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Los recursos financieros de Vladimiro Montesinos Torres y su relacion con el ex presidente Fujimori (Perú) (página 11)



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El señor PRESIDENTE.— Este programa estaba acaso constituido por una serie de equipos sofisticados, como usted mismo ha dicho, de control de comunicaciones, de grabación de comunicaciones y por ende, de procesamiento de datos y almacenamiento de datos.

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Efectivamente, pero como le digo, eran equipos de escucha, de comunicaciones radiales, que explayaban el espectro electromagnético, en ese sentido exactamente es así.

El señor PRESIDENTE.— Bien, ¿este programa fue en algún momento intervenido por el Servicio de Inteligencia Nacional?

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Efectivamente.

El señor PRESIDENTE.— Cuéntenos general, cómo fue, cuáles fueron las motivaciones, cómo intervino el Servicio de Inteligencia Nacional a este programa.

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Perfecto.

En el año 96 más o menos, yo trabajaba como director de Contrainteligencia en el Servicio de Inteligencia Nacional y un día soy llamado para reunir, eran ya horas de la noche un grupo de efectivos para poder intervenir un inmueble de donde se estarían haciendo interceptaciones telefónicas a las comunicaciones del Servicio de Inteligencia Nacional, como la labor de contrainteligencia es luchar contra el espionaje, el espionaje, entonces, se me encomienda a mí la tarea de intervenir una de estas casas en La Molina y establecer la veracidad de esta información de que se trataba de interceptación telefónica a comunicaciones del SIN. Entonces con un grupo de personal me dirijo a este domicilio, lo ubico y se interviene encontrando en él a un policía para sorpresa, porque no se sabía qué se podía encontrar en esta casa. Se interviene junto con personal, recuerdo el juez del Consejo Supremo de Justicia Militar para que él diera legalidad a la intervención que se iba a hacer en este inmueble. Yo no voy solo sino con un grupo de personas y con el juez, con la autoridad judicial del consejo supremo.

El señor PRESIDENTE.— ¿Cómo se llamaba ese juez?

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— No recuerdo, como le digo que el año 1996 y yo no recuerdo, pero sí era una persona uniformada.

El señor PRESIDENTE.— ¿Por orden de quién se hizo esa intervención?

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Por el jefe del SIN, pero también estaba Montesinos.

El señor PRESIDENTE.— ¿Quién era el jefe?

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— En ese tiempo era el general Salazar Monroe y trabajaba como asesor Montesinos. Principalmente Montesinos.

El señor PRESIDENTE.— ¿Usted recibió alguna orden expresa de Montesinos para eso?

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Sí.

El señor PRESIDENTE.— Cuéntenos.

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Me llama en la noche y me dice que hay una casa donde elementos extraños estarían interceptando las comunicaciones telefónicas del Servicio de Inteligencia Nacional y que había que saber quiénes eran e intervenirlos de inmediato.

Entonces él mismo llama a personal, al juez del Consejo Supremo de Justicia Militar para que acompañe y permita el ingreso, prácticamente el allanamiento a esta casa, porque me da una dirección.

El señor PRESIDENTE.— ¿Dónde era eso?

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— En La Molina, no recuerdo porque era el año 96 y fue una cuestión así de momento, no fue algo preparado ni estudiado sino fue una orden del momento donde yo voy y efectivamente ubico la casa, intervenimos, identificamos quién se encontraba allí y era un miembro de la Policía Nacional.

Este miembro de la Policía Nacional explica que esa no es ninguna casa de desconocidos o de delincuentes sino es una base de la Dinandro con la DEA donde hacían este tipo de trabajo que es de la Unidad Pajarito y muestra los equipos. Durante ese tiempo se enteran de la intervención personal de la DEA, personal de la misma Dinandro, abogados de la Dinandro y llegan a la casa.

Entonces, yo inmediatamente verifico que no hay equipos para interceptar teléfonos, eran equipos para escuchas radiales —como le he manifestado anteriormente yo he seguido cursos en la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea—, reconozco que no hay capacidad ahí para interceptar teléfonos y por lo tanto informo al SIN, al jefe del SIN que no se trata de un local de delincuentes que estén interceptando comunicaciones telefónicas sino es un local de la Dinandro con equipos para hacer su trabajo de interceptar comunicaciones radiales y que por lo tanto yo no puedo decomisar equipos ni decomisar información y que además la DEA se ha hecho presente y está explicando los motivos, es un trabajo de inteligencia de la Dinandro.

Y ahí queda la intervención, se inmoviliza, se hacen inventarios y recibo la orden al día siguiente, después de que se hacen todas las averiguaciones, todas las verificaciones con la Dinandro y con la embajada americana y entonces el asunto queda ahí, creo que ha seguido un proceso judicial con el personal que fue intervenido, que trabajaba en esa base, pero esa fue mi intervención en esa oportunidad.

El señor PRESIDENTE.— ¿Cómo explica entonces que hayan sido extraídos los discos duros de las computadoras? Porque tenemos esa versión que han sido sacados los equipos y llevado al Servicio de Inteligencia.

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Como le vuelvo a decir, yo no extraje una sola cinta, un solo disco duro, ninguna información, todo fue inmovilizado y estuvo bajo la competencia de la autoridad judicial; y la misma DEA, que eran prácticamente los propietarios de estos equipos jamás han denunciado. Y que yo sepa, porque he trabajado con la DEA muchos años después, ha denunciado la desaparición de ninguna información, de ningún archivo.

Y yo quisiera, para aclarar esto, que justamente sea requerida esta información a la embajada americana, a la DEA para que ellos informen si en esa oportunidad se sustrajo, se desapareció cualquier tipo de información.

El señor PRESIDENTE.— O sea usted no conoce o niega que la DEA haya reclamado la devolución incluso de equipos al Servicio de Inteligencia.

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Por supuesto, yo desconozco que haya habido algún reclamo, porque quizás a mí me hubieran hecho conocer, porque yo tuve esa intervención, pero más que todo fue para verificar una información, inmovilizar y lacrar todo, no sacar absolutamente nada y yo informar desde el primer momento. Y la policía que trabajaba allí sabe que y les dije "quédense tranquilos, acá no tienen por qué asustarse, ustedes no han estado cometiendo ningún delito. Ustedes están haciendo su trabajo y yo voy a informar que esta información es totalmente equivocada."

El señor PRESIDENTE.— ¿Cómo explica que el señor Vladimiro Montesinos, del Servicio de Inteligencia Nacional —en realidad ahora todos conocemos que él era quién manejaba el Servicio de Inteligencia Nacional— no supiera —si además él tenía vínculos, era conocido según hasta las versiones públicas que se hablan de él— que tenía muy buena relación con la DEA, muy buena relación con Estados Unidos, muy buena relación con todo aquello que signifique lucha contra el narcotráfico.

¿Cómo explica que el propio Montesinos ordene a su jefatura, a su dirección que intervenga un local en el que estaban trabajando la DEA y la Dinandro? ¿cómo puede usted explicar eso? ¿alguna vez hizo una pregunta usted? Porque se suponía que a usted lo estaban involucrando en un hecho bastante extraño.

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Como le dije, yo recibo una orden de un momento para otro, hago una intervención ajustada a ley, no permito que se cometa ningún abuso, no permito que se sustraiga ninguna información.

La Dinandro jamás reclamó ni tampoco la embajada, que eran quienes trabajaban en esa base, jamás reclamaron ni se quejaron, ni denunciaron ningún hecho ilícito cometido en esa intervención, simplemente fue descubrir una de sus bases secretas, porque como este es un trabajo secreto muy especializado es una información que era propia de la Dinandro y de la DEA y la cual no conocía el SIN.

El SIN yo no sé cómo en la persona de Montesinos o de su jefe de ese entonces tienen una información tergiversada de que había una base no que luchaba contra el narcotráfico sino que estaba interceptando las comunicaciones telefónicas del SIN.

El señor PRESIDENTE.— Pero qué curioso, si lo que se sabe es que quien interceptaba los teléfonos también era Vladimiro Montesinos, o sea que él sospechaba que había alguna otra banda paralela a su banda que interceptaba también teléfonos.

El señor DEL CASTILLO VALDIVIA.— Yo considero que él temía o se cuidaba de que alguien lo pudiera estar interceptando y por eso es que después de que se aclara las cosas se normalizaron y la DEA siguió trabajando con la Dinandro como siempre.

Más aun, la DEA jamás me reclamó ni guardó ningún rencor conmigo por esa intervención, porque se dieron cuenta de que no era algo orientado contra ellos por mi persona sino al contrario, fui yo quien puso las cosas en su lugar haciendo ver que no se estaba cometiendo ningún delito y que era un error, un equívoco.

Yo recuerdo que se hicieron presentes ahí el Director General de la Policía, todos los altos mandos de la policía quienes también por razones propias de las actividades de inteligencia desconocían por seguridad la existencia de esa base donde se hacía este trabajo".

