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Conocer el Dilema Ético de la Existencia de la Vida desde la Óptica Religiosa



  1. Introducción
  2. Aspectos introductorios
  3. Marco
    teórico conceptual
  4. Conclusión
  5. Recomendación
  6. Bibliografía

Introducción

El objeto principal de éste trabajo de
investigación es adentrarnos en el tema respecto del
origen y creación del hombre, tomado desde las dos
perspectivas principales: lo espiritual. Mediante este trabajo se
ha escudriñado a profundidad el contenido del libro de
Génesis de la libro, ya que en se encuentra escrito el
origen de la creación según el enfoque
espiritual.

Según las Escrituras enseñan que universo
no es resultado de un accidente, fue creado por Dios. Dios no es
el autor de la confusión. Dios hizo la tierra para que
fuera un paraíso, todos estaban gozosos. Aún los
animales no tenían ninguna razón de estar
temerosos. No había derramamiento de sangre en el huerto
de Edén. El diablo, es el autor de la confusión.
Una vez que Adán y Eva escucharon al diablo, el mundo se
tornó en un lugar de inquietud. Hoy, si haya
confusión en su vida, o en cualquier otro lugar,
ésta no procedió de Dios.

En la biblia que se considera el libro más
perfecto de todos los tiempos relata la realidad que hoy
día vivimos en un mundo de dolor, tristeza, sufrimiento y
muerte. Sin embargo, algún día el diablo
será destrozado. Algún día la muerte
será destrozada. Esto es buena noticia producto de lo que
hizo Jesús, todo ser humano tiene la oportunidad de
heredar cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la
justicia. (2 Pedro 3:13)

CAPÍTULO I:

Aspectos
introductorios

1.1.-Metodología.

El método utilizado para realizar el presente
trabajo, fue el analítico. Pues más que describir,
nos concentramos en examinar y estudiar el documento que
establece, todo lo referente al dilema ético de la
existencia de la vida desde la óptica
religiosa.

1.2.-Propósitos de la
Investigación.

Esta investigación, es de carácter
documental, porque las informaciones se obtendrán a
través de fuentes documentales tales como Códigos,
jurisprudencias, leyes, libros, revistas, boletines, folletos, e
Internet en donde se recopilaron toda la información
necesaria, para ampliar los conocimientos sobre el tema de la
investigación.

1.3.-Objetivo de la
investigación

Estos no son más que los propósitos
fundamentales del estudio, en nuestro caso todo lo referente del
dilema ético de la existencia de la vida desde la
óptica religiosa.

1.3.1.-Objetivos generales.

Motivar en los estudiantes de la UTE a profundizar
más a fondo el origen de la creación conforme al
enfoque espiritual, encontrado a través de la
biblia.

1.3.2.-Objetivos específicos.

  • Profundizar sobre el enfoque bíblico del
    origen y creación de los seres humanos y transmitir lo
    que en este se destaca.

  • Identificar los puntos que establece la Biblia
    referente a la creación que van en contra de la
    Teoría Evolucionista.

  • Analizar los argumentos existentes con
    relación a si existe o no un Dios que ha engendrado la
    vida humana sobre la Tierra.

CAPÍTULO II

Marco teórico
conceptual

2.1.1 La Existencia de la Vida según la Santa
Escritura.

La historia de la creación se encuentra en el
primer libro de la Biblia. Este libro se llama "Génesis".
La palabra "Génesis" significa "nacimiento" o "origen". El
primer libro de la Biblia cuenta del principio o origen de todo,
le da la historia de los primeros miembros de la familia y se
encuentran las primeras promesas que le dan la oportunidad de
vivir eternamente.

El primer versículo de la Biblia describe la
creación del universo en términos muy simples.
Dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra".
Ningún libro de ciencia o filosofía nunca ha podido
mejorar esta simple declaración de la realidad. La Biblia
describe el proceso de la creación en términos de
"días".

•En el primer día Dios creó la
luz.

•En el segundo día Dios creó la
"expansión" o la "atmósfera" de la
tierra.

•En el tercer día Dios formó las
aguas y la tierra seca. También hizo crecer los
árboles y las hierbas.

