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Programación Neurolingüística – Metamodelo del Lenguaje




Enviado por Axel Persello



Monografía destacada

  1. Prefacio
  2. Introducción
  3. Experiencias y lenguaje
  4. Derivación
  5. Metamodelo
  6. Bibliografía

Prefacio

Si bien existe mucha literatura sobre los procesos
gramaticales estudiados por la Programación
Neurolingüística, considero que este artículo
está enriquecido por una mirada más integradora
donde incorporó conceptos de la Ontología del
Lenguaje, del Pensamiento Sistémico y alguna
explicación desde la mirada Gestáltica.

El objetivo que me propuse al escribir esta nota es que
toda persona, con conocimientos o no de PNL, pudiera comprender
las limitaciones que nosotros mismos colocamos en nuestro modelo
del mundo.

Relaciono el lenguaje con el concepto de mapa y
territorio, aún sin nombrar estas palabras propias de la
PNL. También le he dado un papel relevante a las
experiencias y las estructuras sintácticas que, al tener
reglas gramaticales, nos obligan a describir de forma limitada
aquellas experiencias.

Con una mirada desafiante, cuando el lector finalice
esta lectura, mi mayor deseo es uno solo: generarle una
inquietud. Por lo tanto, no se trata de un artículo tan
explicativo (aunque me veo obligado a explicar para inquietar),
sino más bien una mirada reflexiva de cómo estamos,
a nivel sociedad, "comprando" una realidad única y
difícil de sostener. Sostengo que al igual que los espejos
retrovisores de un coche, existe un área ciega que no
podemos ver, e invito a la siguiente pregunta:
¿Cuál es el costo de estar ciegos o de no querer
ver lo que algunos insisten en que veamos?

Introducción

La Programación Neurolingüística
nació del estudio que realizaron Richard Bandler junto a
John Grinder de los patrones lingüísticos que
utilizaba, en primer lugar, Fritz Perls, y luego Virginia Satir.
Ambos eran dos terapeutas famosos de la década del 70.
Este estudio tan minucioso que realizaron los co-creadores de la
PNL, se llamó modelado.

¿Por qué se le conoció como
MODELADO y no como un simple estudio o tesis? Originalmente, la
idea de Bandler era hacer su tesis para la Universidad de
Caifornia, pero lo que sucedió fue que Grinder lo
descubrió hablando, gesticulando, y utilizando la misma
intuición que utilizaba Fritz Perls. Por lo cual,
más adelante, denominaron esa capacidad de "tomar" la
habilidad de otros, como modelado. Pero esa es otra
historia.

La tesis de Bandler con la ayuda de Grinder
terminó transformándose en el primer libro de la
PNL: "La estructura de la Magia". Curiosamente, aún no se
existía la PNL, pero el libro se editó y
publicó bajo ese nombre.

Originalmente fue dirigido a terapeutas, y por eso
aún, la PNL tiene usos en ese campo, pero con los
años y la inclusión de Robert Ditls, la PNL
terminó convirtiéndose en una herramienta de
múltiples aplicaciones.

Cuando John Grinder sorprendió a Richard Bandler
enseñando sus descubrimientos a los estudiantes de los
primeros años de Psicología de la Universidad, se
dice que Grinder dijo "Enséñame lo que haces, y
yo te enseñaré cómo se llama lo que
haces
". Esa frase célebre llevo a que escribieran el
mencionado libro.

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Primera edición – Nótese
que no se menciona a la PNL

La estructura de la Magia NO es un libro recomendable
para quienes están iniciando el estudio de la
Programación Neurolingüística, debido a su
exceso de tecnicismo, y a que aborda con demasiada profundidad un
solo tema de la PNL: la estructura lingüística. Es de
mucha utilidad para quienes ya han comprendido mejor esta
disciplina, y desean profundizar este capítulo de la
historia de la PNL.

El objetivo del libro es demostrar que los seres humanos
modificamos nuestra realidad según la forma en que
utilizamos el lenguaje, y por ende concluye que no existe tal
realidad, sino una lupa, lente o mapa con el cual cada uno de
nosotros configuramos la forma de ver el mundo.

Basado en las teorías de Noam Chomsky, un
lingüista, filósofo y activista norteamericano,
creador de la sintaxis gramatical o gramática generativa,
Chomsky fue muy criticado por sus ideales anarquista. Sin
embargo, es considerado como una de las personas que más
aportó al campo de la gramática y el
lenguaje.

A través de las teorías de Chomsky,
Bandler y Grinder demostraron en el citado libro, con una base
científica, que cuando hablamos, tanto con los
demás como con nosotros mismos, no transmitimos lo que
experimentamos. Las experiencias se ven modificadas por un
proceso que llamaron "proceso de derivación", que
proviene de un mecanismo inconsciente que utilizamos los seres
humanos y que se ve afectado por ciertos filtros.

En principio, ellos supusieron que dichos filtros son
mayormente (o exclusivamente) gramaticales o
lingüísticos, aunque hoy se sabe que los estados de
ánimo, las emociones y nuestras propias creencias
también contribuyen a las "derivaciones del
lenguaje".

La idea de este artículo es centrarnos en el uso
lingüístico, con ejemplos claros para el lector, y
explicaciones no tan científicas sino más bien de
uso cotidiano.

Experiencias y
lenguaje

Quisiera comenzar haciendo algunas distinciones que
generalmente los seres humanos no realizamos por desconocimiento.
Primero quiero explicar qué es una
distinción.

Un buen ejemplo que escuché de Julio Olalla sobre
las distinciones es el siguiente:

Llevo el coche al mecánico y le digo que algo
está mal con el motor. Entonces él me
dice:

– "Por favor encienda el coche"

No sé si han notado que los mecánicos
siempre se acercan al motor para escucharlo. Y luego de unos
segundos se vuelve a incorporar, parece que piensa un poco y
dice

– "mmm… aja… está claro… el problema
está en las válvulas."

Y yo le preguntó tratando de que no se
noté tanto mi ignorancia.

– "¿Claro… está en las
válvulas… y cómo lo supo?"

– "Pero está claro.. ¿Usted no escucha ese
ruido?"

Me acerco para escuchar el motor y aparentemente no hay
nada nuevo. Los motores siempre hacen mucho ruido.

– "No logro DISTINGUIR ningún ruido"

Y si nos toca un mecánico hábil, el nos
dice algo como:

– "Ese ruido, como si golpeara dos cucharas entre
sí… ¿no lo escucha?"

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Y en ese momento, algo que antes no existía en mi
realidad, ahora pasa a ser parte de mi mundo, porque cuando
él me hace notar la DISTINCION, yo paso ese ruido del
inconsciente a la mente consciente. Ahora sí puedo
escucharlo. ¿Dónde estaba antes ese
ruido?

Cuando los seres humanos no tenemos distinciones, nos
perdemos oportunidades de aprender. Por eso, es importante que
hagamos tres (3) distinciones básicas en esta
temática, y ellas son: la experiencia, la estructura
profunda y la estructura de superficie.

1 – La Experiencia: La experiencia no tiene
lenguaje, es exclusivamente información que ingresa por
alguno de nuestros cinco (5) sentidos. No solo las experiencias
que vivimos, sino también las que creamos en nuestra
mente, utilizan alguno de nuestros sentidos. La diferencia entre
las experiencias que vivimos y las que creamos o (recordamos)
tiene una sola diferencia. Las primeras utilizan el
órganos de percepción (ojo, oído, nariz,
papilas gustativas o piel), las creadas o recordadas usan el
sentido (el sistema nervioso) pero no necesariamente el
órgano. De cualquier manera, lo que quiero resaltar, es
que no hay experiencia sin uso de los sentidos. El lenguaje no
hace a la experiencia, pero la experiencia sí hace al
lenguaje.

Para comprenderlo mejor pensemos en un perro. Los perros
no hablan y en eso estamos todos de acuerdo. No obstante tienen
tantas experiencias como los seres humanos. Si le doy comida a un
perro, él no piensa cuáles serán mis
intenciones, solo ve la comida, se acerca, la prueba, y si le
gusta la come. La experiencia de este perro fue posible gracias
al uso de varios sentidos, como la vista, el tacto y el gusto.
Aquí nunca apareció el lenguaje, afortunadamente,
ya que no quisiera encontrarme un perro que habla.

La segunda distinción incluye al lenguaje, pero
lo incluye de una manera muy particular.

2 – La Estructura Profunda: Llamamos estructura
profunda a la descripción lingüística de la
experiencia. Si el perro hablará, nos contaría esta
historia:

– "Un humano se acercó a darme comida,
tenía hambre, la probé y me gustó, y me
terminé comiendo todo. Después me fui."

Lo que quiero hacer notar con este ejemplo, es que
aquí el lenguaje está utilizado para describir la
experiencia de una forma objetiva. En la estructura profunda
utilizamos el lenguaje para describir la experiencia sensorial.
No estamos colocando interpretaciones, juicios, creencias ni
pensamientos. Es meramente una descripción de los hechos y
como tal, debería ser exactamente igual independientemente
del sujeto que la describa. Esto es, imposible!

La estructura profunda como tal, no existe. Lo que
sí existe, es la capacidad de acercarnos a ella. Y el
lector lo va a comprender luego de que explique la tercera
distinción.

3 – La Estructura de Superficie: Esta es la que
todos conocemos. Es el uso cotidiano del lenguaje. Utilizamos la
estructura de superficie cuando hablamos con nuestros amigos,
cuando vamos al médico, cuando hablamos con nosotros
cotidianamente, cuando nos quejamos, cuando festejamos y toda
otra ocasión.

La estructura de superficie está viciada. Este
vicio no es necesariamente disfuncional, de hecho muchas veces es
útil y por ende funcional.

Si prestamos atención al lenguaje, vemos que
existen palabras como "Todos", "Nadie", "Nunca", Etc. Estas
palabras son solo un ejemplo que elegí para poder mostrar
cómo es que viciamos nuestra Experiencia a través
de la Estructura de Superficie.

Todos hemos escuchado o mencionado frases
como

"Al final todas las personas son iguales"

"Siempre me pasa lo mismo"

"Nunca voy a aprender esto"

Estas frases son comunes y no obstante objetables desde
el punto de vista lingüístico. Por ejemplo, una
persona que fue defraudada por su mejor amigo/a, puede decir que
"Al final no se puede confiar en nadie". Utiliza el "nadie" como
si todas sus experiencias hubieran sido iguales. Utiliza la
palabra "confiar" como si todos los casos en donde se
sintió defraudada fueran iguales.

No pretendo que el lector marque los errores
linguísticos a quienes los mencionan. Lo que sucede, y
esta distinción sea tal vez la más importante, es
que el hablante vive la experiencia según la describe
con su lenguaje
, y no puede distinguir que su experiencia
remite a información sensorial exclusivamente. Aún
más, al describir la experiencia, emergen emociones
acorde a su descripción, y no acorde a lo
experimentado.

Este proceso, claramente, es inconsciente. De hecho, si
no contamos con herramientas necesarias, aún
haciéndole notar esta distinción al hablante,
probablemente continué creyendo que su experiencia es la
que describe con su lenguaje y no la que experimentó a
través de sus sentidos.

Desafiamos a través de preguntas que buscan
conectar al hablante con una estructura más profunda. Por
ejemplo:

– "¿Hay alguien en que sientas que puedes
confiar?"

Ante una pregunta como esta, algo sucede en los
circuitos neurológicos del oyente, generalmente lo notamos
a través de un gesto. Y nos encontramos con respuestas
como:

"Bien… sí… claro… en mi madre/padre/amiga/o
puedo confiar".

Notemos como estamos modificando las percepciones del
mundo que tiene nuestro interlocutor con tan solo una pregunta.
Ahora su visión del mundo comienza a modificarse. No
quiero decir con esto que vamos a llevarle a un estado de
alegría. Esta podría ser la primera
pregunta.

Decimos en PNL que llevamos a la persona de una
estructura de superficie, a una estructura más profunda.
Una buena analogía es pensar en una cebolla, donde la capa
de afuera es la estructura de superficie, y el centro de la
cebolla, es la estructura profunda. Lo que queremos hacer es tal
vez solo quitar algunas capas. Creo que no es posible llegar al
centro de la cebolla, porque es imposible arrebatar a las
personas sus juicios y creencias. No es posible que una persona
solo se remita a una descripción meramente sensorial. De
hecho, aunque pudiéramos, no nos entenderíamos unos
a otros.

