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En los seres humanos el miedo a la incertidumbre los hace festejar

  1. Honrar
    a los muertos
  2. Adorar
    vírgenes por temor a algo
    desconocido
  3. Navidad y año nuevo
  4. Rosca
    de reyes
  5. Conclusión

Honrar a los
muertos

¿Ha visto usted que un animal haga fiesta cuando
muere uno de su especie?

¡Yo tampoco!

En cambio en algunas culturas cuando muere un ser
querido se les lleva música cuando se les está
enterrando a su muerto… o se le ofrecen alimento y bebida
allí en su tumba.

¿Será de alegría porque se
murió?

¿O es más bien un temor a lo desconocido o
a una incertidumbre sobre la condición de su
muerto?

Muchos ven las diversas formas de superstición
como una curiosidad o una fuente inofensiva de apoyo
psicológico. La fallecida antropóloga Margaret
Mead comentó: "Las supersticiones reflejan nuestro deseo
vehemente de que una cosa se convierta en realidad o de evitar
que nos ocurra algo malo. Aceptarlas unas veces y rechazarlas
otras nos permite disfrutar de lo mejor de ambos mundos". Con
todo, el que desee complacer a Dios (Jehová o
Yahvé) debe preguntarse si la superstición y el
cristianismo son compatibles.

En estatuas egipcias a veces se representa a Isis
ofreciendo el pecho a su hijo en una pose que recuerda mucho las
estatuas y pinturas de la Virgen y el Niño de la
cristiandad, que se hicieron comunes más de dos mil
años después. Con el tiempo, Osiris el esposo de
Isis alcanzó popularidad como el dios de los muertos
porque ofrecía esperanza de una vida eternamente feliz
para las almas de los difuntos en el más
allá.

Hator era la diosa egipcia del amor y el gozo,
la música y el baile. Llegó a ser la reina de los
muertos, que los ayudaba con una escalera para que llegaran al
cielo. Como explica la New Larousse Encyclopedia of
Mythology,
se le celebraban grandes fiestas, "sobre todo en
el Día del Año Nuevo, que era el aniversario de su
nacimiento. Antes del amanecer las sacerdotisas sacaban la imagen
de Hator a la terraza para exponerla a los rayos del Sol
naciente. El regocijo que venía después era un
pretexto para un verdadero carnaval, y el día terminaba
con canciones y borracheras".

Por ejemplo, cada 2 de noviembre, multitud de fieles
acuden a los cementerios para celebrar el Día de Muertos.
Sobre las tumbas de sus seres queridos depositan flores,
alimentos y bebidas alcohólicas; algunos hasta llevan
conjuntos musicales para que interpreten las canciones preferidas
del difunto; asimismo, muchos católicos levantan en sus
casas altares donde colocan un retrato del finado.

La Enciclopedia de México señala
que ciertas prácticas de esta celebración en honor
de los difuntos parecen "conservar elementos de las ceremonias
indígenas de los meses ochpaniztli y
teotleco, durante las cuales se ofrendaban a los manes
[las almas de los muertos] flores de cempasúchil y tamales
de maíz, en una época del año en que acaban
de levantarse las cosechas: fines de octubre y principios de
noviembre". Como lo indica esta obra, algunas de las costumbres
son un reflejo de festividades similares que se llevaban a cabo
en tiempos prehispánicos, en las que reinaba un
espíritu de carnaval.

Adorar
vírgenes por temor a algo desconocido

Tanto la veneración de la divinidad femenina como
otros aspectos de esta fiesta se remontan al culto de la diosa
madre azteca Cihuacoatl, llamada también
Tonantzin, que quiere decir "Nuestra [querida]
madrecita". Según el libro México a
través de los siglos,
esta diosa, así como su
hijo Huitzilopochtli, fueron traídos por los aztecas a
Tenochtitlán, antigua capital del Imperio azteca y actual
Ciudad de México.

El templo dedicado a Cihuacoatl, situado en el
cerro del Tepeyac, fue destruido por los españoles.
Según la tradición, menos de cuarenta años
después de que Colón pisara el continente, la
Virgen de Guadalupe se le apareció en ese lugar al indio
Juan Diego y le encargó que le erigiera un
templo.

Los aztecas profesaban una gran veneración a
Cihuacoatl, a la cual representaban vestida toda de
blanco y con la cabellera larga y sin trenzas. La entrada a su
templo era tan baja que solo se podía entrar a gatas.
Dentro de la sala donde estaba la diosa, se hallaban otras
deidades colocadas alrededor de las paredes. Así
aparecía ella en el centro como "la madre […] de los
dioses".

La fiesta en honor de esta diosa incluía
sacrificios humanos, danzas y un desfile de guerreros
"aderezados […] con rosas en las manos, al cuello y en la
cabeza". Luego, las flores se depositaban en la cima del templo
como ofrendas a Huitzilopochtli. Para asistir a esta fiesta,
muchos indios, venidos incluso desde Guatemala, recorrían
más de 1.600 kilómetros (1.000
millas).

Navidad y
año nuevo

"La Navidad no estaba entre las primeras fiestas de
la Iglesia." (The Catholic Encyclopedia.)

"La primera mención de la celebración de
la Navidad se hizo en un calendario romano primitivo del
año 336 A.C." (The World Book
Encyclopedia
.)

"La observancia de la Navidad no proviene de
designación divina, y el N[uevo] T[estamento] no la
originó. De hecho, ni a partir del N. T. ni de
ninguna otra fuente puede determinarse el día del
nacimiento de Cristo. Durante los primeros tres siglos, los
padres no hablan de ninguna observancia especial de la
natividad." (Cyclopedia of Biblical, Theological, and
Ecclesiastical Literature,
de McClintock y
Strong.)

"Inexplicable como parezca, no se conoce la fecha
del nacimiento de Cristo. Los Evangelios no indican ni el
día ni el mes." (New Catholic
Encyclopedia
.)

La Biblia no habla de la Navidad porque no es
una doctrina o práctica cristiana. No es de origen
divino. Como observó el periódico Daily
News,
de Sri Lanka: "Es bastante significativo observar que
en ninguna parte del Nuevo Testamento se menciona un día
especial llamado Navidad que hubiese sido apartado para celebrar
el nacimiento de Cristo. […] La Navidad es de origen
humano. La Navidad no forma parte de la Biblia".

Respecto a la fecha del 25 de diciembre como el
día en que nació Jesús, no existe
ninguna evidencia que indique que sea válida. Más
bien, la evidencia demuestra lo contrario.

En el libro Celebrations, de Robert
J. Myers, leemos: "El relato bíblico sobre el
nacimiento de Jesús no indica nada de la fecha en que
tuvo lugar. Sin embargo, el informe de Lucas [Lucas 2:8] tocante
a que los pastores "moraban en los campos, guardando sus
rebaños por la noche", da a entender que Jesús
debió nacer en el verano o a principios del otoño.
Ya que diciembre es un mes frío y lluvioso en Judea, lo
más probable es que por la noche los pastores hubieran
buscado refugio para sus rebaños".

En el libro Daily Life in the Time of Jesus
(Vida cotidiana en el tiempo de Jesús), de Henri
Daniel-Rops, se nos dice algo semejante: "Los
rebaños […] pasaban el invierno bajo cubierto; y
solo por este detalle puede verse que es poco probable que la
fecha tradicional de la Navidad, en el invierno, sea cierta, ya
que el Evangelio dice que los pastores estaban en los
campos".

The Encyclopedia Americana dice lo siguiente
sobre el 25 de diciembre: "En Occidente no se
estableció esta fecha hasta aproximadamente mediados del
siglo IV, y en Oriente, hasta más o menos un siglo
después". Como puede verse, Jesús
no nació en esa fecha. Y él
no autorizó la celebración de la Navidad, como
tampoco lo hicieron sus discípulos ni los escritores de la
Biblia.

¿Dónde se originó, entonces, la
Navidad? Existe bastante unanimidad sobre este aspecto. La
revista U.S. Catholic dice: "Es imposible separar la
Navidad de sus orígenes paganos". Y añade: "La
fiesta preferida por los romanos era las saturnales, que
empezaban el 17 de diciembre y terminaban con el "natalicio del
Sol invicto" (Natalis solis invicti) el 25 de diciembre.
Entre los años 325 y 350, líderes astutos de la
Iglesia de Roma decidieron que el 25 de diciembre sería
un día excelente para celebrar el cumpleaños
del "Sol de la justicia". Así se originó la
Navidad".

La celebración pagana de las saturnales se
llevaba a cabo para el solsticio de invierno. La palabra
solsticio proviene de dos palabras latinas: sol (el
nombre del dios sol) y sistere (la raíz de
stare: estar parado). El solsticio de invierno es el
tiempo en que las horas diurnas dejan de acortarse y empiezan a
ser más largas. Según el antiguo calendario
juliano, el día del solsticio de invierno era el 25 de
diciembre.

Por consiguiente, The World Book Encyclopedia
declara: "En esta celebración [la Navidad] probablemente
influyeron las fiestas paganas (no cristianas) que se
celebraban en aquel tiempo. Los antiguos romanos celebraban
fiestas de fin de año en honor de Saturno, su dios de la
cosecha, y de Mitra [el dios sol]". La New Catholic
Encyclopedia
comenta: "El 25 de diciembre del año
274, Aurelio [el emperador romano] proclamó al dios-solar
[Mitra] patrón principal del imperio […]. La
Navidad se originó en un tiempo en que el culto al Sol era
especialmente dominante en Roma". El libro Celebrations
declara: "Con el tiempo, el clero introdujo el […] mundo
de las saturnales en la propia Iglesia". Y la
Encyclopædia Britannica dice que el día 25
de diciembre era considerado como "la fecha del nacimiento
del […] dios [sol] Mitra".

La mayoría de las costumbres relacionadas con la
Navidad —el tronco que se quema en Nochebuena, el
muérdago, el árbol de Navidad, Santa Claus, la
prodigalidad en dar regalos, las diversiones estrepitosas—
también tienen sus raíces en el paganismo.
No tienen nada que ver con Cristo. Como dice James Hastings
en Encyclopædia of Religion and Ethics: "La
mayoría de las costumbres navideñas que prevalecen
hoy […] no son costumbres verdaderamente cristianas,
sino costumbres paganas que la Iglesia ha incorporado o
tolerado. […] Las saturnales de Roma suministraron el
modelo para la mayoría de las costumbres alegres
de la época navideña. Esta antigua fiesta romana se
celebraba del 17 al 24 de diciembre".

Por eso, cuando a veces oiga a la gente decir:
"Regresemos al verdadero significado de la Navidad", o: "Volvamos
a poner a Cristo en la Navidad", recuerde que el significado
original de la Navidad proviene, en esencia, de una
celebración pagana, y recuerde también que Cristo
no tuvo nada que ver con la Navidad. Y cuando algunas
personas denuncien el hecho de que la Navidad ha sido
comercializada, recuerde que los festejos y los regalos
relacionados con la celebración de las saturnales eran un
negocio para los comerciantes. Así que por miles de
años se ha comercializado con el solsticio de
invierno.

Ahora suponga ¿cómo se siente Jesucristo
cuando "sus seguidores" a las 12 de la noche del día 24 de
diciembre, lo recibieran con un estruendo de todos los diablos
por la cohetería y fuegos artificiales?

Y después de eso siguiera una fiesta desenfrenada
de baile, comer y beber con utilización de tabaco y
drogas… con el eslogan de: "comamos y bebamos porque el
mundo se va a acabar"

En 1643, el Parlamento de Inglaterra hasta
proscribió la Navidad debido a sus orígenes
paganos, pero después volvió a aceptarse. En 1659
también se proscribió en Massachusetts (E.U.A.),
pero allí también se volvió a aceptar
posteriormente. Y la revista U.S. Catholic dice: "Como
los cristianos de E.U.A. […] relacionaban la Navidad con
costumbres paganas, no empezaron a celebrarla como una gran
fiesta hasta mediados del siglo XIX".

¡Y de la misma manera se recibe el año
nuevo… a comer y bailar en exceso hasta que el cuerpo
aguante!

¿Supiste que un niño murió por
quemar cohetes?

¿Cohetes?… ¡pero si ya no son cohetes,
son explosivos!

En mis tiempos si eran cohetes y hasta inofensivos
porque se fabricaban a base de pólvora y muy diluida con
tierra.

¡Ah; pero por más que les dicen los
bomberos a los padres de familia que prevengan que sus hijos no
los prendan y se vuelve a caer en los mismos errores con los
consiguientes resultados de dedos y manos mutiladas y hasta la
pérdida de la vida!

¿Bueno, pero es que las autoridades no hacen
nada?

¡Claro que sí lo hacen!…desde que tengo
memoria (y vaya que ya son más de sesenta años)
cada año repiten la cantaleta ¡Ahora sí se
van a prohibir las ventas de cohetes!

Pero creo que en la mayoría de todos los
países les gana la ambición por las ganancias
vía impuestos que dejan estas mercancías…
pero con contadas excepciones de países cultos donde solo
se festeja en la plaza principal con fuegos
artificiales.

Pero aquí en nuestro país la venta de
cohetes es indiscriminada y con su uso aparte de contribuir a la
contaminación atmosférica por el ruido y con el
envenenamiento del aire hasta las aves caen muertas
descorazonadas por el estrés del ruido y la mala calidad
del aire.

¿Sí verdad?…ellas qué culpa
tienen de la aberración por el temor que sienten los seres
humanos ante la incertidumbre y superstición del
año nuevo.

Así es, ¿Si no dígame qué
tiene qué ver con que para tener dinero y amor el
año que entra me ponga unos calzones amarillos o rojos
cando termina el año viejo? ¿Verdad que eso solo es
un temor mórbido a lo desconocido?

Pero, ¿Entonces cómo se puede enfrentar la
incertidumbre?

Pues no es un secreto ya que es como la enfrentan las
personas que utilizan su sentido común: con sobriedad, con
dedicación y laboriosidad, con conocimiento y
sabiduría en acción para construir escenarios
más deseables que son los que verdaderamente dan
certeza… ¡ah! Y eso genera ahorro en las personas y
las instituciones de los países para enfrentar las
contingencias.

¿Verdad que sería mejor prepararse para
obtener el puesto que deseamos o planear para obtenerlo, sin
dañar a otras personas o al medio ambiente o sin extinguir
las especies y una vez que lo obtengamos, que lo mantengamos
siendo puntuales, honestos, proactivos, asertivos, o propositivos
en nuestra acciones o conductas?

Rosca de
reyes

Los astrólogos que visitaron a Jesús
—sin importar cuántos fueran—
no servían al Dios verdadero. La Nueva Biblia
Latinoamérica
(edición de 1989) dice en una
nota: "Los Magos no eran reyes, sino adivinos y sacerdotes
de una religión pagana". Acudieron basándose en sus
predicciones astrológicas. Si Dios hubiese querido
conducirlos al niño, los habría llevado al lugar
exacto donde estaba, sin tener que pasar primero por
Jerusalén y el palacio de Herodes. Más tarde, Dios
intervino para que modificaran su ruta a fin de proteger al
pequeño.

Conclusión

El realizar fiestas paganas por temor a la
incertidumbre del devenir, realmente es un temor que te obliga a
reír de manera falsa…comprada.

Porque después de las fiestas, queda basura en
las calles, resacas en los consumidores, y por las enfermedades
en riñones, hígado, páncreas, jaquecas por
el estrés o la tensión nerviosa debido las
irregularidades de sueño de los consumidores al caer en
los excesos y con baja productividad en las empresas o lugares de
empleo por la desmotivación en el trabajo y los problemas
endeudamiento de las tarjetas de crédito y otros pagos
atrasados y por los nuevos impuestos al empezar el
año.

Y otra vez a enfrentar el desempleo, los accidentes, el
terrorismo, las pruebas nucleares, los terremotos y otros
desastres naturales… en fin la inseguridad y como una gran
mayoría de la población no tiene trabajo, se
caerá en el subempleo, y en más vicios sociales
como la prostitución y el robo, y bajo los efectos del
alcohol y las drogas de seres humanos conduciendo
automóviles como locos para aumentar las muertes y
enfermedades por los accidentes de tránsito …lo que
nuevamente desencadenará en el abuso de menores, maltrato
a menores, mujeres y ancianos dentro de los hogares…y en
enfermedades mentales que llevan al suicidio…y con nuevos
gastos para la familia además de la pérdida de
tiempo para arreglar sepelios y aclaraciones…¿Le
sigo?… no mejor ya no, ya hasta sentí "ñaca
ñaca".

En su libro The Trouble With Christmas (El
inconveniente de la Navidad), Tom Flynn expone las conclusiones a
las que llegó tras años de estudios sobre las
festividades navideñas:

"Un sinnúmero de tradiciones navideñas
hunde sus raíces en el paganismo precristiano. Muchos
ciudadanos ilustrados y con sensibilidad cultural las
rechazarían si conocieran bien sus orígenes, pues a
veces tienen connotaciones sociales, sexuales o
cosmológicas." (Pág. 19.)

Tras aportar un cúmulo de pruebas, Flynn retoma
la idea fundamental: "Una de las grandes ironías de la
Navidad es su escaso contenido de cristianismo genuino.
Si eliminamos todo lo precristiano, lo restante es en su
mayoría pos cristiano, y no cristiano de verdad"
(pág. 155).

Por eso el temor hace que el hombre quiera gozar solo
del momento, bailando y bebiendo en exceso y de hecho es solo
consumismo para hacer gastar hasta lo que no se tiene
(endeudamiento) para aparentar felicidad consumiendo tabaco,
alcohol, drogas, sexo, alimentos y otros placeres en forma de
entretenimiento aunque después vengan los pleitos con los
mismos familiares, vecinos, policía y enfermedades por
esos excesos. Y claro que sufren más los que menos tienen
pues se deprimen y le echan la culpa Dios

Me pregunto si hay otros seres extraterrestres que nos
estén observando desde otras estrellas ¿Qué
dirán de nosotros los humanos?

Pues creo que dirán que a pesar de que tenemos
una enorme masa cerebral, no la sabemos usar y que solo
utilizamos una mínima parte de nuestro cerebro.

Pues mire yo no lo había visto desde esos puntos
de vista que usted me ha dicho, ¿y cree usted que el
próximo año mejoraremos en conducta y ya tendremos
menos miedo para enfrentar la incertidumbre y no caer nuevamente
en el desenfreno y el despilfarro de los pocos recursos que
tenemos?

¡Pues a decir verdad no! Ya que el hombre es el
mismo en todas partes… ¿no supo usted que hasta en
la estación espacial festejaron?…Pues lo mismo
será aunque habitáramos otro planeta.

¡Pero es que son tan bonitas las
tradiciones!

Pues sí; pero hasta Jesús les dijo a los
líderes religiosos de su tiempo, que debido a sus
tradiciones invalidaban las Sagradas Escrituras

Por eso que su año nuevo no empiece y termine
como el de todos los demás.

Usted puede decir: para mí y mi familia en
año terminará el 26 de Diciembre por ejemplo y
cuando llegue ese día, será de tranquilidad, amor y
paz como deben ser todos los días y su año nuevo
empezará el día 27 de Diciembre y de esa manera
evitará que cuando llegue el 31 de Diciembre para todos
los demás, usted evitará caer en el consumismo
forzado donde los únicos que ganan son los comerciantes,
los líderes políticos y los religiosos.

¿No le parece buena idea?

¿No?…bueno por eso se dice que cada cabeza es
un mundo… ¡Que todos sus días sean buenos
sobre la Tierra!

 

 

Autor:

Dr. José Manuel Castorena
Machuca

ITSLP, Depto. De Ing. Ind.

 

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