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La crisis del empleo de los jóvenes – Parte I (página 5)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

El país tiene un paro juvenil del 8,9 %, muy por
debajo de la media de la Unión Europea (UE), del 23,5 %, y
a años luz de los países con el mayor número
de jóvenes sin trabajo: el 58,4 % en Grecia y el 55,7 % en
España, según los últimos datos de
Eurostat.

Austria y Alemania comparten un modelo de
formación profesional que sumerge a los jóvenes en
el mundo laboral con 15 años y en el que, desde el primer
momento, reciben una formación práctica y un
salario durante su etapa de tres años como
aprendices.

Los sueldos de los alumnos suelen ir desde los
más de 400 euros mensuales del primer año hasta
unos 700 a 900 euros el tercero, dependiendo de la
profesión.

Según datos de la patronal austríaca, las
compañías forman a unos 120.000 aprendices y gastan
2.700 millones de euros anuales en la tarea, lo que supone
alrededor del 1 % del PIB. El 40 % de los directivos de empresas
son antiguos aprendices.

La cadena de supermercados Spar, por ejemplo, tiene a su
cargo a unos 2.700 aprendices y cada año busca a otros 900
jóvenes. La formación se divide entre un 30 %
teórico en la pública Escuela de Oficios y un 70 %
práctico en la empresa.

"A quienes superan la formación de tres
años les garantizamos un puesto de trabajo y buenas
perspectivas laborales. Hemos invertido mucho dinero en ellos y
somos los primeros interesados en que se queden", explica a Efe
Heidi Wasserbauer, responsable de formación.

"Cuando acaba su formación tenemos a un
trabajador muy productivo porque conoce la
compañía. Es mucho mejor que un temporal", recalca
la experta, para quien las claves del modelo son la
planificación empresarial a largo plazo y unas relaciones
laborales estables.

Dado que los jóvenes son cada vez menos por el
declive demográfico, existe una auténtica "guerra
de ofertas" entre las empresas para captar a los adolescentes con
más talento.

Por ejemplo, Spar ofrece 4.500 euros adicionales a lo
largo de la formación como incentivo a las buenas notas y
paga el carné de conducir a los que mejores resultados
obtienen al terminar.

Otras compañías ofrecen como anzuelo
costear la factura mensual del teléfono móvil
-regalando además un modelo "inteligente" cada
año-, ciclomotores o viajes.

El consenso político es pleno para luchar contra
el paro juvenil con programas que tienen de premisa el desarrollo
formativo como trampolín hacia el mercado
laboral.

"En Austria todos los partidos políticos
coinciden en que los jóvenes deben de ser el principal
grupo de población para las políticas de empleo",
explica a Efe Johannes Kopf, director del Servicio Público
de Empleo de Austria (AMS).

Además existe la denominada "garantía
educativa" y los jóvenes que no encuentran plaza en una
empresa privada tienen asegurada una y un salario en talleres
públicos de formación profesional.

"Todo joven que no encuentra un puesto en una empresa,
porque tenga malas notas o no haya una empresa en su
región, puede formarse a través del AMS", explica
Kopf.

Eso sí, los aprendices ganan menos que en una
empresa -unos 290 euros mensuales el primer año y
alrededor de 600 euros el último- para alentarles a dar el
salto al sector privado

Entre los especialistas consultados existe
división de opiniones sobre si este modelo puede ser
exportado, ya que tiene una larga tradición en la cultura
empresarial de Austria y Alemania, que ponen el acento en la
transmisión del conocimiento entre
generaciones.

"El modelo se puede aplicar en otros lugares, pero se
debe de pensar a largo plazo, en al menos diez años",
indica Kopf, mientras que para el economista jefe de la
Cámara de los Trabajadores (AK), Markus Marterbauer, "es
complicado implantarlo en otros países. Lo importante es
que los jóvenes aúnen trabajo y
formación".

También el comisario europeo de
Cooperación Regional, el austríaco Johannes Hahn,
subraya que implantar este sistema requiere una estrategia a
largo plazo.

"Parece que estos sistemas son un éxito si se
miran las cifras de desempleo juvenil. Parece haber una clara
relación en ese sentido", destaca en declaraciones a Efe
el que fuera ministro de Ciencia y Educación de Austria
entre 2007 y 2010.

Sobre su aplicación en España, sostiene
que en un periodo de entre "cinco a diez años se
podrían ver resultados muy concretos, pero en el corto y
medio plazo se necesitan otras soluciones" al desempleo
juvenil.

Un Premio Nobel de economía tercia en el debate
sobre austeridad o crecimiento

Presupuesto para la batalla (Project Syndicate –
15/4/13) Lectura recomendada

(Por Michael Spence)

Milán.- Las economías desarrolladas del
mundo, de las que los Estados Unidos son la mayor y
sistémicamente más importante con mucho, afrontan
diversas disyuntivas políticas y sociales
difíciles. El presupuesto de los EEUU propuesto por
Presidente Barack Obama reconoce y aborda dichas disyuntivas y
sus pros y sus contras directa y completamente por primera vez en
el período posterior a la crisis.

La propuesta de Obama es un documento importante,
honrado y políticamente valiente. El debate que
seguirá determinará en gran medida si los EEUU
adoptan un modelo fuerte, integrador y sostenible de crecimiento
y empleo y cómo compartirán los americanos de
edades, niveles educativos, ingresos y riqueza diversos la carga
de internarse por esa vía.

Sabemos que potentes fuerzas
tecnológicas y del mercado mundial han reducido
espectacularmente el número de puestos de trabajo
profesionales y manuales rutinarios, han dirigido las opciones de
empleo para la clase media hacia el sector no comerciable de la
economía y han encauzado el crecimiento de los ingresos
nacionales hacia el capital y el empleo mejor remunerado,
mientras que se han estancado los ingresos de los demás.
La creación de puestos de trabajo sigue siendo
débil y el empleo continúa divergiendo del
crecimiento.

No se puede atribuir enteramente esas
tendencias a opciones normativas deficientes o a una
gobernación con cortedad de miras. Se deben principalmente
a un paisaje tecnológico en transformación de una
economía mundial cada vez más integrada, pero han
resultado exacerbadas por una tónica sistemática de
inversión insuficiente en el sector
público.

La enseñanza que se desprende de
muchos países desarrollados y en desarrollo es la de que
la inversión insuficiente en infraestructuras, capital
humano, instituciones y base tecnológica y de conocimiento
de la economía reduce el crecimiento a largo plazo. Se
puede sostener el crecimiento a corto y medio plazo durante un
tiempo substituyendo la inversión por deuda pública
y privada, es decir, endeudándose con cargo a los ingresos
y el consumo futuros, pero ese método crea una
tónica autolimitadora, porque se dañan los
balances, flaquea la demanda y hay que ajustar las aspiraciones a
la baja.

Con ello pasamos a las opciones que
encarna el presupuesto de Obama. En primer lugar, tenemos la
cuestión de la rapidez con la que reducir los
déficits públicos y la acumulación de deuda
pública. Una repentina contracción fiscal
reduciría la demanda agregada interna más
rápidamente de lo que podrían substituirla el
desapalancamiento y los cambios estructurales, con lo que
acabaría con el crecimiento y la contratación, con
los consiguientes efectos negativos en los déficits
presupuestarios, pero retrasar durante demasiado tiempo el
momento de afrontar la deuda socavaría la confianza en la
capacidad del Gobierno de los EEUU para aplicar la disciplina
fiscal.

Los déficits deben reducirse
dentro de un horizonte temporal de entre cinco y diez
años. La disyuntiva es entre una crisis de la deuda
soberna, seguida de una brusca subida destructiva de los costos
del endeudamiento, y una carga en aumento para las futuras
generaciones de contribuyentes.

En un mundo ideal, en el que las avenencias no fueran
necesarias, la política fiscal de los EEUU
mantendría los compromisos inherentes al sistema de
seguridad social, precisamente cuando las fuerzas
demográficas o de otra índole impulsan el aumento
de los costos (en particular, los de atención de salud).
También mantendría los niveles actuales de consumo
y evitaría los aumentos de impuestos, al tiempo que
repararía los déficits de inversión
pública para impulsar el crecimiento y ampliar las
opciones de empleo para la clase media actual y las generaciones
futuras. Por último, no se pediría a las
generaciones futuras que cargaran con todo el peso de la
reequilibración.

Evidentemente, es imposible conciliar todos esos
objetivos. Para ser justos, hemos de decir que algunas reformas
–incluidas las medidas en materia de impuestos,
reglamentación y atención de salud–
contribuirán a restablecer el equilibrio sin imponer
grandes costos suplementarios al sector público, pero no
son suficientes para reequilibrar la economía y
restablecer la intensidad del crecimiento. Dicho sencillamente,
no se pueden sostener los niveles actuales de consumo y derechos
sociales sin agotar la inversión del sector
público, a no ser que creamos que la capacidad de
endeudamiento del Estado es ilimitada y que el traspaso
intergeneracional de la deuda carece importancia.

Así, pues, hay que elegir. El estancamiento
entraña también una opción que garantice que
el resultado será alguna versión del status quo.
¿Cómo sería?

A este respecto necesitamos conjeturar un poco. Es
probable que se redujeran los programas de ayudas sociales, pero
no lo suficiente para contrarrestar una importante transferencia
intergeneracional de la carga. Los impuestos podrían
aumentar un poco en los tramos de los ingresos más altos y
la recaudación iría destinada a financiar las
ayudas sociales y la redistribución. El deseo de evitar
aumentos importantes de los impuestos (y sostener los niveles de
consumo) se reflejará casi con toda seguridad en un
déficit continuo de la inversión del sector
público, lo que, a su vez, socavaría el crecimiento
a largo plazo.

