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Las trabas no arancelarias y los conflictos comerciales en la comunidad andina



Partes: 1, 2, 3

Monografía destacada

  1. Introducción
  2. El problema
  3. Marco teórico
  4. Marco metodológico
  5. Análisis documental
  6. Conclusiones y recomendaciones
  7. Referencias bibliográficas

Introducción

La dinámica del comercio ha revitalizado las políticas integracionistas entre los países que comparten una historia. Dentro de esa dinámica surge el Acuerdo de Cartagena que dio origen a la Comunidad Andina de Naciones (CAN). La finalidad de la misma ha sido la creación de un mercado común y el establecimiento de una política dirigida al fomento del comercio entre los países miembros. No obstante, al mismo tiempo que se desarrolla el proceso de disminución de aranceles comienzan a surgir las trabas no arancelarias. Dentro de ese contexto el presente estudio se planteó como objetivo analizar la incidencia de las trabas no arancelarias en el proceso de integración económica entre los países de la CAN. El estudio constituye una investigación documental realizada con datos aportados por los documentos de la Secretaría General de la Comunidad Andina, así como los planteamientos teóricos de estudiosos del tema. La información así recopilada sirvió, tanto de maraco referencial, como de fuente de datos primarios para el propósito del estudio. Los mismos fueron organizados en cuadros, de acuerdo con las dimensiones e indicadores de la variable, objeto de estudio: Trabas No Arancelarias. Luego fueron objeto de análisis documental. Los resultados de este análisis permitieron poner de manifiesto la naturaleza de las trabas no arancelarias, su incidencia en el aparecimiento de controversias entre los países, lo cual ha incidido en el logro de los objetivos de los programas integracionistas entre los países de la CAN.

Descriptores: Integración, Obstáculos al Comercio, Trabas No Arancelarias.

La integración, entendida como un proceso continuo de aproximación y aprendizaje constituye una doctrina cuyo significado abarca la extensión del ámbito multinacional, según la cual para el desarrollo económico es necesaria la industrialización. En ese sentido, el crecimiento sostenido de una economía subdesarrollada depende del grado en que pueda fomentarse su activo proceso de sustitución de importaciones por producción interna a fin de que su capacidad para importar permita, adquirir un volumen óptimo de bienes y de tecnología.

De esa manera, la integración económica no es otra cosa que el programa escalonado de eliminación de las barreras artificiales, es decir, se refiere a los intercambios de bienes y a los movimientos de factores productivos. A su vez la integración como estado o situación es imagen final a la que accede una vez lograda la abolición de las varias formas de discriminación entre las economías nacionales participantes.

Por tanto, la integración económica es un proceso que incluye medidas dirigidas a abolir la discriminación existente entre unidades pertenecientes a diferentes países, se supone que la eliminación de discriminaciones facilitará los intercambios económicos y permitirá realizar el ideal del libre comercio, que se considera factible y capaz de maximizar el bienestar general.

En el marco de la política integracionista así entendida, surge el Acuerdo de Cartagena, que aglutina a Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Perú bajo la denominación de Comunidad Andina de Naciones (CAN). La misma cuenta con una estructura consultiva y normativa con miras al establecimiento de un mercado común entre las naciones integrantes, para lo cual es necesario la eliminación paulatina de barreras al comercio.

No obstante, tal visión en la práctica se ha visto afectado por el surgimiento de medidas restrictivas que constituyen obstáculos al logro de los objetivos integracionistas. Estas medidas restrictivas son conocidas como Barreras no Arancelarias. Entre las que cabe destacar las medidas de gravámen salvaguardas, dumping y subvenciones.

Dentro de este contexto el presente estudio se ha planteado como objetivo desarrollar el análisis de las Barreras No Arancelarias presentes en el comercio entre los países miembros de la Comunidad Andina y su incidencia en el proceso de integración económica a que se aspira con la instauración del grupo de la subregión andina.

Así, para los efectos de su presentación el trabajo ha sido organizado en capítulos, a saber:

Capítulo I, El Problema, en él se describe la situación problema objeto de estudio, los objetivos de la investigación y su justificación.

Capítulo II, Marco Referencial, dedicado a exponer, por un lado, tanto los antecedentes históricos como investigativos de la materia en estudio: La Comunidad Andina de Naciones y la incidencia de las Barreras No Arancelarias en el logro de sus objetivos integracionistas. Igualmente se presentan la Teoría que sustenta el estudio.

Capítulo III, Maco Metodológico, en el que se describen el tipo de investigación, Diseño de la Metodología, Estrategia de Investigación y Fuentes de información y Técnicas de Análisis de la Información.

Capítulo IV, Análisis Documental de las Trabas No Arancelarias en la CAN, en este capítulo se presentan los resultados del, análisis de los datos. Estos se informan, organizados en cuadros de frecuencia y porcentajes.

