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Plataforma epistemológica de la formación de cultura ambiental en el profesional del Derecho



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Fundamentos teóricos y
    metodológicos acerca de la educación ambiental
    en el proceso de formación del profesional del Derecho
    y la formación de la cultura
    ambiental
  4. Etapas
    del desarrollo de la educación ambiental y la
    influencia en la cultura ambiental condicionado por el
    proceso de formación profesional
  5. Características del proceso de
    formación del profesional del Derecho y la
    formación de la cultura ambiental
  6. Conclusiones
  7. Bibliografía

Resumen

La formación de una cultura ambiental en los
profesionales del derecho cobra gran importancia en los momentos
actuales, debido a que serán estos los que en el futuro,
estarán vinculados a la toma de decisiones, la
proyección de políticas sociales, al uso de los
recursos naturales, y a la transformación de la sociedad,
por lo que de su actuación dependerá en gran medida
el proceso de desarrollo social a escala mundial y local.La El
presente articulo analiza los fundamentos teóricos y
metodológicos de la educación ambiental, las etapas
de su desarrollo y su influencia en la cultura ambiental
condicionado por el proceso de formación profesional
así como las características de ese proceso y la
formación de cultura ambiental en los estudiantes de la
carrera de Derecho. Posibilitando determinar las insuficiencias
para develar los rasgos que la caracterizan Los resultados
arrojaron insuficiencias en la formación del profesional
de la Licenciatura en Derecho en relación a la cultura
ambiental que limitan la pertinencia socio transformadora en el
contexto de actuación.

Introducción

Las universidades cubanas están orientadas hacia
un proceso de perfeccionamiento continuo, que les permita ganar
en eficiencia y competitividad en la formación integral de
sus estudiantes, lo que las obliga a realizar una adecuada
gestión como vía de garantizar el desarrollo de los
procesos sustantivos que en ella tienen lugar.

El término formación representa el proceso
desarrollado en las universidades con el objeto de preparar
integralmente al estudiante de una determinada carrera
universitaria y abarca, tanto los estudios de pregrado como los
de postgrado. Horruitiner, P. (2006). Continúa expresando
este autor que la formación, expresa la dirección
del desarrollo, es decir hacia dónde este debe
dirigirse.

En el intento de definir teóricamente a nivel
internacional y nacional los preceptos que distinguen a la
formación profesional se han pronunciado un número
importante de autores en cuyas obras se aprecia un gran consenso
relacionado con la importancia que le adjudican a la misma, lo
que evidencia la necesidad de fomentar la formación en
función de la política organizacional, de los
intereses de sus profesionales con la calidad requerida. Por el
valor de este proceso se consideran de gran importancia los
conceptos trabajados por los siguientes autores, Castro O y
Addine F. (2010), Balmaceda, E. (2010), González Maura,V.
(2003, 2006, 2008), Calderón R. M. (2006), Alonso Angulo
D. (2006), (Colectivo de Autores de la Universidad de Ciego de
Ávila (2006), Ramírez Feliú A. (2006),
Álvarez de Zayas, Carlos M., (1989), entre otros que
proponen alternativas de formación contextualizadas a las
condiciones concretas de la enseñanza en la Universidad
Cubana Actual.

En la actualidad, la educación cubana tiene el
propósito de crear un hombre que participe de forma activa
en la edificación de la nueva sociedad, con alto nivel de
responsabilidad, habilidades prácticas, sentimientos
humanos y valores estéticos y ético – morales, lo
que implica en definitiva, crear un hombre revolucionario y
culto.

Para garantizar que la educación alcance ese
propósito esencial, se requiere formar un profesional con
un alto nivel de integralidad, que garantice además de los
conocimientos necesarios, el desarrollo de habilidades y la
formación de los valores que hoy exige nuestra
sociedad.

Al iniciarse el siglo XXI, los grandes problemas que
amenazan la existencia misma de la humanidad, entre ellos, el
cambio climático y el aumento de los desastres que ya no
son tan naturales, ponen en grave peligro la existencia de la
vida y comprometen la creación de las bases de un mundo
viable y sostenible.

La formación ambiental fue concebida desde la
Conferencia de Tbilisi como el proceso de construcción de
un saber interdisciplinario y de nuevos métodos
holísticos para analizar los complejos procesos
socioambientales que emergen del cambio global. (UNESCO,
1994)

En el ámbito del Programa de Naciones Unidas para
el Medio Ambiente (PNUMA), "la formación ambiental es
comprendida, como una educación ambiental especializada,
en cuanto que se dirige a un grupo restringido de profesionales".
(Novo, 1998).

Uno de los principales desafíos del quehacer de
las universidades lo constituye la formación ambiental,
orientada hacia la necesidad de formar profesionales capaces de
operar cambios en el comportamiento de la sociedad en su
conjunto, así como de la transformación del
conocimiento y la innovación de tecnologías para la
solución de los problemas ambientales.

