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La tecnociencia para la sostenibilidad



  1. Introducción
  2. La tecnociencia para la sostenibilidad
  3. Impacto social de la tecnociencia
  4. Características de las medidas tecnológicas
  5. Problemas éticos de la tecnociencia
  6. Conclusión
  7. Anexos

* Gran parte de la ciencia normal es aplicación tecnológica.

* "Una educación que forme ciudadanos participativos y solidarios, que utilicen críticamente las nuevas tecnologías, ayudará a la construcción de una sociedad más justa, humana y sin exclusiones"

* "La sociedad de la tecnociencia y del conocimiento nos mandó al exilio, nos robó el sentimiento de un hogar y de una patria y principalmente nuestra capacidad de conmovernos, de llorar, de reír con gusto y de apasionarnos por la naturaleza y por la vida." 

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Introducción

Existe un consenso creciente acerca de la necesidad y posibilidad de dirigir los esfuerzos de la investigación e innovación hacia el logro de tecnologías favorecedoras de un desarrollo sostenible, incluyendo desde la búsqueda de nuevas fuentes de energía al incremento de la eficacia en la obtención de alimentos, pasando por la prevención de enfermedades y catástrofes, el logro de una maternidad y paternidad responsables y voluntarias o la disminución y tratamiento de residuos, el diseño de un transporte de impacto reducido, etc.

Ello exige superar la búsqueda de beneficios particulares a corto plazo que ha caracterizado, a menudo, el desarrollo tecnocientífico, así como la idea simplista de que las soluciones a los problemas con que se enfrenta hoy la humanidad dependen, sobre todode tecnologías más avanzadas, olvidando que las opciones, los dilemas, a menudo son fundamentalmente éticos. 

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La tecnociencia para la sostenibilidad

Las tecnociencias no sólo indagan procesos naturales sino cada vez más objetos y procesos que la propia instrumentalización de la investigación ha hecho posible. De igual modo los resultados de la investigación son evaluados principalmente por criterios de eficacia manipulativa, de operatividad, y sólo a través de ellos puede juzgarse el valor de verdad de los conocimientos implicados.

La idea de tecnociencia subraya también los complejísimos móviles sociales que conducen el desarrollo científico-tecnológico. El papel de los intereses sociales en la definición de su curso es tanto más claro en la medida que la dimensión tecnológica pasa a ser preponderante. Una consecuencia de ello es la colocación en primer plano de los dilemas éticos. Manipular, modificar, transformar, son acciones que comportan siempre dudas acerca de los límites de lo moralmente admisible. Cuando se plantea la contribución de la tecnociencia a la sostenibilidad, la primera consideración que es preciso hacer es cuestionar cualquier expectativa de encontrar soluciones puramente tecnológicas a los problemas a los que se enfrenta hoy la humanidad.

Pero, del mismo modo, hay que cuestionar los movimientos anti-ciencia que descargan sobre la tecnociencia la responsabilidad absoluta de la situación actual de deterioro creciente. Muchos de los peligros que se suelen asociar al "desarrollo científico y tecnológico" han puesto en el centro del debate la cuestión de la "sociedad del riesgo", según la cual, como consecuencia de dichos desarrollos tecnocientífico actuales, crece cada día la posibilidad de que se produzcan daños que afecten a una buena parte de la humanidad y que nos enfrentan a decisiones cada vez más arriesgadas.

No podemos ignorar, sin embargo, que, como señala el historiador de la ciencia Sánchez Ron (1994), son científicos quienes estudian los problemas a los que se enfrenta hoy la humanidad, advierten de los riesgos y ponen a punto soluciones. Por supuesto no sólo científicos, ni todos los científicos. Por otra parte, es cierto que han sido científicos los productores de, por ejemplo, los freones que destruyen la capa de ozono. Pero, no lo olvidemos, junto a empresarios, economistas, trabajadores, políticos… La tendencia a descargar sobre la ciencia y la tecnología la responsabilidad de la situación actual de deterioro creciente, no deja de ser una nueva simplificación maniquea en la que resulta fácil caer. Las críticas y las llamadas a la responsabilidad han de extenderse a todos nosotros, incluidos los "simples" consumidores de los productos nocivos (Vilches y Gil, 2003). Y ello supone hacer partícipe a la ciudadanía de la responsabilidad de la toma de decisiones en torno a este desarrollo tecnocientífico. Hechas estas consideraciones previas, podemos ahora abordar más matizadamente el papel de la tecnociencia.

