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La descentralización (página 2)



Partes: 1, 2

Comenzando este tema importante se puede hablar del
guano. El guano se recolecta de varias islas e islotes
del Océano Pacifico, particularmente
del Perú y Nauru, y en
otros océanos (por ejemplo la isla Juan de
Nova). Estas islas han sido el hogar de colonias
de aves marinas por siglos, y el guano acumulado
tiene muchos metros de profundidad.

El guano de las islas, particularmente
las islas Chincha, en el Perú, fue explotado en
el siglo XIX y principios del siglo XX y fue
su gran producto de exportación durante mucho
tiempo.

A partir del año 1845 comenzó a
explotarse, y por sus propiedades como fertilizante era importado
por países como Inglaterra y Estados Unidos. El
guano peruano sigue teniendo gran demanda por ser
un fertilizante natural, por mor del auge de
la agricultura ecológica, que sustituyen los abonos
artificiales por los de origen natura

Se nombraran algunos de los factores que definen la
correlación de fuerzas que actúa en y sobre un
país pero en éste caso de la población
peruana que se denominaran factores fatales:

-La expropiación de las salitreras de
Tarapacá, que dio origen a la guerra con Chile; y la
"consolidación de la deuda interna". No sólo por su
trascendencia, sino porque directamente han tenido que ver con el
centralismo, frustrando la descentralización.

– Explotación del salitre en Tarapacá, en
el extremo sur del Perú

– En 1838 y 1839, las exportaciones peruanas de oro y
plata representaban el 81 y 80 %, respectivamente, de las
exportaciones totales del país. Las cosas cambiaron
radicalmente a partir de 1841, cuando se realizó el primer
embarque peruano de guano hacia Inglaterra. Para 1850,
habían sido ya embarcadas a ese país 340 mil
toneladas de guano peruano. Al poco tiempo el guano pasó a
representar el 60 % del valor de las exportaciones

– Pocos negocios como el del guano han tenido en la
historia de la humanidad una significación
económica tan grande, quizá sólo comparable,
antes, con la explotación de la plata de América, y
hoy, con el petróleo, el narcotráfico o la venta
internacional de armamentos (lícita e
ilícita).

– En 1873, el negocio del guano entró en una
gravísima crisis. Y con ella la economía del
presidente Pardo y sus amigos. Mucho se ha dicho que esa crisis
fue el resultado de la sobre explotación a que
había estado sometido el valioso recurso
natural.

– El fenómeno natural que hoy conocemos como "El
Niño", alejo mar adentro los cardúmenes de
anchoveta de los que se alimentan las aves guaneras, disminuyendo
así sensiblemente la población de éstas y,
por consiguiente, la producción del
estiércol.

– El hecho demostrable es que las ventas de guano
bajaron en el período 1870–1875 a menos de la mitad
de lo que habían sido hasta dos décadas antes.
Colapsaba pues el negocio del guano.

– Por su escasa significación económica en
las primeras décadas de ese siglo, por la distancia en que
se encontraban los centros de producción salitrera, y las
terribles "incomodidades" a que daba lugar el sequísimo y
tórrido desierto tarapaqueño, Pardo y sus aliados
habían dejado el negocio del salitre en manos que no eran
las suyas: en manos de empresas chilenas e inglesas, y en manos
de provincianos empresarios peruanos.

– Los asuntos del guano hicieron temblar en su tiempo la
Bolsa de París: en efecto como lo el lunes 15 de noviembre
de 1875 se creó un verdadero "pánico en la Bolsa de
París . Es que el negocio del guano y todas sus
repercusiones eran gigantescos.

– Pocos negocios como el del guano han tenido en la
historia de la humanidad

Los conflictos sin duda merman las potencialidades
internas de un país. De entre los que ha debido enfrentar
el Perú a lo largo de su historia, ninguno ha tenido
repercusiones tan graves y negativamente trascendentes como la
guerra con Chile, que, entre otras consecuencias, terminó
por liquidar el primer gran esfuerzo de descentralización
de la historia de Perú.

La estructura social el gran catalizador
interno

Los catalizadores son agentes químicos que usan
los especialistas para acelerar o retardar según convenga
una determinada reacción, un desenlace esperado. Hay
condiciones que afectan la velocidad de la consecución del
objetivo la descentralización de los factores
endógenos, es uno la conflictiva estructura social
prevaleciente que se puede identificar como "el gran catalizado
retardador interno".

La gran heterogeneidad económica política
social del país viene cumpliendo muy a pesar de la inmensa
mayoría de los peruanos un papel retardador de la
descentralización; conociendo la heterogeneidad social
como la existencia de múltiples grupos sociales,
regionales, nacionales y étnicos, etc. implica una gran
diversidad de intereses y objetivos, no sólo no
concurrentes, sino muchas veces divergentes.

Esa divergencia objetivamente los debilita, individual y
colectivamente, frente a la centralizadora fuerza
hegemónica interna los grupos dominantes. Lograr la unidad
de las fuerzas sociales descentralizadoras, que son las
únicas a partir de las cuales podría empezar a
diseñarse realmente el desarrollo del país, no es
cuestión de arengas, discursos ni slogans. Todos esos
recursos, aun cuando son necesarios, nunca habrán de ser
lo suficientemente aglutinantes.

La unidad sólo puede construirse sobre bases
objetivas: intereses comunes que den paso a objetivos comunes. Y
nada de ello puede lograrse a partir de palabras.

Todos los países desarrollados y descentralizados
del mundo han sido construidos por sociedades homogéneas.
Es clara e incuestionablemente el caso de Francia, Japón o
Alemania, por ejemplo. Pero también han sido construidos
por sociedades que sin ser del todo homogéneas, son
predominantemente homogéneas, como en el caso de los
Estados Unidos.

El contexto: factor determinante
externo

El centralismo interno aunque sólo fuera
inconscientemente desatará todas sus armas y todas sus
furias, viejas y nuevas, contra la idea y contra el proyecto.
Sino, fundamentalmente, porque el centralismo como está
visto, no depende tan sólo del contexto interno, y no
depende sólo de la forma de organizar el
gobierno.

Es importante resaltar que el des centralismo por
sí solo no representa símbolo de
descentralización tal es el caso de Argentina, Brasil y
México, siendo repúblicas federales, son no
obstante países centralizados, aunque por cierto en una
situación sensiblemente menos comprometedora y grave que
la del Perú.

El contexto que define a los pueblos de América
latina como republicas unitarias o como republicas federales es
el contexto de Octava Ola de la civilización occidental
que simboliza la del capitalismo mundial bajo hegemonía
norteamericana.