•En el cuarto día Dios creó el sol,
la luna, y las estrellas.

•En el quinto día Dios creó los peces
del mar y las aves que vuelen en los cielos.

•En el sexto día Dios creó las otras
criaturas de la tierra, y también creó al
hombre.

•En el séptimo día Dios
descansó.

El hombre era diferente que todas las otras criaturas de
la tierra porque fue creado en la imagen de Dios. Todas las
criaturas de Dios tienen vida, pero solo el hombre tiene un
espíritu. El primer hombre se llamaba "Adán" que
quiere decir "hombre". El hombre fue dado dominio sobre los peces
del mar, sobre las aves del cielo, y sobre toda criatura viva que
se movía en la tierra.

Dios trajo todas las criaturas de la tierra a
Adán, y los nombró. Sin embargo, ninguna criatura
fue idónea para el hombre y no fue bueno que él
estuviera solo. Por eso, Dios hizo caer un sueño profundo
sobre Adán y mientras dormía, Dios tomó de
él una costilla, y cerró la carne en su lugar. Y de
la costilla, que Jehová Dios había tomado del
hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. (Génesis
2:21-22)

Adán y Eva vivían en un huerto hermoso.
Este huerto se llamaba "Edén". Era un paraíso.
Estaban muy gozosos. Tenían todo lo bueno para comer. No
había espinos ni cardos. No había tormentas. Nunca
llovía. El suelo estaba regado por una neblina que
subió de la tierra. Todo estaba tranquilo. Aún los
animales no se mataban. Ellos comían la hierba verde que
Dios les había dado.

En el centro del huerto estaban dos árboles muy
importantes. Uno era el "árbol de vida". El otro era el
"árbol de la ciencia del bien y del mal". Jehová
Dios mandó: "De todo árbol del huerto podrás
comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no
comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás".

Satanás estuvo en el huerto también. El
apareció a Adán y Eva en la forma de una serpiente.
Era muy hábil. Aunque estaban en paraíso, él
les hizo descontentos. Les hizo dudar la bondad de Dios.
Adán y Eva conocían solo lo bueno, pero el diablo
los engañó para que desearan lo malo.

Dios dijo que si comieran de aquel árbol
murieran. Dios es verdad y no puede mentir. Eva debería
haberle creído a Dios, pero no lo hizo. La serpiente era
una mentirosa. El dijo que no morirían. Eva rechazó
la verdad y creyó una mentira. Ella fue engañada.
La fruta prohibida le pareció buena para comer. Era
hermosa. Era deseable para hacerle a ella sabía. Por eso,
comió la fruta prohibida. También, ella le dio la
fruta a su esposo.

Entonces sus ojos fueron abiertos. Su inocencia fue
quitada y ellos ya sabían que estaban desnudos. Ahora,
conocían la maldad de la cual su Dios cariñoso
trataba de protegerles. Ahora, tenían dolor y problemas.
Ahora, sufrieran y murieran. Ahora, tenían vergüenza
de su desnudez y trataban de cubrirse con delantales de hojas de
higuera.

La realidad es que una persona peca cuando de su propia
concupiscencia es atraído y seducido. El pecado no empieza
fuera de la persona y entra por fuerza, empieza dentro y sale por
fuera.

Como resultado de este pecado, el mundo quedó
maldito. Adán y Eva fueron sacados del huerto de
Edén. Querubines, con una espada encendida, quedaron en la
puerta al huerto para guardar el camino del árbol de la
vida. Espinos y cardos comenzaron a crecer.

En medio de estas noticias terribles, Dios dio a
Adán y Eva una promesa maravillosa. Dijo que algún
día la "simiente de la mujer" le heriría a la
serpiente en la cabeza. Algún día el hombre
últimamente ganaría la victoria sobre el
diablo.

Esta promesa fue cumplida en Jesucristo. Jesús
entró literalmente al mundo como la "simiente de la
mujer". El no tenía un padre terrenal. El nació de
una virgen. La vida y el ministerio de Jesús destruyeron
las obras del diablo y trajeron vida e inmortalidad a la luz por
medio del Evangelio.

