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El problema de la realidad y la metafísica



Partes: 1, 2

  1. El problema de la realidad: metafísica
  2. Física: lo que se mueve
  3. Cosmología
  4. El problema del hombre – antropología:
    alma y conocimiento
  5. El problema de la moral: ética
  6. El problema de la sociedad: teoría
    social o política
  7. Contra Platón

Breve apunte biográfico de Aristóteles

Aristóteles (384-322 a. C.) nació en Estagira (Macedonia), de ahí el sobrenombre de "el estagirita", en el norte de la Grecia, en el seno de una familia de médicos. Cuando tenía dieciocho años se trasladó a Atenas para formarse como filósofo en la Academia de Platón, donde permaneció durante los siguientes veinte años. Tras la muerte de Platón, Aristóteles dejó Atenas y vivió durante algún tiempo en Asia Menor, en la corte de un tirano que había sido condiscípulo suyo, con cuya hija adoptiva se casó. Posteriormente Filipo, rey de Macedonia, lo llamó a su corte y le encargó la educación de su hijo Alejandro. Poco después de iniciar Alejandro su reinado, Aristóteles regresó a Atenas y allí fundó su propia escuela, el Liceo, donde desplegó una importante labor de investigación y enseñanza en las distintas ramas del saber. Con la temprana muerte de Alejandro, Aristóteles, protegido suyo, tuvo que hacer frente al sentimiento antimacedonio que estalló en Atenas. Acusado de ateísmo, Aristóteles tuvo que exilarse y se refugió en Calcis, donde moriría al año siguiente, el 322 a. C., a los 62 años de edad.

Considerado uno de los más grandes filósofos de la historia por la amplitud de sus intereses teóricos, por la novedad que representa y por la mucha influencia que su filosofía adquirió durante toda la Edad Media gracias a las traducciones de filósofos judíos y musulmanes, por cierto, españoles.

Sus principales obras son: Física, Metafísica, Política, Ética y Organon.

El problema de la realidad: metafísica

Su obra "Metafísica" está formada por pequeños tratados que elaboró en los últimos períodos de su pensamiento. Tratan acerca de lo que Aristóteles llamó sabiduría o filosofía primera. El nombre de "metafísica" se debe a Andrónico de Rodas, el compilador de su obra, quien le llamó así porque iban después de los libros sobre Física en su ordenación.

Si sólo puede haber ciencia de lo universal, la metafísica se ocupa de lo más universal que existe el ser. Las demás ciencias sólo se ocupan del ser desde un determinado punto de vista, y por eso se les llama ciencias particulares. Así pues, por metafísica debemos entender en Aristóteles lo que él denomina con la expresión filosofía primera, la cual puede entenderse de dos formas:

a) Como ontología: "Ciencia del ser en cuanto ser y sus atributos esenciales"

b) Como teología: "La ciencia por excelencia debe tener por objeto el ser por excelencia". Ese ser por excelencia, que no necesita de otro ser para existir, es el primer motor, que tiene carácter divino (de ahí que hablemos en este segundo caso de teología) pero no se trata de un dios tal como ahora podemos entenderlo, sino de un principio divino sin el cual nada existiría.

Pero ahora vamos a dedicarnos a la metafísica en tanto que ontología.

Dice Aristóteles que hay muchas formas de ser pero que todas tienen en común eso precisamente: el ser. El término ser es análogo y no unívoco, como había creído Parménides, puede decirse o predicarse de distintos modos, pero el ser propiamente dicho es la sustancia, por esto entenderemos simplemente individuos concretos: Sócrates, caballo, árbol…

Según Aristóteles, Platón, intentando explicar este mundo lo duplica, lo cual, más que ayudar a conocerlo, lo dificulta. No existe otro mundo más que éste en el que vivimos y morimos. Los seres de este mundo no son ideas, sino sustancias, y están compuestos de materia y forma. La materia es de lo que están hechos, y la forma es la esencia que los hace ser tal cual son. Por ejemplo: el individuo Sócrates, que es una sustancia, está compuesto de materia y forma; la materia son los huesos, la carne, etc…, la esencia de Sócrates es ser hombre. En definitiva, Aristóteles no admite que la esencia esté separada de los seres de los que se predica. La sustancia: Hypokeímenon, es lo que es en sí y no necesita de otro para existir. Un hombre es una sustancia, pero el brazo cortado de ese hombre no lo es, porque necesita estar unido al cuerpo para poder subsistir.

Distingue dos tipos de sustancias:

a) Sustancia primera: es el individuo concreto: Sócrates, caballo, árbol.. Son las sustancias verdaderamente reales.

b) Sustancia segunda: son el género (animal) y la especie (hombre). No son sustancias en sentido estricto, reales y palpables como Sócrates, sino que son reales a nivel conceptual, y no existen separadamente de la sustancia primera en la que se dan.

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La sustancia primera tiene entidad por sí misma, es el soporte real sobre el que descansan todas las demás cualidades cambiantes de las cosas. Estas cualidades cambiantes son los ACCIDENTES (el color, la dureza de un material, su forma, su temperatura, etc.). Los accidentes existen sobre una base proporcionada por la sustancia: no existe el color blanco en abstracto, sino mesas blancas, papel blanco, pintura blanca, etc. Mientras la sustancia es un ser por sí mismo (ens in se), el accidente es un ser que necesita de otro para existir (ens in alio).

A diferencia de Platón, Aristóteles admite que la sustancia puede estar sometida a procesos de desarrollo vital y devenir (génesis) Así, la sustancia primera no será simplemente algo estático (una Idea eterna en Platón), sino una realidad capaz de desarrollarse, devenir, perfeccionarse y crecer. La mejor manera que Aristóteles encontró para explicar esta propiedad de la sustancia, de los individuos concretos, fue considerarla un compuesto de materia y forma. Solemos referirnos a esta explicación sobre la composición de la sustancia como:

TEORÍA HILEMÓRFICA: en ella nos dice que toda sustancia primera está constituida necesariamente por un compuesto de materia (Hyle) y forma (morphé).

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La MATERIA puede ser:

a) próxima: en el caso de la substancia "Sócrates", la materia próxima sería esta carne, estos huesos de los que está hecho Sócrates.

b) primera: sería la materia primordial de la que todo surgió, similar al ápeiron de Anaximandro.

La FORMA es la esencia de la cosa, lo que Aristóteles entiende por sustancia segunda, es decir: la especie y el género. En el caso de Sócrates, la especie sería el ser hombre, y el género el ser animal.

Materia y forma no pueden darse separadamente, ambas constituyen a la sustancia.

Física: lo que se mueve

Aristóteles retoma la tradición de los filósofos presocráticos y vuelve a preocuparse en sus investigaciones sobre la naturaleza (physis). Interpretó la naturaleza desde un punto de vista teleológico, es decir: todos los procesos y sustancias naturales parecen seguir una finalidad interna que los orienta y dirige. Por ejemplo, una semilla tiene como finalidad interna el convertirse en árbol; un niño en adulto, etc… La naturaleza es esencialmente dinámica y está en continuo proceso de cambio, y como hemos dicho, sigue una finalidad inmanente.

A. En la TEORÍA DE LA POTENCIA Y EL ACTO explica Aristóteles el devenir y el cambio de la sustancia. Recordemos que Parménides al considerar que sólo podía existir el ser dedujo que no podía existir el movimiento. Platón intentó superar el inmovilismo parmenídeo y el excesivo movilismo de Heráclito distinguiendo dos tipos de realidad distintos: el Mundo Sensible, donde sí hay movimiento, transformaciones y cambios continuos; y el Mundo Inteligible, poblado exclusivamente de Ideas eternas e inmutables, al que consideraba la verdadera realidad.

La solución que propone Aristóteles es bastante ingeniosa, distingue entre:

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De este modo dice Aristóteles que en toda sustancia, por ejemplo un árbol, hay un ser en acto (árbol), un no-ser absoluto, y un no-ser relativo: potencia, un árbol es en acto un árbol, pero en potencia puede ser una mesa, una talla de madera… Ahora bien, como dice el refrán "De donde no hay, no se puede sacar".

El movimiento es "el acto imperfecto de lo que está en potencia en tanto sigue estando en potencia"

B. ELEMENTOS PARA EXPLICAR EL MECANISMO DEL CAMBIO: Cambio (metabolé) y movimiento (kinesis) son términos indistintamente empleados por Aristóteles. Se dice que el movimiento o cambio es el paso de la potencia al acto. En todo cambio se pueden distinguir tres elementos: substrato, forma y privación.

El substrato es lo que permanece a lo largo del cambio: la esencia; la forma es lo que se actualiza, o lo que resulta del cambio; y la privación lo que se pierde. Ejemplo: el castaño al que en otoño se le caen las hojas:

Los cambios naturales siguen las potencialidades internas de la sustancia de la que se trate. Una semilla no podrá convertirse nunca en un río, pero sí en un árbol, por ser lo propio de su naturaleza.

C. TIPOS DE CAMBIO:

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Distingue dos tipos principales: los sustanciales y los accidentales (cuantitativos, cualitativos, locativos):

D. Con la TEORÍA DE LAS CUATRO CAUSAS, pretende explicar los elementos que son precisos para entender el cambio Conocer algo científicamente es para Aristóteles conocer sus causas, por eso la Física debe ocuparse de estudiar las causas de los seres naturales, responder a cuatro cuestiones: ¿De qué es?, ¿Qué es? o ¿Cómo es?, ¿Quién es? y ¿Para qué es?. Para explicar el cambio de las sustancias, Aristóteles distingue cuatro tipos de causa, y para ilustrar su explicación recurriremos al ejemplo el Partenón.

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En los seres artificiales, como es caso de la estatua que hemos visto, las cuatro causas son diferentes. En los seres naturales, las causas formal, eficiente y final coinciden: La forma es, a la vez, causa eficiente y final porque es la esencia o la naturaleza propia de algo la que determina su desarrollo y transformación hasta conseguir el fin que le es propio. Un ser humano, por ejemplo, ya lleva en su código genético la forma (humano) y esa misma forma determina a sí misma como agente en función de las leyes de la propia vida y el fin (llegar a ser humano) Un feto humano se limita a desplegar su esencia, a actualizar su potencia.

Al final de la Física, Aristóteles sostiene que el movimiento y el tiempo son eternos, al mismo tiempo que afirma la necesidad de que exista un PRIMER MOTOR, causa del movimiento eterno del cosmos.

Parte del falso principio según el cual: "Todo lo que se mueve es movido por algo", y como afirma que no es posible remontarse hasta el infinito en la serie de motores, debe existir un Primer Motor Inmóvil puro acto él mismo porque si se moviera sólo podría hacerlo de la potencia al acto, lo cual nos induciría a pensar que ese Primer Motor no es perfecto, ya que sólo lo imperfecto necesita cambiar, desarrollar lo que es en potencia. Pero como el Primer Motor debe ser perfecto, ha de ser al mismo tiempo puro Acto, y mover sin ser movido por otro. El Primer Motor tiene los caracteres de una divinidad: feliz, autosuficiente, perfecto. Es definido también como una inteligencia que se piensa a sí misma.

En este punto final de la Física, Aristóteles vuelve a la metafísica. La concepción del primer motor como acto puro, se asimilará durante la Edad Media al Dios cristiano. Y Tomás de Aquino usará muchos de los argumentos aristotélicos para demostrar la existencia de Dios y teorizar sobre sus atributos.

Cosmología

Al hilo de lo anterior, Aristóteles el universo es para un cosmos: un mundo ordenado, eterno, finito, simétrico y esférico. Está constituido por dos mundos distintos: el sublunar y el supralunar. El movimiento es común a todas las sustancias del universo. Es finito y en él no existe el vacío. Además, está organizado jerárquicamente, a saber:

  • Primero están los seres inmateriales e inmóviles: el Primer Motor y los motores inmóviles de las esferas.

  • Luego los seres materiales pero incorruptibles y eternos: el primer cielo, las esferas de los astros los astros, todos ellos compuestos de éter.

  • Por último, los seres corruptibles, compuestos de los cuatro elementos.

La Tierra inmóvil se sitúa en el centro del universo, alrededor de la cual giran los astros insertados en sus correspondientes esferas de éter. Aristóteles hubo de admitir un total de 56 esferas para explicar el movimiento de los astros.

 a) El mundo sub-lunar se caracteriza por la generación y la corrupción. Todas las sustancias de esta región están compuestas por cuatro los elementos, y sus diferencias dependen de la combinación de cuatro pares de cualidades: cálido-seco (fuego), cálido-húmedo (aire), frío-húmedo (agua) y frío-seco (tierra). El movimiento típico de las cosas en el mundo sublunar es el rectilíneo, no el circular, y siempre hacia arriba o hacia abajo. Dicho movimiento no se debe a ninguna fuerza o atracción (no admite la idea de "acción a distancia"), sino que se trata de un movimiento natural, debido a los elementos de los que están compuestas las sustancias y dependiendo de la combinación que se de en en ellas, tenderán hacia arriba o hacia abajo. Así, el fuego y el aire son ligeros, se mueven por su propia "naturaleza" hacia su lugar natural: el cielo. La tierra y el agua se mueven hacia abajo porque son pesados, tienden hacia el centro de la tierra (su lugar natural).

b) Respecto al mundo supralunar, Aristóteles afirma que los astros son seres animados (tienen movimiento), incorruptibles y eternos, están constituidos por el "quinto elemento" , el éter. Tienen un movimiento perfecto: circular, eterno, regular. Cada astro se instala en una esfera de éter movida por un motor. La penúltima de las esferas es la de las estrellas fijas, por encima de la cual está la última, que es donde se encuentra el Motor Inmóvil, causa de todo el movimiento universal que va transmitiendo a los motores de las otras esferas inferiores en las que se engastan los astros o planetas.

El problema del hombre – antropología: alma y conocimiento

Para Aristóteles el ser humano está compuesto de materia y forma, como cualquier otra sustancia, la materia es el cuerpo y la forma el alma. El alma es principio de vida, forma sustancial del cuerpo, de modo que si esta faltara, sobrevendría la muerte.

"Es el alma la que mantiene, la que hace posible la unidad con el cuerpo, la que asegura su consistencia. Cuando ella se va el cuerpo se disipa y se corrompe" (De Anima, 411 b).

El alma es "la entelequia primera de un cuerpo naturalmente organizado" (442 b 5-6).

"Entelequia": la perfección, lo acabado, lo que ha llegado a su fin o meta (telos).

Pero como el alma es principio de vida, Aristóteles entiende que todos los seres vivos no inertes, tienen alma. Sin embargo no debemos entender que el alma se divida en tres partes, como ocurría en Platón, sino que se trata sencillamente de funciones diversas que van del grado más bajo al más alto.

Veamos el siguiente cuadro:

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Nos centraremos ahora en la potencia o facultad cognoscitiva: el conocimiento puede ser sensible o intelectual. En efecto, al principio de su obra Metafísica, Aristóteles afirma que "Todos los hombres tienden por naturaleza a saber" Asegura que tanto los seres humanos como los animales tenemos la capacidad de tener sensaciones (a esta capacidad la llamaré de aquí en adelante "sensibilidad") e incluso una memoria que nos permite aprender de nuestras experiencias.

Pero nos distinguimos de los animales en otros modos de saber superiores, más complejos. La "experiencia" (empeiría), es decir, el conocimiento que se adquiere de forma personal y que no puede enseñarse, es el primero de los saberes de orden superior.

La "técnica" o "arte" es el segundo, y tiene relación con el saber hacer (esculturas, poesías, mesas, curas…) además, se puede enseñar. Sin embargo, afirma el estagirita, sólo podemos conocer plenamente cuando sabemos qué son las cosas, cuáles son sus causas y principios. Este tipo de saber es la "sabiduría" (sophía), integrada por dos momentos: ciencia y entendimiento.

La ciencia (episteme) es un saber demostrativo sobre las causas, en cambio, el saber sobre los principios no se puede demostrar, sino que estos se captan de modo intuitivo gracias al entendimiento (nous). Tales principios pueden ser:

  • Particulares o válidos para una sola ciencia. Por ejemplo: el que afirma que "todos los ángulos rectos son iguales entre sí", que es un principio válido para la geometría. A los principios propios de cada ciencia los llama tesis. Estas últimas se dividen a su vez en postulados (o hipótesis) y definiciones. Son postulados las tesis que sostienen algo acerca de la realidad de su objeto (por ejemplo: que existe o que no existe). Son definiciones las tesis que nos dicen lo que algo es, pero sin sostener nada acerca de su realidad efectiva.

  • Generales o válidos para todas las ciencias o saberes. Por ejemplo, el "principio de no contradicción", que afirma no es posible que enunciados contrarios sean verdaderos al mismo tiempo. A los principios generales, es decir, válidos para todas las ciencias o para varias de ellas, Aristóteles los denomina axiomas;

 Aristóteles distingue varios grados dentro del conocimiento intelectual: arte, prudencia, ciencia, entendimiento. En su libro VI de Ética a Nicómaco, clasifica las ciencias y saberes propios del ser humano según sean ciencias puras (las llamaremos ciencias) o saberes (no propiamente ciencias):

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En cuanto a los Métodos de conocimiento, Aristóteles afirma que hay dos:

a. La deducción demostrativa, que es el procedimiento mediante el que a partir de varias premisas se sigue una conclusión necesaria. El ejemplo más claro es el silogismo: Todas las chicas de 2º BH son buenas personas. Valdefuentes es de de 2º BH, luego, es buena persona.

b. La inducción: es el procedimiento que va de lo particular a lo general. Ejemplo: Oliver, Jorge, Juan Carlos, Dani y Alfonso son de 2º BH, todos los del BH odian la física, luego ninguno de los chicos del BH será astrofísico.

Aunque Aristóteles, siguiendo a su maestro Platón, destaca la superioridad del conocimiento intelectual sobre el sensible, tal como algunos filósofos presocráticos y el propio Sócrates, defiende que todo conocimiento comienza con los datos sensibles que nos proporcionan los sentidos (a lo que captamos a través de ellos lo llamamos experiencia). Tampoco acepta la contraposición entre conocimiento sensible y conocimiento inteligible al considerar que ambos en colaboración contribuyen a alcanzar la verdad. Tampoco admite la existencia de un mundo de ideas (inteligible) separado del que está al alcance de nuestros sentidos (mundo sensible) y rechaza la idea de la existencia del alma anterior al nacimiento, por lo tanto, tampoco puede admitir la teoría platónica de la reminiscencia. En definitiva, el conocimiento intelectual es continuación del conocimiento sensible, y por lo tanto las ideas no están ya en alma, sino que son producto de la "abstracción" a partir de las imágenes o datos sensibles.

Aristóteles está de acuerdo con la existencia de ideas (universales, esencias), pero no como realidades separadas de las cosas, tal como defendía Platón cuando postulaba la existencia de un mundo inteligible separado del sensible. Las ideas son, según Aristóteles, conceptos universales formados por inducción y abstracción gracias a la actividad de nuestro intelecto agente: cuando mediante la observación captamos determinados elementos comunes en un determinado número de objetos, llegando a la conclusión de que pertenecen a una misma clase a pesar de las diferencias accidentales. Por ejemplo, llamamos aves a todos aquellos animales que tienen plumas y alas, independientemente de que vuelen (golondrinas) o no vuelen (pingüinos), o sean domésticos (gallinas). "Ave" es un nombre que designa la esencia de una clase de individuos. Pero según Aristóteles, la esencia no puede estar separada de la cosa de la que se predica. Si separamos la esencia (lo que hace que una cosa sea tal cosa y no otra) de la cosa, dejan de existir la una y la otra. Aristóteles entiende, así, por universal el término con el que se designa una clase de objetos, por ejemplo: el término hombre, que designa a una clase de animales es considerado por Aristóteles como una "especie". El término animal, más general que el anterior, designa un modo de ser vivo, y es considerado por Aristóteles como un género. Tanto la especie como el género son universales. Por definición entiende la descripción de la esencia permanente de una cosa, por ejemplo, decir que: "El hombre es un animal racional", independientemente de que estemos o no de acuerdo, es un intento de definir lo esencial del hombre.

Además de estas consideraciones generales, Aristóteles en su obra De Anima nos ofrece su visión de cómo es el proceso de conocimiento (al ser algo oscura dicha exposición, trataremos de interpretarla), y para ello aplica su esquema de "materia y forma" "potencia/acto". En todo conocimiento, en efecto, podemos distinguir algo material y algo formal. Sostiene que "el alma es en cierto modo todas las cosas" en cuanto que puede captar todo ente sensible o inteligible. Las facultades del alma son la sensibilidad (capacidad para captar objetos sensibles) y el entendimiento (capacidad para entender) (además de la voluntad, recordaremos esto cuando hablemos de Kant). Tanto la sensibilidad como el entendimiento trabajan con formas (esencias) y no con las cosas mismas (cuando vemos un elefante no se nos mete por el ojo el elefante, sino ciertas características formales: color, figura, tamañooooo).

Si tuviéramos que desglosar el proceso del conocimiento diríamos que todo conocimiento comienza por los sentidos y culmina en un tipo de conocimiento intelectual: el concepto universal, la esencia o forma. Más pormenorizadamente:

  • El objeto sensible es captado por cualquiera de los cinco SENTIDOS EXTERNOS que funcionan de forma especializada: vista, oído, olfato, tacto, gusto. Suministran los sensibles propios (color, sonido, olor, frío, dulce…): roja, esferoide, vegetal, olorosa, templada.

  • Los datos suministrados se unifican en el llamado "SENTIDO COMÚN" que, distingue, organiza y unifica los sensibles propios y comunes (tamaño, figura, movimiento). Viene a ser lo que lo que nos hace ser conscientes de tener sensaciones: conciencia.

  • En la conciencia se conservan y combinan entre sí por la intervención de la IMAGINACIÓN (capaz de producir imágenes) y la MEMORIA (conserva imágenes), formando una imagen despojada de todo elemento material.

  • A continuación intervienen las facultades superiores: el entendimiento agente y el entendimiento paciente.

  • a)  El ENTENDIMIENTO AGENTE tiene la función de abstraer las cualidades particulares de la imagen creada por la imaginación y la memoria y elaborar un concepto que refleje lo esencial, lo universal (la forma)

  • b)  Por último, el ENTENDIMIENTO PACIENTE iluminado por el agente "conoce" el universal (el concepto, la forma) y lo aplica a los casos particulares en los que sea menester

Respecto a los entendimientos, Aristóteles afirma que el entendimiento paciente es mortal y en cambio, el agente es inmortal y eterno. La oscuridad de la teoría de los entendimientos, la mortalidad o inmortalidad del alma dieron lugar a innumerables discusiones entre los comentaristas medievales de Aristóteles.