La propuesta de presupuesto de Obama reconoce que no se
pueden lograr todos los objetivos y aspiraciones y que la del
crecimiento es ahora una cuestión distributiva e
intergeneracional (y posiblemente de integración y de
estabilidad social) a largo plazo. Es una invitación al
Congreso de los EEUU y al público americano a fin de que
reconozcan y aborden las opciones y las cesiones necesarias para
crear un modelo sostenible de crecimiento económico y
garantizar una distribución equitativa de la carga que
entraña ese objetivo.

Las opciones son más extremas en los
países en los que los desequilibrios son más graves
y los mercados sufren más impedimentos, inducidos por las
políticas, a la flexibilidad, la movilidad y el dinamismo
del sector público que siguen beneficiando a los EEUU. En
Italia y en España, el crecimiento es negativo y el
desempleo juvenil es de 35 por ciento y 55 por ciento,
respectivamente. Desde luego, se trata de una cuestión
moral, pero también es una cuestión de estabilidad
política y social.

Cada uno de los países tiene su propia
versión de un contrato social que establece los derechos y
los deberes de los ciudadanos, el papel del Estado y la idea de
la integración. Las políticas públicas y las
opciones fiscales más logradas son las que no sólo
se rigen por los valores duraderos inherentes al contrato social,
sino que, además, están adaptadas a las
circunstancias demográficas, tecnológicas y
mundiales cambiantes.

A veces eso significa la necesidad de inclinarse por
opciones como las que afrontan ahora los EEUU y muchos otros
países desarrollados. Si no escogemos las opciones
idóneas, el crecimiento se resentirá y las opciones
distributivas futuras serán mucho más
duras.

(Michael Spence, a Nobel laureate in economics, is
Professor of Economics at NYU"s Stern School of Business,
Distinguished Visiting Fellow at the Council on Foreign
Relations, Senior Fellow at the H…)

Merkel contesta a Spence: ya no vale "vivir bien" a base
de deudas (¿más claro?)

"La canciller alemana, Angela Merkel, ha advertido
de que ya no vale asegurar el bienestar a base de deudas y
subrayado que los países de la zona del euro deben
incrementar su competitividad, si desean lo mejor para sus
ciudadanos. "Quiero un continente de alto rendimiento, que en el
futuro también pueda ofrecer bienestar a sus ciudadanos",
afirma Merkel en declaraciones que publica hoy el diario Bild, el
de mayor tirada de Alemania y Europa"…
"Cada país
debe vivir de lo suyo" Merkel advierte de que ya no vale "vivir
bien" a base de deudas (Negocios.com – 19/4/13)

La canciller celebra que "todos los países del
sur de Europa hayan, en mayor o menor medida, introducido
reformas, necesarias para alcanzar un camino sólido",
aún a costa de dolorosos recortes para mucha gente. "En el
fondo se trata de que cada país solo puede vivir de
aquello que economiza. Cada país necesita una
economía competitiva, una base industrial, grande o
pequeña. El bienestar a crédito ya no funciona y
esto debe quedar claro para todos", advierte Merkel.

La jefa del Gobierno germano subraya además que
"Europa debe estar a la cabeza en el mundo y no lo somos ahora en
muchas áreas" y comenta que "no se trata solo de mantener
el euro estable de alguna manera, sino de conseguir que Europa
salga más reforzada de la crisis que cuando cayó en
ella".

Asimismo destaca: "debemos ocuparnos del problema
más acuciante: el desempleo juvenil. Para ello hemos
puesto a disposición en la UE 6.000 millones de euros que
deben ser aplicados rápida y de manera inteligente".
"También una mayor movilidad en Europa puede ser una
aportación", señala la canciller, para la que
"Alemania es un país en el que puede apreciarse bien que
las reformas surten efecto".

En cuanto a la reciente estadística que asegura
que las fortunas de los hogares son mayores en los países
del sur de Europa que en Alemania, la canciller comenta que
está "distorsionada", aunque "estadísticamente
países como España, Chipre o Grecia sean por hogar
más ricos que nosotros". "En esos países posee
más gente casas y pisos, generalmente como
garantías para la vejez. En Alemania en cambio existen
fuertes sistemas de pensiones obligatorias y de las empresas. Y
las altas pensiones no figuran en esa estadística como
tampoco figuran los objetos inmobiliarios de los alemanes en el
extranjero", dice Merkel. "Por ese motivo las fortunas medias de
los alemanes parecen ser más pequeñas de lo que son
en realidad", comenta finalmente la canciller.

¿Después del "conservadurismo compasivo",
llegará el "capitalismo inclusivo"? Espero que logre
mejores resultados

– Capitalistas a favor del crecimiento inclusivo
(Project Syndicate – 17/4/13)

(Por Lynn Forester de Rothschild) Lectura
recomendada

Londres.- En el año 2012, el Centro de
Investigación Pew encontró que el 85% de los
adultos que se autodenominan como de clase media en los Estados
Unidos cree hoy en día que es más difícil
mantener su nivel de vida (it is more difficult) en
comparación con lo que ocurría hace una
década
. La proporción de estadounidenses que
dice que es de clase media-baja o de clase baja ha aumentado de
un cuarto de la población adulta en el año 2008 a
alrededor de un tercio en la actualidad. Además, la
investigación de Pew encontró que únicamente
el 63% de los encuestados cree que el trabajo duro lleva al
éxito, esta cifra bajó del 74% que se
registró en el año 1999.

Estas estadísticas, que representan el
sentimiento generalizado en la economía más grande
del mundo, deberían plantear preocupaciones significativas
para los gobiernos y para los líderes empresariales en el
resto del mundo, especialmente en los países que enfrentan
desafíos por el estancamiento del crecimiento y por el
aumento de los niveles de desempleo juvenil. De hecho, en enero,
el FMI revisó sus perspectivas a corto plazo (near-term
outlook) sobre el crecimiento de la eurozona, señalando un
cambio hacia la baja, que llega al -0,2% para el año 2013.
Mientras tanto, los datos oficiales de España (official
data from Spain) indican que la tasa de desempleo subió al
26% (casi seis millones de personas) en los últimos tres
meses del año 2012, la cifra más alta desde
mediados de la década de 1970, con una tasa de desempleo
juvenil que alcanza el 55%.

La necesidad de crecimiento -en concreto, el tipo de
crecimiento inclusivo que puede dar empleo a la gran cantidad de
personas jóvenes sin empleo y combatir los niveles
crecientes de desigualdad de ingresos- nunca antes fue de
más vital importancia. A pesar de ello, los debates
actuales sobre la forma de lograr un crecimiento sostenible e
inclusivo se centran de manera demasiado estrecha en el papel que
desempeñan los gobiernos y los responsables de la
formulación de políticas. El papel que
desempeña el sector privado -con su alcance multinacional,
sus grandes cantidades de dinero en efectivo, y su capacidad de
innovación– fue tratado de manera negligente.

Existen tres áreas principales a las cuales las
empresas deberían dirigir su atención, si el
capitalismo va a funcionar de una manera más inclusiva y
va a satisfacer las necesidades más apremiantes de la
sociedad. En primer lugar, las empresas deberían trabajar
para superar los desajustes en las coincidencias de oferta y
demanda de habilidades/puestos de trabajos a través de
inversiones en la formación profesional y el aprendizaje.
Las empresas como Rolls-Royce y British Gas utilizan programas de
aprendizaje impresionantes que agregan valor a sus negocios
mediante la creación de una reserva de nuevos empleados
talentosos. Se han establecido otras iniciativas para expandir
estos esfuerzos mediante la participación de varias
empresas con el objetivo de crear puestos de nivel de entrada
para el importante número de jóvenes que al
presente se encuentran desempleados.

En segundo lugar, al igual que se
necesita un esfuerzo colectivo para fortalecer las habilidades de
la fuerza laboral nacional, también, se requiere un
compromiso por parte de la industria para apoyar a las
pequeñas y medianas empresas (PYMES), como parte de un
entorno empresarial más amplio. En su año fiscal
2011, Hewlett-Packard utilizó más de 600 PYMES en
su cadena de suministro en el Reino Unido, lo que representa casi
el 10% de sus gastos pagados a proveedores. HP pretende aumentar
este porcentaje a más del 15% hasta finales del año
2013 con la adición de otras 150 PYMES, impulsando con
ello lo que de manera correcta se considera como el motor del
crecimiento económico del Reino Unido.

Del mismo modo, en marzo de 2012 un consorcio de grandes
corporaciones lideradas por IBM creó la "Supplier
Connection", una forma de conexión con proveedores basada
en la web, con el fin de que las pequeñas empresas se
conviertan en proveedores de las grandes empresas con mayor
facilidad. En la actualidad, los miembros de "Supplier
Connection" compran anualmente más de $ 150 mil millones
en bienes y servicios a través de sus cadenas de
suministro globales.

Por último, .as sociedades
anónimas constituidas por suscripción
pública deben ser administradas con visión de largo
plazo, y deben ser recompensadas por los inversores por ser
más incluyentes. Por ejemplo, Unilever ha rechazado las
presiones de corto plazo de los mercados de capitales al poner
fin a su preparación de informes trimestrales sobre
ganancias y al ampliar su enfoque para avanzar en cuanto a
intereses sociales superiores, en lugar de sólo hacerlo en
lo referido a los intereses de sus accionistas.