2.1.2 "¿Qué dice la Biblia sobre la
Existencia de la Vida en contra de la teoría de la
Evolución?"
De acuerdo con la Biblia, el debate de la
Creación contra la Evolución aún existe.
Romanos 1:25 declara, "ya que cambiaron la verdad de Dios por la
mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al
Creador, el cual es bendito por los siglos, Amén." Un
factor clave que se reconoce es que la gran mayoría de los
científicos que creen en la Evolución
también son ateos o agnósticos. Hay algunos que se
basan en alguna forma de ateísmo evolutivo, y otros que
toman un punto de vista deísta de Dios (Dios existe, pero
no está involucrado en el mundo… todo procede
según un curso natural). Hay algunos que genuina y
honestamente miran estos datos y llegan a la conclusión de
que la Evolución encaja más en los datos
disponibles. Sin embargo, éstos representan una
porción insignificante de científicos que abogan
por la Evolución. La gran mayoría de los
científicos evolucionistas sostienen que la vida
evolucionó enteramente sin intervención de un Ser
superior. La Evolución es por definición una
ciencia naturalista.

Para que el ateísmo sea verdad, debe haber una
explicación alternativa para el cómo el universo y
la vida llegaron a existir. Aunque hubo creyentes en alguna forma
de Evolución que precedieron a Charles Darwin, él
fue el primero en desarrollar un modelo plausible de cómo
la Evolución pudo haber ocurrido – la
selección natural. Alguna vez Darwin se identificó
a sí mismo como un cristiano, pero más tarde
renunció a la fe cristiana y a la existencia de Dios como
resultado de algunas tragedias que sufrió en su
vida.

La Evolución fue "inventada" por un ateo. El
objetivo de Darwin no fue desaprobar la existencia de Dios, pero
ese es uno de los resultados finales de la teoría de la
Evolución. La Evolución es un soporte del
ateísmo. Los científicos evolucionistas de la
actualidad tampoco admitirán que su objetivo es dar una
explicación alternativa a los orígenes de la vida,
y por lo tanto establecer una base para el ateísmo. Sin
embargo, de acuerdo con la Biblia, eso es exactamente por lo que
existe la teoría de la Evolución.La Biblia dice,
"Dice el necio en su corazón; No hay Dios." (Salmo 14:1;
53:1). La Biblia también proclama que la gente no tiene
excusa para no creer en un Dios Creador, "Porque las cosas
invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la Creación del mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen
excusa." (Romanos 1:20). De acuerdo con la Biblia, cualquiera que
niega la existencia de Dios es un necio. ¿Por qué
entonces, hay tanta gente, incluyendo algunos cristianos, que
aceptan complacientes que los científicos evolucionistas
son intérpretes imparciales de los datos
científicos? De acuerdo con la Biblia, ¡todos ellos
son necios! La necedad no implica una falta de inteligencia. La
mayoría de los científicos evolucionistas son
intelectualmente brillantes. La necedad indica una inhabilidad
para aplicar apropiadamente el conocimiento. Proverbios 1:7 nos
dice, "El principio de la sabiduría es el temor de
Jehová. Los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza."