Finalmente, en el Capítulo V se exponen las Conclusiones a que permiten llegar los resultados del estudio, así con base en ellas se plantean las Recomendaciones.

CAPÍTULO I

El problema

Planteamiento del problema

La idea de la integración latinoamericana tiene profundas raíces en la historia de este continente. Nacida al calor de la crisis definitiva del colonialismo español y portugués, a fines del siglo XVIII y principios del XIX, la aspiración de unir a los países de América Latina se desarrolló desde entonces bajo el signo de los diferentes intereses económicos y comerciales y las presiones externas de las grandes potencias. Surgida de un mismo pasado de explotación colonial y favorecida por la íntima vinculación de los pueblos al sur de los Estados Unidos – cimentada, entre otros factores, en amplios nexos socio-culturales, así como por la vecindad geográfica- y en una larga y atribulada historia común, la identidad latinoamericana se fue forjando a lo largo de varios siglos de lucha contra la opresión extranjera.

Desde entonces a la fecha diferentes intentos y propuestas han sido diseñadas para la unión en un solo sistema político y económico de los Estados de este subcontinente, cuyo nombre definitivo también ha sido objeto de controversias y modificaciones durante mucho tiempo y que, tras diversas y sucesivas denominaciones en el transcurrir de los siglos, ha terminado por conocerse como América Latina. Hoy el uso del nombre de América Latina, según Guerra y Maldonado (2000) se ha impuesto casi de manera universal, sirve para designar a los países ubicados del río Bravo a la Patagonia -también Brasil, las antiguas colonias francesas y los grandes conglomerados indígenas-, y por extensión al Caribe de lengua inglesa y holandesa, y es el que se asocia a la aspiración de conformar en el subcontinente una sola comunidad económica y política, dando cima al legado que proclamaron y defendieron las más grandes personalidades latinoamericanas desde los tiempos de Miranda, Bolívar y Martí. Es en este sentido, de acuerdo con el autor se entiende por integración latinoamericana y caribeña a

la ideología y la política dirigidas a fortalecer la colaboración entre estos países hermanados del subcontinente, con el propósito de resolver problemas comunes, arreglar por medios pacíficos los conflictos intestinos que puedan surgir, rechazar en forma mancomunada las amenazas y pretensiones de las grandes potencias, en particular de Estados Unidos, y promover su activa participación colectiva en el escenario internacional. (Guerra y Maldonado, 2000:37)

En el contexto de la política de integración económica latinoamericana para hacerle frente a las amenazas que representan para sus economías el modelo de economía establecido a partir del surgimiento del capitalismo industrializado ha llevado al establecimiento de acuerdos comerciales a través de la instauración de grupos en los que se circunscriben países que comparten una historia, y por ende, características en sus estructuras económicas.

Así, se han conformado en Grupos y Asociaciones de carácter comercial con la intención de proteger sus economías de las influencias comerciales negativas de economías de mayor avance técnico y financiero en la producción de bienes y servicios. Entre estas influencias comerciales destacan por su importancia las de carácter competitivo. Pues, la importación y exportación están determinadas por el mercado internacional. Así, aquellos países que poseen una estructura industrializada caracterizada por los avances de tipo tecnológico y financiero se instituyen en exportadores mientras que los que no la poseen se constituyen en importadores.

Dentro de una compleja red de acuerdos comerciales, uniones aduaneras, tratados de libre comercio y convenio de participación económica, emerge la figura de un acuerdo de integración para los países del Grupo Andino o Comunidad Andina (CAN). La historia del Grupo Andino comenzó a gestarse el 16 de agosto de 1966, tras un intenso proceso de negociaciones, finalmente, en la ciudad colombiana de Cartagena, los plenipotenciarios de Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú llegaron a un acuerdo definitivo que se materializó el 26 de mayo, en Bogotá, cuando los delegados de esos cinco países suscribieron el Acuerdo de Integración Subregional. El Acuerdo de Cartagena fue declarado compatible con el Tratado de Montevideo y con los principios generales de la Resolución 203 y las normas de la Resolución 202, el 9 de julio de 1969.

En 1989, en Galápagos, los Presidentes de la República de los países de la Comunidad Andina decidieron adoptar un modelo abierto de integración y centraron sus acciones en la liberalización del comercio, dejando de lado la agenda del desarrollo. Esto lo hicieron siguiendo la tendencia que ya se estaba dando en sus países miembros.

En efecto, Bolivia realizó su reforma comercial o implantó su política de apertura a fines de 1985; Venezuela la inició en 1989, Colombia y Ecuador a principios de 1990 y Perú en agosto de 1990. No obstante, este modelo sufrió cambios a partir de un nuevo diseño estratégico acordado en las Cumbres de Quirama (2003), Quito (2004) y Lima (2005), permitiendo dotar a la integración andina de una agenda multidimensional, que va más allá de los temas comerciales y que ha rescatado para el proyecto comunitario los temas del desarrollo con una perspectiva de inclusión social.

