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Los componentes ético-políticos en la ideología de la Revolución Cubana (Quinta parte)



Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. Antonio Guiteras: promotor fundacional de un
    proyecto socialista raigalmente cubano
  3. Raúl Roa García: mente
    lúcida y corazón apasionado
  4. Eduardo Chibás: fecundo reservorio de
    principios ético-políticos
  5. ¡El último
    aldabonazo!
  6. Referencias y notas
    bibliográficas
  7. Anexos

"Para que la ordenación orgánica de
Cuba en Nación alcance estabilidad, precisa que el estado
cubano se estructure conforme a los postulados del Socialismo.
Mientras, estará abierta a la voracidad del imperialismo
financiero".

Antonio Guiteras en el Programa de Joven Cuba
(Octubre de 1934)

"El poder, imposibilitados de hacer la
Revolución, no significaba nada para nosotros. Su
único objetivo en nuestras manos era la de instrumento
para hacer la revolución".

Antonio Guiteras En su artículo Septembrismo
(Abril de 1934)

La minoría intelectual históricamente
revolucionaria es aquella, pues, que, penetrada conceptual y
sentimentalmente de las realidades, aspiraciones y necesidades
vitales de cada época, rompe con su propia clase y se
incorpora al servicio de las masas explotadas y
desposeídas por la oligarquía
dominante".

Raúl Roa. En Carta a Jorge Mañach
(1931)

"La Constitución de 1901, de continuo invocada
y de continuo pisoteada, no impidió que el bello
sueño de Martí se trocara en jugosa pesadilla de
politiquillos ambiciosos y traficantes desalmados, que nuestras
tierras y riquezas fueran vendidas al extranjero y las relaciones
entre patronos y obreros se fundaran en una estructura de
factoría…"

Raúl Roa "En dos revoluciones simuladas y una
contrarrevolución verdadera2 (1948)

"Frente a la corrupción no hay más que
una política salvadora para el país y consiste en
promover un gran movimiento de base moral que se enfrente con
valentía a la podredumbre que representan las actuales
dirigencias políticas"

Eduardo Chibás. En entrevista realizada por
Ramón Vasconcelos (1949)

"Sigo pensando que vale la pena ser honrado porque yo
tengo lo que no posee ninguno de los que desertaron de los
ideales revolucionarios, los que cambiaron la vergüenza por
el dinero: tengo el respeto, el cariño y el respeto del
pueblo cubano"

Eduardo Chibás Artículo "Vale la pena
ser honrado" Revista Bohemia (1950)

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Introducción

Al abordar el estudio del pensamiento cubano a partir
del fin de la dictadura machadista, el 12 de agosto de 1933 hasta
el funesto golpe militar perpetrado por Fulgencio Batista, el 10
de marzo de 1952, que marca el inicio de la etapa final de la II
República, van a descollar, en sus figuras más
representativas, una dicotomía evidente: aquellas
portadoras de una eticidad política modélica y las
otras, desafortunadamente carentes de principios morales en su
actuación pública. Ello nos obliga a rememorar lo
expresado por nuestro Apóstol, acerca de como
existen…"… …seres humanos en quienes el
derecho encarna y llega a ser sencillo e invencible, como una
condición física. La virtud es en ellos naturaleza,
y puestos frente al sol, ni se deslumbrarían, ni se
desvanecerían, por haber sido soles ellos mismos y
fortalecido con su amor a la Tierra…..Aman por cuantos no
aman; sufren por cuantos se olvidan de sufrir. La Humanidad no se
redime sino por determinada cantidad de sufrimiento, y cuando
unos la esquivan, es preciso que otros la acumulen, para que
así se salven todos…" *

Entre esas personalidades virtuosas, que
desempeñan un protagonismo trascendente en el
período van a descollar, Antonio Guiteras Holmes,
Raúl Roa García y Eduardo Chibás Ribas,
entre una pléyade de tantos otros, que entregaron sus
capacidades e incluso en algunos la propia vida, por sus ideas,
como Jesús Menéndez y Pablo de la Torriente
Brau.

Líderes paradigmáticos, de especial
talento político, comunicadores excelentes, hombres de
lealtad inconmovible a los intereses más sagrados de su
pueblo, herederos legítimos del ideario martiano y tenaces
promoventes, con la palabra y la acción, de la
República que soñara el Apóstol, siempre
concibieron la Patria como ara y nunca pedestal. No obstante, no
faltaron pillos, politiqueros, militarotes, asesinos a sueldo y
apóstatas, corruptos y demagogos, que con la renuncia a
sus ideales juveniles, lucraron ignominiosamente, incluso con su
natural talento, para servir a los peores intereses, que, al
igual que el conocido personaje faustiano, no dudaron en vender
su alma al <<diablo>> en aras de satisfacer sus
más bajas ambiciones personales, entre los que destacan,
por su perfil e inmoral trayectoria, deshonrando las
posibilidades que les otorgaban sus privilegiadas posiciones de
poder, figuras como Fulgencio Batista y Zaldívar,
Ramón Grau San Martín y Carlos Prío
Socarrás.

