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Evolución de la Génesis de la delincuencia en la Rep. Dominicana



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. La
    delincuencia y su incidencia en la familia
    dominicana
  3. Conclusión
  4. Bibliografía

INTRODUCCION

Al iniciar este trabajo, relativo a la
delincuencia y su incidencia en la familia dominicana; trataremos
de conceptualizar los vocablos delincuencia, delincuente y
delito. Procuraremos indagar la génesis de la misma en la
República Dominicana y el de la familia desde diversos
puntos de vista.

Investigaremos la historia, desarrollo y
estructura de la familia, incluida en el mundo circundante
afectada por la criminalidad. De igual modo, indagaremos las
ciencias y disciplinas que nos ayudarán a estudiar,
prevenir, analizar y cuestionar al crimen al delincuente y a la
delincuencia.

Procuraremos distinguir la
clasificación de los delincuentes, realizadas por diversos
autores. Además, averiguaremos las causas endógenas
y exógenas del delito y del delincuente. Así como
también, lo dicho por la constitución, los
Códigos y las leyes respecto al tema.

Finalmente, definiremos la delincuencia
juvenil y la analizaremos a la luz de la
criminología.

LA DELINCUENCIA Y SU
INCIDENCIA EN LA FAMILIA DOMINICANA.

Concepto de los términos
delincuencia, delincuente y delito.

Para introducirnos en lo que es
fundamentalmente nuestro tema, escogemos iniciar con el concepto
delincuencia, la que se entiende como un conjunto de
delitos.

Henry Capitant define delincuente, como el
que comete un delito, persona que ha cometido un delito, es
decir, un hecho reprimido por la ley penal.

Ángel Ozorio. En su obra "El Alma de
la Toga" se expresa del modo siguiente con relación al
delincuente: "El delincuente fue antes un maltratado, necesitado
de horca, prisión y apaleamiento; después fue un
enfermo precisado de asistencia médica; hoy es un
ineducado peligroso, a quien hay que atender con pedagogos
especializados"

El delincuente puede ser dividido en
primario y habitual o reincidente. El delincuente primario es la
persona que comete por primera vez un delito; es favorecido
generalmente con los beneficios de la legislación penal, a
diferencia del delincuente habitual o reincidente quien es
tratado con mayor severidad.

Delito es definido por el citado autor,
como el hecho ilícito con carácter de falta, de
donde nace un daño y se origina la obligación de
repararlo. Existen distintos tipos de delito entre los cuales
vamos a citar, los siguientes: delito simple, delito colectivo,
delito de inacción por omisión, delito flagrante,
delito de imprudencia, delito intentado, delito consumado,
imposible, delito político, etc.

Platón, en su Obra "La
República" se expresó acerca de la delincuencia y
del delito de la manera siguiente: "El oro del hombre fue causa
de muchos delitos, la ambición por la riqueza ha sido la
causa de la delincuencia. A medida que es más alta la
estimación que se tiene por la riqueza, más se
hunde el respeto de los hombres por las virtudes. Debe darse por
cierto que cualquier Estado donde se vea la gente pobre,
también debe haber ocultos pícaros, rateros,
blasfemos y toda suerte de villanos".

En otra de sus obras titulada "Las Leyes",
Platón se refiere a la pena como una paga frente al
delito, del modo siguiente: "La pena es una medicina moral. Si el
delincuente se manifiesta como incurable y refractario a toda
acción educativa la sociedad debe eliminarlo".

En el libro "La Política",
Aristóteles consideró a los criminales como
maleantes, enemigos de la sociedad a quienes había que
castigar severamente, como se golpea a una bestia bajo yugo. Para
Aristóteles las pasiones y la miseria son las causas de la
delincuencia.

Santo Tomás de Aquino en su obra
"Summa Teológica" coincidía con los criterios de
Aristóteles con respecto a la criminalidad. Santo
Tomás, considera a la miseria como el principal factor
criminológico de igual modo pensaban los enciclopedista y
Martín Lutero y Juan Calbino también
coincidían con la miseria agregándole el maltrato
humano.

Génesis histórica de la
delincuencia en la Rep. Dominicana.

Procuraremos remontarnos a la historia
desde el siglo XV hacia nuestros días, para buscar el
origen histórico de la delincuencia y su incidencia en la
República Dominicana.

