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Aristoteles – Obra Biológica (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Hablemos ahora, como si lo hiciésemos desde el principio otra vez, empezando primero por lo primero. Todos los animales formados poseen dos partes totalmente indispensables: aquella por la que reciben el alimento y aquella por la que evacuan el excremento, pues no pueden existir ni crecer sin alimentación[300]Las plantas (consideramos que éstas también viven) no tienen un lugar para la excreción de lo inútil. Toman de la tierra el alimento ya cocido[301]y en lugar de excrementos, producen las semillas y los frutos. Existe en todos los animales una tercera parte en medio de esas dos que contiene el principio de la vida[302]Las plantas,[656a] que por naturaleza permanecen inmóviles, no presentan gran una gran variedad de partes no homeómeras[303]para sus escasas acciones utiliza pocos órganos. Por eso, hay que estudiar su forma propia aparte[304]Pero los que, además de vivir, tienen sensibilidad, presentan una forma mucho más variada, y entre éstos, unos más que otros; todavía es mucho más variada en aquellos cuya naturaleza participa no sólo del vivir sino del vivir bien[305]Tal es el género humano. Pues es el único de los animales que conocemos que tiene algo de divino, o al menos, el que más de todos[306]De modo que por eso, y porque la forma de sus partes externas es la más conocida, hay que hablar primero sobre él[307]Pues, francamente, no sólo es el único cuyas partes naturales están dispuestas conforme a la naturaleza, sino que además, su parte superior está dirigida hacia lo alto del universo[308]En efecto, entre los animales, sólo el hombre se mantiene derecho. Por consiguiente, resulta necesario a partir de lo que hemos dicho sobre el cerebro[309]que su cabeza carezca de carne. No se debe, como algunos dicen[310]a que si fuese carnosa, la vida del género sería más larga, ni tampoco, como afirman, a que carece de carne para facilitar la sensación : la sensación se percibe en el cerebro y las partes muy carnosas no dejan llegar la sensibilidad[311]Ninguna de estas dos explicaciones es verdadera, pero si la región que rodea al cerebro tuviese mucha carne, el cerebro cumpliría una función contraria a aquella por la que existe en los animales (no podría enfriar porque él mismo estaría muy caliente),por otra parte no es responsable de ninguna sensación, porque él mismo también es insensible, como cualquier excreción. Pero, ellos, al no encontrar la causa de que algunos sentidos estén en la cabeza, y al ver que el cerebro es más apropiado que las demás partes, los relacionan entre sí por suposición. En los tratados sobre la sensación hemos explicado que el principio de las sensaciones[312]es la región en torno al corazón, y asimismo por qué hay dos sentidos claramente ligados al corazón; el tacto y el gusto; de los tres restantes, el olfato es intermedio, mientras que el oído y la vista se sitúan principalmente en la cabeza debido a la naturaleza de sus órganos sensoriales, y de éstos, la vista se encuentra ahí en todos los animales. El caso del oído y del olfato de los peces y sus semejantes demuestra claramente lo que hemos dicho. Oyen y huelen, pero no presentan en la cabeza ningún órgano sensorial visible para estos sentidos. La vista, en todos los que la poseen, se sitúa, razonablemente cerca del [656b] cerebro. Éste es, por naturaleza, húmedo y frío, mientras que la vista es acuosa[313]ya que el agua es el cuerpo transparente que más protege. Además, las sensaciones más precisas tienen que llegar a serlo necesariamente a través de las partes que contienen sangre muy clara, ya que el movimiento del calor en la sangre obstaculiza el acto de la sensación. Por estas causas, sus órganos sensoriales se sitúan en la cabeza. Sin embargo, no sólo la parte anterior de la cabeza carece de carne, sino también la posterior, porque todos los animales que la poseen deben tenerla lo más derecha posible. En efecto, nada que lleve una carga puede mantenerse derecho, y así sería si la cabeza estuviese bien cubierta de carne. Por lo cual, queda claro que no es para favorecer la sensibilidad del cerebro el que la cabeza carezca de carne. La parte posterior no tiene cerebro y, sin embargo, está igualmente desprovista de carne. Razonablemente también, algunos animales tienen situado el oído en la región que rodea la cabeza[314]Lo que denominamos vacío está lleno de aire, y decimos que el órgano del oído es de aire. Los conductos que parten de los ojos llegan hasta las venas que rodean el cerebro. A su vez, un conducto que parte de los oídos enlaza igualmente con la parte posterior. Ninguna parte no sanguínea es capaz de sentir, ni tampoco la sangre, pero sí algunas de las compuestas de ella. Por eso, en los animales sanguíneos ninguna parte no sanguínea tiene la capacidad de sentir, ni la propia sangre, pues no constituye parte alguna de los animales[315]El cerebro, en todos los animales que poseen esta parte, se sitúa en la parte anterior de la cabeza, porque es por delante por dónde se reciben las sensaciones, y porque la sensibilidad viene del corazón, y éste se halla delante; y además, porque el proceso de la sensación se produce a través de partes que contienen sangre y la cavidad posterior está desprovista de venas. Los órganos sensoriales han quedado bien dispuestos por la naturaleza del siguiente modo: los oídos, en mitad de la circunferencia de la cabeza (pues no oyen sólo de frente sino desde todas direcciones), la vista delante (pues ve en línea recta, el movimiento se produce hacia delante y es preciso ver delante aquello hacia lo que se dirige el movimiento). El órgano del olfato se sitúa razonablemente, entre los ojos. Cada uno de los órganos sensoriales es doble porque el cuerpo es doble: tiene una derecha y una izquierda. En el caso del tacto, esto no está claro. La causa es que el órgano principal de este sentido no es la carne o la parte análoga, sino algo interior[316]Respecto a la lengua[317]hay menos claridad pero más que en el caso del tacto. El propio sentido del gusto es como una especie de tacto [657a]. Igualmente queda claro cuando ésta aparece partida en dos[318]En los demás órganos sensoriales es mucho más evidente que la sensación es doble. Los oídos y los ojos son dos, y el paso de aire de la nariz también es doble. Si este órgano estuviese situado de otro modo y separado, como el oído, no podría desempeñar su función, ni tampoco la parte en la que se sitúa. En los que tienen nariz, la sensación se produce a través de la respiración, y esta parte se halla en el medio y delante. Por eso, la naturaleza ha llevado al centro de estos tres órganos sensoriales a la nariz y los ha puesto como en un cordel, por el movimiento de la respiración.

Capítulo 11

En los demás animales, estos órganos sensoriales están bien dispuestos según la particular naturaleza de cada uno. Los cuadrúpedos tienen las orejas separadas y por encima de los ojos, como podría parecer, pero no es así, aunque lo parece porque no están derechos sino inclinados hacía abajo[319]Y como la mayor parte del tiempo se mueven así, les es útil tenerlas bien altas y móviles, pues girándolas, reciben mejor los sonidos de todas partes.

Capítulo 12

Las aves poseen solamente los conductos auditivos debido a la dureza de su piel ya que no tienen pelo sino plumas. Por tanto, carecen de una materia adecuada con la que formar las orejas. Ocurre lo mismo en el caso de los cuadrúpedos ovíparos cubiertos de escamas; la misma explicación valdrá para ellos. Entre los vivíparos, la foca no tiene oreja sino conductos auditivos, porque es un cuadrúpedo mutilado[320]

Capítulo 13

Tanto los hombres como las aves, los vivíparos y ovíparos cuadrúpedos tienen una protección para la vista; los vivíparos poseen dos párpados con los que cierran los ojos; diferentes aves, en especial, las pesadas, y los ovíparos cuadrúpedos los cierran con el párpado inferior. Pero las aves suelen pestañear con una membrana que sale del lagrimal[321]La razón por la que tienen una protección es que los ojos son húmedos y la naturaleza los ha hecho así para que su visión sea aguda. Si fuese de piel dura, los protegería mejor de las agresiones externas, pero no gozarían de buena vista. Por eso, la piel que rodea la pupila es fina, y los párpados están para preservarla. Así pues, todos los animales parpadean y, en especial, los hombres, para impedir con los párpados que les entren cosas a los ojos (además, esto [657b] no es voluntario sino que se desencadena naturalmente) pero los hombres lo hacen con mayor frecuencia porque su piel es muy fina. El párpado está compuesto de piel, por eso, ni el párpado ni el prepucio pueden unirse[322]ya que son pieles sin carne. Además de los ovíparos cuadrúpedos, las aves que cierran los ojos con el párpado inferior, lo hacen así debido a la dureza de la piel que rodea la cabeza. Las aves pesadas, como no pueden volar han dedicado el crecimiento de las plumas al grosor de la piel[323]Por eso, éstas también cierran los ojos con el párpado inferior, mientras que las palomas y sus semejantes lo hacen con los dos. Por otro lado, los ovíparos cuadrúpedos están cubiertos de escamas y éstas son, en todos los casos, más duras que el pelo; por consiguiente, también sus pieles son más duras que la piel normal. Así pues, la piel que rodea su cabeza es dura, por lo que, precisamente, carecen de párpado superior; el párpado inferior, sin embargo, es carnoso, de modo que es fino y elástico. Las aves pesadas no parpadean con ése, sino con la membrana, porque su movimiento es lento y el parpadeo tiene que ser rápido, tal es el de la membrana. Parpadean desde el lagrimal, que está junto a la nariz, porque es mejor que en ellos la naturaleza proceda de un solo principio, y éstos tienen como principio el punto de unión con la nariz. Además, la parte frontal es mejor principio que la lateral[324]Los ovíparos cuadrúpedos no parpadean así porque, al vivir sobre la tierra, no necesitan tener el ojo húmedo ni una vista perfecta. En cambio, las aves sí, pues utilizan la vista de lejos. Por eso también, las rapaces poseen un agudo sentido de la vista (observan el alimento desde lo alto, y por ello vuelan a mayor altura que las otras aves), mientras que las que permanecen en tierra, es decir, las que no pueden volar, como los gallos y sus semejantes, no gozan de una visión aguda, pues en su vida no hay nada que les apremie. Los peces, insectos y animales de piel dura tienen diferentes tipos de ojos, pero ninguno de ellos posee párpados. La utilización del párpado supone una rápida actividad de la piel. Pero en lugar de una protección, tienen todos ellos unos ojos duros, como si el párpado estuviese unido al ojo y viesen a través de él. Y como debido a esta dureza su vista tiene que ser necesariamente más débil, la naturaleza ha dotado a los insectos [658a]de ojos móviles, como las orejas de algunos cuadrúpedos, y más aún a los animales de piel dura, para que los giren hacia la luz, reciban sus rayos y tengan una visión más aguda. Los peces, sin embargo, poseen ojos húmedos, pues los animales que se mueven mucho necesitan utilizar la vista a gran distancia. Los animales terrestres pueden ver fácilmente a través del aire. Para aquellos, sin embargo, como el agua se opone a la agudeza de visión, no hay tantos objetos que choquen con la vista como en el aire, por lo cual no tienen párpados (pues la naturaleza no hace nada en vano[325]pero en vista del espesor del agua, tienen los ojos húmedos.

