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Tradición y redacción en Lucas



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

  1. Introducción y
    objetivos
  2. La
    cuestión sinóptica
  3. Razones a favor de la H2F
  4. La
    fuente Q
  5. Influjo de la tradición
    oral
  6. Modo
    lucano de usar sus fuentes
  7. Un
    pasaje de triple tradición
  8. La
    composición libre lucana
  9. Comienzos del ministerio
  10. El
    relato sinóptico de las tentaciones en el
    desierto
  11. El
    relato del viaje
  12. Pobreza y pobres en Lucas
  13. Las
    mujeres en Lucas
  14. Los
    discípulos en Lucas
  15. La
    alegría lucana
  16. El
    espíritu, poder de lo alto
  17. Vida
    de oración

Curso dictado en la Universidad Comillas
el curso 2005-2006

Introducción y
objetivos

El objetivo de este curso es primeramente adiestrar al
alumno para que sepa distinguir en un texto sinóptico
cuáles son los elementos que el evangelista recibe de sus
fuentes (escritas u orales) y cuáles son los elementos que
proceden de su actividad redaccional.

En nuestro caso concreto buscaremos qué es lo
lucano de Lucas. Hemos escogido a Lucas por dos motivos
principales. Por una parte podemos comparar su evangelio con dos
de sus fuentes que nos son conocidas (Marcos y Q) y ver
cómo Lucas ha procedido en su edición de estos
textos. Por otra parte tenemos una segunda obra lucana, los
Hechos de los Apóstoles, en la que podremos verificar si
los rasgos redaccionales lucanos detectados en el estudio
sinóptico del evangelio son también prominentes en
los Hechos.

Seguiremos un método inductivo, comenzando por
aquellos textos en los que es más claro determinar la
contribución lucana, hasta delinear tentativamente algunas
de sus preferencias, su lengua, su estilo, su teología, su
espiritualidad y el mensaje que quiere recalcar para sus
lectores. Estas conclusiones experimentales nos ayudarán a
decidir lo que es lucano en otros casos donde es más
difícil distinguir entre lo tradicional y lo redaccional.
Si nuestra hipótesis experimental, que lanzamos como globo
sonda, funciona y nos ayuda a entender y analizar otros textos,
se está demostrando a sí misma. Alguno
podría acusar a este método de circularidad, porque
mezcla elementos de deducción y de inducción, pero
en realidad más que establecer una petición de
principio o un círculo vicioso, nuestro método
procede en espiral, de modo que las últimas conclusiones
de tipo general están basadas en la comprobación de
los datos provisionales que habíamos obtenido de una
primera inducción sobre los textos más
claros.

Finalmente el libro de los Hechos de los
Apóstoles nos sirve de test para comprobar la
verosimilitud de los datos que hemos establecido en la lectura
del evangelio. Si comprobamos que las características
encontradas en el evangelio son también prominentes en el
libro de los Hechos, habremos terminado nuestro estudio con un
alto grado de probabilidad en sus conclusiones.

Sin embargo tenemos que aclarar desde el principio que
"lo lucano" no se puede limitar exclusivamente a lo que el
evangelista añade en solitario. El hecho de que en un
pasaje de Lucas se esté utilizando un texto de Marcos no
hace que este pasaje sea menos lucano. "Una tradición
afirmada por un autor se convierte en parte de la
concepción de dicho autor".[1] El simple
hecho de haber sido asumidos por Lucas hace que los materiales se
conviertan ipso facto en no menos lucanos que aquellos
que han sido redactados creativamente por el propio Lucas. Para
estudiar las características de Lucas no nos podemos
limitar a considerar las variaciones introducidas por él
en sus fuentes. Al escoger una u otra fuente y al elaborarla,
Lucas está expresando ya sus inquietudes y sus
preferencias.

Además, como señalaremos en el
capítulo de la tradición oral, nunca podemos estar
seguros de si algunos de los textos o detalles exclusivamente
lucanos se deben a la pluma del evangelista, o han sido tomados
de otra fuente distinta de Marcos o de Q. No debemos olvidar que
no conocemos todas las fuentes utilizadas por Lucas. Por eso
nunca hay descartar que determinada perícopa
exclusivamente lucana pueda proceder de otra fuente desconocida
para nosotros. El hecho de que Lucas en su prólogo diga
que "muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se
han verificado entre nosotros" indica que tiene conocimiento de
la existencia de "muchos" documentos. ¿Cuántos son
"muchos"? Ciertamente más de dos. No basta con Marcos y Q
para completar la biblioteca conocida por Lucas.

Además no se puede excluir tampoco que se trate
de un texto de Q no utilizado por Mateo. Como veremos, es
verosímil que en su uso de Q tanto Mateo como Lucas hayan
omitido algunos de los textos, lo mismo que nos consta que
omitieron algunos textos de Marcos.

Finalmente, como indicaremos en el capítulo sobre
la tradición oral, hay que tener siempre presente el
influjo de las tradiciones orales en la redacción lucana.
Determinadas variantes introducidas por Lucas en un texto de
Marcos o Q puede que no se deban sólo a la
redacción lucana, sino al influjo de variantes que le han
llegado a Lucas por tradición oral.

Después de haber aprendido a diferenciar lo
tradicional y lo redaccional en Lucas en textos donde es posible
detectar rasgos típicamente lucanos, dedicaremos algunos
capítulos a exponer estos rasgos de un modo
sistemático esbozando una síntesis de la
personalidad literaria del autor, de su teología, de su
sensibilidad, de las características de la comunidad
destinataria, y de los objetivos del autor en los dos tomos de su
obra.

