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El Tabaquismo como aberración del consumismo



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Monografía destacada

  1. Introducción
  2. Por qué es
    un problema social?
  3. Determinantes
    psicosociales del inicio del consumo del
    tabaco
  4. Tabaquismo y
    psicopatología
  5. El tabaquismo en el
    contexto social
  6. Causas que han
    propiciado la situación actual de tabaquismo en
    nuestros jóvenes
  7. Teoría
  8. Tabaquismo
    involuntario
  9. Tipos de
    fumadores
  10. Desarrollo
  11. Farmacología
  12. Sistemas de
    ingeniería y espacios libres sin
    humo
  13. Legislación
    internacional
  14. Posibles
    soluciones
  15. Acciones de un
    país en desarrollo
  16. Conclusiones
  17. Recomendaciones
  18. Bibliografía
  19. Anexos

Introducción

LA MAYOR parte de las personas de nuestro planeta hoy o
fuman o se ven expuestas, en alguna ocasión, al humo que
exhalan los fumadores. En casi todo lugar habitado está
especialmente arraigado el hábito de fumar
cigarrillos.

Por eso, años atrás, cuando se
descubrió a la tribu tasaday en un bosque tropical de las
Filipinas, el que ellos desconocieran el tabaco se
consideró prueba convincente de su extraordinario
aislamiento. Sin embargo, los cigarrillos son de origen
relativamente reciente.

Hace menos de 500 años Cristóbal
Colón llegó a ser el primer europeo que
observó en otras personas el hábito de fumar. Los
indios del nuevo mundo fumaban tabaco en pipas. Para el siglo
diecisiete los europeos estaban fumando cigarrillos liados a
mano. Entonces, en los años ochenta del siglo pasado, se
inventó la primera máquina eficiente para la
fabricación de cigarrillos.

Fue especialmente durante la I Guerra Mundial cuando
ganó extensa popularidad el fumar cigarrillos. Y, en
general, han pasado solamente 40 años, más o menos,
desde que las mujeres comenzaron a fumar. Ahora el uso del
cigarrillo es fenomenal

¡Durante 1978 se produjeron unos 4 200 000 000 000
de cigarrillos! ¡Eso representa suficientes cigarrillos
como para que cada hombre, mujer y niño que hay en la
Tierra pueda fumarse casi tres cigarrillos al
día,
o 1 000 al año! Puesto que más o
menos la mitad de la población de la Tierra tiene menos de
20 años de edad, ¡eso representa 2 000 cigarrillos
al año para cada miembro adulto de la familia
humana!

Tan solo en China cientos de millones de personas fuman.
Además, en los Estados Unidos más de 55 millones de
personas fuman; en el Japón, 34 millones; en Gran
Bretaña, 18 millones, y así sucesivamente. No es
raro que alguien fume 10.000 cigarrillos o más al
año. Usted tal vez suponga que ciertamente un
hábito tan popular nunca ha de pasar de moda. No obstante,
hay quienes tienen otro parecer.

Un ejecutivo de la industria de los cigarrillos
declaró: "Nos estamos preparando para eliminar por etapas
el tabaco. No el año que viene, pero tal vez en 20
años." Las compañías de cigarrillos de los
Estados Unidos también están envolviéndose
en empresas comerciales de otra índole. Todas han dejado
de emplear la palabra "tabaco" en el nombre de su
compañía.

John Pinney, director de la Oficina Estadounidense sobre
el Fumar y la Salud, alega: "El fumar está pasando de
moda." ¿Por qué diría él semejante
cosa de un hábito al cual la mayor parte de la familia
humana está esclavizada?

"Estamos en una nueva era de pandemias," escribió
la Dra. Jean Mayer. Aproximadamente la mitad de los hombres de
los países occidentales están muriendo de
enfermedades cardíacas, y muchos de los demás
mueren de cáncer. Los hechos revelan que estas terribles
plagas tienen como causa principal el hábito de fumar
cigarrillos.

El Colegio Real Británico de Médicos
declaró que el fumar es "tan importante causa de muerte
como lo fueron enfermedades epidémicas como la tifoidea,
el cólera, y la tuberculosis." El Servicio Público
de Salud de los Estados Unidos declara que el fumar es nuestra
"causa principal de enfermedades y muertes evitables."

La prueba ha continuado amontonándose. En enero
de 1979 el director general de Sanidad de los Estados Unidos
publicó un informe sobre el fumar en el cual citó
30.000 obras de investigación como fuentes de referencia.
El informe declara: "En los Estados Unidos, entre los factores
ambientales que, funcionando por sí solos, contribuyen a
las enfermedades, la incapacidad física y la muerte, el
más evitable es el de fumar cigarrillos." En un comentario
editorial sobre ese informe, el Times de Nueva York
indicó: "Esa cizaña está matando a
más de 350 000 estadounidenses cada
año."

El informe de 1980 presentado por el director general de
Sanidad de los Estados Unidos destacó los efectos
desastrosos que el fumar tiene en las mujeres, entre las cuales
el hábito de fumar se ha generalizado extensamente en
época más reciente. El informe declaró: "Ya
están presentándose entre las mujeres las primeras
señales de una epidemia de enfermedades relacionadas con
el fumar. Se calcula que dentro de tres años la cantidad
de casos de cáncer pulmonar excederá a la de casos
de cáncer mamario."

El Dr. Halfdan Mahler, director general de la
Organización Mundial de la Salud, declaró en marzo
del año pasado: "Entre las cosas evitables que,
funcionando por sí solas, son causa de mala salud en el
mundo, la mayor, probablemente, sea el fumar.

Hablar del tabaco en el caso de México,
remontarnos hasta los pueblos prehispánicos, entre los
cuales este producto ya estaba al alcance de los grupos sociales
y formaba parte, sobre todo, de sus ritos y manifestaciones
religiosas. Durante el siglo XVI, con el descubrimiento y la
exploración de territorios antes desconocidos para los
occidentales, en el Nuevo Mundo se encuentran ya testimonios de
la presencia del tabaco en todo el continente americano. En su
Historia de las Indias Fray Bartolomé de las Casas, relata
el descubrimiento del tabaco por Rodrigo de Xerez y Luis Torres,
miembros de la primera expedición de Cristóbal
Colón.

"Hallaron estos dos cristianos por el camino mucha gente
que atravesaban a sus pueblos, mujeres y hombres, siempre los
hombres con tizón en las manos y ciertas hierbas para
tomar sus ahumerios, que son unas hierbas secas metidas en una
cierta hoja seca también, amanera de mosquete hecho de
papel, de los que hacen los muchachos la pascua del
Espíritu Santo, y encendida por una parte de él por
la otra chupan o sorben o reciben con el resuello para adentro
aquel humo, con el cual se adormecen las carnes y casi
emborracha, y así dizque no sienten el cansancio. Estos
mosquetes, o como los llamaremos, llaman ellos
tabacos."

Es indudable la importancia que nuestros pueblos
prehispánicos daban al tabaco y cómo éste
fue uno de los productos más novedosos en Europa, desde
que las primeras remesas de semilla de tabaco fueron enviadas,
por encargo del misionero español Ramón
Pané, desde la isla denominada La Española, hoy
República Dominicana, a Sevilla, España.

Es por ello que la investigación documental y
virtual que ahora se presenta tiene el objetivo de aportar un
grano de conocimiento más al acervo cultural que ya existe
sobre el tema y brindar una herramienta de defensa para detectar
y prevenir consumo del tabaco y ayudar de alguna manera positiva
a este problema social, porque hasta los que no fuman
sentirán sus efectos como consumidores
pasivos…porque considero que todos educamos y para muestra
es este documento donde van autores de libros y sitios web,
investigadores, opiniones y experiencias de los protagonistas,
porque hasta los estudiantes nos enseñan a enseñar
mejor y nosotros como educadores a que sepan construir sus
propios aprendizajes propiciando su aprendizaje por
descubrimiento o perspicacia cultural y
biológica.

A mediados del siglo XVI, la costumbre de fumar fue
introducida por los marinos que regresaban del Nuevo Mundo en
España y Portugal, y de ahí se expandió su
consumo al resto de Europa. Es a partir del siglo XVII, que el
tabaco es conocido como planta fumable en la mayor parte del
mundo, por lo cual las principales potencias colonizadoras de la
época proceden a organizar, sistematizar y monopolizar su
cultivo en las colonias a efecto de comercializarlo y obtener
ingresos adicionales para sus coronas.

Con la revolución industrial, a finales del siglo
XIX, se da el surgimiento de la industria tabacalera moderna y su
crecimiento a lo largo y ancho del planeta, con la consecuente
repercusión e interacción política y
económica en cada país donde se establece. La
difusión del hábito, la conducta y la
adicción de fumar, llevó en los años 50 del
siglo XX a la realización de los primeros informes sobre
la relación entre el tabaquismo y la salud de la
población.

Se empezó a encontrar una relación
evidente entre el consumo de este producto y la
adquisición de enfermedades pulmonares y cardiovasculares.
Con la aparición, en 1964, del Reporte del Cirujano
General de los Estados Unidos sobre "Tabaquismo y Salud", se
destaca esta relación directa entre el tabaco y la
enfermedad.

Sin embargo, la evidencia científica, generada en
el mundo en los últimos 40 años, ha sido
concluyente: el tabaco es hoy en día uno de los productos
más nocivos para la salud, por lo que se ha convertido, en
una de las principales causas prevenibles de enfermedad y
muerte.

Por ejemplo, los consumidores habituales llegan a tener
labios partidos, dientes manchados, mal aliento y encías
ulcerosas, y nada de eso es asunto de risa. Además de
atrofiarse el gusto y el olfato, se incrementan el pulso y la
presión sanguínea, realmente malas noticias. Pero
la peor noticia es que estudios realizados en Europa, India y
Estados Unidos revelan que esta clase de tabaco ocasiona
cáncer de la mejilla, las encías y la garganta,
datos que no sorprenden a los especialistas. Un estudio
menciona: "De los productos que entran en el cuerpo, el
rapé tiene los niveles más altos de sustancias
cancerígenas". No sorprende pues que "los
consumidores inveterados de rapé tengan 50%
más probabilidades de que se les desarrolle cáncer
que los que no lo usan".

Las consecuencias del cáncer oral son graves. Los
consumidores de tabaco no solo arruinan su salud, sino que a
menudo acortan su vida. Una publicación de la Sociedad
Americana contra el Cáncer narra esta lamentable
anécdota: "Sean empezó a emplear tabaco a los
13 años. Pensaba que era más seguro que fumar.
Llegó a consumir una lata o más diariamente, y se
le ulceró la lengua. Se trataba de cáncer bucal.
Los médicos le amputaron parte de la lengua, pero el
cáncer se extendió al cuello. Aunque se le
practicaron otras operaciones, solo lograron desfigurarlo.
Murió a la edad de 19 años. Antes de morir,
Sean escribió un mensaje en un pedazo de papel:
"No consumas tabaco"".

La evidencia epidemiológica en el ámbito
mundial es ilustrativa de lo que está ocurriendo. Datos de
la Organización Mundial de la Salud señalan que hay
casi 1,100 millones de fumadores en el orbe, de los cuales 300
millones son de países desarrollados (relación de
dos hombres por cada mujer), comparados con los 800 millones de
fumadores en países en vías de desarrollo (siete
hombres por cada mujer).

Del total de la población mundial, 30% de los
adultos son fumadores y de éstos, 4 millones de personas
fallecen al año, lo que equivale a la muerte de casi 11
000 personas diarias. Se estima que para el año 2020
habrá más de 8.4 millones de muertes anuales por
enfermedades atribuibles al consumo del tabaco.

En México, desde hace tres lustros, la
realización de múltiples estudios e investigaciones
impulsadas por diversas instituciones de salud y especialistas en
la materia ha permitido conocer aún más sobre el
comportamiento del tabaquismo en México, para establecer
las políticas requeridas de combate frontal a esta
epidemia.

Los gigantes del tabaco no se han quedado de brazos
cruzados mientras los atacan desde todos los ángulos. En
palabras del periódico The Wall Street Journal,
el Consejo de Investigación del Tabaco de la ciudad de
Nueva York realiza "la mayor campaña desinformativa de la
historia económica de Estados Unidos".

Escudándose en los estudios independientes, el
consejo ha invertido millones de dólares en la lucha con
sus oponentes. Todo comenzó en 1953, cuando el
Dr. Ernst Wynder, del Memorial Sloan-Kettering Cancer
Center,
descubrió que la aplicación de
alquitrán de tabaco en el lomo de los ratones les
provocaba tumores. Las tabacaleras crearon el consejo para
neutralizar con sus propios datos los hechos evidentes que se
recopilaran.

¿Cómo es posible que los
científicos del consejo extraigan conclusiones tan
diferentes a las del resto de los investigadores? La reciente
divulgación de ciertos documentos destapó una
maraña de intrigas. Muchos investigadores del consejo,
coartados por los contratos y bajo el constante escrutinio de
abogados puntillosos, hallaron que la creciente
preocupación por la salud tenía fundamento, pero al
encararse a la realidad, —según The Wall Street
Journal
— "a veces rechazaban o mutilaban sus propios
estudios si implicaban que fumar era un peligro para la
salud".

A puerta cerrada, prosiguieron durante años la
búsqueda de un cigarrillo más "seguro". De haberlo
hecho en público, habrían admitido
tácitamente que fumar es peligroso para la salud. A
finales de los años setenta, un abogado decano de cierta
tabaquera recomendó abandonar la búsqueda por
fútil y ocultar todos los documentos al
respecto.

Los años de experimentación aportaron dos
conclusiones: la nicotina es claramente adictiva, y fumar es
letal. Aunque en público nieguen los hechos con
vehemencia, las tabacaleras demuestran con sus acciones que
conocen muy bien la realidad.

David Kessler, comisionado de la Administración
para los Fármacos y Alimentos de Estados Unidos, las
acusó de manipulación deliberada del producto:
"Algunos cigarrillos actuales son, en realidad, avanzados
dosificadores que suministran la nicotina en las cantidades
precisas […] para crear el hábito y
perpetuarlo".

Según Kessler, las patentes que poseen las
compañías revelan sus intenciones. Así, hay
una variedad de tabaco, modificado genéticamente, que
produce el mayor nivel de nicotina conocido. Otro proceso
potencia dicho nivel tratando químicamente los filtros y
papeles. Un método diferente consigue que las primeras
inhalaciones tengan más nicotina que las últimas.
Además, los documentos de la industria muestran que el
tabaco contiene aditivos amoniacales para liberar más
nicotina. "Ahora, cuando se inhala el humo, va a parar a la
sangre del fumador casi el doble de la cantidad que antes", dice
un informe del New York Times. La Administración
para los Fármacos y Alimentos ha proclamado que la
nicotina es una droga adictiva y pretende controlar con mayor
firmeza los cigarrillos.

A su modo, los gobiernos tienen dependencia del tabaco.
El de Estados Unidos, por ejemplo, recauda 12.000 millones de
dólares al año en impuestos estatales y federales
que gravan los productos del tabaco. Pero, según una
evaluación de la Oficina de Tasación
Tecnológica Federal, se pierden 68.000 millones de
dólares anuales por gastos sanitarios y merma de la
productividad.

Las compensaciones económicas y los abundantes
empleos, el mecenazgo cultural y las negativas tajantes de que
haya riesgos para la salud forman parte de los peculiares y
endebles "globos" en que se escudan las tabacaleras. Queda por
ver si serán más efectivos que la barrera
londinense de globos.

Es evidente, pues, que las mastodónticas empresas
no pueden ocultar lo que son. Han ganado millones matando a
millones de personas, sin que parezca inmutarles el terrible
costo

Desde 1988, con la primera Encuesta Nacional de
Adicciones (ENA), aplicada en todo el país a personas de
áreas urbanas de entre 12 y 65 años de edad, se
empieza a tener una vigilancia epidemiológica más
del comportamiento del tabaquismo. Esta encuesta nacional se ha
llevado a cabo cada 5 años (1988,1993 y 1998), lo que ha
permitido observar de manera detallada las tendencias que la
epidemia muestra, mismas que se resumen de la manera
siguiente:

  • a) Prevalencia estable del consumo.

  • b) Disminución en la edad promedio de
    inicio.

  • c) Mayor consumo en menores de edad.

  • d) Mayor consumo por mujeres.

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Los datos de la Encuesta Nacional de Adicciones de 1998
indican que, 28% de la población entre 12 y 65 años
de edad de área urbana, son fumadores activos, lo que
representa más de 13 millones de personas fumadoras;
además, 53% de la población son fumadores
involuntarios o pasivos, lo que lleva a señalar que 7 de
cada 10 personas en las ciudades de nuestro país, se
encuentran en mayor o menor grado expuestas a los daños
que el tabaco ocasiona.

En cuanto a la edad de inicio en el consumo del tabaco,
el análisis de las Encuestas Nacionales de Adicciones
demuestra que cada vez se empieza a fumar a más temprana
edad; en la aplicada en 1998, si bien sigue predominando el
inicio entre los 15 y 17 años (36.5%), se observa un
incremento significativo en el grupo de menores de 15 años
(21.7%), comparado con los resultados de las encuestas
anteriores.

Si analizamos la proporción de fumadores que
iniciaron antes de los 18 años, también podremos
observar en los últimos años una tendencia
creciente, mientras que en la ENA1988 esta proporción era
de 52.2% (4 839 074 personas), en la ENA 1993 fue de 56.8% (6 060
762 personas) y en la ENA1998 se incrementó a 61.4 (8 135
772 personas).

De igual modo, señalamos una tendencia hacia el
incremento en el número de mujeres fumadoras; en la
ENA1988, 29.4% de los fumadores eran mujeres, mientras que en la
ENA1998 esta cifra se incrementó al 33.4%. Al comparar la
proporción de hombres fumadores con respecto a mujeres
fumadoras, en la ENA de 1988 era de 3:1, mientras que en la ENA
de 1998 se encontró que la proporción
disminuyó a 2:1.

La recopilación y el análisis de diversas
fuentes de información respecto al tabaco en
México, tales como las encuestas nacionales de adicciones,
encuestas de accesibilidad al tabaco por menores de edad,
análisis de costos, estudios de medición de
cotonina, encuestas en poblaciones específicas como
estudiantes adolescentes, universitarios, aspirantes a
residencias médicas, personal de salud y personal
magisterial, así como el Sistema de Vigilancia
Epidemiológica de las Adicciones (SISVEA) que
recientemente incorporó al tabaco como un componente
básico de su red, permiten contar con información
para los fines del

O b s e r v a t o r i o.

Este Observatorio, a su vez, permite establecer
políticas congruentes y realizar las modificaciones que
éstas requieren para detener y disminuir el avance de la
epidemia.

Hasta el 1856, cuando los cigarrillos encontraron
su primer mercado masivo, el empleo del tabaco había sido
considerado como un lujo extravagante. Por esas fechas, los
soldados británicos y franceses regresaron de la guerra de
Crimea con "cigarros de papel" y un hábito que
habían aprendido en aquella tierra. La moda del cigarrillo
invadió Europa, creando una demanda inesperada de
cigarrillos turcos o su imitación inglesa.

La "moda de Crimea" hizo del cigarrillo un sustituto
económico de la pipa o el cigarro. Pero la moda
murió. Además, como indicó Robert Sobel:
"Hacia el comienzo de la década de 1860 no
parecía que el hombre de la clase media estadounidense
—el principal mercado para fumadores potenciales— se
pasara a los cigarrillos". Aquellos cigarrillos primitivos no
parecían seducir tanto como los cigarrillos modernos. Como
ocurre con el humo del cigarro, el humo del cigarrillo era
ligeramente alcalino y los fumadores lo retenían en la
boca. No resultaba cómodo inhalarlo como hacen hoy
normalmente los fumadores. Había llegado el momento de dar
el siguiente y sorprendente paso.

La guerra civil norteamericana (1861-1865) introdujo un
humo cuyo poder de adicción era mayor, logrando una
adicción que, según Jerome E. Brooks, experto
en el tema, tendría una "fuerza explosiva". Una vez
más, la guerra llevó a los soldados el
económico cigarrillo… primero a los Confederados y luego
a los de la Unión. Pero esta vez no fue una moda
pasajera.

Para la confección de estos cigarrillos se
empleó tabaco estadounidense, y había algo
que los hacía diferentes. Los cosecheros norteamericanos
adoptaron un nuevo tipo de tabaco que, en un suelo bajo en
nitrógeno como el suyo, se cultivaba bien. También
descubrieron, por un accidente inesperado ocurrido en una granja
de Carolina del Norte, un proceso de secado que daba a la hoja un
color rubio brillante, así como un sabor suave y dulce.
En 1860, la Oficina de Empadronamiento de los Estados Unidos
denominó este fenómeno como "uno de los desarrollos
en el campo de la agricultura más anormales que el mundo
jamás ha conocido". Después de haber fumado unos
cuantos cigarrillos de este nuevo tabaco, los nuevos fumadores
sentían una necesidad irresistible de encender
otro.

En el transcurso de 20 años los comerciantes
de tabaco dieron con la idea de emplear anuncios publicitarios
atractivos y basados en algún testimonio personal, con el
fin de atraer a nuevos clientes. Una máquina patentada
en 1880 producía cigarrillos en cantidades masivas
con el fin de mantener los precios asequibles, mientras que
láminas de héroes del deporte y mujeres sonrientes
ofrecían la imagen publicitaria del cigarrillo al
público masculino. Pero ¿qué hacía
que cada vez lo compraran más? ¡La
habituación a la nicotina! Como explicó Willian
Bennet, M.D., un escritor sobre temas relacionados con la salud:
"La mecanización, una publicidad inteligente y las
técnicas de la comercialización han hecho su
aportación, sin embargo, [sin la nicotina] nunca hubieran
podido vender tanta paja seca".

Por qué es
un problema social?

La epidemia actual del tabaquismo tuvo su origen en los
países más industrializados; se inició a
finales del siglo XIX y se intensificó durante las
primeras décadas del XX. Dicho crecimiento se
desencadenó al iniciarse la producción masiva de
cigarros manufacturados. Muy pronto, y por razones
básicamente económicas y de mercado, su
utilización se popularizó. Los pitillos resultaban
muy baratos para el gran público, a la vez que altamente
rentables para los productores.

Este cambio de dimensiones comerciales y el
desarrollo de nuevas técnicas de promoción fueron
los factores que permitieron a las empresas elaboradoras invertir
enormes esfuerzos económicos y técnicos en
sofisticadas estrategias publicitarias, en una época en la
que no existía limitación legislativa al
respecto.Así, en muy poco tiempo el hábito de
tabaco se ha generalizado en la mayoría de los
países occidentales hasta alcanzar a más del 50% de
la población adulta; lo que ha ocasionado uno de los
problemas más sociales más graves ya que afecta la
salud de los fumadores y de los que lo rodean, este problema es
susceptible a ser prevenido y al que tiene que hacer frente la
sociedad moderna.Los condicionantes que explican el despegue de
este hábito masivo en la sociedad industrial de principios
del siglo XX son los mismos en todos los países. Para
describirlos se van a utilizar datos de lo sucedido en diversas
naciones, incluida Guatemala, que por motivos de desarrollo, fue
una de las últimas en incorporarse masivamente al consumo
de esta droga.En la mayor parte del mundo industrializado, el
tabaco es la droga más accesible para cualquier ciudadano,
ya sea adulto, joven o adolescente, tanto en lo que se refiere a
la facilidad de adquisición como de consumo.Existen muchas
formas de venta desde expendedurías, hasta máquinas
automáticas situadas en locales públicos.
Además, es legal la venta de tabaco en bares,
restaurantes, comercios de alimentación, supermercados,
hipermercados, etcétera. Esto hace que sea el único
producto del mercado que se encuentra a mano en cualquier sitio y
a cualquier hora del día o de la noche, por lo que supera
de forma destacada al número de puntos de venta de otros
servicios básicos como alimentos, productos de limpieza,
periódicos y revistas, medicamentos y, por supuesto,
libros, artículos para el ocio y tiempo libre,
etcétera.La globalización ha logrado que este tipo
de productos se han propagado fácilmente hasta lo
más recóndito del mundo y mediante los anuncios y
todo tipo de publicidad han logrado entrar en la mente de la
gente y que sus productos sean muy demandados y usados,
además de ser hechos un habito de vida cotidiana hasta
llegar a la necesidad de si, también el cigarro se ha
vuelto una moda gracias al consumismo imperante en este Sistema
Económico Neoliberal.

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El tabaco tiene principalmente 2 ventajas
de consumo sobre las otras drogas: es socialmente aceptada y es
de consumo legal lo que contribuye a que sea más
utilizadoHay dos grupos de personas que pueden presentar
problemas de salud como consecuencia de fumar:El fumador
activo
, que voluntariamente se expone al humo, al fumar
cigarros.El fumador pasivo, que de manera involuntaria se
ve expuesto al humo del cigarro.

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Esto se puede considerar injusto para el fumador pasivo
y es aquí en donde podemos hacer énfasis
cómo problema social, ya que los fumadores afectan la
salud de los no fumadores sin ningún derecho. Hubo un
dicho que se hizo popular hace algunos años que
decía: "Tu derecho de fumar termina cuando empieza el
mío de respirar". Es por ello que se han creado leyes que
regulan áreas específicas donde es prohibido fumar,
y muchos restaurantes tienen áreas especiales para
fumadores.Otro problema se da cuando la persona adicta al tabaco
deja de consumirlo, se presentan algunas alteraciones de
carácter psíquico y físico, tales como:
angustia, mal humor, nerviosismo, insomnio, temblores,
etc.

El acto de pedir, sugerir o prohibir fumar despierta una
diversidad de reacciones de unos contra otros. Indudablemente que
en esto confluyen moduladores de la conducta individual, unos
conocidos y otros no. Quienes están de acuerdo en no
fumar, prefieren preservar su salud y defienden como
legítimo derecho no exponerse a respirar aire contaminado;
otros en cambio, admiten el peligro, lo prefieren, como un modo
placentero de escapar de las presiones, del estrés, del
aburrimiento que les depara la vida cotidiana, defienden el hecho
de seguir fumando con sofisticadas justificaciones, falacias y
sinrazones.

Las opiniones expresadas tienen importancia, pero
también las percepciones no confesadas de los fumadores y
no fumadores que lo toleran ampliamente. Es recurrente escuchar
la reclamación "¿Por qué se me priva de mi
derecho de libertad?" "Yo soy dueño de mí… a
nadie más tengo que entregar cuentas".

Toda una expresión de conducta desviada,
desorientada, equivocada, que evidencia egocentrismo; no
obstante, susceptible de cambiar. Tómese en cuenta que
pasa por alto el requisito para la convivencia armónica:
Respetar el interés por el bien de la
comunidad.

Éste tiene preferencia frente al individual.
Así que, sedimentar estos conceptos socialmente da lugar a
toda clase de respuestas polémicas. De todos modos, se
cuenta con la firme esperanza de que llegue a prevalecer la
razón por el bien común.

La Organización Mundial de Salud (OMS) indica que
el hábito de fumar cigarrillos es causa directa o
indirecta de cerca de 8 242 muertes por día y cuatro
millones al año en el mundo, de las cuales la tercera
parte ocurre en países en vías de
desarrollo.

Las tendencias actuales indican que para el año
2020 más de 10 millones de personas morirán a causa
del tabaco, la mitad de ellas durante la madurez productiva, con
una pérdida individual de 10 a 20 años de vida,
para el 2030 siete de cada 10 de las defunciones ocurrirán
en países en vías de desarrollo.

El Banco Mundial señala que el tabaco es un
problema mayor de las poblaciones pobres, jóvenes, de bajo
nivel educativo y de bajos ingresos. Las muertes atribuibles al
consumo de tabaco representan sólo 5% en las poblaciones
con una educación media y superior mientras que este
porcentaje se incrementa a 19% en los grupos que tienen primaria
como máximo nivel académico.

Los adolescentes son considerados grupos de alto riesgo,
ya que más del 60% de los fumadores se han iniciado desde
los 13 años y más del 90 % antes de los 20
años.

En el transcurso de los últimos diez años,
en el mundo se ha dado un contraste entre las tendencias y la
magnitud del tabaquismo. Mientras que en los países
desarrollados se observa una disminución del promedio de
cigarros anuales consumidos, en los países en vías
de desarrollo se presenta un incremento de cifras.

Sin embargo, cabe señalar que todas las naciones
sufren pérdidas por el tabaquismo, particularmente por los
riesgos asociados al consumo, de los cuales el cáncer
pulmonar es el más grave. En Europa se calcula que 50% de
todos los cánceres que aparecen en la población
masculina son causados por el consumo de tabaco.

China es "el principal productor y consumidor mundial de
tabaco —asegura la revista The Journal of the American
Medical Association
—. De los 1 200 millones de
habitantes del país, más de 300 millones de hombres
y más de 20 millones de mujeres son fumadores". Los
médicos de la Academia China de Medicina Preventiva y la
Asociación China del Tabaco y la Salud, de Pekín,
junto con un grupo de facultativos occidentales, han dado a
conocer los resultados de una encuesta nacional realizada a
más de ciento veinte mil personas. ¿La
conclusión? China se encuentra en "una fase temprana de
una epidemia de tabaco" y "se calcula que al menos cincuenta
millones de fumadores chinos morirán prematuramente".
Desde 1984, el promedio de edad a la que se empieza a fumar en
ese país ha disminuido en unos tres años, de los 28
a los 25, según el informe. Solo una minoría
reconoció que el tabaco puede provocar cáncer de
pulmón y enfermedades cardíacas.

Determinantes
psicosociales del inicio del consumo del tabaco

La poli causalidad del problema de tabaquismo tiene una
estrecha relación e importantes puntos de coincidencia
entre sus aspectos: económicos, culturales,
políticos y ambientales y las determinantes psico
sociales.

El fumador atraviesa por distintas etapas en las que hay
factores psico – sociales que inciden en su consumo y en el
avance de su adicción. Las etapas del consumo de tabaco
son las denominadas: preparatoria, iniciación,
experimentación, consumo regular y
adicción.

A estas etapas se suma la cesación, que cierra el
ciclo. Considerando el consumo de tabaco como un proceso
complejo, pueden distinguirse unos factores de inicio y unos
factores mantenedores del mismo, que hay que conocer y tener en
cuenta a la hora de plantear el abordaje integral del
tabaquismo.

Podemos señalar que los factores que inciden en
la iniciación del consumo son respuesta a diferentes
modelos y múltiples factores que ejercen influencia y que
se pueden agrupar en: factores sociales, factores ambientales y
factores personales.

La presión social que en el medio ejerce sobre el
individuo desde su infancia contribuye al inicio en el consumo
del tabaco. Fumar es un comportamiento aprendido y favorecido por
la mediación de la propia sociedad en cada etapa del
desarrollo, en el que aún recibiendo múltiples
influjos, predominan determinados tipos de
influencias.

DETERMINANTES SOCIALES

La familia: en la primera infancia, la influencia
más importante que recibe el niño es la familiar
ejercida por sus propios padres, hermanos mayores, etc. Los
niños que viven en hogares cuyos padres no fuman y
desaprueban esa conducta, tienen menos posibilidades de
convertirse en fumadores habituales.

Hace mucho tiempo que los investigadores saben de la
adicción de muchos estudiantes de enseñanza
secundaria al tabaco que no se fuma. No obstante, hasta hace poco
no había información disponible sobre los
hábitos relacionados con el tabaco de niños en edad
preescolar o de estudiantes de enseñanza primaria. Una
encuesta realizada entre 5.000 niños por los Centros de
Control de Enfermedades de EE.UU. ha revelado que hay
niños que con tan solo tres años de edad ya son
adictos a productos derivados del tabaco. Se descubrió que
el 17% de las niñas de cinco años que fueron
encuestadas y el 10% de los niños de la misma edad
habían estado usando productos como el rapé por un
año o más. Según Health Letter,
boletín sobre la salud publicado en Washington, D.C., "los
muchos anuncios y la distribución de muestras gratuitas
han convertido a los productos derivados del tabaco que no se
fuman" en algo atractivo y al alcance de los jóvenes
usuarios, muchos de los cuales no pueden leer las advertencias
que la ley exige que lleven todos los paquetes. Los niños
más pequeños probablemente son introducidos en ese
hábito por amigos, hermanos mayores o hasta por sus
padres.

Sin embargo, si los padres fuman, crean un ambiente
favorable para que se inicien al consumo, al percibir el hecho de
fumar como algo normal en la organización de su vida
Cotidiana.

  • Educadores: En etapas posteriores, habrá que
    tener en cuenta la conducta de profesores y educadores, no se
    debe olvidar que ejercen una gran influencia en el
    niño y adolescente como modelo a imitar.

  • Pares: En los jóvenes, el grupo de amigos
    ejerce una gran influencia a la hora del inicio en el consumo
    de tabaco utilizándose esta iniciación, muy a
    menudo, como un mecanismo de integración en el grupo.
    La presión de los pares es un factor determinante y el
    temor a no ser admitidos en el grupo hace que muchos
    jóvenes se inicien.

El uso del tabaco es legal y aunque se plantean
restricciones a fumar en determinados lugares, el fumar en la
calle sin ningún reparo y la incidencia de la publicidad,
más o menos encubierta, demuestran la aceptación
social del tabaco y llevan al joven a pensar que fumar es lo
"normal". Existe una relación importante entre fumar y el
nivel económico o de educación. Diversos estudios
han demostrado que existe una relación directa entre
formación y fumar, descendiendo la prevalencia a mayor
formación.

DETERMINANTES AMBIENTALES

Publicidad: la industria tabacalera para mantener su
expansión en los mercados nacionales e internacionales,
aumenta la inversión publicitaria con el objetivo
primordial de incrementar el número de personas que se
inician en el consumo de tabaco, y también para lograr la
recaída de los ex fumadores.

Existencia de publicidades dirigidas a los niños
(el futuro de la industria tabacalera) y a los adolescentes en
sus propios ambientes (eventos deportivos,

conciertos de rock, etc.). La presentación
fumando de personajes impactantes para los jóvenes, en
películas y programas de televisión, crean un
ambiente socialmente favorable para la iniciación al
consumo. La publicidad, manipula los valores sociales intentado
asociar algo tan dañino como el tabaco al deporte, a la
aventura, al éxito, la libertad, el sexo, etc.

Defiende el consumo como un Derecho del individuo a la
libre elección, sabiendo que no podemos hablar de libertad
de elección, cuando a tan tempranas edades los individuos
no son conscientes del daño que produce y cuando adquieren
la conciencia y conocimientos, la nicotina les ha hecho
dependientes.

  • Factores ambientales: accesibilidad y
    disponibilidad.

Otro factor inductor es la facilidad en la
accesibilidad. Existen numerosos puntos de venta (clandestinos),
que suministran, sin escrúpulos, tabaco a menores. La gran
disponibilidad y el bajo costo son dos factores más a
sumar en la lista de los que facilitan la iniciación al
consumo.

  • Factores personales: Incluye factores
    genéticos, psicológicos y los
    específicos del género. Como factores
    genéticos, se ha demostrado algún grado de
    predisposición genética a fumar, la cual no es
    probablemente específica de la nicotina en sí
    misma, pero si para un uso mayor de las drogas psicoactivas
    en general incluyendo alcohol y cocaína, cuyo consumo
    está correlacionado al tabaquismo.

  • Factores psicológicos: hay ciertas
    características psicológicas individuales
    facilitadoras del inicio al consumo de tabaco. El adolescente
    puede empezar a fumar por: el deseo de emular la conducta de
    los modelos adultos de referencia, es decir, fumar para
    crecer. La publicidad vende al joven, a través del
    consumo, la falsa posibilidad de conseguir valores
    básicos para él en esta etapa tan crucial de su
    vida como: capacidad de relación, independencia,
    libertad, seguridad, imagen atractiva, etc. Entre los
    adolescentes, fumar se asocia con problemas de disciplina,
    con actitudes y patrones de comportamiento que se descubren
    como indicadores de baja auto estima.

En personas con enfermedades psiquiátricas se da
un alto porcentaje de fumadores: 88% esquizofrénicos y 49%
depresión mayor.

El estrés aumenta el consumo de cigarrillos
habiéndose identificado como factor de riesgo en el inicio
del consumo de los jóvenes y es así mismo,
responsable de las recaídas en los procesos de
deshabituación.

  • Factores de género: independencia, el fumar
    cigarrillos está asociado con la independencia de la
    mujer y la confianza que depositan en ellos, para crear una
    imagen determinada, pueden derivar en que algunas mujeres
    ofrezcan.

Tabaquismo y
psicopatología

Como señalamos anteriormente el Tabaquismo es un
problema poli causal abordado desde una mirada de totalidad. En
esta parte del trabajo nos centramos en las
características psicológicas individuales que son
facilitadoras al inicio del consumo de tabaco, luego en
cuáles son los factores que posibilitan el mantenimiento y
por último siguiendo la línea de trabajo de
E.

Begoña quien señala que cada vez es
más frecuente encontrar relaciones significativas en los
fumadores con la depresión, la ansiedad, el alcoholismo,
la esquizofrenia. La relación entre fumar y estos
trastornos psiquiátricos se traduce en una mayor
dificultad de estas personas para dejar de fumar y, si lo
consiguen, una mayor vulnerabilidad a la
recaída.

Desde la perspectiva de Pichon – Riviere quien
establece la diferencia entre lo que considera el concepto de
salud y el concepto de enfermedad, debemos de realizar un
señalamiento, toda persona que fuma está consciente
o inconscientemente provocando un daño en su salud. Por
salud entiende a la "adaptación activa a la realidad" y
señala que cuando se da la adaptación activa
estamos en presencia de un concepto de orden dialéctico,
donde el sujeto al transformarse modifica al mundo y al
modificarlo se modifica a si mismo, señala que se produce
una actividad permanente, modificando estructuras en ese
medio.

Cuando hablamos de Psicopatología vincular,
siguiendo el pensamiento de Kesselman, podemos hacer
alusión a las llamadas psicosis básicas: la
confusión, la esquizofrenia y la
melancolía.

El individuo cuyo diagnostico se acerca a las
características: confesional, regresivo
clínicamente, no discrimina los objetos protectores de los
persecutorios, los buenos de los malos. Característica
esquizofrénica y melancólica como dos formas de
diferenciación de éste núcleo central
confesional. El esquizofrénico con desconfianza en el
exterior y confianza en sus objetos idealmente buenos dentro del
yo. El melancólico con envidia hacia el exterior y
desconfianza extrema hacia los objetos predominantemente malos
ubicados en su interior.

Si bien, en todo ser humanos trataríamos de
distinguir el predominio, sucesividad, simultaneidad o
alternancia de los llamados núcleos psicóticos,
para configurar el diagnóstico de estructura
psicótica básica de toda personalidad. Ante un
predominio de un determinado núcleo se realiza un
diagnóstico para ese momento, esta situación y
estos vínculos sociales, el sujeto presenta un predominio
del núcleo confesional, esquizofrénico o
melancólico.

Como se presento anteriormente se pueden dar
múltiples relaciones entre fumar y las patologías:
los factores de riesgo de cada trastorno pueden interactuar y
traslaparse; determinadas psicopatologías puede servir
como factor de riesgo para fumar; la adicción a la
nicotina puede ser un factor de riesgo de la
psicopatología; algunos trastornos psiquiátricos
pueden emerger cuando el sujeto deja de fumar; la
psicopatología puede modificar el curso de la
adicción a la nicotina en términos de rapidez del
curso, respuesta al tratamiento, cuadro sintomático y
resultado a largo plazo, aspectos de mantenimiento (personal y
social) del trastorno psiquiátrico pueden llevar a una
progresión continuada, consolidación y
recaída al consumo de cigarrillos.

Partes: 1, 2, 3

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