Sin embargo, para tener
compañías progresistas es necesario tener
inversores progresistas. El Plan de pensiones para maestros de
Ontario (Ontario Teachers" Pension Plan) es ejemplar en cuanto a
su compromiso de apoyar a las mejores prácticas de
gobernanza en las empresas en las que invierte, y ha cosechado
grandes beneficios de este enfoque: el Plan ha obtenido, en
promedio, ganancias anuales del 10% desde su creación en
el año 1990 .

La idea que subyace a todas estas iniciativas, y la
noción del propio capitalismo incluyente, es que se debe
administrar las empresas con visión de largo plazo. Las
empresas que siguen este enfoque se preocupan por las habilidades
de su futura fuerza de trabajo, buscan construir bases de
proveedores que sean leales y productivos, y toman decisiones de
inversión sobre la base de la creación de valor
sostenible, no sobre la base de la rentabilidad a corto
plazo.

No hay contradicción entre la obtención de
altos rendimientos y la adopción de un enfoque a largo
plazo. Por otra parte, a medida que las empresas empiezan a
adoptar estas prácticas, una ola creciente
levantará a todos los barcos: con un mayor apoyo, las
PYMES, que actualmente representan el 99% de las empresas y dos
tercios del empleo en el sector privado en la Unión
Europea, podrán invertir en investigación y
desarrollo, y podrán contratar a más
empleados.

A su vez, las grandes empresas recibirán los
beneficios de una innovación más rápida, las
tasas de desempleo juvenil caerán, y se revertirá
el vaciamiento de la clase media – como también se
revertirá la fe que hoy en día tiene esta clase con
relación a los futuros niveles de vida. Es este tipo de
influencia profundamente positivo para las perspectivas de
prosperidad compartida y crecimiento inclusivo el que en la
actualidad es esquivo con los gobiernos nacionales.

(Lynn Forester de Rothschild is CEO of E.L. Rothschild
and co-chair of the Henry Jackson Initiative for Inclusive
Capitalism)

Reportaje a Joel Mokyr, historiador económico y
catedrático en la Universidad Northwestern de
Chicago

"Expresivo y vital, Joel Mokyr (Leiden, Holanda
1946) contesta a las preguntas a borbotones, con todo lujo de
detalles, como si estuviese impartiendo clase en su aula de la
universidad. Autor de numerosas obras extensamente premiadas,
entre las que se encuentra la imprescindible La palanca de la
riqueza (Alianza, 1993), visita España como miembro del
jurado del Premio Fundación BBVA Fronteras del
Conocimiento en la categoría de Economía, Finanzas
y Gestión de Empresas. En uno de los momentos más
duros de la crisis económica, le sorprende ver tan "pocos
pobres por la calle""…
"La austeridad de los Gobiernos es
un error" (Cinco Días – 1/5/13)

Pregunta. ¿Qué diferencias existen entre
esta y las crisis económicas precedentes?

Respuesta. Hasta la crisis de 2008 hemos tenido subidas
y bajadas menores en la economía, pero nunca nada parecido
a la Gran Depresión. Creo que la crisis actual no es tan
severa, primero, porque son países diferentes los que se
han visto envueltos y de diferentes maneras, y segundo, porque en
términos de decaimiento general, de descenso de
exportaciones e inversiones o de pérdida de empleo, no se
parece ni remotamente a aquello. La razón más
importante es que el estado de bienestar que ha aflorado en los
últimos 30 o 40 años ha proveído de una red
de seguridad que no había en aquella época. Otra
cosa es, por supuesto, que se supone que habíamos
aprendido ciertas lecciones de aquella crisis. Las medidas de
control que se han estado tomando por el presidente de la Reserva
Federal, Ben Bernanke, y la Administración Obama desde
principios de 2008 no han sido tan fuertes ni tan generalistas
como a mí me hubiese gustado, pero son mucho mejores que
las medidas que se tomaron bajo la presidencia de Herbert Hoover
(durante la Gran Depresión), que básicamente
siguieron la senda de las nociones ciegas de equilibrar el
presupuesto sin importar otra cosa.

P. Pero la falta de medidas reguladoras es una de las
coincidencias entre esta Gran Recesión y la Gran
Depresión de los años 30.

R. Se han hecho cosas mal, pero se podrían haber
hecho muchas cosas peor si no se hubiesen seguido
políticas expansivas en EEUU. Estoy en gran desacuerdo con
el sentido de muchos países europeos de seguir las
políticas de austeridad. Creo que los gobiernos
deberían ser responsables de poner a la gente a trabajar.
Esa es la gran lección que aprendimos de los años
30. Todo el mundo ha reconocido esto, pero se están
poniendo excusas mientras hay millones de trabajadores en paro,
que están cualificados, que son capaces, que están
sanos y que quieren trabajar. Los adultos sanos deberían
estar en su mayoría empleados, porque si no, la
economía no funciona.

P. ¿No cree que la austeridad es la mejor forma
de superar esta crisis?

R. No, no creo en absoluto en la austeridad. Creo que en
una economía en la que una gran cantidad de recursos
están desempleados, la austeridad de los gobiernos es
básicamente un error. Los europeos tienen una alta estima
de sí mismos, pero ninguna de las soluciones propuestas va
a dar resultados. En Europa, y particularmente en los
países periféricos, se han aceptado las recetas que
vienen de Alemania y no creo que eso fuese una buena idea en su
momento. La intuición me dice que esa es la peor
decisión para salir de la crisis.

P. Y es que ya hay países que han pasado por esto
y que aseguran que la austeridad no es la
solución…

R. Creo que bajo circunstancias económicas
normales, con empleo total, se podría discutir si seguir
estas premisas en algunos sectores gubernamentales no muy
grandes. Pero no estamos bajo circunstancias normales. De hecho,
lo que hay que tener en cuenta es que la gente pobre tiene que
volver a trabajar para incrementar el consumo, lo que no
está ocurriendo porque la gente no trabaja. Y lo mismo con
la inversión. Al final, lo que queda es un gran e
inevitable dispendio gubernamental.

P. Desde un punto de vista histórico,
¿cree que es posible mantener el crecimiento
económico por siempre?

R. Pienso que sí, pero la calidad del crecimiento
va a cambiar en gran medida. En los últimos 150
años el crecimiento ha sido muy intensivo, pero basado en
una energía que dejará de ser barata.

P. Pero ya se están viendo ejemplos en algunos
países europeos…

R. Hay capítulos amenazadores, pero de un
minúsculo reclamo político. Incluso en Grecia
parece escaso, salvo por el aumento del movimiento fascista
Amanecer Dorado. Hasta ahora, estoy sobrecogido de qué
pocas ramificaciones políticas negativas se han observado
en la crisis actual. Se han producido reacciones contra los
trabajadores extranjeros, pero éstas ya aumentaron antes
de la crisis actual (con Le Pen en Francia o el partido
nacionalista holandés). Siempre que vengo a Europa, veo lo
increíblemente bien que vive la gente, una enorme calidad
de vida que, por supuesto, no es tan alta como la que
había hace cinco años, pero todavía
increíblemente buena. La gente disfruta de mucho
esparcimiento, se va de vacaciones, come bien, y si se
está trabajando, se disfruta de cuatro o cinco semanas de
vacaciones al año y se retira recién cumplidos los
60, con otros cerca de 20 años para disfrutar del tiempo
libre. Nunca antes en la historia ha ocurrido esto. ¡Esto
antes era inimaginable!

P. Este es el mismo mensaje que se trata de vender, de
que estábamos viviendo por encima de nuestras
posibilidades…

R. Posiblemente estábamos viviendo mejor de lo
que podíamos y va a tener que haber ajustes. Pero
serán de segundo orden. De lo que la gente no se da cuenta
es de lo inusual que era esto, de que durante miles de
años no hubiésemos soñado con vivir
así, con esta cantidad y calidad de alimentos,
alojamiento, ocio, salud, educación, transporte o acceso a
la información. Por eso, esta crisis no es más que
un desliz comparada con la Gran Depresión.

Poner solución al problema del desempleo
juvenil

El historiador económico lamenta no tener
"recetas mágicas" para España, pero defiende que lo
primero que se necesitaría, sería tener programas
estatales mucho más agresivos para resolver el problema
del desempleo juvenil. "Es absolutamente crítico que
España sigue teniendo una bajísima tasa de
natalidad y una población cada vez más envejecida,
así que lo que debería hacer el Gobierno es darle a
la gente joven española muchas más oportunidades de
empleo", para que no se marchen definitivamente al extranjero.
"Es cierto que la UE algún día tendrá un
mercado laboral común, pero esto también va a
provocar que sea muy difícil para algunos de los
países más pobres dentro de los 27 mantener a su
población trabajadora joven, gente que se va a mudar a
países en los que los ingresos sean más altos en
función de su valía, lo que va a conducir a una
situación en la que los países ricos de la UE se
van a hacer más ricos y los pobres, más
pobres".

Mokyr incide en que se debería invertir no solo
en educación, sino también en lo que viene
después, esto es, en "programas sistemáticos" que
provean de experiencia laboral a los jóvenes que acaban de
salir de la universidad, los institutos o las escuelas
técnicas. "Hay que prepararlos para trabajar en puestos
donde sean necesarios, en lugar de dejarlos atrás",
sostiene el economista, quién añade que para
España ha sido muy bueno formar parte de la UE, aunque eso
no haya sido gratis: "Los españoles tienen que entender
que formar parte de Europa implica una serie de compromisos
institucionales y culturales".

