La familia Izquierdo vivió entre la Casa
Real y la cárcel del pueblo en la calle de la
Santísima Trinidad en el pueblo de San Joseph de
Carayaca antes del año 1.772, estando vinculada a las
siguientes familias: Hernández, Lozano, Viana,
Piñate, Núñez, González, Sandoval,
Soriano, Poleo, de La Riva, Ramírez, Acevedo,
Rangel y Rojas.
En ese mismo año existía en Carayaca una
casa en donde vivían Juan José Izquierdo,
con su mujer Catalina Padilla y dos hijos, como agregado
aparece registrado José Manuel Izquierdo; teniendo
como santa patrona a Nuestra Señora del
Carmen. Para el año 1.786, don Salvador Izquierdo
era el dueño de la Hacienda "Guanasnal" en
Carayaca.
La familia Izquierdo originariamente se
vinculó a la familia Tortoza de la siguiente
manera:
El Cacique Hilario de la Caridad Tortoza
Rodríguez contrajo matrimonio eclesiástico
en la iglesia de Nuestra Señora de la
Candelaria de Tarmas el 27 de junio de 1.824,
con Juana Pascuala Ochoa Izquierdo, de 18 años de
edad, hija de José María Ochoa y Ana Paula
Izquierdo; oficiando dicho acto religioso, el
presbítero Félix Freites quien
ejerció el sacerdocio en dicho pueblo durante 48
años.
Juana Pascuala Ochoa Izquierdo esposa del Cacique
Hilario Tortoza falleció a la edad de 75 años en
Tarmas el 17 de julio de 1.881. El oficio religioso fue
realizado por presbítero Domingo Alegría y
su cadáver fue sepultado en el actual cementerio del
pueblo de Tarmas.
Y a su vez descendían también de los
antiguos Taramaquas o Tarmas quienes fueron los
dueños de todas estas tierras que hoy conforman la
Parroquia Carayaca y sus adyacencias. Inclusive, la familia
Izquierdo estuvo entre los grupos o clanes familiares que
lucharon con el Cacique Hilario de la Caridad Tortoza
Rodríguez en los reclamos que hicieron en la mariana
ciudad de Caracas ante el juez Vicente Isidro Osío,
representante de la godarría oligárquica dirigida
por el valenciano y eminente abogado de esa época, Dr.
Angel Quintero, ideólogo de La Cosiata y
delfín político del General en Jefe José
Antonio Páez y Herrera.
Aquellas batallas dentro del marco de la legalidad en el
reclamo de sus antiguos resguardos indígenas fue conocida
para la posteridad como: "La lucha de los Comuneros
Indígenas de Tarmas, entre los años 1.837 y
1.841".
Según el nonagenario anciano Agustín
Péinate, natural del sitio de Bachaquero en las
cercanías del pueblo de Tarmas, sobre la señora
Cecilia Izquierdo relató lo siguiente:
Cecilia Izquierdo nació en Carayaca y era
hermana del señor Heriberto Izquierdo quién
vivía por los lados del sitio llamado "El Hoyito"
en Tarmas. Ella estudió conmigo cuando teníamos
como maestra en nuestras primeras enseñanzas a la
señora Adela Iriarte quién era la esposa del
tarmeño Antonino Aureliano Ochoa, primo hermano de
Ramón Díaz Carrasquel, padre de los difuntos
Saturnino y Nicolás Díaz.
La escuela estaba cerca de la plaza del pueblo de Tarmas
y entre mis compañeros de estudios estaban: José
Benítez (difunto), Javier Iriarte (difunto),
Cecilia Izquierdo (difunta), Manuel Baritto Sazzo
(difunto), Mónico Kienzler Tortoza (difunto) y
Bruno Kienzler Tortoza (difunto) y Dionisio
Pedrón Yánez (difunto y era hijo de Juan
Bautista Pedrón Véliz y de Lola
Yánez) y María Dominguez.
El octogenario anciano Juan José Blanco
Fumero sobre Cecilia Izquierdo expresó lo
siguiente:
Yo vine por primera vez al pueblo de Tarmas en 1.952. Y
recuerdo que quién me trajo fue Angel María
Mayora, ya que ambos trabajábamos en una empresa
americana en Catia la Mar; debido a que mis padres eran de
origen canario, yo nací y me crie en
Mamo.
Angel María Mayora es hermano de Carlos
José y Epifanía Mayora, y de Neo
"Pío" León Mayora, porque ellos eran hijos
de la señora Gregoria Mayora y Justo
León. Yo recuerdo que vine a una fiesta que
había en tiempos de la Virgen de Candelaria
de Tarmas y puedo decir que la mujer más bella que
había en este pueblo era Cecilia
Izquierdo.
Realmente, Sebastián Kienzler Tortoza
tenía la mujer más bella, de eso no había
dudas.
La venerable octogenaria anciana afro-descendiente
Valentina Benítez Mayora el día
miércoles 31 de octubre del año 2.012, sobre
Cecilia Izquierdo narró esta historia:
Yo recuerdo si mi memoria no me falla, que
Sebastián Kienzler Tortoza se casó bien
casado con Cecilia Izquierdo. Ella si tenía
algún parentesco con el señor Heriberto
Izquierdo, pero en aquellos tiempos Tarmas no era como es hoy
en día; ya que las casas eran de varas en tierras y lo que
ves ahora como vías antes eran simples
caminitos.
Por donde están las tierras que circundan la
vaquera hasta abajo, Sebastián Kienzler Tortoza
tenía un gran sembradío de ñames. Cecilia
Izquierdo era una mujer hermosa, con un pelo lacio y
largo.
Ella tuvo varios hijos de Sebastián y cuando
murió el más pequeño era Manuel. Su
muerte fue muy trágica, es la verdad y hay que decirlo;
debido a que mi pueblo nunca ha cambiado, sigue siendo el mismo
de antes en cuanto a mal poner a las personas se
refiere.
Lo que le sucedió a Cecilia Izquierdo se
debió a que ella iba a un negocio que tenían los
Cruzco en donde está la casa "Las
Marías", al lado de la casa de la señora
Magdalena Hidalgo Arias. Parece que allí cortaban
pelo o arreglaban dientes, algo así fue, vale.
A Cecilia Izquierdo se le ocurrió ir a verse con
la persona que hacía esos trabajos y en esos momentos
Sebastián se encontraba en el conuco, cuando le comenzaron
a llegar informes malsanos sobre su mujer, llenos de perversidad
y mentiras.
A Sebastián le embargaron los celos y de esa
manera fueron pasando los días, hasta que hubo un momento
en que Cecilia fue nuevamente a verse una pieza dental con la
misma persona y un hombre y una mujer bajaron al conuco y le
dijeron una harta de mentiras a Sebastián Kienzler
Tortoza.
Sebastián Kienzler Tortoza
fumando pipa
Iglesia de Tarmas, año
1.940
Ese hombre furioso subió al pueblo y justamente
encontró cuando el tipo le agarraba la mandíbula a
Cecilia para verle el diente que le iba a sacar o a reparar en
ese momento.
En ese instante Sebastián la agarró por el
pelo y envolviéndoselo como un moño, con gran
fuerza la jaló diciéndole estas palabras:
¡Así quería encontrarte!
Y por el pelo la jaló por todo el pueblo
golpeándola y gritándole improperios a toda voz;
aquello fue horrible y quienes vieron esas cosas saben lo que
pasó en ese día. Cecilia quedó tan mal que
hubo que llamar a su familia para que vinieran a atenderla en
Tarmas.
Figúrate, que tuvo que venir Petra Oropeza
quién era familia de Carmelita Oropeza. No vale,
eso fue horrible. En realidad, esos Oropeza eran familia de ella
y eran los mismos que vivían en el Callejón
"Arcaya" en Pariata y vivieron en donde está la
"Casa del Níspero" o Tarmas TV. Petra Oropeza era la mujer
de Jesús María Ochoa quién era el
padre de Santamaría Tortoza "Santana" y allá
en Pariata era en donde llegaban los arrieros de Tarmas
que llevaban mercancías para La Guaira y
Maiquetía.
Cecilia no quería comer y comenzó a
sentirse muy mal. Entonces, Sebastián la llevó a
casa de unos brujos en Carayaca y le mandaban algunos brebajes y
nada vale. A raíz de esa situación, yo era muy
jovencita y me llamaron a que cuidara a Manuel quién era
muy niño aún.
Cecilia Izquierdo vivía con Sebastián
Kienzler Tortoza en la casa que Humberto Kienzler Izquierdo le
vendió al Consejo Comunal Nuestra Señora de la
Candelaria en el casco del pueblo. Allí fue que la velaron
a ella cuando murió.
Sebastián Kienzler Tortoza fue
quién mató a Cecilia Izquierdo,
después de todo eso trataron de taparlo que si
había muerto con otra cosa o enfermedad. Inclusive, una
vez yo le dije a Rosa, la que era mujer de Francisco
"Humberto" Kienzler Izquierdo que tuviera cuidado con
él y le conté lo que había hecho su padre
con su madre.
Ella no me quería hacer caso, tal vez no
creía lo que yo le había dicho. Pero un día
en la Calle "Los Baños" en Maiquetía en
donde tenían el negocio, a ella se le ocurrió subir
a la parte alta del lugar a conversar con un anciano y a Humberto
se le ocurrió ir al lugar, y como la encontró
hablando con ese señor, empezó a gritar todo tipo
de ofensas y maltratos en su contra, sin importarle quién
estuviera allí.
A ella no le quedó más recurso que irse a
donde estaba una abogada por allí y procedieron a citarlo
judicialmente. Claro está, una de sus hijas la
defendió y Humberto tuvo que partir lo que
tenía con Rosa; casi se repetía la misma historia
de años anteriores.
Lo que pasaba con Sebastián Kienzler Tortoza era
que él ponía a trabajar a la gente en las tierras
que ocupaba y no les pagaba nada; y por eso tuvo problemas con el
señor Manuel Morales. Yo recuerdo que en una
ocasión se apareció por allí un pariente de
él que se llamaba Nicolás Kienzler; él vino
desde Puerto Cruz y le reclamaba lo que le
correspondía de la herencia de sus padres y él
vendió alguna cosecha que tenía por allí y
con esa plata le pagó; y Nicolás Kienzler
nunca jamás volvió por estas tierras.
Cuando yo digo estas historias de Sebastián
Kienzler Tortoza lo hago debido a que una calumnia parecida
hizo en contra de mi hermana Petra Benítez Mayora
hace muchos años atrás, queriendo hacer ver que mi
hermana siendo una anciana andaba con un joven por ahí,
con Víctor González.
Esa mentira nos puso en alerta y tuvimos que llevarnos a
Petra a Caracas y dejarla allá un gran tiempo hasta dejar
que pasara el vendaval y las aguas volvieran a su cauce; ya que
ese hombre andaba con una rabia que preocupaba.
Petra Benítez
Mayora
Mi hermana Petra para nosotros fue abuela, madre y
amiga. Ella tuvo que irse a trabajar fuera de Tarmas para
ayudarnos a arreglar la casa que ahora tenemos y como pueden
creer que mi hermana cercana a los 100 años de edad no la
voy a cuidar, si ella dejó su juventud y no tuvo familia
por nosotros.
Petra se echó a los hombros a mi hermano
Venancio, ella fue como su madre, y es más
León Manuel Morales, yo me acuerdo cuando tú
naciste en Tarmas, me acuerdo clarito. Es tan así que tu
mujer Roquelina Kienzler Bello es ahijada de mi hermana
Petra y de mi hermano Martín, ellos la
bautizaron aquí en Tarmas.
Y en relación a la maestra Adela Iriarte
debo decirte que con esa maestra no se jugaba aquí en
Tarmas, que va vale. Ella tenía mucho carácter y
cuando decía que a las seis de la tarde no podía
haber un niño en la calle, no lo podía
haber.
Ella tuvo una hija del viejo Manuel Modesto Kienzler
Belsinger que se llamaba Cristina Iriarte y era la
madre de la maestra Aminta en Carayaca. Al viejo Manuel yo
lo conocí, él era un hombre tranquilo, catire y
ojos azules.
Me recuerdo de su hijo Luciano a quién
llamábamos "Nan"; él tenía un dedo
encogido hacia atrás en la pierna derecha y eso lo
hacía caminar algo corcovado. Yo también
conocí a la señora Gregoria Tortoza Corro;
ella era alta y morena, de pelo liso y muy largo, tenía
carácter e iba mucho a la iglesia, se hacía unos
moños en la cabeza que atravesaba con una
horquilla.
Esa gente era algo encopetada en Tarmas, cuando las
mujeres de esas familias iban a la iglesia nadie se podía
arrodillar en los lugares que ellas tenían marcados en el
piso. Igualmente, puedo decir que los únicos musius que
había en Tarmas eran Teodoro Brenke, Manuel
Kienzler Belsinger y Cipriano Baritto.
También hubo casos que fueron muy tristes y voy a
señalar uno que se refiere al señor Teodoro
Brenke. Él tuvo muchos hijos con una señora de
apellido Álvarez de Carayaca y aquí
tenía la bodega en donde vive la hija de Lya
Brenke, y el almacén estaba en donde vive
Pellín Huizo, también era dueño de la
casa en donde vivió María Morales con el
isleño Nicolás Pérez.
En los tiempos del gobierno del General Isaías
Medina Angarita parece que mandaron a buscar a muchos
alemanes que vivían en Venezuela para que fueran a
combatir en su país y resulta que el señor
Teodoro Brenke no se sabe que negocios hizo con un
señor de apellido Ramos en Carayaca.
Lo cierto del caso, es que el señor Teodoro
Brenke se fue de Tarmas para siempre y dejó
aquí a su familia; aquí de pronto se
apareció el señor Ramos con papeles en manos
y con gente del gobierno, y sacaron de las casas a su esposa con
sus hijos, dejándolos en la total miseria y en la calle.
En verdad, eso fue muy doloroso para esa mujer y esos
niños en esos momentos.
El señor Isidro Lozano Corro en
relación a la muerte de la señora Cecilia
Izquierdo de Kienzler hizo el siguiente comentario en
la casa del señor Juan José Blanco Fumero
"Cara de Perro", en las cercanías de la Plaza
Bolívar del pueblo de Tarmas, el día
domingo 4 de noviembre del año 2.012 y que a
continuación se pasa a describir:
Yo nací en Tarmas en 1.948 y recuerdo que cuando
murió la señora Cecilia Izquierdo de
Kienzler tenía entre 4 o 5 años de edad.
Ella era una mujer alta y catira, era muy linda y nada
tenía que ver con el señor Heriberto
izquierdo, no eran familia y si tenían algún
parentesco era muy lejano.
Señor Pablo
Lozano
Sebastián Kienzler Tortoza la conoció fue
en Puerto Carayaca, justamente en casa de la familia Corro
que eran familia de él a través de su abuela
Aleja Corro quién falleció aquí en
Tarmas en 1.922 y mi madre Sixta Corro que viene de esa misma
familia; ya que mi padre Pablo Lozano llegó a ese
lugar a la edad de 11 años, proveniente de su tierra
natal, Ocumare del Tuy en el Estado Miranda.
Fijate que la señora Cecilia tuvo 4 hijos de
Sebastián Kienzler Tortoza, entre ellos estaban Humberto,
Clara, Blanca y Manuel que era el más pequeño
cuando falleció su madre. La que más se
parecía a ella era su hija Blanca, ya que la señora
Cecilia tenía el pelo amarillo y en verdad era muy bonita,
era quizás la mujer más bonita que había
entre los pueblos de Carayaca y Tarmas.
Lo que sí sé es que ella no era de estas
tierras; ella como que era de Caracas y era familia de Petra y
Carmelita Oropeza, José y Margarito
Oropeza. Inclusive, Sebastián y Cecilia vivieron en
esa casa que está al lado de la Escuela "Pío
Rengifo", que antes se llamaba Escuela Federal Rural Nacional
"Tarma" y cuyo maestro de construcción fue un
caraqueño o trinitario de apellido Anderson en
1.946.
Yo sí puedo decir una cosa, Sebastián
Kienzler Tortoza fue un Comisario en el pueblo muy difícil
y duro de roer; él no cobraba nada al gobierno pero
hacía respetar la ley y tengo que manifestar que él
no fue capáz de matar a su propia esposa, porque él
no era capáz de meterse con su familia; lo que se diga al
contrario en una infamia.
Cecilia Izquierdo de Kienzler empezó a dolerle el
pecho y a botar esputos de gargajos. Ella murió entre
1.952 y 1.953, y fue a causa de la tuberculosis; ya que esa
enfermedad se daba mucho en los sitios en donde había
vaqueras o hatos de ganados; de esa manera en esos tiempos
murieron algunas personas de la familia Pedrón,
víctimas de esa misma enfermedad. A ella la velaron en su
casa y fue enterrada en el cementerio del pueblo.
Recopilación hecha:
Autor:
León Manuel Morales
Francmasón Past Master Grado
33º
Patrimonio Cultural Viviente del Edo.
Vargas
Oficial de Marina Mercante