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Finanzas y presupuesto público



Partes: 1, 2, 3

  1. Introducciòn
  2. Gasto
    público
  3. Política
    Monetaria
  4. Deuda
  5. Planificación fiscal
  6. Principios,
    características de los diferentes presupuestos que se
    elaboran en el sector público
  7. Esquemas que se
    utilizan para clasificar, calcular y estructurar el
    presupuesto de ingresos y gasto público
    nacional
  8. Ministerio De
    Finanzas
  9. Oficina De Asesoria
    Económica Y Financiera De La Asamblea
    Nacional
  10. Ministerio De
    Planificación Y Desarrollo
  11. Casos y
    problemas
  12. Decreto con Fuerza
    de Ley de Creación, Estímulo, Promoción
    y Desarrollo del Sistema Microfinanciero
  13. Conclusiones

Introducciòn

Durante el primer milenio de la era Cristiana no hubo en
el mundo crecimiento económico. En esa época la
mayoría de los habitantes no mejoraron sus niveles de
vida.

Donde se inició el crecimiento sostenido, los
Países Bajos en el siglo XVI o Inglaterra en el XIX, se
debió fundamentalmente a innovaciones y a un entorno
jurídico que garantizó los derechos de propiedad y
la paz social. En el siglo XX crecieron aquellos países
donde hubo seguridad en los derechos de propiedad, paz y libertad
económica. Dos políticas económicas
impidieron el crecimiento sostenido en varios países en el
siglo XX. Una, la pretensión de los gobernantes de
planificar centralmente la economía en el socialismo real,
sistema afortunadamente superado en la mayor parte del mundo. La
otra política, todavía vigente en la mente de
muchos gobernantes, consiste en incentivar el crecimiento a
través del mayor gasto público y el déficit
presupuestal. Además de presentar información de
gasto público también se presenta de forma clara y
precisa cada una de las partes que conforman las finanzas y
presupuesto publico; los cuales son sumamente esenciales conocer
y manejar para cualquier tipo de negociación, así
como también de los organismos gubernamentales que
gestionan todos estos aspectos en nuestro país.

Gasto
público

El gasto público se define como el gasto que
realizan los gobiernos a través de inversiones
públicas para cumplir sus fines consistentes en la
satisfacción de necesidades públicas. Un aumento en
el gasto público producirá un aumento en el nivel
de renta nacional, y una reducción tendrá el efecto
contrario. Durante un periodo de inflación es necesario
reducir el gasto público para manejar la curva de la
demanda agregada hacia una estabilidad deseada. El manejo del
gasto público representa un papel clave para dar
cumplimiento a los objetivos de la política
económica.

Mediante el gasto público el estado se moviliza
para atender las necesidades de la población por medio de
los servicios públicos, cuyo destino es la cobertura tanto
de las necesidades públicas absolutas, como de las
concernientes al progreso y bienestar social. Pero también
el estado puede satisfacer dichas necesidades con prescindencia
de los servicios públicos y utilizando los efectos que en
sí mismos los gastos públicos provocan en la
economía nacional, atenta a su importancia cuantitativa y
cualitativa.

El gasto estatal presupone dos valoraciones previas de
singular importancia: a) la selección de las necesidades
de la colectividad que se consideran públicas, aspecto,
este, variable y ligado a la concepción sobre el papel del
estado: b) la comparación entre la intensidad y urgencia
de tales necesidades y la posibilidad material de
satisfacerlas.

El gasto público en general tiene un efecto
negativo en el crecimiento económico, y por tanto se debe
reforzar su focalización en aspectos sociales que
contribuyan al bienestar social, enfatizando la importancia del
gasto en educación, por su impacto de mediano plazo, y en
programas de subsidio directo como las Pensiones Asistenciales o
más particularmente en la actual coyuntura, en programas
de empleo de emergencia, así como también reducir
los gastos innecesarios.

Un estudio de Libertad y Desarrollo determinó que
tanto el gasto total como el gasto en consumo en bienes y
servicios como porcentaje del PGB tienen un efecto negativo y
significativo en el crecimiento de la productividad. La
estimación indica que un aumento de 10% en el gasto total
hace disminuir la tasa de crecimiento de la productividad del
sector privado en 1,87 puntos porcentuales en promedio anual y un
aumento similar en el gasto de consumo hace disminuir la tasa de
crecimiento de la productividad en 2,17 puntos porcentuales en
promedio anual.

Este presupuesto del gasto público debiera
orientar los recursos a áreas de mayor rentabilidad
social, en que el gasto fiscal tenga un impacto efectivo en el
bienestar, tales como educación, seguridad y empleos de
emergencia. Asimismo, se debe eliminar o reducir con una
política de austeridad áreas del presupuesto como
los bienes y servicios de consumo que pueden ser evitados y todas
aquellas inversiones innecesarias.

Análisis Beneficio-Costo El
análisis beneficio-costo considera los méritos de
los distintos proyectos alternativos con que se cuentan para la
tomar de decisiones sobre gastos importantes, tanto si son
adoptadas por el poder legislativo como por el
ejecutivo.

Los principios que subyacen en dicha teoría
son:

Regla de Decisión La evaluación de
proyectos implica determinar de qué manera puede
conseguirse el uso más eficiente de unos recursos escasos.
De esta forma tan simple, el objetivo consiste en determinar la
composición del presupuesto de un tamaño dado o
cómo asignar un total de fondos disponibles entre
proyectos alternativos. También se plantea la
cuestión más compleja de determinar el
tamaño apropiado del presupuesto.

Posteriormente debe establecerse si el proyecto es o no
divisible:

Proyecto divisible Es aquel que puede
incrementarse o decrementarse en pequeñas cantidades. En
este se considera si: a) El presupuesto es de tamaño fijo,
en cuyo caso solo se debe determinar como se va a dividir el
presupuesto, y el costo de oportunidad de llevar a cabo un
proyecto público consiste en el beneficio perdido por no
llevar a cabo otro proyecto.

b) el presupuesto es de tamaño variable,
representa una visión más global del presupuesto e
indica que el problema no consiste simplemente en dividir un
presupuesto de un tamaño dado, sino también en
determinar el tamaño del presupuesto en sí mismo.
El costo de oportunidad va a ser los beneficios perdidos de los
proyectos privados que no se realizarán debido a que los
recursos son transferidos para su utilización
pública. Proyectos no divisibles Hasta ahora se ha
supuesto que los gastos pueden dividirse en forme precisa entre
proyectos de forma que los beneficios pueden igualarse para cada
dólar marginal gastado en cada uno de ellos. Pero en la
asignación específica dentro de los departamentos,
es preciso realizar elecciones entre proyectos particulares que
no son divisibles, constituidos por cantidades de suma fija, o
que son difíciles de modificar. También se tiene
que: a) el presupuesto de tamaño fijo, en este caso se
hace un estudio de los proyectos considerando la relación
costo-beneficio, mayor beneficio y minimizar la cantidad no
gastada de presupuesto b) el tamaño del presupuesto es
variable, aquí si no existe un límite fijo para el
tamaño del presupuesto, el problema consiste en ponderar
la utilización pública y privada de los
recursos.

Fundamentos para la Evaluación de
Proyectos
Este está íntimamente ligado al del
excedente del consumidor y a los cambios generados por los
mismos.

Tipos de Beneficios y Costos Al identificar los
distintos tipos de beneficios y costes se pueden distinguirse las
siguientes categorías principales:

Los beneficios y los costos pueden ser reales (beneficio
obtenido por los consumidores finales) o pecuniarios (se producen
como resultado de los cambios en los precios relativos que se
generan a medida que la economía se va ajustando a la
provisión del gasto público y a los cambios en los
modelos de demanda de recursos).

Los beneficios y los costos reales pueden
ser:

Directos o indirectos.

Tangibles o intangibles Finales o intermedios Internos o
externos

Medición de beneficios y Costos La
medición sería simple si todos los valores pudieran
ser observados en términos de los precios del mercado,
pero esto no es así en la practica. Los beneficios y
costos frecuentemente se presentan en forma intangibles, e
incluso si los precios del mercado son observables, existe la
necesidad de establecer medidas de ajustes, ya que los mercados
no son perfectos y se producen distorsiones que deben tomarse en
consideración.

Asignación de Participaciones en la
Selección de Proyectos
Frecuentemente los proyectos no
generan sólo un único tipo de costo y beneficio.
Normalmente se presentan diversos costos y beneficios, y es
preciso asignarles diferentes ponderaciones. Además, la
combinación de beneficios puede diferir en función
de cómo se diseñe el proyecto y el diseño
puede afectar a la forma en que beneficios similares se dividan
entre los diversos sectores de la economía o entre grupos
de renta. Todas las alternativas deben ser consideradas al
diseñar el proyecto con el fin de maximizar los beneficios
totales.

Eficiencia y Equidad una vez más. Se ha
establecido que los proyectos deben realizarse si sus beneficios
para la comunidad exceden sus costos. Esto implica una
agregación de los costos y beneficios considerados por los
miembros individuales de la comunidad, cuestión que hay
que analizar de forma más detallada.

El Descuento y Costo de Capital. Los beneficios y
los costos afluyen a lo largo del tiempo y no de forma
instantánea. Para valorar estas corrientes de beneficios,
los rendimientos o costos futuros pueden ser traducidos en
términos de valores presentes. Es preciso descontarlos,
para tener en cuenta el hecho de que los beneficios futuros son
menos valiosos que los presentes. Lo mismo puede decirse de la
valoración de los costos. El costo de oportunidad de los
recursos detraídos del sector privado deben medirse ahora
en términos del valor presente del consumo privado que no
se produce, mientras que las pérdidas de consumo futuro,
debido a la no realización de inversiones, deberán
descontarse de manera similar a su valor presente.

Riesgo y Cambio Económico. Son aspectos
adicionales que pueden ser de la máxima importancia en el
análisis costo-beneficio.

Riesgo: no es posible predecir con
precisión los beneficios de los proyectos, ya que la
planificación de los proyectos públicos se realiza
bajo condiciones de incertidumbre.

Aspectos Dinámicos: la valoración
de costos y beneficios se ve complicada por el hecho de que ambos
se producen a lo largo del tiempo

Análisis De Programas El gasto
público se ejecuta a través de los Presupuestos o
Programas Económicos establecidos por los distintos
gobiernos, y se clasifica de distintas maneras pero
básicamente se consideran el Gasto Neto que es la
totalidad de las erogaciones del sector público menos las
amortizaciones de deuda externa; y el Gasto Primario, el cual no
toma en cuenta las erogaciones realizadas para pago de intereses
y comisiones de deuda publica, este importante indicador
económico mide la fortaleza de las finanzas
públicas para cubrir con la operación e
inversión gubernamental con los ingresos tributarios, los
no tributarios y el producto de la venta de bienes y servicios,
independientemente del saldo de la deuda y de su
costo.

Gasto Programable: es el agregado que más
se relaciona con la estrategia para conservar la política
fiscal, requerida para contribuir al logro de los objetivos de la
política económica. Por otro lado resume el uso de
recursos públicos que se destinan a cumplir y atender
funciones y responsabilidades gubernamentales, así como a
producir bienes y prestar servicios.

La clasificación económica permite conocer
los capítulos, conceptos y partidas específicas que
registran las adquisiciones de bienes y servicios del sector
público. Con base a esta clasificación, el gasto
programable se divide en gasto corriente y gasto de capital.
Estos componentes a su vez se desagregan en servicios personales,
pensiones y otros gastos corrientes dentro del primer rubro, y en
inversión física y financiera dentro del
segundo.

Gasto corriente: Dada la naturaleza de
las funciones gubernamentales, el gasto corriente es el principal
rubro del gasto programable. En él se incluyen todas las
erogaciones que los Poderes y Órganos Autónomos, la
Administración Pública, así como las
empresas del Estado, requieren para la operación de sus
programas. En el caso de los primeros dos, estos recursos son
para llevar a cabo las tareas de legislar, impartir justicia,
organizar y vigilar los procesos electorales, principalmente. Por
lo que respecta a las dependencias, los montos presupuestados son
para cumplir con las funciones de: administración
gubernamental; política y planeación
económica y social; fomento y regulación; y
desarrollo social.

Por su parte, en las empresas del Estado los egresos
corrientes reflejan la adquisición de insumos necesarios
para la producción de bienes y servicios. La venta de
éstos es lo que permite obtener los ingresos que
contribuyen a su viabilidad financiera y a ampliar su
infraestructura.

Gasto de Capital: El gasto de capital
comprende aquellas erogaciones que contribuyen a ampliar la
infraestructura social y productiva, así como a
incrementar el patrimonio del sector público. Como gastos;
gastos de Defensa Nacional, también se pueden mencionar la
construcción de Hospitales, Escuelas, Universidades, Obras
Civiles como carreteras, puentes, represas, tendidos
eléctricos, oleoductos, plantas etc.; que contribuyan al
aumento de la productividad para promover el crecimiento que
requiere la economía.

Impuestos Los impuestos son prestaciones, hoy por
lo regular en dinero, al Estado y demás entidades de
derecho público, que las mismas reclaman, en virtud de su
poder coactivo, en forma y cuantía determinadas
unilateralmente y sin contraprestación especial con el fin
de satisfacer las necesidades colectivas.

El impuesto es una prestación tributaria
obligatoria, cuyo presupuesto de hecho no es una actividad del
Estado referida al obligado y destinada a cubrir los gastos
públicos.

El impuesto es la prestación de dinero o en
especie que establece el Estado conforme a la ley, con
carácter obligatorio, a cargo de personas físicas y
morales para cubrir el gasto público y sin que haya para
ellas contraprestación o beneficio especial, directo e
inmediato.

Incidencia Impositiva Un impuesto puede gravar
una persona, ésta puede transferirlo a una segunda
persona, esta segunda persona puede soportar la carga (La carga
fiscal es igual a los ingresos recaudados por el sector
público) o transferirla a otra, quien la asume en
última instancia. Así, originalmente la persona que
paga el impuesto tal vez no sea quien soporta la carga en
última instancia. El proceso de la transferencia de un
impuesto se conoce como traslación del impuesto, mientras
que la imposición de una carga sobre el último
contribuyente se llama la incidencia del impuesto. En resumen la
incidencia se refiere a la forma en la cual se distribuye la
carga fiscal, ¿cuáles son los grupos sociales que
hay que tener en cuenta y cómo se puede medir la
distribución de la carga?. Para responder a esta pregunta,
hay que entender claramente que la carga fiscal en su totalidad
es soportada en última instancia por los individuos. Las
personas jurídicas, como las sociedades, son propiedad de
individuos y los impuestos que se establecen sobre dichas
empresas deben ser asignados a sus propietarios, vendedores o
empleados.

Eficiencia Económica La eficiencia
económica puede definirse como la asignación de los
recursos productivos de manera tal que produzcan la mayor
cantidad de bienes y servicios que satisfagan las necesidades
más urgentes de los individuos. Siempre que se hable de
eficiencia se refiere a la optimalidad de Pareto que requiere la
existencia de una asignación de los recursos tal que
ningún agente económico pueda estar mejor sin que
simultáneamente otro agente económico esté
peor. En regulación de los servicios públicos este
principio significa dos cosas: 1) que, dados los costos de
producir un bien, los consumidores están adquiriendo el
mismo al mínimo precio posible (eficiencia asignativa); y
2) para una demanda determinada, las empresas están
produciendo al mínimo costo posible (eficiencia
productiva). Esta condición de eficiencia no tiene en
cuenta la equidad ni cuestiones redistributivas. Según
ella, todos los individuos deben ser considerados
iguales.

Impuestos Óptimos La teoría de
impuestos óptimos (con tasa variable) se inicia en
Mirrlees (1971), que mediante un modelo simple, especial
(sólo un bien de consumo; consumidores con preferencias
idénticas, sólo diferentes en sus salarios; trabajo
en esencia homogéneo), estudia por primera vez en forma
rigurosa la vieja discusión sobre los efectos
(recaudación, distribución, eficiencia) del
impuesto al ingreso.

El objetivo central de la teoría de
imposición óptima es el modelar una forma
práctica, estudiable, el efecto que tales o cuales
impuestos u otros instrumentos de control tienen sobre los
incentivos individuales, sobre la eficiencia, para así
determinar endógenamente la frontera de Pareto (todo
estado Pareto-óptimo de la economía puede
alcanzarse como un equilibrio competitivo descentralizado,
siempre y cuando el ingreso fijo (propiedad) de los individuos
pueda ser previamente redistribuido mediante impuestos fijos
("lumpsum taxes") ideales, desligados de toda decisión
económica de los individuos.) alcanzable (con los
instrumentos dados) y de ahí escoger el mejor estado de la
economía, donde "mejor" se juzga con relación a
cualquiera que sea el conjunto de valores del hacedor de
política, plasmados en una función de bienestar
social.

Estructura Impositiva En Venezuela El sistema
impositivo venezolano muestra una marcada dependencia con
respecto al petróleo. Tal afirmación se hace
evidente al constatar que los ingresos petroleros en 1989
representaban un 60% de los ingresos fiscales totales. El
impuesto sobre la renta aplicada a personas naturales apenas
contribuye con un 2.5% de lo recaudado, mientras que otros
impuestos como los que pechan a licores, cigarrillos,
fósforos, sucesiones etc., apenas aportan un 2% de lo
recaudado. En un intento por disminuir la dependencia fiscal con
respecto al petróleo, se han utilizado distintos tipos de
impuestos entre los cuales se encuentran el Impuesto al Valor
Agregado (IVA), el Impuesto Sobre las Ventas (ISV), el Impuesto
sobre las Ventas al Mayor y al Consumo Suntuario (ISVM), el
Impuesto a los Activos Empresariales (IAE), y el Impuesto al
Débito Bancario (IDB), esto supuso la modernización
del sistema tributario venezolano, junto con la creación
del Servicio Nacional Integrado de Administración
Tributaria. Luego de la Apertura Petrolera, los niveles de
recaudación de impuestos no petroleros han aumentado
considerablemente llegando a representar un 50% del total de
ingresos recaudados y llevando los ingresos petroleros a un nivel
del 35% del total de los ingresos. Actualmente en el país
se aplican los siguientes impuestos (no petroleros).

IVA (Impuesto al Valor Agregado) IDB
(Impuesto al Débito Bancario) (De aplicación
temporal) ISLR (Impuesto sobre la renta) IAE
(Impuesto a los Activos Empresariales) IAEA (Impuesto
sobre Alcohol y Especies Alcohólicas) ISDRC
(Impuesto sobre Sucesiones, Donaciones y Ramos Conexos) TF
(Timbres Fiscales) ISCMT (Impuesto Sobre Cigarrillos y
Manufactura de Tabaco) EORNF (Estatuto Orgánico de
la Renta Nacional Fósforos).

¿Cuáles son los principales
instrumentos fiscales utilizados en venezuela?
El sistema
impositivo venezolano muestra una marcada dependencia con
respecto al petróleo. Tal afirmación se hace
evidente al constatar que los ingresos petroleros en 1989
representaban un 60% de los ingresos fiscales totales. El
impuesto sobre la renta aplicada a personas naturales apenas
contribuye con un 2.5% de lo recaudado, mientras que otros
impuestos como los que pechan a licores, cigarrillos,
fósforos, sucesiones etc., apenas aportan un 2% de lo
recaudado.

En un intento por disminuir la dependencia fiscal con
respecto al petróleo, se han utilizado distintos tipos de
impuestos entre los cuales se encuentran el Impuesto al Valor
Agregado (IVA), el Impuesto Sobre las Ventas (ISV), el Impuesto
sobre las Ventas al Mayor y al Consumo Suntuario (ISVM), el
Impuesto a los Activos Empresariales (IAE), y el Impuesto al
Débito Bancario (IDB), esto supuso la modernización
del sistema tributario venezolano, junto con la creación
del Servicio Nacional Integrado de Administración
Tributaria. Luego de la Apertura Petrolera, los niveles de
recaudación de impuestos no petroleros han aumentado
considerablemente llegando a representar un 50% del total de
ingresos recaudados y llevando los ingresos petroleros a un nivel
del 35% del total de los ingresos.

Aspectos macroeconómicos de las cuentas
fiscales
Los efectos económicos de la
imposición presentan múltiples vertientes. Estos
incluyen efectos macroeconómicos sobre la
distribución de la renta y la eficiencia en la
utilización de los recursos al mismo tiempo que efectos
macroeconómicos sobre el nivel de la capacidad productiva,
empleo, precios y crecimiento. Todos estos efectos
interactúan entre sí. Por lo tanto, los efectos
distributivos (o incidencia) de determinadas medidas
presupuestarias dependerán de sus efectos sobre la
capacidad de producción y sobre el empleo, de igual forma
que estas últimas dependerán de los cambios que se
produzcan en la distribución. Sin embargo, cada tipo de
efecto tiene interés por sí mismo y debe ser
considerado de forma independiente en la formulación de
las medidas de política económica.

La política económica es una rama dirigida
hacia el acondicionamiento de la actividad económica para
evitar que ocurran fluctuaciones en los niveles del empleo y de
los precios, así como para condiciones necesarias para el
desarrollo. Para la consecución de esos objetivos, la
política económica cuenta con un conjunto de
instrumentos de acción. Estos instrumentos o
políticas provienen de la teoría económica
cuyo objetivo es la consecución de los fines relacionados
con los principios teóricos del análisis
macroeconómico. Tal es el caso de las siguientes
políticas:

Impactos macroeconomicos Política
Fiscal
Fiscal viene de la palabra "fisco" que significa
"tesoro del Estado"; es decir, el tesoro público, el que
nos pertenece a todos. La política fiscal es "la
política que sigue el sector público respecto de
sus decisiones sobre gasto, impuestos y sobre el endeudamiento".
Esta política tiene como objetivo facilitar e incentivar
el buen desempeño de la economía nacional para
lograr niveles aceptables o sobresalientes de crecimiento,
inflación y desempleo, entre otras variables. Igualmente,
busca evitar fluctuaciones en la economía. En otras
palabras, la política fiscal de un país es un
elemento determinante en la creación de riqueza, el
crecimiento económico, y la relación entre el
ciudadano y el gobierno. El gasto público y los impuestos
demasiado altos entorpecen el progreso económico de los
países, lo cual condena a sus habitantes a seguir sumidos
en la pobreza.

Las herramientas con las que cuenta la política
fiscal para cumplir con sus objetivos están relacionadas
con los ingresos y los gastos sobre los cuales tiene influencia
el Estado. Desde el punto de vista del ingreso, el Estado puede
controlar a quién y en qué cantidad se le cobran
impuestos, a la vez que puede desarrollar mecanismos para
garantizar el pago de éstos (evitar la evasión),
etc. Desde el punto de vista del gasto, el Estado puede tener
influencia sobre el nivel de los salarios, el aumento de
éstos año tras año, las contrataciones y los
dineros que se transfieren a los departamentos y municipios o a
otras entidades, etc. Veamos qué decisiones puede tomar el
Estado en materia de política fiscal para una
situación específica de la economía del
país: Si se presenta una situación en la cual la
economía se encuentra estancada, el consumo es bajo y las
empresas no pueden producir con toda su capacidad, el Gobierno
puede buscar incentivar el consumo reduciendo los impuestos que
se le cobran al público; por lo tanto, las personas
tendrán más ingreso disponible para comprar bienes
y servicios y consumir en general; por otro lado, siendo el
Estado el consumidor más grande, éste puede gastar
más dinero en la economía realizando inversiones u
otro tipo de gastos que incentiven la producción de las
empresas. Las políticas fiscales se pueden clasificar en
dos grupos: políticas expansionistas o políticas
contraccionistas. La política fiscal "expansionista" se
presenta cuando se toman medidas que generen aumento en el gasto
del gobierno, o reducción de los impuestos, o una
combinación de ambas. Por el contrario, una
política fiscal "contraccionista" se presenta cuando se
toman decisiones para tener un gasto gubernamental reducido, o
aumentar los impuestos, o una combinación de ambas.
Aún con las ventajas que puedan traer las distintas
herramientas que componen una política, el Estado debe ser
muy cuidadoso de no excederse en las medidas que desea tomar
porque estas medidas pueden afectar las finanzas públicas
y aumentar el déficit fiscal a niveles peligrosos que
afectarían la estabilidad económica del
país. El medio por el cual el Estado obtiene los recursos
necesarios para desarrollar sus políticas (deuda interna o
externa o a través de impuestos) y mantener en niveles
aceptables su déficit fiscal, afecta también otras
variables como las tasas de interés y la tasa de cambio,
las cuales también deben ser tenidas en cuenta en el
momento de definir una política fiscal.

Política Tributaria El papel de la
política tributaria en el desarrollo económico se
da a través de la tributación que consiste en
transferir recursos de control privado para que puedan ser usados
con fines públicos, y a su vez el gobierno tratará
de proporcionar bienes y servicios públicos cada vez
más eficiente.

La función de la política tributaria en el
desarrollo económico en lo que se refiere al papel de los
impuestos podemos considerar los siguientes:

1. La transferencia de recursos del sector privado
al sector público.

2. La modificación de la distribución
de la riqueza.

3. La manera en que afecta el empleo,
inversión y ahorros, la balanzade pagos, inflación
y el comportamiento de diversos sectores económicos tales
como turismo, agricultura e industria.

4. En general, en la promoción del
desarrollo económico de los países menos
desarrollados.

El propósito esencial de la tributación
consiste en transferir recursos del control privado para que
puedan ser usados con fines públicos, – la
construcción de carreteras, educación, el
mantenimiento de la riqueza nacional, y similares – A fin de que
los recursos estén disponibles para estos llamados bienes
públicos, se debe reducir la demanda efectiva de otros
demandantes potenciales y esto es lo que hace el sistema
tributario. Si el Gobierno tratara de proporcionar bienes y
servicios, públicos y privado, excederían la
capacidad de la economía para proveerlos y el resultado
sería una inflación descontrolada. Así pues,
para ser totalmente precisos, el papel de los impuestos consiste
en permitir al sector público continuar respondiendo al
consumo (inversión) colectivo de modo no inflacionario
.También es cierto que las formas y tipos particulares de
impuestos utilizados para llevar a cabo esta transferencia de
recursos pueden producir sus propios efectos separados . El punto
principal a establecer aquí está en que al pedir
demasiado al sistema tributario de una nación le estaremos
impidiendo lograr su propósito fundamental, la
transferencia de recursos de uso privado a público.
Así, lo que ha constituido la agenda de reforma tributaria
principal alrededor del mundo en la última década,
está compuesto por dos principales elementos: Desde un
punto de vista estructural, el fortalecimiento del sistema de
ingresos reduciendo significativamente las sobrecargas de
política que han traído a muchos sistemas de
ingresos a su actual estado de debilidad. Desde el punto de vista
administrativo, la introducción de técnicas
computarizadas y procedimientos mejorados de liquidación,
auditoria y recaudación de modo que la capacidad para
administrar sistemas tributarios pueda ser balanceada con lo que
se requiere de los mismos.

Política
Monetaria

Cuando se habla de temas monetarios se esta haciendo
referencia a temas relacionados con el dinero, particularmente
con la moneda. La política monetaria, en particular, es el
conjunto de medidas que adopta la autoridad monetaria con el
propósito de buscar la estabilidad del valor del dinero e,
igualmente, evitar desequilibrios prolongados en la balanza de
pagos. Las medidas que puede adoptar dicha autoridad afectan la
oferta monetaria. La oferta monetaria es el volumen de dinero que
se encuentra disponible en la economía de un país
en un momento determinado. Ésta corresponde, en su forma
más simple, al efectivo que se encuentra en poder del
público y a los depósitos en cuentas corrientes de
la banca, los cuales son transferibles por medio de cheques. La
oferta monetaria tiene una fuerte influencia sobre aspectos como
la inflación y la desaceleración de la
economía.

Objetivos de la Política Monetaria Luchar
contra la inflación: El papel de la política
monetaria consiste en mantener una adecuada proporción
entre la liquidez monetaria y el nivel de actividad
económico con el objeto de impedir desequilibrios que
puedan alentar procesos inflacionarios.

Contribuye al crecimiento económico: En la medida
en que la política monetaria crea y mantiene condiciones
monetarias y crediticias favorables a la estabilidad de los
precios, motiva el desarrollo de iniciativas privadas en
inversión y consumo que aceleran el ritmo de actividad
económica. Ayuda a la estabilidad del tipo de
cambio: Con estas medidas, la política monetaria
contribuye con el objetivo general de equilibrar la balanza de
pagos, asegurar la continuidad de los pagos internacionales del
país y mantener la competitividad externa de la
producción doméstica. Para ello es necesario contar
con un nivel de reservas internacionales suficientes para cubrir
las necesidades de importaciones de bienes y servicios
indispensables al desempeño normal de la economía,
además de ofrecer las divisas suficientes a su debido
costo de oportunidad para el pago de los sectores público
y privado a sus acreedores externos. Contribuye a la estabilidad
del sistema financiero y de pagos de la
economía.

El Banco Central de Venezuela es la autoridad monetaria
en el país. Éste, por mandato Constitucional, debe
mantener el índice de inflación en niveles
aceptables con el fin de garantizar un adecuado desempeño
de la actividad económica. Cuando hay mucho dinero en
circulación, las personas disponen de más recursos
para adquirir bienes, sin embargo, si este nivel es excesivo, la
demanda de bienes es mayor que la capacidad productiva del
país, presentándose, entonces, una escasez de
bienes y, como consecuencia, un aumento del precio de
éstos, lo que hace que se de un fenómeno de
inflación. Por el contrario, si la cantidad de dinero en
circulación en la economía es baja, el
público no tiene dinero para comprar bienes o demanda una
cantidad menor que la que se puede ofrecer según la
capacidad productiva del país, por lo que las empresas se
ven en problemas para vender sus productos, se presenta una
abundancia de bienes y, consecuentemente, el precio de
éstos baja, produciéndose, por lo tanto, el efecto
contrario a la inflación, llamado deflación.
Según esto, para que exista un buen desempeño de la
economía debe haber un equilibrio entre el dinero que se
encuentra en circulación y los bienes que se encuentran
disponibles en la economía. Para poder controlar la oferta
monetaria, el BCV utiliza herramientas como las tasas de
interés (aumentándolas para incentivar el ahorro o
disminuyéndolas para incentivar el consumo), los
volúmenes de crédito, el encaje bancario
(aumentándolo para reducir el dinero en circulación
o reduciéndolo para lograr el efecto contrario), la
emisión de dinero, el movimiento internacional de
capitales, etc. La política monetaria está
estrechamente ligada a la política cambiaría (para
garantizar el adecuado control de la cantidad de dinero en
circulación) y a la política fiscal (cuando la
autoridad monetaria debe otorgar créditos al sector fiscal
o financiarle sus déficit presupuestarios).

Deuda

Se dice que existe una deuda cuando una persona, empresa
o entidad, al que se le llama deudor, tiene el compromiso de
entregarle bienes, servicios o dinero a otra, denominada
acreedor, de la cual generalmente ha recibido un préstamo
de algún tipo anteriormente. Los préstamos pueden
ser tramitados por personas, empresas, Estados, bancos u otras
organizaciones que necesiten o quieran prestar recursos.
Éstos, naturalmente, han de cumplir con algunas
condiciones, como por ejemplo la determinación del tiempo
durante el cual se retornará el valor del préstamo,
la forma en que éste debe ser retornado (abonos mensuales,
trimestrales, anuales, etc.) y el costo que asume la persona que
toma el préstamo, el cual, generalmente, está
determinado por una tasa de interés y que se traduce en el
pago periódico de intereses. Deuda Interna Deuda
interna" es una parte de la "deuda pública". La "deuda
pública", en general, es la plata que el Estado
costarricense debe. O sea, la suma de empréstitos o
préstamos que debe (interna o externamente). El Estado
pide plata prestada de distintas maneras. Algunas veces lo hace a
través de instrumentos formales, con bancos o entidades
internacionales o extranjeras, blandas o comerciales. Otras veces
emite bonos o valores, que coloca en diversos
mercados.

En la década de los años setenta, nuestro
Estado se abusó con la deuda externa. En diversas
administraciones se endeudó a más no poder
(petrodólares, banca comercial y mil cuestiones
más). A finales de dicho decenio el endeudamiento se hizo
por la vía anormal del Banco Central, de modo que no se
conocía la operación en la Asamblea
Legislativa.

En los noventas, en cambio, la moda ha sido la "deuda
interna", compuesta por infinidad de colocaciones en el mercado
interno, en forma de bonos o valores que "reciben" los bancos
comerciales del Estado y que "aceptan" las instituciones
públicas.

Nuestro Estado, en vez de entrar en razón y
determinar qué puede hacer. Se ha encaprichado en hacer de
todo. Para seguir en tal loco afán, ha tenido que
endeudarse hasta las futuras generaciones.

De tal modo, más de una tercera parte del
presupuesto nacional se dedica al "servicio de la deuda". No
obstante, prácticamente un 40% del presupuesto se financia
con nueva deuda. Es como si una culebra se empezara a comer ella
misma por la cola.

El asunto es que hace como cuatro años hubo una
campaña nacional para combatir la dichosa deuda interna.
Se habló de controlar el gasto público, de hacer
ingeniería financiera (dolarizar la deuda para que bajaran
un tanto los intereses) y de ordenar la casa, para luego honrar
las obligaciones (impuestos y venta de activos). El hecho es que
no hemos avanzado nada significativo. Lo que se ha hecho es
rebalancear la deuda pública aumentando la externa (una
especie de dolarización). A final de cuentas seguimos
gastando desordenadamente, endeudándonos y sacrificando el
presupuesto en el servicio de la deuda.

Ahora el Presidente de la República vuelve al
supuesto dilema de antes: "se aumenta la carga tributaria o hay
venta de activos".

Sin embargo, hay que recordar que la deuda
pública (interna y externa) tiene un origen: el
déficit presupuestario. La causa es un déficit
fiscal (Estado = Fisco). Si nuestro Estado no entra en
razón, todo se hundirá. Absolutamente todo. Las
instituciones públicas, los mercados financieros, los
fondos de pensiones, la infraestructura, los servicios y nuestra
sociedad en general. No seremos los primeros a quienes les pasa
tal tragedia. La historia está llena de ejemplos.
Lástima que parece que el ser humano no escarmienta en
cabeza ajena.