En Cuba, la formación del profesional, parte de
la definición clara de los problemas profesionales que han
de resolver en forma independiente y creadora una vez graduado,
por lo que es un propósito esencial del Ministerio de
Educación Superior (MES), la creación de la cultura
ambiental en el pregrado, postgrado, la investigación
científica, la información
científico-técnica, la extensión
universitaria y las relaciones interinstitucionales, ya que la
universidad debe formar a un profesional que no agreda ni
contamine el medio ambiente, sino que transforme su modo de
actuación ante la sociedad y por ende trabaje por lograr
una cultura medioambiental (MES, 2007).

En las universidades cubanas, se significa como eje
transversal la implementación de la Estrategia de
formación ambiental, dirigida a gestionar la
introducción paulatina del saber ambiental en la
formación de los profesionales

En el proceso de formación del profesional de la
carrera de Derecho se develan las siguientes
insuficiencias:

  • Limitaciones de profesores y estudiantes para
    ofrecer alternativas de solución a
    problemáticas ambientales.

  • Limitaciones en la aplicabilidad de conocimientos de
    la cultura ambiental en los contextos donde
    interactúan.

DESARROLLO

Fundamentos
teóricos y metodológicos acerca de la
educación ambiental en el proceso de formación del
profesional del Derecho y la formación de la cultura
ambiental

El medio ambiente, considerado el objeto de
estudio de la educación ambiental, se entiende
como: …"sistema complejo y dinámico de interrelaciones
ecológicas, socioeconómicas y culturales que
evoluciona a través del proceso histórico de la
sociedad"… (ENEA, 1997, p.19).

A mediados del siglo XX, en 1949, a solicitud de la
UNESCO, se efectuó un estudio internacional que daba una
testificación de la preocupación por la
problemática del medio ambiente sus implicaciones
educativas.

Es cierto que el medio ambiente es una nueva
especificidad de la interacción Naturaleza-Sociedad y que
es un sistema abierto donde interactúan todos los
elementos, hasta el propio pensamiento humano y, que como dijera
nuestro comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la Conferencia
Internacional de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo celebrada en Río de Janeiro "Por primera vez en
su historia, el hombre es capaz de alterar el equilibrio de los
principales sistemas vitales y romper las leyes naturales que han
recogido la evolución en el planeta. Puede destruir de un
golpe la vida y desencadenar la guerra nuclear. Incide
activamente, mediante la ingeniería genética, en
las mutaciones aceleradas de especies que de forma natural
necesitaron milenios para consolidarse. Por primera vez el hombre
es capaz de cambiar el curso de la vida". Castro, Ruz (1993) pp.
63-94.

Teniendo en cuenta el anterior planteamiento del
Máximo Líder se considera entonces que la
educación ambiental en estos tiempos es algo
trascendental, que tuvo sus orígenes cuando el hombre
comprendió su relación con la Biosfera y
comenzó a cuestionarse su papel en la conservación
y degradación del entorno. Durante siglos, la especie
humana ha modificado el entorno en que vive para adaptarlo a sus
necesidades, en esta relación sociedad – medio
ambiente se han instituido valores que promueven una mentalidad
de sometimiento del mismo, desarrollándose normas de uso
que unidas a los avances científicos y tecnológicos
que han dotado al hombre de un poder enorme de impacto sobre el
entorno, han condicionado la acción depredadora de este
sobre el medio, la cual ha sobrepasado los efectos locales, ya
que los problemas derivados del conflicto sociedad –
naturaleza, han cambiado las condiciones de vida del planeta,
originando efectos nocivos que afectan la calidad de la vida en
su conjunto.

El concepto de Educación Ambiental ha sido
abordado por muchos autores, dentro de los cuales se destacan:
Jorge Ramón Cuevas (1982)" Los recursos naturales y su
conservación. En defensa del Medio Ambiente", Eduardo
Torres Consuegra (1996) "El comportamiento ético
ambiental", Milene González Ramos (2002) "La salud y el
desarrollo ambiental", Margarita Mc Pherson Sayú (2004)"
La Educación Ambiental en la formación de
docentes", entre otros.

En esta investigación la autora asume el concepto
emitido en la Estrategia Ambiental Nacional en su ley 81 el cual
plantea: "La Educación Ambiental es un proceso continuo y
permanente, que constituye una dimensión de la
educación integral de todos los ciudadanos, orientada a
que en la adquisición de conocimientos, desarrollo de
hábitos, habilidades, capacidades y actitudes y en la
formación de valores, se armonicen las relaciones entre
los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y de la
naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos
económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo
sostenible."

