Monografias.com > Salud
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Dorothea Elizabeth Orem, Teoría del déficit de autocuidado



  1. Introducción
  2. Teoría
  3. Sistemas de
    enfermería
  4. Referencias
    bibliográficas

Introducción

Dorothea Elizabeth Orem, se define como una de
las autoras teóricas de enfermería más
destacada de Norteamérica, trabajó para mejorar la
formación en enfermería práctica que la
indujo a plantearse cuál era verdaderamente el
ámbito en una personalidad científica, que
trabajó para el desarrollo conceptual en la llamada
teoría del déficit de autocuidado en
enfermería.1

Orem ha descrito lo que llamó
teoría general de enfermería, la cual consta de
tres teorías a su vez, relacionadas entre sí: la
del autocuidado, la del déficit de autocuidado y la
teoría de sistema de enfermería; uno de los
construidos que desenvuelve esta teorizadora es la del
autocuidado.2-3

El autocuidado es una función humana reguladora
que debe aplicar cada individuo de forma deliberada con el fin de
mantener su vida y su estado de salud, desarrollo y bienestar,
por tanto es un sistema de acción. La elaboración
de los conceptos de autocuidado, necesidad de autocuidado, y
actividad de autocuidado conforman los fundamentos que permiten
entender las necesidades y las limitaciones de acción de
las personas que pueden beneficiarse de la enfermería. 3
Como función reguladora del hombre, el autocuidado es
diferente de otros tipos de regulación del funcionamiento
y el desarrollo humano.

El autocuidado debe aprenderse y aplicarse de forma
deliberada y continúa en el tiempo, siempre en
correspondencia con las necesidades de regulación que
tienen los individuos en sus etapas de crecimiento y desarrollo,
estados de salud, características sanitarias o fases de
desarrollos específicas, factores del entorno y niveles de
consumo de energía.4-5

Esta teoría sugiere que la enfermería es
una acción humana articulada en sistemas de acción
formados (diseñados y producidos) por enfermeras a
través del ejercicio de ser actividad profesional ante
personas con limitaciones de la salud o relacionadas con ella,
que plantean problemas de autocuidado o de cuidado
dependiente.6

Los sistemas de enfermería pueden estar
preparados para personas individuales, para personas dentro de
una unidad de cuidados dependientes, para grupos cuyos miembros
tienen demandas de autocuidado terapéutico con componentes
semejantes o presentan limitaciones similares que les impiden
comprometerse en un autocuidado o cuidado dependiente o para
familias y otras unidades multipersonales.7

En el sistema de atención secundaria, la
afluencia de pacientes con limitaciones físicas es
mayoritaria, lo cual da lugar a altas demandas de cuidado
enfermero, que van desde acciones terapéuticas hasta
acciones independientes para la satisfacción de
necesidades.

La labor abarcadora de enfermería engloba todas
las esferas del ser biosicosociales que representan los
pacientes.8 Es evidente que las acciones sobre el autocuidado
tienen gran peso dentro de las responsabilidades del enfermero
teniendo en cuenta que enfrentamos al hombre enfermo
extraído de su entorno familiar.9 No obstante, haberse
establecido sistemas de apoyo a esta actividad, tales como: la
existencia de la asistente de enfermería, la presencia del
familiar y la disposición de recursos diseñados
para facilitar la tarea de satisfacer el déficit de
autocuidado sigue siendo un problema difícil de
enfrentar.

La enfermería como ciencia se ocupa en ayudar a
las personas a satisfacer las necesidades básicas cuando
no pueden hacerlo solas, por estar enfermas o por carecer del
conocimiento, habilidad o motivación necesaria.

. Estos cuidados incluyen las medidas básicas
aplicables en el cuidado de pacientes de todas las edades sin
importar su diagnóstico médico.10 Suele aceptarse
que las personas tienen las mismas necesidades básicas
toda su vida, sin embargo, su naturaleza y relativa importancia
para el bienestar del individuo cambian y la edad de la persona y
su etapa de desarrollo físico y psicosocial son variables
importantes que las afectan.11

La inserción en los programas de estudio de
enfermería, las teóricas y sus postulados han hecho
posible que se incremente el pensamiento científico sobre
los problemas del cuidado. El fenómeno del autocuidado no
quedó exento de estos estudios, lo que demuestra que se
hace necesario la aplicación de esta teoría, para
el logro de mejores niveles de satisfacción en este
ámbito, la observación y evaluación
constante de la calidad de los servicios de enfermería,
nos da la medida de la importancia de establecer pautas o
sistemas que refuercen científicamente el trabajo de la
enfermera sobre el déficit de autocuidado.

