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Masturbación en el aula; un problema ético





Enviado por Marisa Guzmán Munita

  1. Introducción
  2. El
    caso
  3. Núcleos problemáticos que
    subyacen al caso
  4. Otras
    perspectivas en juego
  5. Ideas
    involucradas
  6. Soluciones plausibles
  7. Conclusiones
  8. Bibliografía

Introducción

La realidad actual chilena, da cuenta de una serie de
contradicciones al enfrentar la orientación de la
sexualidad adolescente. Si bien ésta debiera iniciarse en
el hogar, la dificultad que presentan los padres para hablar
abiertamente de los impulsos sexuales con sus hijos, delegan
–en el mejor de los casos- esta responsabilidad a la
Escuela.

Por otra parte, si bien el discurso social oficial
restringe la expresión de la sexualidad a los "menores de
edad", la imagen distorsionada de la sexualidad que difunden los
mass media, la publicidad y la web, no
sólo erotiza a los jóvenes, sino que impone mitos y
estereotipos que le corresponden al docente de aula, muchas
veces, abordar.

Si bien en las escuelas, la formación del Yo
sexuado tradicionalmente ha descansado en asignaturas como
Biología u Orientación, en independencia de
éstas, la vivencia de la sexualidad adolescente es una
etapa que incide en la autoimagen y autoestima de los
jóvenes, lo que supone desafíos para toda la
comunidad educativa.

Desde una perspectiva ética que considera que la
labor docente no sólo es instructiva, sino educativa y
desarrolladora (Silvestre y Zilbernstein, 2000), atender los
diversos conflictos que de la expresión de la sexualidad
pueden surgir producto de una etapa de enormes cambios como lo es
la adolescencia, involucra actuar con sensibilidad y afecto, a
fin de abordarlos.

En el ámbito de la expresión de la
sexualidad humana, la masturbación constituye una etapa
propia –aunque no privativa- de la adolescencia, por cuanto
puede presentarse durante la niñez –producto de la
exploración y curiosidad- o extenderse hasta la vida
adulta.

Los cambios hormonales propios de la etapa de desarrollo
adolescente, lleva a los jóvenes a descubrir en la
masturbación la vía para canalizar sus impulsos y
conocer la expresión del propio cuerpo ante la
excitación sexual. No obstante, la carga cultural que ha
acompañado este acto tan humano, ha estado fuertemente
permeada por antiguas concepciones que consideraban la
masturbación como una práctica pecaminosa y
reprobable. Y aunque paulatinamente las representaciones culposas
de la masturbación, están siendo superadas por
enfoques que nos llegan de la psicología, que la conciben
como "…una práctica sexual normal y natural, que
forma parte de los descubrimientos sexuales de la gran
mayoría de los adolescentes" (Alegret y otros, 2005: 104),
no resulta fácil de abordar.

Esto constituye un problema complejo para el profesor,
por cuanto demanda tomar posiciones éticas y
valóricas, al desmarcar esta temática de la culpa,
la vergüenza y el miedo.

Desde nuestra representación, experimentar el
placer erótico constituye el camino para conocerse y
construir la identidad sexual, requisito sine qua non,
para el disfrute de la sexualidad en pareja,
posteriormente.

Si bien la masturbación, como actividad
exploratoria, afecta a hombres y mujeres, desde nuestras
representaciones culturales se concibe como una práctica
privada. De esta manera, entregarse al conocimiento del propio
cuerpo y al descubrimiento de los sentidos y emociones que
despierta la acción de tocarse a sí mismo (o en su
variante, la masturbación mutua), supone un acto de
personal y privado, que se realiza en un contexto apropiado y no
se exhibe ante otros.

Es precisamente este el marco que plantea el conflicto
ético que exponemos en el siguiente caso.

El
caso

El siguiente episodio crítico es narrado desde lo
que la memoria de un testigo presencial pudo construir. El hecho
ocurrió durante una clase de inglés el año
2008, en un colegio mixto ubicado en la comuna de Paine,
Región Metropolitana.[1] Se trata de un
establecimiento de financiamiento compartido, reconocido en el
sector porque su proyecto educativo se inspira en la
enseñanza de los valores que promueve la iglesia
católica.

La situación que se describe, tiene lugar durante
la clase impartida en un primero medio por una profesora de
inglés, quien no superaba los 40 años de
edad.

Mientras la profesora explicaba la actividad que
debía llevarse a cabo, la mayoría de los alumnos
prestaban atención, excepto un grupo de varones que,
acostumbrados a sentarse en los últimos lugares de la
sala, no atendían a la docente y hablaban animadamente. En
ese momento, uno de los jóvenes mostró una actitud
particularmente extraña cuando procedió a extraer
su miembro viril, y apoyando su cabeza en la mesa, empezó
a masturbarse en plena aula.

Dentro del grupo había estudiantes que murmuraban
y se reían de lo que en ese momento sucedía, no
obstante en el momento en que la profesora daba las indicaciones
finales para realizar la actividad, se percató del hecho,
al que respondió desviando la mirada, guardando silencio
un momento, y continuando con el cierre a la explicación,
fingiendo no haber visto nada.

De lo anterior, surgen las siguientes
preguntas:

¿Qué hacer frente a un
alumno que se masturba en la escuela?

¿Qué debiera hacer el
profesor de aula cuando detecta conductas de
autoexploración en lugares o momentos
inadecuados?

Desde nuestra perspectiva, el conflicto no
lo plantea la masturbación en sí, sino hacerla
pública.

1.2 Procedimiento para hallar
solución

Para dar respuesta a estas interrogantes, se realizaron
las siguientes indagaciones teóricas y
empíricas:

Análisis documental: Revisión y
análisis de literatura especializada e investigaciones en
torno al tema de la masturbación adolescente y el rol
docente frente a este tema. Permitió adoptar posiciones y
seleccionar los referentes que nos orientan.

Deducción/inducción/
síntesis
: Constituyeron métodos de enorme valor
para propiciar procesos lógicos del pensamiento que nos
permitieron, como investigadores, articular las posiciones
éticas presentadas para orientar la reflexión que
articula las soluciones presentadas.

Núcleos
problemáticos que subyacen al caso

Para analizar los núcleos problemáticos
que están presentes en el caso, es pertinente delimitar
los actores y los factores que inciden de forma principal y
secundaria en el problema ético planteado.

En primer lugar, nos encontramos con los
estudiantes:
partiendo por el estudiante que origina el
caso, y los estudiantes que conforman el grupo curso, el que se
dividió entre los compañeros que festinaron la
acción del estudiante y el resto del alumnado, que
sintió recelo y repudio por la misma. En este conjunto
humano podemos reconocer varios núcleos
problemáticos, como exponemos a
continuación.

Si bien la masturbación es un acto normal que
realizamos todas las personas, sin distinción, expresarla
en el aula, lo vuelve una conducta fuera de lugar. En el caso del
estudiante protagonista de la acción, se reconoce una
actitud desafiante, que manifiesta falta de respeto por sí
mismo (su propia privacidad) y desconsideración por los
otros (compañeros y profesora).

Consideremos además que la edad promedio del
curso donde se desarrolló la acción – que
bordea entre los catorce y quince años de edad- es un
factor que incide, por cuanto se corresponde con una etapa donde
se inician fuertes cambios hormonales y psicológicos. La
autoexploración del cuerpo y la búsqueda del placer
sexual que deviene, si bien no se constriñe a esta etapa,
es particularmente frecuente a esta edad. Desde esta
consideración, la acción no es condenable, mas
sí el contexto en que se desarrolló, pues los
lugares de uso público como la escuela o la misma sala de
clases no son apropiados para llevarla a cabo, por cuanto la
autoexploración corresponde a un acto personal de orden
más privado.

Con todo, la transgresión de la privacidad del
propio sujeto como la de los otros compañeros, puede
obedecer a múltiples razones, entre los que mencionamos
posibles problemas emocionales o carencias afectivas, a lo que se
suma que hacerlo frente a una mujer, instala una variable de
género no menor, que genera un efecto más
transgresor aún.

En segundo lugar, nos encontramos a otra parte implicada
en el caso: la profesora a cargo del curso cuando
ocurrió el suceso. En ella reconocemos los siguientes
núcleos problemáticos:

El mal manejo que hizo de la situación al
percatarse de lo que estaba ocurriendo en su sala, se expresa en
que no hizo nada al respecto, más bien invisibilizó
la acción, fingiendo no haberla visto y continuando su
clase en forma normal.