La isla de Santo Domingo antes del
descubrimiento estuvo habitada por sus aborígenes quienes
no conocían ni practicaban la delincuencia. La mejor
fuente que tenemos para emitir estás declaraciones son las
expresiones de Fray Bartolomé de las Casas, en su obra
titulada "Historia de India" donde expresa lo siguiente: "Los
caciques no pasaban más trabajo que un padre de familia
tiene en su casa sólo mujer e hijos, y que no en muchas
partes del mundo se encontrará estas maravillas. En esta
isla no se sabía lo que fuese hurto, ni adulterio, ni
fuerza que hombre hiciese a mujer alguna, ni otra vileza, ni que
dijere a otro injurias de palabras y menos de obra…

Y es verdad, como arriba en un capitulo
dije, que había veinte años que yo estaba en esta
isla, y que nunca vi reñir en ella, ni en otra parte,
indio con indio, sino una vez en la ciudad de Santo Domingo, que
vide reñir dos y estabanse dando el uno al otro con los
hombros y con los codos, estando queda las manos, que no mataran
una mosca si donde se daban con los hombros la
tuvieran".

Fray Bartolomé de las Casas
también expresa lo siguiente: "doy testimonio de lo que
muchas veces por los ojos vide, y esto es que no teniendo puerta
en las casas ni arcas ni llaves ni cerraduras, como entonces no
la teníamos, se andaban los talegones llenos de oro, y los
indios eran tan honestos".

Otro autor que confirma el estado de
tranquilidad y armonía en que vivían los primeros
pobladores de la isla es Casimiro N. de Moya quien en su obra
"Bosquejos Históricos" dice: "los caciques gobernaban a
sus súbditos como padres e hijos. No creemos que tuviesen
necesidad de jueces, porque no se sabía lo que fuese
hurto".

El factor preponderante en la delincuencia
en la Isla de Santo Domingo ha sido el resultado de su
importación traída por los visitantes que desde el
5 de diciembre de 1492, nos descubrieron, cristianizaron, nos
pervirtieron y nos esclavizaron e introdujeron a nuestra isla, el
hacha pulimentada en una mano y en la conciencia la Ley del
Talión, según afirma Bernardo de Quiroz.

Esta delincuencia también ha sido el
resultado de los inmigrantes franceses a quienes España le
traspasó la Isla, mediante el tratado de Basilea en
1795.

La delincuencia y su incidencia en la
República Dominicana, también tiene su origen en
las invasiones haitianas y norteamericanas que hemos padecido en
innúmeras ocasiones, ya que esas circunstancias
modificaron nuestro mundo circundante, el que se inició
con el cambio en el comportamiento familiar.

La Familia, desde el punto de vista
sociológico, histórico, antropológico,
económico, pedagógico y su tendencia a controlar la
natalidad y la delincuencia.

La familia es un grupo social básico
creado por vínculos de parentesco o matrimonio presente en
todas las sociedades. Idealmente, la familia proporciona a sus
miembros protección, compañía, seguridad y
socialización. Cuando esto no sucede se trilla el camino
hacia la formación de delincuentes.

La estructura y el papel de la familia
varían según la sociedad. La familia nuclear (dos
adultos con sus hijos) es la unidad principal de las sociedades
más avanzadas. En otras este núcleo está
subordinado a una gran familia con abuelos y otros familiares.
Una tercera unidad familiar es la familia monoparental, en la que
los hijos viven sólo con el padre o con la madre en
situación de soltería, viudedad o
divorcio.

Historia del desarrollo de la
familia.

Antropólogos y sociólogos han
desarrollado diferentes teorías sobre la evolución
de las estructuras familiares y sus funciones. Según
éstas, en las sociedades más primitivas
existían dos o tres núcleos familiares, a menudo
unidos por vínculos de parentesco, que se desplazaban
juntos parte del año pero se dispersaban en las estaciones
en que escaseaban los alimentos. La familia era una unidad
económica: los hombres cazaban mientras que las mujeres
recogían y preparaban los alimentos y cuidaban de los
niños. En este tipo de sociedad era normal el infanticidio
y la expulsión del núcleo familiar de los enfermos
que no podían trabajar.

Con la llegada del cristianismo, el
matrimonio y la maternidad se convirtieron en preocupaciones
básicas de la enseñanza religiosa. Después
de la Reforma protestante en el siglo XVI, el carácter
religioso de los lazos familiares fue sustituido en parte por el
carácter civil. La mayor parte de los países
occidentales actuales reconocen la relación de familia
fundamentalmente en el ámbito del derecho
civil.

La familia moderna, su estructura y rol en
el desarrollo del carácter y el temperamento de sus
miembros.

Los estudios históricos muestran que
la estructura familiar ha sufrido diversos cambios a causa de la
emigración a las ciudades y de la
industrialización. En la República Dominicana esa
emigración se realiza desde el campo hacia la ciudad, y a
desarrollado, los suburbios de miseria viviendo en forma
infrahumana sólo por proclamar que viven en la capital o
en la ciudad. Estas circunstancia generan acciones
delincuenciales.