El Acuerdo de Cartagena estableció un modelo de integración económica que rigió sin cambios hasta el año 2003, en el que se busca consolidar el espacio económico andino y mejorar la articulación de la Comunidad Andina en el contexto internacional, en un espacio competitivo, donde rige la lógica del mercado, una razonable protección frente a las importaciones originarias de terceros países, así como en un marco de regionalismo abierto.

A fin de cumplir sus objetivos, el Acuerdo de Cartagena establece una serie de mecanismos y medidas a ser instrumentados de una manera gradual e irreversible, de conformidad con los plazos y condiciones que establezcan los órganos de dirección política y decisoria del Sistema Andino de Integración. Entre éstas destacan las medidas relacionadas con la supresión de las trabas arancelarias.

La puesta en práctica del proceso de desgravación arancelaria y la no aplicación de medidas para-arancelarias al comercio intrasubregional han propiciado un crecimiento significativo del comercio entre los Países Miembros, superior al crecimiento de las exportaciones al mundo, en particular desde 1990 cuando se inició la apertura de las economías andinas.

Así, el comercio entre Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela se realiza libre de gravámenes y restricciones (lo que se ha dado en llamar "arancel cero") constituyéndose en una Zona de Libre Comercio. El Perú en sus relaciones comerciales bilaterales con sus socios andinos tiene una situación transitoria, en la que lo sustancial del universo arancelario y del comercio se encuentra libre de gravámenes, estableciéndose en 1997, mediante la Decisión 414, un programa de liberación para el 26% del universo arancelario clasificado en diversas listas, con distintos ritmos y velocidades, que irán desgravándose hasta culminar con su plena incorporación a la Zona de Libre Comercio andina en el año 2005.. En la actualidad se encuentran en dicho proceso menos de 660 subpartidas Nandina de las cerca de 7 mil subpartidas que la conforman. Sin perjuicio de ello el Perú y el Ecuador, en base al Acuerdo de Aceleración y Profundización del Comercio, liberalizarán el 98 por ciento de su comercio bilateral a fines del 2001.

De igual manera, la apertura a la libre movilidad de los factores productivos con el establecimiento del Mercado Común, ha obligado a tocar temas de cooperación complementarios al propio proceso de integración comercial. Dicha cooperación está vinculada con los campos policial y judicial, en los campos de la lucha contra las drogas ilícitas, el contrabando de armas, el crimen organizado, el lavado de dinero, entre otros, en los que se considera indispensable desarrollar acciones conjuntas con miras al establecimiento de la confianza necesaria para avanzar en el proyecto del Mercado Común.

De esa manera, como resultado de la liberación comercial intra- andina se puso en práctica el proceso de desgravación arancelaria y la no aplicación de medidas para-arancelarias al comercio intrasubregional. En el Artículo 73 del Acuerdo de integración subregional andino (Acuerdo de Cartagena, 1969) se suscribe que: "…Se entenderá por "restricciones de todo orden" cualquier medida de carácter administrativo, financiero o cambiario, mediante la cual un País Miembro impida o dificulte las importaciones, por decisión unilateral…".

Sin embargo, a la vez del proceso de desgravación arancelaria, se inicia, con la intención de proteger a las industrias domésticas de cada país, un proceso de aumento en la imposición de las restricciones o barreras no arancelarias. Entre las trabas no arancelarias que se presentan en el mercado de libre comercio entre los países miembros de la Comunidad Andina, Gutiérrez (2000) destaca: el retardo en la entrega de permisos fitosanitarios y otras trabas administrativas para importar o exportar, falta de armonización de las normas y procedimientos aduaneros, el desacato a las decisiones de la Comunidad Andina para hacer respetar las normas que rigen la zona de libre comercio, la utilización indebida de las salvaguardas (prohibiciones para importar, aplicación del régimen de licencias previas a las importaciones y la inestabilidad macroeconómica (violentas fluctuaciones del tipo de cambio, recesión económica)

La última de ellas, la inestabilidad macroeconómica, se constituye en una de las principales causas de la adopción de restricciones o trabas no arancelarias. Ya que, el país que pierde competitividad comienza a introducir prácticas violatorias de las normas que rigen la zona de libre comercio en el marco de la unión aduanera andina desde retardos administrativos hasta aplicación indebida de salvaguardas o no acatamiento de las de las decisiones que toma la institucionalidad andina. Al respecto, Gutiérrez expresa que:

…algunas de las trabas arancelarias, sobre todo las que tienen que ver con las violaciones de la zona de libre comercio y otras restricciones para-arancelarias tienen su origen en las situaciones de recesión económica y de exagerada apreciación de los tipos de cambio real.(p.22)

Estas trabas no arancelarias se constituyen en obstáculos menos obvios y a menudo más complejos que, en consecuencia, pueden influir sobre el nivel, las pautas de comercio y la situación competitiva de los países miembros. Incidiendo, por ende, en el proceso de integración económica, expresado en términos de la fluidez de los intercambios comerciales. Así como en la pérdida de las perspectivas a largo plazo de los gobiernos sobre la integración económica como alternativa en un contexto donde las relaciones económicas tienden a globalizarse.