La cuestión
sinóptica

Antes de adentrarnos en nuestro estudio conviene
presentar un cuadro orgánico del problema
sinóptico, los datos que lo conforman, el problema que
presentan, los diversos intentos de solución y nuestra
evaluación de dichos intentos.

Por supuesto nuestro estudio del problema
sinóptico no lo hacemos en abstracto, sino
básicamente desde nuestro interés por Lucas que es
el objetivo de nuestro curso.

El problema sinóptico se ha resumido en los
términos "concordia discors", concordia
discordante. Se parte del hecho de que los tres primeros
evangelios tienen a la vez grandes semejanzas que postulan
contactos literarios de algún tipo, y al mismo tiempo
notables diferencias que postulan el influjo de otras fuentes no
comunes, o una libertad redaccional de los evangelistas a la hora
de tratar los materiales que la tradición les ha aportado
de una u otra manera. Analicemos primero los datos y pasemos
luego a estudiar los problemas que presentan y las soluciones
arbitradas.

a) Comparación de los tres
sinópticos

Analizaremos primero los distintos materiales que
contienen los tres evangelios sinópticos, tratando de
establecer el material que es exclusivo de cada uno, y el que
tienen en común con uno o dos de los restantes
sinópticos.

MATERIAL DE MARCOS

Tiene 16 capítulos y 665 versículos
(casi la mitad de Mateo o de Lucas solamente)

360 versículos: En común con
Mateo y con Lucas, triple tradición, 360
versículos. 54% del evangelio. De las 10.650
palabras de Marcos, 8.189 se encuentran a la vez en Lucas y en
Mateo (7.040 en Lucas y 7.768 en Mateo). Son los materiales que
llamamos de triple tradición Tabla I.

50: En común sólo con Lucas
hay 50 versículos poco significativos. 8%. Tabla
VI

210: En común sólo con Mateo
hay 210 versículos. 32% La mayoría
pertenecen a la gran omisión lucana (6,45-8,21) y que
incluye narraciones sobre viajes fuera de Galilea. Tabla
V
.

45: Exclusivos de Marcos hay 45
versículos muy fragmentados: 6%. Tabla
II

MATERIAL DE LUCAS

Tiene 24 capítulos y 1,150
versículos (el más largo de los tres
sinópticos)

360: En común con Marcos y Mateo,
triple tradición, tiene 360 versículos, 31%,
sobre todo elementos narrativos, con algún discurso
(parábola, discurso de misión, sermón
escatológico). El tercio del material común a los
tres se encuentra en el relato de la pasión. Ver Tabla
I

220: En común sólo con
Mateo, (¿fuente Q?), hay 220 versículos,
19% Ver Tabla VII.

50: En común sólo con Marcos
hay 50 versículos poco significativos, algo menos del 5
%.
Ver lista en Tabla VI

520: Hay además 520 versículos de
material exclusivamente lucano, la masa más grande del
material. 45% Ver Tabla IV.

MATERIAL DE MATEO

28 capítulos y 1068
versículos.

360: En común con Mateo y con
Lucas
, triple tradición, 360 versículos
34%.Tabla I.

220: En común sólo con
Lucas, (¿fuente Q?), hay 220 versículos,
21%. Ver Tabla VII.

210: En común sólo con
Marcos hay 210 versículos, 19%. La
mayoría situados en la gran omisión de Lucas
(6,45-8,21) y que incluye narraciones sobre viajes fuera de
Galilea. Tabla V.

275: Exclusivos de Mateo hay unos 275
versículos, 26%, incluido el evangelio de la
infancia, discursos, pasajes relativos a Pedro, ciclo de Judas
Tabla III

Nos referimos a versículos enteros, aunque muchas
veces hay materiales comunes más pequeños, de una
frase o un conjunto de palabras.

Veamos la extensión de los tres evangelios
sinópticos desde el punto de vista del número de
sus versículos:

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b) Las concordancias

Los parecidos se dan primeramente en la
proyección general del evangelio. Al ministerio de
Jesús se antepone el del Bautista. El ministerio de
Jesús comienza con el bautismo, la ida al desierto y las
tentaciones, y el regreso a Galilea. De ahí sigue una
larga etapa de ministerio galileo que concluye con la
confesión de Pedro. Comienza el camino hacia
Jerusalén, que culmina con la entrada solemne de
Jesús en la ciudad, la expulsión de los mercaderes,
la enseñanza y las controversias en el Templo, el
sermón escatológico, y finalmente el relato de la
Pasión (la Cena, la oración del huerto, el
prendimiento, el juicio judío, el juicio romano, el camino
de la cruz, la crucifixión, la muerte, el entierro y la
visita de las mujeres en la mañana de Pascua).

Hay también un gran parecido en el orden de
sucesión de perícopas
. Por ejemplo al comienzo
del ministerio: curación del paralítico,
vocación del publicano, banquete con los publicanos y
diálogo sobre el ayuno (Mc 2,1-22; Mt 9,1-17; Lc 5,17-39).
O por ejemplo al comienzo del viaje a Jerusalén:
Confesión de Pedro, primera predicción, catequesis
de Jesús sobre el seguimiento, transfiguración,
curación del niño epiléptico, segunda
predicción de la pasión (Mc 8,27-9,32; Mt
16,13-17,23; Lc 9,18-45). Las únicas anomalías en
esta secuencia son la inserción de Mateo de la promesa del
primado a Pedro: 16,17-19, y la omisión por parte de Lucas
del diálogo sobre Elías en la bajada del monte (Mc
9,9-13; Mt 17,9-13).

