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Catálogo de plantas silvestres para desarrollar la Educación ambiental



Partes: 1, 2, 3

  1. Síntesis
  2. Introducción
  3. Consideraciones teóricas sobre la Educación ambiental
  4. Utilización del Catálogo en la educación ambiental
  5. Plantas Silvestres y sus potencialidades educativas
  6. Caracterización del estado actual de la educación ambiental en el IPVCE "Máximo Gómez Báez"
  7. Catálogo de plantas silvestres con potencialidades ornamentales para desarrollar la Educación ambiental en los estudiantes del IPVCE "Máximo Gómez Báez"
  8. Validación de la factibilidad y pertinencia de la propuesta al ser introducida en la práctica educativa
  9. Conclusiones
  10. Recomendaciones
  11. Bibliografía
  12. Anexos

Síntesis

A partir de las insuficiencias detectadas en la aplicación del diagnóstico, se presenta una propuesta para desarrollar la educación ambiental de los estudiantes de la Educación Preuniversitaria (IPVCE), a partir de la temática de las plantas silvestres con potencialidades ornamentales, previéndose la utilización del catálogo en los diferentes contextos formal, no formal e informal. El catálogo tiene en cuenta aspectos de la botánica, biología reproductiva y de conservación, ecología, etnobotánica y cultivo. Se muestran además, la distribución y hábitat localizados en el mapa provincial. Se aprovechan las potencialidades del catálogo para darle salida a estos contenidos en el programa de 11no. grado y se propone la elaboración de un Programa de Sociedad Científica con este tema; así como un guión para un audiovisual con vistas a su implementación dirigido al desarrollo de la educación ambiental. Se realiza un análisis histórico del proceso objeto de investigación y se abordan aspectos de las plantas silvestres. Con la aplicación del taller de demostración y crítica colectiva, se ofrecen los elementos que demuestran su factibilidad y pertinencia.

Introducción

La biodiversidad como parte de los recursos naturales ha sido históricamente explotada por el hombre para su bienestar y subsistencia, alcanzando dicha explotación matices alarmantes desde los últimos decenios del siglo pasado. La conservación de la diversidad biológica a nivel mundial tuvo un gran avance con la aprobación de los lineamientos de la Estrategia Mundial para la Conservación de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) de las Naciones Unidas en 1980, donde se hace un llamado a la conservación "in situ" y "ex situ" de todos los recursos de la biodiversidad.

Una de las vías más efectivas que puede utilizarse para revertir la problemática ambiental es la educación de la ciudadanía, para lograr su participación en el manejo sustentable de las especies amenazadas y promover actitudes responsables referente a este problema.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en 1972, Estocolmo, Suecia, se hace referencia a la importancia de la educación de toda la ciudadanía respecto a la conservación y mejoramiento del medio ambiente y la asunción de los gobiernos de una consecuente política ambiental (Bosque, 2004).

La escuela tiene un papel rector en la formación y desarrollo de conductas, hábitos, conciencias y valores, ademas de su función de trasmitir el inmenso patrimonio intelectual y moral adquirido por la humanidad, pero tambien tiene como función la promoción y preparación al cambio, a la transformación de la realidad.

Es por tanto, la escuela, la entidad señalada, para pertrechar al hombre nuevo con sólidas bases en el conocimiento de los problemas ambientales, con vistas a identificar los de su entorno, interactuar con él y actuar de forma creadora en la solución de los mismos. Para los educadores cubanos la incorporación de la educación ambiental al sistema de educación posibilitó el establecimiento de estrategias y modalidades de trabajo que priorizaba la formación de una personalidad activa, comprometida y creadora (Valdes; 1992).

Las potencialidades del contexto escolar para trabajar la educación ambiental son ilimitadas, aunque la mayoría de las acciones y estrategias de esta índole se han enfocado en las posibilidades de los programas y ambientalización de los contenidos. No obstante, el tratamiento de la biodiversidad desde la propia escuela y de su comportamiento real posibilita un acercamiento objetivo al tema y un compromiso mayor del personal docente y alumnado. Con la utilización de las plantas silvestres ubicadas en el entorno escolar, no solo se puede contribuir con el ornato por las bondades estéticas de las plantas seleccionadas, sino que se potencia el trabajo educativo al destacarse los valores de los recursos florísticos del país tales como? nivel de endemismo, estado de su conservación, valores económicos, históricos, culturales, medicinales, prácticos, representatividad en el área, valores locales, etc.