Bourke y Leith (2000:8), al referirse a las consecuencias que generan el problema de las trabas no arancelarias en el seno del Grupo Andino, señalan que el efecto neto de las mismas, si se consideran individualmente, no parecen tener mayor significación, pero "…suponen dificultades crecientes cuando forman parte de un grupo de medidas, incluso en las situaciones más liberales, la incertidumbre creada puede inhibir a los exportadores".

Por consiguiente, se precisa la determinación de los efectos netos de las trabas no arancelarias, tales como el uso de las medidas vigentes para restringir el comercio y otros motivos legales usados como barreras encubiertas discriminatorias al comercio. Así como su incidencia en la generación de situaciones de conflicto entre los miembros de la Comunidad. Lo que lleva a prestar atención al establecimiento de los aspectos normativos en los que se gestan las trabas no arancelarias que se instituyen en obstáculos a una dinámica fluida del intercambio comercial entre los miembros del Grupo Andino.

Entonces, se hace importante estudiar la utilización, por parte de los países andinos, de barreras no arancelarias, ya sea de manera abierta o de manera encubierta, para dificultar el acceso a sus mercados, que puedan llegar a desvirtuar las negociaciones y las preferencias concedidas efectivamente. Por tanto, es necesario aunar esfuerzos para combatir las prácticas excesivamente restrictivas y proteccionistas, así como para desarrollar respuestas positivas adecuadas a los propósitos legítimos que animan la adopción de tales medidas.

La descripción de la situación de las trabas no arancelarias al interior de la Comunidad Andina y su incidencia en la generación de conflictos legales entre sus miembros lleva a la formulación de las siguientes interrogantes:

¿Cuál es la naturaleza de las barreras no arancelarias aplicadas en el marco de la Comunidad de Andina?

¿Qué áreas de la liberación arancelaria han sido afectadas por la utilización de barreras no arancelarias?

¿Cuáles son los mecanismos de regulación y control para la aplicación y puesta en práctica de las trabas no arancelarias?

¿Cuál es la incidencia de las trabas no arancelarias en la generación de situaciones de conflictos entre los países miembros de la Comunidad Andina?

¿Qué impacto tienen las trabas no arancelarias en el proceso de integración económica andina?

En virtud de la problemática planteada la investigación se propone analizar el impacto de las restricciones no arancelarias en el proceso de integración económica de los países de la Comunidad Andina. Para lo cual se precisa el estudio las fuentes documentales que dan cuenta de la presencia de dichas trabas no arancelarias en la generación de los conflictos entre los países miembros de la Comunidad Andina, con el fin de exponer sus características como instrumentos proteccionistas del mercado doméstico y su impacto dentro del proceso de integración andina.

Objetivos de la Investigación

General

Analizar el impacto de las trabas no arancelarias en el proceso de Integración económica de los países miembros la Comunidad Andina de Naciones entre 1994 y 2006.

Específicos

  • Estudiar la evolución histórica de la Comunidad Andina.

  • Explicar la naturaleza de las barreras no arancelarias puestas en
    práctica por los países miembros de la Comunidad Andina.

  • Establecer la incidencia de las trabas no arancelarias en la generación
    de conflictos surgidos en el seno de la Comunidad Andina.

  • Describir los mecanismos de control para la aplicación y puesta
    en práctica de las trabas no arancelarias.

  • Determinar el impacto de las barreras no arancelarias y sus efectos
    en el proceso de Integración económica de los países
    andinos.

Justificación de la Investigación

Las medidas restrictivas no arancelarias al comercio exterior en el mercado andino han constituido tema de artículos, estudios y polémicas en el quehacer de investigadores, especialistas en comercio y profesionales del ramo. En la actualidad dada la dinámica del modelo económico impuesto en el mercado, producto de la globalización y del liberalismo económico han retomado su importancia, aun cuando se hace difícil determinar sus efectos sobre las importaciones. Esto, debido a que las trabas no arancelarias son menos visibles, y con frecuencia resultan más costosas que muchos aranceles.

En consecuencia, adquiere importancia para el campo de las disertaciones sobre integración económica y estrategias adoptadas para su concreción por los países latinoamericanos, en especial los que conforman el Grupo Andino.

