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Psicologia y problemas de aprendizaje (página 3)




Enviado por Marlon Chavez Ruiz



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

Algunas de las muchas aplicaciones prácticas de
la biorretroalimentación en el área de la
deficiencia motórica:

  • Rehabilitación de las funciones
    físicas: Jacobs y Felton estudiaron los efectos que
    ejercía la retroalimentación visual del
    producto bioeléctrico proveniente del grupo de
    músculos del trapecio en pacientes que sufrían
    lesiones en el cuello.

  • Mejora del control de movimientos motores sutiles en
    niños con Parálisis Cerebral, así como
    mejora en el control de espasmos y en el dominio de una
    ejecución motora de persecución (Sachs y
    otros).

  • Control de la postura, empleando un estímulo
    vibrotáctil como indicador de una mala postura
    (O"Brien y Azrin).

La persona con deficiencias motóricas es aquella
que sufre de una manera duradera y frecuentemente crónica
de una afección más o menos grave del aparato
locomotor que supone una limitación de sus actividades en
relación con el promedio de la
población.

La escolarización de un niño afectado con
deficiencia motórica ha de llevarse siempre desde la
perspectiva de la normalización teniéndose en
cuenta tanto sus intereses como sus capacidades. A través
de la escuela ordinaria, el sistema educativo será capaz
de optimiza y poner a disposición del alumnado que lo
requiera los recursos necesarios para poder llevar a cabo dicho
principio, ofreciendo por lo tanto un mayor nivel de
calidad.

Se hace necesario organizar y planifica adecuadamente
todas y cada una de las posibilidades educativas. A la vez que
asumir las responsabilidades, individuales y colectivas a favor
de una mejora de la enseñanza. La dotación al
centro de recursos humanos necesarios y la coordinación
con los profesionales de los equipos de orientación de
zona favorecerán al clima necesario para el desarrollo de
la práctica educativa.

Dificultades por Deprivación
sociocultural

Se trata de dificultades graves para la
adquisición de los aprendizajes básicos, originadas
por situaciones deprivativas de carácter cultural, social,
psicogénico y/o evolutivo, presentándose
imposibilidad o gran dificultad para que el alumno aprenda con
las estrategias y recursos materiales y personales considerados
adecuados para la generalidad de niños de su edad; por
ello, dicho alumno precisa de unas estrategias y recursos
educativos y comunitarios adaptados. En suma, de una
atención especializada y adecuada a cada situación
problemática concreta.

Las situaciones deprivativas de carácter
cultural, social y/o económico suelen aparecer
estrechamente ligadas en relación causal, actuando como
focos generadores de actitudes y conductas que si no impiden, en
el mejor de los casos suponen trabas añadidas al normal
desarrollo evolutivo de las personas que la sufren.

Tipologías

Se observa que son tres ámbitos
portadores y trasmisores de situaciones deprivativas:

La familia como marco primario de desarrollo.

El entorno en el que se desenvuelve la vida
familiar.

La escuela como portadores de una cultura
reglada.

Algunas situaciones de riesgo que inciden sobre la
población infantil y juvenil.

  • Problemáticas Familiares:

  • Negligencia y abandono

  • Escasez posibilidades económicas

  • Escasez de estimulación

  • Malas condiciones de la vivienda
    familiar.

  • Bajo nivel cultural de los padres

  • Pocas posibilidades de dedicación horaria a
    los hijos.

  • Explotación laboral de los hijos.

  • Delincuencia

  • Corrupción, por ejemplo: consumo/venta de
    estupefacientes u otros.

  • Problemáticas Escolares:

  • Falta de apoyo escolar

  • Pobreza de lenguaje oral.

  • Bajo nivel de prerrequisitos del aprendizaje
    académico

  • Alto grado de ausentismo

  • Dificultades de acceso al centro

  • Ausencia o escasa motivación para el
    aprendizaje académico.

  • Bajo autoconcepto académico

  • Escasa infraestructura y personal
    educativo.

  • Problemáticas de Entorno

  • Falta o gran deficiencia de los servicios

  • Escasos contacto con otras personas que no forman
    parte del círculo familiar.

  • Escasa colaboración de la familia en la
    Educación

  • Restricción de las posibilidades y
    expectativas de formación laboral a la
    realización de tareas agrícolas y/o
    ganaderas.

  • Escasez o ausencia de modelos familiares que puedan
    actuar positivamente en la pretensión del seguimiento
    de estudios de grado medio y/o superior.

  • Grandes dificultades de acceso a formación
    académica o profesional de tipo medio y/o
    superior.

  • Pocas posibilidades de generación de empleo
    estable.

  • Abundancia de imágenes identificadoras no
    deseables (delincuencia, prostitución, pandillas
    juveniles, etc.)

  • Inseguridad de imagen ciudadana.

  • Reafirmación del rechazo generalizado a
    niños o jóvenes con deprivación
    sociocultural.

Las respuestas que deben generar la educación a
las necesidades educativas especiales de orden deprivativo
sociocultural, deben darse en función a los siguientes
ejes básicos:

  • 1. Generar una formación desde la
    educación para la igualdad, tolerancia, el respeto y
    aprecio mutuos.

  • 2. Facilitar y potenciar la
    participación activa y disfrute de los bienes
    comunitarios como ciudadanos de pleno derecho.

  • 3. Posibilitar la integración inclusiva,
    optimizando organizativamente los recursos existentes en la
    comunidad y evitando posibles exclusivistas.

  • 4. Instrumentar foros habituales de
    diálogo y decisión, donde estén
    representados efectivamente todos los agentes implicados y
    que sean focos desde los que generar perspectivas formativas,
    culturalmente inclusivas e implicativamente
    comunitarias.

  • 5. Específicamente en el ámbito
    educativo, reelaborando propuestas y materiales curriculares
    que contemplen equitativa e interaccionalmente el papel
    multicultural en el desarrollo de la humanidad y que generen
    dinámicas de intervención que permitan a los
    profesionales, sin un esfuerzo desmedido y utilizando
    materiales accesibles, realizar adaptaciones que respondan a
    las necesidades educativas individuales desde el contexto
    normalizador del espacio educativo de referencia: el
    aula.

Por otro lado educativo, las siguientes situaciones
representan un obstáculo para el aprendizaje en los
niños y jóvenes: Falta de apoyo escolar, pobreza de
lenguaje oral, bajo nivel de prerrequisito del aprendizaje
académico, alto grado de ausentismo, dificultades de
acceso al centro, ausencia o escasa motivación para el
aprendizaje académico, bajo autoconcepto académico,
escasa infraestructura y personal educativo.

El niño con Retardo
mental

El retardo mental consiste en un  funcionamiento
intelectual por debajo del promedio, que se presenta junto con
deficiencias de adaptación y se manifiesta durante el
período de desarrollo.

En realidad, para ser diagnosticado como retrasado
mental, la persona tiene que tener ambos, un coeficiente
intelectual significativamente bajo y problemas considerables en
su adaptación a la vida diaria. Sin  embargo, la
mayoría de los niños pueden aprender muchas cosas y
al llegar a  adultos pueden vivir de una manera parcialmente
independiente. Lo que es más importante, pueden 
disfrutar de la vida al igual que todo el mundo.

Se caracteriza por un funcionamiento inferior a la
media, junto con limitaciones asociadas en dos o más de
las habilidades adaptativas: comunicación, cuidado
personal,  vida en el hogar, habilidades sociales,
utilización de la comunidad, salud y seguridad,
habilidades académicas funcionales,  ocio y trabajo.
El retardo mental se manifiesta antes de los dieciocho
años.

De manera general, un individuo puede ser identificado
como portador de retardo mental basado en los siguientes tres
criterios:

  • Nivel de funcionamiento intelectual general abajo
    del promedio (C I) de 70-75.

  • Presencia de limitaciones significativas en dos o
    más áreas de habilidades
    adaptativas.

  • La condición está presente antes de
    los 18 años de edad.

Retardo mental dice de las limitaciones significativas
en el funcionamiento intelectualEs caracterizado
por:

  • Retardo mental que se manifiesta antes de los 18
    años de edad

  • Funcionamiento intelectual significativamente
    más bajo del promedio, concomitantemente a
    limitaciones en dos o más de las siguientes
    áreas de habilidades adaptativas:

  • Comunicación y cuidados personales

  • Vida en casa y habilidades sociales

  • Funcionamiento en la comunidad y
    autodeterminación

  • Salud y seguridad y habilidades académicas
    funcionales

  • Ocio y trabajo

Presupuestos esenciales a la aplicación de la
definición

Los siguientes presupuestos deben ser considerados al
aplicar la definición.

  • Una avaluación válida considera las
    diversidades culturales y lingüísticas como
    también las diferencias en la comunicación y
    factores de comportamiento.

  • La existencia de limitaciones en habilidades
    adaptativas acontece dentro del contesto del ambiente de
    comunidad típico de la edad del individuo y en
    relación con las personas de su edad, siendo indexado
    a las necesidades individualizadas de auxilio de la
    persona.