El núcleo familiar era la unidad
más común en la época preindustrial y
aún sigue siendo la unidad básica de
organización social en la mayor parte de las sociedades
industrializadas modernas. Sin embargo, la familia moderna ha
variado con respecto a su forma más tradicional en cuanto
a funciones, composición, ciclo de vida y rol de los
padres. En las sociedades civilizadas modernas los primeros
años de la vida del hombre discurren en cierta cantidad,
dentro de grupos humanos o en comunidades, en los cuales recibe
su instrucción y su educación; lo que demuestra que
es allí donde el individuo llega a definir su ser para
toda la vida, sencilla mente porque la infancia y la juventud son
influida especial y profundamente por sucesos del mundo
circundante, y porque está confirmado, que la persona
joven es más influida que el adulto por el mundo
circundante. Los grupos de personas o comunidades donde se
desenvuelve el infante y el joven influyen notablemente en su
conducta. Si influye de manera negativa, convertirlos en
delincuente; empero, si influye positivamente podrá
convertir al infante o al joven en personas educadas y afables.
Por lo tanto, para evitar o disminuir la delincuencia, se hace
necesario que los padres, los educadores y las autoridades,
contribuyan a mantener bien equilibradas las comunidades o grupos
que presiden, alimentando, instruyendo y educando a los
niños y jóvenes, sean estos hijos o no debido a que
los mismos serán los forjadores futuros de la sociedad
colectiva.

Consciente de esta realidad, el Congreso
Nacional aprobó y el Poder Ejecutivo promulgó el 22
de abril de 1994 la Ley 14-94 o Código del Menor. El que
en su principio generales dice lo siguiente:

1ro. El presente Código tiene como
objetivo crear las bases institucionales y procedimientos para
ofrecer protección integral a los niños,
niñas y adolescentes. El mismo consigna en conjunto de
texto los principios consagrados en la Convención de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Menores encaminados a
permitir y preservar la salud física y Psíquica,
así como el desarrollo espiritual, cultural y social de
los niños, niñas y adolescentes respetando su
dignidad.

III) La familia, la comunidad, la sociedad
en general y el estado tiene el deber de garantizarle la
protección con absoluta prioridad y efectividad, los
derechos relativos a la vida, la salud, la alimentación,
la educación, al deporte, a la recreación, a la
profesionalización, a la cultura, al respeto de su
dignidad y su libertad y a la convivencia f familiar y
comunitaria.

El Código del menor también
reconoce que existen niños, niñas y adolescentes
infractores, para los cuales le reserva los art. del 122 al
125.

IV) Se entiende por garantizar y dar
prioridad: a)Darle preferencia para recibir protección y
socorro en cualquier circunstancia;

b) Darle preferencia para recibir
atención en los servicios públicos o privados en
coordinación con los mismos;

c) Considerar a los niños,
niñas y adolescentes como objetivo prioritario en la
formulación y ejecución de las políticas
sociales efectivas;

d) A que sean destinados de manera
preferencia los recursos públicos a los planes y programas
relacionados con la infancia y la juventud.

V) ningún niño, niña o
adolescente será perjudicado en sus derechos fundamentales
por negligencia, discriminación, por razones de edad, sexo
o nacionalidad, explotación, violencia, crueldad u
opresión, castigado o víctima de cualquier tipo de
atentado, ya sea como consecuencia de una acción o de una
omisión.

La única función familiar que
ha sobrevivido a todos los cambios es la de ser fuente de afecto
y apoyo emocional para todos sus miembros, especialmente para los
hijos. En las sociedades civilizadas moderna la familia
equilibradas y organizadas es, después del claustro
materno, el primer mundo circundante que ejerce influencia de
carácter pedagógico sobre el niño, y es
además, el factor de donde depende en gran parte, de que
el niño llegue a ser un delincuente. Por eso se ha dicho,
que la conducta futura de un niño, dependerá de la
clase de conducta de sus padres y de la clase de relación
de ellos entre sí, y de la relación con él o
con otros hijos miembros de la familia; de igual modo depende del
número de hijos y del sexo de los mismos así como
también de la situación económica de que
disfruta la familia.

Otras funciones que antes
desempeñaba la familia rural (trabajo, educación,
formación religiosa, actividades de recreo y
socialización de los hijos) son hoy realizadas por
instituciones especializadas. En nuestro país la guarda de
los menores está reglamentada por el Código del
Menor desde los art.23 al 26. El trabajo se realiza normalmente
fuera del grupo familiar y sus miembros suelen trabajar en
ocupaciones diferentes lejos del hogar. La educación la
proporcionan el Estado o grupos privados. Finalmente, la familia
todavía es la responsable de la socialización de
los hijos, aunque en esta actividad los amigos y los medios de
comunicación han asumido un papel muy importante. Es de
todo sabido, que el niño en el momento de nacer no es un
ser social, sino que se hace sociable con su crecimiento dentro
de la familia, siendo este su primer y fundamental mundo
circundante, donde precisamente recibe su primera
educación, sus primeros contactos sociales y sus
conocimientos iniciales tales como: a) El amor y el respeto hacia
sus padres; b)El respeto hacia los demás; c)sus derechos;
d)la práctica de la lealtad; e)la práctica de la
confianza; f) el sentido de la justicia; g)el sentido de la
responsabilidad. Estos contactos y conocimientos iniciales son
incompletos por lo que es en el seno de la familia donde el
infante y el joven debe aprender sus principios y sentimientos de
honestidad, probidad y austeridad, que lo alejaran de las
acciones delictivas.

