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Sociedad Nuestra Señora de los Dolores; El negro en la sociedad colonial lajera



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Sociedades de Socorros Mutuos,
    instrucción y recreo
  3. Sociedad Nuestra Señora de los Dolores
    (1881-1911)
  4. Conclusiones
  5. Recomendaciones
  6. Anexos

Introducción

Tras analizar el fondo documental existente acerca de
las sociedades de pardos y morenos[1]en el
municipio de San José de las Lajas. y constatarse la
carencia de información existente sobre el tema en
cuestión , se procedió a realizar una
investigación al respecto .Encontrándose solamente
alguna mención en varios trabajos realizados por
investigadores locales que, más que ahondar en el tema,
solo hacen mención de la existencia de alguna sociedad en
el pasado ,casi siempre haciendo alusión
,únicamente ,a la Sociedad "Dolores",
llegándose a la conclusión de que la
información acerca de esta temática era casi nula o
se encontraba insertada de forma aleatoria en otros temas
estudiados.

Dada la importancia que posee el conocimiento de esta
parte de la sociedad tan segregada a través de los tiempos
en relación a nuestro municipio; se procedió a
aunar esfuerzos, para develar esa parte de la historia que aun se
encontraba velada a nuestros ojos. Y que constituía
información obligada para el estudio de la sociedad negra
en la localidad.

Una vez planteado el objetivo, se procedió a
recopilar la información que referente al tema
existía; consultando, tanto el patrimonio atesorado en el
museo municipal como algunos trabajos de investigadores
locales.

Para un mejor desenvolvimiento de este trabajo fue
necesario dividirlo en etapas comenzando por las sociedades en la
época colonial y prosiguiendo con la Etapa
Republicana.

Al estudiar las sociedades en la época colonial,
y dada su lejanía en el tiempo, fue imposible utilizar
como método la entrevista a informantes claves;
procediendo entonces a la tarea de escudriñar, en los
libros de actas y tesorería de algunas sociedades,
así como la lectura y análisis exhaustivo de varios
artículos publicados en la prensa de la época; para
de este modo, conocer la vida dentro de las instituciones a
analizar. El desarrollo del tema, en lo que a época
republicana atañe, fue apoyado por el uso de la entrevista
a varios miembros y descendientes de estos; elaborando algunos
testimonios, y continuando a su vez, con el estudio de la prensa
y el fondo documental del museo.

Para poder realizar un pesquizaje científico, en
relación a la fundación, disolución,
desarrollo y estudio de algunas fechas notables; se hizo
imprescindible la visita al Archivo Nacional, para de esta
manera, poder documentar científicamente algunos hechos y
fechas históricas, tomadas como absolutas. Refutando de
esta manera algunos datos tomados de la tradición oral, y
repetidos por varios historiadores, sin antes hacer un previo
análisis de dicha información.

En esta investigación se trata de abarcar en lo
posible la mayor cantidad de sociedades de pardos y morenos, que,
a través del tiempo, fueron pasando por las calles
lajeras; absorbiendo a su vez, las localidades de San Antonio de
las Vegas, y el vecino pueblo de Tapaste, por constituir parte
del territorio municipal y estar vinculadas, indisolublemente,
sus poblaciones. Estudiando solamente las sociedades de Socorros
Mutuos, Instrucción y Recreo; dejando a un lado, otras
sociedades de diferentes acepciones [2]

Esta primera etapa del desarrollo de la
investigación, contempla un exhaustivo análisis de
la sociedad Nuestra Señora de los Dolores, comprendiendo
un periodo de existencia que va desde la etapa colonial hasta
principios de la república; en este análisis se
profundiza en la vida dentro de la institución así
como el impacto sociocultural en la comunidad lajera de la
época.

La finalidad que este estudio pretende
alcanzar ,no es más que servir de apoyo al análisis
de una parte activa de la población lajera ,a la largo del
tiempo; a través de sus formas de asociación,
engrosando en lo posible ,el archivo histórico de la
localidad. Y servir, en lo adelante, como referente obligado para
la realización de investigaciones posteriores.

Capitulo 1:

Sociedades de
Socorros Mutuos, instrucción y recreo

Para explicar el funcionamiento de las sociedades de
socorros mutuos, instrucción y recreo, primeramente se
debe realizar un breve esbozo de las formas de asociación
anteriores a esta; es decir los cabildos y cofradías de
pardos y morenos; que funcionaron en todo el país como una
forma de sobrevivencia de la ancestral cultura africana y sus
descendientes en el nuevo mundo.