La motivación a redactar este documento, que
podrá servir a los estudiantes de fuente de
información, para el trabajo final de la asignatura Bases
Conceptuales de la enfermería, pues hemos notado que entre
siete teóricas recomendadas para profundizar en su estudio
esta Dorothea Orem y además es muy escogida por los
estudiantes del cuarto año de la carrera de
enfermería, para la presentación final en su
evaluación.

con el propósito de mostrar la aplicación
de esta en el entorno de la gestión del cuidado, y
así aportar nuestros modestos esfuerzos en función
del perfeccionamiento de la calidad de profesionales de
enfermería y a la vez, pretender incentivar la
investigación basándose en teorías tan
importantes como esta, que den lugar a mayor desarrollo
científico de la especialidad.12-13.

Teoría

. Una de las grandes teóricas en el
campo de la enfermería, Dorothea Elizabeth Orem,
estableció la teoría del déficit del
autocuidado como un modelo general compuesto por tres
subteorías relacionadas:

• La teoría de autocuidado
•  La teoría del déficit del autocuidado
•  La teoría de los sistemas de
enfermería.

La obra de esta investigadora
norteamericana se extiende a toda la enfermería, se aplica
y experimenta en centros de educación y asistenciales y
suele incluir aspectos relativos a seres humanos, su entorno y
salud (3). El fundamento del modelo de enfermería de Orem,
es la teoría del autocuidado. La práctica de
actividades de autocuidado se aprende conforme el individuo
madura y tienen la finalidad de mantener la salud, prolongar el
desarrollo personal y conservar el bienestar.

Todas las personas poseen las condiciones o
requisitos universales de autocuidado que a continuación
se mencionan:

•  Conservación de una
ingestión suficiente de aire, agua y alimentos.
•  Suministro de cuidados asociados con los procesos de
eliminación y excrementos. •  Mantenimiento de
un equilibrio entre la actividad y el descanso y entre la soledad
y la interacción social.

•  Evitar los riesgos para la
vida, funcionamiento y bienestar. •  Promover el
funcionamiento y el desarrollo de los seres humanos dentro de
grupos sociales de acuerdo con las potencialidades, las
limitaciones conocidas y el deseo de ser normal. (4)o

II. Teoría del déficit de
autocuidado.

La teoría del déficit de
autocuidado desarrolla las razones por las que una persona puede
beneficiarse de la enfermería y sus acciones están
limitadas por problemas de salud o de cuidados sanitarios, lo que
les hace total o parcialmente incapaces de descubrir los
requisitos actuales y emergentes que han de satisfacer en el
cuidado de sí mismos o de quienes están a su
cargo.

. Déficit de autocuidado es por
tanto la falta de capacidad del individuo para realizar todas las
actividades necesarias que garanticen un funcionamiento
saludable. Con el fin de ayudar a definir la magnitud de la
responsabilidad de enfermería, las funciones y acciones de
pacientes y enfermeros, Orem diseñó la
teoría de los sistemas de enfermería, la más
general de sus teorías, que incluyen todos los
términos esenciales, manejados en la teoría del
autocuidado

Sistemas de
enfermería

Aquí define la estructura y
contenido de la profesión enfermera. Identificó los
sistemas de enfermería

Sistema totalmente compensador o
compensatorio global,

Sistema parcialmente
compensador,

Sistema de apoyo educativo,

Como una serie continua de acciones que se
producen cuando los enfermeros vinculan una o varias formas de
ayuda a sus propias actividades o a las acciones de las personas
a las que están asistiendo y que están dirigidas a
las demandas del autocuidado.

Estos sistemas de enfermería pueden
estar preparados para personas individuales, para personas dentro
de una unidad de cuidados dependientes y para grupos cuyos
miembros tienen demandas de autocuidado terapéutico
(5).