Existe, por supuesto, un consenso general acerca de la necesidad de dirigir los esfuerzos de la investigación e innovación hacia el logro de tecnologías favorecedoras de un desarrollo sostenible (Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, 1988; Gore, 1992; Daly, 1991; Flavin y Dunn, 1999…), incluyendo desde la búsqueda de nuevas fuentes de energía al incremento de la eficacia en la obtención de alimentos, pasando por la prevención de enfermedades y catástrofes, el logro de una maternidad y paternidad responsables o la disminución y tratamiento de residuos, el diseño de un transporte de impacto reducido, etc. La ciencia y la tecnología están formadas por sistemas que incluyen a las personas y los fines que ellas persiguen. El avance tecnológico es un factor decisivo para el desarrollo social y tiene un gran impacto sobre la humanidad, dicho impacto puede ser bueno o malo dependiendo de la manera en que las personas utilicen los avances de que la tecnociencia provee.

La pareja ciencia-tecnología se ha convertido en recursos estratégicos políticos y económicos tanto para los Estados como para las industrias, no podemos desconocer que el desarrollo tecnocientífico puede aportar ventajas al bienestar de la sociedad, habría igualmente que tomar conciencia de que el cambio tecnológico está en la base de muchos de los problemas ambientales y sociales.

Como dice Galeano en su libro "Patas para arriba. La escuela del mundo al revés": "En América Latina mueren veintidós hectáreas de bosque por minuto, en su mayoría sacrificadas por las empresas que producen carne o madera, en gran escala, para el consumo ajeno…" "…La diversidad tecnológica dice ser diversidad democrática.

La tecnología pone la imagen la palabra y la música al alcance de todos, como nunca antes había ocurrido en la historia humana, pero esta maravilla puede convertirse en un engaño si el monopolio privado por imponer la dictadura de la imagen única, la palabra única y la música única. (…) Como dice el periodista argentino Ezequiel Fernández Moores, a propósito de la información: "Estamos informados de todo, pero no nos enteramos de nada".

En la actualidad, los avances tecnológicos son usados en casi todas las actividades y por casi todas las personas. La utilización de la tecnología conduce a grandes controversias que suelen llevar a la falsa conclusión de que la tecnología es corruptora y perjudicial en sí misma. Es necesario demostrar que esto es incorrecto, que en realidad la tecnología no es maligna sino que es mal utilizada por los humanos.

La tecnología es creada para conseguir beneficios, para modificar la realidad, para mejorarla; pero muchas veces su verdadera función es mal entendida y se utiliza en actividades incorrectas como la fabricación de material bélico o el abuso que conlleva a adicciones.

Irremediablemente, la ciencia y la tecnología se han politizado y vuelto más complejas, y su imagen benefactora ya no se debe dar por supuesta, ni sus practicantes pueden pretender mantener su estatuto tradicional en la sociedad.

Pero la tecnociencia también tiene aplicaciones benéficas para la sociedad. Además de los riesgos, el desarrollo aporta nuevas formas de relación y nuevos valores. No podemos concluir que la tecnología sea buena, mala o neutra. Dependerá de la responsabilidad en el uso y del análisis preventivo de las consecuencias antes de tomar las decisiones.

La perspectiva CTS se enfrenta a la visión tradicional o concepción heredada de la ciencia, según la cual la actividad científica tiene como fin el descubrimiento de nuevos conocimientos sobre la realidad, con lo que sería objetiva y neutral. Para esta concepción, la historia de la ciencia consistiría en la acumulación constante de saberes de forma independiente de otros factores del entorno.

La primera premisa afirma que la actividad tecnocientífica es también un proceso social como otros; la segunda pone de manifiesto los efectos para la sociedad y la naturaleza de la actividad tecnocientífica; la tercera premisa supone la aceptación de la democracia, y de ellas se deriva una conclusión final: es necesario promover la evaluación y el control social dela actividad tecnocientífica. En todo caso, en los enfoques CTS se dan dos tradiciones principales: una se centra en la primera premisa y la otra desarrolla más la segunda, aunque ambas comparten la conclusión del silogismo.

Principios del desarrollo sostenible:

  • Las tasas de recolección no deben superar a las de regeneración (o, para el caso de recursos no renovables, de creación de sustitutos renovables).

  • Las tasas de emisión de residuos deben ser inferiores a las capacidades de asimilación de los ecosistemas a los que se emiten esos residuos.

Como influye la tecnociencia en la sociedad

Se trata solamente de los efectos en la sociedad actual, sino
también de los efectos sobre la sociedad futura. En las sociedades tradicionales
estaban bien definidas las funciones del individuo había una armonía
entre la naturaleza, la sociedad y el hombre. Ahora bien, la ciencia trajo consigo
la desaparición de este marco tradicional, la ruptura del equilibrio
entre el hombre y la sociedad y una profunda modificación del ambiente
Aunque no debemos culpar directamente a la tecnociencia. 

