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Didáctica de la expresión corporal



  1. Abstract
  2. Desarrollo
  3. Bibliografía

-Vivencia y formación-

Joaquín Benito Vallejo y Mercedes Ridocci
Fernández

(alfa institut – movimiento
expresión…)

Madrid 2001

www.movimientoyexpresion.org 

Abstract

Para el aprendizaje y la enseñanza de la
Expresión Corporal es imprescindible una
práctica vivencial. Que alumno (y profesor) vivencie
y experimente amplia y profundamente todos los aspectos del
movimiento, desarrolle sus recursos corporales, se impregne de
las sensaciones, capte las emociones, los sentimientos del
propio cuerpo. No puede ser un aprendizaje mental ni tampoco
mecanicista. Por otra parte tampoco se puede obligar -al alumno-,
a desbloquearse y desinhibirse, sino que esto se irá
dando de modo natural en el proceso del
aprendizaje corporal.

Palabras clave.

Expresión Corporal, vivencia corporal,
experimentación, comunicación, creatividad,
emoción, desbloqueo, desinhibición.

Desarrollo

En la expresión corporal (EC), la base del
aprendizaje por parte del alumno, así como de
la enseñanza correspondiente por parte del profesor,
reside en la vivencia personal. El alumno aprenderá
EC mediante su vivencia corporal profunda. El maestro, por
su parte, solo puede enseñar EC, -favoreciendo
y facilitando la vivencia corporal del alumno-,
alimentándose en su propia vivencia previa,
debidamente desarrollada amplia y profundamente en su etapa
de formación, que por otra parte debe ser permanente,
revisada y contrastada con la
teoría

Nadie puede enseñar nada, mientras no lo haya
experimentado él previamente. La EC más que
ninguna otra disciplina debe fundamentarse en una
formación práctica -teórica también-,
donde la parte práctica no solo ha de ser la
más amplia, sino que debe ser absolutamente
vivencial, nunca basada en una rutina mecanicista
e insensible. 

En una interligazón permanente entre
teoría y práctica vivencial
se construirá el método de enseñanza de
la EC, así como los medios y los procesos que deben
seguirse para que cada alumno pueda ser ayudado a vivenciar
e integrar las experiencias y los conocimientos. La
práctica vivencial del profesor, no solo le provee de los
recursos pedagógicos necesarios para poder ayudar al
alumno a vivir su propia experiencia, sino que le mantiene
alerta respecto a las posibles dificultades que pueda
encontrar cada uno, ya que él tuvo lo oportunidad de
haberlo vivido previamente, aunque, desde luego, las
vivencias de profesor  y alumno sean siempre
distintas. 

La EC es una materia rica y compleja en la que se ven
implicadas todas las áreas de la personalidad humana,
por ello, es necesario que sea vivenciada para poder
desarrollarse. Pero esa vivencia puede conllevar en algunos
casos unas ciertas dificultades, derivadas y aumentadas por
nuestra cultura y educación que, tiende a dividir al
ser humano en múltiples parcelas rompiendo su unidad
entre la mente, el cuerpo y la comunicación, primando
el aprendizaje memorístico mental ajeno a la
experiencia corporal. 

El profesor ha de haber vivido la experiencia corporal
con todas sus dificultades, gran parte debidas a los
bloqueos aparecidos en el proceso de desarrollo personal, pero
también con las innumerables satisfacciones que va a
encontrar al ir desarrollando la expresividad.

Con la vivencia, la actitud como profesor cambia
frente al alumno, se produce una comprensión de su
sentir, una empatía, goza de una mayor disponibilidad y
entendimiento, puede ayudar al alumno más
fácilmente a encontrar el camino para superar sus
dificultades y a desarrollar su propia expresividad. En caso
contrario, el profesor ni comprenderá la
situación del alumno, ni le podrá ayudar. Si
algo define y caracteriza a la EC es un proceso de
descubrimiento, un proceso de comunicación y un
proceso de liberación creativo desde y por el
movimiento, desde y por el propio cuerpo.

