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El desempleo como falla de la sociedad



Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. Justificación: ¿por qué es
    un problema social?
  3. Tipos de
    desempleo
  4. Efectos del
    desempleo
  5. Tasa de
    desempleo
  6. Política
    fiscal y empleo
  7. El "Mismatch" no es
    el mayor problema o la mayor causa del elevado
    desempleo
  8. Crecimiento y
    empleo a largo plazo
  9. Posibles
    soluciones
  10. Conclusión
  11. Bibliografía

Introducción

"Por vez primera desde la depresión de los
años treinta, tanto los países industrializados
como los que están en vías de desarrollo se
enfrentan al desempleo persistente", comenta Michel Hansenne,
director general de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT). Según el Jornal da Tarde, "el 30%
de la fuerza laboral mundial, unos ochocientos veinte millones de
personas, carecen de empleo o están subempleadas". Acerca
del informe de la OIT sobre Latinoamérica, el Jornal
do Brasil
observa: "Ha habido un aumento alarmante en la
cantidad de los llamados trabajadores "precarios"
—trabajadores temporales mal pagados— entre los
recolectores y procesadores de café, los cortadores de
caña de azúcar y los recolectores de
algodón, frutas y verduras para la
exportación".

Esa es una característica del tiempo que vivimos,
y que es el elevado desempleo en la mayoría de
países desarrollados. Casi todos los países de la
OCDE (el club de países más ricos del mundo) tienen
tasas de desempleo mayores de las que solían tener en el
período de la Post II Guerra Mundial (1945-1980). Es
más, el incremento de las tasas de desempleo en la
recesión actual es superior al que se dio en las
recesiones anteriores.

Es por ello que la investigación documental y
virtual que ahora se presenta tiene el objetivo de aportar un
grano de conocimiento más al acervo cultural que ya existe
sobre el tema y brindar una herramienta de defensa para detectar
y prevenir el desempleo …considero que todos educamos y
para muestra es este documento donde van autores de libros y
sitios web, investigadores, opiniones y experiencias de los
protagonistas, porque hasta los estudiantes nos enseñan a
enseñar mejor y nosotros como educadores a que sepan
construir sus propios aprendizajes propiciando su aprendizaje por
descubrimiento o perspicacia cultural y
biológica.

El profesor Riaz Hassan, de la Universidad Flinders de
Australia Meridional, dice en su trabajo "Vidas truncadas:
tendencias del suicidio juvenil": "Hay varias razones
sociológicas que inciden en la cuestión y que
parecen haber contribuido significativamente al incremento del
suicidio de adolescentes. Son el alto índice de desempleo
juvenil, los cambios en la familia australiana, el aumento de la
toxicomanía, el aumento de la violencia juvenil, la salud
mental y una separación creciente entre la "libertad
teórica" y la autonomía experimental". El
mencionado profesor también afirma que los resultados de
varios estudios han puesto de manifiesto una actitud pesimista
con relación al futuro, e indican que "una gran
proporción de los jóvenes sienten temor e inquietud
respecto a su futuro y el del mundo. Prevén un planeta
devastado por la guerra nuclear, la contaminación y la
degradación ambiental, una sociedad deshumanizada en la
que la tecnología estará fuera de control y el
desempleo se habrá generalizado"

Desempleo, desocupación o paro, en
el mercado de trabajo, hace referencia a la situación
del trabajador que carece de empleo y, por
tanto, de salario. Por extensión es la parte de
la población que estando en edad, condiciones y
disposición de trabajar -población activa- carece
de un puesto de trabajo.

Para referirse al número de parados de la
población se utiliza la tasa de desempleo por
país u otro territorio. La situación contraria
al desempleo es el pleno empleo.

Además de la población activa, en la
que se incluye tanto a los que están trabajando como al
conjunto de los parados o desempleados de un país, la
sociedades cuentan con una población
inactiva compuesta por aquellos miembros de la
población que no están en disposición de
trabajar, sea por estudios, edad –niños y población
anciana o jubilada-, enfermedad o cualquier otra causa legalmente
establecida.

Aunque en la Edad Media "el problema del
desempleo como se entiende hoy aún
no existía", había desocupados. (La
disoccupazione nella storia [El desempleo en la historia].)
No obstante, en aquel tiempo, a la persona que
no trabajaba se la tenía por holgazana o vagabunda.
En su libro Idle Hands (Manos ociosas), el profesor John Burnett
explica que hasta el siglo XIX muchos analistas
ingleses "identificaban a los desempleados principalmente con los
"inadaptados" y trotamundos que dormían a la intemperie y
deambulaban de noche por las calles".