De esa manera identificarlas para comprender su naturaleza, procesos de aplicación y efectos de las mismas en el proceso de integración representa una tarea que, dentro del contexto del mercado latinoamericano actual adquiere relevancia. Pues, el conocimiento de los aspectos que caracterizan la situación existente de las trabas no arancelarias al interior del mercado de la CAN, permitirá el diseño de estrategias para combatir las prácticas restrictivas y proteccionistas por parte de los gobiernos andinos con la intención de restringir o distorsionar la estructura del comercio de manera deliberada o inadvertida.

Pues, para los actores directos del comercio es importante conocer las limitaciones que podrían enfrentar en el momento de acceder a algún mercado, como son las restricciones específicas al comercio, recargas sobre las importaciones, las normas y procedimientos aduaneros y administrativos de cada país, aún cuando la mayoría de estos controles son legítimos, la manera en que se aplican, sin duda agravan las dificultades que incumben a las transacciones comerciales de los diferentes rubros

Dentro de ese contexto, la investigación se circunscribe al estudio de las principales barreras que enfrentan las importaciones a países andinos principalmente en el mercado venezolano con énfasis en el tratamiento de las restricciones formales no arancelarias.

Dentro de las que cabe destacar las barreras al comercio como son: medidas sanitarias y fitosanitarias; políticas de importación, medidas de protección del medio ambiente; obstáculos técnicos; políticas públicas discriminatorias; productos especiales (aquellos asociados a materias como la seguridad nacional); y otros. Son múltiples las formas que pueden adoptar las BNAs, desde cuotas arancelarias, antidumping, licencias de importación, precio de entrada, hasta formas novedosas, como requisitos técnicos de difícil cumplimiento.

Asimismo, además de la identificación de la naturaleza y procedimientos de aplicación de las mismas, se pretende analizar su incidencia en el surgimiento de controversias en el seno de la CAN, y su impacto en el proceso de integración.

Limitaciones del Estudio

La composición del grupo de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) cambia a partir del 19 de Abril de 2006 cuando el presidente de Venezuela anuncia la salida del país de la Comunidad de Naciones Unidas. Respecto a las razones que motivaron tal decisión, Venezuela insiste en que su salida de la CAN fue consecuencia directa de los perjuicios inmediatos que le causarían los tratados de libre comercio (TLC) firmados por Colombia y Perú con los Estados Unidos. La medida adoptada por el mandatario venezolano constituyó, entonces, una manera de presión para evitar la concretización de dichos tratados, pues las exportaciones de Colombia y Perú a Venezuela son considerables.

Sin embargo, el gobierno de Venezuela ha mantenido que respetará la disposición de garantía de los 5 años respecto a la vigencia del Programa de Liberación, aunque podría pedir la disminución del plazo. Respecto a la participación en los organismos del SAI, Venezuela podrá participar a los fines de negociar su salida, pero no podrá tener derecho a voto.

La gran duda surge respecto a las Decisiones de la CAN vigentes. Pues el artículo 153 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, ratificó que "Las normas que se adopten en el marco de los acuerdos de integración serán consideradas parte integrante de ordenamiento legal vigente y de aplicación directa y preferente a la legislación interna".

De esa manera, la salida de Venezuela de la CAN, como medida política del gobierno venezolano ante los tratados de libre comercio de Colombia y Perú con Estados Unidos, genera discusiones de tipo jurídico entre los representantes del gobierno, pues tal como lo establece la Constitución Bolivariana de Venezuela en su artículo 218 "Las leyes se derogan por otras leyes".

Asimismo, no obstante, la salida de Venezuela de la CAN por diferencias políticas con los representantes de los gobiernos de Perú y Colombia, en el caso del comercio colombiano, éste según voceros de la administración venezolana se ha mantenido e incluso se ha incrementado en los dos años siguientes a la separación de Venuela de la CAN, y se presumía que para el año de 2008 se incrementaría aún más. Al respecto, Pereira (2008) reseña que:

…el comercio con Venezuela ha mantenido su dinámica y según el propio agregado económico de la Embajada, Eduardo Delgado, éste registra cifras sin precedentes. Durante una conferencia que dictó ayer en un semanario sobre perspectivas con Venezuela, organizado por la firma Esse Consultores, Delgado aseguró que "al comparar el año 2005 con el 2007, se observa que las exportaciones colombianas de productos no tradicionales hacia Venezuela aumentaron un 101,56 por ciento, es decir que casi se duplicaron, mientras que hacia E.U. disminuyeron un 11,78 por ciento". Para este año, los pronósticos del agregado apuntan a que el comercio bilateral crecerá 32 por ciento y pasará de 4.161 millones de dólares en el 2006 a 5.500 millones de dólares este año.