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La estructura superficial y profunda son
como las capas de una cebolla

Imaginemos un mundo donde con cada persona que nos
encontramos nos dijera:

"Hola, hoy escuché la alarma y abrí mis
ojos. Luego levanté mi torso hasta lograr colocar el pie
derecho en el piso…". Esta información no es de
utilidad, y el día alcanzaría solo para conversar
con una o dos personas.

Buscamos conectar a nuestros interlocutores con
estructuras más profundas, y no con LA estructura profunda
(el centro de la cebolla).

Lo que querían Bandler y Grinder era
enseñarle a los futuros psicólogos una
técnica para que las personas lograran hacer distinciones
sobre la forma en que describen su mundo, de manera de abrirles
posibilidades a nuevas oportunidades. Un ejemplo fácil de
entender es el siguiente:

¿Qué diferencia hay en el modelo del mundo
de estas dos personas ante el mismo evento
desafortunado?

a) Siempre me tiene que pasar esto a
mí!

b) ¿Cómo puedo hacer yo para resolver
esto?

Ante la misma experiencia, la primera persona la
modifica cerrando puerta y generando un estado anímico
disfuncional.

La segunda persona, genera una realidad propia mucho
más optimista y de apertura a soluciones.

Como corolario y como cierre de este capítulo,
dice Bandler y Grinder en la Estructura de la Magia:

El número de descripciones verbales de una
experiencia es infinito y el número de forma para
describir una experiencia (la sintaxis gramatical) es limitado y
con reglas. En otras palabras, la conducta humana compleja tiene
infinitos actos distintos, pero la forma de describirlos es
limitada.

Esto provoca que una persona ante un sufrimiento se
sienta paralizada e incapacitada para nuevas alternativas, y no
es que el mundo sea limitado sino que las persona "bloquean" su
capacidad de ver alternativas a través del uso del
lenguaje.

Derivación

Este proceso en que viajamos desde el centro de la
cebolla hacia las capas externas, es decir, desde la estructura
profunda hacia la estructura de superficie se llama
derivación.

Como seres humanos necesitamos fragmentar los
aprendizajes mayores en aprendizajes menores. Esto es una base de
pedagogía. No podemos aprender a ser feliz, pero si
podemos aprender a reaccionar mejor, a concentrarnos en nuestros
hobbies, a focalizarnos en nuestros objetivos, etc.

Por esta razón, al proceso de derivación
lo dividimos en tres forma de derivar: Generalización,
Distorsión y Eliminación

El siguiente gráfico, perteneciente al manual del
Instituto Americano de Formación e Investigación,
IAFI, incluye algunos elementos más que no son objeto de
este estudio. La K significa kinestesia, y agrupa a todo lo que
se siente, es decir, al gusto, olfato y tacto. Ellos
también son parte de nuestros filtros, pero operan antes
del lenguaje. Retomando el uso de la sintaxis gramatical vemos
que la derivación se muestra como E (Eliminación) –
G (Generalización) – D (Distorsión) en la instancia
final de este embudo. Allí es donde colocamos nuestra
atención.

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1 – Generalización: Cuando algunas
experiencias de las personas representan la categoría
total a la pertenece la experiencia. Ejemplo en un
niño:

La experiencia es sentir dolor al tocar una estufa
encendida

La generalización útil es "Las estufas
calientes no deben ser tocadas"

La generalización limitante es: "Las estufas son
peligrosas"

Este ejemplo, claro está, aplica para un
niño que luego de una experiencia traumática, puede
realizar algunas de estas dos generalizaciones. Pero…
qué pasa si reemplazamos "estufas" por
"personas".

La experiencia es sentir dolor (como emoción) al
contactar una persona enojada

La generalización útil es: "Las personas
enojadas no deben ser contactadas" (*)

La generalización limitante es: "Las personas son
peligrosas".

(*) Aún, esta generalización que
denominamos útil, es limitante.

Leyendo la generalización limitante invito al
lector a revisar su historia personal para detectar si alguna vez
tuvo un pensamiento similar o parecido.

