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Hablemos de Geografía



Partes: 1, 2

  1. ¿Qué
    es y para qué sirve la
    geografía?
  2. La geografía
    griega: una protociencia geográfica
  3. La geografía
    regional
  4. La geografía
    cuantitativa: abandonando el paisaje y pensando en
    abstracto
  5. Geografías
    humanísticas
  6. Geografía
    radical
  7. Percepción y
    conducta en geografía humana
  8. El espacio de la
    geografía
  9. El
    lugar
  10. Territorio
  11. Perspectivas de
    desarrollo en el ámbito colombiano
  12. Bibliografía

En el año 2011, neófito como docente de la
escuela de ciencias sociales de la Universidad Pedagógica
y Tecnológica de Colombia, me vi en la grata tarea de
enseñar geografía humana, y la pregunta que
más suscitó inquietudes entre los alumnos fue
¿qué es la geografía? explicar esto me
llevó más trabajo del que supuse, pues para ello
tuve que entrar en divagaciones sobre la naturaleza del espacio.
En ese momento entendí por cuenta propia que definir el
oficio del geógrafo no es tan sencillo como definir el
oficio de un médico, un bombero o un abogado. Desde
allí, poder explicar más eficientemente la
naturaleza de la geografía se convirtió en un reto
que me obligó a estudiar de nuevo la historia y
epistemología de la ciencia.

Ahora me doy cuenta de la profunda importancia que tuvo
iniciar esta discusión en años anteriores, pues
esto me ha permitido valorar mucho más los aportes de
eruditos de la geografía y aprovechar al máximo su
conocimiento de la ciencia. En este ensayo, voy a realizar un
balance de la geografía contemporánea y sus
perspectivas de desarrollo en el caso colombiano. Para ello,
expondré el devenir del concepto, que se encuentra ligado
a la labor que se designa como hacer geografía.

Este texto se encuentra estructurado en cuatro
apartados. En el primero realizo una discusión
introductoria, en donde explico de entrada y a grandes rasgos la
noción de geografía. En la segunda, dedico una
parte del texto a presentar las bases de la disciplina, que se
remontan a la civilización griega, por considerar este
episodio fundamental para entender la naturaleza de la ciencia.
En la tercera, expongo las tendencias contemporáneas de la
geografía, su objeto y método, a partir de lo
abordado en el curso del docente. En el último, profundizo
un poco en conceptos clave de la disciplina: espacio, territorio,
espacialidad y lugar, los cuales guardan una relación
intrínseca con las perspectivas de desarrollo en el caso
colombiano.

¿Qué es
y para qué sirve la geografía?

Como ciencia, la geografía se encarga de conocer,
entender y predecir el producto de la actividad humana sobre la
Tierra. Estudia las huellas que los seres humanos han dejado y
dejaran sobre la tierra, entendiendo que esta también es
su casa y que es garante pero también limitante de su
existencia sobre la misma. En este proceso de
transformación de la superficie de la Tierra el hombre es
un ente transformador pero también es transformado por los
elementos que la conforman, que interrelacionados animan la vida.
El pensamiento también transforma el espacio
geográfico
, para entender las huellas del hombre
debemos entender su forma de pensar y de relacionarse con el
espacio.

La geografía nos ayuda a analizar la realidad
circundante, entender las lógicas que rigen los
fenómenos terrestres a distintas escalas: local, regional,
nacional y mundial. Por medio de la geografía se estudian
diversas de temáticas, especialmente aquellas que
involucran la interacción del hombre con su entorno, pues
esto constituye su objeto de estudio. Por esta razón
interesan a los geógrafos la construcción y
ocupación de una ciudad, o la localización de sus
habitantes e infraestructuras, los desastres generados por
deslizamientos de tierra y lodo, la aparición de un tipo
particular de industria en un lugar, los movimientos de personas
entre una ciudad y otras, la forma en que un individuo entiende y
construye el espacio, y similares.

En Colombia, se relaciona esta disciplina con la
descripción y memorización de ciertos aspectos que
tienen que ver con un territorio, como su historia,
economía, política, cultura, clima y relieve. Esto
se debe a la gran relevancia que ha tenido el enfoque regional
(del cual hablaremos más adelante) en la geografía
escolar. En el ámbito escolar el alumno más
aventajado de la clase de geografía es aquel que memoriza
gran cantidad de datos geográficos. Luego, existe una
brecha bastante acentuada entre la geografía
científica actual y la escolar. Sin embargo, no todo
está perdido. El enfoque regional puede constituir un buen
punto de partida para entender los fenómenos
geográficos como la segregación social. Esperemos
que en un futuro otras geografías puedan permear los
currículos escolares. En este contexto, una línea
de investigación en geografía de la
educación cobra gran importancia.