Según la autora mencionada, el gobierno venezolano estuvo, durante el año 2008, preparando un memorándum que presentará ante la Secretaría General de la Comunidad Andina, en el que expone las condiciones bajo las cuales aceptará regresar a ese bloque de integración. Estas tienen que ver con un manejo especial para el tema de origen, desarrollo de un mercado justo, trato diferenciado en propiedad intelectual y relacionamiento económico más allá del mero comercio.

Sobre el origen, el gobierno venezolano busca evitar las posibles "triangulaciones" que se podrían dar con productos provenientes de países con los que algunos socios andinos han firmado o planean firmar Tratados de Libre Comercio, TLC. Con esto, Venezuela busca garantizar que en el futuro no entren sin pagar arancel y gozando de las preferencias del mercado común andino, bienes de países desarrollados que compitan con sus productores locales.

Frente al desarrollo de un mercado justo, el gobierno de Venezuela enfatiza que si bien aceptará que sus socios andinos negocien TLC con otros países, no está dispuesto a cambiar su modelo de transición hacia el socialismo del Siglo XXI, por él planteado, y que se opone al libre comercio. Esto implicará ajustes en la normatividad andina y el establecimiento de un trato diferenciado para Venezuela en algunos asuntos comerciales.

De acuerdo con la dinámica de las acciones de Venezuela frente a la CAN, entre 2006 y 2008, en la que ha tratado de presionar para imponer sus ideas políticas relacionadas con el socialismo del siglo XXI y, por ende, el rechazo hacia las políticas comerciales basadas en las tesis neoliberales, lejos de desvirtuar la vigencia actual de la CAN, como subgrupo andino de integración económica, da cuenta de la relevancia de este bloque de integración como política subregional para el establecimiento de un mercado común que beneficie los intercambios comerciales entre los países miembros.

De allí, que a pesar de la salida de Venezuela de la CAN, y de sus presiones desde entonces y hasta ahora, para condicionar su regreso al bloque andino, el flujo de las relaciones comerciales de Venezuela con sus integrantes se ha mantenido. Por tanto la Comunidad Andina de Naciones constituye un tema de estudio de importancia en las investigaciones relativas a formación de grupos económicos en busca de la integración de mercados.

CAPÍTULO II

Marco teórico

Antecedentes de la Investigación

La dinámica de la política imperante en los países de Latinoamérica, producto del surgimiento de gobiernos con una tendencia hacia la reestructuración del modelo económico capitalista imperante para frenar los efectos negativos de éste en el ámbito social, ha revitalizado las doctrinas integracionistas y su concreción en acuerdos estratégicos para la redimensión del funcionamiento de las mismas. Así, los procesos de integración económica latinoamericana requieren de la revisión del funcionamiento de los mismos hasta ahora, entre los que cabe destacar el Acuerdo de Cartagena y la conformación del Grupo Andino. De esa manera, se han venido desarrollando estudios sobre el papel que ha jugado las trabas no arancelarias en el proceso de integración económica dentro de los países integrantes de la Comunidad Andina (CAN).

Dentro de ese contexto cabe destacar el estudio efectuado por Bourke y Leith (2000), en el marco del Programa de Comercio de Productos Forestales de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) desarrollaron el estudio "Las Restricciones Comerciales y su Impacto sobre el Comercio Internacional de Productos Forestales". El objetivo del mismo es el de identificar la situación de conjunto que afecta a los principales productos forestales. De esa manera, se planteó las siguientes interrogantes: ¿Cuál es realmente el nivel actual de las restricciones? ¿Qué países aplican restricciones, sobre qué productos y de qué manera? ¿Hay áreas donde la liberalización está teniendo escaso efecto? ¿Quiénes se ven afectados? ¿Qué puede hacerse para mejorar la situación?

La información utilizada en el estudio sobre las medidas denominadas "trabas al comercio", proviene de una variedad de fuentes – documentos, informes, recortes de prensa e Internet, ya que tienen escasa cobertura en las bases de datos y estudios formales. La misma es presentada en cuadros para su respectivo análisis. Este se realizó de manera global sin considerar casos por separado.

El estudio concluye que, en primer lugar, las restricciones comerciales tienen un importante impacto sobre los exportadores. Plantean dificultades que afectan tanto a los exportadores de los países desarrollados como a los de los países en desarrollo. También a quienes tratan de exportar hacia los países desarrollados o en desarrollo. Los tipos y efectos de las diferentes restricciones varían mucho, y son muy específicos para cada producto y país.