Hay una gran afinidad en el interior de cada
perícopa
, en la cual encontramos proposiciones que
coinciden literalmente en algunas ocasiones, como por ejemplo en
el sermón del Bautista (de la fuente Q), tal como viene en
Mateo 3,7b-10.12 y Lc 3,7b-9.17.

A veces las citas del Antiguo Testamento
coinciden literalmente, aun cuando se trate de una
formulación distinta de la de los LXX:

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Todas estas concordancias no pueden ser resultado de una
casualidad, sino que tiene que haber entre esos textos una
dependencia literaria. No basta una tradición oral
subyacente de perícopas cortas. La tradición oral
no explica las concordancias literales en los textos, ni las
secuencias largas.

c) Las diferencias

En la proyección: Mateo y Lucas tienen
evangelios de la infancia, y Marcos en cambio no tiene. En los
evangelios de la infancia de Lucas y Mateo hay sólo un
pequeñísimo número de coincidencias: nombre
de José y María, el dato de que María
concibió siendo virgen, el hecho de que Jesús
nació en Belén en tiempos del rey Herodes (aunque
no está claro si ambos evangelistas están hablando
del mismo Herodes) y el hecho de que la familia viviera en
Nazaret durante la infancia y adolescencia de Jesús. Todos
los demás datos no son concordables.

En el orden de sucesión de
perícopas
: Marcos y Mateo sitúan la visita de
Jesús a Nazaret a la mitad del ministerio galileo de
Jesús, y Lucas al principio del todo.

En el interior de las perícopas: En Mateo
es la madre de los Zebedeos la que acude a Jesús, en
Marcos son los hermanos en persona. Jesús responde al
joven rico en Marcos (y Lucas): "¿Por qué me llamas
bueno?", mientras que en Mateo le dice: "¿Por qué
me preguntas sobre lo bueno?"

d) Historia de la cuestión
sinóptica

* Sin dependencia literaria directa

La hipótesis de la Tradición: se postula
un evangelio oral primitivo en arameo, que recibió
después dos traducciones al griego (Herder).

Al principio se mantuvo la hipótesis del
evangelio primitivo (Lessing) 1784. Habría un evangelio
original en arameo, un Ur-Gospel que tuvo varias traducciones al
griego.

Una segunda hipótesis fue la de los fragmentos o
diégesis. Se trata de breves anotaciones plurales
a partir de las cuales se habían compuesto los actuales
evangelios (Schleiermacher) 1832.

* Con dependencia literaria directa

Hasta aquí no se admiten dependencias literarias
directas entre los evangelios. Simultáneamente ya desde
finales del XVIII otra hipótesis habían hablado de
relación directa. Así Griesbach supone que
el evangelio más antiguo es Mateo. Lucas conoció a
Mateo, y Marcos hizo un compendio sintético de
ambos.

Todo cambia cuando empieza a aceptarse la prioridad de
Marcos como evangelio más antiguo. A principios del XIX
Lachmann fue el primero en notar que Mateo y Lucas
sólo coinciden en el orden de las perícopas cuando
siguen a Marcos. En cuanto se separan de Marcos, se separan
siempre también el uno del otro. Lachmann hablaba no del
Marcos actual, sino de un UrMarkus, o Marcos en una
edición primitiva.

Mientras tanto se iba montando el otro pilar de la H2F.
Eichhorn fue el primero en postular una fuente
común para Mateo y Lucas, que Schleiermacher
identificó como una fuente de logia

El siguiente paso lo da Weisse (1838) cuando
considera que la verdadera fuente de la triple tradición
es el Marcos actual y conecta esta hipótesis de la
prioridad marcana con la de una segunda fuente de logia
común a Mateo y Lucas.

Los tradicionalistas vieron una gran dificultad en la
prioridad marcana, que va contra la tradición
eclesiástica, de que el primer evangelio fue el de Mateo.
Tampoco aceptaban que el Mateo arameo fuese sólo una
colección de logia y no a un evangelio
completo.

Con Weisse ya quedan ensamblados los principales
elementos de la H2F, pero el gran sistematizador de esta
hipótesis (H2F) fue Holzmann (1863), aunque
favoreciera la variante del Ur Markus.

Otra variante importante de la H2F es la
hipótesis del Protolucas de Streeter, que
añade un documento L para las fuentes propias de Lucas y
un documento M para las propias de Mateo. Además defiende
que primeramente esta fuente L (exclusiva de Lucas) se
había fusionado con la fuente Q para formar un Protolucas.
Sólo más tarde este Protolucas se integró
con el evangelio de Marcos para dar nuestro Lucas
actual.

Simultáneamente con este desarrollo de la
hipótesis de las dos fuentes, ha habido a lo largo de
estos dos últimos siglos otros autores que han rechazado
esta solución. Entre los objetores a la H2F habría
que considerar dos modalidades: aquellos que rechazan tanto la
fuente Q como la prioridad de Marcos y aquellos que rechazan la
existencia de una fuente Q pero aceptan la prioridad de
Marcos.