La hegemonía norteamericana se ha impuesto
virtualmente en todo el planeta. Hay pues virtualmente un
sólo centro, y todo el resto forma parte de "su
periferia". Es decir, Estados Unidos ha convertido el centralismo
en un fenómeno planetario.

A lo largo de la historia, y en tanto perdura la
hegemonía, todo lo que inadvertida o deliberadamente
imponen los centros hegemónicos, se termina convirtiendo
en una moda, que se generaliza y reproduce en el área de
influencia, pero fundamentalmente dentro de los pueblos que no
tienen cómo contrarrestarla.

Así, el mega–centralismo global da origen
al centralismo en los países, y dentro de éstos al
centralismo en las regiones, y dentro de éstas al
centralismo en las provincias, y dentro de éstas al
centralismo en los distritos No nos engañemos, es un
asunto de siglos; este término pretende mostrar la
significativa diferencia que existe entre la progresión
histórica de algunos países desarrollados
(Japón,Suiza, Inglaterra y Estados Unidos para el que
hemos forzado el esquema) con la de los países
subdesarrollados de América Latina.

-Japón es el único que nunca ha
experimentado en su territorio la hegemonía de una
potencia imperial. Nunca ha sido colonia.

-Suiza e Inglaterra, en cambio, han tenido en su
experiencia, durante varios siglos, la hegemonía
romana.

-Estados Unidos (como un brazo de la experiencia de
Inglaterra, mas no en la experiencia de los pueblos nativos de
Norteamérica, que fueron virtualmente exterminados); han
ido alcanzando cada vez mayor desarrollo y riqueza, estos
pueblos, durante los períodos de hegemonía del que
han sido protagonistas en los últimos siglos, han
incrementado su riqueza con la que extrajeron de sus colonias, y
con la que siguen extrayendo de los espacios económicos
que tienen absolutamente dominados.

– América Latina, en cambio, hace cinco siglos
que ven frustrada la realización de su Proyecto Nacional,
sometidos sucesivamente a la hegemonía de España,
Inglaterra y Estados Unidos, y otros a la de Portugal, Holanda o
Francia; hacia cuyos territorios, de muy diversas formas, han
transferido y siguen transfiriendo riqueza.

El grafico presentado a continuación muestra
el esquema del proceso histórico de algunos
países

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Un déficit histórico
inverosímil

Desangrado y destruido durante largos tres siglos por el
imperialismo español, prolongado luego el saqueo, por
otros dos siglos, por los imperialismos inglés y
norteamericano, los sucesivos imperialismos han creado en el
Perú un déficit históri-co
gigantesco.

Para alcanzar los estándares de otros
países subdesarrollados de América Latina aquellos
que no sufrieron tan gravemente la explotación del
imperialismo español, el Perú requiere, como
mínimo y de acuerdo a estimados propios hacer un
impresionante esfuerzo de inversión y, aunque sólo
estimado para 20 años, un enorme incremento en algunos
rubros del gasto social a cargo del Estado.

El objetivo de Perú se presenta a
continuación:

Objetivo Inversión

Infraestructura de comunicaciones 185,250

Vivienda e infraestructura Urbana 154,100

Seguridad ciudadana * 10,000

Educación y Salud * 44,200

Desarrollo agropecuario 10,750

Desarrollo turístico 7,500

Nuevos puestos de trabajo 95,000

El total se eleva a la gigantesca cifra de 506 800
millones de dólares.

Déficit de las carreteras del
Perú.

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El análisis que se podría dar al respecto
es que si hoy la capacidad de inversión de Perú es
del orden del 15 % del PBI si pudiera crecer excepcional y
sostenidamente a un ritmo promedio de 5 % anual, se
tendría que esperar por lo menos 105 años para
equiparar al Perú con el nivel promedio de desarrollo
infraestructural de los países mejor equipados de
América Latina. Pero, además, siempre que ellos
crezcan solamente a un ritmo promedio anual de 2 %

El difícil contexto
internacional

El reto que tienen los peruanos es gigantesco,
proporciones sobre las que nunca han tenido conciencia. Entre
otras razones, porque las verdaderas magnitudes del
desafío siempre han sido esquivas, o, en su defecto,
porque de manera deliberada han sido sistemáticamente
ocultadas a los pueblos del Perú.

Este pueblo tiene derecho a mejores condiciones de vida,
en el hogar y en su propio entorno se deben trata de hacer lo
posible por mejorarlas.

Descentralización: no una sino la
condición indispensable para el desarrollo.

Si se toman en cuenta cada uno de los países
desarrollados del Norte desde Japón , pasando por estados
unidos y España , hasta Alemania , Suecia y los
demás se debe de tener en cuenta consideraciones
importantes.

  • 1- Han alcanzado el desarrollo países
    con culturas, idiomas y condiciones geográficas y
    naturales muy diferentes.

  • 2- Todos, sin excepción, son sin embargo
    al propio tiempo desarrollados y no centralizados; es decir,
    la descentralización sí es pues un común
    denominador del Desarrollo.

  • 3- Históricamente, sin excepción,
    el no–centralismo es decir, la dispersión
    natural de la población y de las actividades
    económicas en los correspondientes territorios de esos
    países– ha estado presente antes de alcanzarse
    el Desarrollo

En vista de todo lo anterior expuesto Perú tiene
doble compromiso descentralizarse y desarrollarse; porque
ciertamente el reto no es descentralizar la pobreza, mientras
cada uno de los pueblos del Norte fue alcanzando el Desarrollo
dentro de su propio contexto nacional absolutamente
descentralizado, Peru tratara de emprender la tarea del
Desarrollo a partir de un grave centralismo.

Pero también seguirá siendo adverso en el
contexto internacional en tanto no sean capaces de
diseñar:

  • 1- La propia y adecuada estrategia de
    descentralización y desarrollo.

  • 2- La más adecuada estrategia de dialogo
    negociación y concertación con los organismos
    internacionales.

Pero principalmente algo con lo que primordialmente se
debe luchar que es responsabilidad directa e inexcusable de las
mismas personas peruanas

El difícil
contexto internacional actual

La hegemonía
norteamericana

Hoy ya ningún economista del mundo, ni siquiera
el más recalcitrantemente norteamericano, duda de la
hegemonía real y efectiva de los Estados Unidos sobre el
resto del mundo, pero, en particular, sobre las economías
y en el fondo las sociedades de todos los países de
América Latina. Un solo dato es reveladoramente
suficiente: la economía norteamericana es cuatro veces la
de toda América Latina.