El pueblo que ignora sus raíces, hurgando con
fervorosa pasión en sus entrañas históricas
y es incapaz de transmitirla a las nuevas generaciones,
despojadas de retóricas desmotivadoras, renuncia de hecho
a un futuro mejor.

* José Martí Nuestra América. La
Habana, Cuba. Editorial Casa de las Américas. 1974.
Artículo "Juan Carlos Gómez", publicado en la
revista América, Nueva York, julio de 1884

Antonio Guiteras:
promotor fundacional de un
proyecto socialista raigalmente
cubano

El derrocamiento de la dictadura de Gerardo Machado,
síntoma del agotamiento de las posibilidades de
supervivencia del modelo institucional impuesto por la primera
ocupación norteamericana (primero de enero de 1899-20de
mayo de 1902) en alianza con la oligarquía nacional y
favorecido por la carencia de una sólida unidad
ideológica de los sectores más progresistas,
decretó el fin de la I República.

Para juzgar a la misma es cuestionable el adoptar
posiciones absolutas que ven en ella sólo lacras y
limitaciones, que por supuesto tuvo, sin reconocer que en la
misma se crearon las premisas imprescindibles al futuro
desarrollo y consolidación de nuestra identidad cultural y
nacional promovidas por personalidades de incuestionable
valía, surgidas del crisol de virtudes inagotable del
pueblo, en campos tan diversos, pero orgánicamente
vinculadas, como la cultura y la actividad política. Unas
poseedoras de una loable ejecutoria ético-política
en transito del siglo XIX, reservorio de tantas tradiciones
patrias, y otras nacidas, en el propio siglo XX, preñado
de excepcionales expectativas y conflictos, logros y
frustraciones. VER ANEXO 1.

El régimen de Gerardo Machado (1925-1933) con su
torpe política de autoritarismo, represión e
incondicionalidad a los más espurios intereses
foráneos, sumado a la aguda debacle económica
mundial capitalista (1929-1933) sumieron al país en una
profunda crisis financiera, institucional y moral, que provoca
una renovación axiológica, que se refleja en el
pensamiento cubano de la época, no exenta de una
combinación contrastante de pesimismo, a la vez que de
esperanza.

En entrevista realizada a Enrique José Varona el
19 de agosto de 1930 por el doctor Zaydín, director del
periódico habanero El País, este valora acerca de
la situación cubana en la época
que…"…nuestro gobierno nos suele hasta lo
último y nos quejamos de él con perfecto
derecho…Nos hundimos y no vemos las manos que
deberían tenderse y no se tienden para salvarnos. Se
diría que los pueblos se salvan por sí mismos.
Esto, en nuestro caso, es una mera frase. ¿Dónde va
a buscar pan por sí mismo nuestro pueblo hambriento?
¿Estamos ciegos o hemos perdido la sensibilidad? El pueblo
cubano tiene hambre, va desperdigado por los campos en busca de
un mendrugo. Ante este hecho monstruoso, todo palidece. Hasta los
atropellos a los derechos del ciudadano; hasta la atonía y
semi-alelamiento de nuestros tribunales… ¿La
juventud? Individualmente hay jóvenes de gran talento y
cultura, algunos de carácter, pocos de alma ciudadana y
espíritu público, pero en conjunto, lo que yo
contemplo, no conozco lo del interior, rinde culto fervoroso a
los <<sports>>; se entusiasma con los puños de
<<Chocolate>>, las bolas que lanza (Adolfo) Luque o
los triunfos de un <<team>> de fútbol, pero
desintegrada de la vida pública, no se preocupa y
más bien desdeña, con un pesimismo prematura, la
actuación ciudadana, sin pensar que la renovación
depende de ella, que los nuevos alientos, los impulsos fecundos,
sólo se conciben a la edad en que se posee el
>>divino tesoro>> de que hablara el poeta
Rubén Darío. Yo quiera ver así a la
juventud, gallarda, cívica, combatiente, preparada, culta,
capaz de enfrentarse con los problemas de hoy, y encararse al
futuro, con la misma gallardía heroica que supieron
demostrar aquellas juventudes gloriosas del 68 y del 95. Quisiera
verlos como aquellos pocos jóvenes universitarios
protestantes contra la reforma constitucional y la
prórroga de poderes y las libertades conculcadas,
sacrificándose por el ideal, Un pueblo n se redime
más que cuando tiene conductores de espíritu de
sacrificio
". (1).

Paralelamente a este complejo y contradictorio proceso
de cambios y transformaciones del estatus institucional de la
joven República, existe una continuidad, de otro similar,
en su proyección a la conformación y
consolidación de nuestro sentido identitario como
nación no obstante la presencia limitante de la Enmienda
Platt y sus inevitables consecuencias en la psicología de
dependencia, hacia los Estados Unidos, que se crea en amplios
sectores de la población y particularmente, como factor
más repudiable, en los sucesivos gobiernos que se suceden
durante el primer tercio de siglo.

Esta acuciante problemática es abordada por
más de un investigador, historiador y personalidad
relevante del contexto epocal, pero quizás ninguno con la
hondura y sapiencia de Don Fernando Ortiz. VER ANEXO
2.