Durante el siglo XX hubo propuestas distintas motivadas
por los avances que se dieron en esta disciplina en el
ámbito europeo. A comienzos de los años 30 del
siglo XX, llega un nuevo paradigma de la geografía al
país a partir de autores foráneos: la
búsqueda de leyes que explicaran la configuración
del espacio. En ese entonces se critica el método
tradicional y memorístico de la enseñanza de la
geografía, que obligaba a los estudiantes a engullir una
gran cantidad de nombres de accidentes físicos, o de
países y capitales, por su poca utilidad pedagógica
y social. Personajes como Rafael Bernal, de la universidad
nacional, y Pablo Vila, proponían un reordenamiento de los
contenidos en geografía, dándole paso a una
pedagogía que acercase a los estudiantes a su medio
(Álvarez 2011).

Se dice que la enseñanza de la geografía
como localización de hechos geográficos puede
constituir un buen punto de partida para entender los
fenómenos geográficos, pero, ¿qué
otro método propone la geografía?,
¿Qué otras geografías existen? Para
responder a este interrogante, tenemos que hablar de esa ciencia
casi desconocida para muchos. A continuación, intentare
dilucidar su objeto de estudio, su método y también
las diferentes formas de entender este oficio, a partir del
devenir de la geografía como ciencia.

La geografía
griega: una protociencia geográfica

La geografía para los griegos consistía en
el oficio de trazar cartas geográficas o mapas del mundo
conocido, que mostraran la localización precisa de los
elementos sobre la superficie terrestre: ríos, ciudades,
montañas, mares, caminos, y similares. Para graficar la
Tierra era necesario conocer sus dimensiones, su radio, su
diámetro, y su posición en el cosmos, había
que medirla y establecer su relación con otros planetas
para poder crear un sistema que permitiese la localización
exacta de sus elementos y dibujar así sus contornos. La
precisión era un afán de la cultura griega,
así como representaban la silueta humana debería
ser posible con la tierra conocida o ecúmene.

Estrabón (60 a.c – 21 d.c) no se limitó
con conocer la localización de las ciudades y en
cartografiar la ecúmene o tierra conocida. Este
geógrafo heleno propuso que la geografía,
además de cartografiar la tierra, debería recoger
información de los distintos territorios: rasgos
físicos, étnicos y económicos. Es entonces
cuando el hombre se incluye como parte de su objeto de estudio.
Muchos de los conocimientos geográficos sobre la tierra
conocida del siglo I se compilaron en la obra de Estrabón
Geographika. Pero la geografía regional sólo
tendrá un gran desarrollo a partir del siglo XV, debido al
marcado sesgo hacia la cartografía.

El nacimiento del saber geográfico griego
está ligado al poder. Identificar recursos
estratégicos y establecer el poder que poseían los
pueblos enajenados para ejercer la defensa de los mismos, eran
aspectos geopolíticos fundamentales para sustentar el
imperio. De cierto modo, cuando se conoce el terreno es posible
dominarlo, como expresa Yves Lacoste: el conocimiento es poder.
Es evidente que la práctica geográfica actuaba como
un mecanismo que permitía a los helenos preparar el
terreno para su expansión como imperio, y por lo tanto,
tenía un objetivo político.

En este punto vemos una faceta de la geografía
que nos es familiar, hemos hablado de mapas y de describir las
características de los lugares: el relieve,
economía, religión, lengua etc. Esto fue objeto de
la práctica geográfica durante muchos años,
desde los griegos hasta la actualidad. Describir las
características físicas y humanas de los
territorios y construir mapas con fines estratégicos es
una labor con más de 2000 años de tradición,
que podemos considerar como la base de la ciencia
geográfica contemporánea.

Los griegos no crean una disciplina geográfica,
ni establecen un perfil profesional relacionado con ella. En
ellos existía cierta conciencia geográfica
precientifica que sustenta la posibilidad del desarrollo de la
geografía científica. Esta se instaura durante la
segunda mitad del siglo XIX en las universidades alemanas como
una cátedra para formar docentes, que surge con un marcado
interés político, esto es, territorializar a los
individuos alemanes por medio del conocimiento de su país
(Valcárcel 2000). Como precursores de la ciencia se
encuentran Alexander Von Humboldt, Karl Ritter y Friedrich
Ratzel. Con posterioridad a esta fecha surgirán
múltiples corrientes de la geografía.
Detengámonos un momento en describir el objeto y
método de las principales tendencias contemporáneas
de la ciencia.

La geografía
regional

Esta rama de la disciplina que se desarrolla a
principios desde finales del siglo XIX y gran parte del XX,
durante la época de las grandes expediciones, centra su el
interés en conocer lo que había en los continentes
para descubrir el territorio, pues antes de esto se
conocían más los mares. Hay que tener en cuenta el
contexto en el que se desarrolló la ciencia. Es una
ciencia en función del poder, pues surge de la necesidad
de los imperios de conocer sus dominios para consolidar y
legitimar su dominio territorial. Fue una geografía
útil para la expansión del imperio
británico, para saber en dónde estaban los
recursos. También permitió a los europeos construir
un imaginario geográfico acerca del resto del mundo, que
en algunas ocasiones fortaleció el sentimiento de
superioridad con respecto a las tierras dominadas y justifico su
interés expansionista[1]Destaca por ejemplo
el viaje que realizo Humboldt a comienzos del siglo XIX a
América.