En el IPVCE "Máximo Gómez Báez", el estado de la educación ambiental no es el más adecuado si tenemos en cuenta que aunque es innegable la presencia de un claustro preparado en las cuestiones ambientales, la implicación en la educación de los estudiantes sobre la temática es escasa y prácticamente limitada a las asignaturas afines a la problemática en cuestión. No se explotan todas las vías para trabajar los temas ambientales y no se reconoce el estado real de la situación medioambiental de la escuela.

Por otra parte, el tema sobre el comportamiento de la biodiversidad y sus riesgos no son tratados de manera consecuente con toda la profundidad que se requiere y en este sentido no se explotan todas las potencialidades que el entorno escolar posee para abordar la temática. La jardinería brinda un escenario idóneo para este fin, pero no se tiene en cuenta sus potencialidades en la práctica educativa y mucho menos se transforma para abordar esta problemática desde otra perspectiva.

La situación de la jardinería escolar no es adecuada, si se tiene en cuenta que la escuela esta ubicada en la periferia de la ciudad, en un ambiente semirural y tiene una considerable extensión de tierra dedicada a áreas verdes y jardines, los cuales podían tener una alta representatividad de la flora autóctona provincial. Sin embargo, las áreas verdes y el ornato escolar están concebidas bajo una concepción rígida utilizando las plantas que comúnmente emplean los servicios comunales y empresas constructivas las cuales son, en gran medida, especies introducidas y foráneas.(Anexo 1)

Por otra parte no existe la intencionalidad de utilizar las plantas silvestres propias de la región debido al desconocimiento de este recurso y sus valores culturales y de conservación. Además, no existen al alcance de docentes y estudiantes materiales bibliográficos o de otra índole que permitan el conocimiento de aquellas especies de la flora cubana que por sus cualidades estéticas u otras particularidades puedan además de enriquecer el jardín escolar, ser utilizado desde el punto de vista educativo.

A partir de todas las consideraciones realizadas anteriormente se llegó a determinar el siguiente problema científico: ¿Cómo contribuir al desarrollo de la Educación ambiental en el IPVCE "Máximo Gómez Báez"?

Para desarrollar la presente investigación se propuso el siguiente objetivo: Elaborar un Catálogo de plantas silvestres con potencialidades ornamentales para contribuir al desarrollo de la Educación ambiental en el "IPVCE "Máximo Gómez Báez".

De acuerdo al diseño de investigación en este informe de trabajo de curso se da cumplimiento a las siguientes tareas de investigación:

  • 1. Sistematización de los aspectos teórico- metodológicos en relación con la Educación ambiental y el conocimiento de las plantas silvestres con potencialidades ornamentales en el proceso de enseñanza del preuniversitario.

  • 2. Caracterización de la situación existente en cuanto a la Educación ambiental en el IPVCE "Máximo Gómez Báez"

  • 3. Elaboración de un Catálogo de plantas silvestres ornamentales para contribuir a la educación ambiental en el IPVCE "Máximo Gómez Báez".

  • 4. Validación de la factibilidad y pertinencia de la propuesta al ser introducida en la práctica educativa.

Muestra.

La muestra de esta investigación lo constituye l50 estudiantes de 10mo grado de los grupos 4, 8, 9, 16 y 17 de la Unidad #3 y un total de 14 docentes que imparten asignaturas tanto del área del conocimiento de las Ciencias Naturales como las Ciencias Exactas.

Métodos Empíricos:

Se aplicaron encuestas a estudiantes y docentes para constatar la situación de la educación ambiental, se realizaron observaciones al área y centro escolar para verificar la incidencia de la problemática a tratar. Se entrevistaron directivos del centro escolar y al Jefe de Servicios Internos encargado del mantenimiento del jardín de la escuela, con vistas a conocer la percepción de los mismos de la situación en cuestión en el proceso docente-educativo y la visión del personal no docente relacionado con el tema. Se emplearon técnicas de identificación y colecta en el trabajo de campo para seleccionar las especies botánicas a trabajar. El análisis documental fue imprescindible para la fundamentación del problema.

Métodos estadísticos

Se emplearon para el procesamiento de los datos obtenidos con la aplicación del diagnóstico.

Métodos Teóricos:

Los métodos de análisis-síntesis, deduccióninducción, se utilizaron para la interpretación de conceptos, hechos y fenómenos relacionados con el problema, así como, establecer las relaciones y generalizaciones pertinentes. Estos métodos también fueron útiles para el procesamiento de los datos y resultados obtenidos en diferentes momentos de la investigación.

El análisis histórico-lógico se aplicó en el establecimiento del desarrollo y evolución del tema, evidenciando la lógica interna de su trayectoria y el establecimiento de la contextualización del problema.