El control norteamericano de las políticas reales
y efectivas que imponen directamente esos dos
importantísimos organismos multilaterales, Lo cierto es
que, en las actuales circunstancias, agobiados por la
pobrísima capacidad de ahorro interno y por la
insoportable magnitud de la deuda externa, el gobierno de
Perú ha sido presas que con enorme facilidad y docilidad
se han tragado las pastillas de las "recetas" del FMI y el BM, o,
si se prefiere, unas desagradables e ineficaces "pastillas de
alquitrán".

Veletas o marionetas

A pesar de que "históricamente América
Latina ha tenido más independencia intelectual que
cualquier otra región" en la práctica las
políticas económicas aplicadas en nuestros
países se han diseñado o inspirado generalmente
afuera. Para Perú, seguir a pie juntillas la "moda", las
han aceptado siempre como "las adecuadas para alcanzar el
Desarrollo.

Dejándose guiar por la moda en los años
cincuenta se colocó de moda keynesianismo norteamericano,
y porque eran la "moda", fueron puestas en práctica por
gobiernos, pero sin que ninguno reparase en que en ellas no
había ninguna palabra en relación con la
"descentralización.

El "keynesianismo" fue la primera ineficiente que se
obligó a adoptar. La pregunta es si ¿el estado
había sido "el Estado" el secreto del Desarrollo que ya
habían alcanzado los países del Norte al iniciarse
el siglo xx? No, el secreto del Desarrollo de los países
del Norte no había sido la "preponderante
participación del Estado en la Sociedad". Los secretos
habían sido, por el contrario, y principalmente, la
"descentralización política", la alta
predisposición al ahorro y la inversión, y la
consecuente y cuantiosa "inversión descentralizada",
realizada no en pocas décadas sino durante
siglos

La Receta del "estatismo
keynesiano"

  • 1- la tecnocracia internacional del FMI, el BM
    y el resto de Instituciones Financieras
    Internacionales;

  • 2- la profesión económica
    estadounidense y la pléyade de PhD"s latinoamericanos
    en Economía que luego de ser formados y graduarse en
    Norteamérica han llegado a nuestros países a
    ocupar importantísimos cargos en el manejo de los
    asuntos económicos y financieros.

  • 3- el Gobierno de los Estados Unidos –el
    "amo no tan encubierto" los intereses comerciales de
    Occidente –los "amos encubiertos".

La novísima "pastilla de
alquitrán"

La nueva receta, la del "Consenso de Washington". Sus
diez componentes son:

1) Disciplina fiscal;

2) Una sola tasa de cambio (la que fije el
mercado).

3) Apertura comercial (con arancel bajo y
uniforme).

4) Apertura financiera (los intereses los fija el
mercado);

5) Reforma fiscal (ampliación de la base
tributaria y cambio de impuestos directos por
indirectos);

6) Prioridad del gasto público en
infraestructura, salud y educación);

7) Promoción de la inversión extranjera
directa;

8) Privatización de las empresas
estatales;

9) Desregulación (eliminación de barreras
burocráticas a la actividad económica)

10) Asegurar y ampliar el derecho de
propiedad.

Los intereses, siempre los
intereses

Es en el hueco de los grandes intereses
económicos y políticos de Norteamérica e
Inglaterra donde se encuentra ciertamente presente, aunque
magníficamente oculta y bien disimulada, la profunda
consistencia de esa aparente dualidad.

En el contexto de la Guerra Fría, los Tigres del
Asia pertenecían al área más sensible de la
frontera geopolítica entre el capitalismo y el comunismo.
Y como los países desarrollados tienen una gran conciencia
de la importancia económica, política y militar de
sus fronteras, a cualquier precio, incluso al de quebrantar las
leyes del Mercado, alentaron al grupo de los Tigres del Asia para
que se convirtieran en la mejor vitrina de los éxitos del
capitalismo.

En cambio, en América Latina, ya no había
urgencia porque ya no había peligro: la Unión
Soviética apenas podía seguir apoyando
económicamente a Cuba.

La revolución comunista había dejado de
ser una amenaza en América Latina y no había
necesidad de violentar nada, menos las impasibles leyes del
Mercado.

El doble código monetarista se explica porque en
el Asia era conveniente una política económica del
heterodoxo cuasi-estatismo keynesiano y en América Latina
convenía la ortodoxamente monetarista. Mas no es que
aquélla conviniera a los Tigres del Asia y ésta
conviniera a los pueblos de América Latina, ambas,
convenían invariablemente sólo a los grandes
intereses del capitalismo mundial.

Quizá la mejor prueba de ello es el hecho de que
terminada la Guerra Fría, derribado el Muro de
Berlín, disuelta la Unión Soviética,
eliminado el gran peligro de contaminación y
expansión comunista en Asia, los portaestandartes del
capitalismo mundial, de la noche a la mañana, abandonaron
a su suerte a los Tigres del Asia, y éstos, casi sin saber
bien cómo ni por qué, ingresaron a una crisis
económica fenomenal de la que aún no se reponen del
todo.

En definitiva, debe quedar bien claro a todos que el
asombroso surgimiento de los Tigres del Asia y su no menos
lamentable caída, han sido, una vez más, milagro y
obra de Washington con el incuestionable apoyo de Londres y las
otras capitales del Norte.

Las profundas inconsistencias del sistema
del Consenso de Washington

Debemos tener clara conciencia de que el popular sistema
del "Consenso de Washington" carece de apoyo científico y
hasta puede decirse que es sospechosamente incompleta.

En efecto hay graves notorias y omisiones, pero
también no está libre de inconsistencias y de
parcialidades tendenciosas que desnudan su carácter
ideológico, subjetivo e interesado, que
científico.

  • 1. La primera omisión, es el hecho de
    que en el sistema del "Consenso de Washington" bajo
    ningún aspecto se intenta enfrentar el grave problema
    del centralismo de nuestros países.

  • 2. En segundo lugar, en el sistema del
    "Consenso de Washington" se confunde y no se hace distingos
    entre mercado y mercado real, atribuyéndole a
    éste la capacidad de asignación racional de los
    recursos que sólo tiene el mercado. Esto es el mercado
    ideal, el mercado de competencia perfecta y el mercado
    teórico, que sólo existe en libros y en la
    mente de algunos economistas.

  • 3. El sistema del "Consenso de Washington"
    prohíbe en la práctica a nuestros países
    diseñar y establecer las mismas inteligentes
    estrategias económicas, de crecimiento y desarrollo,
    que sí se han aplicado y siguen aplicando
    consistentemente en el Norte, sea Estados Unidos, Europa o
    Japón, y que libremente se dejó practicar a los
    Tigres del Asia.

En efecto, cuando se trata de pensar en lo suyo, los
economistas del Norte sí son conscientes de que el mercado
no sólo no resuelve todos los problemas, sino que son
incluso conscientes de que espontáneamente el mercado ni
siquiera resuelve bien el conjunto parcial de aquellos problemas
que enfrenta.

De allí, las imperfecciones del mercado, los
economistas y políticos de los países del Norte
admiten e incitan que en sus territorios, sin
excepción:

  • Se proteja y hasta subsidie a la
    agricultura.

  • En muchos de ellos se proteja también a la
    industria, o específicamente a algunos tipos de
    industria.

  • Se deje en manos del Estado algunas actividades a
    las que se considera estratégicas.

  • 4. El sistema del "Consenso de Washington"
    habla consistentemente de la extraordinaria importancia de la
    inversión extranjera directa, en el entendido de que
    ella puede ser un aporte necesario para que nuestros pueblos
    logren el tan anhelado desarrollo.

Si bien, se refiere a la hipótesis de la
inversión extranjera como palanca del desarrollo, los
economistas de Washington tienen primero la obligación
moral, profesional y científica de responder y objetar
estas interrogantes y respuestas:

  • ¿Cuándo y dónde ha quedado
    comprobada esa hipótesis?

Nunca y ningún otro lado. Por primera vez, y al
cabo de miles de años de historia, recién se
está ensayando y experimentando ese sistema con resultados
aún inciertos en los países del Tercer
Mundo.

  • Si más de dos millones de millones de
    dólares invertidos hasta hoy en América Latina
    han reportado resultados insignificantes,
    ¿cuánto deberá invertirse para que
    realmente nuestros países alcancen el
    Desarrollo?

Pues una suma astronómica que hasta ahora, ni con
el auxilio de las computadoras nadie se ha atrevido a calcular,
lo que sería aún más dramático, nadie
se ha atrevido a revelar.

  • Y si como sospechamos, la suma fuera realmente
    astronómica, ¿en qué plazo podría
    concretarse ese aporte y en qué plazo
    alcanzaríamos el Desarrollo? ¿y por qué
    se silencia esos datos?

En uno y otro caso de bastante más que de un
siglo. Y se calla en todos los idiomas para evitar el
escándalo y la vergüenza del engaño al que
inicuamente se nos viene sometiendo.

  • ¿Estados Unidos, Inglaterra, Francia,
    Alemania, Suiza o Japón, alcanzaron acaso el
    Desarrollo con la contribución de la inversión
    extranjera?

No. Por lo menos no con la inversión extranjera
directa y voluntaria. Porque la participación cuantitativa
de esa inversión extranjera directa y voluntaria en el
Desarrollo de esos países ha sido absolutamente
irrelevante.

  • ¿Reconocen los afamados economistas de
    Washington que ha habido en la historia otro tipo de
    inversión extranjera, la indirecta e involuntaria, que
    sí fue una contribución decisiva al
    enriquecimiento de muchos de los países Desarrollados
    de hoy?

No. Nunca lo han admitido, aunque históricamente
resulta una verdad irrebatible y monumental como las
Pirámides de Egipto.

  • ¿Debemos seguir considerando
    homogéneas todas las formas en que se presenta la
    actual inversión extranjera directa? ¿Tienen
    todas acaso el mismo impacto en los subdesarrollados
    países anfitriones?

No. No son ni debe seguirse considerando iguales a todas
las formas de inversión extranjera directa.

En resultado, no se requiere una gran
especialización en Economía para apreciar el
sustancial y distinto impacto, crecientemente positivo, que
tendrá el país anfitrión.

  • 5. El sistema del Consenso de Washington habla
    consistentemente de apertura comercial. Esto es dejar que las
    mercancías circulen libremente y sin tropiezos de un
    país a otro.

En realidad, no se trata de otra cosa que de ampliar
sistemáticamente los mercados a los productos del Norte
que, con productos manufacturados, concentra el 80 % de la
producción mundial.

  • 6. También el sistema del Consenso de
    Washington habla consistentemente de apertura financiera.
    Esto es dejar que los capitales circulen sin tropiezos
    libremente por el mundo.

Una vez más, el sistema encubre un sesgado e
interesado propósito: que los capitales del Norte (el
acreedor) circulen libremente y sin restricciones en el Sur (el
deudor), ingresando y saliendo de éste en el volumen y en
el momento que lo impongan los intereses del Norte.

Aunque la mayor parte de los economistas olvidan y dejan
de tenerlo en cuenta, el fin de la Guerra Fría ha hecho
más urgente al Norte, y en particular a los Estados
Unidos, la exigencia de la apertura financiera del
Sur.

Y es que con el fin de la Guerra Fría han quedado
libres los inmensos flujos de capital con los que Estados Unidos
se había convertido en el mayor deudor mundial.

  • 7. Para terminar, El sistema del Consenso de
    Washington incurre en una omisión de evidente
    inconsistencia. En efecto, como está dicho, en ella se
    reclama, proclama e impone el derecho a la libre
    circulación de mercancías y de
    capitales.

Las mercancías, como es de saber, son el
resultado final del proceso productivo y en éste, como
también se sabe, los factores que intervienen,
además de la tierra y las fábricas son:

  • El capital.

  • El trabajo.

La teoría económica, y no de ahora sino
desde bastante tiempo atrás, reconoce
explícitamente que la existencia de mercados de
competencia perfecta pasa por la libre circulación del
capital y del trabajo.

Es por ello que reclamar el derecho a la libre
circulación del capital y al propio tiempo dejar de
reclamar el derecho a la libre circulación del trabajo es
una omisión deliberada y simultáneamente, una
inconsistencia inexcusable. Y a explicación es muy
simple.

Debe buscarse una vez más en torno a los
intereses de los grandes centros de poder
político-económico del Norte.

Ciertamente, cuando a través del FMI y del BM
reclaman e imponen el derecho a la libre circulación del
capital, están objetivamente actuando en función de
sus intereses, su conveniencia: ampliar los mercados de sus
capitales financieros, para así obtener mayores ganancias
y dividendos. Ya que son conscientes de que ese reclamo y esa
imposición invariable los benefician y los enriquece
aún más.

  • 8. Pero hay todavía otra seria y grave
    omisión en el sistema del Consenso de
    Washington.

En efecto, debería consignarse el grave e
importante tema de las cuantiosas deudas que agobian a los
pueblos del mundo.