DECLARACION DEL SEÑOR OSCAR BENITES LINARES[217]

Oscar Benites Linares se presenta como un informante que ha trabajado en diversos operativos con la DEA para desactivar a las organizaciones de la droga. En su declaración afirma que Vladimiro Montesinos está estrechamente vinculado con el narcotráfico y afirma que él mismo ha realizado varios trabajos para el ex asesor del SIN para el traslado de droga por medio de helicópteros del Ejército.

Benites que se encuentra en pleno proceso judicial por delito de narcotráfico, en este sentido se reafirma en la versión inicial que alcanzó a la Comisión Investigadora que presidió el congresista David Waisman sobre los hechos y la participación directa de Vladimiro Montesinos con el tráfico de drogas.

El declarante afirma también que los hermanos Luis Frank Aybar Cancho y José Luis Aybar Cancho, a través de su empresa Nippon Corporation realizaban actividades de narcotráfico, y que él mismop ha coordinado con ellos sobre estos hechos. De igual modo, precisa que Fernando Zevallos Gonzales participó realizando el transporte de fletes para el traslado de droga que se dirigía fuera del país.

Este es su testimonio:

"El señor VILLANUEVA NÚÑEZ (PP).— Para el señor Benítez.

Quedamos en un asunto por aclarar. ¿Usted ha afirmado que el señor Montesinos está íntimamente vinculado a asuntos de narcotráfico?

El señor BENÍTEZ.— Directamente.

El señor VILLANUEVA NÚÑEZ (PP).— ¿Directamente vinculado?

El señor BENÍTEZ.— Así es.

El señor VILLANUEVA NÚÑEZ.— ¿En síntesis díganos, uno, dos, cuatro, cinco, los casos que usted conoce en el que el señor Montesinos ha estado directamente vinculado en el narcotráfico?

El señor BENÍTEZ.— Directamente le voy a explicar personalmente que yo mismo he elaborado con él trabajos, como lo he repetido anteriormente. El primer trabajo que he tenido con él fue el despacho de cargamento de droga que se hacía en los helicópteros del Ejército Peruano como obra en documentos ya mencionados por mi abogado, pero hoy lo voy a presentar directamente a su comisión, para que usted mismo pueda verlos, palparlos, que realidad había entre mis versiones de lo que ya le vengo diciendo.

Al señor Montesinos lo vengo a conocer en el año 93, más o menos en principios del mes de febrero o marzo, porque ya habían todas las versiones de que él era el hombre que te garantizaba para cualquier trabajo y que no hubiera ningún problema.

Esto era de conocimiento en la misma selva de los helicópteros que entraban, se operaba, se movía la droga y anteriormente lo estaba haciendo Vaticano y otras personas que ya nosotros teníamos conocimiento, como el caso de Jorge Chávez Montoya, Eladio Gonzales, Juan Abraham Leguía Abenzur y distintos carteles que se trabajaba en la selva.

Entonces con ese fin yo ya estaba trabajando en Palmapampa. Llegó un momento que la droga empezó a escasear en este lugar y estaba más caro que en el Alto Huallaga; en el Alto Huallaga costaba 300 dólares y en Palmapampa costaba como mil 100 dólares el kilo de pasta básica lavada.

Como yo tenía la relación de algunos militares que ya había conocido anteriormente en los años 90 como el mayor Silva y el comandante Revoredo de la Fuerza Aérea, con ese afán aquí en Lima trato de ubicar al mayor Silva y me voy a la base del Fuerte Hoyos, donde ya anteriormente había elaborado trabajos con ellos, con los del Ejército.

Me voy a buscarlo a él y no lo encuentro ahí en el Fuerte Hoyos y me dan razón de que él está en el Real Felipe. Me voy a buscarlo a la base del Real Felipe y para entonces ya él estaba ahí tomando el cargo para asumir a comandante en el Real Felipe y a su cargo estaba la custodia del general Salinas Sedó, que ya estaba él prisionero ahí.

Entonces empezamos a conversar con Rafael Silva y le digo: Oye, Rafico, era el tratamiento que ya teníamos, la confianza, le digo: sabes qué, necesitamos hacer un embarque de tal lado de la selva hacia Palmapampa pero tú como me puedes apoyar con los helicópteros.

El me dice: no hay ningún problema, yo voy a coordinar y para esto tengo que hacer algunas conversaciones. Correcto, de ahí me manda a conversar al Grupo Aéreo N.° 8 con el comandante Luque y el mayor Ríos Bernuy, que son pilotos de los helicópteros y les explico de que lugar a que lugar vamos a hacer los tratos.

Me dicen: no hay ningún problema, pero antes de eso tú tienes que conversar con el hombre quien nos da toda la facilidad, la luz verde que normalmente nosotros llamamos.

Otra cita con Rafael en el Real Felipe y entre conversaciones me dice: sabes que, ya logré la cita, vete y te vas a reunir a las siete de la noche en tal lugar y me pone la Avenida Aviación y San Borja Sur, ahí frente al restaurant Characato.

Por supuesto viene a esa reunión un carro, me recoge, yo para entonces no sabía que era el señor Montesinos, tan solo me presentaron como un alto jefe militar, yo pensaba que era un general, con todo el poder que me decían que él podía…

El señor VILLANUEVA NÚÑEZ (PP).— ¿Puede precisar exactamente en qué fecha?

El señor BENÍTEZ.— Sería entre febrero y marzo, estoy hablando del 93 y ahí es donde personalmente me presentan a él y me dice: ¿qué es lo que tú quieres? Le digo: ya Rafael le habrá comentado y me dice: tú eres el sobrino. Si le digo: yo soy el sobrino, era como nos tratábamos.

Entonces me dice: vamos a trabajar sin ningún problema, ya los precios están establecidos como tú sabrás, 80 nacional y 200 a la media.

El señor VILLANUEVA NÚÑEZ (PP).— ¿Qué significa eso?

El señor BENÍTEZ.— Vuelo nacional es un trasteo entre cualquier zona de la selva acá en Perú.

El señor VILLANUEVA NÚÑEZ (PP).— ¿Y los 80 a qué se refiere con eso?

El señor BENÍTEZ.— El flete, 80 mil dólares para pagar por el flete del helicóptero y 200 mil dólares es la media L8, la pista está conocida como la marrana o la pista del tigre, habían dos pistas.

El señor VILLANUEVA NÚÑEZ (PP).— ¿Dónde quedan estas dos pistas?

El señor BENÍTEZ.— En el Trapecio Amazónico sin cruzar las fronteras donde tenían que dejar los helicópteros para que no vayan a ser intervenidos por otras fuerzas militares de otro país, para no cruzar espacio que no le correspondía.

Como ya sabía del negocio agarra y me dice: bueno, esto cuesta así y todo tiene que quedar entre nosotros. Tú ya sabes como son las cosas, está de por medio el pellejo de tu familia y todo eso. Okey, no hay ningún problema le digo, pero yo ahorita solamente tengo acá los 60 mil dólares que me han mandado de Palmapampa para hacer el trasteo de Bellavista hacia Palmapampa.

Me dice: por esta vez porque va a haber más trabajo te voy a aceptar, pero siempre va a ser 80, me dice, así que todo tienes que arreglar, entregar el dinero al comandante Luque o a Silva.

Correcto, quedé con esa consigna…

El señor VILLANUEVA NÚÑEZ (PP).— ¿Los 60 mil que usted tenía en ese momento le entregó a él?

El señor BENÍTEZ.— No, no, no. Yo le decía que tenía pero no era porque yo lo estaba cargando, que lo tenía acá en Lima.

Era el 50% adelantado y el 50% acabado el trabajo y así hicimos el primer viaje.

El señor VILLANUEVA NÚÑEZ (PP).— ¿Qué fecha más o menos?

El señor BENÍTEZ.— A los quince días de lo que yo conversé con él.

El señor VILLANUEVA NÚÑEZ (PP).— ¿Y quién condujo la nave?

El señor BENÍTEZ.— El comandante Luque y el mayor Ríos Bernuy…

El señor PRESIDENTE.— ¿usted se entrevista entonces con Montesinos por segunda vez el 98, cuál es el trato que tiene con él?

El señor BENÍTEZ.—Me pide que yo colabore directamente con mi avioneta, porque yo ya tenía una compañía hecha en Chimbote.

Entonces me dice, mira, es hora de reivindicarte porque ya me has fallado una vez me dice Montesinos.

Pero paralelo a eso, no es porque él va y me busca, sino me levantan como una especie de un secuestro y me llevan donde él estaba, que se encontraba en un restaurante en las afueras de Chimbote y allí me entrevisto con él personalmente y es donde me dice esto: vamos a trabajar, tú vas a lograr ser más grande, vas a tener tu compañía de aviación grande y has entrado al sistema.

Por supuesto yo estaba de lo más tranquilo, confié y creí, y me engatuso, esa es la verdad, y ya estaba adentro que yo no podía hacer ni para acá, ni para allá.

Presté la avioneta hicimos uno, dos y al tercer embarque se me cae la avioneta.

El señor PRESIDENTE.— ¿En donde?

