Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Fenomeno de las agupaciones juveniles (pandillas)




Enviado por Daliana Herrera



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Generalidades de las pandillas
  4. Características de una pandilla
  5. Clasificación de una pandilla
  6. Condiciones que propician el desarrollo de una pandilla
  7. Personales
  8. Sociales
  9. Económicas
  10. Otras
  11. Consecuencias de la existencia de pandillas
  12. Social
  13. Recomendaciones para la Prevención
  14. Conclusiones
  15. Bibliografía

Resumen

La siguiente investigación es sobre los grupos delictivos juveniles o pandillas en Managua. Un tema actual y de relevancia por las implicaciones sociales que tienen en la vida cotidiana. Este escrito abarcará las principales características de las agrupaciones de este tipo, así como los factores que inducen a los jóvenes a ingresar en este estilo de vida y las consecuencias del mismo.

La información recopilada parte de una serie de documentos de entidades gubernamentales y no gubernamentales, que se interesan por conocer y disminuir el impacto de este fenómeno. Dentro de las organizaciones consultadas tenemos a la Organización de Estados Americanos (OEA), Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Policía Nacional de Nicaragua, entre otros.

La conclusión general es que este fenómeno, repercute de forma negativa a la sociedad y no son más que jóvenes que vivieron situaciones especificas que los indujo a al ejercicio de la violencia para solucionar sus problemas; y que por esta misma razón, necesitan ayuda y no ser marginados.

Introducción

El siguiente escrito trata sobre el fenómeno de las pandillas en Managua, este proporcionará una breve descripción de la problemática; con la finalidad de conocer los motivos, causas y consecuencias que generan las pandillas en Managua y explicar las medidas de prevención en relación al fenómeno en nuestro país, abordando el papel que juega el psicólogo y el trabajador social ante esta situación.

El motivo de seleccionar este tema radica en la existencia de estos grupos en nuestro país sobre todo en la capital, es una problemática social. Los conocimientos sobre esta problemática deben considerarse vitales para un buen crecimiento de la sociedad y para el desarrollo óptimo de características humanísticas como profesionales.

La importancia de conocer sobre este tema reside en aprender a aceptar esta realidad ya que en algún momento de nuestras vidas podemos vernos afectados de manera directa o indirecta por esta situación. La sociedad, incluyendo los profesionales; deben adquirir el compromiso de ayudar a la juventud a crear consciencia sobre los posibles resultados de llevar una vida en las calles, para así disminuir el ingreso de jóvenes en riesgo a los grupos delictivos y aumentar la cantidad de personas que se reintegran a la sociedad después de haber pertenecido a una pandilla.

Desarrollo

Generalidades de las pandillas

Antes de abordar los aspectos que son de interés para la temática, es primordial conocer los conceptos de delincuencia y delito. Bayona (2006) hace alusión, al concepto de delincuencia desde el punto de vista social, formulado por Torre c.p Rodríguez:

Sujetos que observan una conducta antisocial tipificada en la ley como delito, que se encuentra en una etapa crítica del desarrollo de su personalidad y que tienen deteriorada su capacidad de relación social, bien por carácter de elementos de esta o por su curso perturbador. (p. 7)

Por otro lado, en el Informe sobre el Desarrollo Humano para América Central del PNUD (2009), se expone que el delito es "una infracción de las leyes del Estado, protectoras de la seguridad privada y pública, mediante un hecho humano cometido con intención directa y perfecta" (p. 33).

Resumiendo lo anterior, la delincuencia concierne al individuo con cierto deterioro social y de personalidad; en cambio el delito es el acto transgresor de la ley que el joven realiza. Se introducen estos conceptos porque son parte del engranaje central de una pandilla, y es a partir de ellos que se enumeraran las consecuencias de los mismos.

Definición de pandilla.

Hay que tener en cuenta que mara y pandilla no son lo mismo, comparten ciertos elementos pero su diferencia radica en que la mara es una pandilla transnacional, y la pandilla propiamente dicha es un grupo relativamente estable de jóvenes, con características particulares (ASDI, 2007). Se consideran pandillas, solo a los jóvenes que cometen delitos, sin embargo, también son grupos de amigos que se reúnen en las calles o espacios públicos durante su tiempo libre (PNUD, 2009).

Así pues, los miembros de una pandilla son llamados pandilleros; estos comparten un rasgo identitario o específico, que se expresa en el nombre de la agrupación (OEA, 2007).

En conclusión, las pandillas son un conglomerado de jóvenes que poseen características en común, se reúnen en un punto geográfico determinado, para realizar una actividad en particular que no necesariamente es delictiva. El contexto de esta investigación abarcará las pandillas que adquieren rasgos delictivos.