"La calidad de vida en Europa es muy alta"

La Gran Depresión
desembocó en la II Guerra Mundial, aunque Joel Mokyr no
cree que eso se vaya a repetir con esta Gran Recesión. En
los años 30, las condiciones económicas de muchos
países llevaron a la escalada de regímenes
totalitarios fascistas, pero "no hay nada parecido en el
horizonte europeo actual, sobre todo porque la mayoría de
las naciones no tienen fuerzas militares capaces de luchar en una
guerra".

Inauguración de "anuncios": un "New Deal" de
60.000 millones para jóvenes

"Alemania y Francia preparan un plan para combatir
el paro juvenil en la UE que podría movilizar hasta 60.000
millones de euros en créditos blandos para empresas que se
comprometan a contratar a menores de 25 años"…
Un
"New Deal" de 60.000 millones de Francia y Alemania para
jóvenes (Cinco Días – 13/5/13)

La iniciativa conjunta se presentará el 28 de
mayo (2013) en París y ha sido bautizada como "New Deal
para Europa", en referencia al plan puesto en marcha en los
años 30 por el presidente estadounidense Franklin D.
Roosevelt para combatir la Gran Depresión, según
publica este lunes el periódico alemán Rheinische
Post.

El plan se basará en el nuevo fondo de 6.000
millones de euros para combatir el paro juvenil que los
líderes europeos crearon en febrero como parte del
presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020, y que ya ha sido
tachado de insuficiente por el propio presidente de la
Comisión, José Manuel Durao Barroso.

La idea es que el Banco Europeo de Inversiones (BEI)
utilice este fondo como garantía para obtener en los
mercados hasta diez veces más de financiación -es
decir, 60.000 millones de euros- que luego prestaría a las
empresas que participen en el programa.

"Sería concebible establecer un vínculo
entre las condiciones de crédito y la creación de
puestos de trabajo y oportunidades de formación", asegura
el presidente del BEI, Werner Hoyer, al Rheinische Post. El plan
se utilizará además para financiar la
implantación del sistema de formación profesional
dual en los países del sur de Europa y para ampliar el
programa de intercambio de estudiantes Erasmus, asegura
Hoyer.

Al acto de París está prevista la
asistencia de los ministros de Empleo de Francia y Alemania,
Michel Sapin y Ursula Von der Leyden, así como de los
responsables de Finanzas de ambos países, Pierre Moscovici
y Wolfgang Schäuble.

España es el segundo país de la UE con
mayor tasa de paro juvenil (55,9%), sólo superado por
Grecia (59,1%). Un total de 5,7 millones de jóvenes
europeos menores de 25 años se encuentran en una
situación de desempleo (el 23,5%). Los líderes
europeos ya han avanzado que pretenden aprobar nuevas medidas
contra el paro juvenil en la cumbre que se celebrará a
finales de junio.

Se espera que el plan franco-alemán tenga
repercusiones en la contratación de jóvenes en toda
Europa. De hecho, cuentan con utilizar los 6.000 millones de
euros que ya ha presupuestado la Comisión Europea para
combatir el empleo juvenil. De esa cantidad, a España le
corresponderán unos 900 millones de euros, que el Gobierno
de Rajoy ha incluido en la financiación de la Estrategia
de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-216 en la que se
invertirán un total de 3.485 millones (incluida la ayuda
comunitaria).

El comisario de Empleo advierte que las propuestas de
Bruselas a España "no se pueden quedar en el tintero"
(¡a buenas horas mangas verdes!…)

"El comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e
Inclusión, László Ándor, ha propuesto
este lunes que España contemple la implantación de
un "contrato único abierto" para frenar el elevado
desempleo, sobre todo, juvenil y para acabar definitivamente con
la segmentación del mercado laboral"…
La UE
pide a España que apruebe el "contrato único
abierto" (Libertad Digital – 13/5/13)

Durante la inauguración del seminario
"Garantía Juvenil. Generando oportunidades y empleo
para la juventud"
organizado por el Consejo de la Juventud
de España (CJE), Andor ha incidido en las dificultades que
existen en los mercados laborales donde hay un empleo
excesivamente protegido, el de los contratos indefinidos, frente
al de los temporales. Andor ha aseverado que la
introducción de un contrato único y abierto "a lo
mejor es una posibilidad que puede existir para España" y
ha recordado que también es una de las recomendaciones de
la Comisión Europea, junto a la de reducir las
cotizaciones empresariales.

Además, ha destacado que España debe dar
prioridad en su presupuesto nacional a medidas contra el
desempleo juvenil y considerarlas como una inversión y no
como un gasto, ya que suponen un "retorno positivo".

El comisario ha explicado el programa de garantía
juvenil que promueve la CE y que consiste en proveer de una
oferta de trabajo o de formación a jóvenes parados
antes de que se cumplan cuatro meses desde su inscripción
en los servicios públicos de empleo, y ha reiterado que
debe ser una "alta prioridad" para los gobiernos. "La
garantía juvenil es una inversión para preservar la
economía y el bienestar y mejorará la tasa de
empleo y la competitividad", ha dicho, al mismo tiempo que ha
valorado la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016
que el Gobierno español ha puesto en marcha.

No obstante, ha advertido de que estas propuestas "no se
pueden quedar en el tintero y deben convertirse en una realidad",
ya que la situación económica es muy seria. Ha
explicado que las medidas propuestas por la CE para facilitar
formación, asesoramiento o un trabajo a jóvenes
desempleados en un plazo de cuatro meses están actualmente
en fase de implementación y serán financiadas en
una parte por los fondos estructurales europeos y en otra por los
gobiernos nacionales.

"Un plan que incluya una intervención
rápida y activa para que ninguna persona joven quede
desamparada", ha indicado al asegurar que Bruselas espera que los
países con mucho desempleo puedan optar a este programa
cuyo dinero estará disponible a partir del
2014.

Andor ha advertido de que "cada día y cada mes,
cuenta en la vida de los jóvenes parados, también
en su salud" por lo que ha urgido a actuar porque el coste
económico del desempleo juvenil para un Estado se calcula
en más del 1,2 % del PIB anual. "No nos lo podemos
permitir y en el caso de España el coste supone 16.000
millones de euros al año", ha alertado.

El plan de garantía juvenil existe en algunos
países europeos como Finlandia, Austria y Suecia y
según Andor han tenido muy buenos resultados, aunque
habría que complementarlo con otras medidas como las del
impulso a la movilidad transfronteriza de los jóvenes.
Sobre la reforma laboral aplicada en España, el comisario
europeo ha señalado que habrá que dar nuevos pasos
en el futuro y estudiar las recomendaciones de la CE, como la
introducción de un contrato único
abierto.

Ha dicho que ante el actual momento de elevado paro en
España la CE no ve urgente una mayor
flexibilización del mercado de trabajo "a no ser que sea
la introducción de este tipo de contrato abierto".
Asimismo, ha abogado por continuar con las reformas de las
administraciones de forma equilibrada, sobre todo, cuando pueden
provocar reducciones de puestos de trabajo. Por ello, ha
reseñado que habría que adoptarlas con otras
medidas que incentiven la demanda de empleo por parte de los
empresarios.

Algunas historias de los hijos de la inmigración
(no soy de aquí, ni soy de allá)

"Karen, Guillermo y Maritza no se conocen pero
comparten la misma realidad: son jóvenes, viven en
España y son hijos de inmigrantes latinoamericanos. Tienen
una parte latina y otra española, crecieron con el boom
económico y ahora están atrapados entre la crisis y
la idea de regresar con sus padres a su país de origen, un
lugar que apenas conocen"…
Los jóvenes
"españolatinos", atrapados entre dos mundos (BBCMundo –
13/5/13)

"Mi padre no tiene trabajo y no cobra el paro
(prestación por desempleo)", comenta a BBC Mundo Karen, de
18 años, hija de inmigrantes ecuatorianos que vive en
Benimaclet, Valencia. "En cuanto a mi madre sigue limpiando
casas, yo le ayudo de vez en cuando. La idea de regresar es
permanente pero no lo tengo claro. Aquí tengo mis amigos,
mi pareja, mi vida", agrega.

Un dilema parecido lo viven otros miles de
jóvenes de origen latinoamericano que emigraron con sus
padres a la península ibérica o que nacieron en
España. En sus historias se cruzan los dos colectivos
más afectados por el desempleo, los jóvenes, con un
57,2%, y los inmigrantes, con un 39,21%, según la Encuesta
de Población Activa.

Ambos grupos protagonizan un éxodo, ya sea para
regresar a sus lugares de origen en el caso de las familias
inmigrantes, o para emigrar a países del entorno como
Alemania o Reino Unido, un camino cada vez más recurrente
en la juventud española.

En ese contexto deciden su futuro los jóvenes
inmigrantes, que en su momento significaron una inyección
de vitalidad para uno de los países con la tasa de
natalidad más baja del mundo (1,35 hijos por mujer
según el Instituto Nacional de Estadísticas,
INE).

La historia migratoria se repite

Según el Instituto Nacional de la Juventud, hay
1.342.830 jóvenes extranjeros en España entre 15 y
29 años, de los cuales el 36,6% (491.475) procede de
América Latina, sobre todo de Ecuador, Colombia y Bolivia.
A esa cifra hay que agregar los nacidos en suelo español
que, en el caso de las familias latinoamericanas, suman unos
20.000 al año según el INE.

"Trajimos a nuestros hijos porque este era el
país de las oportunidades, ahora ellos repiten la
historia", explica a BBC Mundo Sandra Paulina Cardona, de la
Asociación de Ecuatorianos Rumiñahui. "Antes de que
cumplieran los 18 años -dice- te los metías en la
maleta y te los llevabas a donde hiciera falta pero ahora no los
puedes arrancar, si regresan lo hacen obligados".