En segundo lugar, las medidas no arancelarias son mucho más difíciles de evaluar, pero en los últimos años parecen ser más importantes que los aranceles. La principal razón que hace problemática su evaluación reside en la extrema dificultad de determinar si las medidas vigentes son usadas para restringir el comercio o por otros motivos legítimos. El efecto neto que tendrán en el futuro las medidas no arancelarias sobre determinados países será variable, dependiendo de los productos, de los socios comerciales implicados y de los compromisos adoptados por esos socios así como de los que adopten en futuras negociaciones. Si se consideran individualmente, las medidas no arancelarias no parecen tener mayor significación, pero suponen dificultades crecientes cuando forman parte de un grupo de medidas, y cuando se añaden a la aplicación de aranceles. Los obstáculos no arancelarios están en retroceso en ciertos casos, pero aumentan en otros. Sin embargo, incluso en las situaciones más liberales, la incertidumbre creada puede inhibir a los exportadores.

Lo más probable es que sigan creando dificultades y por consiguiente es necesario prestar una atención continua y asegurarse de que no sean usadas como barreras encubiertas. En particular, medidas tales como las normas sanitarias y técnicas son y serán fuentes de problemas en situaciones específicas. El nivel al que se fijan esas normas, y el modo en que se aplican, seguirán requiriendo atención. Es este un aspecto que podría incluirse en la próxima ronda de negociaciones multilaterales sobre comercio. El sector forestal se beneficiaría de cualquier progreso que refuerce las reglas de los acuerdos sobre la aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias y sobre obstáculos técnicos sobre el comercio (OTC) en el sentido de limitar o eliminar la posibilidad de usar medidas no arancelarias como obstáculos al comercio. Deberán hacerse tenaces esfuerzos para identificar dónde residen las dificultades y dónde pueden surgir en el futuro, analizar sus efectos y asegurar que no tienen carácter discriminatorio ni restringen el comercio. Es necesario esforzarse para combatir las prácticas excesivamente restrictivas, así como para desarrollar respuestas positivas adecuadas a los propósitos legítimos que animan algunas de tales medidas.

En tercer lugar, actualmente, las trabas al comercio, como las relacionadas con las cuestiones del medio ambiente, tienen un efecto limitado, particularmente las que pretenden usar los controles comerciales para estimular la ordenación sostenible de los bosques (certificación, etiquetado ecológico, CITES [Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres], etc.), pero parecen tener la capacidad potencial de causar crecientes dificultades en algunos mercados. Todas estas acciones giran alrededor de los temas medioambientales. Algunas de ellas están relacionadas con el transporte, procesamiento y consumo, otras con los métodos de ordenación de los bosques. Aunque técnicamente no son OTC, equivalen a ellas por sus efectos y propósitos. Actualmente, están influyendo sobre los niveles y los patrones del comercio en ciertas áreas.

En fin, según los resultados obtenidos por el estudio las medidas comerciales no arancelarias son más difíciles de evaluar, pero algunas de ellas parecen estar creando dificultades importantes. Las trabas al comercio son actualmente fuentes de dificultades en ciertas situaciones, y parece probable que tales dificultades aumenten en el futuro.

Asimismo, Gutiérrez (2002) realizó la investigación "Las Trabas No Arancelarias en el Comercio Bilateral Agroalimentario entre Venezuela y Colombia", con el propósito de identificar las trabas no arancelarias al comercio bilateral agro- alimenticio tomando en cuenta la opinión de actores claves del proceso y discutir sobre las posibles soluciones e intervenciones públicas y privadas tomando la opinión de un grupo de expertos en materia de integración internacional.

La metodología utilizada en el estudio consistió, en primer lugar, en revisar documentos y trabajos previos que tomaron en consideración el problema de los obstáculos no arancelarios. En segundo lugar, se realizó una entrevista al personal del Ministerio de Producción y Comercio de Venezuela que se encarga de lo relacionado con los denominados "asuntos puntuales", esto es, de las controversias más relevantes que tienen en la mesa de discusión, tanto Colombia como Venezuela. En tercer lugar, se aplicó un cuestionario a un grupo de informantes calificados compuesto por funcionarios públicos de alto nivel participantes activos del proceso, investigadores y consultores.

El estudio concluye que la inestabilidad y volatilidad de las economías se convierte en la principal traba no arancelaria más importante al comercio bilateral agroalimentario. La consecuencia inmediata de la pérdida de competitividad es la introducción de medidas restrictivas que violan la institucionalidad en la zona de libre comercio. Por ende, se hace necesario como una condición de partida para revitalizar la integración andina en general lograr la estabilización de las economías y retomar la senda del crecimiento sostenido en un marco de estabilidad de precios y del tipo de cambio real.

Dentro de la misma temática, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE, 2005) realizó el estudio "Identificación de las Restricciones a las Exportaciones de Bolivia hacia la Región y Análisis de su impacto en el Comercio", elaborado por petición de la Secretaria general de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), en el marco del Sistema de Apoyo a los Países de Menor Desarrollo Económico Relativo (PMDER). El propósito del mismo fue el de realizar un relevamiento de las restricciones que han afectado el acceso de los productos de exportación bolivianos en los países miembros de la ALADI en los últimos años.