Tras el derrocamiento de la dictadura machadista el 12
de agosto de 1933 el país se sumerge en lo que
certeramente V.I. Lenin, conceptualizara como
<<situación revolucionaria>>. El desbordado
fervor popular, reclama cambios y transformaciones radicales,
quizás llevado por la espontaneidad de sus acciones, sin
una brújula precisa en una u otra ideología, de las
ya presentes en el espectro político nacional, pero que
propicia el surgimiento de aquellas personalidades, con
cualidades de liderazgo, talento y prestigio, capaces de
encauzarlas. Entre los mismos va tempranamente a descollar
Antonio Guiteras, destacado luchador anti machadista y hombre de
sólidos principios ético-políticos, marxista
sin militancia partidista pero sin lugar a dudas uno de los
promotores fundacionales del socialismo en Cuba.

En respuesta de Antonio Guiteras a una encuesta de la
Revista Bohemia bajo la interrogante ¿Qué opina
usted del posible regreso de Machado a Cuba?, publicado en su
edición del 23 de septiembre de 1934 este expresa con
firmeza que…"…la repulsa unánime del
pueblo hacia todos los que de manera directa intervinieron en el
régimen machadista parece constituir un firme valladar
contra ese retorno, los revolucionarios deben estar alertas, pues
la conducta del actual gobierno
(se refiere al de
Batista-Caffery-Mendieta. N. del A) les ha hecho concebir
grandes esperanzas y los medios de que disponen son cuantiosos. A
pesar de que la semejanza entre el presente régimen y el
de Machado es prodigiosa, existe una diferencia esencial:
aquellos ya fueron arrojados por el pueblo enfurecido; estos
permanecen aún en el poder. Y el precedente de aquella
sanción es necesario mantenerlo a toda costa para que sea
aplicable a su vez a todos estos actos, cuando el pueblo
comprenda que todos los servidores del imperialismo parecen y
tienen forzosamente que seguir el mismo camino".

(2)

Desde mayo del propio año 1934, Guiteras
había fundado la organización Joven Cuba, acorde a
su convicción de que en el contexto de la época,
solo a través de la lucha armada era posible lograr las
transformaciones políticas y socio-económicas que
el país requería, a contrapelo de las restantes
organizaciones y partidos, desde los fascistoides del ABC, los
nacional reformistas, los representantes de la oligarquía
nacional más conservadora e incluso los comunistas
más radicales.

Su Programa, publicado originalmente como folleto y
posteriormente en el diario Ahora, el 24 de octubre de 1934
expresa desde su inicio como…"…Cuba reúne
los elementos indispensables para integrar una nación,
pero no es aún NACIÓN. Ciertamente las realidades
geográficas le dan unidad física; la ausencia de
impedimentos formales a las relaciones espontáneas e
indistintas entre sus habitantes deriva en unidad
demótica; la uniforme regulación ordenancista le
produce unidad policial. Desde la
<<colonización>>, Cuba adquiere unidad en sus
tradiciones, y el destino sustancialmente común vivido por
todas sus regiones afirma su unidad histórica. y tales
unidades han sido intensas, suficientes para determinar cierta
analogía psicológica en la población que-no
obstante su heterogénea oriundez-permite hablar de un
<<carácter cubano>>. Y sin embargo Cuba no es
una nación aún, porque carece de aquella unidad
funcional en su economía, necesaria para presentarse como
un todo capaz de bastarse a sí misma. En una palabra, Cuba
permanece en estado colonial. Supeditada al capital extranjero,
la estructura económica cubana es un aparato que no sirve
a necesidades colectivas de dentro, sino a rendimientos
calculados por y para los de afuera…De ahí la idea
polar de nuestra orientación: para que la
ordenación orgánica de Cuba en Nación
alcance estabilidad, precisa que el estado cubano se estructure
conforme a los postulados del Socialismo. Mientras, estará
abierta a la voracidad del imperialismo
financiero".

Para ello se plantea una vía realista de como
hacerlo, al margen de copias miméticas y dogmas
foráneos por muy sanas que sean las intenciones de sus
promotores. Al respecto y ante tales complejas disyuntivas se
plantea las siguientes interrogantes:

…"…¿Cómo se obtiene la
integral estructuración socialista del estado? ¿Es
posible pasar del coloniaje al nuevo molde con la rapidez con que
se opera una mutación en el teatro?. La sinceridad obliga
declarar que el cambio no es fácil; en ningún caso
podría ser repentino. Porque las transformaciones de los
pueblos están limitadas por las realidades
histórico-económicas de una parte. y realidades
espirituales de otra; las transformaciones sociales requieren
posibilidades de conciencia-subjetivas, tanto como posibilidades
ambientales-objetivas. Mientras el único juez de los
valores humanos, de nada valdrá que las circunstancias de
ambiente propicien una transmutación, si el
espíritu social por su impreparación cultural es
incapaz de comprender y desear el cambio; y del mismo modo la
idea reformadora significará mera utopía o,
hipótesis colectiva, si la falta de medios materiales
imposibilita su realización, puesto que la eficacia activa
del pensamiento necesita instrumental a propósito para
revelarse. Ningún argumento derivará de estos, el
<<derechismo>> contra nuestra hipótesis.
Tenemos en cuenta la doble categoría de los factores
condicionales del progreso y no demandamos no esperamos de la
realidad más que lo que ella encierra ya de maduro en su
centro. Es estado socialista no es una construcción
caprichosa imaginada; es una deducción racional basada en
las leyes de la dinámica social. A él se
llegará a través de ciclos más o menos
breves en que se descompone el proceso social. Tampoco nos
afectarán las críticas del extremismo, fundidas en
la insuficiencia del programa. Al Estado socialista nos acercamos
por sucesivas etapas preparatorias. Fijada la gran meta a la que
dirigimos la marcha, nuestro programa debe interpretarse como el
trazado de la primera etapa. Pensando con reflexión,
calculando con método, no quita ella para que se acojan
las modificaciones que el replanteo exige. Perseguimos el acierto
histórico no el forzamiento
anti-histórico".

