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El suicidio como desesperanza de vida



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Monografía destacada

  1. Introducción
  2. ¿Por
    qué es un problema social?
  3. Teoría
  4. Personas famosas
    que se han suicidado
  5. Algunos aspectos de
    la religión que tienen que ver con el
    suicidio
  6. Desarrollo
  7. El suicidio visto
    desde el enfoque de la Iglesia
  8. La
    ingeniería de sistemas y su relación con el
    suicidio
  9. Estadísticas
  10. Soluciones
  11. Recomendaciones
  12. Conclusiones
  13. Bibliografía
  14. Anexos

Introducción

El presente trabajo de fue desarrollado con el firme
propósito de enunciar el problema social que representa
hoy en día el suicidio, así como describir las
distintas características, formas y circunstancias en las
que este tiene origen.

Nosotros como alumnos de la carrera de Ingeniería
Industrial próximos a egresar y desempeñarnos en el
mundo laboral, consideramos que es de vital importancia conocer
este tema de una manera más amplia al igual que tenerlo
muy presente ya que éste forma parte de las
múltiples situaciones a las que nos habremos de enfrentar
con el personal que trabaje con nosotros ó con el que
esté a nuestro cargo.

Esto es lo que nos permite una materia como lo es
Ingeniería de Sistemas, que es integrar todo el
conocimiento que hemos adquirido tanto académicamente como
a través de la experiencia. Es por medio de este tipo de
ejercicios reflexivos que se logra comprender que todos los
sistemas se encuentran estrechamente relacionados entre sí
y que un sistema que se vea afectado puede tener
repercusión directa ó indirectamente en
otro.

Agregando a lo dicho anteriormente, debemos decir y
subrayar que todo profesionista debe estar consciente de la
problemática que concierne a la sociedad en la que se
desenvuelve y su país, por lo que se vuelve aun más
trascendental el hecho de que nos preparemos para ser una persona
que profese valores y que actúe siempre conforme a
principios y poniendo muy en alto la bandera de la ética
profesional por encima de cualquier otra cosa.

Es por ello que la investigación documental y
virtual que ahora se presenta tiene el objetivo de aportar un
grano de conocimiento más al acervo cultural que ya existe
sobre el tema y brindar una herramienta de defensa para detectar
y prevenir los suicidios y ayudar de alguna manera positiva a
este problema social…porque considero que todos educamos y
para muestra es este documento donde van autores de libros y
sitios web, investigadores, opiniones y experiencias de los
protagonistas, porque hasta los estudiantes nos enseñan a
enseñar mejor y nosotros como educadores a que sepan
construir sus propios aprendizajes propiciando su aprendizaje por
descubrimiento o perspicacia cultural y
biológica.

A lo largo de esta investigación documental,
queremos presentar los datos y estadísticas que hemos
recabado y que son muy reveladores en cuanto a que el suicidio es
un mal que nos aqueja, que no podemos dejar de lado y que es
nuestro deber como ciudadanos atenderlo y aún mayor, es
nuestro compromiso como integrantes de una clase privilegiada,
sin referirnos en términos económicos ni mucho
menos, sino como miembros de lo que lamentablemente pareciera un
selecto grupo de jóvenes que tienen acceso a la
educación superior.

Y si caen en ese problema social los jóvenes de
educación superior, mucho más los adolescentes de
educación básica, porque son vulnerables a los
modelos deportivos o artísticos, ya tratan de copias esos
estilos de vida y si no vean todos los riegos que corren en
deportes extremos por tratar de imitar lo que ve en cine o
televisión a los máximos exponentes en esos
deportes

Bien dicen por ahí que para erradicar un mal o
cualquier vicio, lo primero que hay que hacer es tener la fuerza
de voluntad para hacerlo, es por ello que mediante este trabajo
buscamos concientizar a la población de que la
solución está en nuestras manos.

¿Por
qué es un problema social?

Primero es un problema social porque afecta a la familia
y a la sociedad, a la primera en gastos imprevistos además
de los daños emocionales y a la segunda por los gastos
sociales de las instituciones que atienden los casos.

Reflexión: Diciembre en todo el mundo parece ser
una época del año donde ocurren más
suicidios mientras otras gentes se divierten.

El suicidio constituye un problema de salud
pública muy importante pero en gran medida prevenible, que
provoca casi la mitad de todas las muertes violentas y se traduce
en casi un millón de víctimas al año,
además de unos costos económicos cifrados en miles
de millones de dólares, según ha señalado la
Organización Mundial de la Salud (OMS). Las estimaciones
realizadas indican que en 2020 las víctimas podrían
ascender a 1,5 millones.

«Cada suicidio supone la devastación
emocional, social y económica de numerosos familiares y
amigos» «El suicidio es un trágico problema de
salud pública en todo el mundo. Se producen más
muertes por suicidio que por la suma de homicidios y
guerras>> (Dra. Catherine Le Galés-Camus,
Subdirectora General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles
y Salud Mental.)