El "descubrimiento del desempleo" tuvo lugar a finales
del siglo XIX o principios del XX. Se
formaron comisiones gubernamentales especiales para estudiarlo y
resolverlo, como la Comisión Selecta de la Cámara
de los Comunes británica para tratar la
"Consternación por la falta de empleo", de 1895. El
desempleo se había convertido en una epidemia.

La conciencia de este problema aumentó
drásticamente, sobre todo después de
la primera guerra mundial. Esta contienda había
eliminado el desempleo. Pero a principios de los años
veinte el mundo occidental experimentó
una recesión tras otra, lo que culminó en
la Gran Depresión, que
desde 1929 zarandeó las economías
industrializadas del mundo entero. Tras la segunda guerra
mundial, muchos países tuvieron un nuevo auge
económico y el desempleo disminuyó ostensiblemente.
Por eso, "es permisible decir que el origen del problema actual
del desempleo se remonta a mediados de los años
sesenta", menciona la Organización de
Cooperación y Desarrollo Económicos.
El mercado laboral sufrió otro descalabro como
consecuencia de la crisis petrolera de los años
setenta, y la ola de informatización con su secuela
de despidos. El desempleo ha comenzado a propagarse
inmisericordemente incluso entre el personal administrativo, que
en el pasado se consideraba seguro.

Justificación: ¿por qué
es un problema social?

¿A qué se debe este fenómeno? Una
explicación que se ha dado a este elevado desempleo es la
falta de encaje entre el tipo de trabajo que se oferta y las
cualificaciones de los candidatos a tales puestos de trabajo. Se
acentúa que en las supuestas Sociedades del Conocimiento
la población desempleada no tiene los conocimientos y la
formación para realizar las labores exigibles en los
nuevos puestos de trabajo que se están creando, con lo
cual, nos encontramos en una situación en la que quedan
puestos de trabajo sin llenar a la vez que existe un elevado
desempleo. Las bajas cualificaciones de la mayoría de los
trabajadores no les permiten integrarse en el mercado de
trabajo.

DESEMPLEO

Desempleo, paro forzoso o desocupación de los
asalariados que pueden y quieren trabajar pero no encuentran un
puesto de trabajo. En las sociedades en las que la mayoría
de la población vive de trabajar para los demás, el
no poder encontrar un trabajo es un grave problema. Debido a los
costes humanos derivados de la privación y del sentimiento
de rechazo y de fracaso personal, la cuantía del desempleo
se utiliza habitualmente como una medida del bienestar de los
trabajadores. La proporción de trabajadores desempleados
también muestra si se están aprovechando
adecuadamente los recursos humanos del país y sirve como
índice de la actividad económica.

Medición  El método más
utilizado para medir el desempleo se desarrolló en Estados
Unidos en la década de 1930; muchos países utilizan
este sistema bajo la recomendación de la
Organización Internacional del Trabajo. Con un seguimiento
mensual de una muestra de familias representativas de toda la
población civil se obtiene información sobre la
actividad de cada persona en edad activa. Para asegurar la
precisión de los datos y facilitar su recopilación,
los encuestadores preguntan qué es lo que hizo la gente en
una semana determinada. Una persona que realizó cualquier
tipo de trabajo durante esa semana para recibir una paga o un
beneficio, trabajó quince o más horas como un
trabajador sin paga en una empresa familiar o tuvo un trabajo del
que estuvo temporalmente ausente, es considerado como empleado.
Una persona que no estuvo trabajando pero que buscaba trabajo o
estaba despedido y disponible para trabajar se considera como
desempleado. A continuación, el número de
desempleados se divide por el número de personas de la
fuerza laboral civil (es decir, la suma de empleados y
desempleados) con el fin de calcular la tasa de desempleo. En
algunos países, en vez de elaborar una encuesta especial,
la estimación del desempleo se realiza a partir de los
datos de la cantidad de personas que buscan empleo a
través de las oficinas públicas de empleo o de la
cantidad de personas que reciben compensaciones por desempleo. En
España se utilizan los dos sistemas
simultáneamente. Por un lado, todas las semanas se realiza
la Encuesta de Población Activa (EPA) entre 60.000
familias y se publica la media trimestral cada tres meses. Por
otro lado, todos los meses se publica el número de parados
o desempleados apuntados al Instituto Nacional de Empleo (INEM).
Entre uno y otro dato se producen grandes
discrepancias.

Causas  Los economistas han descrito las
causas del desempleo como friccionales, temporales, estructurales
y cíclicas.