El señor BENÍTEZ.— En Queropapa, en la cordillera esta de un pueblito Quimpirí que está en Huari.

El señor PRESIDENTE.— Ya bueno, ahí se cayó la avioneta, con cuántos kilos?

El señor BENÍTEZ.— Con aproximadamente casi 500 kilos.

El señor PRESIDENTE.— ¿Qué es lo que pasó después?

El señor BENÍTEZ.— Luego de allí salgo yo, me escapo y me voy hacia Estados Unidos.

La DEA sabía de lo que yo estaba porque les cuento qué personas participaron, qué estábamos haciendo y ellos me protegieron en Estados Unidos hasta el 98, sabiendo de toda mi situación de lo que yo estaba.

El señor PRESIDENTE.— Ya la DEA sabía lo de Montesinos, sabía el trato que usted tenía con Montesinos, sabía que Montesinos era el que autorizaba envío de la droga.

El señor BENÍTEZ.— Correcto, todo lo sabían.

Tal es así que el 98, como le digo, el 15 de diciembre, si usted coge inmigraciones acá en Perú, el 15 de diciembre. Perdón, puedo ver mi agenda que está en la otra salita que la he dejado, es que ahí hay bastante información que hay teléfonos.

El 98 viaja Ricardo Abad Mendieta, alias "Papá" como lo conocemos asesor de la DEA, David Klein* y Step Mónaco, viajan a pedidos de que querían que les ayude porque ellos tenían información sobre los hermanos Aybar Cancho que están metidos en el narcotráfico.

Así con ese plan llegaron a Estados Unidos y se entrevistaron conmigo, nos entrevistamos un 17 de diciembre en un hotel en Miami, pero antes de eso para yo mostrar que sí tenía la comunicación con José o con Luis, Arturo juega el papel de que yo le llamo a Arturo y le digo vete a Luis porque ya Luis nos conocía a nosotros, y que le diga que yo estoy en Estados Unidos y que le deje mi teléfono.

Y así Arturo llega a la oficina, se comunica con José pero no lo encuentra allí a Luis.

¿Porque Luis dónde se encontraba?

El señor .— Estaba en Moscú estaba ese tiempo.

El señor BENITEZ.— Ya, ¿y qué me dejan?

El señor .— Voy a la oficina y me entrevisto con José Aybar Cancho. En la oficina le digo: Hola, soy amigo de Luis, acá tengo el teléfono de Oscar.

Justo en ese momento llamaba Luis del extranjero y me pone en línea y me dice oye, pasa esto y le doy el número de teléfono de Oscar y nos quedamos conversando con José y me dice, pasa esto acá, nosotros estamos con el gobierno, una vez al mes yo me reúno con Montesinos, estamos proveyendo el equipo de comunicación y todo esto referente. Ahí es donde me sale a decir que necesitaba gente de confianza para trabajar. Ese fue el primer día.

Yo vuelvo a la semana a las oficinas de nuevo que están acá en el óvalo Grau, la oficina 703 de la Nijon Corporation*. Regreso a la oficina y me dicen que necesitaban un GPS. Para esto yo ya iba enviado por la DEA …

El señor PRESIDENTE.— ¿Qué significa GPS?

El señor .— Es un localizador de satélite. Y yo le digo yo te lo consigo, tengo eso y voy a las oficinas a hablar con David Clane*, que es el agente de DEA, hago mi informe, le digo que necesito un GPS.

Posteriormente en Pucallpa con el agente Pedro Casas se hace entrega de un GPS, propiedad de la DEA.

El señor BENÍTEZ.— Pera eso yo venía hablando desde Estados Unidos ya con Luis y Luis ya para ese entonces había bajado y se encontraba en Barranco Minas. Se estaba tratando de hacer un despacho de 7 toneladas de droga, ellos bombardeaban de Barranco Minas hacia Surinam y ahí esperaban los barcos.

Entonces, para nosotros Surinam ya quedaba al frente para irse hacia Miami.

Entonces, la DEA me dice para qué vamos a perder control, que la droga se nos vaya a filtrar y no vamos a poder cogerlo, pero yo ya había empatado dos carteles y ya no podía dar un paso atrás pero simplemente les dejé a ellos a sus riendas, yo les presenté y les dejé caminando.

La DEA luego empieza a presionarme y a decirme qué es lo que está pasando ahí con el movimiento de los Aybar y le empecé a contar cómo venían trabajando, y con Luis casi todos los días nos hablábamos a los teléfonos satelitales que ya anteriormente le he hecho mención también a usted, pero también puede constar que yo continuamente llamada de mi teléfono, desde Miami, de un teléfono que estaba a mi nombre, a mi compañía que se llamaba Indikeen International, saqué el número de teléfono de la compañía que era el 5846212 y el 2353947.

A través de estos teléfonos se hacían todas las coordinaciones con José y Luis y eso está registrado.

El señor PRESIDENTE.— O sea, a ustedes les complica el hecho de los Aybar Cancho.

El señor BENITEZ.— Así es, señor congresista.

El señor PRESIDENTE.— Cuando, bueno, ya está incluso demostrado que los Aybar Cancho tenían una vinculación con Montesinos. Hay muchas cosas que están aún en el aire sin embargo porque Montesinos sale con Fujimori a una entrevista para tratar de, cuando ya las cosas son muy evidente, cubrirse.

El señor BENITEZ.— Por qué, le voy a decir. Una semana antes me iba a encontrar con Luis, es más consta en grabaciones de la DIRANDRO, esto lo tiene la DIRANDRO. Luis me llama a mi apartamento y me deja un mensaje: Llámame a tal teléfono, y me deja su número de teléfono, está grabado, lo tiene la DIRANDRO y tiene las llamadas que yo he hecho y está en mi atestado.

¿Por qué"? Porque una semana antes de que Montesinos salga a presentar el Plan Siberia yo me iba a encontrar en Quito con Luis porque de ahí íbamos a hacer un embarque y lo que la DEA supuestamente quería era que en Estados Unidos se coja ese embarque y se incaute la droga y se abra el proceso en Estados Unidos para que estos puedan ser extraditados. Ya cuando vieron también la presión mía que yo ya estaba por irme para el Congreso de Estados Unidos.

Entonces, ya a Montesinos no le quedaba otra que solamente salirle al frente y mostrarse como el héroe, como siempre mostraba a sus socios después de haber traficado, después de haber hecho tantas cosas los mostraba como trofeos de guerra para que luego les llegue sus documentos de la CIA de que él está colaborando con el gobierno, de que él estaba acabando con el narcotráfico y así es como ha tenido ha todo el mundo engañando, esa era la forma de trabajar de este individuo.

El señor PRESIDENTE.— Mire, podemos convocarlo para dentro de unos días más, pero quisiéramos específicamente dos temas: uno, el tema Zevallos, usted se informa en Miami a través de la esposa de López Paredes que estaban comprando un avión y que ese avión terminó siendo de Aerocontinente …

El señor BENITEZ.— Así es.

El señor PRESIDENTE.— Usted es responsable de eso, ¿qué tenía que ver Zevallos en todo esto?

El señor BENITEZ.— Justamente la esposa nos contó que Fernando era la persona quien les iba a hacer los fletes en el transporte de esa droga, de lo que ya posteriormente los cogieron.

Pero no, ahí no acaba nada sino que en el mismo Estados Unidos como yo ya tenía a Jorge Chávez Montoya trabajando para la DEA porque empezábamos a cambiar un poco de informaciones y empezamos a incautar distintas compañías aéreas que se dedicaban al transporte de droga.

¿Cómo hacían estas compañías peruanas? Compraban los aviones allá en Estados Unidos, sacaban unas compañías falsas y luego los traían acá a Perú y en Perú armaban otras compañías, sacaban un seguro en Estados Unidos, otro seguro acá en Perú, luego esos aviones los metían a traficar y los hacían desaparecer, cobraban seguro acá, cobraban seguro acá, y luego tenían un avión clandestino traficando.

Entonces, ese tipo de operaciones y que estos aviones servían para el tráfico de drogas incautamos 5 de esos tipos de aviones allá en los Estados Unidos.

Paralelo a eso llega un avión de Aerocontinente al aeropuerto de Opaloca, con la finalidad de ser reparado, para eso Jorge Chávez Montoya estaba haciendo un embarque con Zevallos y la DEA estaba esperando ese avión, pero como siempre Jorge Chávez mucho más hábil, un ex policía, y con el manejo de que el todavía confiaba en la DEA dejó deslizar que la droga se pierda, que desembarcaron y después recién dio la ubicación de dónde estaba el avión y eso lo tiene actuado la DEA, filmaciones, grabaciones, de todo este movimiento.

El señor PRESIDENTE.— Usted afirma, entonces, que todo este asunto del señor Fernando Zevallos también conoce perfectamente la DEA.

El señor BENITEZ.— Así es, señor. Este trabajo fue hecho el 94, más o menos octubre a noviembre del 94.

El señor PRESIDENTE.— ¿Usted ha tenido trato directo con Fernando Zevallos?