"Las familias van a la deriva, aguantan por el estudio
de sus hijos con sueldos irrisorios y trabajos sin contrato. Hay
que ser muy valiente para regresar con una mano adelante y otra
detrás después de que hemos sido uno de los
principales apoyos de las economías latinoamericanas con
el dinero que enviamos", agrega Cardona.

Los jóvenes que están en el
limbo

La crisis económica no sólo ha roto
proyectos migratorios, sino que ha dejado en un limbo
jurídico a muchos hijos de inmigrantes que ni siquiera
aparecen en las estadísticas.

"Estos chicos están en una situación
irregular. Sus padres no tienen los requisitos para la
renovación de sus permisos de residencia porque se
quedaron sin trabajo y sin casa. Es una situación muy
grave, porque necesitan el permiso para graduarse en el instituto
o para acceder a módulos de formación profesional",
explica Cardona.

En ese sentido las asociaciones de inmigrantes reclaman
al gobierno español aplicar un arraigo social educativo
para que los jóvenes obtengan su permiso de residencia a
cambio de asistir a clases. Dentro de ese colectivo se cuentan
los llamados "menores tutelados por el Estado", explica Fina
Hernández, directora de la asociación Murcia Acoge.
Se trata de adolescentes que por una u otra razón se
quedan de su cuenta en España.

La mayoría son jóvenes de origen
marroquí (la segunda mayor colonia de extranjeros
después de los rumanos), que han entrado de manera
irregular a España o que se han quedado solos en el
país porque sus padres se han regresado, una
problemática cada vez más afecta a los
jóvenes latinoamericanos.

"Son chicos de 15 y 16 años que no han querido
regresarse a sus países de origen en muchos casos por
rebeldía, y que al quedarse solos han tenido que ser
tutelados por la administración", le dice la experta a BBC
Mundo. "El estado les suple todas sus necesidades, el problema es
que cuando cumplen 18 años quedan en la calle", precisa.
"No tienen medios de vida, no pueden renovar sus permisos de
residencia y no regresan a sus países de origen. De
repente tienen todos los problemas de un adulto y sus familias
están lejos".

BBC Mundo presenta tres testimonios de
"españolatinos".

Karen Alfago

Esta ecuatoriana de 18 años llegó a
España con cinco años y los recuerdos de la Navidad
en Ecuador. Dentro de su casa sigue sintiendo los sabores y los
acentos del país de sus padres pero cuando sale a la calle
entra a otro país. Ahora vive en Benimaclet,
Valencia.

"Hace unos años fui a Ecuador de vacaciones. Me
encantó pero no sé si podría vivir
allí. El estilo de vida es diferente, la gente se encierra
en casa muy pronto y en España estoy acostumbrada a salir
a la calle a cualquier hora sin temor de que me pase algo.
Además, aquí tengo a mis amigos", comenta. No
obstante, la situación de su familia empeora. "Nos
quitaron la casa y la única que trabaja es mi madre en la
limpieza. Sé de otras familias, muchas de ellas
españolas, que están peor", detalla.

Karen está pendiente de terminar sus estudios de
secundaria para cursar un grado superior en comercio y marketing.
"He pensado quizás moverme a otro país de Europa
pero me falta un título, experiencia y la nacionalidad
española. Mis padres la están esperando y de
momento aguantamos. Ellos quieren regresar pero yo no, me veo
aquí pero tampoco quiero quedarme sola. A veces me
pregunto qué haría aquí sin mi familia",
subraya la joven.

Guillermo Martínez

"Nos dijeron que si nos formábamos
tendríamos oportunidades, con la crisis se destapó
la mentira: las condiciones de trabajo son muy precarias, te
pagan en dinero negro y si tienes suerte consigues un "minijob"
de uno o dos días. Es imposible tener un proyecto de vida.
Los jóvenes estamos en riesgo de ser expulsados de lo que
es la vida", le dice a BBC Mundo el joven estudiante de derecho
de 22 años y origen cubano.

La posibilidad de emigrar está en su camino, como
para la mayoría de sus amigos, pero se resiste. "Es una
decisión difícil dejar tu entorno, desarraigarte
para pasarlo mal. No creo que la solución esté en
marcharse a países del entorno como Alemania donde
también tienen problemas de desempleo juvenil y
precariedad", subraya.

Sus padres emigraron de Cuba a finales de los
años noventa atraídos por el crecimiento
económico de España, ahora son conscientes que su
hijo se puede marchar. "El crecimiento estaba engendrando un
modelo viciado que provocaba que los jóvenes dejaran las
escuelas para dedicarse a la construcción", apunta
Guillermo, quien forma parte de la plataforma Juventud sin
Futuro.

"No descarto irme a Cuba. Conozco cubanos que se han
regresado. Es una opción como otras. Ahora nos intentan
vender el exilio de los jóvenes como una decisión
individual o incluso como una ventaja, si lo hacemos es porque
las circunstancias nos empujan", puntualiza.

Maritza Morales

Ella lo tiene claro, la opción es emigrar de
España. "A un país de Europa, quizás a Reino
Unido para aprender inglés y seguir formándome. A
las empresas ya no les basta con que tengas un título
universitario, te piden másteres, idiomas y experiencia",
comenta la joven colombiana de 25 años, radicada en
Madrid.

Mientras termina su carrera de Finanzas y Contabilidad
ve como muchos de sus amigos en Madrid, algunos hijos de
inmigrantes latinoamericanos, se han ido regresando a sus
países de origen. "Están trabajando pero todos me
hablan de la inseguridad. Tengo un amigo gay ecuatoriano que
además me cuenta de la presión social que siente,
de lo complicado que es ir de la mano con su pareja por la calle.
Pero tiene trabajo", comenta Maritza.

"Yo todavía no me planteo volver a Colombia. Para
una mujer es difícil. Aquí salgo a cualquier hora y
sé que no me va a pasar nada, no tengo miedo de por
ejemplo tomar un taxi sola", agrega. Sus padres conservan sus
trabajos y la animan a explorar otros países de Europa.
"Es una suerte aunque da mucha tristeza ver lo que está
pasando, familias que se regresan sin nada. Hubo un momento en el
que pensé que aquí podría salir adelante
pero eso se acabó, me toca emigrar como le tocó a
mis padres", señala la joven.

Desempleo juvenil: ¿puede ser el
beso de la muerte de la Eurozona?

"El diario alemán Der Spiegel ha realizado un
reportaje en el que denuncia los escasos esfuerzos de la
Unión Europea por combatir uno de los grandes problemas de
la crisis: el desempleo juvenil"…
Paro juvenil: "El sur de
Europa mima al votante mayor al mantener el statu quo" (El
Economista – 20/5/13)

Por un lado critica que los esfuerzos de Alemania son
principalmente simbólicos, mientras que acusa a los
líderes de los países del sur de Europa de "mimar a
los votantes mayores al defender el statu quo". Además,
asegura que el desempleo juvenil puede ser "el beso de la muerte
de la Eurozona".

La situación de los jóvenes en Grecia,
España, Portugal e Italia es conocida, con una tasa de
desempleo totalmente fuera de control. Como asegura el diario, el
problema va todavía más allá, con un 23,5%
de desempleo en el conjunto de la UE: "Una generación
perdida está tomando forma en Europa".

Y es que los gobiernos europeos parecen perdidos y sin
ideas al afrontar el problema. Así, por ejemplo, en lugar
de lanzar programas de educación y capacitación
para la juventud del sur de Europa, los líderes
políticos europeos han preferido enzarzarse en viejas
luchas ideológicas, con las tradicionales peticiones de
políticas de estímulo.

"Los gobiernos de los países agobiados por las
deudas prestaron más atención al statu quo de sus
principales votantes mayores. Mientras, las naciones acreedoras
en el norte se opusieron a cualquier cosa que costara
dinero".

Palabras vacías de
contenido

En este contexto, Europa ha perdido mucho tiempo
valioso, y solo ahora, cuando las cifras han alcanzado niveles
tan estratosféricos como el 50% de desempleo de los
jóvenes den entre 15 y 24 años en Grecia, parecen
haberse dado cuenta del tamaño del problema.

De repente, Europa se ha lanzado a intentar resolver el
problema. El desempleo juvenil será el principal tema en
la agenda de la próxima cumbre europea en junio. El nuevo
primer ministro italiano, Enrico Letta, ha pedido
públicamente que esta lucha sea una "obsesión" para
la UE. Pero estas palabras todavía no han sido seguidas de
acciones concretas.

Por ejemplo, las discusiones sobre cómo gestionar
el dinero han hecho que los 6.000 millones de euros que
aprobó el Consejo Europeo para combatir el desempleo hayan
quedado en el limbo, y de momento se ha retrasado el fondo hasta
2014.

Otro ejemplo. El recientemente anunciado esfuerzo
conjunto entre Alemania y Francia, el New Deal para
Europa, debe ser anunciado a finales de este mes, pero
todavía no hay detalles. El plan espera animar a las
empresas en el sur de Europa a contratar y formar a
jóvenes con créditos blandos del Banco Europeo de
Inversiones (BEI).

Según lo anunciado, se tratarían de 6.000
millones que provocarían una inyección de liquidez
10 veces mayor, de hasta 60.000 millones, lo que acabaría
con el problema de crédito de muchas pymes. Sin embargo,
desde el BEI no se imaginan como con lo anunciado se
podrían llegar a esos 60.000 millones. "Ese número
no ha salido de nosotros", aseguraron a Der Spiegel fuentes de la
institución, que apuntan a que una cifra de entre 20.000 y
30.000 millones para los próximos años sería
mucho más realista.

