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Las diferencias entre la envidia y la admiración




Enviado por Alina Lopez S.



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Las hazañas y las anti-hazañas: ocasionan la envidia y la admiración
  3. Cuadro comparativo de las diferencias entre la envidia y la admiración de Martin Ross
  4. La admiración a los padres. Los héroes de la familia. La caída de los héroes
  5. La admiración como generadora del amor romántico. El amor romántico como idealización del otro
  6. Diferencias entre la envidia y la admiración. Conclusiones
  7. Bibliografía

"No hay venganza más insigne que los méritos y cualidades que vencen y atormentan a la envidia […] Este es el mayor castigo: hacer del éxito veneno". Baltasar Gracián

Introducción

La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas. La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee.

Para Tomás de Aquino la envidia es "tristeza del bien de otro", según el Tratado de las pasiones del alma.

La Envidia es considerado por el Cristianismo como un pecado capital porque genera otros pecado. El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados y rompe con el amor al prójimo que proclama Jesús.

San Gregorio Magno (*ca. 540 en Roma – †12 de marzo de 604), fue el sexagésimo cuarto Papa de la Iglesia católica romana; fue quien seleccionó los siete pecados capitales, y se mantuvo por la mayoría de los teólogos de la Edad Media.

Dante Alighieri en el poema de El Purgatorio, define la envidia como "Amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos." El castigo para los envidiosos es el de cerrar sus ojos y coserlos, porque habían recibido placer al ver a otros caer.

Ahora bien: ¿Cuáles son las diferencias entre la Envidia y la Admiración? ¿Por qué a veces envidiamos y otras veces admiramos, idealizamos, adoramos? ¿Por qué adoramos?

La adoración se entiende como un estado espiritual contemplativo en el que el ser humano se sobrecoge maravillado, estableciendo una comunión íntima con una deidad. Si el objeto de la adoración es un ser humano o un bien material, los religiosos la llaman idolatría. Y también entonces entendemos al carisma como una de las formas de la idolatría, de la adoración y de la admiración.

Por su parte, dentro de estas idolatrías, también resta considerar el Amor, entendido como el Amor Romántico. El Amor Romántico nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a uno de satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto grado a la persona objeto de dicha expectativa, definida en la psiquis. Según Helen Fisher, el amor romántico es más fuerte que el impulso sexual.

Si entendemos al Amor Romántico como una de las formas de la Admiración, entonces resulta importante considerarlo en este trabajo también.

En la Psicología le han prestado atención a la Envidia Alfred Adler, Sigmund Freud, los psicólogos evolucionistas como David Burns, y quienes estudian las emociones auto-conscientes como Michael Lewis, entre muchos otros. En otras palabras: el interés por la Envidia no ha perdido vigencia.

Por todo esto, es que nos interesan las diferencias entre la Envidia y la Admiración y tal será el motivo de esta monografía. Para presentar estas diferencias, lo haremos desde la teoría psicológica Mapa de la Autoestima que tiene, como una de sus metas de investigación principales, el estudiar los efectos de estas emociones, a las que se les atribuye la propiedad de alterar la percepción de la realidad aún en personas completamente sanas.

Las hazañas y las anti-hazañas: ocasionan la envidia y la admiración

Dentro de la teoría psicológica "Mapa de la Autoestima" que estudia las hazañas y las anti-hazañas, se realiza una clasificación de las emociones que interfieren la percepción de la realidad ante la contemplación de la hazaña ajena y de la anti-hazaña ajena, siendo que las dos emociones más importantes capaces de causar este efecto son justamente la Envidia y la Admiración.

Mapa de la Autoestima es una teoría psicológica propuesta por Martin Ross, que se centra en el estudio de las emociones que se originan por "hazañas" y "anti-hazañas". Inicialmente considerado un libro de desarrollo personal, luego cobró influencia académica dando lugar a distintas investigaciones que se realizan a partir de sus conceptos: las "hazañas" y las "anti-hazañas", y las emociones que generan.

En la publicación "EL CUIDADO DE LAS MASCOTAS Y SU RELACIÓN CON EL CONCEPTO DE LA RESPONSABILIDAD EN NIÑOS Y NIÑAS DE 4 AÑOS DE LA UNIDAD EDUCATIVA MAYOR AMBATO, ESCUELA DE EDUCACIÓN BÁSICA "EUGENIA MERA" DE LA PARROQUIA LA MERCED, EN LA CIUDAD DE AMBATO" de la Universidad Técnica de Ambato, (Endara Ortega, Lopez Torres; 2015,), los autores nos resumen lo que son "hazañas" y "anti-hazañas" en esta teoría de la siguiente manera:

"Las hazañas son aquellas posesiones, circunstancias, méritos, virtudes que le dan la oportunidad a la persona de sentirse orgullosa de sí misma, y que le proporcionan prestigio social. La manera de detectar una hazaña en la vida cotidiana es ver si provoca "orgullo" o deseo de hacer alarde, o de presumir. Si hay alguna situación, alguna parte de tu vida, alguna virtud que te dan ganas de ostentarla, exhibirla, mostrarla a tus amigos, entonces es, sin duda, una "hazaña". Las anti-hazañas, todo lo contrario, son aquellas otras situaciones que provocan que el individuo se avergüence, se auto-desprecie, se sienta menos valioso, y que le quitan también su prestigio social. Aquellas derrotas, situaciones, circunstancias, defectos, que a una persona le provocan deshonra, le disminuyen el ego, y le merman el respeto de sus pares y su honor social, son "anti-hazañas" (Endara Ortega, Lopez Torres; 2015).

Entonces "las hazañas" se reconocen por tres principales efectos: 1) provocan orgullo 2) provocan deseo de hacer alarde y fanfarronear 3) aumentan el prestigio social. Además, según explica Ross en el libro "El M.A.S. y el M.A.P.: una teoría psicológica", la dificultad o adversidad suele ser un atributo que le da más potencia de hazañas a las hazañas, o que produce hazañas. Así por ejemplo subir un médano no es hazaña, pero escalar hasta el Everest sí lo es. Sin embargo, estos autores consideran "hazañas" también circunstancias o características de nacimiento que no requieren esfuerzo –tales como belleza, dones de nacimiento, heráldica, etc- con tal de produzcan los atributos 1) provocar sentimiento de orgullo 2) provocar deseo de hacer alarde 3) aumentar el prestigio social, de modo que la dificultad no siempre está asociada a las hazañas pero sí les da más potencia. Por otra parte, muchas personas suelen advertir que el comportamiento de fanfarronar o presumir provoca un mal efecto de modo tal que suprimen o sofocan su deseo de presumir sus hazañas (comúnmente lo disfrazan, evitando que nos demos cuenta que están fanfarroneando) por lo que no puede requerirse necesariamente a la presencia de la conducta de "fanfarronear" para reconocer a la hazaña (Ross, 2013), sino que basta con que esté presente el deseo de hacerlo.

Una vez definido lo que es hazaña para la teoría psicológica Mapa de la Autoestima, es muy importante sostener que para todos estos investigadores la Envidia siempre está apuntada a una hazaña. La envidia y las hazañas siempre están relacionadas. No puede existir Envidia sin hazañas.

De acuerdo a esta teoría Mapa de la Autoestima, entonces, la Envidia sería producida por la contemplación de "la hazaña" ajena que perjudicaría el orgullo propio al resultar perjudicado en la comparación. Y se vería con más frecuencia en aquellas personas que tienen Autoestima Vulnerable, y especialmente Autoestima Sostenida (sostenida de una hazaña). Al contemplar la hazaña ajena, el envidioso resultaría perjudicado en esa comparación, y su orgullo sería lastimado, y entonces experimentaría el sufrimiento de la envidia y tanto más será si sostenía toda su autoestima en una hazaña (Autoestima Sostenida) en la que resultó superado.

Por ello, la Envidia dependería también de la llamada "Posición en el Mapa de la Autoestima".

Según explican, Leiva, Rodriguez, Carrasco, Durán, Portillo y Lam (2014), en un trabajo sobre Género y Autoestima, "distintas personas se encuentran en distintos posiciones hay circunstancias que mueven la posición en el mapa de la autoestima".

Cuestiones como el género sexual mueven la posición en el Mapa de la Autoestima ya que son distintas las hazañas que dan orgullo y prestigio social según si eres hombre o si eres mujer. Así por ejemplo la hazaña de la delgadez puede dar orgullo y prestigio social a las personas que son "mujeres" y "jóvenes" dentro de los valores de la sociedad occidental , y en cambio esa misma hazaña (delgadez) puede no dárselo a otras personas que, por tener otras características, necesitan otras hazañas distintas para poder sentir más orgullo.

Por ello, según la teoría psicológica Mapa de la Autoestima, solamente se envidian "las hazañas", y esto quiere decir, en líneas generales, que las mismas cosas que se envidian son las que provocan orgullo, generan deseo de hacer alarde, y aumentan el prestigio social de las personas.

Dice Martín Ross "Envidiamos aquellas cosas que, si las tuviéramos, nos pondrían orgullosos. Todo envidioso es un orgulloso que no logró tener aquello que le daría orgullo y que, para su disgusto, lo descubre en otra persona" ( El Mapa de la Autoestima, 2013, página 93).

El filósofo Fernando Sabater al respecto dice "Hay gente que no tiene dinero para comer bien en la semana, pero conserva sus mejores trajes y un gran automóvil, porque esos son los elementos que despertarán envidia en los demás".