La educación ambiental debe entenderse como un
proceso de aprendizaje que debe facilitar la comprensión
de las realidades del medioambiente, del proceso
sociohistórico que ha conducido a su actual deterioro; que
tiene como propósito que cada individuo posea una adecuada
conciencia de dependencia y pertenencia con su entorno, que se
sienta responsable de su uso y mantenimiento, y que sea capaz de
tomar decisiones en este plano. La misma, "intenta proponer una
nueva información que aumente los conocimientos sobre el
medio ambiente y que de esta ampliación surja una
reflexión que nos permita mejorar la calidad de vida,
mejorando la calidad ambiental y que nos lleve necesariamente a
una acción a favor del medio" Calvo y Corraliza
(1997).

La Educación Ambiental constituye una de las
respuestas a la crisis ambiental y educar para la sustentabilidad
constituye el objetivo de la misma, esta juega un importante
papel en el necesario incremento de las informaciones y
conocimientos a los ciudadanos de nuestro planeta, en la
asunción de nuevos valores, de cambios positivos en las
actitudes con relación a la problemática ambiental;
así como en la modificación de los comportamientos
humanos lesivos al medio ambiente.

En este sentido, resulta atinado lo planteado por
Muñoz, Marta Rosa, (2003), "Es evidente que el
conocimiento es, hoy más que nunca, un factor decisivo en
el proceso de desarrollo. En lo que respecta a la
problemática ambiental, se hace indispensable en la
actualidad tener un mayor conocimiento sobre nuestros recursos
naturales y la propia realidad social y cultural, que haga
posible la utilización inteligente del inmenso potencial
de riquezas en beneficio de toda la sociedad".

En esta línea de pensamiento también
adquiere significación lo planteado por Muñoz,
Marta Rosa, (2003), "Uno de los retos principales del desarrollo
sostenible implica la necesidad de formar capacidades en las
personas y la sociedad, para orientar el desarrollo sobre bases
ecológicas, de diversidad cultural, y equidad y
participación social. Para ello han de tenerse en cuenta
los comportamientos, valores sociales, políticos,
culturales y económicos en relación con la
naturaleza. De igual forma, ha de propiciar y facilitar
herramientas para que las personas puedan producir y apropiarse
de saberes, técnicas y conocimientos que les permitan una
mayor participación en la gestión ambiental,
decidir y definir las condiciones y calidad de vida".

Teniendo en cuenta las consideraciones teóricas y
metodológicas anteriores, así como la
situación ambiental actual de nuestro planeta, se
significa como fundamento para los propósitos de la
investigación, que la educación ambiental debe
cumplir con la misión que le ha sido asignada, pues el
fracaso de la misma está dada por no ser dirigida de
manera acertada hacia el logro de un cambio profundo en las
concepciones y estilos de vida, de producción y consumo de
los seres humanos, ni a sus relaciones con el medio ambiente,
desde el propio proceso de formación del profesional del
derecho.

Es decir, la educación ambiental desde esta
perspectiva, debe estar, dirigida a la estimulación de la
adopción por parte de los profesionales en
formación de un modo de vida compatible con la
sostenibilidad, en el que se valorice la sencillez y el gastar
los recursos de la tierra a la menor velocidad posible, lo cual
supone un freno parcial en el modo de actuación con
significación y sentido que permita satisfacer las
necesidades y alcanzar las aspiraciones, de manera que es
imprescindible elevar el nivel de conocimiento e
información, de sensibilización y
concienciación por parte de los ciudadanos,
científicos, investigadores, gobiernos, la sociedad civil
y todas las organizaciones nacionales e
internacionales.

Por consiguiente se comparte lo expuesto por
Valdés, Orestes, (2001), al precisar que en el contexto
del proceso educativo la educación ambiental, no puede por
si sola, lograr la protección del medio ambiente,
significando que la protección ecológica requiere y
necesita de una voluntad y acciones políticas,
económicas y sociales; y que no es posible la
protección de los ecosistemas naturales, sociales,
históricos y culturales sin eliminar la pobreza y
erradicar el hambre, sin garantizar la educación, la
cultura y la salud de la población, así como
eliminar los conflictos bélicos, el terrorismo de estado y
otros problemas globales que ocasionan tragedias de muertes y
graves pérdidas que afectan la calidad de vida.

Lo anterior es compartido por la autora de la
investigación al reconocer que en el proceso de
formación profesional, la educación ambiental se
constituye en pauta para toda acción formativa conducente
a crear y recrear cultura ambiental, de forma sistemática,
progresiva y contextualizada con carácter consciente y
sustentable, donde se establezcan relaciones pertinentes entre lo
natural y lo social, con enfoque integrador que permita adoptar
posturas activas frente al conocimiento y la formación de
valores.

En este sentido y a criterio de la autora de la
investigación, la educación ambiental es un proceso
educativo contentivo de la formación permanente de los
profesionales, que requiere pensar en la problemática
ambiental desde una perspectiva dinámica, sistematizadota
y contextual de los contenidos, en la carrera de derecho,
connotado por la interdisciplinariedad, en correspondencia con
las características individuales y colectivas de los
actores que intervienen en el referido proceso.