El señor BENITEZ.— Sí, tanto en Tarapoto como también acá en Lima porque yo era el hombre muy de confianza de Jorge Chávez Montoya. Estas personas no quieren que yo narre algunas versiones que yo las conozco y por eso me han estado visitando al penal, me han amenazado de matarme y yo les he denunciado.

El señor PRESIDENTE.— ¿Quién?

El señor BENITEZ.— Jorge Chávez Montoya y Juan Abraham Leguía Benzur, porque ellos son socios …

El señor PRESIDENTE.— ¿Son socios de Zevallos?

El señor BENITEZ.— Así mismo, señor, y ya he formulado un atestado en el tercer juzgado que es una denuncia que les he hecho porque estas personas han ido a pedirme también una carta de puño y letra que cambie mis versiones en la cual yo desconozco todo esto, y hay un atestado del tercer juzgado, el 488-2001-26, y ya de este juzgado he denunciado que estas personas me quieren matar y consta en las visitas al Penal de San Jorge que han estado también tratando de ir allá a matarme.

El señor PRESIDENTE.— ¿Y ellos van por encargo de —según su opinión— Fernando Zevallos?

El señor BENITEZ.— No mi opinión directamente de Fernando porque ellos no quieren que yo narre más versiones porque les he mencionado en un cuaderno de arrepentimiento.

El señor PRESIDENTE.— Sí, usted nos ha mencionado que en el cuaderno de arrepentimiento está Zevallos también allí involucrado …

El señor BENITEZ.— Así es, señor …

El señor PRESIDENTE.— Y lo que quería preguntarle era lo siguiente. ¿Específicamente usted ha traficado con Fernando Zevallos?

El señor BENITEZ.— Directamente en lo que es el movimiento de dinero que venía de Estados Unidos hacia acá a Perú, y luego ese dinero era enviado hacia la selva para comprar droga.

El señor PRESIDENTE.— Díganos más o menos en qué año, en qué fechas, qué montos de dinero, quién le entregó y cómo estaba vinculado a Fernando Zevallos.

El señor BENITEZ.— Entre los 90 al 92 tenían la oficina que está en Chinchón, tenía un abogado que se llama Edgar Chirinos Medina. Esta oficina servía para recepcionar el dinero que venía de Miami y que este dinero era entregado en otra oficina que estaba en South Beach, que está al costado del Hotel Sonesta en Miami.

Ahí el cartel dejaba el dinero y luego lo traían y se entregaba en esta oficina de Chinchón. ¿Pero cómo traían el dinero, cómo lo hacían, cuál era la modalidad?

Para esos años Edgar Chirinos era asesor legal de Faucett y entonces como era el asesor legal de la compañía Faucett, a través de las documentaciones que se traía de Estados Unidos de la compañía, se bajaba en maletas y en las cajas el dinero; entonces, con estos movimientos se pierde una maleta de 7 millones de dólares y empieza a haber una vendetta acá en Lima y matan a unas personas acá.

El señor PRESIDENTE.— ¿Quiénes eran esas personas?

El señor BENITEZ.— Matan justamente a Víctor Gonzales porque él era el que estaba garantizando, él fue el que presentó a este señor a Edgar Chirinos.

Entonces, Edgar como también lo tratan de secuestrarlo porque él sabía lo que había hecho, empieza a entregar a la oficina. Entrega a la oficina de Chinchón, una oficina a su nombre la entrega a Jorge Chávez Montoya, a "Polaco".

Luego, posteriormente, esta oficina se la traspasa a Juan Abraham Leguía Benzur y esta oficina está incautada por la DIRANDRO, pero como estas personas, tanto Jorge Chávez Montoya como "Nino", con Abraham Leguía Benzur, han salido absueltos de narcotráfico, de todo han salido absueltos, porque ellos han hecho la compañía, con todos estos dineros se ha hecho la compañía Aeroecontinente porque ellos son también los que han puesto ahí el dinero, son socios con él. Esta es la parte operativa de Fernando, estas personas.

Entonces, han salido absueltos también a pesar de que la policía sabe que son jefes de organización y no quieren que uno siga diciéndoles las cosas como son, pero esta oficina está incautada y si usted puede ver consta en documentos.

El señor PRESIDENTE.— ¿De Chinchón?

El señor BENÍTEZ.— Así es señor, está a media cuadra de Navarrete ¿no?".

DECLARACION DE ARTURO IPARRAGUIRRE GUIMARAEZ[218]

Arturo Iparraguirre Guimarez se encuentra procesado por el delito de narcotráfico, y afirma en su declaración que trabajaba junto con el señor Oscar Benites Linares como parte de una red de informantes que apoyaban a la DEA en sus diversos operativos.

Iparraguirre, afirma que los Aybar Cancho a través de su empresa Nippon Corporation estaban vinculados al narcotráfico y tenían una relación regular con Vladimiro Montesinos Torres. Incluso llega a señalar que en una oportunidad logró ver en las oficinas de Nippon Corporation al general PNP ® Fernando Dianderas.

Sobre Fernando Zevallos Gonzales, Iparraguirre señala que conoce muy bien su relación con el narcotráfico, y que incluso su padre Arturo Iparraguirre Trujillo, también dedicado al tráfico de drogas los conoce a Zevallos como piloto de cargas de droga del Perú hacia Colombia.

Asimismo, afirma que Eudocio Martinez está vinculado con la actividad del narcotráfico. Fue detenido por una requisitoria que había dado lugar esa sindicación el 22 de diciembre del 2000 saliendo de la Embajada de Estados Unidos, después de haberse reunido con el señor Paul Jackes.

Estando privado de su libertad y en trámite su proceso judicial se acogió a la Ley de Arrepentimiento, proporcionando información sobre el seguimiento y captura del número dos de "Trompa de buque" que es un Colombiano que en esos momentos estaban recolectando pasta básica de cocaína para Ecuador. Tenía esta información gracias a sus propios informantes.

Todo su trabajo estaba vinculado al narcotráfico y a la DEA, institución a la que llegó el año 1996 más o menos, por intermedio de Oscar Benítez Linares. Para cumplir sus funciones tenía que estar infiltrado en bandas u organizaciones de narcotraficantes hasta culminar con el trabajo, eso quería decir hasta que se capturen a los integrantes. Recibía una remuneración económica que fluctuaba entre 500 y 1,000 dólares americanos mensuales, además de recibir dinero por cada trabajo cumplido, la entrega de un cabecilla, de armas, por ejemplo, por Lizardo Santillán, alias "Cristal", recibió 20,000 dólares en febrero de 1998, junto con otro arrepentido.

Refiere que ha habido problemas con la DEA, tanto con otros informantes como Oscar Benítez, según refiere que a ellos no les cabe en su cabeza que siendo amigo de Benites no haya tenido conocimiento de los hechos que lo sindican. Pero también las sindicaciones contra Benites son una patraña, prueba de eso es que la DEA misma lo ha entregado a la Dinandro, porque lo citaron a las diez de la mañana a la Embajada y a las once cuando salía del lugar lo detuvieron.

Con Oscar Benites ha estado haciendo trabajos. Él a veces no podía entrar a la selva porque todos conocían que era agente de la DEA, por eso él se infiltraba en reemplazo de Benites, y recopilaba información que luego se lo pasaba.

Entre las informaciones que han recibido de primera mano, refiere que la participación de Vladimiro Montesinos en el narcotráfico era directa. Por ejemplo, tenía conocimiento sobre las acciones de los hermanos Aybar Cancho, el año 1998, por encargo de Oscar Benites fue a sus oficinas a tratar de buscar a Luis Aybar Cancho, porque éste tenía que hablar con Oscar, además porque la DEA sabía que Aybar Cancho estaban metidos en drogas.

A Luis Aybar lo conocía desde el año 92, porque Benites se lo presentó. En 1997 se volvieron a encontrar en un grifo frente a la oficina de su empresa Nippon Corporation que quedaba en la oficina número 703 de un edificio del Ovalo Grau en Lima.

Ese tiempo los Aybar proveían al SIN de equipos de comunicación, teléfonos satelitales, era una muestra de la vinculación directa con Montesinos. José Aybar le dijo también que uno de sus tíos se reunía con Montesinos por lo menos una vez al mes. Esto mismo le dijo José Aybar en el Penal Sarita Colonia, donde además le dijo que siempre entraban al SIN por una puerta posterior.

Dijo que Oscar Benites conoce más sobre los Aybar y Montesinos. Un día en la oficina de éstos vio al General Dianderas entre junio a agosto de 1998. Lo vio y se retiró, porque tenían contactos con uno de sus amigos que le decían "tío Gregorio", que era una persona que había estado anteriormente preso por narcotráfico. Sabía que corría peligro su vida si seguía infiltrado entre los Aybar, porque ellos manejaban gente del SIN de Inteligencia y el estar entre ellos, es buscarse la muerte.

Oscar Benites estaba haciendo su trabajo controlado desde los Estados Unidos. La DEA conoce de esta información, el señor "Teybe Clean" estaba a cargo de este trabajo, con el señor "Estig Mónaco", que eran agentes de la DEA, ellos tienen toda la información sobre los hermanos Aybar, todo lo que ellos han hecho seguimiento durante meses.

