómo podría
saber la sensación que produce la gama de perfumes de las
rosas en primavera; quien no tuviera sensación
táctil, como podría saber la sensación que
produce estrechar el cuerpo de una mujer amada; quien no tuviera
sensación gustativa, como podría saber la
sensación que produce saborear las comidas. Todos los
sentidos son muy importantes y se complementan
sinérgicamente. El supuesto básico que sostiene
este mundo, es que cada elemento de él es objetivo e
independiente. Cada cosa existe por sí misma.

Mundo de la Realidad Personal

Nuestra historia biográfica personal es otro
mundo. La realidad personal no es del presente, sino que la
memoria e imaginación juegan un rol importante en este
mundo. El supuesto básico que sostiene este mundo, es que
cada elemento de él es subjetivo e independiente. Cada
persona tiene su propia realidad. El mundo de la realidad
personal sugiere que existe una identificación espacial en
el tiempo. Así podemos clasificar la realidad personal,
según sea la distancia en el tiempo de nuestro recuerdo en
al menos cuatro realidades: realidad personal inmediata, cercana,
lejana y remota. La realidad inmediata, puede considerarse a los
recuerdos de horas y días; la realidad cercana, a
recuerdos de semanas y meses; la realidad lejana, a recuerdo de
años anteriores; la realidad remota, a recuerdos de
nuestra juventud e infancia. En estados profundos de
relajación se puede facilitar remontarse al
pasado.

Mundo de la Realidad Prepersonal

Si podemos recordar nuestro nacimiento y etapas
contiguas (perinatales) del proceso de formación de la
criatura por nacer, accederemos a la realidad prepersonal
(anterior a lo personal). Las matrices perinatales básicas
de Grof corresponden al mapa de este mundo al que se puede
experimentar en estados profundos de relajación y
meditación. El supuesto básico que sostiene este
mundo, es que cada elemento de él es subjetivo y
dependiente. Cada persona tiene su propia realidad derivada de su
experiencia natal. No haremos más análisis de este
punto, dado que existe abundante bibliografía que toca los
diversos aspectos de este mundo.

Mundo de la Realidad Cuántica

Parece ser, que para acceder a las realidades
transpersonales y arquetípicas, debiéramos
atravesar primero un campo de experiencias del nivel
cuántico, nivel que nos recuerdan los símbolos
grabados en las cavernas primitivas que significarían el
proceso que experimentaba el hechicero en el inicio del trance,
en la oscuridad de la caverna. De las imágenes grabadas,
se ha ofrecido, recientemente, una nueva e interesante
interpretación: son los signos que delatan el arte
chamanístico, procedentes de una mente en estado de
alucinación. En el primer estado, el sujeto ve formas
geométricas, tales como retículas, zigzags, puntos,
espirales y curvas. Estas imágenes, seis formas en total,
son brillantes, incandescentes, vívidas y poderosas. En un
estado más profundo, se "está con frecuencia
acompañado por la sensación de atravesar un
vórtice o un túnel en rotación."

Mundo de la Realidad Transpersonal

La realidad transpersonal, en raras ocasiones se
manifiesta en forma espontánea. Lo más adecuado,
para acceder conscientemente a este mundo, es involucrarse en un
proceso continuo y permanente de meditación profunda en
las diversas técnicas existentes tanto en las culturas
antiguas como los métodos modernos de alteración de
la conciencia. El budismo, chamanismo y yoga pueden, por ejemplo,
ser caminos seguros para introducirse a estas realidades. Las
técnicas holotrópicas de Grof o el método
Cread 90, son estadísticamente alternativas concretas para
profundizar este ámbito de la realidad.

