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Análisis de estados financieros



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. El análisis financiero
  3. Los usuarios del análisis financiero y sus objetivos
  4. Los estados financieros
  5. Auditoría de estados financieros
  6. Los reportes financieros
  7. Análisis por razones (o ratios)
  8. Conclusiones
  9. Bibliografía

Introducción

Para que una empresa pueda sobrevivir financieramente a los cambiantes mercados financieros, es necesario que las cuentas que se manejen dentro de estas se encuentren organizadas y controladas. Para ello es necesaria la creación de estados financieros dentro de la empresa que reflejen su situación financiera. En estos estados financieros se resumen las cuentas y las actividades financieras de la empresa durante un período de tiempo específico. Los estados financieros se muestran en la primera parte del trabajo

Pero más allá de esto, es necesario analizar estos estados financieros para poder realizar tomas de decisiones acertadas que no pongan en peligro la empresa y sus accionistas y acreedores. Es en esta parte donde entra en juego el análisis de estados financieros, el cual se basa en relaciones entre cuentas reflejadas en los estados financieros, llamados índices o razones financieras, adicionando una comparación entre los resultados del promedio de otras empresas afines y con los históricos de la misma empresa (análisis transversal y longitudinal). También analiza posibles causas que influyeron la aparición de los valores que surgen de la aplicación de las razones financieras. Esto es en sí el contenido del presente trabajo.

El análisis financiero

El análisis financiero se puede definir como el cuerpo de principios y procedimientos empleados en la transformación de la información básica sobre aspectos contables, económicos y financieros en información procesada y útil para la toma de decisiones económicas, tales como inversiones, créditos y la administración de los activos y pasivos de la empresa.

El propósito principal del análisis financiero es proporcionar indicativos y respuestas a preguntas específicas; no constituye un proceso automático o estandarizado y muchas veces su contribución está en una parte de la información no procesada para hacer las preguntas relevantes y guiar la recolección de información adicional necesaria, más que para obtener respuestas definitivas.

Una de las principales fuentes de información de que dispone el analista financiero para llevar a cabo su labor son los estados financieros de la empresa. Gran parte de la información analizada para ayudar a tomar las decisiones de inversión, de préstamo y, en general, de política financiera, está contenida en los estados financieros. De ahí que sea esencial para el análisis comprender el potencial y las deficiencias de esta información.

El analista financiero requiere interpretar y transformar la información financiera en recomendaciones concretas para la toma de decisiones, para lo cual debe dominar el lenguaje contable; sin embargo, no es necesario que el analista sepa cómo elaborar los estados financieros, lo cual es tarea de los contadores, pero sí debe tener un conocimiento general del proceso de preparación, que lo ayude a entender las características de la información.

EL ANÁLISIS DE ESTADOS FINANCIEROS

El análisis de los estados financieros es una técnica de transformación de información que convierte datos e información básica en información procesada e interpretable, útil para la toma de decisiones respecto a las actividades financieras de la empresa. La información empleada no sólo es de carácter contable, sino que además debe incluir información sobre la situación de la industria en que opera la empresa y sus competidores, sobre la situación económica en general, sobre el mercado financiero y monetario y aun sobre el entorno político del país y el impacto que produce en las actividades de la empresa.

Los usuarios del análisis financiero y sus objetivos

Antes de estudiar las diferentes técnicas de análisis financiero, se debe establecer cuáles son los principales usuarios, sus objetivos y las decisiones que toman con la información generada. Para todos ellos será importante evitar presentar información no necesaria e incluir toda aquella que pueda resultar pertinente; este criterio debe ser común a toda técnica de transformación de información. Los principales usuarios del análisis financiero son los inversionistas, acreedores, gerentes o ejecutivos de la empresa y otros usuarios (como los sindicatos obreros y las entidades reguladoras de los mercados, tanto de productos como monetarios y financieros).

Los inversionistas

Son los que proporcionan el capital permanente, quienes se convierten en accionistas comunes o dueños de la empresa; tienen un interés residual en la empresa, en el sentido de que sólo reciben beneficios sobre su inversión luego de haberse satisfecho todos los compromisos financieros de la empresa. Aun en el caso de liquidación de la compañía, esos accionistas sólo tienen derecho a aquella parte del producto de la liquidación de los activos que quede después de haber cancelado las deudas con los empleados, las deudas a corto plazo de suplidores, las deudas con instituciones financieras, tanto a corto como a largo plazos y los compromisos adquiridos con otros proveedores de capital prioritarios o preferentes, satisfechos en ese orden. De ahí que este grupo de usuarios esté interesado en todas las facetas del negocio, su operación, rentabilidad, capacidad para pagar sus compromisos financieros (tanto de corto como de largo plazos), sus fuentes de financiamiento y sus riesgos operativos y financieros. Sus necesidades de información son las más amplias y a pesar de que su principal objetivo lo constituye la rentabilidad de la empresa (siempre y cuando su continuidad esté asegurada), ésta es el resultado final de todas las actividades de la misma y se encuentra influida por los demás componentes de la posición financiera; se interesarán no sólo en la posición financiera de la empresa, sino además en su posición competitiva dentro de la industria en que opera y dentro de la economía en general.