Los cabildos y cofradías fueron las primeras
formas de socialización que tuvieron tanto los blancos
como los negros libres en la sociedad colonial, alcanzando una
apreciable envergadura en la mitad del siglo XIX siendo
acreditadas por las autoridades a lo largo de su arraigada
presencia ,pasando a ser esencialmente criollas primero, y
cubanas después (Barcia, María del Carmen pp.
48-49). Sin perder su titulo de cabildos de nación a pesar
de existir una gran disminución del componente oriundo
africano.

El termino cabildo proviene del latín Capitulum
significando junta, cuerpo o reunión, y denominando, por
extensión, a las asociaciones que de afro descendientes,
formaban las congregaciones de una misma etnia o tribu.
Utilizándose esta acepción del término,
solamente en la América Hispana. Este cabildo era regido
por su rey y reina los que determinaban cada paso a seguir dentro
del mismo y en relación a los cofrades que lo
componían.

En cuanto a las cofradías la investigadora cubana
Carmen Montejo Arrechea nos remite a la Enciclopedia
Jurídica Española
donde se recoge el
término de la siguiente manera:

Se denomina cofradía a las asociaciones o
hermandades de fieles canónicamente constituidas, que
regidas por la autoridad eclesiástica competente se
propone la perfección de la vida cristiana mediante el
ejercicio de obras especiales, ya de culto divino, ya de caridad
para el projimo;frecuentemente tenia el nombre de
congregación.cuando estas tienen la facultad de poder
agregar así otras cofradías de la propia
índole o nombre erigida ya, y de comunicarle sus
peculiares gracias y privilegios se denominan
archicofradías o congregaciones primas o
primarias.(Montejo Arrechea, Carmen V.p17)

Si analizamos ambos términos, llegaremos a la
conclusión, de que siendo ambas, formas de
asociación, la primera respondía a intereses
propios de sus componentes, y la otra respondería a los
intereses eclesiásticos y a su labor proselitista y
evangelizadora.

En cuanto a las sociedades de Socorros Mutuos,
Instrucción y Recreo se comienzan a instituir en una etapa
posterior al fin de la Guerra de los Diez Años(1868-1878)
cuando, debido a los estatutos que contemplaba el documento
firmado en el Pacto del Zanjón[3]10 de
febrero de 1878), quedarían libres los esclavos que
lucharon en las maniguas cubanas y se autorizaría el
derecho de reunión ,siempre y cuando no atentase contra
los intereses de la metrópoli .Marcando este hecho todo un
cambio socio cultural, sobre todo para los esclavos y sus
descendientes. Por otra parte los antiguos terratenientes se
convierten en colonos; dando paso a un incremento del campesinado
y el proletariado en todo el país

Las sociedades de negros se constituirían en
respuesta a la discriminación ejercida por los
círculos sociales de blancos, que le negaban el acceso a
los negros, así como la exigencia de la Metrópoli
hacia la desintegración de los llamados cabildos
afrocubanos y su paso a sociedades de ayuda mutua y socorro,
utilizando para ello el patrón de las sociedades de
blancos. (Montejo Arrechea, Carmen V, p34)

Otro fenómeno que contribuyó
a la formación de sociedades de pardos y morenos seria la
aplicación en Cuba de la Constitución de
1876[4]que regia en España desde la
imposición de la monarquía constitucional del rey
Alfonso XII. Marcando ya en la década del ochenta una
nueva etapa en la sociedad cubana, cuando basados en los
artículos 12 y 13 de dicha constitución se
proclaman varias leyes que coadyuvarían al desarrollo de
las sociedades de pardos y morenos .

Ya el 13 de febrero de 1880 se promulga la
llamada Ley de Abolición de la Esclavitud o Ley de
Patronato
, y la Ley de Derecho de Reunión
(1881),[5]y en 1887 se proclama la Ley de
Asociacion
.rigiendo estas últimas la forma en que
deberían registrarse todo los habitantes de la colonia
para tener derecho a reunirse y asociarse.

Dos fenómenos que incidieron
positivamente en el desarrollo de las sociedades fueron la
creación en 1912 del Directorio Central de las Sociedades
de la Raza

de Color, por la directiva de Juan
Gualberto Gómez(1854-1933),y que constituyo un poderoso
baluarte ,que lucho denodadamente frente al prejuicio racial, por
la superación cultural, económica, social y
política de los negros, en favor de la unión de
todos los cubanos y por la libertad de Cuba. Esta aglutino en su
seno a las sociedades de socorros, cabildos y gremios de color en
una sola forma de asociación

Otro elemento aglutinador lo constituyo la
creación del Club Atenas el 21 de septiembre de 1917,en el
domicilio del Sr. Industrial General Lauza, sito en la calle
Escobar No. 78, siendo la sociedad para personas de la raza negra
mas clasista, exclusiva y aristocrática de todas las
instituciones de este tipo en Cuba, teniendo, según su
reglamento ,como fines elevar el nivel cultural y el
refinamiento, así como hacer énfasis en la
importancia del matrimonio, el cual era considerado como la base
esencial de la familia. Vale la pena señalar que esta
institución poseía una revista llamada
Atenas[6]en la cual colaboraron varias
mujeres de la zona habanera e intelectuales de renombre de la
época

Estas sociedades en el transcurso de su
desarrollo fueron pasando por diversos procesos de
organización, cambiando muchos de sus objetivos a
través de los años, pasando de religiosas a laicas,
de patrióticas a cívicas y sin dejar de hacer
patentes en todos los procesos el de la unión y ayuda ante
una sociedad que mantenía gran división entre las
clases sociales.