Desarrollo:

Consideraciones teóricas sobre la Educación ambiental

Las declaraciones ambientales fueron aceptadas, en principio, en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo en 1972. Lo que en este año aparecía como la inquietud de los países ricos por un medio ambiente grato y no contaminado, ha ido evolucionando hacia el reconocimiento de una problemática que aún cuando comparte elementos comunes, se materializa y se percibe diferente por los distintos grupos sociales de todo el planeta. En esta cita se reúnen, por primera vez, especialistas de todo el mundo para elaborar un plan de acción práctico en beneficio de toda la humanidad. Se estimó que el carácter mundial de los problemas ambientales requería de una forma totalmente nueva de cooperación internacional, por lo que se hizo hincapié en la necesidad de una perspectiva común para la conservación y mejoramiento del medio ambiente. Se analizó que la educación debía centrar sus recursos en esta situación, planificando y organizando programas mundiales, no solo para los sectores de la educación sino para todos los sectores de la sociedad.

Tres años más tarde de la Conferencia de Estocolmo, en la antigua Yugoslavia,1975, tiene lugar un "Seminario Internacional sobre Educación ambiental" , cuyos objetivos fueron establecer un programa internacional de educación ambiental integrando las actividades del proceso educativo, lo docente, lo extradocente y lo extraescolar con vistas a: "…lograr que la población mundial tenga conciencia del medio ambiente, interesándose por él y sus problemáticas y que cuenten con los conocimientos, aptitudes y motivaciones para la búsqueda de soluciones a los problemas actuales…" [1]

En 1977, se celebra en Tbilisi, la primera "Conferencia Internacional Intergubernamental sobre Educación ambiental" donde se elaboró un informe final que sirvió de base para la discusión del programa internacional de educación ambiental.

Aunque desde los años 70 se comienza a hablar de la Educación ambiental, esta queda definida en el Congreso de Educación ambiental, Moscú (1987), como: "… un proceso permanente en que los individuos y la colectividad cobran conciencia de su medio, adquieren los conocimientos, los valores, las competencias, la experiencia y la voluntad capaces de hacerlas actuar individualmente y colectivamente para resolver los problemas actuales y futuros del medio ambiente…" [2]

En este mismo año, Zajlebny considera a la Educación ambiental como: "…un proceso pedagógico dirigido a la formación de conocimientos referentes a los fundamentos analíticos de la conservación de la naturaleza y de habilidades y hábitos necesarios a la unidad con la educación y de un ideal estético y de las normas y reglas morales de una determinada sociedad…" [3]

Más tarde y en el contexto cubano, Valdés (1992) expresa que es: "… un proceso educativo permanente, que prepare a los ciudadanos para la comprensión de los principales problemas del medio ambiente de las épocas contemporáneas, les proporcione conocimientos científico-técnicos que permitan desarrollar una conciencia de la necesidad impostergable de proteger el entorno natural con aptitudes y acciones puestas de manifiesto a diario y una consecuente protección del entorno que garantice el pleno disfrute de la vida …"[4]

No obstante, en el año 1997, la ley 81 del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente define el concepto de educación ambiental como: "…el proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades, actitudes y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible…" .[5]

Esta definición además de abordar la educación ambiental como proceso formativo con una concepción integral, que alcance todos los ámbitos educativos dirigidos a todos los sectores y grupos sociales, se concibe como una educación para el desarrollo sostenible, indicando el propósito del esfuerzo educativo, modelo de desarrollo alternativo que supone transformar los actuales patrones de producción y consumo, los valores asociados a las relaciones entre los humanos y la naturaleza y las maneras de interacción y comunicación humana. Se trata con este modelo de construir sociedades capaces de cubrir sus necesidades humanas de manera más democrática y equitativa, a la vez que se preserva el ambiente y los patrones culturales de los pueblos.

En la Cumbre de Río 1992, se puntualizó que la educación ambiental es indispensable para la modificación de actitudes y para desarrollar comportamientos compatibles con el desarrollo sostenible, por ello debe ser introducida en todos los niveles escolares, extenderse también a todos los procesos ambientales y de desarrollo.

Este concepto ha sido generalizado en el sistema Nacional de Educación, por la importancia y vigencia actual que contiene, además el propio carácter de su contenido.

En el año (1997), se aprueba la Estrategia Ambiental Nacional que dentro de sus postulados promueve: "…las acciones de educación, divulgación e información ambiental…"[6].

Además de la ley 81 sobre educación ambiental, se creó la Estrategia Nacional de Educación ambiental (ENEA), documento orientador metodológico fruto de una amplia concentración y participación de numerosos actores, que ha dado paso conjuntamente con las estrategias ambientales provinciales, a la elaboración de los programas territoriales de educación ambiental de las diferentes provincias del país, incluyendo las áreas que enmarcan los ecosistemas de montañas.

