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Introducción a la Teología y Bibliología (página 4)




Enviado por Josué Gallegos Salas



Partes: 1, 2, 3, 4

Preparada bajo los auspicios de la Sociedad Bíblica Americana por H. B. Pratt, misionero en México y Colombia. Traducción fiel a los textos hebreo, arameo y griego.

i. (1909) – Biblia Reina-Valera

Revisada bajo los auspicios de las Sociedades Bíblicas Unidas.

j. (1944) – La Sagrada Biblia preparada por Eloino Nacar y Alberto Colugna

Primera traducción hecha por católicos directamente de los textos originales hebreo, arameo y griego, en Madrid, España. La traducción del Nuevo Testamento está basada en los textos más antiguos.

k. (1960) – Biblia Reina-Valera

Revisada bajo los auspicios de las Sociedades Bíblicas Unidas. (Vea su historia en el último párrafo de esta lección).

l. (1967) – Biblia de Jerusalén

Obra dirigida por José Angel Ubieta, traducida de los idiomas originales por un grupo de traductores españoles. Usaron como modelo la versión francesa. Las notas y las introducciones fueron traducidas del francés.

m. (1979) – Dios Habla Hoy.

Versión popular de la Biblia, publicada por las Sociedades Bíblicas Unidas.

n. (1979) – La Biblia al Día

Traducción al español del texto "The Living Bible", publicado por la Editorial Unilit,

Miami, Florida.

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  • Materiales en las cuales la Biblia se escribió originalmente

El texto del Nuevo Testamento existe, en lo que se refiere al período antiguo, en tres formas: manuscritos griegos que registran alguna parte o la totalidad del Nuevo Testamento; versiones o traducciones del texto griego a otros idiomas (cuando esto ha sido hecho directamente a partir del griego el resultado es conocido como versión inmediata; cuando la traducción se ha hecha a partir de una fuente que es ya una traducción del griego el resultado es conocido como versión mediata); citas patrísticas, o citas de porciones del texto del Nuevo Testamento hechas por los antiguos padres de la Iglesia y preservadas en sus escritos. Estas últimas aparecen en su mayor parte en griego o en Latín.

Los editores modernos del Nuevo Testamento griego frecuentemente incluyen junto al texto un aparato crítico cuyo propósito es el de colocar ante el estudiante las más importantes variantes de la lectura del texto que aparecen en las antiguas fuentes. Los documentos cuya evidencia fundamentan estas variantes son detallados en el orden arriba mencionado": manuscritos, versiones y citas patrísticas.

Los manuscritos griegos, ya sea que abarquen parte o la totalidad del Nuevo Testamento, suman casi 5300. De éstos, 267 o más son llamados unciales, y están escritos en mayúscula. Aparte de esos, existen más de 2768 manuscritos minúsculos, escritos en letras minúsculas unidas más o menos en el estilo fluido de la escritura ordinaria. Existen además 2146 leccionarios griegos que contienen porciones del Nuevo Testamento agrupadas a los efectos de formar lecciones bíblicas apropiadas para el culto de la iglesia. Hoy en día éstos están recibiendo mayor consideración en el estudio textual de la que recibían algunos años atrás. Finalmente, hay más de 81 papiros que contienen porciones del texto del Nuevo Testamento. En vista de ello, corresponde aquí una breve exposición respecto a los materiales utilizados para escribir en la antigüedad.

Materiales para la escritura. En los tiempos del Nuevo Testamento, y desde mucho antes, en el mundo Mediterráneo se utilizaba el papiro como material sobre el cual escribir. El mismo se elaboraba tomando la médula de la planta de papiro, que crecía en gran número en las aguas inferiores del Nilo, cortándola en tiras superpuestas horizontal y verticalmente y uniéndolas por medio de cola y presión hasta lograr una hoja del tamaño aproximado al de nuestro papel de escribir a máquina. Estas hojas eran entonces pegadas de modo tal que formaban un rollo. Las obras literarias se escribían en dos, tres o cuatro columnas sobre el lado en que las fibras corrían horizontalmente (recto). Ocasionalmente el escrito se continuaba en la parte trasera (verso; véase Ap. 5:1).