La profesión de fe antimperialista y profunda
previsoriedad doctrinal enriquecida en Guiteras, por su esencia
de hombre de acción, se reitera en el propio documento, en
el epígrafe: Objetivos, y posteriormente en el cuerpo
programático, en el titulado Antiimperialismo donde se
recalca como…"…se suscribe como esencial al
credo antimperialista, a cuya luz se desenvolverá una
política exterior e interior genuinamente cubana. Y punto
que la libertad de Cuba debe significar la independencia integral
de su economía, la estructura nacional vendrá
determinada por las fuerzas de la producción en cuyas
manos concentre la soberanía de manera que el poder
político sea reflejo fiel del poder económico".

(3)

Tal sorprendente lucidez que se nos revela en Guiteras
es producto de varios factores sustanciales a todo dirigente
revolucionario de alguna valía: amplia formación
cultural, agudeza en el análisis de una determinada
problemática por compleja que sea; su instinto
político; su calidad humana, dada particularmente en su
sensibilidad ante la injusticia social, particularmente sobre las
capas más marginadas de la población; su profundo
conocimiento de las esencias del marxismo, interpretado de forma
reflexiva, realista y dialéctica, no como un dogma, sino
como una guía para la actividad revolucionaria aplicado a
las particularidades de su patria, en un contexto
específico y época concreta, y particularmente, la
asunción de su pensamiento a intangibles valores morales,
con la aprehensión de los mismos a su práctica
política.

En su antológico escrito Septembrismo, publicado
en la revista Bohemia, el primero de abril de 1934, Guiteras
revela nuevamente su plena lucidez política cuando valora
como…"…el cuartelazo del 4 de septiembre dado
por las clases y alistados del Ejército y la Marina con el
fin de hacer de hacer una amplia depuración y obtener
algunas reivindicaciones de carácter moral y material,
pudo fin al caos creado en ese organismo por las facciones que
luchaban por una depuración completa y para los que
trataban de evitarla a toda costa. Pero el gobierno de
Céspedes, impopular y débil por la mediocridad que
caracteriza a todo gobierno de concentración, cayó
también arrastrado por la enorme ola. Los elementos
civiles que colaboraron en este movimiento y los que acudieron
después, responsabilizándose con el mismo, fuimos
los de la oposición anti imperialista, que habiendo
adoptado en principio el programa del Directorio Estudiantil
Universitario (DEU) pretendimos ponerlo en práctica.
Cuando la forma colegiada espantó demasiado a los buenos
burgueses, Grau fue proclamado presidente por el mismo grupo que
se había reunido para formar la llamada Pentarquía
que se había constituido en lo que se llamó la
Junta Revolucionaria de Columbia. Tuve entonces el honor de ser
llamado a colaborar con el gobierno de Grau desde una
secretaría tan importante como la de Gobernación; y
esto fue sugerido, según tengo entendido, por el
compañero Irrisarri que a pesar de no haber tenido
relaciones conmigo conocía mi historia revolucionaria
contra el machadato y contra el gobierno
<<mediacionista>>…Nuestra labor desde el
gobierno, luchando contra los sectores mediacionistas, era ardua;
pero más arduo aún era nuestro esfuerzo gigantesco
para convertir el Golpe del 4 de septiembre en una
revolución anti injerencista y sobre todo determinar donde
llevar ese anti injerencismo.. Nuestro programa no podía
detenerse simple y llanamente en el principio de la No
Intervención. Tenía que ir forzosamente hasta la
raíz de nuestros males: el imperialismo económico
el que hizo retroceder a muchos anti injerencistas
dividiéndose nuestras filas. Ante los decretos que como
enormes martillazos iban rompiendo lentamente esa máquina
gigantesca que ahoga al pueblo de Cuba como a tantos otros de
América Latina, aparecían en escena para
combatirnos, todos sus servidores nativos y extranjeros y su
formidable clamor espurio nos restaba uno a uno a nuestros
colaboradores, que eligiendo las exclamaciones derrotistas,
<<de este modo no nos reconocerán los
americanos>>, <<estas medidas alejan el
reconocimiento>>, o las más terribles aún,
<<los americanos desembarcarán>>
<<cerrarán sus puertos a nuestro
azúcar>>… Pero esa labor, conjuntamente a la
beligerancia reconocida al proletariado, no obstante la
actuación aislada de algunos miembros del Ejército,
era para nosotros toda la Revolución. Se servía al
imperialismo yanqui o se servía al pueblo, pues sus
intereses eran incompatibles. Existía el peligro de perder
el poder abandonados en el camino, por los que aparecían
más identificados con nosotros, pero el poder,
imposibilitados de hacer la Revolución, no significaba
nada para nosotros. Su único objetivo en nuestras manos
era la de instrumento para hacer la revolución. Por ello
no nos arredramos ante la posibilidad de
perderlo…Fracasamos porque una revolución
sólo puede llevarse adelante cuando está mantenida
por un núcleo de hombres identificados
ideológicamente, poderoso por su unión
inquebrantable, aunados por los mismos principios, y no por la
doctrina de <<todo para destruir>>…A pesar del
quebranto, el gesto del gobierno de Grau no ha sido
estéril. Esa actitud fortaleció es espíritu
de las clases y alistados del Ejército y la Marina que
vieron en ese movimiento una consagración gloriosa de su
grito de rebeldía del 4 de septiembre, espíritu
cuyo clamor no puede ser acallado con el derecho a usar botas de
oficial. Esa actitud rectilínea mostró un mundo de
posibilidades al pueblo de Cuba, que ya había bebido con
ansia los escritos de nuestros intelectuales, que le mostraban la
senda de la Revolución verdadera. Esa posición
erguida mostró a los revolucionarios el camino. Esa fase
de nuestra historia es la génesis de la revolución
que se prepara-que no constituirá un movimiento
político con más o menos disparos de
cañón, sino una profunda transformación de
nuestra estructura económica y social"
(4)