A escala global, el suicidio representa el 1,4% de la
carga mundial de morbilidad, pero las pérdidas van mucho
más allá. En la Región del Pacífico
Occidental representa el 2,5% de todas las pérdidas
económicas debidas a enfermedades. En la mayoría de
países de Europa, el número anual de suicidios
supera al de víctimas de accidentes de tránsito. En
2001 los suicidios registrados en todo el mundo superaron la
cifra de muertes por homicidio (500 000) y por guerras (230
000).

Entre los países que informan sobre la incidencia
de suicidios, las tasas más altas se dan en Europa del
este, y las más bajas sobre todo en América Latina,
los países musulmanes y unos cuantos países
asiáticos. Se dispone de poca información sobre el
suicidio en los países africanos.

Se calcula que por cada muerte atribuible a esa causa se
producen entre 10 y 20 intentos fallidos de suicidio, que se
traducen en lesiones, hospitalizaciones y traumas emocionales y
mentales, pero no se dispone de datos fiables sobre el verdadero
alcance. Las tasas tienden a aumentar con la edad, pero
recientemente se ha registrado en todo el mundo un aumento
alarmante de los comportamientos suicidas entre los
jóvenes de 15 a 25 años.

Exceptuando las zonas rurales de China, se suicidan
más hombres que mujeres, aunque en la mayoría de
lugares los intentos de suicidio son más frecuentes entre
las mujeres.

La conducta suicida en la infancia y en la adolescencia
se ha convertido en las últimas décadas en un
importante problema de salud por su incremento, su
repercusión emocional, asociada con la muerte de un joven
y los costes económicos y sociales que
comporta.

Las cifras hablan por sí solas de la gravedad de
esta problemática, que ha dejado de ser exclusividad de
los adultos. En las dos últimas décadas, los
suicidios han pasado a ser la segunda o tercera causa de muerte,
después de los accidentes de tráfico. Sin embargo,
y según datos del Instituto Nacional de
Estadística, en comparación con otros países
del entorno se puede concluir que España registra una de
las tasas de suicidio más bajas de Europa.

Las provincias a la cabeza en tasa de suicidios son
Lugo, Soria, Huesca y Tarragona y Asturias, por encima del doble
de la tasa media nacional que en 1998, último año
del que se conocen datos oficiales, se sitúo en los 5,98
casos por cien mil. Las tentativas de suicidio no parecen ser,
sin embargo, algo preocupante en el conjunto del territorio
nacional.

Un reciente informe de la Secretaría General de
Planificación del Ministerio de Sanidad y Consumo indica
que España es uno de los países de la Unión
Europea con menor tasa de mortalidad por suicidio, aunque se
observa una tendencia creciente».

En el mundo, en general, el suicidio es la segunda causa
de muerte violenta, en la población entre 10 y 24
años, después de los accidentes de tránsito.
Más de un millón de personas mueren cada año
por decisión propia. La Organización Mundial de la
Salud considera el suicidio como una patología social y
recomienda a las naciones prestar mayor atención a este
fenómeno y adoptar medidas preventivas que lo eviten
combatiendo sus síntomas sociales porque hay una
correspondencia directa entre el suicidio y el tipo de sociedad
en que actuamos.

La decisión de auto eliminarse no
siempre obedece a factores estrictamente personales. La sociedad
como ente regulador de la vida en comunidad establece un orden
que hace viable la convivencia armónica entre los seres
humanos. Cuando esa sociedad está perturbada por crisis de
cualquier tipo, esa cohesión social falla, se rompe la
armonía y surge el caos y la violencia en todas sus
formas, las relaciones ciudadanas se trastornan y asciende la
curva de suicidios. Esto no explica todos los casos, pero
sí abarca muchos de ellos y es lo que posiblemente puede
aproximarnos a la comprensión del fenómeno en la
región del Valle de Upar donde en los últimos
tiempos el suicidio se ha disparado. Según este diario en
Valledupar se han suicidado 10 personas este
año.

Teoría

El suicidio, definido como la acción voluntaria
por la que una persona se priva de la vida, es un fenómeno
universal presente en todas las épocas y culturas, pero la
actitud de las sociedades ha sido diferente dependiendo de las
influencias religiosas, filosóficas, culturales,
socio-políticas, y sobre todo de las ideas sobre la muerte
y el más allá.

En dos casos de suicidio mencionados en la Biblia se
empleó el ahorcamiento. Ahitofel, el consejero traidor de
David, se estranguló ("se ahorcó", LXX).
(2Sa 17:23.) La acción de Ahitofel prefiguró la de
uno de los apóstoles de Jesús que se volvió
traidor, Judas Iscariote (Sl 41:9; Jn 13:18), quien
también se ahorcó. (Mt 27:5.) Al parecer, la soga,
o quizás la rama del árbol en la que se
ahorcó Judas, se rompió, "y cayendo de cabeza,
reventó ruidosamente por en medio, y todos sus intestinos
quedaron derramados". (Hch 1:18.)