La composición familiar ha cambiado
de forma drástica a partir de la industrialización
de la sociedad. A quedado demostrado que en toda aquella familia
donde falten los valores sociales y morales podría haber
una amplia cavidad para la génesis del delito.

Algunos de estos cambios están
relacionados con la modificación actual del rol de la
mujer. En las sociedades más desarrolladas la mujer ya
puede ingresar (o reingresar después de haber tenido
hijos) en el mercado laboral en cualquier etapa de la vida
familiar, por lo que se enfrenta a unas expectativas mayores de
satisfacción personal a través del matrimonio y de
la familia. En los últimos tiempos se ha desarrollado un
considerable aumento de la tasa de divorcios, que en parte se ha
producido por las facilidades legales y la creciente
incorporación de la mujer al trabajo. El art.16 del
Código del Menor reconociendo que la mujer madre
está incorporada a los medios de producción, le
hace co-responsable del sustento económico de sus
hijos.

Durante el siglo XX ha disminuido en
Occidente el número de familias numerosas. Este cambio
está particularmente asociado a una mayor movilidad
residencial y a una menor responsabilidad económica de los
hijos para con los padres mayores al irse consolidando los
subsidios de trabajo y otros beneficios por parte del Estado que
permiten mejorar el nivel de vida de los jubilados.

En la década de 1970 el prototipo
familiar evolucionó en parte hacia unas estructuras
modificadas que englobaban a las familias monoparentales,
familias del padre o madre casado en segundas nupcias y familias
sin hijos. Las familias monoparentales en el pasado eran a menudo
consecuencia del fallecimiento de uno de los padres. Actualmente
la mayor parte de las familias monoparentales son consecuencia de
un divorcio, aunque muchas están formadas por mujeres
solteras con hijos. En 1991 uno de cada cuatro hijos vivía
sólo con uno de los padres, por lo general, la madre. Sin
embargo, muchas de las familias monoparentales se convierten en
familias con padre y madre a través de un nuevo matrimonio
o de la constitución de una pareja de hecho.

La familia de padres casados en segundas
nupcias es la que se crea a raíz de un nuevo matrimonio de
uno de los padres. Este tipo de familia puede estar formada por
un padre con hijos y una madre sin hijos, un padre con hijos y
una madre con hijos pero que viven en otro lugar o dos familias
monoparentales que se unen. En estos tipos de familia los
problemas de relación entre padres no biológicos e
hijos suelen ser un foco de tensiones, especialmente en el tercer
caso. Conforme a lo expresado por Leoncio Ramos, "si dentro de
una comunidad, se comparan la delincuencia infantil y la de la
juventud con la delincuencia total, se podrá notar que
aquellas representan la mayor cantidad". El también indica
que, "la mayor parte de los delincuentes profesionales, ha
iniciado su carrera delincuencial o delictiva en la juventud o en
la infancia". Leoncio Ramos también enuncia que una gran
parte de la delincuencia encuentra su explicación en
factores puramente biológicos o endógenos derivados
de las profunda transformaciones que en esas edades se
manifiestan en el organismo y en el psiquismo humano; así
como también de su mundo circundante.

Las familias sin hijos son cada vez
más el resultado de una libre elección de los
padres, elección más fácil gracias al
control de natalidad (anticoncepción). Durante muchos
años, el número de parejas sin hijos se
había ido reduciendo de forma constante gracias a la
gradual desaparición de enfermedades que, como las
venéreas, causaban infertilidad. Sin embargo, en la
década de 1970 los cambios en la situación de la
mujer modificaron esta tendencia. Hoy las parejas, especialmente
en los países más desarrollados, a menudo eligen no
tener hijos o posponer su nacimiento hasta gozar de una
óptima situación económica.

A partir de la década de 1960 se han
producido diversos cambios en la unidad familiar. Un mayor
número de parejas viven juntas antes o en vez de contraer
matrimonio. De forma similar, algunas parejas de personas
mayores, a menudo viudos o viudas, encuentran que es más
práctico desde el punto de vista económico
cohabitar sin contraer matrimonio. Las comunas (familias
constituidas por grupos de personas que no suelen estar unidas
por lazos de parentesco) han existido en el mundo desde la
antigüedad. Estas unidades familiares aparecieron en
Occidente en las décadas de 1960 y 1970, pero en la
década siguiente disminuyeron de forma considerable. Este
tipo de unión, las comunas o concubinatos provee menos
seguridad a los hijos y es un factor que favorece el surgimiento
de la delincuencia.