El desempleo friccional se produce porque los
trabajadores que están buscando un empleo no lo encuentran
de inmediato; mientras que están buscando trabajo son
contabilizados como desempleados. La cuantía del desempleo
friccional depende de la frecuencia con que los trabajadores
cambian de empleo y del tiempo que tardan en encontrar uno nuevo.
El cambio de empleo se produce a menudo y un importante
porcentaje del desempleo es friccional y sólo dura un
corto espacio de tiempo. Esta clase de desempleo se podría
reducir de alguna manera con servicios de colocación
más eficientes. Sin embargo, siempre que los trabajadores
puedan abandonar libremente su trabajo se producirá un
desempleo cíclico.

El desempleo temporal se produce cuando las industrias
tienen una temporada de baja, como durante el invierno en la
industria de la construcción o en otros sectores de
producción cuyas tareas se realizan a la intemperie.
También se produce al finalizar el año escolar,
cuando muchos estudiantes y licenciados se ponen a buscar
trabajo.

El desempleo estructural se debe a un desequilibrio
entre el tipo de trabajadores que requieren los empresarios y el
tipo de trabajadores que buscan trabajo. Estos desequilibrios
pueden deberse a que la capacitación, la
localización o las características personales no
sean las adecuadas. Por ejemplo, los desarrollos
tecnológicos necesitan nuevas cualificaciones en muchas
industrias, y dejan sin empleo a aquellos trabajadores cuya
capacitación no está puesta al día. Una
fábrica de una industria en declive puede cerrar o
desplazarse a otro lugar, despidiendo a aquellos trabajadores que
no pueden o no quieren desplazarse. Los trabajadores con una
educación inadecuada, o los trabajadores jóvenes y
los aprendices con poca o ninguna experiencia, pueden no
encontrar trabajo porque los empresarios creen que no
producirán lo suficiente como para que merezca la pena
pagarles el salario mínimo legal o el salario pactado en
el convenio colectivo con los sindicatos. Por otro lado, incluso
los trabajadores muy cualificados pueden estar desempleados si no
existe una demanda suficiente de sus cualificaciones. Si los
empresarios discriminan a algún grupo en razón de
su sexo, raza, religión, edad o nacionalidad de origen, se
puede dar una alta tasa de desempleo entre estas personas aunque
haya muchos puestos de trabajo por cubrir. El desempleo
estructural es especialmente relevante en algunas ciudades,
profesiones o industrias, para aquellas personas con un nivel
educativo inferior a la media y para otros grupos de la fuerza
laboral.

El desempleo cíclico es el resultado de una falta
de demanda general de trabajo. Cuando el ciclo económico
cae, la demanda de bienes y servicios cae también y, por
lo tanto, se despide a los trabajadores.

Un aspecto político muy relevante se refiere a la
relación entre el desempleo y la inflación. En
teoría, cuando la demanda de trabajo se eleva hasta el
punto de que el desempleo es muy bajo y los empresarios tienen
dificultades a la hora de contratar a trabajadores muy
cualificados, los salarios aumentan, y se elevan los costes de
producción y los precios, con lo que se contribuye al
aumento de la inflación; cuando la demanda se reduce y
aumenta el desempleo, se disipan las presiones inflacionistas
sobre los salarios y los costes de producción.

A propósito del salario de los
maestros:

"Por lo general, la enseñanza está mal
remunerada —comenta Leemarys—. Tantos años
estudiando, y solo he conseguido un sueldo bajo aquí, en
Nueva York, con el estrés y los problemas que conlleva
vivir en una gran ciudad." Valentina, que enseña en San
Petersburgo (Rusia), observa: "Es una labor muy ingrata en lo que
al sueldo se refiere; este siempre ha estado por debajo del
salario mínimo". Marlene, de Chubut (Argentina), piensa lo
mismo: "El sueldo bajo nos obliga a trabajar en dos o tres
lugares y a correr de un lado a otro.

El desempleo es el ocio involuntario de una persona que
desea encontrar trabajo, esta afirmación común a la
que se llega puede deberse a varias causas. Las mismas que
citamos a continuación:

Cuando existe un descenso temporal que
experimenta el crecimiento económico caracterizado por la
disminución de la demanda, de la inversión y de la
productividad y por el aumento de la inflación. La
actividad económica tiene un comportamiento
cíclico, de forma que los períodos de auge en la
economía van seguidos de una recesión o
desaceleración del crecimiento. En el momento que se da
una situación en la que el número de personas que
demanda empleo sobrepasa las ofertas de trabajo existentes,
debido a que los elevados salarios reales atraen a un mayor
número de desempleados a buscar trabajo e imposibilitan a
las empresas ofrecer más empleo. Cuando en ciertas
regiones o industrias donde la demanda de mano de obra
fluctúa dependiendo de la época del año en
que se encuentren. Cuando se dan cambios en la estructura de la
economía, como aumentos de la demanda de mano de obra en
unas industrias y disminuciones en otras, que impide que la
oferta de empleo se ajuste a la velocidad que debería.
Adicionalmente esta situación se puede dar en determinadas
zonas geográficas y por la implantación de nuevas
tecnologías que sustituyen a la mano de obra. Cuando por
causas ajenas a la voluntad del trabajador impide su
incorporación al mundo laboral.