Mundo de la Realidad Arquetípica

La experiencia en el mundo de las diversas realidades ha
demostrado que el mundo de la realidad arquetípica La
está estrechamente ligado con todas las realidades. Cuando
se presenta una realidad personal, perinatal y transpersonal
específica, casi siempre está asociada a
algún fenómeno simbólico-arquetípico
(cosmos, agua, aire, tierra, fuego, conservación de la
vida o especie). Podemos decir que este mundo de la realidad
arquetípica es el enlace entre las realidades personal,
prepersonal y transpersonal. Puede accederse a este mundo
mediante técnicas de meditación. Entre todas ellas,
se destaca la técnica del despertar kundalini, proceso
mediante el cual se libera la energía dormida en la base
de la columna vertebral y comienza la apertura de los centros
energéticos (chakras).

Una vez comprendida la existencia de otros
mundos y realidades, es necesario involucrarse en un proceso de
descubrimiento personal de estas realidades. Para ello, es
imprescindible, primero, conocer los mapas que contemplan la
estructura de la conciencia que nos señalan los mundos
"reales" que visitaremos en nuestra búsqueda interior.
Posteriormente, iniciaremos el camino adoptando una actitud y
forma de vida (intencionalidad) que facilita el encuentro de
estas realidades. Finalizaremos nuestra búsqueda,
experimentando con los instrumentos que nos introducen a la
realidad cambiante del ser.

Cuadrante inferior
derecho del ELLOS:

INTELIGENCIAS MULTIPLES (IM)

El comportamiento humano, en estados normales de vigilia
muestra efectos fisiológicos, psicológicos y
emocionales de forma estructurada, de modo que es posible
agruparlos, al menos, en siete niveles de inteligencia
diferenciados o capacidades humanas.

El nivel de inteligencia en que nos encontremos, en un
instante, comprende experiencias que van desde sensaciones de
capacidades de visualización de las formas, capacidades de
sumirse en la música, capacidades de efectuar movimientos
corporales, capacidades de analizar lógicamente,
capacidades del lenguaje, capacidades de interactuar con otros,
capacidades de reflexionar profundamente.

Podemos agrupar siete niveles de inteligencias
múltiples (IM) en la conciencia. El primer lugar lo ocupa
el nivel de la Inteligencia Lógico-matemática
(ILM). El segundo lugar lo ocupa el nivel de la Inteligencia
Lingüística (IL). En tercer lugar, tenemos el nivel
de la Inteligencia Espacial (IE). En cuarto lugar el nivel de la
Inteligencia Musical (Im). El quinto lugar lo ocupa el nivel de
la Inteligencia Cinético-corporal (ICC). El sexto lugar lo
ocupa el nivel de la Inteligencia Interpersonal (IIP). Por
último, tenemos el nivel de la Inteligencia Intrapersonal
(ITP).

Podemos observar, que los niveles de inteligencia,
tienen en parte las características que comprenden las
diversas habilidades o capacidades humanas: empleos de la
lógica y lenguaje, percepción de la música y
de las formas, capacidades físicas y relaciones
interpersonales y consigo mismo. Todos estos niveles pueden
agruparse como partes de la Inteligencia. La experiencia de
establecer adecuadas combinaciones de estos niveles de
inteligencia permite acceder al proceso autonómico de
Inteligencia Transpersonal que tiene como su principal objetivo
alcanzar un nivel más alto de conciencia, el samadhi o
unión con lo Divino.

Considerando las referencias obtenidas de diversas
fuentes, podemos señalar que las experiencias involucradas
en estos estados "normales" y alterados de conciencia, guardan
estrecha relación con las estructuras de la inteligencia
manifestadas en la conciencia. Así, podríamos
reestructurar la conciencia como conformada por siete capas,
estructuras, o niveles de inteligencia diferenciados: ILM, IL,
IE, Im, ICC, IIP, ITP.