Capítulo 14

Todos los animales que tienen pelo poseen pestañas en los párpados, sin embargo, las aves y los que tienen escamas, no, porque carecen de él. Respecto al avestruz de Libia, más adelante diremos la causa por la cual este animal posee pestañas[326]Entre los que tienen pelo, el hombre es el único con pestañas en ambos párpados[327]Los animales cuadrúpedos no poseen pelos en el vientre sino más bien en el lomo. Por el contrario, los hombres tienen más en el pecho que en la espalda. Los pelos existen para proteger a quienes los tienen. Los cuadrúpedos necesitan una mayor protección en el lomo, y aunque la parte de delante es más delicada, sin embargo, aparece lisa debido a la flexión del cuerpo. En los hombres, como el pecho se encuentra en iguales condiciones que la espalda debido a su posición erguida, la naturaleza ha añadido la protección a las partes más delicadas. En efecto, la naturaleza es causante de lo mejor en la medida de lo posible. Y por eso, ningún cuadrúpedo posee la pestaña inferior, aunque a algunos les crezcan escasos pelos en el párpado de abajo, ni tampoco poseen pelos en las axilas ni en el pubis, como en el caso de los hombres. En cambio, en lugar de éstos, unos presentan la parte posterior de su cuerpo tupida de pelos, como el género de los perros, otros tienen una crin como los caballos y animales semejantes, y otros, una melena, como el león macho. Además, a los que tienen colas de determinada largura la naturaleza también los ha adornado con pelo, a los que tienen el rabo corto con pelos largos, como los caballos, y a los que lo tienen largo, con cortos, dependiendo también de la naturaleza del resto del cuerpo. En efecto, la naturaleza concede algo a una parte después de haberlo tomado de otra. A aquellos cuyo cuerpo ha hecho excesivamente peludo [658b], les faltan los pelos de la cola, como sucede en el caso de los osos. Respecto a la cabeza, el hombre es el más peludo de los animales[328]por necesidad, debido a la humedad de su cerebro y a sus suturas (en efecto, donde más líquido y calor hay, el crecimiento del pelo es necesariamente mayor) y sirve para darle protección[329]de modo que lo defiende y lo guarda de los excesos de frío y del sol. Como el cerebro humano es mayor y más húmedo necesita también una mayor protección. Lo que es muy húmedo hierve y se enfría con gran facilidad, mientras que los opuestos son menos sensibles. Pero resulta que esto, debido a su proximidad, nos aparta de lo que estamos tratando sobre la causa de las pestañas, de modo que continuaremos con lo que falta en el momento oportuno[330]

Capítulo 15

Tanto las cejas como las pestañas existen para proteger a los ojos: las cejas, para protegerlos, como el alero de un tejado, de los líquidos que bajan de la cabeza; y las pestañas, para protegerlos de los objetos que puedan entrarles, como las empalizadas que se ponen delante de un cercado. Las cejas se hallan sobre una unión de huesos, por lo cual, se vuelven tan espesas con la edad que hay que cortarlas. Las pestañas, sin embargo, se sitúan al final de unos pequeños vasos sanguíneos, pues donde termina la piel también tiene su fin la extensión de los pequeños vasos sanguíneos. Así, como el humor que sale es corporal, por tal causa es necesario que crezcan pelos en estas zonas, a no ser que alguna función de la naturaleza lo haga dedicar a otro uso.

Capítulo 16

En los diferentes animales cuadrúpedos vivíparos el órgano del olfato no difiere mucho de uno a otro, pero todos los que poseen las mandíbulas alargadas y terminadas en punta, tienen las narices situadas en el denominado hocico, en la medida de lo posible, mientras que en otros, están más separadas de las mandíbulas. El elefante tiene esta parte más singular que el resto de los animales: tiene una talla y una fuerza extraordinarias, emplea la trompa como una mano para llevar el alimento a la boca, tanto sólido como [659a] líquido, y si la enrolla alrededor de los árboles puede arrancarlos, en definitiva, la utiliza igual que si fuese una mano. Por su naturaleza, este animal es al mismo tiempo de los pantanos y terrestre; por consiguiente, como puede conseguir el alimento del agua y necesita respirar porque es terrestre y sanguíneo, y como no puede pasar rápidamente de lo húmedo a lo seco, debido a su excesivo tamaño, igual que algunos vivíparos sanguíneos que respiran, necesita utilizar tanto el agua como la tierra. Algunos buzos, por ejemplo, disponen de un instrumento para respirar, para absorber el aire del exterior del agua a través del instrumento cuando permanecen mucho tiempo bajo el mar; así hizo la naturaleza el tamaño de la nariz de los elefantes. Por eso precisamente, respiran levantando la nariz por encima del agua, cuando caminan por ella. Tal como hemos dicho, la trompa del elefante es una nariz. Pero como no podría haber una nariz así, si no fuese blanda y pudiera doblarse (pues por su tamaño le impediría tomar el alimento del exterior, tal como dicen que ocurre con los cuernos de los bueyes que pacen reculando[331]: afirman que aquellos pacen andando hacia atrás. Pues bien, dado que la nariz es así, la naturaleza, como es habitual, se aprovecha aún más de esa misma parte al utilizarla como patas delanteras. En efecto, los cuadrúpedos fisípedos poseen patas en lugar de manos, aunque no sólo para soportar el peso. Los elefantes se clasifican entre los fisípedos, es decir, no son bisulcos ni solípedos. Sin embargo, debido al gran tamaño y peso de su cuerpo, sólo les sirven de apoyo, además, por su lentitud y escasa facultad de flexionar no les son útiles para ninguna otra cosa[332]Así pues, poseen nariz para respirar, como cualquier otro animal que tenga pulmón, pero como pasan mucho tiempo en el agua y tardan en cambiar de medio, pueden enroscarla durante largo rato. Y, al privarles del uso de las patas, la naturaleza, como hemos dicho, aprovecha esta parte para suplir la ayuda que pudiera surgir de éstas[333]

Las aves, serpientes [659b] y todos los ovíparos cuadrúpedos que tienen sangre, poseen los conductos de la nariz delante de la boca, pero no pueden distinguirse claramente, hasta el punto de que no pueden llamarse narices si no fuera por su función[334]y en el caso del ave, hasta el punto de que nadie podría afirmar que tiene nariz. Esto es así, porque en lugar de mandíbulas poseen el llamado pico. La causa de esto reside en la naturaleza de las aves, que lo ha conformado de este modo. En efecto, es un bípedo alado, de modo que necesita que el peso de su cuello y su cabeza sea leve, así como también, que su pecho sea estrecho. Tienen el pico de naturaleza ósea para que pueda serles útil tanto en la lucha como en la alimentación, y es estrecho por la pequeñez de su cabeza. En él se hallan los conductos del olfato, pero les es imposible tener nariz.

Respecto a otros animales que carecen de respiración[335]ya hemos explicado anteriormente[336]por qué causa no tienen narices, sino que unos perciben los olores mediante branquias, otros mediante un poro, los insectos a través de una membrana que separa el tórax del abdomen, y todos ellos lo hacen con el pneuma innato a su cuerpo mediante el cual, precisamente, se mueven[337]Esto sucede en todos por naturaleza y no se ha introducido desde fuera.

Bajo las narices se encuentran los labios en los animales sanguíneos que tienen dientes. Las aves, como hemos dicho[338]tienen el pico óseo debido a la alimentación y a la lucha. En efecto, en una sola parte quedan reunidos los dientes y los labios, como si en el hombre se eliminasen los labios y se fundieran por un lado los dientes de arriba y por otro, los de abajo y se prolongase su tamaño hasta terminar en punta. Esto sería ya un pico de ave. En los demás animales, los labios existen para preservar y proteger los dientes, por eso, tal como tienen formada esta parte, así tienen los dientes de regulares y bellos o todo lo contrario. Los hombres tienen los labios blandos y carnosos y pueden ser separados y sirven, como otros labios, para proteger los dientes ; es más, existen por su bien, pues los necesitan para hacer uso de la palabra. Como la naturaleza no les hizo la lengua semejante a la de los demás animales, la aprovecha para dos funciones, tal como hemos dicho que hace con muchas partes: la [660a] utiliza para percibir los sabores y para hablar, mientras que los labios los emplea para hablar y proteger los dientes. En efecto, la palabra que pronuncia la voz está compuesta de letras, pero la mayor parte de ellas no serían pronunciadas si la lengua no fuese así ni los labios estuviesen húmedos: unas se producen por impacto de la lengua y otras por la articulación de los labios. Para saber de qué clase son, cuántas hay y cuáles son sus diferencias es preciso consultar a los entendidos en métrica.

Para continuar sería necesario que cada una de estas partes fuese la adecuada para dicha función y que su naturaleza fuese tal; de ahí que sean carnosos. La carne del hombre es la más blanda, por eso su sentido del tacto es el más sensible entre los animales.

Capítulo 17

La lengua de los animales se halla en la boca bajo el velo del paladar y es prácticamente igual en todos los animales terrestres; en otros grupos, sin embargo, es diferente no sólo entre ellos mismos sino también a la de los animales terrestres. La lengua humana es la que mayor libertad de movimiento tiene, además, es muy ancha y muy blanda para que pueda cumplir sus dos funciones: la de percibir los sabores (el hombre es más sensible que el resto de los animales, y la lengua blanda es la que mejor recibe la sensación porque es muy sensible al tacto y el gusto es una especie de tacto) y la de articular las letras, además, la lengua blanda y ancha resulta útil para el habla. Al ser de tal clase y tener gran libertad de movimiento, podría combinar y emitir cualquier tipo de sonido. Esto lo demuestran aquellos animales cuya lengua está muy sujeta: emiten sonidos torpes y balbucean, y esto supone un defecto para articular las letras.

La que es ancha, también puede ser estrecha, pues en lo grande se incluye lo pequeño, pero no lo grande en lo pequeño. Por eso, entre las aves, las que mejor pronuncian las letras tienen la lengua más ancha que las demás. Los cuadrúpedos vivíparos sanguíneos tienen una escasa articulación de la voz, pues su lengua, además de ser dura y estar sujeta, es gruesa. Algunos pájaros emiten una gran variedad de sonidos, sobre todo los de uñas corvas que tienen la lengua más ancha. Pero son los más pequeños los que presentan más variedad. Todos utilizan la lengua para comunicarse entre sí, pero unos más que otros [660b], hasta el punto que parece que unos enseñan a los otros. Sobre ellos hemos hablado en las investigaciones sobre los animales[339]

Muchos ovíparos terrestres sanguíneos no pueden usar la lengua para la emisión de sonidos porque la tienen fija y dura, sin embargo, las serpientes y los lagartos la tienen larga y bífida para la degustación de sabores. Las serpientes la tienen tan larga que pueden extenderla, dentro de unos límites a gran distancia[340]y es bífida y con la punta fina y como un cabello por su naturaleza golosa. Obtienen doble placer de los sabores de igual modo que su sentido del gusto es doble.

Los animales no sanguíneos y todos los sanguíneos poseen una parte que percibe los sabores. Todos los que, para la mayoría, parecen no tenerla, como algunos peces, tienen, en cierto modo, un órgano insignificante, algo parecido al de los cocodrilos de río[341]La mayoría de ellos no parecen tenerla por una causa razonable: todos los animales de esta clase tienen la región de la boca de naturaleza espinosa, y debido a que los animales acuáticos sienten los sabores durante poco tiempo, como su uso es escaso, también así es la articulación de su órgano. El paso de los alimentos al estómago es rápido porque no pueden entretenerse en saborearlos ya que podría entrar el agua. Por tanto, a no ser que se les incline la boca, no se ve esta parte claramente separada. Esta región es de naturaleza espinosa, pues esta formada por la superposición de branquias cuya naturaleza es espinosa.

En los cocodrilos hay algo que contribuye a la imperfección de esta parte y es la inmovilidad de su mandíbula inferior[342]La lengua está unida a ella y éstos tienen las mandíbulas como al revés: la de arriba, abajo, pues en los demás animales la inmóvil es la superior. No tienen la lengua en la superior porque se opondría a la entrada del alimento, sino en la inferior, que es la superior cambiada de lugar. Además, aunque es un animal terrestre, lleva una vida de peces, por lo cual, no precisa tener esta parte articulada.

Muchos peces tienen el velo del paladar carnoso, y algunos fluviales muy carnoso y blando, como es el caso de las llamadas carpas, de modo que [661a] si no se observa con precisión, parece ser la lengua[343]Los peces, por la causa que hemos dicho, tienen lengua pero no queda clara su articulación. Como, para la alimentación, la sensación del sabor también existe en la parte parecida a la lengua, aunque no en toda ella por igual sino, más bien, en la parte más elevada, por eso, en los peces ésta es la única parte que queda definida.

Todos los animales tienen deseo de alimentarse porque tienen la sensación de placer que produce la alimentación. En efecto, el deseo se corresponde con lo agradable. Ahora bien la parte por la que perciben la sensación del alimento no es igual en todos sino que en unos tiene libertad de movimiento, y en otros, en aquellos que no existe la función de la voz, está pegada; es decir, en unos es dura y en otros, blanda o carnosa. Por eso, en los crustáceos, como las langostas y animales de tal clase, hay una parte semejante en el interior de la boca, así como también en los cefalópodos, como las sepias y los pulpos.

Algunos insectos tienen dicha parte en el interior, por ejemplo: el género de las hormigas, y también muchos testáceos. Otros la tienen en el exterior, como un aguijón, y es de naturaleza esponjosa y hueca, de tal modo que a través de ella degustan y aspiran el alimento. Esto queda claro en las moscas, abejas y todo animal semejante, aunque también en algunos testáceos. En las púrpuras, esta parte tiene tal fuerza que puede atravesar el caparazón de las conchas, como sucede con los buccinos que los pescadores usan como cebo[344]En cuanto a los estros y los tábanos, unos atraviesan la piel humana, mientras que los otros, incluso la de los demás animales. En estos animales, la lengua es de una naturaleza tal que se corresponde con la trompa de los elefantes. A ellos también les sirve de ayuda, y la tienen en lugar de un aguijón. En todos los demás animales la lengua es tal como la hemos descrito.

Libro III

Capítulo 1

A continuación de lo expuesto sigue el estudio de la naturaleza de los dientes de los animales y, también, la boca, que está rodeada y compuesta de ellos[345]En los distintos animales, la naturaleza de los dientes [661b] es común para la elaboración del alimento, pero en unos, según el género, es distinta para la lucha, dentro de la cual distinguimos el ataque y la defensa. Unos lo tienen para ambos casos, es decir, para defenderse y para atacar, como todos los carnívoros de naturaleza salvaje, y otros, para protegerse, como muchos animales salvajes y domésticos.

El hombre los tiene bien adaptados al uso común: los de delante[346]son afilados para partir, mientras que las muelas son anchas para triturar. Los dientes caninos se separan de estos dos grupos porque son de una naturaleza intermedia entre ambos. El medio participa de los dos extremos, y los caninos son por un lado afilados y por otro, anchos. Lo mismo sucede en el resto de los animales que no tienen todos los dientes afilados; generalmente, los hombres los tienen de cierta clase y número con vistas al habla. En efecto, los dientes de delante contribuyen en gran medida a la formación de las letras. Algunos animales, como hemos dicho, sólo los tienen para la alimentación. Sin embargo, todos los que los utilizan para la defensa y la lucha, poseen colmillos, como el jabalí; otros tienen los dientes afilados intercalados, por lo cual son llamados "dientes de sierra"[347]. Como su fuerza reside en los dientes, y esto podría ser debido a su agudeza, los que sirven para luchar están dispuestos alternativamente para que no se debiliten con el frotamiento mutuo. Ningún animal tiene dientes de sierra y colmillos a la vez porque la naturaleza no hace nada vano ni supérfluo[348]Unos se defienden mediante golpes y otros, mediante mordiscos. Por eso, las hembras de los jabalíes muerden, porque carecen de colmillos.

Pero debemos hacer una generalización que nos sea útil en éstas y en otras muchas cosas que trataremos más adelante. La naturaleza otorga cada órgano relacionado con el ataque y la defensa a los únicos animales capaces de utilizarlos o que pueden utilizarlos mejor y, en especial, a los que les dan mayor uso, como el aguijón, el espolón, los cuernos, los colmillos y cualquier otro semejante[349]Como el macho es más fuerte y más temperamental, o es el único que posee dichas partes o las presenta más desarrolladas. Aquellos órganos que también son necesarios para las hembras, como los de la alimentación, los tienen, pero en un grado inferior, mientras que los que no necesitan para nada, no los poseen. También [662a] por eso, los ciervos machos tienen cuernos mientras que las hembras, no. Además, los cuernos de las vacas son distintos a los de los toros. Lo mismo ocurre en los corderos. Los espolones de los machos no los tienen muchas hembras. Esto es así también en otras partes semejantes.