Entre los que rechazan tanto la prioridad de Marcos como
la Fuente Q habría que contar en estos tiempos a William
Farmer que en los años 60 propugnó un equipo
de investigación llamado "International Institute for the
Renewal of Gospel Studies".[2] Este grupo ha
sabido hacerse valer hasta el punto de ser hoy considerado como
la mejor alternativa a la H2F, o incluso la
única.

Entre los que rechazan la fuente Q pero mantienen la
prioridad marcana habría que considerar a todo un grupo de
investigadores que remontan sus orígenes a un
artículo de A. Farrell en 1955.[3]
Esta tesis es hoy día defendida insistentemente por M.
Goodacre que mantiene una página Web sobre este
tema.[4] Otros importantes valedores de esta tesis
son J. Drury[5]y M. Goulder.[6]
Todos ellos defienden que Lucas utilizó el evangelio de
Mateo y que por tanto no hay necesidad de postular una fuente
hipotética, cuando el problema sinóptico puede ser
solucionado a partir de los documentos reales que tenemos a
nuestra disposición.

Otra línea diversa de investigación es la
de la llamada "Escuela de Jerusalén" que parte de
Lindsay y Flusser con su hipótesis de que el
evangelio más antiguo es el de Lucas y que rechaza tanto
la prioridad de Marcos como la existencia de una fuente
Q.[7]

Razones a favor de la
H2F

a) Descripción de la teoría en su forma
clásica

La teoría en su forma clásica se sustenta
sobre tres pilares

* Mateo y Lucas dependen de Marcos para todos los
materiales que tienen los tres en común, y que constituyen
lo que se llama la triple tradición.

* Para los materiales compartidos por Lucas y Mateo,
pero que no aparecen en Marcos, hay que postular una segunda
fuente, llamada Q. Dicha fuente Q está formada total o
casi exclusivamente, por "dichos" de Jesús, los
logia.

* Mateo y Lucas son absolutamente independientes uno de
otro, y no hay influjos directos entre ambos. Todas sus
coincidencias hay que atribuirlas a sus fuentes comunes, y no a
un contacto directo entre los dos.

b) Argumentos a favor

1.- Omisiones

Si Marcos hubiera conocido a Mateo y/o Lucas, no se
explica que haya eliminado la mitad de su contenido.
¿Habría Marcos eliminado deliberadamente todas las
profecías de Mateo, o sus expresiones favoritas, o las
citas de la Biblia?[8] Puede ser razonable pensar
más bien que son Mateo y Lucas los que han utilizado a
Marcos, enriqueciéndolo.

2.- Orden y secuencia

El gran argumento a favor de la teoría de las dos
fuentes (DF) es el orden secuencial en los tres
sinópticos
. Esta es la prueba principal para el primer
pilar en que se apoya la teoría de las dos fuentes, a
saber, Mateo y Lucas dependen de Marcos para el material que los
tres poseen en común.

El orden de Marcos siempre está confirmado por
uno de los otros dos testigos. Cuando Lucas se aparte de la
secuencia marcana, Mateo permanece fiel y viceversa. Marcos tiene
siempre el apoyo de uno de los otros dos evangelios, salvo en las
poquísimas perícopas que narra él
solo.

Es fácil probar que en el orden de las
perícopas que tienen en común con Marcos, Mateo y
Lucas dependen de la secuencia de Marcos. Cada vez que un
evangelista se aparta del orden de Marcos, el otro evangelista
sigue el orden de Marcos. Por ello Marcos goza siempre del apoyo
de uno de los otros dos, cuando no de los dos
simultáneamente en muchísimos de los
casos.

Puede verse también en la localización de
los materiales provenientes de la fuente Q. Después de la
perícopa de las tentaciones no hay un solo pasaje de Q que
Mateo y Lucas coloquen en el mismo sitio de la secuencia de
Marcos.

Por ejemplo Marcos y Mateo sitúan la
vocación de los pescadores al principio de todo, mientras
que Lucas la retrasa. Marcos y Mateo sitúan la visita de
Jesús a Nazaret después de un largo ministerio en
el lago, mientras que Lucas la adelanta al principio del
ministerio. Por contra Lucas sigue a Marcos en el grupo de las
cuatro controversias galileas, mientras que Mateo hace de ellas
dos unidades separadas. Lucas y Marcos sitúa la
curación de la suegra de Pedro antes de la del leproso, y
Mateo presenta el orden inverso.

Pero además se da un hecho importante, Cada vez
que Mateo o Lucas se apartan de la secuencia de Marcos, queda
claro que el orden de Marcos era el lógico, y es el otro
evangelista el que ha descolocado el episodio. Por ejemplo,
Lucas, saliéndose del orden de Marcos, cuenta la
prisión del Bautista antes del bautismo de Jesús,
lo cual no tiene lógica.

Marcos presenta primero a Simón, y sólo
luego nos dice que Jesús fue a casa de su suegra. Lucas ha
cambiado el orden de estos dos hechos, forzando la
situación. Lucas adelanta la visita a Nazaret antes del
ministerio de Jesús en Cafarnaúm, sin embargo en la
perícopa hace alusión a los milagros realizados en
Cafarnaúm, lo cual nos hace pensar que el orden de Marcos
es más lógico.

Mateo por su parte desplaza el episodio de la tempestad
en el mar a un contexto en el cual no se ha hecho mención
anteriormente del mar ni de las barcas. Cuando dice que
entró en "la" barca, el artículo queda colgando
porque no existe ninguna barca en el contexto próximo.
Esto probaría que el contexto primario es el de Marcos, y
es Mateo el que ha desplazado la perícopa.