Fueron parte de ese engranaje. Pero le causó extrañeza que a Benites lo hayan detenido y luego involucrado en narcotráfico, porque él debió haber salido del Perú asilado hacia los Estados Unidos. Dijo que el año 1992 Benites hizo un operativo en el "Biabo", donde se incautó algo mil 500 kilos de droga; a razón de eso sacaron a toda su familia de Tarapoto y se lo llevaron hacia los Estados Unidos, entonces era sorprendente que luego lo detengan y lo deporten.

Al ser preguntado por algunas personas dijo que conoce vagamente la relación de Eudocio Martínez con el narcotráfico. Eudocio Martínez tiene yerno que es un colombiano, a quien Oscar lo encontró en una oficina en Colombia hace años, en una oficina de un cartel. Es lógico que estén en drogas porque un patrimonio grande no se hace de la noche de la mañana.

Dice que, Elizabeth Rosales conocida como "la gata" era pareja de otro informante de la DEA. Ella dice que estaba haciendo una remesa controlada, eso es falso, pues para hacer una remesa controlada debe haber junta de fiscales, policías, tiene que llevar la droga, controlar, agarrar la organización y justificar las entradas. Ella trabajaba con los policías para robar a la gente, asaltaban a los narcotraficantes, conoce de algunos casos.

Afirma que la DEA tiene conocimiento de los vínculos de Zevallos con el narcotráfico. Zevallos tenía un piloto que le decían Felipón, él hacía vuelos que llevaba la droga. Felipón era su hombre de confianza. Enrique Osambela sabe todo de Fernando Zevallos, sabe el día, fecha, hora, que ha llevado droga, también era su hombre de confianza, era su contador de Fernando Zevallos cuando tenía la Empresa Tausa.

Dijo que no sabe si el ex-congresista Miguel Ciccia tenía algún vínculo con el narcotráfico, pero sabía que su primo o hermano dueño de la Empresa de transporte SIME, estaba lavando dinero con la compra de ómnibuses. La empresa referida va al norte chico.

"El señor PRESIDENTE.— Pero dígame. Usted está acogido a la Ley de Arrepentimiento, usted colabora con esta comisión, ésta es una de las reuniones reservadas ya le he dicho. Lo que nos interesa es eso.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Yo lo que tenía conocimiento era sobre, el año 98, por encargo de Oscar me pide a ver sobre los hermanos Aybar Cancho. Yo fui el que fue a sus oficinas

El señor PRESIDENTE.— El 98.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— El 98.

El señor PRESIDENTE.— El 98, ¿en qué mes?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Exactamente ha sido el 98, enero, febrero, marzo…

El señor PRESIDENTE.— A qué va usted a la oficina de…

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.—De los hermanos Aybar me fui a tratar de buscarle a Luis Aybar Cancho.

El señor PRESIDENTE.— ¿Con qué finalidad?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Con que Oscar quería conversar, colocar los teléfonos, porque es una información que teníamos con la DEA, con la información.

El señor PRESIDENTE.— O sea la DEA sabía que Aybar Cancho estaban metidos en drogas.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— En drogas, todas esas cosas, tráfico de armas.

El señor PRESIDENTE.— ¿ustedes no sabían eso?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— No.

El señor PRESIDENTE.— Ustedes iban por la droga.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Ibamos por la droga a ver.

El señor PRESIDENTE.— Usted fue a tomar contacto para tratar de ver qué es lo sacaba.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Qué es lo que se puede sacar información, como conocíamos de años anteriores, desde el año 92 más o menos, lo conocíamos a Luis Aybar.

El señor PRESIDENTE.— ¿Cómo así lo conocían a Luis Aybar?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Oscar me lo presenta.

El señor PRESIDENTE.— Oscar Benítez se lo presentó, ¿en qué circunstancias? ¿Cómo se lo presentó?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Vinieron a Lima, estuvieron andando con él y fueron a mi casa de pasada, otra persona, y con los años me dijo: siempre nos volvemos a ver el año 97 en un grifo frente a sus empresas", nosotros estábamos en el auto andando y él se nos acercó.

El señor PRESIDENTE.— (ininteligible)

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Luis la Nipón Corporation, la que queda en el sétimo piso 703, la oficina.

El señor PRESIDENTE.— ¿De qué avenida, de que…

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Está en el Ovalo de Grau, edificio SERAN, ahí hemos entrado.

El señor PRESIDENTE.— ¿Y qué aparentaba negociar?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Allí parece una empresa, no había nada, nada, ilegal una oficina, toda una oficina…

El señor PRESIDENTE.— ¿Pero qué se supone que vendía, compraba o…

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— *ersando yo sé que ellos proveían al SIN de equipos de comunicación, teléfonos satelitales, todas esas cosas.

El señor PRESIDENTE.— Es a través de los Canchos, entonces, es que usted se informa que ellos tenían vinculación directa con Montesinos.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Sí, me informo, porque él me dice, José, específicamente, que tiene uno de sus tíos que una vez al mes se reúnen con Vladimiro.

El señor PRESIDENTE.— ¿Quién ese su tío?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— No medio el nombre.

El señor PRESIDENTE.— ¿Un tío de los Aybar Cancho?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Sí, de los Aybar Cancho.

El señor PRESIDENTE.— Que se reunía con Montesinos. ¿Y, Montesinos se reunía con éstos Aybar Cancho?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Sí, se reunían, varias veces se reunían en el SIN, yo lo sé esto por antemano porque yo estaba en Sarita Colonia y ahí estaba José Aybar Cancho llegó y conversábamos con él, que la SIN, él no entraba por la puerta normal, entraba por otra puerta por atrás dice.

El señor PRESIDENTE.— Y cómo es que, entonces, Montesinos tenía esta relación, ustedes logran establecer una vinculación, cómo entran cuando los Aybar Cancho, o sea, con qué pretexto, porque se supone que ustedes…

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— De trabajar, qué se puede hacer, porque mayormente el que conversaba con los Aybar Cancho era Oscar, yo conseguí los teléfonos satelitales, los números, la puse en comunicación y yo me di cuenta ahí en la oficina un día, había gente de Inteligencia, había, estaba Dianderas, incluso.

El señor PRESIDENTE.— El general Dianderas.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Estaba allí, ¿qué pasa acá? Me voy de acá, y para evitar encontrarme con esas personas…

El señor PRESIDENTE.— ¿En qué mes más o menos fue?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Eso ha sido exactamente, espérese, qué mes se me levanta. Más o menos habría sido junio, agosto, del 98.

El señor PRESIDENTE.— Julio, agosto del 98, usted encuentra al general Dianderas en las oficinas de los Aybar Cancho, y, ¿qué hablaban?, ¿qué comentaban?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Yo lo vi y me retiré, porque, porque teníamos contactos con uno de sus amigos que le decíamos al tío Gregorio, que era una persona que ha estado anteriormente preso por narcotráfico, él también se dedicaba al tráfico y los conocíamos.

El señor PRESIDENTE.— Ustedes logran, entonces, establecer menos vínculos con los Aybar Cancho, infiltran a los Aybar Cancho y, ¿cómo estableces que ellos estaban metidos en el narcotráfico?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Eso exactamente lo sabe mucho más que yo es Oscar, porque él trataba con él directamente, hablaba los teléfonos, mi misión fue entregar ahí y abrirme, ¿por qué?, porque sabía que corría peligro, porque ellos manejaban gente del SIN de Inteligencia y al verme yo entre ellos es buscarme la muerte.

El señor PRESIDENTE.— Ya. Pero, ¿es gracias al trabajo que ustedes hacen es que se logra descubrir a los Aybar Cancho?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Estaba haciendo un trabajo controlado desde los Estados Unidos.

El señor PRESIDENTE.— Oscar Meneses estaba en Estados Unidos.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Sí, desde Miami, cuando pasé a comunicación.

El señor PRESIDENTE.— Ya usted era contacto de Benítez acá en el Perú.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Sí, nada más.

El señor PRESIDENTE.— Usted entraba …

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Fui contacto porque la DEA me dijo vamos a hacer este trabajo, lo hicimos con el señor Teybe Clean estaba a cargo de este trabajo, con el señor Estig Mónaco, son agentes de la DEA, ellos tienen toda la información sobre los hermanos Aybar, todo lo que ellos han hecho seguimiento, han hecho todo, meses, mese.

El señor PRESIDENTE.— ¿Ustedes fueron parte de ese engranaje?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Yo fui parte de ese engranaje para crear ahí.

El señor PRESIDENTE.— Usted informaba a Benítez y a…

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Hacía el informe para la DEA.

El señor PRESIDENTE.— Entonces, señor, usted conoce que había una vinculación de los Aybar con el narcotráfico. ¿De las armas conoce usted algo?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— De las armas, de las armas si no sé nada eso.