Tendencias mundiales

Todos los países industrializados
están experimentando tendencias familiares similares a las
de Occidente. La mejora de los métodos de control de
natalidad y la legalización del aborto han reducido de
forma considerable el número de familias monoparentales no
autosuficientes. El número de divorcios está
aumentando incluso en aquellos países donde las trabas
religiosas y legales son muy fuertes. Además, en todas las
sociedades industriales están apareciendo unidades
familiares más pequeñas con una fase pospaternal
más larga.

En los países en vías de
desarrollo, la tasa de hijos que sobreviven en una familia ha ido
aumentando con rapidez a medida que se han ido controlando las
enfermedades infecciosas, el hambre y otras causas de mortalidad
infantil. La reducción de esta tasa de mortalidad infantil
y el consiguiente crecimiento de la población presentan en
estos países un grave problema de recursos para que las
familias puedan mantener económicamente a tantos hijos. La
familia en la República Dominicana está siendo
desfavorecida por lo que está aconteciendo en los
demás países y las tendencias mundiales tanto de
los países industrializados como lo que están en
vía de desarrollo. El alto indice de divorcios de los
países industrializados, nos cuentan a nosotros dentro de
sus estadísticas debido al alto índice de divorcios
ocurrido en la R. D. ya sea en forma normal o al
vapor.

El divorcio en el mundo, y en particular en
nuestro país, tiene una cuota muy alta en el incremento de
la delincuencia.

Además de lo citado anteriormente,
como las diferentes causas separadoras de padres e hijos;
influyen en el incremento de la delincuencia las causas
siguientes:

1ro. El trabajo de los niños y de
las mujeres en las fábricas.

2do. Las labores en los deportes, las
oficinas, los clubes, y las universidades.

3ro. La vida en los restaurantes, en los
circos, los parques, las bibliotecas, los museos, etc.
también en las playas y en los balnearios y en esta
época, en los trabajos y labores comerciales. Esas y otras
son las causas que hoy por hoy han llevado al hogar una menor
cantidad de atención y comprensión familiar,
afectándose así la atmósfera de
armonía y cooperación y que otrora existía
en el seno de la familia, por otra de carácter
individualista. Se afirma que por esas causas, la familia ha
dejado de ser fuerte y pequeña comunidad de antes; y como
hoy se aloja principalmente en las grandes ciudades, en casas
estrechas con espacios insuficientes para sus moradores, y en el
seno de las mismas se originan relajamiento que atentan contra la
perfección moral de la familia y sus miembros que sirven
para protegerles del camino hacia la delincuencia.

Ciencias y disciplinas que nos ayudan a
estudiar, prevenir, analizar y cuestionar la delincuencia, al
delincuente y al delito en la R. D.

El problema de la delincuencia es una
situación de múltiples factores, que para darle
repuestas necesitamos auxiliarnos y consultar las siguientes
ciencias y disciplinas:

a) Ciencias naturales. (Biología,
Biología criminal, medicina, medicina legal,
psiquiatría, endocrinología;

b) Ciencias Sociales. (Derecho,
filosofía, sociología, Criminología y
antropología).

c) Ciencias matemáticas.
(Estadística, cálculo, etc.).

Causas que dan lugar a deshacer el hogar
y aumentan la delincuencia.

Estas causas son:

1ro. Por la muerte de uno o ambos
cónyuges.

2do. Por el abandono que uno de los padres
haga del hogar, separándose y abandonando a sus
hijos.

3ro. Por causa del divorcio.

4to. Otras causas, como la existencia de
madrastra o padrastro en el hogar, situación esta que
podría dar como resultado el abandono del hogar por la
niña o su inclinación amorosa hacia el padrastro,
lo cual la induciría a la prostitución y a la
delincuencia.

Otra causa que incide, es la de los
niños teniendo niños, aquellos, que aún
siendo adolescentes y estando acto para procrear, entienden que
por ello, están acto para ser cónyuge y padre o
madre a la vez, pero estas son tres etapas diferentes. Ese modo
de pensar y de actuar está generando un universo de
delincuentes, los cuales han nacido y están creciendo sin
modelo moral ni social por parte de su mundo circundante
más cercano que es el hogar.

En materia de familiar, ya ha pasado la
época del hogar rígido en el cual el niño es
tratado como un ser sin personalidad y carente de voluntad. Ya
estamos en una época en que la familia tiene que compartir
su labor pedagógica con otros mundos circundantes, en los
cuales deberá encontrarse el niño casi de modo
obligatorio.