Los progresos de la tecnociencia han sido muy rápidos
en los países desarrollados; en cambio en los países subdesarrollados
su adquisición es tan lenta que cada día la diferencia entre dos
tipos de países se hace más grande. Dicho retraso contribuye a
mantener e incluso a agravar la situación de dependencia de los países
subdesarrollados con respecto a los desarrollados.

Como la tecnociencia ha pasado a formar parte de las fuerzas
productivas en mucho mayor medida que nunca, se considera ya que hoy se trata
de un agente estratégico del cambio en los planes de desarrollo económico
y social.

La tecnociencia ha llegado al punto de influir sobre la mentalidad
de la humanidad. La sociedad de hoy no esta cautiva en las condiciones pasados
o en las presentes, sino que se orienta hacia el futuro. La ciencia no es simplemente
uno de los varios elementos que componen las fuerzas productivas, sino que ha
pasado a ser un factor clave para el desarrollo social, que cala cada vez más
a fondo en los diversos sectores de la vida.

La ciencia trata de establecer verdades universales, un conocimiento
común sobre el que exista un consenso y que se base en ideas e información
cuya validez sea independiente de los individuos. Hay algo que pienso que es
de gran importancia resaltar y es que el papel de la ciencia en la sociedad
es inseparable del papel de la tecnología.

Hacia donde nos dirigimos en brazos de la tecnología

Se dice que vivimos en una era tecnológica. Se imputa
a la tecnología el crecimiento económico sin precedentes de los
países industrializados y el aumento consiguiente de la riqueza material.
La tecnología no es un hecho aislado en la civilización actual,
sino que está presente en la sociedad.

Como ya mencioné anteriormente la tecnología
es para satisfacer necesidades y aquellos que no satisfacen las diversas necesidades,
adaptándose a las condiciones de la naturaleza simplemente tendrán
por suerte la desaparición.

Muchos consideran que de continuar los avances tecnológicos
con el ritmo que lleva, podrían llevar a la destrucción de lo
que conocemos como el planeta TIERRA. Pero a mi entender la tecnología
tiene poder suficiente para crear un gran caos, pero todo depende de la forma
en que se utilice.

La tecnociencia ha tenido un gran auge y desarrollo, y continuará
teniéndolo, pero al menos que caiga en malas manos, no creo que debamos
temer, porque mientras esto no suceda lo que creo que es muy difícil
estaremos a salvo.

Impacto social de la tecnociencia

Además de aceptar la síntesis conceptual de
la tecnociencia, es necesario pensar en los diferentes efectos o impactos sociales
de la ciencia y la tecnología o, más sintéticamente, de
la tecnociencia. De forma esquemática, se puede decir que la ciencia
(la parte más teórica de la tecnociencia) cambia nuestra manera
de ver el mundo, mientras que la tecnología (la parte de la tecnociencia
que fabrica artefactos) cambia más directamente nuestra manera de vivir
el mundo. Sea como sea, los impactos sociales son más evidentes en el
caso de la tecnología que cuando hablamos de la ciencia pura. Por ejemplo,
Galileo, cuando utilizó el telescopio, acabado de inventar, para observar
el cielo, descubrió, entre otras cosas, las lunas de Júpiter y
los cráteres de nuestra Luna. Esto acabó confirmando la visión
cosmológica copernicana con los planetas que se mueven alrededor del
Sol y no, según quería Tolomeo, todos los astros girando alrededor
de una Tierra que mantenía con falso orgullo el supuesto papel de centro
del universo.Aun cuando este descubrimiento fue un gran cambio y produjo una
grave sacudida en la visión que el ser humano tenía de su posición
en el universo, la realidad es que la vida cotidiana de la gente no cambió
en absoluto. De hecho, después de Galileo la gente trabajaba igual, utilizaba
las mismas herramientas y comía y dormía igual que antes. La vida
de cada día no resultó alterada, tan solo cambió la viva
imagen que de sí mismo y del universo tenía el ser humano. Un
descubrimiento tan importante como éste, mientras queda restringido al
ámbito del conocimiento científico teórico, afecta básicamente
a la forma de ver el mundo, pero no a la forma de vivirla.No ocurre así
con la tecnología. Por lo general, cualquier nuevo artefacto que tenga
éxito altera de alguna manera la forma como hacemos las cosas. Por ejemplo,
en nuestra sociedad occidental industrializada, el automóvil y el avión
han cambiado en menos de cien años nuestra percepción de las distancias
y nuestra movilidad real; las telecomunicaciones nos permiten saber ahora mismo
lo que ocurre en el otro extremo del mundo; la televisión nos trae a
casa, en el mismo momento en que ocurren, espectáculos e información
de todas partes; o, más simplemente, el microondas nos permite levantarnos
cada día diez minutos más tarde porque calienta el vaso de leche
del desayuno más deprisa. La tecnología altera realmente nuestra
manera de hacer las cosas de cada día y la forma de vivir en el mundo

