- Resumen
- Introducción
- Algunos experimentos interesantes
- Qué es la inercia
- El Big Bang servido a la mesa
- Ubble y el nacimiento del Big Bang
- ¿Y si ocurren ambas cosas a la vez?
- Estabilidad en la ecuación de Einstein
- Por qué el Universo es necesariamente infinito
- Espacio, tiempo y espaciotiempo
- La perennidad del Universo
- Un sutil error de Einstein
- Bibliografía
Resumen
Este
trabajo, asequible a toda persona aunque no posea una especialidad en Física,
está hecho por un físico a lo largo de muchos años de enseñar la asignatura.
Partiendo de experimentos habituales, se precisan definiciones que en algunos
textos aparecen ya anticuadas aun siendo textos prestigiosos y modernos.
Se
analiza la Inercia como propiedad y se destaca su importancia para comprender
la estabilidad de los objetos cósmicos. Se proponen nuevas ideas. Se precisan
conceptos como los de espacio y tiempo y se discute si es posible su
generalización a todo el universo. Adicionalmente se prueba razonadamente por
qué lo perenne en el universo no es igual a lo eterno, y se expone un sutil
error de Einstein en este sentido.
Introducción
¿Qué es
la inercia? No es, por cierto, la oposición a cambiar el estado mecánico de
reposo o movimiento. Esta interpretación conduce a errores y es inexplicable,
como si cierto misterioso erecto apareciera. ¿Por qué la teoría del Big Bang
falla? ¿Por qué es irreconciliable con la Teoría de la Relatividad?
Qué
podemos hacer con la Constante Cosmológica de Einstein, cómo interpretarla para
darle estabilidad a la Ecuación de Einstein. La demostración lógica de que el
universo es infinito. ¿Cuándo utilizar espacio, tiempo y espaciotiempo? El
razonamiento equivocado de Einstein siguiendo la hipótesis de un astrónomo que
refutaba a Newton. A todo esto se da explicación en este trabajo, que solo
requiere de conocimientos escolares de Física para entenderlo.
Algunos experimentos interesantes
De
acuerdo con casi todos los textos la inercia es la tendencia de un objeto a
resistir cualquier intento de cambiar su velocidad. Un físico cubano, Manuel F
gran, quien se carteaba con Einstein y trataba de ofrecer contenido físico a la
Relatividad General, no puramente matemático, fue más cauteloso. La inercia,
según Gran, es la propiedad por la cual la materia no puede modificar por sí
misma el estado de reposo o movimiento en que se encuentra (Elementos de
Física, 1939). No empleó la palabra resistencia en la definición. Gran resumía
de manera magistral la esencia de la Relatividad General ya desde los años
treinta: los nuevos trabajos de Einstein permiten llegar a una concepción del
universo en la cual todo campo de gravitación puede anularse por un adecuado
movimiento del sistema de referencia.
En esta
definición vamos a apoyarnos para evidenciar una adecuada concepción del
universo. En su trabajo de 1905 ¿Depende la inercia de un cuerpo de la energía
que contiene? Einstein demostró que la masa de un cuerpo aumenta cuando su
velocidad crece, su energía es proporcional a su masa siendo la constante de
proporcionalidad el cuadrado de la velocidad de la luz, según una famosa
ecuación de la Relatividad Restringida. Y al aumentar la masa aumenta la
resistencia del cuerpo a ser acelerado. Pero ¿por qué?
Para
interpretar esta resistencia de los cuerpos a cambiar su velocidad podemos
recordar algunas experiencias:
Si una persona empuja un tanque de guerra incluso
suponiendo nula la fricción entre las esteras del tanque y el suelo, este no se
moverá en lo absoluto.
Si colocamos una caja de fósforos sobre un papel rugoso y
tiramos bruscamente del papel, tampoco la caja de fósforos se moverá en lo
absoluto.
Ahora
bien, si cientos de personas empujan coordinadamente el tanque de guerra el
tanque se moverá y si tiramos lentamente del papel lograremos sacar del reposo
la caja de fósforos. ¿Qué tienen de común ambas experiencias?
Consideremos
que cuando un cuerpo actúa sobre otro aparece un campo de fuerzas que transmite
cuantos de energía hacia los bariones de la sustancia que compone el cuerpo
influenciado. Si la interacción ha sido pequeña la cantidad de cuantos no
alcanza para el total de bariones, los bariones afectados se excitan y después
regresan a la posición de equilibrio emitiendo el cuanto absorbido en forma de
calor. Si damos una patada sobre el suelo, la Tierra por ello no se sentirá
afectada pero si un gran meteorito la impacta el resultado puede llegar a ser
un cambio en su órbita alrededor del sol.
Y si
tiramos muy rápidamente del papel rugoso sobre el que está la caja de fósforos
este último objeto no se mueve no solamente por el pobre engarce que hacen
entre sí las rugosidades de ambos cuerpos sino también porque el breve tiempo
no permite al campo de fuerzas establecerse en todos los bariones. Aquellos
excitados emitirán calor y regresarán a su posición de equilibrio. La
dificultad que tiene el campo de fuerzas de establecerse en toda la sustancia
se pone de manifiesto cuando un karateca da un golpe limpio sobre un lápiz cuya
mitad descansa fuera del borde de una mesa.