A fines de 1933, Carleton Beals, afamado periodista
norteamericano, visita a Cuba y lograr una entrevista con
Guiteras. En la misma el líder cubano le expresa
como…"…nosotros tenemos que enfrentarnos con
nuestros problemas económicos y sociales ahora; no podemos
esperar por una solución política. Somos un
Gobierno Provisional, pero debemos actuar como si fuéramos
un Gobierno permanente. Tenemos que vivir de día en
día, pero si no queremos dejar el caos para los que nos
sucedan, es preciso echar a andar la máquina
económica. Debemos darle al pueblo hambriento, alimentos y
otras oportunidades de ganarse la vida. Mientras el pueblo tenga
hambre no podemos tolerar que existan tierras inútiles en
Cuba, no importa a quien le pertenezcan. Nosotros tenemos que
actuar legalmente, pero tenemos que actuar…Las medidas que
yo he propuesto tienen que ser llevadas a cabo. Tenemos que tener
independencia económica sin la cual no hay independencia
política. Nosotros podemos conseguir independencia
política fácilmente pero la perderíamos
enseguida….Quiero decir una sociedad productora con los
medios productivos en manos del pueblo no controlados por el
capital extranjero ausente protegido por un gobierno servil
basado en la tiranía militar. Hay solamente dos
alternativas. Esta como es natural está fuera de nuestro
problema inmediato de echar a andar la máquina
econóica y terminar inmediatamente el desempleo y el
hambre….".

A la pregunta del periodista acerca del problema del
Ejército y en general, del problema militar, este
argumenta que…"…como miembro del Gobierno no
puedo decir ciertas cosas, ni aún a ustedes personalmente,
y desde luego no para publicarlas. yo no creo en el militarismo,
pero nosotros hemos sido gobernados por la fuera y el temor. Este
es momento de fuerza revolucionaria y si la fuerza ha de
emplearse yo quiero que esta sea usada por Joven Cuba, pero en
favor de na nueva y libre Cuba. No podemos hacer desaparecer en
un día ese elemento antiguo del viejo ejército
machadista. Ellos nos derrocarían. Ellos pueden hasta
logar que nos traicionen los mismos hombres en quienes confiamos
ahora".
(5).

Circunstancialmente en la misma época, el 24 de
agosto de 1934 se firma en Washington el nuevo Convenio de
Reciprocidad Comercial entre Cuba y Estados Unidos, en
sustitución del similar, profusamente cuestionado, firmado
en 1902, sumamente lesivo a nuestros intereses. Al respecto el
prestigioso intelectual cubano Emilio Roig de Leuchsenring
publica el 10 de enero de 1935, en la revista Masas, su escrito
El nuevo convenido de reciprocidad en el cual expresa
como…"…ahora en 1934, con el nuevo convenio se
Reciprocidad Comercial se ha reproducido, aunque mucho más
graves, al ocurrido al negociarse en 1902 el primer Tratado de
Reciprocidad entre Estados Unidos y Cuba, porque la
situación de ruina y desesperación que hoy existe
en Cuba, no tiene como en 1902, su origen en causas nacionales,
como fue la guerra contra España por la independencia de
la Isla, sino que nuestra pavorosa crisis presente se agrava por
el apoyo prestado por los gobiernos de Coolidge y Hoover a la
tiranía machadista y a los atropellos arancelarios y
medidas restrictivas azucareras cn que los Estados Unidos nos
castigaron rudamente en los últimos años y mucho
más grave que en 1902 es hoy también la
situación política y administrativa de la Isla,
pues aunque el gobierno de Estrada Palma, que negoció el
Tratado de 1902, fue un gobierno nacido al calor de las
influencias de Washington y el Presidente un convencido
americanizante, el gobierno de (Carlos) Mendieta no es un
gobierno que representa la voluntad popular, sino un gobierno
creado expresamente por la Cancillería norteamericana para
concertar con el los nuevos Tratados de Relaciones y de
Reciprocidad Comercial".
(6)