Esta corriente de pensamiento de vincular la Envidia a las mismas circunstancias que provocan Orgullo y deseo de hacer alarde (o sea, las llamadas "hazañas") cabe destacar que guarda coherencia con la visión filosófica tradicional de los cristianos respecto de la Envidia, a la que han emparentado desde siglos con el Orgullo.

"El hecho de que la Envidia que es un pecado capital, surge del orgullo, no prueba que este último sea un pecado capital, sino que la envidia es aún más grave que los pecados capitales en sí mismos" Santo Tomas de Aquino. (citado por Kahwagi)

"Donde domina la Soberbia, pronto surge la rivalidad, porque la soberbia es la madre de la envidia" San Agustín de Hipona. (citado por Kahwagi)

"El primer retoño del orgullo es la vanagloria que, al corromper la mente, engendra a la envidia " San Agustín de Hipona. (citado por Kahwagi)

Desde esta perspectiva, siendo que la teoría psicológica "Mapa de la Autoestima" vincula a "las hazañas" con la emoción del orgullo, y a las hazañas con la Envidia, cabe resaltar que se inscribe, en este aspecto, con coherencia, dentro de las observaciones que realizaban al respecto los filósofos cristianos para quienes el pecado de Orgullo y el pecado de Envidia estarían emparentados. Es un ejemplo de cómo muchas veces las intuiciones de los filósofos son corroboradas años después por los científicos.

Hecha esta introducción, podemos hacer el cuadro comparativo de las diferencias entre la Envidia y la Admiración, considerando que ambas emociones, al decir de Martín Ross, provocan "suaves locuras" porque tienen la propiedad de alterar la percepción de la realidad.

Cuadro comparativo de las diferencias entre la envidia y la admiración de Martin Ross

A continuación, y de acuerdo a estos lineamientos expuestos, presentamos el cuadro comparativo de Martín Ross de las diferencias entre la Envidia y la Admiración, ante la contemplación de la hazaña ajena.

La hazaña ajena rara vez nos es indiferente. La hazaña ajena nos provoca emociones, y esas emociones tienen la propiedad de alterar la percepción de la realidad en procesos que ocasionarían "suaves locuras".

Aquí se presentan las principales diferencias entre la Envidia y la Admiración.

III-A-Envidia

La hazaña ajena perjudica el orgullo propio al resultar perjudicado en la comparación. Y, entonces, la hazaña ajena produce sufrimiento en tanto compromete el prestigio social propio y el orgullo (por resultar perjudicado en la comparación) y compromete el orgullo personal. El envidioso altera su proceso cognictivo, altera su percepción de la realidad, y ve al envidiado "peor" de lo que "en verdad es". A medida que el envidioso logra alterar su percepción de la realidad, y ver a su envidiado "peor" de lo que "en verdad es", entonces deja de sufrir el dolor de la envidia: por eso provoca una "suave locura" que consiste en ver la hazaña ajena peor de lo que es. (fuente "el mapa de la autoestima", Martín Ross, 2013, página 80-100).

El envidioso se caracteriza por subestimar, y ver los méritos envidiados "peor" de lo que en verdad son…. y lo hace para dejar de sufrir su dolor de envidia. A medida que avanza el proceso de subestimación del mérito ajeno…. el envidioso logra disminuir su propio dolor. ( El Mapa de la Autoestima, 2013, página 88-95) Por otra parte, para restablecer su prestigio social amenazado por la hazaña ajena, el envidioso puede intentar criticar al envidiado para que todos lo vean "peor" de lo que "en verdad es". Las tres reacciones típicas de la envidia son el dolor por la hazaña ajena, el auto-engaño para ver al envidiado "peor" de lo que en verdad es, y la calumnia y la difamación para que todas las otras personas vean al envidiado peor de lo que en verdad es. Además la envidia, al ser una anti-hazaña, se esconde a sí misma, no se suele admitir. Por otra parte, como el envidioso necesita subestimar a su envidiado para sufrir menos, tampoco puede reconocer que le tiene envidia, de modo tal que la envidia se suele esconder a sí misma, y se suelen buscar otros pretextos para justificar la crítica o conducta del envidioso (fuente "el mapa de la autoestima", Martín Ross, 2013, página 89-110).

En conclusión: la característica saliente externa del comportamiento que genera la envidia consiste en subestimar, o desdeñar el mérito ajeno, y se lo hace porque alterar la percepción de la realidad hacia el desprecio es la forma inconsciente de disminuir hasta neutralizar el dolor de la envidia.

III-B- Admiración =

La hazaña ajena, por un especial canal, favorece el orgullo propio, y aumenta también el prestigio social. Se da un especial vínculo entre Admirador y Admirado que permite al admirador usar la hazaña ajena para aumentar su orgullo personal. Por eso, la Admiración es siempre un sentimiento interesado: admiramos porque nos sirve para sentir más orgulloso nosotros mismos.

Un tipo de Admiración puede ser la Admiración por Identificación. En términos psiconalíticos podría llamarse: identificación por gratificación narcisista.

Como el admirador encuentra en su ídolo una característica propia, una característica personal, o como se siente identificado, puede sentir las hazañas de su ídolo como si fueran hazañas personales, y utilizarlas para engrandecer su propio orgullo. Por ejemplo, quienes han nacido en un país, pueden llegar a sentir orgullo cuando una persona de ese mismo país destaca en los deportes, las ciencias y las artes, porque usan la hazaña del admirado como una forma de darle mérito al hecho de haber nacido en ese país, es una forma de darle orgullo a la propia característica. . (fuente "el mapa de la autoestima", Martín Ross, 2013, página 90-115).

Mediante el nacionalismo o patriotismo quienes nacieron en un país pueden jactarse y sentir como propios los méritos de quienes han nacido en ese mismo país, y para disfrutar más el orgullo que sienten, pueden entonces alterar la percepción de la realidad… hacia la idealización de próceres, artistas, héroes, e ídolos deportivos.

El admirador experimenta así una satisfacción en su orgullo por la contemplación de las hazañas ajenas.

También esto se da en la Admiración de los padres por sus hijos: como son sus hijos, sienten que les llegan parte del mérito, y usan las hazañas de sus hijos para aumentar su orgullo y su prestigio social…entonces las exageran e idealizan al tiempo que los presionan a los hijos para que logren más hazañas que puedan reivindicar a los padres.

El Admirador, para poder aumentar su satisfacción personal en el orgullo, altera la percepción de la realidad, y ve a su admirado "mejor" de lo que en verdad es y termina idealizando (fuente "El mapa de la autoestima", Martín Ross, página 99-101).

La Admiración explica los líderes carismáticos, ídolos de masas, líderes carismáticos, dioses, héroes, y amores románticos. (fuente "El mapa de la autoestima", Martín Ross, página 99-101).

III-C- Envidia de Satisfacción =

Ante la contemplación de la anti-hazaña ajena, se experimenta satisfacción personal en el orgullo.

Ocurre en los mismos tipos de vínculos en los que la hazaña ajena produciría dolor (Envidia), y entonces la anti-hazaña ajena da placer o consuelo a las propias derrotas. Al ver a otro en peor situación, parece como si se tranquilizara el dolor por las frustraciones personales. En el infierno de Dante se le cosió los ojos a los envidiosos porque disfrutaron al ver a otros caer.

Aquí estamos con lo que se refiere la palabra en alemán Schadenfreude, y que designa la alegría propia experimentada por el sufrimiento del otro. Consiste en un morbo por disfrutar los fracasos y errores ajenos. ( Ross, 2013).

El filósofo francés Denis Diderot decía que en las desgracias de nuestros amigos siempre hay un punto de contento.

III-D- Contra-Admiración =

Esta emoción especial ocurre en los mismos vínculos que, por su características, si habría una hazaña ajena produciría Admiración. Es el sufrimiento ocasionado cuando la anti-hazaña ajena hiere el orgullo propio.

Puede ser el caso de los padres que humillan en público a sus hijos ya que se avergüenzan de ellos por un error vergonzoso de sus hijos, y para distanciarse de ellos, los humillan cruelmente en público. Como ellos son "sus padres", sienten que les llega parte de la vergüenza de la anti-hazaña, y experimentan un dolor en el orgullo, y, para liberarse de ese mismo dolor, los humillan, y los maltratan.

En igual sentido los cónyuges o miembros de una pareja se suelen jactar de las hazañas del otro (Admiración) lo que lleva hacia idealizar o exagerar los méritos del marido o de la mujer, pero también se pueden avergonzar de sus vergüenzas (Contra-admiración), y para liberarse de esa vergüenza traída por las anti-hazañas, entonces el cónyuge avergonzado puede humillar y maltratar cruelmente en público al portador de la vergüenza, o del error.

También se da en los mismos casos de "Identificación". Es decir: en las mismas relaciones donde se produce "Admiración" por Identificación al disfrutarse la hazaña ajena, puede ocasionarse Contra-Admiración al sentirse vergüenza por la hazaña ajena. Cuando nos vemos reflejados en una persona si esa persona tiene hazañas puede que usemos la semejanza para disfrutar sus hazañas como si fueran propias (Admiración por Identificación), pero si esa persona tiene anti-hazañas…. puede que nos transporte hacia nosotros vergüenza, y necesitemos entonces criticar, humillar y maltratar para distanciarnos hasta reprimir la idea de que somos secretamente parecidos.

En estas ocasiones, ocurre un fenómeno similar a lo que en Psicoanálisis se denomina Proyección. Odiamos… a quien más se nos parece, porque nos avergüenza esa semejanza…nos trae vergüenza e ignominia hacia nosotros. Es el espejo de lo que detestamos ver en nosotros.

Vemos a una persona parecida a nosotros, muy parecida a nosotros, pero es parecida en algo que nos avergüenza de nosotros mismos (anti-hazaña), y por ello, esa persona, con su presencia, nos transporta hacia nosotros vergüenza y desprestigio. Inicialmente nos sentimos Identificados con esa persona, pero para tapar esa vergüenza, reprimimos esa semejanza, esa identificación, y luego, para alejar aún más la vergüenza, la criticamos, la humillamos, y la tratamos mal de modo de asegurarnos de no vernos nosotros mismos parecidos a ella (y proteger nuestro orgullo) y también evitar que los demás vean que somos parecidos a ella (proteger nuestro prestigio social). (fuente "El mapa de la autoestima", Martín Ross, "El M.A.S. y el M.A.P.: una teoría psicológica", Martín Ross).

Puede verse en inmigrantes hispanos a Estados Unidos que se sienten ya norteamericanos, y ante la presencia de otro inmigrante de origen latinoamericano, lo humillan, lo critican. Y lo hacen para poder distanciarse públicamente de esa persona con la que temen sentirse identificados.

III-E- Cuadro comparativo de las diferencias entre Envidia y Admiración: conclusiones

Hemos visto entonces el cuadro comparativo de las reacciones emocionales ante la contemplación de la hazaña o la anti-hazaña en el otro de Martín Ross, y aprendimos que hay cuatro emociones posibles: a) Envidia b) Admiración c) Envidia de Satisfacción d) Contra-admiración.

Teniendo en cuenta la relación que tenemos con el otro, podemos usar sus hazañas o anti-hazañas para fortalecer o disminuir nuestro orgullo y prestigio social. Como disminuir nuestro orgullo es una sensación desagradable, y como aumentarlo es agradable, frecuentemente alteramos la percepción de la realidad hacia idealizar o subestimar al otro sea para aumentar el placer de orgullo (admiración) sea para disminuirlo (envidia).

Por ello, ambas emociones –la Envidia y la Admiración- tienen la propiedad de alterar la percepción de la realidad. Aún en personas absolutamente sanas, por Envidia o Admiración, se altera la percepción de la realidad sea hacia subestimar (en el caso de la Envidia) hacia sobre-estimar (en el caso de la Admiración), produciendo idealizaciones, amores platónicos, líderes carismáticos, héroes, dioses y leyendas, o críticas, humillaciones y calumnias, según el caso.

Esta es entonces la principal propuesta de la clasificación de las diferencias entre la Envidia y la Admiración que se hace desde la teoría psicológica Mapa de la Autoestima: ambas emociones tienen la propiedad de torcer, nublar, alterar, la percepción de la realidad, aún en personas absolutamente sanas.

La admiración a los padres. Los héroes de la familia. La caída de los héroes

La admiración de los hijos por los progenitores, según esta óptica que venimos viendo, está relacionada estrictamente con "las hazañas" de los padres, y también con la posición del hijo frente a "El Mapa de la Autoestima". (Ross, 2013, páginas 220-270).

Los padres tienen, frente al niño, grandes hazañas. Cruzan la calle solos, saben caminar, saben hablar, pueden arrojar una pelota lejos, etc.

Entonces estas hazañas pueden provocar 2 efectos 1) Admiración 2) Envidia.

La admiración tiende a sobre-estimar la hazaña ajena hasta la idealización. La envidia tiende a subestimarla. Los sentimientos alternan, pero, por la posición en el Mapa de la Autoestima, se tiende a competir con quien es del mismo sexo (envidia) y a idealizar al sexo opuesto (admiración).

Por eso, generalmente, desarrolla más Admiración por el progenitor del sexo opuesto, (lo que lleva a la idealización), y más Envidia por el progenitor del mismo sexo (donde hay más competencia).

Más tarde, las hazañas de los padres pierden, frente al hijo, brillo y magia. Ya no se admira de que cruce la calle solo, él también puede hacerlo. No se admira de que hable con palabras raras, él también puede hablar. No se admira de su fuerza ni de su altura.

Entonces, para desprenderse de esta admiración que les siente, necesita criticar, desobedecer a sus padres, (rebeldía), y ocurre en la época en que las hazañas de ellos pierden brillo y magia, y se los destrona del panteón e los héroes.

Más tarde, la posición en el Mapa de la Autoestima, determinará quiénes serán sus próximos héroes, y también los circuitos de la admiración romántica -fuerza emocional responsable del enamoramiento-

Lo importante también es que en la época en que el niño admira a sus padres necesita su amor, su afecto, y su estima. El admirador siempre tiene cierta dependencia emocional por la aceptación de su admirado, y el niño necesita muchísimo el amor, la comprensión, el aliento, y el estímulo de esos seres altos y fuertes a quienes admira como héroes. El desprecio de los padres puede herir gravemente la Autoestima del niño así como también puede ser devastadoras las consecuencias de la falta de amor. Para el niño, los padres son como sus ídolos máximos, y por eso es muy importante que le den amor, y puede ser muy sensible a su desprecio o indiferencia.

Por ello los terapeutas, counselors, coach ontológicos y demás profesionales que utilizan esta mirada ("Mapa de la Autoestima"), le dan mucha importancia al amor de los padres hacia los hijos. Es especialmente considerado entre aquellos psicólogos orientados a los niños y adolescentes.

La admiración como generadora del amor romántico. El amor romántico como idealización del otro

Según los investigadores que trabajan con la teoría psicológica Mapa de la Autoestima, teniendo en cuenta el ya estudiado potencial de ambas emociones para alterar la percepción de la realidad, es la energía de la energía emocional de la Admiración la que ocasiona el Amor Romántico. El Amor Romántico vendría a ser una de las formas de la Admiración, quizá la más intensa de todas. (Ross, 2013)

Por ello, estos autores que estudian "Mapa de la Autoestima" hacen un estudio exhaustivo de las diferentes causas que dan ocasión al Amor Romántico, y de las formas de la seducción.

En todos los casos, son procesos que permiten a una persona idealizar a la otra, y ello genera cierta dependencia emocional, euforia, y el intenso deseo de ser correspondidos, entre otras cosas. Se clasifican en el libro "Mapa de la Autoestima" muchos ejemplos de casos de Admiración originando Amor Romántico y posibilitando la seducción, entendida esta última como una suave locura en cuanto altera la percepción de la realidad.

A los efectos de resumen, aquí presentamos las principales formas de la Admiración que, según la teoría Mapa de la Autoestima, originan El Amor Romántico:

-V-I- Admiración por anti-hazañas generando Amor Romántico.

Eso es interesante: los líderes saben usar sus propias anti-hazañas para seducir, y ocurre justamente también en el Amor Romántico.

La Admiración -siempre, siempre- es un sentimiento interesado.
No admiramos al otro porque sí, sino porque -en algo, por algún
canal- nos sirve para que admirarlo sea una forma de alimentar así nuestra
propia vanidad.

Este es el caso de la Admiración Romántica por anti-hazañas: idealizamos hasta idolatrar a una persona porque tiene un defecto que nosotros soñamos que lo vamos a poder corregir, y ese hazaña nuestra de corregir el defecto, es lo que nos motiva a idealizarla. Cuanto más valor tenga, más valor tiene nuestro mérito de "ayudarla" o "rescatarla", porque no es lo mismo rescatar a cualquier persona que rescatar a una princesa… de modo que a nuestro propio orgullo le resulta negocio idealizar.

En la Admiración romántica por anti-hazañas, el enamorado ve en su amada un defecto que resulta para él una misión. Las niñas desprotegidas le dan la oportunidad a un hombre de sentirse un héroe protector.

Ese mismo deseo de "proteger" al otro equivale a tener una misión en la vida de la otra persona, y soñar con que a esa persona se la puede "mejorar", o "completar". A cambio de este placer de vanidad, vale la pena entonces admirar, fantasear, y finalmente idealizar a ese objeto de amor que nosotros venimos a proteger. (Ross, 2013)

Esta Admiración desencadenada por anti-hazañas no corre solamente con hombres que quieren ser fuertes, y por eso se enamoran de mujeres desprotegidas. También las mujeres caen en este embrujo.

Mujeres que se enamoran de mujeriegos porque los quieren "corregir". Se enamoran de inmaduros, y los quieren hacer crecer. Se enamoran de adictos, alcohólicos y los quieren curar. Personas arruinadas, y ellas los quieren rescatar: ellas los ven despedazados y rotos en el presente, pero los imaginan radiantes y triunfadores en el futuro cuando ellos tengan el agregado de su hazaña femenina de enfermera que los sacó adelante.

Al respecto, Robin Norwood nos dice que, después de llevar a cabo cientos de entrevistas con adictos y sus familias, hizo un descubrimiento que califica de sorprendente. Los pacientes a quienes entrevistaba se habían criado en el seno de familias con problemas, y a veces no, pero sus parejas casi siempre provenían de familias con problemas severos, en las cuales habían experimentado tensiones y sufrimientos mayores que los comunes. Sostiene la investigadora que estas mujeres, al luchar por salir adelante con sus compañeros adictos, quienes en el tratamiento son consideradas "coalcohólicas", inconscientemente recreaban y revivían aspectos significativos de su niñez.

Norwood reflexiona: " Comencé a entender la naturaleza del hecho de amar demasiado. Las historias personales de estas mujeres revelaban la necesidad de superioridad y sufrimiento que experimentaban en su papel de "salvadoras" y me ayudaron a comprender la profundidad de su adicción a un hombre que a su vez, era adicto a una sustancia".

Como se ve, es la anti-hazaña del hombre lo que les permite el papel de salvadoras, y ese papel les recrea su propio orgullo de heroínas, de modo que comienza a ser un negocio favorable a su orgullo el decidir idolatrar a ese mismo hombre.

Ellas ven y sueñan el esplendor de su propia hazaña en el horizonte del futuro: haberlos sacado adelante, haberlos cambiado. Y esa hazaña personal de ellas mismas es la que, desde el futuro, las atrae y las hechiza. Por esa hazaña de ellas, por esa vanidad, es que resulta negocio idealizar al objeto de amor… cuanto más especial sea ese hombre, más vale la hazaña futura de la mujer enfermera que lo rescató.

"El hombre inestable, nos resulta excitante; el hombre que no es fiable, nos parece un desafío; el hombre imprevisible, romántico; el hombre inmaduro, encantador; el hombre mal humorado, misterioso. El hombre furioso necesita nuestra comprensión. El hombre desdichado necesita nuestro consuelo. El hombre inadecuado necesita nuestro aliento, y el hombre frío necesita nuestra calidez. Pero no podemos "arreglar" a un hombre que está bien como es, y si es amable y nos quiere, tampoco podemos sufrir. Lamentablemente, sino podemos amar demasiado a un hombre, por lo general no podemos amarlo" Robin Norwood (Las mujeres que aman demasiado).

V-II- Admiración por hazañas generando Amor Romántico.

Hay muchas formas a través de las cuales la hazaña de nuestra pareja nos sirve en el orgullo propio, y por eso tratamos de idealizarla.

El Amor Trofeo se siente como un canal que comparte el mérito. El razonamiento (inconsciente, desde luego) sería así: si una persona tiene muchas hazañas, y esa persona te ama….luego tú mereces elevarte con el mérito de esas hazañas. (Ross, 2013)

En el Amor Romántico es muy común ser posesivos. Frases como "Soy tuyo" forman parte de la poesía clásica del amor. Entonces, al considerarte la propiedad de otra persona, esa persona puede experimentar como propias tus hazañas, y entonces le resultará negocio engrandecer esas hazañas y, finalmente, admirarte hasta la idealización. (Ross, 2015)

Esto va en la línea con las investigaciones de la antropóloga Helen Fisher quien en su libro Why we love? afirma que los enamorados experimentan una fantasía de fusión por la cual los dos son uno solo, y, además, verifica también la presencia de las fantasías de "posesión" del otro, como elementos típicos del amor romántico en todas las culturas.

La Admiración es un sentimiento interesado y a través de esta fantasía de "el otro como propiedad" es que las hazañas ajenas se pueden admirar en tanto se sienten "propias" gracias al vínculo mítico de la posesión. Se disfrutan en el orgullo propio las hazañas ajenas, y eso es lo que genera el interés por engrandecerlas hasta la idealización. Además, en mitos clásicos del Amor Romántico tales como "La Media Naranja" se observa también esta ilusión de completarse con el otro, y, por lo tanto, siendo ello un canal para sentir como propias las hazañas ajenas, completar el orgullo propio con las hazañas ajenas. (Ross, 2015)

Más complejo es el tema de las diferencias entre Envidia y Admiración según la posición en El Mapa de la Autoestima, y su efecto en el Amor Romántico. A veces, un hombre se enamora perdidamente de una mujer que tiene esa misma hazaña que le faltaba a él para sentirse un hombre de verdad. Y ello porque esa mujer es lo que le permite sentirse hombre pleno porque su sola existencia demuestra que él puede ser un hombre a pesar de no tener esa hazaña, ya que quien tiene esa hazaña es una mujer y por ende no es una hazaña necesariamente masculina.

En efecto, puede ocurrir que admiramos hasta amar, a quien tiene la hazaña que nos falta para sentirnos completos, como sugiere Freud en esta reflexión:

"Aun en muchas formas de la elección amorosa, salta a la vista que el objeto sirve para sustituir un ideal del yo propio, no alcanzado. Se ama en virtud de perfecciones a que se ha aspirado para el yo propio, y que ahora a uno le gustaría procurarse, para satisfacer su narcisismo, por este rodeo"  Sigmund Freud.

Desde distintas formas la hazaña en el otro puede generar una Admiración que genere un Amor Romántico, en la medida en que se ocasione un vínculo especial que permita usar esa hazaña para aumentar el orgullo propio.

"Se ama al que posee el mérito que falta al yo para alcanzar el ideal" Sigmund Freud.

V-III- La química del Amor Romántico según Helen Fisher.

Esta mirada para comprender el Amor Romántico como forma de Admiración, y vincular la Admiración al efecto en el orgullo propio del mérito ajeno, según algunos investigadores, es compatible con los hallazgos de Helen Fisher en cuanto a la química del amor.

En efecto, Helen Fisher, a través de estudios experimentales, advirtió que la reacción en el cerebro de las personas enamoradas es idéntica a la que tiene un consumidor al consumir cocaína.

El Amor Romántico, según Fisher, sería fuertemente adictivo. Muchas veces la persona enamorada lo sigue estando por muchísimos años aún después de no ser correspondida o de ser abandonada. El neurotransmisor que expresa mejor la química del Amor es la dopamina. Este mismo neurotransmisor es el responsable de muchas adicciones, porque funciona como una recompensa ante la obtención de logros. Por lo tanto, la dopamina también estaría involucrada con la obtención de logros. Asimismo, a la cocaína, por exasperar artificialmente la producción de dopamina, resulta fuertemente adictiva.

Y cabe destacar, en este sentido, que a la cocaína se la llama la "ego-droga", porque el efecto inmediato es una suba importante del orgullo del consumidor. De ahí que los descubrimientos de Fisher acerca de la química del Amor son compatibles con esta hipótesis de la teoría Mapa de la Autoestima de vincular la Admiración con el disfrute del orgullo propio del admirador a través de las hazañas del admirado, y de ver al Amor Romántico como una de las formas más potentes de la Admiración.

V-IV- Admiración generando Amor Romántico. Conclusiones.

Desde distintas formas se puede desatar la Admiración para generar el Amor Romántico, así como también el carisma de los líderes.

Nosotros hemos resumido aquí las principales en "Admiración anti-hazañas" y "Admiración por hazañas", o incluso "Mixta" (la Admiración es originada por las hazañas y por las anti-hazañas de la pareja) que proponen los investigadores que trabajan en la teoría psicológica "Mapa de la Autoestima".

Pero hay otras formas también que no son tan sencillas de conceptualizar. En todo caso, se trata siempre de Admiración: una energía emocional que tuerce la percepción de la realidad y lleva a idealizar a la otra persona, y que es la responsable de los mitos, los dioses, la adoración, los líderes carismáticos, las leyendas, los héroes y el amor romántico.

En este sentido, cabe considerar las investigaciones efectuadas acerca del amor de Robert J. Sternberg, quien propuso la existencia de 3 componentes en su teoría triangular del amor: a) La intimidad, entendida como aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo y la conexión. b) La pasión, como estado de intenso deseo de unión con el otro, como expresión de deseos y necesidades. C) La decisión o compromiso, la decisión de amar a otra persona y el compromiso por mantener ese amor. Estos tres componentes pueden relacionarse entre sí formando diferentes formas de amor: intimidad y pasión, pasión y compromiso, intimidad y compromiso, etc. Dentro de este esquema, lo que vimos como Amor Romántico –en tanto Admiración- vendría a ser lo que se considera b) "la pasión", sin descartar la importancia y protagonismo que tienen los otros elementos.

A su vez, esta emoción de pasión, cuando la entendemos como una Admiración, y vinculamos la Admiración al orgullo, entonces guarda coherencia con los hallazgos de la investigadora Helen Fisher acerca de la química del amor romántico

Diferencias entre la envidia y la admiración. Conclusiones

Tanto la Envidia como la Admiración aparecen como emociones muy importantes en la historia de la humanidad. Dieron lugar a la adoración por los dioses, a los líderes carismáticos, a los héroes, y al amor romántico. Hicieron posibles numerosas calumnias, injusticias, y dramas desde el otro lado.

Desde la Psicología y la Antropología también hay interés por estas emociones.

En entre la Envidia este trabajo resumimos las diferencias entre la Envidia y la Admiración según la clasificación de estas emociones que la teoría psicológica Mapa de la Autoestima, en cuanto a los efectos de la hazaña y la anti-hazaña ajena en nuestros propios sentimientos.

Y el principal y más interesante efecto que tienen ambas emociones consiste en la capacidad sigilosa para alterar la percepción de la realidad, viendo al otro como no como "verdaderamente es" sino "mejor" en un caso (admiración), o viéndolo no como "verdaderamente es" sino "peor" en el otro caso (envidia), y todo ello para aumentar una satisfacción propia de vanidad, o para amortiguar un sufrimiento en el orgullo…. Todo ello, en definitiva, a resultas del impacto emocional poderoso que tienen las hazañas y las anti-hazañas aún cuando se encuentran en otra persona, y que determina que la forma en que vemos al otro esté alterada, en lo que significa una verdadera alteración en la percepción de la realidad.

La Admiración sería una emoción que tuerce la percepción de la realidad, y explicaría los fanatismos por los ídolos populares, participantes de programas de televisión, líderes políticos carismáticos, héroes, dioses, y leyendas… y sería también la emoción generadora del Amor Romántico.

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Bibliografía

Fisher, Helen (2004). Why We Love: The Nature and Chemistry of Romantic Love. Editorial Henry Holt and Co. Kindle Edition.

Partes: 1, 2

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