Todos los peces tienen dientes de sierra excepto uno llamado escaro[350]Muchos tienen dientes en la lengua y en el velo del paladar. La causa de esto es que, al vivir en el agua, forzosamente toman líquido a la vez que alimento y lo expulsan rápidamente. No pueden entretenerse en masticar pues el agua les entraría al estómago. Todos sus dientes son afilados para partir, y tienen muchos y por muchas partes para que, en lugar de masticar, dividan el alimento en muchos trocitos con tal cantidad de dientes. Son curvos porque en ellos residen casi todos los medios de lucha de los peces. Tienen el conjunto de la boca para estas funciones, además de para la respiración, todos los animales que respiran y se enfrían desde el exterior[351]La propia naturaleza en sí misma, como hemos dicho, aprovecha las partes comunes a todos los animales para muchas particularidades, por ejemplo: la alimentación por la boca es común a todos, pero la lucha es una particularidad de unos y el habla, de otros; ahora bien, la respiración no es común a todos. La naturaleza, sin embargo, ha reunido todo esto en un sólo órgano, estableciendo diferencias en la misma parte según las distintas funciones. Por eso, unos tienen la boca muy estrecha y otros, grande. Todos los que la utilizan para la alimentación, la respiración y el habla, la tienen estrecha, mientras que los que la utilizan para su defensa, en especial, todos los que poseen dientes de sierra, la tienen ancha. Como su lucha se basa en la mordedura, les resulta útil que la abertura de la boca sea grande. Contra más grande, más parte morderá, tanta parte como pueda abrirse la boca. Los peces que muerden y son carnívoros tienen tal clase de boca, pero los no carnívoros la tienen afilada, pues este tipo les es útil mientras que el otro, no.

Las aves tienen como boca el llamado pico. Lo tienen en lugar de labios y dientes. Pero éste difiere según los usos y [662b] los tipos de defensa. Todas las llamadas rapaces, por el hecho de comer carne y no alimentarse de fruto alguno, tienen el pico corvo. En efecto, al estar constituido de tal forma, les es útil para retener la presa y tener más fuerza. La lucha se lleva a cabo con éste y con las uñas, por eso también las tienen muy corvas. Cada una de las distintas aves tiene el pico que le es útil para su modo de vida, por ejemplo: los pájaros carpinteros lo tienen fuerte y duro, así como los cuervos y sus semejantes, sin embargo, las pequeñas lo tienen fino para recolectar los granos y capturar animales minúsculos. Las aves herbívoras y todas las que viven junto a un pantano, como las nadadoras y las palmípedas, utilizan el pico de distinta forma y se caracterizan por tenerlo ancho[352]Al ser así, pueden cavar fácilmente, como es el caso del cerdo entre los cuadrúpedos, ya que éste también se alimenta de raíces. Además, las aves que comen raíces y algunas de vida semejante tienen la punta del pico afilada pues, resulta más eficaz para estas aves herbívoras.

Respecto a las demás partes de la cabeza hemos dicho casi todo, excepto que en los hombres, la parte entre la cabeza y el cuello se llama rostro, nombre que deriva, al parecer, de su función[353]Como es el único animal que se mantiene derecho, es el único que mira al frente y emite su voz hacia delante.

Capítulo 2

Queda hablar sobre los cuernos[354]Estos crecen por naturaleza en la cabeza de los que los poseen. Ahora bien, sólo los tienen los vivíparos. Por semejanza y como metáfora también se habla de cuernos en algunos otros animales pero en ninguno de ellos cumplen la función de cuernos[355]Los vivíparos los poseen para la defensa y la lucha, lo cual no sucede en ninguno de los otros que hemos dicho, pues ninguno utiliza los cuernos ni para defenderse ni para dominar, que es, precisamente, la función propia de la fuerza. Así pues, ningún animal fisípedo posee cuernos. La razón de esto es que el cuerno es un medio de defensa, y los fisípedos tienen otros tipos de defensa. La naturaleza ha dotado de uñas a unos, a otros, de dientes adecuados para el combate, y a otros, de alguna otra parte semejante para la defensa. La mayoría de los bisulcos poseen cuernos para el ataque [663a], así como algunos solípedos, aunque otros los tienen sólo para defenderse; a los que la naturaleza no ha dotado de un medio de lucha diferenciado para protegerse, les ha ayudado con la rapidez de su cuerpo, como a los caballos, o con el tamaño, como a las camellas. En efecto, la superioridad de tamaño es suficiente para impedir que sean destruidos por otros animales, como ocurre con las camellas y, más aún, con los elefantes. Los que poseen colmillos, como el género porcino, tienen el pie partido en dos.

A aquellos a los que la prominencia de sus cuernos les resulta inútil, la naturaleza les ha atribuido otro medio de defensa, por ejemplo: velocidad a los ciervos (pues el tamaño y ramificación de sus cuernos más que ayudarles, les perjudica), así como a los antílopes y gacelas (pues se defienden de ciertos enemigos con los cuernos, pero huyen de los animales salvajes y agresivos), por otro lado, los bisontes[356](tienen los cuernos curvos, vueltos el uno hacia el otro) se defienden mediante la expulsión de excremento. En efecto, se defienden con eso cuando tienen miedo[357]Otros animales también se salvan con tal excreción. Ahora bien, la naturaleza no ha dotado al mismo animal de numerosos y eficaces medios de defensa.

La mayoría de los animales con cuernos son bisulcos, aunque también se dice que hay un solípedo, el llamado asno de la India[358]Así pues, como el cuerpo de los animales está dividido en dos partes por las cuales efectúa el movimiento: la derecha y la izquierda, también, por la misma causa, es natural que la mayoría tenga dos cuernos. Pero también existen animales con un sólo cuerno, como el oryx[359]y el citado asno de la India. El oryx es bisulco, sin embargo, el asno es solípedo. Estos animales tienen el cuerno en mitad de la cabeza. De este modo, cada una de las partes puede disponer del cuerno, ya que el medio es igualmente común a los dos extremos. Con razón podría parecer que el animal de un solo cuerno es solípedo más que bisulco. El casco y la pezuña tienen la misma naturaleza que el cuerno, de modo que en animales iguales, la división de los cascos y los cuernos se produce al mismo tiempo. Es más, la división y la partición en dos existen por defecto de la naturaleza, así que, razonablemente, la naturaleza, al conceder a los solípedos el exceso en los cascos, ha suprimido algo de la parte superior y los ha hecho de un solo cuerno.

Está bien también, que el conjunto de los cuernos se haya emplazado sobre la cabeza, pero no criticamos, como el Momo de Esopo[360]que el toro no tenga los cuernos en los hombros, lugar por donde [663b] podría realizar golpes más violentos, sino en la cabeza, la parte más débil. Momo hizo estas críticas sin prestar demasiada atención. Del mismo modo que, si los cuernos creciesen en otra parte del cuerpo supondrían una carga porque no serían útiles en absoluto e impedirían muchas de sus funciones; así sería también si creciesen en los hombros. No sólo se debe observar de dónde provienen los golpes más violentos sino también desde dónde llegan más lejos. Por consiguiente, como no tienen manos y es imposible llevarlos sobre los pies, y si estuviesen en las rodillas impedirían la flexión, es necesario que los tengan como los tienen actualmente, en la cabeza. De este modo, suponen, al mismo tiempo, menos impedimento para otros movimientos del cuerpo en general.

Los ciervos son los únicos que tienen los cuernos totalmente sólidos, y el único que por necesidad los muda debido a su peso, porque le ayuda a sentirse aliviado. En cambio, los cuernos de otros son, hasta cierto punto, huecos, pero las puntas son sólidas porque esto le resulta útil en el momento de golpear. Pero para que la parte hueca que brota desde la piel no sea frágil, la parte sólida se adapta a ella desde los huesos. De este modo, tener cuernos resulta más útil para la lucha y menos molesto para otros aspectos de la vida[361]

Hemos dicho por qué existen los cuernos y por qué causa unos los poseen y otros, no. Pero digamos de qué modo, cuando existe la naturaleza necesaria para las cosas que existen por necesidad, la naturaleza razonable las aprovecha para algún fin[362]En primer lugar, hay más parte corporal y terrosa en los animales más grandes, y no conocemos ningún animal pequeño con cuernos. El más pequeño de los conocidos es la gacela. Ahora bien, hay que estudiar la naturaleza atendiendo a muchos aspectos, pues el orden de la naturaleza se manifiesta ya en el conjunto, ya en la mayoría de los casos[363]

La parte ósea del cuerpo de los animales es terrosa. Por eso, también, podemos decir que hay más en los animales más grandes, a juzgar por la mayoría de los casos. Como, ciertamente hay un exceso residual de tal materia en los animales más grandes, la naturaleza lo aprovecha para la defensa, es decir, para una utilidad; además, como necesariamente fluye hacia la zona superior, a unos les ha concedido dientes y colmillos y a otros, cuernos. Por eso, entre los animales con cuernos no hay ninguno con dos filas de dientes. En la mandíbula superior carecen de los dientes de delante [664a], pues la naturaleza los ha suprimido de allí y los ha atribuido a los cuernos, es decir, la alimentación destinada a estos dientes es empleada en el crecimiento de los cuernos. La razón de que las hembras de los ciervos carezcan de cuernos, aunque sus dientes sean iguales a los de los machos, es que la naturaleza es la misma para ambos, es decir, tienen cuernos, pero a las hembras se los ha quitado porque no son útiles ni siquiera para los machos, aunque a éstos les perjudican menos por su fuerza[364]

Del resto de los animales en los que tal parte del cuerpo no pasa a los cuernos, en unos ha aumentado el tamaño de todos sus dientes en general, y en otros ha creado colmillos que salen de las mandíbulas como cuernos.

Quedan, así, definidas las partes que hay en la cabeza.

Capítulo 3

Bajo la cabeza se halla por naturaleza el cuello en los animales que lo poseen. En efecto, no todos poseen esta parte sino, solamente, los que tienen las partes para las cuales se ha creado el cuello. Estas son la faringe y el llamado esófago.

La faringe está creada para el paso del aire. Por ella los animales aspiran el aire y lo expulsan mediante la inspiración y la espiración. Así pues, los animales que no poseen pulmones carecen también de cuello, como el género de los peces. El esófago es por donde la alimentación llega al estómago. Por consiguiente, todos los que carecen de cuello, evidentemente, también carecen de esófago. Sin embargo, no es necesario tener esófago para la alimentación, pues no le aporta nada. Es más, el estómago puede situarse inmediatamente después del lugar de la boca mientras que el pulmón, no. Debe haber como una especie de canal común, porque el pulmón tiene dos partes, a través del cual el aire se distribuya por los conductos de la tráquea hasta los bronquios. De este modo puede realizar mejor la inspiración y la espiración. Como el órgano de la respiración tiene, por necesidad, cierta largura, necesariamente el esófago tiene que estar entre la boca y el estómago[365]

El esófago es carnoso, aunque tiene elasticidad como un tendón; es tendinoso para distenderse cuando entre el alimento, y carnoso para que sea blando y ceda y no sea dañado ni irritado por los alimentos que descienden.

La llamada faringe y la tráquea están formadas de materia cartilaginosa. Existen [664b] no sólo para la respiración sino también para la voz, y es preciso que lo que va a producir sonido sea liso y tenga solidez. La tráquea se halla delante del esófago, aunque le molesta ingerir el alimento. Cuando algo sólido o líquido entra en la tráquea causa ahogos, fatigas y tos áspera. Esto podría provocar el asombro de alguno de los que afirman que es por ésta por donde el animal recibe la bebida[366]En efecto, está claro que lo mencionado les sucede a todos los que pueden atragantarse con algún alimento. Muchas veces parece ridícula la afirmación de que los animales ingieren la bebida por ésta. No hay ningún conducto que parta del pulmón hacia el estómago, tal como vemos que el esófago parte de la boca. Además, en los vómitos y naúseas, no queda claro de dónde surge el líquido que sale. Es evidente que el líquido no se concentra directamente en la vejiga sino primero en el estómago. Lo demuestra el hecho de que las excreciones del estómago adquieren el color del poso del vino oscuro. Evidentemente, esto ocurre muchas veces, también, cuando hay heridas en el estómago. Pero, quizá resulte estúpido examinar minuciosamente unos razonamientos estúpidos.

La tráquea, al estar situada, como hemos dicho, delante, se ve perturbada por la alimentación. Sin embargo, la naturaleza ha ideado para esto la epiglotis. No todos los vivíparos la tienen, sino aquellos que tienen pulmones y piel velluda, es decir, los que no poseen escamas ni plumas. En aquellos[367]en lugar de la epiglotis, se contrae y se abre la faringe, del mismo modo que en éstos se cierra y se abre la epiglotis: se abre para la entrada y salida del aire y se contrae cuando entra el alimento, para que nada se extravíe en la tráquea. Si se produce algún error en tal movimiento y si se respira mientras pasa el alimento, provoca tos y ahogos, como hemos dicho. El movimiento de ésta y de la lengua está bien ideado de esta manera, de modo que, cuando se mastica el alimento en la boca y atraviesa la epiglotis, la lengua pocas veces cae bajo los dientes y en raras ocasiones algo se extravía en la tráquea.

Los animales citados no poseen epiglotis [665a] debido a que sus carnes son secas y su piel dura; por consiguiente, si dicha parte estuviera constituida de tal carne y tal piel no podrían moverla bien, pero la contracción de los extremos de la propia tráquea se produciría más rápidamente que la de la epiglotis formada de carne propia como la que tienen los animales velludos[368]

Queda explicada la causa por la que unos animales la poseen y otros, no, y por qué la naturaleza ha remediado la mala posición de la tráquea creando la citada epiglotis. La faringe se halla delante del esófago por necesidad. El corazón está situado en la parte delantera y en mitad del cuerpo, y en él decimos que se halla el principio de la vida y de todo movimiento y sensación (la sensación y el movimiento se producen hacia la denominada parte delantera; con este mismo razonamiento quedan distinguidos el frente y la espalda[369]El pulmón se halla en el mismo lugar que el corazón y en torno a él, y la respiración existe gracias a aquél y al principio que reside en el corazón. La respiración se produce en los animales a través de la tráquea. Así pues, como es necesario que el corazón sea el primer órgano situado delante, necesariamente, también, la faringe y la tráquea están delante del esófago: aquellas se dirigen al pulmón y al corazón mientras que el esófago, hacia el estómago. En general, lo mejor y más delicado, cuando ninguna otra cosa más importante lo impide, siempre se encuentra, entre lo alto y lo bajo, en lo más alto posible, entre el frente y la espalda, en el frente, y entre la derecha y la izquierda, en la derecha[370]

Quedan explicados, también, el cuello, el esófago y la tráquea, y lo siguiente es hablar sobre las vísceras.

Capítulo 4

Estas son propias de los animales sanguíneos, y unos las poseen todas y otros, no. Ninguno de los no sanguíneos tiene vísceras. Demócrito[371]no parece haberlos distinguido correctamente si pensó que en realidad las vísceras de los animales no sanguíneos no se pueden ver debido a su pequeñez. En efecto, desde el mismo momento en que los sanguíneos se forman, incluso cuando son pequeños, son visibles el corazón y el hígado. En los huevos aparecen, en ocasiones ya al tercer dïa, con el tamaño de un punto[372][665b], y también aparecen muy pequeños en los fetos nacidos antes de tiempo. Además, del mismo modo que el uso de las partes externas no es el mismo para todos, sino que en cada uno se adapta de una forma particular a su modo de vida y a sus movimientos, así también, las distintas partes internas varían de uno a otro.

Las vísceras son propias de los sanguíneos porque cada una de ellas está compuesta de materia sanguínea. Esto queda claro en las crías recién nacidas de estos animales, pues sus vísceras son más sanguíneas y más grandes en proporción por el hecho de que la forma de la materia y su cantidad aparecen más claras durante la primera etapa de la formación[373]

Todos los sanguíneos tienen corazón, y la causa ya se ha dicho anteriormente[374]Está claro que, para los sanguíneos, tener sangre es necesario, y como la sangre es un líquido, necesita un recipiente, para lo cual la naturaleza parece haber fabricado las venas[375]Estas tienen necesariamente un único principio (donde es posible, uno sólo es mejor que muchos), y el corazón es el principio de las venas[376]pues parecen salir de éste y no atravesarlo; además, su naturaleza es venosa, resultando, así, homogéneo. Su posición ocupa un lugar predominante: se sitúa en torno a la mitad, y en la parte superior mejor que en la inferior, y delante mejor que detrás. La naturaleza ha establecido lo más preciado en las zonas más preciadas, a no ser que algo más importante lo impida. Lo expuesto se ve más claramente en los hombres, en otros animales tiende igualmente a situarse en medio del cuerpo necesario[377]cuyo límite se halla donde los excrementos son expulsados. Los miembros varían de un animal a otro y no se encuentran entre las partes necesarias para vivir, por lo cual pueden vivir aunque se los amputen. Y está claro que no les perjudica que se les añada uno.

Los que afirman que el principio de las venas se halla en la cabeza, no han formulado una suposición correcta[378]En primer lugar, suponen muchos principios separados y después, lo sitúan en una región fría. Está claro que esa región es muy sensible al frío, y la región del corazón es todo lo contrario. Como se ha dicho, las venas penetran en otras vísceras pero ninguna pasa a través del corazón. Por lo cual queda claro que el corazón es parte y principio de las venas. Esto es razonable, ya que el centro del corazón es, por naturaleza, un cuerpo denso y hueco, y además, está lleno de sangre [666a] porque allí tienen su principio las venas; es hueco para servir de receptáculo a la sangre y denso para guardar el principio del calor. Esta es la única víscera y parte del cuerpo en la que hay sangre fuera de las venas, mientras que todas las demás partes contienen la sangre dentro de ellas. Esto también es razonable porque sale canalizada desde el corazón hacia las venas, pero al corazón no llega de ninguna otra parte. Este es el principio o fuente de la sangre y[379]el primer receptáculo. Esto queda clarísimo a partir de las disecciones y del estudio de la generación. Contiene sangre inmediatamente porque es la primera de todas las partes que se forma. Además, es evidente que los movimientos causados por el placer, el dolor y, en general, por toda sensación, se inician y terminan en él. Así es, y es razonable, pues es preciso que haya un sólo principio siempre que sea posible.

El medio es el más útil de los lugares. En efecto, el medio es único y puede llegar igual o casi por igual a todas partes. Además, como ninguna parte no sanguínea ni la propia sangre tienen sensibilidad[380]es evidente que la primera parte que la contiene y que la mantiene como en un receptáculo, necesariamente es el principio.

No sólo parece ser así mediante la razón sino también, mediante el conocimiento sensible[381]En efecto, en los embriones el corazón es la primera parte que aparece moviéndose como si fuese un ser vivo, porque es el principio de la naturaleza en los animales sanguíneos. Prueba de lo dicho es el hecho de que todos los sanguíneos lo poseen, pues deben tener un principio para la sangre. También encontramos el hígado en todos los sanguíneos, pero nadie podría sostener que él es el principio ni del cuerpo entero ni de la sangre. En efecto, se halla en una posición que de ningún modo se parece al principio, y en los animales más perfeccionados tiene como contrapeso el bazo. Además, no contiene en sí mismo un receptáculo para la sangre, como es el caso del corazón, sino que, como el resto de las vísceras, la contiene en una vena. Es más, a través de él pasa una vena mientras que a través del corazón, ninguna. El principio de todas las venas parte del corazón. Así pues, como es necesario que el principio sea uno de estos dos, y no es el hígado, necesariamente es el corazón el principio de la sangre. El ser vivo se define por la sensibilidad, y es sensible, en primer lugar, la parte que primero contiene sangre, tal es el corazón. En efecto, [666b] es el principio de la sangre y la primera parte que la contiene.

La extremidad del corazón[382]es puntiaguda y muy dura, y se sitúa cerca del pecho y, en general, en la parte delantera del cuerpo para que no se enfríe. En todos los animales, el pecho es muy poco carnoso, frente a la parte posterior que lo es bastante, por eso, el calor recibe gran protección de la espalda. El corazón, en otros animales, se halla en mitad de la región del pecho, pero en los hombres se ha desviado un poco hacia la izquierda para compensar el enfriamiento del lado izquierdo. En efecto, el hombre tiene el lado izquierdo más frío que el resto de los animales. Anteriormente hemos dicho que en los peces el corazón también está situado del mismo modo y por qué razón parece diferente : tiene la punta dirigida hacia la cabeza, pero es que la cabeza está delante porque el movimiento se efectúa hacia ésta[383]

El corazón tiene cantidad de tendones y esto es razonable porque los movimientos parten de él y se ejecutan mediante contracción y relajación. Así pues, necesita de tal servicio y fuerza[384]El corazón, como hemos dicho anteriormente también[385]es como un ser vivo dentro de los que lo poseen. Carece de hueso en todos los animales que nosotros hemos observado, excepto en los caballos y en un género de bueyes. Estos, debido a su tamaño, tienen debajo un hueso que les sirve como soporte, lo mismo que ocurre con todos los cuerpos[386]

Los animales grandes tienen tres ventrículos, los más pequeños, dos y todos poseen al menos uno. La causa ya la hemos explicado[387]Es preciso que haya un lugar en el corazón y que sirva de receptáculo para la primera sangre (ya hemos dicho muchas veces que la sangre se produce primero en el corazón[388]Como hay dos venas principales, la llamada grande[389]y la aorta, y cada una de ellas es principio de otras venas, y presentan diferencias sobre las cuales hablaremos más tarde[390]es mejor que sus principios se hallen separados. Esto sería en el caso de que la sangre fuese diferente y estuviese separada[391]Por eso, en los animales en que es posible encontramos dos receptáculos. Es posible en los grandes, ya que su corazón también tiene gran tamaño. Pero, mejor aún, es tener tres ventrículos para que haya un único principio común: el del medio, es decir el ventrículo excedente, es el principio. Por consiguiente, siempre deben ser de gran tamaño, porque sólo los más grandes poseen tres ventrículos. De estos tres, el que más sangre [667a] y más calor contiene es el derecho (por eso también, la parte derecha es la más caliente), mientras que el izquierdo es más pequeño y más frío; el del medio es mediano en cantidad y calor, aunque su sangre es más pura. Es preciso que el principio esté lo más tranquilo posible, y así puede ser cuando la sangre es pura y mediana en cantidad y calor[392]

El corazón tiene, también, una especie de división parecida a las suturas. No es una unión como en un compuesto de varias partes sino, como hemos dicho, más bien una división[393]El de los animales sensibles está muy dividido mientras que el de los que carecen de sensibilidad[394]lo está menos, por ejemplo: el de los cerdos.

Las diferencias del corazón por su grandeza, su pequeñez, dureza y blandura se extienden, de algún modo, también al carácter. Los animales sin sensibilidad tienen el corazón duro y espeso mientras que los sensibles, más blando. Los que tienen el corazón grande son cobardes mientras que los que lo tienen muy pequeño o mediano son más audaces. En aquellos, la afección producida por el miedo preexiste porque su calor no se corresponde con el tamaño de su corazón y, como es poco para un corazón grande, se desvanece, es decir que la sangre es más fría. Tienen el corazón grande la liebre, el ciervo, el ratón, la hiena, el asno, la pantera, la comadreja y casi todos los que son claramente cobardes o perjudiciales a causa del miedo[395]

Algo parecido ocurre con las venas y los ventrículos[396]Las venas y ventrículos grandes son fríos. Tal como el fuego es igual en una habitación pequeña que en una grande pero calienta menos en la más grande, así ocurre en éstos con el calor, pues la vena y el ventrículo son recipientes. Además, los movimientos extraños enfrían todo lo caliente, y en las partes más espaciosas el aire es más abundante y tiene más fuerza. Por eso, ningún animal de carne grasa posee ventrículos y venas grandes, sino que todos o la mayoría de ellos presentan venas imperceptibles y ventrículos pequeños[397]

El corazón es la única víscera y, en general, la única parte del cuerpo que no soporta ninguna afección grave, y esto es razonable: si el principio es destruido no queda ningún lugar de donde las demás partes que dependen de él puedan obtener ayuda. Muestra de que el corazón no recibe ninguna afección es el hecho de que en ninguno de los animales sacrificados [667b] se ha observado en él una afección semejante a la de las demás vísceras. Los riñones aparecen muchas veces llenos de piedras[398]tumores y abscesos, así como el hígado e igualmente el pulmón y, en especial, el bazo. En torno a ellos aparecen también muchas otras afecciones, pero en el pulmón son escasas cerca de la tráquea, y en el hígado, cerca de su unión con la vena grande, y esto es razonable: por esta zona tienen más comunicación con el corazón. Todos los animales que mueren por una enfermedad o afección semejante muestran, cuando se les abre, afecciones malsanas en torno al corazón.

Respecto al corazón, ha quedado explicado muchas veces de qué clase es y para qué y por qué causa existe en los que lo poseen.

Capítulo 5

Lo siguiente podría ser hablar sobre las venas, la grande y la aorta. Estas son las primeras que reciben la sangre del corazón y las restantes son ramificaciones de ellas. Ya hemos dicho que existen para la sangre[399]En efecto, todo líquido necesita un recipiente, y el género de las venas es el recipiente que contiene la sangre. Expliquemos por qué son dos y por qué se extienden desde un único principio a través de todo el cuerpo.

La razón de que concluyan en un único principio y que partan de uno sólo es que todos los animales tienen una sola alma sensible en acto, de modo que también es una sola la parte que primeramente la contiene (en los sanguíneos en potencia y en acto, y en ciertos no sanguíneos solamente en acto); por eso, también el principio del calor se halla, necesariamente, en el mismo lugar. Esta es la causa de la fluidez y del calor de la sangre. Puesto que el principio de la sensibilidad y del calor residen en una sola parte, el de la sangre también parte de un principio único, y debido a la unidad de la sangre, las venas también provienen de un principio único[400]Son dos, sin embargo, porque los cuerpos de los animales que tienen sangre y se mueven, se dividen en dos partes. En todos éstos se distingue el frente y la espalda, la derecha y la izquierda y la parte superior y la inferior. En cuanto el frente es más delicado y más apto para dirigir que la espalda, en tanto la vena grande lo es respecto a la aorta. La primera se halla en la parte delantera y la segunda en la espalda; la primera es visible en todos los animales sanguíneos [668a] y la segunda, en unos se aprecia débilmente y en otros, es imperceptible.

La razón de que las venas estén distribuidas por todo el cuerpo es que la sangre es la materia del cuerpo entero[401]y la de los no sanguíneos lo análogo, y éstas se encuentran dentro de las venas y del análogo. Cómo se alimentan los animales, de qué y de qué modo asimilan la alimentación desde el estómago es más apropiado examinarlo y tratarlo en los discursos sobre la generación[402]

Si las partes están compuestas de sangre, como hemos dicho, es razonable que el flujo de las venas se halle de forma natural por todo el cuerpo. Es preciso que la sangre esté por todo y en todo, si realmente cada una de las partes está compuesta de ésta. Del mismo modo que los riegos en los jardines se instalan a partir de un único principio o fuente hacia numerosos y diferentes canales para que lleven el agua sin cesar a todas partes y en las construcciones se alinean piedras a lo largo de todo el trazado de los cimientos, y se debe, por un lado, a que las plantas del jardín crecen gracias al agua y, por otro, a que los cimientos se construyen con piedras[403]es parecido también, al modo en que la naturaleza ha canalizado la sangre a través de todo el cuerpo, puesto que ésta es la materia del cuerpo entero. LLega a ser evidente en los animales más delgados. En efecto, no se ve ninguna otra cosa excepto las venas, como ocurre con las hojas de las vides, de las higueras y otras plantas semejantes, pues cuando se dejan secar sólo quedan los nervios[404]La razón de esto es que la sangre y su análogo son en potencia cuerpo y carne o el análogo. Tal como entre los canales de riego perduran los fosos más grandes mientras que los más pequeños desaparecen en primer lugar y rápidamente por la acción del barro, pero vuelven de nuevo a ser visibles cuando éste se va, del mismo modo también, las venas más grandes perduran mientras que las más pequeñas se vuelven carne en acto, aunque en potencia no son más que venas. Por eso, si se hace un corte en las carnes sanas, sale sangre por todo. Verdaderamente sin venas no puede existir la sangre, aunque las venas sean pequeñas y totalmente imperceptibles, del mismo modo que en los canales de riego los fosos tampoco se pueden ver antes de que se haya quitado el barro.