De lo expresado queda demostrado, que la
falta de educación familiar o la impartición
anómala de una educación familiar deficiente no
constituiría por si sola un factor criminógeno que
impulsaría irremisiblemente hacia la delincuencia; pero
que, si ocurre esta falta de educación o si se imparte una
anómala educación familiar, se crea la posibilidad
de que el niño, más tarde o más temprano
puede adoptar una conducta delincuencial, lo que sería
doloroso cuando ello ocurre por incapacidad o indiferencia de los
padres o tutores.

Para el afamado criminólogo
iberoamericano Manuel López-Rey Arrojo, hoy día es
difícil mantener la tesis de familias criminales, lo que
no quita para que en ciertas familias, la criminalidad aparezca
como elemento frecuente. Para este criminólogo no se puede
mantener la tesis de que existan familias criminales ya que la
herencia no es un factor criminológico que afecta a toda
una familia sino que podría afectar a determinados
miembros de la misma. El mismo autor reitera que el
no-mantenimiento de la citada tesis, no quita que la criminalidad
aparezca en ciertas familias como un evento frecuente, esto
quiere decir, que aunque no existan familias totalmente
criminales, no dejan de aparecer dentro de las mismas, con
frecuencia, ciertos miembros que adoptan conductas delincuentes
quienes no llegan a la delincuencia por causa de factores
hereditarios, sino porque la sociedad, incluyendo el hogar crea
las condiciones para que este fenómeno llegue a
producirse.

En la obra titulada "Tratado de
Antropología Criminal" de Benigno Di Tulio,
criminólogo italiano, leemos, que "por todo esto se
comprende también, la particular importancia entre las
causas sociológicas de la criminalidad y las concernientes
a las condiciones que forman el ambiente familiar, y lo que
comúnmente se llama constelación familiar". El
mismo criminólogo italiano expresa que: "Se debe
también a este propósito recordar que la
criminalidad es siempre la expresión de factores
individuales o biológicos y ambientales o
sociológicos, por lo cual no es raro que se registren
casos de criminalidad graves y precoces, lo mismo en las familias
acomodadas y honestas, no siendo tampoco raro, que existan
individuos que permanecen buenos y honestos, no obstante el
desorden y degeneración moral predominante en la familia a
que pertenecen".

Clasificación de los
delincuentes.

Han sido distintos los hombres que se han
dedicado a las investigaciones criminológicas y han hecho
las clasificaciones tipológicas o biotipológicas y
psicotipológica del hombre, con la idea de establecer si
en él existe cierta interrelación entre
soma(cuerpo) psique(alma), como dijera Goethe para conocer si lo
que esta fuera esta dentro o viceversa.

Existen clasificaciones de delincuente que
son anteriores a la aparición de las concepciones de las
escuelas positivas y otras que son posteriores.

Dentro de las clasificaciones anteriores al
positivismo penal, encontramos la siguiente: a)Los delincuentes
arrastrados por la pasión y los delincuentes obedientes a
los instintos innatos (Gall, 1825).

b) Delincuentes arrastrados por la miseria,
la ignorancia, los malos consejos o por las pasiones violentas.
Delincuentes originalmente viciosos que por tanto son
incorregibles (Toulmuche, 1835).

c) Los delincuentes profesionales.
Delincuente por ocasión o debilidad de carácter y
delincuente por necesidad (Fregier, 1840).

d) Los delincuentes por arrebatos
(violentos, impulsivos, coléricos, etc. Delincuente por
voluntad deliberada y delincuentes por instintos brutales
(Lauverne, 1841).

e) Delincuentes de naturaleza inerte. Los
delincuentes pronto y vivos. Los delincuentes corrompidos y
viciosos y Los delincuentes calculadores y feroces (Ferrus,
1850).

La clasificación de los delincuentes
posterior al positivismo penal conforme a:

César Lombroso, Enrico Ferri,
Benigno Di Tulio y Exner.

César Lombroso clasificó al
delincuente en siete categorías, 1ro. El delincuente nato,
2do. el delincuente de ímpetu o por pasión, 3ro. el
delincuente loco-moral, 4to. los epilépticos, 5to. el
delincuente loco, en cual incluye al loco psiquiátrico, al
loco alcohólico, al loco histérico y al matoide.
6to. el delincuente de ocasión. 7mo. Lo pseudocriminales,
los criminaloides, los habituales latentes y los
epileptoides.

Enrico Ferri, hizo una significativa
clasificación de los delincuentes dentro de los cuales se
encuentran los criminales natos, los enajenados mentales, los
criminales habituales, los criminales pasionales y los
ocasionales.

Benigno Di Tulio, en su obra tratado de
criminología Criminal clasifica a los delincuentes en
ocasionales, constitucionales (habituales, profesionales y por
tendencias) y delincuente enfermos mentales.

Exner, en su Biología Criminal nos
ofrece una clasificación de los delincuentes de la manera
siguiente: tipo caracterológicos, sociológicos-
criminales, psicologicos-criminales,
biológicos-hereditarios, político- criminal y
clasificación legal.

Causas endógenas y
exógenas del delito.

Para conocer las causas ya citadas
necesitamos haber comprendido o estudiado el hombre delincuente,
la sociología criminal que tanto Lombroso, Ferri y
Garofalo han aportado para conocer dichas causas.

Para los criminales por causas
endógenas o biológicas, el factor individual es
preponderante para esos delincuentes. Se dividen en: criminales
natos, los cuales son: cínicos, frios, premeditan el
crimen sin pensar ni remordimientos, viven del delito y no lo
distinguen de la conducta honesta. Los criminales por arrebato o
por pasión sufren un simple debilitamiento del sentido
moral, y son impulsivos, prontos y vivos en la acción y la
reacción, tienen pasiones violentas, cometen delitos
instantáneamente y sin reflexión.

Criminales por causas exógenas o
sociales.

La influencia del medio es determinante
para clasificar las causas de estos criminales y sus acciones se
dividen en: criminales de ocasión, por hábitos
adquiridos empujados al delito por la mala educación y mal
ejemplo así como también el ambiente corruptor de
su mundo circundantes

Lo que tratan diversas fuentes tales como:
la Constitución, los Códigos, las leyes sobre la
delincuencia en la República Dominicana.

La Constitución se refiere a la
delincuencia de una forma indirecta cuando en su artículo
8, enuncia los derechos individuales y sociales que tenemos todas
las personas y en especial los ciudadanos dominicanos y lo que
constituye un deber de parte del Estado. Cuando estos derechos ya
sean individuales o sociales sean violados por nuestros
conciudadanos o por el Estado, constituyen actos de
delincuencia.

El artículo 8 dice textualmente: Es
función esencial del Estado, la protección efectiva
de los derechos de la persona, el respeto de su dignidad y la
obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de
forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de
libertad individual y de justicia social, compatibles con el
orden público, el bienestar general y los derechos de
todos y todas". Cuando el Estado garantiza el cumplimiento de
este artículo 8, entonces podemos decir, que la
delincuencia, si existe, está en su mínima
expresión. Existe delincuencia en nuestra República
Dominicana cuando se ha violado la vida, mediante procedimientos
vejatorios y torturas.

Artículo 68.- Garantías de
los derechos fundamentales. La Constitución garantiza la
efectividad de los derechos fundamentales, a través de los
mecanismos de tutela y protección, que ofrecen a la
persona la posibilidad de obtener la satisfacción de sus
derechos, frente a los sujetos obligados o deudores de los
mismos. Los derechos fundamentales vinculan a todos los poderes
públicos, los cuales deben garantizar su efectividad en
los términos establecidos por la presente
Constitución y por la ley.

Artículo 69.- Tutela judicial
efectiva y debido proceso. Toda persona, en el ejercicio de sus
derechos e intereses legítimos, tiene derecho a obtener la
tutela judicial efectiva, con respeto del debido proceso que
estará conformado por las garantías mínimas
que se establecen a continuación:

1) El derecho a una justicia accesible,
oportuna y gratuita;

2) El derecho a ser oída, dentro de
un plazo razonable y por una jurisdicción competente,
independiente e imparcial, establecida con anterioridad por la
ley;

3) El derecho a que se presuma su inocencia
y a ser tratada como tal, mientras no se haya declarado su
culpabilidad por sentencia irrevocable;

4) El derecho a un juicio público,
oral y contradictorio, en plena igualdad y con respeto al derecho
de defensa;

5) Ninguna persona puede ser juzgada dos
veces por una misma causa;

6) Nadie podrá ser obligado a
declarar contra sí mismo;

7) Ninguna persona podrá ser juzgada
sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa,
ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud
de las formalidades propias de cada juicio;

8) Es nula toda prueba obtenida en
violación a la ley;

9) Toda sentencia puede ser recurrida de
conformidad con la ley. El tribunal superior no podrá
agravar la sanción impuesta cuando sólo la persona
condenada recurra la sentencia;

10) Las normas del debido proceso se
aplicarán a toda clase de actuaciones judiciales y
administrativas.

El derecho procesal penal es una parte del
derecho que nos permite sancionar la delincuencia, al delincuente
y el delito; el cual lo enfocamos como una disciplina que
pertenece a la rama pública sancionadora y formal del
derecho, cuyo objeto es, mediante la puesta en actividad de la
función jurisdiccional penal del Estado, garantizar a los
individuos el uso y disfrute de los derechos que le son
inmanentes y establecer y asegurar el cumplimiento de normas que
permitan castigar a quienes violen las leyes penales materiales,
librar a los inocentes de ser castigados y evitar que los
culpables lo sean con un rigor desproporcionado al hecho, efectos
a los cuales establece la organización de los funcionarios
y organismos que deben actuar cuando se comete o que se supone
que se comete una infracción, delimita su competencia y
determina el procedimiento a seguir en cada caso.

