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Acciones socioculturales para promover el arte de bordar en los niños




Enviado por Yuleidis Pérez Ruiz



  1. Introducción
  2. Marco teórico
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

Introducción

El hombre, en el de cursar del tiempo, como miembro de la sociedad, creó una serie de conocimientos, creencias, tradiciones, costumbres, estilos de vida, que fueron asumidos por todos sus miembros y trasmitidos de generación en generación a través de un proceso de socialización que compartieron entre sí, para ir conformando de esta manera una cultura popular tradicional.

Para muchas personas, la artesanía es un término medio entre el diseño y el arte. Para otros es una continuación de los oficios tradicionales, en los que la estética tiene un papel destacado pero el sentido práctico del objeto elaborado es también importante.

La etimología de la palabra artesanía, deriva de las palabras latinas «artis-manus» que significa: arte con las manos. La artesanía comprende, básicamente, obras y trabajos realizados manualmente y con poca o nula intervención de maquinaria, habitualmente son objetos decorativos o de uso común. Al que se dedica a esta actividad se le denomina artesano.

El bordado es considerado una rama dentro de la artesanía. Este arte consiste en la ornamentación por medio de hebras textiles, de una superficie flexible. Muchos lo consideramos un pasatiempo cuyos orígenes se pierden en la noche de los tiempos, y nada ha cambiado, una persona que borda consigue, hoy como ayer, expresarse, manifestar un sentido artístico y desarrollar su creatividad. Sus orígenes nos trasladan hasta España donde se desarrolló de forma notable durante la baja Edad Media, sobre todo en los monasterios que suministraban telas labradas con sedas y metales preciosos, tanto para las necesidades del culto como para las cortes de los distintos reinos. El aumento de la demanda hizo que el arte del bordado pasase a constituir un oficio de carácter gremial y sus artífices gozaran de prestigio y reconocimiento. Los siglos XV y XVI constituyen la "época dorada" del bordado español, periodo en el que alcanzaron enorme importancia los obradores de las instituciones eclesiásticas de Santiago de Compostela, Toledo, Sevilla, Guadalupe, El Escorial, etc.

El bordado ha evolucionado de formas distintas y, hoy en día, aparte de su incuestionable valor útil, se emplea para el entrenamiento y desarrollo de capacidades. A menudo es considerado como un arte pasado de moda, aprender a bordar a mano puede beneficiar a los niños de muchas maneras. Usando una aguja e hilo para hacer puntadas pequeñas desarrolla la coordinación de un niño fino del músculo. Diseñar o elegir un modelo, decidir sobre las combinaciones de colores, y la creación de una imagen en la tela permiten que los niños expresen su creatividad. Por último, a raíz de un proyecto desde la fase de planificación hasta su finalización enseña la paciencia y la perseverancia. Se puede enseñar a los niños de casi cualquier edad a bordar, y las habilidades que adquieren les pueden servir para el resto de sus vidas.

Objetivo General

Diseñar una propuesta de acciones socioculturales que contribuya a la promoción del arte del bordado en los niños.

Marco teórico

Si realizamos un viaje en el tiempo a través de los siglos encontramos que los romanos llamaban al arte de bordar plumarium opus, en virtud de la semejanza que tienen algunas de estas labores con la pluma del ave. También la denominaban opus phrygium ya porque la obtenían del comercio con los frigios quienes a su vez la traían de oriente o ya por suponerla de procedencia e invención frigia. Y como se consideraba en el bordado un procedimiento similar a la pintura llamaban a las vestiduras bordadas túnica picta o toga picta, o bien túnica palmata, aludiendo a los bordados en forma de palmetas con que las adornaban.

Los hilos que se emplean en el bordado son los mismos que sirven para el tejido pero sobre todo se utilizan los de seda, lana y lino, todos con variados colores y los de plata y oro con las formas diferentes que se adoptan en tejeduría. Con ellos, se ensartan a veces gemas, perlas, abalorios y lentejuelas metálicas. Atribuyó Plinio el Viejo al rey Átalo I de Pérgamo (siglo III a. C.) la introducción de los hilos de oro en el bordado y por esto llamaban los romanos a las piezas así bordadas o tejidas attálicus amictus y también auriphrygium si sólo eran bordadas.