¿Cómo se mide el
desempleo?

Las variaciones de la tasa de desempleo se obtienen
mediante el procedimiento conocido con el nombre de muestreo
aleatorio de la población, se lo hace con el fin de
dividir a la población en grupos de acuerdo a su
situación laboral. 

  • Tasa de desempleo: Es el porcentaje de la
    población laboral que no tiene empleo, que busca
    trabajo activamente y que no han sido despedidos
    temporalmente, con la esperanza de ser contratados
    rápidamente de nuevo.

Las tasas de desempleo varían considerablemente
por cambios del volumen de movimiento del mercado de trabajo,
resultado del cambio tecnológico, lo que conduce al cambio
de empleo de una empresa a otra, de un sector a otro y de una
región a otra; además también según
la edad, sexo y raza. La tasa global de desempleo es uno de los
indicadores más frecuentemente utilizados para medir el
bienestar económico global, pero dada la dispersión
del desempleo, debería considerarse que es in indicador
imperfecto de dicho bienestar.

Modelo neoclásico del mercado de trabajo y el
desempleo

Los economistas neoclásicos consideraron el
mercado del factor trabajo en la misma forma que al resto de los
mercados de factores bienes, y servicios. Los salarios son el
precio que hay que pagar por los servicios prestados por el
factor trabajo. Cuanto mayores sean los salarios, menor
será la cantidad demandada y mayor la cantidad
ofrecida.

El análisis neoclásico se
basa en el supuesto de la flexibilidad de los salarios. Los
desplazamientos que se puedan producir en las funciones de
demanda y oferta de trabajo provocarán reajustes
salariales que en cualquier caso quedarán determinados en
el punto en que se igualen la oferta y la demanda. Hay dos clases
de paro, voluntario e involuntario, que pueden producirse dentro
de este esquema. En el punto de equilibrio todos los trabajadores
que lo deseen encuentran un empleo, pero habrá una cierta
cantidad de personas que no estarán dispuestas a trabajar
por encontrar excesivamente bajos los salarios, eso será
desempleo voluntario. Si algún factor externo -sindicatos,
gobierno– impide el reajuste de los salarios, aparecerá el
paro involuntario.La persistencia de un cierto nivel de paro
involuntario permanente es explicada en el modelo
neoclásico mediante dos tipos de razones: el desempleo
friccional y el estructural. Incluso en la coyuntura
económica más favorable, en las situaciones de
pleno empleo, permanecerá siempre un cierto número
de trabajadores en paro por razones friccionales o estructurales.
Es la llamada tasa "normal" o inevitable de paro.

Modelo keynesiano del mercado de trabajo y el
desempleo

En el modelo keynesiano, la causa principal del paro hay
que buscarla en la insuficiencia de la demanda agregada. Un
simple cambio negativo en las expectativas de los empresarios
puede provocar una disminución de su demanda de bienes de
inversión lo que originará una serie de reacciones
en cadena en la que se irá perdiendo empleo sucesivamente
en diferentes ramas industriales. La consiguiente
disminución en la capacidad adquisitiva de los
trabajadores puede agravar el círculo vicioso prolongando
indefinidamente la situación de desempleo.

Los keynesianos rechazan la capacidad del mercado
laboral de ajustarse a la nueva situación modificando los
salarios. Y si el equilibrio en el mercado de un factor o un bien
no puede alcanzarse por la vía de los precios, se
conseguirá por la vía de las cantidades,
apareciendo una disparidad entre las cantidades ofrecidas y
demandadas. Es la rigidez a la baja de los salarios la que impide
que la disminución de la demanda se traduzca en descensos
salariales por lo que se producirá una situación de
desempleo involuntario. El supuesto de la rigidez de los salarios
puede suavizarse si se considera que los trabajadores tienen
ilusión monetaria, es decir, que lo que negocian en sus
convenios son salarios nominales, no reales, por lo que, si se
dan simultáneamente situaciones de desempleo e
inflación, puede producirse un cierto reajuste de los
salarios reales. Esta posibilidad quedaba excluida por las
modernas propuestas del modelo de las expectativas racionales: No
hay ilusión monetaria, por lo que la política
monetaria expansiva se traduce inmediatamente en subidas de
precios y salarios sin que tenga ningún efecto sobre la
producción real. Los keynesianos, en respuesta, dieron la
vuelta al argumento. Aceptando el supuesto de las expectativas
racionales conjuntamente con el de la rigidez de los salarios
nominales, dedujeron que las políticas expansivas
sí pueden tener efecto sobre la producción real.
Por ejemplo, el anuncio de un aumento en la cantidad de dinero en
circulación provocará subidas en los precios, pero
no en los salarios nominales, por lo que los salarios reales
bajarán; esto permitirá el aumento del empleo y de
la producción real, pero si los trabajadores tienen
expectativas racionales ¿Por qué serían
rígidos los salarios nominales? Actualmente, cuando se
firman convenios colectivos suele incluirse una cláusula
de revisión condicionada al comportamiento del IPC por lo
que los aumentos salariales acordados son reales. Además,
si los salarios nominales fueran rígidos, los salarios
reales actuarían anti cíclicamente, bajando en los
procesos inflacionistas y subiendo en los deflacionistas, lo que
no sólo no es lógico sino contrario a la
experiencia empírica.El modelo del mercado interno de las
empresas trata de explicar por qué la existencia de
trabajadores en paro, teóricamente dispuestos a aceptar un
empleo a cualquier precio, no provoca la caída de los
salarios. En cada empresa hay un gran número de puestos de
trabajo que requieren cierto grado de confianza en la persona que
los ocupa. Para esos empleos se buscarán trabajadores
conocidos, que ya lleven un tiempo en la empresa. Muchos otros
puestos exigen una formación muy especializada que
sólo se consigue permaneciendo mucho tiempo en el mismo
empleo. Por tanto los trabajadores en paro no sirven para ocupar
esos empleos y, aunque estuvieran dispuestos a aceptar salarios
más bajos, no representan una competencia real para los
que ya están empleados desde hace tiempo en la
empresa.

El modelo del pago de la lealtad se fija en ciertos
comportamientos que, aunque no sean fácilmente explicables
racionalmente, todo el que haya trabajado en una empresa sabe que
son muy comunes. Hay un amplio grupo de trabajadores que se
esfuerza más de lo que les exige la empresa. Es
comprensible por tanto que la empresa les pague más de lo
estrictamente necesario para que permanezcan en sus puestos. Se
produce una especie de lealtad mutua entre empleados y
empleadores.

El modelo de los salarios anti-escaqueo
(shirking) considera que la empresa no puede estar
detrás de cada trabajador controlándole minuto a
minuto para que cada uno rinda al máximo posible. La mejor
forma de incentivar el trabajo es ofrecer buenos sueldos. Si los
salarios fueran bajos no se tendría miedo al despido y los
trabajadores adoptarían comportamientos indolentes. Es
interesante constatar que en los países comunistas del
este de Europa, la falta de temor al despido y los bajos salarios
provocaban que el rendimiento de los trabajadores fuese mucho
más bajo que en los países occidentales; ésa
está considerada una de las razones principales de la
caída de aquel sistema. El modelo de la selección
inversa subraya el temor de los empleadores a que, en el caso de
que bajasen los salarios cada vez que la empresa atravesara una
coyuntura difícil, los primeros trabajadores en
abandonarles serían los mejores, los que se sintieran
confiados en encontrar fuera otro puesto mejor pagado. Se
produciría así un fenómeno de
selección darwinista de los menos eficaces que
redundaría en perjuicio de la empresa. Es preferible por
tanto no bajar los salarios y adaptarse a las crisis mediante
reajustes de personal en los que se despidan sólo a los
peores.

Es fácil detectar algunas características
comunes a todos estos modelos. Consisten principalmente en
análisis de tipo psico-sociológico sobre el
razonamiento seguido en la adopción de decisiones por los
empleadores y sobre los mecanismos de funcionamiento interno de
las empresas. Ciertamente consiguen complementarse mutuamente
para explicar por qué los salarios permanecen altos en
coexistencia con altas tasas de desempleo en el mercado laboral.
Comparten un cierto "espíritu" keynesiano ya que, al
mostrar la incapacidad del mercado de trabajo para alcanzar
automáticamente el equilibrio, están justificando
la necesidad de intervención del Estado: la única
solución para el desempleo consiste en hacer crecer la
demanda agregada.

Las políticas de empleo

La intervención del Estado para fomentar el
empleo topa con grandes dificultades. Las políticas
expansivas pueden producir desagradables efectos secundarios,
provocando inestabilidad monetaria y otros desequilibrios. Si lo
que se busca es una oferta de empleo bien remunerado, sostenida a
largo plazo, habrá que actuar de forma muy cuidadosa para
que no sea peor el remedio que la enfermedad.