Metodológicamente se trataba de una
geografía descriptiva, basada en la observación e
inventario de los elementos geográficos, que domino hasta
los años 50´s, en todos los países del mundo.
Era una geografía de la vista, una experiencia
empírica que permite encontrar diferencias. Así
como lineo clasifico las plantas, en la geografía se
establecen diferencias entre cosas que son homogéneas, las
regiones, a partir de su fisonomía o rasgo distintivo, el
paisaje. El geógrafo intenta realizar una taxonomía
del espacio, una clasificación, del mismo modo en que un
historiador periodiza. Por medio de estos inventarios
territoriales se busca lo único, por eso se trataba de una
ciencia ideográfica. Ser geógrafo en el siglo XIX
era saber de todo. La labor de este permitía construir un
Sistema de Información Geográfico
rudimentariamente, a modo general, pero no se interesaba en
conocer lo urbano.

Es la época de los grandes viajes también
en Colombia, como la comisión corográfica de
mediados del siglo XIX, y la peregrinación del Alpha por
las provincias del norte de la Nueva Granada, de Manuel
Ancízar Bastera. En 1855, el presidente Tomas Cipriano de
Mosquera le encomienda levantar la carta de la nación al
militar italiano Agustín Codazzi para descubrir cosas de
importancia comercial, como la Quina, utilizada para curar la
fiebre de los soldados. Por medio de esto fue posible dividir el
país en regiones y así formar la república.
Francisco Jose de Caldas lo decía: se puede administrar
una nación sin su conocimiento territorial.

Esta geografía se desarrolla en Alemania como
Staatenkunde o geografía del estado. Estudios que
contenían una recopilación enciclopédica del
contenido natural y cultural del territorio político en la
Alemania de Ratzel. Su objetivo: conocer los límites del
estado, sus paisajes, riquezas naturales y culturales, la
ubicación exacta de estos lugares, su flora y fauna. Se
perseguía conocer el espíritu del territorio; que
sería el espíritu de un pueblo. Según
Ratzel, el suelo es el sustento de los seres humanos, y por lo
tanto, todos sus derivados guardan una gran relación con
su cultura, su conducta y demás. A esta forma de entender
la relación entre hombre y medio se le conoce con el
nombre de determinismo geográfico. Conocer el
espíritu del territorio, objetivo: consolidar el Estado
alemán, formado, como otros en Europa, de diferentes
culturas. Las personas contenidas en un Estado deben contar con
una misma lengua, religión, pasado, "raza", etc. Con la
institucionalización de la geografía (2da mitad
siglo XIX), se forman maestros en enseñanza de la
geografía, y con la enseñanza se logra unir al
suelo con la sangre, crear sentido de pertenencia por el
territorio, es decir, de territorializar al individuo.

En ese entonces el conocimiento del territorio
sirvió para fortalecer la identidad nacional y la
creación de ciudadanía por medio de la
educación. Se explica entonces que en Colombia se haya
planteado este modelo pedagógico desde comienzos del siglo
XX. La inclusión de la geografía y la historia del
lugar en el ámbito educativo provienen de la
tradición francesa. Desde comienzos de siglo, se cuenta a
los alumnos la gesta de transformar lo natural en un espacio
cultural y formar una región[2]La
influencia francesa en la geografía y la
cartografía del país durante el siglo XX es
notable. Grandes misiones de geografía colombiana fueron
lideradas por geógrafos franceses, y los atlas del
país poseen una estructura similar a los creados en este
país.

La geografía regional hace crisis en los
años 50 de mediados del siglo XX, momento en que se
discute la relevancia de la disciplina al interior de la ciencia.
Tal debate interno daría pie a la búsqueda dentro
de la geografía de la persecución de leyes
generales (ciencia nomotética) y a la adopción del
lenguaje común de las ciencias: la matemática.
Posteriormente, se incorporaran a esta disciplina,
tardíamente, las técnicas de análisis de
enfoque cuantitativista, superando el método de la
geografía regional. Con ello se construyen grandes
aportación teóricas sobre la realidad. La ciencia
geográfica se enriquece durante este periodo con el
redescubrimiento de la obra de Kant, con el entendimiento del
espacio relativo, es decir, un espacio producto de la
interrelación de variables que actúan en el
tiempo.