Los inversionistas requieren respuestas a preguntas como las siguientes:

  • a) ¿Cuánto puede esperarse ganar sobre el dinero invertido?

  • b) ¿Qué posibilidades hay de perder parte o la totalidad de la inversión?, ¿en qué condiciones ocurriría esto?

  • c) ¿Es posible obtener rendimientos extraordinarios?

  • d) ¿Puede la empresa subsistir ante las condiciones económicas adversas que se avecinan?

  • e) ¿Podrá la empresa pagar dividendos?, ¿en qué circunstancias podrá hacerlo?, ¿generará efectivo suficiente para pagarlos en efectivo?

  • f) ¿Podrá la empresa autofinanciarse o deberá recurrirse a continuas aportaciones de los accionistas?, ¿es sostenible el crecimiento?

  • g) ¿Obtiene la gerencia el máximo beneficio posible de los recursos que tiene bajo administración?

  • h) ¿Generará la empresa fondos suficientes para hacer frente a sus compromisos financieros?, ¿en qué condiciones se presentarían dificultades?

Como puede observarse, el interés de los inversionistas es muy generalizado, lo cual se comprende si se recuerda que ellos aportan el capital de riesgo, semilla que permite el inicio de la empresa y obtener el financiamiento externo, y que ellos tienen todo que perder.

Los acreedores

Son los proveedores de recursos materiales y financieros a corto y largo plazos, que no tienen un interés en la empresa como inversión, sino que ella representa uno más de sus clientes. El interés fundamental de estos acreedores está en obtener un rendimiento, generalmente preestablecido, como remuneración por el dinero prestado, u obtener beneficios mediante la venta de sus productos, al otorgar crédito con el fin de facilitarla. Para tratar de definir los objetivos de este grupo de usuarios, conviene clasificarlos en dos categorías según el plazo del compromiso. Los de corto plazo son los proveedores de bienes y servicios a crédito, que van desde unos días hasta varios meses; éste es el crédito comercial.

Por otra parte están los acreedores financieros, como los bancos y las sociedades financieras que generalmente conceden préstamos a corto, mediano y largo plazos para el financiamiento de las actividades de la empresa y cobran un interés predeterminado como retribución. Los préstamos a corto plazo, que pueden ser hasta de un año, suelen ser en forma de líneas de crédito, mediante las cuales se pone a disposición de la empresa hasta cierta suma de dinero que puede utilizar cuando la necesite, a cambio de lo cual debe cancelar un porcentaje como comisión de compromiso sobre el monto asignado y otro porcentaje sobre el monto efectivamente utilizado (además suele exigirse que parte del dinero utilizable se deje en depósito en el banco, sin intereses, como balance de compensación); estos préstamos generalmente se emplean para el financiamiento de Activos corrientes y pueden tener la garantía de la solvencia general de la empresa o de sus dueños, o respaldados con artículos del inventario o cuentas por cobrar (más adelante se verá que cuando los préstamos a corto plazo se emplean en el financiamiento de activos productivos a largo plazo, como inmuebles o equipos, a menudo se presentan problemas de liquidez). Los préstamos a mediano y largo plazos normal mente se conceden para el financiamiento de actividades específicas, como la adquisición de Activos fijos; estos préstamos suelen ser con garantía hipotecaria sobre los bienes por adquirirse y pueden realizarse con una tasa de interés fija, por la duración del préstamo, o ajustable, de acuerdo con las tasas del mercado.

Existe también otro tipo de acreedor a mediano y largo plazos, generalmente no identificado, como individuos e instituciones que prestan dinero a la empresa mediante la compra de los instrumentos de deuda negociable (obligaciones o bonos) que la empresa emite en los mercados de capitales. Esta fuente de financiamiento generalmente es por períodos superiores a los cinco años, en los que la empresa se compromete a pagar intereses á una tasa preestablecida, llamada cupón, y a devolver el monto de la emisión, llamado principal, a su madurez o vencimiento (en algunos casos, el método de reintegro del principal es por medio de amortizaciones periódicas, semestrales o anuales). Estos instrumentos pueden estar avalados por la solvencia general de la empresa, llamadas obligaciones quirografarias, o por algunos activos en particular o en general, denominados obligaciones hipotecarias.