Si bien se han hallado algunos rollos de papiros de mayor extensión, el tamaño promedio que dictaba la conveniencia no pasaba de los diez metros de largo. Se supone que los libros más largos del Nuevo Testamento se acercaban a este límite.

Ya hacia fines de la era apostólica comenzó la práctica de encuadernar las hojas de papiro, formando así un libro, el que era conocido bajo el nombre de codex.

En la época neotestamentaria a veces se utilizaban otros materiales para escribir, aparte del papiro. El cuero fue usado en los rollos de Qumrán. Pablo menciona ciertos pergaminos que necesitaba (2 Ti. 4:13). Ya para el siglo cuarto el pergamino o vitela había comenzado a suplantar al papiro. Hecho de piel de animal, se lo preparaba por medio de lavados y raspados, frotaciones y curaciones, hasta obtener una superficie suave. Esta sustancia era más durable que el papiro. Los principales manuscritos del Nuevo Testamento son de pergamino.

Estos antiguos manuscritos eran difíciles de leer ya que no había división entre las palabras. Todo el texto iba unido y los acentos rara vez eran empleados. En aquellos casos en que éstos aparecen, se nota que casi siempre han sido añadidos por manos posteriores. Fue poco lo que se hizo, entonces, para servir la conveniencia del lector. El espacio era valiosísimo.

Método de enumeración de los MSS. Los manuscritos unciales son designados por medio de letras romanas, como ser B; de letras griegas, tales como y; letras hebreas, como %; o por medio de números arábigos precedidos por un cero, como ser 0128.

Los números arábigos designan a MSS minúsculos, tales como el 63. Los leccionarios son indicados por medio de números arábigos, seguidos por Evl en una posición superior en caso de tratarse de un leccionario de los Evangelios, o por Apost en posición superior para indicar un leccionario compuesto por materiales del resto del Nuevo Testamento, o por la letra "1" seguida por un número arábigo. Los papiros son indicados por números arábigos precedidos por una P mayúscula, con la cifra en posición superior.

Uno debe evitar confundir MSS designados por la misma letra; por ejemplo, D es un MS de los Evangelios, pero el D de las epístolas paulinas es un documento diferente, habitualmente designado como D2-

  • CANON

A la Biblia se le llama "el Canon". La palabra Canon viene de la palabra griega "Kanon" que significa regla o caña de medir. Es la regla de la vida, la doctrina o conducta.

Gálatas 6:16 "Y a todos los que anden conforme a esta___________, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios."

En el siglo II, los cristianos usaban el término "Canónico" para distinguir los escritos apostóli- cos, a fin de distinguirlos de otros escritos religiosos, no inspirados. Con el paso del tiempo se uso el término para referirse a la lista cerrada oficialmente de los 66 libros considerados como Escritura Sagrada, la Santa Biblia.

La necesidad de la formación de un "Canon" era imprescindible para saber que los escritos eran inspirados para poder confiar implícitamente en ellos como norma de fe y práctica.

En esta lección estudiaremos la formación del Canon.

Es fundamental que sepamos las respuestas a las siguientes preguntas para que podamos confiar en las Sagradas Escrituras.

¿Cómo sabemos que la Biblia contiene solamente libros inspirados por el Espíritu Santo?

¿En que forma fueron reconocidos como tales?

¿Quiénes decidieron cuales obras literarias serían incluidas?

¿Qué criterio influía en sus decisiones?

¿Cuáles fueron los libros autoritativos? Etc.

  • División del Canón

Hay dos "Cánones", el hebreo y el cristiano. En nuestra Biblia, el "Canon hebreo" consta de 39 libros y lo constituye el Antiguo Testamento. El segun- do "Canon" consta de 27 libros y le llamamos el Nuevo Testamento.

1. El Canon del Antiguo Testamento (Tanak)

Los judíos denominan Tanak a su canon, esto es una palabra formada de la primera letra de las divisiones de su Biblia: Torá (ley), Nebiim (profetas) y Ketubim (escritos).

Nuestra Biblia contiene 39 libros y se divide en cuatro secciones principales, Ley (Génesis- Deuteronomio), Historia (Josué-Ester), Poesía (Job-Cantares) y Profetas (Isaías-Malaquías). En con- traste, el Canon Hebreo cuenta con 24 libros (o 22 en algunos casos), porque ciertos libros se agrupan formando un solo libro. También se dividen de manera diferente, la Ley, los Profetas y los Escritos.

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La lista de los libros en el Tanak y su organización
es como sigue:

  • a) La Ley (Torá)Génesis, Éxodo, Levítico, Números Deuteronomio.

  • b) Los Profetas (Nebiim)Josué, Jueces, Samuel, Reyes, Isaías, Jeremías, Ezequiel, el libro de los Doce (Oseas-Malaquías).

  • c) Los Escritos (Ketubim)Salmos, Proverbios, Job, Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, Ester, Daniel, Esdras, Nehemías, Crónicas.

Los Judíos opinan de que fue Esdras en colaboración con los Escribas de la Sinagoga en el año 400 a.C. aproximadamente que reunió y efectuó una revisión de los libros incluidos en el Canon He- breo.

El tiempo en que los libros fueron escritos se denomina el "período profético", esto comenzó en la época de Moisés y terminó en la de Malaquías (1500-400 a.C.). El historiador judío, Flavio Josefo (37-100 d.C.) sostenía que todos los libros sagrados de los judíos fueron escritos entre los días de Moisés y el reinado de Artajerjes I (rey de Persia 465-424 a.C.). Flavio afirmó: "No tenemos una innumerable multitud de libros que discrepan y se contradicen unos a otros (como ocurre con los Griegos), sino solamente 22 libros que contienen el registro de todos los tiempos, que con justicia se aceptan como divinos… Nadie ha sido tan osado como para agregarles nada a ellos, ni quitarles nada, ni cambiarles nada." (Josefo, Contra Apión I, pag. 8).

Jesús atestiguó del Antiguo Testamento hebreo, como escritos aprobados.

Lucas 24:44 "Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se todo lo que está de mí en la de Moisés, en los

y en los ."

2. El Canon del Nuevo Testamento

Mientras que el canon del Antiguo Testamento había sido formalmente cerrado, en un sentido la venida de Cristo lo volvió a abrir. Dios hablaba otra vez. Y dado que la cruz fue el acto redentor central de Dios en la historia, el Nuevo Testamento vino a ser una necesidad lógica.

La necesidad de un Canon de los escritos religiosos producidos en el período neotestamentario, se debió en parte al hecho de que algunas iglesias considerasen los libros apócrifos como inspirados y debido a la aparición de herejías en el siglo II.

Los libros del Nuevo Testamento se fueron reconociendo oficialmente a medida que se fueron escribiendo.

Hubieron algunos libros que demoraron en entrar en el canon, aunque ninguno de ellos rechazó la iglesia en ningún momento.

Los siguientes libros carecían de respaldo universal en un principio:

a. Hebreos

Debido a que en el occidente no se sabía quién había sido su autor, aunque en el oriente fue aceptado como obra de Pablo.

b. Santiago

Por una duda de su autor, además por falta de enseñanza de doctrina cristiana.

c. 2 Pedro

Diferencia de estilo y de vocabulario a la primera epístola de Pedro, además tuvo poca circulación.

d. 2 y 3 Juan

Era cuestionada por su brevedad, muy personal y la relativa poca trascendencia de su contenido.

e. Judas

Se disputaba que el autor no tenía autoridad apostólica.

f. Apocalipsis

Por su gran diferencia de estilo con el evangelio de Juan.

Además de los 27 libros aceptados como parte del Canon cristiano, hubieron otros escritos que buscaron su lugar en el canon. Entre estos están los escritos de los "Padres Apostólicos", tales como: 1 y 2 Clemente, Epístola de Ignacio, Epístola de Policarpo a los Filipenses, la Didajé, la Epístola de Bernabé, Pastor de Hermas y la Epístola a Diogneto.

Otras obras pretendían dar información acerca de Jesús y los apóstoles, datos que no se encontra- ban en las escrituras canónicas. Se escribieron otros evangelios con el nombre de: María, José, Marción, Felipe, Bartolomé, Pedro y Tomás.

Otros libros escritos fueron los Hechos de Andrés, Bernabé, Santiago, Juan, Pablo, Pedro, Pilato, Matías, Felipe y Tomás. También se escribieron los Apocalipsis de Santiago, Pablo, Pedro, Tomás, Esteban y la Virgen.

Todos estos fueron rechazados por la iglesia por carecer de los elementos esenciales para formar parte del Canon.

Después de varias consideraciones y cuestionamientos a la selección canónica de los escritos del Nuevo Testamento, el concilio de Hipona en el occidente (393 d.C.) confirmó el canon de los 27 libros ya seleccionados por Atanasio de Alejandría en el oriente (367 d.C.). Esta decisión fue ratificada en el Concilio de Cartago (397 d.C.).

La iglesia no formó el Canon sino que reconoció la inspiración divina de los libros del Nuevo Testamento. El mismo Espíritu Santo que inspiró las Escrituras, también dio testimonio en el corazón de sus lectores de que esas eran la verdadera Palabra de Dios.

Moisés, el primer escritor de escritos sagrados advierte en Deuteronomio 4:2 "No a la palabra que yo os mando, ni de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno."

Juan, el último escritor de escritos inspirados advierte en Apocalipsis 22:18-19 "Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19Y si alguno de las palabras del libro de esta profecía, Dios su parte del de la , y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro."

Como pueblo de Dios, creemos con toda seguridad que la Biblia (66 libros), es la revelación de Dios, inspirada por el Espíritu Santo y que constituye la única infalible Palabra de Dios, distinta de todos los demás libros del mundo.

  • Criterios para formar el canón

Al ver la lista larga de los libros que fueron rechazados por la iglesia, ahora hemos de ver los factores que se debían de encontrar en los libros que formarían parte de la Biblia.

1. Autoritativo

Cada uno de los libros lleva el reconocimiento de la autoridad divina. Encontramos en ellos la frase: "Así dice Jehová Dios" o "Y Jehová Dios me dijo…" o "La palabra denJehová Dios fue sobre mí", etc. Los creyentes estaban convencidos de la autoridad divina del libro, y entonces formaba parte del Canon.

2. Profético

Los libros inspirados vienen únicamente a través de hombres ungidos del Espíritu Santo.

2 Pedro 1:20-21 "entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21porque nunca la profecía fue traída por voluntad , sino que los santos de Dios siendo por el Espíritu Santo."

3. Auténtico

Cualquier libro con errores doctrinales, no podría ser inspirado por Dios. Dios no puede mentir, Su Palabra tiene que ser la verdad y consistente.

La mayoría de los libros Apócrifos fueron rechazados debido a este principio de autenticidad. Sus anomalías históricas y herejías teológicas hicieron imposible aceptarlos como obras inspiradas por Dios, a pesar de su formato autoritativo. No podían venir de Dios y contener errores al mismo tiempo.

4. Dinámico

Esta evidencia no era tan notable como las tres anteriores. Aquí el libro debía de tener la habilidad (dinámica) para transformar la vida del lector.

Hebreos 4:12ª "Porque la palabra de Dios es y , y más que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y los pensamientos y las intenciones del corazón."

2 Timoteo 3:16-17 "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y para , para

, para , para en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra."

2 Timoteo 3:15 "y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden para la ________________________ por la fe que es en Cristo Jesús."

Juan 8:32 "y conoceréis la , y la verdad os libres."

5. Aceptado

El criterio que no debe faltar, es el reconocimiento por el pueblo de Dios, para quien fue inicialmente escrito. Si un libro era recibido y usado como la Palabra de Dios por aquellos para quienes fue escrito originalmente, entonces su canonicidad era establecida.

La comunicación y el transporte eran lentos en los tiempos antiguos, a veces se tomaba mucho tiempo y esfuerzo de parte de los líderes de la iglesia para determinar tal reconocimiento. Es por eso que el reconocimiento final y completo de los 66 libros del canon de parte de toda la Iglesia, fue una tarea que tomó varios siglos. Para ayudarles en este descubrimiento, tenían que poner en práctica las cinco pruebas de canonicidad recién estudiadas.

  • LIBROS APOCRIFOS

  • Definiciones

  • A. Apócrifo. Viene de la palabra griega

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que significa "ocultar", y de allí que significó originalmente oculto, secreto, o escondido Cirilo (IV d.C.) fue el primero en aplicarlo en Jerusalén, y luego Jerónimo (V d.C.) a aquellos libros del canon griego que habían sido rechazados por los judíos. Con el tiempo, la palabra apócrifo vino a significar falso, dudoso, espurio, e incluso en medios católicos.

  • B. Deuterocanónico. Este término es de origen puramente católico. Aparece ser que el término comenzó a usarse a partir del siglo XVI C.C.. pa-a designar a aquellos libros que antes habían sido conocidos como apócrifos, La palabra significa perteneciente a un segundo canon o un canon secundario.

  • C. Pseudoepígrafo. Los católicos llaman apócrifos a los libros que les protestantes llaman pseudoepígrafos. Estos son aquellos que se atribuyen a grandes personajes bíblicos, en el nombre del mismo. Por ejemplo "Evangelio de Pedro", "Libro de Enoc", Son libros que no pudieron se- escritos por aquel personaje, pues su aparición es mucho más tardía que la época del supuesto autor.

  • La controversia

  • 1. Razones esgrimidas para aceptarlos

  • I. Están incluidos en la LXX.

  • II. Los apóstoles los utilizaron.

  • III. Los primeros cristianos lo utilizaron

  • IV. Algunos Padres de la iglesia ataron los apócrifos como autoritativos, Por ejemplo: Irineo, Tertuliano, Orígenes, Agustín, Jerónimo. Atanasio los llamó Libri Edesiasti (libros eclesiásticos), es decir aceptados por la iglesia.

  • V. Los manuscritos más antiguos y más completos los contienen: El Códice Alejandrino (A), el Códice Vaticano (B), y el Códice Sinaítico (K) Razones para rechazarlos. Estos datan de los siglos IV y V d.C.

  • VI. La Peshita. una traducción siria del siglo IV d.C. incluye los apócrifos. Esta es una de las versiones de la Biblia a un idioma que no era el griego.

  • 2. Razones para rechazarlos

  • I. El canon judío. Los judíos, aunque apreciaron la existencia de estos libros (como lo atestigua su presencia en la LXX) nunca ios colocaron al mismo nivel de aquellos libros que según ellos habían escrito hasta el tiempo de Malaquías.

  • II. ¡i. Historiadores como Josefo, y Filón en diferentes tiempos dividieron el canon judío en su tradicional forma: Ley, Salmos y Profetas. Esto no daba lugar a los libros apócrifos.

  • III. Aunque en el N.T. se pudieron encontrar alusiones a los libros apócrifos, en ninguna parte de el se los cita autoritativamente como sucede con muchos de los canonicos.[110]

  • IV. Los padres de la iglesia tuvieron serias discrepancias en su concepto de los apócrifos Por ejemplo, Atanasio los llama Libri Eclesiasti precisamente para distinguirlos de los Libri Canonici es decir, de los canónicos.

  • V. Jerónimo hizo su traducción de ía Vufgata Latina en el siglo IV.

aunque incluyó los apócrifos en tu traducción no los considera del mismo valor que los otros. Algunos dicen que la razón de incluir aquellos libros fue debido a presiones recibidas de Agustín de Hipona. De todas maneras, Jerónimo los incluyó en un bloque aparte, acompañándolo de una nota aclaratoria donde explica la importancia religiosa, literaria e histórica de los apócrifos. Pero al mismo tiempo, es claro que no los colocaba al mismo nivel que los canónicos.

  • VI. Contienen doctrinas que contradicen la enseñanza bíblica general.

  • 1. Justifican y alaban el suicidio (2 Macabeos)

  • 2. Se de la validez a la oración por los muertos (2 Macabeos)

  • 3. La limosna es vista como un medio de expiación de los pecados (Tobías).

  • 4. Contiene la filosofía de que el fin justifica los medios. Por ejemplo: Matar para dar de comer a los pobres, mentir para salvar una vida (Judith)

  • 5. Recomiendan métodos paganos de adivinación (Tobias)

  • VII. Los grandes reformadores Lutero y Calvino los rechazaron.

  • VIII. La iglesia Católica Romana los incluyó oficialmente hasta el concilio de Trento (1546 d.C.)

  • 4. La importancia de los Deuterocanónicos

  • I. Historia y Política

Puesto que fueron escritos durante el periodo de los 400 años de silencio, estos libros proporcionan valiosa información histórica sobre el imperio griego en palestina. 1 Macabeos es el más importante en esto. La descripción de las guerras macabeas de liberación, entre otras cosas, dan un excelente trasfondo que nos ayuda a entender el tipo de ambiente político que tenía Israel en tiempos de Jesús.

En ellos se observa una descripción de la religión judía, de cómo se dieron los orígenes de las diferentes facciones del judaismo (fariseos saduceos, etyc.), y de cómo desaparece la idolatría pre-exílica.

  • III. Literaria

Los libros de Sabiduría y Eclesiástico representan el avance de la literatura judía de la época. Los libros describen indirectamente el grado de alcance literario que los judíos habían logrado.

  • IV. Algunos padres de la iglesia y algunos teólogos encontraron en ellos cierto grado de provecho espiritual a pesar de no reconocer en ellos el mismo valor de la Escritura. Les adjudicaron valor devocional, teniendo cuidado de diferenciar aquellos factores que los hacían distintos de ios libros canónicos.

 

 

Autor:

JosuéGallegos Salas

 

[1] J. M. Mart?nez-J. Grau, Iglesia, sociedad y ?tica cristiana. p. 32. Ediciones Evang?licas Europeas, Barcelona, 1971.

[2] Cf. Francisco Lacueva, Catolicismo romano, volumen VIII de esta misma colecci?n.

[3] El concilio Vaticano II, en su Constituci?n Dogm?tica sobre la Divina Revelaci?n, p. 8, afirma ?que cuanto los Ap?stoles ense?aron v escribieron ?va creciendo en la Iglesia?, de manera que ?la Iglesia camina constantemente, al comp?s de los siglos, a la plenitud de la verdad divina, hasta que se cumplan plenamente en ella las palabras de Dios… As?, Dios, que habl? en otros tiempos, sigue conversando siempre con la Esposa de su Hijo amado?.
M?s a?n, Escritura y Tradici?n vienen a encontrarse y como a fundirse en el Magisterio de la Iglesia, constituyendo as? un tr?o tan interpenetrado esencialmente, que ?ninguno puede subsistir sin los otros? (Const. Dogm?tica sobre la Divina Revelaci?n, p. 10). Esto significa un cambio radical de perspectiva (aunque no de fondo) del problema de las ?Fuentes de la Revelaci?n?. Como muy bien ha hecho notar el Prof. V. Subilia, ya no podemos seguir hablando de la Escritura sola, ni de Escritura y Tradici?n, al referirnos a la ense?anza cat?lica actual, sino de la Iglesia sola, es decir, la Palabra de Dios no es ya propiamente el foco que ilumina a la Iglesia, sino que es la Iglesia el foco que ilumina a la Biblia?. Francisco Lacueva, op. cit., pp. 54 y 55.

[4] Derek Bigg, La racionalidad de la Revelaci?n, Ediciones Evan?g?licas Europeas, Barcelona, 1971.

[5] Cf. Francis A. Schaeffer, Huyendo de la raz?n, Barcelona, 1971. Dios est? ah?, Ediciones Evang?licas Europeas, Barcelona, 1973.

[6] Alan Richardson, El debate contempor?neo sobre la Religi?n, Ed. Mensajero, 1968, Bilbao-1.

[7] Sobre el testimonio del Esp?ritu y la Palabra, as? como sobre la relaci?n entre Iglesia, Palabra y Esp?ritu, remitimos al lector a las lecciones 46.a-54.a.

[8] Para un examen m?s extenso de este punto, v?ase J. Grau, El fundamento apost?lico, cap. VIII, ?La Iglesia posapost?lica?, Ediciones Evang?licas Europeas, Barcelona, 1967.

[9] Cf. cap. ?Catolicidad de la Reforma?, por P. Courthial, en la obra Actualidad y catolicidad de la Reforma, por varios autores. Ediciones Evang?licas Europeas, Barcelona, 1967. La segunda edi?ci?n de dicha obra, pr?xima a aparecer (revisada y aumentada) llevar? el t?tulo de Protestantismo y Cultura.

[10] Cf. Strong, Systematic Theology, p. 4.

[11] F. F. Bruce, articulo ?Bible?, en el New Bible Dictionary, The IV Press, Londres, 1962.

[12] Cf. Jos? Grau, La Naturaleza del Reino de Dios, ponencia remitida al Segundo encuentro de la Fraternidad Teol?gica Latino Latinoamericana y editada por Ed. Certeza, Buenos Aires, 1972.Cf. tambi?n Prof. Allan H. Harman, Notes on Biblical Theology, Free Church College, Edimburgo.Y, sobre todo, Geerhardus Vos, Biblical Theology, Eerdmans P. Grand Rapids, 1966.

[13] Louis Berkhof, Teolog?a sistem?tica, T.E.I.L., Grand Rapids, 1970. Parte Quinta, ?Los Medios de Gracia?, I, II y III.

[14] Dice el Catecismo de la Iglesia Cat?lica: "El oficio de interpretar aut?nticamente la palabra de Dios, oral o escritura, ha sido encomendado s?lo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo" (DV 10). es decir, a los obispos en comuni?n con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma. (Parte Ia, Secc. Ia. cap. 2, art. 2, 111)

[15] Etimol?gicamente, del griego ????s orth?s (correcto') y????? d?xa (opini?n), esto es, la opini?n recta y verdadera y. consecuentemente, es ortodoxia la doctrina o ideolog?a que es sostenida y defendida por la mayor parte de una sociedad, especialmente en el terreno religioso, en contraposici?n a la heterodoxia, o doctrina sostenida por un grupo menor o grupos menores que no comparten tal doctrina o se muestran disidentes de la misma.

[16] Bavinck p.259.

[17] Id. Pp. 256s

[18] Id. P.258. Bavinck argumenta contra aquellos que afirman que ciertas religiones, como el budismo, no tienen un dios. Dice Bavinck que tan pronto como el budismo se volvi? religi?n, Bud? era su dios. P.257

[19] Id. P. 260.

[20] Id. P.268.

[21] Id. P.267.

[22] Pache pp.11s

[23] Ibid.

[24] Id. P.13

[25] Bavinck p.278

[26] Id. P. 272.

[27] Id. Pp.271s

[28] Id. P.298.