Características de una pandilla

Las características también acaparan a los miembros y a su vez, definen las de la agrupación como tal. En la XIII Reunión Extraordinaria de la Comisión de Jefes y Jefas de la Policía de Centroamérica y el Caribe, realizada en Honduras (2003), la Policía Nacional de Nicaragua presento el Informe sobre Actividad Delictiva, donde señalan que la principal característica es poseer una estructura organizacional basada en la jerarquía. En la punta de la pirámide esta el líder, y en los niveles inferiores se encuentran los miembros con su respectiva función y responsabilidad con sus hermanos pandilleros. Este aspecto se desarrollará ampliamente más adelante en este escrito.

Otra particularidad importante es el significado de la pandilla para sus miembros, son comunidades emotivas (PNUD, 2009); donde el joven busca saciar todas aquellas necesidades afectivas que no recibió en el hogar. La agrupación se vuelve un sustituto familiar, ya que esta permite la expresión de una identidad a través de la vestimenta, apodo y gestos (OEA, 2007) además de ofrecer "seguridad, protección y compañerismo" (Ballesteros, Contreras, Vargas, Palacios & Bonilla, 2002, p. 337). EL hecho de provenir de una familia disfuncional o sumida en la violencia, dificulta la obtención de una guía para seguir el camino correcto socialmente. No obstante algunos miembros mantienen los vínculos familiares (Policía Nacional de Nicaragua, 2003).

En tercer lugar, es necesario saber que las pandillas se organizan con el objetivo de proteger su territorio, en este caso el barrio o la comunidad donde habitan (OEA, 2007). Para ellos, la amenaza inminente son las pandillas de los sectores aledaños, es normal que se produzcan enfrentamientos por distintas causas (rivalidad, territorios, rencillas personales o grupales). La falsa seguridad que proveen, es también para sus vecinos y familiares que viven en el sector.

La cuarta característica es referente a las edades de sus miembros. Estas oscilan entre los 12 y los 30 años (DIRINPRO et al, 2004). Los miembros que comprenden el período de 12 a 20 años son de las pandillas menos organizadas; contrario a los jóvenes de 21 a 30 años, quienes están mejor organizados por el tiempo que llevan en este estilo de vida y por su amplio historial delictivo.

Otra peculiaridad es la actitud de estos jóvenes; son violentos, insensibles y no sienten remordimiento alguno al cometer un delito (Ballesteros et al, 2002). Utilizan la violencia como método de sometimiento e intimidación a la población con el fin de adquirir reconocimiento social a través del miedo.

La siguiente característica hace alusión a una serie de norma que regulan la conducta de los miembros (OEA; 2007). Estas reglas definen el comportamiento de los pandilleros y sanciona a todos aquellos mediante la implementación de castigos. El conjunto de reglas también regulan el uso de armas y el protocolo de acción en un enfrentamiento según la naturaleza de este (Scandroglio & Martínez, 2008). El proceder es diferente si la pelea inicia por una provocación o por cualquier otra causa, lo que determinará en ensañamiento de la misma.

El armamento de la banda es otra particularidad de estas. El Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (2001) expresó que:

Hace algunos años, los enfrentamientos entre pandillas eran con piedras y objetos contundentes, luego pasaron a utilizar armas blancas como el machete o cuchillo; actualmente el principal instrumento de agresión son las armas de fuego, tanto hechizas como de fabricación. (p. 57)

Este cambio radical se debe al fácil acceso a las armas por la vía ilegal, es común que las pandillas fabriquen sus propias armas por lo que se vuelve más difícil su rastreo al momento de las investigaciones sobre un delito o acontecimiento.

Para concluir este apartado, se sostiene que un pandillero tiene una vida fuera de la pandilla, que acopia los estudios y/o el trabajo, típicamente en el sector informal (PNUD, 2009). Como se mencionó con anterioridad los miembros poseen una familia; de la cual pueden ser los responsable, que los obliga a buscar otras formas de ganarse la vida además de la pandilla. Su estilo de vida no se reduce a permanecer en las calles; sin embargo esto no significa que todos los delincuentes se apeguen a este planteamiento.

Así, al conocer todas las características se debe destacar que las pandillas pueden poseer solo algunas de ellas, en su totalidad o con ligeros cambios que van a depender de la escancia de la pandilla

Clasificación de una pandilla

Existen muchas clasificaciones de pandillas. Por ejemplo, la Secretaría de Seguridad Multinacional de Perú (S.F) expone una propuesta de categorización basadas en una serie de criterios que abarcan aspectos como el tamaño, objetivos, métodos operativos, entre otros; que se resumen en las siguientes:

  • Pandillas irregulares: Son las que se dedican a los simples enfrentamientos y a extorsiones en su localidad.