El beso de la muerte de la
Eurozona

Los esfuerzos de Alemania, por su parte, se han limitado
a reclutar empleados de Grecia, España y Portugal. Pero
ahora los políticos se han dado cuenta que el
altísimo desempleo en Atenas y Madrid supone una amenaza
para la democracia y podría ser "el beso de la muerte de
la Eurozona". El ex canciller alemán Helmut Schmidt,
califica la apatía de los políticos con la juventud
como "un escándalo sin comparación".

Los economistas también ven grandes problemas
además de los asociados a una vida laboral más
pobre y con más problemas, advierten de que la
situación "incrementa el riesgo de radicalización
de una generación entera", en palabras de Joachim
Möller, director del Institute of Employment Research, un
think tank alemán.

Der Spiegel concluye su informe criticando los recortes
realizados en Educación, especialmente en España,
donde la gran mayoría de desempleados no tienen
formación, y los rígidos mercados laborales del sur
de Europa, con su dualidad entre fijos y temporales.

Por ello, defiende que la clave para combatir el
desempleo juvenil es reformar el mercado laboral, algo que los
países en problemas se muestran extremadamente reacios,
favoreciendo a los trabajadores de más edad frente a los
jóvenes.

Licenciados de EEUU denuncian a sus campus porque la
promesa laboral no se cumplió

"Cuanta más educación, menos paro y
mejores salarios. Al menos, eso es lo que dicen las
estadísticas. Por ejemplo, en España, en lo
más duro de la crisis económica, la tasa de
desempleo es la mitad entre los titulados superiores (17%) que
entre los que tienen estudios obligatorios (34,4%); y entre los
que tienen un doctorado es del 4,6%. Además, los
licenciados españoles ganan un 49% más que la
media, según cifras de la OCDE de 2010. En Estados Unidos,
esa diferencia alcanza el 92%. Por eso, no es extraño que
muchos jóvenes hagan el esfuerzo de estudiar una carrera,
algo que en el país norteamericano supone también
un importante desembolso económico (en la pública
cuesta casi 6.000 euros al año de media). Pero ¿y
si al final no da el resultado prometido? ¿Qué pasa
si caes en el lado malo de la estadística? ¿Y si el
trabajo es de dependiente en una tienda?"…
Pagar una
carrera para terminar de camarero (El País –
20/5/13)

Graduados de una veintena de universidades de Estados
Unidos han demandado a sus campus por publicidad engañosa.
Sostienen que las instituciones -todas escuelas privadas de
Derecho- facilitaron a sabiendas cifras de colocación
laboral de sus titulados que no se corresponden con la realidad.
Y cinco de esas demandas han sido admitidas a trámite en
California, las presentadas contra San Francisco"s Golden Gate
University, Southwestern, San Diego"s Thomas Jefferson,
University of San Francisco y California Western School of Law,
donde estudiar cuesta de media 40.000 dólares al
año (algo más de 30.000 euros).

"Si eso es cierto, es lamentable que una universidad
pueda utilizar mentiras o estadísticas engañosas de
esa manera. No se puede justificar en lo más
mínimo, pero creo que muestra la desesperación de
unas universidades que han construido una operación de un
cierto tamaño que necesita mucho dinero mantener
(edificios, salarios, mantenimiento, etcétera)",
señala la profesora de la Universidad de York, en Toronto
(Canadá), Sheila Embleton.

Pero en un país, Estados Unidos, donde los
precios de las universidades no han dejado de crecer y crecer en
las últimas décadas y los graduados acumulan una
deuda de 786.163 millones de euros (el presidente Obama tuvo que
lanzar un plan hace dos años para rescatar a muchos de
ellos), esta demanda puede ser otro síntoma de algo
más grande que la pura publicidad
engañosa.

Hace unos años, el profesor de Derecho de la
Universidad de Tennessee Glenn Reynolds popularizó el
término "burbuja universitaria", a semejanza de la
inmobiliaria que infló los precios de las viviendas,
gracias, entre otras cosas, a la facilidad para obtener
créditos. Los precios alcanzaron unas cifras que no se
correspondían con su valor real. Algo parecido,
sostenía Reynolds, estaba sucediendo con las
matrículas universitarias. ¿Y si los estudiantes
estaban pagando una cantidad de dinero por algo que en realidad
vale mucho menos? "¿Cuál es el valor de una
carrera? Obviamente, eso depende de muchas cosas, y la cantidad
que se pagó por los estudios y la deuda con la que sale el
graduado no es la menor de ellas. Lo ideal sería que no se
midiera su valor solo en términos de colocación en
el mercado de trabajo y los salarios, pero, siendo realista, es
así", opina Embleton.

En España, en torno al 70% de las personas que
estudian una carrera universitaria lo hacen, en primer lugar,
para encontrar un buen trabajo, recuerda el catedrático de
Economía de la Universidad Pompeu Fabra, José
García-Montalvo. Pero en todo sistema educativo, una de
las mayores dificultades, si no la mayor, para quien lo
administra es buscar el equilibrio entre las esperanzas, deseos,
capacidades, gustos y expectativas de millones de individuos, y
las necesidades de una sociedad en general y de un mercado
laboral en particular.

Hace unas semanas, se formó una gran polvareda
porque el ministro de Educación, José Ignacio Wert,
planteó esa idea del siguiente modo: se debería
"inculcar a los alumnos universitarios a que no piensen solo en
estudiar lo que les apetece o a seguir las tradiciones familiares
a la hora de escoger itinerario académico, sino a que
piensen en términos de necesidades y de su posible
empleabilidad".

Lo cierto es que muchísimos ya lo hacen, pero les
falta información. El experto de la Unesco Francesc
Pedró hablaba hace unos años (entonces, desde la
OCDE) de un "sistema ciego" que obliga a los estudiantes a
guiarse únicamente "por sus preferencias o intuiciones",
pero sin "contar también con criterios racionales". De
hecho, un informe del anterior Gobierno socialista reclamaba a
las universidades más instrumentos de transparencia para
poder poner en común y comparar los resultados de las
universidades para que todos los actores puedan tomar decisiones
"con las máximas garantías de acierto". En el caso
de los alumnos, podrían ser comparativas sobre la tasa de
abandono de una carrera o la tasa de inserción laboral una
vez titulados.

"La solución en España sería que
una entidad pública se encargue de publicar los resultados
en el mercado de trabajo de los graduados por titulaciones y
universidades para que no entren engañados en las carreras
(tasas de desempleo, salarios medios, niveles de
sobrecualificación). Hay quien quiere ir a la universidad
a hacerse un ciudadano y no le interesan las salidas del mercado
laboral, pero la gran mayoría lo hacen para mejorar su
empleabilidad. Estos deberían conocer con rigor y
precisión qué les espera cuando salgan dependiendo
de la carrera elegida. Aun así, podrían elegir lo
que creen que les gusta frente a lo que tiene salidas
profesionales, pero al menos la decisión sería
informada", señala García-Montalvo.

A pesar de todo, la situación en general en
Europa, en cuanto a una posible burbuja universitaria, no es
comparable a la estadounidense, pues los precios de las carreras
son en general mucho menores, exceptuando algunas escuelas de
negocio muy caras, recuerda el experto en educación
superior de la Universidad de Ámsterdam J. W. M. de Wit.
"En Estados Unidos, el problema es que los estudiantes combinan
estudio y trabajo para cubrir sus costes, lo que hace que los
alumnos tarden más tiempo en hacer la carrera y que
descienda la calidad y la excelencia. Además, como hay
menos empleos disponibles por la crisis, los préstamos
estudiantiles aumentan y también las deudas", dice De
Wit.

Monografias.com

Fuente: Observatorio del Sistema Universitario y
elaboración propia. / EL PAÍS

Sin embargo, hay desde hace años una fuerte
presión desde algunos sectores y algunos especialistas por
elevar el precio de las matrículas universitarias, y
así ha ocurrido en países como Austria,
Hungría o Irlanda (donde se ha duplicado en los
últimos años hasta los 2.000 euros anuales), aunque
el mayor aumento se ha dado en Inglaterra. Allí, las
carreras costaban unos 1.250 euros anuales en 1998; hasta 3.000
en 2003 y hasta 11.250 euros en 2010. Esta última subida
se compensa con un sistema de préstamos
públicos.

En España, el precio de las carreras ha aumentado
este curso un 16% de media, hasta alcanzar un promedio de 1.074
euros, desde los 714 euros en Galicia hasta los más de
1.500 en Madrid y Cataluña. En el caso de los repetidores,
el coste se multiplica. Y con los másteres, el aumento
medio en buena parte de los títulos ha llegado a los 1.000
euros, con precios que van desde entre los 1.590 euros por curso
en Galicia hasta los 4.290 en Canarias.

"Privatizar la universidad pública y hacer pagar
a los estudiantes lo que se llama el "coste real" de los estudios
son, desde luego, propósitos que se expresarán cada
vez con menos disimulo y que acabarán cumpliéndose,
pero mucho más paulatinamente de lo que gustaría",
opina el catedrático de Filosofía de la Universidad
Carlos III de Madrid Antonio Valdecantos. "Tendrá que
pasar un par de generaciones, porque la capacidad de resistencia
de las universidades públicas españolas es muy
superior a la de otros sectores de la sociedad. Por otra parte,
las universidades privadas (salvo las eclesiásticas, que
son muy tradicionales, y en eso se asemejan, curiosamente, a las
públicas de toda la vida) han cosechado un prestigio
académico muy escaso, de modo que solo son competitivas
como escuelas profesionales y dentro de sectores sociales
reducidos", añade. "Lo anterior es compatible, sin
embargo, con operaciones muy agresivas, como la tocante a los
estudios de máster".