A partir de este momento se promovió el trabajo de educación ambiental en el ámbito educativo utilizando las modalidades de las vías formal, no formal e informal, la primera de las cuales se define como: "…aquella que se desarrolla en la escuela de forma planificada y controlada mediante los planes de estudios…"[7]

Por su parte la vía no formal, mayormente utilizada en la escuela cubana actual por la flexibilidad a la hora de abordar la temática se define como: "…aquellas actividades extradocentes que se realizan en distintos lugares en las instituciones especializadas científicas y culturales, así como los procesos educativos comunitarios…"[8].

Otra vía con amplias potencialidades para desarrollar el trabajo educativo se define como informal y por esta se entiende: "… proceso educativo independiente de la planificación institucional y familiar, en el cual se ejerce una influencia educativa y se desarrolla por tanto la conciencia ecológica…"[9]

Las actividades desarrolladas en gran medida por las diferentes organizaciones políticas y de masas, así como por las ONG en el país, en colaboración con la escuela, los círculos de interés, los grupos de acción comunitaria y otras modalidades del trabajo de la educación ambiental constituyen ejemplos elocuentes de los resultados que se pueden obtener por las vías no formales e informales dirigidas desde y hacia la escuela con énfasis en la comunidad.

Para lograr mayor efectividad en el trabajo de la educación ambiental por cualquiera de las vías utilizadas al respecto, se debe contar con materiales o recursos didácticos que permitan la adquisición y generación de conocimientos técnicos de los elementos del ambiente (generales o locales) y que permitan el desarrollo de hábitos, habilidades, cambios en el comportamiento y formación de valores hacia nuevas formas de relación de los seres humanos con la naturaleza.

Materiales para el desarrollo de la educación ambiental aplicando las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC) deben constituir soporte vital para tal empeño, asociados a estrategias educativas o programas ambientales que aborden la problemática local y propongan el cambio.

Utilización del Catálogo en la educación ambiental

El desarrollo tecnológico de la sociedad moderna, ha marcado pautas en todas las esferas del quehacer humano proporcionando elevar los índices de desarrollo de toda la sociedad y potenciando la efectividad en la relación hombre-naturaleza. En el proceso de enseñanza-aprendizaje se ha elevado las potencialidades y eficacia de los medios técnicos para la impartición y apropiación del contenido, sin embargo son los medios directos los que adquieren una extraordinaria relevancia en este proceso por sus funciones didácticas, asequibilidad, operabilidad, objetividad, además de elevar la iniciativa creadora del maestro y posibilitar el trabajo independiente del alumno (González, 1986). El uso de estos medios permite un nivel de calidad mínimo que, lógicamente, puede ser enriquecido con otros medios o con recursos técnicos si se cuenta con las condiciones concretas para ello.

Los medios de uso directo son aquellos que no necesitan proyectores, grabadoras, visores u otros equipos técnicos, sino que se pueden utilizar tal cual son, de forma directa. Objetos reales, muestras, especimenes, preparaciones fijas, modelos y maquetas, fotografías, láminas, carteles, mapas, pizarras, componedores, franelógrafos, libros de textos, manuales, folletos, etc.

Este último, el folleto, según la vigésima segunda edición del Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española, es "…una obra impresa, no periódica, de reducido número de hojas…"[10] .

A su vez, la enciclopedia libre Wikipedia, en Internet lo define como: "…un impreso de varias hojas que sirve como instrumento divulgativo o publicitario…" [11]

En marketing, el folleto es una forma sencilla de dar publicidad a una compañía, producto o servicio. Su forma de distribución es variada: situándolo en el propio punto de venta, mediante envío por correo o buzoneo o incluyéndolo dentro de otra publicación. Las cadenas de distribución se sirven regularmente de folletos para dar a conocer a los clientes de la zona las ofertas de la semana, del mes o del año.

En la actualidad el avance tecnológico referido con anterioridad ha permitido combinar ambos medios al fusionarse los recursos tecnológicos de la informática con cualquiera de estos medios directos que tengan función divulgativa, informativa o expositiva, como es el caso de catálogos digitales, que de este modo adquieren mayores posibilidades de difusión.

Mediante catálogos se puede difundir información sobre temáticas de interés de modo atractivo, preciso e incorporando recursos gráficos como diagramas, tablas y fotos proporcionando un nivel de información significativo de la temática en cuestión y cubriendo un amplio espectro del público destinatario.