El concepto que aporta Roque M. (2004), coordinadora de
la Red de Educación Ambiental en Cuba, plantea que la
formación ambiental en el contexto del proceso
pedagógico profesional se refiere a la dimensión
ambiental de dicho proceso, constituyéndose en el medio
para la formación y desarrollo de la cultura ambiental
para el desarrollo sostenible de los futuros profesionales. La
autora se adscribe a estos elementos apuntado por el autor
referido, al considerar esencialidades para lograr su
formación en el profesional del derecho, dadas sus
características y contextos donde se
desarrolla.

Más adelante la misma autora señala que el
proceso de formación debe ser integrador de sistemas de
valores, habilidades y sistemas de conocimientos, relacionados
con los procesos y resultados de la creación y
cocreación de recursos materiales y espirituales, mediada
por acciones intencionalmente bien concebidas, en las buenas
prácticas pedagógicas. Es decir, el valor formativo
radica en garantizar niveles de percepción e
interiorización de la Dimensión Ambiental que
asegure la asimilación y participación consecuente
en las acciones de sostenibilidad que realiza la sociedad,
teniendo en cuenta que conllevará al desarrollo de valores
y por ende a un cambio de actuación.

Es oportuno destacar, que el proceso de formación
de la cultura ambiental, expresada en conocimientos,
sentimientos, valores, actitudes y comportamientos en el
estudiante universitario, es una premura en los momentos actuales
debido a la necesidad de desarrollar en ellos, una cultura
general integral expresada en una conducta responsable ante los
problemas ambientales que se presentan, lo cual constituye un
objetivo a lograr por el Ministerio de Educación Superior
en Cuba.

El proceso de formación profesional constituye
uno de los espacios mas idóneos para la formación
de la cultura ambiental de los futuros profesionales, en este
caso sujetos de los procesos de instrucción,
educación y capacitación integrados
dialécticamente, teniendo en cuenta también, la
investigación científica extracurricular y la
extensión universitaria, así como las tareas de
alto impacto social, que en su conjunto contribuyen a la
formación integral del estudiante.

A criterio de la autora, la formación de una
cultura ambiental debe comenzar desde el primer año de la
carrera, en donde se deben reconocer los problemas ambientales
que tienen relación con la profesión, lo que hace
posible que desde lo profesional el estudiante reconozca e
interprete la cultura ambiental general para tenerla en cuenta en
su modo de actuación profesional.

Por tanto el objetivo que persigue el proceso de
formación ambiental del profesional está dado en
formar en los estudiantes una cultura ambiental en
correspondencia con las exigencias de la sociedad, que contribuya
a su futuro modo de actuación profesional y por
consiguiente, se hace necesario aportar un instrumento, en el
orden praxiológico, que contribuya al cambio del
comportamiento de los profesionales en formación de la
carrera del derecho en contexto del proceso de
universalización de la educación superior
cubana.

Etapas del
desarrollo de la educación ambiental y la influencia en la
cultura ambiental condicionado por el proceso de formación
profesional

Los orígenes de la educación ambiental se
sitúan en los años 70, la misma surge en el
contexto de la preocupación mundial ante la seria
desestabilización de los sistemas naturales, lo cual pone
en evidencia la insostenibilidad del paradigma de desarrollo
industrial o "desarrollista", y lleva a la comunidad
internacional al planteamiento de la necesidad de cambios en las
ciencias, entre ellas, las ciencias de la educación, con
el objetivo de darle respuesta a los crecientes y novedosos
problemas que afronta la humanidad

En el año 1972, en Estocolmo, Suecia, se realiza
la Conferencia de la Naciones Unidas sobre el Medio Humano, donde
se reconoce oficialmente la existencia de este concepto y de su
importancia para cambiar el modelo de desarrollo. Lo cual ha sido
enfatizado por diferentes autores, (Leff, E. 1995; Pardo, A.
1996; Esteva, J. 1994; Martínez, R. 1994).

El principio 19 de esta conferencia señala que es
indispensable una educación en labores ambientales,
dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los
adultos, y que preste la debida atención al sector de la
población menos privilegiada, para ensanchar las bases de
una opinión pública bien informada y de una
conducta de los individuos, de las empresas y de las
colectividades, inspirada en el sentido de su responsabilidad en
cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su
dimensión humana. (Valdés, 1992a y
1992b).

En 1985 en Bogotá, Colombia en el Congreso
Universidad y Medio Ambiente, se hace la primera
aproximación para una educación ambiental en las
universidades latinoamericanas y se crea la red de
formación ambiental en América Latina dirigida por
el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
(González Muñoz, 1996a y 1996b).