Las venas pasan progresivamente de mayor a menor hasta que llegan a convertirse en pasos muy pequeños [668b] para el espesor de la sangre. A través de éstos no puede pasar la sangre sino la excreción de humor líquido que llamamos sudor y que se produce cuando el cuerpo está pleno de calor y las pequeñas venas se dilatan. También, en algunos casos, el sudor consiste en una excreción sanguinolenta debido a una indisposición física, puesto que el cuerpo se vuelve flácido y flojo y la sangre se torna más fluida por la falta de cocción, porque el calor de las venas pequeñas, debido a su escasez, no puede realizar la cocción (en efecto, ya se ha dicho que todo lo compuesto de tierra y agua se espesa cuando se cuece[405]y el alimento y la sangre son una mezcla de ambas). El calor no puede cocer no sólo por su escasez sino también, por la cantidad excesiva de alimento ingerido: se produce poco calor en proporción a éste. El exceso es doble: en cantidad y en calidad, pues no todo se puede cocer del mismo modo. La sangre fluye mejor por los conductos más anchos, por lo cual se producen hemorragias sin dolor en las narices, en las encías y en el ano, y en ocasiones, también en la boca, y no ocurren, como en la tráquea, con violencia.

En la parte superior la vena grande y la aorta están separadas, pero en la inferior, se cruzan y mantienen el cuerpo unido. Conforme van avanzando, se dividen según la doble naturaleza de los miembros y una va desde delante hacia detrás y la otra, desde detrás hacia delante, y unen el cuerpo en una sola pieza. Tal como los objetos trenzados se mantienen más unidos, así también, debido al cambio de rumbo de las venas, las partes anteriores de los cuerpos están unidas a las posteriores. Ocurre lo mismo en las regiones superiores a partir del corazón. Para ver con exactitud la relación que tienen las venas entre sí, hay que estudiar las Planchas anatómicas y la Historia de los animales[406]

Hemos hablado sobre las venas y el corazón, pero debemos examinar el resto de las vísceras siguiendo el mismo método.

Capítulo 6

Cierto género de animales tienen pulmón porque son terrestres. Es necesario que se produzca un enfriamiento del calor y los animales sanguíneos necesitan que éste venga del exterior, ya que son muy calientes. Los que no tienen sangre pueden enfriarse con la respiración que les es connatural[407]669a] Sin embargo, los sanguíneos, necesitan enfriarse desde el exterior con agua o aire. Por ello, ningún pez posee pulmones sino que, en su lugar, se hallan las branquias, tal como hemos dicho en los tratados sobre la respiración[408]Los peces realizan el enfriamiento con agua mientras que los que respiran, con aire, por lo cual, todos los que respiran tienen pulmones. Todos los animales terrestres respiran, pero también, ciertos acuáticos como la ballena, el delfín y todos los cetáceos que exhalan agua[409]En efecto, hay muchos animales de naturaleza ambigua[410]unos que son terrestres y aspiran aire pasan la mayor parte del tiempo en el agua debido a la temperatura de su cuerpo, y algunos que viven en el agua participan, en cierta medida, de la naturaleza terrestre, de modo que el fin de su vida reside en la respiración.

El pulmón es el órgano de la respiración porque obtiene del corazón el principio del movimiento y ofrece un vasto espacio para la entrada del aire debido a su esponjosidad y tamaño. Cuando se dilata, entra el aire y cuando se contrae, vuelve a salir. La afirmación de que el pulmón existe para amortiguar el latido del corazón no es correcta[411]En el hombre es en el único, por así decir, en el que existe la palpitación porque es el único que tiene esperanza y expectación en el futuro[412]además, en la mayoría de los animales está en un lugar muy alejado del pulmón y ocupa una posición más alta, de modo que nada relaciona al pulmón con el latido del corazón.

El pulmón difiere mucho en los animales. Unos lo tienen sanguíneo y grande y otros, más pequeño y esponjoso; los vivíparos, por el calor de su naturaleza, lo tienen muy grande y muy sanguíneo[413]mientras que los ovíparos, seco y pequeño, pero capaz de expandirse cuando se llena de aire, tal es el caso de los cuadrúpedos ovíparos terrestres como los lagartos, las tortugas y todo género semejante además del grupo de los alados, también llamados aves. El pulmón de todos éstos es esponjoso y semejante a la espuma. En efecto, la esponja, cuando es comprimida, se vuelve pequeña, y el pulmón de éstos es pequeño y membranoso. Por eso, todos éstos desconocen la sed y beben poco y pueden mantenerse mucho tiempo en el agua. Como contienen poco calor, se enfrían lo suficiente durante largo rato por el propio movimiento del pulmón, [669b] que es aéreo y hueco.

El tamaño de éstos animales es, en general, bastante pequeño. El calor provoca el crecimiento, y una señal de calor es la abundancia de sangre. Además, hace los cuerpos más derechos por lo cual, el hombre está más derecho que el resto de los animales, y los vivíparos más que los demás cuadrúpedos. Ningún vivíparo, ya sea sin pies o con ellos, vive en una madriguera como los ovíparos. Así pues, el pulmón existe, generalmente, para la respiración, no tiene sangre y es así para cierto género de animales[414]Sin embargo, no existe un nombre común para ellos, es decir, no del mismo modo en que se ha denominado "ave" a determinado género. Por eso, tal como ser del género de las aves depende de cierta característica, tener pulmón también está incluido en la sustancia de aquellos[415]

Capítulo 7

Entre las vísceras, parece que unas son simples, como el corazón y el pulmón, otras dobles, como los riñones, y otras no se sabe a cuál de los dos tipos pertenecen[416]El hígado y el bazo podrían parecer ambiguos, pues cada uno de ellos aparece como simple o como dos de naturaleza similar en lugar de uno. Sin embargo, todas son dobles. La razón es que la división del cuerpo se basa en dos partes, aunque contribuyan a un solo principio. Están la superior y la inferior, la de delante y la de detrás, la derecha y la izquierda, por lo cual, también el cerebro y cada uno de los órganos sensoriales tienden a tener dos partes en todos los animales. Por la misma razón, el corazón es doble respecto a los ventrículos. El pulmón, al menos en los ovíparos, está tan dividido que parecen tener dos. Los riñones, sin embargo, son claramente dobles en todo animal.

En cuanto al hígado y al bazo, no se podría saber correctamente. La causa de esto es que en los que poseen el bazo por necesidad, podría parecer que éste es como un hígado bastardo, mientras que en los que no lo poseen por necesidad sino que es muy pequeño, como un mero vestigio, el hígado tiene, claramente, dos partes, y una tiende a situarse hacia la derecha y otra, más pequeña, hacia la izquierda. Por otro lado, en los ovíparos es menos evidente que en aquellos, pero en algunos, así como también en ciertos vivíparos, aparece claramente separado, por ejemplo: en algunas regiones, las liebres parecen tener dos hígados, igual que diferentes peces y los selacios.

Por el hecho de que el hígado se sitúa, más bien, a la derecha [670a] ha surgido el bazo, de tal modo que, en cierta medida, aunque no demasiado, resulta necesario para todos los animales.

La razón de que la naturaleza de las vísceras sea doble es, como hemos dicho, que existen dos partes: la derecha y la izquierda. Cada una de ellas busca su semejante, por consiguiente, tienden a tener una naturaleza similar o gemela, y como aquellas partes son gemelas y se unen en una sola, también ocurre lo mismo con cada una de las vísceras.

Todas las vísceras que hay bajo el diafragma existen, en general, para las venas, para que, al estar suspensas, las mantengan unidas mediante su ligadura al cuerpo. Las venas se lanzan como anclas a través de las partes extendidas por el cuerpo: desde la vena grande van hacia el hígado y el bazo, pues el conjunto de estas vísceras las sujeta, como clavos, al cuerpo; el hígado y el bazo sujetan a los lados del cuerpo la vena grande (de ésta sólo parten venas hacia ellos), y los riñones lo hacen hacia la parte posterior. Hacia cada uno de ellos sale una vena, no sólo desde la grande sino también desde la aorta. Esto se produce gracias a las vísceras, para la constitución de los animales[417]

El hígado y el bazo ayudan a la cocción del alimento (pues al tener sangre, son de naturaleza caliente), y los riñones contribuyen a la excreción segregada en la digestión.

El corazón y el hígado son necesarios para todos los animales, el primero, por el principio del calor (pues es preciso que haya una especie de hogar en el que resida la llama[418]de la naturaleza, y que la guarde bien, como si fuera la acrópolis del cuerpo[419]y el segundo para favorecer la digestión. Todos los sanguíneos necesitan estas dos vísceras, por lo cual todos ellos las poseen. Y todos los que respiran tienen, además, una tercera: el pulmón.

El bazo, en los que lo poseen, existe accidentalmente por necesidad, tal como existen las excreciones del vientre y de la vejiga[420]Por eso, en algunos animales, su tamaño es insuficiente, como ocurre en algunas aves, en todas las que tienen el vientre caliente, como la paloma, el halcón, el milano, e igualmente en los cuadrúpedos ovíparos [670b] (pues lo tienen muy pequeño), y en la mayoría de los que poseen escamas. Estos tampoco tienen vejiga porque las excreciones se convierten, a través de la porosidad de sus carnes[421]en plumas y escamas. El bazo aparta del estómago los humores residuales y, como es sanguinolento, puede contribuir a la cocción. En el caso de que la excreción sea mayor o el bazo contenga poco calor, se puede producir una enfermedad por la abundancia de alimento. En muchas ocasiones, cuando el bazo está enfermo, el estómago se vuelve duro por el flujo y reflujo de fluido que hay en él, como les ocurre a los que orinan en abundancia, porque los humores están retenidos. Sin embargo, en los que la excreción es escasa, como en las aves y peces, unos lo tienen grande y otros, un mero vestigio. En los cuadrúpedos ovíparos el bazo es pequeño, sólido y semejante a un riñón, porque su pulmón es esponjoso, beben poco y el residuo que resulta se dedica al cuerpo y a las escamas, como en el caso de las aves a las alas.

En los que poseen vejiga y pulmón sanguíneo es húmedo por la causa mencionada y porque la naturaleza del lado izquierdo es, en general, más húmeda y más fría. Cada contrario está distribuido según su correspondiente afín, por ejemplo: la derecha es contraria a la izquierda y el calor es contrario al frío. Y se corresponden entre sí del modo en que hemos dicho.

Los riñones no existen en los que los poseen por necesidad sino que están por su bien y para un buen fin[422]En efecto, existen, por su particular naturaleza, para favorecer la excreción que se acumula en la vejiga en aquellos animales en que tal residuo es más abundante, para que la vejiga cumpla mejor su función.

Como resulta que los animales tienen los riñones y la vejiga para el mismo uso, hay que hablar ahora sobre la vejiga, dejando de lado la enumeración de las partes que siguen. Respecto al diafragma todavía no hemos explicado nada, pero ésta es una de las partes que está cerca de las vísceras.

Capítulo 8

No todos los animales poseen vejiga sino que parece que la naturaleza tiende a concederla solamente a los que tienen pulmones sanguíneos [671a], y es razonable que sea a éstos, por el exceso natural que contienen en esta parte; éstos son los animales más sedientos, es decir, no sólo necesitan alimentación sólida sino también una gran cantidad de líquido, de modo que necesariamente también se produce una gran cantidad de excreción líquida, tanta que no puede ser digerida por el estómago ni expulsada junto a su excreción sólida. Es necesario que haya una parte que pueda recibir esta excreción. Por ello, todos aquellos que poseen un pulmón de tal clase tienen vejiga. Los que no lo tienen así, o beben poco porque tienen el pulmón esponjoso, o toman líquido que no les sirve de bebida sino de comida, como es el caso de los insectos y los peces; sin embargo, los que tienen plumas, escamas o caparazón, debido a la escasez de líquido ingerido y a que lo que queda de la excreción se convierte en estos, carecen de vejiga, a excepción de las tortugas entre los que poseen caparazón, es decir, en este lugar la naturaleza, simplemente, ha sido mutilada. La razón es que las tortugas marinas tienen el pulmón carnoso y sanguíneo, y es similar al de los bueyes, mientras que las de tierra lo tienen mayor en proporción. Además, como la especie de concha que les rodea es densa y el líquido no puede transpirar a través de los poros de la carne, como ocurre en las aves, las serpientes y los distintos animales con concha, se produce tal cantidad de residuo que su naturaleza necesita tener una parte que la reciba y sirva de recipiente. Por esta causa, éstos son los únicos animales de tal clase que tienen vejiga; las marinas la tienen grande y las de tierra muy pequeña.

Capítulo 9

Lo mismo ocurre con los riñones[423]Ningún animal con plumas, escamas o caparazón posee riñones, excepto las tortugas marinas y las de tierra. Pero como la carne destinada a los riñones no tiene un lugar sino que está distribuida en muchas partes, en algunas aves hay una especie de riñones esparcidos. Así pues, por esta causa, la tortuga de agua dulce no tiene ninguna de estas dos partes. Sin embargo, todos los demás animales que tienen el pulmón sanguíneo, como se ha dicho, poseen [671b] riñones. La naturaleza los utiliza al mismo tiempo para las venas y para la separación del residuo líquido, pues un conducto los lleva hasta ellos desde la vena grande.

Todos los riñones tienen un hueco, más o menos grande, excepto los de las focas. Los de éstas se parecen a los de los bueyes y son los más sólidos de todos. Los del hombre también son similares a los de los bueyes ya que son como un conglomerado de muchos riñones pequeños y no lisos, como los de las ovejas y otros cuadrúpedos. Por eso, la enfermedad de los riñones de los hombres no se puede remediar en el caso de que alguna vez enfermen. En efecto, es como si enfermasen muchos riñones en lugar de uno solo, y la curación es muy difícil.

El conducto que sale de la vena no desemboca en la cavidad de los riñones sino que se pierde en su masa. Por lo cual, no hay sangre en sus cavidades ni se coagula después de la muerte. De la cavidad de los riñones parten dos robustos conductos no sanguíneos hacia la vejiga, uno de cada riñón, y de la aorta, otros fuertes y continuos. Están así para que la excreción de líquido procedente de la vena se dirija a los riñones, y el residuo producido por los riñones tras haber sido filtrado el líquido a través de su masa, fluya hasta el centro, lugar donde la mayoría de ellos tienen la cavidad (por eso, también es la víscera que peor huele). Desde el centro es separado ya, más bien como excremento, a través de estos conductos hacia la vejiga. La vejiga está amarrada a los riñones, pues hacia ella se dirigen, como hemos dicho, unos fuertes conductos. Los riñones existen por estas causas y tienen las funciones mencionadas.

En todos los que poseen riñones, el derecho está más alto que el izquierdo. Como el movimiento parte de la derecha y, por esta razón, la naturaleza de la derecha es más fuerte, es preciso que estas partes, por el movimiento, tiendan, más bien, hacia arriba, como también la ceja derecha se eleva más y está más arqueada que la izquierda[424]Y puesto que el riñón derecho está más elevado que el izquierdo, el hígado está en contacto con él en todos los animales. En efecto, el hígado se halla en la parte derecha.

[672a] Los riñones tienen más grasa que las otras vísceras, necesariamente debido a que el excremento se filtra a través de ellos. La sangre restante, que es pura, es fácil de cocer, y el resultado de una buena cocción sanguínea es grasa y sebo. (Del mismo modo que en las materias secas consumidas por el fuego, como la ceniza, queda algo de fuego, así también, en los humores cocidos queda parte del calor producido. Es porque la grasa es ligera y flota en los líquidos). Así pues, no se produce en los propios riñones porque esta víscera es densa, sino que la grasa se pone a su alrededor, en el exterior, en los que tienen grasa, y el sebo, en los que tienen sebo. La diferencia entre éstos ha quedado explicada en otros apartados[425]

Los riñones se vuelven grasos necesariamente por esta causa, a consecuencia de las condiciones que, por necesidad, se dan en los que tienen riñones, y para protegerlos y mantener su naturaleza caliente. Como son extremos, necesitan más calor. La espalda es carnosa para proteger las vísceras que rodean el corazón, la cadera, sin embargo, carece de carne (pues las articulaciones de todos los animales están desprovistas de carne). Por tanto, en lugar de carne se produce grasa para proteger los riñones. Además, separan y cuecen mejor la humedad cuando son grasientos, pues la grasa es caliente y el calor cuece.

Los riñones son grasos por estas causas, aunque en todos los animales el derecho lo es menos. La razón es que la naturaleza de la parte derecha es seca y muy móvil, y el movimiento es contrario a la grasa y la disuelve mejor.

A otros animales les es útil tener los riñones grasientos, y muchas veces los tienen completamente repletos. La oveja, sin embargo, cuando le ocurre esto, muere. Pero aún en el caso de que sean muy grasientos, falta, igualmente, un poco, si no en ambos, al menos en el derecho. La razón de que esto les ocurra sólo o especialmente a las ovejas, es que en los animales que tienen grasa, ésta es fluida, de suerte que los aires desigualmente encerrados producen dolor. Esta es la causa de la gangrena. Por eso, los hombres que padecen de los riñones, aunque les convenga engordar, en el caso de que lleguen a estar muy gordos tienen igualmente dolores mortales. En los otros animales [672b] que poseen sebo, el sebo es menos denso que en las ovejas. Esto es, las ovejas lo sobrepasan en gran cantidad, pues son los animales que más rápidamente cubren sus riñones con él. Así pues, cuando el líquido y el aire quedan encerrados, la gangrena los hace desaparecer rápidamente. A través de la aorta y la vena[426]la afección llega en seguida al corazón: los conductos desde estas venas hasta los riñones son continuos. Hemos tratado sobre el corazón y el pulmón, así como sobre el hígado, el bazo y los riñones.

Capítulo 10

Estas vísceras están separadas entre sí por el diazoma, al que algunos llaman diafragma. Este separa el pulmón y el corazón. Este diazoma, en los animales sanguíneos, recibe el nombre, como ya se ha dicho, de diafragma[427]Todos los sanguíneos lo poseen, lo mismo que un corazón y un hígado. La razón de esto es que sirve para separar la región del vientre de la del corazón, a fin de que el principio del alma sensible sea indemne y no se vea rápidamente sorprendido por la exhalación que se produce después de la alimentación y la cantidad de calor introducido. Para esto, la naturaleza ha establecido una separación mediante la creación del diafragma como tabique y barrera, y ha distinguido lo más preciado de lo menos preciado en aquellos animales en los que se puede separar lo superior de lo inferior[428]Lo superior existe para aquello que es mejor, mientras que lo inferior existe para lo superior y por necesidad, como receptáculo del alimento.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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