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El libro de los salmos



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

  1. Reconocimientos,
    Bibliografía y Proemio
  2. Introducción
    a los salmos
  3. Las formas
    literarias
  4. Intuiciones
    espirituales
  5. Salmos
    escogidos

Reconocimientos,
Bibliografía y Proemio

Reconocimientos

Estos apuntes pretenden ayudar al alumno en el curso. No
están pensados para la publicación, sino que
más bien son una antología de textos sobre los
salmos tomada de distintos libros.

Las citas son tantas y tan numerosas que hemos seguido
el poco ortodoxo método de no reconocerlas cada vez. Los
libros que han sido más saqueados en estos apuntes son los
de C. Westermann, The Psalms, Structure, Content and
message
, Minneapolis 1980; C.S. Lewis, Reflections on
the Psalms
, London 1961; P. Beauchamp, Salmos día
y noche
, Cristiandad 1980;

Bibliografía:

H. Raguer, Para comprender los salmos, Estella
1996.

L.Alonso Schökel, Treinta salmos: Poesía
y oración
, Madrid 1981.

L.Alonso Schökel y C. Carniti, Salmos, 2
vols., Estella 1992.

J. Collantes, La oración de los Salmos,
Edapor 1987.

B. Martín Sánchez, Los Salmos
comentados con oraciones del Breviario
, Apostolado mariano,
1987.

J. López Martín, La oración de
las Horas
, Secretariado Trinitario 1994.

P. Grelot, El misterio de Cristo en los salmos,
Secretariado Trinitario 1998.

J. Trebolle, Libro de los salmos. Religión,
poder y saber
, Trotta 2001.

H. Bojorge, Los Salmos, Montevideo
1976.

A. Aparicio, Los salmos, oración de la
comunidad
, Publicaciones claretianas 1981.

J.A. Pagola, Salmos para rezar desde la vida,
PPC 1999.

Varios autores, "Orar con los salmos", Phase 9,
1989.

Varios autores, "Orar los salmos en cristiano",
Dossier del CPL 43, Barcelona 1990.

Proemio

Quizás el libro más inspirado de toda la
tradición espiritual cristiana es el comentario a los
salmos de San Agustín, Enarrationes in Psalmos.
Se deja ver cómo el santo sólo pudo escribir este
magnífico comentario a partir de su propia experiencia
personal de oración, que él mismo nos ha contado
testimonialmente en sus Confesiones.

"¡Qué de voces os di, Dios mío,
cuando todavía rudo en vuestro verdadero amor leía
los salmos de David, cánticos de fe, acentos de piedad,
que excluyen el espíritu de soberbia, juntándosenos
mi madre, mujer en el porte, varón en la fe, anciana en el
sosiego, madre en el amor, cristiana en la piedad!
¡Qué de voces os daba con aquellos salmos, y
cómo me inflamaba en ellos para con Vos y me
enardecía para recitarlos si pudiese en todo el orbe de la
tierra, contra la vana hinchazón del género
humano…" (Confesiones, libro IX, cap. 4, n.8).

"¡Cuánto lloré con vuestros himnos y
cánticos, fuertemente conmovido por las voces de vuestra
Iglesia, que suavemente cantaba! Entraban aquellas voces en mis
oídos y vuestra Verdad se derretía en mi
corazón, y con esto se inflamaba el afecto de piedad, y
corrían las lágrimas, y me iba bien con ellas"
(Confesiones, libro IX, cap. 6, n.15).

Otro santo de quien nos cuentan la devoción tan
grande que tenía al rezar los salmos es san Ignacio.
Lloraba intensamente durante la recitación de las Horas.
En cierta ocasión el médico le prohibió
llorar porque las lágrimas estaban dañando sus
ojos.

Las páginas de estos apuntes sobre los salmos
nunca podrán suplir esa devoción interior. Al que
no siente ganas de alabar a Dios, ningún texto de
oración por bello que sea podrá serle de ninguna
utilidad. Es solamente la persona que siente un impulso interior
grande de alabar a Dios porque se encuentra fascinado por su
belleza, el que encontrará en los salmos los textos que
ponen palabras precisas a esos deseos que pugnan por formularse
en palabras.

Y lo mismo podemos decir de la persona que se lamenta
por las desgracias que hay en el mundo, o de la persona que se
siente agobiada por preocupaciones o temores. Cuando se dirige a
Dios en la oración para desahogar sus sentimientos ante el
Señor, se emocionará profundamente al descubrir
cómo el Salterio los expresa tan adecuadamente. En cambio
el que no está habitado por estos sentimientos
encontrará los Salmos aburridos e irrelevantes.

La comunidad de los primeros cristianos sabía
cantar con ganas. Pablo incluye los cantos inspirados y los
salmos dentro de los componentes de una vida en el
Espíritu, y considera que son una expresión de
alegría semejante a la alegría que produce el vino
y que incita a la gente a cantar después de beber unas
copas. "No os embriaguéis con vino que es causa de
libertinaje, sino llenaos más bien del Espíritu y
cantad entre vosotros salmos, himnos y cánticos
inspirados. Cantad y salmodiad a Dios en vuestro corazón"
(Ef 5,18-19). Lo mismo repite en la carta a los Colosenses:
"Cantad agradecidos a Dios en vuestros corazones con salmos,
himnos y cánticos inspirados" (Col 3.16).

Un ejemplo de este canto inspirado es el de Pablo y
Silas en la cárcel de Filipos. Después de haber
sido azotados con varas, con sus espaldas desgarradas y sus pies
en el cepo, uno pensaría que pasarían la noche
lamentándose. Pero no fue así. "Hacia la medianoche
Pablo y Silas estaban en oración cantando himnos a Dios y
los presos les escuchaban" (Hch 16,25). En aquel momento se
produjo un terremoto tan fuerte que se conmovieron hasta los
cimientos de la cárcel y las cadenas saltaron rotas. Esta
conmoción expresa metafóricamente la profunda
sacudida que experimenta la persona que canta los salmos y
experimenta una liberación interior tan fuerte, que sus
cadenas caen rotas en ese momento.

Introducción a
los salmos

A.LOS SALMOS EN SU CONTEXTO LITÚRGICO: H.
GUNKEL

1. Acento diverso: de la experiencia histórica
a la colectiva

¿Quién es el autor de los salmos? 73
están atribuidos a David, 11 a los hijos de Coré
(42-49; 84-85; 87-88; cf. 1 Cr 9,19), 12 a Asaf (50; 73-83; cf. 1
Cr 6,24), a Salomón, Moisés, Etán,
Yedutún… Atribuciones genéricas de la ley a
Moisés, las oraciones a David, la sabiduría a
Salomón… "Dedicado a David" o "atribuido a David".
Losa salmos em realidad fueron escritos por la comunidad
orante.

Uno de los libros más importantes que se han
publicado sobre los Salmos es el de H. Gunkel,
"Introducción a los Salmos", editado después de su
muerte por uno de sus discípulos. Podemos decir que el
estudio histórico crítico de los salmos se puede
dividir en dos períodos: antes de Gunkel y después
de Gunkel.

Antes de Gunkel se había transferido a los salmos
y a la Biblia en general nuestras nociones modernas de autor y de
origen de un poema. Los salmos serían el trabajo de
autores individuales, y la tarea del investigador sería
identificar al autor, la fecha de composición y la
situación histórica a la que el autor se
refería.

Las inscripciones o cabeceras que hay al principio de
algunos salmos han desorientado a los comentadores en su trabajo
por localizar los orígenes de un poema, buscar el nombre
del autor, la fecha, la anécdota particular en su
vida.

Pongamos un ejemplo: La cabecera del salmo 57 (siempre
daremos la numeración de la Biblia hebrea) indica: "De
David, cuando huyó de Saúl en la caverna". El
enfoque histórico anterior a Gunkel intenta encontrar el
Sitz im Geschichte, el contexto histórico de este poema,
las circunstancias de su composición para entender su
significado. Estudia el pasaje de 1 Sm 24 donde se nos relata
esta historia de Saúl y David. Puede darse que otros no
estén de acuerdo y prefieran buscar otro emplazamiento
histórico en la vida de los profetas que se ocultaron en
las cavernas durante la persecución de Ajab (1 Re 14,18).
Los que fechan ese salmo en la época macabea
intentarán encontrar en este período un inocente
perseguido que se haya refugiado en una caverna…

En cualquier caso, lo típico de este enfoque es
el intento de atribuir el salmo a una circunstancia
histórica puntual. Más tarde se intentará
adaptar el salmo a otras circunstancias semejantes o transferirlo
a otras personas que oran en circunstancias semejantes a aquellas
en las que el salmo fue compuesto en un principio.

Pero una nueva comprensión de la vida y de las
instituciones del Antiguo Testamento ha revolucionado esta
perspectiva. Gunkel cambió el enfoque. Notó como en
el interior de los salmos no hay apenas ninguna alusión a
la situación personal del poeta. Raramente hay algo
concreto. El salmo expresa sentimientos y experiencias que son
moneda corriente en el interior de la comunidad
cúltica.

Volviendo al ejemplo del salmo 57, no se trata de David
perseguido por Saúl, ni de los profetas perseguidos por
Ajab. Es la voz de todo inocente perseguido. Por eso nos es hoy
tan fácil adaptar los salmos a nuevas circunstancias
históricas. Fueron escritos para ser utilizados en
múltiples situaciones semejantes.

2. Sitz im Leben: Medio de vida

El lugar existencial de los salmos hay que encontrarlo
en la vida de la gente, en sus instituciones, en la comunidad
más bien que en el individuo. Hace falta comprender
cuál era su destino para comprender su origen.
¿Cuál era la finalidad de este salmo concreto?
¿En qué circunstancias se utilizaba en el templo?
El medio de vida de los salmos era el culto. Cuando el pueblo
obtenía una resonante victoria, iban al templo para
celebrar una liturgia de acción de gracias y necesitaban
"formularios". Me acuerdo del tiempo en que había libros
que contenían formularios de cartas de amor, de cartas de
pésame… Estos formularios dejaban espacios en blanco que
cada uno debería llenar con sus datos
específicos.

Un suceso particular se expresaba en el marco de un
formulario más bien estereotipado. Los salmos no eran
escritos primero por un poeta particular y después
empleados en el culto del templo, sino al revés. La mayor
parte de los salmos fueron cantados y orados mucho tiempo antes
de que fueran redactados. Los que los escribieron más
tarde no fueron las mismas personas que los compusieron, sino que
los escritores se limitaron a recopilar la tradición
oral.

El procedimiento de recopilar redactar los salmos fue en
sí mismo una etapa importante y significativa, pero tuvo
lugar en una fase más bien tardía del proceso.
Antes hubo una vida rica y variada de los salmos en la
tradición oral.

En los salmos Gunkel aisló las formas diferentes
que se utilizaban en el templo para las necesidades religiosas
del culto. En cada una de estas formas hay que considerar el
contenido, la forma literaria y el contexto existencial en el
cual esa forma creció y se desarrolló. Hay modelos
literarios fijos y definidos que se utilizan siempre para
expresar una determinada experiencia en un determinado medio.
Fueron compuestos para servir a hombres de generaciones
diversas.

3. Historia de las formas

Pero Gunkel no tuvo sólo la intención de
aislar, describir y catalogar estas formas literarias, sino de
rastrear el desarrollo de estas formas a lo largo de la historia
bíblica. Establece las líneas de evolución
de la siguiente manera:

-de lo corto a lo largo. Al comienzo la forma
literaria tenía sólo algunas palabras:
???????????????????????????????? Hodu Adonai ki tov, ki le'olam
jasdo. "Dad gracias al Señor porque es bueno, porque su
amor no tiene fin".

-de lo simple a lo complejo. Conforme avanza la
historia de la forma literaria hay nuevos adornos y
embellecimientos. El estilo se va recargando.

de lo puro a lo contaminado. Al principio
sólo se dan formas puras. Después varias formas se
mezclarán en el mismo salmo.

de lo comunitario a lo personal. Al principio
abundan las experiencias colectivas, y al final se refuerza la
vivencia individual.

B. TIPOS Y GÉNEROS DE
SALMOS

1. Cómo clasificar las diversas formas
literarias

La súplica y la alabanza son las dos tonalidades
diferentes que caracterizan a los salmos de Israel. Así en
ellos se refleja la vida del individuo y de la comunidad en toda
su diversidad. Reflejan la vida con sus altos y sus bajos, en
todos los ambientes, en el mar y en la montaña; la vida
vivida en compañía con los animales y las plantas,
en los vastos contextos de la historia que se extiende desde la
creación hasta la venida de Dios a juzgar el
mundo.

En esta gran perspectiva, la vida del individuo tiene un
lugar muy importante. Los salmos reflejan las alegrías y
dolores del individuo, el nacimiento y la muerte, la fiesta y el
trabajo, el sueño y el camino, la enfermedad y la
curación, el éxito y el fracaso, la angustia y la
confianza, la debilidad y la fuerza. Los salmos se hacen eco del
doloroso problema que supone para el justo tener que vivir en
medio de los malvados en cuyas manos ha sido
entregado.

En los salmos podemos reconocer formas literarias
agrupadas en una serie de categorías. Lo mismo que se
puede distinguir distintas especies en los seres vivos (especies
que no hay por qué reducir a clasificaciones abstractas),
de la misma manera los salmos pertenecen a formas o
géneros literarios que permiten, cada uno, un
número ilimitado de expresiones únicas y
singulares..

El ritmo fundamental que determina la existencia humana,
el ritmo de la alegría y el sufrimiento, caracteriza a las
dos categorías de salmos más fácilmente
discernibles: los salmos de lamento (L) y los salmos de alabanza
(A). Pero hay que añadir que en el mundo de los salmos la
alegría y el dolor no son situaciones meramente humanas
que más tarde se relacionan con Dios, sino que esa
vivencias existen como tales en relación a Dios,
procedentes de Dios, en presencia de Dios y en ruta hacia Dios.
La alabanza es la alegría vivida en Dios. El lamento es la
súplica derramada ante Dios.

Los salmos de alabanza o de súplica pueden a su
vez ser clasificados en salmos del individuo (I) y salmos de la
comunidad (C). He aquí la lista principal de los
géneros sálmicos, cada uno con un
ejemplo.

LC Lamento comunitario salmo 80

LI lamento individual salmo 13

AC Alabanza comunitaria narrativa salmo 124

H Alabanza comunitaria descriptiva: Himno salmo
113

AI Alabanza del individuo salmo 30

El salmo de alabanza narrativa se llama habitualmente
salmo de Acción de gracias. Es el eco de una acción
concreta de Dios que acaba de suceder. Es el suspiro de alivio
alegre y libre, de una persona que ha sido salvada y dice:
"Gracias, Señor por tu salvación". Un ejemplo de
alabanza narrativa individual es la colección de cuatro
salmos de alabanza reunidos en el salmo 107, 4-32. En él
hablan uno tras otro individuos que han sido salvados de un viaje
peligroso, de la cárcel, de la enfermedad y de los
peligros del mar.

Como alabanza narrativa comunitaria citaremos el
brevísimo canto de Myriam en Ex 15,21, probablemente el
más antiguo salmo de Israel, o el salmo 24.

Los salmos de alabanza descriptiva o himnos no son el
resultado de una acción concreta puntual de Dios. En ellos
se alaba a Dios por la plenitud de su existencia y de su
actividad. Su estructura básica es: "Dios es…; Dios
hace…" En tanto que género este salmo es siempre
comunitario.

Cada forma puede subdividirse. La alabanza de la
majestad de Dios puede aplicarse a Dios en cuanto Creador (Sal 8)
o en cuanto Señor de la historia (Sal 105). La alabanza
narrativa puede tomar la forma de un canto de victoria como en Jc
5..

Más tarde los límites entre los
géneros se hicieron más elásticos. La forma
fue perdiendo importancia y se retiró a un segundo plano a
medida que el culto en el templo se convirtió en un mundo
autónomo.

Nos queda aún por mencionar otros dos tipos
importantes: las liturgias y los salmos sapienciales. Designamos
con el nombre de "liturgia" aquellos salmos en los que las
palabras se combinan con una acción, una
procesión… Así sucede por ejemplo en los salmos
24 o 118. Los salmos sapienciales representan un género
único, una transición entre el salmo y la
enseñanza sapiencial. Típico de este género
es el salmo 73 sobre el contraste entre justos y malvados.
Allí podemos observar la transición entre la
plegaria y la meditación piadosa.

Otro tipo de salmos que podrían agruparse
según el tema serían los salmos reales, pero en
realidad no representan un género
independiente.

2. Salmos y Culto

Los salmos nacen de la experiencia del culto en Israel,
pero ¿cómo debemos entender este culto? Se trataba
de algo radicalmente diverso del culto que conocemos hoy en
nuestro mundo. Porque entonces el culto era el centro
indiscutible de toda vida social, de toda la vida comunitaria. El
culto no era el lugar donde se reunían las personas
interesadas por la religión, sino el corazón a
través del cual vibraba la vida de todos. Todo lo que
sucedía en la vida de la gente en su conjunto, o de los
individuos en particular, entraba en contacto obligatoriamente
con el culto y desembocaba en la oración.

Había que llevar a la presencia de Dios mediante
la súplica todas las grandes crisis nacionales, la
sequía, la amenaza de una invasión, la derrota,
cualquier desastre… A partir de estas situaciones se
desarrolló el salmo de lamento comunitario LC. Pero si por
el contrario el pueblo lograba la victoria, o alejaba el peligro,
o lograba una buena cosecha, también había que ir
al templo, esta vez para alabar a Dios. De esta situación
nació el canto de acción de gracias que hemos
llamado salmo de alabanza narrativa AC

Lo mismo ocurre en la vida del individuo. Todos los
altos y bajos, la angustia y la salvación se
experimentaban en su relación con Dios y desembocaban en
un lamento o en una alabanza: LI o AI.

Los acontecimientos de los que nos hablan los salmos no
tuvieron lugar en el culto, sino más bien en los trigales,
en los campos de batalla, a la cabecera de los enfermos. Pero fue
en el culto donde los salmos nacieron. Lo que se vivía
fuera del templo era llevado posteriormente al culto por personas
que querían expresar delante de Dios (1 Sm 1)

En la escena conmovedora de Isaías 37,14-15, el
rey Ezequías recibe un anuncio amenazante y va a orar
delante de Dios. La oración comienza ya en la vida
cotidiana, pero hay que ir al templo a llevar ante Dios esta
amenaza. Los enfermos oran en sus lechos y los enfermos en el
calabozo. Los cantos de victoria brotan espontáneamente en
el campo de batalla (Sal 118). Pero ya entonces el templo se hace
presente de una forma imaginativa. Incluso en el fondo del mar,
en el vientre de la ballena Jonás levanta sus ojos hacia
el Templo. ¿Cómo volveré a encontrar tu
santo templo?" (Jon 2,5). "Mi oración se elevó
hacia ti en tu templo". El poder y el significado del culto
radican en su capacidad para irradiar hasta cualquier
rincón del país.

Igualmente no podemos comprender el tiempo de la
oración según nuestras concepciones modernas. Los
grandes festivales, las fechas cumbres del año, no eran
los únicos tiempos reservados a la oración. Eran el
signo de que el tiempo en su totalidad venía de Dios e iba
a Dios, y no hay días en el año que no sean
significativos para la oración. Toda la vida estaba
impregnada de oración.

Podemos comprender la plegaria de Israel si la vemos
como el centro en el tiempo y el espacio de toda una variada
actividad cúltica, multiforme y sin restricciones. En esa
sociedad han nacido los salmos. En ellos el abanico de
múltiples voces se convierte en una melodía al
unísono que acoge las profundas corrientes de varias
generaciones. Lo salmos han sido por tanto sensibles a la
evolución de las formas de pensar, de las formas sociales,
del lenguaje… Esta versatilidad es la que hace posible que los
salmos puedan seguir siendo utilizados hoy en un mundo
radicalmente cambiado.

C. COLECCIONES DE SALMOS

1. Los cinco libros del Salterio

En su presente edición el Salterio está
dividido en cinco libros

Libro 1 1 – 41

Libro 2 42 – 72

Libro 3 73 – 89

Libro 4 90 – 106

Libro 5 107 – 150

Cada uno de los cinco libros acaba con una
doxología final. Ésta pudo haber sido
añadida por el recopilador, que es quien dio a los salmos
su forma final. O quizás también cabe pensar que
estas doxologías estaban ya presentes en las diferentes
colecciones que fueron incorporadas por el último
redactor.

Pueden verse las doxologías al final de los
salmos 41,14; 72,18-20; 89,53; 106,48; 150. El salmo 150 es todo
él una doxología, el acorde final del Salterio.
Algunas de esas doxologías han sido ciertamente
añadidas más tarde y no parecen encajar en la
naturaleza del salmo en cuestión. Por ejemplo la
doxología al final del salmo 41 no entona con la
oración de un hombre enfermo y solitario. En cambio la
cuarta doxología sí encaja perfectamente en el
salmo 106, y no podemos simplemente considerarla una
adición tardía para marcar el final del cuarto
libro.

Según Briggs las doxologías aparecen ahora
sólo al final de cada libro, pero se repetían
después de cada salmo, de la misma manera que hacemos
ahora con el Gloria al Padre al final del Oficio
Romano.

La división en cinco libros es anterior a la
Septuaginta, que contiene ya las doxologías. Con toda
seguridad hubo también colecciones de salmos anteriores a
nuestras cinco antologías de la edición
canónica. El hecho de que haya un salmo repetido en el
Salterio (14 y 53) sugiere que este salmo estaba presente en dos
antologías anteriores y que no se recopilaron salmos
sueltos, sino colecciones diversas en las que podría
aparecer dos veces un mismo texto. El salmo 40,14-18 se repite en
el salmo 70. El salmo 108 es una fusión de 57,8-12 y
60,7-14).

Es difícil encontrar una secuencia lógica
en el orden actual de los salmos. Parecen estar ordenados
puramente al azar, sin ningún principio lógico. La
falta de orden interior y de estructura revela el desarrollo que
ha tenido el Salterio a lo largo de los siglos. Es imposible
rastrear en detalle cómo se ha elaborado la
antología actual, por eso el resultado final nos parece
tan desorganizado.

Al principio quizás las primeras colecciones
estuvieron organizadas según el tema, como vemos que
sucede en las Lamentaciones. Pero las trazas de este orden
inicial han desaparecido casi completamente a medida que otras
pequeñas colecciones se iban incorporando.

Kissane intentó analizar la estructura de tres
primeras colecciones originales.

1.- Salterio Yavista (3-41): Aquí el
nombre de YHWH se utiliza regularmente (352 veces contra
sólo 15 para Elohim) El nombre de David está
presente en todos los salmos menos en el 33.

2.- Salterio Elohista (42-83): El nombre de
Elohim se usa cinco veces más que el de YHWH. El nombre de
YHWH ha sido cambiado por un escriba. Otros en cambio piensan que
la frecuencia de uno u otro nombre es arbitraria y no tiene
ninguna razón aparente.

3.- Colección Yavista tardía
(90-150): En ella se utiliza siempre el nombre de YHWH salvo en
los salmos 108 y 144,9.

Siempre es posible encontrar dentro del Salterio
pequeñas unidades que comparten un rasgo común.
Así por ejemplo la sección de cantos de peregrinos
o Salmos de las subidas (120-134), o los salmos del Aleluya o
Hallel (113-118). Los salmos de la realeza de YHWH (91, 93,
96-99) forman una subcategoría, como ya hemos visto. Los
salmos alfabéticos (9-10, 25,34, 37, 117, 119, 135)
provienen quizás de una colección independiente.
Los salmos 42-49 son todos ellos atribuidos a los hijos de Kore,
que ejercían su ministerio en el Templo.

Vemos pues que la disposición del salterio en
cinco libros marca el final de una larga evolución durante
la cual el orden primitivo de las pequeñas colecciones
anteriores ha quedado oscurecido por la adición de
apéndices, separaciones y agrupamientos.

En cuanto a la fecha de la edición definitiva del
Salterio es difícil pronunciarse. Depende de si algunos
salmos tales como el 44,74, 79 y 83 son datados al principio del
período Macabeo (1ª mitad del s.II). Los que niegan
tal datación macabea piensan que el salterio pudo haberse
cerrado ya en el s. IV a.C. En cualquier caso el Salterio estaba
ya cerrado al final del siglo II. El libro I Macabeos, escrito
alrededor del año 100 a.C., cita ya un salmo como
Escritura (Sal 79,2). Esto indica que para aquella época
el libro de los Salmos estaba ya canonizado y por tanto
definitivamente cerrado

2. Cabeceras y anotaciones

Las cabeceras de los salmos pertenecen a un
período posterior en la historia del libro. No datan de
los orígenes, sino de la época de las
recopilaciones. Son semejantes a las notas sobre la
composición y la manera de cantar que han sido
añadidas por los recopiladores a los cancioneros
litúrgicos de hoy. En la época de la Septuaginta ya
se conocían, aunque los traductores no entendían lo
que significaban. Hoy es muy difícil entender algunas de
las rúbricas.

Todos los salmos han existido en la comunidad
litúrgica sin rúbricas. Algunas de ellas reflejan
posteriormente la naturaleza del poema: salmo, Canto de alabanza,
Canto, Oración. La expresión "miktam" del Salmo 16
y 56-60 no está clara. Lutero la tradujo como "joya de
oro". Los Setenta la interpretan como "Poema a grabar en una
estela".

En el Hebreo original sólo el salmo 92
está señalado especialmente para un día de
la semana, el sábado. En cambio en los Setenta muchos
otros salmos están asignados a días especiales de
la semana.