El estudio se desarrolló en dos fases, la primera (trabajo de campo) consistió en un relevamiento de información mediante encuestas a las principales empresas exportadoras de Bolivia, establecidas en las principales ciudades del país. En la segunda fase, se utilizó la información disponible en las oficinas de la IBCE referidas a las afectaciones que sufrieran las empresas y sectores exportadores de Bolivia. Finalmente, con base en los datos recogidos de esa manera, se realizó el análisis de las medidas no arancelarias y de las para arancelarias puestas en práctica a las exportaciones bolivianas por cada uno de los países de la ALADI.

Con el objeto de recabar la información sobre las restricciones que afectan a las exportaciones bolivianas en su acceso a los países miembros de la ALADI, para el periodo 1995 – 2005, el estudio utilizó como herramienta metodológica la encuesta, realizadas a una muestra de 83 empresas exportadoras de Bolivia. Tomando en cuenta el total exportado por cada Departamento a los países miembros de la ALADI, en función del total exportado por el país. Las encuestas se realizaron mediante entrevistas personalizadas con los gerentes o responsables del departamento de comercio exterior o exportaciones, en cada una de las empresas.

Los datos arrojados por la encuesta fueron tabulados y organizados en cuadros, estos últimos fueron clasificados en dos categorías: a) empresas y restricciones indicadas por esta en la entrevista y b) clasificación de las sub partidas de los productos que tuvieron alguna restricción en el acceso a algún mercado y el país que aplicó la medida. Adicionalmente, se realizó una búsqueda de los oficios disponibles en el instituto a fin de conocer las restricciones aplicadas por los países miembros de la ALADI a las exportaciones de origen boliviano, como así también, las gestiones realizadas ante los organismos competentes con el fin de eliminar dichas restricciones.

El estudio concluye que las medidas restrictivas al comercio impuestas por países miembros de la ALADI, para la oferta exportable de origen boliviano en su acceso a dichos mercados ocasionaron un total de 270 afectaciones de tipo no arancelarias y 71 afectaciones de tipo para arancelaria. Dicha situación se presenta especialmente en los países con los cuales Bolivia tiene un mayor flujo comercial y un notable acceso preferencial. Entre los países con los cuales se manifestó una mayor frecuencia de medidas de tipo no arancelarias se encuentran: Perú (68), Chile (40), Colombia (35) y Argentina (33). Entre las medidas de tipo no arancelarias con las cuales tropezaron las exportaciones bolivianas en su acceso al mercado de los países miembros de la región, se destacaron: la inspección previa al embarque (54 casos), las certificaciones sanitarias (37), y el registro de productos (31). Entre las medidas de tipo para-arancelarias más recurridas por los países miembros de la ALADI, indicadas por las empresas exportadoras bolivianas en la encuesta, se pueden mencionar: el anticipo del impuesto al valor agregado; los derechos consulares; y, los derechos aumentados temporalmente. Los países miembros de la región que han utilizado este tipo de medidas con mayor frecuencia fueron: Perú (36 casos), seguido por la Argentina (12) y Paraguay (10).

De ellas se desprende, para el estudio, que los mayores esfuerzos deberían dedicarse a aliviar los problemas que estas restricciones causan al comercio. Esto podría conseguirse por diferentes vías – reduciendo las barreras, atenuando su funcionamiento como tales, o ajustando las modalidades del comercio de modo que se limiten los efectos de las restricciones. Un requisito obvio que todo ello plantea es la transparencia, tanto en la propia existencia de las barreras como en su modo de operar en la práctica.

Antecedentes del Objeto de Estudio (CAN)

BASES TEORICAS

La Comunidad Andina de Naciones (CAN):

Origen, Objetivos, Sistema de Integración Andino

La Comunidad Andina se origina en la suscripción del Acuerdo de Cartagena, también conocido como Pacto Andino, el 26 de mayo de 1969, con el propósito de establecer una unión aduanera en un plazo de diez años. Su concepción inicial fue de una integración hacia adentro, siguiendo un modelo de sustitución de importaciones, atravesando por diferentes etapas hasta mediados de la década de los noventa, cuando se reorientó hacia un esquema de regionalismo abierto, motivado por los avances logrados y los nuevos retos derivados del surgimiento de una nueva economía de tipo global. Mediante los Protocolos de Trujillo, en marzo de 1996, y Sucre, en junio de 1997, fue reformado el Acuerdo de Cartagena, en sus aspectos institucional y programático, creando la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Sistema Andino de Integración (SAI), y ampliando su campo de acción más allá de lo puramente comercial y económico.

Partes: 1, 2, 3

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