Los dioses de las civilizaciones colonizadas se
convierten en los demonios de las dominantes. En los años
venideros se menosprecia a la geografía regional por su
carácter ideográfico, lo que la distancia del
carácter general de la ciencia, la búsqueda de
leyes que expliquen la realidad, a lo que responde muy bien la
geografía positivista o cuantitativa.

La geografía
cuantitativa: abandonando el paisaje y pensando en
abstracto

A mitad del siglo XX, avanza la reconstrucción
física y económica de Europa propuesta con el Plan
Marshall, Estados Unidos se erige como centro de poder, el
capitalismo esta en confrontación con el comunismo,
Estados Unidos se enfrenta con la Unión Soviética y
parte de Europa en la Guerra fría y emergen nuevos estados
de antiguas colonias, y están muy atrasados. En este
contexto, surge en el mundo el interés por una perspectiva
racional de producir el espacio. El plan, era ser eficientes con
el menor costo gracias a los avances de la ciencia. Para ello
todo debe planificarse, para dar pasos seguros desde la
localización adecuada de infraestructuras urbanas hasta
los contenidos de los currículos escolares. De este modo,
se impone desde los sesenta la noción de desarrollo
económico, y la ciencia estará función de
esto. En este proyecto, la ciencia es la solución, la
racionalidad y el método científico
(hipotético deductivo) que permitiría el desarrollo
económico de las naciones. Nace entonces el paradigma del
orden.

Como se expresó anteriormente, la
geografía se supedita a esta lógica. Debido a que
lo natural y lo social se rigen por leyes, una ciencia
geográfica debe formular una teoría universal, no
de un solo lugar, y explicar para poder predecir; no describir,
sino explicar las causas. En este orden, la geografía se
convirtió en un medio para resolver problemas
empíricos del desarrollo, y para ello empleó en la
estadística, la matemática y la informática,
que permite relacionar sistemáticamente grandes
volúmenes de información.
Epistemológicamente la geografía sufrió un
cambio radical. Adopto la matemática (lenguaje
universal de la ciencia), modelos de la física, la
termodinámica y la teoría de sistemas para formular
las leyes de la localización de las cosas y de las
relaciones espaciales. Esta disciplina fue fundamental para
formular los principios que gobiernan la localización
económica, y muchos de ellos se emplean actualmente, algo
crucial en este paradigma del orden.

Con los aportes de Bertalanffy, los geógrafos
plantearon un sistema espacial estructurado a partir de redes de
puntos o nodos interconectados que poseen una jerarquía,
flujos o movimientos en distintas direcciones y magnitudes (como
flechas), con diferentes posibilidades de accesibilidad y
conectividad a dicha red. Bajo este enfoque se buscó
solucionar el problema de la distancia y establecer el
óptimo espacial. Estudiando la eficiencia y competitividad
de las redes se podrían plantear modelos para su
mejoramiento. La geografía se convirtió entonces en
una física social que abandonaba el paisaje para
pensar en abstracto
.

Pero, pensar en abstracto tiene también sus
contras. Para que una ley funcione o explique todo en el espacio
este debe ser uniforme o isotrópico; sin embargo, el mundo
no funciona así. Existe el caos, y una variable influye,
hasta el aspecto en apariencia más insignificante: hay
incertidumbre. En los años sesenta no se tenía en
cuenta el contexto, por esta razón muchos modelos solo
explicaban a medias las realidades y esto jugo en contra de la
geografía cuantitativa, pues si existe incertidumbre en la
organización del espacio ¿cómo defino un
modelo que la explique?

La geografía cambia porque las preguntas cambian,
el mundo cambia. ¿Qué hay más allá?,
¿por qué varia la localización de los hechos
en el espacio geográfico? son preguntas que generan dos
geografías, una que describe lo único e
irrepetible; y otra que pretende explicar el mundo por medio de
leyes. Pero las rupturas en la ciencia no dejan de aparecer en la
historia de la geografía, y esto la hace muy apasionante.
Esta disciplina no llegara a su clímax con el giro
positivista, en los años posteriores vendrán
geografías denominadas humanísticas, igual de
interesantes, e incluso opuestas a sus predecesoras, que
nutrirán la sepa de esta rama de la ciencia.

Geografías
humanísticas

Engloba a una serie de geografías que tienen en
cuenta el papel del sujeto en la construcción y
apropiación de su espacio, entre ellas la geografía
radical y de la percepción. Estas geografías,
también conocidas como posmodernas, pretenden contribuir
al reconocimiento de la importancia de una aproximación
tanto espacial como temporal en la compresión de
la vida social contemporánea. Tienen como objetivo
edificar una geografía humana crítica centrada en
"las luchas emancipatorias de todos los que son marginados u
oprimidos por la geografía específica del
capitalismo" (Soja, 1989).