  • Limitaciones adaptativas específicas
    frecuentemente coexisten con capacidades en otras habilidades
    adaptativas o otras habilidades personales.

  • Con suporte apropiado por un periodo continuo,
    generalmente ocurrirá mejora en la vida funcional de
    la persona con retardo mental.

IncidenciaAlgunos estudios tienen
estimado que el retardo mental afecta 2,5 a 3 % de la
población.Algunos autores, como Batshaw (1997), calculan
que el retardo mental es 10 veces más frecuente do que la
parálisis cerebral, tiene prevalencia 28 veces mayor do
que los defectos del tubo neural, tales como la espina
bífida, y 25 veces más común do que la
ceguera. El retardo mental no parece tener preferencia por raza;
con todo, aproximadamente 60 % de los afectados son
hombres.

Cuadro clínico

Los efectos del retardo mental
varían considerablemente de persona a persona, así
como las habilidades individuales varían entre las
personas que no tienen retardo mental.De las personas con retardo
mental, cerca de 87 % serán afectadas de manera muy leve,
y serán un poco más lentas en la adquisición
de nuevas habilidades e informaciones. Cuando niños su
retardo mental no es fácilmente identificable, pudiendo no
ser evidente hasta que entren para la escuela. Muchas de ellas,
cuando adultas, conseguirán llevar una vida independiente
en la comunidad y no serán más vistas como teniendo
retardo mental.Las restantes 13 % de la populación
afectada, aquellas con CI debajo de 50, tendrán serias
limitaciones de funcionamiento. Con todo, con intervenciones
precoces, educación funcional y con suporte adecuado,
cuando adultos, todos podrán llevar vidas satisfactorias
en su comunidad.

DiagnósticoEl sistema AAMR
(Asociación Americana de Retardo Mental), para el
diagnóstico y clasificación de una persona como
portadora de retardo mental, sigue tres pasos y describe el
sistema de apoyo que la persona necesita para superar sus
límites en las habilidades de
adaptación.

El primer paso para el diagnóstico
es la aplicación por persona capacitada de una o
más pruebas padrones de inteligencia y pruebas
padrón de habilidades adaptadas, individualmente.El
segundo paso es describir los puntos fuertes y débiles de
la persona en cuatro dimensiones, que son:

  • Habilidades intelectuales y de comportamiento
    adaptativo.

  • Consideraciones emocionales /
    psicológicas

  • Consideraciones físicas/ de salud
    /etiológicas

  • Consideraciones ambientales

Los puntos fuertes y débiles pueden ser
determinados por pruebas formales, observación,
entrevistas con personas importantes en la vida del paciente,
entrevistas con la persona siendo avaluada, interactuar con la
persona y su familia en la vida cotidiana o por una
combinación de estos métodos.

El tercer paso exige un equipo multidisciplinar para
determinar el apoyo necesario en las cuatro dimensiones
mencionadas. Cada apoyo identificado es clasificado en cuatro
niveles de intensidad – intermitente, limitado, extensivo,
intensivo.

  • Apoyo intermitente:  se refiere a un suporte
    ofrecido cuando necesario. Un ejemplo es el apoyo necesario
    para que la persona procure un nuevo empleo en la
    eventualidad de quedarse sin empleo. El apoyo intermitente
    puede ser necesario ocasionalmente por un individuo durante
    su vida, pero nunca de manera continua.

  • Apoyo limitado: es aquel necesario durante un
    periodo determinado de tiempo. Un ejemplo es en la
    transición de la escuela para el trabajo o durante el
    entrenamiento para una función
    específica.

  • Apoyo extensivo: es aquella asistencia que la
    persona necesita diariamente y sin límite de tiempo.
    Puede incluir apoyo en casa y/o en el trabajo.

El apoyo intermitente, limitado y extensivo puede
no ser necesario en todas las áreas para un
individuo.

  • Apoyo intensivo: se refiere al apoyo constante, en
    todas las áreas, con base diaria, pudiendo incluir
    medidas para el suporte de vida.

Causa de retardo mental

El retardo mental puede ser causado por cualquier
condición que perjudique el desarrollo cerebral antes del
nacimiento, durante el nacimiento o durante los años de
niñez. Varias centenas de causas han sido descubiertas,
pero la causa permanece indefinida en cerca de un tercio de los
casos.

Las tres principales causas de retardo mental
son:

  • El síndrome de Down

  • El síndrome alcohólico –
    fetal

  • El síndrome del X frágil

Las causas pueden ser divididas en
categorías.

Condiciones genéticas

Resultan de anormalidades de los genes heredados de los
padres, debidas a errores de combinación genética o
de otros disturbios de los genes ocurridos durante la
gestación. Centenas de disturbios genéticos se
asocian al retardo mental. Algunos ejemplos son la
fenilcetonuria, el síndrome de Down y el síndrome
del X frágil.

Problemas durante la gestación

El uso de alcohol u otras dogas durante la
gestación puede llevar al retardo mental. Algunas
pesquisas relacionan el tabaco en la gestación con un
riesgo mayor de retardo mental en la infancia. Otros problemas
incluyen la desnutrición, toxoplasmosis, infección
por citomegalovirus, rubéola y sífilis. Gestantes
infectadas por el virus HIV (SIDA) pueden transmitir el virus
para el niño llevando a daño neurológico
futuro. Problemas en el nacimiento

Cualquier condición de estrés aumentado
durante el parto puede llevar lesión al bebé: con
todo, la prematuridad y el bajo peso al nacer son factores de
riesgo independientes más frecuentes que cualquier otra
condición.

Problemas después del
nacimiento

Enfermedades de la infancia como varicela,
sarampión, tos ferina, infección por el hemofilus B
que pueden llevar a meningitis y encefalitis, también
pueden causar daño al cerebro. Accidentes, intoxicaciones
por plomo, mercurio y otros agentes tóxicos también
pueden causar daños irreparables al cerebro y sistema
nervioso.

Estado socioeconómico

La desnutrición también puede llevar al
retardo mental.

Algunos estudios también sugieren que la poca
estimulación, que ocurre en áreas muy desprovistas
de las experiencias culturales y ambientales ofrecidas a los
niños puede surgir como causa de retardo mental

Prevención En los últimos 30
años, varios adelantos científicos tienen ayudado a
prevenir muchos casos de retardo mental. Estimase que en los EEUU
son prevenidos a cada año

  • 250 casos de retardo mental por fenilcetonuria,
    gracias a la prueba de la sangre capilar del bebé y al
    consecuente tratamiento dietético adecuado.

  • 1000 casos de retardo mental por hipotiroidismo,
    gracias a la prueba de la sangre capilar y al consecuente
    tratamiento hormonal adecuado.

  • 1000 casos de retardo mental por el uso de
    inmunoglobulina anti-Rh, que previene la enfermedad por
    incompatibilidad entre la sangre de la madre y del feto,
    reduciendo la ictericia severa del recién
    nacido.

  • 5000 casos de retardo mental causados por
    infección por el hemofilus B, gracias al uso rutinero
    de vacuna contra hemofilus en niños.

  • 4000 casos de retardo mental debidos a la
    encefalitis del sarampión, gracias a la
    vacunación de los infantes

  • Un número desconocido de casos de retardo
    mental debidos a la rubéola congénita, gracias
    a la vacunación de los niños.

Otras medidas contribuyen para la reducción
del número de casos de retardo mental.
La
eliminación del plomo del medio ambiente, medidas
preventivas del trauma como el uso adecuado de sillas en los
coches y de capacetes para bicicletas, programas de
intervención precoz para niños de riesgo, programas
de atención pre-natal reduciendo los riesgos de
transmisión del virus del SIDA o los defectos del tubo
neural..Todas estas medidas son ejemplos de acciones que ayudan a
disminuir el número de personas con retardo mental en la
comunidad

EL NIÑO
HIPERACTIVO

Según Still, estos niños son especialmente
problemáticos, poseen un espíritu destructivo, son
insensibles a los castigos, inquietos y nerviosos. También
son niños difíciles de educar, ya que pocas veces
pueden mantener durante mucho tiempo la atención puesta en
algo, con lo que suelen tener problemas de rendimiento escolar a
pesar de tener un cociente intelectual normal. Son muy impulsivos
y desobedientes, no suelen hacer lo que sus padres o maestros les
indican, o incluso hacen lo contrario de lo que se les dice. Son
muy tercos y obstinados, a la vez que tienen un umbral muy bajo
de tolerancia a las frustraciones, con lo que insisten mucho
hasta lograr lo que desean. Esto junto sus estados de
ánimos bruscos e intensos, su temperamento impulsivo y
fácilmente excitable, hace que creen frecuentes tensiones
en casa o en el colegio. En general son niños
incapaces de estarse quietos en los momentos que es necesario que
lo estén. Un niño que se mueva mucho a la hora del
recreo y en momentos de juego, es normal. A estos niños lo
que les ocurre es que no se están quietos en clase o en
otras tareas concretas.

Los indicadores de hiperactividad
según la edad del niño

  • De 0 a 2 años: Descargas mío
    clónicas durante el sueño, problemas en el
    ritmo del sueño y durante la comida, períodos
    cortos de sueño y despertar sobresaltado, resistencia
    a los cuidados habituales, reactividad elevada a los
    estímulos auditivos e irritabilidad.

  • De 2 a 3 años: Inmadurez en el lenguaje
    expresivo, actividad motora excesiva, escasa conciencia de
    peligro y propensión a sufrir numerosos
    accidentes.

  • De 4 a 5 años: Problemas de adaptación
    social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de
    normas.

  • A partir de 6 años: Impulsividad,
    déficit de atención, fracaso escolar,
    comportamientos antisociales y problemas de adaptación
    social.

Rasgos de los niños
hiperactivo

Un niño que presenta una alteración de por
lo menos seis meses de evolución, con la presencia de por
lo menos ocho de los síntomas siguientes, podrá ser
considerado como hiperactivo:

  • Inquietud frecuente, que se aprecia por movimientos
    de manos o pies o por moverse en el asiento (en los
    adolescentes puede estar limitado a sensaciones subjetivas de
    impaciencia e inquietud).

  • Dificultad paa permanecer sentado cuando la
    situación lo requiere.

  • Fácil distraibilidad por estímulos
    ajenos a la situación.

  • Dificultad paa aguantar turno en los juegos o
    situaciones de grupo.

  • Frecuencia de respuestas precipitadas antes de que
    se acaben de formular las preguntas

  • Dificultades para seguir instrucciones de los
    demás negativismo o a error de comprensión).
    Por ejemplo, no finalizar las tareas que se le
    encomiendan.

  • Dificultad para mantener la atención en
    tareas o actividades lúdicas.

  • Frecuentes cambios de una actividad incompleta a
    otra.

  • Dificultad para jugar con tranquilidad.

  • A menudo habla excesivamente (verborrea) y no
    escucha lo que se le dice.

  • A menudo interrumpe o se implica en actividades de
    otros niños; por ejemplo, interrumpiendo el juego que
    ha comenzado.

  • A menudo, pierde cosas necesarias para una tarea o
    actividad escolar (Por ejemplo, juguetes, lápices,
    libros, deberes).

  • A menudo, practica actividades físicas
    peligrosas sin evaluar los posibles riesgos (no con el
    propósito de buscar emociones fuertes), por ejemplo,
    cruzar una calle de mucho tráfico sin
    mirar.

Uno de los síntomas más usuales es un
llanto constante desde su nacimiento además de tener
dificultad paa conciliar el sueño.

A medida que crece puede presentar retraso en el habla.
Es propenso a tener accidentes, se mueve y retuerce cuando
está sentado en la mesa o corre cuando debería
caminar. Su actividad es constante.

Debido a que cambia de atención
rápidamente y que se distrae fácilmente, se
concentra únicamente por periodos cotos; por ejemplo, no
puede estar sentado con la familia viendo la
televisión.

Presentar inhabilidad paa hacer amistades o jugar con
niños de su misma edad pues por razones como su
temperamento y pobre coordinación es excluido o se aparta
del grupo; los padres se confunden y piensan que se tata e un
niño introvertido.

Causas de la hiperactividad
infantil

La hiperactividad infantil es bastante frecuente,
calculándose que afecta aproximadamente a un 3% de los
niños menores de siete años y es más
común en niños que en niñas (hay 4
niños por cada niña). En el año 1914 el
doctor Tredgold argumentó que podría ser causado
por una disfunción cerebral mínima, una encefalitis
letárgica en la cual queda afectada el área del
comportamiento, de ahí la consecuente hipercinesia
compensatoria; explosividad en la actividad voluntaria,
impulsividad orgánica e incapacidad de estarse quietos.
Posteriormente en el 1937 C. Bradley descubre los efectos
terapéuticos de las anfetaminas en los niños
hiperactivos. Basándose en la teoría anterior, les
administraba medicaciones estimulantes del cerebro (como la
benzedrina), observándose una notable mejoría de
los síntomas.

Síntomas en un niño
hiperactivo

Los síntomas pueden ser clasificados según
el déficit de atención, hiperactividad e
impulsividad:- Dificultad para resistir a la
distracción.

  • Dificultad para mantener la atención en una
    tarea larga.

  • Dificultad para atender selectivamente.

  • Dificultad para explorar estímulos complejos
    de una manera ordenada.

  • Actividad motora excesiva o inapropiada.

  • Dificultad para acabar tareas ya
    empezadas.

  • Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en
    una silla.

  • Presencia de conductas disruptivas (con
    carácter destructivo).

  • Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo
    que piensan, no se reprimen.

  • Incapacidad para aplazar las cosas gratificantes: no
    pueden dejar de hacer las cosas que les gusta en primer lugar
    y aplazan todo lo que pueden los deberes y obligaciones.
    Siempre acaban haciendo primero aquello que
    quieren.

  • Impulsividad cognitiva: precipitación,
    incluso a nivel de pensamiento. En los juegos es fácil
    ganarles por este motivo, pues no piensan las cosas dos veces
    antes de actuar, no prevén, e incluso contestan a las
    preguntas antes de que se formulen.

Consecuencias en la familia con un
niño hiperactivo

Los padres suelen definir a un hijo hiperactivo como
inmaduro, maleducado y gamberro. Sus comportamientos generan
conflictos en la familia, desaprobación y rechazo. Son
irritantes y frustrantes en cuanto al éxito educativo de
los padres, y algunos niños tienden al aislamiento social.
Este trastorno ya se detecta antes de los 7 años y unos
tienen síntomas más graves que otros. Una cosa que
hay que tener en cuenta, es que si los padres riñen
exageradamente al niño hiperactivo, pueden estar
fomentando un déficit de autoestima por su parte
(sobretodo si lo critican por todo lo que hace) y realimentan el
trastorno, ya que el pequeño acabará por no
esforzarse por portarse bien, pues verá que siempre acaban
riñéndole haga lo que haga.

Tratamiento de la
hiperactividad

  • El tratamiento depende de cada caso
    individual.

  • El tratamiento farmacológico es a base
    de estimulantes para ayudar a que el niño pueda
    concentrarse mejor, y sedantes en el caso de que el
    niño muestre rasgos sicóticos.

  • El tratamiento psicoterapéutico
    está destinado a mejorar el ambiente familiar y
    escolar, favoreciendo una mejor integración del
    niño a la vez que se le aplican técnicas de
    modificación de conducta.

  • El tratamiento cognitivo o
    autoconstrucciones,
    se basa en el planteamiento de la
    realización de tareas, donde el niño aprende a
    planificar sus actos y mejora su lenguaje interno. A partir
    de los 7 años el lenguaje interno asume un papel de
    autorregulación, que estos niños no tienen tan
    desarrollado. Para la realización de cualquier tarea
    se le enseña a valorar primero todas las posibilidades
    de la misma, a concentrarse y a comprobar los resultados
    parciales y globales una vez finalizada.

LOS PROBLEMAS ESPECÍFICOS DEL
APRENDIZAJE – TRASTORNOS ESCOLARES

Son trastornos en los que desde los primeros estadios
del desarrollo están deterioradas las formas normales del
aprendizaje. El deterioro no es únicamente consecuencia de
la falta de oportunidades para aprender, ni es la consecuencia de
traumatismos o enfermedades cerebrales adquiridas. Por el
contrario, los trastornos surgen de alteraciones de los procesos
cognoscitivos, en gran parte secundarias a algún tipo de
disfunción biológica. Al igual que la
mayoría del resto de los trastornos del desarrollo, estas
alteraciones son considerablemente más frecuentes en
varones que en mujeres.

Los trastornos específicos del desarrollo del
aprendizaje escolar abarcan grupos de trastornos que se
manifiestan por déficits específicos y
significativos del aprendizaje escolar. Estos déficits del
aprendizaje no son la consecuencia directa de otros trastornos
(como un retraso mental, déficits neurológicos
importantes, problemas visuales o auditivos sin corregir o
trastornos emocionales), aunque pueden estar presentes. Los
trastornos específicos del desarrollo del aprendizaje
escolar suelen presentarse acompañados de otros
síndromes (tales como trastornos de déficit de
atención o trastornos específicos del desarrollo
del habla y el lenguaje).

El aprendizaje de las habilidades lectoras, la escritura
y el cálculo es uno de los principales objetivos para los
niños y niñas en los inicios de su educación
escolar. El desarrollo adecuado de estas capacidades serán
la clave de su futuro éxito escolar y la base de sus
habilidades comunicativas en la edad adulta.

Cuando aparecen retrasos en el desarrollo de estos
aprendizajes escolares básicos hablamos de
Trastornos del Aprendizaje. Este tipo de trastornos pueden
limitarse a un área específica del aprendizaje
escolar, o bien afectar a varias áreas. Podemos
encontrarnos con los siguientes trastornos en función del
área del aprendizaje afectada:

– Trastornos de la lectura: Dislexia

– Trastornos de la escritura: Disgrafía y
Disortografía

– Trastorno del cálculo:
Discalculia

Este tipo de alteraciones pueden suponer un serio
obstáculo para el adecuado desempeño escolar del
niño ya que van a ser la base de los futuros aprendizajes
que va a tener que adquirir. Por ello, detectar con rapidez los
posibles retrasos en el desarrollo de las capacidades de
lectoescritura y de cálculo es fundamental para realizar
una adecuada intervención especializada.