El Código Penal de la
República Dominicana, hace mención de la
delincuencia, del delincuente y del delito en los tres libros en
que se divide el mismo. Sin embargo, el tercer libro es el que
más enfatiza lo relativo a los crímenes y delitos y
su castigo. Enumerando los crímenes y delitos contra la
cosa pública.

El Capítulo II del Código del
Menor está dedicado a los Niños, niñas y
adolescentes infractores desde el art.122 al 125.

El art.122 señala que son
niños, niñas y adolescentes infractores, los que
incurran en hechos sancionados por la ley. Para el art.123 el
niño, niña y adolescente es infractor (a) leve
cuando se ve comprometido en conducta anti-jurídica contra
la propiedad, de menor cuantía y sin violencia, en
lesiones personales leves, y en general, en hechos cometidos
dentro de circunstancia que hagan fácilmente explicable la
infracción. El infractor grave es cuando el acto
típico puede catalogarse como grave por la magnitud de su
resultado y la modalidad de los hechos que revele carencia de
sensibilidad moral y social en él o la menor, o cuando
antecedentes personales o socio- familiares demuestren una
desadaptación incipiente en su conducta conforme al
art.124.

El art.125 indica que son infractores
habituales cuando su reincidencia en las conductas típicas
y su renuencia para aceptar los tratamientos
bio-psíquicos, socio-pedagógicos demuestren graves
problemas de comportamiento y/o avanzado estado de
desadaptación social.

Muy a pesar de que la delincuencia, el
delito y el delincuente están íntimamente
relacionado con el derecho sancionador, nos remitimos a indagar
en el Código Civil en el entendido de que una
acción penal también tiene su responsabilidad
civil, y ante esas circunstancias el Código Civil en su
artículo 1382, enuncia que cualquier hecho del hombre que
cause a otro un daño obliga aquel por cuya culpa
sucedió a repararlo. El mismo código en el
art.1383, dice "que cada cual es responsable del perjuicio que ha
causado, no solamente por un hecho suyo, sino también por
su negligencia o su imprudencia"

Delincuencia juvenil.

Para hablar de la delincuencia en la
República Dominicana necesariamente hay que incluir a los
pequeños, pero gigantes en la comisión de delitos,
que son los menores de edad, cuyas infracciones están
sancionadas en el Código del Menor.

Este fenómeno social integrado por
el conjunto de faltas y actos ilícitos que cometen los
menores de edad, recibe el nombre de delincuencia juvenil, que es
uno de los aspectos más graves del problema general de la
delincuencia, que en todos los países se plantea con
variable intensidad. Se trata de un fenómeno universal en
el tiempo y en el espacio; en todas partes y en las más
diversas épocas han existido jóvenes delincuentes.
Es también un fenómeno progresivo que debido a
ciertos factores, tiende a aumentar en forma constante dentro de
nuestra civilización.

La delincuencia juvenil, el concepto
encuentra su razón de ser en el diferente papel que debe
jugar el Estado frente a esta clase peculiar de delitos.
Así, la comisión de un delito no difiere en la
práctica de quien la realice, pero sí hay
diferencias en cuanto a la respuesta del Estado. Ante la
delincuencia juvenil se entiende que el Estado debe procurar la
educación, tutela y protección de la juventud,
antes que a la mera sanción penal que se aplica a los
adultos. En cada legislación varía el concepto de
delincuencia juvenil hasta el punto de que en algunos
países existe, o así se entiende, cuando los
actores de los delitos tienen entre 17 y 21 años, y en
otros cuando se encuentran entre los 7 y los 17 (lo cual es tanto
como distinguir entre delitos realizados por jóvenes o por
adolescentes). No se han elaborado estadísticas fiables
que permitan asegurar en qué clase social tiene más
incidencia el problema de la delincuencia juvenil, porque tienen
distinta trascendencia social e incluso penal los delitos
cometidos por jóvenes de clase baja que los de la clase
alta o acomodada. En cambio, sí se ha estudiado la
composición por sexos de la delincuencia juvenil,
llegándose a la conclusión de que hay tres o cuatro
veces más muchachos que muchachas delincuentes. Asimismo
el estudio de las pandillas de jóvenes que cometen delitos
ha revelado que la mayoría de las bandas se compone
sólo por varones, alguna vez se trata de pandillas mixtas
y resulta muy extraño el caso de grupos con estas
características formado en exclusiva por
chicas.

La delincuencia juvenil a la luz de la
criminología.

Partes: 1, 2

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