Del enfoque anterior se desprende que el principal interés de los acreedores está en recuperar el monto del dinero comprometido y el cobro de una cuota por los servicios prestados por el capital, en forma de un interés o pago periódico. Su preocupación fundamental estará en la capacidad de pago de la empresa, es decir, en las perspectivas de generación de efectivo, ya sea en el corto o en el largo plazos, con que la empresa espera contar para hacer frente a sus obligaciones. En los casos de préstamos con garantía hipotecaria, también se preocuparán por la calidad y cantidad de los activos dados en garantía.

La anterior es la diferencia fundamental entre el acreedor y el inversionista o propietario. Los primeros sólo se preocupan por recuperar su capital y un beneficio predeterminado, en un plazo específico, mientras que los segundos se preocupan por la totalidad de las facetas del negocio, con una visión que se extiende más allá de un periodo determinado. Cuando cobra, el acreedor cobra lo mismo independientemente de la prosperidad del negocio, en tanto que el accionista o propietario riere un rendimiento variable, no conocido de antemano, pero que en general se espera que, a largo plazo, exceda el rendimiento de los acreedores, para compensar el riesgo adicional en que se incurre de no saber exactamente cuándo se obtendrá la retribución ni cuál será su monto.

Los acreedores necesitan respuestas a preguntas como las siguientes:

  • a) ¿A qué se debe la necesidad de este préstamo y en qué forma se utilizará?, ¿por cuánto tiempo permanecerá esta necesidad?

  • b) ¿Es posible que la empresa cancele los intereses y el principal a su debido tiempo?, ¿cuáles son las perspectivas de generación de efectivo durante el periodo del préstamo?

  • c) ¿Cómo se han cancelado las deudas en el pasado?, ¿han debido renovarse por falta de efectivo?

  • d) En caso de que la empresa encuentre dificultades para pagar sus compromisos, ¿son liquidables algunos activos?, ¿pueden obtener dinero prestado de otras fuentes o recurrir a los accionistas o dueños?, ¿cuál es su capacidad de maniobra?

  • e) ¿En qué condiciones tendría la empresa dificultades para cumplir sus compromisos?

En resumen, el acreedor a corto plazo estará interesado fundamentalmente en la liquidez de la empresa, o sea, en la capacidad para pagar sus obligaciones a corto plazo, ya sea con recursos disponibles o con los que se generarán a corto plazo; el acreedor de mediano y largo plazos estará interesado en la solvencia de la empresa, o sea, en la capacidad para generar ingresos o para obtener recursos de otras fuentes en los próximos meses o años para cancelar sus compromisos.

La gerencia

Evidentemente, la gerencia estará interesada en todos los aspectos del negocio y tendrá los mismos intereses que los accionistas o dueños, que con frecuencia son la misma persona. Además, la gerencia deseará medir la eficiencia con la que se manejan algunos activos, para evaluar la actuación de las diferentes unidades que los administran, como son los departamentos de crédito (cuentas por cobrar), producción (inventario), Activos fijos (planta), etc. Obviamente, el análisis de estados financieros ayudará a la gerencia en su labor de manejo de la empresa; sin embargo, cabe destacar que la gerencia no depende exclusivamente de esta información como dependen otros usuarios, sino que tiene información financiera y operativa desagregada en forma casi continua y aun de manera exclusiva. Esto le permitirá evaluar todas las actividades en una forma más completa que cualquier ente externo y posiblemente los estados financieros de uso público no proporcionen información adicional. De ahí que parte del interés para la gerencia en el análisis de esos estados financieros sea poder ver a la empresa como la ven los accionistas o propietarios, los acreedores, los proveedores, el sindicato, las entidades reguladoras, etc., y así determinar las acciones necesarias para colocarla en las condiciones que se crea deseen verla los usuarios de la información.

Otros usuarios

Existen otros grupos de usuarios que también podrían interesarse en los resultados del análisis financiero; por ejemplo, el sindicato que agrupa a los trabajadores de la empresa podría analizar los estados financieros de la empresa, en preparación a sus negociaciones de contrato colectivo para ver hasta dónde podría exigir, en términos económicos, sin comprometer la situación financiera de la empresa, o qué demandas de tipo económico son las más aceptables por el impacto que tienen en los indicadores de la salud financiera de la empresa, o sea, cuáles pueden sacrificarse un poco sin comprometerse. Para estos usuarios, también sería de suma importancia analizar el efecto de sus demandas sobre la situación financiera proyectada para los próximos años.