En este caso, se recomienda un folleto en forma de catálogo para trabajar la educación ambiental en la enseñanza preuniversitaria mediante la temática de las plantas silvestres que por sus cualidades estéticas puedan utilizarse como ornamentales, permitiendo su implementación en la práctica educativa al ser susceptible de ser utilizado en los contextos formales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje y en los no formales como círculos de interés y sociedades científicas.

Plantas Silvestres y sus potencialidades educativas

La diversidad biológica o biodiversidad, representa la totalidad de los seres vivos que pueblan la tierra. Abarca desde los genes hasta los ecosistemas y está constituida por cerca de 14 millones de especies distribuidas en los diferentes ecosistemas en todo el planeta.

La biodiversidad, como parte de los recursos naturales, ha sido históricamente explotada por el hombre para su bienestar y subsistencia, alcanzando dicho fenómeno matices alarmantes desde los últimos decenios del siglo pasado. La conservación de la diversidad biológica, a nivel mundial, tuvo un gran avance con la aprobación de los lineamientos de la Estrategia Mundial para la Conservación de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) de las Naciones Unidas, en 1980, donde se hace un llamado a la conservación "in situ" y "ex situ" de todos los recursos de la biodiversidad.

La biota cubana, en la mayoría de los grupos, posee mayor diversidad que la del resto de las islas del área, como es el caso de las plantas vasculares y las aves de las que Cuba posee 58,5 % y 52,2 % respectivamente, del total de las especies descritas o registradas de las Antillas.

Las plantas silvestres constituyen el patrimonio florístico de cualquier región. Son estas plantas las que conforman las distintas formaciones vegetales que constituye la flora de un país, donde se destacan los valores más autóctonos como: endemismo, representatividad del paisaje, adaptaciones ecológicas específicas, etc. Estas plantas se propagan por mecanismos biológicos naturales, sin la intervención del hombre, en oposición a las propagadas artificialmente en su proceso de domesticación, llamadas cultivadas.

La flora y vegetación de la provincia de Camagüey ha sido una de las más afectadas en todo el país debido a la acción antrópica dirigida al fomento de la agricultura y la ganadería como proceso socioproductivo desde la colonia. Borhidi y Muñiz, 1983, reportaron la existencia en la provincia de 37 especies amenazadas; 31 con categoría de "Raras", 5 "En Peligro" y 1 "En Peligro o Extinguida". Ellos mismos plantearon, en la propia obra, la necesidad de que los especialistas en los diferentes grupos taxonómicos y los estudiosos de las floras locales, realizaran posteriormente estudios más profundos y aplicados.

La exploración exhaustiva del territorio y las colectas de numerosos especimenes para los herbarios realizada por botánicos del Instituto Superior Pedagógico "José Martí" y del CEMAEA (Centro de Estudios de Medio Ambiente y Educación ambiental) en las dos últimas décadas, propiciaron una mayor información del comportamiento de la flora provincial.

El establecimiento por la IUCN, en 1994, de nuevas categorías de amenaza para el trabajo con especies amenazadas de la flora y la fauna, obligó a reconsiderar las que habían sido asignadas hasta la fecha a las especies cubanas y a valorar otras que no se habían tenido en consideración inicialmente. Esto contribuyó, en gran medida, a que varias instituciones educativas e investigativas del territorio se involucraran en un proyecto en el que por primera vez una provincia llevara a cabo y concluyera un estudio integral de su flora vascular amenazada o extinguida.

En este caso, como parte del resultado de dicho proyecto se logró elaborar un catálogo con toda la información disponible para cada una de las especies. Se recopiló y sistematizó la información disponible sobre las especies que deben considerarse amenazadas por familias (Anexo 2). Se valoró globalmente la situación de la provincia y de los diferentes territorios, con relación a esta manifestación del deterioro ambiental y se proyectó una estrategia educativa para lograr la incorporación ciudadana al rescate y manejo sustentable de estas especies.

Como parte del impacto social de esta investigación se previó la utilización de dicha información en la enseñanza, destinada a dotar a los maestros de los fundamentos de la situación real de las especies vegetales del territorio, con vistas a su posterior utilización en las actividades docentes y extradocentes en el proceso de enseñanza -aprendizaje.

Para lograr capacidades en el manejo sustentable de las especies de la flora cubana y de manera priorizada de las amenazadas y promover actitudes responsables respecto a este problema es imprescindible el abordaje de esta temática en este nivel y su tratamiento dependerá del nivel de información que se tenga y el método empleado para motivar sobre la situación particular de la flora de la localidad.

El escenario escolar incluyendo el entorno físico de la escuela, con los jardines y áreas verdes y la composición vegetal que se utilice, puede proporcionar una alternativa educativa para desarrollar la educación ambiental en los centros escolares, sobre todo si se incorpora a este espacio plantas de nuestra flora con alto valor florístico.

La utilización de los recursos florísticos del territorio en la jardinería u ornato público, especialmente de aquellos que presentan mayor belleza y calidad estética, debe constituir una sugerente propuesta para abordar la temática en el ambiente escolar.

El entorno cubano es pródigo de especies que crecen de manera espontánea con cualidades y valores estéticos, en unos follajes, en otros las flores, lo cual hace que todas las plantas sean incuestionables candidatos para formar parte del ornato en instituciones públicas y viviendas particulares.

Las plantas silvestres han sido siempre valoradas por su carácter utilitario, determinado por alguna aplicación o propiedad bien conocida. Muchas de estas plantas, dignas de enriquecer los jardines, son explotadas por sus diferentes cualidades; tales como: aromáticas, cáusticas, forrajeras, frutales, industriales, insecticidas, maderables, medicinales, mejorantes, melíferas, oleaginosa, alimenticias, textiles, resinosas e incluso perjudiciales como las urticantes y venenosas, aunque en este último caso no son recomendables para acompañar la flora ornamental de lugares públicos y menos aún del ornato escolar.

Un jardín escolar puede ser utilizado por sus potencialidades educativas si las especies representadas en el lugar constituyen taxones con valoras florísticos, utilitarios, conservacionistas, etc. Estas especies pueden además de ser seleccionadas por su belleza, constituir plantas representativas de ecosistemas locales, alterados o dañados, de suelos representativos de una región o territorio, formaciones vegetales específicas, poblaciones escasas o amenazadas. Pueden ser especies significativas por su valor histórico al constituir símbolos nacionales, por formar parte de las tradiciones de los pueblos como es el caso de su utilización en actividades y ritos religiosos, por sus propiedades medicinales o empleo como especies curativas, en la elaboración de objetos y artículos imprescindibles en la vida de los pueblos y que se identifican como parte de la idiosincrasia de los mismos, por sus características botánicas y modos de vida que pueden traducirse como curiosidades. Estas particularidades de las especies vegetales pueden ser objeto de discusión y reflexión en actividades planificadas en el contexto de programas de asignaturas dimensionados ambientalmente en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en actividades extradocentes o extraescolares que formen parte de programas de círculos de interés, sociedades científicas, etc.

Para iniciar un jardín inusual de plantas silvestres lo primero que se debe tener en cuenta para seleccionar las plantas es su plasticidad ecológica con vistas a su adaptación a las condiciones simuladas de su ambiente.

Los mejores efectos en la utilización de plantas silvestres en jardinerías se consiguen al reproducir en el jardín en mayor o menor medida al paisaje existente en el campo tratando que prevalezca la armonía entre las herbáceas, arbustos e incluso árboles, construyendo un conjunto paisajístico de mucho valor. Frecuentemente se utilizan rocas y piedras del jardín para acentuar el aspecto natural.

Árboles, arbustos, hierbas y lianas pueden configurar un buen jardín si se seleccionan las especies adecuadas y se combinan de forma creativa para lograr un magnifico diseño. Para atar, los bejucos, al estilo de las Ipomeas que abundan en los campos, pueden ser una opción interesante si se le acompaña de estructuras sencillas hechas de metal o madera. Para césped, las diferentes hierbas que proliferan en las sabanas cubanas domesticadas para el jardín. Para setos vivos, arbustos con floraciones y frutos llamativos, por ejemplo, algunos representantes de la familia de las palmas de mediano porte. Setos y borduras con compuestas y labiadas. Macizos, elaborados con la gama de helechos que crecen espléndidamente en los entornos más húmedos de la floresta cubana. Árboles dotados de grandes copas para sombra y Cactos y Filodendron que simulen el rudo paisaje cársico de muchas zonas costeras con la confección de rocallas.

Para utilizar las plantas silvestres y adaptarlas al jardín, es preciso tener en cuenta los requerimientos en cuanto al tipo de suelo, humedad, temperatura, acidez, tipo de crecimiento, etc. La demostración de las cualidades de estas especies salvajes debe realizarse con ciertos conocimientos técnicos sobre el cultivo o manejo de plantas cultivadas y las afinidades de las silvestres con sus parientes domesticados.

El diseño de un jardín a lo natural, solo es posible conociendo de antemano las posibles especies a utilizar para ello, es importante saber cuales son las familias que más pueden aportar al respecto, por ejemplo las gramíneas como: leguminosas, compuestas y otras familias. En el caso de las orquídeas, especialmente especies como: Bletia púrpura y Bletia patula, Oeceoclades maculata y Sacoila lanceolata constituyen un lujo para cualquier jardín natural si se tiene en cuenta que las especies que conforman la flora orquideológica cubana, tienen flores de pequeñas tallas pero de gran belleza, atractivas tanto por su follaje como por sus delicadas flores.