Hoy el FMI, el BM, el Club de París, las agencias
financieras internacionales y los países acreedores,
legítimamente y con todo derecho reclaman a los pueblos
del Sur el pago puntual de sus compromisos financieros
internacionales.

Les preocupa seriamente la cuantiosa magnitud a la que
ha llegado la Deuda Externa en cada uno de nuestros
países, y la cuantiosa cifra a la que ha llegado la suma
total.

Para nadie es un secreto que los afamados programas de
ajuste que impone el FMI a nuestras economías no tienen
tanto el propósito de alentar el Desarrollo de nuestras
sociedades, sino garantizar a los acreedores el pago puntual de
las cuotas de la Deuda Externa. En realidad, hasta podría
decirse que, legítimamente, el FMI actúa como un
interventor.

Importantísima clarinada de
alerta

Esa parte del sistema es quizá el menos nuevo de
sus componentes. Tanto que tiene ya largamente casi un siglo de
vigencia. Más aún, es uno de los principales
paradigmas con los que se forman los economistas de casi todo el
mundo.

El sistema de la bondad genérica de la
inversión extranjera directa ha estado
sustentándose en los principios más profundos de la
teoría económica neo-clásica.

Ella sostenía que todos los productos son
básicamente iguales entre sí. Se debe a ello que
resultaba tan bueno para las sociedades que se estableciese una
fábrica de jabones que una de automóviles, por
ejemplo.

A partir de allí, se dedujo que era igualmente
benéfico para nuestros países que se instalara
entre nosotros una transnacional para producir muebles o
tractores u otras para extraer hierro, cobre, petróleo,
gas natural o fosfatos.

Con ese sustento teórico, desde hace ya bastante
tiempo, empezaron a llegar a nuestros países innumerables
empresas transnacionales.

Las primeras, como está dicho, actuaron con
desenfreno e inescrupulosa voracidad, interviniendo incluso
descaradamente en la vida política de nuestros
pueblos.

Hacia los años cincuenta, empezaron a surgir las
primeras voces de alerta. En efecto, lúcidos intelectuales
empezaron a advertir que en nuestro suelo recalaban sólo
empresas transnacionales exclusivamente orientadas a la actividad
primario-extractiva: plátano, azúcar, café,
cacao, algodón, caucho, petróleo, cobre, hierro,
zinc, tungsteno y harina de pescado.

Pronto sin embargo quedó en evidencia que al
propio tiempo que éramos grandes exportadores de materias
primas, también éramos grandes importadores de
productos industrializados cada vez más
elaborados.

En la década de los sesenta, quedó en
evidencia que los productos que exportábamos eran cada
año más barato, y los productos que
importábamos eran cada año más caros. Esto
se debía a que cada año teníamos que
exportar y trabajar más.

Nuestras exportaciones de materias primas eran cada vez
más baratas por la conjunción de dos razones: por
un lado, la oferta de materias primas había aumentado
considerablemente, en tanto que las propias transnacionales, en
competencia, habían instalado empresas extractivas en
muchos lugares del mundo. Del otro, en el desarrollo
tecnológico surgió la disminución de la
demanda. Sólo uno de esos factores habría sido
suficiente para deprimir los precios.

La presencia de ambos factores llevó sin remedio
los precios al suelo. Más las propias transnacionales
extractivas no salieron perjudicadas ni con la caída de
los precios ni con la caída de la demanda. Es decir, la
crisis estructural que habían suscitado no las
afectó porque ellas pertenecían a grandes cadenas
de integración productiva en las que lo que habían
dejado de ganar en la actividad extractiva, lo recuperaban con
creces en sus actividades de transformación
industrial.

Desafortunadamente, allí no queda todo. Los
economistas peruanos Santiago Roca y Luis Simabuko, acaban de
hacer una importante científica que directamente tiene que
ver con lo que venimos analizando.

Las contradicciones políticas y económicas
de Roca y Simabuko son enormes. El país debe prescindir y
ahuyentar la inversión extranjera, y ni siquiera en las
actividades primario-extractivas. Algunas de ellas
son:

  • 1. El país debe diseñar y poner
    en práctica una estrategia de desarrollo industrial y
    de servicios en la que cada vez los productos finales tengan
    más valor.

  • 2. El país debe diseñar y poner
    en práctica una estrategia de desarrollo a resultas de
    la cual cada vez más dejemos de producir en
    actividades con rendimientos decrecientes, y cada vez
    más nos orientemos a ofrecer bienes y servicios con
    rendimientos crecientes.

  • 3. El país, en acuerdo con las empresas
    involucradas, nacionales y transnacionales, debe proponerse
    firmemente incorporar cada vez mayor tecnología a las
    actividades extractivas porque contribuiría a
    incrementar los estándares de vida de la
    población.

  • 4. El país, en acuerdo con las empresas
    involucradas en actividades primario-extractivas, nacionales
    y transnacionales, actuales y futuras, debe proponerse
    firmemente incursionar en actividades de
    transformación industrial progresivamente cada vez
    más elaboradas, tanto para el mercado interno como
    para la exportación.

  • 5. La reducción del índice de
    participación de las actividades primario-extractivas
    en la economía del país no puede dejarse a la
    acción libre del mercado, porque los resultados que se
    obtienen por esa vía son pobrísimos.

  • 6. El crecimiento y el nivel de vida depende
    del tipo de bienes y servicios que un país
    produce.

  • 7. Finalmente se debe enfrentar la nueva era de
    globalización y comercio logrando que se asegure la
    producción de aquellos bienes y servicios que generen
    un crecimiento más rápido y una mejora en el
    nivel de vida para todos. Pues bien, todos estos lineamientos
    significan en términos prácticos lo
    siguiente:

  • A. El país no debe aceptar ninguna nueva
    inversión en actividades primario-extractivas si no
    incluyen por lo menos las actividades de
    transformación industrial inmediatamente
    subsecuentes.

  • B. En tal sentido, en negociaciones
    absolutamente limpias y transparentes, con la
    participación de los mejores especialistas, con la
    participación de las regiones involucradas y
    respetando su aspiraciones y legítimos intereses,
    debemos ser capaces de ofrecer los mejores estímulos
    posibles a fin de concretar inversiones en las que la
    actividad primario-extractiva se complemente con actividades
    de transformación industrial.

Las lecciones que nos deja todo
esto

Como afirma el título de esta sección,
debemos ser capaces de sacar partido a todas y cada una de las
oportunidades favorables que se nos presentan, hasta las
más insignificantes.

Debemos sacar el mejor partido a las propias indudables
contradicciones en las que visiblemente cae el Norte. Sin
embargo, nuestra actitud y nuestra conducta deben ser
absolutamente responsables y respetuosas.

Se trata, por el contrario, de llegar a alcanzar una
estatura moral respetable que, a pesar de las diferencias
notables de poder político efectivo con que nos supera el
Norte, nos coloque en el diálogo y la negociación
en pie de igualdad frente a él.

La próxima y Novena Ola de la
historia.

Por múltiples razones, pues, a diferencia de
todas las experiencias históricas precedentes, esta vez a
la luz de la economía, la sociología, la
psicología, la propia historia y otras ciencias sociales,
el tránsito entre la ola actual y la siguiente, viene
siendo objeto de atenta observación, y en especial sobre
las formas y evidencias en que se viene manifestando.

Y no puede dejar de preocupante el hecho de que,
ostensiblemente, Japón también apunta a mantener el
megacentrismo mundial y, en consecuencia, a convertirse
también en firme obstáculo para nuestros intentos
de descentralización.

Una propuesta para la
descentralización del Perú

La mayoría de los textos que han enfrentado el
tema de la descentralización, ubicándolo en un
contexto histórico y económico, han puesto
énfasis en los aspectos administrativos y legales del
asunto; y, por lo general se han quedado en ellos. Esos asuntos,
sin embargo, ni son los únicos ni los primeros a
enfrentar. Entonces se diseñaran tres líneas de
conducta que deben imponerse en el país de Perú y
grandes lineamientos estratégicos que se creen
indispensables para alcanzar el trascendental objetivo
estratégico de la descentralización.

TRES DECISIVAS Y TRASCENDENTALES
LÍNEAS DE CONDUCTA.

Se ha escrito bastante en el Perú respecto de la
necesidad de imponer nuevos valores y estilos;
según:

  • José María de Romaña, dice que
    "urge una nueva cultura de esfuerzo, cumplimiento de los
    compromisos, competitividad, calidad total, ética,
    imaginación, audacia, disposición al cambio y a
    la innovación, visión de futuro, pensamiento
    aplicado, gobernabilidad, iniciativa privada al
    máximo, etc.", para desarrollar a
    Perú.

  • Ricardo Tenaud, ha puesto énfasis en que se
    debe desterrar: la negligencia, la apatía, la
    resignación, la falta de sentido de responsabilidad,
    la falta de honradez, el incumplimiento de la ley, el
    despilfarro; y que, al propio tiempo, debe imponerse el
    cuidado, la previsión, la fiabilidad, la disciplina,
    el rigor y la organización, pero también el
    respeto al público.

Ninguno de estos valores o virtudes, ni individualmente
ni en conjunto, conducen por sí mismo al desarrollo.
Quizá la mejor prueba de ello la constituye el hecho de
que millones de personas llenas de esos defectos que hay que
desterrar, asumen como por encanto todas y cada una de las
virtudes señaladas cuando se trasladan a vivir y trabajar
a los países del Norte.

Sin duda se quiere desterrar todos y cada uno de los
defectos que se ha señalado, y a imponer esa larga lista
de virtudes. Pero se cree que más importante resulta que
se impongan tres líneas de conducta
trascendentales:

  • El diálogo: un camino lento pero seguro.

El paternalismo y el autoritarismo son
básicamente incapaces de un diálogo
auténtico; ellos no entienden, ni entenderán
jamás, que el diálogo, aunque es el camino
más lento que la imposición, es un vía
más segura, el verdadero diálogo sólo
podrá darse en el contexto de la descentralización;
el pueblo de Perú debe de terminar por imponer el dialogo
para que este sea el principal estilo de conducta, tanto como
individuos y como organismos, distritos, provincias departamento
o regiones.

  • El derecho a decidir y equivocarnos.

El centralismo autoritario pretende cercenarle al
país de Perú su derecho a tomar decisiones y a
errar; siendo, como es, la única forma de aprender. Bien
se sabe que el hombre y los pueblos sólo aprenden por
ciencia y por experiencia; más también se sabe que,
respecto al desarrollo, aún no hay ciencia del todo
conocida. Y lo poco que se conoce, se conoce mal, siendo entonces
que el único camino disponible es la experiencia. Entonces
el pueblo debe experimentar ya que ellos mismos tendrán el
derecho de criticarse y evaluarse constructivamente.

  • Estímulo, cada vez más
    estímulo.

Estímulo y sanción, son los dos grandes
recursos para formar y educar a los individuos, pero
también a los pueblos. En cambio el paternalismo ha creado
una sociedad virtualmente esquizofrénica; no porque no
existan el estímulo y la sanción, sino porque se
aplican exactamente en el sentido inverso a como se
debería. Entre nosotros, históricamente, se
estimula o premia lo que se debe castigar, y se castiga o
sanciona lo que se debe premiar.

Entonces debe imponerse esta otra y sana
política: premiar, sin excepciones, siempre que realmente
corresponda y en proporción al mérito; y sancionar,
sin excepciones, siempre que realmente corresponda y en
proporción al delito. Cuando esto ocurra, también
como por encanto, asomarán y se difundirán todas y
cada una de las virtudes de las que nos hablan De Romaña,
Tenaud y Mavila, y adquirirán proporción marginal
los defectos que ellos mismos señalan.

GRANDES LINEAMIENTOS
ESTRATÉGICOS.

  • Hacia una República Federal.

Perú tiene, quizá como ningún otro
país en América Latina, razones objetivas y
suficientes para ser una República Federal; por el
contrario, no existe razón ni condición objetiva
alguna para ser, como es, una República
Unitaria.

Los pueblos del Perú, tienen legítimo
derecho a constituir una República Federal, y es necesario
que adquieran conciencia de que ese debe ser el centro principal
de sus preocupaciones políticas inmediatas y mediatas,
fundamentalmente por el hecho de que la centralista
Constitución Política del Perú, pensada y
redactada, es un obstáculo que es imperioso e
imprescindible remontar.

Los pueblos del Perú deben presionar al actual y
todos los gobiernos que sea necesario, hasta cambiar la
Constitución y que ésta reconozca la existencia de
un Perú unitario pero federal.

  • El Gobierno Federal y Regiones Federales.

El país debe diseñar una clara
distinción entre las responsabilidades del gobierno
federal central y las de las regiones federales.

En tal virtud, el país debe proponerse como meta
que en un plazo que quizá no deba superar a 20 (veinte)
años el gobierno federal sólo maneje la
fracción de presupuesto general estatal que resulte
necesaria para el cumplimiento de dichos propósitos y que,
según experiencia de países desarrollados, no debe
pasar del 42–54 % del total, largamente distinto del 96 %
que controla hoy.