Otro grupo potencial de usuarios son las entidades reguladoras de la actividad económica, como las autoridades fiscales y los organismos controladores de precios y de la actividad del mercado financiero y de capitales; por ejemplo, a un organismo regulador de precios debería interesarle el análisis de la rentabilidad de la empresa y el impacto que tienen los cambios en los niveles de precios que cobra por sus productos o que debe pagar por sus insumos, sobre la situación financiera y la factibilidad de que en esas condiciones la empresa continúe recibiendo las aportaciones de capital y financiamiento externo necesarias para proseguir sus actividades. A la entidad reguladora del mercado de capitales (comisión de valores y bolsas o superintendencia de compañías anónimas) le interesa tener una visión global de la situación financiera de las empresas que hacen oferta pública de sus valores, aun cuando no opinen sobre esa situación, pero sí deben mantenerse informados para evitar que empresas financieramente irresponsables concurran a ese mercado y comprometan la credibilidad del mismo como canalizador de recursos. Una de las principales responsabilidades de estas entidades es proteger los intereses de los inversionistas que canalizan sus recursos a través de ese mercado. Por ello, no es sorprendente que en un gran número de países, estas entidades dictan las normas a seguir para la elaboración de los estados financieros y, en algunos casos, comparten esa responsabilidad con las organizaciones de contadores públicos o las agrupaciones de auditores independientes.

Los estados financieros

Los estados financieros de una empresa o institución constituyen un resumen de información, expresada en términos financieros, relativa a las actividades operativas, directas o indirectas llevadas a cabo durante algún periodo predeterminado. Este resumen suele presentar información sobre la posición financiera, o sea, un listado del valor de los bienes y derechos que la empresa posee, y un listado de los créditos que la empresa tiene con terceros, incluyendo los montos del capital aportados por los accionistas o dueños de la empresa. Esta información se presenta para un momento dado, razón por la cual presenta la posición. Los estados financieros incluyen además un resumen, en términos financieros, de las transacciones que ha efectuado la empresa durante un periodo con los bienes o servicios que manufactura o comercializa. Por último, normalmente se presenta un estado financiero que resume los cambios habidos de un periodo a otro en la situación financiera de la empresa, o sea, un listado de los cambios en la posición de bienes y derechos y en la posición de los créditos y del capital.

La información contenida en los estados financieros la emplean un grupo diverso de usuarios en la toma de decisiones económicas respecto a la empresa. Entre esos usuarios, presentes o potenciales, se pueden mencionar los siguientes: propietarios o inversionistas, acreedores, suplidores, empleados, gerentes de la empresa, analistas financieros, corredores de bolsa, agentes de colocación de acciones, bolsas de valores, autoridades fiscales y de regulación, abogados, sindicatos, asociaciones de comercio, fuentes informativas y clientes de la empresa. Cada grupo tiene necesidades de información diferentes y, obviamente, para suministrar información que satisfaga todas esas necesidades, sería preciso presentar tal cantidad que perdería gran parte de su utilidad. Por ello, en la elaboración de los estados financieros se dan prioridades a las necesidades de los grupos de usuarios que con mayor frecuencia recurren a esta fuente de información para la toma de sus decisiones. Tales grupos están constituidos por los inversionistas, los acreedores y la gerencia, la cual dispone de otras fuentes adicionales de información y no requiere específicamente de los estados financieros; no obstante, constituyen la fuente de información básica, así como la imagen pública de la empresa que administran.

Objetivos de los estados financieros

En recientes estudios sobre los objetivos de la información financiera de reporte público, se han establecido como objetivos básicos los siguientes:

  • 1. Los estados financieros deben presentar información útil a los inversionistas y acreedores, presentes y potenciales, para sus decisiones de inversión y préstamo a la empresa; asimismo, deben ser entendibles para quienes poseen un conocimiento tanto de las actividades comerciales y económicas, como de contabilidad, y que dispongan del tiempo y del esfuerzo necesario para estudiarlos.

  • 2. Los estados financieros deben proporcionar información que ayude a establecer las posibilidades de recibir efectivo por dividendos, intereses y por la venta, entrega o vencimiento de valores o préstamos. Estas posibilidades se ven afectadas por: a) la habilidad de la empresa para obtener suficiente efectivo de sus operaciones productivas y financieras a fin de cubrir sus obligaciones de pago y otras necesidades de efectivo, para reinvertir en recursos y actividades productivas y para pagar intereses y dividendos; y b) las percepciones de los inversionistas y acreedores en general acerca de esa habilidad, las cuales afectan los precios relativos de los valores de la empresa en el mercado. Así, la contabilidad financiera y los estados financieros deben proporcionar información que ayude a los inversionistas y acreedores a evaluar las posibilidades de la empresa de obtener entradas netas de efectivo, mediante sus actividades productivas y financieras.

  • 3. Los estados financieros deben proporcionar información acerca de los recursos económicos de la empresa, que son las fuentes potenciales de entradas de efectivo; acerca de sus obligaciones de transferir recursos a otros, que son las causas potenciales de salida de efectivo; y acerca de las ganancias, que son resultados de sus operaciones y de otras actividades que afectan a la empresa. Dado que esta información es útil a inversionistas y acreedores, para establecer la habilidad de la empresa tanto para pagar dividendos e intereses como para cancelar las obligaciones al vencimiento, ésta debe ser el centro de la contabilidad financiera y de los estados financieros.

Si bien éstos son objetivos "idealizados" y no se cumplen a plenitud en los estados financieros elaborados en la actualidad, es conveniente estar al tanto de los mismos a fin de entender mejor su utilidad y, en particular, sus limitaciones.

Estados financieros básicos

Los cuatro estados financieros básicos son: estado de resultados, balance general, estado de utilidades retenidas y estado de cambios en lo posición financiera.

Nuestro principal objetivo en esta sección es el de comprender la información presentada en los cuatro estados financieros básicos requeridos. Tales estados, incluidos en el informe a los accionistas de 1994 de una empresa hipotética, la Baker Corporation, son presentados y analizados a continuación. Además, se describen brevemente los procedimientos para consolidar estados financieros internacionales.

Estado de resultados

El estado de resultados proporciona un resumen financiero de las actividades de la empresa durante un periodo específico. Lo más común es que los estados de resultados comprendan un periodo de un año, el cual termina en una fecha determinada, por lo general el 31 de diciembre del año en curso. (Muchas empresas grandes operan sobre un ciclo financiero de 12 meses, año fiscal o ejercicio montado, que termina en una fecha diferente del 31 de diciembre). Además, resulta típico que se elaboren estados de resultados mensuales para uso de la administración, a fin de contar con informes trimestrales disponibles para los accionistas de las corporaciones de propiedad pública (con amplio número de accionistas).

El informe comienza con los ingresos por venta —la cantidad total de ventas en unidades monetarias durante el periodo— a partir del cual se deduce el costo de mercancías vendidas. El renglón resultante, utilidades brutas, representa el monto restante para cumplir con los costos operativos, financieros y tributarios, después de satisfacer los costos de producción o adquisición de los productos vendidos. Siguen los gastos de operación, que comprenden los gastos de comercialización (ventas), generales y administrativos y por concepto de depreciación, los cuales se deducen a partir de las utilidades brutas. Las utilidades de operación resultantes son las utilidades percibidas por producir y vender los productos; no se consideran los costos financieros ni los impuestos. (Las utilidades de operación son con frecuencia llamadas utilidades antes de intereses e impuestos o UAII. A continuación el costo financiero —gasto por intereses— es sustraído de las utilidades de operación, con el fin de obtener las utilidades netas antes de impuestos.

Después de aplicar las tasas tributarias adecuadas a las utilidades antes de impuestos, se calculan éstas y se deducen para determinar las utilidades netas después de impuestos. A continuación, cualesquiera dividendos de acciones preferentes deben ser sustraídos de las utilidades netas después de impuestos, a fin de obtener las utilidades disponibles para los accionistas comunes. Ésta es la cantidad ganada por la empresa a favor de los accionistas comunes durante el periodo. Al dividir las utilidades disponibles para los accionistas comunes entre el número de acciones comunes en circulación se obtienen las utilidades por acción (UPA). Las UPA representan el monto percibido durante el periodo sobre cada acción común en circulación de la empresa.

Balance general

El balance general presenta un informe breve que indica la posición financiera de la empresa en un punto en el tiempo determinado. En éste se comparan los activos de la empresa (lo que ésta posee) contra su financiamiento, que puede ser pasivo (lo que debe) o capital (lo que fue proporcionado por los propietarios). Muestran una variedad de activo, pasivos (deuda) y cuentas de capital. Se hace una importante distinción entre los activos y pasivos a corto y a largo plazo. Los activos circulantes y pasivos a corto plazo (o circulantes) son recursos a corto plazo. Esto significa que se espera sean convertidos en efectivo al término de un año o menos. Todos los demás activos y pasivos, junto con el capital contable, el cual se asume como poseedor de una vida infinita, son considerados de largo plazo o fijos, debido a que se espera que éstos permanezcan en los libros de la empresa durante un año o más.