En la Cumbre de la Tierra realizada en Río de
Janeiro Brasil en 1992, se conceptualiza una Educación
Ambiental enfocada al análisis de la problemática
derivada de los modelos de desarrollo establecidos por la
humanidad y a la necesidad imprescindible de un cambio de
éstos hacia un desarrollo sostenible, donde la
educación sea la llave que abra las puertas que dan a los
caminos que generen las transformaciones en los países,
sobre todo en los llamados ricos donde se consume la mayor parte
de la materia y energía de este planeta.
(PIEA-UNESCO-PNUMA, 1994a).

Desde 1986 se inician las acciones sobre Medio Ambiente
por parte de la educación cubana hasta que en octubre de
1995 se crea el programa de Medio Ambiente del Ministerio de
Educación Superior.

La Ley 81 o Ley del Medio Ambiente, en su
Capítulo VII "Educación Ambiental", artículo
50 señala como elementos significativos que la
educación superior debe instrumentar la dimensión
ambiental teniendo en cuanta la relación que se establece
con modelo del profesional y los planes de estudio que organizan
la formación de pregrado, desplegándose a
través de actividades de extensión, docentes y
extradocentes. Elementos que se comparten dado los
propósitos de la investigación, pues se signa el
valor que tiene en la formación del profesional del
derecho en relación con la cultura ambiental.

En el Sistema Nacional de Educación y en los
planes de formación de profesionales de la
educación superior, la educación ambiental ha sido
reconocida como objetivo priorizado. Esto ha permitido el
desarrollo de acciones que posibilitan elevar la cultura
ambiental de los alumnos y el fortalecimiento de la
relación de la escuela y universidad con la comunidad. Si
esto es así, entonces el proceso de formación del
profesional de derecho se constituye en un espacio idóneo
para formar cultura ambiental a través de dinámicas
transformadoras en contextos de universalización de la
Educación superior.

En este sentido, debe tenerse cuenta que aún
existen limitaciones en la formación integral de los
docentes que permitan una conducción adecuada de los
procesos de formación de cultura ambiental en la
educación superior, además persiste insuficiencia
en la aplicación del enfoque interdisciplinario que
requiere la formación y/o educación ambiental en
los programas de disciplinas de la carrera de Licenciatura en
Derecho, con predominio en la formación inicial de
pregrado. Por otro lado no se dispone de textos especializados y
otros recursos didácticos destinados a la educación
ambiental para la escuela cubana. No obstante, se aprecia en el
país un avance en la incorporación de temas
ambientales en los currículos de programas de estudios del
MES y MINED.

Sobre el proceso de formación de los
profesionales Álvarez de Zayas, Carlos M., (1989), plantea
que, la formación es el proceso y el resultado cuya
función es la de preparar al hombre en todos los aspectos
de su personalidad, es la posibilidad y necesidad de que el
hombre llegue a ser sujeto, que tenga la capacidad de disponer
conscientemente de sí mismo. En este sentido, la
educación y la cultura ambiental constituyen esencia de la
cultura integral, al fortalecer valores éticos, siendo
necesario la inclusión de la dimensión ambiental y
el desarrollo de una cultura ambiental.

En el análisis del proceso de formación
del profesional, adquiere significación lo planteado por
Fuentes, H. y Cruz Baranda, S., (2002), al considerarlo como un
espacio de construcción de significados y sentidos que
implica el desarrollo humano progresivo, lo que se puede explicar
desde un modelo pedagógico que reconozca este proceso como
un proceso consciente, complejo, holístico y
dialéctico. Aspectos que comparte la autora de la
investigación por su carácter totalitario y
enriquecedor que denota dicho proceso, que permite la
instrumentación de acciones formativas intencionadas a
formar cultura ambiental en los profesionales en
formación.

Por su parte la UNESCO, (1989) considera como
formación profesional,  las formas y niveles del
proceso educativo que incluyen además del conocimiento
general, el estudio de las tecnologías  de las
ciencias relacionadas, la adquisición de habilidades
practicas, de competencias, actitudes, y comprensiones
relacionadas con las ocupaciones en los diferentes sectores de la
vida social.

Lo anterior permite aseverar que la formación
ambiental es una de las dimensiones de la formación del
profesional, que se reconceptualiza continuamente, sujeta a las
concepciones teóricas sobre la Educación Ambiental,
la cual ha transitado por diferentes etapas. La primera orientada
a la preservación de la naturaleza, la segunda para la
protección del medio ambiente y la tercera para crear una
cultura ambiental para el desarrollo sostenible

El término formación ambiental ha sido
abordado por varios autores Left Enrique, (1994); Coya Melania,
(2000) que lo consideran como un proceso de adquisición de
aptitudes, técnicas y conceptos para contribuir a una
nueva forma de adaptación cultural a los sistemas
ambientales a través del proceso pedagógico
profesional. Del criterio de estos autores se interpreta la
formación ambiental, como acción y consecuencia de
adiestrar.

Si se tiene en cuenta que el medio ambiente es un
sistema complejo y continuo donde se manifiestan interrelaciones
dinámicas entre lo biótico, abiótico, socio
cultural, económico, histórico, construido, etc.,
que en él se centra la visión de un mundo
interconectado en una compleja trama de relaciones, que van desde
la propia existencia del hombre hasta su cultura y relaciones
sociales, entonces no cabe dudas que en la medida que se logre
una consecuente educación ambiental se estará
favoreciendo un enfoque integral en los futuros
profesionales.

El proceso de formación del estudiante
universitario adquiere gran connotación a partir de las
significativas transformaciones que tienen lugar en la
universidad cubana, las que tienen como eje central una
visión integral de la formación de los
profesionales que de respuesta a los grandes retos y
desafíos que la actual sociedad le plantea.

La educación ambiental en su devenir incorpora el
concepto de formación ambiental presente en el Programa de
las Naciones Unidas para el Medio ambiente de 1972, es retomado
por Figueroa, A., (1995), el que considera la formación
ambiental como "un conjunto de actividades teóricas o
prácticas que llevan a una más adecuada
comprensión de los problemas ambientales y a un
entrenamiento técnico (capacitación), para el
manejo de los ecosistemas, en función de una adecuada
calidad de vida. Esta valoración responde a la
concepción de la educación ambiental, orientada a
la conservación de los recursos naturales, y está
enfocada hacia la capacitación técnica para
comprender los problemas ambientales y actuar sobre el manejo de
los ecosistemas.

La necesidad actual de orientar los procesos de
educación y formación ambiental hacia un desarrollo
sostenible, exige profundas transformaciones en los procesos que
tienen lugar en la Universidad Cubana actual, considerando en
primer lugar el desarrollo de la educación ambiental en
sus procesos sustantivos, la integración de estos procesos
y la extensión de los mismos a toda la sociedad. Por tanto
el objetivo que persigue el proceso de formación ambiental
del profesional está dado en formar en los estudiantes una
cultura ambiental en correspondencia con las exigencias de la
sociedad, que contribuya a su futuro modo de actuación
profesional.

Pese a las acciones que se han desarrollado no se logra
el nivel que se requiere, a partir de las exigencias que plantea
el ejercicio de la profesión y en función de
proveer a los profesionales de una cultura que propicie una
actitud consecuente hacia el cuidado y conservación del
medio ambiente

Tomando en consideración los elementos planteados
anteriormente, y para que la formación ambiental de los
estudiantes de la carrera de derecho sea verdaderamente efectiva,
se requiere de la aplicación consecuente del enfoque
interdisciplinario, a partir de la integración de los
procesos sustantivos de la universidad, de las diferentes
disciplinas del plan de estudio y de acciones formativas y/o
educativas que logren un cambio en el modo de actuación de
los individuos en su relación con el medio
ambiente.

Características del proceso de
formación del profesional del Derecho y la
formación de la cultura ambiental

El proceso de formación del profesional del
derecho ha transitado por varios momentos epocales, dejando una
impronta significativa y de gran valor para estudios posteriores
que se realizan. En tal sentido la autora toma en
consideración algunos rasgos esenciales del movimiento
histórico por el cual discurre la formación de este
profesional estableciendo las interconexiones pertinentes con la
formación de la cultura ambiental, dado los intereses de
la investigación que se desarrolla.

Se hace imprescindible que al hablar del proceso de
formación del profesional del derecho se tenga en cuenta
su iniciación, identificada por rasgos esenciales que la
connotan como un período importante en este proceso,
reflejado en el modelo y/o perfil profesional. El surgimiento de
la carrera de Licenciatura en Derecho en la Universidad cubana,
ocurre al fundarse la Real y Pontificia Universidad de San
Jerónimo.

Durante más de un siglo estos estudios estuvieron
marcados por la influencia absoluta de la perspectiva
filosófica y académica del escolasticismo. Como
consecuencia del impacto del liberalismo español, en 1842
se secularizó la Universidad, a partir de esa fecha
convertida en Real y Literaria Universidad de la Habana y la
carrera se liberó de muchas reminiscencias feudales, pero
estaba signada por un fuerte integrismo; aunque en honor a la
verdad, desde inicios del siglo XIX el Seminario de San Carlos
había ofrecido una educación acorde con su
época.

Con el inicio de la República de 1902, el jurista
alcanzó otra connotación. La universidad se
convirtió en foco de problemas para la clase gobernante, e
incluso se llegó a cerrar en más de una
ocasión. El estudiante de Derecho, con la enseñanza
de muchos profesores dignos de entonces, supo catar a plenitud
los males del gobierno, y aunque pululaban los "políticos
abogados", fue la Facultad de Derecho una de las más
efervescentes. En estos años los estudios de Derecho
oscilaron entre su adscripción a un pensamiento
iusnaturalista y políticamente liberal burgués, o
un pensamiento positivista francamente normativista.