La posibilidad de trasladar plantas leñosas y arbustos silvestres al jardín proporciona una oportunidad de lujo para reproducir el entorno natural a solo metros del centro escolar.

Lograr construir un jardín en el contexto escolar con representantes de la flora silvestres de los ecosistemas cubanos, seleccionando las especies más atractivas estéticamente, posibilitará la explotación del mismo con fines educativos, brindando una plataforma en la cual pueden confluir innumerables actividades docentes, extradocentes y extraescolares que tributen a la formación ambiental de los estudiantes y docentes en general.

Caracterización del estado actual de la educación ambiental en el IPVCE "Máximo Gómez Báez"

Para la caracterización del estado actual de la educación ambiental en el IPVCE "Máximo Gómez Báez" de Camaguey se aplicaron métodos tales como: análisis documental, observación de las áreas verdes, entrevistas y encuestas. Los principales resultados se expresan a continuación.

Las entrevistas se realizaron a directivos del centro escolar como: director de la unidad, subdirector docente (1), subdirector de internado (1), subdirector de producción (1) y jefes de cátedras del área del conocimiento de las ciencias naturales (Anexo3). Así como al Jefe de Servicios Internos (1) (Anexo 4). Los resultados de la entrevista aplicada a los directivos (Anexo 3-a, b, c, d, e, f) muestran que:

  • El 60% refiere estar capacitados sobre la temática de Educación ambiental y consideran organizado el trabajo sobre el tema en el contexto escolar. No obstante, el mismo porcentaje refiere un bajo nivel de implicación de los docentes en la formación ambiental de los estudiantes, restringido solo a los docentes de las asignaturas de Ciencias Naturales, lo cual demuestra el limitado trabajo ambiental de los educadores en la praxis cotidiana y una estrecha concepción de la temática en docentes que trabajan otras áreas del conocimiento.

  • .Las vías para desarrollar el trabajo de la Educación ambiental considerados pertinentes por los directivos fueron: las clases (60%), Sociedades Científicas (60%), el trabajo curricular e investigativo (40%) y los debates con el promotor ambiental (40%).

  • En cuanto a la efectividad del trabajo sobre la temática que se realiza actualmente en la escuela, el 80% considera negativo, ya que refieren haberse trabajado los elementos del tema fundamentalmente por las asignaturas relacionadas anteriormente. No obstante, el 60% de los entrevistados plantean que el trabajo educativo ambiental que se desarrolla en la escuela contribuye a la cultura ambiental de docentes, estudiantes y trabajadores, lo cual presupone una percepción optimista por parte de la dirección, acerca de la efectividad del mismo, fundamentada en las actividades que se realizan en el contexto de la clase, la actitud respecto al cuidado del medio ambiente que se percibe y las formas en que se solucionan los problemas de la escuela. Sin embargo, estas actividades son aisladas y de poca efectividad, ya que no responden a un modelo o estrategia educativa integral que responda a principios y objetivos formativos y que tenga salida en todos los componentes del proceso.

  • Existe el conocimiento sobre los problemas globales. Sin embargo, no se reconoce como problema ambiental la pérdida de la biodiversidad, lo cual evidencia el bajo nivel de información sobre el tema, particularmente sobre los aspectos relacionados con la misma.

  • Los problemas del medio ambiente que son identificados en su localidad fueron especialmente los que aparecen en su entorno cotidiano como; la contaminación del aire y agua (100%), basureros clandestinos (60%) y el ruido (40%). No se valora, por tanto, la problemática ambiental en toda su dimensión.

Sobre las temáticas con potencialidades priorizadas para el trabajo educativo y de formación ambiental, solo el 40% de los entrevistados reconocían la temática de biodiversidad y las plantas silvestres. Sin embrago referente a la importancia de esta última solo abordaron sus valores como medicinales y para la alimentación e incluso el 20% desconocía su importancia, lo que demuestra el desconocimiento de los valores de estas plantas como recurso florístico, y por lo tanto, la necesidad de conservarlas.

En la entrevista al Jefe de Servicios Internos, responsable del cuidado de las áreas verdes y jardinería escolar (Anexo 4), refirió:

  • No estar capacitado en el tema y la no utilización de la jardinería por parte de los docentes para el trabajo de Educación ambiental. Aunque alegó conocer las plantas silvestres, caracterizó las mismas por sus potencialidades como maderables

El resultado de la encuesta aplicada al personal docente (Anexo 5),

  • 10 que representa el 90.91% del número que conforman el claustro profesoral de Ciencias Naturales de la Unidad número 3, manifestaron estar preparados para trabajar con el contenido principal de la educación ambiental, siendo los postgrados, talleres y autopreparación las vías a partir de las cuales han recibido la información referente a la temática ambiental; reconociendo las medidas para proteger al medio ambiente.