Algunas soluciones científico-tecnológicas

La reestructuración del sistema energético para cumplir objetivos ambientales y abastecer el 100 % de la demanda energética total, en el 2050, con fuentes renovables: eólica, solar, biomasa…

La creación en 2009 de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, cuyos estatutos han firmado ya 148 Estados y la Unión Europea, cuyo cometido es asesorar y ayudar a los distintos países en materia de política energética y fomentar las energías renovables, que incluyen ya una gran variedad de realizaciones y prometedoras perspectivas: eólica, fotovoltaica, geotérmica, mareomotriz, mini-hidráulica, producida aprovechando las algas, solar de concentración (también denominada termosolar), solar térmica (o termodinámica), termo-oceánica o maremotérmica, undimotriz o de las olas, etc.

Características de las medidas tecnológicas

Dar prioridad a tecnologías orientadas a la satisfacción de necesidades básicas y que contribuyan a la reducción de las desigualdades, como, por ejemplo:

Fuentes de energía limpia (solar, geotérmica, eólica, fotovoltaica, mini-hidráulica, mareas… sin olvidar que la energía más limpia es la que no se utiliza) y generación distribuida o descentralizada, que evite la dependencia tecnológica que conlleva la construcción de las grandes plantas. Incremento de la eficiencia para el ahorro energético (uso de bombillas fluorescentes de bajo consumo o, mejor, diodos emisores de luz LED; cogeneración, que supone la obtención simultánea de energía eléctrica y energía térmica útil, aprovechando para calefacción u otros usos el calor que habitualmente se disipa…).

  • Gestión sostenible del agua y demás recursos básicos.

  • Obtención de alimentos con procedimientos sostenibles

  • Prevención y tratamiento de enfermedades, en particular las pandemias como el sida, que está diezmando la población de muchos países africanos, o las nuevas enfermedades asociadas al desarrollo industrial

  • Logro de una maternidad y paternidad responsable que evite embarazos no deseados y haga posible una cultura demográfica sostenible.

  • Prevención y reducción de la contaminación ambiental, así como tratamiento adecuado de los residuos que haya resultado imposible evitar, para minimizar su impacto.

  • Regeneración o restauración de ecosistemas procediendo, entre otros, a la descontaminación de suelos y depuración de aguas utilizando técnicas como, por ejemplo, la biorremediación, basada en el uso de plantas , hongos microorganismos o encimas para reducir, degradar o inmovilizar productos orgánicos nocivos.

  • Reducción de desastres, como los provocados por el incremento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos atmosféricos extremos que acompaña al cambio climático…

  • Reducción del riesgo y empleo de materiales "limpios" y renovables en los procesos industriales, utilización de técnicas basadas en los principios de la Química Sostenible también denominada Química Verde o Química para la sostenibilidad.

  • Aplicar el Principio de Precaución (también conocido como de Cautela o de Prudencia), para evitar la aplicación apresurada de una tecnología, cuando aún no se ha investigado suficientemente sus posibles repercusiones, como ocurre con el uso de los transgénicos o de las nanotecnologías.

Problemas éticos de la tecnociencia

Vivimos en un mundo que depende de forma creciente de la ciencia y la tecnología. Los procesos de producción, las fuentes de alimentación, la medicina, la educación, la comunicación o el transporte son todos campos cuyo presente y futuro están fuertemente ligados, al desarrollo tecnocientífico. La ciencia y la tecnología han contribuido de formas asombrosas a mejorar nuestras condiciones de vida, aumentando tanto la esperanza de vida como su calidad, y transformando los modos de interacción humanos. Al mismo tiempo, sin embargo, han ocasionado también problemas y riesgos que requieren un análisis serio y exhaustivo. El aumento de la contaminación, el uso de sustancias tóxicas, el deterioro progresivo del medio ambiente, la desertización, el empobrecimiento de la flora y la fauna, y los accidentes y enfermedades relacionados con la tecnología son una parte importante de estos riesgos. No obstante, no solamente el medio ambiente y la salud se enfrentan en nuestros días a nuevos retos.