Los científicos evolucionistas se mofan de la
Creación y/o del Diseño Inteligente como de algo
que no vale la pena examinar científicamente. Para que
algo sea considerado una "ciencia", dicen ellos, debe estar
sujeto a observación y probado, debe ser "naturalista". La
Creación es por definición "sobrenatural." Dios y
lo sobrenatural, no pueden ser observados o probados (y
así sigue su argumento), por lo tanto la Creación
y/o el Diseño Inteligente no pueden ser considerados una
ciencia. Como resultado, todos los datos son filtrados a
través de la preconcebida, presupuesta, y pre-aceptada
teoría de la Evolución, sin la consideración
de explicaciones alternas. Sin embargo, el origen del universo y
el origen de la vida no pueden ser probados u observados. Ambos,
la Creación y la Evolución están basados en
sistemas de fe cuando ellos hablan de los orígenes.
Ninguno puede ser probado porque no podemos regresar a billones
(o miles) de años atrás para observar el origen del
universo y la vida en el universo. Los científicos
evolucionistas rechazan la Creación en terrenos que
lógicamente los fuerzan también a rechazar la
Evolución como una explicación "científica"
de los orígenes. La Evolución al menos en lo
concerniente a los orígenes, no encaja en la
definición de "ciencia" más de lo que lo hace la
Creación. La Evolución es supuestamente la
única explicación de los orígenes que puede
ser probada; por lo tanto, es la única teoría de
los orígenes que puede ser considerada
"científica". Los científicos partidarios de la
Evolución, están rechazando una plausible
teoría de los orígenes sin siquiera examinar
honestamente sus méritos, porque no se ajusta a su
estrecha e ilógica definición de lo que es
"ciencia."Si la Creación es verdad, entonces hay un
Creador ante Quien somos responsables. La Evolución es un
soporte para el ateísmo. La Evolución da a los
ateos una base para explicar cómo existe la vida aparte de
un Dios Creador. La Evolución niega la necesidad de un
Dios que esté involucrado en el universo. La
Evolución es la "teoría de la creación" para
la "religión" del ateísmo. De acuerdo con la
Biblia, la elección es clara. Podemos creer en la Palabra
de nuestro omnipotente y omnisciente Dios, o podemos creer en las
explicaciones de la ilógica tendencia "científica"
de los necios.

2.1.3 Teoría Científica
sobre el Existencia de la Vida.

El género humano es un recién llegado a la
Tierra. El hombre no lleva mucho tiempo aquí, en
comparación con la larga existencia de la Tierra, pero si
mas del que se suele pensar y periódicamente los
científicos siguen encontrando nuevos fósiles y
nuevas mediciones cada vez más antiguas.

Hasta épocas modernas, los eruditos occidentales,
incluso los científicos, daban por cierto que la humanidad
(y la Tierra misma) tenía solo la edad de unos 6000
años (4004 a.c. para ser exactos) porque esto era lo que
daba a entender la Biblia.

Con el paso del tiempo se fueron encontrando restos
óseos (huesos) de seres que no eran totalmente humanos,
aunque se parecían más a estos que a los simios
debido a la estructura de su esqueleto, se los llamo
Homínidos, y representan una larga serie de
especímenes que fueron antepasados (o ramas colaterales)
de los modernos seres humanos.

Los Homínidos más antiguos, criaturas que
eran más parecidas al hombre que al mono, fueron los
australopithecos. Se los encontró por primera vez en
África del sur, y luego también en África
oriental. Habitaban estas zonas un una época que va desde
los 4 millones de años a los 2-1.5 millones de
años. Pudieron tener la talla y la complexión
bastante pequeña (1-1,50 m de estatura y 30-60 kg.) y un
cerebro (380-550cc) no mayor que el de un chimpancé, pero
caminaban erguidos y en dos patas como nosotros.

Hace 2.4 millones de años aparecía el Homo
habilis ("hombre hábil"), primer integrante del
género Homo ("hombre" en latín), del cual formamos
parte, y según los paleo antropólogos fue el
primero en fabricar herramientas de piedra (las más
antiguas datan de 2.5 millones de años). Caminaba erguido
y tenía un cerebro mayor (500-800 cc) al de los
australopitecos, aunque no su talla (1.40 m de altura y 30-40
kg.).

Por esta época se tienen dos géneros de
homínidos coexistiendo en África. Un grupo de
australopithecos y el género Homo. Los australopithecos se
dividían en dos especies: Austalopithecus ("simio del
sur") africanus, que era grácil y de talla más bien
pequeña, y habitaba en África del sur;
Austalopithecus boisei o robustus, que eran más
corpulentos y habitaban África oriental. Ambas especies
eran principalmente recolectoras, y comían raíces y
frutos duros. Del género Homo estaba el Homo habilis,
habitaban en el África oriental, y eran carroñeros
y recolectores.

Todos estos primeros Homínidos eran de poca
talla. No aparecen grandes homínidos hasta hace 1.6
millones de años, época en que aparece en escena el
Homo erectus (hombre erecto). Fue el primero en extenderse
más allá de África, llegando a aparecer en
Asia continental (China) e insular (Java), Europa y Medio
Oriente. El Homo erectus ya tenía un cerebro bastante
desarrollado (750-1250cc) y una altura y peso (1.5-1.80 m y 40-80
kg.) como el hombre. Hace aproximadamente 1 millón de
años era el único homínido sobre la tierra,
los demás se habían extinguido, y continuo
siéndolo hasta hace unos 200 mil años.

Según el enfoque científico argumentan que
hace unos 600.000 años, la tierra entro en una serie de
eras glaciales. Enormes capas de hielo llegaron a cubrir el norte
de Europa, América y Asia. El nivel del mar llego a
descender hasta 90 metros por la acumulación de agua en
los grandes glaciares que se formaron. El Homo erectus
aprendió a dominar el fuego ya hace unos 500 mil
años, descubrimiento muy importante para la supervivencia,
como abrigo para el rudo clima imperante para la cocción
de los alimentos (mas digestivos que crudos).

Hace unos 200 mil años atrás, los primeros
homínidos con cerebro tan grande como el nuestro
evolucionaron a partir del Homo erectus. Era el hombre de
Neanderthal (Homo sapiens nenderthalensis), que habito en Europa
y Medio Oriente. Sus características faciales y corporales
estaban especialmente adaptadas al frío. Eran más
morrudos y bajos que los seres humanos, y su cerebro era mayor
(1600cc) al del hombre (1400-1500cc).

La teoría plantea que hace aproximadamente 100
mil años aparece en África el primer ser humano
casi como el hombre, pero llamado Homo sapiens arcaico u Hombre
de Cro-Magnon. 30 mil años atrás los neanderthales
se extinguían y ya estaban los hombres completamente
modernos, Homo sapiens, y unos 5.000 años más tarde
el hombre ya habitaba todos los continentes del mundo a
exención de la Antártida.

La evolución convergente es el producto de la
evolución independiente de uno o más caracteres
similares que, partiendo de formas ancestrales distintas, se
desarrollan en líneas evolutivas separadas (especies
independientes) hasta converger con el tiempo en una forma
única.

2.1.4 ¿Cómo se demuestra, por la
existencia del universo, la existencia de Dios?

La razón dice que no hay efecto sin causa. Cuando
se ve un edificio, un cuadro, una estatua; al punto se ocurre la
idea de un constructor, de un pintor, de un escultor, que hayan
hecho esas obras. Del mismo modo, al contemplar el cielo, la
tierra y todo cuanto existe, se piensa que todo ello debe tener
alguna causa; y a esa causa primera del mundo se le llama Dios.
Luego, por la existencia del universo se puede demostrar la
existencia de Dios.

El universo no ha podido hacerse a sí mismo,
porque lo que no existe, no puede obrar, y consiguientemente, no
puede darse la existencia. El ser que no existe, es nada, y la
nada, nada produce. El universo no es fruto de la casualidad,
porque la casualidad es una palabra que el hombre ha inventado
para ocultar su ignorancia y para explicar los hechos cuyas
causas desconoce.

3º El universo no ha existido siempre. Así
lo reconocen a una todas las ciencias. La geología, o
ciencia de la Tierra; la astronomía, o ciencia de 6.
Prueba la existencia de Dios el orden que reina en el mundo, todo
lo que se hace con orden, supone una inteligencia ordenadora; y
cuanto más grandiosa es la obra y más perfecto el
orden, tanto mayor y más poderosa es esa
inteligencia.

Ahora bien, en todo el universo y en sus menores
detalles existe un orden sorprendente. Luego se puede deducir que
existe un supremo ordenador y una suprema inteligencia, a quien
se le llama Dios. El orden que reina en el universo es perfecto a
cada cosa corresponde un lugar.

Pero dirá alguno este orden del mundo, sus
combinaciones tan complicadas, esta armonía que es
admirada son efectos de la casualidad; nada más absurdo y
falto de razón. La casualidad no es más que una
palabra, hija de la ignorancia, con que se pretende explicar
aquello cuya causa se desconoce. Nadie se atreve ya, hoy en
día, a atribuir el orden del cosmos a la casualidad; pero
se suele recurrir con frecuencia a las fuerzas o leyes
naturales.

Indudablemente existen leyes admirables que rigen el
mundo visible, como la de la atracción, la de la gravedad,
la fuerza centrífuga, etc., sobradamente conocidas y
demostradas. Pero, precisamente, la existencia de esas leyes
supone la existencia de Dios, pues no hay ley si no existe
legislador.

Prescindiendo de estas razones, basta explicar
rectamente los términos para deshacer el equívoco.
Si por naturaleza se entiende un ser real, viviente, personal,
que dirige y gobierna todas las cosas, entonces es Dios.
Sería entonces cuestión de nombre, pues de hecho
equivaldría a admitir su existencia. Pero si por
naturaleza se entiende un ser imaginario, un ente de
razón, algo irreal e inexistente, entonces es lo mismo que
la casualidad, y no por cambiar de palabra se evitará el
caer en el mismo absurdo.

Todo efecto debe tener una causa proporcionada el orden
y la armonía suponen un ser inteligente; el mundo supone
la existencia de Dios.

Para Newton, el mejor argumento para demostrar la
existencia de Dios era el orden del universo; por eso
repetía las palabras de Platón "Vosotros
deducís que yo tengo un lama inteligente, porque
observáis orden en mis palabras y acciones; concluid,
pues, contemplando el orden que reina en el universo, que existe
también un ser soberanamente inteligente, que existe un
Dios".

El mismo Voltaire no pudo resistir a la fuerza de este
argumento. Afirmaba que era preciso haber perdido por completo el
juicio para no deducir de la existencia del mundo la existencia
de Dios, a la manera que, a la vista de un reloj, se deduce la
existencia de un relojero.

2.1.5 ¿Se puede deducir la
existencia de Dios por la contemplación de los seres
vivientes?

La razón, la ciencia y la experiencia obligan a
admitir un Creador de todos los seres vivientes diseminados sobre
la Tierra. Y como ese Creador no puede ser sino Dios, sigue que
de la existencia de los seres vivientes, se puede concluir la
existencia de Dios.

Las ciencias físicas y naturales nos
enseñan que en un tiempo no hubo ningún ser
viviente sobre la tierra. ¿De dónde proviene,
entonces, la vida que ahora existe en ella la vida de las
plantas, la vida de los animales, la vida del hombre?

La razón dicta que no a la vida intelectiva del
hombre, ni la vida sensitiva de los animales, ni siquiera la vida
vegetativa de las plantas pudo haber brotado de la materia.
¿Razón? Porque nadie da lo que no tiene; y como la
materia carece de vida, tampoco pudo darla.

Los ateos no saben qué responder a este dilema o
bien la vida ha nacido espontáneamente sobre la Tierra,
fruto de la materia por generación espontáneas; o
bien hay que admitir una causa distinta del mundo, que fecunda a
la materia y hace germinar en ella la vida. Ahora bien,
después de los experimentos concluyentes de Pasteur, ya no
hay sabios verdaderos que se atrevan a defender la
hipótesis de la generación espontánea; la
ciencia verdadera establece que nunca nace un ser viviente si no
existe un germen vital, semilla, huevo o renuevo, proveniente de
otro ser viviente de la misma especie.

Conclusión

La Biblia enseña una verdad de fe y no es un
libro de ciencia. En el génesis se describe la
creación del mundo y del hombre en dos relatos distintos;
mientras que el primer relato data del siglo IV antes de Cristo,
el segundo es más antiguo, del siglo X antes de Cristo. El
segundo relato afirma que el hombre fue creado por Dios a partir
de la materia (el barro) que él modela amorosamente como
un alfarero. Esto es una forma simbólica de decir que el
hombre es un ser especial y muy querido por Dios. El mismo texto
dice que los animales fueron hechos también del barro del
suelo. Pero que solamente al hombre, Dios le sopló su
aliento para que viviera. Esto es una forma de decir que el
hombre y los animales son físicamente muy parecidos. Pero
que sólo el hombre está llamado a compartir la
misma vida de Dios pues es imagen de Dios.

En aquel tiempo los hebreos pensaban que la vida estaba
en la respiración o en el aliento. Esto no contradice en
modo alguno la doctrina de Darwin. Por el contrario, tras esa
fuerza que la vida manifiesta en la naturaleza, donde prolifera
mostrando una tenacidad increíble para sobrevivir,
descubrimos la presencia de Dios, presencia amorosa y creadora,
origen de toda vida. Creación que aún
continúa. En conclusión la existencia del universo
demuestra la existencia de un Ser supremo, causa primera de todos
los seres. Ese ser supremo es Dios. A modo de conclusión,
se puede señalar que luego de recopilar bastante
información y de ordenarla en forma esquemática
hemos sido capaces de comprender de mejor forma el tema principal
de éste trabajo, el cual era, conocer y entender la
creación del ser humano tomado desde diversas y muy
distintas perspectivas. De ellas, nosotros decidimos abordar las
más relevantes, a saber; teoría cristiana y
científica. Por lo tanto, podemos señalar, ya a
modo de conclusión, que ambas teorías se encuentran
estrechamente relacionadas, aunque durante muchos siglos esto no
fue así, finalmente, entrado el siglo XIX, comenzó
a generarse el cambio. Este cambio se debe a muchos factores, uno
de ellos, y el más relevante es la comprobación
científica, y elocuente certeza que ha tenido la
teoría propuesta por Darwin. Es por ello, que la Iglesia,
como institución eclesiástica y grupo de influencia
mundial, ha decidido luego de muchos años adoptar tal
teoría y adecuarla a la suya.

Se acepta la teoría darviniana, por los
suficientemente comprobada que se encuentra, pero, no hay que
olvidar- dice la iglesia- que es Dios quien se ha encargado de
realizar la vida del hombre y que ésta teoría
explica el ámbito biológico del hombre, pero se
debe limitar sólo a ello, sin abarcar puntos y aspectos
que no son capaces de explicar científicamente, por lo
cual solo cabe remitirse a la metafísica, para ello.
Podríamos señalar, entonces que existe una
relación entre ellas de género-especie, pues el
género sería la teoría cristiana y la
especie la teoría científica, por lo explicado
anteriormente, vale decir, una teoría cristiana capaz de
explicar al hombre en los aspectos más generales, como
criatura de Dios que es, y por otro lado, una teoría
científica que explica la vida del hombre en la tierra
como ser humano corpóreo propiamente tal. Sin embargo,
cada uno es libre de elegir, la teoría o hipótesis
que más se adecue a la forma de pensar de cada persona y
tiene libertad para tomar o dejar ésta propuesta si no se
siente representado por ella o si no llena todas sus dudas al
respecto. El hombre, el ser humano, es libre para explicar su
propio origen y evolución.

Recomendación

Numerosos mitos de creación comparten a grandes
rasgos varios temas similares. Motivos comunes comprenden el
fraccionamiento y diferenciación de las partes del mundo a
partir de un caos primordial; la separación de los dioses
madre y padre; la elevación de la tierra de un
océano infinito y atemporal; o la creación a partir
de la nada. El entender que la creación del mundo parte de
la postura religiosa, científica u otra depende de cada
quien, por lo que solo nos tocaría sugerir que aquellos
que se sienten cómodos con su percepción de donde
se originó la vida la mantengan y los que no sigan
indagando hasta dar con la respuesta que satisfactoria que aclare
sus dudas referente al verdadero origen de la creación. El
creer o no creer no es cuestión de capacidad sino de fe,
siempre lo que entendemos y sentimos como una realidad
será nuestra verdad y está en nosotros mismos el
cambiar la postura sobre algo. No podemos dar otra
recomendación que no sea el sugerirle a quien siempre
busque aquella respuesta que le hace falta para convertirse un
mejor ser humano, conozca aquello que le sume a su vida e indague
sobre las cosas que entienda necesita conocerla para sentirse
pleno.

Bibliografía

La Santa Biblia "Tema desarrollado sobre
el dilema ético de la existencia de la vida desde la
óptica religiosa, basado en el libro del origen
según el génesis".

 

 

Autor:

Ing. +Licdo. Yunior Andrés
Castillo S.

Monografias.com

Santiago de los Caballeros,

República Dominicana

2014.

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

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