Ya a partir del triunfo revolucionario
cubano, el sistema gubernamental se encamino a crear el bienestar
de todos los ciudadanos del país, considerando que estas
sociedades constituían una forma de segregación
racial. Se decide eliminarlas paulatinamente, creando a su vez
los llamados círculos sociales, dónde tanto los
negros como los blancos podían disfrutar del
esparcimiento, sin temor a ser marginados por el color de su
piel.

Capitulo 2:

Sociedad Nuestra
Señora de los Dolores (1881-1911)

La población negra de San
José de las Lajas se veía inmersa en todo un
proceso sociocultural a nivel nacional pues, en varios poblados
del país ,el llamado elemento de color comenzaba
a aglutinarse en sociedades ,que al igual que las pertenecientes
a los blancos ,serian regidas por un reglamento y
servirían a los intereses de la raza, logrando afianzar
los lazos fraternales y hacer más llevadera la
opresión a que estaban sometidos; creando a su vez un
mecanismo de ayuda mutua tanto en la salud como en el desarrollo
socio cultural.

2.1 fundación y
desarrollo

Basándose en la experiencia adquirida por algunas
sociedades del cercano poblado de San Julián de los
Güines, así como por otras instituciones de la
Capital, los pardos y morenos del territorio lajero deciden
fundar una sociedad de instrucción recreo y ayuda mutua,
comenzando de esta manera a fraguar ideas acerca de sus alcances
y objetivos reales.

Toda sociedad para poder funcionar como tal debía
dirigir una carta acompañada de un proyecto de reglamento
,al Gobierno Civil de la Provincia quien lo elevaba
posteriormente a la Secretaría del Gobierno General de la
Isla, único facultado para otorgarles el permiso; dichos
documentos debían ser muy explícitos en cuanto a
objetivos, fines, cuerpo directivo, denominación racial,
entre otros.

Este expediente fue entregado a la Junta
General de Beneficencia de la Isla de Cuba, el 29 de noviembre de
1881 y fue promovido a instancias del pardo Francisco Lorite y
otros vecinos de San José de las Lajas solicitando
autorización para constituir una Sociedad de Socorros
Mutuos, bajo el amparo de la Santísima Virgen de los
Dolores, la cual constituida en fecha del 12 de diciembre del
mismo año. [7]Pero no es hasta Abril de
1882 que se funda oficialmente bajo la denominación de
"Nuestra Señora de los Dolores". Acogiendo a los pardos y
morenos del territorio lajero.

Comprendía entre sus objetivos
fundamentales la protección monetaria en caso de
enfermedades; asistencia médica; medicamentos; funerales,
y préstamo de dinero en casos que así lo meritasen,
dándole a esta institución su carácter de
ayuda mutua y socorro.

Su primera junta directiva estaría compuesta por
el Sr José María Hernández como presidente,
el Sr Francisco Lorite como tesorero y el Sr Fermín
Hernández como su contador; teniendo en su creación
un saldo en caja de 248 pesos, por concepto de 5.00 pesos donados
por el cuerpo de bomberos, 54 cuotas sociales a 1.50 pesos, y 54
cuotas de admisión a razón de 3.00 pesos.
Ascendiendo su membrecía a 54 miembros fundadores.
[8]Y radicando en un local situado en la calle
Concepción No 10(Martí) (actual calle
64).

La Sociedad Dolores, como seria conocida a lo largo de
su vida útil, conlleva al planteamiento de una
hipótesis acerca de su posible origen, ubicándola
en algún antiguo cabildo, pues si se analizan algunas de
sus características ,tomando para ello como referente el
registro histórico de la época, se puede constatar
su carácter religioso: pues dentro de sus actividades se
contemplaban la realización de procesiones, el uso de
estandartes e insignias alegóricas del cristianismo,
así como el contraste entre el origen de su nombre
eminentemente católico en comparación con el de
otras instituciones con carácter laico . Otro dato que
corrobora lo antedicho lo demuestra el hecho de que a lo largo de
la investigación realizada en el libro de actas de la
sociedad [9]se encontró, reiteradamente, el
uso de calificativos como Cófrade, Mayordomo, Procurador
entre otros que refieren la posible fundación de un
cabildo o cofradía de negros.