Con la adecuada intervención y seguimiento, el
niño afectado no tiene por qué tener consecuencias
negativas a largo plazo, sino que puede desarrollarse y conseguir
un adecuado rendimiento académico.

Sin embargo, sin la adecuada intervención, el
niño puede tener importantes problemas de aprendizaje a
largo plazo, causando fracaso escolar y abandono
académico.

En los casos más graves, la alteración en
las capacidades comunicativas a largo plazo va a afectar
seriamente sus relaciones sociales ya que éstas, van a
estar determinadas por una baja autoestima y unas pobres
habilidades sociales.

PAUTAS PARA EL
DIAGNÓSTICO

Primero, debe haber un deterioro clínicamente
significativo del rendimiento escolar específico, valorado
a partir de la gravedad definida por el nivel de escolaridad (por
ejemplo, por el nivel esperable en menos del tres por ciento de
la población infantil escolar), por la presencia de
antecedentes (es decir si, las dificultades escolares fueron
precedidas en la edad preescolar por retrasos o desviaciones del
desarrollo, del habla o del lenguaje), por la presencia de
problemas concomitantes (déficits de atención,
hipercinesia, problemas emocionales o trastornos disociales), por
formas o conjuntos específicos de rasgos (es decir, por la
presencia de anomalías cualitativas que no suelen formar
parte del desarrollo normal) y por la respuesta a intervenciones
concretas (las dificultades escolares no remiten rápida y
correctamente tras ayuda extra a la enseñanza en casa o en
el colegio).

Segundo, el déficit debe ser específico en
el sentido de que no sea explicable por un retraso mental o por
déficits menores de la inteligencia general. Debido a que
el CI y el rendimiento escolar no son exactamente paralelos, esta
distinción sólo puede hacerse teniendo en cuenta
los tests de CI y de rendimiento, estandarizados, aplicados de
forma individual, que sean adecuados para la cultura y el sistema
educativo del niño. Estos tests deben ser empleados junto
con tablas estadísticas que faciliten datos sobre el nivel
medio de rendimiento esperado para un CI a cualquier edad
cronológica. Este último requisito es necesario por
la importancia de los efectos de la regresión
estadística, por eso, es muy probable que los
diagnósticos basados en la sustracción de la edad
de rendimiento de la edad mental estén notablemente
sesgados. Sin embargo, es poco probable que, en la
práctica clínica, la mayor parte de las veces se
cumplan de hecho estos requisitos y por lo tanto, la pauta
clínica general es simplemente que el nivel de rendimiento
del niño sea considerablemente más bajo que el
esperado para su edad mental.

Tercero, el déficit debe ser precoz, en el
sentido de que debe haber estado presente desde el comienzo de la
educación y no haber sido adquirido con posterioridad. La
historia del progreso escolar del niño facilitará
datos sobre este punto.

Cuarto, deben estar ausentes factores externos que
pudieran justificar suficientemente las dificultades escolares.
Como se indicó más arriba, el diagnóstico de
los trastornos específicos del desarrollo del aprendizaje
escolar debe apoyarse en general en la presencia positiva de un
trastorno del rendimiento escolar clínicamente
significativo debido a factores intrínsecos del desarrollo
del niño. Sin embargo, para aprender con eficacia, los
niños deben tener oportunidades adecuadas. No obstante, si
está claro que el bajo rendimiento escolar se debe
directamente a un absentismo escolar muy prolongado, sin
enseñanza en casa o a una educación totalmente
inadecuada, los trastornos no deben ser codificados
aquí.

Las ausencias frecuentes de la escuela o la
interrupción de la escolarización debidas a cambios
en la escuela normalmente no son suficientes para que se presente
un retraso escolar del grado necesario para el diagnóstico
de los trastornos específicos del desarrollo del
aprendizaje escolar. Sin embargo, una escolarización
escasa puede complicar o aumentar el problema.

Por último, en quinto lugar, los trastornos
específicos del desarrollo del aprendizaje escolar no
pueden deberse directamente a déficits visuales o de
audición no corregidos.

TRASTORNOS EN LA
LECTURA

Dislexia: Retraso específico de la
lectura

La dislexia, o retraso específico de la
lectura
, se caracteriza porque el niño presenta
alteraciones en la precisión, velocidad o
comprensión en la lectura. Se considera que la dificultad
radica en los problemas que el niño tiene en decodificar
las palabras escritas por lo que no consiguen identificar las
palabras ni las oraciones viéndose afectada gravemente la
comprensión del texto que leen.

Esta alteración no está causada por
una baja capacidad intelectual, aunque generalmente el
niño va a presentar un bajo rendimiento escolar debido a
su pobre comprensión lectora. Otra característica
fundamental es que el niño disléxico que no puede
comprender un texto escrito, no va a presentar ninguna dificultad
en comprenderlo cuando alguien lo lee, es decir, no tiene
dificultades de comprensión oral.

En numerosas ocasiones los padres o tutores del
niño consideran que el niño tiene una capacidad
intelectual por debajo de lo normal ya que observan dificultades
en todas las áreas escolares, sin embargo, la capacidad
del niño puede ser normal y ser su baja capacidad para
descifrar las palabras escritas las que están ocasionando
problemas en su actividad escolar.

Lo más frecuente es que el niño que
presenta un retraso específico de la lectura
también tenga dificultades a la hora de realizar
cálculos matemáticos y con la escritura. Es decir,
puede tener asociado problemas de disgrafía y/o
discalculia.

Existen otros Trastornos de la lectura que implican
alteraciones más graves o generalizadas. Si el
niño, además de sus dificultades en la lectura,
tiene déficit de comprensión tanto lectora como
oral, entonces estaríamos hablando de un Retraso
lector general
. Otra alteración que es necesario
diferenciar de una alteración dislexica es la
Hiperlexia que va a consistir en una dificultad
de comprensión general a pesar de que el niño puede
leer con normalidad un texto.

BREVE RESUMEN HISTORICO DE LA
DEFINICIÓN DEL TÉRMINO DISLEXIA

Monografias.comAunque ya se había tratado del
tema de las perturbaciones de la escritura y la lectura, no fue
hasta el año 1887, en Berlín, cuando
Stuttgart empleó por primera vez el término
dislexia para referirse a las alteraciones específicas de
la escritura.

P. Morgan, en el año 1896, estudia el caso
de un chico de 14 años, que sin presentar problemas de
oído ni de visión, ni detectarse en él
dificultades intelectuales, es incapaz de aprender a leer y a
escribir. Nos habla el referirse al caso de «una ceguera
verbal congénita».

Una de las teorías más divulgadas es la de
Orton, que busca el "origen de las dislexias en una
lateralidad mal definida".

Otros especialistas como Halgren y Morris, ya en
los años 50 y 54, llegan a la conclusión que la
«dislexia de desarrollo» es hereditaria, que se
trasmite por vía genética con mayor preferencia a
través del padre que de la madre, ya que se nota con mayor
frecuencia en los niños que en las
niñas.

Margarita Nieto, en sus estudios sobre el tema,
trata de demostrar que la dislexia no se debe a factores
metodológicos, como tantas veces se ha creído por
error.

Herman dice que la dislexia es una capacidad defectuosa
para lograr, en la época adecuada, una eficacia en la
lectura y escritura, correspondiente a un rendimiento promedio.
Para él depende de factores constitucionales.

Bernaldo de Quirós la atribuye a una
perturbación perceptiva, cognoscitiva, específica,
que dificulta la adquisición del lenguaje
lecto-escrito.

Ajuriaguerra hace en sus obras un
magnífico estudio de los factores que intervienen en el
aprendizaje de la lectura y escritura, así como de las
etapas madurativas de la evolución del
niño.

Al referirse a las dislexias, repasa las diversas
teorías. En las conclusiones del coloquio de C.R.E.S.A.S.
(Centre de Recherche de l"Education Spécialisée et
de l"Adaptation Scolaire) «sobre las dificultades y los
fracasos en el aprendizaje del lenguaje escrito», dice,
hablando de «las dislexias», que si se considera que
de un 5 por 100 a un 10 por 100 de los niños son
disléxicos, las alternativas que se presentan son muy
limitadas:

      O El cerebro está
mal hecho.

      O Los métodos de
enseñanza no son adecuados.

      O Nuestras exigencias son
exageradas.

Una de las teorías más difundida y
más prácticas es la de Borel-MaisSonny, que define
la dislexia como una dificultad particular para identificar,
comprender y reproducir los símbolo escritos, que tiene
como consecuencia alterar profundamente el aprendizaje de la
lectura entre los 5 y 8 años, la ortografía, la
comprensión de textos y, por tanto, las adquisiciones
escolares».