El aumento de la demanda de trabajadores puede
conseguirse con medidas fiscales que reduzcan los costes
salariales para las empresas, bien reduciendo las contribuciones
obligatorias a la Seguridad Social (que tendrían que ser
substituidas por otros ingresos del Estado), bien subvencionando
la contratación de trabajadores que por alguna
circunstancia sean menos eficientes, minusválidos,
jóvenes en su primer empleo, etc. La
flexibilización de los empleos, autorizando contratos
temporales y facilitando los despidos, supone de hecho abaratar
los costes laborales de las empresas aunque a costa de la
precarización del empleo.

Finalmente siguen siendo muchos los partidarios de las
tradicionales medidas keynesianas de aumentar la demanda agregada
mediante el aumento del gasto público, bien mediante
contratación directa por el Estado-patrón, bien
mediante la realización de obras o inversiones
públicas. A pesar de las argumentaciones de Friedman, los
programas y gobiernos socialdemócratas siguen siendo
partidarios de políticas activas de creación de
empleo especialmente en países con tasas altas de
paro.

Tipos de
desempleo

Existen cuatro tipos fundamentales de
desempleo:

  • Desempleo estructural,

  • Desempleo cíclico y

  • Desempleo friccional.

  • Desempleo monetario.

En economías periféricas y en sectores que
sufren períodos de baja y alta actividad (agricultura,
hostelería,…) puede considerar un cuarto
tipo:

  • Desempleo estacional.

Además de estos tipos puede hablarse de desempleo
de larga duración, desempleo abierto, desempleo en
iniciadores y desempleo oculto entre los inactivos o trabajadores
desalentados

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Desempleo estructural

El desempleo estructural corresponde técnicamente
a un desajuste
entre oferta y demanda de mano de
obra (trabajadores). Esta clase de desempleo es más
pernicioso que el desempleo estacional y el desempleo friccional,
además no depende del tiempo sino de la capacidad de
absorción de fuerza de trabajo que tiene
el capital constante, cuya acumulación promueve un
aumento de la productividad de la fuerza de
trabajo y contradictoriamente promueve un mayor desempleo
estructural. En esta clase de desempleo, la
característica de la oferta suele ser distinta a la
característica de la demanda lo que hace probable que un
porcentaje de la población no pueda encontrar empleo de
manera sostenida. Por lo anterior, los economistas ligados al
Estado no pueden admitir que un país esté bajo este
tipo de desempleo pues se trata de una situación grave
para una población asalariada de un punto o sector
determinado. Además, en un contexto de libre mercado, se
suma a la crisis de las masas asalariadas la de las medianas y
pequeñas empresas que no logran adaptar su respuesta a la
crisis cíclicas del sistema capitalista en la que
sólo los grandes conglomerados empresariales- holdings-
pueden funcionar.

Por otro lado, el factor tecnológico es un
elemento a considerar permanentemente en las crisis capitalistas.
La fusión de las empresas motrices del sistema (que
incurren en monopolio) y el constante progreso tecnológico
hace que la mano de obra sea menos requerida en alta
tecnología, desplazándose grandes masas hacia
trabajos informales o de carácter precario. Coinciden dos
fenómenos: sobreproducción y desempleo
estructural (con subempleo). Las
respuestas neoliberales tradicionales, en una
economía globalizada no resuelven el desempleo estructural
y requieren medidas keynesianas y otras de
carácter estructural como la reducción del
tiempo de trabajo y la implantación de modelos
de redistribución de la renta entre
los subempleados y desempleados (renta
básica universal, rentas de inserción, salarios
sociales o ingreso ciudadano).

Las características principales que advierten de
un desempleo de tipo estructural son:

  • Desajuste sostenido entre la calidad y
    características de la oferta y la demanda.

  • Desadaptación del conjunto de los actores
    económicos respecto a la economía externa e
    incapacidad del mercado interno para paliar esa
    diferencia.

  • Obsolescencia gráfica de un modelo productivo
    determinado.

CEPAL y Aníbal Pinto Santa Cruz han venido
desarrollando durante los últimos 60 años el
enfoque estructuralista respecto del funcionamiento de las
economías latinoamericanas. Este enfoque ha sido
fuertemente atacado por la visión económica
denominada neo liberal. Aníbal Pinto desarrolló en
concepto de heterogeneidad estructural para poder entender el por
qué en la economías latinoamericanas no se han
cumplido los postulados neo liberales, no obstante la enorme
cantidad de ensayos realizados para ponerlos en
práctica.

El Programa Regional del Empleo (PREALC) de la OIT
desarrolló el concepto de segmentación de los
mercados de trabajo a objeto de incluir en el instrumental de
análisis la heterogeneidad estructural que planteaba Pinto
y la CEPAL.