  • Pandillas transgresoras: Son aquellas que participan en disputas territoriales con otras pandillas y cometen delitos fuera y dentro de su localidad.

  • Pandillas violentas: Realizan las mismas actividades que las pandillas transgresoras, pero con la diferencia que estas tienen mayor tendencia a cometer homicidio.

  • Pandillas criminales: Estas se ven vinculadas a l crimen organizado con delitos como el tráfico humano, prostitución, secuestros, etc.

No obstante, la Policía Nacional de Nicaragua (2007) presento en la Reunión de Ministros de Gobernación y Seguridad, llevado a cabo en Guatemala la siguiente clasificación:

  • Los grupos juveniles en alto riesgo social: Son grupos de adolescentes y jóvenes cuya situación se determina por los factores de riesgo individuales, relacionales y comunitarios que les rodean, que son objetos de interés del control policial.

  • Pandillas juveniles: Conjunto de jóvenes que se encuentran organizados dentro de un territorio con tres o más integrantes, que se identifican como un grupo que maneja símbolos, lenguajes y conductas de identificación que utilizan para ejecutar actos de violencia para trasgredir la ley.

La clasificación utilizada en Nicaragua es la estipulada por la Policía Nacional, esta excluye a las pandillas que mantienen reuniones sin fines delictivos, porque estas no representan peligrosidad alguna.

Por lo tanto, en Nicaragua los grupos delincuenciales se clasifican según los jóvenes; es decir, aquellos que tienen antecedentes delictivos por estar en una pandilla y los que están en riesgo de ingresar a este mundo.

Organización de una pandilla.

En primera instancia; es necesario aclarar que, la organización funcional de una pandilla es compartida con la estructura que presentan las maras[1]ASDI (2007), refleja en el texto Maras y Pandillas. Comunidad y Policía en Centroamérica; la estructura en forma de pirámide, la cual define la jerarquía de la pandilla de la siguiente manera:

  • 1. En la base está ubicado el aspirante, quien normalmente es un niño o un joven.

  • 2. En segundo lugar se encuentra el simpatizante; el cual, es el mismo aspirante que ya mantiene contacto físico; es decir, les habla, saluda, etc.; a los miembros de la pandilla. Este es aceptado o iniciado de forma voluntaria u obligatoria.

  • 3. Luego de este proceso, se le designa un apodo y le asignan de funciones que lo convertirán en un novato; conforme este se desenvuelve y cumple sus misiones, irá ganando experiencia y ascendiendo en rangos.

  • 4. Cuando el novato gana la confianza de sus superiores, es considerado un pandillero permanente. Estos son los soldados de vida corta y útil.

  • 5. Sobre el pandillero permanente se encuentra el subjefe, y por encima de este él posiciona el líder, considerada la mente inteligente de la pandilla.

Además de ello, existen veteranos, que no forman parte del esquema organizacional pero sirven de consultores o planificadores por poseer una experiencia e inteligencia estratégica para desarrollar las actividades de la pandilla (ASDI, 2007).

En pocas palabras, podemos decir que los grupos delictivos categorizan a sus miembros, con el fin de delegar funciones específicas que van permitir el buen funcionamiento de la agrupación, y que a su vez garantizará la estabilidad del grupo y sus miembros.

Condiciones que propician el desarrollo de una pandilla

Dentro de las condiciones que propician el desarrollo de una pandilla, encontramos motivos y causas. "Los motivos son las razones voluntarias que impulsan al actor; las causas son factores involuntarios –objetivos o inconscientes- que de uno u otro modo conducen a la acción" (PNUD, 2009, p.44). A partir de estas definiciones se desglosan las circunstancias que conllevan a la formación de pandillas y el ingreso de niños y adolescentes a ellas. Cabe resaltar que gran parte de las fuentes tomadas son de origen nicaragüense por el contexto de la investigación.

Personales

Según DIRINPRO et al (2004), el principal motivo por el cual el joven ingresa a una pandilla, es porque "busca identidad, cohesión y unidad" (p.19), las cuales le otorgan a la persona un sentido de pertenencia a la sociedad, ya que en su vida familiar no obtuvieron la guía necesaria para tomar buenas decisiones.

Asimismo, representan una comunidad emotiva que da sentido a la vida de sus miembros (PNUD, 2009); esto los obliga a buscar espacios donde puedan encontrarse con otros jóvenes similares (OEA, 2007). Es aquí donde logra encontrar aceptación, apoyo emocional y afecto que no les fue dado en el hogar. Sumado a lo anterior, la sensación de no tener un rol en la sociedad empuja a la persona a buscar la opción que está al alcance, que es ingresar a un grupo donde encaja como individuo y se identifica con otros jóvenes que están pasando por una situación similar.