Con el triunfo de la Revolución el primero de
enero de 1959, nuevos aires tomaría la formación de
profesionales del Derecho. Ahora serían, desde su
trinchera, defensores de lo alcanzado y constructores del futuro;
dándosele un realce necesario a la formación de
valores inherentes a la profesión, como la honestidad, la
responsabilidad y el sentido del deber.

La formación del profesional, no obstante, se
encontró influenciada por algunas corrientes socialistas
dogmáticas, que condujo a que se desecharan métodos
y procedimientos muy propios del viejo sistema
Romano-Francés, del cual se deriva el Sistema de Derecho
en Cuba, por considerarlos burgueses, por ejemplo la
utilización de la Jurisprudencia; y la enseñanza
del Derecho, que se fue, aunque desde postulados
científicos y éticos diferentes, normativizando una
vez más.

La formación de una cultura ambiental de los
profesionales del derecho cobra gran importancia en los momentos
actuales, debido a que serán estos los que en el futuro,
estarán vinculados a la toma de decisiones, la
proyección de políticas sociales, al uso de los
recursos naturales, y a la transformación de la sociedad,
por lo que de su actuación dependerá en gran medida
el proceso de desarrollo social a escala mundial y
local.

Su esencia sugiere considerar para la
caracterización del objeto y el campo, los momentos
más significativos del devenir histórico, que
imprimen la impronta de su movimiento histórico, a
través de importantes etapas. En consecuencia, para
encausar los rasgos que distinguen la formación de la
cultura ambiental en el proceso de formación del
profesional del derecho, se utilizaron fuentes teóricas
como: revisión de disposiciones normativas y
metodológicas (modelo del profesional, plan de estudio,
programas de disciplinas), y literatura especializada, entre
otros documentos de corte histórico.

Para el análisis del movimiento histórico
caracterizador se determinan los siguientes indicadores:
Políticas y normativas ambientales, la intencionalidad
formativa ambiental y la dinámica de la formación
ambiental en el proceso de formación del profesional de la
carrera de derecho.

Primera etapa (1990 hasta 1999):
proyección formativa ambiental en la formación del
profesional del derecho.

En medio de una coyuntura internacional que marcó
un hito en la evolución histórica de la humanidad,
nuestro país perseveró en su voluntad
política de sostener nuestro proyecto alternativo al
capitalismo brutal: nuestra adhesión a los principios de
justicia social y, en general, al proyecto que hemos llamado
"nuestro socialismo". En esta etapa se modifica el plan C. La
concepción estratégica fundamental en esta etapa lo
constituyó formar un profesional de absoluto contenido
político.

En 1992 se lleva a vía de hecho la Reforma
Constitucional que modificó el artículo 27 de la
constitución de 1976 haciéndolo mas acorde con las
nuevas condiciones existentes internacionalmente sobre la
problemática ambiental, pues recientemente había
concluido la Cumbre de la Tierra.

En los primeros años de esta etapa no se aprecian
intenciones educativas en cuanto a lo ambiental, aunque se
reformuló el contenido programático de muchas
disciplinas y asignaturas. La temática no es incluida en
el modelo del profesional del Derecho ni existían
estrategias al respecto. No existen objetivos instructivos
ambientales lo que impide una orientación coherente y
homogénea de la formación ambiental del profesional
del Derecho y no existen estrategias metodológicas que
orienten el desarrollo de relaciones
interdisciplinarias.

En 1997 en la Educación Superior cubana se
concibe la Estrategia Nacional de Educación Ambiental
(ENEA). A partir de este momento se comienzan a dar pasos para
incorporar la dimensión ambiental en los planes de estudio
de las diferentes carreras y es objetivo en el plan de
formación de los profesionales, las acciones propuestas no
alcanzaban satisfacer las expectativas en el proceso de
formación del profesional del derecho.

En esta etapa se aprecian insuficiencias en cuanto al
tratamiento de la educación ambiental en la
formación de los profesionales demostrado en la falta de
integralidad en la preparación de los docentes, que no
permitieron una conducción adecuada de los procesos
ambientales; encausado por el insuficiente enfoque
interdisciplinario, inexistencia de textos especializados y otros
mediadores formativos requeridos para el proceso de
formación de cultura ambiental.

En resumen, la formación de la cultura ambiental
como dimensión que adquiere connotación en el
proceso de formación del profesional del derecho en esta
etapa se distingue por los siguientes rasgos
esenciales:

  • Los documentos normativos y metodológicos que
    direccionan la política de la formación del
    profesional del derecho, dan muestra de la necesidad de
    incluir en el proceso de formación del profesional, la
    cultura ambiental.