El resto, íntegramente, debe pasar a ser
administrado por los gobiernos regionales y los municipios
provinciales y distritales.

Responsabilidades del Gobierno federal
central:

a) Relaciones internacionales

b) Defensa nacional

c) Policía federal

d) Legislación de carácter
general

e) Jurado Nacional de Elecciones

f) Corte Suprema de la República

g) Definición de normas y parámetros
nacionales (en educación, salud, vivienda, actividades
productivas, transportes y comunicaciones, etc.)

h) Ejecución de grandes obras de interés
multiregional

i) Operación de proyectos de interés
general

j) Administración provisional y temporal de un
Fondo Nacional de Compensación que distribuya los "nuevos
ingresos" a las regiones con menos recursos.

Responsabilidades de los gobiernos de las regiones
federales y/o provincias:

a) Policía regional

b) Legislación de carácter
regional

c) Jurado Regional de Elecciones

d) Corte Superior

e) Adecuación de las normas y parámetros
nacionales y definición de las normas y parámetros
regionales.

f) Ejecución de obras de interés
regional.

g) Operación de proyectos de interés
regional

h) Las provincias y/o distritos, según
corresponda en cada caso, deben asumir íntegramente las
responsabilidades de manejar y operar los establecimientos de
educación y salud que hoy maneja el Estado.

  • No uno sino mil responsables.

El país no puede seguir siendo manejado por una
persona, el poder y los recursos estatales que hoy absurda e
ineficientemente se concentran en una persona, debe ser
transferido a 10 000 ó 12 000 personas en todo el
territorio nacional.

A fin de mantener el mínimo de coherencia que hoy
se da en torno a las elecciones generales y municipales, la
elección de los gobiernos regionales debe representar el
derecho de los presidentes regionales a conformar libremente,
pero como resultado del diálogo interno, sus propios
gabinetes de secretarios regionales.

  • Los gobiernos y su duración.

Se debe desterrar de una vez por todas, el mecanismo y
derecho constitucional a la reelección. Por lo
demás, y aunque mucha gente interesadamente se niegue a
admitirlo, la reelección, querámosla o no, implica
invariablemente el mal uso de los recursos económicos y
políticos del aparato oficial, malgastándose en la
propaganda oficialista, ingentes recursos que deberían
tener propósitos de inversión, nobles y
constructivos.

  • El Presupuesto del Estado: instrumento
    decisivo.

Durante el proceso de transferencia de las
responsabilidades del actual Estado centralista a las regiones,
el Presupuesto del Estado Peruano debe constituirse en un
importantísimo instrumento descentralizador. En
efecto:

  • a) Trasladar, dentro del cronograma
    preestablecido, año a año, sin
    excepción, cada vez más recursos a las regiones
    y provincias, representará un reto formidable y una
    experiencia altamente aleccionadora.

  • b) A fin de expresamente fomentar la
    descentralización, en tendencia
    sistemáticamente creciente hasta alcanzar una meta
    razonable, y luego progresivamente decreciente, los sueldos y
    salarios de la administración central y regional deben
    claramente privilegiar a quienes trabajan fuera de Lima y a
    quienes trabajan cada vez más lejos de los centros
    regionales.

  • Agroindustria, turismo y oro: opciones
    estratégicas.

Perú tiene tres rubros en los que cuenta con
ventaja comparativa absoluta respecto de la mayor parte del resto
de los pueblos de la Tierra:

  • 1) Su riquísima potencialidad
    agronómica, en razón de su azarosa pero
    virtuosa combinación de latitud geográfica y
    diversidad de pisos ecológicos

  • 2) Su enorme potencialidad
    turística

  • 3) Su gigantesca potencialidad minera, a
    disposición de una masiva, mediana y pequeña
    minería, y, en particular, del larguísimo
    afianzamiento histórico, de minería en
    lavaderos de oro.

De manera asombrosa y extraordinaria estas tres grandes
potencialidades están increíblemente repartidas a
lo largo y ancho del territorio nacional. Las tres son de una
potencialidad descentralista enorme. Ninguna de ellas, sin
embargo, ha sido puesta aún, decidida y audazmente, al
servicio del Proyecto Nacional Peruano.

Desde una perspectiva, el Proyecto Nacional que
Perú deberá poner en ejecución desde los
primeros días del siglo XXI será apoyarse en tres
pilares fundamentales:

  • 1) La agricultura tecnificada

  • 2) El turismo

  • 3) La explotación masiva de la riqueza
    minera y aurífera

Son los tres más importantes rubros de nuestra
economía en los que el país tiene ventaja
comparativa absoluta.

  • Incentivos sólidos y de muy largo plazo.

Ninguno de los incentivos que en algún momento
han sido creados y puestos en práctica en Perú
fueron diseñados pensando realmente en los intereses y en
el futuro del país. Sin embargo, en el contexto de un gran
proyecto de descentralización, debemos ser capaces de
diseñar incentivos realmente contundentes, decisivos y
persuasivos, que, además sean de largo plazo: 150 y hasta
200 años, inmodificables, que den una clara, transparente
e indubitable señal a todo nuevo inversionista, peruano o
extranjero.

Por lo demás, los estímulos e incentivos
deben restringirse, casi única y exclusivamente, a las
tres actividades consideradas estratégicas y palancas de
nuestra descentralización y desarrollo: las actividades
agropecuarias y afines, las actividades de producción y
servicio relacionadas con el turismo, y las actividades de
producción y servicio relacionadas con la
explotación de lavaderos de oro y otras formas de mediana
y pequeña minería.

Por excepción, y durante por lo menos un plazo de
100 años, debe incentivarse también, decidida y
resueltamente, sin excepción, a todas las nuevas
actividades productivas y de servicios, de todo género,
que se establezcan en las áreas de frontera con los
países vecinos, dentro de, por ejemplo, los 100
kilómetros adyacentes a las mismas.

Y, sin retaceos de ninguna índole, deberán
gozar de éstos y los otros incentivos, aquellas empresas o
inversiones que, instalándose en áreas de frontera,
correspondan al propio tiempo a una o más de las tres
actividades consideradas estratégicas.

Fiscalización y
sanciones.

Debe ponerse en práctica en el país una
agresiva, sólida y consistente política de
fiscalización y sanciones a todas las formas abiertas y
encubiertas de uso ilícito de los estímulos
económicos, a fin de garantizar una mayor eficiencia,
tanto en la concesión de los estímulos, como de la
ejecución de la fiscalización y de la
administración de las sanciones.

  • Premios y reconocimiento.

