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Conductas criminales en niños y jovenes




Enviado por Mary G.



  1. Introducción
  2. ¿Qué es una conducta criminal?
  3. Estudios y teorías sobre el tema
  4. Causas o factores de las conductas criminales en niños y jóvenes
  5. Prevenciones para evitar estas conductas
  6. Diagnósticos o terapias
  7. Referencias

Introducción

El tema se abordara desde el ámbito psicológico; analizar cuáles son las causas que provocan las conductas criminales en niños y jóvenes; las vivencias que pudieron propiciar a que tomaran o adoptaran este tipo de conductas. De igual manera los distintos factores o causas que pueden favorecer al desarrollo de las conductas.

El ensayo está dirigido al público en general, pero, en especial, a los padres para que se informen sobre las causas que pueden generar este tipo de conductas y de esta forma prevengan que sus hijos las adopten; para prevenir que se forme un nuevo asesino…

Para comenzar, definiré una palabra clave para el tema; la conducta es: el modo de actuar de un individuo, observable, medible y modificable.

¿Qué es una conducta criminal?

Es una conducta antisocial y agresiva que abarca un amplio rango de actos y actividades que infringen reglas o normas y expectativas sociales, muchas de ellas reflejan acciones contra el entorno, personas y propiedades. Es causada por la acción humana, entendida ésta como cualquier hecho que viole las reglas sociales o vaya contra los demás, es decir, el comportamiento que produce un delito, entendido este como toda conducta humana externa, culpable, penalmente antijurídica y punible, cuando encaja en las descripciones del tipo legal y tiene señalada, en el Código Penal, una pena grave o menos grave.

Estudios y teorías sobre el tema

El origen del comportamiento criminal ha sido fuertemente debatido. A principios del siglo XX se trató de vincular factores fisiológicos, como el tamaño del cráneo (o color de la piel) a comportamientos criminales. En la Rusia Soviética y China, algunos estudios hicieron hincapié en las raíces capitalistas del crimen, que vinculan el concepto de riqueza individual a la delincuencia. Ciertos modelos occidentales de la actualidad se centran en diversos factores demográficos, y han ganado aceptación. Éstos giran en torno a las diferencias de edad, género y estatus socio-económico y la integración de múltiples ciencias para comprender mejor la causa de la delincuencia.

Numerosas teorías psicológicas plantean que la agresión, es un patrón de respuestas adquiridas en función de determinados estímulos ambientales (familiares) según una variedad de procedimientos; algunos de ellos son:

-La agresión adquirida por condicionamiento clásico por el uso de los premios y castigos como moldeadores de la conducta. Ellis (1986).

-La agresión adquirida por aprendizaje social a través de la observación. Bandura (1986).

-La teoría de Aprendizaje de Skiner (1952), que evidencia que la agresión es adquirida por condicionamiento operante.

Maslow (1964) da a la agresión un origen cultural y dice que surge como "una reacción ante la frustración de las necesidades biológicas o ante la incapacidad de satisfacerlas".

-Mussen y otros (1990), sostienen que la agresión es el resultado de prácticas de socialización en el seno familiar y que los niños que emiten conductas agresivas, provienen de hogares donde la agresión es exhibida libremente, existe una disciplina inconsistente o un uso errático del castigo.

Causas o factores de las conductas criminales en niños y jóvenes

Hay numerosos factores que tratan de explicar por qué una persona presenta conductas criminales, porque actúa de esa manera, y si él/ ella decide o no, a continuación se darán algunos:

3.1 Factores biológicos. Herencia y genética

Según Vázquez, (2003)los factores biológicos son aquellos que surgen por características biológicas, cromosómicas o neurofisiológicas, que incrementan o inducen a la delincuencia, se transmiten genéticamente y, por ello se heredan, (el delincuente nace o se hace), este factor ha sido muy discutido por lo que se ha convertido en blanco de numerosas y encendidas polémicas, generando discusiones que en la Criminología han aportado los enfoques biologicistas, que comenzó según Vázquez con la publicación de Lombroso en 1876,de su obra L"Uomo delinquente, donde desarrolló su teoría del delincuente nato.

Al respecto de estos factores como causantes de conductas criminales Vázquez (2003) dice "Estudios recientes realizados por West y Arrington, por Christiansen y por Mednick y Volavka, han acumulado evidencias que sugieren que las características biológicas incrementadoras de la conducta delictiva pueden transmitirse genéticamente, por lo que, cuanto menos, existen indicios acerca del papel genético en la probabilidad de cometer delitos."(p. 4)

Por lo que es importante saber o conocer si algún ascendiente o familiar tuvo conductas criminales o si tuvo algún problema de este tipo, para saber si algún integrante está en riesgo de padecer estas conductas y de esta manera tratarlo con anticipación para evitar que se convierta en un asesino o delincuente.

3.2 Factores familiares

La familia es un papel muy importante para el buen y sano desarrollo de los niños y jóvenes, este entorno es el que determinara que el niño o adolescente tenga confianza en sí mismo, que sea tímido o no, que comportamiento tendrá, las actitudes que tomara, cuál será su personalidad, entre otros determinantes importantes para la formación de su identidad. Por eso si la familia presenta problemas convirtiéndose en "una familia disfuncional" afectara al adolescente o niño llevándolo a incurrir en conductas criminales.

3.2.1La falta de supervisión o control de los padres.

Es necesario que los padres estén al pendiente de sus hijos, saber con quién socializa, y que es lo que hace tanto fuera como dentro de la casa, para detener alguna conducta o comportamiento que este mal y que pueda afectar al menor. El control de los padres no debe causar perjuicios.

La ausencia del control por parte de los padres puede generar que los niños y adolescentes tomen un camino desviado, y que las conductas delictivas no se puedan prevenir.

Al respecto Vázquez (2003) dice que: "En un estudio realizado por Wilson se pone de manifiesto que de todas las variables examinadas, la escasa supervisión de los padres era la más fuertemente relacionada con la delincuencia". (p.5)

3.2.2 Violencia de padres contra hijos

Cuando los padres ejercen un comportamiento violento contra los niños, golpeándolos, insultándolos e imponiéndoles castigos rigurosos, los niños muchas veces imitan estos comportamientos y actitudes convirtiéndolos en futuros delincuentes, en personas que piensan que la mejor manera de resolver conflictos es con violencia.

Al respecto a Schneider citado por Vázquez (2003) señala que "los niños maltratados se convierten en un grupo de riesgo que cuando llegan a adultos tienden con mayor frecuencia al abandono de su hogar, la delincuencia juvenil y desviación social, por ejemplo al abuso de estupefacientes, prostitución, suicidio, y a comportamientos violentos". (p.7)

Un estudio más reciente de Smith y Thornberry (1995) encuentra que una historia de maltrato infantil incrementa significativamente la probabilidad de posteriores participaciones de estos jóvenes en delitos violentos, graves y de mediana gravedad.

3.2.3 Conflictos familiares.

La ruptura de la familia, el divorcio, la mala comunicación de los padres con los hijos, el exceso de trabajo, el estrés, la marginación económica, la falta de afecto por parte de los padres entre otros son los factores que pueden determinar que un niño o adolescente presente problemas y sea propenso a tener conductas criminales, por eso es importante que los padres tengan una buena relación con sus hijos, y que estén siempre al pendiente de ellos para cuidar que tengan un buen desarrollo y crezcan sanamente.

3.3 Factores socioeducativos.

3.3.1 La escuela

La escuela es otro gran agente de socialización de nuestra sociedad, en la que los niños y adolescentes aprenden a tener un comportamiento socialmente correcto, acorde con las más elementales normas de una convivencia pacífica en sociedad. No se debe olvidar que la época escolar es un tramo en la vida de las personas por el que todos los niños deben de pasar y que incide profundamente en su desarrollo personal.

3.3.2 El fracaso escolar

El éxito escolar es uno de los mejores preventivos de la delincuencia, como señala Beccaria citada por Vázquez (2003) "el más seguro, pero más difícil medio de evitar los delitos es perfeccionar la educación" (p.13)

Por el contrario el fracaso escolar o un pobre rendimiento académico se relacionan con el comienzo y la prevalencia de la delincuencia, por eso es importante que los niños y adolescentes tengan el apoyo de sus padres y profesores para que tengan un buen rendimiento escolar, y la escuela no represente un problema sino todo lo contrario.

3.4 Factores socioambientales.

3.4.1 La clase social

Los niños y jóvenes pertenecientes a clases sociales bajas tienen una tasa más alta de delincuencia que los pertenecientes a las clases media y alta. Principalmente cometen delitos con más frecuencia y con daños más graves en las personas y en las cosas.

Generalmente los niños y jóvenes pertenecientes a clases bajas presentan conductas delictivas gracias a la necesidad que tienen, es decir, al no tener dinero, comida, y no poder solventar sus necesidades económicas se sienten obligados a hacer cualquier cosa para su sobrevivencia.

Según Vázquez (2003) en atención a la teoría del Labeling principalmente la criminalización secundaria de los niños y jóvenes de la clase social baja, los cuales sufren una persecución penal más frecuente y un peor trato por parte de la policía y los tribunales juveniles que los menores de clases sociales más favorecidas.

Por otra parte Santos citado por Vázquez (2003), dice que hay que tener en cuenta que "la pobreza sola es raramente causa del crimen" (p.20)

Frente a la opinión dada por Santos, Schneider citado por Vázquez (2003) parece estar de acuerdo al decir "La causa de la carga más alta de delincuencia grave de los niños y jóvenes de la clase social baja reside más bien en el ambiente social malo y en las prácticas educativas deficientes en las familias de la clase social baja: las dificultades y los reducidos recursos socioeconómicos hacen que muchas familias de la clase social baja carezcan de relaciones sociales y de una orientación hacia valores conformes con la sociedad".(p.20)

3.4.2 Las amistades

La influencia y aceptación de los amigos y compañeros de la misma edad suele ser más importante para los adolescentes, que la que puedan ejercer sus padres en casa y sus profesores en el colegio. De ahí que los jóvenes tiendan a unirse entre sí, creando sus propias subculturas, con lenguajes, comportamientos y valores que les distingan y diferencien de los adultos. Además, es importante destacar, que en la sociedad actual, en los países industrializados, los niños y adolescentes pasan la mayor parte de su tiempo en el colegio.

Las amistades juegan un papel importante como predictor de la futura conducta de los niños y adolescentes, por lo que ha sido un factor objeto de múltiples estudios.

El gozar de amistades que realizan con cierta asiduidad conductas desviadas (beber alcohol, ingerir drogas, ausentarse del colegio, etc.) o comportamientos antisociales o delincuenciales, será un factor de riesgo en el comportamiento presente y futuro de los jóvenes, favoreciendo en gran medida el que el joven con esos amigos se comporte como ellos para evitar sentirse discriminado y excluido de su círculo o grupo de amigos.

De Corral citado por Vázquez (2003) dice "la influencia de los compañeros violentos (antisociales o delincuentes) adquiere una gran significación sobre todo cuando el nivel intelectual es bajo, los sujetos tienen una personalidad dependiente y han interiorizado deficientemente los valores normativos en la escuela y en la familia". (p.22)

3.4.3 Medios de comunicación

Los medios de comunicación también son un factor para que se presenten conductas criminales en niños y jóvenes, en especial la televisión pues en ocasiones los programas que son transmitidos no son aptos para todo público y tienen un alto porcentaje de violencia, esto sumado a la no supervisión de los padres provoca que los niños quieran imitar estas conductas o se mal informen.

Schneider hace mención a varios estudios empíricos, que han llegado a la conclusión de que "la permanente contemplación de la violencia en la televisión por niños tiene un efecto muy negativo ya que puede provocar comportamientos violentos y delictivos cuando son jóvenes y adultos" (p.26)

Prevenciones para evitar estas conductas

Según el Pediatra y Terapeuta de la Conducta Infantil, el doctor Eduardo R. Hernández González, las recomendaciones para obtener un buen estilo de crianza y educación de los hijos, son:

  • La comunicación frecuente y satisfactoria entre padres e hijos.

  • Incentivar la colaboración mutua entre todos los integrantes del hogar.

  • Demostraciones efectivas de afecto.

  • La reunión familiar para establecer las normas, dar y recibir afecto y compartir.

  • Estimular la confianza.

  • Propiciar la asertividad.

  • Tomar en cuenta la recreación como parte de la vida.

  • Establecer en el hogar de forma clara y precisa, los deberes y derechos de cada uno de los integrantes de la familia y exponer la responsabilidad de asumir las consecuencias de los actos cometidos.

  • Aplicar de forma adecuada el binomio afecto-autoridad.

Si estas conductas aumentan en frecuencia y se mantienen en el tiempo, alterando el buen funcionamiento del pequeño y su familia, entonces es hora de acudir a una ayuda especializada.

Diagnósticos o terapias

Diagnóstico preciso y evaluación eficiente de la conducta agresiva.

Bianco (1991) recomienda realizar una etiología conductual de la conducta agresiva, y una definición operativa de la misma. Con el diagnóstico preciso se planifica el tratamiento a seguir.

Terapia de la Conducta Infantil.

Coleman (1996) recomienda la terapia de la conducta infantil que está orientada específicamente hacia la conducta problema y su tratamiento, aplicando técnicas de modificación conductual.

Terapia Familiar.

Kasdin (1989) dice que durante este proceso, el terapeuta evaluará a la familia en relación a: la comunicación, las relaciones familiares, las estructuras de poder, el binomio autoridad-afecto, etc.

Entrenamiento a los padres.

Moles (1991) dice que esta terapia se procede a entrenar a los padres como generadores de conductas en sus hijos, en técnicas de aplicación de castigos, reforzamiento, moldeamiento etc.

Terapia Cognitiva

Satir (1991) propone que a través de la intervención de los procesos cognitivos (pensamientos) del niño, se aclaran conceptos, se tumban mitos, se incluyen visualizaciones, programación neurolingüística, etc.

Conclusión

La criminalidad, muy especialmente la juvenil, es un fenómeno complejo que no cabe reducir a una sola causa, pues hay un sinfín de factores o causas que tratan de explicar las conductas criminales.

Considero que la familia así como las amistades y la escuela son unos de los importantes factores para que estas conductas se desarrollen, pues estos son esenciales para la formación de identidad de los jóvenes y niños, por eso considero conveniente que los padres estén al pendiente de sus hijos, que ejerzan un control sobre ellos, pues esto determinara si pueden prevenir o detectar si algunas de estas conductas están presentes.

Referencias

Carlos Vázquez González (2003). Delincuencia juvenil. Consideraciones penales y criminologías, (pp. 121-168).Colex, Madrid.

Hernández González E." Conductas Agresivas en la Infancia", (en línea). Valencia, España.

Recuperado el 6 de marzo de 2015, de

http://www.psicologia-online.com/infantil/conductas_agresivas

Lozano A. (2010, julio). "Factores familiares que inciden en la conducta disruptiva y violenta de niños, adolescentes y jóvenes", (en línea). México: secretaría de seguridad pública. Recuperado el 28 de marzo de 2015, de

http://www.ssp.gob.mx/portalWebApp/ShowBinary?nodeId=%2FBEA+Repository%2F1214167%2F%2Farchivo

 

 

 

Autor:

Mary Carmen González Pelaxtla

DHTIC

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

Primavera 2015

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