En otros solo el pensamiento de querer dejar la
vida

"QUÍTAME la vida; más vale morir que
vivir." ¿Quién dijo estas palabras? ¿Alguien
que no creía en Dios? ¿Alguien que
había dejado a Dios? ¿Alguien a quien Dios
había dejado? No. Las dijo Jonás, un hombre devoto
que se hallaba muy angustiado (Jonás 4:3,
La Biblia de Nuestro Pueblo). Aunque la Biblia
no dice que Jonás estuviera a punto de quitarse la
vida, su desesperada súplica revela un hecho importante, y
es que a veces hasta los siervos de Dios pueden afligirse
muchísimo (Salmo 34:19).

A diferencia de los momentos de tristeza que todos
experimentamos, la depresión clínica prolongada es
una enfermedad grave con consecuencias potencialmente peligrosas,
por lo que debe tratarse. De lo contrario, puede empeorar a
tal grado que algunos pacientes sumamente angustiados recurran al
suicidio. Por desgracia, la depresión en la tercera edad,
"pese a ser la enfermedad psiquiátrica que mejor responde
al tratamiento, es también la que puede resultar
más letal", explica el doctor Levy. Si el problema
persiste, el paciente puede acabar necesitando los servicios de
un profesional con experiencia en trastornos del estado de
ánimo.

En Estados Unidos, por ejemplo, muchos ciudadanos son
más ricos que nunca. "Pero, en general, [los
estadounidenses] no somos por ello más felices",
señala Time. Claro, lo mismo cabría decir
de otros países. China, pese al auge económico que
vive, ha visto un inquietante aumento en el número de
habitantes infelices. En esta nación, el suicidio es
ya "la principal causa de muerte entre las edades de 15 y 34
años", indica la publicación trimestral Access
Asia.
Parece que un factor que contribuye a ello es la
presión impuesta a los jóvenes para que triunfen en
una sociedad implacable y rigurosa.

El diagnóstico de depresión solo se emite
cuando el joven manifiesta una serie de síntomas durante
la mayor parte del día, todos los días, por al
menos dos semanas. Si el ataque es relativamente breve, se
denomina episodio depresivo. Por otra parte, se utiliza
el término distimia para referirse a una forma de
depresión leve o moderada más crónica, cuyas
manifestaciones persisten como mínimo un año con un
período de mejoría inferior a los dos meses.
¿Cuáles son algunos síntomas comunes de la
depresión?

Cambio súbito del estado de ánimo y
la conducta.
El adolescente dócil pasa de pronto
a ser polémico. Es frecuente que los jóvenes
deprimidos manifiesten una conducta rebelde y hasta huyan de
casa.

Aislamiento social. El adolescente se
aparta de sus amigos. O puede que estos se aparten de él
cuando perciben su desagradable cambio de actitud y
comportamiento.

Disminución del interés en casi
todas las actividades.
El adolescente se muestra
excepcionalmente pasivo. Las aficiones que hasta hace poco
consideraba fascinantes, ahora le parecen aburridas.

Cambio notable en los hábitos
alimentarios.
Muchos expertos opinan que trastornos como
la anorexia, la bulimia y la sobreingesta compulsiva suelen
coexistir con la depresión (y a veces pueden ser
provocados por ella).

Trastornos del sueño. El
adolescente padece insomnio o hipersomnio. Algunos sufren
alteraciones del sueño: pasan la noche en vela y duermen
todo el día.

Disminución del rendimiento
escolar.
Al adolescente deprimido le cuesta
llevarse bien con los maestros y los compañeros, y sus
calificaciones empeoran por momentos. Al poco tiempo ya
no quiere ir a la escuela.

Conducta peligrosa o autodestructiva.
Los comportamientos que tratan de "burlar a la muerte" pueden ser
signos de que el joven no tiene muchos deseos de vivir.
La automutilación (por ejemplo, la acción de
practicarse cortes) también puede sugerir lo
mismo.

Sentimientos injustificados de inutilidad o de
culpa.
El adolescente se vuelve sumamente
autocrítico y se considera un completo fracaso, aunque la
realidad tal vez indique lo contrario.

Problemas psicosomáticos. Los
dolores de cabeza, de estómago, de espalda y otros
trastornos similares pueden apuntar a una depresión
subyacente si no se descubre ninguna causa
física.

Ideas recurrentes de muerte y suicidio.
Pensar demasiado en temas morbosos puede ser señal de
depresión. Lo mismo es cierto de las amenazas de
suicidio.

El suicidio es un fenómeno tan antiguo como la
propia historia de la humanidad: El Islamismo condena de forma
explícita el suicidio. Mahoma dijo "El hombre no muere
sino por voluntad de Dios…"por tanto se vería como un
acto de insubordinación, rebeldía o pecado. En la
India, y bajo la influencia del brahmanismo, los sabios, en su
búsqueda del nirvana se suicidaban frecuentemente en el
transcurso de fiestas religiosas.

