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Aportes de la cultura africana a la memoria histórica



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. La africanización de la región de Cuba
  4. Aporte significativo a la memoria histórica
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Resumen

El presente trabajo que tiene como título "Aportes de la cultura africana a la memoria histórica" reveló la relación de los importantes aportes de la cultura africana a la memoria del pueblo cubano, como aspecto que subyace desde las diferentes perspectivas artísticas que entroncan la multiculturalidad de nuestra isla, resultante del proceso de transculturación ocurrido y el legado aportado por la cultura africana. El mismo tuvo como objetivo reflexionar en relación con la importancia de los aportes de la cultura africana a la memoria histórica. La significación de este proceso constituye aspecto necesario para la comprensión de las realidades sociales, del proceso de mestizaje, de la idiosincrasia de nuestro pueblo, de las influencias de la religión, arte, la música africana en la cultura nacional. Estos aspectos en función del proceso de conformación de la memoria histórica, como síntesis del pensamiento. La memoria histórica como fundamento de la cultura y el desarrollo de los pueblos.

Palabras claves: memoria histórica, cultura, identidad, cultura histórica.

Introducción

Se hace necesario desde la Historia de Cuba, resaltar los aportes realizados a la amplia cultura cubana, por los pueblos africanos, destacando desde el gran continente (africano) el sustento de nuestras propias raíces, que a la luz del siglo XXI, todavía, muestran signos de respeto y admiración.

Los disímiles aportes de la cultura africana quedan plasmados desde aristas que van desde lo étnico, lingüístico y religioso, como elementos que enriquecen la cultura cubana y el amplio mosaico transcultural. Asimilar de este modo la esencia de la cultura africana, es por tanto el modo concreto y peculiar en que nuestra sociedad ha interpretado la realidad en consonancia con su pasado histórico.

En este sentido es necesario destacar la elaboración social de la experiencia histórica y su plasmación objetiva en la vida de una comunidad, producción que, habitualmente, llevan a cabo distintos agentes sociales –muchas veces concurrentes- a través de medios variados. Elementos integrantes en la conformación de la cultura cubana y su derivación a partir de los aportes traídos por los diferentes grupos que llegan desde el continente africano a la isla.

Desde esta perspectiva ha estado presente en la cultura cubana, los aportes realizados y traídos por una multiplicidad de negros esclavos que se introducen en la isla de Cuba desde los siglos XVI y XVII. Enfatizar que los aportes se encuentran en la diversidad de la experiencia del modo histórico de vivir del hombre africano en correspondencia con la naturaleza y su Historia (en un sentido amplio como historia del ser humano).

De esta forma, se sitúa a la cultura como el modo concreto del ser humano de cada individuo y de cada sociedad en la Historia en todo el ámbito de la actuación del hombre determinado por diversas formas de hacer y comprender la cultura. Destacando la misma, como la parte de la relación activa y pasiva del hombre con su mundo y consigo mismo, en la que el mundo y él mismo tienen que ser interpretados para poder vivir con y en el mundo. Desde aquí se refiere a la naturaleza espiritual-mental del hombre, que se realiza en la mutación permanente entre la apropiación interpretativa del mundo y la expresión humana del ser propio (subjetividad).

Esta definición de cultura, tiene la ventaja de no cubrir todo el espectro de la vida humana, sino de diferenciar este ámbito de vida de otros, y establecer relaciones entre éstas otras áreas, se suelen nombrar: la economía, sociedad y la política, imbuida por ellas, pero a su vez también las inculca, es el modo en que una sociedad interpreta, transmite y transforma la realidad, la elaboración de la experiencia histórica y su uso en el presente se enmarca siempre dentro de unas prácticas sociales de interpretación y reproducción de la Historia como proceso social.

Comprender desde la cultura su interrelación con la memoria histórica, posibilita, entenderla como proceso; que se determina como resultado de la acción del hombre. Como producto cognoscitivo, de asimilación, interiorización y sistematización de las experiencias resultado de la práctica histórico- social, individual y colectiva.

Por lo que la memoria histórica, pudiera definirse: "Es el proceso de conocimientos y multiplicidad de significaciones históricas, socio-culturales, de hechos, fenómenos, acontecimientos, que trascienden y nutren a las nuevas generaciones, que se perpetúan en la memoria como sustento de las interpretaciones y explicaciones que de su evolución aportan a la sociedad y se desarrollan a través de ella, que facilita al sujeto vivir y desarrollarse de forma comprometida y aportar a su pensamiento histórico". (Barrabí Guardiola, 2010, p. 31)

Desde estas expresiones, la cultura africana ha aportado innumerables elementos, que se encierran como parte de la memoria histórica del pueblo cubano. Por lo tanto, comprender la memoria histórica, desde la diversidad de su significación posibilita entender la influencia (ejercida en y por la conciencia histórica).

Estos elementos señalan al sujeto una orientación temporal a su praxis vital, en cuanto le ofrece una direccionalidad para la actuación y una auto-comprensión de sí mismo memoria, cultura y conciencia histórica, llevan a cabo su procedimiento mental del recuerdo histórico en la forma del relato de historias.

Se concreta, de este modo, que la integración de los diversos enfoques de los aspectos y áreas del medio geográfico, del entorno donde tiene lugar los procesos creativos de la historia, que constituyen elementos fundamentales en la valoración del aspecto geográfico, para conocer la interacción sistemática del hombre con las condiciones naturales y materiales de su existencia, aquí se demuestra la importancia del factor económico-social del hombre.

Desde esta visión, la formación de la memoria histórica, contiene a la cultura como proceso multifactorial y multidimensional y a la memoria social como aspecto multidireccional en la propia relación de los procesos de la cultura. Significamos dentro de la memoria histórica, lo lingüístico que aparece como, tradición oral, como un recurso para la transmisión cultural, lo religioso y lo étnico. Aspectos que se entremezclan como parte de la cultura histórica.

En muchos autores y materiales consultados está latente; que la cultura histórica, es un aspecto esencial de la cultura general; Gustavo B. (2005) señala que "cultura histórica es la herencia social o la tradición que se trasmite a las futuras generaciones". (Cultura histórica p.10).

Otro de los autores: Gregorio Coro (2005), considera a "la cultura histórica como afán de mirar atrás, evocar recuerdo hacer balance". (Esa fiebre que nos aqueja p.12), por su parte, Fernando Sánchez Marcos (2012)" la cultura histórica propugna rastrear todos los estratos y procesos de la conciencia histórica social (la cultura histórica pág.10).

Resulta necesario en la comprensión de los aspectos anteriormente expuestos para comprender la cultura histórica, como factor estructurador que contribuye a reafirmar la pertenencia a la cultura, identidad y a la conformación a la memoria histórica. Desde la identidad su formación como proceso comienza a configurarse a partir de ciertas condiciones propias de la comunidad, persona junto a ciertos hechos y experiencias básicas.

Señalar dentro de los aspectos: lo lingüístico, el desarrollo del arte, los gustos, la religión y creencias que posibilitan la formación de lo identitario. A partir de lo anterior, la identidad, se forma otorgándonos una imagen compleja sobre nosotros mismos, la que nos permite actuar en forma coherente según lo que pensamos.

La identidad se configura a partir de la interacción con el medio y el funcionamiento individual propio del sujeto, formándose entre ellos una tensión dinámica que guía la configuración de la identidad hacia una dirección determinada. Gracias a esto es posible que el ser humano sea capaz de notar, que más allá de lo que es, forma parte de un algo mayor fuera de sí mismo.

Desde la identidad cultural, se denota al conjunto de valores, orgullos, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elementos dentro de un grupo social y que actúan para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia que hacen parte a la diversidad al interior de las mismas en respuesta a los intereses, códigos, normas y rituales que comparten dichos grupos dentro de la cultura dominante.

En esta dirección, el acceso a la cultura es sobre todo, un acercamiento a la esencia humana pero vista desde la experiencia social e individual específica. Por tanto la cultura constituye en fin el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias

Desarrollo

La africanización de la región de Cuba

Necesario destacar la subordinación inherente de un continente marginal y esclavo. No se puede hablar de lo cubano sin aceptar que África está en primer lugar en la caracterización de la identidad e idiosincrasia del pueblo cubano. Resaltando que estos aspectos van a conformar el proceso de formación de la memoria histórica que caracteriza al pueblo cubano.

El proceso de conquista y colonización y la llegada de los primeros esclavos africanos traídos a nuestro país, dio lugar a una nueva época. Desde 1513 existen referencias de negros esclavos en Cuba. En 1517 es cuando se oficializa la introducción masiva de esclavos en el Caribe.

Que ha enfrentado a los pueblos africanos a las complejas tareas de su desarrollo social y cultural. Ellas pasan por la reafirmación de una identidad desde lo histórico – cultural, étnico, ético, religioso que tiene entre sus fuentes la restitución del pasado africano, como elemento de la memoria histórica y su legado a la cultura de la nación cubana.

Los pueblos africanos organizaron una civilización agrícola, como sustento de una organización social basada en diferentes estructuras sociales de los diferentes reinos existentes, en el continente y que llegaron a Cuba resultado de la trata negrera. Desde su propia diversidad, el conjunto de grupos y etnias africanas, brindaron desde los siglos XVI al XVIII elementos necesarios para la cultura cubana.

La africanización de la región de Cuba, como proceso llega a su máximo momento, comienzan a llegar barcos con esclavos africanos, con importantes proporción de la familia bantú. Con llegada del africano un modelo constituido por un conjunto diversificado de pueblos y culturas que en las condiciones culturales llegó a integrar lo africano.

El modelo sociocultural africano quedó en calidad de sometido, subordinado y por tanto sujeto a prejuicio subestimadotes y a discriminaciones. De él se derivaron varias expresiones religiosas que con el tiempo trascendieron a lo cubano: como la santería y las sociedades secretas.

El grupo étnico, los bantúes, que realiza su llegada a nuestro territorio, que desde una mirada anatomofisiológica, constituyen en grupo que va desde los muy altos y fornidos hasta los de regular estatura, bajos, rehechos, delgados, de color atezados, alarados, de caras redondas, finas y ojos saltones. Esto propicio la creación de un esteriotipo de hombre negro con características sociales negativas; se infieren como tachos más comunes al grupo bantú las de ladrones, borrachos y cimarrones, en otros casos las de soberbios, respondones, embusteros, altivos entre otros.

La integración del grupo bantú, a la sociedad cubana fue ascendiendo, resultado del complejo proceso de advenimiento en la isla, como resultado de la necesidad de esclavos, para las plantaciones cañeras, que se acelera a partir de los finales del siglo XVIII.

Esto produjo que muchos se convirtieran en zapateros, carpinteros, albañiles, sastres y cocineros. Como expresión de la necesidad social y su empleo como fuerza de trabajo. Sus oficios fueron derivación gradual del propio proceso de liberación de los esclavos. Con la presencia de los africanos se produce el comienzo del equilibrio étnico – cultural que se mezclan al complejo proceso de mestizaje que se da en Cuba desde los siglos XVII – XVIII.

El significativo predominio de los bantúes, repercute: en la música, la pintura y la talla en madera. Su presencia en nuestra región influye sobre todo, en el trabajo, la fiesta, la religión, el sexo y la concepción del futuro. Es importante rastrear estos aspectos como componente étnico que conforma nuestra cultura, identidad, idiosincrasia y la conformación de la memoria histórica.

La tremenda afluencia de esclavos al territorio y el incremento de la intensidad del trabajo a que eran sometidos en las plantaciones hicieron desaparecer aquella esclavitud patriarcal de siglos anteriores, dio lugar al incremento sustancial del apalencamiento o cimarronaje del negro esclavo.

Como ejemplo de este proceso, entre 1810 y 1815 crecieron los viejos palenques y aparecieron otros nuevos, destacándose por su cercanía a Santiago, su tamaño, y actividad contra haciendas, poblados, y caminos, los palenques de Sigua, la Sierra del Cobre, y el llamado Palenque del Frijol. Esto es el reflejo, del comienzo del inicio del proceso de liberación de los esclavos.

En esta dirección se puede expresar, que desde los sistemas de pensamiento religioso-tradicionales en Cuba, ocupan un lugar cimero la riqueza y variedad expuestos por los aportes realizados a la identidad cultural y a la memoria histórica, la Santería o Regla de Ocha, a los cultos de origen Bantú y sus diferentes variantes: los cultos de palo monte, mayombe, briyumba, kimbisa; y las sociedades Abakuá.

Aporte significativo a la memoria histórica

Destacar como aporte significativo a la memoria histórica, las propias y diversas manifestaciones mágico religiosas de trascendencia para los cubanos, el espiritismo y sus diversas variantes: espiritismo de mesa, espiritismo de cordón, espiritismo científico, bembé de sao, y el espiritismo cruzado.

Estos cultos populares, han creado sus sistemas de creencias en el propio proceso de formación y conformación pluriétnica, como resultado del proceso de formación de la nación y la nacionalidad cubana, como aporte significativo y trascendental a la identidad cultural a partir de las variadas influencias expresadas de forma sincrética.

Teniendo en cuenta las propias diferencias dentro de un mismo culto, aquí la mística ocupa un lugar importante, reflejando las aspiraciones del hombre de relacionarse directamente con lo sobrenatural mientras en las culturas primigenias y en las religiones más elaboradas, es la creencia, en que él yo consciente puede trascender las limitaciones físicas para adentrarse en otras formas distintas del ser; como resultado de lo idéntico es el reflejo de la identidad.

Otro momento cimero lo constituye la danza, como aporte africano a la memoria histórica, vía fundamental para la comunicación o comunión con lo sobrenatural se expresaba a través de las danzas frenéticas con movimientos dinámicos, drogas, alcoholes, tabacos, y sustancias alucinógenas.

Las formas de danzas indígena prácticadas por los pueblos de los países del continente africano subsahariano dentro de un determinado contexto social o religioso para el entretenimiento o como forma de arte coreografiado.

Las variedades de estilos y tradiciones de danza por todo el territorio subsahariano de África son tan numerosas como los grupos sociales, tanto urbanos como rurales, de los países del continente. Sin embargo, podemos observar algunos aspectos comunes como el importante papel de la danza como vehículo de expresión o comunicación social o espiritual. En África el bailarín es más que un intérprete, el bailarín es además un maestro, un historiador, un portavoz social, un sacerdote, un médium espiritual, un curandero y un contador de historias.

Su influencia ha propiciado, desde los diferentes contextos, al mantenimiento de la identidad cultural. Algunos estilos de danza estaban asociados a prácticas espirituales enraizadas en las religiones africanas como el culto a Shango, dios de la tempestad de los yorubas de Nigeria simbolizado por el hacha y el carnero, el Obeah y el vudú.

Desde la danza, repercute en las melodías y ritmos musicales que utilizan distintos instrumentos, entre los cuales están: los tambores (los más utilizados), campanillas, laúd, flauta y trompeta. También se expresa en tallados, trabajos artísticos de latón y cuero, escultura, pintura, cerámica y vestimentas.

Las máscaras, como expresión del arte, constituyen otro elemento aportativo de la cultura africana y su legado nuestra aspectos que van desde lo religioso a lo artístico, desde la señalización de la diversidad de grupos que tienen en común que las mismas son utilizadas en las variadas ceremonias que representan a ancestros, los espíritus y los personajes mitológicos.

Desde lo lingüístico, cabe señalar los aportes realizados por, el grupo denominado como Congo. Estos proceden de la gran área etnolingüística bantú, desde la parte norte del río Congo hasta el sur de Angola, correspondientes al subgrupo lingüístico benué-congo. Bajo esta denominación aparecen diversos componentes étnicos entre los que sobresalen los banda, boma, bubi, kamba, kongo (propiamente dichos), kuba, mbala, mbamba, mbundu, ndamba, ovimbundu, songe, sundi, yaka y otros.

Desde las lenguas africanas aparecen un amplio mosaico, étnico- lingüístico que evidencia la diversidad de grupos descendientes de africanos que se entremezclan con otras áreas geográficas aportando necesarios elementos que sin dudas enriquecen las diversas formas del habla de la población cubana que se traslada en el espacio y el tiempo, resultado de las diversas relaciones sociales y de clases que se establecen.

Las propias lenguas africanas provenientes de los árabes y bereberes, las lenguas subsaharanas. Han sido de gran peso para la conformación de vocablos como: orisha, aché y nombres de deidades como: changó, oggún, yemayá, etc. Dentro de la lengua efik vinculada al funcionamiento de una especie de sociedad secreta conocida como abacuá o ñañigos. Han sido localizados sus remanentes en zonas portuarias como La Habana, Guanabacoa, Regla, Cárdenas y Cienfuegos.

Citar que desde la jerga ñañiga han pasado al español coloquial popular términos como asere, ecobio, ocambo, batabia, butuba, ocambo. En el reservorio religioso se localizan los términos: abanekue (hermano, iniciado), abasí bome (dios todopoderoso), abasonga (cetro, padre), enkame (oración), ireme (espíritu, diablito).

Se considera que es esta la herencia africana más importante en la zona caribeña, la más antigua, sutil e irreconocible por ser la más familiar. El Kikongo es la lengua bantú más importante como matriz de los remanentes actuales en el Caribe, ya que desde el punto de vista demográfico y cronológico sus remanentes funcionan tanto en el reservorio religioso como en la lengua coloquial y general de los hablantes cubanos del español.

Dentro del desarrollo étnico – lingüístico, se evidencia un fuerte legado a la memoria histórica, como aporte de la cultura africana, aspectos que los autores coinciden y señalan que, el negro en Cuba fue transculturado y por ello es parte inseparable de la nación cubana en su referente etnocultural.

Desde el lexicológico es evidente la huella del préstamo subsaharano en el léxico del español coloquial culto y popular, es en el nivel lexical donde radica el principal legando de las lenguas africanas al español en Cuba. En el plano semántico los préstamos de las lenguas africanas se han dejado sentir en el enriquecimiento del significado de algunas palabras y expresiones.

Esta mezcla que caracteriza y conforma la relación cultural – identitaria, a partir de los aportes realizados por la cultura africana abren el horizonte psicológico – social, del modo de pensar y de actuar de los habitantes de la isla, que se manifiestan en las propias leyendas y creencias.

Convergen desde nuestra historia, la gran diversidad de ideas, concepciones y teorías que caracterizan la identidad cultural cubana que continúa su evolución a partir del propio quehacer del hombre por descubrir, experimentar y trasmitir sus conocimientos, a partir de la relación del pasado –presente y la proyección al futuro.

Refiriéndonos a la memoria histórica, como fenómeno para la comprensión del aporte africano a la cultura, apunta a la trascendencia de la conservación y transmisión de los fenómenos o acontecimientos sociales que han tenido una determinada significación en la historia y la identidad del pueblo cubano.

Conclusiones

Constituye hoy una necesidad impostergable que las nuevas generaciones conozcan de historia- cultura – identidad , frente a los problemas que presenta el mundo de hoy, lo que permitirá tomar una posición humanista, humanística, de defensa y orgullo nacional ante los diversos embates del mundo actual.

El rescate de la memoria histórica, constituye una importante tarea para que perduren en la población elementos significativos, de su génesis, de sus raíces. Un pueblo sin memoria histórica viviría sólo del presente y del futuro, desconociendo el por qué de muchas situaciones que tienen sus orígenes en tiempos pasados.

Los cubanos, de una forma u otra han heredado y continúan transmitiendo
muchos de estos elementos que se imbrican en su cultura y forman parte de la
memoria histórica. La salvaguarda de estos elementos que se integran
a la identidad nacional y a la cultura.

Bibliografía

  • 1. Artículo Danza africana. Disponible en ¨www.ikuska.com¨. Consultado el 13 de marzo del 2012.

  • 2. Artículo Danzas. Disponible en ¨www.daamu.com¨. Consultado el 13 de marzo del 2012.

  • 3. Artículo Espectáculos, Baile y Música. Disponible en ¨www.audiovisualartistas.com¨. Consultado el 13 de marzo del 2012.

  • 4. Barrabí Guardiola, Nadia. (1998) Aproximación a un sistema conceptual metodológico que propicie la utilización de la memoria histórica en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Historia de Cuba en 9no grado de la escuela general media. Trabajo de Curso. Santiago de Cuba.

  • 5. Barrabí Guardiola, Nadia. (1999) Aproximación a un sistema conceptual metodológico que propicie la utilización de la memoria social en la asignatura de Educación Cívica en 9 no grado. Trabajo de Diploma. Santiago de Cuba.

  • 6. Barrabí Guardiola, Nadia y Ernesto Miranda Lebeque (2008) Vigencia y actualidad de la obra martiana en las nuevas generaciones, vinculación de su ideario en la educación la cultura y la identidad cultural de nuestros pueblos. En soporte digital.

  • 7. Barrabí Guardiola Nadia (2010) Barrabí Guardiola, Nadia. (1998) Aproximación a un sistema conceptual metodológico que propicie la utilización de la memoria histórica en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Historia de Cuba en 9no grado de la escuela general media. Trabajo de Curso. Santiago de Cuba.

  • 8. Lara González Rafael (s/f) Pasajes y encuentros con la cultura de estirpe africana en Cuba. Metodólogo nacional de Cultura Popular Tradicional.

  • 9. Portuondo Zúñiga Olga (1994) Criollidad y patria local en la nacionalidad cubana. Editorial Oriente, Santiago de Cuba.

  • 10. Valdés Acosta, Gema (2008) "El legado lingüístico africano del sur del Sahara en el español de Cuba" (material en soporte electrónico en la carpeta).

  • 11. Valdés Acosta, Gema (2008) "Bantuismos en el español de Cuba" (material en soporte electrónico en la carpeta).

  • 12. Valdés Bernal, Sergio (2006) Lengua nacional e identidad cultural del cubano. Editorial Félix Varela. La Habana. 

 

Autores

Nadia Barrabí Guardiola

Especialidad: Licenciada en Educación especialidad Historia

Graduada: Instituto Superior Pedagógico de Santiago de Cuba Frank País García

Grado científico: Master en Educación

Vladimir González.

Especialidad: Licenciada en Educación Primaria.

Graduado: Instituto Superior Pedagógico de Santiago de Cuba Frank País García

Grado científico: Master en Educación

Ernesto Miranda Lebeque

Especialidad: Licenciada en Educación Primaria

Graduado: Instituto Superior Pedagógico de Santiago de Cuba Frank País García

Grado científico: Master en Educación

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