Existe también una teoría, muy difundida
últimamente, por varios médicos, entre ellos el
Doctor André Fatras, que buscan las raíces
de la dislexia a nivel del inconsciente. Un niño
disléxico es un niño cuya evolución
psicológica se ha detenido y que por eso experimenta
dificultades suplementarias para leer y escribir. El niño
sufre « un bloqueo en su evolución debido a un
trastorno de las relaciones con el universo que le rodea. Este
trastorno no es de origen intelectual sino afectivo ». Es
como si el niño se hubiera negado a evolucionar. Para
remediar este bloqueo, han creado una nueva metodología,
llamada semiofonica diferente a las clásicas
técnicas ortofónicas.

Esta nueva metodología que ha llevado a la
creación de numerosas escuelas, tiene sus orígenes
en la teoría desarrollada por Tomatis, que nos
explica que el oído del bebé no es
súbitamente al mundo sonoro aéreo, sino que lo hace
de forma progresiva.

A partir de los diez días de su nacimiento
«comienza el gran período de las sombras
sonoras». El niño tiene que emprender un largo
aprendizaje; durante semanas deberá esforzarse para
encontrar de nuevo el contacto que tenía con la voz de la
madre, a la que según Tomatis, escucha «en el
fondo del universo uterino». Disléxico será
el niño que, por causas afectivas, se ve bloqueado en su
evolución.

Hay que tener en cuenta también que algunas
disciplinas médicas que consideran que las dislexias
tienen su causa en una disfunción cerebral, lo que
significa que se destruyen tejidos del cerebro por una
lesión física, o que ciertas funciones del cerebro
sólo se ejercen de forma parcial debido a un accidente o a
una enfermedad o a una deficiencia química del organismo.
Éstos atribuyen  a la dislexia un origen
orgánico.

Sin embargo, son también muchos los
investigadores que se oponen a esta teoría de que la
dislexia tenga su origen en una lesión cerebral; piensan
que realmente se debe a la existencia  en el sistema
cerebral, de centros inactivos o poco desarrollados.

Como se puede ver, las teorías existentes sobre
el origen de las dislexias, de las que sólo hemos
mencionado una parte, son muy diversas y se prestan con
más frecuencia a confundir que a aclarar nuestras
ideas.

Roger Mucchielli y Arlette Bourcier reducen a
tres las distintas definiciones sobre la
dislexia:     

Definición conceptual.

Como puede ser la de Orton y la de Borel-Mais Sonny.
Define la dislexia como una dificultad particular para
identificar, comprender y reproducir los símbolo escritos,
que tiene como consecuencia alterar profundamente el aprendizaje
de la lectura entre los 5 y 8 años, la ortografía,
la comprensión de textos y, por tanto, las adquisiciones
escolares».

Definición
descriptiva.

Que no sólo tiene en cuenta las manifestaciones
de la «enfermedad» que perciben los padres y
educadores, sino que da detalles de todos los síntomas:
confusión de letras parecidas, de sonidos,
inversión de letras, sílabas, palabras,
etc.

Definición
genética.

La única que estos autores consideran
«susceptible de una renovación esclarecedora y capaz
de fundamentar los principios positivos de las
reeducaciones»: La dislexia es la manifestación de
una perturbación en la relación entre el yo y el
universo: perturbación que ha invadido selectivamente los
campos de la expresión y de la comunicación. La
relación del yo con su universo es ambigua e inestable,
por lo que obstruye el paso a la inteligencia analítica y,
por consiguiente, al simbolismo.

Todos los que por nuestra futura profesión
estamos en contacto con padres y educadores, sabemos que a lo
largo del curso escolar, a través de las diversas formas
de evaluación, hay alumnos que se van desfasando
notablemente del grupo. Ante este hecho debemos plantearnos
diversas cuestiones:

  • ¿Cuáles son las causas?

  • ¿Qué materias son las que con mayor
    frecuencia dan origen a estas dificultades?

  • ¿Qué se debe hacer con estos
    niños?

 A esta última pregunta la
legislación no nos da una respuesta, debido a que en el
marco educacional existe un vacío acerca del tema, luego
de hacer las averiguaciones pertinentes comprobamos que si bien
la Ley Federal de Educación  menciona  la
atención a la diversidad: en su Titulo II 
Principios Generales. Capitulo I De la Política Educativa
Art.  N° 5  inc… f) La concreción de
una efectiva igualdad de oportunidades  y posibilidades para
todos los habitantes y el rechazo a todo tipo de
discriminación; k) La integración de las personas
con necesidades especiales mediante el pleno desarrollo de sus
capacidades.
, pero no especifica las distintas
problemáticas, como son los alumnos con "dislexia" que no
son considerados como diversos o que nada puede hacerse desde el
aula por éstos, ya que hoy día la asistencia a los
alumnos disléxicos es casi nula.

Aquellos alumnos que habiendo permanecido un año
mas en los primeros ciclos del EGB y no lograron alcanzar un
suficiente dominio de el área de Lengua quedaran
estancados. Al año siguiente deberán socializarse
con nuevos compañeros y esto significará un
desvío de atención en el proceso de aprendizaje,
contrarrestándole importancia al mismo. 

 En caso de que esta problemática (problema
de lecto-escritura) sea detectada recurrentemente en un alumno,
el docente deberá solicitar la asistencia
correspondiente.

Es aconsejable someter a los alumnos a un estudio
psicopedagógico realizado por las personas mas
idóneas en el tema con los que cuenta la
institución, a fin de determinar si los mismos requieren
de una dedicación especial.

Deberá analizarse si es necesario realizar
reformas curriculares, o cambios en el proyecto educativo de la
institución. Ya que en nuestra ciudad existen
instituciones que no aceptan chicos con esta problemática
educativa.

Como grupo de trabajo nos acercamos más a la
postura de que la dislexia no es una enfermedad, tampoco un
trastorno sino una problemática de aprendizaje de
lecto-escritura que tiene como consecuencia un proceso de
aprendizaje diferenciado del resto de los
niños.

Diagnosticadas las dificultades que impidan su normal
rendimiento se deberán establecer los tratamientos
más adecuados para superarlos.

El profesional capacitado para diagnosticar la
"dislexia" es un psicopedagogo, con la anuencia de un
neurólogo, una vez realizados los estudios pertinentes,
llámense mapeo cerebral o electroencefalograma (EEG),
éste es quien decide los pasos a seguir.

Con respecto a la medicación que reciben los
chicos que presentan dislexia, se presenta una disyuntiva
importante entre los profesionales entendidos en el
tema.

Por un lado los psicopedagogos sostienen que el chico
con dislexia no debe de medicarse, cabe aclarar que no se lo
medica porque presente dislexia, sino porque generalmente son
chicos hiperactivos que no logran concentración en el aula
y para favorecer la misma se les suministra un medicamento de
nombre "Ritidina" que logra que los mismos permanezcan con un
ritmo de actividad moderado. Los profesionales de ésta
área sostienen que los chicos deben "educarse" para
permanecer en el aula y no "medicarse".Estos profesionales,
consideran que la "dislexia" en una disfunción que se
produce en el proceso de enseñanza aprendizaje y por la
cuál los chicos que padecen tal disfunción tardan
más en acomodar sus estructuras mentales  para
comenzar a leer y escribir.

Los neurólogos, en cambio, mantienen otra
postura. Ellos opinan que es muy difícil encontrar a un
chico que presente "dislexia pura" la mayoría viene
acompañada con alguna otra alteración y es por eso
que ellos medican esa alteración, no es la dislexia lo
medicable.

Nosotros tratando de aunar posturas salimos a recoger
información  de casos de chicos "medicados" y "no
medicados" y hablando, sobre todo con personal docente, llegamos
a la conclusión de que no es buena la medicación,
ya que los chicos que han sido medicado no han aumentado su
rendimiento escolar, si bien han bajado sus niveles de actividad
en el aula, puesto que no molestan a sus compañeros cuando
terminan de hacer sus tareas, están mayormente
"desconectados" de lo que sucede en la aula, se los siente
ausentes de la clase. 

¿Cuáles son las causas
más frecuentes del retraso escolar?

 Para intentar buscar un remedio, antes
tendremos que descubrir cuál es la raíz, la causa
del fracaso.

En circunstancias normales, el niño que acude al
colegio lo hace con la ilusión de aprender. El ambiente,
tal como está hoy organizada nuestra sociedad y
según su escala de valores, tiende a favorecer la
ilusión por el triunfo. Son numerosas las familias que se
rigen por las notas escolares para establecer su
«código» de premios y castigos. De hecho, son
muy pocos ya los valores reconocidos que no vayan unidos a
situaciones de éxito. Es muy difícil animar a unos
padres angustiados por los fracasos escolares de un hijo,
haciéndoles observar que hay en él otras muchas
cualidades que merecen elogio: generosidad, bondad, disciplina;
lo que realmente cuenta es el «boletín», el
resultado de las evaluaciones, la mayoría de las veces
reducido a unos fríos códigos, fruto de la
cibernética.

Hemos de buscar el motivo por el que un niño en
una situación escolar de estimulo y con unos
métodos adecuados a su edad y que son válidos para
la mayoría de sus compañeros, es incapaz de seguir
el normal rendimiento de la clase.