El
lápiz se parte en dos y una mitad permanece sobre el borde de la mesa y la otra
mitad cae al suelo. Si el golpe hubiera sido muy suave el lápiz se hubiera
volteado sin partirse. Los campos contrarios producidos por el dedo empujando
un extremo y el borde de la mesa empujando en sentido opuesto provocan la
rotación.
Qué es la inercia
La
expresión: tendencia de un objeto a resistir cualquier intento de cambiar su
velocidad, es solamente compatible con la concepción clásica de los cuerpos
constituidos por materia continua, no por materia discontinua, sino por
partículas separadas una de otra y en interacción mutua.
Si
tenemos en cuenta que todos los cuerpos, de cualquier naturaleza y masa están
formados por los mismos tipos de partículas absolutamente idénticas, bariones
por ejemplo, se hace natural que los cuerpos más pesados, atraídos por la
gravedad en ausencia de fricción, caigan con la misma aceleración que los
cuerpos más ligeros, ya que quienes están cayendo son las partículas de uno y
otro cuerpo y todas estas partículas son idénticas entre sí. En el vacío, o
sea, en un recinto desprovisto de aire y por tanto de la resistencia que este
puede ofrecer a la caída de los cuerpos, caerán simultáneamente un elefante y
una pluma si son soltados al mismo tiempo, y llegarán al suelo en el mismo
instante.
Ambos
caerán con una aceleración de 9,8 m/s2 porque, al estar formados como hemos
dicho por el mismo tipo de partículas e interactuar estas con los mismos
gravitones, o simplemente por el hecho de que todos los bariones, ya sean de la
pluma o del elefante, se tienen que mover por geodésicas de idénticas propiedades
suponiendo ambos cuerpos muy unidos el uno al otro-, cada barión tendrá que
seguir el mismo curso que los demás. Una geodésica impone el cambio real que
tiene que seguir un cuerpo atraído por la gravedad. Si se necesita ser muy
preciso compárese la caída de una pequeñísima masa de plomo soltada al mismo
tiempo que una pequeñísima masa de algodón y ambos cuerpos muy juntos uno al
otro.
Caerán
simultáneamente pues las geodésicas por donde cursan ambos, al estar muy cerca
la una de la otra, impondrán idéntico movimiento a idénticos bariones que
componen los cuerpos. Tanto el elefante como la pluma caen simultáneamente. Por
lo tanto la inercia es la propiedad por la cual un cuerpo no puede modificar
por sí mismo el estado de reposo o movimiento en que se encuentra y simplemente
no existe ninguna tendencia a resistir el cambio de su estado mecánico.
ERRORES
EN LA INTERPRETACIÓN DE LA INERCIA
Todo lo
anterior se pone de manifiesto en la justificación que se da al fenómeno de
caer con la misma aceleración dos cuerpos de diferente masa, en un campo de
gravedad. Tomamos del curso: Universidad para todos. Fundamentos de la ciencia
moderna el siguiente párrafo: La experimentación diaria verifica esta
igualdad. Dos objetos, uno pesado y otro ligero, caen con la misma velocidad
(aceleración).
Sin
embargo el más pesado es atraído por la Tierra con mayor intensidad que el
ligero. ¿Cómo es posible que no caiga más rápido? Porque su resistencia a ser
acelerado es mayor (cursivas nuestra). En Encarta, cualquier edición. Inercia.
Propiedad de la materia que hace que esta se resista a cualquier cambio de
movimiento, ya sea en dirección o en velocidad (cursivas nuestra). Halliday
(2009): La tendencia de un objeto a resistir cualquier intento de cambiar su
velocidad se denomina inercia del objeto. (Cursivas nuestra) Wikipedia: La
inercia es
la resistencia que opone la materia a modificar su estado de reposo
o movimiento. (Cursivas nuestra). Sears-Zemansky (12da edición): Este texto es
más cauteloso: la tendencia de un cuerpo a seguir moviéndose una vez iniciado
su movimiento es resultado de una propiedad llamada Inercia. (Y más adelante
continúa): Quizás el lector haya visto sacar un mantel de un tirón de debajo de
una vajilla sin romper nada. La fuerza sobre la vajilla no basta para moverla
mucho.
Esta
explicación del texto está en bastante concordancia con lo que hemos descrito
sobre la inercia. Efectivamente. Si el campo de fuerzas (cuantos de energía) no
tiene tiempo de establecerse en todos los bariones, los excitados regresarán a
su estado de equilibrio después de deshacerse del cuanto recibido y la vajilla
continuará en reposo ahora directamente sobre la tabla de la mesa. Si la masa
del cuerpo es demasiado grande con relación a la energía proveniente de la interacción,
tampoco los cuantos llegan a todos los bariones y sucederá lo mismo que en el
caso anterior. No existe una misteriosa resistencia a cambiar de estado
mecánico. Si viajamos en pie sobre la plataforma de un camión y este de repente
frena, los cuantos puedan quizás actuar sobre nuestros pies pero necesitan más
tiempo para propagarse al torso.
Por
ello el torso se nos mueve hacia adelante. Si nuestros pies estuvieran sobre
una superficie lisa no habría interacción, el camión frena y nos moveremos hacia
adelante a la velocidad a la que se trasladaba el vehículo antes de frenar. En
la descripción clásica de la propiedad Inercia, como se supone la sustancia
continua, no puede explicarse cómo un cuerpo de plomo cae con la misma
aceleración que un cuerpo de algodón, porque cada punto del cuerpo de plomo
tiene más densidad que uno semejante en el cuerpo de algodón. Y con mayor
densidad los puntos debieran moverse más aceleradamente pues la fuerza de
caída debiera ser proporcional a la masa. La atracción es mayor, de la misma
forma que sobre el suelo una persona de cien kilos presiona más el piso que uno
de sesenta.
Y como
el fenómeno de la caída se contradice con el fenómeno del peso de dos graves
sobre una superficie, se aduce que esta aceleración gravitatoria en la caída
está compensada con la resistencia que ofrece toda la masa del cuerpo a
moverse. No hay tal resistencia, son bariones idénticos cayendo. Cuando
comprendemos que ambos cuerpos están formados por idénticas partículas y solo
los diferencia que uno de ellos tiene más partículas que el otro, todo queda
claro. Partículas idénticas han de moverse de idénticas manera en un campo de
fuerzas que también es el mismo para ambos cuerpos. Ocurre realmente un
fenómeno mucho más sencillo de entender que el de invocar una misteriosa fuerza
de resistencia.
El Big Bang servido a la mesa
El
universo no puede expandirse dentro de nada ni hacia nada porque él mismo lo es
todo. En Sears-Zemansky se puede leer: Es una concepción falsa muy frecuente
considerar el universo de la misma forma que una colección de galaxias muy
grande pero finita, que se expande hacia un espacio que no está ocupado. ¡La
realidad es muy diferente! Toda la evidencia acumulada demuestra que el
universo es infinito: no tiene fronteras ni límites, por lo que no hay nada
afuera de él ni se expande hacia alguna cosa. – Hasta aquí la cita.
Es
lógico, si el universo ocupara un espacio finito no puede aumentarlo hacia un
hipotético hiperespacio vacío. De acuerdo a la Tercera Ley de la Termodinámica
el vacío absoluto es imposible. Jamás puede alcanzarse el cero de temperatura
Kelvin, el Cero Absoluto. En la Wikipedia leemos: la energía del Punto Cero es
la energía más baja que un sistema físico mecánico-cuántico puede poseer, y es
la energía del estado fundamental del sistema (Energía del Punto Cero). El
tercer Principio de la Termodinámica afirma que no se puede alcanzar el cero
absoluto en un número finito de etapas.
Pero
incluso en el cero absoluto, que es la temperatura más baja teóricamente
posible, ya que no puede alcanzarse, incluso con esta temperatura habría una
energía residual teórica. Véase Cero Absoluto en la Wikipedia. Es la llamada
Energía del Punto Cero. En un universo infinito, ¿puede expandirse el espacio?
He aquí otra paradoja. En la Ecuación de Einstein se tuvo que introducir un
factor de escala. Un factor de escala permite medir la distancia entre dos
puntos en los espacios curvos, y con él podemos estudiar cómo la gravedad
atrae. Cuando el espaciotiempo se contrae los cuerpos graves se acercan, se
atraen siguiendo el cambio mecánico obligado en ese espaciotiempo. El
espaciotiempo no puede interpretarse como el espacio tridimensional. Cuando
este fenómeno ocurre lo que debemos interpretar en el espacio euclídeo es que
ocurre una atracción por causa de la fuerza gravitatoria.
Pero un
factor de escala también permite ciertas elucubraciones. Matemáticamente es
posible cambiar el signo para que se interprete algo totalmente opuesto. Que en
lugar de contraerse el espacio euclídeo se dilate. Pero ya el universo es
infinito, cómo entonces puede dilatarse. Se argumenta así que el universo se
expande aunque sea infinito porque cambia la rapidez de cambio del espacio.
Según el Sears-Zemansky: el aumento se debe a la expansión misma del espacio y
de todo el espacio intergaláctico
es como si el infinito se expandiera hacia el
infinito (textual).
Tal vez
usted entienda este galimatías, yo no. Se argumenta que es precisamente esta
inflación del espacio lo que arrastra las galaxias separándolas unas de otras.
Si el espacio cambia, si hay cada vez más espacio, tiene que aparecer cada vez
más materia porque el cambio de espaciotiempo en la Ecuación de Einstein está
asociado a un cambio de energía y tensiones y estas solo las aporta la materia.
Resulta entonces que la Teoría del Big Bang del espacio en expansión conduce
directamente a la Teoría del Estado Estacionario propuesta por Fred Hoyle y
otros, precisamente como contrapropuesta a la teoría del Big Bang, ya que
tendría que aparecer materia continuamente conforme aumenta el espacio.
Una
alternativa sería que solamente lo que se dilata son las unidades de espacio,
pero entonces no se observarían cambios porque todo se dilata y comparando
relativamente todo seguiría igual. Para evitar esta segunda contradicción se
argumenta que en los llamados sistemas ligados los espacios no se dilatan. Es
solamente el espacio que separa las galaxias lo que se dilata, espacios casi
absolutamente vacíos, y por eso vemos las galaxias lejanas alejándose unas de
otras. Pero entonces este espacio vacío tendría una extrañísima propiedad:
empuja galaxias enteras. Las galaxias enanas tienen diez millones de estrellas,
las gigantes, diez billones, o sea diez millones de millones de estrellas. Pero
las galaxias no están solas, forman parte de grupos locales de galaxias, estas
forman cúmulos de grupos locales y estos cúmulos se agrupan en hipercúmulos.
Estamos hablando de millones de millones de millones de estrellas. Y el vacío
tiene que empujar varias a la vez porque estos hipercúmulos son los que se
alejan unos de otros. Entonces aparece una energía de valores incalculables que
puede hacer este trabajo pero que nadie conoce aquí y que se llama energía
oscura.
La
intriga se va enredando. ¡Dejemos la energía oscura para el próximo concilio,
la ciencia aún no tiene detalles sobre ella! Hoy no fío, mañana sí. Por cierto,
los vacíos cercanos a nuestro hipercúmulo, los que tendría un astrónomo de
allá que observar en nosotros desde su lejanísimo planeta, no se ensanchan.
Ningún reporte acerca de esto. Acudamos a ciertos físicos teóricos porfiados.
Elegantemente profesionales y tercos. Nunca recibirán el Nobel y tienen que
publicar en una página personal o en arXiv porque un espacio en expansión permite
fundamentar el Génesis científicamente.
No
tanto, en verdad lo único que permite es introducir la imagen de una Biblia de
Gutenberg que se abre en los documentales sobre el Big Bang que se fabrican
para el hombre de clase media, para la persona de la cual se necesita
conquistar la opinión, la admiración y el voto, pues su opinión permite ser
generalizada entre la muchedumbre, dado su prestigio. El profesor de enseñanza
media de tu hijo, el dentista o el médico que te atiende, el artista, el
pelotero, el comerciante. Y el periodista, por supuesto. Leamos a John Báez,
físico teórico estadounidense que trabaja en gravedad cuántica de bucles en la
Universidad de California: Puedo ir a mi habitación, resolver la Ecuación de
Einstein, trabajar algunas geodésicas y enseñarlas. De esta manera usted
pudiera convencerse del Big Bang, de los huecos negros o de cualquiera otra
cosa
No, no, no, el Big Bang y los agujeros negros son para los físicos
experimentales, no para los teóricos. (Báez en This week´s finds in
mathematical physics; en math.ucr.edu).
Adicionalmente
chismeo sobre Báez, es graduado del MIT, primo de Joan Báez, la Reina de la
Canción Protesta y sobrino de Albert Báez, quien inventó el microscopio de
rayos X con el cual por primera vez en la historia de la Biología se pudo
observar células vivas. No, no recibió el Nobel ni por esto ni por el kit que
fabricó para el Smithsonian Astrophysical y que hizo práctico el telescopio de
rayos X. Es que tenía un problema. Era muy mal educado, no respondía a las
continuas invitaciones que se le hacían para desarrollar armas. Leamos a Sean M
Carrol, del Instituto de Física Teórica de la Universidad de California, Santa
Bárbara.
la luz de las galaxias lejanas está corrida al rojo con respecto a
las frecuencias que observaríamos con respecto a las frecuencias que
observaríamos desde una fuente más cercana sin movimiento.
Como
este fenómeno tolera una fuerte apariencia con el Efecto Doppler convencional
debido al movimiento relativo, tienta decir que las galaxias se alejan de
nosotros a una velocidad definida por el cambio hacia el rojo. Rigurosamente,
esto es un sinsentido
lo que realmente ocurre es que la métrica del
espaciotiempo entre nosotros y las galaxias ha cambiado (de tal forma que) a lo
largo del recorrido del fotón desde las galaxias hasta nosotros la onda de luz
se incrementa. (Lecture Notes on General Relativity: curso de introducción para
físicos recién graduados. MIT. 1996). La luz que sale blanca de las galaxias
aparece con tonos rojos solo en nuestro telescopio, y no en un telescopio más
cercano a ellas. Si así fuera dichas galaxias se estarían moviendo a
velocidades que incluso en algunos casos superarían la velocidad de la luz.
En
palabras de John Báez: El corrimiento hacia el rojo de Hubble no implica que La
Tierra esté particularmente en desventaja en el universo. El familiar modelo de
universo como un balón punteado de galaxias, que se expande muestra que el
alter ego de Hubble en cualquier otra galaxia haría la misma observación
pero
los objetos astronómicos del Grupo Local nuestro no muestran tal corrimiento
(Ibídem). Y nuevamente Carrol:
dos partículas que se pasan una a la otra
tienen una velocidad relativa bien definida (la cual nunca podrá ser mayor que
la velocidad de la luz). Pero dos partículas en puntos diferentes de un espacio
topológico (como es el caso del universo lejano para nosotros, nota del autor
de esta investigación) no poseen ninguna noción bien definida de velocidad
relativa. El concepto, simplemente, no tiene sentido. H
Ubble y el nacimiento del Big Bang
Conocemos
por la Teoría Restringida de la Relatividad que la velocidad de la luz tiene un
valor constante e independiente del movimiento uniforme del observador. Este
valor no puede ser igualado. Una simple explicación de ello se le ocurrió a
Einstein en su adolescencia. Si alguien se moviera a una velocidad igual a la
que posee la luz esta desaparecería para él, no llegaría a sus ojos. Peor aún
si la velocidad del observador fuera mayor. Y no tenía ni veinte años el hombrecillo.
Pero el fenómeno físico es todavía más raro. Si un observador se acerca a un
rayo de luz – para ello tiene que viajar a muchísima velocidad – y mide la
velocidad de ese rayo, obtiene el mismo valor que si hubiera hecho la medición
parado en tierra.
Por eso
la velocidad de la luz es una constante independiente del observador. Ello es
una consecuencia del experimento mental que hemos referido del jovencito. Si se
cumpliera para la velocidad de la luz lo que ocurre para las velocidades
relativas galileanas, la luz tendría, conforme el observador se le acerca,
respecto a él, una velocidad diferente la cual sería cero cuando se emparejen.
Es lo que ocurre cuando usted se acerca en un auto a otro que va delante de
usted. Pero la luz habita todo el universo, no se puede tomar de referencia la
Tierra como se hace con los autos. Por tanto no le puede asignar un sistema de
referencia único en el que medir su velocidad, un sistema privilegiado no puede
tener.
O sea,
no puede andar desapareciendo para unos y apareciendo para otros. En
conclusión, si parados sobre nuestro planeta hacemos la medición de la
velocidad de cualquier rayo de luz, obtendremos el mismo valor que si
perseguimos a dicho rayo montados en un cohete que trata de alcanzarlo. Esto es
lo único racional y posible, aunque las consecuencias de ello parecen
irracionales y no vamos a referirlas. La luz que sale de una fuente lo hace en
forma de ondas con sus crestas y valles. Una estrella inmóvil con respecto a
nosotros emitirá un tren de crestas que entra a nuestros ojos al mismo ritmo
que fueron emitidos por la estrella, no tiene por qué el tren encogerse o
alargarse. Pero si una estrella se mueve hacia nosotros y emite una cresta,
como dicha estrella continúa persiguiendo esa cresta en nuestra dirección, la
próxima cresta que emita estará más pegada a la primera.
Resulta
que ese tren encogido de crestas produce una luz de ligeros tonos azules. Si
el tren de crestas estuviera alargado la luz tendría ligeros tonos rojos.
Estos tonos no se aprecian a simple vista pero sí los detectan instrumentos de
los observatorios llamados espectrómetros. Edwin Hubble observó en 1929 que las
galaxias muy lejanas tenían en su luz un corrimiento hacia el rojo. Sucedía lo
mismo en todas las direcciones en que observaba por lo cual aceptó un universo
en expansión. Ya vimos en el apartado anterior por qué esta conclusión es
incorrecta. La experiencia en sí misma nunca nos engaña. Tampoco nos engañan
las Matemáticas. Nos engañan nuestras convicciones y más aún nuestros intereses
al interpretar los resultados de una experiencia o de una demostración
matemática.
Convicciones
sociales e intereses nos persuaden absolutamente de manera francamente rabiosa.
A veces, agresiva. No existe manera de salirse de esta trampa. Se afirma que la
práctica es el criterio de la verdad, pero nuestra afirmación de verdad no es
el resultado directo de la experiencia sino de la interpretación que de ella
hacemos. Y aquí juegan un papel importante los sentimientos. No vamos a afirmar,
con Thomas Kuhn, que entonces hay que dudar de la ciencia porque ella resulta
de convicciones sociales, de acuerdos entre científicos. No absolutamente.
Porque la verdad al final, con el tiempo, se impone. Las numerosas experiencias
y demostraciones en la Física, con el correr de los años, barren lo de
subjetivo que existe en las teorías. No es que se sustituyan unos acuerdos por
otros, se sustituyen unas verdades por otras al rigor del juez tiempo. Hubble
hizo una interpretación equivocada de su experiencia pero esa interpretación
convenía al status quo. Porque ya existían precedentes.
Entre
1922 y 1924 el físico teórico ruso Alexander Friedmann había dado a conocer
varias soluciones para la ecuación de Einstein de 1915. En una de ellas se
suponía un universo en expansión. En 1927 el sacerdote y astrofísico belga
Georges Lemaitre, enterado de las soluciones de Friedmann, construyó una
explicación teórica de un universo en expansión basándose en esa solución
particular de Friedmann.
Solo
dos años después el estadounidense Hubble observaba el universo en expansión
interpretando el corrimiento hacia el rojo de las galaxias que para aquella
época eran lejanas. Concluyó que las galaxias estaban alejándose una de otra
confiando en que el Efecto Doppler podía aplicarse a su observación. Ya vimos
el porqué de tamaño error. No podemos juzgar muy severamente. La teoría
Generalizada de la Relatividad está plasmada no en palabras, sino en un
conjunto de tensores revueltos que hacen muy difícil la visión adecuada de lo
que físicamente está ocurriendo. Y esta teoría no tenía muchos años en 1929. Es
lo que ocurre hoy, incluso peor, con la Teoría de Cuerdas, a pesar de ser este
tal vez nuestro único camino a seguir correctamente. Continuamos.
Un
lustro después del anuncio de Hubble el teórico ucraniano George Gamow abandonó
la Unión Soviética, se asiló en Estados Unidos y sobre la base de los trabajos
de Lemaitre formuló lo que conocemos como Teoría del Big Bang. Él no la llamó
así, esto fue un mote que le endilgaron, pero el nombre era muy curioso y
llamaba la atención. En divertidas palabras del teórico John Báez: La familiar
imagen de un universo como un balón salpicado de galaxias, que se infla, es una
versión fílmica de una de las soluciones de Friedmann
los espaciotiempos de
Friedmann Robertson Walker vienen en una gran variedad de estilos
expansivos, curvos, abiertos, cerrados
La versión del balón expandiéndose
corresponde justo a unos cuantos (modelos) de los mismos.
¿Y si ocurren ambas cosas a la vez?
La
ecuación de Einstein en los modelos de Friedmann pueden ser, como hemos dicho,
modelos expansivos o contractivos. Los objetos se acercan unos a otros o se
alejan. La Luna se aleja de la Tierra mientras se acerca. No hay error en la
frase, se aleja mientras se acerca. El modelo puede ser expansivo y
contractivo: cuando un satélite gira alrededor de una masa mayor está
continuamente oscilando. Las oscilaciones de la Luna alrededor de la Tierra
pueden modelarse mediante cuerdas cósmicas y a ellas adaptar la Ecuación de
Einstein. Pero son modelos complicados, que tienen que abarcar desde el
movimiento de un hipotético supercúmulo hasta el movimiento de nuestro
satélite.
Ese
habitual fenómeno llamado Inercia hace que la luna en cada instante trate de
seguir su curso en dirección tangente a su órbita, tendiendo a alejarse y a la
vez, debido a ese también habitual fenómeno llamado gravedad, tienda a
acercarse a la tierra. Precisamente estas dos tendencias permiten a la luna
girar incesantemente alrededor nuestro. En el Sistema Solar los planetas giran
alrededor del nuestro astro, el Sistema Solar hace lo mismo alrededor del
centro de masas de la Vía Láctea y esta lo mismo alrededor del Grupo Local.
Y las
aproximadamente treinta galaxias que forman este último giran, junto a otros
Grupos Locales similares, alrededor del centro de masas de nuestro cúmulo y los
cúmulos alrededor de un centro de masas conocido como El Gran Atractor, en
nuestro supercúmulo, el Supercúmulo de Virgo. Se estima que en el universo hasta
ahora observable haya unos diez mil millones de supercúmulos. Estamos
entendiendo apenas una propiedad importantísima que cuaja en ley para
comprender el universo. No sería razonable extender esta rotación de una
materia alrededor de otra, a todo el universo. Entre los supercúmulos hay
extensas regiones de espacios prácticamente vacíos. Y todos los supercúmulos no
tienen por qué comportarse de manera diferente a como lo hace el nuestro.
Existe una propiedad de partida que tiene obligadamente que cumplirse: el
universo es isótropo y homogéneo. Visto a muy grande escala el universo tiene
la misma estructura en todas partes. Y si suponemos un universo infinito esta
propiedad tiene que mantenerse en toda la extensión del mismo.
La
gigantesca dinámica de los supercúmulos es un fenómeno solamente local, no del
universo en sí mismo, aunque se cumpla en cada uno de sus supecúmulos. En su
página sci.physics Báez escribe, en respuesta a alguien de Berkeley: Una de las
más importantes razones para estudiar los modelos de Friedmann es conocer cómo
pensar acerca de espaciotiempos arbitrarios, así que creo que lo mejor es
enfatizar en herramientas (como marcos locales de coordenadas inerciales) que
trabajen en espaciotiempos arbitrarios. Efectivamente, la propiedad descrita
anteriormente se define para un marco de referencia local. Veamos por qué.
Estabilidad en la ecuación de Einstein
El
término Lambda añadido por Einstein a su ecuación garantiza que el modelo de
universo sea estacionario. Este término ha tenido diversas interpretaciones,
desde anularlo para el cálculo hasta hacerlo responsable de la expansión del
universo. Pero su valor es tan pequeño que no puede responsabilizarse con un
fenómeno tan grandioso como ese. Debe recordarse que el sabio, suponiendo un modelo
de universo finito pero sin límites, no aplica su ecuación solo a los sistemas
de masa finita conocida como el Sistema Solar o la Vía Láctea, sino que lo
generaliza para todo el universo, por lo cual está obligado a considerarlo
finito.
Einstein
creía en un universo estacionario por lo cual introduce la Constante
Cosmológica Lambda pues de lo contrario su universo se cerraría sobre sí mismo.
Lo totalmente obvio hoy es que todos los subsistemas del universo están en
constante evolución dinámica. Solamente nuestra isla, la Vía Láctea,
próximamente colisionará con una gigantesca nube de gas hidrógeno y polvo y
posteriormente con la Nebulosa de Andrómeda, un sistema de mayor volumen que
ella aunque tal vez no más masivo. Esto genera múltiples interacciones y
probablemente el nacimiento de estrellas entre otros fenómenos. Algo similar no
tiene por qué dejar de ocurrir en el resto de las galaxias y en cada uno de los
supercúmulos en un momento u otro.
Entonces,
¿qué puede ofrecer una estabilidad temporal en el transcurso de eones a un
sistema cósmico? En su deducción de la ecuación para la Relatividad General
Einstein parte de los principios de que todo campo gravitatorio puede anularse
por un adecuado movimiento del sistema de referencia (masa inercial igual a
masa gravitatoria) y de que la acción de las masas en el espaciotiempo da lugar
a una deformación de las líneas de universo.
En
palabras breves, la acción de la gravedad puede anularse por la acción de la
inercia. Se ha visto antes que la inercia solo puede definirse de una forma
elegante y útil (Gran) como sigue: Todo cuerpo libre se haya en reposo o en
movimiento rectilíneo uniforme. Si un campo de cuantos no puede establecerse
en una masa esta no cambia su estado de reposo o movimiento hasta tanto el
campo no se establezca en él plenamente y esta es la esencia de la propiedad
inercia o inercialidad (como se le nombra en algunos textos) para masas
discontinuas e interactuantes. Pues bien, una masa pequeña que se acerca a otra
masa grande, deformadora esta última apreciablemente del espaciotiempo, tiene
naturalmente que trasladarse, dentro de cierto límite de velocidad, circular (o
elípticamente dada la Curvatura de Weyl) alrededor de ella obligada por la
deformación del espaciotiempo.
Ahora,
en el interior de un laboratorio que estuviera situado en la masa menor y
suponiendo un movimiento perfectamente circular de esta, los cuerpos se moverán
como si estuvieran libres de interacciones pues el campo de gravitación que
actúa sobre el laboratorio queda anulado por el campo de inercia establecido
por el movimiento circular en su natural tendencia a salirse por la tangente.
La Constante Cosmológica no tiene nada que empujar sino que debiera
interpretarse que la acción de contracción generada por el tensor
Energía-Impulso queda compensada por el adecuado movimiento de rotación del
sistema de referencia rígido al laboratorio que circula, de tal manera que la
curvatura espaciotemporal del tensor de Einstein se anula localmente por la
curvatura espaciotemporal contraria del laboratorio en movimiento circular.
Visto
de otro modo, las coordenadas curvas gaussianas de la masa mayor se proyectan
localmente como coordenadas de un espacio euclídeo plano dada la combinación de
las primeras con las coordenadas gaussianas de la masa menor en un movimiento
perfectamente circular. Aún más, sería conveniente aceptar el principio de la
Materia en Oscilación (rotación, por ejemplo) como condición de existencia de
la materia en el universo. Esta unificación seguramente la ofrecerá la Teoría
de Cuerdas. El universo debe considerarse discreto e interactuante al igual que
semejamos el micromundo, pero infinito, en el sentido de infinito que más
adelante entraremos a considerar. La Ecuación de Einstein no puede generalizarse
al universo como un todo, pero sí a sus estructuras discretas aun cuando muy
grandes sean.
Por qué el Universo es necesariamente infinito
Dos
cuerpos en interacción gravitatoria tienen un centro de masas alrededor del
cual giran. Ya hemos mencionado esto. Planetas alrededor de su sol, sistemas
solares alrededor de su galaxia, galaxias alrededor del grupo local, grupos
locales alrededor de su cúmulo estelar y cúmulos estelares alrededor del
centro de masas del supercúmulo. Pero hasta aquí. Rodeando los supercúmulos hay
enormes espacios de vacíos muy extensos y casi absolutamente vacíos. El
Supervacío de Eridanus, si se corrobora su existencia, tendría 500 años luz de
diámetro y constituiría una de las mayores estructuras del universo. Pero a una
escala cósmica el campo profundo se observa bastante simétrico, cumpliéndose
las propiedades de isometría y homogeneidad que debe cumplir el universo. Sin
embargo, en un universo finito, donde la cantidad de supercúmulos es contable,
este conjunto finito distribuido en el espacio cósmico tiene que poseer un
centro de masas él mismo.
Combinando
entre sí los centros de masas de los supercúmulos podría calcularse el lugar de
este centro de masas del universo. Y resultaría en una paradoja pues habría un
lugar privilegiado en el universo con respecto al cual calcular velocidades
absolutas, contradiciendo la Teoría de la Relatividad en su esencia misma. Este
lugar estaría en reposo absoluto, al menos durante un largo intervalo de tiempo
si no interaccionan entre sí dos supercúmulos, y después de la interacción
seguiría existiendo otro con igual propiedad. Pero esta no sería su única
cualidad. Como el universo tendría centro, el polvo cósmico debiera
concentrarse allí en cantidades extraordinarias.
Y como
el tiempo de vida del universo es muy grande, a esta altura ya debería ser
observado, porque sería un lugar perfectamente detectable en el infrarrojo
debido a la enorme temperatura que el cúmulo de polvo cósmico interactuante
generaría allí. Suponiendo un Big Bang tan energético que barrió las
fluctuaciones en su inicio lo cual no permitió que implotara, como se sustenta,
y se está expandiendo hoy sin fluctuaciones apreciables, y por cualidad de
isometría y homogeneidad debió brotar la materia de manera simétrica pues es
isométrico y homogéneo el universo de hoy, por todo esto ese centro del
universo tendría que estar en el lugar donde sucedió el Big Bang o muy cerca de
él. Sería un lugar muy importante para no ser detectado al menos en el
infrarrojo, como se ha dicho.
La
única manera de considerar al universo sin un centro definido es extender la
cantidad de supercúmulos uniforme e infinitamente. Pero existen otras razones
para no considerar la aparición del universo tras una Gran Explosión catorce
mil millones de años atrás.
Es concepto aceptado hoy por los astrónomos que el universo
hasta ahora observable tiene 98 000 millones de años luz (Wikipedia).
Y
conforme se mejoran las técnicas y los instrumentos, más se aleja de nosotros
el universo, como tiene que ser. O sea, los instrumentos hoy detectan casi
siete veces más distancia de la posible porque el universo se dice que surgió
hace unos 14 000 millones de años solamente. Y si se aplica la ley de Hubble,
como la velocidad del objeto cósmico es proporcional a la distancia resulta que
la velocidad de expansión es varias veces la velocidad de luz.
Frente
a esta evidencia se aduce que el espacio puede superar todo lo que quiera la
velocidad de la luz, pues no es un cuerpo material. Y lo que sucede es que este
espacio en expansión arrastra las galaxias. Lástima que aquí en la Vía Láctea
no se observen galaxias alejándose tan pasmosamente de la nuestra, porque un
alter ego de Hubble allá debería observar que aquí sucede lo mismo.
A cada rato se descubren estrellas cercanas a nosotros cuya
evolución indica que se formaron muchos años antes del Big Bang. Por ejemplo el
objeto estelar HD 140283, a 190 años luz de nosotros, tiene un tiempo de vida
de 14 460 millones de años y a pesar de su edad es muy joven pues su
composición es todavía pobre en metales. (International Journal of Exergy;
2014).
Una explosión tan energética como el Big Bang, donde tiene
que aparecer toda la energía del universo observable en fracción de segundo
provocaría tales fluctuaciones que implotaría al instante (Instituto del Rey,
Londres, 2014).
Si se observan las galaxias alejándose es porque está
sucediendo la expansión. Entonces, la explosión no ha terminado, en algún lugar
tiene que continuar apareciendo materia.
No puede ubicarse un sistema de referencia externo al
universo. Por tanto la expansión es algo inmedible.
Espacio, tiempo y espaciotiempo
Para el
universo como un todo no existe el espacio ni el tiempo. Son conceptos
indefinidos para esas estructuras. Sin embargo, sí es absolutamente cierto que
el universo es infinito. Veamos. Analicemos el universo infinito. Cuando aquí
decimos que el universo es infinito nos estamos refiriendo a que la cantidad de
supercúmulos no es contable. No nos referimos a un espacio infinito, porque el
espacio infinito o el tiempo infinito son, por su misma definición, conceptos
indeterminados.
El
infinito está asociado a un conjunto ordenado de elementos cuyo conteo es
inalcanzable. De donde que, por muy alejado que esté un supercúmulo de
nosotros, siempre habrá otro número indeterminado de supercúmulos aún más
alejados de este aunque este mismo sea inalcanzable para nosotros. El concepto
de espacio y de tiempo – como un lugar donde alojar la materia y contar sus
años no tiene sentido para el universo porque él lo es todo. No puede existir
un reloj fuera del universo que sirva para contar su tiempo de vida ni su
contenido puede ser medido en metros cúbicos.
No
tiene sentido. Los conceptos de espacio y de tiempo solo sirven para estudiar
eventos físicos que transcurren, que evolucionan, y para que algo transcurra se
necesitan patrones de espacio y tiempo para medir su cambio, su evolución en
estas magnitudes. Un principio del cual hay que partir es que la materia está
en continua evolución. La evolución de la materia, su cambio, es la causa por
la cual hay que definir espacio y tiempo para estudiar esos cambios y no al
revés. Los supercúmulos evolucionan pero el conjunto de supercúmulos (o sea, el
universo) no cambia de conjunto. No puede hacerlo porque por definición no hay
otro conjunto del cual él forme parte, él lo es todo. Los supercúmulos a su vez
vienen separados por supervacíos.
En
algunos de ellos la temperatura es menor que la calculada para el fondo de
microondas detectado por Penzias y Wilson. Es por ello preferible interpretar
esta radiación de supervacío como el límite de la radiación estelar media, no
como el eco del Big Bang. Conforme mayor es el vacío menor es esta temperatura
y menor, por supuesto, la radiación de fondo de microondas. Esto no se
corresponde con un eco que se difunde por igual a todas partes. La materia de
los supercúmulos está en continuo movimiento dinámico: para ubicar de manera
precisa un punto material cualquiera es necesario indicar sus tres coordenadas
euclídeas y la coordenada tiempo. Si usted desea enviar una carta a una persona
no basta con que precise a cuál longitud, latitud y altura está esa persona
sino que además hay que indicar en cuál instante estará allí. Esta es la única
manera precisa de ubicar un punto material, con cuatro coordenadas (Physical
Science Study Comitee).
Y en el
caso de las coordenadas espaciotemporales, ellas definen el cambio mecánico
obligado de un cuerpo que se mueve cerca de un grave, como ya hemos dicho. El
espacio y el tiempo euclídeo, el espacio y el tiempo considerando la luz como
una constante independiente del movimiento de un sistema de referencia, el
espaciotiempo en el caso anterior y en el caso de un espacio curvado, son
modelos que se utilizan de conformidad con el entorno que se estudia. Y
cualquiera de esas coordenadas no tiene sentido para un conjunto infinito. O
para un punto adimensional material, como en el caso de los huecos negros. En
el caso de la Mecánica el entorno se analiza en dependencia de la velocidad del
objeto estudiado o de la intensidad de los campos gravitatorios y de inercia de
los cuerpos.
La perennidad del Universo
Ya está
dicho que cuando nos referimos al universo infinito nos referimos al conjunto
incontable de supercúmulos. No a un espacio o tiempo infinitos porque ello no
tiene ningún sentido. Para estudiar la dinámica gigantesca de los supercúmulos
es que viene a su medida la Ecuación de Einstein de la Relatividad General. En
cuanto a la Segunda Ley de la Termodinámica, no sería posible aplicarla a este
universo infinito, porque, en resumen, este Principio nos cuenta que es
imposible trasladar energía sin que alguna de la energía se escape.
Pero
del universo no puede escaparse energía ni infinito ni finito- porque él lo es
todo, no tiene sentido que se escape energía hacia algún lugar fuera de él. Lo
que define el sentido del tiempo en los sistemas del entorno terrestre es el
aumento del desorden, concepto derivado del Segundo Principio. A este aumento
del desorden se le llama Aumento de la Entropía, y este aumento ya sabemos que
ocurre cuando se escapa energía del sistema. Se ha manipulado por siglos este
concepto, tratando de demostrar que el universo envejece y finalmente muere,
como ocurre con la materia viva.
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