El fenómeno de la globalización, representado por la economía a escala mundial, tiene también efectos indeseables sobre la distribución de la riqueza, aumentando las diferencias entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, y agravando las situaciones de pobreza en colectivos desfavorecidos. Asimismo, y aunque uno de los valores más preciados de la humanidad reside en la diversidad de sus culturas, la globalización supone una amenaza para las especificidades culturales y lingüísticas minoritarias o no dominantes, al mismo tiempo que, paradójicamente, contribuye a su conocimiento mutuo e intercomunicación.

La especial situación de los países iberoamericanos, muchos de ellos con sistemas de ciencia y tecnología en proceso de construcción o cristalización, demanda un desarrollo tecnocientífico en cuyo diseño se preste atención prioritaria a las necesidades peculiares de sus contextos naturales y sociales. El progreso no puede medirse hoy en día en términos puramente cuantitativos y lineales. Lograr un crecimiento sostenible y compatible con la conservación de los paisajes y la diversidad biológica, y preservar el variado acervo cultural de nuestros pueblos han de ser objetivos centrales para la consecución de un progreso que no conlleve la pérdida de señales de identidad y valiosas especificidades.

La ciencia y la tecnología son elementos activos de transformación de nuestro mundo, nuestras relaciones y nuestras costumbres. Pero no son factores independientes con una dirección y un fin prefijados en su desarrollo.

  • El análisis histórico, sociológico y filosófico del cambio tecnocientífico señala el papel crucial de la toma de decisiones sobre líneas de investigación, y sobre cómo implementarlas. La investigación y la innovación no tienen un único camino marcado de antemano, sino que más bien son elecciones sobre valores, decisiones humanas al fin y al cabo, las que determinan los resultados y productos conseguidos. No es ésta una conclusión para el pesimismo, sino para una apuesta esperanzadora por una educación científica con especial énfasis en la responsabilidad, por un desarrollo tecnocientífico en cuyo proyecto se hagan explícitos los valores que han de guiarlo, y por una relación transparente y dialogante de los diseñadores y ejecutores de los sistemas de ciencia y tecnología con la ciudadanía.

  • La OEI, a través de diferentes programas de sus Áreas Educativa, Científica y Cultural, colabora en el esfuerzo de promover en los países iberoamericanos la consolidación de sociedades informadas, plurales y responsables, capaces de enfrentarse con actitud crítica y abierta a los retos y promesas de la nueva tecnociencia. Uno de los pilares básicos de este esfuerzo es el de la formación, ámbito en el que la OEI ha venido desarrollando diferentes actuaciones. Las Cátedras Iberoamericanas de CTS+I (Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación) son una de estas iniciativas, consistente en redes de universidades del mismo país o región que planean y realizan conjuntamente actividades presenciales de formación o de investigación. Otra de las apuestas en el terreno de la educación CTS está encaminada a la capacitación de docentes de educación secundaria y universitaria a través de cursos virtuales, aprovechando conocimientos y experiencias de expertos de diversos países y posibilitando la difusión y el acceso a un mayor número de personas interesadas.

Conclusión

La tecnociencia de la sostenibilidad, es un conocimiento que busca conocer los fundamentos de las interacciones entre sociedad y naturaleza para promover el desarrollo sostenible.

Webgrafía:

  • (http://www.porquebiotecnologia.com.ar/)

  • (www.unizar.es/icma/divulgacion/quimica%20verde.html)

  • https://www.youtube.com/watch?v=cVIvh-gPJJk

  • verhttp://www.pprinciple.net/).http://energia.greenpeace.es/)

  • http://www.ecured.cu/index.php/Tecnociencia

  • http://es.wikipedia.org/wiki/Tecnociencia

  • ver http://www.irena.org/),(ver contaminación sin fronteras y reducción).

  • (http://www.enpositivo.com/reducir-el-uso-del-petroleo). ver Gobernanza universal).

Anexos

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DEDICATORIA:

Este trabajo va dedicado con mucho amor y cariño a Dios, a mi familia y a todos mis amigos que me dan su apoyo incondicional.

AGRADECIMIENTO:

Agradezco a Dios por darme la vida y fortaleza, a mis padres por estar allí, brindarme su apoyo y motivarme para seguir estudiando. A mis compañeros que siempre me brindan su apoyo. Con mucho respeto y agradecimiento con el corazón.

 

 

 

Autor:

Edith Barrientos Tarazona

CICLO: III – B – 20

CURSO: Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible

AÑO: 2015

"AÑO DE LA DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA Y DEL FORTALECIMIENTO DE LA EDUCACIÓN"

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