Dicha sociedad realizaba festividades de carácter
religioso como las procesiones del Viernes de Pasión,
viernes anterior al viernes santo, día de la
celebración de los Siete Dolores de la Virgen
María, que bajo la advocación de Nuestra
Señora de los Dolores, y las correspondientes a la
festividad de San José (19 de marzo), santo patrono del
pueblo; éstas marchas iban precedidas por un estandarte,
una imagen católica de busto y el uso de cuatro
báculos uno para cada ejecutivo, los miembros
seguían la procesión utilizando varios faroles a la
usanza de la época. La imagen católica
partía desde el local social de la institución
hasta la parroquia de la villa, morando en la misma hasta la
víspera de la festividad; participando, sus asociados, al
día siguiente, de los santos oficios.

Se puede constatar que la compra o construcción
de los útiles o activos usados por la sociedad en sus
actividades fue lográndose paulatinamente; pues en este
periodo la membrecía no ascendía a más de
cien miembros, entre fundadores y numerarios; de estos bienes
solo se pudo rescatar el primer estandarte utilizado en sus
desfiles. Este pendón constituye la pieza más
significativa de esta sociedad, siendo elaborada en el año
1884 por los socios fundadores, llegando a ascender su costo
hasta los 210.50 pesos según consta en
actas.[10]

A continuación se presenta una tabla sobre los
elementos del estandarte de la sociedad:

Listado de útiles adquiridos por
la sociedad de Nuestra Señora de los Dolores para la
confección del estandarte

Fecha

Concepto

No recibo

Precio devengado

Marzo/1883

3 bolas u orbes

5

$ 13.50

" "

6 varas de cordón
borlas

5

$ 25.00

" "

41/2 varas cordón oro
fino

5

$ 11.25

" "

13/4 varas flecos oro fino

42

$7.00

" "

Cordoncillo de oro fino

3

$ 8.00

" "

Porta estandarte

6

$ 40.00

Abril/1883

Varios no consignados

9

$ 42.30

Junio/1883

2 vidrios para la urna

28

$ 12.00

" "

Urna

29

$ 17.00

" "

Presente donado a
Bordadora

32

$ 34.00

total

$ 210.50

Fuente: Libro de tesorería,
Sociedad "Ntra. Sra. de los Dolores", fondo patrimonial,
sección documentos, Museo municipal "Arturo Echezarreta
Ruiz".

El estandarte consiste en una pieza rectangular negra
terminada en dos puntas o farpas rodeado a su vez por una orla o
cenefa de cinta amarilla dorada colgando de la parte inferior de
las puntas ,estas poseen flecos de hilos de oro y colgando del
ángulo interior de las mismas, una borla de cordoncillo
trenzado y desflecado. En el centro del rectángulo se haya
pintado al óleo el rostro de Nuestra Señora de los
Dolores en actitud de oración y con una espada sobre el
corazón, cómo es usual en este tipo de
representación mariana, rodeado de la tradicional mandorla
ovalada, elaborada con dos cordoncillos y rematada en sus puntas
por un detalle tejido en forma de cadeneta y relleno de tejido de
algodón amarillo. En la parte inferior central del
estandarte y bajo la mandorla se halla un bordado liso de realce,
realizado con hilos de oro y lentejuelas plateadas, representando
un lazo del que sobresalen seis espigas de trigo; a ambos lados
partiendo del lazo y de forma ascendente sobresale un tema
vegetal consistente en un tallo ondulante del que nacen
diferentes hojas carnosas, flores de jazmín, trébol
y azucenas de las que salen seis espigas de trigo rematadas con
lentejuelas doradas. Entre las cuatro esquinas o enjutas que
quedan libres, entre la mandorla y el recuadro de la cenefa
,rodeando todo el tema central, partiendo de izquierda a derecha
y de extremo a extremo del detalle inferior, se ven bordadas en
oro las letras que componen el nombre de la sociedad, encima se
puede leer "Ntra. Sra. de los Dolores" y en la parte inferior de
todo el bordado, con las mismas letras se lee "Socorros Mutuos".
Desde ambas puntas superiores cuelgan a su lado sendos cordones
de tres hilos, dos negros gruesos, serpenteados por uno dorado
más fino rematados a su vez por una borla igual a la
ubicada en el ángulo inferior.

