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La educación




Enviado por Joise Morillo



  1. Introducción
  2. Educación
  3. ¿Qué enseña la
    doctrina?
  4. Cómo no se educa
    educando
  5. Conclusión
  6. Bibliografía

Introducción

Para Educar, el educador debe asumir la responsabilidad
total en su relación personal, no sólo con el
estudiante sino con toda la humanidad. De modo que lo importante
para él, es la humanidad. Para ello debe ser responsable
con respecto a sí mismo, sino, será entonces
incapaz de sentir que es el amor como pasión de esta
responsabilidad total.

El que educa y el educando son ambos responsables y, por
tanto, jamás pueden complacerse en esta particular
condición de peculiaridad egoísta, la que de seguro
es la verdadera raíz de degeneración de la
mentalidad actual; es en esta total omisión o forma total
de pensamiento en que nosotros estamos profundamente interesados.
Aun cuando no desaparezca la relación personal con su
afecto, su ternura, su estímulo y protección.
Empero si esta relación personal adquiere extrema
importancia y sólo es responsable por los pocos, entonces
el mal ha comenzado; esta es la realidad evidente, conocida y
más común tratada por todos los seres humanos. Esta
fractura de las relaciones es el factor que degenera nuestro
ambiente social, nuestra vida. Hemos dividido la relación:
relación con lo personal, con un grupo, con una
nación, con determinados conceptos, y así
sucesivamente. Por tanto, las consecuencias son desastrosas pues,
aquello que está corrompido jamás puede abarcar una
total responsabilidad.

Si el individuo no se siente responsable por otro, se
debe las mas de las veces porque esta responsabilidad no se
presenta como una reacción emocional, ni algo que uno se
impone a sí mismo —el sentirse responsable- sino,
que se vuelve una obligación y, como obligación, ha
perdido el perfume o la belleza de esa cualidad interna de
responsabilidad total. Esto en si no es algo que se aprende, se
adquiere algo o se inventa, como un principio o una idea a la
cual aferrarse, como el poseer una silla o un reloj.

Informar con la verdad es sin lugar a dudas, Educar, sin
embargo la capacidad interpretativa de algunos especialmente la
gente que se dedica al estudio de la humanidad, sin -por
supuesto- considerar la inmensa cantidad de imperfecciones de lo
cual somos prolijos y la mínima cantidad de aciertos
respecto a lograr por ejemplo el máximo de felicidad para
todos y no para muchos o pocos –de lo cual adolecemos- es
totalmente variopinta.

No obstante bajo los términos del uso de la
razón sin mucho rebusque, y consciente de los
mínimos juicios que se deben concebir, la mayoría
de la especie humana reconoce una inmensidad de errores que se
cometen cotidianamente en función -la mayoría de
las veces- de un proceso grosero y mezquino que beneficiara a un
sector y convertirá en detrito sino polvo a otro.
Adoctrinando o educando sin educar.

En tal sentido hasta la ironía, casi siempre
propia de los intelectuales como chanza de comedia en algunos se
torna sumamente odiosa y perversa. Es el caso de Fidel Castro "la
globalización es inminente" en La guerra Fría,
bueno, su fin es prepararse para ella la cuestión es
¿cómo? Gran descubrimiento, por algo tiene
desinformado de la realidad del mundo a su pueblo desde hace mas
de 50 años" Bueno el desayuno de los -mártires-
cubanos es oír el discurso rayado en contra del imperio.
perdón con la propaganda mediática- que ostentaban.
Eso sí, vivir en un verdadero paraíso,
desafortunadamente hay intelectuales que se jactan -ufanan- de
alabar a semejantes "adoctrinamientos como las revoluciones de
los siglos" en este menester la dicción para educar, les
sobra –son maestros- pero si, un poco, no mucho de
humildad. Bueno eso se lo auto prodigan los autodenominados,
lideres, los salvadores de la humanidad.

Aun cuando parece drástico el ejemplo parte o una
forma de desinformar es desaparecer información no
conveniente a ciertos modelos de régimen, opacar la
verdadera historia, tergiversar la información respecto a
conductas y comportamientos de líderes y proceras de la
historia de los pueblos, opacar la opinión distinta,
etc.

Heine, 1820 , dijo una vez en contra de la quema de
libros.

"Donde se quema libros, se acaba quemando
hombres".

¡Esta es la peor forma de desinformar, o sea, de
educar perversamente, bajo el imperio del terror!

Educación

Educarse, es Conocer, aprender, para ser mejor de lo que
se ha sido hasta el presente, en un futuro cercano y consecutivo
mientras quien ha aprendido viva. No en función peculiar y
egoísta, ni para el bien de una parte de la
población en detrimento de otra, sino para bien propio y
del mundo que le circunscribe.

J.J. Rousseau en El Emilio afirma lo
siguiente:

"Un hombre abandonado desde su nacimiento a sí
mismo sería el más desfigurado de los mortales; las
preocupaciones, la autoridad, la necesidad, el ejemplo, todas las
instituciones sociales, en las que estamos sumergidos,
apagarían en él su natural modo de ser y no
pondrían nada en su lugar que lo sustituyese. Sería
como un arbolillo que el azar ha hecho nacer en medio de su
camino y que los transeúntes, sacudiéndolo en todas
direcciones, lo matan. (…) Una madre aspira a que su hijo sea
un ser feliz desde el momento en que viene al mundo. Y es justo,
pero conviene que sufra los efectos del desengasto cuando se ha
valido de medios equivocados. La avaricia, la ambición, la
tiranía y la falsa previsión de los padres son mil
veces más perjudiciales a los hijos que el ciego
cariño de las madres."[1] Para Rousseau la
educación es un arte, su logro es difícil de
conseguir, casi imposible, derivado a que las más
elementales necesidades del educando no son dependencia de otros,
de modo que este debe esmerarse, de inicio, a conseguir sus
propósitos, es más bien cosa de suerte adjudicarse
los mismos sin obstáculos en el camino.

En tal sentido se concibe que el hombre naturalmente
nace con inteligencia intrínseca, algo que podría
catalogarse como habito de la naturaleza, el niño busca el
seno de la madre para alimentarse, cosa que no le ha
enseñado nadie al recién nacido. Entonces, en tanto
que se le otorguen directrices al niño su conducta ante la
sociedad se va amoldando según lo que se le instruye; al
momento que se detenga esa instrucción toda
información habitual propia de la naturaleza humana aflora
y persiste en un mismo estado, puede conservar las que provienen
de la costumbre menos naturales de sus educadores, o sea cambia y
vuelve lo natural cuando la costumbre adquirida por la fuerza
deja de actuar. La educación no es más que un
hábito adquirido en el marco de la sociedad.

La conducta prístina del individuo humano es
consecuencia de la conciencia de sus sensaciones, dispuesta a
tomar o despreciar los objetos que las producen, según le
sean agradables o desagradables, según la conveniencia o
la discrepancia que habrían de hallar entre ellos y estos
objetos, y, por último, según el criterio sobre la
idea de felicidad o de perfección que le ofrece la
razón. Esta es su naturaleza.

El hombre, naturalmente, lo es todo para sí; es
unidad numérica, el entero absoluto, no tiene más
relación que consigo mismo o con su semejante. El hombre
civilizado es una unidad fraccionaria que determina el
denominador y cuyo valor expresa su relación con el
entero, que es el cuerpo social. La peor condición ante su
naturaleza es tratar de educarle, no para sí mismo, sino
única y explícitamente para los
demás.

De esto anterior deriva el adoctrinamiento, sembrar en
la mente del educando una condición que le enajena y no le
permite desenvolver sus más genuinos hábitos
naturales. Por ende, se le trunca cualquier decisión
peculiar respecto a los razonamientos causados de su sensibilidad
ante el mundo que le rodea. En tanto que respecto a lo social
podría ser lo propio para desenvolverse, y ante el dogma,
seria la situación más perversa.

El dogmatismo político, igual que el religioso,
es un obstáculo para la educación, porque, no hay
concordancia entre la buena educación con la
divinización y el culto a la personalidad (a lo Stalin y
Lenin -soviético, maoísta-) ni con cualquier
radicalismo religioso, que sublimemente le otorga a los
educandos, subjetivismo. Creándoles de este modo falsas
expectativas y enajenantes. Caso que puede desviar su
atención lejos de mejores prospectos de desenvolvimiento
ante el mundo y la concepción genuina que le otorga su
sensibilidad natural, que muy bien podría comulgar con la
certeza civilizada, la ciencia, la tecnología, por cuenta
propia.

De lo anterior, Mario Bunge, sin embargo, recalcando de
uno de los aspectos señalados, manifiesta lo
siguiente:

"La levedad de los controles morales necesarios en
investigación básica se debe a que el conocimiento
básico es un bien en sí mismo (independientemente
del modo en que pueda aplicarse). Para el ser humano, conocer es
tan vitalmente necesario como alimentarse, abrigarse, defenderse,
ser útil, o amar y ser amado. La buena vida, el bien
supremo, no pueden concebirse hoy día en ausencia de
conocimiento, tanto útil como desinteresado. La buena vida
no se concibe hoy día sin física, química,
biología, psicología, sociología,
etcétera.

No sucede lo mismo con la tecnología. Aquí
no sólo algunos de los medios de conocimiento pueden ser
impuros; hay procesos tecnológicos íntegros que son
moralmente objetables por proponerse metas prácticas
perversas. Por ejemplo, es malvado realizar investigaciones sobre
la defoliación de bosques, sobre el envenenamiento de
reservorios de agua, la mutilación de civiles, la tortura
de presos, la manipulación de consumidores o votantes, y
cosas similares, ya que el conocimiento adquirido en
investigaciones de este tipo se utiliza verosímilmente
sólo para fines malvados; se investiga la tortura para
torturar más eficazmente, la manipulación de
consumidores para explotarlos más provechosamente, y
así sucesivamente. No se trata del mal uso inesperado de
un trozo de conocimiento neutro, como sucede con el mal uso de
una tijera o de una cerilla. La tecnología de la maldad es
malvada." [2]

Esto último es parte de la falsa educación
que promueve un derivado subjetivo de la misma "La
doctrina".

¿Qué enseña la
doctrina?

¿Que enseña este tipo de educación?
(Doctrina) ¡Conformismo, miseria, dogma político
para la comunidad, terror, maldad y/o riqueza para el poder y sus
huestes acolitas! , De esto afirma Bunge: "(…) Los pocos
resultados valiosos a que pueda llegar -resultados hasta ahora
desconocidos- son ensombrecidos por sus resultados negativos,
entre los cuales se cuenta el encanallamiento de los
investigadores mismos y de sus amos. ¿De qué sirve
el conocimiento acumulado por los eficientes organizadores de los
campos de exterminio? ¿De qué el conocimiento
adquirido en la búsqueda, producción y
acumulación de gérmenes para la guerra
biológica?

En conclusión, a diferencia de la
investigación aplicada, la tecnológica puede ser
una bendición o una maldición. Por esto es preciso
someterle a controles morales y sociales. Por lo tanto, aunque
esto no baste, es preciso que tanto los tecnólogos como
los filósofos se tomen más a pecho que hasta ahora
la construcción de una tecnoética."

Considerando lo antes expresado se debería
reflexionar acerca de lo siguiente:

Principalmente crear consciencia de la diferencia de
moral y ética, supuesto que la primera comprende deberes
antes que derechos a nivel ocupacional, sea profesional o de
cualquier índole. Aun cuando el profesional tenga en su
haber una herramienta signada por el uso de la
investigación, el mero intento de desviarse de la
directriz señalada por sus contratantes, le compromete a
realizar prácticas a nivel de producción, que, de
no ser por el deber que cumplir, deslindarían con su
instinto natural y porque no, información de moral, propia
y obtenida, sensible y educativa respectivamente. La moral
comprende la educación familiar y del entorno social
intimo y sus relaciones, luego se sintetiza en comportamiento
conductual en mejor proporción derivado del sentimiento
colectivo y el concepto que el valor da al individuo como
persona, causado por solidaridad, humanitarismo, benevolencia,
honestidad, en fin "virtud, probidad"; que se traduciría
-supuestamente- en un ser idóneo en el mundo.

Sin embargo, al limitarnos al conocimiento de las
costumbres y buenos modales, estamos propiciando un patrón
normativo donde la ética es indispensable y comulga con la
moral respecto a la prudencia y el comportamiento en colectivo,
donde, se desarrollan valores comprometidos con el bien
común sin menoscabar la importancia del individuo como
parte de un todo con entidad propia y potencialmente en
función del bienestar social del todo antes nombrado y no
de un sector, esto último seria discriminación,
principalmente en contra del color de piel, etnias, preferencias
políticas, religiosas y culturas.

Cómo no se
educa educando

Al educar se imparten preceptos, ejemplos, se
enseña, como mejor forma, a utilizar la inteligencia
apropiadamente, se muestra en mejor proporción la
importancia de tener voluntad de progresar, aprender para
sí y para el mundo, instruirse voluntariamente a falta de
mentores, a ser autosuficiente en los momentos más
precarios y difíciles que le pueden acontecer en el
transcurso de la vida, saber reconocer lo real y lo verdadero en
contra de lo quimérico y la falacia; en eso consiste la
efectividad de educar y aprender.

La forma subjetiva de educar, como se diría
más antes; es adoctrinar, su actividad se centra, bien
sea: religiosa, política o filosófica, en impulsar
respuestas con afirmaciones que interpretan el mundo,
trascendiendo en relación: de objeto a objeto, lo cual
tiende a la confusión respecto a concebir la naturaleza
del mismo mundo, su patrón radica en tener en cuenta que
su importancia -la doctrina- radica en demostrar su veracidad a
través de la historia y no la luz que la educación
debería aportar al mundo y al progreso de la
civilización. Creer lo que cuentan, lo que se les
manifiesta mediante preceptos sin el consentimiento de la
razón y la evidencia de la investigación el
experimento exitoso, incluso del empirismo y la praxis, es creer
en la quimeras, en nominalismo, etc. Podríamos
considerarles como mitos, no obstante, algo que no puede decirse
que carezca de realidad. Son reales porque en ella creyeron sus
creadores, empero su simbolismo lo defienden fenómenos o
acontecimientos de origen que escapan al alcance del hombre. Son
interpretaciones inexorables.

Planteadas las ideas anteriores he instaladas en el
marco de la diversidad se puede observar que en su generalidad
las dificultades educativas se presentan como causas sensitivas,
lo cual exige reflexionar sobre el fin que exige el proceso
educativo, su implicación y relación entre los
diversos tipos de educativos radican principalmente en la
metodología empleada para su efectividad, inmediata o a
futuro. No obstante todas las metodologías implican una
interrelación patentada en el proceso educativo empleado
por muchos educadores, puede decirse un eclecticismo
metodológico, principalmente quienes no tienen en su haber
una técnica o método especifico de educación
y aprendizaje, .de esta forma se puede considerar y tomando como
principio el fin de la educación; como un concepto
meramente filosófico (filosofía de la
educación). La forma de educar al abocarse a
metodologías y procedimientos en sí, nos coloca
frente a lo que denominamos pedagogía.

En este marco de ideas se confirma el planteamiento de
educación de Ferrater Mora (FM)[3] al
dividir el desarrollo educacional en dos problemas:
técnicos y generales, de procedimientos y de los diversos
fines del proceso de educación respectivamente.
Considerando esta apreciación y ubicando un ejemplo de la
pedagogía, filosófica se ha de encontrar en
Simón Rodríguez un patrón clásico de
tal división el mismo aunque afirma como un problema
"jeneral" a la educación popular concibe como un
método idóneo para luchar con la voluntad y
habilidad de aprender de algunos alumnos distinguidos contra la
escasa voluntad y dificultades que presentan otros menos
afortunados "el monitoreo" para él, instruir no es
educar:

"La América debe considerar hoi la lectura de las
obras didácticas (especialmente las que tratan de la
sociedad) como uno de sus principales deberes. Si, por
neglijencia, da lugar á la internación de errores
extranjeros, y permite que se mezclen con los nativos,
persuádase que su futura suerte moral, será peor
que la pasada.

La Instrucción Pública actual bien vista,
no es otra cosa que un establecimiento hecho por el Gobierno
(ó por cualquiera) para ejecutar, al pié de la
letra, lo que mandan los padres de familia, ó para
adivinarles los pensamientos, cuando no saben decir lo
que

quieren mandar. Tienen, los Directores de estos
establecimientos, ciertas libertades, que se reducen á
decir, con un aire de gravedad, que en sus casas rijen unos
estatutos, á que deben sujetarse cuantos entren en ellas,
so pena de ser expulsados: los estatutos se componen de
prácticas consultadas para adular.

La Instrucción debe ser nacional-no estar
á la elección de los discípulos, ni á
la de sus padres-no darse en desorden, de priesa, ni en
abreviatura. Los maestros, no han de enseñar por apuesta,
ni prometer maravillas. . . porque no son jugadores de manos -los
discípulos no se han de distinguir por lo que pagan, ni
por lo que sus padres valen en fin, nada ha de haber en la
enseñanza, que tenga visos de farsa, las funciones de un
maestro y las de un charlatán, son tan opuestas, que no
pueden compararse sin repugnancia."

En el sentido antes expuesto respecto a lo planteado por
Rodríguez y la apreciación de Ferrater Mora,
instruir es compatible con adoctrinar. La doctrina no es
equivalente a educar aunque con ella se eduque.[4]
La doctrina como la instrucción poseen dos formas de
concebirse: dogmatica y escéptica, de la primera forma el
conocimiento de las cosas se pueden interpretar incluso obtener
como objeto de afirmaciones inconsistentes (objeto de objeto),
ej. "según lo informado esta es la verdad, y no hay otra",
de la segunda forma, el conocimiento requiere de datos
consistentes para concebirles veraces ej. "según lo
informado esta debería ser la verdad, pero puede haber
otra .

Según Bolívar, la dominación que
había padecido el pueblo de Venezuela, por injerencia
extranjera fue más por el engaño que por la fuerza;
"moral y luces son nuestras primeras necesidades"

Nelson Mandela afirmaba aun aherrojado, que:

"La educación es el gran motor del desarrollo
personal. A través de la misma la hija del campesino puede
ser médica, el hijo del minero puede llegar a ser el jefe
de mina, el de un trabajador agrícola puede llegar a ser
presidente de una gran nación"

Como se señala al principio educarse es adquirir
conocimientos, pues bien, como FM, Bertrand Russel afirma, del
«conocimiento» principalmente en los casos de
«creencia» y «verdad», que, hay cierta
vaguedad e inexactitud inevitables en el concepto. No percatarse
de esto ha llevado a errores en la teoría del
conocimiento. Para él, el conocimiento es una subclase de
las creencias verdaderas: todo caso de conocimiento es un caso de
creencia verdadera, pero no a la inversa. Ejemplos de creencias
verdaderas que no son conocimiento sería. Está el
hombre que mira un

reloj que no funciona, aunque él cree que
funciona, y ocurre que lo mira en el momento en que da la hora
correcta; este hombre adquiere una creencia verdadera sobre la
hora del día, pero no puede decirse que tenga
conocimiento. Tales casos pueden multiplicarse indefinidamente, y
ellos muestran que no se puede pretender poseer conocimiento
sólo porque ocurre que ocurre algo casual y lo tomamos
como lo cierto. de esto afirma:

"Además de haber observado algo cierto o
verdadero, ¿qué otro carácter debe tener una
creencia para que se la pueda considerar como conocimiento? El
hombre sencillo diría que debe haber buenos elementos de
juicio en apoyo de la creencia. En materia de sentido
común, esto es correcto en la mayoría de los casos
en que surgen dudas en la práctica, pero si se lo pretende
presentar como una explicación completa de la
cuestión resulta muy inadecuado. Los «elementos de
juicio» consisten, por un lado, en ciertas cuestiones de
hecho que se aceptan como indudables, y, por el otro, en ciertos
principios mediante los cuales se extraen inferencias a partir de
las cuestiones de hecho."[5]

Observando esto comparativo se puede deducir como
actúa la educación bien fundamentada respecto a su
metodología, los problemas que se presentan son de tipo
técnico y otros de tipo general lo primero lo hemos
señalado manteniendo una diferencia entre instruir,
adoctrinar y educar en sí. aun cuando con las dos primeras
se educa, instruir y adoctrinar no es educar, esta posible
ambigüedad se explica, primero por los procedimientos
empleados para los primeros, las mas de las veces enajenantes y
porque no si se quiere coercitivo -lavado de cerebro– segundo
porque las mismas herramientas suelen en si comulgar con los
principios del dogma, por ende proclive al sectarismo. Mientras
que el concepto de Educación, como tal basa su efectividad
en la transformación del individuo en función de
mejorar como objeto, necesario y universal.

Para esto y, derivando en la adquisición del
conocimiento, David hume tiene dos proposiciones, de
razón: son proposiciones cuya verdad depende de las mismas
ideas pensadas. Permiten lograr un conocimiento verdadero porque
su contenido es necesario y no contingente (Matemática y
Lógica). Sólo en en este plano es posible la
"demostración".

De hecho: sobre las cuestiones de hecho no hay
posibilidad de alcanzar un conocimiento cierto, demostrativo, ya
que allí no hay necesidad sino contingencia y, en
consecuencia, siempre lo contrario puede ser pensado sin
contradicción. Sin embargo, Hume sostiene que, en base a
la observación regular y a la experimenación,
pueden formularse "pruebas" (que no permiten una duda razonable)
o "probabilidades" (que recogen experiencias con resultados
variables). De todos modos, no tenemos de las cuestiones de hecho
verdadera ciencia, ya que la idea de causalidad que nos permite
unir los fenómenos, explicarlos y predecirlos, no se
respalda en ninguna impresión y, por tanto, halla su
fundamento sólo en la imaginación y la
costumbre.

Conclusión

Todo hombre está capacitado para adquirir
conocimientos mediante la inteligencia, por ende cree cualquier
cosa de la que haya tenido información, sea verdadera o
falsa, esto no va paralelo al saber y como saber; en esta medida,
el conocimiento es fiduciario, ajeno a una realidad tanto
intuitiva como empírica, y en sumo grado a la verdad y la
valides científica, por otro lado de esta
información el hombre establece un desarrollo acorde a la
información adquirida. Llevándolo de forma tacita a
concertar un desenvolvimiento productivo o no productivo,
afectando su acción tanto peculiar como colectivamente. Es
por esta causa que se desarrolla un cuerpo de conocimientos y
destrezas (currículo) en función de fomentar
educación, concibiendo el concepto de transmitir
conocimientos validos y civilizados a ritmo de las generaciones
del futuro.

Lo antes descrito consigue su apoyo en la
acepción de Hume acerca del conocimiento, aceptando que
"ya que la verdad, es imposible de alcanzar, el único
conocimiento es aquel adquirido mediante la observación y
las experiencias como única evidencia de lo que asumimos
como realidad" . Con esto se simplifica mucho la interrogante:
¿Por qué es menester vivir la pobreza para poder
erradicarla? Porque ilustrados con el conocimiento civilizados,
conociendo porque la miseria; se le podrá dar una posible
solución, de otra forma es imposible. De esto Hume
concluye […] "convencidos de nuestra ignorancia, es
menester concebir que no podemos dar ninguna razón de
nuestros más refinados principios, excepto de nuestra
experiencia de la realidad, que es la razón del simple
vulgo y que no requiere estudio para descubrir el mas particular
y extraordinario fenómeno"

Es por causa de lo definido anteriormente que: B.
Russell manifiesta que el conocimiento no sirve de nada si no se
aplica en buenos propósitos, afirma lo siguiente
"Cósmica y casualmente el conocimiento es un elemento sin
importancia en el Universo […] lo que cada hombre conoce
depende en un sentido importante de su experiencia individual,
conoce lo que ha visto, oído, lo que ha leído y lo
que se le han dicho y también lo que ha sido capaz de
inferir a partir de estos datos, y concluye preguntándose
¿Qué conocemos de otra manera que por los sentidos?
Conocemos lo que hemos aprendido por captación de ellos.
Por eso se le debe atribuir a la sensibilidad humana conocer la
verdad, aun cuando el intelecto sea inducido por influencia
externa, dado al motivo y la calidad de la información que
indudablemente va a acrecentar el volumen de información
que la mente humana puede hospedar.

Quiero de igual modo entregaros para esta
conclusión una acepción de filosofo argentino Mario
Bunge en: Ética y Ciencia, donde con una ilustre y sabia
acepción nos plantea un paradigma de moral respecto al
conocimiento y el poder a continuación cito: "La ciencia
puesta al servicio de la destrucción, la opresión,
el privilegio y el dogma –fuerzas armadas, trust, partidos
o iglesias- puede ser muy eficaz y hasta creadora en ciertos
aspectos limitados. Pero, ¿contribuye a satisfacer la
desiderata de una ética humanística: el bienestar,
la cultura, la paz, el autogobierno, el progreso? Dentro del
código moral conformado por esta desiderata, la
sumisión de la ciencia al poder sojuzgador constituye la
forma más deplorable de la corrupción .

Igualmente afirma que la actividad científica es
una escuela de moral por adquirir donde se ha de aprehender entre
otras actividades: a) el sentido de la justicia, pero no la ley
positiva al servicio de intereses mezquinos, sino la
disposición a tomar en cuenta los derechos y opiniones del
prójimo, por ende evaluar sus fundamentos respectivos, b)
amor a la libertad colectiva, individual y social, que posibilite
mediante el conocimiento despreciar toda autoridad infundada
–sea intelectual o política- y todo poder
injusto.

Bibliografía

Bunge M, 1977, Epistemología,
Filosofía de la tecnología, Ed. Siglo XXI, BA
Argentina.

Ferrater, M., 1999, Diccionario de Filosofía, Ed.
Ariel Barcelona, España

Hume, 1980, Del conocimiento, Ed. Aguilar,
argentina

Krishnamurti, 1983, Carta a las escuelas, Ed. EDASHA,
Barcelona España

Russel, B., 1983, El Conocimiento Humano, Ed. Orbis
España

Rodríguez, S., 2010, Las Sociedades Americanas en
Inventamos o erramos en Ed. del perro y la rana, Caracas
Venezuela

 

 

Autor:

Joise Morillo,

Licenciado en Filosofía.

 

[1] Rousseau J.J, El Emilio o la
Educación,

[2] Bunge M, 1977, Epistemología,
Filosofía de la tecnología, Ed. Siglo xxi, BA
Argentina.

[3] Mora F, J, 1994, Educación,
diccionario filosófico, Ed. Ariel, Barcelona.

[4] Rodríguez, S., 2010, Las
Sociedades Americanas en Inventamos o erramos en Ed. del perro
y la rana, Caracas Venezuela manifiesta que "INSTRUIR no es
EDUCAR ni la educación puede ser equivalente de la
educación Aunque instruyendo se eduque"

[5] Russell B., 1983, El conocimiento en El
conocimiento Humano, el Autor se refiere a la diferencia entre
verdad y creencia, aun cuando es información obtenida no
es calificable como conocimiento en sí, eso
podría en un supuesto negado valido para el escepticismo
o una victoria concreta para el dogmatismo aun cuando no sea
verdad. Ed. Orbis, España

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