El problema de la moral: ética

Aristóteles escribió dos obras sobre ética: Ética a Nicómaco (hijo de Aristóteles), Ética a Eudemo (discípulo) y La Gran Ética que probablemente no es obra suya, sino que se trata de una recopilación. Los puntos centrales en los que se articula la ética aristotélica son: la felicidad, la virtud, y la idea de término medio:

La felicidad

La meta o fin (telos) que el ser humano pretende alcanzar es la felicidad (eudaimonía), y por eso, se dice que la ética aristotélica es eudaimonista. Sólo ella es perfecta y autárquica (autosuficiente). Aún así, la felicidad es un objetivo complejo al que deben contribuir otros bienes menores sin los que sería imposible alcanzarla. Aristóteles distingue a este respecto:

a) Bienes externos: riqueza, honores, fama, poder…

b) Bienes del cuerpo: salud, placer, integridad…

c) Bienes del alma: la contemplación, la sabiduría…

Con independencia de las condiciones materiales de vida a las que nos hemos referido, Aristóteles hace consistir la felicidad humana en el pleno desarrollo de aquello que le es más esencial: la inteligencia (nous), que se alcanza mediante la actividad contemplativa, es decir, la dedicada al conocimiento puro, a la filosofía. La virtud de la sabiduría es la que proporciona al ser humano la verdadera felicidad aunque debe conjugarla con otras virtudes y con los bienes exteriores.

La Virtud

Aristóteles afirma que es imposible que exista la felicidad sin la virtud: la felicidad es "la actividad del hombre conforme a la virtud". La virtud se adquiere por el hábito, y no exclusivamente a través de la educación y el saber, como sostenían Sócrates y Platón. Saber qué es el bien, no implica hacer el bien. Por eso, junto a un buen entendimiento que nos ayude a determinar fines y medios, es necesaria la voluntad, que es lo que nos mueve o impulsa a obrar. A este saber obrar conforme a la razón, lo llama Aristóteles prudencia: una de las virtudes éticas básicas.

El estagirita distingue dos clases de virtudes: éticas y dianoéticas.

«Existen, pues, dos clases de virtud, la dianoética y la ética. La dianoética se origina y crece principalmente por la enseñanza, y por ello requiere experiencia y tiempo; la ética, en cambio, procede de la costumbre, como lo indica el nombre que varía ligeramente del de «costumbre». De este hecho resulta claro que ninguna de las virtudes éticas se produce en nosotros por naturaleza, puesto que ninguna cosa que existe por naturaleza se modifica por costumbre.» [Ética a Nicómaco, Lib. II, cap. 6]

  • Las virtudes dianoéticas se adquieren a través de la educación y se relacionan con la parte racional del alma. Las principales son el entendimiento, ciencia, sabiduría, arte y la prudencia, esta última es fundamental para la ética porque es la capacidad para discernir y hacer lo bueno o lo malo.

  • Las virtudes éticas se adquiren a través de la costumbre o el hábito cuyo fin es dominar la parte irracional del alma (vegetativa y sensitiva). Sin ellas sería imposible la convivencia. Las más importantes son: fortaleza, templanza y justicia.

La justicia es una virtud ética muy importante. Consiste en dar a cada uno lo que es debido. Hay dos clases de justicia:

  • la justicia distributiva o geométrica, es la que señala cómo deben distribuirse los bienes y honores en una comunidad en función de los méritos de cada uno.

  • la justicia conmutativa ó aritmética (silagmática), se da entre individuos y es correctiva: tiene como fin restituir un daño causado por o a otra persona. Cuando esa reparación se da en los tribunales se la llama "judicial".

El Término Medio

La virtud se identifica con el término medio entre dos extremos o vicios, uno por exceso y otro por defecto. Así, el valor es un medio entre la cobardía y la temeridad y la generosidad será el justo medio entre la prodigalidad (exceso) y la avaricia (defecto). La templanza es el término medio entre el libertinaje y la inapetencia. Pero el término medio no es igual para todos, cada uno haciendo uso de la prudencia debe determinar cuál es el suyo

«La virtud es una disposición adquirida de la voluntad, consistente en un justo medio relativo a nosotros, el cual está determinado por la regulación recta tal y como lo determinaría el hombre prudente» [Ética a Nicómaco, Lib. II, cap. 6]

El problema de la sociedad: teoría social o política

Organicismo

Aristóteles, al igual que Platón y contrariamente a los sofistas (que defendían una teoría contractual de la sociedad) considera que la sociedad se asemeja a un gran organismo, de ahí que califiquemos su posición como un organicismo social: el Estado es como una especie de "ser natural" que no aparece como resultado de un pacto o acuerdo convencional entre hombres, sino que es natural al ser humano, es decir, pertenece a su misma esencia o naturaleza:

«Todo Estado es, evidentemente, una asociación, y toda asociación no se forma sino en vista de algún bien, puesto que los hombres, cualesquiera que ellos sean, nunca hacen nada sino en vista de lo que les parece ser buen ser bueno. Es claro, por tanto, que todas las asociaciones tienden a un bien de cierta especie, y que el más importante de todos los bienes debe ser el objeto de la más importante de las asociaciones, de aquella que encierra todas las demás, y a la cual se llama precisamente Estado y asociación política.»[Política, Lib. I, cap.1]

Según Aristóteles, genética o cronológicamente, el individuo y la familia son anteriores al Estado (polis), pero naturalmente, no:

«Estas dos primeras asociaciones, la del señor y el esclavo, la del esposo y la mujer, son las bases de la familia, […] La primera asociación de muchas familias, pero formada en virtud de relaciones que no son cotidianas, es el pueblo, que justamente puede llamarse colonia natural de la familia,[…] La asociación de muchos pueblos forma un Estado completo, que llega, si puede decirse así, a bastarse absolutamente a sí mismo, teniendo por origen las necesidades de la vida, y debiendo su subsistencia al hecho de ser éstas satisfechas. Así el Estado procede siempre de la naturaleza, lo mismo que las primeras asociaciones, cuyo fin último es aquél; […] De donde se concluye evidentemente que el Estado es un hecho natural, que el hombre es un ser naturalmente sociable, y que el que vive fuera de la sociedad por organización y no por efecto del azar es, ciertamente, o un ser degradado, o un ser superior a la especie humana;» [Política, Lib. I, cap1]

  • 1.  Las familias surgen de la necesidad de la especie humana para procrear y subsistir como especie. Esta es la unión primera.

  • 2.  Luego surge la aldea o pueblo como agrupación necesaria para satisfacer las necesidades primarias y cotidianas. Una familia no puede procurarse a sí misma de todo lo necesario.

  • 3.  La ciudad-Estado es la culminación de este proceso. Su fin no es ya la subsistencia. No se trata ya de vivir, sino de "vivir bien", es decir, de procurar la felicidad a todos sus miembros.

Así el Estado se comporta como si fuera un organismo o un "ser vivo" que, como cualquier otro, tiende a un fin: la felicidad de los ciudadanos. Aisladamente, los seres humanos no podemos lograr nuestro fin: la felicidad. Necesitamos de la comunidad política para conseguirlo porque somos animales políticos (zoon politikón):

«Si el hombre es infinitamente más sociable que las abejas y que todos los demás animales que viven en grey, es evidentemente, como he dicho muchas veces, porque la naturaleza no hace nada en vano. Pues bien, ella concede la palabra al hombre exclusivamente. Es verdad que la voz puede realmente expresar la alegría y el dolor, y así no les falta a los demás animales, porque su organización les permite sentir estas dos afecciones y comunicárselas entre sí; pero la palabra ha sido concedida para expresar el bien y el mal, y, por consiguiente, lo justo y lo injusto, y el hombre tiene esto de especial entre todos los animales: que sólo él percibe el bien y el mal, lo justo y lo injusto y todos los sentimientos del mismo orden cuya asociación constituye precisamente la familia y el Estado.» [Política,Lib I, Cap 1]

«De donde se concluye evidentemente que el Estado es un hecho natural, que el hombre es un ser naturalmente sociable, y que el que vive fuera de la sociedad por organización y no por efecto del azar es, ciertamente, o un ser degradado, o un ser superior a la especie humana;» [Política, Lib. I, Cap. 1]

El carácter político (comunitario o gregario) del ser humano se explica por su capacidad de lenguaje. Mediante el que se transmite la cultura, la tradición, la moralidad, el contenido de las leyes que nos rigen. Y como la naturaleza no hace nada en vano, sino que siempre persigue un fin, el don del lenguaje sirve para comunicarnos, y sin comunicación no hay convivencia.

Según Aristóteles, desde el punto de vista del individuo como miembro de una comunidad, el Estado es anterior al individuo, al igual que el todo es anterior a las partes que lo componen. El Estado es concebido como un gran organismo autosuficiente y autónomo:

«No puede ponerse en duda que el Estado está naturalmente sobre la familia y sobre cada individuo, porque el todo es necesariamente superior a la parte, puesto que una vez destruido el todo, ya no hay partes, […] Lo que prueba claramente la necesidad natural del Estado y su superioridad sobre el individuo es que, si no se admitiera, resultaría que puede el individuo entonces bastarse a sí mismo aislado así del todo como del resto de las partes; pero aquel que no puede vivir en sociedad y que en medio de su independencia no tiene necesidades, no puede ser nunca miembro del Estado; es un bruto o un dios.» [Política, Lib. I, Cap. 1]

Esta prioridad es debida a que sólo el Estado se basta a sí mismo, es decir: el Estado es autárquico y el individuo y la familia no lo son. Los seres humanos necesitamos de la comunidad política para ser lo que somos, no nos bastamos a nosotros mismos (no somos panaderos, agricultores, pescadores, zapateros, cada uno tiene unas capacidades y realiza una función en la sociedad).

Al igual que Platón, Aristóteles considera que ética y política no deben darse por separado, y que la ética ha de subordinarse a la política porque es más importante la voluntad de la polis, que la individual. Ambas se refieren al bien del ser humano: El bien de la polis y el del individuo coinciden porque la felicidad de la comunidad como un todo es la suma de la felicidad de cada individuo. Sólo en una polis feliz alcanzarán la felicidad los hombres. El Estado, además, ha de educar a sus ciudadanos en la virtud y posibilitar así su felicidad.

«Por lo pronto, el Estado más perfecto es evidentemente aquel en que cada ciudadano, sea el que sea, puede, merced a las leyes, practicar lo mejor posible la virtud y asegurar mejor su felicidad.» [Política, Lib. IV, Cap. 2]

La prioridad a la que nos acabamos de referir, no significa que Aristóteles niegue importancia al individuo. El Estado no es fin en sí mismo, sino que su fin es la felicidad y la perfección de los ciudadanos. Ética y política se refieren así la una a la otra.

«..así el Estado, como el hombre, no prosperan sino a condición de ser virtuosos y prudentes; y el valor, la prudencia y la virtud se producen en el Estado con la misma extensión y con las mismas formas que en el individuo; y por lo mismo que el individuo las posee es por lo que se le llama justo, sabio y templado.» [Política, Lib. IV, Cap. 1]

Crítica a Platón

Aristóteles criticó la teoría política de Platón. La utopía de La República le parece demasiado alejada de la realidad, y la política debe dirigirse a lo que hay, no a lo que nos gustaría que hubiera o a lo que debería ser. Aristóteles en bastante más práctico y realista que su maestro: tiene en cuenta las necesidades de los individuos: familia, propiedad, comodidad y felicidad.

Tampoco estaba de acuerdo con la teoría platónica que proponía abolir la propiedad privada y que pretendía colectivizar las mujeres y los hijos: todo ello conllevaría la destrucción de la recta moral y del propio Estado, pues la familia es un elemento fundamental para éste.

El Estado no puede consistir en una unidad perfecta, ya que esto conllevaría su propia destrucción. Igual que en un organismo las partes que lo componen están diferenciadas entre sí, el Estado es un todo que abarca multitud de diferencias; y en ello consiste: en la regulación mediante leyes, de todas las diferencias, de todas las voluntades. Un Estado sólo es posible si existe un conjunto de leyes que regulen la convivencia y permitan la plena realización de la naturaleza humana y su fin último que es la felicidad. La justicia es la virtud que asegura y consolida el orden en la polis, armonizando, equitativamente, los derechos y los deberes de todos los miembros de la comunidad.

Sobre el gobierno

Aristóteles clasifica los tipos de gobierno, regímenes o constituciones, dependiendo de si son o no son justos y del número de gobernantes: uno solo, unos pocos o la mayoría y cualitativamente, estas formas podrán ser justas o injustas, atendiendo a si su mira está puesta en el bien particular o en el bien común. Veámoslo:

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  • La monarquía es la forma justa de gobierno de un sólo hombre.

  • La aristocracia es el gobierno justo de unos pocos: "los mejores" o aristoi.

  • La democracia es la forma justa del gobierno del pueblo o demos.

Son tres formas justas porque miran el bien y el interés común. Cuando estas tres formas se desvían de la justicia, que es la principal virtud política, y se orientan al interés particular degeneran respectivamente en las siguientes formas injustas de gobierno: tiranía, oligarquía y demagogia.

«Luego, evidentemente, todas las constituciones hechas en vista del interés general son puras porque practican rigurosamente la justicia; y todas las que sólo tienen en cuenta el interés personal de los gobernantes están viciadas en su base, y no son más que una corrupción de las buenas constituciones;» [Política. Lib.III, 3]

Aunque Aristóteles no se decide a prescribir un modelo de gobierno como el ideal, ya que un buen o mal gobierno depende de muchas circunstancias como el clima, el tipo de territorio, etc.. En todo caso, en el libro IV o VII de su Política (según la versión de la traducción) sostiene que:

Partes: 1, 2

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