En Perú no ha habido nunca una consistente y
generalizada política de premios y reconocimiento a los
individuos o grupos que con su talento y esfuerzo estén
contribuyendo al progreso.

Todavía hay tiempo de empezar a hacerlo; mas, en
adelante, deben estar enmarcados y orientados en función
del gran objetivo estratégico: la
descentralización.

Deberá pues premiarse y reconocerse
públicamente todo aquello que la incentive y promueva,
todo aquello que objetivamente la vaya incrementando y
afianzando.

Pesca, minería, energía:
riquezas regionales.

Cada una de las distintas regiones del Perú debe
tener absoluta y clara conciencia de que los recursos naturales
de su suelo le pertenecen.

En palabras de Alfredo Pezo Paredes: "la
auténtica autonomía regional está en la
propiedad de que sus recursos naturales tengan los gobiernos
locales y regionales y en la clara convicción de aceptar
que el canon en su integridad les pertenece". Esto
constituirá una de las palancas fundamentales para la
construcción de las Naciones Regionales, en efecto, que
por fin deje de fluir hacia Lima el grueso de la riqueza generada
por la explotación de las grandes riquezas naturales
distribuidas a lo largo y ancho del país.

  • Lima: "inversión cero".

Perú no puede seguir concentrando el grueso de
sus más importantes inversiones para satisfacer
prioritariamente las exigencias de Lima, sea en energía
eléctrica, petróleo o gas, abastecimiento de agua
dulce, insumos o alimentos; o para resolver sus problemas de
comunicación como autopistas, trenes eléctricos,
entre otros. Así, es obligación de todos los
peruanos frenar a toda costa el centralismo asfixiante e
hipertrófico de Lima, y la forma más eficiente no
es otra que revertir la tendencia actual, es decir, pasar a
realizar la mayor parte de las inversiones del país fuera
de la capital actual.

  • Gobierno por objetivos.

El Perú por falta de un gran Proyecto Nacional, y
de los correspondientes y coherentes proyectos regionales, en
ausencia de objetivos generales y metas específicas, se
gobierna en función del voluntarismo y espontaneismo
gubernamental.

El país y sus regiones, provincias y distritos
deben ser capaces de diseñar un conjunto de objetivos
generales y de metas específicas para cada año y
para cada gestión de gobierno, en todos los niveles y en
todos los asuntos de interés público.

  • Una nueva capital para el Perú.

La capital del nuevo Perú, debe desplazarse a un
punto de los Andes centrales o de los Andes Orientales. La
necesidad de alcanzar este objetivo, y dotado de esas
características, debe formar parte de la conciencia
lúcida de todos los peruanos, sobre todo porque, a
diferencia de hace 30 o 40 años, los extraordinarios
avances de la informática y las comunicaciones a distancia
permiten hoy superar inconvenientes que objetivamente antes eran
insuperables, a menos que se incurriera en inversiones
descomunales.

  • Un reto histórico fenomenal.

Basta reconocer que en la antigüedad, desde hace ya
cuatro mil años, fuimos capaces de construir, en la
más difíciles y empinadas laderas de la cordillera,
hasta veinte millones de hectáreas de costosísimos
andenes.

Pues bien, esta extensa propuesta obedece
fundamentalmente a un propósito: a la necesidad objetiva
de demostrar que, incluso en el contexto de la dependencia
tecnológica, económica y financiera, dentro de un
proyecto absolutamente descentralizador, efectivamente un pueblo
puede explotar sus propios recursos de modo de generar excedentes
cada vez más grandes que le permitan financiar con
independencia y autonomía buena parte de sus gigantescas
carencias.

Conclusiones

Hemos podido concluir que existe una desproporcionada
conceptualización en el ámbito gubernamental acerca
del desarrollo regional, y a su vez de una muy marcada y real
falta de consenso político en torno a la necesidad
imperiosa de descentralizar y democratizar las instituciones
gubernamentales; así mismo, la crisis del sistema de
planificación y la preocupación existente por los
problemas de corto y plazo han restado audiencia y credibilidad
al discurso pronunciado por los entes gubernamentales en las
regiones, el cual a su vez no ha logrado comunicar las posibles
ventajas económicas y sociales que a mediano y largo plazo
representarían para las regiones.

Finalmente, es por demás oportuno poner de
manifiesto la íntima relación entre la
política de descentralización y el combate
a la pobreza. En consecuencia, en la medida en que el
país se centralice, y se debiliten las gobernaciones y las
alcaldías, el combate a la pobreza se hará
más difícil de lo que resulta hoy. De allí
entonces, que dentro de la institucionalidad territorial para la
superación de la pobreza, la política de
descentralización debe estar en lugar preferente. No hay
otra forma mejor para acercarse al ciudadano y hacerle
partícipe de la solución de sus problemas
más anunciantes. Por todo ello, la
descentralización y el combate a la pobreza son caras de
una misma moneda.

Recomendaciones

  • a) Darle forma y contenido a la
    Descentralización como política nacional para
    profundizar la democracia.

  • b) Poner en funcionamiento a los Consejos
    Locales de Planificación de los respectivos
    municipios, e insistir ante los gobernadores para que pongan
    en marcha a los Consejos Estadales de Planificación y
    Coordinación de Políticas
    Públicas.

  • c) Reformar varias de las leyes producto de la
    habilitante para eliminar lo que menoscabe a la
    política de descentralización.

  • d) Profundizar los procesos de
    modernización organizacional de los estados y
    municipios para elevar
    su eficiencia y eficacia.

Sólo dando a la
descentralización el lugar que le corresponde como
política para profundizar la democracia y acercar el poder
a la población, podremos hacer irreversible este proceso
político, disminuyendo la tensión entre federalismo
y centralismo.

Bibliografía

https://books.google.co.ve/books?id=XfQGGQyRL0EC&pg=PA138&lpg=PA138&dq=lineas+de+conducta+en+la+descentralizaci%C3%B3n&source=bl&ots=1kMEkGFitF&sig=LGwbkClrdx7JgQDsAiWw2UsvlYU&hl=es-419&sa=X&ei=7QLlVOS2F6qxsASR6oGADQ&ved=0CCgQ6AEwAg#v=onepage&q=lineas%20de%20conducta%20en%20la%20descentralizaci%C3%B3n&f=false

Libro descentralización si o si,
Versión en digital.

 

 

Autor:

Bermudez leidys

Indriago Lorian

Lara Yudrianis

Leal Karen

Docente:

MSc. Ing. Turmero Iván

Enviado por:

Iván José Turmero
Astros

CIUDAD GUAYANA, FEBRERO DE 2015

Partes: 1, 2
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