Eduardo Chibás, que ya empieza a descollar como
dirigente revolucionario, interviene el 30 de octubre de 1933, en
la asamblea del alumnado universitario que tiene lugar en el
anfiteatro del Hospital Calixto García, motivada por la
pérdida de apoyo de la masa estudiantil (proveniente en su
mayoría de clases privilegiadas) al Directorio Estudiantil
Universitario de 1930, enfrascado en sus contradicciones
ideológicas internas y que conlleva en definitiva a su
disolución el 5 de noviembre de 1933. En la misma
Chibás expone, con su pasión acostumbrada, en apoyo
al Gobierno de los 100 Días, donde desempeña un
papel protagónico revolucionario su Secretario de
Gobernación y Guerra, Antonio Guiteras,
como…"…las revoluciones solo avanzan taladrando
montañas de intereses, de ignorancias y miserias;
montañas que inexorablemente sepultan en su seno a los
pioneros que van abriendo los surcos por donde avanzan los
pueblos. Estos luchadores de avanzada siempre son devorados por
su propia obra, víctimas propiciatorias de la falta de
visión de los espíritus mediocres. A los pueblos
solo se les presenta una vez en la vida la oportunidad de hacerse
libres y dignos y si por cobardía, por inconsistencia, por
maldad, o por ignorancia, la dejan escapar son condenados a vivir
como pueblos coloniales en perpetua esclavitud, porque estas
oportunidades no se presentan todos los días"

(7)

Las trágicas secuelas del machadato,
expresión de un modelo de república
típicamente neocolonial y plattista, en profunda crisis,
aún ejerce su nefasta influencia, tras su derrocamiento,
en prejuicios, modos de hacer política y
supeditación a los intereses foráneos, a lo que
Guiteras debe enfrentar en un gobierno asentado en personalidades
con ideologías contrapuestas y notoriamente
antagónicas, como las representadas por Grau San
Martín, un nacionalismo burgués reformista y
particularmente por Fulgencio Batista, antológicamente
reaccionario a lo largo de su trayectoria política, que
acrecienta su poder, sobre los destinos de Cuba, con el respaldo
de las fuerzas armadas, que astuta y demagógicamente
manipula para su propio provecho.

Tempranamente, en un manifiesto del DEU de 1927,
publicado el 7 de junio de 1932, en que consta, entre otras, la
firma de Guiteras, como representante de la Escuela de Farmacia
de la Universidad de La Habana, se declara
como…"…los miembros del DEU de 1927, radicados
en Cuba, expulsados de la Universidad por combatir una reforma de
nuestra Constitución, con el objetivo de perpetuarse en el
poder la camarilla gobernante, denunciamos a la opinión
pública la burla de la que se pretende hacer
víctima nuevamente con la reforma constitucional que se
trama y que no tiene otra finalidad que defender intereses
personales colocados en peligro inminente ante la cívica
actitud adoptada por la sociedad cubana, harta de ser escarnecida
y explotada. El actual gobierno, producto de un golpe de estado,
repudiado por todas las clases sociales, no está ni moral
ni legalmente capacitado para reformar la
constitución…Padecemos un gobierno de facto,
sostenido por medio de la coacción y el soborno, al que
estamos obligados a obedecer, sino por el contrario, nos hallamos
en el deber de combatir y derrocar, para instaurar sobre sus
ruinas, un régimen de legalidad
práctica".

(8)

Años después, el 7 de diciembre de 1933,
en declaraciones al periódico habanero Ahora, Guiteras
reitera algo que evidentemente constituye para él, un
factor importante: la divulgación de los objetivos del
gobierno respecto a la política socio-económica. En
ello puede influir, aparte de la elemental prioridad de todo
gobierno en fundamentar su programa de acción, el salir al
paso a aquellos, tanto desde la derecha como de la izquierda, que
sistemáticamente le atacan, con los peores
términos. Si desde el sector más conservador es
comprensible y hasta lógico, no es así la carencia
de visión política del PC y de la dirigencia de la
CNOC encabezado por su dirección en la época:
César Vilar, Joaquín Ordoqui e Isidro Figueroa. A
partir del Congreso del PCC efectuado en abril de 1934 Blas Roca
asume como secretario general de la organización
partidista así como Lázaro Peña, en 1935,
sustituye a César Vilar al frente de la CNOC. Ya en esa
fecha se percibe un cambio en la línea orientada por la
Internacional Comunista de <<clase contra clase>> por
la de creación de los frentes populares y la
promoción de alianzas entre representantes de diversas
tendencias progresistas, motivado por el auge del fascismo en
Europa. No obstante ello no se reflejará en las posiciones
asumidas por el PC y la CNC de forma inmediata, sino hasta bien
entrado el año 1935.