El Informe de Actividad Delictiva en Centroamérica afirma que "las personas agresivas, antisociales e impulsivas son las que comúnmente ingresan a una pandilla" (Policía Nacional de Nicaragua, 2009). Esto se da gracias a que el medio influye en la integración de la personalidad de un individuo, estas condiciones de vida propician la consideración de la violencia como la mejor forma de resolver los problemas y obtener reconocimiento social.

Otro motivo a considerar es la baja autoestima (OPS & GTZ, 2006). Este influye sobre las situaciones antes mencionadas e impulsan al adolescente o niño a adoptar formas de comportamiento inadecuado y mal visto por la sociedad. La autoestima vendría a ser el combustible de los deseos de querer ser reconocido o demostrar que es superior a los que le rodean.

Sociales

La Policía Nacional de Nicaragua (2003), apunta como causa trascendental la crianza en una familia disfuncional y violenta. Habitar en una familia violenta significa que el joven creció viendo o recibiendo algún tipo de maltrato, o bien, puede que exista un antecedente familiar de pertenencia a un grupo delictivo. Asociado a estos factores, esta la existencia de pandillas en la comunidad, que aumentan las probabilidades de ingresar a agrupaciones de índole delictiva.

Además del ambiente familiar, la Policía Nacional de Nicaragua (2003) puntualiza como causas la falta de espacios recreativos y de educación. Cuando se habla de falta de educación, intervienen una serie de elementos que van desde la poca preparación profesional de los docentes hasta el deficiente sistema educativo del país que cuenta con planes de estudio que no cubren las necesidades, conocimientos e intereses de la sociedad actual, lo que desmotiva al joven relacionado con la culminación de sus estudios.

Sin embargo, la falta de espacios recreativos no inducen al adolescente a ingresar a una pandilla, puesto que existen diferentes opciones de entretenimiento, como practicar un deporte o cualquier otra actividad sin que sea requisito encontrarse en un espacio determinado. Más bien, los espacios recreativos existentes, como parques o canchas; son tomados por las pandillas como punto de reunión (FNN, S.F) que evita que los habitantes utilicen las instalaciones públicas para una diversión sana.

La desigualdad y exclusión social por gustos, creencias y lugar de habitación, provocan la estigmatización de los jóvenes (PNUD, 2009). El principal problema de este aspecto radica en que se presume que toda persona que vive en un barrio es delincuente. La sociedad margina a las estas personas cuando se revela el lugar de procedencia, por su vestimenta y forma de actuar (DIRINPRO et al, 2004); nadie está exento de la creación de una idea errónea sobre estos individuos, cuando observamos en algún lugar una persona con estas características, se forma la imagen de un pandillero en la mente y se toman medidas de seguridad ante esa posibilidad.

Una de las causas más interesantes que permiten el mantenimiento y el ingreso de nuevos miembros a una pandilla en un sector determinado, es el papel que juega la comunidad al prestar las condiciones y el ambiente necesario para delinquir; ya sea por temor, solidaridad o cariño hacia los pandilleros (PNUD, 2009). Esto se debe a que los miembros de la comunidad han visto crecer a sus vecinos o familiares que se volvieron delincuentes, y esto propicia el nacimiento de una relación de apego o cariño por los mismos, lo que se vuelve un motivo suficiente para apañar o cubrir los actos transgresores de las leyes que ellos cometen. Sin embargo algunos pobladores son parte de esta cadena de violencia de forma involuntaria, por el temor existente al negarse a una petición de estas agrupaciones (PNUD, 2009).

Económicas

DIRINPRO et al (2004) establecen que uno de los factores más importantes en el ámbito económico, que induce a un joven a tomar la decisión de recurrir a una pandilla, es la pobreza en la que vive. Nicaragua es uno de los países más pobres de América Latina; para subsistir es necesario que todos los miembros de una familia trabajen, sobre todo cuando falta una de las figuras paternas. Los jóvenes deben trabajar desde edades tempranas para asumir la responsabilidad de los gastos del hogar (DIRINPRO et al, 2004). El problema radica en el estado económico del país, donde no se gana lo suficiente para cubrir las necesidades básicas, por lo que el adolescente optará por buscar una salida fácil y las pandillas se la ofrecen mediante el consumo de delitos que de una u otra forma, le brindan un beneficio económico.

La pobreza es una causa que está en debate (PNUD, 2009), especialmente en nuestro país. Si en realidad fuera un factor determinante; todos los niños, jóvenes y adultos que viven en pobreza y en pobreza extrema serían delincuentes; y las zonas desarrolladas no se enfrentarían de forma activa a la problemática de las pandillas. El Informe del Desarrollo Humano afirma que:

Nicaragua a pesar de tener pobreza, exclusión social, guerras y dictaduras, es la que presenta tasas de delito más bajas de la región Centroamericana y se debe a la solidez social más que al desempeño de las instituciones de seguridad (PNUD, 2009, p.176).

El Informe sobre Actividad Delictiva en Centroamérica (Policía Nacional de Nicaragua, 2003) y el Informe del Desarrollo Humano (PNUD, 2009); coinciden en el punto que, a pesar del transcurso del tiempo, el desempleo sigue siendo considerado un factor determinante. Este abarca una amplia gama de sub-factores donde el principal es la oferta laboral existente; que no cuenta con la variedad que el joven busca para sentirse motivado a tener el trabajo soñado; por lo que se desahogan recurriendo a vicios y a la violencia.

El desempleo está íntimamente relacionado con la pobreza ya que fenomenológicamente[2]una causa la otra y viceversa. La pobreza significa trabajo informal desde una edad temprana, lo que se traduce en la posibilidad de no ingresar a la escuela por llevar el pan a la mesa, esto a largo plazo conlleva a la persistencia del empleo informal a falta de preparación académica, que no bastará para sustentar a la familia a como se debe, y la coloca dentro de la clasificación de pobreza.

Otras

Según el PNUD (2009) el hecho de pertenecer a un grupo delincuencial, se asocia a estar en contacto con drogas; ya sea para su consumo o venta; alcohol y el manejo ilegal de armas. Las armas son utilizadas para cometer delitos y usadas para violentar a las personas que les rodean, al ingerir sustancias psicotrópicas, la persona no tiene consciencia de sí mismo ni control de sus actos; esto provocará molestias a los habitantes del barrio o comunidad que se verán afectados directamente por el comportamiento incorrecto de una persona bajo los efectos de dichas sustancias.

Para finalizar este acápite; es primordial reconocer que no todas las causas deben darse para que se unan nuevos miembros a una pandilla. Existen jóvenes que están en alguna de las situaciones antes mencionadas y aun así no ingresan a la grupos delictivos; es importante tener en cuenta que el carácter, la personalidad, y la determinación de una persona son influyentes (de manera directa) en la toma de decisiones que acarrean como consecuencia, el ingreso al mundo delictivo.

Consecuencias de la existencia de pandillas

Basados en lo expuesto hasta este punto, se abordaran las consecuencias de la existencia desde dos perspectivas; las personales que afectan al pandillero como tal, y las sociales que afectan a las personas que no tienen relación con el grupo delictivo (familia, vecinos, personas en general).

Personales

La principal consecuencia es la estigmatización de los miembros o ex miembros de una pandilla, por poseer tatuajes, forma de vestir y de expresarse (DIRINPRO et al, 2004). En la actualidad, al observar un sujeto mal vestida o con un tatuaje, rápidamente es calificado como delincuente, y las personas tienden a alejarse de él como medida preventiva. Del mismo modo, cuando un ex pandillero desea trabajar es rechazado por tener las típicas características físicas y comportamentales de un delincuente; igualmente la Policía es participe de estos tipos de señalamiento, ya que al momento de un conflicto en determinado lugar de la capital los primeros sospechosos son los jóvenes famosos en el barrio sin ninguna prueba que los vincule al hecho.

Los enfrentamientos entre pandillas, generalmente causan la muerte de algunos de sus integrantes (DIRINPRO et al, 2004). Estos enfrentamientos se dan por invasión de territorio o por rencillas. Debido al alto nivel de violencia en estos conflictos y el uso de armas de todo tipo, muchos jóvenes resultan heridos e incluso muertos. En ocasiones la Policía interviene en estas contiendas, pero solo logran aumentar el número de víctimas entre los pandilleros y los oficiales del orden.

En último lugar tenemos que, estos jóvenes desarrollan diferentes tipos de adicciones como es el consumo de drogas, tabaco o alcohol (OPS & GTZ, 2006). La vida de un pandillero no es solo infringir las leyes mediante sus actos; también tienen acceso a drogas por lo que tienden a ingerir estas sustancias. El consumo de estos estupefacientes les provoca una salida momentánea de sus problemas y una falsa felicidad, que a largo plazo repercutirán en la salud del usuario e irrumpen el bienestar económico, social y emocional de la familia.

Social

Un segmento de la población de Managua ha experimentado de primera mano los resultados de la violencia ejercida por los delincuentes "con el fin de hacer daño o causar perjuicio a las personas y a la propiedad" (Scandroglio & Martínez, 2008, p.68). La inseguridad que se vive en la comunidad afectada, se traduce en la clasificación del barrio como peligroso; y por sobre todas las cosas, repercute en la salud mental de sus habitantes.

