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La preservación de la paz y la amistad dominico-haitiana



  1. Contexto
  2. Convocantes
  3. Propósitos
  4. Marco
    teórico
  5. Anotaciones
    generales
  6. Recomendaciones
    finales

Contexto

Como una reacción de las Iglesias y de la
sociedad civil dominicanas se ha concebido el Foro por la
preservación de la  Paz y  la Amistad entre los
dos pueblos que comparten la soberanía de la isla; con el
entendimiento que los principios fundamentales que deben validar
las características esenciales de las relaciones dominico
haitianas han sido cuestionados por el repudiable asesinato de la
Señora Maritza Núñez el 9 de mayo 2005 en la
comunidad de Hatillo Palma y los sucesos posteriores.

En un manejo de la situación que se sustenta y
reproduce practicas de un pensamiento conservador ya superado, en
lo que se refiere a las relaciones que deben mantener en el
cuadro insular las dos naciones, organismos oficiales dominicanos
ejercieron una serie de medidas que no contribuyen a garantizar
la permanencia de un sistema de derecho en esta parte de la
isla. 

La existencia en la República Dominicana de una
migración haitiana es consecuencia directa de una realidad
económica, geográfica y política que no
podemos negar, dos estados con cerca de 19 millones de habitantes
en una isla de un poco mas de 70 mil kilómetros cuadrados,
obliga a que en función de los intereses nacionales de
cada una de las naciones, se establezca una visión que
enfoque sus objetivos a superar los males sociales vinculados a
la pobreza vista como una injusticia social que afecta en mas o
menor grado a haitianos y a dominicanos, en el marco de planes
conjuntos. Los cuales, conservando las particularidades de cada
una de las naciones que pueblan el espacio territorial insular,
asuman los desafíos comunes como parte integrante de sus
proyectos nacionales respectivos. 

Dominicanos y haitianos tenemos elementos comunes que
nos obligan a manejar las situaciones que se presenten con
criterios bien definidos y ponderados, que nos permitan,
establecer mecanismos de cooperación y colaboración
interinsular que liberen y dignifiquen nuestros dos pueblos,
permitiendo que entren en la modernidad que no es otra que el
reconocimiento y disfrute de su categoría de ciudadanos de
pleno derecho de dos estados nacionales
independientes. 

 Las improvisadas y precipitadas
 repatriaciones masivas que afectaron tanto a ciudadanos
haitianos como a dominicanos de origen haitiano, la inapropiada
campaña anti haitiana y la propuesta formulada en
Haití de implementar un boicot a los productos dominicanos
en Haití, el condenable doble asesinato de ciudadanos
haitianos: el pastor Belizaire Calixtre de 70 años y
Calinexte Pierre de 42 años, el 7 de junio 2005, las
inaceptables persecuciones de ciudadanos haitianos  y
dominicanos de origen haitiano en varios puntos del país
por ciudadanos dominicanos, lo cual contrasta con la convivencia
pacífica entre nacionales de los dos países, los
manejos incorrectos de organismos estatales ante dichos casos,
ignorando la imposición de la autoridad con equidad frente
a grupos en conflicto y los mecanismos legales para recibir las
quejas y denuncias de los ciudadanos en una sociedad organizada y
moderna, forman parte de un conjuntos de hechos que tienen que
provocar una seria preocupación de las sociedades
dominicana y haitiana comprometidas con la preservación de
la paz imprescindible para el desarrollo de los dos
pueblos. 

Es necesario resaltar frente a esta situación, y
respondiendo a una practica que se ha manifestado de manera
permanente en la historia de los dos pueblos, las acciones de
solidaridad entre dominicanos y haitianos protegiéndose y
asistiéndose unos a otros en los dos territorios en sus
momentos más críticos. 

Ciertamente que a nivel oficial las relaciones
bilaterales parecen no haber sufrido lesiones graves frente a
dicha situación, con las visitas de los cancilleres
haitiano General ® Herard Abraham y dominicano Carlos Morales
Troncoso, los días 17 de mayo y 11 de junio; sin embargo
las heridas causadas en ambos pueblos necesitan ser sanadas, no
solo por iniciativas similares, sino también, mediante la
implementación de acciones concretas de las autoridades de
ambos países.

Convocantes

El Diálogo Dominico Haitiano de las Iglesias
Evangélicas espacio de intercambios de lideres cristianos
dominicanos y haitianos y, con el apoyo de instituciones
católicas y civiles, Centro Dominicano de Asesoría
e Investigaciones Legales (CEDAIL), Casa del Caribe, Centro
Cultural Dominico Haitiano (CCDH) y la Fundación Zile, han
convocado el día 12 de Julio del presente año, un
Foro público, abierto y democrático para recabar de
distintos sectores de la sociedad dominicana su visión
sobre los tópicos abajo descritos como una manera de
contribuir con las autoridades dominicanas particularmente, y
llamar la atención de la contraparte haitiana, en el
tratamiento de un tema que necesita ser abordado desde
aquí, como desde Haití,  a partir de la
realidad obligada de la amistad, solidaridad, y
cooperación insular.

Los convocantes tomaron en cuenta los resultados de
reuniones en Hatillo Palma con autoridades locales, productores
agrícolas y legisladores interesados en el tema donde se
tocaron entre otros, temas relacionados con el crecimiento de la
inmigración haitiana y la necesidad de incorporar mas
dominicanos en las labores agrícolas de acuerdo a la ley.
Igualmente se considero las denuncias y/o intervenciones publicas
de Obispos Católicos y lideres cristianos de otras
denominaciones con relación al hostigamiento a personas de
piel oscura y Estudiantes haitianos legalmente establecidos en el
país. Asimismo los resultados de una reunión en el
local del Centro Dominicano de Estudios de la Educación
(CEDEE), el 23 de Mayo 2005 y otras acciones encaminadas
posteriormente, para ser analizados en un espacio mas abierto y
no exclusivamente el de los valiosos grupos y organizaciones que
trabajan con la comunidad haitiana y los dominicanos de
ascendencia haitiana en el país.

Propósitos

Elaborar un plan de acción para lograr los
siguientes objetivos:

  • Impulsar la reconciliación entre haitianos y
    dominicanos en Hatillo Palma y en  todo el territorio
    nacional

  • Ponderar la necesidad de revisión de los
    artículos de la nueva Ley de Migración que
    debilitan la paz y la armonía entre los dos
    países.

  • Analizar el tratamiento del tema haitiano en los
    medios de comunicación.

  • Fortalecer los mecanismos de solidaridad entre los
    dos pueblos de la isla.

La actividad se desarrolló en el Salón La
Mancha del Hotel Lina de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. con ponencias y
mesas de trabajo con la participación de 172 invitados
representando a 75 instituciones bajo la dirección de las
siguientes personas en  moderaciones, ponencias o
talleres:

1-     Lic. Lorenzo Mota King,
Servicio Social de Iglesias Dominicanas

2-     Mons. Telesforo A. Isaac,
Obispo Anglicano

3-     Rev. Manuel Estrella,
Secretario de Estado sin cartera enlace

entre el poder Ejecutivo y las Iglesias
Evangélicas

4-     Padre Julin Acosta, Casa del
Caribe

5-     Rev. Braulio Portes, Consejo
Nacional de Iglesias

6-     Dra. Victoria (Noemí)
Méndez, de CEDAIL

7-     Rev. Rolando
Diaz/Misión Salud Integral

8-     Lic. Carlos Julio Feliz,
comunicador social, escritor

9-    Dr. José Rafael
Dunker/Movimiento civilista

10- Lic. Cesar Ballenilla, Educador
Popular/Maestría en Defensa y

Seguridad Nacional

11- Edwin Paraison, Fundación Zile

12- Margarita Jiménez, BOHIO/Funredes

13- Rachell Doucet, antropóloga

14- Germania Galvan Ortega, Colectivo Mujer y
Salud

15- Lic. Cornelia Adon, Circulo de Facilitadores
Cívicos por la

Democracia

16- José Alberto Díaz, Diálogo
Dominico Haitiano de las Iglesias

Evangélicas

17- Dra. Desiree del Rosario, CEDAIL

Marco
teórico

Caso Hatillo Palma y
Repatriaciones

La muerte violenta de la Sra. Maritza
Núñez de 31 años de edad el día 9 de
mayo 2005, y las consecuentes medidas investigativas que
siguieron destinadas al esclarecimiento de  ese lamentable
hecho, no debieron servir para organizar de manera atropellada y
antihumana las repatriaciones masivas ejecutadas en la
región noreste bajo el alegato de "proteger" a los
ciudadanos haitianos de represalias de habitantes de la comunidad
de Hatillo Palma, cuando en las mismas fue violentada la dignidad
humana. Es importante recordar que esta no fue la conducta de las
autoridades españolas ante  un caso parecido donde
murió un joven español a manos de un inmigrante
dominicano.

El Foro acogió positivamente las declaraciones
del 23 de Junio 2005 del Presidente de la Republica Dr. Leonel
Fernández con relación a las violaciones de
derechos humanos registrados en los procesos de repatriaciones
masivas realizadas en el país en los últimos
años, con su compromiso político de evitar que
situaciones similares se reproduzcan, sin menoscabo al derecho
soberano de la República Dominicana en repatriar a
personas que se encuentran aquí de manera
ilegal.

El Foro estableció que el caso Hatillo Palma no
es un caso común ni migratorio, es una cuestión
moral y legal que ha tenido un impacto psicológico y
social en la población dominicana por la
manipulación mediática y política hecha por
algunos sectores, situación que evidencio una vez
más los prejuicios existentes con relación a los
inmigrantes haitianos en la República
Dominicana.

Una investigación sociológica
permitió para fines de las evaluaciones del foro tener una
mejor comprensión de la comunidad de Hatillo Palma.
Allí no hay datos demográficos fiables. No ha
habido un censo que determine con claridad y precisión la
cantidad de habitantes tanto dominicanos como haitianos. Un hecho
es sin embargo irrefutable cuando se habla de extranjeros, la
mayoría son haitianos. Desde diferentes fuentes se ha
podido sin embargo obtener cifras a nivel local que difieren
totalmente de los números publicados por algunos medios de
comunicación. El censo realizado en el 2001 por el
Comité Cultural de Hatillo Palma daba una población
de no más de 2,600 habitantes. En la actualidad las
estimaciones son las siguientes 15,200 dominicanos, entre 2,500 y
3,000 haitianos. Sin embargo hay fuentes que aseguran que los
obreros haitianos no son más de 600. Pero no hay datos
científicos por tal motivo las cifras se pueden
manipular.

La producción de guineo que es la base
económica de la comunidad, en una escala menor las frutas,
vegetales, arroz, entre otros, necesitan de una mano de obra
experimentada que los dominicanos hasta ahora no bastan para
asegurar una producción sobre 1,000 tareas
sembradas

De acuerdo a testimonios de ciudadanos dominicanos, la
inmigración haitiana en la comunidad comenzó hace
unos 25 anos. Han revelado que en los últimos 10 anos sin
embargo,  se han registrado casos de participación de
haitianos en complicidad con dominicanos en actos
delincuenciales, lo cual ha creado en algunos círculos de
la comunidad un sentimiento de animadversión en contra de
ciudadanos haitianos no insertados en labores
agrícolas.

La escasez de mano de obra provocada por las
persecuciones y las repatriaciones, evidentemente comenzaron a
afectar la economía local. Una conformación social
polarizada entre los sectores afectados, después de
reuniones y negociaciones, logró el Acuerdo de Hatillo
Palma, el cual según el Ing. Ramón Fermín,
presidente del Club Cultural puede resumirse en tres
puntos:

1-     La cantidad de
trabajadores

2-     El estatus legal del
migrante

3-     La ubicación de los
trabajadores

Si para los puntos 1 y 2 el resto de la sociedad
dominicana puede tener una apreciación mas o menos
positiva, es decir que la cantidad que se busca es la que
realmente responde a las necesidades laborales, unos 1,500
diarios, además de asegurar que los trabajadores tengan un
permiso de estadía y laboral legal iniciando ese proceso
con un documento de identidad de su país de origen, el
punto 3 sin embargo da la impresión de un confinamiento
cuestionable que las oficinas gubernamentales interesadas
deberían evaluar desde el punto de vista de la libertad de
transito y de la segregación social que puede derivar en
la prohibición a los trabajadores haitianos de no salir de
las plantaciones, áreas donde también se les
proveerá de alojamiento.

Con relación a los crímenes cometidos en
Hatillo Palma los días 9 de mayo y 7 de junio, tanto los
moradores de Hatillo Palma como los participantes en el foro
dijeron un "No a la impunidad", pidiendo a las autoridades
competentes el esclarecimiento de esos casos.

A dos meses de la muerte de Maritza Núñez
que fue el detonante de esa situación dolorosa hay 3
haitianos presos que declaran no tener nada que ver en el crimen
mientras que versiones han circulado sobre la posibilidad de que
fuera cometido por dominicanos.

Otras recomendaciones de la mesa de trabajo sobre
este tema:

1- Utilizar el caso de Hatillo Palma como campo de
reflexión sobre los distintos aspectos que envuelve
respecto a un manejo transparente de las relaciones con
Haití

2- Implicación activa de los dos gobiernos para
garantir la paz, con la urgente aplicación en sus
distintas cláusulas de las declaraciones y acuerdos de Paz
y Amistad, de cooperación técnica y de intercambios
culturales, firmados entre los dos Estados.

3- Evitar ignorar los derechos laborales de los
trabajadores agrícolas haitianos con recibir asesoramiento
de grupos sindicales con el fin de garantir que firmen contratos
individuales de trabajo de manera consciente.

4- Fortalecer los programas de educación en
derechos humanos y migración dirigidos a agentes
públicos en comunidades de significativa presencia
haitiana.

Nueva Ley de Migración

La nueva ley se elaboro, hay que reconocerlo, con una
dinámica de participación de organizaciones de la
sociedad civil, teniendo la Secretaría de Estado de
Relaciones Exteriores un papel de coordinación y
elaboración con el apoyo de una comisión de
expertos que se creo para tales fines. Se organizo un seminario
con el asesoramiento de organismos internacionales para recibir
las propuestas de las ONGs que trabajan la cuestión
migratoria en el país, para llegar a un documento
consensuado buscando lograr una ley moderna que respondiera a la
realidad del fenómeno migratorio de hoy.

Es un documento de 154 artículos que pretende
ordenar el flujo migratorio en el país a fin de que todos
los que entran y salen del territorio dominicano lo hagan bajo
convicción de legalidad. Finaliza diciendo que los
extranjeros ilegales serán excluidos del territorio
nacional. Sin embargo hay artículos de la misma ley que no
parecen muy coherentes. Esta ley es evidentemente más
avanzada que la del año 1939 y así lo ven los
organismos internacionales y los estudios comparativos que se han
hecho con relación a otros países del área,
pero no da repuestas claras a algunos elementos de la
problemática migratoria insular. Se entiende así
porque las ONGs relacionadas con la población haitiana o
dominico haitiana han elevado críticas con relación
a algunos de sus artículos que afectan directamente a este
sector de la migración.

Hay que señalar en este sentido que se ha
encaminado por parte de 15 organizaciones un recurso de
inconstitucionalidad de varios artículos de la ley 285-04
ante la Suprema Corte de Justicia.

Ha sido aceptado que la nueva ley es un fundamento que
aporta al país un instrumento legal para empezar a ordenar
y regular en materia migratoria. Es también un elemento de
la Política Exterior que tiene que definir claramente el
Estado Dominicano frente a Haití y los haitianos en el
país. En tal sentido y basándonos sobre el
principio de que no todo lo legal es justo, debe ser mejorada y
modificada para e3ntre otros:

Garantizar el principio de igualdad ante la
ley.

El estricto respeto de las convenciones internacionales
de Derechos humanos, laborales, migración, y
refugio.

Viabilizar una mayor cobertura de las realidades
sociales, culturales y económicas de los sujetos de
migración a partir de la nueva dinámica de las
relaciones dominico haitianas que involucra a obreros, cuadros
profesionales, estudiantes y empresarios entre otros.

Buscar en sus distintas cláusulas conformidad con
la Constitución de la República
Dominicana. 

Migración Haitiana en la República
Dominicana

No hay cifras oficiales en ninguno de los dos
países con relación a la presencia haitiana en la
República Dominicana. Todos los estudios hechos por
organismos internacionales o entidades académicas locales
estiman entre 400,000 y 800,000 los haitianos y dominicanos de
ascendencia haitiana que se encuentran en el país. Cifras
usadas que son mayores a esos datos aproximados no tienen ninguna
base analítica. No hay duda alguna de que los nacionales
haitianos constituyen la comunidad de extranjeros más
grande en suelo dominicano.

Alrededor de solo 5,000 haitianos se encuentran de
manera legal en el territorio dominicano. La aplicación de
la  ley de migración 285-04 dará inicio a un
programa de regularización. Pero hay quienes sostienen que
un programa de Amnistía debería ser considerado a
favor de los haitianos que pueden probar que tienen por lo menos
5 anos en el país. Solicitud publica hecha por la
organización jesuita "Solidaridad Fronteriza" de
Dajabón/Quanaminthe. Y que, anteriormente la Pastoral
Haitiana Católica en varias reuniones y celebraciones
públicas había planteado.

Toda vez que la sociedad dominicana se preocupa por el
crecimiento de la presencia haitiana, tiene igualmente la
obligación moral de preocuparse por la visión que
cada dominicano tiene del haitiano como su vecino para siempre y
viceversa. No existe actualmente ningún programa oficial o
publico de promoción desde las escuelas de
educación básica, de una nueva percepción,
de convivencia pacifica para el enriquecimiento cultural mutuo
entre haitianos y dominicanos en la isla, reforzando al mismo
tiempo la identidad y los símbolos patrios que hacen de
los pueblos, dos Estados soberanos que comparten una
isla.

La presencia haitiana en el país se ha
diversificado y es motivada en la actualidad entre otras causas
por:

-La situación socio política haitiana de
crisis humanitaria y de gobernabilidad

-El trafico de ilegales con complicidad transfronteriza
entre agentes públicos

-Las migraciones internas en territorio dominicano y los
espacios dejados y las labores que ya los dominicanos no quieren
hacer.

-El déficit de aulas en el sistema de
educación superior en Haití

-Las garantías para las inversiones por la
estabilidad política y el auge del turismo en la
República Dominicana

Intereses económicos y/o políticos pueden
motivar en momentos determinados una postura favorable o de
rechazo de la presencia haitiana, ya que el nuevo marco en el
cual de desarrollan las relaciones dominico haitianas no dan
cabida a el concepto cerrado  de la carga que pudiera
representar la inmigración haitiana en el país. Y
tomando en cuenta la contribución por más de 90
años de la mano de obra haitiana al sostenimiento de la
economía nacional, la inyección y captación
de capitales y divisas a través de los inversionistas y
turistas haitianos que al mismo tiempo generan puestos de trabajo
a favor de dominicanos. 

Evidentemente, la nación dominicana considerando
sus propias limitaciones debe y tiene la obligación
urgente de implementar los mecanismos apropiados de control
fronterizo quizás con la asistencia de organismos
multilaterales y o gobiernos amigos, con el cuidado siempre
presente de evitar a un doble nivel, fronterizo y multilateral,
toda lesión a la integridad territorial y la
soberanía nacional.

República Dominicana de cara a la presencia
haitiana en su territorio no puede nunca pasar por alto que
millones de dominicanos se encuentran fuera de su país
incluso en Haití donde muchos han echado raíces y
levantado negocios.

Asimismo la intensidad de los intercambios entre los dos
pueblos hace cada día más difícil encontrar
un haitiano en la frontera o en Puerto Príncipe que no
conoce o no usa un producto dominicano, como es difícil
encontrar un dominicano que no haya tenido directa o
indirectamente algún contacto con un nacional o un
producto que haya venido de Haití, desde el arroz que se
pasa en contrabando, el ron Barbancourt, legumbres, papas,
aguacates, mangos y los "pepe" (pacas de ropas vendidas en las
pulgas) en los mercados fronterizos.

Esta realidad exige moralmente y obliga
políticamente a una redefinición de las relaciones
con Haití y un manejo digno y justo de la situación
migratoria.

Otras recomendaciones de la mesa de trabajo sobre
este tema:

1- Hacer una campana de sensibilización y
educación sobre los aportes que se dan ambos
pueblos.

2- Llamar la atención del gobierno sobre la
necesidad de controlar que las legítimas inquietudes de
sectores diversos con relación al tema, se transforman en
actos públicos xenófobos que lesionan la amistad y
la paz en la isla y causan un daño a la imagen
internacional del país.

Tratamiento del tema Haitiano en los Medios de
Comunicación

El tema haitiano en sus diversos aspectos es un asunto
de actualidad en la República Dominicana. Desde las
violaciones de los derechos humanos de los inmigrantes, las
mujeres y niños pedigüeños en las avenidas y
calles urbanas, la situación política interna de
Haití, el contrabando en la frontera,  el arte y la
cultura haitiana, Haití es noticia.

Un estudio detenido del tratamiento del tema desde el 9
de mayo en los distintos medios electrónicos arroja sin
embargo un balance muy negativo respecto a un manejo escrupuloso
del tema, donde unos medios se han esforzado en mantener la
objetivad y el profesionalismo, pero otros en espacios arrendados
o pagados, han dejado usar sus facilidades por terceros para
planteamientos que riñen con las regulaciones en la
materia de comunicación masiva que pudieran ser
calificadas de xenófobas…  

Pocos son los medios y periodistas que se colocan en el
justo lugar para ver y tratar el tema sin apasionamientos. Porque
independientemente de lo que se pueda pensar o teorizar se
están dando relaciones naturalmente armoniosas entre
dominicanos y haitianos.

Haitianos fueron condenados ante la opinión
publica sin el veredicto de un tribunal en el caso de Maritza
Núñez, y con esto una condena moral
mediática para toda la comunidad haitiana, cuando
aún las autoridades no han presentado las pruebas
correspondientes de los implicados en ese expediente.

No hay evidencias de manipulación adrede del tema
de los grandes medios motivados por intereses políticos o
económicos, sin embargo en ocasiones la autocensura o
censura directa al periodista que busca una real objetividad ha
sido comprobado, lo que impide la difusión de la verdad
sobre un hecho en particular.

Las limitaciones de los medios para una mejor cobertura
y profesional tratamiento del tema con especialistas en la
materia que son muy pocos, son evidentes. En algunos casos de
puede hablar de un desconocimiento de la problemática
dominico haitiana.

Otras recomendaciones de la mesa de trabajo sobre
este tema:

 1-     Fomentar en las
escuelas de periodismo, un espíritu crítico e
imparcial en los comunicadores sociales con respecto al tema
haitiano o crear una cátedra especialmente para esa
materia.

2-     Provocar un interés de
los dueños o directores de medios para salvaguardar la
objetividad en la presentación de la realidad dominico
haitiana de hoy.

3-     Las iglesias que manejan
medios y programas están en la obligación de abrir
más espacios para crear una conciencia sana del tema sin
desmedro de lo nacional

4-     Incluir en la
programación de los medios del Estado, espacios de
análisis objetivos para orientar a la ciudadanía
sobre el tema.

Redes de Solidaridad entre los Pueblos Haitiano y
Dominicano

Entre los dos países existe una frontera que los
Estados en los últimos años han acordado reforzar
por los trabajos de relocalización y reparación de
los bornes fronterizos. Iniciativa política y
jurídicamente importante que debe de recibir el apoyo de
los grupos organizados de las dos naciones.

Pero existen serias inquietudes con relación a
las fronteras de los prejuicios que nos separan. El Foro reafirma
la necesidad de estrechar los lazos con Haití. Para tales
fines apoya los mecanismos de intercambios, amistad y solidaridad
ya existentes, al mismo tiempo que se ve la necesidad de una
instancia orgánica, menos sectorial, de mayor amplitud en
cuanto a sus componentes originarios de la sociedad civil, con un
accionar binacional permanente como estructuración de la
solidaridad.

Los dos pueblos a lo largo de su historia en
múltiples manifestaciones artísticas, culturales,
deportivas y en su vida política han tejido juntos esas
redes de solidaridad que tenemos la obligación de
fortalecer. El trabajo de las ONGs debe ser destacado de manera
particular a través de:

Red de encuentro y solidaridad dominico haitiano
Jacques Viau

-Congha

-Comisión Insular de juristas en
reflexión

-Comisión por un nombre y nacionalidad

-Bohío/Funredes

Los dos Estados entendieron la obligación de
crear un espacio de estudios, discusiones y análisis de
los grandes temas de la agenda bilateral, que es la
Comisión Mixta Bilateral creada en 1996.

Las Iglesias por su esencia de la filiación
cristiana, sin perder su identidad nacional, han trillado un
camino para las generaciones presente y futura. En la
década de los "80 las Conferencias Episcopales Dominicana
y Haitiana tomaron la iniciativa de la Pastoral Haitiana. Las
iglesias evangélicas en el 2002 crearon el Dialogo
Dominico Haitiano de las Iglesias Evangélicas.

El conocimiento reciproco de la historia, del idioma, de
la idiosincrasia entre los dos pueblos en las circunstancias
actuales aparece como una urgencia. Los dos países no
pueden vivir de espaldas como algunas voces en ambos lados de la
frontera pregonan.

El Foro determinó que la experiencia de las
relaciones solidarias permiten decir que los dominicanos y
haitianos nos necesitamos mutuamente.

Otras recomendaciones de la mesa de trabajo sobre
este tema:

1- Crear un mecanismo de seguimiento del Foro para
promover alternativas y formulas de soluciones a los problemas
dominico haitianos en un marco de comprensión. Una
evaluación anual del Estado de las relaciones entre los
dos países debe ser planificada a través del
Foro.

2- Revisar el currículo educativo, la historia,
la literatura en los dos países para una
presentación de los hechos históricos en el marco
de un nuevo contexto socio político de convivencia
pacifica insular.

Anotaciones
generales

La RD cuyas condiciones de vida son más elevadas
que su vecina Haití inmersa en una crisis política
e humanitaria, se ha transformado en un polo de atracción
para los más desposeídos de la parte occidental de
la isla.

Durante décadas sin embargo el Estado Dominicano
a través del Consejo Estatal del Azúcar y en un
segundo tiempo los encargados de obras de infraestructura
oficiales han utilizado masivamente la mano de obra
haitiana.

Las repatriaciones de personas que llegan de manera
irregular al país se hacen diariamente, muy especialmente
por los puntos fronterizos. Informaciones publicadas en los
medios de comunicación a partir de comunicados y notas de
prensa de las Fuerzas Armadas así lo indica, sin provocar
críticas ni protestas de grupo alguno a nivel local o
internacional. De la misma manera que ciudadanos dominicanos son
deportados diariamente desde otras naciones.

Desde 1991 la RD sin definir una política
migratoria clara ha procedido a formas de repatriaciones masivas
y violatorias de los derechos humanos no usadas contra
dominicanos en situación irregular en el exterior. Dichas
repatriaciones, tampoco han impedido el re-ingreso clandestino en
el marco de un tráfico constante de ilegales, de los
afectados.

La Republica de Haití y ahora con la presencia de
las tropas de la Minustha, no ha logrado frenar el flujo de
inmigrantes hacia la RD. Se imponen medidas de
control.

Es difícil evitar fricciones y problemas
personales entre ciudadanos de dos países fronterizos. La
norma sin embargo hasta ahora ha sido la buena vecindad y la
solidaridad. Hay que reconocer la existencia en la línea
divisoria de bandas de delincuentes dominicanos y haitianos
responsables de contrabando de todo tipo. Lo cual alimenta la
criminalidad en las zonas aledañas en ambos territorios.
De acuerdo al manejo dado en la opinión publica, hechos
aislados y de responsabilidad penal individual, se convierten en
estigma para haitianos o dominicanos en cualquiera de los dos
países. No es correcto.

Un planteamiento objetivo de la situación es de
rigor, para evitar las manipulaciones y el deliberado uso del
tema para fines políticos o electorales en ambos lados de
la frontera.

Recomendaciones
finales

1- Es necesario lograr una forma de reparación
para los 52 dominicanos que fueron expulsados de su país,
que sean beneficiados en su lugar de origen, de algún
programa de vivienda del gobierno. Igualmente se pide una
investigación a favor de los haitianos que dicen haber
perdido bienes y efectos personales durante las
repatriaciones

2- Agilizar las investigaciones y el proceso legales de
las personas detenidas en los crímenes cometidos en
Hatillo Palma

3- Convocar para la segunda semana de agosto un culto
comunitario inter eclesial en Hatillo Palma por el perdón,
la paz y la reconciliación.

4- Solicitar al Concejo Nacional de Migración la
creación de un grupo mixto de trabajo (sociedad
civil/gobierno) sobre amnistía a favor de haitianos con
más de 5 años en territorio dominicano.

5- Que los gobiernos Haitiano y Dominicano dispongan
espacios en las emisoras oficiales para programas de
orientación sobre las leyes de cada uno de los
países y temas de interés social.

AGRADECIMIENTOS:

Agradecemos la solidaridad y el compromiso asumido
por las 75 instituciones representadas en el foro, a las
instituciones compromisarias en la convocatoria y muy
especialmente al Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino
de Noruega
que a través de la Ayuda De La Iglesia
Noruega y el Servicio Social de Iglesias Dominicanas
han
apoyado incondicionalmente esta iniciativa.

El Dialogo Dominico-Haitiano de las Iglesias
Evangélicas
auspicia este foro con la
intención de seguir buscando formas para la
preservación de la paz y de la amistad entre los dos
pueblos. Los dirigentes de las iglesias cristianas, tanto de
Haití como de la Republica Dominicana, tienen las mejores
intenciones y se sienten llamados a elaborar planes de
acción efectiva para lograr un ambiente de cordura y de
paz duradera entre los habitantes de nuestros
pueblos.

 

 

Autor:

Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo
S.

"A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD
DE INFORMACION"

Monografias.com

Santiago de los Caballeros,

República Dominicana,

2014.

"DIOS, JUAN PABLO DUARTE Y JUAN BOSCH -POR
SIEMPRE"

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