Como es costumbre, los activos se jerarquizan comenzando con los más líquidos y descendiendo hasta los menos líquidos. Los activos circulantes, por tanto, preceden a los activos fijos. Los valores negociables representan inversiones muy líquidas a corto plazo, como certificados del Tesoro o certificados de depósito, poseídos por la empresa. Debido a su naturaleza de gran liquidez, los valores negociables son vistos con frecuencia como una forma de efectivo. Las cuentas por cobrar representan la cantidad total de dinero adeudada a la empresa por concepto de ventas realizadas a crédito. Los inventarios comprenden las materias primas, los bienes en proceso (mercancías parcial mente terminadas) y bienes terminados poseídos por la empresa. El renglón de activos fijos brutos consiste en el costo original de todos los activos fijos (de largo plazo) poseídos por la empresa. Los activos fijos netos representan la diferencia existente entre los activos fijos brutos y la depreciación acumulada, es decir, los gastos totales registrados para la depreciación de los activos fijos. (El valor neto de los activos fijos se conoce como su valor contable o en libros.)

Al igual que los activos, los pasivos y las cuentas de capital se clasifican de corto a largo plazo en el balance general. Los pasivos a corto plazo constan de: cuentas por pagar, montos adeudados por compras a crédito de la empresa; documentos por pagar que son préstamos a corto plazo, por lo general de bancos comerciales, y pasivos acumulados o devengados, que son cantidades adeudadas por servicios de los cuales una factura no será o podrá no ser recibida. (Los ejemplos de pasivos acumulados comprenden los impuestos adeudados al gobierno y los salarios de los empleados). El pasivo a largo plazo representa las deudas cuyo pago no se encuentra pendiente para el año en curso. El capital contable se refiere a las aportaciones de los accionistas. El renglón de acciones preferentes muestra los ingresos históricos de la venta de acciones preferentes. A continuación, la cantidad pagada por los compradores originales de acciones comunes es mostrada por dos renglones; acciones comunes y capital pagado en exceso del valor nomina sobre estas acciones. El renglón de acciones comunes es el valor nominal de las mismas, un valor por acción asignado de manera arbitraria, usado primariamente con fines contables. El capital pagado en exceso del valor nominal representa el monto de ingresos en exceso del valor nominal provenientes de la venta original de acciones comunes. La suma de las cuentas de acciones comunes y de capital pagado, dividida entre el número de acciones en circulación, resulta en el precio original por acción recibido por la empresa sobre una emisión de acciones comunes. Finalmente, las utilidades retenidas representan el total acumulado de todas las utilidades retenidas y reinvertidas en la empresa desde su inicio. Es importante reconocer que las utilidades retenidas no son efectivo, sino que mas bien ya han sido utilizadas para financiar los activos de la empresa.

Estado de utilidades retenidas.

El estado de utilidades retenidas reconcilia el ingreso neto obtenido durante un año determinado y cualesquiera dividendos pagados en efectivo, con el cambio en las utilidades retenidas entre el principio y el final de ese mismo año.

Estado de cambios en la posición financiera (o de flujos de efectivo)

El estado de cambios en la posición financiera (o de flujos de efectivo) proporciona un resumen de los flujos de efectivo durante un periodo específico, por lo común el año recién terminado. Dicho estado, que en ocasiones es llamado "estado de origen y aplicación de recursos", proporciona una visión dentro de los flujos de efectivo operativos, de inversión y financieros de la empresa, además hace cuadrar a éstos con los cambios en su efectivo y en sus valores negociables durante el periodo en cuestión. De cualquier manera, antes de tratar la elaboración de este estado, sería útil comprender diversos aspectos de la depreciación.

Auditoría de estados financieros

En virtud de que los estados financieros son elaborados internamente en la empresa, pero con objeto de examen y análisis por instituciones o personas no pertenecientes a la negociación, como bancos, accionistas, gobierno, etc., se requiere un ente independiente que verifique la conformidad de la información procesada con los principios de contabilidad generalmente aceptadas ó PCGA.

El auditor externo, generalmente una empresa de contadores públicos autorizados (CPA), examina los estados financieros elaborados por la empresa para asegurar la conformidad con los PCGA.

Al cierre del año fiscal de la empresa se elaboran los estados financieros que luego son sometidos a una serie de exámenes y pruebas, en una auditoría, siguiendo ciertos procedimientos estandarizados, para de terminar si se han seguido de manera consistente los PCGA en su elaboración o, en caso de que haya alguna discrepancia, tanto de principios como de lo adecuado de una opción dentro de esos principios emitir una opinión.