  • Sobre la preparación del tema, el 40% de los encuestados manifestaron no conocer, ni caracterizar e identificar a las plantas silvestres. El 90% mostró el desconocimiento de la clasificación de las plantas en silvestres y de cultivo, lo cual demuestra el bajo nivel de conocimiento referente a estas plantas y sus valores como recurso fitogenético. Aunque la totalidad de los docentes reconocen los criterios para identificar una planta ornamental, no relacionan los mismos con las plantas silvestres y las posibles cualidades estéticas de estas últimas como sus potencialidades educativas en el entorno escolar.

Los alumnos encuestados (Anexo 6) constituyeron una muestra de 150 alumnos de 495 que conforman la matrícula del 10mo grado, que representa el 30,3%. Las regularidades al respecto se derivan de los resultados (Anexo 6- a, b, c, d).

  • El conocimiento de los aspectos teóricos sobre la educación ambiental es aceptable a 131 estudiantes que mostraron tener idea al respecto, aunque solamente el 38% del total de los estudiantes mostraron el dominio de las concepciones de la temática. En cuanto a las vías mediante las cuales adquirieron el conocimiento sobre la temática ambiental, 150 estudiantes que representan el 100% señalaron a la clase o sus modalidades más modernas como teleclases, videos o software educativos.

  • Aunque 117 estudiantes que representan el 78% refieren conocer a las plantas silvestres, las interrogantes sobre la caracterización, clasificación e identificación de las mismas, no mostraron resultados positivos, el 66,67% de los estudiantes evidenciaron un significativo desconocimiento de la flora autóctona del país y los valores asociados a ella; alegando solo la utilidad práctica de estas plantas (medicinales y maderables) y solo un 5% refirió su valía como elemento de nuestra identidad

En la revisión documental realizada a programas y planes de clase de las asignaturas se evidenció:

  • La educación ambiental sugerida por los programas no aparece de forma explicita en los documentos que rigen el proceso y no están sistematizados los elementos ambientales en los sistemas de clases analizados. Sin embargo, el estudio de los planes y programas evidenció que todas las asignaturas que se imparten en la enseñanza preuniversitaria, poseen potencialidades para aportar, desde sus propios objetivos y contenidos, a la educación ambiental de los estudiantes, lo que es responsabilidad del colectivo pedagógico, el cual, desde el trabajo metodológico y con salida a través de los componentes del proceso, debe encauzar una adecuada labor para lograr tales propósitos.

  • Se evidencia desconocimiento de los principales documentos normativos relacionados con la temática, lo que incluye las estrategias nacional y provincial, documentos de legislación ambiental y otras disposiciones.

La observación a clases y actividades metodológicas (Anexo 7) se comportó de la forma siguiente:

Se observaron 7 actividades docentes (de ellas 5 clases del área del conocimiento a profesores de la escuela) y 2 de carácter metodológico. En dos actividades se aprovecharon las potencialidades de los contenidos en función de la educación ambiental, aunque con una concepción estrecha y solamente revelando el fenómeno externamente. No se potencia desde el contenido y con el auxilio de las tareas y trabajos independientes lo ambiental de manera organizada y bien planificada. No obstante, está concebida la orientación desde el trabajo metodológico del colectivo pedagógico, de actividades en el orden investigativo pero limitadas a determinadas temáticas como contaminación, cambio climático, etc. La utilización de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones no son explotadas consecuentemente en función de lo ambiental, restringiéndose fundamentalmente al uso de las enciclopedias. No se aprovecha de manera efectiva las potencialidades del contenido para darle tratamiento a los problemas ambientales de la localidad detectados, ni se conciben de forma adecuada actividades extradocentes y extraescolares con énfasis en lo ambiental. El tratamiento de la biodiversidad es escaso y esencialmente se limitan al estudio de los representantes de la fauna.

Los resultados obtenidos a partir de la aplicación de la guía de observación (Anexo 8) a las áreas verdes y de jardinería utilizada para identificar los elementos que conforman la jardinería escolar y valorar el nivel de conocimiento y las aptitudes, así como habilidades, mostraron:

  • Un bajo nivel de representatividad de la flora autóctona y en especial de la provincial, siendo significativo el número de especies ornamentales foráneas empleadas para el mismo y estas a su vez representadas con poca heterogeneidad (Anexo 9).

Partes: 1, 2, 3

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