  • En la organización, planificación del
    proceso de formación del profesional del derecho, se
    evidencia un acercamiento a vincular de manera intencionada
    las acciones formativas ambientalista en relación con
    el modelo del profesional.

  • La formación de la cultura ambiental en el
    profesional del derecho, es potenciada desde una
    dinámica tradicional, con apoyatura de mediadores que
    representan, con predominio, elementos cognitivos.

Segunda etapa (2000 hasta la actualidad):
Perfeccionamiento formativo ambiental en el proceso de
formación del profesional del derecho.

La carrera de Licenciatura en Derecho se impartía
en las universidades de La Habana, Oriente, Universidad Central
de Las Villas y Camagüey. En los primeros años del
siglo XXI la carrera, como resultado del proceso de
universalización de la Educación superior cubana,
se extiende a otras universidades en las distintas provincias. En
consecuencia del despliegue de la denominada Batalla de Ideas,
surge el proceso de universalización de la
educación superior cubana, hito que connota al proceso de
formación del profesional del derecho.

A partir del 2001 se crea entonces el Departamento de
Derecho de la Universidad de Granma, sobre el concepto de
municipalización de la educación superior,
alcanzando la generalización en todo el territorio de
Cuba, en el curso escolar 2001-2002. En el municipio de
Jiguaní, tiene sus inicios a partir del curso escolar
2002-2003 y 2003-2004, con el propósito de brindar
continuidad de estudios al programa de trabajadores sociales y de
superación integral para jóvenes y otras fuentes de
ingresos. Es significativo que desde la aprobación del
plan de estudio C (perfeccionado), tiene como elemento distintivo
la inclusión del programa de asignatura Derecho Ambiental,
a desarrollar en primer semestre, de 4to año, curso
regular diurno y en sexto año en la modalidad
semipresencial.

Las estrategias curriculares incluyen, la estrategia
ambiental, en aras de dar tratamiento formativo mediado por
actividades diversas, prevaleciendo las académicas, sin
embargo aun existe una insuficiente integración de los
procesos sustantivos universitarios y con enfoque
interdisciplinario.

En la etapa que se analiza se evidencia que en las
acciones de carácter formativas que se desarrollan como
parte inherente del proceso de formación del profesional
del derecho, aún persiste una tendencia, transitar de
manera paulatina de una dinámica tradicional a una
protagónica, que implique la autoformación del
estudiante, donde no solo se apropie de conocimientos
teóricos, sino integrados a los valores actitudinales que
regulan su comportamiento en contextos diversos.

El tratamiento a la temática formación de
la cultura ambiental, dilucidada desde el propio proceso de
perfeccionamiento del profesional, evidencia asistematicidad en
las distintas actividades que se desarrollan.

Las acciones formativas que se desarrollan en el proceso
de formación del profesional del derecho, adquieren como
consecuencia del perfeccionamiento, la integración de
elementos cognitivos y actitudinales en relación con la
formación ambiental.

En síntesis, la formación de la cultura
ambiental en el proceso de formación de profesionales del
derecho en esta etapa se caracteriza por:

  • Los documentos normativos y metodológicos que
    rigen la formación del profesional del derecho,
    evidencian desde la concepción curricular la
    educación ambiental.

  • Se continua el perfeccionamiento de la
    dimensión ambiental en el proceso de formación
    del profesional, con enfoque integrador de lo cognitivo y
    actitudinal, pero con predominio del primero.

  • La formación de la cultura ambiental en el
    profesional del derecho, es apoyada y desarrollada con una
    dinámica tradicional.

En este sentido, se sintetiza que en el período
que se analiza la formación de la cultura ambiental en el
proceso de formación del profesional del derecho tiene
como distinción significativa que existen limitaciones en
las acciones formativas y procederes que deben ejecutarse para
lograr formar los conocimientos y valores necesarios en los
profesionales; de manera que se evidencia el problema
científico develado en la investigación, siendo
necesario buscar alternativa de solución.

Conclusiones

El análisis de los fundamentos teóricos de
la educación ambiental nos permitió arribar a las
siguientes conclusiones:

  • El análisis interpretativo de los fundamentos
    teóricos y metodológicos que abordan el objeto
    y el campo de esta investigación evidenció
    limitaciones en torno a la formación de cultura
    ambiental en los estudiantes de la carrera de Derecho y dio
    cuenta de las insuficiencias en las consideraciones
    teóricas revisadas.

  • Revelar las etapas que denotan los antecedentes
    históricos por los que ha transitado la cultura
    ambiental en la formación de los profesionales de la
    carrera de Derecho ha posibilitado la caracterización
    de cada una de ellas y determinar sus insuficiencias para
    develar los rasgos esenciales que la tipifican.

  • Partes: 1, 2

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