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Centroamérica: de los golpes de estado a las guerrillas revolucionarias (1950-1980)



Partes: 1, 2

  1. Diversificación de la sociedad y
    modernización capitalista
  2. Dos décadas
    de lucha armada contra la dictadura
    somocista
  3. Crisis
    política y formación del Ejército
    Revolucionario en El Salvador
  4. Guatemala: entre
    cuartelazos y guerrillas
  5. Honduras:
    guevaristas, liberales y revolucionarios
  6. El caso de
    Panamá
  7. Algunas
    hipótesis
  8. Fuentes

Este artículo conlleva varios objetivos
generales.

  • 1) Ubicar el surgimiento de los movimientos
    guerrilleros en cada uno de los países de
    Centroamérica para comprender la crisis
    política y militar de la década
    1980-1990.

  • 2) Describir la constitución de los
    frentes guerrilleros como alternativas de poder popular
    frente a los gobiernos dictatoriales de varios países
    de la región de 1950 a 1980.

  • 3) Explicar la historia contemporánea de
    Centroamérica como resultado de la intensa lucha
    política por transformar la modalidad de desarrollo
    capitalista para insertarse en la economía global con
    criterios de independencia, equidad y justa
    distribución de la riqueza social.

Diversificación de la sociedad y
modernización capitalista

La comprensión de la economía
centroamericana a partir de 1950 es un tema de necesario abordaje
para explicar los cambios sociales y políticos que
irrumpen en la región a mediados de 1980. En el objeto de
observación puede precisarse como algunas facciones de la
burguesía fueron privilegiadas con el crecimiento de las
fuerzas productivas por zonas geográficas y sectores
económicos, en perjuicio de otros; ambos, incrustados en
relaciones de sometimiento de las clases asalariadas al capital y
de los campesinos pobres y las comunidades indígenas a los
latifundistas, hacendados y terratenientes ociosos.

La reconstrucción de la industria y el comercio
mundial después de la Segunda Guerra propició que
en Centroamérica se diversificara la agricultura de
exportación, el sector industrial y se intensificara el
comercio de bienes de consumo local. Se impulsaron los cultivos
de algodón, caña de azúcar, tabaco y ganado,
la producción de granos y otras agriculturas de consumo
local en un contexto de descenso de los precios del café,
banano y las exportaciones tradicionales. El cambio estructural
lo emprendieron capitales, agricultores locales y el
desempeño estatal en un entorno de avances
agronómicos, tecnológicos, de infraestructura de
transportes y del aparato bancario y financiero.

A mediados de 1960 se firmaron los tratados del Mercado
Común para darle sustento a la demanda horizontal de
productos industriales; en particular de bienes de capital e
insumos para la elaboración local de las materias primas e
inducir la sustitución de importaciones manufactureras. La
producción, inversión y las exportaciones
florecieron en los años 60, se estancaron en el decenio
posterior y luego declinaron. Alimentos, bebidas, tabaco,
textiles, cueros y metalmecánica, fueron las ramas que
representaron entre la mitad y dos tercios de la
producción fabril, según los países, y
predominó la producción de bienes de consumo y uso
final, sobre la de bienes de capital.

Ese tipo de industria atrajo la inversión
extranjera. Las empresas de capital norteamericano tomaron la
delantera y a mediados de 1970 representaban entre dos tercios y
cuatro quintas partes de todas las firmas foráneas, la
mayoría de ellas agencias o sucursales de corporaciones
transnacionales. Creció la fuerza de trabajo industrial,
pero a un ritmo apenas superior al aumento de la población
activa. Las poblaciones se urbanizaron pero el poco empleo
industrial originó barriadas periféricas de
tugurios y viviendas en precario con carencias en los servicios
de agua, sanidad, electricidad y alcantarillado: sinónimos
de marginalidad y extrema pobreza. Buena parte de la clase
trabajadora urbana, en contexto de alza demográfica,
configuró el sector de "economía informal"
acompañado de la caída de la artesanía y de
algunas manufacturas de larga tradición, especialmente en
maderas calzado y textiles.

El crecimiento económico configuró una
sociedad heterogénea que no impactó a todas las
regiones, ni sectores productivos, y fue muy oscilatorio en la
cantidad y ritmos de capitalización. Hubo actividades que
se impulsaron con innovación tecnológica, el uso de
fuerza de trabajo familiar y la explotación rentista del
espacio urbano. Se crearon nuevas diferencias ocupacionales, en
particular con el empleo masivo de mujeres en el comercio y
servicios, y la aparición de otras franjas sociales de la
burguesía asociada con grupos de terratenientes,
empresarios, comerciantes importadores, capitalistas agrarios y
clases medias profesionales.

El Estado y sus instituciones fueron otro gran
empleador. Las reformas educativas en relación con el
panorama de la economía y la ampliación de los
servicios asistenciales gestaron la reconfiguración de las
clases medias en la mayoría de los países, con
excepción de Costa Rica; el ascenso social de educadores,
estudiantes y trabajadores calificados con sus expectativas de
movilidad, progreso, bienestar social e independencia fueron
rasgos que los convirtieron en actores de movimientos y
corrientes políticas pro democráticas y
socialistas. Por ello se favorecieron la organización
sindical, el cooperativismo, el activismo electoral y partidista
de los obreros y campesinos. A la vez, la marginalidad de las
poblaciones suburbanas originó nuevas formas de protesta,
organización y desobediencia civil dirigidas a reivindicar
derechos sociales y servicios públicos por género,
lugares de residencia, edad, estado civil, tradiciones e
identidad cultural.

No obstante, los regímenes dictatoriales
herederos de la crisis de crecimiento de 1930-1955, excluyeron de
derechos ciudadanos a los indígenas y pobladores rurales.
Las gentes de las ciudades fueron convertidas en mercado de
consumo, objetos y actores políticos estratégicos
en torno a temas como las elecciones, el disfrute de la
asistencia estatal y el control de las brechas entre los grupos
sociales. Los sectores dominantes viejos y nuevos usufrutuaron la
modernización de los años 60, mientras las
categorías sociales emergentes evolucionaron a la sombra
de unas estructuras de poder tradicionales sin que merecieran
críticas de profundidad, ni transformaciones
significativas por parte de la clase empresarial, competidores de
la burguesía agraria.
http://cmvilas.com.ar/index.php/articulos/17-estado-mercado-y-revoluciones-centroamerica-1950-1990/

El repudio a las dictaduras y los golpes de Estado de
las décadas 1950-1970 surgieron en alguna relación
con las frustraciones de grupos y clases medias a raíz de
las contradicciones del capitalismo dependiente, la
corrupción de los mandos militares protectores o relevos
del poder civil emanado de partidos electoreros o, como
consecuencia de disensiones secundarias entre líderes de
la vieja oligarquía militarizada y los sucesores
políticos liberales, socialdemócratas,
socialcristianos y socialistas. Desde mediados de 1960 tales
confrontaciones se agudizaron en una curva ascendente de las
luchas de obreros, indígenas, campesinos y clases
medias.

En contraste, en la década 1970-1980 diversas
fuerzas sociales y núcleos políticos de
extracción proletaria, obrera, campesina, indígena
y popular urbana gravitaron en las contiendas burguesas
electorales, políticas y militares e, intensamente, en los
conflictos laborales y sociales. En medio de una profunda crisis
de crecimiento económico que fue acompañada de un
conjunto de reajustes estructurales, por esos años se
consolidaron los movimientos guerrilleros que combatieron en
montes y suburbios contra los ejércitos, fuerzas
paramilitares y mercenarios; unos, articulados por el gobierno de
Estados Unidos y países de la Unión Europea y otros
por la solidaridad internacional comunista.

En estos procesos, la cultura política difundida
desde las universidades, el clero católico y por parte de
religiosos de otras iglesias cristianas crearon otro clima
político de oposición que se atrajo la
represión salvaje de los ejércitos y las
élites gobernantes. La violencia militar y del Estado,
agudizaron la lucha de clases y condujo a la guerra civil, la
intervención militar norteamericana, la guerra
revolucionaria y la posterior transformación del Estado
oligárquico en estructuras de poder democrático
burguesas, en particular en Nicaragua y El Salvador.

Dos
décadas de lucha armada contra la
dictadura
somocista

Instaurado en la Presidencia de la República tras
el golpe militar de 1936, el dictador Anastasio Somoza fue
acosado desde 1947 por diversas fuerzas políticas que
emergieron del clima de prosperidad y el prestigio de la
democracia liberal derivados de la coyuntura de la postguerra
mundial y la Guerra Fría. Entre 1947 y 1967 se produjeron
en Nicaragua una docena de alzamientos militares e intentos de
golpes de Estado que, hacia 1959, muestran un cambio cualitativo.
De rebeliones inspiradas en el ideario democrático liberal
se transitó a un tipo de acciones rebeldes claramente
orientadas por objetivos de transformación revolucionaria
del estatus político y económico de la
formación social nicaragüense. El siguiente cuadro
resume ese proceso y facilita la ubicación
histórica y la descripción de esos
acontecimientos.

NICARAGUA: MOVIMIENTOS ARMADOS
1950-1967

Monografias.com

Fuente. Los movimientos armados de los años 50
e inicios de 1960

http://www.ejercito.mil.ni/contenido/ejercito/historia/docs/historia_militar_32-60.pdf

En 1947 Julio Alonso Leclaire participó con otros
oficiales en un levantamiento contra la Guardia Nacional
Somocista en la Mina La India. La rebelión fue sofocada y
tuvo que desertar a Honduras. Al año siguiente Leclaire se
integró a La Legión del Caribe. Esta
agrupación militar se había constituido en
Guatemala en diciembre de 1947 con el propósito de buscar
armas y unir fuerzas para derrocar a Somoza y a Rafael L.
Trujillo, dictador de la República Dominicana. En 1948,
del ELN viajó a México y reclutó varios
oficiales de la República Española: Fernando Sousa,
Esteban Rovira, Daniel Lado y Alberto Bayo Giroud, miembro de la
Escuela de Aviación Militar en Guadalajara.

A la Legión Caribe se incorporaron los
nicaragüenses Zepeda, Argüello, Emiliano Chamorro y
Gustavo Manzanares quienes crearon el Ejército de
Liberación Nacional (ELN) de Nicaragua, bajo el mando de
Argüello. La Legión estaba integrada por 150 hombres
divididos en tres secciones. Figueres entregó al ELN
armas, dinero y una hacienda cafetalera en Río Conejo, al
sur de la capital, donde se levantó un campo de
entrenamiento. Después de esa colaboración,
Figueres y Argüello se separaron en febrero de 1949 y los
exilados nicaragüenses se refugiaron en Guatemala
http://www.elespiritudel48.org/docu/h100.htm

Entre 1953 y 1954 Leclaire brindó
instrucción a combatientes que se sumaron a otras
rebeliones. El domingo 4 de abril de 1954 un grupo de civiles y
militares atentaron contra la vida del General Somoza
García, acontecimiento que marcó el inicio de otros
intentos por terminar con la vida del dictador. La
conspiración de abril fracasó. Murieron 22 rebeldes
en enfrentamientos en Montelimar y Carazo y otros 2 en la
prisión. Dos años después, el 29 de
septiembre de 1956, el General Anastasio Somoza García,
murió en Panamá, producto de los disparos del poeta
Rigoberto López Pérez, el 21 del mismo mes en La
Casa del Obrero de León, mientras se celebraba el triunfo
del General a la candidatura oficial a la presidencia.

Entre setiembre de 1958 y comienzos de junio de 1959, la
rebelón contra la dictadura fue reasumida por fuerzas
rebeldes nicaragüenses y tuvo una orientación
ideológica claramente socialdemócrata. En ese lapso
surgió la rebelión comandada por el General
Ramón Raudales, conjuntamente con el movimiento de los
dirigentes Chamorro Cardenal y su columna militar "José
Figueres". Estos hechos, antecedieron la fase de 1959 a 1961 que
coincide con el inicio de una crisis general del sistema de
dominación dictatorial en el cual se destaca gran
actividad del sector estudiantil, magisterial, obrero y campesino
sumado a conspiraciones de guardias nacionales y a otros
movimientos armados.

Ramón Raudales volvió a la lucha armada en
1958. Organizó dos columnas de 40 hombres que penetraron a
Nueva Segovia por Teotecacinte, el 15 de septiembre. La guerrilla
estaba integrada por el Coronel Julio Alonso Leclaire, Jefe del
Estado Mayor, Coronel Heriberto Reyes, Jefe de Operaciones,
Coronel Hilario Salinas, Capitán Alejandro
Martínez, Capitán Manuel Baldizón, Teniente
Harold Martínez, Teniente Luis Moncada, Teniente Aldo
Díaz Lacayo, Teniente Virgilio Godoy, Adolfo Evert,
Ramón Romero, Julio Velásquez, Mario Avilés
y otros.

El 21 de septiembre los rebeldes tomaron Los Encinos.
Acamparon en El Chipote, donde sostuvieron combates con una
patrulla de la Guardia Nacional. Después se dirigieron al
Chachaguón y El Vigía, donde fueron bombardeados
por la aviación. El 14 de octubre en Yaulí, Los
Manguitos, la columna de Raudales combatió más de
siete horas contra una compañía de 120 guardias. El
General Raudales fue herido y cuatro días después
murió. La Guardia Nacional tuvo 29 bajas. La muerte del
jefe desmoralizó a la tropa y los rebeldes terminaron por
separarse y regresar a Honduras.

En mayo de 1959 miembros del Partido Conservador
organizaron otro levantamiento armado desde Punta Llorona, Costa
Rica. El 31 de mayo arribaron a Mollejones 62 hombres comandados
por Pedro J. Chamorro, Freddy Fernández, José
Medina Cuadra, Reynaldo Téfel y Luis G. Cardenal. Hubo
combates en Olama, Boaco y Chontales. Además, participaron
Emiliano Chamorro, Abel Gallard, Raúl Guerra, José
Medina, Luis Pasos, Alejandro Carrión y Jaime Chamorro,
Enrique Lacayo F., y Luis Cardenal. Dos horas después los
atacó la aviación de la Guardia Nacional con 50
militares y los obligó a rendirse en la finca Fruta de
Pan. Pedro Joaquín Chamorro continuó con 15
guerrilleros hasta San Pedro de Lóvago donde fueron
rodeados por una patrulla de 46 guardias que los obligó a
rendirse.

En otro avión pilotado por el Capitán
Manuel Rivas Gómez se transportaron 51 hombres de las
columnas "José Figueres" y "Cuatro de Abril", al mando de
Napoleón Ubilla y Ronald Abaunza, que aterrizaron el 1 de
junio en el valle de Olama. La aviación quedó
empantanada. Dos horas después, la Guardia envió a
bombardear el valle con dos Mustang. Los rebeldes se retiraron y
la Guardia les dio persecución, hasta
desarmarlos.

En la última semana de junio y julio de 1959 al
menos 75 hombres comandados por Carlos Fonseca Amador y Rafael
Somarribas organizaron otro asedio militar que contó con
el apoyo directo y la solidaridad internacionalista del
Comandante Ernesto "Che" Guevara. Ocuparon el Chaparral, en el
departamento hondureño de El Paraíso, pero el 23 de
junio las fuerzas militares tomaron las alturas aledañas
al campamento. Después de 35 minutos de fuego, la Guardia
de Honduras descendió y asesinó a los rendidos.
Causaron 24 bajas, entre ellas 9 muertos: Antonio Barboza, Manuel
José Aróstegui y Manuel Baldizón Richardson,
Enrique Morales Palacios, Miguel Ángel Canelo, Adán
Suárez López, Aníbal Sánchez Arauz,
Onelio Hernández, Marcelo Fernández; y 15 heridos,
incluyendo a Carlos Fonseca, a quien una bala de carabina M-1 le
atravesó un pulmón. Los heridos fueron llevados a
El Paraisito, luego a Danlí y posteriormente a La Habana,
Cuba.

En el mismo mes de junio hubo otros combates entre
guerrilleros y soldados de la Guardia Somocista en las
montañas de Matagalpa, la zona de Las Bayas,
Pancansán y Bijao, movimiento conocido como la Guerrilla
de Chale Haslam. A diferencia de otros, esta guerrilla se
organizó en el interior del país y tuvo importante
apoyo del campesinado, a la vez que marcó el inicio de la
coordinación de acciones con la guerrilla de Julio Alonso
Leclaire, pero su existencia fue efímera por el asesinato
del líder guerrillero.

El 24 de julio del mismo año surgió otro
movimiento armado. A la cabeza de 22 hombres, el periodista
Manuel Díaz y Sotelo se puso al frente de la columna
"General Augusto César Sandino" integrada entre otros por
Jorge Praslin, Juan Bonnerman, Tino Reyes, Fadel Abdalah, Fabio
Andara, Solero Montalván, Antonio Carias, Tobías
Gadea y Cristóbal Villegas. Los rebeldes penetraron a
Nicaragua por El Espino y, delatados por el desertor Norvin
Meneses Cantanero, la columna se dirigió a San Juan de
Limay, en Estelí, dividiéndose en dos grupos: uno
jefeado por el guerrillero cubano Luis Escalona y el grupo de
Manuel Díaz y Sotelo que avanzó hacia Pueblo Nuevo.
Díaz y Sotelo fue capturado por una patrulla de la GN
cerca de una finca llamada Grecia; lo amarraron a un árbol
durante más de 30 horas, hasta que lo
ejecutaron.

Mientras tanto, en 1959 se formó en Guadalajara
el Frente Revolucionario Sandino, (FRS) dirigido por Alejandro
Martínez e integrado por Harold Martínez,
Edén Pastora, Leonidas Rodríguez, Santiago Mateo
Jirón, Hugo Cuadra, Rogelio Hernández, Porfirio
Molina, Pedro Pablo Ríos, Justino Ruiz, Francisco Bazanta,
Virgilio Godoy, Bayardo Altamirano, Julio Alonso Leclaire, Juan
José Ordóñez, Luciano Vilchez y Renán
Montero.

Después de la masacre de El Chaparral, el FRS se
trasladó a Danlí, Honduras y llegó hasta
Teotecacinte, Nicaragua, donde inició incursiones,
emboscadas y escaramuzas contra la Guardia Nacional. Entre las
acciones más conocidas figuran el combate de El Dorado y
el secuestro del norteamericano Thomas D´cap, de la
contrainteligencia norteamericana durante la Segunda Guerra
Mundial. El FRS se organizó en escuadras, llegó a
organizar unos 70 combatientes y operó hasta 1963 en la
región de Jalapa, El Jícaro, Coco y Poteca.
Asimismo, en 1960 Carlos Fonseca y Silvio Mayorga fundaron el
Frente Unitario Nicaragüense para coordinar y dirigir
las acciones políticas de la lucha contra el
somocismo.

En enero de 1960, nuevamente Julio Alonso Leclaire
asumió la jefatura militar de la Columna 15 de Setiembre
compuesta por 35 hombres, organizada en conjunto con Julio C.
Molina e integrada por Julio Velásquez, Bayardo
Altamirano, Heriberto Rodríguez, Renán Montero,
William Mcoy, Pedro Pablo Ríos y César
Cortés. Esta columna entró a Nicaragua y se
enfrentó en varios lugares a una patrulla de 200 guardias.
Los guerrilleros fueron casi exterminados en las márgenes
del río Guano, en San Antonio y Río Coco, donde
murió el jefe guerrillero Julio Alonso
Leclaire.

A fines de 1960 ya habían dado frutos los
esfuerzos de lucha unitaria militar y política. En
noviembre de ese año un grupo de jóvenes del
partido conservador organizó un Ataque a los cuarteles de
Diriamba y Jinotepe. El movimiento lo dirigían Indalecio
Pastora y Leonel Cabezas en el marco de una conspiración
planeada para realizar acciones conjuntas en Chinandega,
León, Boaco, Carazo, Masaya y Granada. Los jefes de las
distintas células eran Edmundo Chamorro y Fernando
Chamorro en Carazo, Octavio Caldera y Luis Felipe Pérez
Caldera en León, Herty Lewites en Jinotepe, René
Pérez Sandoval en Masaya, Diego Manuel Robles y Silvio
Chamorro.

El ataque al cuartel de Jinotepe con 40 hombres, en
noviembre de 1960, inició con el grupo al mando de
Fernando Chamorro. Los guardias fueron sorprendidos. Los otros
grupos tomaron la estación del ferrocarril y el Palacio
Municipal. En el combate se capturó al comandante del
cuartel Coronel Dorn quien conminó a los guardias a
entregarse. Después de la toma de Jinotepe, los hermanos
Chamorro Rapacciolli atacaron el cuartel de Diriamba, que se
rindió sin resistencia. Poco después, el mando de
la Guardia ordenó la recuperación de los cuarteles.
El Capitán Fernando Ocón, al mando de 125 hombres
se dirigió a Diriamba y el Capitán José
Fanor Cruz al frente de 200 guardias, avanzó hacía
Jinotepe. Las tropas cercaron los cuarteles, realizaron fuego con
tanques y artillería y los insurrectos abandonaron
posiciones después de varias horas de combatir.

Los dos últimos movimientos armados de
importancia del decenio 60-70 fueron acciones planeadas y
ejecutadas bajo el comando del FSLN. En 1963, luego de dos
años de preparar un destacamento armado en las
montañas de Patuca en Honduras, el FSLN realizó su
primera experiencia guerrillera en las jornadas del Bocay,
Raití y Río Coco. Fueron un revés militar,
pero también una escuela política y a partir de
ahí se abandonó la táctica de organizar
invasiones desde el exterior. En1967 el mando de la resistencia
urbana, integrado por Rolando Roque, Daniel Ortega y Julio
Buitrago y con una mejor organización clandestina en el
campo y la ciudad, se llevó a cabo la acción de
Pancasán, que tuvo relevancia al presentar la lucha armada
como la única alternativa de toma del poder.

En segundo lugar, entre 1964 y 1967 se empezó a
desarrollar tácticas de golpes políticos y de
recuperación económica; se avanzó en
desarrollar el contacto con el sector campesino y en el trabajo
legal entre las masas. En tercer lugar, la fundación del
FSLN sintetizó varios esfuerzos de unidad entre diversos
grupos de combatientes y actores políticos de diversas
ideologías que se expresaron originalmente en la
creación del Ejército de Liberación
Nacional, en 1947-54; del Frente Revolucionario Sandinista, en
1959; y el Frente Unitario Nicaragüense, en 1960.

El antecedente político inmediato provino,
además, de las organizaciones universitarias de la
Universidad Nacional Autónoma y sectores de la juventud
organizados en Juventud Patriótica Nicaragüense
(comunista) de la cual, bastantes integrantes pasaron a formar
parte en 1963 del Frente de Liberación Nacional, llamado
luego, Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Así, hay acuerdo en diferentes fuentes históricas
de que la fundación del FSLN se consumó en una
reunión celebrada en Honduras el 23 de Julio de 1961 en la
cual participaron: Carlos Fonseca, Noel Guerrero, Santos
López, Silvio Mayorga y Tomás Borge. Además,
se consideran fundadores a José B. Escobar, Jorge Navarro,
Francisco Buitrago, Modesto Duarte, Rigoberto Cruz, Faustino Ruiz
y Germán Pomares.

La organización política y militar FSLN
sintetiza el cúmulo de experiencias de lucha armada
recopiladas desde las guerrillas del General Sandino y
enriquecidas por todo el proceso de enfrentamientos contra el
ejército de la dictadura. Desde inicios de 1960, Carlos
Fonseca Amador y Oscar Turcios forjaron y prepararon a muchos
dirigentes: cuadros estrategas y tácticos militares como
Ricardo Morales Avilés, Pedro Aráuz, Eduardo
Contreras, José Benito Escobar, Germán Pomares,
Jorge Navarro, Julio Buitrago, René Tejada, Carlos
Agüero, Roberto Huembes, Carlos Núñez,
Francisco Rivera, Hilario Sánchez, Humberto Ortega, Daniel
Ortega, Víctor Tirado, Henry Ruiz, Tomás Borge,
Bayardo Arce, Jaime Wheelock, Luís Carrión,
Joaquín Cuadra, Edén Pastora, Javier Carrión
y Dora María Téllez, entre otros. Según el
Comandante Tomás Borge Martínez, (La Paciente
Impaciencia)
la gestación, surgimiento y
consolidación" del FSLN se produjo entre 1960 y 1962, y a
partir de Pancasán se definió la estrategia
guerrillera y se crearon los regionales, las células y el
Estado Mayor de la Guerrilla.

En 1969 el FSLN estructuró su Dirección
Nacional nombrando a Carlos Fonseca como Secretario General y
elaboró su Programa Político para
reorganizar la economía y sociedad nacional. Siete
años después, en el fragor de la guerra contra la
dictadura surgieron las divisiones en el Frente Sandinista de
Liberación Nacional, asunto que se recrudeció en
los dos años siguientes. De ahí nacieron las tres
tendencias: el FSLN Proletario, el FSLN Guerra Popular Prolongada
y el FSLN Insurreccional. Las diferencias eran por razones
tácticas y organizativas; es decir, qué sectores
priorizar por la organización y qué métodos
de lucha privilegiar en el enfrentamiento armado contra la
dictadura.

En Noviembre de 1976 en combate desigual en Zinica,
murió el fundador y líder del FSLN: Carlos Fonseca
Amador y en Managua cayó en combate Eduardo Contreras,
Miembro de la Dirección Nacional y Primer Comandante Cero,
Jefe del Comando que tomó la Casa de Chema Castillo. En la
ofensiva de Octubre de 1977 murió Pedro Aráuz
Palacios, Miembro de la Dirección Nacional. En esa fecha
se lanza el Manifiesto político del Grupo de los Doce, en
apoyo del FSLN.

Crisis
política y formación del Ejército
Revolucionario en El Salvador

Después de la caída del dictador
Hernández Martínez, entre 1944 y 1980 hubo 12
gobiernos presididos por militares y al menos cinco golpes de
Estado, a pesar que desde 1950 los partidos políticos se
hicieron presentes en la competencia electoral. Tanto
éstos, como el estamento militar fueron los actores
principales de las luchas por el poder en representación
de las dos facciones de la burguesía: la clase
agroexportadora y el sector empresarial, financiero y comercial
ligado con el crecimiento de la producción
industrial.

"A comienzos de los 70 era un hecho la división
de poder dentro del régimen dictatorial y de la sociedad.
Militares constitucionalistas conspirando al interior de la
Fuerza Armada y alzándose contra el fraude electoral del
72; industriales y terratenientes divididos por el modelo
económico a seguir; un sector de los militares, con el
presidente Molina a la cabeza, promoviendo a la Unión
Comunal Salvadoreña en apoyo al proyecto de reforma
agraria; y otro, a la Organización Democrática
Nacionalista (ORDEN), de corte fascista; la iglesia fraccionada
entre conservadores y afectos a la teología de la
liberación; creciente organización campesina
motivada por las corrientes renovadoras de la iglesia;
movilización de sectores medios procedentes del
magisterio, de las universidades y de los institutos de
educación media; y multitudinario arrastre popular del
principal partido político de oposición, la
Democracia Cristiana, y la coalición electoral de la cual
formaba parte la Unión Nacional Opositora (UNO); el
agotamiento de la vía electoral como recurso para
sustituir al régimen militar".

La crisis política en el Salvador tomó
forma en la década 60-70. En el 59 el ejército
penetró en la Universidad en un ambiente de auge del
movimiento de masas; el PCS comenzó a formar grupos de
acción de cuatro o cinco para aprender el uso de armas y
ese fue el origen de los Grupos de Acción Revolucionaria
(GAR). Llamó a la insurrección armada. En
reacción a esto, algunas semanas después se produjo
un alzamiento militar apoyado por el Frente Nacional de
Orientación Cívica (FNOC), que aglutinaba a
partidos progresistas y asociaciones estudiantiles. El nuevo
gobierno fue bastante liberal pero sólo logró
sostenerse tres meses. Hacia 1960 se creó la
organización PRS-ERP por la convergencia de varias
corrientes político-militares: a) El Grupo, integrado por
jóvenes de la democracia cristiana, b) un núcleo de
estudiantes de Áreas Comunes de la Universidad de El
Salvador (UES) que formó los Comandos Organizadores del
Pueblo (COP); c) militantes de la Juventud Comunista; y d) la
Organización Revolucionaria de los Trabajadores
(ORT).

Los integrantes del grupo original del ERP crearon El
Frente de Acción Popular Unificada (FAPU), con un
planteamiento insurreccional. En diciembre del año 69 van
a la clandestinidad y rompen con la táctica pacifista de
un sector del PCS. Salvador Cayetano Carpio sí era
partidario de la lucha armada. En 1970, ante la inutilidad del
debate interno, renunció al cargo de Secretario General y
abandonó el PCS junto con otros dirigentes, como el obrero
José Dimas Alas y el líder estudiantil Felipe
Peña, para fundar las Fuerzas Populares de
Liberación «Farabundo Martí» (FPL),
donde adoptó el seudónimo de Marcial.
http://nuevaweb.diariocolatino.com/el-surgimiento-de-una-guerrilla/

El 2 de marzo de 1972 tiene doble implicación en
este proceso. Fue una acción militar para "recuperar"
armamento en manos de la Guardia Nacional, frente al Hospital
Bloom de San Salvador, por parte de comando del PRS-ERP. A la
vez, fue la primera acción pública de un grupo
guerrillero. A partir de entonces se dejaba sentado que
había guerrilla en El Salvador. Semanas después, el
otro grupo guerrillero existente, las FPL dirigidas por Cayetano
Carpio, hizo también aparición en la escena
pública.

La operación del 2 de marzo de 1972 se dio
después del fraude electoral del partido oficial contra la
Unión Nacional Opositora (UNO): alianza electoral
integrada por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) con
amplio respaldo popular, el socialdemócrata Movimiento
Nacional Revolucionario (MNR), y la Unión
Democrática Nacionalista (UDN), un frente abierto del PCS.
La requisa de armas a los guardias del Bloom se
constituiría en parte esencial de la doctrina militar del
ERP: la simultaneidad de operaciones orientadas a producir
impacto político y mediático. La requisa fue
reivindicada por el ERP y la operación desató la
más brutal persecución.

En 1975 Carpio creó el Bloque Popular
Revolucionario (BPR) como apoyo a la lucha armada, a partir de
una escisión del FAPU que incluía organizaciones de
obreros, campesinos, maestros, estudiantes y habitantes de las
poblaciones marginales. Su primera Secretaria General fue
Mélida Anaya Montes, dirigente magisterial, luego
sustituida por Facundo Guardado, campesino y obrero.
También desarrolló mecanismos de difusión,
como la Agencia Salvadoreña de Prensa (SALPRESS) y la
radio Farabundo Martí. La primera tenía su base en
México y la segunda en el interior del país, en
Chalatenango.

Carpio, estalinista de línea dura, logró
el reconocimiento para su organización y para el Frente
Farabundo Martí para la Liberación Nacional de
gobiernos de Suecia, Libia, Yugoslavia y la Organización
para la Liberación de Palestina. En 1980 se exilió
en Nicaragua, donde participó en las negociaciones entre
los grupos armados de izquierda para conformar el FMLN. A partir
de 1981 comienza a profundizarse la división
ideológica dentro de las FPL.
https://es.scribd.com/doc/244934930/Marta-Harnecker-Con-La-Mirada-en-Alto-Historia-de-Las-FPL

El ERP, con nuevas incorporaciones como el grupo de
Rafael Arce Zablah y Joaquín Villalobos, tenía en
la mira la crisis del poder de la burguesía con un enfoque
de aprender la lucha guerrillera haciéndola, trabajar
amplias alianzas incluyendo a militares progresistas y construir
un movimiento popular capaz de conjugar fuerzas dentro de una
estrategia insurreccional.

Los Comandos Organizadores del Pueblo (COP) se formaron
a fines de la década en la Universidad de El Salvador, en
el Comité de Representantes de Áreas Comunes (CRAC)
y debatían la posibilidad de actuar políticamente
fuera de la universidad. Ayudaron en esto sacerdotes
progresistas, con el trabajo pastoral. El interés de los
sacerdotes era que los estudiantes les dieran formación a
los dirigentes campesinos. Se partió del método
pedagógico de Paulo Freire, de educación
participativa. Se hizo mucho trabajo político con
campesinos en Opico. Suchitoto y San Miguel. En este momento,
aún no estaban vinculados con las FPL y el ERP.

A finales de 1970, Felipe Peña y Cayetano Carpio
ya estaban estructurando lo que devendría en las FPL. Se
propuso dialogar con El Grupo y el resultado fue la
integración. Además de El Grupo y los COP, otras
dos agrupaciones integraron el ERP, las cuales conservaban su
dirección y estructuras propias. Una provenía del
Partido Comunista. La otra fue la Organización
Revolucionaria de los Trabajadores (ORT) la cual se
desligó del ERP para formar el Partido Revolucionario de
los Trabajadores Centroamericanos (PRTC). Hubo una
separación momentánea entre El Grupo y los COP pero
ambas agrupaciones se reunificaron a principios de 1973. En 1974
ya había una estructura militar operando en el este del
país.

Después de la muerte de Roque Dalton, ocurrida el
10 de mayo de 1975, empezó la búsqueda de respaldo
político con China y se produjo una
reestructuración y reorganización del ERP. Luego se
creó el Partido de la Revolución Salvadoreña
(PRS) como estructura política y el ERP quedó como
plataforma militar. A partir del 76 se aplicó una
línea de recuperación económica para
sostener y darle continuidad a la guerrilla. Entre 1976 y 1978 se
fortaleció la guerrilla urbana, el movimiento se
extendió al oriente del país y mejoró la
organización en la zona occidental. Del 76 al 79 se
desarrolló la organización militar y se crearon las
Ligas Populares 28 de Febrero, como un movimiento de masas. Entre
1977- 78 el ERP entabló un diálogo con
Monseñor Romero en busca de acercamientos.

Las otras organizaciones del FMLN fueron: El nacimiento
de las Fuerzas Populares de Liberación "Farabundo
Martí" (FPL) en abril de 1970, el Partido de la
Revolución Salvadoreña (PRS), más conocido
como Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), en marzo de
1972; la Resistencia Nacional (RN), como escisión del PRS,
en mayo de 1975 y el Partido Revolucionario de los Trabajadores
Centroamericanos, PRTC, constituido el 25 de enero de 1976. El
segundo gran período está definido por el
surgimiento del FMLN, el 10 de octubre de 1980 y su protagonismo
en la guerra revolucionaria de 1980-1992.

Guatemala: entre
cuartelazos y guerrillas

La lucha guerrillera comienza en Guatemala a raíz
del frustrado levantamiento militar de Zacapa e Izabal el 13 de
noviembre de 1960 por parte de un grupo de oficiales del
Ejército unidos en "la Logia del Niño
Jesús". La facción del ejército creó
el «Grupo 13 de noviembre» (MR-13N) e intentó
derribar el gobierno de Miguel Idígoras Fuentes;
acción en la cual, uno de los móviles fue el
rechazo a los preparativos para la invasión a Cuba. Esas
maniobras militares las llevaban a cabo una brigada de 5.000
cubanos exiliados, llamada "2506", la cual operaba en la Finca
Helvetia. Después del fracaso, los oficiales subalternos
Luis Turcios Lima, Marco Antonio Yon Sosa, Luis Trejo Esquivel,
Rodolfo Chacón, Zenón Reina, Augusto Loarca,
Alejandro de León y otros fundan el MR-13N, movimiento
armado que inicia operaciones en 1961 y se mantuvo activo hasta
1971.

Luego vino la guerrilla de Concuá. Sus
antecedentes surgen con la desaparición de los partidos
políticos burgueses después del golpe de Estado de
Castillo Armas, excepto el partido comunista de Guatemala o
Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) En situación de
clandestinidad y bajo persecución, los comunistas
impulsaron la reorganización sindical, de los sectores
populares y clases medias pobres. Además, en el III
Congreso realizado en 1960 acordaron impulsar todas las formas de
lucha y en 1961 el Comité Central dispuso la
creación de un frente armado.