El señor PRESIDENTE.— ¿Usted no sabe que ellos estaban traficando con armas, ni sabe que estaban vinculados a Montesinos?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— De armas no sé nada, pero sí sabía que vendían instrumentos de inteligencias, equipos de comunicación al SIN.

El señor PRESIDENTE.— Al SIN. Dígame su relación con Eudocio Martínez, con el narcotráfico? No, diga usted lo que tiene que decir.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Yo sé vagamente cosas de ese señor, pero exactamente.

El señor PRESIDENTE.— ¿Usted sabía que había un canje de drogas por algo?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Sí, sabía.

El señor PRESIDENTE.— O sea de acá se iba la droga, se hacía un canje por alto.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Sí, sabía esas cosas, se iban, cómo se llama esta ciudad, a Jordania.

El señor PRESIDENTE.— Llevaban la droga allí.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Sí.

El señor PRESIDENTE.— Llevaban la droga y recogían armas, finalmente, terminaba esas armas ¿donde? ¿En Colombia?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Hacia Colombia, incluso Oscar tiene una ruta cómo salía la droga, de qué puerto embarcaba, todas esas cosas, porque esa información mayormente Oscar la he manejado como la DEA, cumplían hacer contactos.

El señor PRESIDENTE.— Pero usted sabía que se estaba traficando de esa forma, conocía. Y, Eudocio Martínez estaba vinculado con esa cosa.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— ¿Perdón?

El señor PRESIDENTE.— ¿Eudocio Martínez estaba vinculado con esta cosa, con el narcotráfico?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Narcotráficos.

El señor PRESIDENTE.— Él tenía que ver algo?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Tiene yerno que es un colombiano, que Oscar lo encontró en una oficina en Colombia hace años, en una oficina de un cartel, es lógico, un patrimonio de la noche de la mañana, ni que fuera un mago para que tengas un dinero.

El señor PRESIDENTE.— Y dígame, ¿usted supo la vinculación de Fernando Zevallos con el narcotráfico?

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Si lo sé bastante.

El señor PRESIDENTE.— Ya que él si ha estado vinculado.

El señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Claro, incluso mi padre ha tenido un proceso con él en el año ochentaitantos por narcotráfico.

El señor PRESIDENTE.— O sea, su padre también ha estado vinculado.

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Mi padre ha estado, incluso ha estado en la cárcel.

El señor PRESIDENTE.— ¿En qué proceso estuvo con su padre?

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Él ha estado con Fernando Zevallos, ha estado caso, habrá una avioneta que incautaron.

El señor PRESIDENTE.— Cayó la avioneta, aterrizó de emergencia.

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— No, no había intervención policial, no había nadas, simplemente era…

El señor PRESIDENTE.— Ya. ¿Entonces dónde aterrizó la avioneta?

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— La avioneta no hubo, sino que estaban llevando la droga de Progreso a Uchiza, ellos los intervienen en el cruce de Cruz Pampa, división para irse al puerto, intervienen en esta vez a mi padre, a uno de mis tíos Gaudencio y yo tenía 8 años, pero sé la historia completa.

El señor PRESIDENTE.— Usted conoce por intermedio de su padre le contaron, que le intervinieron y allí estaba Zevallos.

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Zevallos era en que manejaba avioneta, el mismo día, llevando la droga todas esas cosas, esa es voz populi todo el mundo lo sabe.

El señor PRESIDENTE.— ¿Donde llevaban la droga?

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— De Uchiza hacía Colombia.

El señor PRESIDENTE.— Entonces, usted sabe que Fernando Zevallos desde ahí tenía vínculos.

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— La DEA tiene…

El señor PRESIDENTE.— Y luego qué supo más. ¿Cómo se llama su padre?

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Arturo Iparraguirre Trujillo.

El señor PRESIDENTE.— ¿Y qué más supo usted en su trabajo con la DEA de Zevallos?

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— De Zevallos, yo no he tenido más información, porque ya no hace sus cosas, hoy lo que es un piloto, tenía un piloto que le decían Felipón, Felipón era uno de sus pilotos, él hacía buenos que llevaba la droga, pero eso es cosa personal que hacían ellos, cada piloto; pero Felipón era su hombre de confianza; Enrique Osambela ése es (6) el que sabe todo, qué día, fecha, hora, qué ha llevado droga.

El señor PRESIDENTE.— ¿Quién es ese individuo?

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Ese era su hombre de confianza, su contador de Fernando Zevallos, cuando tenía la Empresa Tausa.

El señor PRESIDENTE.— ¿Como se llama él?

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Enrique Osambela.

El señor PRESIDENTE.— Enrique Osambela.

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Está yendo al Calla ahorita, vean y saquen la hoja de visita, está yendo a ver a los hermanos Aybar, a José lo está yendo a ver.

El señor PRESIDENTE.— ¿Qué profesión tiene?

EL señor IPARRAGUIRRE GUIMARAES.— Contador, es un señor tendrá cuarentaitantos, usted vea la lista de visitas, que eso le cuesta a ustedes, costará creo 100 soles, un técnico que le saca, lo borran".

DECLARACION DE BRUNO CHIAPPE EBNER[219]

Bruno Chiappe Ebner es un procesado por narcotráfico que está relacionado con el caso de Boris Foguel y de la organización conocida como "Los Camellos". En su declaración del 16 de abril de 2002 ante la Comisión Investigadora señaló que el doctor Javier Corrochano Patrón le refirió que para el caso de los López Paredes le entregó medio millón de dólares a Vladimiro Montesinos Torres y que como éste no devolvió, Corrochano tuvo que hacerlo de sus fondos.

Chiappe también afirma que Vladimiro Montesinos Torres a través del coronel PNP ® Manuel Aivar Marca pretendió que en su atestado que venía brindando en la Dinandro alterara su declaración para involucrar a personas como Fernando Olivera, Lourdes Flores Nano y Moises Heresi.

"El señor PRESIDENTE.— ¿Se acoge a la Ley de Arrepentimiento?

El señor CHIAPPE EBNER.— Sí.

El señor PRESIDENTE.— ¿Qué es lo que hace entrega o dónde logra usted que las autoridades ubiquen droga, por ejemplo?

El señor CHIAPPE EBNER.— En Chincha.

El señor PRESIDENTE.— ¿Usted conocía que ahí había?

El señor CHIAPPE EBNER.— Foguel, cuando voy a cuba, justamente, me cuenta todo eso y que tenía droga escondida y que por favor buscara a un señor Raymundo que era el dueño del Fundo de Chincha y que por favor, que le había apagado todos los teléfonos, que había mandado a toda su gente y que se habían escondido, que ya nadie le contestaba los teléfonos.

No había nadie en su casa, no nada y que por favor si yo lo podía ubicar y me cuenta que, justamente, había llegado una droga, justo, el día 31 a Chincha y le han escondido y que don Felipe y los colombianos estaban que lo llamaban y nadie contestaba los teléfonos, todos los teléfonos apagados.

Entonces, yo me entero de eso y vengo y lo digo acá a las autoridades; es más, creo que hay algo que hasta el día de hoy no se sabe. Cuando descubren la droga en el Callao, la DINANDRO no sabía de quién era la droga en el Callao, sabían que había un cargamento de dos toneladas.

Cuando yo llamo a mi familia y mi familia manda al doctor Corrochano. El doctor Corrochano de cuba mismo llama a Lima a su oficina y pide que le averigüen porque ha habido un problema con un cargamento de una droga y ver si estaban implicado Bruno que era de Boris Foguel. Ahí es donde se enteran que era de Boris Foguel también, porque ellos pensaban que era primero de "Los Norteños" o que era de otras personas.

El señor PRESIDENTE.— ¿Está usted subviniendo que por un desliz del doctor Corrochano se entera la policía que era de Foguel, la droga?

El señor CHIAPPE EBNER.— No un desliz, sino yo al menos le dije que hable y que diga la verdad. Primeramente, yo nunca en mi vida he sido narcotraficante, ni nunca he estado metido e involucrado en ningún problema en mi vida y no tenía necesidades de estar metido en ningún problema de esta naturaleza. No tengo ni antecedentes, ni jamás he conocido a ningún narcotraficante. Nunca he parado con nadie, nadie nunca me ha sindicado.

El señor PRESIDENTE.— ¿Salvo con Foguel?

El señor CHIAPPE EBNER.— Salvo con Foguel que hasta el día de hoy me arrepiento de haberlo conocido.

El señor PRESIDENTE.— Usted, entonces, niega y seguramente ha negado en los diversos lugares donde ha sido interrogado, ¿qué haya sido miembro de "Los Camellos"?

El señor CHIAPPE EBNER.— No es que yo niegue, yo no me considero ni soy parte de una organización, ni soy narcotraficante. Como le dije a la fiscal, que yo haya prestado plata al señor Foguel, se ha comprado dos automóviles, se compró un departamento en el Golf de San Isidro, le presté plata porque quería comprarse otro carro más, un Proler. Esas cosas no las estoy negando y que me ha pagado y que me ha devuelto por partes y después me ha dejado de pagar, también lo he dicho.