Todo el estandarte está trabajado
sobre tela de paño y los bordados están hechos con
hilos de oro; los macizados son a punto de cadeneta y los
detalles se perfilan con cordoncillo. El mismo se encuentra
pendiente de un porta estandarte compuesto por una varilla
transversal de madera de pino rematada en sus puntas por un orbe
de bronce; cabe notar que todo el trabajo de bordado estuvo
acometido por la Sra. Matilde Díaz de
Navea[11]a la que en premio a su gran trabajo le
serian donados 34 pesos del Cuño
Español.[12].Encontrándose
actualmente en la antigua casa del Sr Alejandro Cardonell, quien
fuera presidente de la misma en el año 1903, sito en calle
82 No 6305 e/ 63 y 65; en poder de su nieta María Amelia
Reyes Cardonell, Conservándose en su urna original, y
siendo custodiado con celo como un legado familiar de gran
valor[13]

En relación a la imagen de Nuestra Sra. de los
Dolores , icono que según referentes bibliográficos
de la época ,precedía las procesiones realizadas
por esta institución, se fue perdiendo paulatinamente su
ubicación .Conociéndose en la actualidad solamente
el hecho de que constituyó la primera pieza adquirida por
la sociedad y que en octubre de 1882[14]fue
sometida a una pequeña restauración consistente en
la aplicación de una fina capa de barniz, no siendo
posible establecer su ubicación real en la actualidad,
aunque varios investigadores especulan sobre una posible
donación a la parroquia local en un periodo anterior a
1892, ya que en inventario realizado por la sociedad en este
año no se hace mención alguna a la tenencia de una
imagen católica .

La institución a pesar de tener establecido su
reglamento desde 1881, instaura el 15 de julio de 1888, un nuevo
reglamento derogando al anterior, con el fin de renovar su
licencia de funcionamiento como Sociedad de Socorros, Ayuda
Mutua, Instrucción y Recreo[15]El nuevo
estatuto en su capítulo noveno plasmaba como
quedaría establecida la junta directiva en lo adelante,
estableciéndose nueve categorías a saber:
presidente, vice-presidente, director, secretario,
vice-secretario, contador depositario,vice-contador,seis vocales
propietarios y cuatro vocales suplentes, quedando elegido como
presidente de ese año el Sr Teodoro de la Rosa y como
secretario el señor José Borroto.

Para pertenecer a la junta directiva era requisito
indispensable saber leer y escribir, haber sido miembro desde al
menos seis meses antes de la candidatura y ser poseedor de una
moral intachable; por otra parte para lograr pertenecer a la
sociedad era imprescindible poseer un buen estado de salud ,el
cual era confirmado mediante la realización de un chequeo
médico previo, realizado por algún facultativo
designado por la directiva para tal efecto; una vez comprobado
este acto, el nuevo candidato era presentado a la junta
administrativa por dos miembros activos, la cual sometía a
valoración de otro comité creado al efecto la
posible admisión del candidato ,estando en sus manos el
aceptar o denegar la entrada del mismo a sus filas.

Una vez admitida la afiliación, el candidato
abonaría la suma de tres pesos plata como derecho de
admisión y una mensualidad de un peso cincuenta en plata
por adelantado. Podían beneficiarse los hijos de los
miembros que comprendieran una edad entre los 7 y hasta los 20
años, así como,esposa,padres y hermanos
comprendidos entre 20 y 50 años de edad, a los que una vez
admitidos se les dispensaba el pago de la cuota de
admisión.

En cuanto a los miembros en general se clasificaban en
Socios Fundadores a aquellos que habían fundado la
sociedad y formaban parte de la junta directiva; Socios de Numero
a aquellos que se inscribían con posterioridad, Socios de
Merito a los que realizaban alguna labor relevante en beneficio
de la sociedad y los Socios Benefactores que no eran más
que aquellos blancos o negros que ayudaban a sostener la
institución mediante donativos.

El periodo comprendido desde su fundación hasta
el año 1888 constituiría una etapa de fomento y
establecimiento de la misma. Según datos de la junta
celebrada por la Sociedad Dolores el 3 de agosto de 1890,
quedaban establecidos: 67 miembros numerarios y 4 miembros
honorarios, se recaudaron de enero a junio: 638 pesos, 60
centavos; gastando 593 pesos ,85 centavos; quedando en caja 904
pesos ,80 centavos y pendientes de cobro solamente 95
pesos.

La membrecía iba en aumento vertiginoso, contando
para el año 1891, con 111 miembros activos y 8 miembros
honorarios.

El día 22 de marzo del propio año se
recibe por parte del Comité Central de Sociedades de Color
una correspondencia en forma de manifiesto exhortando a
participar en una junta extraordinaria a celebrarse los
días 23,24 y 25 de julio del corriente, con el objetivo de
crear el directorio central de las sociedades de color. Se
acordó crear una comisión que estaría a
cargo de elegir los que asistirían a una junta magna
celebrada por dicho comité. Los miembros escogidos fueron:
los señores Agripino de la Rosa, Teodoro de la Rosa y
José Borroto. Lográndose la participación de
los mismos en dicho evento, que culminaría con la
creación del Directorio Central de las Sociedades de Color
bajo la directiva de Juan Gualberto Gómez
(1854-1933),quien ostentaba desde el día 15 de junio del
mismo, el cargo de socio de honor y presidente honorario de la
sociedad Nuestra Señora de los Dolores; dicho directorio
se dedicaría desde entonces a aglutinar a las sociedades
de pardos y morenos bajo una única institución que
los rigiera y defendiera ante cualquier eventualidad; tratando de
unificar, paulatinamente, al llamado elemento de color
.