Personas famosas que
se han suicidado

La inolvidable Marilyn. La versión oficial es que
se suicidó con tranquilizantes

Hitler y su mujer, Eva Braun, se suicidaron juntos.
Entraron a una habitación, cerraron la puerta y Hitler se
disparaba un tiro a la cabeza mientras Eva ingería
veneno.

Kurt Cobain se disparó con una escopeta a la
cabeza. En su último disco cantaba "Me odio y quiero
morir". Fue uno de los suicidios más polémicos. El
cantante era politoxicómano y se dice que eso le
llevó al borde de la locura y la
depresión.

Jim Morrison. Fuhlam

El cantante de The Doors murió de sobredosis. Lo
que últimamente se ha descubierto es que padecía
depresión por su adicción a la cocaína y que
esta sobredosis fue preparada por él mismo para que lo
matase mientras se daba un baño.

Cleopatra. Travelinstyle

El toque histórico lo damos con la reina de
Egipto, Cleopatra. Según se cuenta, se hizo morder por una
serpiente venenosa, un áspid, para que no la matase Marco
Antonio.

Érika Ortiz. Hispavista

La hermana de la princesa Letizia se suicidó con
tranquilizantes. Érika se trataba contra la
depresión, que parece ser que no la permitía vivir
sin desear su muerte. 

Antonio Flores.

El hijo de Lola Flores no pudo soportar la muerte de La
Faraona y se suicidó a los pocos días. Se dice que
Antonio consumía drogas regularmente, lo que pudo
provocarle una depresión que desembocara en esta triste
muerte por suicidio.

Alberto Santos Dumont Alejandra
Pizarnik Alfonsina Storni Empédocles Ernest
Hemingway Febe, Liberta de Julia la Mayor René
Favaloro Getúlio Vargas Gilles
Deleuze Horacio Quiroga Hideto Matsumoto Ian
Curtis José María Arguedas Leopoldo
Lugones Marco Antonio Mariano José de
Larra Michael Hutchence Miroslava
Stern Mónica Santa María
Smith Nerón Nick Drake Paul Celan Per
Yngve Ohlin Primo Levi Rudolf Diesel (no
probado) Salvador
Allende Séneca Sócrates Sylvia
Plath Thích Qu?ng Ð?c Vincent Van
Gogh Violeta Parra Virginia Woolf Yasunari
Kawabata Yukio Mishima

Algunos aspectos de
la
religión que tienen que ver con el
suicidio

El budismo no reconoce un alma independiente, sino un
alma-cuerpo interdependiente. Todo se rige por la ley del Karma,
por lo tanto, todo es consecuencia del Karma pasado.

El objetivo es el Nirvana o estado mental de paz
completa En el Antiguo Egipto los partidarios del suicidio
llegaban incluso a agruparse en asociaciones cuyos miembros
buscaban las medidas más agradables para morir. Los
suicidios colectivos parecen haber sido un hecho frecuente a
través de la historia.

Plutarco nos relata una "epidemia suicida" acaecida
entre las jóvenes de Mileto y como se consiguió
acabar con ella al someter a los cadáveres a la
vergüenza pública.

En la Grecia clásica, el suicidio fue un hecho
común entre los filósofos. Así,
Anaxágoras tras ser injustamente encarcelado
cometió suicidio. Su discípulo Sócrates
bebió serenamente la cicuta tras haber sido condenado a
muerte.

Metrocles, que estando un día en una
lección, se le escapó una ventosidad
involuntariamente y tanto fue el rubor y pena que de ello le
sobrevino, que se cerró en su cuarto con ánimo de
dejarse morir de hambre.

El estoicismo es la única concepción
filosófica verdaderamente favorable al suicidio, aunque es
considerado odioso y vil cuando la familia del suicida o la
sociedad sufrirá por ello cuando el hombre es transportado
por una aversión irracional e inmoderada: la Libidio
moriendi
, o "el loco deseo de muerte".

En Atenas, si una persona antes de herirse pedía
al Senado que se lo autorizase, haciendo valer las razones que le
hacían la vida intolerable, y su demanda era atendida
favorablemente, el suicidio era considerado como un acto
legítimo.

En Roma, el suicidio de esclavos era frecuente, pero
estaba prohibido. En los pueblos bárbaros el suicidio
tampoco parece ser un fenómeno extraño: "Los
españoles son a menudo descritos como despreciadores de la
vida dispuesto a morir antes que dejarse cautivar (Sagunto,
Numancia etc).

Ni el Antiguo ni el Nuevo Testamento parecen prohibir el
suicidio de forma muy explícita, aunque se encuentran en
ellos relatos de suicidio (Sansón, Saúl y
Judas).

Del suicidio como pecado al suicidio como
enfermedad

San Agustín dice, derivando del sencillo
"no matarás" bíblico: "no matarás a nadie,
ni a ti, ni a otro, ya que el que se mata a sí mismo,
¿no es acaso el asesino del hombre? A los argumentos de
San Agustín, añade Santo Tomás
de

Aquino que no se puede disponer libremente de
sí mismo porque no se pertenece a sí mismo, en la
medida que se forma parte de una unidad, de una familia, de un
cuerpo social, no se puede, ni se debe desertar; en un segundo
lugar, en cuanto se es criatura de Dios, no se es libre de
disponer sobre su vida y su muerte.

Consideraba el suicidio como el más grave de los
pecados. Así y todo introduce una cierta moderación
al añadir el concepto de "irresponsabilidad"; dice que hay
una serie de enfermedades vesanias (histeria, epilepsia, etc.)
que no tiene que ver con la posesión diabólica con
que se relacionaba al suicidio en otras épocas.

Con estas opiniones se empieza a crear la idea de
dividir el mundo religioso y la enfermedad mental.

Hasta el siglo XVIII la legislación civil de casi
todos los países conminaba el suicidio con las más
graves y deshonrosas penas, que casi siempre alcanzaban a los
familiares del suicida.

En la Francia del Siglo XVII sigue la tradición
represiva contra los suicidios, aunque reconoce que el suicidio
podrá ser cometido por personas que no gozan plenamente de
sus facultades mentales, usando el concepto de
"irresponsabilidad".

Con todo esto, ya se está hablando de aspectos
patológicos y se empieza a insinuar que el suicidio
estaría dentro del campo de la patología. En
general, a excepción de los países anglosajones, se
crea una

"tradición latina" que se deja de considerar el
suicidio como un delito.

El suicidio se va a convertir en un concepto que
estará entre los límites de lo normal y lo
patológico, al igual que antes estaba entre lo natural y
lo sobrenatural.

Con esto empieza un debate que no termina entre el
suicidio normal y el suicidio patológico.
Esquirol divide a los suicidas en tres
categorías: el provocado por las pasiones, el producido
por una enfermedad mental y el provocado por el tedio de
vivir.

En definitiva se abre una puerta a que la medicina debe
atender a los suicidios catalogados de patológicos y se
muestra una dualidad entre los ámbitos religiosos y
médicos.

Con el advenimiento del Romanticismo el suicidio pierde
parte de su carácter peyorativo, se producen ciertas
epidemias que atrapan también a algunos de sus principales
protagonistas.

Ortega lo denominó "mal del siglo". El
Werther
de Goethe fue considerado como el principal
responsable de estas epidemias entre los suicidios
románticos.

La pieza musical "Triste Domingo" de Rezso
Seress
también provocó una oleada de suicidios
durante el romanticismo. Los suicidios por honor y, sobre todo
por amor, ya elogiados en la antigüedad por Virgilio se
hacen muy frecuentes al estilo de Otelo o de Romeo y
Julieta
de Shakespeare; o al de la
Celestina
, de Fernando De Rojas.

El fin de la represión del suicidio, coincide con
la aparición de las ciencias sociales, que nacen con el
capitalismo y la sociedad industrial: se empieza a considerar
como un problema social junto con la pobreza, alcoholismo…El
enfrentamiento del hombre con sus instituciones que se
verán como represivas y alienantes, se llega a un concepto
de rebelión o de pesimismo. El hombre vivirá como
rebelde o como sometido.

En el siglo XIX, los existencialistas, van a tener una
concepción del mundo con una conciencia de desgracia que
sigue al optimismo burgués anterior, el existencialismo es
una filosofía de crisis que nos habla de riesgos
inevitables, pero bajo todos ellos intenta desvelar los grandes
problemas humanos, como la personalidad del hombre singular, del
sentido de la vida y de la muerte.

Para Sartre la muerte es la única
certeza de la vida; y para Camús no hay
más que un problema verdaderamente serio que es el
suicidio.

Para Freud el suicidio es un fenómeno
intrapsíquico originado primariamente en el inconsciente y
en el que prima la agresividad y la hostilidad a sí mismo,
que no puede exteriorizarse. La base del suicidio está en
el instinto de muerte.

Menninger descubre dos formas de suicidio:
"suicidios crónicos" (alcoholismo, invalidez, martirio,
psicosis, etc.) y "suicidios localizados" (automutilaciones,
accidentes intencionados, poli cirugía, impotencia,
frigidez).

Emile Durkheim admite tres formas de suicidio:
"egoísta" por defectos de integración social;
"anímico" que se da cuando se rompe el equilibrio entre la
sociedad y el individuo; "altruista" donde el cuerpo social dicta
el suicidio.

En todo caso, el suicidio es la última
expresión de libertad
que en otros niveles, no
populares, no se habla de él como un acto de
cobardía o valor, libertad o sometimiento, sino como algo
voluntario o no, pero ante el cual las leyes y la opinión
popular, dejan una especie de libertad-vergonzosa, vigilada por
médicos, policías, padres… y dentro del campo de
la patología médica.

Para Solomon, 1976 es la vía final
común y el desenlace de un fracaso progresivo en la
adaptación con aislamiento y alteración de las
redes relacionales humanas que nos sostienen y dan significado a
la vida, desvaneciéndose esa fuerza misteriosa y vital que
hace que toda criatura viviente desee seguir viva, constituye un
fenómeno poli dimensional y complejo, estudiado desde la
óptima biológica, sociológica y
clínica.

Emile Durkheim, 1897 en su obra -El suicidio-
lo define como un fenómeno emergente social en donde no
siempre hay una base de un trastorno mental; describe cuatro
formas: suicidio egoísta, suicidio altruista, suicidio
anímico y suicidio fatalista.

Para Freud el suicidio viene a ser un
síntoma doloroso producto de tendencias autodestructivas
presente en todo tipo de personas, fenómeno
intrapsíquico determinado de forma inconsciente donde
interviene la agresión y la hostilidad a sí mismo
al no poder exteriorizarlo.

La base del suicidio radica en el instinto de muerte.
Atiende a un impulso agresivo introyectado hacia sí
mismo.

Para Albert Camus no hay un problema
filosófico verdaderamente importante como el suicidio.
Afirma Landsberg "la voluntad de la vida del animal
humano no es ilimitada ni incondicional.

Queda saber si el suicidio en todos los casos es
contrario al amor que nos debemos a nosotros mismos".

"Cuestión inabarcable y enigmática como la
condición humana, terrible y turbador misterio del que
sabemos en realidad poco" Ros
Montalbán.

Siguiendo a E. Morín, pensamos que
allí donde se produce el suicidio la sociedad no
sólo ha fracasado en su intento de ahuyentar a la muerte,
de procurar el gusto por la vida al individuo si no que ella
misma ha sido derrotada y negada: nada pudo hacer por y contra la
muerte del hombre.

La afirmación individual cobre su extrema
victoria que a la vez es un irremediable desastre. Allí
donde la individualidad, solitaria y radiante se desprende de
todo vínculo, también allí, solitaria y
radiante, se alza como el sol la muerte.

(*) Psiquiatra-Psicoterapeuta. Prof. Master
de Terapia Familiar. Universidad de Sevilla.

(**) Psiquiatra-Psicoterapeuta. Dr. Prof.
de Psiquiatría. Director del Master de Terapia
Familiar.

Universidad de Sevilla. Jefe de Servicio de
Unidad de día. HUS. Sevilla

Desarrollo

El suicidio es el acto de quitarse deliberadamente la
propia vida. El comportamiento suicida es cualquier acción
que pudiera llevar a una persona a morir, como tomar una
sobredosis de fármacos o estrellar un automóvil de
forma deliberada.

El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente
ocurren en personas con uno o más de los siguientes
factores:

  • Trastorno bipolar

  • Trastorno límite de la
    personalidad

  • Depresión

  • Dependencia del alcohol y de las drogas

  • Esquizofrenia

  • Cuestiones de vida estresantes, como problemas
    serios a nivel financiero o en las relaciones
    interpersonales

Las personas que intentan suicidarse con frecuencia
están tratando de alejarse de una situación de la
vida que parece imposible de manejar. Muchos de los que cometen
intento de suicidio están buscando alivio a:

  • Sentirse avergonzado, culpable o como una carga para
    los demás.

  • Sentirse como víctima.

  • Sentimientos de rechazo, pérdida o
    soledad.

Los comportamientos suicidas pueden ser causados por una
situación o hecho que la persona ve como agobiante, tales
como:

  • El envejecimiento (los ancianos tienen la tasa
    más alta de suicidio).

  • La muerte de un ser querido.

  • La dependencia de las drogas o del
    alcohol.

  • Un trauma emocional.

  • Enfermedades físicas graves.

  • El desempleo o los problemas financieros.

Los factores de riesgo del suicidio en adolescentes
abarcan:

  • Acceso a armas de fuego.

  • Miembro de la familia que cometió
    suicidio.

  • Antecedentes de autoagresión
    deliberada.

  • Antecedentes de abandono o maltrato.

  • Vivir en comunidades en donde ha habido brotes
    recientes de suicidio en personas jóvenes.

  • Ruptura sentimental.

La mayoría de los intentos de suicidio no
terminan en muerte. Muchos de estos intentos se llevan a cabo en
una forma en que el rescate sea posible. Estos intentos a menudo
representan un grito desesperado en busca de ayuda.

Algunas personas intentan suicidarse de una manera que
sea menos probable de llevar a la fatalidad, como envenenamiento
o sobredosis. Los hombres, especialmente los ancianos, tienen
mayor probabilidad de escoger métodos violentos, como
dispararse. Como resultado, los intentos de suicidio por parte de
ellos tienen mayor probabilidad de consumarse.

Los parientes de personas que intentan o cometen
suicidio a menudo se culpan o se enojan mucho y pueden ver el
intento o el acto como egoísta. Sin embargo, las personas
que intentan cometer suicidio con frecuencia creen
erróneamente que les están haciendo un favor a sus
amigos y parientes al irse de este mundo.

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Síntomas

A menudo, pero no siempre, una persona puede mostrar
ciertos síntomas o comportamientos antes de un intento de
suicidio, entre ellos:

  • Tener dificultad para concentrarse o pensar
    claramente.

  • Regalar las pertenencias.

  • Hablar acerca de marcharse o la necesidad de "dejar
    todos mis asuntos en orden".

  • Cambio repentino en el comportamiento, sobre todo
    calma después de un período de
    ansiedad.

  • Pérdida de interés en actividades que
    antes disfrutaba.

  • Tener comportamientos autodestructivos, como tomar
    alcohol en exceso, consumir drogas ilícitas o hacerse
    cortaduras en el cuerpo.

  • Alejarse de los amigos o no querer salir.

  • Tener dificultad repentina en el colegio o el
    trabajo.

  • Hablar acerca de la muerte o el suicidio o incluso
    declarar el deseo de hacerse daño.

  • Hablar acerca de sentirse desesperado o
    culpable.

  • Cambiar los hábitos alimentarios o de
    sueño.

  • Preparar maneras de quitarse su propia vida (como
    comprar un arma o muchas pastillas).

Los trastornos pueden llevar a conductas suicidas,
así como la depresión una de las principales causas
que llevan a las personas a quitarse la propia vida. Para
establecer las características de éstas cuestiones
mentales se describen a continuación.

Trastornos mentales

Son afecciones o síndromes psíquicos y
conductuales, causa de angustias y deterioro en importantes
áreas del funcionamiento psíquico; afectando el
equilibrio emocional, el rendimiento intelectual y la
adaptación social.

Los trastornos psíquicos también son
considerados como una tensión emocional de larga
duración, condicionada a la experiencia insuperable por
las propias fuerzas. Produce menoscabo del
estado de ánimo subjetivo de las posibilidades
cualitativas y cuantitativas de experimentación,
elaboración y acción; también genera
disposición a la acción o reacción causante
de una tensión subjetiva que es considerada por el
individuo mismo y/o por otros como una desviación de
experiencias y normas.

Se distingue de una tensión emocional
<<normal>> (sobre todo), por la gravedad o por el
menoscabo, las pérdidas y las presiones dolorosas
subjetivas. Los trastornos mentales duran más, no pueden
superarse por las propias fuerzas y se consideran como una
<<desviación>>.

Todos experimentamos abatimientos, incompetencia o
desamparo en determinadas situaciones o personas. Así
mismo experimentamos trastornos del sueño y otras
molestias. También nos sentimos a veces desganados,
pasivos y como "paralizados".

Trastornos infantiles.

Son trastornos mentales que se hacen evidentes durante
la infancia, la pubertad o la adolescencia.

Trastornos
Orgánicos-Mentales.

Están caracterizados por la anormalidad
psíquica y la conductual, asociada a deterioros
transitorios o permanentes en el funcionamiento del cerebro. Este
daño cerebral, surge como consecuencia de una enfermedad
orgánica, del consumo de alguna droga a lesiva para el
cerebro o de alguna enfermedad que lo altere indirectamente por
su acción lesiva en otras partes del organismo.

Los síntomas característicos de estos trastornos
pueden resultar de un daño orgánico o de una
reacción del paciente a la pérdida de capacidades
mentales. Ciertos trastornos mantienen como principal
característica el delirio o un estado de
obnubilación de la conciencia, proporcionando así
un impedimento para mantener la detención. Además
se presentan errores perceptivos y pensamiento desordenado e
inadaptado.

Neurosis La neurosis se caracteriza porque su producto
sucedáneo es una fantasía de proveniencia y
significación individual.

En esta patología no podemos observar una verdadera
pérdida del sentido de la realidad, sino que se trata
sólo de una adulteración de ésta.

Dentro de la neurosis encontramos los siguientes
trastornos:

*Histeria: Es una enfermedad mental que se manifiesta por
medio de determinados síntomas físicos, tales como
parálisis o movimientos espasmódicos
acompañados a veces de falta o exceso de sensibilidad al
dolor. Estos fenómenos también reciben el nombre de
Histeria de conversión, y reacciones disociativas. En
pacientes diagnosticados hipocondríacos,
neuros-técnicos o esquizofrénicos y aun en personas
normales se dan también ciertas reacciones corporales
prácticamente indistinguibles de las que se observan en
los histéricos.

*Trastornos de la Ansiedad: La ansiedad es el síntoma
predominante en dos casos: el pánico y los trastornos
ansiosos generalizados.

En las fobias y las neurosis observas compulsivas, el
pánico aparece cuando el individuo intenta dominar otros
síntomas como el miedo racional, desmedido, etc. Entre las
perturbadoras esta la agorafobia, miedo a los espacios muy
abiertos o cerrados (claustrofobia). Por otro lado las obsesiones
consisten en pensamientos, imágenes, impulsos o ideas
repetitivas y sin sentido para la persona, que se ve sometida a
ellos. Finalmente, la compulsión tiende a repetir
mecánicamente comportamientos inútiles, actitudes
de previsión (un ejemplo es lavarse las manos más
de 30 veces al día).