El señor PRESIDENTE.— ¿Cómo le afianzaba, cómo le aseguraba, cómo le garantizaba la devolución de su dinero, a qué se dedicaba el señor Foguel, según la versión de usted?

El señor CHIAPPE EBNER.— Bueno, cuando yo lo conocí como todo el mundo lo conocía acá en Lima, que era un gran empresario que había venido de España y que era representante de una marca de vehículos en Panamá, que tenía flota de camiones de transporte en España y que era constructor en España.

Eso es lo que le dice a todos, le dicen el señor Salvador, le dicen Richi, le decía al señor Heresi y a todo Lima y todos creíamos, ciegamente, que era así hasta que después un día él tiene un problema con unos colombianos que vienen a amenazarlo de muerte por un embarque que habían hecho a Bulgaria y que según los colombianos, ese embarque, el señor Foguel lo había recibido en Bulgaria y lo había vendido y no les había dado su dinero a los colombianos. Entonces, los colombianos vinieron a matarlo.

El señor PRESIDENTE.— ¿Eso fue el 98?

El señor CHIAPPE EBNER.— Eso fue el año 98.

Entonces, cuando fueron a matarlo, porque él les decía que la droga había caído y los colombianos no creían porque dicen que no había salido en ningún periódico, entraban a Internet y buscaban y nunca salió en ninguna publicidad de que habían encontrado 600 kilos en Bulgaria.

Por lo tanto, decían que le había engañado al señor Foguel. Cuando lo vienen a matar, él viene asustado llorando y me dice -por favor, préstame 300 mil dólares- que no se los presto porque le digo -mira hermano, tú me estás debiendo plata-

Entonces, ahí me cuenta y me dice -Bruno te quiero contar porque ya te conozco hace un año y pico y creo que hemos hecho una buena amista y yo estoy metido en esto- Yo le dije -qué cosa- y él me dice -ya me voy a salir no voy a estar metido en este negocio, por favor préstame porque me han dado 48 horas para que les de medio millón, si no tienes préstame 300 mil, por favor-

En ese momento, no le dije que no porque se puso a llorar, le dije -déjame consultar a mi mamá, si es que me quiere seguir dando plata y si mi mamá no me presta no te puedo prestar, Boris-

Pero yo no le iba a prestar, solamente fue para tranquilizarlo, nada más. Y de ahí al otro día lo vi y le dije que no, que no le podía prestar dinero. Entonces, él llamó a Colombia al señor don Felipe y le dijo que le prestara por favor, medio millón de dólares. Él le dijo que le prestaba el medio millón de dólares, pero que lo vaya a recoger a España y tal es así que ahí lo manda al señor Luis Astudillo que yo lo conocía como Álvaro y se va a España con su papá, viajan y recogen el dinero.

Yo no conocía a ninguno por sus nombres verdaderos, todos eran apelativos, del único que sabía su nombre verdadero era del señor Foguel.

El señor PRESIDENTE.— El doctor Javier Corrochano, ¿tenía o no tenía vinculación con Foguel?

El señor CHIAPPE EBNER.— Ninguna. Nunca, ni siquiera le ha dicho hola, jamás.

El señor PRESIDENTE.— ¿Usted nunca se percató o supo que entre estos dos personajes había una vinculación?

El señor CHIAPPE EBNER.— No, nunca porque sé que, inclusive, en Cuba se cruzaron en el ascensor y ni siquiera se dirigieron la palabra.

El señor PRESIDENTE.— El señor Foguel ha hecho unas declaraciones, dice que a usted lo conoció en 1996, o sea, no era un año y medio como usted acaba de decir. El 96 en una tienda de autos que queda en Miraflores y que el dueño era Iván Prado.

Y, ¿desde cuándo conoce a Javier Corrochano, lo conoció en persona en abril de este año cuando fue a ver Chiappe a la Habana, eso es verdad?

El señor CHIAPPE EBNER.— Es falso.

El señor PRESIDENTE.— A ver explique usted por qué es falso.

El señor CHIAPPE EBNER.— Porque no lo conoció, Boris quería hablar con Corrochano y Corrochano me dijo -yo no hablo con narcotraficantes- de frente me dijo. Yo le dije -aunque sea escúchalo, Javier- No, me dijo -hermano yo no quiero ni hablar con esa clase de gente-

Que había tenido un problema anteriormente con los López Paredes y me contó su experiencia anterior.

El señor PRESIDENTE.— Cuando me preguntan si este señor Foguel era el cabecilla de "Los Camellos" en el Perú, él dice que esa es una infamia que usted ha creado, ¿cómo contestaría usted a eso?

El señor CHIAPPE EBNER.— Bueno, yo no lo digo lo dicen la autoridades. Es un santo, según él. Pero no es así, ha estado preso por narcotráfico en España, ha asesinado a una persona en Panamá, todo eso ha sido corroborado en Estados Unidos, ha tenido problemas, la DEA lo sabe. El señor Foguel cambia todas sus versiones, tiene como declaraciones diferentes; primero decía que el papá era, el papá también ha estado preso por narcotráfico. Bueno, toda su vida ha sido así, se ha dedicado solamente al narcotráfico él, no sé cómo puede decir que no es; si él es el que vino y organizaba todo acá.

El señor PRESIDENTE.— Bueno, este señor Foguel, lo sindica usted como el cabecilla de "Los Camellos" en el Perú y dice que solo de ese modo podría conseguirse cómo una persona con poder económico y con status oficial con usted, son sus cuentas personales para hacer transferencias millonarias derivadas de narcotráfico.

¿A qué transferencia millonaria se refiere?

El señor CHIAPPE EBNER.— ¿Quién?

El señor PRESIDENTE.— Usted, sus cuentas. Habla de sus cuentas personales.

El señor CHIAPPE EBNER.— No, ninguna cuenta millonaria, que un millón de dólares que le he prestado de 100 mil, 75 mil, 115 mil y me ha ido pagando y después le he vuelto a prestar y me ha pagado porque mi negocio era prestar plata. Pero no son cuentas millonarias.

El señor PRESIDENTE.— Aquí afirma que su vehículo, el vehículo que transportaba la droga sí era de usted.

El señor CHIAPPE EBNER.— Eso es lo que dice él. Bueno, es falso.

El señor PRESIDENTE.— Él sostiene que usted sería protegido por Javier Corrochano, que usted estuvo en todo esto con toda impunidad porque según la versión de Foguel, usted era un protegido de Corrochano y Corrochano era el brazo derecho de Vladimiro Montesinos.

El señor CHIAPPE EBNER.— Eso es falso, porque todo el Perú sabe que el señor Javier Corrochano no estaría metido en eso, y la gente que me conoce a mi también sabe muy que yo nunca he tenido nada que ver y a aparte otra mentira, porque hasta donde yo sé, no puedo corroborarlo, sé que el señor Corrochano con el señor Montesinos estaban peleados desde el año 96.

El señor PRESIDENTE.— Usted dice saber que el señor Corrochano se había peleado con el señor Montesinos desde el 96, ¿por qué razón, le dijo algo sobre eso? (3)

El señor CHIAPPE EBNER.— Corrochano, me contó él mismo que había peleado desde el año 96 con el señor Montesinos por el problema de los López Paredes, porque le había dado un dinero ofreciéndole no sé que beneficios para los señores López Paredes y después no lo cumplió y no quiso devolver el dinero el señor Montesinos. Y Corrochano, según lo que él me cuenta a mi, que él tuvo que devolver todo el dinero de su plata, porque sino le iban a hacer algo a su familia, a sus hijas.

El señor PRESIDENTE.— Se refiere usted, seguramente, al millón de dólares que le dieron los López Paredes, algunos beneficios y que fue coordinado por el señor Corrochano.

El señor CHIAPPE EBNER.— Él me contó que eran 800 mil, no un millón.

El señor PRESIDENTE.— ¿800 mil dólares?

El señor CHIAPPE EBNER.— 800 mil dólares.

El señor PRESIDENTE.— Los 800 mil dólares que le dieron los López Paredes a Corrochano, según usted nos está contando, ¿Corrochano se lo entregó el 96 a Montesinos?

El señor CHIAPPE EBNER.— A mi el doctor Javier Corrochano me contó que le entregó medio millón de dólares al doctor Montesinos. Eso es lo que me dijo a mi, creo que él ha dado otra versión de que creo que fueron 250, no sé; pero cuando él me cuenta a mi, tampoco no tengo porque inventar porque Dios castiga, para empezar, si yo miento.

Lo que él me dijo y yo estoy repitiendo lo que él me dijo, -medio millón de dólares fue lo que yo le entregué y él no me lo quiso devolver- y los López Paredes lo mandaron amenazar y le dijeron que si en 48 horas no devolvía la plata, que se atenga a las consecuencias con sus hijas, no sé que les iba a pasar a sus hijas.

Y él se asustó y lo llamó al señor Montesinos y el señor Montesinos le dijo -yo no voy a devolver nada, si quieres devuélvelo tú-

Y él tuvo que prestarse y devolver no sé de dónde y lo devolvió.