Opinión de los auditores

La opinión de los auditores constituye la primera página de los esta dos financieros auditados, y suele ser bastante estándar. El primer párrafo define la tarea que se ha llevado a cabo; por ejemplo:

Hemos examinado los Balances generales comparativos de la "Compañía Interamericana de Manufacturas", para los años 19X1 y 19X2, y los Estados de rendimientos y de cambios en la situación financiera para el año 19X2. Nuestro examen se efectuó de acuerdo con los principios de auditoría generalmente aceptados e incluyó los exámenes de los registros contables y otros procedimientos de auditoría considerados necesarios.

El segundo párrafo es el de opinión, en el cual se afirma que se han seguido los PCGA o, en su defecto, que se han encontrado discrepancias, las cuales se describirían en los párrafos siguientes; por ejemplo:

En nuestra opinión, los mencionados financieros presentan adecuadamente la posición financiera de la "Compañía Interamericana de Manufacturas" al 31 de diciembre de 19X1 y 19X2, y los resultados de sus operaciones y cambios en la posición financiera para el año 19X2, y han sido elaborados de acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados, aplicados en forma congruente con el año anterior.

Los estados financieros con esta opinión se llaman no calificados o limpios. En caso de que los auditores emitieran alguna "calificación", ésta se elaboraría en párrafos subsiguientes y entonces serían estados financieros calificados. Una calificación podría ser:

En nuestra opinión, los mencionados estados financieros presentan adecuadamente…………………………………………………………………………………………………….

con excepción del reavalúo efectuado en los términos que se detalla en la nota 8 de pie de los estados financieros, práctica que no está de acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados hasta la fecha.

Al final de este párrafo, a veces se encuentra la opinión de los auditores en cuanto a la calificación, que podría ser:

…pero con lo cual concurrimos porque consideramos presenta en forma más adecuada la situación financiera de la empresa.

En la práctica, es difícil encontrar empresas que hagan oferta pública de sus valores (acciones o bonos) y elaboren estados financieros auditados calificados sin la concurrencia de los auditores, ya que muy probablemente se modificarían antes de sacarlos a la luz pública con la calificación. Tampoco es común encontrar estados financieros auditados con opinión adversa, en la cual se diga, por ejemplo, que:

…no presentan adecuadamente la situación financiera…

Es aún menos común encontrar opiniones sin opinión, en las cuales se exprese que:

…no ha sido posible determinar la aplicación de los principios de contabilidad generalmente aceptados por deficiencias en los sistemas de recopilación de información con lo que…

En ambos casos, los auditores deben expandir la explicación de las razones por las cuales se emiten tales opiniones.

Qué no dice la opinión

Es fácil entender el contexto de la opinión de los auditores, pero existe mucha confusión en cuanto a lo que no dice. En particular, la opinión no es:

  • a) Una opinión sobre las condiciones financieras de la empresa. Es sólo una opinión sobre la preparación y presentación de las condiciones financieras.

  • b) Una opinión sobre lo adecuado de la administración financiera de la empresa.

  • c) Una opinión sobre lo adecuado de las opciones, dentro de los PCGA, que la empresa ha utilizado.

  • d) Una opinión sobre la calidad de la información financiera suministrada por la empresa.

  • e) Una opinión que indica que todas las transacciones de la empresa han sido registradas en las cuentas correctas.

Puede verse que la opinión sencillamente expresa que la preparación de la información ha seguido los PCGA, nada más ni nada menos.

Los reportes financieros

Un paquete de información financiera contiene el Balance general, el Estado de rendimientos, el Estado de cambios en la situación financiera, el Estado de cambios en la cuenta de Patrimonio y un conjunto de notas explicativas a estos estados financieros.

Cuando esta información financiera se prepara como reporte anual de las actividades de la empresa, contiene los estados mencionados para los dos últimos años, incluyendo en las notas información complementaria referente, en su mayoría, al último año; suele contener, además, algún resumen de los balances generales y estados de rendimientos para lo últimos cinco años. Cuando la información se prepara como complemento a la información general acerca de las actividades de la empresa, en prospectos de emisión de títulos valores, se incluye la información para los últimos cinco años, y a veces hasta diez años, juntamente con información financiera no contable, como las cotizaciones bursátiles, transacciones de las acciones de la empresa en el mercado de valores y todo tipo de información acerca de las relaciones de la empresa con sus acreedores bancarios, empresas subsidiarias, la gerencia de la empresa, etc. Estos prospectos de emisión de títulos valores suelen ser la mejor fuente de información financiera acerca de la empresa.