El diario Ahora en su edición del 7 de diciembre
de 1933 comenta, a partir de la anterior entrevista, que una de
las tareas más importantes para el gobierno es
la…"… de no otorgar la propiedad de la tierra a
los campesinos, en la proyectada distribución de las 10
000 caballerías laborables, sino reservarles
exclusivamente el usufructo, para evitar la formación de
la pequeña burguesía rural….El programa
económico que se propone acometer inmediatamente el
gobierno es de la reconstrucción agrícola. Cuba
carece en la actualidad de los elementos naturales necesarios
para la vida de su población
y los importa en casi
un 80% de sus necesidades. Se tropieza con las dificultades que
originan la movilización de nuestras riquezas por
carecerse de los instrumentos adecuados para ello; el primero la
banca. Necesitamos oro si queremos sustituir la penuria con la
prosperidad de una inflación….El aumento del medio
circulante para hacer que llegue a quienes lo necesitan, ,
movilizando así la riqueza, pero sin garantía,
contribuye a difundir el mal, ya que como país importador
nos hallaríamos con una moneda depreciada e incapaz para
servir las necesidades del intercambio comercial….En las
10 000 caballerías laborables podrían hallar
moda subsistencia 20 000 familias cubanas. Pero no
bastan tierras; hacen falta también aperos de labranza,
semillas, reservas económicas para guardar las cosechas.
Se están procurando recursos para resolver estos
problemas. Se ensayarán granjas cooperativas, para poner
los recursos de la maquinaria agrícola al servicio de las
colectividades de campesinos".
(9)

Acerca de la distribución de la propiedad rural
Guiteras declara como…"…el estado no debe
permitir que la propiedad reconquistada vuelva a las manos
privadas, para evitar que se manifiesten nuevamente los vicios de
la economía burguesa. Cuanta propiedad pase a manos del
estado, como consecuencia de la orientación, debe ser
retenida con la finalidad de que este llegue a tener el control
total de la riqueza".
(10)

Respecto a los planes agrarios en proyecto valora
como…"…dentro de un mes el plan de
reconstrucción agrícola estará en marcha. El
mismo podrá dar trabajo a 20 000 familias. No se
cultivará caña, sino otros productos que tiendan a
independizarnos del monocultivo azucarero que ha convertido a la
República en una colonia económica de los Estados
Unidos. En los primeros 8 meses se considera que serán
cosechados productos de alimentación necesarios para el
abaratamiento de estos que podrán llegar a todos los
hogares mediante una anticuada red de distribución. El
estado fijará un subsidio para cada familia…Desde
luego que no se le facilitará el dinero sino instrumentos
de labranza y víveres necesarios hasta aguardar el
resultado de las cosechas. Las tierras que sean repartidas entre
las familias, preferentemente indigentes y desocupados
serán tomadas de las expropiadas al machadato. El dinero
americano que hay en el tesoro será invertido en la
adquisición de maquinaria agrícola en los Estados
Unidos. Parte de la plata de la nueva emisión será
utilizada también en la compra de materiales e implementos
agrícolas para aprovechar mejor los recursos
mecánicos para la producción. Habrá
también centros de cooperativas para la
distribución de la producción"
(11)

Existe un manuscrito de Guiteras que data de diciembre
de 1933, con tachaduras y enmiendas realizadas por el propio
autor, rescatado por Tabares del archivo personal de Vilaseca,
nunca publicado y de extraordinario valor para el estudio del
ideario de este. Gracias a la minuciosidad y profesionalismo
científico debemos el rescate de este documentos,
eliminadas las enmiendas y tachaduras.

En el mismo, Guiteras expone
como…"…mucho se ha comentado sobre la
orientación política y social del Gobierno como
organismo encauzador de la revolución. Las sucesivas
entrevistas con muchos que representan diversas tendencias y
aspiraciones y el fracaso de las mismas, en cuanto al esfuerzo de
algunos de ellos en producir un Gobierno de Concertación,
utilizando la supuesta influencia del Embajador de Estados
Unidos, han sido comentadas de muy diversos modos. Para la mejor
orientación de la opinión pública se hace
necesaria la explicación sobre la actitud adoptada en
cuanto a la extensión de sus atribuciones y la ruta que
cree necesario seguir. El Presidente de la República
(Ramón Grau San Martín) en sucesivas declaraciones
ha manifestado que habiendo recibido su investidura de las manos
que llevaron a cabo la revolución del 4 de septiembre, con
el compromiso supremo de hacer que el pueblo de Cuba,
árbitro supremo de su propio destino, fuese el que
definitivamente escogiese la modalidad de gobierno y el estatus
social bajo el cual quisiese vivir, consideraba que la obra del
gobierno no podía extenderse más allá de la
normalización rápida del país y la
celebración de unos comicios absolutamente honrados, donde
quedaría electa la convención constituyente ante el
cual abdicaría sus poderes. La obra de gobierno durante la
corta etapa desde su inicio hasta la fecha de la
inauguración de la Convención Constituyente