Los niveles de inteligencia conforman dos grupos
representativos del funcionamiento de la conciencia. Así,
por ejemplo, podemos dividir un ámbito de Inteligencia
Interpersonal
que comprende los niveles ILM o IL y de un
ámbito de Inteligencia Intrapersonal que
contempla los niveles IE, Im, ICC, Esta estructura de la
inteligencia se refleja en la inteligencia interpersonal e
intrapersonal. Entonces podemos decir, que todos los niveles de
la inteligencia Inter e intrapersonal, de alguna forma,
están íntimamente relacionados, de manera
combinatoria, con los niveles de la inteligencia transpersonal.
Así por ejemplo, si en cierto momento combinamos la
inteligencia musical con la corporal, se producen efectos en la
danza, que refleja nuestra creatividad
artística.

Las imágenes, emociones, sensaciones
físicas y características básicas que
producen las diversas estructuras de la inteligencia son las
siguientes:

La primera inteligencia,
lógico-matemática (ILM), contempla
"el pensamiento científico", es decir, el estudio de las
capacidades de deducción y observación del
conocimiento y la determinación de un objetivo a buscar o
resolver. Se manifiesta en:

  • El supuesto básico que sostiene este mundo:
    cada elemento de él es objetivo e independiente. Cada
    cosa existe por sí misma.

  • Un estado de reflexión y
    planificación.

  • Capacidad para identificar modelos, calcular,
    formular y verificar hipótesis, utilizar el
    método científico y los razonamientos inductivo
    y deductivo.

La segunda inteligencia, lingüística
(IL
), debe contener un conocimiento de la
construcción de frases al mismo tiempo de comprender el
conjunto de palabras y relaciones entre las mismas. Se manifiesta
en:

  • La facilidad de comunicar situaciones y
    "experiencias", de manera expresable en el lenguaje
    común de estas realidades.

  • La información mediante un análisis
    lógico y comprensible al lenguaje formal y
    estructurado.

  • Capacidad para comprender el orden y el significado
    de las palabras en la lectura, la escritura, y también
    al hablar y escuchar.

La tercera inteligencia, cinético-corporal
(ICC
), nos permite conocer la corporalidad propia y su
movimiento en toda su diversidad. Se manifiesta en:

  • Capacidad para realizar actividades que requieren
    fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación
    óculo-manual y equilibrio.

  • Utilizar las manos para crear o hacer reparaciones,
    expresarse a través del cuerpo.

La cuarta inteligencia, interpersonal
(IIP
), permite comprender la interacción y
relación de la identidad propia con la de otras personas.
Se manifiesta en:

  • Compartir la alegría, el temor, la pena y
    privaciones con un grupo.

  • Sentir como propias las emociones de un
    grupo.

  • Identificación con la conciencia de
    otros.

  • Capacidad para reconocer y responder a los
    sentimientos y personalidades de los otros.

La quinta inteligencia, espacial (IE),
persigue conocer visualmente las formas y el reconocimiento de
ellas. Se manifiesta en:

  • Capacidad para presentar ideas visualmente, crear
    imágenes mentales, percibir detalles visuales, dibujar
    y confeccionar bocetos.

La sexta inteligencia, musical (Im),
trata de la comprensión musical como medio y fin de la
comunicación. Se manifiesta en:

  • Capacidad para escuchar, cantar, tocar
    instrumentos.

El séptimo saber, es atingente a la visión
interior e intrapersonal (ITP) del individuo como
parte de la sociedad y especie. Se manifiesta en:

  • Percibir y sentir que posee en su interior
    potencialidades manifestadas exteriormente a través de
    su comportamiento individual y social.

  • Meditar, exhibir disciplina personal, conservar la
    compostura y dar lo mejor de sí mismo.