  Un proceso es un camino por recorrer, una
aventura, -igual que la vida-, donde quizá lo menos
importante sea la meta a la que vamos a llegar, sino
los acontecimientos que van a suceder en él. No es
una carrera, en la que sudando, sin mirar a uno y otro lado,
sólo pensamos en llegar al final. Por el contrario,
es un paseo en el que vamos a contemplar el paisaje, vamos
a aprender a mirar y sentir aspectos diferentes: la
diferente vegetación; las rocas de variadas formas;
los animales que lo pueblan; la
permanente transformación con que flotan las nubes;
los colores del terreno y  de los árboles; los
olores y los sonidos de la naturaleza; incluso, podemos,
-debemos-, salirnos del camino trazado e introducirnos por
las veredas adyacentes curioseando, llegando a la espesura
del bosque, metiéndonos en los riachuelos o torrentes. Si
sólo pensamos en la meta -los objetivos– nos perdemos
el disfrute del camino y los ricos aprendizajes que en
él van acontecer. 

La EC es un camino con muchos vericuetos. Es un proceso
de aprendizaje y de madurez integral, que contiene dentro de
sí otros muchos procesos que atañen a la
esfera física, a la afectiva-emocional, a la cognitiva,
a la comunicacional, a la creativa, a la artística,
etc.

  En estos procesos múltiples imbricados
unos con otros, la vivencia es la herramienta fundamental
para transitar por ellos. En esa aventura de descubrimiento
de nuestro cuerpo, de investigación y
exploración de sus posibilidades y recursos para moverse y
relacionarse casi infinitos, nos vamos a encontrar con
fuertes emociones, unas que nos aprisionan, otras que nos
liberan, unas que nos producen temores, la
mayoría, alegrías y satisfacciones.

¿Cómo podríamos explicar lo que
significa la palabra vivencia? 

Después de tantos años vivenciando la EC,
a la hora de definirla resulta difícil. Quizá
porque la vivencia trascienda la comprensión racional. Es
experiencia, es sensación, es emoción, es
sentimiento, significa comprender interna y profundamente
desde el propio cuerpo. 

Es una experiencia que afecta a la piel, a las
vísceras, al tono muscular, que conecta con el
pensamiento, que nos evoca recuerdos, que nos libera, que
nos expande la conciencia

En principio, la vivencia comienza por la capacidad de
sentir, degustar, saborear poco a poco, captar las
diferentes sensaciones del movimiento. Cuando no se tiene
esa capacidad, o más bien se ha perdido o se
tiene adormecida, entonces lo primordial es despertarla, y
se despierta mediante el propio acto de
sentir. 

El movimiento es una inagotable fuente de sensaciones
diversas, pero es un manantial desconocido para la
mayoría de las personas porque no se lo han
enseñado a sentir y disfrutar, o más bien al
contrario, porque se le han ido taponando a través de
la educación, sus naturales dotes sensoriales
y creativas.

Porque el movimiento ha sido educado, -domesticado-
utilizado sólo como un medio físico, como una
herramienta, que sirve para otros fines, fundamentalmente
para trabajar. De esta forma, sus sensaciones y
su conocimiento, quedan restringidas a la escasa y pobre
utilización del movimiento mecánico y
rutinario.

Sin embargo, desde el principio de la vida, el
niño se mueve únicamente por placer. La
motivación para moverse radica en que,
genéticamente el movimiento es placentero. Es
así, dado que el movimiento es la
manifestación más primordial de la vida, a
través del cual se aprende a ser uno mismo,
nos relacionamos con los demás, entendemos y
recreamos el mundo. El movimiento  cumple a la vez, una
amplia gama de funciones diversas: biológicas,
psíquicas, sociales, relacionales, etc. Si
genéticamente no fuera placentero todas sus funciones
vitales no podrían desarrollarse. 

Preguntémonos ahora ¿Qué sistema
educativo estamos desarrollando para que en la pubertad el
niño haya perdido ya el deseo placentero de moverse;
la investigación a través del juego haya
desaparecido; no sepa disfrutar del movimiento, le
dé, incluso, miedo? 