En 1892 se toma el acuerdo de dispensar la cuota de
entrada de los candidatos para incrementar de este modo la
membrecía que en este momento se hallaba muy limitada,
también para tal efecto se produjo un canje de los fondos
existentes en billetes del banco por plata al 249 por ciento,
para de este modo tratar de mantener el funcionamiento de la
institución. [16]

En cuanto a la integración de la mujer en la
Sociedad, estaba establecido que las señoras podían
pertenecer a la asociación, pero solo poseían voz,
no la capacidad del voto, aunque gozaban de los mismos
privilegios que los socios hombres; no es hasta el 23 de julio de
1893, que en junta administrativa, celebrada por la sociedad, que
la socia Cecilia Pau hace una moción para la
formación de un Comité de Damas, con el fin de
ayudar al adelanto de la Sociedad y del colegio. Y solicita apoyo
para la creación de un aula para niñas, solicitando
el cargo de maestra de la mismas .En correspondencia a su
propuesta se nombró al socio Federico Valdés como
delegado para la formación de dicho comité, el que
quedó establecido el día 31 de julio del mismo
año. Se aprobó un reglamento al respecto y se
contó con una directiva de señoras elegidas por la
junta administrativa, la cual nombró una presidenta, quien
a su vez, designó una secretaria y todos los miembros que
ella entendiese. La admisión sería posible por un
arreglo al artículo nueve del reglamento oficial.
Fijándose una cuota de un peso plata. Facilitándose
a todo lo largo del mes de agosto un incremento considerable de
la membrecía femenina.

El 16 agosto de 1895 siendo presidente el señor
José Borroto y tesorero el señor Teodoro de la
Rosa, estalla en toda Cuba la guerra, por lo que la directiva de
"Nuestra Señora de los Dolores" decide cerrar la sociedad
hasta nuevo aviso, procediendo a repartir los muebles y
útiles de la misma entre los miembros que podían
conservarlos hasta la culminación de la contienda. Los
miembros designados para ello serian: Teodoro de la Rosa, Antonio
Borroto, Eleuterio de la Rosa, Leocadio Llorente, José
Borroto, Manuel Vidal y Juan Arencibia. La caja fue cerrada con
la suma de 85 pesos, 55 centavos, quedando los fondos en poder
del tesorero.

El día 30 de julio de 1899, tras la
culminación de la guerra independentista (1895 – 1898), se
procede a la reorganización de la Sociedad, dando cuenta
el tesorero del dinero que había en la caja en el momento
de su cierre, y constando en esta fecha con la siguiente junta
directiva:

Presidente: Aurelio Borroto.

Director: Adriano Hernández.

Tesorero: Teodoro de la Rosa.

Vicetesorero: Fermín Hernández.

Secretario: Indalecio Marín.

Vicesecretario: Bernardino Borroto.

Vocales: Alejandro Cardonell, Victoriano Rocabruno,
Flores Puentes, Víctor Reyes, Aurelino O"Farril,
Sebastián Urrutia y Juan de Dios Salgado.

En esta ocasión las cuotas de admisión
serian bajadas a 25 centavos por admisión y 40 centavos
por las mensualidades. Contando para su funcionamiento con un
local rentado en Independencia No 72 (actual avenida 47),
propiedad del Señor Garabito Esboces, sesionando en la
misma hasta abril de 1900 ,en que traslada su local social para
la casa propiedad del Señor Pedro Gil, en Independencia No
17[17]En noviembre del mismo año la
sociedad, respondiendo a una propuesta hecha por el señor
Teodoro de la Rosa en junta administrativa, adquiere una bandera
cubana, la que fuera obtenida por compra al señor Ignacio
Ravelo por el módico precio de un peso plata del
Cuño Español, presidiendo desde ese momento todas
las sesiones. Aquí se declaró el pleno
carácter laico de la
institución.[18]

El año 1901, sería muy importante en la
vida de esta sociedad que, hasta la fecha, había estado
funcionando en los salones alquilados de la vivienda del
señor Pedro Gil, el que hubo de subir los precios del
alquiler a diez pesos mensuales. Esta situación
provocó que se tomaran dos acuerdos el primero de estos
seria hacer un aumento en el cobro mensual de los miembros, para
poder pagar la renta del inmueble. Anteriormente se pagaban 25
centavos por admisión y 40 centavos de mensualidad,
ascendiendo ahora la cuota de admisión a 60 pesos plata
del Cuño Español [19]El segundo
consistió en realizar las juntas con un carácter
quincenal Esto ocurrió siendo presidente el Sr Adriano
Hernández.