Proceso de la
Percepción Consciente

En Cambio de sentido, vimos lo siguiente. Los
sentidos (visión, audición, tacto, olfato, gusto,
sinestesia) nos dan una percepción de la realidad, como si
participara un objeto externo, independiente de un sujeto
observador. No se percibe la participación del sujeto en
la creación del objeto observado. Sin embargo, sabemos,
por investigaciones de laboratorio, que la experiencia consciente
puede ser investigada. Esta experiencia debe abordarse en una
situación normal y ordinaria. En esta circunstancia
inicial o primer paso, nos damos cuenta que deben existir
elementos ocultos a nuestra conciencia ordinaria durante el
desarrollo de una experiencia consciente, cualquiera sea ella. Lo
que está presente a nuestra conciencia, es una
minúscula parte respecto de lo que acontece en forma
"invisible". Sabemos lo que vemos y hacemos en una experiencia
consciente, tan sólo de una parte mínima del
proceso total. Debemos investigar la naturaleza oculta del resto
del proceso de la experiencia consciente. En este punto, se puede
partir de las investigaciones realizadas por Francisco Varela, de
la existencia de etapas en un instante de la experiencia, que
definen los módulos de participación del proceso
(intención, reconocimiento, sincronización,
respuesta)[7]. Hay que destacar, que estas cuatro
etapas ocurren en tan solo 720 milisegundos. Es decir, cada etapa
no es de más de 180 milisegundos.

¿Qué ocurre en un instante de conciencia?
De acuerdo a las últimas investigaciones, sucede un
proceso en cuatro etapas. Por ejemplo, para tomar un lápiz
para escribir. Primero, enfocamos la atención a una
intención de escribir; luego,
reconocemos (recordamos o imaginamos) la forma de un
lápiz; enseguida, sincronizamos nuestra
mente-cuerpo para tomar el lápiz; por último,
respondemos tomando el lápiz y termina ese
instante de conciencia para comenzar otro, como es el escribir,
olvidando el anterior. Así, ocurren infinidad de instantes
de conciencia, que se van coordinando en una historia personal.
Durante el proceso de la toma de conciencia ordinaria, permanecen
ocultas las etapas de reconocimiento y sincronización
mente-cuerpo. De lo único que somos conscientes, son la
intención y respuesta inmediata. Todo trascurre en un
instante del tiempo.

Ahora podemos considerar que las cuatro etapas
señaladas de un proceso de toma de conciencia pueden
asimilarse a los cuatro cuadrantes de la evolución
integral de Wilber. Así, el cuadrante del YO corresponde a
la intencionalidad del acto de conciencia; el cuadrante
del NOSOTROS se asimila al reconocimiento cultural
(creencias); el cuadrante del ELLO se asemeja a la
sincronización mente-cuerpo; el cuadrante ELLOS
corresponde a la respuesta de nuestro organismo.
Así mismo, los módulos (verbal, peri- verbal,
transverbal y de interferencias) que participan en la
producción del proceso autonómico, también
son asimilables a los cuatro cuadrantes de Wilber. Fuera de
centrar lo verbal, en la intencionalidad de la
meditación, lo mantiene conectado a lo social del
cuadrante del ELLOS. La característica del módulo
periverbal (alrededor de lo verbal) es que emplea,
básicamente, la imaginación de un objeto
correspondiendo al cuadrante del YO. El módulo
transverbal es una experiencia, donde no hay
participación de la palabra que se reemplaza con un
estímulo rítmico (como la música) y
compartida con el guía, está inmersa en el
cuadrante del NOSOTROS. Las emergencias peri-transverbales
del reconocimiento de imágenes visuales, con las
sensaciones de la estimulación acústica, genera
interferencias de impulsos nerviosos visuales y
acústicos, que engloban el cuadrante del ELLO.

PRÁCTICAS
INTEGRALES DE EVOLUCIÓN[8]

Fuera de conocer la estructura del modelo de
evolución de la conciencia, se requiere llevar a cabo
Prácticas Integrales de Evolución que
permitan comprender y experimentar la transformación y el
cambio de conciencia. Para ello, es necesario, como señala
Wilber, experimentar los ámbitos físicos,
emocionales, mentales y espirituales, tanto en los cuadrantes del
yo, de la cultura y la naturaleza.

En el cuadrante del yo, las prácticas integrales
persiguen producir cambios de "formas" en el cuerpo, emociones,
mente y espíritu. Es decir, como señala Michael
Murphy:

Partes: 1, 2

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