[29] Id. P.279.

[30] Id. P.281.

[31] Ibid. Ericsson p.178.

[32] Ver la discusi?n en Bavinck pp.324ss.

[33] Ericsson p.153

[34] Bavinck pp.281s.

[35] Ver Donner, Fe y Cultura ob. Cit. Pp.129ss, 156

[36] Erickson p.154.

[37] Heppe p.2. Es precisa una nota sobre esta fuente. Heppe no es una obra de teolog?a sistem?tica sino un compendio de los te?logos reformados desde la Reforma a trav?s del escolasticismo protestante. Para no complicar nuestras regencias, citamos sencillamente a Heppe sin mencionar el nombre del te?logo que Heppe est? citando.

[38] Instit. I.3.1.

[39] Heppe p.2.

[40] Ibid.; Bavinck p.281; Pache p.14; Ericsson p.154

[41] P. 278.

[42] Ver H. Butterfield, Christianity and History (1949, London, Collins, 1976) y Donner, Nueva Forma de Pensar, ob.cit. pp.264s.

[43] Heppe pp.2,7; Bavinck p.282; Ericsson p.154.

[44] Pache p.16.

[45] Bavinck p.313

[46] Calvino, Instit. I.6.1; Bavinck p.275.

[47] Bavinck id.

[48] Heppe p.4; Bavinck p.312

[49] Bavinck pp.283.s.

[50] Heppe p.3

[51] Bavinck p.284.

[52] Heppe p.3

[53] Id. P.7

[54] Pache p.18

[55] Ericsson p.172

[56] Heppe p.1.

[57] Id. P.273, que muestra que tal intento ya se puede ver en Agust?n

[58] Ericsson pp.156ss.

[59] Id. P.157.

[60] Heppe p.2.

[61] Id. P.1.

[62] Ver G. R. Cragg, The Church y the Age of Reason 1648-1789 (1960, Harmondsworth, Penguin, 1981) p.77.

[63] Ver Ericsson pp. 160ss.

[64] P.156.

[65] Id. P.170

[66] Nueva Forma de Pensar ob. Cit. Pp. 33ss.

[67] Ericsson p.170

[68] Calvino, Instit. I.6.1

[69] Bavinck p.275

[70] Ver p.ej. las perspectivas distintas de Ericsson p.171 y Bavinck p.277.

[71] Para lo que sigue ver Heppe p.8.

[72] Nueva Forma de Pensar, ob. Cit. Pp. 89s

[73] Packer p.48

[74] Heppe p.9

[75] Packer p.48.

[76] Heppe p.10

[77] Ibid.

[78] Bavinck p.318; Packer p.127

[79] Bavinck id.

[80] Packer p.128

[81] Packer pp.138ss

[82] P.9.

[83] Packer p.128

[84] P. 131

[85] P. 135

[86] Packer p.134s.

[87] Heppe p.4.

[88] Ibid

[89] Bavinck pp.292s.

[90] Id. P.286; Ericsson p.174

[91] Bavinck pp.282s.

[92] Id. P.287; Ericsson p.173

[93] Bavinck p.290

[94] Ericsson p.173

[95] Bavinck p.293

[96] Ibid

[97] Ver discusi?n en Erickson pp.163ss.

[98] Bavinck p.294; Erickson p.174

[99] Emilio Brunner, Nuestra fe, p. 16, Ed. ?Pro-Hispania?, 1949.

[100] Van Til, Christian Theistic Ethics, 1947, pp. 19-21.

[101] Decreto del Santo Oficio ?Lamentabili?, del 3 de julio de 1907, bajo P?o X.

[102] Heppe p.15

[103] Id pp.15s

[104] Bavinck pp.352s.

[105] Id p.353.

[106] Ibid

[107] Id. p.352.

[108] Cp. Pache p.29

[109] Bavinck pp.371s.

[110] Id. p.372.

Partes: 1, 2, 3, 4
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