Mateo ha separado las cuatro controversias galileas en
dos grupos, sin embargo están ligadas por la cita de Oseas
6,6 que aparece en ambos grupos, en medio de las dos parejas de
controversias (Mt 9,13a; 12,7). Se muestra así que en su
origen las cuatro controversias estaban unidas, tal como las trae
Marcos.

Es más fácil pensar que Mateo ha cambiado
el "¿Por qué me llamas bueno?" de Marcos (10,18) a
"¿Por qué me preguntas por lo bueno?" (Mt
19,17)

Es más verosímil que sea Mateo quien haya
cambiado el "curó a muchos enfermos" de Marcos (1,34) por
"curó a todos los enfermos (Mt 8,16), que no viceversa
[Cf. Lucas "a cada uno": Lc 4,40].

Aparece con cierta frecuencia el fenómeno de los
dobletes (ver Tabla X). Un mismo dicho se repite dos veces
simultáneamente en Lucas y en Mateo, una de ellas en
contexto marcano, y otra en un contexto diverso. Esto muestra
que, este mismo dicho aparecía simultáneamente en
dos fuentes del evangelista, una vez en Marcos, y otra vez en una
segunda fuente diversa, común a Mateo y a Lucas (la
hipotética fuente Q).

En algunos casos en que el relato lucano se aparta del
orden o del material de Marcos quedan costuras, aporías,
que demuestran que Lucas ha conocido el texto de Marcos, y que al
apartarse de él no lo ha hecho por ignorancia sino por una
decisión. Así por ejemplo, aunque adelanta la
visita de Nazaret al ministerio de Cafarnaúm, queda una
costura, que revela que su fuente conocía un ministerio
anterior en Cafarnaúm (Lc 4,23). Aunque en el proceso
judío contra Jesús se han omitido las deposiciones
de los testigos que aparecen en Marcos y Mateo, es claro que
Lucas conocía el texto marcano, porque los miembros del
sanedrín dicen: "¿Qué necesidad tenemos ya
de testigos, pues nosotros mismos lo hemos oído de su
boca?" (Lc 22,71). Esta observación nos debe poner en
guardia frente a la tentación de achacar las omisiones
lucanas a la ausencia de datos en sus fuentes. En este
último caso es claro que la omisión de los testigos
se debe a la redacción lucana y no a su desconocimiento
del dato.

3.-Las tríadas

Mateo sigue el orden de Marcos desde el principio de su
evangelio Mc 1,2 = Mt 3,1 hasta Mc 1,20 = Mt 4,22. A partir de la
llamada de los discípulos hay toda una larga
sección en la que Mateo altera profundamente el orden de
Marcos 1,21 –6,13 = Mt 4,23-13,58. El material de Marcos en
estos casi dos capítulos ha sido radicalmente transpuesto.
Pero ya a partir de Mc 6,14 = Mt 14,1 hasta el final del
evangelio Mateo va a seguir dócilmente a Marcos sin
separarse del orden de su secuencia.

La sección en que Mateo se aleja de la secuencia
marcana comprende tres grandes sermones, el de la montaña
(5,1-7,29), el de la misión (10,1-11,1) y el de las
parábolas (13,1-53), intercalados por dos secciones
narrativas, la de 8,1-9,38, y la de 11,2-12,50.

La composición de Mateo a lo largo de esta
sección es muy artificiosa. Los grandes sermones los ha
compuesto agregando materiales que se encontraban dispersos en la
fuente Q y creando así sermones temáticos, en los
que es posible detectar un orden muy sofisticado. También
en las secciones narrativas podemos encontrar mucho artificio
secuencial. Por no hablar sino de la primera (8,1-9,34), la
encontramos dividida en tres secciones paralelas (8,1-22 /
8,23-9,17 / 9,18-38). Cada una de estas secciones consta tres
milagros, un sumario y unas palabras de Jesús.

Para lograr este artificio, Mateo ha tenido que
reagrupar en las tres secciones los milagros sueltos que
aparecían al principio del ministerio de Jesús en
Marcos. W. D. Davies ha analizado la técnica de
transposición de Mateo a partir de la secuencia original
de Marcos.[9]

Nota Davies la siguiente coincidencia. Donde Mateo se
separa del orden de Marcos, encontramos un arreglo redaccional
sofisticado caracterizado por la presencia continua de
tríadas (cf. lista de tríadas en la obra citada de
Davies). En cambio en el momento en que Mateo coincide con Marcos
en la secuencia, desaparece este arreglo artificioso de las
tríadas.

La consecuencia de este estudio, es que podemos explicar
por qué Mateo se separa de Marcos en los momentos en que
quiere crear un marco literario más artificioso, pero si
negamos la prioridad marcana, no podemos explicar de
ningún modo por qué Marcos se habría de
separar de Mateo precisamente cuando éste utiliza el
procedimiento más artificioso de las
tríadas.

4.- Estilo

El griego de Marcos es mucho más primitivo que el
de Mateo y mucho más aún que el de Lucas. Es
más verosímil pensar que Lucas y Mateo mejoraron el
griego de Marcos, que pensar que Marcos deliberadamente
estropeó el griego de Lucas. A veces Mateo y Lucas
coinciden en hacer el mismo cambio estilístico, otras
veces cada uno intenta mejorarlo a su propio modo.