Hemos cumplido el más alto objetivo oculto de la
educación. Le hemos castrado. Hemos reducido todas
sus posibilidades a una: convertirle en
una máquina. 

La gran tarea de la EC y el primer objetivo: luchar por
despertar la sensibilidad cercenada; luchar  por volver
a encontrar el placer  del movimiento. Esta es una
tarea lenta, con altibajos, con regresiones,
con adquisiciones y pérdidas, con fallos y aciertos,
pero progresiva. Debe ser una tarea, motivada, pautada,
terapéutica -porque sirve para resolver los
bloqueos e inhibiciones-, didáctica, educativa,
creadora. Una tarea en la que se posibilita descubrir todos
los sabores y todas las sensaciones, todos los
recursos corporales del movimiento para la creatividad, la
comunicación y el aprendizaje. 

Ha de ser una tarea encauzada, motivada, impulsada,
porque un cuerpo bloqueado no puede hacerlo solo ni puede
moverse con espontaneidad ni con libertad. Para ello
hay que ofrecer pautas y vías que cada uno debe explorar
y desarrollar. 

¡Ojo!, tampoco puede ser impuesta, y mucho menos,
de un modo "terrorista emocional", -como lo llama una
compañera-, con la pretensión de acabar con
todas los impedimentos por la fuerza,  obligando a
liberarse mediante propuestas de cierta violencia emocional,
con las que el único que parece liberarse es el
profesor, ahuyentando de esa forma sus propios fantasmas,
utilizando para ello a los demás. 

Luego se dice que los alumnos se sienten
ridículos, ¡cómo no se van a sentir! No
se puede obligar a nadie a mostrar ante sí  y ante
los demás su propia impotencia. No se puede obligar a
alguien que tiene miedo al agua a lanzarse a un pantano, con
la pretensión de superar el miedo. Es posible que lo
supere…, si sobrevive. 

  Los sentimientos de hacer el ridículo
surgen de la propia inhibición del alumno, de su
carencia de recursos y por lo tanto de seguridad, pero
también se manifiesta a causa de las propuestas
inadecuadas del profesor que deben ir dirigidas a favorecer
la adquisición de recursos corporales, expresivos,
comunicativos y creativos, lo cual como venimos exponiendo es
un proceso continuo.

Las propuestas inadecuadas van por el siguiente camino:
no desarrollan ningún proceso. A menudo, para
solucionar la inhibición y otras trabas,
así como para alcanzar los supuestos objetivos de la
EC, se plantea todo un recetario de juegos dirigidos a: -por
ejemplo, juegos de desinhibición-, que sin ninguna
vivencia y sin ningún proceso, conducen únicamente
a hacer más manifiesta y violenta la
inhibición y el sentimiento de ridículo. Pero
eso no es todo, esos o parecidos juegos son propuestos a
los maestros en su etapa de formación, por sus
respectivos profesores. ¡Unos profesores jugando a ser
niños! ¡Unos juegos que hasta a un niño le
parecen infantiloides! 

Las realidades de cada persona o de cada grupo, son
distintas según cultura, educación,
capacidades, edad, etc.,  por tanto no existen
recetas válidas para todos. El planteamiento
vivencial que se le hace al adulto debe ser distinto que el
que se le hace al niño, aunque partan de las mismas
bases. 

Posteriormente, en base a la propia vivencia, y a su
estudio, el profesor irá encontrando las propuestas
adecuadas con las que los alumnos puedan desarrollar su
aprendizaje e imaginación. El desbloqueo corporal
-emocional - mental se resuelve dentro del propio proceso
pedagógico de la EC, si el profesor ha adquirido los
medios para ello mediante su formación teórica
y vivencial, si ha adquirido él mismo, previamente,
recursos de movimiento, de comunicación y de
expresión.