No se conservan bordados que puedan adjudicarse con certeza a la Edad Antigua salvo los de algunos tejidos coptos de la época romana pero no cabe duda que los hubo excelentes en Asia, Egipto, Grecia y Roma según lo testifican historiadores verídicos y lo revelan numerosos relieves y pinturas de aquellos tiempos. La invención y el primer desarrollo de este arte debe atribuirse a los babilonios pues de Mesopotamia procedían los más famosos bordados en la Edad Antigua así como de Egipto los tejidos finos y las tapicerías de alto lizo llegando a decir Plinio que el telar egipcio había vencido a la aguja Babilonia.

El Antiguo Testamento nos refiere el activo comercio que los negociantes fenicios relalizaban con lanas, sedas y bordados orientales (Ezequiel, c. 27, vers. 16, 18 y 24) y repetidas veces nos habla de las bordaduras que debían llevar y que en realidad ostentaban las cortinas del Tabernáculo y los velos del templo. Hasta llegan a indicarse los tisús y bordados en oro que, sin duda, hubo en los tiempos de David y Salomón (siete u ocho siglos antes de que los pudiera inventar el rey Atalo de Pérgamo) cuando menciona las vestiduras doradas y las fimbrias de oro de la principal reina (Salmo 44, vers. 10 y 14)

La civilización bizantina ocupa el primer lugar en la historia del bordado durante la Edad Media y las Cruzadas fueron el principal vehículo de este arte para todo el Occidente. Aquí apenas se ejercitó en la Alta Edad Media fuera tal vez de los monasterios entre los cuales se cita el de San Galo en Suiza como muy activo e industrioso.

Los motivos que figuran en los bordados en la Edad Media suelen ser los mismos de las estofas, al principio tomados de los persas. Posteriormente se mezclan con otros cristianos y enseguida triunfan éstos ya desde el siglo XII. En el XIII, por efecto de la corriente caballeresca que produjeron las Cruzadas, empiezan a bordarse escudos y otros motivos de caballería sobre las piezas lujosas y se hace la composición más recargada, complicada y mejor colorida aumentando desde el siglo XIV la variedad de colores en las sedas. Se usan en toda la Edad Media los bordados de diferentes clases de puntos: al pasado, cruzado y de cadeneta. Pero éste último va desapareciendo hacia finales del siglo XIV en que prevalece el punto llano. Los bordados de oro o de plata que con los de lana eran los más comunes hasta el siglo XIII siguen la técnica del género llamado plano. Desde el mencionado siglo, se mezcla el hilo de oro con el de seda, el cual va ganando terreno sobre los otros en lo sucesivo. El uso de las lentejuelas en los bordados parece de invención arábiga pero ya en el siglo XIV se halla entre las labores de los cristianos. Y desde el siglo XV se hace de ellas un gran consumo, sobre todo en España.

En el siglo XIII, el bordado a realce comienza y llega a ser muy común en la segunda mitad del XV, en la cual toma carácter de altorrelieve. La verdadera pintura de aguja con figuras del todo bordadas y con sombras y degradación de tintas, imitando los lienzos pintados no empieza hasta el siglo XV desde cuya mitad se ensayó en Italia el procedimiento del oro matizado el cual pronto se hizo común en Flandes y se generalizó en España durante el siglo XVI. En este último siglo aparece el bordado a canutillo que sigue hasta hoy muy en uso.

Entre las obras que más sobresalen por su perfección y celebridad histórica se encuentran:

de arte bizantino, la dalmática llamada de Carlo Magno o de León III (siglo XII y según otros, del XIV) llena de figuras representativas de Jesucristo y su gloria que se guarda en San Pedro del Vaticano y los bordados de la catedral de Halberstadt (Westfalia) porcedentes del saqueo de Constantinopla en 1204

de arte occidental y estilo románico, los famosos tapices bordados de Bayeux y el Tapiz de la Creación de Gerona y una rica planeta que perteneció al rey San Esteban (siglo XI) la cual ha servido de manto para la coronación de los reyes de Hungría y se conserva en Budapest