Resulto oportuno mencionar que Pineda & Bolaños (2009) refieren que psicólogos y psiquiatras concluyeron que esta situación provoca una "neurosis colectiva que deriva en ansiedad, depresión, angustia o trastornos graves como el síndrome de estrés postraumático" (p.31), sumado el hecho de que el miedo genera cambios de conducta de los afectados que se manifiestan en medidas de seguridad como imposición de toques de queda, evasión de puntos específicos de alta peligrosidad, entre otras.

La última repercusión de estas agrupaciones, pero no la menos importante, se vincula a las rencillas entre las pandillas. Como ya se menciono estos enfrentamientos provocan la muerte de jóvenes, pero también es común que los habitantes del barrio o comunidad ajenos al grupo delictivo resulten afectados (DIRINPRO et al, 2004). La ola de violencia que se desata durante estas batallas, envuelve a toda la comunidad hasta el extremo que puede provocar la muerte de personas inocentes y sin vínculo alguno al grupo delictivo, aumentando el número de víctimas de violencia.

Para concluir este punto, se contempla que todas las consecuencias antes expuestas, son negativas con posibles desenlaces fatales. Es ineludible la importancia de conocer estos factores al momento de exponer a los jóvenes él porque deben optar por abandonar este estilo de vida, y es a partir de estos, que deben basarse las medidas de prevención y de reinserción de los adolescentes.

Recomendaciones para la Prevención

Como se expuso en el inciso anterior, las repercusiones que generan las pandillas en la son perjudiciales para la sociedad y para el pandillero en sí. Dentro de las alternativas de solución nos enfocaremos en aquellas en las cual se ven involucrados los trabajadores sociales, psicólogos y otros profesionales del ámbito humanístico; en conjunto con la sociedad como tal, el miembro de la pandilla y su familia. Estas alternativas están dirigidas a la prevención, intervención y atención a los grupos juveniles en riesgo y los ya miembros de un grupo delictivo.

Papel del trabajador social

La primera acción que se debe realizar es agrupar y reunir a los jóvenes afectados (con su consentimiento) para realizarles una charla donde se le explique el porqué deben dejar de delinquir y se les ofrezca la ayuda que ameritan para salir de ese mundo con el compromiso de que trabajarán para ser mejores personas y salir adelante por su propios medios; la Fundación Nicaragua Nuestra (S.F) desarrolló un programa de Pasos Metodológicos para la Reinserción Social para los pandilleros, que abarca una serie de actividades en conjunto con muchos actores sociales.

El primer paso está basado en la participación activa de los miembros de la comunidad, donde estos se vuelven facilitadores de la salida de los jóvenes de las pandillas. El arduo trabajo inicia con la identificación de los grupos juveniles a auxiliar y a los padres de los miembros, se inician charlas y capacitaciones a las personas ajenas a la pandilla para que así puedan transmitir la información a los pandilleros y obtener su consentimiento.

Una vez identificados los grupos y obtenido el consentimiento a la participación de sus miembros de manera voluntaria, se da inicio al paso dos con la realización un diagnostico grupal para definir las actividades a realizar para su reinserción. Comúnmente se imparten talleres sobre violencia, sexualidad y otras temáticas de interés social; al igual que se imparten capacitaciones técnicas en computación, carpintería, metalurgia, etc.; con la finalidad de presentarles una alternativa laboral digna alejada de la violencia. Además se organizan torneos deportivos o culturales, y encuentros con ex pandilleros que narran su testimonio e incita a los jóvenes a abandonar ese estilo de vida.

El tercer paso abarca una serie de encuentros intergrupales con otros grupos de trabajo, que tiene la finalidad de intercambio de experiencias para reflexionar sobre las acciones realizadas en el mundo de la violencia, se mantienen los encuentros deportivos y recreativos y concluye con la reintegración de los jóvenes a la sociedad mediante una asociación con instituciones en contra de la violencia; adquieren una nueva vida, trabajo, familia, etc., y se vuelven capacitadores o facilitadores de otros grupos de apoyo en etapas iniciales. Las organizaciones llevan un seguimiento periódico de estos jóvenes para evitar recaídas. Todo lo antes expuesto se resume en el siguiente cuadro:

Monografias.com

Fuente: Fundación Nicaragua Nuestra.

Retomando las recomendaciones necesarias para prevenir el nacimiento de nuevas pandillas, es vital la prevención de la estigmatización para garantizar que los jóvenes en riesgo sean considerados sujetos con derechos, ya que la exclusión que estos viven repercute en ámbitos psicológicos como lo es la autoestima (IEEPP, 2012). Esto se puede lograr mediante exposiciones o conferencias donde se refleje la problemática y el hecho de que los pandilleros también son seres humanos y que son iguales al resto de personas, ante las leyes y derechos humanos.