La vivencia del movimiento en EC, no se limita a captar
las sensaciones físicas del movimiento, sino a
descubrir que ellas están ligadas a emociones
y sentimientos. Las sensaciones se descubren a través
de los diversos modos de plantear las diferentes
posibilidades de hacer el movimiento. Respecto, por ejemplo,
a las posibilidades de desplazarse; en relación con
diferentes superficies; de extender, flexionar, girar; con
diferentes matices de tensión; en relación con
la gravedad; con diferentes tempos o impulsos; en
diferentes direcciones o planos; en diferentes espacios; con
diferentes objetos; con diversas partes del cuerpo; etc.,
etc., etc. 

La EC no es sólo un aprendizaje mental, sino,
fundamentalmente corporal. Todas las sensaciones
físicas contienen a la vez emociones, sentimientos e
imágenes. No contiene la misma emoción, ni
sentimiento, ni nos evoca la misma imagen o recuerdo,
realizar la flexión de un brazo, que extenderlo; ni
realizarlo con diferente grado de tensión; ni
 realizarlo sobre mi cuerpo, lejos, o en
relación con otro cuerpo; ni  realizarlo lento o
rápido… Para llegar a captar las dimensiones
profundas del movimiento es necesario degustarlo amplia y
profundamente, repitiéndolo sensiblemente, no de una
manera rutinaria y mecánica, sino introduciéndose
en él gradualmente mediante pequeñas
variaciones y matices distintos hasta despertar poco a poco
nuestra sensibilidad dormida y abotargada; hasta llegar a liberar
las emociones bloqueadas en nuestro cuerpo; hasta llegar a
"emborracharse", a empaparse de él, a impregnarse e
identificarse con las sensaciones permitiendo entonces que
salga la expresividad propia, escondida y enquistada entre
las tensiones musculares. Entonces es cuando comienza
a nacer la expresión y la comunicación. Hay
que poner toda la atención en sentirlo, de un modo lento,
gradual, repitiéndolo durante un cierto tiempo, con
pequeñas variaciones, hasta impregnarse en cierta
medida de ellas, dejar de ser muscular, epidérmico hasta
afectar a la personalidad de forma global.

Con la vivencia se llega a adquirir la capacidad
infantil natural de mimetizarse con el entorno,
de impregnarse de él, de identificarse con el, de
transformarse y es esta capacidad el preámbulo para
hacerse expresivo y comunicativo. 

La vivencia tampoco significa hacer un ejercicio o una
propuesta de movimiento, mecánicamente,
"racionalmente" bien hecho, sabiendo cómo transcurre
todo. No se trata de realizar a la perfección unos
parámetros espaciales, temporales y físicos.
No es algo rutinario ni repetitivo. No es algo meramente
físico ni meramente mental. La vivencia traspasa las
dimensiones físicas y llega a remover emociones y
sentimientos. Gradualmente también se va haciendo
racional y consciente, llegando a saber los elementos que
se están utilizando y de qué manera, de modo
que lleguen a crearse composiciones artísticas y
dramáticas.

La EC es un método vivencial profundo del ser. La
búsqueda del lenguaje corporal propio no es un
proceso lineal, cuantitativo. Se realizan diferentes
propuestas de investigación desde distintos puntos de
vista que van enriqueciendo la experiencia que nos acerca al
objetivo. El profesor tiene que estar en condiciones de
saber elegir la propuesta adecuada en cada momento y el
rumbo a tomar en el proceso global sin perder de vista sus
objetivos e incluso cambiando estos por otros si resulta
más fructífero el trabajo.

Bibliografía

Benito Vallejo, J. Cuerpo en armonía –leyes
naturales del movimiento- INDE Publicaciones. Barcelona
2001

Benito Vallejo, J. Cuerpo, mente, comunicación
-Bienestar integral en las personas mayores- AMARU
Ediciones. Salamanca 2005

Ridocci, M. Creatividad corporal -composiciones basadas
en la investigación en expresión corporal-.
Ñaque Ed. Ciudad Real 2005  

Ridocci, M. Expresión Corporal –Arte del
Movimiento-. Las bases prácticas del lenguaje expresivo.
Biblioteca Nueva. Madrid 2009

 

 

Autor:

Joaquin Benito Vallejo

 

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