5.- Evidencia del carácter primario de
Marcos

En Mc 2,4 la expresión "viendo Jesús la fe
de ellos" queda bien explicada por el dato de que abrieron el
techo para bajar al paralítico. En cambio en Mateo que no
menciona este dato, la misma frase de Marcos queda colgando y no
tiene explicación, con lo que deducimos que el texto de
Marcos es primario.

Más fácil es pensar que el texto de Marcos
es primario cuando Jesús le dice al Joven rico:
¿por qué me llamas bueno? (Mc 10,18). El texto
paralelo de Mateo: ¿Por qué me preguntas sobre lo
bueno? es claramente un arreglo piadoso secundario.

Podríamos añadir numerosísimos
ejemplos de cambios redaccionales realizados por Lucas o por
Mateo. Por ejemplo es típico de Lucas introducir un coro
de la multitud que juntan sus voces para cantarle. Los pastores
se regresaron alabando y dando gloria a Dios por todo lo
que habían visto" (Lc 2,20). Tras la curación del
paralítico, "quedaron todos asombrados y alababan
a Dios llenos de pasmo diciendo: "Hemos visto hoy cosas
extraordinarias"" (5,26). Después de la
resurrección en Naím, "todos quedaron llenos de
asombro y alababan a Dios diciendo: "Un gran profeta ha
aparecido entre nosotros; Dios ha visitado a su pueblo"" (7,16).
Después de la curación del ciego de Jericó:
"Toda la gente que lo vio alababa a Dios por lo que
había ocurrido" (18,43). Incluso en el momento de la
muerte de Jesús el centurión al pie de la cruz
alababa a Dios (23,47). No se ve ningún motivo
por qué Marcos haya querido omitir deliberadamente estas
alusiones a la alabanza a Dios en casi todos estos lugares.
Más verosímil es pensar que se trata de adiciones
lucanas que muestran que el texto de Marcos es
primario.

c) Argumentos en contra

1.- Perícopas de Marcos ausentes en Lucas y
en Mateo

Dichas ausencias apuntan a que dichas perícopas
faltaban en la copia de Marcos utilizada por Lucas, con lo cual
dicha fuente no equivaldría a nuestro Marcos actual. Para
estas perícopas ver nuestra Tabla II, material
exclusivo de Marcos, que no ha sido utilizado ni por Lucas ni por
Mateo. Pero ver también allí las distintas
explicaciones redaccionales tratando de explicar por qué
Lucas pudo haber omitido esas perícopas, aun en el caso de
haberlas encontrado en su edición de Marcos.

2. Desplazamientos de materiales
marcanos

Aunque Lucas sigue el orden de Marcos con bastante
fidelidad, hay sin embargo un número de desplazamientos,
que podrían apuntar al hecho de que el Marcos utilizado
por él no coincide con nuestro Marcos actual. Ver los
desplazamientos en las Tablas IX a y IX b,
así como la explicación que puede hacer
verosímil un desplazamiento voluntario por parte de Lucas.
Hoy día se acepta que hubo mucha más actividad
redaccional de Lucas, que se reconoce que Lucas se sintió
libre para omitir o cambiar algunos textos de acuerdo con sus
objetivos literarios o teológicos.

3.- Acuerdos menores de Lc y Mt contra
Marcos

Estos acuerdos probarían que han existido
contactos literarios directos entre Lucas y Mateo, o que ambos
utilizaron un Marcos distinto del actual. Se trata de acuerdos
negativos, en cuanto que simultáneamente Lucas y Mateo
coinciden en omitir, una palabra, una frase o una
perícopa, y acuerdos positivos, en cuanto que Lucas y
Mateo coinciden en añadir una palabra o una frase de
Marcos de una forma directa. Los acuerdos menores son el
verdadero caballo de batalla contra la teoría de las dos
fuentes.[10] Daremos algunos ejemplos más
significativos:

* Mc 6,14 llama a Herodes rey, mientras que Lc y Mt le
llaman tetrarca.

* A la palabra de los sayones que se burlan de Cristo en
Mc 14,65 diciéndole: "¡Profetiza!, añaden
Mateo y Lucas: "¿Quién es el que te ha
golpeado?".

* En Mt y Lc el leproso se dirige a Jesús
llamándole "Señor", palabra que falta en Mc
1,40.

* Donde Marcos dice que la hemorroísa tocó
el manto de Jesús (Mc 5,27), Mt Lc detallan que
tocó "la orla" de su manto.

La respuesta al valor probatorio de estos acuerdos
menores consiste en tratar de clasificarlos en varios grupos, y
buscar una respuesta para cada uno de ellos. Streeter habla de
"acuerdos irrelevantes", que constituyen la mitad del total, y de
"acuerdos engañosos", que serían sólo
acuerdos aparentes. Streeter trata de buscar diferentes razones
para todos ellos, de modo que pueda explicarlos sin tener que
recurrir a un contacto directo entre Lucas y Mateo.

1.- En muchos casos se trata de simples mejoras
estilísticas del griego de Marcos, que responden al estilo
literario tanto de Lucas como de Mateo. Un ejemplo sería
el sistemático cambio del presente histórico de
Marcos (151 veces), por Lucas y en menor grado también por
Mateo.[11]

2.- En otros muchos casos puede tratarse de corrupciones
textuales, en las cuales el recuerdo de Mateo, que era el
evangelio más utilizado, ha podido contaminar el texto de
Lucas en le proceso de copia realizado por algunos
copistas.