En primer lugar, puede haber un defasaje del contenido
escolar, motivado por diversas causas; las más frecuentes
son aquellas que crean en el niño situaciones
temporalmente «cargadas» afectivamente: problemas
emotivos, familiares, enfermedad de los padres, etc.

Niños que, sencillamente, han asistido con poca
regularidad al colegio, que han tenido que viajar, o ser
trasladados por motivos familiares de uno a otro centro con el
"típico despiste" ante un ambiente y unos métodos
diferentes.

Niños con inmadurez afectiva, no ya por
situaciones temporales sino por causas diversas, y que aún
con niveles de inteligencia que podemos considerar normales,
presentan una conducta y un rendimiento por debajo de su edad
cronológica.

Los niños que presentan una dificultad
específica en el área verbal, sufriendo por ende
alteraciones en el área de la expresión escrita son
los que sufren una dislexia. Estos son niños con una
inteligencia dentro o superior a la  media, pero con 
un  rendimiento notablemente inferior a sus
posibilidades.

*Los datos que sobre ellos nos dan los profesores y los
padres suelen tener unas características típicas:
su comprensión verbal es bajísima, la lectura
mecánica  casi siempre es defectuosa, las confusiones
en la escritura son muy frecuentes. Suelen describirlos como
distraídos,  e incluso con mala voluntad, pues
"repiten" mal aquello que se les corrige.

Niños que los padres confiesan que en casa son
"despistados", no saben hacer los mandados, buscar las cosas.
Niños que no sienten interés por la lectura,
incapaces de entregar una ficha sin que esté llena de
borrones, tachaduras o faltas. Alumnos que suelen contestar algo
que no se relaciona con las preguntas que se les han hecho,
puesto que al confundir las palabras cambian su
simbolismo.

Pueden ser imaginativos, creadores, inquietos,
agresivos, líderes del grupo, o bien inseguros,
apáticos, angustiados, según hayan reaccionado ante
el fracaso escolar, factor común en todos
ellos.

Hay algunos que solamente serán incapaces de
superar el área de Lenguaje, llegando a obtener buenas
calificaciones en Ciencias y en Plástica, y otros a los
que sus dificultades impiden la asimilación del total de
las materias escolares.

De hecho la dislexia deja de ser un simple problema
pedagógico y en muchos casos puede transformarse en un
angustioso problema personal.

De forma sencilla y práctica quisiéramos
clasificar las dislexias. Conscientes escribimos "dislexias"
porque pensamos que no hay un solo tipo de dislexia, como no
existe un tipo único de niño
disléxico.

CLASIFICACIÓN DE LA DISLEXIA.

Existen diferentes tendencias de clasificación de
la dislexia y esta se subdivide dependiendo del punto de vista
del neurólogo, del psicopedogogo del maestro. La
más aceptada internacionalmente es la que la clasifica
principalmente en dislexia adquirida o dislexia del
desarrollo.

DISLEXIA ADQUIRIDA:

          (
 PROFUNDA O FONÉMICA

          (
 SUPERFICIAL

          (
  SEMÁNTICA O FONOLÓGICA

          (
   AUDITIVA

          (
   VISUAL

DISLEXIA CONGÉNITA O ESPECÍFICA DEL
DESARROLLO

  • EVOLUTIVA O MADURATIVA

  • PROFUNDA 

DISLEXIA
ADQUIRIDA

El término dislexia es usado en principio por los
médicos para describir las dificultades de lectura y
ortografía de enfermos que habían sufrido ciertos
tipos de daño cerebral. Este daño pudo haber sido
ocasionado en accidentes o guerras, o como resultado de tumores,
embolias, trastornos psiquiátricos, drogas o efectos del
envejecimiento. La dislexia no es propiamente una enfermedad,
sino un término que se utiliza para describir
síntomas de daño al cerebro, esto es el deterioro a
las funciones de la lectura. Ciertos pacientes sólo tienen
problemas para leer y deletrear palabras largas y poco comunes,
en tanto que otros las tienen para reconocer las letras del
abecedario, y otros con las "palabras pequeñas" como "a",
"es", "por", "pero". Algunos no pueden leer bien en voz alta;
otros consiguen hacerlo, pero sin comprender lo que han
leído. Cada vez más especialistas distinguen no
simplemente entre grados de dificultad en lectura,
ortografía o escritura, sino también entre tipos de
dislexia adquirida como: profunda, superficial, central,
semántica, auditiva y visual. En todos los casos de
dislexia adquirida, los especialistas cuentan con signos directos
o indirectos que apoyan su opinión de que tales
dificultades son causadas en parte por daño cerebral. Los
signos directos son, por ejemplo, el daño físico o
lesión al cerebro, y las evidencias reveladas por una
operación o autopsia, o cualesquiera que muestren que pudo
haber lesiones cerebrales o hemorragia, como en una embolia. Los
signos indirectos consisten en patrones irregulares en el
electroencefalograma (EEG), reflejos anormales, o dificultades en
la coordinación y orientación mano-ojo, por
ejemplo.

  • La dislexia visual es la dificultad
    para seguir y retener secuencias visuales y para el
    análisis e integración visual de los
    rompecabezas y tareas similares. Esta se caracteriza por la
    inhabilidad para captar el significado de los símbolos
    del lenguaje impreso. No esta relacionado con problemas de
    visión, sólo con la inhabilidad de captar lo
    que se ve. La mayoría percibe letras invertidas y
    perciben también invertidas algunas partes de las
    palabras, son lentos y tienen problemas con la secuencia.
    Este tipo de dislexia es la más fácil de
    corregir, por medio de ejercicios adecuados pueden aprender
    los signos gráficos con precisión y
    gradualmente aprender secuencias; pero la lentitud
    persistirá.

  • La dislexia auditiva es la
    dificultad para discriminar los sonidos de letras y trabados,
    reconocer pautas de sonido, secuencias, palabras, ordenes e
    historias. Esta es la forma de dislexia más
    difícil de corregir y radica en la inhabilidad de
    percibir los sonidos separados (discontinuos) del lenguaje
    oral. La mayoría de los disléxicos auditivos
    presentan una audición normal. Su facultad
    discriminativa auditiva, trae como consecuencia grandes
    dificultades en el deletreo y la
    composición.

La enseñanza fonética tradicional carece
de sentido para ellos. También presentan dificultades en
repetir palabras que riman, interpretar marcas
diacríticas, aplicar generalizaciones fonéticas y
pronunciar palabras con exactitud, teniendo estos niños
obstruidas las relaciones fundamentales de sonidos y
símbolos del lenguaje su trastorno se hace difícil
de corregir, y las ideas y ejercicios especialmente ideadas para
ellos requiere de mucha paciencia, tanto para el docente como
para el niño. Por regla general, los disléxicos
auditivos deben idear sus propios ejercicios de deletreo y otras
tareas análogas.

  • La dislexia profunda o
    fonémica,
    en ella se aprecian errores de tipo
    semántico, dificultad para comprender el significado
    de las palabras, con adición de prefijos y sufijos,
    mayor facilidad para las palabras de contenido que para las
    de función.

  • La dislexia fonológica o
    semántica
    sobre la que se conocen pocos
    trabajos. En este tipo de dislexia si falla la ruta
    fonológica aparece la dislexia fonológica,
    donde el paciente utiliza entonces la ruta léxica,
    esta sólo le permite reconocer las palabras
    familiares, pero tiene dificultad con las raras o las pseudo
    palabras, y tienen errores derivativos (como leer
    "apareció" como "aparición").

  • La dislexia superficial, en la que
    se depende de la ruta fonológica para leer, los
    niños tienen dificultades dependiendo de la longitud y
    complicación de las palabras, como les pasa a tantos
    niños disléxicos.

DISLEXIA CONGÉNITA O
ESPECÍFICA DEL DESARROLLO.

Cuando los médicos empezaron a estudiar las
dificultades en la lectura, deletreo o escritura en niños
que por lo demás eran saludables y normales, tuvieron que
distinguir entre estos pequeños, y aquellos victima de
dislexia adquirida. Para ello lo describieron como casos de
dislexia específica del desarrollo o dislexia
congénita. Estos términos más bien ambiguos
se emplean para indicar que las dificultades de estos
niños son constitucionales, y no producto de alguna
incapacidad primaria de la mente o los sentidos, o una falta de
oportunidad educativa. La dislexia del desarrollo sugiere, que
pudo haber un atraso en algún aspecto del desarrollo,
alguna deficiencia en la maduración neural, que
ocasionó las dificultades del niño. La dislexia
congénita simplemente significa que el niño parece
haber nacido con dificultades. Por supuesto que gran parte de los
niños incapacitados padecen de problemas disléxicos
que pueden atribuirse directamente a sus incapacidades primarias,
como parálisis cerebral y espina bífida, pero las
cantidades de estos niños incapacitados que también
son disléxicos, son mucho menores de lo que cabria
esperar, si se considera la gravedad de las disfunciones
físicas de que son victimas.

A diferencia de la dislexia adquirida, la dislexia del
desarrollo, la mayoría de las veces, no muestra signos
directos de daño cerebral. También difiere de la
primera en un aspecto fundamental: por dislexia adquirida se
entiende que el paciente ya no puede utilizar habilidades de las
que antes era capaz, mientras que un niño que parece ser
victima de la dislexia del desarrollo, tiene dificultades para
aprender dicha habilidad. Aunque quizás un niño no
tenga problemas para aprender otras habilidades y no se puede
decir que tenga alguna dificultad especifica del aprendizaje
siempre y cuando estén afectados su lectura, escritura u
ortografía. Hay personas que tienen problemas para
aprender a ejecutar algún instrumento musical o nadar.
También es cierto que, al igual que existen quienes tienen
un tono perfecto, otros no distinguen tonos musicales, algunos
son daltónicos y otros alérgicos.

Un ejemplo famoso es de una niña de 6 años
de edad que fue diagnosticada como disléxica y tratada por
varios años como tal, se encontró que en realidad
era alérgica al pegamento utilizado en la
encuadernación de la gran mayoría de libros de
lectura. Si no se considera e investiga la posibilidad de que
tales dificultades provengan del aprendizaje de la tarea, o en
algunos componentes de la tarea misma, trátese de
antipatía hacia los métodos, libros o materiales
que se empleen, o hacia el maestro, se hace caso omiso de las
necesidades tan complejas de los niños.

La dislexia evolutiva o madurativa, se
la considera cuando aparecen dificultades y síntomas
parecidos o iguales a los disléxicos en niños que
inician su aprendizaje, pero rápidamente estos
síntomas desaparecen por sí solos durante el
aprendizaje. Los síntomas a los que hacemos mención
son inversiones en la escritura y/o en la lectura, adiciones,
omisiones, escritura en espejo, vacilaciones, repeticiones, entre
otras. Este niño sufre un retraso en su desarrollo
lingüístico que fácilmente supera a diferencia
los que en la mayoría de los casos requiere de tratamiento
por parte de psicólogos, neurólogos y
psicopedagogos.

Hoy día la mayoría de los chicos escriben
y leen muy mal, por ende  un gran porcentaje no comprende lo
que lee y como consecuencia no pueden estudiar, ese fue unos de
los motivos que nos llevo a encaminar nuestro trabajo de
investigación hacia el lado de los trastornos de
aprendizaje de lecto-escritura.

   ¿CUÁLES SON LOS
ORÍGENES DE ESTA PERTURBACIÓN?

Los orígenes de esta perturbación como
apuntan varios autores, sin que se excluyan unos a otros; se
atribuyen a trastornos de la comunicación verbal,
debilidad mental, mala orientación en el espacio vivido,
trastornos del esquema corporal, malas lateralizaciones,
fijaciones-regresiones-trastornos afectivos infantiles, sordera o
semisordera.

Diferimos en algo de estas opiniones. Al hablar de
dislexia nos referimos sólo a niños que con una
inteligencia general media o superior a la media,  presentan
problemas en el aprendizaje de la escritura y de la lectura,
cometiendo los errores, en mayor o menor grado, del tipo que
más tarde estudiaremos.

Descartamos  los casos que mencionaremos a
continuación:           

  • Los niños inmaduros o
    límites.

  • Los que padecen disfunción cerebral
    mínima.

  • Los niños que padecen deficiencias en sus
    órganos sensoriales, tanto en la vista como en el
    oído.

  • Los que tienen problemas serios de motricidad, con
    dedos atrofiados, etc.

  • Los que por enfermedad ambiente familiar, frecuentes
    cambios de escuela, etc., sufren fracasos
    escolares.

 De estos niños decimos que presentan
problemas en la escritura y lectura (en el caso de que los
presenten) del tipo de las llamadas dislexias.

Evidentemente todas estas causas son suficientes para
que en un momento dado se establezca una forma patológica
de relación entre su «yo y el universo», pero
consideramos que al hablar de dislexia nos debemos siempre
referir a ese pequeño grupo de niños que hay en
todos los colegios, que con una inteligencia media o superior, y
sin que presenten los problemas antes citados, no son capaces de
superar con éxito el aprendizaje de la escritura y la
lectura.

Pero el desconocimiento acerca del significado del
término "dislexia" es general en todas las áreas de
la educación.

Generalmente se "rotula" a todos los chicos que
presentan problemas de aprendizaje de lecto-escritura dentro de
la generalidad "disléxico", pero esto no es
así.

Decimos "rotulan" y quienes lo hacen son aquellos
docentes que tienen un leve conocimiento de lo que es la
"dislexia", que son muy pocos, porque el desconocimiento que
tienen sobre el tema nos sorprendió demasiado.

Nos planteamos la pregunta ¿Qué saben los
docentes de EGB3 de dislexia?, para obtener información
cuantificable realizamos una encuesta muy simple que
contenía las siguientes consignas:

1.  ¿TIENE CONOCIMIENTO DE LO
QUÉ LA DISLEXIA?

                           
SI                     
                 NO

2.  ¿QUÉ ES LA
DISLEXIA?

3.  ¿HA RECIBIDO
CAPACITACIÓN ESPECIAL PARA EL CASO?

4.  ¿QUÉ TIPO DE
CAPACITACIÓN RECIBIÓ?

5.  ¿ESTÁ INTERESADO EN
RECIBIR INFORMACIÓN?

Las encuestas fueron distribuidas en cuatro colegios
céntricos, tres colegios periféricos de la ciudad
de Gualeguaychú (dos públicos y dos privados)
y  dos colegios del área rural.

Nos fue realmente muy difícil que los docentes
accedieran a contestar nuestras preguntas, en la mayoría
de los colegios tuvimos que andar prácticamente
atrás de los docentes para encontrarnos nuevamente con las
encuestas, gran parte de los encuestados no respondieron las
mismas y el porcentaje que lo hizo presenta un total
desconocimiento de lo que es la Dislexia.

La negativa por parte del personal docente de las
distintas instituciones para con nuestro trabajo dejó
secuelas, lo primero que nos planteamos fue si realmente
estábamos haciendo bien nuestro trabajo de
investigación, es decir nos parecía que un tema tan
rico y del que los docentes deberían tener un total
manejo, nos era negado o mejor dicho ellos estaban negados a
saber lo que es la dislexia y como tratarla porque a la pregunta
numero tres del cuestionario casi nadie la
contestó.

En conversaciones no oficiales (off de record) la
mayoría de los docentes consideran disléxicos a
todos los chicos con problemas de lectura y escritura, como lo
señalamos anteriormente, sin siquiera poder diferenciar
que uno conlleva al otro.

Para dar nuestra visión acerca de los distintos
niños que son considerados disléxicos realizamos la
siguiente clasificación ya que existen niños
rotulados como disléxicos que no deberían
considerarse como tales.

NIÑOS FRECUENTEMENTE CONSIDERADOS
DISLÉXICOS

     ( 
Niños inmaduros: resultan difíciles
de definir; se les llama, niños «frontera»,
«límites»,  «inmaduros». No
los podemos encuadrar dentro de lo que se ha dado en considerar
como «normal», pero tampoco dentro de lo que se
entiende por anormal (término que hace tiempo se
está luchando porque desaparezca).

Son niños que por su infantilismo, su escaso
razonamiento y sus faltas de comprensión verbal, raramente
pueden someterse a las normas de aprendizaje y disciplina propias
de una enseñanza normalizada, casi siempre masiva y que
exige niveles intelectuales y patrones de conducta bastante
homogéneos.

Pasan fácilmente, a los ojos de padres y
educadores, como vagos, distraídos, sin interés
alguno. No es raro que se conviertan en niños inseguros,
con una enorme sensación de fracaso, angustiados ante las
exigencias de la vida escolar, en ocasiones falsificadores de
notas, agresivos con los compañeros, inquietos en casa; o
bien en alumnos, al parecer, inconscientes de sus problemas, que
se refugian en una falsa confianza "todo me ha salido bien", "es
que me tienen rabia". Vemos que muchos de estos rasgos son
comunes al niño disléxico, porque unos y otros, por
distintas causas, son niños fracasados.

La conducta del niño intelectualmente inmaduro
suele ser muy infantil, nos sorprende con "arranques" o rabietas
típicos de etapas anteriores de desarrollo.

Su falta de comprensión a la hora de explicarle
las lecciones, la imposibilidad de que consiga aplicar
personalmente los conocimientos adquiridos, suele estar en
contraposición con su facilidad para entender la "tele" o
para ser en muchos casos "vivos" e ingeniosos para los juegos, lo
que es ocasión para que el comentario común de la
mayoría de los padres sea: "lo que él quiere, o lo
que a él le interesa lo aprende bien". En esto se refugian
para no llevar a su hijo a quien pudiera darles una
orientación adecuada.

Llega un momento en que el niño se convierte en
un marginado por las numerosas repeticiones de curso, el recurso
del profesor particular que nada remedia, etc.