Si cuando niño uno se cae de una mecedora,
dependerá de cómo categorice a esa mecedora para
emitir juicios en el futuro sobre ellas. Si logramos distinguir a
las mecedoras como sillas que permiten hamacarse, por ejemplo,
uno podría decir: "Las mecedoras son inestables". Si
incluimos a la mecedora dentro de un grupo más grande como
todas aquellos muebles donde podemos sentarnos, entonces uno
podría afirmar: "Las sillas son inestables".

2 – Eliminación: Eliminamos cuando
prestamos atención selectiva a algunas dimensiones de la
experiencia, dejando de lado otras. Las eliminaciones
también pueden ser funcionales o disfuncionales. Una
persona puede decir:

"No soy suficiente"

y otra puede afirmar:

"Soy el mejor"

Detectamos eliminaciones cuando notamos que la frase
está incompleta. "¿En que / para qué / para
quién eres insuficiente?". "¿Eres el mejor en
qué?"

Hay personas que eliminan en su vida los mensajes de
cariño, los ofrecimientos de ayuda, los pedidos de ayuda,
los compromisos que han asumido, los nombres de las personas. Son
selectivos en cuanto a sus intereses y lo hacen de forma
inconsciente. Cuantas veces nos ha pasado que alguien niegue algo
que efectivamente sí dijo. Más allá de que
algunas veces puede ser intencional, conviene confirmar si
realmente la persona no registró esa parte de la
conversación.

Si el lector está atento, quiero introducir
otra distinción que surge del párrafo anterior. No
solo derivamos al hablar, también derivamos al
escuchar.

Alguien dice:

"Juan tiene tres amigos que son torpes"

Y el oyente le cuenta a otro amigo:

"Los amigos de Juan son torpes"

Seguramente Juan tiene otros amigos que no son torpes.
Este es un ejemplo de generalización. No sabemos
exactamente cuándo derivamos, si al escuchar o al hablar.
La respuesta a mi entender es, ni una ni otra. No podemos
plantearlo de forma dicotómica. El acto de la escucha y
del habla son tan complejos que exceden el objeto de este
escrito. En tal caso da lo mismo a efectos de poder realizar
desafíos lingüísticos.

Quisiera dejarle al lector la siguiente pregunta:
¿En qué áreas de su vida está siendo
selectivo? ¿Qué es lo que no está
escuchando? Y me remito a otro concepto ontológico, aunque
contradictorio con la PNL: escuchamos con el oído, con los
ojos y con el corazón. Este es un capítulo
aparte.

Otros ejemplos de eliminación son:

"Debería hacer algo…"

"Soy incapaz"

"Esta es la última vez"

3- Distorsión: La distorsión nos
permite hacer cambios en nuestras experiencias de datos
sensoriales que recibimos. Por ejemplo, ante el mismo mensaje de
cariño podríamos decir: "Ella solo dice eso porque
quiere conseguir algo a cambio".

La distorsión es notoria cuando escuchamos
palabras cuyas definiciones son ciertamente aleatorias. Palabras
como "confianza", "aprendizaje", "sensaciones", Etc. tiene un
significado diferente para cada uno de nosotros. Cuando el
hablante introduce este tipo de palabras, podeos estar frente a
una distorsión.

Una distorsión limitante podría ser "No
puedo confiar en los demás".

Nuevamente introducimos distinciones ontológicas.
Echeverría distingue dos tipos de confianza. La confianza
ética o moral y la confianza de ser competente. Una
persona puede ser confiable en el sentido de que realmente se
compromete con nosotros a realizar algo que le hemos pedido.
Desde el sentido ético está asumiendo el compromiso
suponiendo que lo va a realizar. No obstante, puede estar
comprometiéndose, sin darse cuenta, a algo para lo cual no
es competente. El resultado es que no podemos confiar en esa
persona dado que no cumplió con su compromiso. Si
incorporamos esta nueva distinción, podemos afirmar que
"no podemos confiar en la competencia de esa persona", pero si en
su ética. Podemos confiarle tal vez otra tarea, como por
ejemplo, que nos guarde un dinero, pero no podremos confiarle que
cuide de nuestros hijos, porque no sabe cómo
hacerlo.