En el enfoque el PREALC se reconoce la existencia de
profundas diferencias de comportamiento entre los mercados de
trabajo rurales y los urbanos; y entre las franjas modernas y
tradicionales de la economía. De modo que en lugar de
existir un mercado de trabajo único, homogéneo,
competitivo, atemporal y aespacial como sostiene la
visión neoliberal, existirían al menos cuatro
segmentos diferenciados al interior del mercado de trabajo como
un conjunto: el sector tradicional rural, el sector informal
urbano, el sector moderno rural y el sector moderno
urbano.

Desempleo cíclico

Este tipo de desempleo ocurre solo por un ciclo, en este
caso, sus consecuencias pueden llevar a países con
instituciones débiles a la violencia y finalmente
la desobediencia civil. En países desarrollados la
situación puede provocar vuelcos desde las
políticas de Estado hasta definitivamente la
adopción de un sistema económico distinto como pena
del debilitamiento institucional. Un caso de desempleo
cíclico ha sido la crisis mundial de 1929.

Para economistas como Arthur Cecil Pigou el desempleo
prácticamente ocurría sólo por razones del
ciclo económico, y durante la crisis de los años
treinta sostuvo aquello y tuvo que enfrentar a un duro opositor a
su visión económica neoclásica de parte del
economista británico de la Universidad de
Cambridge John Maynard Keynes.

De Cecil Pigou se suele decir que "-a diferencia de
Marshall- estuvo a favor de muchos de los objetivos de los
socialistas, aunque se opuso a otros planteamientos, como, por
ejemplo, la existencia de empresas públicas. En cualquier
caso, el impacto de sus postulados sólo captó un
interés muy limitado en su momento, ya que a medida que
transcurría su vida, su fama se fue viendo eclipsada por
las nuevas doctrinas de su colega en Cambridge John Maynard
Keynes, con quien tuvo más de una
polémica".

Desempleo friccional

El desempleo friccional (por
rotación y búsqueda) y el desempleo por desajuste
laboral (debido a las discrepancias entre las
características de los puestos de trabajo y de los
trabajadores) aparecen aun cuando el número de puestos de
trabajo coincida con el número de personas dispuestas a
trabajar.

Se refiere a los trabajadores que van de un empleo a
otro para mejorarse. Su desempleo es temporal y no representa un
problema económico. El desempleo friccional es
relativamente constante.

Desempleo estacional

Por una parte, el desempleo
estacional 
es aquel que varía con las estaciones
del año debido a fluctuaciones estacionales en la oferta o
demanda de trabajo. Se habla de desempleo estacional, por otra
parte, para referirse al que se produce por la demanda fluctuante
que existe en ciertas actividades, como la agricultura, por
ejemplo.

Desempleo de larga
duración

Se considera parado de larga duración a la
persona inscrita como demandante de empleo, de forma
ininterrumpida, durante un periodo superior a un
año.

El desempleo de larga duración provoca un efecto
negativo sobre la capacidad que tiene el mercado de trabajo, en
el modelo clásico, para restablecer el pleno
empleo de forma automática. En este modelo, el
mercado tiende de manera natural hacia el equilibro sin
desempleo, porque ante la existencia de paro, los desempleados
compiten con los ya empleados por los puestos de trabajo
disponibles, presionando a la baja los salarios y restableciendo
el equilibrio con una disminución de salario. En el
desempleo de larga duración por el contrario, el mercado
se distorsiona ya que este tipo de desempleados no compiten con
los empleados, porque las empresas no los consideran "elegibles",
en la medida en que entienden que no son capaces de sustituir a
los que están desempeñando sus mismas tareas y por
tanto no presionan a la baja los salarios y no reconducen el
mercado de trabajo hacia un nuevo equilibrio.

Esta distorsión del mercado de trabajo hace
necesario que el Estado intervenga, prestando una atención
especial a este tipo de parados.

Desempleo abierto

Son personas que no trabajaron durante la semana de
referencia, buscaron activamente un empleo, es decir, realizaron
acciones concretas para obtener un empleo, y estaban disponibles
para trabajar de inmediato. Esos son los tres requisitos para
estar desocupado abierto: no tener trabajo, buscar activamente
trabajo y estar disponible y dispuesto a trabajar.

Esta definición recomendada por la OIT en su
Decimotercera Conferencia Internacional de Estadísticos de
octubre de 1982, fue adoptada por los países de la OCDE,
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, como la forma de medición oficial del
grupo de países desarrollados. Asimismo, Estados Unidos,
Canadá y México, que conforman el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN)o NAFTA (North
American Free Trade Agreement)adoptaron las recomendaciones de la
OIT respecto de la medición del desempleo abierto y
armonizaron sus definiciones respectivas.