de arte árabe o mudéjar, el birrete del infante don Felipe (s. XIII) bordado con águilas, castillos y lacerías que guarda el Museo Arqueológico Nacional de España

de arte francés gótico, un frontal con doce cuadros de la Vida de Jesucristo, en Toulouse y un tríptico en la catedral de Chartres (s. XIV)

de bordado inglés, una capa que está en el Museo Nacional español, otra igual en el Museo de Kensington en Londres y otra incompleta en el Museo de Vic, del siglo XIV

de arte alemán gótico, el frontal de Salzburgo (s. XIV) y la estola y el manípulo de Alberto Magno (s. XIII) en la iglesia de San Andrés de Colonia

de arte flamenco, la capa y el terno del Orden del Toisón de Oro que se guarda en el Museo de la Corte en Viena y que ostenta preciosas figuras de pintura a la aguja (s. XV) así como dos frontales en la catedral de Valencia

de arte florentino, el rico frontal de la iglesia mayor de Manresa (s. XV), bordado en sedas de colores sobre fino lienzo con figuras de la Vida y Pasión de Jesucristo en 19 cuadros

En la Edad Moderna se distinguen por seguir en sus figuras el estilo del Renacimiento a semejanza de las otras artes suntuarias y además porque vuelve a usarse con profusión el hilo de oro (o canutillo) el cual se aplicaba con parsimonia en los últimos años de la Edad Media. En los ornamentos sagrados va desapareciendo la imaginería que en los mencionados siglos solía aplicarse en la parte céntrica y vertical de las casullas y en el escudo del dorso y bandas delanteras de las capas y ya solo por excepción se encontrará en piezas de los siglos XVII y XVIII. En cambio, se cubre toda la pieza muy frecuentemente de bordados puramente ornamentales tratándose de vestiduras sagradas, cosa rara en los siglos anteriores al XVI. Y de tal manera se recargan de metales y relieves de estilo barroco los ornamentos que algunos llegan a ser realmente insoportables. Una casulla con sus piezas accesorias guarda la catedral de Colonia hechas en 1740 que aun siendo de cortas dimensiones pesan nada menos que 13 kilos.

Entre los bordados para vestiduras civiles son dignos de mención los que adornan los casacones y chalecos de seda que estuvieron muy en boga según la moda francesa durante el siglo XVIII para caballeros de posición social. Las bocamangas y demás orillas de las prendas lucían como adorno bordados de ramajes finos y delicadas florecillas hechos con sedas de colores variados. Decae notablemente el bordado al finalizar el siglo XVIII. Se sustituye por el fabricado a máquina entrado ya el siglo XIX. Sin embargo resurge algo a mediados del siglo.

En el transcurso de la historia se conocen diversas clases de bordados, caracterizadas por el relieve que presentan, por la materia de que constan, o bien por el trazado de las figuras o las diferencias de puntos que se producen al bordar con la aguja.

Por el relieve, se distinguen tres clases:

  • lisos, que apenas sobresalen de la pieza

  • de realce, que ofrecen mucho relieve debido a un relleno de cartulina o de algodón en rama (o de estopa con cera, en la Edad Media) que se interpone

  • de aplicación o de sobrepuesto, que se borda fuera de la pieza y posteriormente se cose sobre ella.

Por la materia de que están confeccionados, además de los comunes de oro, seda, se distinguen especialmente: el bordado en blanco, que se hace con hilo blanco en piezas de mantelería, el bordado a canutillo, que se consigue aplicando el hilo de oro o plata no de la forma común de hilo para tejer o coser sino rizado o en hélice, formando tubito flexible, por cuyo eje se hace pasar el hilo de seda con que se sujetan las partes del mismo al tejido, el bordado de perlas, lentejuelas, abalorios, etc. que resulta de aplicar con hilo de seda pequeñas sartas de dichos objetos o bien de uno en uno a la pieza que se borda, el bordado plano que se ejecuta aplicando los hilos o tirillas metálicas sobre el tejido sin que entren o salgan de él a modo de costura sino sujetándolos con puntadas de seda (point couché para los franceses) convenientemente dadas.