El señor PRESIDENTE.— ¿Cuándo le contó esto Corrochano a usted?

El señor CHIAPPE EBNER.— Eso me lo cuenta en Cuba cuando el señor Foguel quería conversar con él y me dice -yo no converso con narcotraficantes porque en una fecha me pasó este problema- y me contó todo el problema que había tenido.

El señor PRESIDENTE.— O sea, que usted conoce que se había peleado con Montesinos desde el 96.

El señor CHIAPPE EBNER.— Eso es lo que el señor Corrochano me dijo, no lo puedo afirmar porque no lo sé, de repente es mentira, de repente son amigos, de repente no son amigos. Yo le cuento la verdad en lo que yo pueda ayudarles a ustedes en algo.

El señor PRESIDENTE.— Lo que le ha dicho a usted el Corrochano. Nos trasmite lo que Corrochano le ha dicho y, ¿le contó Corrochano en algún momento que lo habían secuestrado, justamente, la banda de los López Paredes, en algún momento lo retuvieron, lo secuestraron para que devolviera el dinero?

El señor CHIAPPE EBNER.— Me contó algo de eso, pero no sé si a él o su hija, pero algo me contó que había de eso.

El señor PRESIDENTE.— Entonces, usted nos puede afirmar que en efecto, Corrochano le dijo que había entregado 500 mil de los 800 mil dólares recibidos de los López Paredes a Montesinos y que éste no los quiso devolver.

El señor CHIAPPE EBNER.— No los quiso devolver, ni los devolvió.

El señor PRESIDENTE.— Y en su caso específico, ¿no tuvo nada que ver, entonces, Montesinos?

El señor CHIAPPE EBNER.— No.

El señor PRESIDENTE.— ¿Defensa?

El señor CHIAPPE EBNER.— No, al contrario, si supiera algo Montesinos le diría, si Montesinos es el queBoris Foguel, qué personas lo visitaban, pero por apelativo por nombres, todo. Se llega a la captura de la gente, se encuentra la droga en Chincha, se descubre todo y todo fue muy favorable y todos mis informes salen positivos.

De acuerdo a ley, siempre estuvo la DEA de por medio. La DEA, inclusive, me ha visitado a mi en varias oportunidades al penal diciendo que ha sido una injusticia lo que se ha cometido conmigo y que creían por qué la gente que colaboraba y que cumplía con la ley no se le daba la Ley N.° 824 Ley de Arrepentimiento, como le ha pasado a un montón de arrepentidos.

Bueno, en mi caso específico, todo mi proceso fue como consta acá en documentos, no porque lo diga yo, ha probado hasta la fiscal Julia Eguía.

Cuando llegó donde la doctora Julia Eguía, yo estaba en Financiera, me habían habilitado un cuarto en la DINANDRO para todo el proceso interrogatorio de la gente, a todos los arrepentidos los tenían en diferentes lugares.

Entonces, llega un señor que decían que era el coronel Ayvar que no lo conocía yo, nunca jamás lo había visto y me dice con un documento que había unas preguntas y unas respuestas. Esto lo he dicho ene veces con pruebas, que yo siempre he pedido que por qué no interrogan a los de la DINANDRO que estuvieron presentes y un fiscal para que vean que lo que yo digo es verdad.

Yo no le estoy diciendo nada de mentiras y le dije que investiguen esta parte, nadie nunca me ha hecho caso. Llega el señor Ayvar y llega con un documento que querían por orden de Montesinos involucrara al señor Moisés Heresi, a la doctora Lourdes Flores Nano y al señor Fernando Olivera; que yo diga que ellos se reunían con el señor Boris Foguel, cosa que es mentira y esto no lo estoy diciendo yo, por eso le repito, había gente de testigos que yo no quise firmar ese documento.

Yo no quise firmar ese documento y yo le dije -yo no firmo nada porque no voy a involucrar a gente que no tiene nada que ver-

Entonces me dijo -entonces, no se te va a dar tu Ley de Arrepentimiento, se te va a fregar-

El señor PRESIDENTE.— Usted se está refiriendo al coronel Manuel Ayvar Marca?

El señor CHIAPPE EBNER.— Sí, a él mismo.

El señor PRESIDENTE.— ¿Él fue quien lo quiso presionar, lo chantajeó, prácticamente?

El señor CHIAPPE EBNER.— Me chantajeó y me dijo que yo firme unas preguntas y unas respuestas que ya me las traían hechas y que eran por orden del doctor Montesinos y que si yo quería la Ley de Arrepentimiento, porque sino se me iba a poner una traba y que no iban a darme mi beneficio.

Yo le dije -mire, coronel, con todo el respeto que usted se merece yo no voy a involucrar a personas que no tienen nada que ver y aparte mi Ley de Arrepentimiento me la merezco y si no me la quieren dar, allá ustedes, no me la den pero yo no voy a involucrar a gente que no tiene nada que ver-

Ahí me enteré que el señor Montesinos tenía algo particular en contra del señor Heresi. No sé qué problemas han tenido anteriormente, no sé si con el señor Heresi o con el padre del señor Heresi. Creo que los dos son de Arequipa, no se, algo han tenido de jóvenes o de muchachos o no sé qué; pero algún pleito han tenido y el señor Montesinos como sea quería hundir al señor Heresi, como lo ha hecho hasta ahora, lo hundió.

No estoy protegiendo al señor Heresi ni lo estoy defendiendo, sino estoy diciendo las cosas como son, la verdad.

El señor PRESIDENTE.— ¿Usted conocía al señor Heresi?

El señor CHIAPPE EBNER.— Sí lo conocía, era amigo de él. No amigo, pero lo conocía por los autos.

El señor PRESIDENTE.— Usted conocía al señor Heresi.

El señor CHIAPPE EBNER.— He dicho la verdad de lo de Heresi, he dicho también que Heresi le estaba vendiendo a Boris Foguel porque era verdad, se han reunido con Boris Foguel. Yo creo que el señor Heresi también debe haber declarado, a menos que esté mintiendo.

Le ha vendido un par de carros también al señor Foguel, en una han utilizado mi nombre, yo no sé si porque el señor Heresi sabía que el señor Foguel estaba en narcotráfico o no estaba y que no quería y dijo -porque cuando yo no le firmo el contrato a él, yo lo pongo a tu nombre pero con el señor, no- Eso le dijo Foguel y eso está declarado también.

Yo no defiendo a nadie acá, las cosas las digo porque son así.

El señor PRESIDENTE.— Usted diga los hechos.

La intención de este coronel Manuel Ayvar Marca, presume usted que era de venganza contra la familia Heresi, ¿qué es lo que quería que usted dijera en su declaración? Exactamente.

El señor CHIAPPE EBNER.— Exactamente, quería que diga yo de que en dos o tres oportunidades en reuniones con Foguel habían estado presentes la señora Lourdes Flores Nano, el señor Fernando Olivera y el señor Moisés Heresi y que habían tocado el tema de bajar dinero de narcotráfico, estando en sus cuentas.

Eso es exactamente, lo que él quería que yo diga y yo jamás me iba a prestar para semejante mentira, jamás. Prefiero quedarme preso, pero no hablar mentiras, tampoco y de ahí salió mi resolución. Justo la señora Eguía, denegándome, porque falta la captura del cabecilla.

El señor PRESIDENTE.— Usted presume que este afán de involucrar a estas personas, a estas personalidades políticas, ¿usted sospechó en algún momento que venía de Montesinos, alguien se lo dijo, cómo lo presumió?

El señor CHIAPPE EBNER.— Ahí estuvo presente mi abogado Ricardo Araujo Gastelú que fue mi abogado en esa época, también me dijo que no firmara nada. Por eso a él también le podrían llamar y consultarle. Estuvo el señor Javier Corrochano, era amigo del señor Manuel Ayvar Marca".

DECLARACION DE WALTER SIFUENTES VELA[220]

Walter Sifuentes Vela fue gobernador de la zona de Campanilla, el espacio desde donde Demetrio Limonier Chávez Peñaherrera (Vaticano) sacaba avionetas con carga de droga hacia Colombia. Sifuentes confirma la presencia de Vladimiro Montesinos en la zona de Campanilla hasta en dos oportunidades para reunirse con "Vaticano", así como el uso de naves del Ejército para el transporte de las bandas del narcotráfico.

Sifuentes señala que en uno de estos momentos Chávez Peñaherrera celebraba su cumpleaños con retraso.

"El señor PRESIDENTE.— Luego volvió usted a Campanilla, ¿en qué año?

El señor SIFUENTES VELA.— Volví a Campanilla el 92.

El señor PRESIDENTE.— ¿Como gobernador?

El señor SIFUENTES VELA.— Como gobernador. O sea, vuelvo yo y nadie quería ser gobernador porque le tenían miedo a Sendero. Entonces, yo vine más para, o sea, cuidar a mis hijos que trabajaban ahí.

El señor PRESIDENTE.— Usted fue entonces para allá, regresó, y justo ese año 92 usted lo vio al señor Montesinos en dos oportunidades. ¿La primera fue en qué circunstancias?

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