En el sistema totalmente compensador el
enfermero realiza el cuidado terapéutico, compensa la
incapacidad del paciente para realizar su autocuidado, lo apoya y
lo protege, es decir, el paciente es incapaz de realizar
cualquier acto deliberado, no es capaz de caminar, manipular ni
razonar y el enfermero es quien brinda la atención, hace
juicios y toma decisiones sobre las necesidades de cuidado del
paciente.

Evidentemente, en este sistema se enfatiza
en la función del enfermero solo cuando el paciente es
incapaz de satisfacer por sí mismo sus necesidades de
autocuidado. En un sistema parcialmente compensador, las acciones
de enfermería van encaminadas a realizar algunas de las
medidas de autocuidado por el paciente, compensar las
limitaciones de autocuidado del mismo, asistirlo en lo que este
necesite.

En este sistema tanto el enfermero como el
paciente realizan acciones de atención y regulan la
acción del autocuidado. El paciente debe ser activo en la
toma de medidas para el autocuidado, debe aceptar el cuidado y la
asistencia por parte del personal de enfermería. En el
sistema de apoyo educativo, el paciente es capaz de
desempeñar el autocuidado y puede o debe aprender a
ejecutar las actividades necesarias de autocuidado
terapéutico aunque no pueda hacer las mismas sin ayuda.
Ambos, el enfermero y el paciente regulan el ejercicio y el
desarrollo de la acción de autocuidado (6).

La labor enfermera debe estar orientada
según el grado de afectación que tenga el
individuo. Esta puede ir desde las acciones que realiza el
paciente ambulatorio y que tienen carácter preventivo,
hasta el paciente ingresado en el hogar, afectado por una
determinada patología o una enfermedad en fase terminal
con pronóstico desfavorable. (7).

Consideran los autores de este trabajo que
la teoría del autocuidado y la del déficit del
autocuidado pueden aplicarse en la primera etapa de nuestro
método científico. El individuo puede acudir a
nuestras unidades asistenciales por presentar dificultades para
satisfacer sus necesidades de autocuidado, porque no puede
continuar practicando algunas actividades que cotidianamente
realizaba y mantenían su salud de forma óptima.
(Alimentarse, bañarse, miccionar, defecar,
caminar).

Por determinadas circunstancias puede
entonces el individuo sentirse incapaz de satisfacer sus
necesidades de autocuidado, de forma parcial o total y referirlo
él mismo, sus familiares u otras personas durante la
entrevista o detectarlas el enfermero mediante la
exploración física y la observación. Desde
este momento el paciente comienza a beneficiarse por la
acción humana de la enfermería. Esta
valoración constituye entonces la base para la
identificación de diagnósticos enfermeros, el
desarrollo de resultados, la ejecución de actuaciones de
enfermería y la evaluación de las mismas. La
segunda etapa del proceso de atención de enfermería
descrita por Orem, incluye el diseño de un sistema de
enfermería que de cómo resultado la
consecución de las metas de la salud. Nos encontramos
entonces en la etapa de intervención, donde deben
desarrollarse estrategias para evitar, reducir o corregir al
mínimo las necesidades de autocuidado que el paciente
tiene insatisfechas. La aplicación de la teoría de
los sistemas de enfermería de Dorothea Orem durante la
etapa de intervención puede proporcionar muy buenos
resultados en la práctica asistencial, tanto para el
enfermero como para el paciente. Al profesional de
enfermería le es útil para desarrollar y convalidar
conocimientos en esta disciplina, además que guía
el ejercicio profesional y la investigación. Al paciente
le brinda la posibilidad de interactuar con el profesional para
lograr con éxito los objetivos propuestos.

El enfermero de esta forma involucra al
paciente en su propio cuidado. Es conveniente aplicar el modelo
de Orem siempre que la capacidad de satisfacer necesidades de
autocuidado de una persona sea inadecuada o insuficiente. Por
consiguiente debe diseñarse y ejecutarse en la
práctica un sistema de enfermería que compense las
limitaciones expresadas como déficit de autocuidado o de
cuidados dependientes.

El sistema de apoyo educativo se puede
aplicar a un paciente que es capaz de desempeñar las
actividades de autocuidado por sí solo pero que necesita
aprender a ejecutar acciones necesarias para mantener su salud y
bienestar.