Las distorsiones son estudiadas también por el
conductismo y cognitivismo, metodologías que derivan del
constructivismo, de Piaget y Vygotski. Esta rama de la
psicología sostiene que los seres humanos realizamos
"distorsiones cognitivas" permanentemente. El concepto coincide
con el estudio sintáctico gramatical de Bandler y Grinder.
Al tener que usar el lenguaje para definir la experiencia,
distorsionamos.

Ejemplos de distorsiones:

"Necesito experiencia"

"El conocimiento es lo que me mueve"

"Mis pensamientos me deprimen"

"El tono de su voz me irrita"

"Conozco sus intenciones"

NOTA DE AUTOR: He numerado en reiteradas ocasiones
la palabra DISTINCION o DISTINGUIR, y quiero mencionar que la
misma proviene del estudio de la Ontología del Lenguaje
realizado por Rafael Echeverría. Bandler y Grinder no
utilizaban esta palabra. Para este autor la integración de
la Ontología con la PNL es permisiva para explicaciones
más ricas y menos filosóficas.

Metamodelo

El metamodelo es una herramienta de cambio a
través del desafío de las expresiones
lingüísticas. Desafiar la estructura de superficie de
una persona implica ayudarle a que movilice sus recursos para
reconectar su modelo lingüístico con su mundo
experimental.

Algunas características del metamodelo
son:

  • 1- Es un conjunto de técnicas
    interrogativas, basadas en la comunicación verbal, que
    consigue una rápida y mejor comprensión del
    mensaje.

  • 2- Provee claves verbales con las que pueden
    iniciarse cambios, transformaciones, motivaciones y mejorar
    los estados de ánimo.

  • 3- Ayuda a acceder a la estructura profunda de
    la persona, a fin de identificar y eliminar la raíz de
    los problemas.

  • 4- Determina e identifica las distorsiones,
    eliminaciones y generalizaciones.

  • 5- Pone en evidencia las limitaciones del mapa
    de la persona.

  • 6- Conecta a la persona con la experiencia
    original.

En este capítulo amplío las descripciones
anteriores y agrego sus sub-divisiones, también me
propongo mostrar las preguntas que pueden desafiar los modelos
lingüísticos del hablante, lo que se conoce como el
metamodelo del lenguaje.

DISTORSIONES

1. Nominalizaciones: Ocurren cuando se transforma
un verbo en sustantivo. Sustitución nominal de un verbo
que se utiliza cuando en realidad se hace referencia a una
actividad en proceso. En rigor de verdad, un sustantivo es algo
que se puede "colocar en una carretilla", según el propio
R. Bandler. Cualquier otra palabra adoptada como sustantivo es
una nominalización. La palabra aprendizaje, es la
transformación en sustantivo del verbo
aprender.

En este caso el desafío consiste en hacer que el
sujeto vuelva a utilizar el verbo activo para salir del
estancamiento que supone un hecho consumado. Cuando la persona
vuelve al verbo original (de experiencia a experimentar) por una
cuestión sintáctica, está "obligada" a
colocar el objeto directo, "qué quiero
experimentar"

Necesito experiencia.

¿Qué es lo que necesita
experimentar?

El conocimiento es lo que nos impulsa.

¿Conocer qué, de qué
forma?

Mis pensamientos me deprimen.

¿Y qué es lo que piensas?

2. Modelo causal: Son afirmaciones que unen dos o
varias situaciones de causa-efecto. El objetivo del metamodelo en
estos casos es desarmar la estructura causa-efecto. Tratamos en
términos psicológicos, de cambiar el marco de la
situación e irnos hacia un pensamiento más
sistémico.

El tono de su voz me irrita.

¿Cómo, específicamente, hace que su
voz te irrite?

3. Lectura mental: Son expresiones que denotan
que el hablante "viola" pensamientos y estados internos de otras
personas.

Conozco sus intenciones, ten cuidado.

¿Cuáles son sus intenciones?

Ella piensa que hago todo mal

¿Cómo sabes que ella piensa eso de
ti?

4. Equivalencia compleja: Se da cuando dos
experiencias diferentes y sin relación previa se unen para
establecerla. Es muy parecido al modelo causal.

Cuanto más me quiere, más estúpido
se vuelve

¿Cómo, específicamente, hace que al
quererte se vuelva más estúpido?

5. Presuposiciones: Afirmaciones que basan su
consistencia en un supuesto previo.

No voy a intentarlo nuevamente porque ya me fue
mal.