El mismo año surgió un grupo guerrillero,
el Movimiento 20 de Octubre, que inició operaciones en
Concuá, Baja Verapaz, estimulada por el ascenso de las
luchas sociales dirigidas por los estudiantes universitarios
entre marzo y abril de 1962. Ese movimiento fue crucial pues
mostró el agotamiento de las instancias de lucha
político-sociales y, por otra parte, Idígoras se
vio obligado a ampliar la autonomía de las fuerzas armadas
mediante la integración de un gabinete militar que
llenó la brecha política derivada de la ausencia de
partidos burgueses. La opción de lucha guerrillera
ganó simpatías. En diciembre de 1962 se crearon las
Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), por la fusión de los
oficiales del MR-13 N, el Movimiento 12 de Abril, formado por
estudiantes de segunda enseñanza y universitarios y el
Movimiento 20 de Octubre, del PGT. Las FAR empezaron a construir
su base social en las comunidades campesinas no indígenas
del oriente del país.

http://www.nodo50.org/arevolucionaria/masarticulos/abril2006/guatemala6.htm

La inestabilidad del régimen se mostró de
nuevo en marzo de 1963 con el golpe militar que derrocó a
Ydígoras Fuentes y entregó el alto mando
político al coronel Enrique Peralta Azurdia (1963-1966).
Este gobierno no consintió, ni requirió participar
de los programas de asistencia de EUA; modificó y
sistematizó la represión contra líderes de
organizaciones sociales; avaló la formación de los
escuadrones de la muerte: batallones paramilitares creados para
erosionar la base social indígena, campesina y sindical de
la guerrilla. A la vez, intentó legitimar la esencia
castrense del régimen mediante la fundación del
Partido Institucional Democrático (PID) y la
permisibilidad de competencia electoral burguesa, manifiesta en
El Movimiento de Liberación Nacional (MLN), de
extrema-derecha y el Partido Revolucionario (PR)
socialdemócrata. Así, el gobierno de Julio
César Méndez Montenegro (1966-1970) candidato del
PR fue el único de carácter civil hasta 1986 y dio
paso al trío de gobiernos militares de la década
del setenta y a otra cadena de sucesivos golpes de Estado.
http://frenagt.blogspot.com/2013/03/historia-de-guatemala-dictaduras-el.html

Desde su origen, las secciones guerrilleras que no
fueron desprendimientos del ejército se definieron como
movimientos en pro del socialismo. En 1964 se escinde un grupo de
las FAR y se definió de carácter trotskista
afiliado a la IV Internacional, con el nombre Movimiento Rebelde
13 de Noviembre. Por otra parte, la base social de las guerrillas
se nutrió de individuos provenientes de la pequeña
burguesía del campo y la ciudad, estudiantes de secundaria
y universitaria, pequeños propietarios rurales del oeste
del país. La integración de obreros, proletariado
agrario y etnias indígenas fue minoritaria. Entre 1966 a
1968 la organización guerrillera sufrió varias
derrotas.

A partir de 1970 las organizaciones estudiantiles
alcanzan amplia participación en las luchas sociales y en
las operaciones de insurgencia. Se crearon la Federación
de Estudiantes de nivel Medio (FNEM) y en 1976, la Coordinadora
de Estudiantes de Educación Media (CEEM). Proliferaron los
núcleos y grupos de diversas corrientes de pensamiento
político de izquierda como socialdemócratas y
socialcristianos, quienes se insertan en las luchas
cívicas y electorales. Se desató una intensa lucha
de ideas contra los "aparatos" ideológicos de la
burguesía y entre las organizaciones políticas
estudiantiles. Como reacción, en 1977 el ejército
invadió las instalaciones de la Universidad de San
Carlos.

En los años 77-79, lapso de intensa
represión contra el movimiento estudiantil fueron
secuestrados y asesinados Robin García, dirigente de la
Facultad de Agronomía de la USAC y Leonel Caballeros,
líder de la Asociación de Estudiantes del Instituto
Normal "Rafael Aqueche". Poco después, Oliverio
Castañeda de León y Antonio Ciani García,
dirigentes de la AEU. En respuesta, en 1979 surgió el
Frente Estudiantil Robin García (FERG) y junto a la AEU y
CEEM crearon el Frente contra la Represión (FCR):
más de 50.000 estudiantes participaron en las jornadas de
protesta de "los Claveles Rojos".
http://elnormalistagt.blogspot.com/2010/09/historia-del-movimiento-estudiantil-en.html

En forma paralela, se fortaleció la lucha armada
en un clima de huelgas y manifestaciones de protesta popular. Los
grupos guerrilleros se recomponen desde mediados del 70. Las FAR
se reestructuraron y establecieron su base en El Petén. Se
hizo pública la existencia del Ejército Guerrillero
de los Pobres (EGP) y de la Organización del Pueblo en
Armas (ORPA) que centró su actividad en el occidente, en
San Marcos y alrededor del lago de Atitlán.

El origen del EGP remonta a 1967 a raíz de una
escisión en las FAR, el ingreso a la guerrilla de
estudiantes de la Juventud Patriótica del Trabajo y de
otro grupo de católicos afines a la Teología de la
Liberación. Su actuación pública en el campo
militar afloró en 1975 con el asesinato del "Tigre del
Ixcán", Luis Arenas Barrena ", dueño de las fincas
La Perla y San Luis en el municipio de Chajul (El Quiché).
Entre 1976 y 1980 el EGP concentró actividades en la zona
rural, asimilando los acontecimientos de la masacre de
Panzós, la toma de la embajada española y la gran
huelga de la costa sur. En 1982 los grupos guerrilleros y el PGT
se unieron para formar un comando político militar
único bajo el nombre de Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca (URNG).

http://www.nodo50.org/arevolucionaria/masarticulos/abril2006/guatemala6.htm

En 1976 el EGP tenía activos los siguientes
frentes guerrilleros:

Frente Guerrillero Otto René Castillo. Era el
frente urbano, operaba en la capital y sus alrededores. Llevaba
el nombre del poeta-guerrillero guatemalteco asesinado en
1967.

Partes: 1, 2

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