Es decir, el enfermero actúa
ayudando a los individuos para que sean capaces de realizar las
actividades de autocuidado, pero que no podrían realizar
sin esta ayuda. La enseñanza es un componente
indispensable de la asistencia de enfermería y se orienta
a fomentar, conservar y restaurar la salud. Cada contacto que el
enfermero establece con una persona, sin importar si está
enfermo o no, debe considerarse como una oportunidad para la
enseñanza. El enfermero tiene la responsabilidad de
presentarle la información que necesita para motivarlo a
que aprecie la necesidad de aprender. (8)El sistema de apoyo
educativo exige de este personal sanitario un incremento
cognoscitivo de su profesión además de
preparación para responder de manera calificada a las
preguntas del paciente o sus familiares. Cuando enseñamos
a un paciente diabético insulinodependiente a auto
inyectarse la insulina, estamos aplicando el sistema de apoyo
educativo, estamos ejecutando una acción independiente de
tipo educativa en estrecha relación con el individuo en
virtud de los conocimientos y la experiencia.

Otro ejemplo vinculado con la
enseñanza de la persona que se ayuda es el concerniente a
la educación de un enfermo colostomizado en cuanto a la
higiene que debe mantener o también las recomendaciones
sanitarias de las mujeres embarazadas.

El sistema parcialmente compensador es
también aplicable a los pacientes que necesitan de la
atención enfermera, independientemente que pueden tomar
algunas medidas de autocuidado. El paciente puede participar
activamente en la promoción, conservación o
restablecimiento de su salud, en estrecho vínculo con el
enfermero.

Este sistema de enfermería es
aplicable a pacientes que presentan déficit parcial de
autocuidado, por ejemplo un individuo que ha sido intervenido
quirúrgicamente hace 48 horas de una apendicitis aguda,
necesita de la ayuda del enfermero para mantener una
óptima higiene personal aunque él pueda participar
parcialmente en esta necesidad de autocuidado. Otro ejemplo lo
constituye el hecho de un paciente que presente
disminución de la fuerza muscular en ambos miembros
superiores y necesite de la ayuda del enfermero para cortar
algunos alimentos como la carne, para poder alimentarse,
independientemente que pueda ingerir otros alimentos
fácilmente por sí solo.

El sistema totalmente compensador abordado
por Orem en su teoría de sistemas de enfermería
puede aplicarse durante la puesta en práctica de la
actuación enfermera ante pacientes que están
completamente incapacitados para auto cuidarse.

La enfermera suple al individuo en las
actividades de autocuidado.

La atención de enfermería que
se brinda es óptima ya que el paciente se hace dependiente
de los cuidados enfermeros, tal es el caso del individuo en
estado de coma o la persona encamada que se encuentra en el
estadio final de una enfermedad crónica.

Este modelo puede y debe emplearse en el
ámbito de la educación de enfermeros profesionales
como instrumento de investigación para medir la
aplicación del autocuidado y como guía en la
práctica asistencial a través del método
científico, el proceso de atención de
enfermería.

Es útil por tanto su teoría
para que los enfermeros desarrollen y convaliden sus
conocimientos, enseñen y aprendan
enfermería.

El conocimiento adquirido
contribuirá a la adquisición de una identidad
profesional por parte de los estudiantes en correspondencia con
las esferas de la competencia y el desempeño.

Conclusiones.

Hemos abordado de una manera sencilla una
síntesis de la vida de Dorothea Elizabeth Orem, y la
teoría del déficit de autocuidado.

Quien centro su atención en los
conceptos de persona, Salud, Enfermedad, Ambiente, y Enfermeria.
Considerando el autocuidado como un acto propio de la Está
centrada en los seres humanos. Esta teoría podría
ser la solución para los grandes problemas de salud y
cuidados que se prestan en la actualidad.

Referencias
bibliográficas

1. Taylor SG, Compton A, Donohue Eben J, Emerson S,
Nergess N, Marriner Tomey A, et al. Introducción al
análisis de las teorías de enfermería. En:
Modelos y teorías en enfermería. Ediciones Harcourt
(Cuarta Edición). España, 2000. Capítulo 1;
9-13.

2. Taylor SG, Compton A, Donohue Eben J, Emerson S,
Nergess N, Marriner Tomey A, et al. Teoría del
déficit de autocuidado de Dorothea Orem. En: Modelos y
teorías en enfermería. Ediciones Harcourt (Cuarta
Edición). España, 2000. Capítulo 14;
175-187.