¿Qué te hace pensar que te va a volver a
ir mal?

¿Y si esta vez te fuera bien?

GENERALIZACIONES

En el caso de las generalizaciones, se convierte en
categorías amplias a temas o señalamientos
específicos. También se produce cuando se considera
que algo ocurrido de determinada manera sucederá siempre
así. Se clasifican en:

1. Cuantificador universal: Son palabras que
indican la extensión a la que se refieren las
generalizaciones. Expresiones que incluyen toda una gama de
experiencias en un mismo significado.

Todos los veranos sucede lo mismo

¿Todos los veranos?

Nadie comprende la situación.

¿No hay alguna persona que la
comprenda?

2. Operador modal: Frases como "puedo", "no
debo", "tengo que", etc. Constituyen limitaciones acerca de
personas o situaciones (y que suponen una limitación del
modelo mismo del sujeto). Suelen referirse a creencias. Desde el
enfoque gestáltico, la mayoría de ellos
corresponden a introyectos o mandatos. Reglas que
metafóricamente "nos tragamos" sin
cuestionarlas.

No puedo decírselo.

¿Qué te lo impide?

Él debe hacerlo.

¿Qué pasaría si no lo
hiciera?

Tengo que ir allí.

¿Qué pasaría si no
fueras?

3. Pérdida de concreción:
Afirmaciones que dan por supuesto algo que no se
especifica.

Tendrías que comportarte de otro modo.

¿De qué modo
específicamente?

Él ya sabe muy bien lo que tiene que
hacer.

¿Qué es lo que tiene que hacer?

ELIMINACIONES

La eliminación es un proceso mediante el cual
prestamos atención selectivamente a ciertas dimensiones de
nuestra experiencia al mismo tiempo que excluimos otras. La
eliminación reduce el mundo a dimensiones en que nos
sentimos capaces de manejar y puede ser útil en ciertos
contextos, y en otros, sin embargo, ser origen de discordia y
sufrimiento. Se clasifican en:

1. Omisión simple: Parte del material ha
sido eliminado de la frase. El objetivo del metamodelo en este
caso es recuperar la información perdida.

Soy incapaz.

¿Incapaz de qué?

Estoy más preparado…

¿Más que quién? ¿Más
que cuándo?

Ahora mi equilibrio es mejor…

¿Mejor que cuándo? ¿Mejor que el de
quién?

Soy un desastre…

¿Para qué? ¿Para
quién?

2. Falta de índice referencial: Se hace
referencia a una persona, lugar o cosa sin especificarla
concretamente. En este caso se trata de especificar esa persona,
lugar o cosa.

Los acontecimientos me hicieron cambiar de
idea.

¿Qué acontecimientos? ¿A qué
idea te refieres?

Debería hacer algo…

¿Qué cosa?

La gente me asusta.

¿Qué gente? ¿Quién
específicamente?

Esta es la última vez.

¿La última vez de qué?

No volveré a hacerlo.

¿A hacer qué?

3. Omisión de comparación:
Referencia no explícita en la estructura superficial. Se
realizan comparaciones sin referencia utilizando: mejor/peor,
difícil/fácil, bueno/malo, más/menos,
etc.

Es mejor no decir nada

¿Mejor que qué,
específicamente?

4. Verbos inespecíficos: Se utilizan
verbos que no clarifican el significado real de la
frase.

Lo voy a hacer yo solo.

¿Vas a hacer qué?

Esto me encanta.

¿Cómo te encanta?

Si empiezas otra vez me voy.

¿Si empiezo con qué, de qué
manera?

Bibliografía

La estructura de la Magia I, R. Bandler y
J. Grinder: Editorial: Cuatro Vientos

Ontología del Lenguaje, Rafael
Echeverría – Editorial: Gránica

Manual Practitioner en PNL, Axel Persello y
equipo. Editorial IAFI

Wikipedia

 

Autor

Axel Persello,

Director de IAFI Internacional.

Este artículo, por ahora, no tiene derechos de
autor. Aunque tengo derecho a ser nombrado en caso de ser
publicado en otros medios.

INSTITUTO AMERICANO DE FORMACION E
INVESTIGACION

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