La geografía posmoderna desea abandonar un
discurso de experto que habla en el lugar de los que no
tienen la palabra y se propone entonces hacer entender la voz de
todos los que no se sitúan en una posición
cualquiera de poder o de dominación (minorías,
culturas no occidentales, "gender geographies", etc.) La tarea de
la explicación se convierte no obstante en un
análisis del discurso y reconstrucción, de revelar
las estructuras discursivas, creencias ideológicas y
estrategias textuales que usamos, consciente o inconscientemente,
para establecer el contexto y la persuasión de nuestros
reclamos de conocimiento diferente.

Geografía
radical

A comienzos de siglo XX la geografía estudiaba de
los lugares; la gente era jurisdicción de la
sociología. Esto cambiara durante los años 60s,
momento en que se da un giro social en la geografía. En
este convulsionado periodo, caracterizado por la guerra
fría, el Apartheid, grandes revueltas étnicas
urbanas en Estados Unidos, y la guerra del Vietnam, las promesas
de la modernidad de orden y prosperidad para todos comienzan a
ponerse en entredicho. En este contexto, un grupo de
científicos comprometidos con la realidad social, se
formularan la pregunta que orientará una nueva
geografía ¿qué razón explica las
desigualdades sociales en el espacio geográfico?,
¿cómo explicar los mapas de la pobreza en la
ciudad? Y debido a que los métodos de las
geografías regional y cuantitativa no permitían
resolverla, emplearon nuevos marcos interpretativos provenientes
de disciplinas como el marxismo, y esto propició un cambio
epistemológico en la ciencia. A esta geografía
rebelde y contestataria se conocerán como radical o
critica pues constituye un cambio ideológico y
político al interior de la ciencia.

En la geografía radical se estudia la realidad
social no solo para documentarla sino para transformarla.
Según este enfoque, la acumulación de capital y la
pobreza, son fruto de la relación entre capital y trabajo.
La desigualdad social es producida por el modelo capitalista y,
por lo tanto, la lógica del capital debe conocerse por
medio de la teoría y para poder modificarse. Esto
representa una ruptura con respecto a la geografía
cuantitativa, la cual era criticada profundamente por los
seguidores de la corriente radical, pertenecientes en su
mayoría a movimientos políticos de izquierda, por
su ingenuidad en materia filosófica. Un modo de
producción produce a su vez un tipo específico de
espacio. Su interés se centra en comprender la
producción y realización del espacio bajo un modo
de producción capitalista, para transformar ese estado de
cosas, ese mundo. Esta realidad injusta se estudia desde los
zapatos de los que la viven, y para ello se debe ir a los
ghettos.

Los problemas de la ciudad en la ciudad han sido
provocados por un urbanismo desigual e injusto. Sobre el tema
David Harvey, uno de los exponentes de esta corriente de
pensamiento[3]escribe el libro la justicia social
en las ciudades. Con esta geografía se acuñan
conceptos como justicia espacial, empleado por Harvey
para designar una situación ideal en la que existen las
condiciones necesarias en los distintos lugares que permitan que
sus habitantes puedan vivir en óptimas condiciones.
También el de acumulación por desposesión.
Es un concepto sin sentido para aquellos asesores que recomiendan
que aquellas personas que viven áreas empobrecidas del
país migren hacia otras más prosperas, evitando
así la intervención estatal en la solución
de sus problemas territoriales.

Percepción y
conducta en geografía humana

Termino mi recorrido por la historia con la corriente
behaviorista. Como en episodios anteriores, esta permite
responder al interrogante ¿cómo explicamos el
comportamiento humano? Según esta, la mente es un espacio
estudiable, por eso la geografía guarda relación
con la psicología y la semiología, la
inclusión de esta última en la geografía es
un aporte de Harvey. La cartografía social es un
método que emplean los geógrafos para establecer y
conocer la representación espacial de los sujetos a partir
de su memoria. Destaca el estudio de Kevin Lynch, la imagen de la
ciudad, realizado por medio de mapas mentales.

Hasta aquí intente dilucidar su objeto de
estudio, su método y también las diferentes formas
de entender este oficio, a partir del devenir de la
geografía como ciencia. Creo que se vio claramente que
desde la geografía entendida como el inventario de hechos
espaciales a la materialización de la subjetividad humana
hay mucho trecho. Basta con decir que la geografía es una
ciencia no acabada. En la última parte del texto quiero
enfocarme en profundizar un poco en lo que considero como algunos
conceptos clave de la disciplina: espacio, territorio,
espacialidad y lugar, pues considero que de este modo pueden
extraerse las perspectivas de desarrollo en el caso
colombiano.

El espacio de la
geografía

El espacio de estudio de los geógrafos ha
cambiado en el tiempo. Durante muchos siglos se entiende el
espacio como un simple contenedor de las cosas. Ese es el legado
de la herencia griega de la concepción de espacio. Este
espacio sólo podía acoger a los elementos
geográficos, como una entidad pasiva, se trata de un
espacio geométrico, es decir, de una entidad definida en
tres dimensiones: alto, ancho y profundo, que constituye un
escenario donde tenían lugar los hechos
humanos.

La geografía ha estudiado dos tipos de espacio
basándose en paradigmas provenientes de la física.
En un primer momento se apropió del concepto de espacio
vacío o absoluto de la tradición newtoniana. Este
fue el espacio estudiado por muchos años. Luego
adoptó la idea de Leibniz al estudiar un espacio
relacional, según esta idea existe espacio en la
relación de dos o más objetos sobre la superficie
de la tierra. Este concepto es estudiado ampliamente en la
disciplina pues, como en otras disciplinas, aun no existe una
respuesta definitiva a la pregunta ¿Qué es el
espacio?

Conforme paso el tiempo, esta forma de apreciar el
espacio va cambiado gracias a la influencia de la
biología, en especial del Darwinismo. De este modo el
espacio comprendido por los geógrafos pasó a ser
una entidad dinámica capaz de determinar el comportamiento
del ser humano. Entonces surgen dos escuelas de pensamiento, con
puntos de vista opuestos: determinismo y el posibilismo. La
primera centrada en la relación unilateral que ejerce el
medio sobre hombre; la segunda, en las posibilidades que brinda
el medio al mismo y en la transformación que puede ejercer
este último sobre la primera. Sin embargo, hay que anotar
que antes de Darwin, Alexander Von Humboldt escribió sobre
la distribución de las plantas y su relación con
las formas del relieve, y esto inspiró a tan afamado
biólogo a estudiar las adaptaciones de los animales a su
medio. Vemos aquí como la geografía ha influenciado
también el desarrollo del conocimiento científico
en diferentes ramas.

Durante los siglos XIX y XX la geografía
estudiaba un espacio neutro. Es a partir de los años 70
cuando el espacio empieza a importarles a los geógrafos,
ya no como no como un receptáculo neutro, y se afirma que
la geografía como la ciencia que se ocupa del estudio del
espacio.

La geografía estudia entonces un espacio
relacional,
producido por los vínculos sociales entre
lugares. El área conformada por un grupo de países
como la Unión Europea, sería un ejemplo de espacio
a gran escala. Este se caracteriza por tener una estructura
formada por nodos y redes por las que se da un continuo flujo de
cosas: ideas, dinero, personas, información, datos, y
similares. Cuatro premisas centrales se encuentran en la
mayoría de los estudios geográficos: la primera,
existe una relación mutua entre sociedad y naturaleza; la
segunda, que las cosas se encuentran distribuidas de forma
desigual sobre el espacio geográfico; la segunda, que los
lugares están vinculados de forma tal que los sucesos en
uno de ellos influyen directa o indirectamente sobre los
demás; y la tercera, que las relaciones e intercambios se
dan en circunstancias generalmente desiguales, y esto origina
tensiones territoriales entre lugares e incluso entre
espacios.

Empleando el pensamiento relacional en la
geografía se puede llegar a entender aspectos como la
crisis económica en el ámbito local. Para ello
debería establecerse una geometría de poder,
entendida como la forma en que se establecen las relaciones de
poder entre nodos. Si Grecia está sufriendo una crisis en
su grave en su economía puede deberse a que Alemania
domina el espacio europeo en cuestión de relaciones de
poder, de este modo la crisis se debe a relaciones de intercambio
desiguales.

La sociología de Emile Durkheim afirma que lo
social se explica por si solo y que el resto es determinismo. A
pesar de esto, la geografía ha construido un campo de
conocimiento en donde el espacio importa, pues lo social no es
solo temporal sino espacialmente construido.

La espacialidad se refiere a la forma en que los
seres humanos se apropian o emplean el espacio-tiempo. Estos
movimientos se pueden graficar para obtener un registro de su
espacialidad. Existen diferencias en la forma en que estos se
apropian de su espacio, esto depende del género, la
cultura, el nivel socioeconómico y el contexto
histórico y geográfico. En muchas sociedades, la
mujer ha conquistado otros espacios en los últimos
años, por medio de luchas que les han permitido salir del
espacio domestico para ingresar a la universidad y al campo
laboral, practicando de este modo otras
espacialidades.

La geografía se interesa en estudiar la historia
de las transformaciones espaciales a pequeña y gran escala
que se dan a partir de la correlación existente entre
Naturaleza y Sociedad. El espacio geográfico es
contingente, es decir, se transforma y produce
temporalmente de forma no lineal dependiendo del contexto social,
político, económico, cultural y geográfico
dominante en cada época. Existen múltiples casos
que ejemplifican estos cambios. En la época precolombina,
en el territorio de La Tora habitaban los
indígenas Yariguíes quienes se untaban con
petróleo que brotaba de la tierra a manera de
ungüento corporal con propósitos
medicinales[4]estos poseían una
economía basada en un modo de producción primario
con una baja especialización de sus actividades; hoy en
día, este sitio es conocido como Barrancabermeja, y el
petróleo es el motor de la economía local y el
lugar en donde se encuentra la refinería más grande
de Colombia, y se encuentra habitado por una sociedad basada en
un modo de producción capitalista. En el ejemplo anterior
vemos, en primer lugar, que el modo de producción puede
constituirse como uno de los factores que transforman más
fuertemente el espacio; y en segundo lugar, que un minisistema
económico se desmorona cuando, en su lugar, se establece
otro distinto. Lo que constituye una ruptura social en
términos de la teoría del sistema-mundo
propuesto por Wallerstein[5]

El espacio y el hombre generan cambios
recíprocos. Un recorrido nos cambia, caminar por un parque
nos produce sensaciones agradables y esto genera niveles de
placer, lo cual incide sobre nuestra imaginación
geográfica
. El hombre construye los espacios y su
forma los influencia. El ambiente físico, construido y
social. Los colores en un espacio influyen en su
comportamiento.

El lugar

La especie humana se ha apropiado de la superficie de la
tierra para construir su hogar. Cada cultura se apropia de
maneras diferentes de este espacio, dependiendo de los
desafíos que le impone el medio ambiente. Los pobladores
de las áreas ribereñas construyen sus casas con una
estructura palafitica para resguardarlas de las crecidas de los
ríos; los esquimales erigen iglús con el hielo
polar para defenderse del frio y los fuertes vientos. Cada
sociedad crea adaptaciones para sobrevivir en un medio agreste,
estas lo moldean y en el proceso son moldeadas también por
este. Surgen de este modo los lugares, espacios consecuencia de
la transformación humana de su entorno y viceversa en el
tiempo.

Los lugares se diferencian por sus
características físicas y culturales, como gente,
paisajes, usos del suelo, climas, música, comidas las
cuales generan identidad. Se puede decir que cuentan con una
personalidad que los singulariza. Sin embargo, los lugares se
encuentran interconectados, por esta razón estos no se
explican por sí mismos, ni lo explican todo, es decir, no
se puede entender la producción de estos espacios sin
antes establecer la relación que existe entre ellos y
otros lugares. Las estadísticas que expresan esta
relación son ayudas para entender este proceso. La
geografía se interesa en comprender sus relaciones
espaciales entre lugares. Ilustremos esto con un
ejemplo.

Alguna vez existió una conexión entre la
economía de Arauca y Francia. A comienzos de siglo XX, en
tiempos de la Belle Époque, los sombreros
fabricados con las plumas de la garza chumbita en el departamento
colombiano causaban furor en las mujeres francesas, y por ello se
comerciaban como pan caliente en las principales ciudades de la
ciudad de las luces. Este negocio permitió movilizar
dinámicas distintas en ambos lugares. En Arauca surgieron
pueblos con migrantes imbuidos por los beneficios de la
recolección de plumas, y al mismo tiempo, se construyeron
pueblos espontáneos, y con ellos bares, prostíbulos
y bandas criminales que luchaban por controlar una actividad que
ejerció tal presión ambiental que casi lleva a la
extinción de las aves. Luego de la gran depresión
en Francia, se acabó el negocio de las plumas, y esto
representó, como era de suponerse, el fin del boom de
los plumajes
, con consecuencias negativas en las
economías de los empresarios de los sombreros, pero
especialmente en los pueblos que se levantaron alrededor de esta
actividad, los cuales se desvanecieron tan rápido como se
crearon. Pero no todo fue negativo. Gracias a este revés
se repoblaron los garcerios en los morichales. En esta historia
con final feliz, la garza chumbita pudo escapar de los gustos de
las francesas, impuestos socialmente por el capital.

Lo anterior había sucedido en siglos pasados en
la costa este de Brasil, con la fiebre del
oro[6]el azúcar y el café; en
Colombia, en Ambalema con el boom del Tabaco. Parece ser que una
actividad económica es capaz de producir espacios con un
tipo de urbanismo, una población, una cultura y un modo de
intervención ambiental particular, generalmente
desfavorable para el entorno. Al ser esta el motor que moviliza
el sistema territorial, el impacto es funesto para los habitantes
que dependen de ella cuando deja de funcionar; pero beneficioso
para el resto de especies que viven en el mismo
territorio.

Los seres humanos elaboramos una representación
simbólica de nuestro lugar de origen y de otros lugares,
gracias a nuestra experiencia espacial y de las noticias que nos
llegan ellos por medios como la televisión, la radio, el
internet o por vía oral. La geógrafa Doreen Massey
se refiere esto como imaginación
geográfica.
Luego de la lectura de su libro
Ciudad Mundial, vemos que este concepto es clave para
entender el mundo actual, pues parece ser que este constituye la
base del ordenamiento territorial y la geopolítica del
modelo neoliberal.

En la actualidad asistimos a la convergencia espacio
temporal, es decir, cada vez las barreras impuestas por el
espacio y el tiempo pueden ser sorteadas gracias a los avances en
los medios de comunicación y tecnológicos, lo que
permite el flujo en el espacio de todo tipo de cosas. Esto ha
provocado que los lugares se han aproximado mucho más en
términos de nuestra experiencia espacio temporal. Uno de
los hechos que evidencian esta teoría es que las cosas que
compramos vienen de todas partes del mundo y que cada día
recibimos información en tiempo real de lugares lejanos
por medio del internet. Sin embargo, esto es relativo. Hay
espacios en donde esto no sucede y que se alejan cada vez
más con respecto a otros lugares por la falta de acceso a
los medios que permiten tales conexiones.

Esta convergencia espacio temporal ha favorecido la
deslocalización industrial. Ahora es común
encontrar las industrias de grandes potencias en cualquier lugar
del mundo, por lo general en aquellos en donde se pueden obtener
el mayor beneficio económico. Esto ha provocado el
desmejoramiento de las condiciones laborales en muchos
países, especialmente en los pertenecientes al tercer
mundo, toda vez que sus hombres y mujeres trabajan por jornales
irrisorios fabricando grandes volúmenes de productos, cuyo
plusvalor permite que puedan promocionarse en las principales
metrópolis del mundo a precios asequibles. Está
bien podría constituir una modalidad de acumulación
por desposesión tal y como propone David
Harvey.

Territorio

La territorialidad hace referencia al modo en que
un individuo o grupo humano reconoce como propio, piensa, siente
y defiende una parte de la superficie terrestre, a la que designa
como su territorio. En la actualidad el espacio
geográfico
lo constituye la totalidad de la superficie
de la tierra, puesto que sobre el existe una apropiación
humana directa (presencial) o indirecta (política). Debido
a esto es que en los territorios se superponen territorialidades
distintas. Por ejemplo, en los llanos orientales ciertos grupos
armados poseen un interés de controlar las áreas de
cultivo de coca en procura de las ganancias económicas que
esta actividad genera, por tal motivo despliegan sus tropas para
ejercer su control territorial; por su parte, las comunidades
indígenas reclaman como propio este mismo territorio por
considerarlo parte de su herencia ancestral y su espacio vital.
Se observa entonces la convergencia de dos territorialidades
distintas (posiblemente incompatibles): la de los grupos armados
y la de los indígenas. Es posible que la violencia en
Colombia no se supere si los actores del conflicto no establezcan
los canales necesarios para limar estos disensos.

Sin embargo, si empleamos territorialidad, convergencia
espacio temporal y espacio relacional para entender el conflicto
interno colombiano, podríamos suponer que existen
otras territorialidades actuando sobre su territorio,
posiblemente del orden global, que lo están generando y
reproduciendo. Vale la pena estudiar la relación de
dependencia existente entre el conflicto colombiano y el
beneficio que obtienen otros lugares de él, estableciendo
quién gana y quien pierde con este orden, y para ello
debemos traspasar las barreras de este espacio político,
sería algo así como una geopolítica del
conflicto.

Territorio y poder están íntimamente
ligados. En la historia humana, en múltiples ocasiones
estados, organizaciones e individuos han emprendido acciones por
consolidar su poder territorial sobre lugares ajenos a su
territorio pero sobre los que tienen profundos intereses
económicos, y para lograr su objetivo despliegan todos los
recursos necesarios. Y esto se convierte para ellos en un
problema estratégico-político-espacial o
geopolítico que deben solucionar. En 1890, los
Estados Unidos advierten la necesidad de controlar el paso
marítimo entre el pacifico y el atlántico,
posiblemente por razones estratégico militares y
económicas, por tal razón pone en marcha
estrategias políticas y militares de control de ambos
mares para hacer posible la construcción de un canal
interoceánico a comienzos del siglo XX, a pesar de los
diferendos de los países afectados por esta
decisión. Parece claro entones que en la puesta en marcha
de estos megaproyectos espaciales, las relaciones de poder juegan
un papel fundamental. Un país víctima como
Colombia, que pierde a Panamá, parte de su territorio, por
esta razón nada pudo hacer frente a los intereses de los
americanos sobre el mar. También que un problema
geopolítico -exógeno- puede llegar a transformar la
naturaleza de los lugares en su aspecto morfológico y
subjetivo.

El geógrafo siente interés en analizar el
impacto social, ambiental, cultural y económico de las
decisiones políticas que determinan las actuaciones
(actividades económicas, construcción de
infraestructuras, etc.) que se desarrollarán sobre el
territorio. Esta es una forma exhaustiva de estudiar sus
implicaciones, pues generalmente se piensa solo en los
daños ambientales; no en el impacto cultural o social.
Algunos de ellos piensan que un proyecto debe contar no solo con
una licencia ambiental sino también social.

Partes: 1, 2

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