Cabe resaltar la necesidad de integración del sector público y privado para el desarrollo de la responsabilidad social (IEEPP, 2012). Mediante la implementación de distintas propuestas de proyectos donde se involucren en conjunto con la sociedad y los afectados, para contribuir a la disminución de la problemática. Es imprescindible la participación de los medios de comunicación, ya que estos tienen la capacidad de difundir información hacia todos los sectores sociales; esto con la finalidad de hacer conciencia sobre la realidad de las pandillas y la de sus miembros.

Por otra parte, es fundamental la organización de actividades recreativas como torneos deportivos, revistas culturales y actividades de cualquier índole que requieran la integración (IEEPP, 2012). Esto en conjunto con las autoridades pertinentes; permitirán al joven pandillero, desenvolverse en otras actividades que le abrirán puertas para la toma de decisiones y caminos alternativos que no lo arrastren a hechos delictivos y violentos; y así encontrar una actividad a la que dediquen el tiempo que le asignaban a las tareas de la pandilla, sin perjudicar a nadie.

Otro ámbito de trabajo es esencial con respecto a la creación y renovación de las políticas y leyes por parte de las entidades gubernamentales, que atañen a este fenómeno social (IEEPP, 2012); además de ser necesaria la creación de sistemas educativos integrales enfocados a la prevención y que de atención especializada a aquellos jóvenes que se encuentran en contacto cercano con pandillas; al igual que las entidades correspondientes deben de "llevar la educación a aquellos lugares más lejanos y de difícil acceso" (Jóvenes Contra la Violencia, S.F, 14).

Papel del psicólogo

El  psicoterapeuta Wilber López, explica que es común que los pandilleros provengan de familias disfuncionales o donde sufrieron maltrato, abandono e incluso violencia; lo que impulso a los jóvenes a buscar un refugio sustituto en las pandillas, López comento que "No es la mejor opción pero en ese momento de transición se convirtió en la mejor decisión" (Velasco, 2012).

Para una atención psicológica adecuada se debe de seguir un riguroso programa de Rehabilitación y Reinserción Social, primero es primordial que el pandillero decida aceptar la ayuda que se le ofrece y garantizar su colaboración en todo momento.

A continuación, se procede a realizarse una serie de pruebas psicológicas con el objetivo de elaborar un perfil psicológico del estado mental y emocional del pandillero y a partir de este elaborar un plan de tratamiento de las enfermedades o trastornos mentales y adicciones que pueda tener el joven.

Asimismo, incluye la implementación de talleres y capacitaciones técnicas, como alternativas de oficios y futuros empleos para los pacientes; y si el participante así lo desea y su condición lo permite, optar por culminar sus estudios, ya sean secundarios o ingresar a una universidad. Esto se realiza en conjunto con el equipo de trabajo encargado de las tareas sociales de reinserción.

Cuando el joven culmina su tratamiento, es necesario mantener un sistema de monitoreo activo por cierto tiempo, para evaluar el avance que ha presentado y como ha repercutido en su estado psicológico, para así poder determinar si se reinserto o no a la sociedad.

Programa de rehabilitación y reinserción social.

  • 1- Creación de perfil psicológico de la persona.

  • 2- Construcción de un plan de tratamiento junto al paciente para dar solución al problema.

  • 3- Presentación de alternativas de empleo.

  • 4- Oportunidad de estudio para aquellos que deseen superarse.

5- Seguimiento del paciente en su vida diaria.

Fuente: Psicoterapeuta Wilber López.

Conclusiones

Las conclusiones finales a las que se llegaron son:

El motivo principal que impulsa a la juventud, a ingresar a grupos delictivos es la búsqueda de una identidad como ser humano, el deseo de sentirse útiles y parte de la sociedad. Esto a su vez tiene un a causa que también incita al adolescente a buscar vida en la calle; y es el hecho de crianza en una familia o un entorno, sumido en la violencia. El crecer en este ambiente, otorga la pauta y la creencia a la persona, que todo problema se resuelve con la violencia y que solo así será reconocido.

La consecuencia más significativa es la muerte, ya sea al pandillero o a un ciudadano común e inocente que por desgracia se ve inmerso en las rencillas entre los grupos delictivos de un barrio o comunidad. Otro efecto indeseado es el consumo de drogas, alcohol y tabaco al que se ven expuestos los jóvenes; que a largo plazo provocaran problemas de salud y a corto plazo provocaran inestabilidad emocional que los animará a cometer más actos violentos.