Desempleo en Iniciadores

Son personas que no trabajaron durante la semana de
referencia, no buscaron activamente un empleo porque con
anterioridad habían conseguido una posibilidad de trabajo
y se encuentran esperando noticias del potencial empleador o
cliente, y están disponibles para comenzar a
trabajar.

Algunos países clasifican a estos trabajadores
como desocupados, lo cual es la recomendación de la OIT,
aunque carezcan de una de las tres condiciones del desempleo
abierto que es buscar activamente empleo durante las
últimas cuatro semanas. Otros países, sin embargo,
los clasifican como ocupados.

El volumen que representan los iniciadores es
comúnmente pequeño y su inclusión o
exclusión del desempleo abierto puede afectar a la tasa de
desempleo en un 0,2 a 0,3 por ciento.

Desempleo oculto entre los inactivos o
trabajadores desalentados

Son las personas que no estaban trabajando en los
últimos 7 días y que si le ofrecieran un trabajo en
ese momento trabajaría, pero no buscaron trabajo en ese
periodo de referencia porque no creen poder encontrarlo, se
cansaron de buscar, o no saben dónde consultar.

Efectos del
desempleo

La presencia de un elevado desempleo es un problema
tanto económico como social. Como problema
económico, es un despilfarro de valiosos recursos. Como
problema social es una fuente de enormes sufrimientos, ya que los
trabajadores desempleados tienen que luchar con una renta menor.
Durante los períodos de elevado desempleo, las
dificultades económicas también afectan a sus
emociones y a la vida familiar.

De cuando en cuando, los países experimentan un
elevado desempleo que persiste durante largos períodos, a
veces hasta diez años. Es lo que ocurrió en Estados
Unidos durante la Gran Depresión, que comenzó en
1929. En unos pocos años, el desempleo aumentó
afectando a casi una cuarta parte de la población
trabajadora, mientras que la producción industrial se
redujo a la mitad.

Suicidios

Las crisis económicas se acompañan de
peor salud (por el aumento del paro y de
la pobreza, y por el incremento de la diferencias
entre pobres y ricos) pero no siempre se
acompañan de mayor mortalidad. Las crisis
económicas no aumentan las muertes en general, sí
aumentan las muertes por suicidio en todos los
países y situaciones. El desempleo se
asocia a suicidio. En España los suicidios
están aumentando y son ya la tercera causa de muerte,
tras la mortalidad cardiovascular y
el cáncer. En el mundo, el suicidio es la
segunda causa de muerte, tras los accidentes de tráfico,
entre los 10 y 24 años. Se puede evitar el aumento de los
suicidios, con el rechazo a las políticas que
hacen caer el sistema de previsión social,
la educación, la sanidad, la cultura y
el medio ambiente

Tasa de
desempleo

Las cifras sobre el trabajo y el desempleo se encuentran
entre los datos económicos más minuciosos y
más amplios de un país. Se obtienen mensualmente
mediante un procedimiento conocido con el nombre de encuesta de
población activa. Todos los meses se encuesta a unos
hogares con preguntas referentes a su historia laboral
reciente.

La encuesta divide a la población de 16
años o más años en cuatro grupos:

  • Ocupados. Son las personas que están
    realizando trabajo remunerado, así como las que tienen
    empleo pero están ausentes por enfermedad, huelgas o
    vacaciones.

  • Desempleados. Son las personas que no están
    ocupadas, pero que han buscado trabajo activamente o
    están esperando volver a trabajar. Más
    exactamente, una persona está desempleada si no
    está trabajando y ha realizado esfuerzos
    específicos por encontrar empleo durante las cuatro
    últimas semanas) ha sido suspendida de empleo y
    está esperando a ser llamada nuevo o 3) está
    esperando a ocupar un trabajo el mes siguiente. Además
    debe declarar que ha hecho un esfuerzo concreto (como acudir
    a empresas locales, responder a anuncios de ofertas de
    trabajo,…) por encontrar un empleo.

  • Inactivos. Esta categoría comprende el
    porcentaje de la población adulta que está
    estudiando, realizan tareas domésticas, jubilada,
    demasiado enferma para trabajar o que simplemente no
    está buscando trabajo

  • Población activa. Comprende las personas que
    están ocupadas y las desempleadas.

La tasa de desempleo se calcula como el
número de desempleados dividido por la población
activa, y se expresa en forma de porcentaje. Es decir, no es una
proporción entre el total de la gente desempleada y el
total de la población, sino el de aquélla que se
denomina "económicamente activa".

México Tasa de desempleo

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