Para los fines de reportes internos, dentro del periodo contable, el paquete de información financiera solamente incluye el Balance general y el Estado de rendimientos, con algunas notas explicativas. Sólo en el caso de empresas bancarias, estos reportes suelen ser más completos y pueden llegar a contener información del mismo tipo que la de los reportes anuales.

Las notas explicativas de los estados financieros, cuando están bien elaboradas, contienen una gran cantidad de información de utilidad para el análisis financiero de la empresa. En los últimos años, la tendencia ha sido hacia la expansión del detalle proporcionado en estas notas, en particular para las empresas que hacen oferta pública de sus valores. Este conjunto de notas contiene, en general, la información siguiente:

  • a) Resumen de la práctica contable respecto a los principales rubros: consolidación, valores e inversiones, inmuebles, planta y equipo, inventarios, impuestos diferidos, apartados para prestaciones sociales, etc.

  • b) Detalle de los Activos fijos, en que se indican tipos y montos de los activos.

  • c) Detalle de las inversiones en subsidiarias, en que se indican los nombres y montos poseídos de cada una, así como de las transacciones efectuadas con éstas (en forma agregada).

  • d) Detalle de la deuda a largo plazo, en que se señalan los montos y acreedores de cada compromiso, condiciones y vencimiento. En particular se detallan las restricciones que estas deudas tengan sobre las operaciones de la empresa.

  • e) Detalle de las reservas de capital.

  • f) Descripción y montos del Pasivo contingente.

  • g) Descripción y montos de los compromisos contractuales: de construcción, arriendo, suministro de materia prima, asesoría, etc.

  • h) Restricciones legales o contractuales sobre las actividades de la empresa.

  • i) Saldos y pagos del Impuesto sobre la renta.

  • j) Descripción de otras actividades pasadas o futuras que puedan tener algún efecto directo sobre la operación de la empresa (eventos subsiguientes).

Análisis por razones (o ratios)

El análisis por razones (o por ratios, como también se le conoce) consiste en tratar de inferir algunas características de la operación de la empresa, mediante el estudio de razones o cocientes entre dos cuentas o agrupaciones de cuentas, ya sean del Balance general, del Estado de rendimientos o de ambos. Al calcular el cociente, se trata de relacionar en forma directa ciertas cuentas que puedan tener alguna relación y que, en consecuencia, tengan algún significado en términos de la situación financiera de la empresa. Al calcular estos cocientes, en algunos casos se pretende eliminar el efecto del tamaño de la empresa para hacerla comparable con otras de su industria, así como permitir la comparación de sus estados financieros a través del tiempo en que ha evolucionado el tamaño de la empresa; en otros casos, el cálculo de razones pretende ver de qué manera ha variado una cuenta como consecuencia de la evolución que haya experimentado otra, bajo el supuesto de que estén relacionadas entre sí y de que esa relación tenga importancia en el establecimiento de la situación financiera de la empresa.

El análisis de razones no es exclusivo del análisis financiero, aun cuando aquí se emplea con más frecuencia este instrumento. En algunas otras disciplinas se han utilizado las razones o ratios, particularmente al empezar su desarrollo. En ingeniería, las dimensiones de una obra o las características de un proceso se especificaban, y aún se hace, mediante razones; por ejemplo, altura/diámetro de una columna o proporción de un componente a otro en un proceso químico. Incluso en biología y medicina, las características ideales o deseables de un ser viviente o de sus componentes se expresan en forma de proporciones; sin embargo, a medida que estas ciencias progresan, se recurre cada vez menos a relaciones simplistas, como las razones, y se sustituyen por relaciones más complejas, como fórmulas no lineales o gráficas, que incluyen simultáneamente muchas variables o características.

En principio, se puede llevar a cabo un análisis por razones mediante el cálculo del cociente de una cuenta sobre otra a diestra y siniestra. Si se tiene un Balance general y un Estado de rendimientos con un total de 20 cuentas, se podrían calcular hasta 190 razones con sólo las cuentas originales; si a esto se añaden cuentas combinadas, como la suma de varias cuentas o la diferencia de otras, se podría determinar un número casi ilimitado de razones. Obviamente, gran cantidad de estas razones resultarían inútiles por no poderse interpretar y otras muchas lo serían por resultar redundantes, ya que contendrían información que se puede encontrar en un grupo más reducido de razones básicas. De esta consideración se concluye que el objetivo del análisis no es calcular una gran cantidad de razones bajo la premisa de que cuantas más sean es mejor, sino centrarse en un conjunto básico, lo menor posible, en el que cada razón contiene información no sólo pertinente, sino también no repetida.

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