Así se aplican también el bordado de cordoncillo (de seda o de oro en forma de cordón) y el que se llama a hilo tendido, en el que el hilo o el cordoncillo va dando pequeñas vueltas sin interrupción sobre la tela y cada vuelta se sujeta como se ha dicho.

El bordado de oro matizado, es una variante del bordado plano que tiene por objeto cubrir a tramos con sedas de colores el hilo o cordoncillo de oro (sujeto por sus extremos a la tela) para darle más vistosidad y variedad. Por haberse adoptado este procedimiento en las labores de El Escorial durante la época de Felipe II se llama punto de El Escorial.

Por la forma de las labores bordadas, se conocen las siguientes clases:

  • El bordado de contorno, cuando sólo se marcan los contornos y líneas internas principales de la figura.

  • El bordado aislado cuando a lo anterior se añade el sembrar de puntos y rayitas bordadas el campo de la tela donde están las figuras

  • El bordado lleno cuando todo el dibujo de las figuras está completamente bordado

En función del punto de costura que se utiliza en el bordado, son casi infinitos los tipos que existen. Por lo tanto, sólo se citan a continuación los más célebres y curiosos:

Vainica o Vainilla, técnica importante de la pasamanería tradicional para la que se extraen hilos y luego se rematan formando preciados calados.

Bordado yugoslavo, muy conocido por su facilidad y por su buena presencia.

Punto de cruz, que consiste en formar cruces mediante los hilos contados de una tela. Cuenta con variantes.

Punto de Palestrina, una variante del punto de nudo: sencillo, rápido e impecable.

Punto de cadeneta, otro punto sencillo pero más discreto, que se asemeja a la cadeneta del ganchillo, ya que su funcionamiento es casi idéntico.

Bordado de Parma, curioso pero poco conocido punto en el que, a partir de varias cadenetas, se rellena mediante el festón.

Bordado de Lagartera, la manera correcta de nombrarlo es en plural "Bordados de Lagartera" con origen en el pueblo de Lagartera (Toledo) España. También se denomina como Labores de Lagartera. Y se distinguen tres variantes principales: Deshilados, Bordados y Dibujados.

Hardanger, bordado noruego extremadamente difícil pero exquisito. Se basa en el deshilado de la tela mediante calados.

Realce, bordado a bastidor con el que se llena la tela de motivos florales o incluso con vistosas iniciales.

Richelieu, consiste en hacer una bastilla, con puntada pequeña, en todo el contorno del dibujo deseado, luego se recorta y festonea por partes, para que el motivo no se deforme.

Bordado sobre tul, se trabaja a partir de un tul que se decora con pequeños elementos decorativos.

Frunce (Smock), caracerístico en la ropa de niños, formando nidos de abeja.

Bordado mallorquín, nativo del archipiélago mediterráneo, engloba muchos puntos, como cadeneta y realce.

Bordado segoviano y Bordado de Asís, casi en desaparición.

Por sus motivos pueden ser:

– bordados de imaginería los que forman retratos o imágenes aunque a veces, lleven éstas el color de la parte desnuda hecho a pincel y no bordado

Entre los bordados que se hacen sobre tela blanca, de algodón o de lino hay dos que pueden considerarse como de transición al encaje y que varios expertos lo confunden con éste, a saber:

– bordado de puntos cortados, consistente en una labor de aguja que se practica entre los bordes de los calados o recortes hechos previamente en el tejido de la pieza.

– bordado de a hilos tirados o al deshilado, consistente en la misma labor practicada sobre fondo claro que se obtiene quitando hábilmente algunos hilos también del interior de la tela, práctica ya conocida desde antiguo en Oriente. Así mismo, se conoce de antiguo el bordado sobre tejido transparente o sobre malla (en francés, lacis) que imita al encaje y se confunde fácilmente con éste pero se diferencia en que exige un tejido previo como todo bordado.