Los educadores que encuentran entre sus alumnos, y es
muy probable que en cada curso se den dos o tres casos, un
niño de estas características, encuadrado por su
inmadurez intelectual dentro de la pedagogía de los
niños límites, tienen que desechar la idea de que
la tarea de su aprendizaje difiere sólo, en cuanto a los
demás alumnos, en un aumento de dedicación, tiempo
y paciencia. Es preciso un sistema de enseñanza encaminado
a corregir sus dificultades específicas.

El niño inmaduro, por las dificultades que
existen actualmente para conseguir un diagnóstico precoz,
recibe su educación preescolar en colegios convencionales.
Empieza desde entonces a destacar por la lentitud de sus
adquisiciones. Aparecen problemas serios en el momento de empezar
la preescritura y prelectura. Sus dificultades escolares son muy
semejantes a las que vamos a encontrar en el niño
disléxico, porque por diferentes motivos el niño
«límite» o «frontera» no ha
alcanzado una adecuada maduración de los factores que
intervienen en el aprendizaje de las materias instrumentales
.

Hay, sin embargo, muchas manifestaciones de estas
dificultades que, a lo largo del curso, a cualquier persona un
poco experimentada le ayudan a distinguir cuándo
está tratando con un niño disléxico, con un
buen nivel mental, o con un niño con un problema de
lenguaje derivado de su inmadurez intelectual.

     ( NINOS CON
DISFUNCION CEREBRAL MINIMA:
el porcentaje de alumnos que
sufren una disfunción cerebral mínima, es mucho
más alto de lo que todos pensamos. Los estudios realizados
demuestran con toda claridad que es en edades muy tardías
(nos referimos alrededor de los doce años) cuando, en
general, los padres se deciden a dar el paso de llevar a su hijo
al neurólogo, por indicación del psicopedagogo
escolar o del psicólogo. Lo suelen llevar cuando los
trastornos de conducta y de aprendizaje han creado un serio
problema en la familia y en el colegio.

También sabemos que en muchos casos el
neurólogo no da importancia alguna a este tipo de
alteración, que con enorme frecuencia produce serias
dificultades en la vida escolar.

Los síntomas, por otra parte, son comunes a los
que presenta el niño inmaduro o el niño
disléxico. La etiología es diferente, pero les une
un factor común: el fracaso escolar.

Los rasgos que vamos a describir en el niño con
disfunción cerebral mínima vienen dados por su
problema neurológico y acentuado tal vez por su fracaso y
por su inseguridad.

Hay que destacar:

  • Su conducta motora: hiperactividad, enorme
    inquietud, necesidad continua de levantarse en clase para
    tomar un lápiz, una goma, tirar el cuaderno, el libro,
    el papel en que está dibujando…

  • En el recreo sus juegos son descontrolados, correr y
    gritar, sin que le guste aceptar las normas
    establecidas.

  • Dispersión en la atención y
    unción perceptivo-cognoscitiva: falta de
    concentración, labilidad de atención,
    incapacidad para seguir una explicación en clase,
    incapacidad para distinguir lo esencial de lo
    accidental.

  • Dificultades de aprendizaje, especialmente en:
    lectura, escritura, y cálculo.

  • Las confusiones en la escritura del tipo de las
    llamadas «dislexias», pueden ser consideradas
    como un síntoma más del síndrome llamado
    disfunción cerebral mínima.

Indudablemente, debido a la imperfección del
material empleado, muchos de los niños que se
envían al neurólogo no reflejan en los E.E.G. este
tipo de alteración. Sin embargo, dados los síntomas
que presentan y las dificultades que se encuentran para que
consigan asimilar las materias llamadas instrumentales, llegamos
a la conclusión de que, en algunos casos, no podemos
considerar los resultados de los E.E.G. como
concluyentes.

Es muy importante tener en cuenta la edad de los
niños en el momento de enviarlos al
neurólogo.

     ( NIÑOS CON
TRASTORNOS AFECTIVOS:
los problemas afectivos pueden
causar en el niño problemas tan serios, que en muchos
casos han llegado a confundirse con retrasos mentales
leves-

Realmente un niño que sufre una seria
alteración de su personalidad puede con toda facilidad ser
considerado en el área escolar como un alumno falto de
capacidad intelectual.

Aquí solamente quisiéramos hacer constar,
pues debe ser tenido en cuenta por padres y profesores, que no
son raros los casos en que las alteraciones de escritura tienen
su origen no en un problema de orientación,
percepción o lateralidad, sino en problemas emocionales,
unas veces persistentes otras transitorios.

Como hace notar Ajuriaguerra, en todo niño
existe un paralelismo entre el desarrollo motor, intelectual y
afectivo. El movimiento, la inteligencia y la afectividad son
inseparables en el desarrollo dinámico del niño
normal.

Debemos pensar que el niño habla porque
«ansía» la lengua. Indudablemente el lenguaje
tiene una función «apetitiva». Hay que
comprender la importancia que esta función
«apetitiva» tiene en la primera infancia.

Pero pasada la primera infancia, y suponiendo que
ésta se haya desenvuelto en un ambiente adecuado, hay
situaciones que en cualquier momento pueden producir en el
niño una alteración emocional, como consecuencia
puede aparecer una inhibición emotiva frente al
aprendizaje que va a reflejarse de forma especial en el
área verbal: fallos de comprensión, de
expresión oral y escrita, mala caligrafía y en
muchas ocasiones problemas en la escritura del tipo de las
llamadas dislexias.

La conducta de estos niños es muy variable:
inquietos, agresivos, fanfarrones, inhibidos, angustiados,
infantiles, inseguros. En todos existe un factor común: el
fracaso escolar con sus consecuencias.

Normalmente un niño con problema afectivo no
refleja sus dificultades sólo en escritura y lectura, sino
en todo su comportamiento y, por lo general, como consecuencia,
en todo su aprendizaje. Creemos que es más frecuente el
caso del niño que, por padecer una dislexia, sufre un
fracaso escolar y, como consecuencia, un rechazo del ambiente
familiar y escolar que desemboca en un problema
afectivo.

Estamos de acuerdo con la opinión de Andrea
Jadoulle
: «En las escuelas hay, pues, cierto
número de niños que tienen dificultades para
aprender lectura y ortografía, en función de la
imposibilidad en que se hallan para realizar el esfuerzo
indispensable por razones de índole familiar o afectiva No
creemos que estas dificultades deban de incluirse entre las
causas de la dislexia».

Esta misma opinión mantiene Chassagny, que
llega a la conclusión que dos de cada tres niños
disléxicos presentan trastornos de conducta, trastornos
que son posteriores al aprendizaje de la lectura y escritura y
dependen, en su mayoría, de la actitud
familiar.

También Ajuriaguerra escribe: «Por nuestra
parte hemos señalado que los desórdenes afectivos
son muy frecuentes, si no constantes, en los disléxicos;
secundarios muchas veces, pueden, sin embargo, ser primarios a
veces, pero en nuestra opinión no se sitúan al
nivel de la lectura propiamente dicha»

Si damos tanta importancia al factor afectivo es porque
estamos convencidos de que nunca podrá llevarse a cabo una
reeducación adecuada sin tener en cuenta, el origen o la
consecuencia de las dificultades en el aprendizaje de la lectura
y escritura. Es tan importante como pueden serlo cualquiera de
los factores que intervienen en el aprendizaje de las materias
instrumentales.

  ( NIÑOS CON ZURDERA:
En cuanto a la zurdera, es sin duda una causa de dificultades
escolares. El gran problema del niño zurdo, como hemos
comentado, es la incomprensión que hasta hace poco. Y
aún hoy día, encontró por parte tanto de la
familia como de los educadores.

Esta incomprensión se debe, sin duda, al
desconocimiento de su verdadero origen. Son muchos los que
aún piensan que puede tratarse de un mal hábito o
de un capricho.

«El niño nace zurdo a consecuencia de una
organización cerebral lateralizada que nada ni nadie puede
cambiar, por lo tanto, las carencias debidas a la zurdera pueden
detectarse no sólo en el comportamiento motor del
niño, sino también en  el ejercicio de sus
facultades intelectuales».

En el niño zurdo influye mucho la capacidad de
«rectificación» que hay que ayudar a crear en
ellos. Si al niño, desde los primeros ejercicios
escolares, se le enseña a «corregirse» cuando
traza mal los trabajos de preescritura, suele llegar, sin grandes
conflictos, a dominar la lectura y escritura, siempre en cuenta
las observaciones anteriormente hechas.

Al niño zurdo que presenta dificultad en su
escritura no lo podemos considerar como un disléxico. El
origen de sus dificultades está actualmente perfectamente
estudiado. El grafismo del zurdo es más o menos
enmarañado según se mezclen o choquen las
praxis.

Los sistemas de reeducación del niño zurdo
son muy específicos y diferentes según los
problemas que presente. Lo que es imprescindible es un sistema de
diagnóstico precoz y adecuado. 

( HIPÓTESIS DE LA DISFUNCIÓN
CEREBRAL 

  • Se han encontrado diferencias en las
    asimiterías hemisféricas respecto a los sujetos
    normales.

  • Se han encontrado diferencias estructurales en la
    formación de la corteza cerebral.

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