De Wit, por su parte, insiste en que el del precio de
las matriculas -y, por tanto, el de la posible burbuja- no es el
problema de Europa. Recuerda, por ejemplo, que la mayor parte de
Estados de Alemania está eliminando las tasas
universitarias para volver a las matrículas gratuitas. "En
Europa, la mayor preocupación es la masificación en
las carreras de humanidades y Ciencias Sociales, la escasez de
ingenieros y Ciencias Exactas o el aumento del desempleo entre
los graduados. Todo ello, combinado con los recortes en
educación pueden disminuir la calidad, lo que
requeriría más selección para entrar en un
grado o en un máster y más movilidad de los
titulados", dice el profesor.

García-Montalvo, no obstante, opina que el bajo
precio que pagan los alumnos en Europa (al menos en
comparación con Estados Unidos) no elimina en absoluto el
peligro de burbuja. "Es cierto que el coste que paga el
estudiante es bajo, pero el coste total es bastante alto. Una
carrera de cuatro años no experimental sale por 32.000
euros. Y si a eso le añadimos el coste de oportunidad del
alumno se eleva todavía más (en las demandas de
EEUU un componente fundamental para el cálculo de la
indemnización que piden es el coste de oportunidad).
Aquí en España el problema es que el contribuyente,
que es el que paga la mayor parte de la factura, no pondrá
una demanda en los juzgados".

Así, vuelve a insistir en la necesidad de
transparencia para que los universitarios tomen decisiones
informadas. "La información no garantiza que se pinche la
burbuja universitaria (a veces la presión social por
realizar estudios universitarios es mayor que la lógica
económica), pero sí que facilitaría un
ajuste más rápido entre oferta y demanda. El ajuste
al final acaba produciéndose (pensemos en la espectacular
caída de las Humanidades en los últimos 15
años), pero la transición es demasiado larga y deja
en la cuenta a demasiados estudiantes que, buscando mejorar su
empleabilidad, equivocaron la carrera o incluso iniciaron
estudios universitarios".

García-Montalvo, el catedrático de la
Pompeu Fabra, se refiere al exceso de oferta de titulaciones con
muy pocos alumnos de la que se han quejado multitud de expertos
desde hace años. Pero la idea de una posible burbuja
universitaria en España se ha asociado también
desde muchos ámbitos a un "excesivo" número de
universidades.

Un lugar común que Valdecantos rechaza
completamente. "En cualquier país culto hay más
universidades que en España y nadie considera esto un
despilfarro. No parece que sea lo mismo que los aeropuertos, por
ejemplo". Para el catedrático de Filosofía, el
problema es que "la mayor parte de las universidades
públicas nuevas se han concebido con un notorio mimetismo
respecto de las privadas, como si una universidad fuese un centro
de preparación para profesiones de éxito. El
resultado ha sido en muchos casos una enseñanza
académicamente pobre e inspirada solo en criterios de
rentabilidad. Pero la Universidad solo es tal (y solo puede
triunfar) cuando no intenta ser rentable".

(Panorama desde el helicóptero) Bernanke y el
"futuro maravilloso" de los estudiantes

¿Qué futuro laboral les espera a los
jóvenes que se gradúan hoy? Uno muy negro, si
tenemos en cuenta que, según un informe de la Reserva
Federal americana, los estudiantes estadounidenses son los
más endeudados de la historia, con préstamos
solicitados por un valor medio de 30.000 dólares. Si bien
las perspectivas de la economía hacen pensar que
tendrán mayores oportunidades laborales, también
habrán de afrontar la devolución de elevadas
cantidades en un contexto poco favorable a corto plazo. La deuda
total alcanza los 986.000 millones de dólares, un 50%
más que en 2009.

"Pero Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal
de Estados Unidos, está convencido de que los
jóvenes tienen por delante una época de
oportunidades como no ha conocido nunca la historia. En un
discurso de graduación, que pronunció Bernanke para
los estudiantes de Simon Rock, una universidad estadounidense, el
economista se mostró enormemente optimista. En su
opinión, "la capacidad de la humanidad para innovar, y los
incentivos para hacerlo, son más grandes hoy que en
ningún momento de la historia". Y eso, explica, asegura un
futuro prometedor"…
Ben Bernanke dibuja un futuro
maravilloso a los estudiantes actuales (El Confidencial –
21/5/13)

Sin embargo, en opinión de Bernanke, cuando
hablamos sobre el futuro de la economía tendemos a
centrarnos sólo en el corto y medio plazo, por eso, en su
discurso, prefirió olvidar los desafíos
económicos actuales -desafíos que está
convencido que superaremos- para centrarse en el futuro. En su
opinión, "hay muchos factores que afectan al desarrollo de
la economía, especialmente a las instituciones
económicas y políticas de un país, pero en
períodos largos probablemente el factor más
importante es el ritmo de los avances científicos y
tecnológicos". Y en ese terreno, asegura, cada vez vamos a
mejor. Sólo hay que echar la vista atrás para
darnos cuenta de los avances que hemos logrado en las
últimos siglos y décadas:

  • Entre 1700 y 1970 la productividad
    por trabajador se ha multiplicado por 30.

  • Sólo en los últimos 50
    años la esperanza de vida ha crecido en ocho
    años, de 70 a 78. En 1913 era de 53
    años.

  • Hasta la I Guerra Mundial casi todo
    el mundo trabajaba más de 60 horas
    semanales.

¿Podemos esperar un futuro mejor?

En opinión de Bernanke, "los pesimistas prestan
demasiada poca atención al trasfondo económico y
social que genera innovaciones en el mundo moderno", y es
ahí dónde cree se están produciendo los
mayores cambios: "La invención fue en tiempos producto de
científicos e inventores aislados. La transmisión
de ideas, y la adaptación de estas a usos comerciales, era
lenta y errática. Pero esto ha cambiado radicalmente.
Vivimos en un planeta que cada vez es más rico y
más poblado, y en el que no sólo las
economías avanzadas, sino también las naciones
emergentes como China o India, ven que su futuro económico
pasa por apostar por la innovación
tecnológica".

"En ese contexto", asegura el economista, "el
número de científicos e ingenieros crece
rápidamente, así como los recursos para investigar
que facilitan las universidades, los gobiernos y las empresas.
Por otra parte, gracias a Internet y otros avances en las
comunicaciones, la colaboración y el intercambio de ideas
se desarrollan a gran velocidad y sin que importe la distancia
geográfica. Por ejemplo, los estudios científicos
se difunden y critican de forma casi instantánea, sin que
haya que esperar a su publicación en una revista, varios
años después de que se hayan escrito. Y, lo que es
más importante, a medida que el comercio y la
globalización aumentan el tamaño de los mercados
potenciales para nuevos productos, el posible rédito
económico por ser el primero que diseña un nuevo
producto o proceso también crece. En resumen, la capacidad
de la humanidad para innovar, y los incentivos para hacerlo, son
mayores que en ningún otro tiempo de la historia". Y eso,
asegura el economista, es la promesa de un futuro
mejor.

El Fomento del Empleo Juvenil (UE: busca
fórmulas… ¿algorítmicas?)

"En Usera, uno de los distritos madrileños
más castigados por el paro, se ubica la calle Del empleo
juvenil, aledaña a la Plaza de las Promesas. Esto es solo
una anécdota que, sin embargo, ilustra a la
perfección la situación que vive la Unión
Europea, donde existen 5,7 millones de jóvenes sin empleo
y, de momento, tan solo cuenta con una promesa de los
líderes comunitarios para poner en marcha la Iniciativa de
Empleo Juvenil a partir del 1 de enero de 2014"…
Europa
busca fórmulas para emplear a 5,7 millones de
jóvenes parados (Cinco Días –
28/5/13)

La lacra del paro entre los más jóvenes
afecta a casi una de cada cuatro personas de entre 16 y 24
años en la zona euro (con una tasa de desempleo juvenil
del 24%) y en la Unión Europea (23,5%), según los
últimos datos de marzo de la oficina de estadística
europea (Eurostat).

Pero este problema es especialmente alarmante en
países como Grecia, donde seis de cada diez jóvenes
están desempleados. O en España, cuya tasa de paro
juvenil asciende al 56%, lo que le ha convertido en el Estado
europeo con mayor número absoluto de jóvenes sin
trabajo: casi un millón.

En los primeros meses del año 2013 las voces de
alarma por esta situación empiezan a escucharse de forma
creciente en los más altos niveles de los Gobiernos
europeos, encabezados por los líderes de los Ejecutivos,
alemán, francés, italiano y español;
así como por parte de otras instituciones
privadas.

Precisamente el 27/5/13, el Instituto Berggruen para la
Gobernanza Europea organizó unas jornadas en París
que, bajo el título Europa: las próximas etapas,
reunió a los líderes de los citados países
para buscar soluciones contra el paro juvenil.

En concreto, tratarán de concretar un plan,
denominado New Deal, recientemente diseñado por el eje
franco-alemán -al que se acaba de sumar España-
consistente en movilizar hasta 60.000 millones de euros en
créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para las
empresas que den empleo a los más jóvenes en toda
la Unión Europea.

A principios de año los fondos comunitarios para
combatir esta lacra lograron colarse, aunque fuera de forma
simbólica, en el presupuesto comunitario. En concreto, se
aprobó una partida bastante escueta de unos 6.000 millones
destinados a financiar la denominada Iniciativa de Empleo Juvenil
(2014-2020). En teoría, el mencionado plan de
créditos del BEI tendrá esta cantidad presupuestada
como garantía.