Son los años del gótico tardío y de la implantación estética del Renacimiento Italiano los que van a configurar las características esenciales del bordado y sus tipologías. Los trabajos en oro y sedas matizadas, reproduciendo estas últimas figuras insertas en paisajes, alcanzaron altas cotas de calidad, como observamos en casi cualquier museo catedralicio y en la colección que atesora el monasterio de Guadalupe. La equiparación del bordado con la pintura fue en esos años una realidad. El alto grado de perfeccionamiento de los bordadores, que consiguieron imitar con sus trabajos las obras de los propios pintores, alcanzó entonces su máxima expresión, y quedó reflejado en una serie de piezas excepcionales que en muchas ocasiones llegarían a superar en estima y valor a las propias realizaciones pictóricas.

Teniendo presente el objetivo de nuestro trabajo, se consideran claves, dentro del marco teórico que sustenta la investigación, los siguientes conceptos:

Artesanía: La etimología de esta palabra deriva de las palabras latinas «artis-manus» que significa: arte con las manos. La artesanía comprende, básicamente, obras y trabajos realizados manualmente y con poca o nula intervención de maquinaria, habitualmente son objetos decorativos o de uso común. Al que se dedica a esta actividad se le denomina artesano. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Artesan%C3%ADa.

Según el Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L, es entendida la tradición como:

  • 1- Conjunto de ideas, usos o costumbres que se comunican, se transmiten o se mantienen de generación en generación: en mi familia es tradición celebrar juntos la Navidad.

  • 2- Transmisión o comunicación de este conjunto de ideas, usos o costumbres mantenidas de generación en generación: la tradición es la base cultural de una comunidad.

  • 3- Desarrollo de una misma actividad que se produce en un lugar determinado a lo largo del tiempo: es un pueblo con una larga y reconocida tradición alfarera.

Entonces es conveniente tomar las notas del siguiente autor para entender el proceso de formación, preservación y continuidad de las tradiciones culturales populares.

La tradición no es entendida por sus portadores como apropiación de hechos y situaciones que se repiten, sino también, y es lo más importante, como comunicación de sentidos. De aquí la asombrosa capacidad que muestran para mantener en equilibrio lo heredado y la asimilación de elementos nuevos. En los grupos portadores de este proceso tiene lugar de acuerdo con la disposición de la colectividad para incorporar un bien o rechazarlo. Lo funcional es, por tanto, de provecho colectivo y en ello reside un mecanismo importante de preservación y continuidad. (Vergés; 2009:33)

Promover: El concepto de promover se define en Grijalbo como iniciar o impulsar una cosa o un proceso, procurando su logro. Este es utilizado en la investigación atendiendo a la definición referida con la finalidad de impulsar en los estudiantes de 9no grado de la ESBU "Lázaro Duarte" el interés por el estudio de la vida y obra de compositores de la música en el Consejo Popular.

Promoción: La palabra promoción aparece en planes de desarrollo realizados a raíz de la Alianza para el Progreso y en la corriente de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en la década del 60. El término es utilizado en documentos de los gobiernos y de organismos multilaterales, en los que promover es plantear y desarrollar propuestas técnicas a través de la acción de sujetos promotores.

La noción de promoción también fue leída de otra manera a partir de fuentes cristianas y marxistas. Se refiere por un lado al quehacer de los educadores sociales frente a los sectores populares, campesinos, indígenas, de trabajadores, mujeres, jóvenes, y otros, a fin de que las relaciones entabladas entre ambos los conduzcan a transformarse mutuamente en sujetos activos de sus propios procesos, de su propia historia. Esto significa que los vínculos construidos aporten no solo respuestas y alternativas para las demandas vividas, sino elementos que generen capacidad teórica y metodológica, para que los sujetos de la educación puedan gestar sus propios proyectos en la perspectiva de una solución justa y de fondo a las causas de la situación que viven.

Desarrollo

Las acciones se establecen teniendo como base el protagonismo de sus miembros, la satisfacción de sus necesidades y la diversidad cultural. Donde la escuela es un eslabón indispensable para la realización de estas acciones socioculturales, pues ella aporta los aficionados y nos brinda el espacio. La familia por su parte es un nexo importante en la ayuda a permanecer, estimular, orientar a los niños en el desarrollo de estas actividades manuales encaminadas a mejorar espiritualidad y orientación futura así como ver la vida útil y bella. Además de crear en ellos aquellas capacidades necesarias para la formación de la apreciación artística, que a su vez les permita el disfrute de las manualidades y que sean capaces de lograr habilidades manuales. Los instrumentos para realizar los talleres no son muy costosos se pueden llevar a cabo con simples recursos y tener una ganancia sociable y para su posterior vida.