Las medidas de prevención deben de ser enfocadas a los jóvenes en riesgo y a los ya pandilleros; con el fin de evitar que estos tomen el camino violento y que los ya miembros, abandonen esta vida y se reintegren a la sociedad como personas de bien y trabajadoras. Estas medidas requieren el trabajo en conjunto de profesionales del ámbito social, como el psicólogo y el trabajador social, sumado del apoyo de la población y de entidades gubernamentales y no gubernamentales.

El psicólogo y el trabajador social trabajan esta situación de la mano, ya que el psicólogo presta sus servicios para ayudar a solucionar los problemas o trastornos de salud mental que tenga el paciente, y el trabajador social servirá de nexo entre los pandilleros y el resto de la sociedad, y a su vez será el impulsor de una serie de actividades que beneficiaran a las personas miembro de una pandilla, para su reinserción total a la sociedad.

Bibliografía

Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo ASDI. (2007). Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica. Guatemala: Demoscopia S.A.

Ballesteros, P., Contreras, C., Vargas, F., Palacios, S. & Bonilla, L. (2002). La pandilla juvenil: breve revisión y análisis funcional de un caso. Revista Internacional de Psicología Clínica y de la Salud. 2 (2), p. 335 – 350.

Bayona, N. (2006). Rasgos de personalidad en jóvenes transgresores institucionalizados (Trabajo especial de grado). Universidad Rafael Urdaneta, Maracaibo, Venezuela.

DIRINPRO, NITLAPAN & IDESO. (2004). Muerte arriba. Las pandillas en Nicaragua 1999 – 2004. Nicaragua: UCA publicaciones.

Fundación Nicaragua Nuestra FNN. (S.F). Reinserción social de adolescentes y jóvenes en alto riesgo del municipio de Mateare, departamento de Managua. Recuperado el 12 de Octubre de 2014, de http://buenaspracticasenprevencion.org/bbp_docs/01_reinsercion_social_nicaragua.pdf

Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas IEEPP. (2011). Una mirada a las causas del delito en los Distritos IV, V y VI de Managua. Nicaragua: Área de Comunicación e Incidencia IEEPP.

Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas IEEPP. (2012). Apuntes para una política de prevención de la violencia juvenil. Nicaragua: Área de Comunicación e Incidencia IEEPP.

Jóvenes Contra la Violencia JCV. (S.F). Recomendaciones de políticas públicas para la prevención de la violencia juvenil en el Salvador. El Salvador: JCV

Organización de los Estados Americanos OEA. (2007). Definición y categorización de pandillas. El Salvador: OEA.

Organización Panamericana de la Salud OPS & Cooperación Técnica de Alemania GTZ. (2006). Como afecta la violencia y el VIHSIDA a los y las jóvenes. Perú: OPS & GTZ.

Pineda, B. & Bolaños, L. (2009). Diagnóstico de la violencia juvenil en Guatemala. Guatemala.

Policía Nacional de Nicaragua. (2003). Informe especial del estudio y evaluación de la actividad delictiva de las pandillas y/o maras en Centroamérica. Llevado a cabo en XIII Reunión Extraordinaria de la Comisión de Jefes y Jefas de Policía de Centroamérica y el Caribe, Roatán, Honduras.

Policía Nacional de Nicaragua. (2007). Atención y tratamiento a las pandillas. Un modelo preventivo en desarrollo. Llevado a la Reunión de Ministros/as de Gobernación y/o Seguridad. Guatemala.

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD. (2009). Informe sobre Desarrollo Humano para América Central. Colombia: D´Vinni S.A.

Scandroglio, B. & Martínez, J. (2008). "Pandillas": grupos juveniles y conductas desviadas. La perspectiva psicosocial en el análisis e intervención. Revista Electrónica de Investigación Psicoeducativa. Recuperado el 7 de Octubre de 2014, de http://www.investigacion-psicopedagogica.org/revista/new/contadorArticulo.php?222

Secretaría de Seguridad Multinacional de Perú. (2007). Definición y categorización de pandillas. Perú: OEA.

Velasco, K. (2012). FUNDASALVA apuesta a la reinserción de ex pandeilleros. ComUnica en Línea. Recuperado el 27 de Octubre de 2014, de http://www.comunica.edu.sv/index.php?option=com_content&view=article&id=1123:fudasalva-apuesta-a-la-re-insercion-de-ex-pandilleros

 

 

 

Autor:

Br. Lucía Massiel Alvir Gaitán

Br. Ariadna Denisse Silva Monzón

Enviado por:

Daliana Herrera

Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. Facultad
de Humanidades y Ciencias Jurídicas.

Managua, Nicaragua. Noviembre 2014.

[1] La diferencia entre mara y pandilla, es que las maras trabajan en el plano nacional e internacional en conjunto con el crimen organizado.

[2] De fenomenolog?a: Causa ? Efecto.

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter