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El cooperativismo y su relación con el desarrollo local



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Análisis teórico conceptual del
    cooperativismo y su relación con el desarrollo
    local
  4. ¿Qué se entiende por desarrollo
    local?
  5. Fundamentos teóricos
    metodológicos del proceso de desarrollo
    cooperativo
  6. La
    experiencia del cooperativismo internacional y su importancia
    en el perfeccionamiento del movimiento cooperativo en
    Cuba
  7. Síntesis de los principios generales
    básicos del cooperativismo
  8. El
    cooperativismo y su influencia en el desarrollo
    local
  9. Conclusiones
  10. Referencias
    Bibliográficas

Resumen

Cuba se encuentra en un momento crucial donde el
movimiento cooperativo constituye uno de los principales
protagonistas. Se ha abierto un espacio y se comienza a
transformar el marco legal para la expansión del sector
cooperativo. En este proceso se cuenta con la experiencia
acumulada por el movimiento cooperativo internacional, expresada
en un sistema de valores y principios; así como por el
movimiento cooperativo cubano.

Durante la investigación se analiza la
relación entre el cooperativismo y el desarrollo local.
Actualmente no se puede hablar de desarrollo local sin tener
presente al cooperativismo que a lo largo de su existencia ha
propiciado beneficios económicos y sociales a sus miembros
y a la sociedad, dada las características y estructura de
nuestra economía, las cooperativas son sujetos
omnipresentes en todas las localidades.

El rescate de las cooperativas agropecuarias es uno de
los aspectos que se deben analizar para lograr un desarrollo
económico sostenible a nivel local, teniendo en cuenta que
son estas las que van a servir de pivote para dicho
desarrollo.

Introducción

En la economía cubana se lleva a cabo un
interesante proceso de transformaciones económicas, que
abarcan la totalidad de los sectores, con implicaciones
importantes en lo económico y lo social de la
nación. Estas alternativas han quedado recogidas en los
Lineamientos de la Política Económica y Social del
Partido. El objetivo central de los lineamientos es garantizar la
continuidad e irreversibilidad del socialismo, el desarrollo
económico y social de país.

En la investigación se trabajó
principalmente con los lineamientos referidos a la gestión
económica y la política agroindustrial. Dentro de
estos se trabajó específicamente con las
cooperativas (lineamientos 25 – 29), los territorios
(lineamiento 37) y los lineamientos (179,180, 189, 200, 205 y
209).

En las condiciones económicas y sociales actuales
no se puede hablar de desarrollo local sin tener presente al
cooperativismo, que a lo largo de su existencia han propiciado
beneficios económicos, sociales y culturales.

Las cooperativas representan un modelo de empresa en el
que los objetivos económicos se integran con otros de
carácter social, consiguiendo, de esta forma, un
crecimiento económico basado en el empleo, la equidad
social y la igualdad.

Busca, obtener rentabilidad por la actividad realizada,
pero además ofrece una serie de ventajas derivadas de un
modelo propio de organización interna así como de
los principios y valores en los que basa su filosofía
(Morales, 1996; Vargas, 2001; CICOPA, 2003).

Las sociedades cooperativas constituyen el eje vertebral
de la economía social. Es una fórmula de empleo
estable: los cooperativistas se unen para satisfacer sus
necesidades de trabajo en las mejores condiciones posibles. Las
personas y el valor del trabajo están por encima del
capital aportado. La cooperativa es una organización
democrática donde las decisiones se toman de manera
igualitaria. Los trabajadores son, al mismo tiempo, propietarios
y gestores de la cooperativa. Por eso existe mayor
motivación e identificación con los medios de
producción que poseen.

La promoción de cooperativas, puede considerarse
clave para favorecer y potenciar el desarrollo local. En los
siguientes apartados se analiza el impacto de las cooperativas en
su entorno, conectando al desarrollo local a través de las
dimensiones y los principios del cooperativismo: autonomía
e independencia; educación, formación e
información; cooperación entre cooperativas e
interés por la comunidad. La relación se ha
efectuado en base a los valores compartidos por los equipos
promotores cooperativistas, cuya asunción repercute de
manera directa en el entorno en el que actúan.

El desarrollo económico consiste en generar,
dentro de una economía local o regional, la capacidad
necesaria para hacer frente a los retos y oportunidades que
pueden presentarse en una situación de continuo cambio
económico, tecnológico y social. Este cambio
provoca transformaciones estructurales que evolucionan hacia
formas superiores de cooperativas (cooperativa de segundo
grado).

Las cooperativas, favorecen el desarrollo local al estar
particularmente ligadas al territorio, vinculadas directamente a
las personas que la integran, y éstas lo están al
territorio. Así puede justificarse la cooperativa como una
fórmula idónea para el desarrollo del potencial
endógeno de una zona. La clara orientación de las
cooperativas hacia los mercados regionales, locales, incluso
dentro del ámbito de la producción industrial,
contribuye a ofrecer una alternativa directa al cubrir
determinados servicios y productos que las empresas no pueden
satisfacer, o que los proporcionan a un mayor precio y menor
calidad.

El cooperativismo, como instrumento ha contribuido
positivamente dentro de las comunidades locales,
dirigiéndose en múltiples ocasiones hacia la
integración social del trabajo.

Análisis
teórico conceptual del cooperativismo y su relación
con el desarrollo local

Para comprender en su totalidad la contradicción
entre el cooperativismo de hecho y de derecho y el beneficio que
traerá consigo la solución de esta
contradicción al desarrollo local del municipio Río
Cauto, es preciso una descripción de los fundamentos
teóricos y metodológicos del desarrollo local y del
cooperativismo.

El desarrollo ha sido un tema que ha ocupado espacios y
pensamientos. Toda sociedad se ha preocupado por su desarrollo en
las diferentes aristas de este, por lo que muchas personas se han
dedicado a estudiarlo.

La concepción sobre el desarrollo dirigido a lo
local, tiene su origen en una estrategia que propusieron Friedman
y Douglas para países asiáticos, basada en la
integración del desarrollo rural con el urbano. Con tal
propósito, ellos advirtieron la necesidad de crear
economías locales en las zonas rurales, con un mercado
local propio, que estuvieran orientados a la satisfacción
de las necesidades básicas de las comunidades, y que
funcionaran en paralelo con la economía de
exportación. La creación de los distritos
agropolitanos iría aparejada con la
descentralización del poder político y del sistema
de finanzas públicas, la realización de programas
de reforma agraria, así como el apoyo de los gobiernos
centrales en materia financiera y técnica.

A consecuencias de una serie de dificultades que han
enfrentado los espacios territoriales se comienza a hablar de
desarrollo local. La cuestión del desarrollo a nivel de la
localidad es abordado por diversos autores que han tratado de
darle soluciones a estas dificultades aunque no siempre los
resultados son positivos, aquí no solo influyen los
aspectos económicos sino sociales, políticos, medio
ambientales, culturales, etc.

El desarrollo local aparece para dar soluciones a los
problemas que existen en la localidad, para ello es necesario
tener en cuenta las características específicas del
territorio que son imprescindibles y enfocar el desarrollo hacia
la comunidad.

Se ofrecen alternativas para que se pueda fomentar el
desarrollo local a través del cooperativismo, que es una
de las potencialidades endógenas con que cuenta el
municipio Río Cauto en el sistema productivo.

Las cooperativas cubanas se vinculan al desarrollo local
a través de sus dimensiones, la económica, socio –
cultural, medio ambiental y político –
institucional.

¿Qué se entiende por desarrollo
local?

Los debates en torno al significado de desarrollo local
han sido variados. Según Arocena (1995), citado por
Guzón (2006), el desarrollo local se define como
trayectorias específicas de desarrollo que se configuran
en elementos históricos, geográficos y en
mentalidades.

La conceptualización y práctica del
desarrollo local plantea el reto de su sistematización
acorde a las nuevas características de la realidad
nacional y del escenario internacional en el que está
inscripta.

La referencia a lo local adquiere diferentes
acepciones y se usa indistintamente. "Referirse a lo "local" no
está exento de ambigüedad, de imprecisiones, de
dificultades de definición. Surge frecuentemente una
pregunta que no logra respuestas convincentes: ¿qué
es lo local? ¿Se trata de una escala que habría que
precisar en número de habitantes o en kilómetros
cuadrados? ¿Supone un sistema de interacciones con una
cierta autonomía? ¿Se refiere a una unidad
político-administrativa?" (Arocena, José
1995).

En el caso de Cuba, es un espacio, cuyos límites
están dados por las escalas municipal y provincial donde
ocurren procesos que promueven el desarrollo en las dimensiones
política, económica y sociocultural, consolidando
la localidad como un tejido social a lo que diferentes autores
denominan redes, entonces, el desarrollo local podría
conceptualizarse como la realización del potencial de
cambios cualitativos que se dan en estos escenarios y donde el
factor conciencia, en el uso eficiente de los recursos
endógenos, puede favorecer el mejoramiento de la calidad
de la vida de un país.

No hay una receta para definir lo local, pero si hay
factores que son comunes en todos los criterios, por lo que se ha
discutido mucho sobre la replicabilidad de los modelos de
desarrollo, sobre todo de aquellos que parten de iniciativas a
nivel local prevaleciendo la opinión de que un área
no puede imitar al detalle modelos desarrollados en otra. Sin
embargo, existe un principio básico que unifica esta
problemática y es que los actores locales tienen el
conocimiento de las características del área,
representan la dinámica social, institucional y
económica y pueden determinar las prioridades y las
acciones más oportunas; por lo tanto, tienen que ser
involucrados en primera instancia, de manera que puedan concertar
y conducir la promoción de su propio desarrollo. Los
procesos de desarrollo a nivel local, difícilmente pueden
dejarse a mecanismos espontáneos de crecimiento,
más bien tienen que ser sustentados en elementos
claves.

Todo ello necesita un esfuerzo organizado y coordinado,
para que el conocimiento de la realidad y de las necesidades
locales se transforme en valorización económica, en
capacidad técnica para promover empresas y oportunidades
de ingreso y empleo y en la constitución de mecanismos de
desarrollo que se basen sobre el consenso democrático y
que sean la respuesta sin exclusiones a las necesidades de la
población.

El desarrollo local implica, principalmente:

  • La descentralización de recursos, funciones,
    atributos y poderes en la toma de decisiones desde el nivel
    central a los ámbitos provinciales y
    locales.

  • La articulación de diversos actores
    gubernamentales, empresariales, organizaciones sociales,
    entre otros en el proceso de toma de decisiones sobre el
    ámbito local.

  • Una clara definición de los roles y
    atribuciones de los distintos actores.

  • El fomento de un espacio público local
    democrático: una ciudadanía activa, un gobierno
    provincial o local transparente y legalmente
    responsable.

  • El impulso a la participación a través
    de mecanismos e instancias formales e informales.

Algunos autores estiman, que el problema no está
tanto en la concepción teórica, y en la
anticipación de las posibilidades que ofrece el desarrollo
local, sino en las prácticas, porque esas ideas tan claras
analizadas se incorporan al discurso universal, pero no se
traducen en una práctica que se transforme de una manera
visible. Tal vez la brecha entre teoría y práctica
está provocada por el generalizado escepticismo sobre la
posibilidad de revertir las tendencias negativas que hoy marcan
el presente y se proyectan hacia el futuro de nuestras
sociedades.

Cada comunidad dispone de un conjunto de recursos
(económicos, humanos, culturales e institucionales) que
constituyen su potencial de desarrollo
endógeno.

No se puede afirmar que la interpretación de lo
local sea común a todos los que utilizan el
término. Pero sí hay coincidencia en la
identificación de dos elementos que forman parte de esa
noción: identidad local y territorio, la primera como
provisión de sistema de normas y valores para la comunidad
y el segundo como base del sentido de pertenencia a su
lugar.

Éste es el espacio de la realidad, de las
interrelaciones directas, de la cotidianeidad y la
cohabitación más cercana con la diversidad
"[…] lo "local" no es sinónimo de retorno a formas
comunitarias utópicas más o menos fusionadas sino
que, por el contrario, es afirmación de la diferencia, de
la especificidad, de la individualidad, de lo que define a cada
grupo humano particular" (Arocena, José, 1996 )

El valor de la escala local es precisamente su
singularidad, la posibilidad que brinda de recrear las relaciones
horizontales, pactar y articular. "Concebimos lo local como la
dimensión en la cual es posible reconocer u organizar de
mejor manera las necesidades y recursos disponibles. Se considera
que es allí donde es más viable concertar y
resolver de manera integral y mancomunada los problemas"
(Arocena, José 1996 )

Aquí es donde la voluntad de cooperación
de los actores que comparten intereses relacionados con el lugar
que cohabitan y sus propias condiciones de vida se puede integrar
de manera más eficiente y efectiva, cosa que no se alcanza
de igual forma en otras escalas menos detalladas.

Otro interesante criterio expresa que "podemos
confrontar diversas concepciones de las virtudes de lo local:
como idealización de una vida superior, como ámbito
más eficiente de la organización de ciertas
relaciones: la de representación política, de la
comunidad, la de la convivencia, como escala más eficaz
para actuar y operar ciertos efectos. Menos valorativamente, lo
local puede ser visto como un ámbito territorial,
delimitado por el alcance de ciertos procesos. En especial,
podemos destacar lo local como ámbito de posibilidad de la
interacción cotidiana cara a cara entre distintos
actores.

Pero aclarar este término no representa que
directamente se resuelva el problema del desarrollo local, pues
la médula estaría centrada en el sentido del
desarrollo. Hoy día es necesario "[…] apelar a la
noción de desarrollo y cuestionarse sobre los modos de
desarrollo. Ya no se acepta fácilmente la idea de un
camino único y progresivo en el marco de un horizonte sin
límites (Arocena, José, 1995)". Los procesos de
desarrollo son lo suficientemente complejos y particulares como
para que desborden "las recetas simples y globales" (Arocena,
José, 1995): a las que, como resultados lineales, los han
querido constreñir.

Por ello, definir el desarrollo local
sería introducir el carácter de proceso complejo a
esa escala. "El desarrollo local se define como un proceso
orientado, es decir, es el resultado de una acción de los
actores o agentes que inciden (con sus decisiones) en el
desarrollo de un territorio determinado. Estas decisiones no
solamente se toman a una escala local, sino que existen
decisiones que tomadas en otra escala (por ejemplo, a nivel
nacional o internacional) tienen incidencia en el desarrollo de
un territorio dado. La preeminencia de las decisiones de los
actores locales, por sobre otras decisiones que no responden a
los intereses locales, es lo que define un proceso de desarrollo
local" (Arocena, José, 1995).

El desarrollo local, por lo tanto, es el proceso
que orientan los actores locales mediante acciones de
transformación del territorio en una dirección
deseada y es de naturaleza continua, aun cuando se trace metas
parciales a modo de escalonamiento en espiral. "Cabe definir el
desarrollo local como trayectorias específicas de
desarrollo que se configuran en elementos históricos,
geográficos y en mentalidades, pero que no están
totalmente predeterminadas sino que se transforman y evolucionan
a partir de las prácticas de los propios actores,
combinada con circunstancias y coyunturas que lo favorecen." Pero
no se puede analizar aisladamente un proceso de esta naturaleza
sin relacionarlo con la corporación global, de la cual
forma parte indisoluble.

En este sentido, tampoco es posible considerar de manera
indeterminada el desarrollo local. Siempre estará referido
a un marco territorial, el cual "no puede reducirse a simple
espacio abstracto e indiferenciado. En su lugar hay que
considerarlo [al territorio] como un actor fundamental de
desarrollo.

Pero para que ocurra un auténtico proceso de
desarrollo local, que utilice todas las potencialidades
que brinda dicha escala, será necesaria la activa
participación de todos los actores naturalmente
involucrados.

El desarrollo local "…es proceso participativo para
abordar y resolver diversos problemas socioeconómicos en
un territorio determinado por medio de la formación de
alianza entre la sociedad civil, los gobiernos locales y el
sector privado que conduzcan al desarrollo sostenible, al
mejoramiento de la calidad de vida de los grupos de bajos
ingresos y al fortalecimiento de la democratización en
toda la región".

Mucho se ha abordado sobre la definición de
desarrollo local la Dra. Luisa de los A. Rodríguez en su
trabajo: "La influencia de la ciencia y la tecnología
dentro de los procesos claves para alcanzar el desarrollo
sostenible de la localidad" plantea lo siguiente:

"El desarrollo local se define como el proceso de
organización del futuro de un territorio, y resulta del
esfuerzo de concertación y planificación emprendido
por el conjunto de actores locales, con el fin de valorizar los
recursos humanos y materiales de un territorio dado, manteniendo
una negociación o diálogo con

los centros de decisión económicos,
sociales y políticos en donde se integran y de los que
dependen". (Rodríguez Domínguez, Luisa de los A,
2002)

En la tesis expuesta por Gutiérrez Sánchez
(2006), puede entenderse por desarrollo local un proceso socio
ambiental –territorial que debe ser pensado, planeado,
promovido y gestionado, con el objetivo de alcanzar:

  • Una mejora de la calidad y del nivel de vida de los
    ciudadanos.

  • Reducción de la dependencia del
    exterior.

  • Refuerzo del espíritu colectivo

  • Crecimiento y generación de empleo

  • Conservación del medio natural.

  • Desarrollo cultural de la comunidad.

El desarrollo a nivel local es el proceso en que los
pobladores de pequeñas comunidades crean sus propios
medios de subsistencia y sustentabilidad que creen convenientes
para lograr los beneficios sociales y económicos realmente
necesiten y disfruten (Sen, Amartya, 1999).

Está idea es reforzada por (Strassoldo, R, 1992)
quien comenta la posibilidad de crear islas económicas,
que son regiones basadas en el crecimiento autónomo,
aprovechando condiciones locales, como, recursos naturales,
tradiciones, formas de trabajo comunal e identidad
cultural.

La idea de desarrollo local implica autonomía y
libre determinación. Involucrar a los habitantes de las
regiones locales para que desarrollen sus programas productivos
no debería ser una moda o parte de la retórica
política. Este hecho significa fundamentalmente el
reconocimiento del extenso conocimiento histórico,
cultural, étnico y económico que poseen los
habitantes de pequeñas localidades (Flores – Crespo,
Pedro, 2000)

Para esta investigación se asumió la
siguiente definición de gestión del desarrollo
local que plantea ser: la acción integrada de las
funciones directivas, de manera que se logre un proceder
coordinado del gobierno local, encaminado a armonizar la
utilización más amplia posible de las fuentes
naturales del desarrollo local. (González, Ramón,
2002.)

Este concepto permite establecer pautas que deben
tenerse en cuenta para la utilización eficiente y racional
de los recursos del territorio con el fin de poder satisfacer las
necesidades de los pobladores no solo a corto plazo sino
también a largo plazo, dentro de estas potencialidades se
encuentran las cooperativas agropecuarias y las de servicios, que
por un mal manejo de los principios de las mismas pueden
desaparecer, institución de importancia para un desarrollo
local sustentable y eficiente.

En relación con lo anterior, el desarrollo
local
necesita recursos para cumplir su trayectoria. Esos
recursos en principio existen allí (suelos,
vegetación, infraestructuras, instituciones,
organizaciones, empresas y establecimientos económicos,
cuadros profesionales y capacidad para pensar y hacer), todos al
alcance de la propia comunidad. Pero usualmente no se observan ni
se utilizan como aquellos que servirán para este
objetivo.

El pensamiento generalizado se concentra en buena medida
en la atracción de inversiones del capital
global.

Se plantea de manera generalizada que las
políticas locales de fomento económico deben
dirigirse a la animación de las "ventajas competitivas" de
las municipalidades, como forma de atracción de nuevas
empresas y al aprovechamiento de los recursos locales (humanos,
sociales, institucionales y territoriales).

Entiéndase por ventajas competitivas, las
potencialidades endógenas, que podrían generar
recursos para reinvertir en el proceso de desarrollo o
representarían fuerzas para impulsar dicho proceso. Las
municipalidades cubanas presentan un grupo de potencialidades que
favorecen el desarrollo local, entre las cuales se destacan la
suficiencia de la institucionalidad, la cultura de
participación y las redes, la existencia de
recursos humanos con nivel de instrucción adecuado,
la conexión viable con centros de investigación
y universidades
como portadores de innovación
tecnológica, la implementación de programas
nacionales
que garantizaron la infraestructura básica
con que se cuenta hoy día en esos territorios y las
reservas productivas capaces de generar empleos y recursos
para reinvertir.

Dentro de estas reservas productivas se encuentran las
cooperativas agropecuarias existentes en el municipio, con el
desarrollo eficiente de las mismas Río Cauto
fortalecería el desarrollo local. El desarrollo
económico es uno de los componentes fundamentales del
desarrollo local y sitúan su objetivo principal en la
"generación de mayor bienestar a la población del
municipio por medio de la dinamización de la
economía local" (Grajeda, Flora y López,
Oscar)

Fundamentos
teóricos metodológicos del proceso de desarrollo
cooperativo

Las cooperativas surgidas con el desarrollo del
capitalismo como organizaciones independientes de la clase
obrera, sin apoyo del Estado y a pesar de éste, para la
defensa económica de los intereses de los trabajadores
frente a la explotación por la burguesía industrial
y comercial son, según definición de Carlos Marx y
Federico Engels, la primera brecha en las relaciones de
producción capitalista.

El más importante principio metodológico
de la investigación marxista de las cooperativas consiste
en apreciar la naturaleza de ellas, su papel social, en
ligazón con otros aspectos de la vida social
examinándolas como fenómeno surgido y vigente en el
sistema del modo de producción capitalista. Sobre la base
del análisis económico de la
cooperativización demostraron que representa un tipo de
relaciones de producción generado por el capitalismo y
existente en el sistema de relaciones de producción
capitalista. Este análisis económico lo hizo Carlos
Marx en El Capital. Examina la evolución de las
cooperativas desde sus formas más simples hasta las
más desarrolladas, tales como las asociaciones obreras de
producción que pueden existir como forma de iniciativa
obrera en condiciones del capitalismo. Muestra que la
cooperación es una forma específica de trabajo en
el proceso de la producción capitalista.

Carlos Marx y Federico Engels formularon tesis de
importancia básica en cuanto al destino de las
cooperativas a las posibilidades, en inconmensurable incremento,
de su empleo particularmente en la agricultura de países
donde, pese al desarrollo del capitalismo en el campo, se
conservan numerosas cantidades de haciendas campesinas
pequeñas y medianas.

Vladimir Ilich Lenin desarrolló en todos los
aspectos la doctrina de Carlos Marx y Federico Engels sobre el
papel y el significado de las cooperativas.

Lenin veía en la utilización de las
distintas formas de cooperativas, primero de los tipos
elementales, y luego del superior –la cooperativa de
producción-, el paso más accesible, sencillo y
comprensible, de la pequeña hacienda individual, a la gran
agricultura socialista colectiva.

En las cooperativas se combinaban felizmente los
intereses personales y sociales de los campesinos, se presentaba
amplia posibilidad para vencer las reminiscencias
pequeño-burguesas, introducir los principios de la
planificación en la agricultura y crear nuevas relaciones
de producción en el campo. Participando al comienzo en el
trabajo de las formas elementales de las cooperativas -las de
consumo, abastecimiento y venta, de crédito, etc., los
campesinos trabajadores se convencen en la práctica,
gradualmente, de las ventajas de la administración
colectiva, toman conciencia de la necesidad de unirse en
cooperativas de producción. Esto respondía a sus
intereses cardinales, por cuanto las pequeñas haciendas
campesinas no estaban en condiciones de terminar con la miseria y
la ruina en la agricultura.

Lenin estimaba que uno de los principios más
importantes de la cooperativización es el de la
voluntariedad, el cual excluye forzar a los campesinos a
integrarse a las formas cooperativas inferiores o a las
superiores (Koljoses). Era adversario resuelto de los
métodos de administración burocrática para
cooperativizar a los campesinos.

Los clásicos del Marxismo después de
analizar ampliamente la situación del campesinado en el
capitalismo, demostrando las formas en que los pequeños
agricultores son explotados por los grandes terratenientes y
argumentando la necesidad de la alianza obrero-campesina nos
legaron los fundamentos teóricos metodológicos para
encaminar el proceso cooperativo en aquellos países que
comenzaron a desarrollar la construcción del
socialismo.

Tomando en cuenta que el campesinado como aliado natural
del proletariado y de la necesidad de que este último no
se afecte con la regulación socialista, sino por el
contrario que se beneficie con todas las bondades del socialismo
y al mismo tiempo contribuya al mejor desarrollo de las nuevas
relaciones socialistas de producción. Federico Engels
aclaró: "Ni ahora ni nunca, podemos prometer a los
campesinos la conservación de la propiedad individual y la
explotación individual de la tierra (…). "Y
destacó que" (…) cuando estemos en posesión del
poder del estado, no podemos pensar en expropiar violentamente a
los pequeños campesinos (sea con indemnización o
sin ella) como nos veremos obligados a hacerlo con los grandes
terratenientes.

Nuestra misión respecto a los pequeños
campesinos consistirá ante todo en encauzar su
producción individual y su propiedad privada hacia un
régimen cooperativo, no por las fuerzas, sino por el
ejemplo, y brindando la ayuda social para este fin". (Lenin, V,
1980)

VI. Lenin como gran estudioso de la socialización
socialista argumentó sobre una base teórica
importante la vía, la necesidad, y la forma por la que
debían transitar los campesinos individuales para
socializar su producción, pero para llevar a la
práctica esta nueva forma de producción y tener el
éxito asegurado no se debían dejar solas las
cooperativas, por el contrario, hay que conceder una serie de
privilegios económicos, financieros y bancarios a la
cooperación. En esto debe consistir el apoyo prestado por
nuestro estado socialista al nuevo principio de
organización de la población (…), (Ver Villegas
Chádez, Rubén, 1997), es decir, el estado
socialista debe darle una ayuda material a las cooperativas,
fundamentalmente en los primeros años de
formadas.

La experiencia
del cooperativismo internacional y su importancia en el
perfeccionamiento del movimiento cooperativo en
Cuba

El cooperativismo internacional, está liderado
por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) y dicha alianza
declara como identidad cooperativa lo siguiente:

"Una cooperativa es una asociación
autónoma de personas que se han unido de forma voluntaria
para satisfacer sus necesidades y sus aspiraciones
económicas, sociales y culturales en común mediante
una empresa de propiedad conjunta y de gestión
democrática."

Es importante destacar que la teoría marxista
leninista del cooperativismo valora el alcance de la
cooperación, su profundidad en la medida que se
cooperativizan, el trabajo, los medios de producción y la
tierra, y que dicha teoría se ajusta perfectamente a las
condiciones de nuestro país.

Síntesis
de los principios generales básicos del
cooperativismo

La definición de los principios del
Cooperativismo ha pasado por cuatro momentos:

  • 1. Pioneros de Rochdale, 1844.

  • 2. Congreso de la Alianza Cooperativa
    Internacional A.C.I., París 1937.

  • 3. Congreso de la A.C.I, Viena 1966.

  • 4. Congreso de la A.C.I. Manchester
    1995.

Los principios básicos que fueron suscritos, como
lineamientos para las cooperativas y por medio de los cuales
ponen en práctica sus valores, son los
siguientes:

  • 1. Adhesión voluntaria y
    abierta.

Las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas
para todas aquellas personas dispuestas a utilizar sus servicios
y aceptar las responsabilidades que conlleva la membresía
sin discriminación de género, raza, clase social,
posición política o religiosa.

  • 2. Gestión democrática por
    parte de los socios.

Las cooperativas son organizaciones democráticas
controladas por sus miembros, quienes participan activamente en
la definición de las políticas y en la toma de
decisiones. Los hombres y mujeres elegidos para representar a su
cooperativa responden ante los miembros. En las cooperativas de
base los miembros tienen igual derecho de voto (un miembro un
voto), mientras las cooperativas de otros niveles también
se organizan con procedimientos democráticos.

  • 3. Participación económica de
    los socios.

Los miembros contribuyen de manera equitativa y
controlan de manera democrática el capital de la
cooperativa. Por lo menos una parte de ese capital es propiedad
común de la cooperativa. Los miembros asignan excedentes
para cualquiera de los siguientes propósitos: el
desarrollo de la cooperativa mediante la posible creación
de reservas, de la cual al menos una parte debe ser invisible;
los beneficios para los miembros en proporción con sus
transacciones con la cooperativa y el apoyo a otras actividades
según lo apruebe la membresía.

  • 4. Autonomía e
    independencia.

Las cooperativas son organizaciones autónomas de
ayuda mutua, controladas por sus miembros. Si entran en acuerdos
con otras organizaciones (incluyendo gobierno) o tienen capital
de fuentes externas, lo realizan en términos que aseguren
el control democrático por parte de sus miembros y
mantengan la autonomía de la cooperativa.

  • 5. Educación, formación e
    información.

Las cooperativas brindan educación y
entrenamiento a sus miembros, a sus dirigentes electos, gerentes
empleados, de tal forma que contribuyan eficazmente con sus
cooperativas. Las cooperativas informan al público en
general – particularmente a jóvenes y creadores de
opinión – acerca de la naturaleza y beneficios del
cooperativismo.

  • 6. Cooperación entre
    cooperativas.

Las cooperativas sirven a sus miembros más
eficazmente y fortalecen el movimiento cooperativo, trabajando de
manera conjunta por medio de estructuras locales, nacionales,
regionales e internacionales.

  • 7. Interés por la
    comunidad.

La cooperativa trabaja para el desarrollo sostenible de
su comunidad por medio de políticas aceptadas por sus
miembros.

Cada uno de los principios anteriormente expuestos se
lleva en gran medida en las cooperativas a nivel nacional, lo que
cada una ajusta estos principios al contexto en que se
desarrollan.

Las Cooperativas de Producción Agropecuarias
(CPA) y las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS)
adoptaron los siguientes principios:

  • 1. Voluntariedad

  • 2. Cooperación y ayuda mutua

  • 3. Contribución al desarrollo de la
    economía nacional

  • 4. Disciplina cooperativa

  • 5. Decisión colectiva

  • 6. Territorialidad

  • 7. Bienestar de los cooperativistas y sus
    familiares

  • 8. Colaboración entre
    cooperativas.

  • 9. Solidaridad humana.

  • 10. Interés social.

Realizando un análisis de los principios del
cooperativismo antes expuestos en las CPA y CCS, la
mayoría se incumplen. La voluntariedad en la CCS se
violentó al plantear en el decreto ley– 259 que todo
usufructuario debía pertenecer a la CCS más
cercana, obligándolo de esta manera a pertenecer a una
cooperativa, que reiteradas veces se oponían a ello,
incumpliendo a demás con la decisión colectiva pues
esto lo aprobaba el presidente de la cooperativa sin llevarlo
antes a la asamblea, la cooperación y ayuda mutua, quedo
olvidada para darle paso al individualismo, a un mero
interés económico individual, restándole
importancia a la solidaridad humana.

La cooperación entre cooperativas quedo
mancillado, principalmente en las CCS que los medios de
producción son propiedad individual de los socios de la
cooperativa.

Las UBPC cuentan con sus propios principios del
cooperativismo que son cuatro:

  • 1. La vinculación del hombre al
    área.

  • 2. El autoabastecimiento del colectivo de
    obreros y sus familiares con esfuerzo cooperado y
    mejoramiento de sus condiciones de vida.

  • 3. Los ingresos de los trabajadores
    estarán asociados rigurosamente a la producción
    alcanzada.

  • 4. Desarrollar ampliamente la autonomía
    de gestión y administra sus recursos haciéndose
    autosuficientes en el orden productivo.

Desde su nacimiento con los Pioneros de Rochdale, el
movimiento cooperativo no ha cesado de crecer en todo el mundo.
Abarca más de 900 millones de asociados, la mitad de la
población mundial se vincula de una forma u otras formas
asociativas, en las que la cooperación se erige como la
base de este proceso. En 1994 la ONU estimó que el
sustento diario de más de 3.000 millones de personas (la
mitad de la población mundial) era asegurado o facilitado
por empresas cooperativas. Estos datos demuestran como las
cooperativas incrementan el nivel de vida de las comunidades
garantizando empleo permanente, lo cual incrementa el desarrollo
local de la región.

El cooperativismo
y su influencia en el desarrollo local

"El establecimiento de la propiedad social sobre los
medios de producción fundamentales como premisa para
iniciar la transición al socialismo, pronto se encuentra
con el problema de la realización económica de la
propiedad formalmente declarada, es decir de la
socialización efectiva, lo cual se manifiesta en las
contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones
sociales de producción, cuestión que se consideraba
resuelta por el mero hecho de instaurar la propiedad social,
estas contradicciones conllevan a una crisis en la
realización de la propiedad social, para esto se
perfecciona el mecanismo de funcionamiento de la economía
socialista". (Villegas, R, 1999)

Realizar la propiedad social significa perfeccionar el
mecanismo económico para estimular el desarrollo
acelerado, intensivo de las fuerzas productivas, incrementando la
productividad del trabajo social, para el logro de las amplias
metas que la propiedad social declara a través de la ley
económica fundamental, a la par que se ajustan las formas
de la propiedad a su contenido material (fuerzas productivas)
(Villegas R, 1999)

La propiedad social es, en el aspecto
socioeconómico, un punto de referencia y con
relación a ella el resultado más significativo de
un proceso de producción que se declara, es legitimar su
existencia a través de los resultados económicos y
sociales superiores y su distribución más
equitativa. En ello está su realización.

En medio de la crisis originada a partir de la
década del 90, se comienzan a realizar transformaciones a
fondo en las relaciones de producción, lo que significa
transformaciones en las relaciones de propiedad. En el sentido
socioeconómico la crisis se expresa sintéticamente
como crisis en la realización de la propiedad
social.

En la tesis doctoral de Villegas (1999) se expone que
las personas con mayor disponibilidad de recursos no suelen
participar en cooperativas, sino en sociedades por acciones u
otros tipos de empresas. A menudo estas empresas o sociedades se
autodenominan cooperativas para disfrutar la protección
estatal y evadir determinadas obligaciones fiscales. Esto ha dado
pie a estudios acerca de las cooperativas de hecho y de
derecho.

Las cooperativas constituyen una organización
económica con personalidad jurídica y patrimonio
propio, integradas por personas que se asocian aportando bienes o
trabajo, con la finalidad de producir y prestar servicios
útiles a la sociedad y asumen todos sus gastos con sus
ingresos. Son empresas de participación, donde
teóricamente, el vínculo natural con sus socios es
más intenso que en otros tipos de organización
económica. Esto incentivaría a los socios a
intervenir en las cooperativas (a comprometerse con ellas, a
dirigirlas) con mayor énfasis que en una empresa
convencional. Este concepto ha sido recogido por algunos autores
bajo el denominado principio de identidad, cuya aplicación
no se restringe a las sociedades cooperativas de derecho (hay
muchas empresas bajo otras formas jurídicas que son
cooperativas de hecho por funcionar
participativamente).

Los principios en las cooperativas agropecuarias del
municipio Río Cauto se incumplen, principalmente el de
adhesión voluntaria: a partir de la aprobación del
decreto ley 300 los usufructuarios que se acogen a esta ley deben
de pertenecer a una cooperativa, violentando el principio de
voluntariedad.

El usufructuario no escoge pertenecer a la cooperativa
por las ventajas que esta organización representa para
él, sino que se ve obligado hacerlo y en ocasiones ve a la
cooperativa como una limitación para su desarrollo
económico.

La gestión democrática entre los socios es
el principio que pone en alto la democracia dentro de la
cooperativa, principio que por desconocimiento no se le otorga
toda la importancia requerida, cada cooperativista tiene derecho
al voto y de ser elegido como presidente o administrador de la
misma y el derecho de emitir criterios y tomar
decisiones.

Las cooperativas tienen limitada su autonomía
principalmente las UBPC, se le impide la compra y venta con
determinadas empresas por no contar con la divisa requerida
sirviendo de intermediara la empresa, cuestión está
que trae sus prejuicios pues no siempre compran los insumos con
la calidad requerida y en las ventas no obtienen todos los
beneficios sino una parte.

La realización de los contratos es otro de los
problemas que presentan las cooperativas a veces por
desconocimiento de las leyes y normas establecidas.

El principio de educación, formación e
información es el más fortalecido en la actualidad,
pero queda por hacer, ya que la actualización de los
conocimientos es un reto en estas organizaciones.

La cooperación entre cooperativas es uno de los
principios que menos se ponen de manifiesto en las cooperativas
del municipio, olvidándose de los valores esenciales como
la solidaridad y ayuda mutua. Este principio sirve de partida
para la creación de cooperativas de grados
superiores.

Las cooperativas sirven a sus miembros más
eficazmente y fortalecen el movimiento cooperativo, trabajando de
manera conjunta por medio de estructuras locales, nacionales,
regionales e internacionales

Partes: 1, 2

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