Notamos además cómo ella no reconoce en la
situación dada un problema, pues lo evade hasta tal punto
que no aborda la situación durante ni después, es
decir, no trata la acción realizada por el estudiante de
forma personal con el implicado y tampoco de forma grupal con el
curso. Entre los factores que pudieren explicar tal
negación, podemos mencionar el miedo, la vergüenza,
la sorpresa… lo que desde nuestra perspectiva da cuenta de
la carencia de estrategias pedagógicas para abordar
situaciones tales, tal vez atribuibles a un proceso de
formación inicial deficiente.

Finalmente, reconocemos en el contexto
el tercer núcleo problemático, por cuanto la
acción del estudiante no sólo afectó el
normal desarrollo de la clase de inglés, sino que
alteró significativamente las relaciones interpersonales
de los estudiantes, polarizando al grupo.

Quien debiera haber dirimido esta situación,
debió haber sido el adulto formador a cargo de la clase,
pero como expresáramos, la docente se vio superada por el
hecho, limitándose a invisibilizarlo, lo que generó
la pérdida de control de la clase (desorden), y una franca
oposición entre los estudiantes que consideraron el hecho
como una graciosa anécdota, y los que se perturbaron por
el mismo. Se releva especialmente que en tal situación, la
docente dejó entrever que no tuvo las capacidades
necesarias para hacer un buen manejo del clima de la
clase.

Otras
perspectivas en juego

Podemos apreciar cómo el desarrollo
psicológico y emocional tanto del estudiante implicado de
manera directa en el caso, como el de los otros compañeros
de curso que hicieron de testigos frente a la situación,
se ven afectados ante la actitud de negación e
inacción de la docente frente al hecho. Tal
situación puede generar problemas mayores a futuro, dentro
de los que mencionamos: i. que se vuelva a repetir, ii. que sea
imitado por otros estudiantes, dentro de los cuales destacamos
como el más importante iii. significar el quiebre de las
relaciones interpersonales y fraternas del grupo
curso.

Cabe señalar que cualquiera de estas
posibilidades, sin duda afectarían el desarrollo
disciplinar no solo de esta clase, sino la de todas las
demás, al dejar abierta la resolución de un
conflicto humano.

Las perspectivas éticas involucradas instalan
temas como el deber, la moral, el conflicto entre lo
público y lo privado, entre otros. La revisión de
diversas perspectivas éticas, útiles para
dimensionar los alcances de la problemática planteada, nos
llevan a precisar las siguientes:

3.1 La Deontología: (deontos= deber,
logia= saber) Como rama de la ética que establece
una representación del deber profesional, enmarca las
obligaciones morales que una persona está llamada a
cumplir. Esta teoría del deber, como
también es conocida, expresa criterios que enmarcan un
código normativo de conductas y códigos morales,
que rigen las convenciones sociales de un determinado conjunto
humano, y que tienden al bien común.

Ya en 1832 su principal exponente, Bentham
expresó que la deontología se sustenta en los
principios como la libertad y el utilitarismo, para articular
normas que buscan conseguir el mayor bienestar posible para la
mayoría, y de la mejor forma posible. Este enfoque permite
enmarcar la consideración de las acciones que –sin
estar sometidas al control de la legislación
pública- afectan a los diversos colectivos
profesionales.

En relación al caso expuesto, la existencia de un
reglamento interno sancionaba, expresamente "Ser sorprendido (a)
ejecutando cualquier actos sexuales de cualquier tipo y
cualquiera sea el sujeto y/o el objeto de dichos actos dentro de
los recintos y/o de las áreas del establecimiento
educacional o cuando se encuentren representando al
establecimiento"[2] En este contexto, la falta del
estudiante que se masturbó en el aula, es considerada
gravísima en esta comunidad educativa, pudiendo pasar a la
instancia de cancelación de matrícula del alumno
involucrado.

De acuerdo a esta realidad, la profesora debería
haber llevado el caso del niño a las autoridades de la
escuela (la Dirección o la Inspectoría general),
siguiendo el reglamento de la escuela y – dependiendo de su
percepción del hecho- haber incluso propuesto la
cancelación de la matrícula del estudiante. Por lo
anterior, dentro de las soluciones presentadas a este problema
ético, consideramos que esta postura -por su esencia
normativa- impide hacerse cargo de atender los matices que
emergen de considerar la integridad del estudiante que origina el
caso expuesto. La consecuencia del cumplimiento irrestricto a
este reglamento, da por solución la expulsión del
estudiante, aplicando la política de sacar la "manzana
podrida" del conjunto, lo que no sólo no resuelve el
problema, sino que da cuenta de la necesidad de profundizar el
análisis con otras perspectivas éticas con que
abordar la solución al dilema.

3.2 La Axiología: Es una rama
filosófica que estudia la naturaleza de los valores y los
juicios valorativos de los seres humanos en sus diversas
expresiones (éticas, sociales, culturales,
estéticas…) Y por moverse en un ambiente tan
subjetivo como cultural, ha develado el paso de diversas
influencias. Así, desde la primigenia
representación de "axiología" de Hume, que la
reducía al estudio de la aplicación moral y
ética, Nietzsche amplía las perspectivas de esta
concepción, destacando los elementos psicológicos
relacionados con la representación colectiva del conjunto
de valoraciones que se enmarcan, de lo que Marx posteriormente
destaca el aspecto económico que influye en tales
valoraciones. Con todo, a diferencia de la normativa esencial de
la deontología, la axiología resulta de enorme
valor en el ámbito pedagógico, al permitir orientar
una ética profesional docente fundada en valores
humanistas, racionales y afectivos, tales como la solidaridad,
respeto, amistad, dignidad, honestidad, prudencia y libertad, al
conducir situaciones de enseñanza y aprendizaje, tato en
el aula, como fuera de ella, respondiendo a un deber ser con
otros,
superior.

Esta dimensión aporta profundidad a la
consideración del caso en el contexto de sus
particularidades y relaciones, ante lo que la integridad
psicológica del estudiante – si bien disidente del
reglamento interno- constituye el pilar que orienta la
reflexión de la reacción más apropiada del
adulto formador en relación al propio estudiante y sus
compañeros.

Desde el rol formador que asiste a los profesores,
trascender a lo instructivo y normativo, constituye un
desafío ético de urgente atención, dados los
efectos que puede provocar la indiferencia y/o el limitarse a
apegase estrictamente a la norma, tanto en el estudiante como en
el colectivo, ante situaciones de aula como la
planteada.

Sin perder de vista que los valores se enseñan y
aprenden en una espiral colaborativa y conjunta, la
reflexión crítica de las situaciones que vayan
emergiendo del proceso de enseñanza- aprendizaje, ameritan
ser consideradas desde la profunda reflexión de las
derivaciones psicológicas y sociales que pudieren
acarrear.

3.3 El Utilitarismo: Respecto de
esta teoría ética, propuesta entre los siglos XVIII
y XIX por Bentham y Stuart Mill; sus orígenes nos remontan
a grandes filósofos, como Parménides y Epicuro,
quienes reemplazan la razón por la fe, al enmarcar las
determinaciones morales que decantan en el denominado
consecuencialismo hedonista, que como tal surge de
pretender provocar un mejor estado de las cosas, privilegiando
las acciones que puedan beneficiar a la mayoría en cuanto
a la felicidad que les pueda producir. Con todo, surgen dos tipos
de utilitarismo relevantes en el problema ético planteado:
uno negativo y otro positivo, como se expone. La benevolencia
involucrada en tratar de beneficiar al mayor número de
personas es algo deseable; y ciertamente existen realidades en
las que los fines enmarcados por la sociedad como superiores,
justifican ciertos medios (como las cárceles, las
amputaciones, los hospicios…), para autorregularse. No
obstante, en el ámbito pedagógico, desatender los
bemoles y particularidades que surgen durante la formación
y desarrollo de los estudiantes, puede ocasionar graves males
moralmente hablando, de no tratarse con sensibilidad, afecto y
humanidad.

Un docente que oriente su actuación a asumir una
perspectiva ética, como base para dirimir conflictos como
el planteado, desde la preservación y respeto por el otro,
involucra dimensionar los efectos que el utilitarismo puede
conllevar a nivel de los actos, según se suceden el caso
presentado. El tratamiento de la masturbación en el aula,
se constituye en una problemática que hace visible las
contradicciones de una docente que actúa impulsada por
evitar la polémica en lo que se refiere tanto alumno, sus
compañeros y ella misma; optando actuar ignorando el
problema. La perspectiva ética que exponemos se ajusta a
la actitud que la profesora evidencia, y desde nuestra
posición es parte de las soluciones plausibles, pero no la
que mejor se ajusta.

Ideas
involucradas

El análisis de la reacción de todos los
involucrados, (alumnos, grupo curso y la docente de
inglés), dan cuenta de la presencia de diversos elementos
y factores que hacen lo suyo al configurar el escenario,
evidenciando la presencia de las diversas ideas:

  • Prejuicios sexistas: que la expresión
    de la sexualidad del estudiante hubiese sido realizada ante
    un docente de sexo masculino, no habría tenido el
    mismo efecto en la valoración positiva del joven
    frente a sus amigos, por cuanto lo que más se celebra
    es haber sido realizada frente a una profesora, lo que eleva
    el tenor de la transgresión. En el contexto de ser un
    establecimiento católico, es posible afirmar que si
    quien se masturbaba en el aula hubiese sido una chica, la
    sanción moral hubiese sido lapidaria e inmediata. Con
    todo, tal y como suceden las cosas, esta acción agrede
    violentamente la condición femenina de la profesora,
    generándole una enorme perturbación.

  • Factores que originarían la conducta:
    De la variedad de factores que podrían incidir en que
    el muchacho exprese su sexualidad como lo hace, consideramos
    los siguientes:

  • Edad: El rango etario del joven se
    corresponde con un período en que los impulsos
    sexuales superan su control, por lo que responde de la manera
    ya descrita.

  • Trastornos psicológicos: Dentro de las
    posibles causas, mencionamos la presencia de posibles
    desequilibrios psicológicos provocados por una baja
    autoestima y/o carencias afectivas al interior del hogar; lo
    que bien podría revelar que subyace un trastorno mayor
    (abuso sexual, exposición a un ambiente sexualizado,
    desatención parental, abandono…) que explique
    el comportamiento sexual inusual e inesperado del estudiante,
    dentro del aula.

  • El problema de lo público y lo
    privado:
    La problemática se origina porque la
    masturbación no es aceptada en el espacio
    público por la sociedad. En un contexto diferente,
    más íntimo –como el propio espacio
    personal- no constituiría una actitud reprochable. Con
    todo, este discurso se tensiona con las normas morales que
    prescriben la expresión de la sexualidad, y más
    bien, recomiendan al autodominio racional de
    ésta.

  • Rol del docente como adulto formador: Debemos
    plantear que desde nuestro punto de vista existe una
    obligación por parte del docente de manejar
    éticamente la situación, atendiendo a su rol de
    adulto formador dentro del aula, adoptando una postura
    filosófica, que demuestre el espesor de sus
    convicciones. Resolver situaciones como la planteada en el
    caso, implica del profesor/a hacerlo con la autoridad de
    hacerlo movilizando un personal proceso de intelección
    cognitiva y afectiva, que lo lleve a orientar su
    acción sobre bases científicas y humanistas,
    que le permitan superar la inmovilidad y disminuir una
    actuación errática, ante un tema de tan
    profundas derivaciones para sí mismo y los
    estudiantes.

Soluciones
plausibles

La revisión de antecedentes desde los referentes
que nos enmarcan, sustentan el análisis de diversas
soluciones, como se expone:

1) El o la docente debe pasar por alto esta
situación – como en este caso – y seguir su clase
con normalidad, ya que no representa un problema grave, sino que
es parte del desarrollo normal de los
estudiantes.

Análisis: Considerando que el problema
ético presentado no es la masturbación en sí
misma, sino la realización de ésta en el aula, la
inacción de la docente, en este caso, desconoce su
función de educador(a). En consecuencia, los alumnos
creerán que la acción de masturbarse en el aula
constituye algo normal, que puede realizarse según lo
dicte el instinto o deseo, con lo que se transgrede la privacidad
individual y colectiva, lo que hace suponer que se seguirá
realizando este acto en el aula.

2) El o la docente llama la atención del
alumno frente a todos sus compañeros – incluso los
que no se habían dado cuenta de la situación
– y le da una lección pública de buenos
modales a todos. Luego, manda a Inspectoría General al
alumno en cuestión y recomienda su suspensión por
atentar contra la moral y las buenas costumbres.

Análisis: Mediante esta secuencia de
acciones, el o la docente no lograría una actitud
empática con su estudiante, perjudicándolo frente a
sus compañeros y creando un ambiente de burla, desprecio o
rechazo por el individuo afectado. Al derivarlo a
Inspectoría General, evade su responsabilidad como
docente, demostrando su inhabilidad para tratar el tema.
También, puede generarse una problemática interna
mayor en el alumno afectado al sentirse avergonzado
(depresión, no querer ir más a la escuela), entre
otros posibles escenarios negativos.

3) El o la docente se acerca con cautela al alumno y
le pide que vaya al baño. Continúa su clase con
normalidad. Luego, conversa personalmente con el alumno en
cuestión y le explica que la acción realizada no
corresponde en lugares públicos, menos el aula.
Finalmente, planifica actividades con el curso que profundicen
los Objetivos Transversales referidos a Educación Sexual y
trata, pedagógicamente, estos temas frente al grupo
curso.

Análisis: El o la docente cumple con
resguardar la integridad del alumno en cuestión y de todo
el grupo curso. Se logra el diálogo y
retroalimentación positiva, explicándole al alumno
que el contexto en el cual se masturba no es el correcto ni
adecuado. A raíz de este caso puntual, se extrapola al
grupo curso, generando talleres paralelos de Educación
sexual que ayuden a alumnos o alumnas que pasen por la misma
situación.

5.1 Nuestra elección

Luego del análisis crítico de las
soluciones propuestas, optamos por la tercera de las presentadas,
ya que es la que abarca todos los puntos conflictivos en
cuestión: se hace cargo del alumno, cumple la labor de
educador y también tarta el tema pedagógicamente
con todo el grupo curso. Lo relevante de esta solución, es
que a través de confrontar y atender un evento particular,
la labor formativa del educador trasciende al conjunto de
estudiantes del aula, expresando la solución desde una
perspectiva situada, vivencial y auténtica.

Conclusiones

La masturbación es un acto connatural hormonal
propio de todos los seres humanos – aún cuando se
reprima o sobreexplote – que debe considerarse como tema de
trabajo transversal a la educación sexual en el aula. Los
programas ministeriales, en la teoría, no preparan al
docente para resolver situaciones de diversa índole en su
desempeño profesional; es por esto que la ética se
establece como punto de partida ideal para evaluar las diversas
situaciones acaecidas en la praxis y el cómo reaccionar
ante ellas, generando soluciones posibles e integrales, que no
afecten la condición del docente ni de sus alumnos o
alumnas, ya sea individual o grupalmente.

La Educación Sexual se establece como un tema
extra y transdisciplinar, que no excluye – o al menos no
debiese atomizar – a los docentes por su área de
formación específica, ni tampoco por el rol que
desempeñen (profesor/a jefe, profesor hora, orientador,
etc.), sino que subyace al tema principal de la docencia que es
educar.

Desde el ámbito pedagógico, entregar
valores universales y pautas de conducta que permitan la
socialización e integración del individuo a su
medio y realidad, amerita la revisión permanente de los
supuestos en que descansa la praxis de quien está llamado
por la sociedad a liderar el proceso educativo: el profesor, en
el aula.

El compromiso ético es, por lo tanto, inherente a
la función docente, y propicia el desarrollo de
armónicas relaciones docente-alumno, basadas en
intervenciones de aula oportunas y adecuadas a los problemas que
surjan, como vía indispensable para avanzar la esperada
asimilación de contenidos curriculares al orientar la
ejecución eficaz del proceso de
enseñanza-aprendizaje.

Bibliografía

Alegret, J.; Comelas, M.J.; Font, P. & Funes, J.
(2005). Adolescentes. Relaciones con los padres, drogas,
sexualidad y culto al cuerpo
. Barcelona: Editorial
Graó.

Obiols, G. & di Segni Obiols, S. (2008).
Adolescencia, posmodernidad y escuela. Buenos Aires: Ed.
Novedades Educativas.

Peláez, P. & Luengo, X. (1998). El
adolescente y sus problemas: ¡Esté alerta!

Santiago de Chile: Ed. Andrés Bello.

Silvestre, M. & Zilberstein, J. (2000).
Enseñanza y Aprendizaje Desarrollador.
México: Ediciones CEIDE.

SITIOS WEB

Philosophica: Enciclopedia filosófica on
line
. Visitada el 14/12 de 2014 en:

URL:http://www.philosophica.info/archivo/2012/voces/utilitarismo/Utilitarismo.html

 

 

Autor:

Félix Arriagada
Durán

Marisa Guzmán
Munita

José Ignacio Sepúlveda
Plaza

Marcelo Vega Torres

Profesor: Mario Sobarzo Morales

Monografias.com

Facultad de Humanidades

Departamento de Educación

Curso: Ética Profesional
Docente

Santiago, 16 de diciembre de
2014

[1] Se omite el nombre del establecimiento
por razones éticas.

[2] Fuente: Artículo 23 del Reglamento
interno del establecimiento.

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