En cualquier caso, la propuesta estrella de esta
iniciativa, y a la que estará destinada toda la partida
del presupuesto comunitario, es el establecimiento de la
denominada garantía juvenil, que consiste en que un joven
menor de 25 años que termine sus estudios o se quede en
paro deberá recibir en los cuatro meses siguientes o una
oferta de empleo, de formación, aprendizaje o
prácticas.

Se trata de evitar la existencia y generación de
nuevos ni-ni, que es como se ha denominado coloquialmente en
España al colectivo de jóvenes que ni trabajan ni
estudian. De hecho, la garantía juvenil se justifica en
una evidencia que muestran los datos estadísticos en toda
Europa: a más formación, menos tasa de
paro.

Así, las tasas de desempleo de los jóvenes
que solo han cursado estudios primarios por lo general suelen
duplicar las de aquellos que tienen formación
universitaria en los principales países comunitarios (ver
gráfico).

Monografias.com

A la garantía juvenil podrán acogerse
todos aquellos Estados cuya tasa de paro juvenil supere el 25%.
Esto deja fuera, por ejemplo, a Alemania (7,6%), Holanda (10,5%),
Dinamarca (14,5%), Reino Unido (20%) o Bélgica
(22,4%).

Está previsto que los trabajos preparatorios para
la puesta en marcha de esta garantía juvenil se inicien en
octubre para que esté plenamente lista a partir del
próximo 1 de enero.

Tras las negociaciones llevadas a cabo por el Ejecutivo
Español en Bruselas, a España le
corresponderán cerca de 1.000 millones de estos fondos
para luchar contra el desempleo juvenil. Esto supondrá un
tercio de la financiación de la Estrategia de
Emprendimiento y Empleo Juvenil, recientemente aprobada por el
Ministerio de Empleo. Además, el Fondo Social Europeo
destinará otros 900 millones a la financiación de
esta iniciativa.

Si bien, a pesar de que la ley española que
regula esta estrategia asegura en su exposición de motivos
que las cien medidas incluidas en ella están destinadas a
cumplir la garantía juvenil, esta no se ha articulado
legalmente de forma completa.

Junto a esta Estrategia, el Gobierno español
sigue a la búsqueda de fórmulas y alianzas para
combatir esta problemática. Para ello, la pasada semana la
ministra de Empleo, Fátima Báñez,
firmó un acuerdo con su homóloga alemana para que
Alemania dé empleo a unos 5.000 jóvenes
españoles al año mediante la formación
dual.

El espejo del modelo de formación dual en
Alemania

Alemania tiene una tasa de paro juvenil que despierta
envidia entre sus vecinos de la UE: un 7,6% del total de la
población activa de esa edad, cuando ese porcentaje llega
al 26,5% en Francia, al 38,4% en Italia o al 55,9% en
España.

Esas diferencias se deben al éxito obtenido por
las autoridades germanas con el programa de formación
profesional dual. Este permite compatibilizar formación
práctica y teórica. Los contenidos teóricos
se imparten durante dos días, mientras que los
prácticos se reparten en tres. La capacitación
completa dura entre dos y tres años y medio. El sistema
está financiado por las empresas, que pagan una
remuneración a los aprendices, y el Estado, que cubre las
escuelas profesionales.

Italia baraja que los mayores cedan horas de trabajo a
los jóvenes

El Ejecutivo presidido por Enrico Letta también
está trabajando en medidas alternativas que frenen la
sangría de destrucción de empleo entre los ocupados
más jóvenes.

Y una de las ideas que más cuerpo está
adquiriendo es la posibilidad de reducir las horas de trabajo a
los empleados mayores para que los más jóvenes
ocupen esas horas como una forma de reducir el desempleo juvenil.
Buena prueba de ello es la reunión que mantuvo
recientemente el ministro de Trabajo, Enrico Giovannini, con
sindicatos y patronal para discutir la idea de los denominados
"contratos de traspaso generacional". Además, se
contemplan otras medidas para la reducción del desempleo,
como los contratos temporales más flexibles para la
entrada y salida del trabajador.

España no generalizará el contrato de
emprendedores

Una de las medidas estrellas de la nueva reforma
laboral, aprobada en febrero de 2012, era el contrato de
emprendedores, que establecía un período de prueba
de un año tras el cual el trabajador podía ser
despedido sin indemnización. Con esa modalidad se buscaba
eliminar las reticencias de los empresarios a contratar a
jóvenes. Transcurrido un año, los resultados
muestran que se han creado 102.000 puestos de trabajo y que el
65% de los contratos firmados en marzo de 2012 seguían
vivos en abril de 2013. Pese a esa cifra, fuentes cercanas al
Ejecutivo descartaron ayer generalizar esta modalidad de
contratación, a la que hasta ahora solo se pueden adherir
empresas de menos de 50 trabajadores.

La opinión de dos "grandes bonetes" del Berggruen
Institute (aunque no siento respeto intelectual por ambos
personajes, dejo su artículo como referencia; ustedes
juzgarán)

– Democracia, nuevo empleo y crecimiento (El País
24/5/13) Lectura recomendada

La lección que extraemos de Alemania es que las
reformas estructurales solo pueden dar fruto si hay crecimiento.
Berlín debe dar la oportunidad a sus socios de hacer
compatibles esas dos políticas

(Por Gerhard Schröder / Jacques Delors)

Las turbulencias económicas de los últimos
años han servido para que Europa haya dado nuevos pasos
hacia una mayor integración, empezando por las medidas de
estabilización financiera y por un proyecto de
unión bancaria que aún está en proceso de
construcción. A estas alturas, todo el mundo es consciente
ya de que tener una zona monetaria única sin una
política fiscal común es una invitación al
tipo de crisis que hemos experimentado.

Sin embargo, Europa ha llegado a este punto a
regañadientes y sujeta a grandes tensiones, a base de una
serie de acuerdos entre jefes de Gobierno que, en opinión
de muchos, están permitiendo que los Estados más
grandes y poderosos impongan sus políticas de manera
antidemocrática a los demás. En varios
países, sobre todo Italia, Grecia y España, en los
que los costes sociales del ajuste han sido especialmente
elevados, está produciéndose una reacción
cada vez más extendida contra la propia idea de
Europa.

Es más, de un tiempo a esta parte, podemos
observar el preocupante ascenso de partidos y movimientos que
parecen pensar que la reafirmación nacionalista les
librará de los imperativos comunes que implica el gobierno
de Europa o que creen que el proteccionismo les permitirá
eludir la obligación de buscar una forma de solucionar la
falta de competitividad europea.

Lo que resulta ya innegable es que los
ciudadanos europeos no van a seguir dispuestos a avanzar por la
vía de las reformas y la integración si no se les
da voz y voto a la hora de determinar el rumbo, y mientras no
exista un programa de empleo común y de emergencia que
demuestre que Europa sirve para algo.

Los intentos de reformas que hemos visto hasta ahora en
Europa nos permiten extraer varias lecciones.

Primera lección: entre el momento
en el que hay que tomar las decisiones difíciles y el
momento en el que las reformas entran en vigor y se plasman los
resultados transcurre cierto tiempo. En algunos casos -como en
Alemania-, ese intervalo puede ser de hasta cinco años. Y
eso constituye un problema para los políticos cuando en
ese periodo se celebran elecciones, como acabamos de ver en
Italia.

Segunda: las reformas estructurales solo
pueden dar fruto si se realizan conjuntamente con medidas de
crecimiento. En términos generales, el debate actual es
una repetición del que ya mantuvimos en 2003 y 2004 a
propósito del Pacto Europeo de Estabilidad y
Crecimiento.

La intención de Alemania y Francia al reformar
entonces el pacto no era rebajar criterios. Lo que nos
preocupaba, por el contrario, era fortalecer la faceta del
crecimiento, porque Alemania, en aquella época, no
podía mantener una capacidad de ahorro de miles de
millones de euros y al mismo tiempo poner en práctica
políticas reformistas.

Hoy, Alemania debe dar esa misma oportunidad a sus
socios europeos. Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y
España han hecho progresos en la reestructuración
de sus sectores financieros. Y Chipre tendrá que seguir la
misma dirección.

Asimismo, la situación política y
económica de los países en dificultades nos ha
enseñado que el ahorro, por sí solo, no basta para
superar la crisis. Todo lo contrario: existe el riesgo de que las
economías nacionales se vean estranguladas casi por
completo por la política estricta de austeridad. Se ha
demostrado que, al mismo tiempo que llevan a cabo reformas
estructurales, estos países también necesitan
ayuda.

Es obligatorio que exista siempre una correlación
entre la voluntad de emprender reformas estructurales y la
voluntad de ser solidarios. No se trata de una disyuntiva entre
"crecimiento o austeridad". Estamos convencidos de que las dos
políticas se pueden combinar de manera inteligente; es
más, deben combinarse. Necesitamos disciplina
presupuestaria, necesitamos reformas estructurales, pero el
programa de austeridad debe ir acompañado de factores de
crecimiento.

En este contexto, un aspecto fundamental es la lucha
contra el paro juvenil en Europa. No podemos resignarnos a contar
con una "generación perdida" cada vez más amplia en
todo el continente porque, en numerosos países, más
de la mitad de los jóvenes no tienen trabajo. Los
líderes europeos que van a asistir a la reunión
abierta del Berggruen Institute en París el 28 de mayo
abordarán esta cuestión y presentarán su
propuesta de un "nuevo pacto por Europa".

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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