Bajo la presidencia del Sr Fermín
Hernández, se recibe una invitación de la sociedad
"La Fraternidad" a la directiva de la Sociedad Dolores,
para que asista con su estandarte a la procesión que se
efectuaría el día 24 de febrero de 1902, en
conmemoración al Grito de Baire en San José de las
Lajas, Por lo que en respuesta se toma el acuerdo de elaborar un
nuevo estandarte, sustituyendo el fondo negro por uno amarillo, y
la imagen de la virgen por una cruz de sanidad morada en el
centro, supuesto que el que poseía no era el apropiado
para una procesión cívica; dicho estandarte fue
costeado del fondo de la sociedad y elaborado por una
comisión formada por los Sres. Adriano Hernández y
Teodoro de la Rosa, costando el género y las puntas
utilizadas para su confección 2 .03 pesos
[20]

Otro acuerdo tomado en este año sería el
de enviarle una carta de felicitación al primer presidente
electo de la república Don Tomás Estrada
Palma(1835-1906), saludándole en nombre de la sociedad,
carta que fue respondida por el mismo en fecha de 15 de junio de
1902, dando repetidas gracias por haber tenido a bien enviarle
una felicitación.

Transcurría el año 1905 y el señor
Pedro Gil aumenta nuevamente el precio de su local a quince
pesos, lo que conlleva a tomar medidas rápidamente
creándose una comisión integrada por los Sres.
Alejandro Cardonell, Rocabruno y el Sr Marrero para ventilar la
posibilidad de mudanza, llevándose a cabo esta, hacia los
predios de Independencia esquina a Laguna (Actual ave 47 esq. a
48) local que poseía además una cantina que
sería atendida por su conserje y reportaría
ganancias a la sociedad, además el dueño del local
solo exigía un alquiler de dos centenes. Es en este local
donde funcionaria hasta su disolución.

2. 2 Educación, cultura y patriotismo dentro
de la sociedad

Dentro de los objetivos de la sociedad se hallaba el de
elevar el nivel educacional de sus miembros por lo que el
día 11 de mayo de 1882 recién fundada la sociedad
se efectuó un baile con la finalidad de coadyuvar a la
creación de una escuela pública para niñas y
recaudar fondos para la compra de los enseres necesarios para el
buen funcionamiento de la misma, esta escuela impartiría
clases de primera enseñanza a las niñas, y
posteriormente iría extendiendo sus enseñanzas a
los demás miembros que quisieran realzar su nivel
educacional .

Ya en el periódico autonomista "La Fraternidad",
de fecha 7 de julio de 1884, se les informaba a los padres de
familia, socios de Ntra. Sra. de los Dolores, que en
sesión celebrada el lunes 28 de junio había sido
nombrado profesor de la escuela, el Sr Don Enrique Córdova
y Lebrija, comenzando a impartir clases de instrucción
primaria elemental, al módico precio de un peso mensual y
en el horario comprendido de 7 a 9 de la noche.

Ya en 1890 se acuerda por la directiva establecer clases
de primera enseñanza, de día para los hijos de los
asociados y de noche para los socios adultos.[21]
Se estableció una escuela gratuita para los hijos de los
socios y quedo prorrogado el contrato de inquilinato del local
que le servía de sede.

El 11 de mayo de 1892 se nombra al señor Gil
Arambarri como maestro. Asignándosele para ello un sueldo
de 50 pesos en billetes del Banco Español y una
donación, para que pudiese trasladarse desde la capital
hasta San José de las Lajas; Él 17 de ese mismo
mes, se toma el acuerdo de celebrar otro baile esta vez con la
finalidad de adquirir fondos que serian utilizados en la
adquisición de enseres necesarios para el mejor
funcionamiento de la escuela; dicho baile tendría lugar el
28 de mayo del mismo año, siendo amenizado, por los
maestros de música y miembros de la sociedad, los
señores Fermín Hernández, Bernardino Borroto
y José Borroto, recaudándose como resultado del
mismo 70 pesos billetes del cuño español; una vez
retirados los gastos propios de la festividad quedarían 46
pesos destinados a la adquisición de los útiles,
este fondo se incremento además con la contribución
monetaria de varios miembros y pueblo en general.