(con fecha previamente fijada para el 20 de mayo de 1934. N. del
A) sólo podía ser utilizada para mantener el
principio fundamental de la revolución: absoluta
independencia política de Cuba. Pero es sabido que no
puede existir independencia política sin independencia
económica siendo por tanto deber del presente gobierno
dictar todas las medidas que era necesario lograr para ese fin.
Todo gobierno que pretenda vivir en concordancia con este siglo
de grandes transformaciones sociales que tienden a destruir las
desigualdades entre los hombres mediante el control de la
riqueza, la producción y la distribución de la
misma de un modo equitativo, haciendo desaparecer la
división de clases y borrando la jerarquía y todo
lo que produce la casi infinita lista de males que padece nuestra
sociedad, que siendo los síntomas del mal fundamental ya
señalado, son tomados generalmente como enfermedades
posibles de ser curados sin ser atacada de raíz, tiene que
escoger el camino que de un modo firme y seguro lo lleva a la
realización de estos fines. La Isla de Cuba convertida en
factoría por el abandono en que fue dejada por los
gobiernos anteriores, poniéndola a mercedes del oro
extranjero, ha llegado a nuestras manos como país
monoproductor que no produce la cantidad suficiente de
comestibles para bastar sus necesidades y tiene que depender de
la importación basada en la exportación de
azúcar. Las inmensas riquezas de las tierras en cultivo y
las grandes industrias, están en manos extrañas y
toca al Gobierno legislar para que pueda efectuarse la lenta
reconquista de la riqueza nacional y la creación, mediante
el rápido cultivo de las tierras del estado, de una nueva
riqueza agrícola que permita al pueblo de Cuba a bastarse
a sí mismo para cubrir sus más perentorias
necesidades adquiriendo de este modo la independencia
económica que garantiza la soberanía
política necesaria para el desenvolvimiento de las
ideologías político-sociales modernas. Esta etapa
de nacionalización de la riqueza que complementa el
movimiento revolucionario del 4 de septiembre es el camino
llamado de izquierda, que sigue el gobierno en
contraposición con los derechos que buscan su
orientación política en las cancillerías
extranjeras. El Gobierno en su labor de nacionalización de
la riqueza de Cuba, permitirá la existencia y propaganda
de ideologías más amplias que señalen los
derroteros a seguir después de esta etapa o los que
adopten la Convención. El Gobierno luchará contra
todo intento de impedir o entorpecer su labor en ese sentido,
permitiendo la discusión de sus disposiciones pero no el
desacato de ellas. Como Gobierno provisional que pronto
depondrá en manos de posrepresentantes del Pueblo de Cuba,
la labor del Gobierno es limitada y toca aquellos organismos y
agrupaciones de programas más extensos o más
radicales, exponerlos ante la opinión
pública…"
(12)

Como bien valora Raúl Roa, testigo excepcional
del hecho histórico, en escrito
posterior…"…el gobierno de Grau San
Martín no fue ni podía ser, por su estructura y
composición, un gobierno revolucionario. Ni siquiera
consigue expresar la relación de poder, la unidad de fines
y la coherencia de métodos que dimanan de su propio
carácter nacional-reformista. La verdad, monda y oronda
es, sin embargo, que ha sido hasta hoy el único gobierno
cubano que intentó remover la estructura colonial de la
república. Múltiples circunstancias
intrínsecas y extrínsecas le impiden llevar a cabo
la épica empresa. Su propia debilidad ante todo. Y
después todo lo demás. No se le dio un minuto de
respiro. Vivió en acoso perpetuo. Fue combatido a sangre y
fuego por la embajada norteamericana, los oficiales depuestos, el
ABC, la vieja política, el alto comercio español,
las empresas extranjeras, los monopolios de servicio
público, el Partido Comunista, la Central Nacional Obrera
de Cuba, el estudiantado de izquierda
(se refiere al Ala
Izquierda Estudiantil N del A) y la casi totalidad de la
prensa. No tuvo más defensa militante que las aguerridas
huestes del DEU (para colmo, auto disuelto el 5 de noviembre de
1933 por contradicciones internas, motivadas en alto grado por la
composición clasista entonces del alumnado universitario,
formado mayoritariamente por estudiantes procedentes de sectores
privilegiados de la sociedad o de baja conciencia política
N del A) ni más pregón que sus propias obras,
insidiosamente desfiguradas por la reacción, el
imperialismo y la izquierda marxista, en absurda coincidencia. Le
faltó el apoyo activo del ejército que no supo
incorporarlo políticamente a la lucha contra la
restauración y la ingerencia. Fulgencio Batista
desertaría prontamente de sus deberes. Mejor dicho:
volvería a ser quien era. En la medida que el gobierno
horadaba la tupida red de los intereses creados a la sombra
ominosa de la república factorial se escurría
furtivamente al campo enemigo para entregarse, con descaro
inaudito, en las garras del Embajador Jefferson Caffery.
Cundían los efebos ensordecidos y faltaban los conductores
de talla. La mayoría de los dirigentes, a excepción
de Guiteras, se manifestaron muy por debajo de las exigencias del
instante. Grau San Martín a la vanguardia.

(13)

Partes: 1, 2, 3

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