3.- Hay también omisiones casuales de un mismo
detalle marcano. Supuesto que en las narraciones Lucas y Mateo
han abreviado deliberadamente el texto de Marcos, es fácil
que en algunos casos hayan coincidido en eliminar algún
detalle.

4. Hay también omisiones que responden a una
misma voluntad de Lucas y Mateo de alterar algunos pasajes
"escandalosos" de Marcos, como por ejemplo una descripción
demasiado negativa de los discípulos.

5. El uso común de otras fuentes que relataban un
mismo material marcano puede dar razón de algunas otros
acuerdos menores. En concreto podemos pensar, que en algunos
casos, detrás de esos acuerdos hay una presencia
común de Q, sobre todo si se trata de introducciones a
dichos de Q (Mt 3,5 = Lc 3,3; Mt 3,16 = Lc 3,21). O puede haber
un recuerdo de textos de tradición oral conocidos por
ambos y que han podido influenciarles
simultáneamente.

R. H. Stein ha detallado una lista de acuerdos verbales
entre los sinópticos y Juan que no tienen por qué
postular un contacto literario directo o una fuente común,
sino que pueden explicarse por tradiciones orales comunes. Este
mismo razonamiento podría aplicarse también a
algunos de los minor agreements o acuerdos
menores.[12]

4.- Arcaísmo relativo de
Mateo

Hay bastantes pasajes donde se ve un arcaísmo
relativo de Mateo respecto a Marcos (ver lista en fotocopias de
Rolland p. 77). Por ejemplo el texto de Mt 13,58 "No pudo hacer
allí muchos milagros" parece más arcaico que el de
Marcos: "Impuso las manos a algunos enfermos y les curó".
En la versión de Marcos parece que se trata de corregir la
impresión de que algo fuera imposible para Jesús, y
por tanto parece secundario.

En muchas de las relaciones de milagros el texto de
Mateo es mucho más breve, y sin embargo completo; no
parece que sea una abreviación de Marcos. Más bien
parece que Marcos ha tomado el relato breve de Mateo y lo ha
enriquecido con toda clase de detalles pintorescos. Es mucho
más verosímil que esos detalles hayan sido
añadidos al relato por Marcos, que no el que sea Mateo el
que los ha suprimido sistemáticamente.

No se ve por qué Mateo habría eliminado
también invariablemente las muchas alusiones que Marcos da
al camino o a la casa. Se entiende mejor el proceso si pensamos
que más que omisiones de Mateo, se trata de
añadidos de Marcos.

5.- Arcaísmo relativo de
Lucas

En cambio hay muchos rasgos arcaicos de Lucas respecto a
Marcos,[13] que insinúan que, en esos
pasajes al menos, es Marcos quien ha trabajado el texto de Lucas
y no viceversa.

6.- Sentimientos de Jesús

Un caso concreto de arcaísmo de Mateo y de Lucas,
sería la ausencia en ellos de sentimientos de
Jesús. ¿Se habrían dedicado a eliminar
sistemáticamente toda alusión a los sentimientos de
Jesús, o más bien debemos pensar que es Marcos
quien los ha añadido?[14]

7-. Vivacidad y colorido del relato
marcano

Rolland da una lista de rasgos coloristas de Marcos,
omitidos simultáneamente por Lucas y Mateo. No se entiende
por qué ambos habrían coincidido en despojar a
Marcos de estos detalles narrativos tan vivaces. Ver por ejemplo:
(Mc 1,33; 2,12; 3,9.20; 4,38; 5,4.26.42-43; 6,31; 9,3; 10,49-50;
16,3). "Toda la ciudad reunida a la puerta". "Tomó una
barca para que no le aplastasen". "Dormía en la popa sobre
un almohadón". "Sus vestidos se volvieron blancos como
ningún batanero del mundo puede dejarlos"… Debemos
más bien atribuir a la redacción de Marcos todos
esos detalles añadidos a una fuente común con Lucas
y Mateo, más neutra.[15]

8.- Muletillas y giros típicamente
marcanos

No es difícil identificar ciertas palabras,
muletillas y giros típicamente marcanos.

Monografias.com

También aquí es más
verosímil pensar que es Marcos quien ha espolvoreado con
estas palabras su texto, que no que hayan sido Lucas y Mateo los
que sistemáticamente hayan aplicado la tijera.

Son estos argumentos los que han llevado a muchos
autores a no identificar al Marcos actual, canónico, como
la fuente de Lucas y Mateo sino a otra edición de Marcos
ligeramente diversa, o, como es el caso de Rolland, a las fuentes
de Marcos.

La fuente
Q

El segundo pilar de la H2F es la existencia de una
fuente de dichos del Señor, utilizada por Mateo y por
Lucas independientemente uno de otro, y que contendría el
material que llamamos de doble tradición, exclusivo a
Mateo y a Lucas, y que Marcos no ha conocido en su
mayoría.

Existe un notable orden paralelo en este material,
aunque no tan rígido como el paralelismo entre el material
de triple tradición.

Este orden se puede ver al comparar las secuencias
generales de estas perícopas en Mateo y en Lucas,
ver Tabla VII b y VII c, tanto en el orden
correlativo de los bloques de materiales en ambos evangelios,
como también en el orden correlativo de determinados
dichos sueltos.

Es opinión general que Lucas reproduce más
exactamente el orden original de Q, y por ellos a la hora de
citar Q se suele citar según el orden de Lucas, por
ejemplo Q 11,14-52 significa Lc 11,14-52. En cambio normalmente
Mateo es más fiel al texto de Q y lo edita menos que
Lucas.