A menudo encontramos anotaciones musicales. La
expresión más común es ?????, "lamenatseah",
traducida normalmente como "Al Maestro de coro". Otras
traducciones posibles son "Para el vencedor", o "Para obtener
perdón". Las traducciones griega y latina dicen "Ad
finem". Este título aparece sobre todo en los salmos que
tienen un autor determinado. Podemos pensar que el nombre designa
al maestro de canto a quien pertenecía esta
recopilación.

Frecuentemente encontramos indicaciones sobre los
instrumentos a utilizar en cada salmo: de cuerda (4, 6, 54,
55…); de viento (5); el arpa? (8, 81, 84), el arpa de 8 cuerdas
??(6, 12).

Otra categoría de rúbricas aluden a los
aires populares que se utilizaban para cantar el salmo. "No
destruyas" ??????? (57-59), "la cierva de la aurora"
????????????? (22), "la paloma de los terebintos lejanos":
??????????????????????(56), "los lirios" ??????? ??
(45)…

La expresión que aparece a menudo al final de un
verso "Sela" ???, muestra un intervalo en el que el coro
podría cantar un estribillo. Quizá este estribillo
era el comienzo del Gran Hallel o Salmo 136.

D. POESÍA HEBREA

1. El paralelismo bíblico

Las principales obras de las literaturas arias se han
dado en el género épico y en el dramático.
En cambio, según Driver, la epopeya no existe
prácticamente en absoluto en la literatura hebrea. Y el
drama está representado sólo de forma muy
rudimentaria (Cantar de los Cantares y libro de Job).

El genio de los antiguos israelitas era sobre todo
subjetivo. El poeta hebreo no se acomoda a expresar los
pensamientos y emociones de otros como lo exigen tanto la epopeya
como el drama. Él sólo intenta expresar sus propias
emociones. Por ello la literatura hebraica tiene ante todo un
carácter lírico y gnómico. En la
poesía lírica el autor expresa sus emociones y
experiencias, mientras que en la poesía gnómica
comunica sus propias observaciones sobre la sociedad, la conducta
y la persona.

Aunque casi toda la literatura hebrea que se nos ha
conservado tiene un carácter religioso, en ocasiones
encontramos ejemplos de poesía profana como el inventario
de armas metálicas de Gn 4,23-29, o las dos elegías
de David por la muerte de Saúl y de Abner (1 S 1,19-27; 1
S 3,33), u otros cantos para ser usados en banquetes y
fiestas.

La poesía se distingue de la prosa por el tipo de
pensamientos comunicados, pero sobre todo por el ritmo. La
dinámica de la emoción en la poesía se ve
continuamente frenada y controlada por esas interrupciones que
llamamos versos.

La poesía occidental, casi sin excepción,
tiene una medida definida, un número fijo de
sílabas o pies. En la poesía occidental encontramos
también la rima o asonancia al final del verso. En la
antigua poesía hebrea había un cierto ritmo, pero
no una medida en el sentido estricto de la palabra. Cada
línea puede tener un número desigual de
sílabas. La longitud de las líneas es poco
más o menos la misma. No se da ningún tipo de rima
al final de los versos.

Estas líneas de longitud aproximada se agrupan
normalmente de dos en dos para formar un verso. La segunda
línea repite, refuerza o completa el pensamiento de la
primera. Esta estructura se llama paralelismo. El verso hebreo no
siempre incluye dos líneas. A veces una tercer
línea puede introducir un elemento de
irregularidad.

Hay tres tipos de paralelismo

a) el paralelismo sinónimo: las dos líneas
expresan exactamente la misma idea. Por ejemplo en el salmo 72:
"Dios mío da tu juicio al rey, tu justicia al hijo de
reyes".

b) El paralelismo sintético: la segunda frase
completa el sentido de la primera. En el salmo 103,2 encontramos
"Bendice alma mía al Señor, no olvides ninguno de
sus beneficios.

c) El paralelismo antitético: la segunda frase
expone una contraposición que viene a reforzar el sentido
de la primera. Un buen ejemplo sería el salmo 1,6: "El
Señor conoce el camino de los justos, pero el camino de
los impíos acaba mal".

Podríamos hablar de un cuarto tipo de paralelismo
llamado climático, que aparece en pocas ocasione. En el
salmo 29,1-2 se dice: "Dadle a Dios, hijos de Dios, dadle a Dios
gloria y poder, dadle a Dios la gloria de su nombre".

Con mucho la mayor parte de las estrofas de la
poesía hebrea se componen de dísticos (conjunto de
dos líneas). Pero vamos a dar ejemplos de otras
posibilidades.

monostiquios: "Guárdame, oh Dios, mi
refugio está en ti" (Sal 16,1. Cf. 18,1; 23,1;
66:1).

tristiquios: Gócense todos aquellos a
quienes amparas,

que se gocen siempre porque tú los
proteges;

exulten en ti cuantos aman tu nombre" (Sal
5,10).

"Levantan los ríos, Señor,

levantan los ríos su voz,

los ríos levantan su fragor" (Sal
93,3).

tetrastiquios; a y b son paralelos, y
también c y d. Pero el pensamiento no
está completo hasta que las cuatro frases han sido
pronunciadas.

"Mientras que yo me decía: "En vano me he
fatigado,

para nada he gastado mis fuerzas';

en realidad mi derecho subsistía junto a
YHWH

mi recompensa estaba junto a Dios" (Is 49,4)

O bien a y c son paralelos por una
parte y b y d por la otra:

Más untuosa que la crema es su boca

y su corazón hace la guerra

sus discursos son más suaves que el
aceite

y en realidad son espadas desnudas (Sal
55,22).

Podemos encontrar también otras posibles
combinaciones de estos cuatro elementos. Por ejemplo a b
c
paralelos, mientras que d es independiente, o
bien a independiente y b c d
paralelos

2. Ritmo y medida

Por término medio las líneas de la
poesía hebrea se componen de 7 u 8 sílabas, pero no
hay una regla fija. Pueden ser más o menos largas,
según el capricho del poeta. Cuando la línea tiene
más de 8 sílabas se divide en dos mediante una
cesura.

No sólo el número de sílabas, sino
también los acentos pueden variar de una línea a la
otra. Eso depende de la naturaleza de cada frase. Podemos
reconocer ritmos de 3 o 4 acentos. Podemos encontrar
también ritmos muy desiguales 3+3, 4+3. Las lamentaciones
tienen un ritmo particular de 3+2, como también en
Amós 5,2ss. Pero todos estos detalles sólo se
pueden apreciar en el texto hebreo original y es muy
difícil que las traducciones reflejen estas
características.

3. Salmo 29

Como ejemplo de las técnicas literarias
estudiadas haremos la exégesis del salmo 29, cuya forma es
casi tan importante como su contenido.

a.- ¿Salmo cananeo?

Se suele reconocer que el salmo 29 es la
adaptación de un antiguo salmo cananeo del tipo que suele
encontrarse en la literatura ugarítica. La semejanza con
ellos es notable, incluso desde el punto de vista formal. "Los
hijos de Elim" recuerdan los dioses menores tradicionales del
panteón cananeo, bajo la forma más ortodoxa de
ángeles o adoradores. La presencia de estos ????????? o
hijos de Dios en la corte celeste es una forma desmitologizada de
las asambleas de dioses que aparecen en los mitos babilonios y
cananeos.

Baal Hadad era el dios cananeo del tiempo, y las
alabanzas sobre su poder sobre la lluvia y el viento se aplican
aquí a YHWH, rey del cielo y la tierra. Los antiguos
himnos ugaríticos describen a Baal como "el que truena
sobre las nubes". Encontramos en el salmo la doble referencia al
Sirión y al Líbano. Sirión es el nombre
cananeo del Hermón, y quizás designa toda la cadena
del Antilíbano de la que forma parte.

La expresión ?????????, midbar qadesh, el
desierto santo, que siempre ha sido difícil de
interpretar, podría aludir al desierto sirio, tal como
aparece en los textos ugaríticos. La aplicación del
título de rey a YHWH refleja también un trasfondo
cananeo.

b.- Teofanía de Dios en la tempestad

Un poema original dedicado a un dios de la naturaleza se
ha reasumido como una alabanza al Dios israelita de la naturaleza
y de la historia. Una tempestad es una ocasión
magnífica para revelar la grandeza de Dios. Por encima de
los elementos desencadenados, Dios se sienta imperturbable sobre
su trono.

La referencia al diluvio nos hace ver que este Dios de
la naturaleza es también el que históricamente
salvó al pueblo del poder de las aguas. Después del
diluvio Dios puso su arco en el cielo como garantía de
protección contra los poderes de destrucción que
pueden estar agazapados en el interior de la naturaleza. Los que
ven en el desierto santo (qadesh) una referencia al desierto de
Qadesh y no al de Siria, encuentran una secunda referencia a la
alianza salvífica y los hechos históricos de la
salvación..

c.- La Tormenta y sus truenos

En el salmo 29 hay una descripción del desarrollo
de una tormenta real. La voz alejada del trueno anuncia la
tempestad que en un momento va a alcanzar al poeta y a rodearle.
Podemos seguir su curso a través de la geografía
del norte de Israel, o el sur de siria. Viene del
Mediterráneo, atraviesa las montañas del
Líbano y Antilíbano, las montañas pobladas
de tupidos bosques. La tormenta cubre este inmenso espacio en
unos pocos versos, dando una impresión de celeridad y de
vigor.

La mayor parte de los recursos poéticos empleados
en la descripción de la tormenta vienen del campo del
sonido. En medio del salmo encontramos siete truenos, que tienen
múltiples ecos en palabras en las que predomina la vocal
O. La palabra misma ??? (qol = voz), corta y abrupta, es
en sí una onomatopeya que recuerda el ruido del trueno. La
vocal O predomina también en las palabras como
???? (oz) = fuerza, ?????(kabod) = gloria, ?????(shemo) = su
nombre, ???? (koah) = poder…

Pero la tormenta física es un recurso para
suscitar en nosotros la admiración, la fascinación
y el miedo que son los sentimientos que reflejan la presencia de
lo numinoso de Dios en nuestras vidas y nos llevan a adorar la
gloria y el poder de Dios.

d.- Recursos estilísticos

El salmo está dividido en tres partes, siguiendo
el esquema de todos los himnos. Hay un invitatorio a la alabanza
divina, una parte principal en la que se desarrollan los motivos
de la alabanza y una oración final. Mientras que en el
invitatorio se nos llama a atribuir a Dios el poder, al final
descubrimos que es al revés. Es Dios quien da poder a su
pueblo.

Tanto al principio como al fin se nos invita a hacernos
presentes, como en una composición de lugar ignaciana, el
templo celeste que se concibe conforme a la imagen de un templo
terreno, en el que los ángeles son los
sacerdotes.

Continuamente encontramos un "paralelismo expansivo".
Dando marcha atrás volvemos a la palabra a la que llegamos
en el primer impulso, pero esta vez con más carrerilla, de
forma que el segundo salto nos lleve aún más
lejos.

A B C – B C D: verso 3

A B C D – C B D E: versos 5 , 8

A B C – C A D E: verso 10.

El nombre de YHWH se repite cuatro veces seguidas, en el
segundo lugar de cada línea del invitatorio. Se repite
también en el primer lugar de cada línea de la
estrofa final, y 10 veces a lo largo del cuerpo del
salmo.

e.- Mensaje espiritual

El Salmo 29 transmite un mensaje de confianza en la
protección de Dios todopoderoso, que controla las fuerzas
de la naturaleza, y puede transformarlas en fuente de
bendición para su pueblo.

El contraste entre la tempestad desencadenada y la
estabilidad de Dios sobre su santo trono por encima de las aguas
nos trae un mensaje de confianza. "Por encima de los nubarrones,
el cielo está siempre azul".

Sabemos que la finalidad de la tormenta no es destruir
el mundo, sino traer la bendición de la lluvia. Por eso
muchos piensan que este salmo se usaba para la liturgia de la
Fiesta de los Tabernáculos, en la que se pedía el
don de la lluvia. Dios es el Rey de los siete truenos. Como en la
sexta sinfonía de Beethoven, después de la tormenta
hay un movimiento final que refleja la paz que inunda la tierra
como secuela de la lluvia.

Dios da sus bendiciones a los que alaban su gloria.
Delitzsch fue el primero en caer en la cuenta de la
relación entre gloria y paz (??????????, y el anuncio de
los "ángeles en el campo de los pastores: "Gloria a Dios
en el cielo y paz en la tierra a su pueblo" (Lc 2,14).

Podemos también encontrar un segundo paralelo en
este salmo con el relato evangélico de la tormenta sobre
el lago. Jesús duerme en paz en la popa mientras que las
aguas se desbordan, y finalmente bendice a su pueblo con la paz.
"Y vino una gran calma" (Mt 28,3).

E. EL TEXTO HEBREO Y LOS
SETENTA

En su forma escrita las lenguas semíticas no
están vocalizadas. La división,
pronunciación y sentido exacto del texto original hebreo
de los salmos se nos ha transmitido por tradición oral los
primeros 500 años. Y cuando por fin se escribió, al
principio, fue sólo con las consonantes. El texto
vocalizado de nuestras Biblias hebreas de hoy es el texto
masorético TM, obra de los rabinos llamados masoretas que
hasta el siglo IX de nuestra era acabaron de fijar la
pronunciación tradicional por medio de una complicada
mezcla de signos, puntos y acentos: nequdot y ta"amim.

Los masoretas a menudo se equivocaron porque ya en su
época el texto consonántico estaba corrompido o
alterado, o porque les faltaba una comprensión del sentido
del texto, o porque por razones teológicas quisieron
censurar ciertos textos, vocalizándolo a su capricho para
cambiar su significado.

Los últimos años los especialistas han
conseguido corregir ciertos pasajes del texto recibido,
restaurando el original. Raramente alteran las consonantes del
textos, salvo en casos obvios, y su método es corregir la
vocalización masorética por otra que tiene
más sentido, o que corresponde mejor a las traducciones
antiguas a otras lenguas.

Los Setenta es una antiquísima traducción
al griego del texto hebreo tal como se conservaba en el siglo III
a.C. No todas los cambios con respecto al TM actual pueden
explicarse por razones de traducción. En muchos casos es
evidente que el original hebreo utilizado por los traductores era
ya diverso del actual TM. Otras variantes pueden atribuirse a
problemas de traducción. Aunque en general los Setenta
hacen una traducción bastante literal, sin embargo, como
ocurre con todas las traducciones, supone ya una primera
interpretación o exégesis del AT. La Biblia griega
fue adoptada por los primeros cristianos cuando comenzaron a
evangelizar el mundo griego. 300 de las 350 citas del AT que se
conservan en el Nuevo, siguen el texto de los LXX.

Desgraciadamente la calidad de los manuscritos hebreos
originales utilizados por los LXX no puede tomarse como base para
una exégesis moderna. Es indudable que el texto
consonántico vocalizado por los masoretas era mucho mejor
que el utilizado por los LXX en su tiempo. Esto es sobre todo
verdad en el libro de los Salmos. Aquí en la
mayoría de los casos preferimos el texto masorético
a la traducción griega.

San Jerónimo preparó una primera
traducción de los salmos al latín a partir del
texto griego. Esta traducción recibió
posteriormente el nombre de "Salterio galicano" y fue el texto
oficial de la Iglesia latina hasta la reforma de Pío XII.
Más tarde San Jerónimo hizo una segunda
traducción de los Salmos al latín directamente
desde el texto hebreo, llamada "Psalterium iuxta Hebraeos", que
forma parte de la Biblia Vulgata. Desgraciadamente esta
traducción, mucho mejor que le primera, no
consiguió suplantar a la otra, que para entonces
había sido ya recibida en la Iglesia de
Occidente.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5

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