*Trastornos obsesivos-compulsivos: Una obsesión existe
siempre que una persona no puede excluir ciertos pensamientos de
la conciencia.Los fenómenos obsesivos abarcan desde actos
cotidianos y repeticiones de medida de precaución
consciente hasta sistemas intrapsíquicos, de
comportamientos altamente organizados, que dominan a la persona
en la neurosis obsesiva y trastornos del carácter.

Un Trastorno Obsesivo

Es uno de los tipos de reacción en el que el individuo
sufre la necesidad de realizar actos rituales lógicamente
innecesarios (compulsiones) o bien tiene pensamientos que
repugnan (obsesión). A estos trastornos los suele
acompañar un impulso a la repetición que resulta
irresistible a pesar de los grandes esfuerzos para suprimirlo.
También a veces acompañan a estos trastornos
diversos grados de duda, indecisión, ambivalencia, culpa,
pensamientos mágicos y superstición, tendencias
sádicas y masoquista, así como cavilaciones sobre
el orden y desorden, el bien y el mal, la limpieza y la suciedad,
el amor y el odio.

Estos elementos generalmente no son
comprendidos ni controlados por el individuo, aun cuando
éste los considere disparatados, ridículos, penosos
o humillante.Para algunos autores estas reacciones
neuróticas no se hallan totalmente determinadas por
mecanismos de tipo hereditario (genético).

*Hipocondría: Se hace referencia a una
sintomatología psíquica caracterizada por la
hipervaloración de una serie de molestias corporales, sin
justificación. Esta sintomatología aparece
prácticamente en todos los grupos nosológicos, por
lo que no puede hablarse de la hipocondría como una
enfermedad, sino como un cuadro clínico, que caracteriza a
pacientes que padecen diferentes enfermedades
psíquicas.

Sydeham utilizó el término hipocondría
para designar a la histeria del varón,
constituyéndose en el grupo sociológico fundamental
que más tarde se conocería con el nombre de
neurosis.

Hay 2 formas fundamentales de hipocondría:.
Hipocondría menor o neurótica, la que encontramos
cuadros que clasifican las distintas formas de neurosis y en
especial a la hipocondría obsesiva, ansiosa constitucional
e histérica.Hipocondría delirante o de psicosis,
encontramos la psicosis endógena, la maniaco depresiva,
las quejas hipocondríacas, muy frecuentes durante la fase
depresiva. En la esquizofrenia lo más
característico es un cuadro seudo neurótico, en el
que durante mucho tiempo el enfermo mantiene otra cosa que sus
quejas hipocondríacas, las cuales son delirantes,
característica que domina todo el cuadro
clínico.

*Fobias: Es temor irracional y persistente, inspirado por un
objeto o lugar determinado, también implica ciertas
repulsiones e inhibiciones mediante las cuales el sujeto trata de
rehuir la ansiedad que lo asecha, ejemplo: un enfermo
agorafórico permanecerá día y noche en su
casa para evitar lo que invada la angustia. El paciente
fóbico recurre a toda clase de subterfugios, en su
afán por alejar de sino sólo el objeto de su
aversión, sino cualquier alusión a éste, o a
cualquier pensamiento relacionado con él.

Se le atribuye a las fobias vivencias de la primera infancia o
reprimidas de las que falta recuerdo y que debe ser despertada,
ejemplo: del inicio de una fobia puede haber sido porque un
niño haya quedado encerrado alguna vez en una
habitación produciéndole una claustrofobia.

PsicosisConstituye un trastorno psiquiátrico grave,
suelen dañar algún conflicto visible de la realidad
o una percepción de la realidad distinta a la que
caracteriza a la mayoría de la población o un
alejamiento respecto de las pautas conductuales aceptadas por la
sociedad. No son psicóticas todas las personas que
muestran tales divergencias o conflictos.

Las personas que los especialistas consideran
psicóticas no presentan necesariamente trastornos, ni
cometen siempre actos que puedan resultar perniciosos para ellas
mismas o para la sociedad. Durante la mayor parte de su vida no
muestran síntomas patológicos patentes.

Dentro de la psicosis encontramos los siguientes
trastornos:

*Trastornos de la personalidad: Estos trastornos duran toda la
vida, algunos rasgos de la personalidad son tan rígidos e
inadaptados que llegan a causar problemas laborales y
sociales.

Daños a uno mismo y a los demás .La personalidad
paranoide se caracteriza por la suspicacia y desconfianza. La
esquizoide ha perdido la capacidad y el deseo de amar o
establecer relaciones personales, mientras que la esquizotimia se
caracteriza por el pensamiento, el habla, la percepción y
el comportamiento extraño. Las personalidades
históricas de caracterizan por la teatralidad de su
comportamiento y expresión y se relacionan con la
personalidad narcisista.

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