Objetivo general de la propuesta: Promocionar el arte de bordar en los niños.

Objetivos específicos

1- Potenciar la integración de promotores e instituciones culturales en función de actividades, fundamentalmente para los niños en la preservación de tradiciones en el bordado.

2- Lograr la incorporación de los niños con potencialidades en habilidades manuales para transformar su realidad, aprovechando sus capacidades con el fin de que aprendan a manejar diversas puntadas y así generar rápidamente diversos tipos de bordados.

3- Desarrollar acciones de creación, divulgación y promoción de las actividades para la preservación del arte de bordar.

Acción # 1: Taller de presentación y discusión del resultado del diagnóstico y propuesta de acciones.

Acción # 2: Presentación mutua de los niños que van a participar y ejecutora del plan de acciones socioculturales propuesto, así como objetivos perseguidos y coordinaciones generales.

Acción # 3: taller #1 Bordado básico: aprender las puntadas básicas del bordado a mano, clasificadas en puntos de contorno, de relleno, decorativos y entramados. Además aprender a usar la aguja mágica.

Acciones # 3.1.2.3.4… se realizaran varias acciones con el objetivo de enseñar a bordar a los niños cada una con las especificidades de este arte y en dependencia de los factores tiempo y avance del grupo.

Acción #4.1 Creación de espacios de divulgación y promoción relacionados con el tema de investigación.

  • 1. Divulgación de mensajes sobre el tema en los centros estudiantiles utilizando para ello murales y propagandas gráficas.

  • 2. Facilitar bibliografía, relacionada con el tema abordado, en soporte digital en centros educacionales de la localidad y en el Joven Club.

  • 3. Creación de espacios para la divulgación de estudios y resultados relacionados con el tema en el Consejo Popular.

Acción #4.2 Coordinación con la dirección del centro e institución cultural local la creación de espacios para socializar los resultados alcanzados.

Conclusiones

  • A través de la aplicación de diferentes instrumentos, en la fase de diagnóstico, se puede constatar la existencia o no de carencias en la planificación de acciones que contribuyan a la promoción del arte del bordado en niños.

  • Las acciones propuestas no les permitirán a los niños ser infalibles, pero sí ayudarán a controlar la vida desde las pequeñas cosas, aumentando la probabilidad de una proyección futura más rica, revitalizadora y gratificante.

  • El diseño de las acciones socioculturales orientada a los niños puede constituir una herramienta útil la en la vinculación de los mismos a las actividades recreativo-culturales, en el aprovechamiento del tiempo libre y en el plano educativo contribuyen al perfeccionamiento de los rasgos positivos de la personalidad, tales como la disciplina, la tenacidad, el colectivismo, el reconocimiento del valor social y productivo, el conocimiento del contexto en que se lleva a cabo el proceso, así como la formación vocacional.

Bibliografía

ANDANEDO, Graciela 2010. (s/f) Manualidades y artesanía Extraído el día 23 de abril de 2015 de www.manualidadesplus.com/

COLECTIVO DE AUTORES: Diccionario Ilustrado Océano de la Lengua Española. Barcelona, España. [s.f. a.]

  • FERNANDEZ ARIAS, YOANKI: Acciones socioculturales-orientación profesional a través de la obra plástica. Monografías.com.: http: //www.monografías.com

  • HERNÁNDEZ SAMPIER, Roberto: Metodología de la Investigación. Editorial Félix Varela. La Habana, 2004.

  • IBARRA MARTÍN, Francisco, et. al.: Metodología de la Investigación Social, Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana, 1998.

  • ______________: Metodología de la Investigación Social I. Selección de lecturas. Félix Varela, La Habana, 2003. [s. a.]

 

 

Autor:

Yuleidis Pérez Ruiz

 

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