En el caso de solapamientos de Marcos y Q, Mateo
prefiere fusionar ambos textos, mientras que Lucas prefiere la
versión de Q a la de Marcos, o a la de otra fuente
alternativa. Como veremos es lo que ha podido suceder con los dos
discursos de la misión o con los dos discursos
escatológicos.

a) ¿Depende Lucas de Mateo?

La alternativa a la hipótesis de la fuente Q es
pensar que este material común provenga de un contacto
literario directo entre los dos evangelistas. Lucas habría
tomado el material común directamente de Mateo es el caso
de la HG), o Mateo lo habría tomado de Lucas.

Sin embargo esta solución es inmantenible, a
pesar de que muchos la mantienen, sobre todo la dependencia de
Lucas respecto a Mateo (Farmer, Schlater, Drury, Ropes, Butler,
Turner). Las principales razones que nos llevan a rechazar el
contacto directo de Lucas con Mateo son las
siguientes:

1.- Secuencia

Ninguno de los materiales no marcanos comunes a Lucas y
Mateo aparece en Lucas en el contexto de Marcos, salvo en los
casos obvios de la predicación del Bautista y las
tentaciones, que todos se ven obligados a colocar al principio
del ministerio.

a) Si aceptamos la prioridad de Marcos, no se puede
explicar que Lucas obtuviera su información de Mateo mismo
y no de otra fuente (¿Q?). Tal como dice Streeter,
sería loco suponer que Lucas hubiera ido separando
cuidadosamente los materiales marcanos y los mateanos, y
después hubiera sacado del contexto de Marcos cualquier
pedacito de información mateana para reinsertarla en otro
contexto distinto al de Marcos, no particularmente adecuado.
(Sólo coincide el material de doble tradición sobre
la predicación del Bautista, bautismo y tentaciones,
porque allí el contexto era obligado por la secuencia
histórica natural de la vida de Jesús). Esto
resulta tanto más anómalo cuanto que Lucas guarda
normalmente con gran fidelidad el orden de Marcos. ¿Por
qué habría actuado de un modo absolutamente
distinto con Mateo?

b) En el caso de la HG (hipótesis de Griesbach),
en que se niega la prioridad de Marcos, también resulta
imposible pensar que Lucas haya leído directamente a
Mateo, De haberlo hecho, habría conservado una parte de
Mateo en su misma secuencia, exactamente la misma que luego
Marcos decidió copiar de ambos en ese contexto, y
habría descontextualizado otro gran bloque de material,
justamente aquel que Marcos decidió más tarde
omitir. ¿No es éste un procedimiento totalmente
inverosímil?

No se puede explicar cómo Lucas habría
desarmado los dichos del sermón del Monte mateano, que se
encuentran en un orden admirable, para haberlos desperdigado sin
orden ni concierto por el resto del evangelio.

Respondiendo a esta grave dificultad J. Drury ha tratado
de demostrar que Lucas en su caótica colección de
material de su gran inserción, sigue exactamente el orden
del Deuteronomio (cf. fotocopias de Drury). Según este
criterio Lucas habría desencajado los materiales tan bien
ajustados en Mateo, para encajarlos de nuevo en una nueva
estructura tremendamente artificiosa. (Cf. Tabla XVII) Sin
embargo el paralelismo entre el gran viaje lucano y el
Deuteronomio no deja de ser sino una demostración del gran
ingenio de Drury, y de su gran capacidad para establecer
paralelos entre cualquier tipo de
afirmaciones.[16]

2.- Omisiones de textos preciosos
mateanos

Si Lucas leyó Mateo, no se explica cómo ha
omitido en su evangelio tantísimos textos típicos
de Mateo, ni cómo escribe su evangelio de la infancia y su
genealogía en contradicción abierta con los de
Mateo, o cómo omite tantísimas citas del Antiguo
Testamento, siendo así que a Lucas le gusta tanto
citarlo.

3.- Mayor originalidad lucana en algunos
casos

En los materiales de DT (doble tradición) no
siempre la forma de Mateo es más antigua u original que la
de Lucas. Si Lucas hubiese tomado estos materiales de Mateo, la
forma mateana tendría que ser siempre la más
original.

Sin embargo hay casos en que es evidente que la forma
lucana es la original, como sucede en el caso de las
bienaventuranzas (Lc 6,20-23), el Padre Nuestro (Lc 11,2-4), y el
oráculo de desgracia (Lc 11,49-51). Más original
parece "el dedo de Dios" lucano que el Espíritu de Dios
mateano en Lc 11,20/Mt 12,28), o la alusión lucana a los
ninivitas que la alusión mateana de los tres días
en el vientre de la ballena (Lc 11,30/Mt 12,40).

Los partidarios de la dependencia literaria responden de
distinta manera a esta objeción. Unos niegan que Lucas sea
original en ninguno de los casos, otros aceptarían la
originalidad lucana pero la atribuyen al uso de otras fuentes
simultáneas.

En resumen, no se puede decir de un modo consistente que
Mateo ofrezca el contexto primario en sus dichos comunes con
Lucas. En ocasiones es obvio que el contexto primario es el de
Lucas, y ha sido Mateo el que lo ha desplazado a otro
lugar.

4.- Adiciones de Mateo a Marcos

Lucas parece desconocer siempre las adiciones que
Mateo hace al material marcano. Veamos algunos
ejemplos:

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

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