Las cuotas de admisión a la sociedad eran de tres
pesos plata desde su creación y a partir de agosto de 1892
y en lo adelante serian de 1.50 más un gravamen de 10
centavos que serian utilizados para el sostenimiento de la
enseñanza,[22].quedando
establecida, desde el día 1 de septiembre, una escuela de
niñas bajo la dirección de la Srta. Amelia Capote
Iturbe, primera maestra negra graduada del municipio. Quien
pidió los salones de la sociedad para impartir clases de
primera enseñanza a las niñas, contando para ello
con la ayuda de los maestros: Arturo R. Díaz, Gil
Arambarri, Cecilia Pau y Enrique Córdova
Lebrija.

Ya en la Sociedad Dolores se venían fraguando
sentimientos de patriotismo, surgiendo de entre sus filas un
grupo de cubanos desafectos al colonialismo español. Dada
esta situación, la metrópoli considero que esta
sociedad, al igual que otras, fuese de condición
conspirativa y en consecuencia fuese observada desde entonces con
recelo. Esto se vio propiciado por el hecho de la visita, el 11
de septiembre de 1892, a una velada literaria de la sociedad del
patriota Juan Gualberto Gómez, velada que termino con un
baile sin otra consecuencia.

El 1 de octubre del año 1892 se celebró,
en el nuevo local de la Sociedad, ,ubicado en San Roque, esquina
a San Mariano (General Aguirre, esquina a Invasión ;actual
calle 74 ,esquina a 70) ,una velada patriótica donde
hicieron uso de la palabra ,los señores Medín
Arango, León Quesada y Juan Gualberto
Gómez[23]En esta época la Sociedad
dejó su carácter religioso para ir transitando
paulatinamente a otro de tipo laico .Esto traería como
consecuencia la incorporación de los miembros de esta
institución a la política del momento.

Esta situación ocurrió siendo presidente
el señor Juan Arencibia, que sería relevado de su
cargo, tras renuncia, el 28 de agosto, por el señor
Fermín Hernández. [24]

La educación dentro de la sociedad
sufriría un gran revés pues, En septiembre de 1894
ocurrió en el municipio una epidemia de difteria, que
causó entre otros desastres, el cierre provisional de la
enseñanza hasta que el 31 de diciembre, se acuerda cerrar
definitivamente el colegio y pasando entonces la cuota del real
que se cobraba por su servicios, para el alquiler de la casa
donde sesionaba la asociación, dicho inmueble era
propiedad del señor Villageliú,
[25]quien obtenía un pago mensual de 50
centavos por concepto de arrendamiento

Las veladas patrióticas
constituyeron un elemento común de la sociedad en esta
época ., Dadas a conocer por la prensa local,
ponían de manifiesto los sentimientos patrios de sus
asociados, muestra de ello sería la celebrada el 10 de
junio de 1894 en el teatro de la sociedad, a beneficio de la hija
del ilustre José Antonio Saco y de algunas instituciones
locales, entre las que se contaban los colegios de la localidad,
nuevamente participaría como invitado de honor el insigne
patriota Juan Gualberto Gómez, esta vez con el objetivo de
recaudar fondos entre las sociedades de color para la
creación de un monumento en honor al poeta Gabriel de la
Concepción Valdés "Plácido"(1809-1844), en
conmemoración del 50 aniversario de su fusilamiento(27 de
junio de 1844), quedando la Sociedad Dolores entre las que
apoyara este loable suceso con una mayor contribución
monetaria..

Juan Gualberto Gómez llego a San
José de las Lajas precedido de una gran cabalgata, en esta
ocasión los miembros de la sociedad portaban estandartes
con lemas alegóricos, siendo recibido, Gualba, a
la entrada del pueblo con gran algarabía. Posteriormente,
siendo pasadas las 8 de la noche, se celebró un banquete,
pronunciándose en el mismo enérgicos discursos, que
expresaban las aspiraciones de librar a Cuba de la
opresión a la que estaba
sometida[26]

La prensa local anunció en sus
páginas la realización de otra velada
política, esta vez el día 15 de julio del mismo
año, contando en dicha ocasión con la
participación de personalidades importantes de la
época como: Alfredo Zayas, Morúa Delgado, Dolz y
del lajero Dr. Cándido Menció; a pesar de los
esfuerzos realizados para lograr el buen desenvolvimiento de esta
actividad, hubo de ser cancelada hasta nuevo aviso debido a las
inclemencias del tiempo[27]

Juan Gualberto Gómez, cumpliendo los objetivos
del Partido Revolucionario Cubano, bajo la orientación de
José Martí, incita al pueblo a la guerra necesaria
contra el colonialismo español. Algunos valiosos miembros
de la Sociedad Dolores entraron en la contienda. A
continuación se presenta una lista, mediante tabla, de los
que, por investigación, se ha podido comprobar, que
participaron en la misma.

Miembros de la Sociedad Nuestra Señora de los
Dolores que participaron en la Guerra de 1895

Partes: 1, 2

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