Actualmente la deuda interna esta alrededor de los 30
Billardos de Bolívares.

Deuda Externa La deuda externa es un tipo
particular de deuda en la cual la persona, entidad, banco,
empresa, etc. de la cual el deudor obtiene un préstamo es
del exterior (o sea que no reside en el país del deudor)
por lo que, la mayoría de veces, el préstamo que
toma el deudor se realiza en moneda extranjera. Los gobiernos
nacionales son unos de los principales entes que se endeudan a
través de deuda externa. Sin embargo, en un país,
los gobiernos de las ciudades, departamentos, municipios o las
entidades oficiales, también pueden asumir deudas de
carácter externo de forma independiente, aunque tales
deudas generalmente son respaldadas económicamente por el
Estado. Es decir que la deuda externa no es más que
aquella contraída con entidades o personas del exterior y
que generalmente está denominada en moneda extranjera. Los
pagos por capital e intereses de las deudas externas implican una
salida de divisas y un aumento de la cuenta de los egresos de la
balanza de pagos. Se contraen deudas externas cuando se financian
importaciones, cuando los gobiernos contraen compromisos con
bancos, organismos internacionales u otros gobiernos, y cuando
las empresas -públicas o privadas- solicitan
préstamos para realizar inversiones o para otras
necesidades. En este último caso es frecuente que las
empresas cuenten con un aval gubernamental que garantiza la
devolución de sus préstamos ante los
acreedores.

La deuda externa es un mecanismo muy efectivo por medio
del cual se obtienen recursos para distintos propósitos.
Por ejemplo: un país puede asumir una deuda externa para
obtener recursos para llevar a cabo obras sociales (escuelas,
hospitales, capacitaciones), obras de infraestructura
(carreteras, puentes, acueductos, telecomunicaciones) o para otro
tipo de necesidades o propósitos (déficit fiscal).
Una empresa, por ejemplo, puede buscar deuda externa para
introducir nueva tecnología en su fábrica o para
ampliar su capacidad de producción. Quienes prestan dinero
a los países, empresas o cualquier otro deudor, pueden ser
organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional
(FMI), el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), el Banco Interamericano de Reconstrucción y Fomento
(BIRF), bancos privados, gobiernos de otros países,
inversionistas internacionales, etc. De la misma forma como la
deuda externa es una manera efectiva para obtener recursos,
ésta, sí no es manejada adecuadamente, puede
convertirse en un gran problema para el deudor. Prueba de ello es
que si un país adquiere una gran deuda en moneda
extranjera, o si la moneda local pierde valor frente a aquella
con la que se hizo el préstamo (se devalúa), los
intereses y las amortizaciones que tendrá que pagar por
esa gran deuda tendrán un costo tan alto que puede afectar
la estabilidad económica del Estado y del país en
general. En estos casos, los países buscan una
renegociación de la deuda o volver a negociar con el
acreedor las condiciones en las cuales se pagará un
crédito ya existente. También existe lo que se
denomina la reestructuración de la deuda. En este caso, un
Estado, o cualquier otro deudor, buscará cambiar un tipo
de deuda que ya tiene por otro con nuevas condiciones que se
acomoden de mejor manera a sus propósitos o expectativas
futuras. En la actualidad la deuda externa alcanza los 50
billardos de bolivares.

Deuda Y Equilibrio Económico El equilibrio
económico del país y su desarrollo dependen en gran
medida de la consolidación del proceso de
descentralización fiscal, de la forma como subsanan sus
deudas y del sano ordenamiento de las transferencias
territoriales.

Las economías modernas se basan en gran parte
sobre las deudas a corto o largo plazo que contraen los
particulares, las empresas y el Estado. Sólo las
transacciones de menor cuantía suelen pagarse en efectivo
pues para casi todas las demás se emplean diversas formas
de crédito. Las deudas, por lo general, quedan legalmente
registradas mediante el uso de instrumentos mercantiles
específicos: pagarés, letras de cambio, bonos,
etc.

Es por eso entonces, que los gobiernos buscan por lo
general consolidar las deudas a corto plazo
convirtiéndolas en deudas de largo plazo, más
fáciles de gerencial, pero, en todo caso, cuando la deuda
interna total sobrepasa cierto nivel, se recurre muchas veces a
emisiones suplementarias de moneda nacional con el objeto de
atender estos compromisos. Ello causa, indudablemente, una
presión de tipo inflacionario, puesto que las nuevas
emisiones se producen sin un respaldo en divisas o en bienes
producidos por el país. En el caso de las deudas externas,
que deben pagarse en dólares o en otras divisas, resulta
imposible recurrir -salvo para los Estados Unidos, por supuesto-
a este conocido expediente. Por tal razón los
países Latinoamericanos -y de otras partes del mundo- que
acumularon en las últimas décadas crecientes saldos
negativos en sus transacciones externas, se vieron obligados a
realizar profundos ajustes en sus economías a partir de
los últimos años de la década de los
ochenta.

Partes: 1, 2, 3

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