3. Orem E D. Modelo de Orem: La teoría de
enfermería de autocuidado. Una teoría general.
Madrid. Masson _ Salvat. 1999 (Cap.3; 7).

4. Gallegos CE; Cárdenas V. de Salas Ma.
Capacidades de autoguiado en adultos con diabetes tipo 2.
Investigación y Educación de Enfermería,
2000 (2). Pp 25-30.

5. Kane R. A; Kane R. L. Evaluación de las
necesidades de los ancianos. Barcelona: S. G. Editores
Fundación Caja de Madrid. 1998; 1-2; 25-55.

6. Lara RMa, Benítez M. Ma, Fernández GL,
Zarate AA. El adulto mayor y sus problemas de salud. Nuevo reto
para los servicios institucionales. En: organización
panamericana de la salud. Problemas y programas del adulto mayor.
México, 2001; 137-151.

7. Lipson J. Cultura y cuidados de enfermería.
Información bibliográfica y documental. 2000.
9(28):12-7.

8. Siles J. Cuidados empíricos y cuidados
científicos a lo largo de la historia. [Serial en
Internet]. [Citado en el 2003]. Disponible en
http://www.va.e/universo/bioantropología
/ponencia

9. La intimidad del cuidado y el cuidado de la
intimidad: Una reflexión desde la ética. Revista de
enfermería. 1999; 22(4):303.

10. Witter Dv Gas B, Du Gas Dymond BM.
Introducción al cuidado de salud. En: Tratado de
enfermería práctica. Nueva Editorial
Interamericana. Cuarta Edición. México, 2000.
Capítulo 1;3.

11. Orem DE. Nursing: Concepts of practice (5 th). St.
Louis: Mosby. 1999; 12-17.

12. Collins B. End _ stage renal failure: The challenge
to the nurse. Nursing times, 2001. 9 (91); 25-29.

13. Taylor S G, Compton A, Donohue Eben J, Emerson,
Nergess N, Marriner Tomey A, et al. Cuidados culturales. En:
Modelos y teorías en enfermería. Ediciones Harcourt
(Cuarta Edición). España, 2000. Capítulo 29;
446-447.

14. Witter Du Gas B, Du Gas; Dymond B. M.
Satisfacción de las necesidades básicas durante el
ciclo de vida. En: Tratado de enfermería práctica.
Nueva Editorial Interamericana. Cuarta Edición.
México, 2000. Capítulo 11; 208.

15. Witter Du Gas B, Du Gas, Dymond B. M. Necesidades de
eliminación urinaria. En: Tratado de enfermería
práctica. Nueva Editorial Interamericana. Cuarta
Edición. México, 2000. Capítulo 13;
289.

16. Witter Du Gas B; Du Gas; Dymond B. M. Necesidades de
eliminación intestinal. En: Tratado de enfermería
práctica. Nueva Editorial Interamericana. Cuarta
Edición. México, 2000. Capítulo 14;
317.

17. Weller and Wells. Diccionario de enfermería.
21 ed. México. Editorial Me Graw Hill Interamericana.
1999.

18. Kerouac S. El pensamiento enfermero. Barcelona,
España: Edición Etunes vivantes. Editorial Masoni
SA. 1994.

19. Establishig a Bond UIT Clients of Different
Cultures. Home Healtheare Nurse. [Serial en Internet] [Citado en
el 2000]. Disponible en: http://www.nursingcenter.com
.

20. Zubizarreta EMM, Fernández VC, Sánchez
RN. La educación avanzada en enfermería. Realidades
y desafíos. Educ. Med. Sup. 2000; 14(13):22.

21. Corrales F. N. Velázquez A. A. La
supervisión hospitalaria en la gestión de los
servicios de enfermería. Una mirada desde la perspectiva
cubana., ministerio de salud pública, dirección
nacional de enfermería. Ciudad de la habana 2008. (Anexo
4) p 29-30.

 

 

Autor:

Lic. Damniubis Figueredo
Betancourt.*

MSc. Griselda Cabrera
Cabrales.**

Lic. Dania González
Naranjo.

Lic. Ramón Argote
Santos.

*Profesaros instructoras

Miembro titular Sociedad Cubana e
Enfermeria

** Profesores asistentes.

Miembros titilar Sociedad Cubana de
Enfermeria.

.

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter