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La filosofía como instrumento de reflexión ética



  1. Ética como disciplina filosófica
  2. Concepto de ética
  3. Relación entre la ética y la moral
  4. La ética como teoría de la moral
  5. Definición de la moral
  6. Bibliografía

En el presente producto se integran los elementos de los siguientes acuerdos 444 y 447 que constituyen el (SNB, con el objetivo de establecer la vinculación entre el Bachillerato General por Competencias y el Marco Curricular Común (MCC).

Este producto tiene una prioridad que el alumno de sexto semestre construya su capacidad como ser ético mediante la reflexión, con la finalidad de poder argumentar de manera formal y plena madurez su comportamiento moral, y su postura ante los retos y problemas que se desarrollan en su contexto, desde un enfoque ético y moral.

Una de las prioridades centrales de la RIEMS y de la educación es, que el estudiante adquiera las competencias necesarias para enfrentarse al mundo con mejores recursos y en distintos contextos, pero a su vez el profesor tiene un papel protagónico, prepararse y actualizarse en el enfoque constructivista de la educación, por lo que es necesario cambiar el paradigma tradicional de la educación que tiene una rigidez en su Currículo, donde se centra la enseñanza, desvinculándose de la realidad, se cae en la memorización, descontextualiza al estudiante de su entorno, permitiendo la acumulación improductiva de conocimientos dispersos, muchos de ellos con frecuencia de baja o nula utilidad, la RIEMS, visualiza la educación con un MCC flexible, abierto, donde la educación está centrada en el aprendizaje, durante toda la vida, vinculándose con la realidad, donde los estudiantes pondrán en la práctica los conocimientos adquiridos, integrando el saber, el saber hacer y el saber ser con el saber convivir, facilitando y fomentando el desarrollo individual y grupal de competencias.

La filosofía es una actividad humana por excelencia; aún sin darnos cuenta filosofamos, ni siquiera nos enteramos en qué momento de nuestra vida comenzamos a hacerlo (llega junto con el entendimiento).

El tener herramientas que faciliten la reflexión y el poder crear alternativas de solución al variado y complejo contexto en el cual el estudiante de preparatoria vive, e interactúa, hacen posible que tengan una visión más amplia, con un sentido hacia la vida de mayor responsabilidad y compromiso, como, personas que necesitan estar en el medio en el que se desenvuelven.

Ética como disciplina filosófica

La ética, conjuntamente con la estética, constituye el fundamento de la axiología o ciencia de los valores. Se define la ética como una disciplina de la filosofía que estudia el "deber ser" del comportamiento humano. La ética se ocupa de normar lo que los individuos deben hacer en su interacción social; es decir, indica qué es "lo bueno" y "lo malo" de las acciones humanas. Es objeto de la ética es estudiar el carácter general de las normas de conducta y de las elecciones morales concretas que el individuo hace en su relación con los demás.

La palabra ética deriva de ethos que significa costumbre cuya expresión en latín mos, y en plural, mores. De este último vocablo derivan las palabras moral y moralidad. Así, desde el punto de vista etimológico, la ética consiste en el estudio de las costumbres humanas.

Las costumbres incluyen, por una parte, lo relativo a prácticas comunes o convenciones sociales que definen el carácter de un grupo o nación, por ejemplo, el modo de saludar, la manera de vestir, las normas sociales, la etiqueta, las normas de cortesía. Tales costumbres varían de una región a otra, de una época a otra y pueden ser cambiadas por la sociedad.

Pero, además, las costumbres involucran otro tipo de prácticas más trascendentales que reflejan el carácter o modo de ser de las personas; por ejemplo, actitud ante los padres y maestros, respeto a la honestidad, valoración de la libertad, respeto a las leyes y a los derechos humanos, las cuales se relacionan con la naturaleza social y la esencia espiritual del ser humano. De este tipo de costumbres referidas al aspecto moral trata la ética.

Concepto de ética

La Ética es una ciencia que estudia lo bueno y lo malo de la conducta humana, por lo que se dice que esta ciencia ayuda a concienciar a las personas de modo que reflexionen como ha sido el comportamiento que han llevado con aquel que lo rodea, ya sea individuo u naturaleza, por lo que conocer ¿qué es la ética? apoyara en un mejor trato con las personas, aplicando lo moral que en si viene siendo aplicar nuestras costumbres y aplicar nuestras costumbres es aplicar los valores de; justicia, libertad, solidaridad, honestidad, puntualidad y un gran sinfín de cultura trasmitida de generación en generación para llevar un trato más digno y justo.

Evitar el mal y hacer el bien es ética, porque en ello van implicado lo que debo hacer y lo que no debo hacer pero esto con la ayuda de nuestra conciencia, que finalmente nos recompensara en una calificación que es asignada por los que están inmersos en el problema, obteniendo una calificación como persona monstro o como un individuo en el que se puede confiar, a quien se le abrirán las puertas de los hogares y de los corazones de los demás. De lo contrario si el sujeto actúa con dobles intereses, en ese momento se encuentra actuando sin ética, olvidándose que existen los valores pero que como resultado le traerá consigo muchos problemas en el transcurso de su vida.

Relación entre la ética y la moral

Se dice que un comportamiento es moralmente aceptable cuando se ajusta satisfactoriamente a lo prescrito por un conjunto de normas o bien llamado un código moral. De esto se puede deducir el carácter fundamental de la moral: la imposición. La norma moral obliga un comportamiento al individuo, cuya desobediencia implica una desvalorización moral, y su obediencia un enriquecimiento.

De otro lado, la ética pretende dar explicación de las normas morales. Su origen social e histórico, su validez y fundamentación dentro de un sistema filosófico o religioso.

Entonces la ética será la teoría explicativa de la moral. Como no existe una moral universalmente aceptada, será la ética quien compare y explique los diferentes factores sociales o religiosos que dieron lugar a distintos sistemas morales. Podemos decir que la ética será una teoría objetiva de la moral, mientras que ésta será un sistema subjetivo de normas. Se dice que la moral es subjetiva, por cuanto su validez depende de la aceptación que un sujeto haga de ella. Su validez será un problema de creencia.

En conclusión se puede decir que la ética es el estudio explicativo de las normas y la moral son las normas que regulan el comportamiento.

DIFERENCIA ENTRE LA ETICA Y MORAL:

Se diferencia en que la ética es el estudio filosófico y científico de la moral y es teórica mientras que la moral es práctica. La ética trata sobre la razón y depende de la filosofía y en cambio la moral es el comportamiento en el que consiste nuestra vida.

Podemos verlo de tres maneras:

Mientras que la moral tiene una base social, normas establecidas en el seno de una sociedad, la ética surge como tal en la interioridad de una persona, como resultado de su propia reflexión y su propia elección. Aunque la ética puede coincidir en su contenido con la moral es decir las normas morales recibidas en la educación, también puede la ética ofrecer una fuerte diferencia en alguna de sus normas, creando así una serie de conflictos internos en la mentalidad de una persona.

La segunda diferencia entre ética y moral, ya no está en su contenido sino en el modo como actúan en la conducta de una persona. La moral es un conjunto de normas que actúan desde el exterior o desde el inconsciente, una motivación extrínseca a la conciencia del sujeto en cambio la ética influye en la conducta de una persona pero desde su misma conciencia y voluntad. No es lo mismo realizar una conducta porque es una obligación impuesta por la sociedad que ejercer esa misma conducta porque "yo estoy convencido de la bondad de esa acción.

La tercera y definitiva diferencia entre ética y moral, está en la palabra valor (como virtud). En las normas morales impera el aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo, Mientras que en las normas éticas destaca la presión del valor captado y apreciado internamente como tal. El fundamento de la norma ética es el valor, más no el valor impuesto desde el exterior, sino el valor descubierto internamente en la reflexión de un sujeto.

La ética como teoría de la moral

Es la ciencia encargada de estudiar la moral de las personas en la sociedad, y como esta es considerada una disciplina filosófica, como todas las demás, esta es teórica en la medida en que se encarga de reflexionar críticamente sobre su objeto de estudio, la moral, y no se propone prescribir la conducta o crear reglas morales a modo de lineamientos de conducta.

Es por esta razón se puede decir que la ética es una teoría de la moral, ya que se encarga de reflexionar en los problemas y conductas morales que realizan las personas dentro de una sociedad determinada, desde un punto de vista reflexivo y no con la intención de realizar un juicio de las acciones realizadas, ni tampoco para crear reglas que rijan la conducta de las personas en la sociedad.

La ética busca sobre todo explicar la moral y de alguna manera tratar de fundamentarla, esto la vuelve de forma indirecta en una disciplina normativa, pero solo por el hecho de que su objeto de estudio es la moral la cual es normativa por naturaleza, ya que la ética no trata por ningún motivo de proponer una lista deberes y no deberes, de esta manera la ética trata de evitar ser prescriptiva en cuanto a los comportamientos morales que realizan las personas.

Pero por su carácter de disciplina filosófica y por encontrar su objeto de estudio en la praxis humana (acciones, finalidades, normas y valores), es considerado una disciplina práctica porque tiene por objeto la conducta humana. Por las razones anteriores podemos decir que la ética es tanto una disciplina práctica como una disciplina normativa al mismo tiempo, pero aun así no tiene por motivo o fin dictar normas o prácticas de conducta.

Pero aunque la ética no tenga por finalidad la de elaborar normas o patrones de conducta, al dedicarse está a estudiar la moral, reflexionar sobre esta y tratar de fundamentarla, queramos o no esta influye a orientar la conducta de las personas, en las decisiones de su albedrío y de manera mediata se convierte en un factor determinante de la conducta humana, a partir de la actividad teórica que hace sobre la moral.

Sin embargo, la ética se ha caracterizado como una disciplina práctica. Esto es aceptable siempre y cuando se aclare que su supuesta normatividad procede de la naturaleza de su objeto: la moral. Y como se sabe, la moral está constituida por una serie de normas, costumbres y formas de vida que se presentan como obligatorias, valiosas y orientadoras de la actividad humana. Por el solo hecho de estudiar y reflexionar sobre estas normas o reglas de conducta que forman el mundo de la moral se dice que la ética es una ciencia normativa. La ética es una ciencia práctica porque tiene por objeto la conducta humana. Es la ciencia del orden moral de la vida individual y social del hombre.

Sin embargo, el calificativo de "ciencia práctica" o "ciencia normativa" no es muy afortunado porque suscita la idea- como ya se advirtió- de que esta disciplina tiene como finalidad formular recetas o consejos útiles para la vida moral de cada individuo. Y ello no es así, porque – como afirma George Edward Moore-:

La ética es normativa en un sentido indirecto, por la naturaleza de su objeto, pero no en un sentido directo, ya que no se propone dar una lista de deberes y de no deberes; esto significa que no incurre en una prescriptiva. Esta conclusión puede plantear la siguiente reflexión: ¿es acaso la ética puramente especulativa o contemplativa?, ¿le está definitivamente vedado a la ética orientar las acciones humanas hacia la creación de una sociedad más justa y perfecta? Se puede responder que, en última instancia, la separación entre teoría y praxis es artificial. No se niega que la explicación crítica que la ética realice sobre la moral pueda repercutir, en alguna forma, en la vida concreta del hombre.

Lo que queremos decir, en conclusión, es que no podemos separar tajantemente lo teórico de lo práctico. De alguna manera los principios éticos establecidos por las teorías morales determinan el comportamiento de los individuos. Por ejemplo, la teoría esgrimida por Sócrates en el diálogo El Critón determinó que éste no se fugara de su prisión y aceptara resignadamente la sentencia de muerte prescrita por los jueces de su tiempo. La teoría que se sustente acerca de lo moral no solo influirá sobre nuestra conducta individual, sino también en el comportamiento de la sociedad y la estructura de sus instituciones.

Definición de la moral

La moral son las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser humano en concordancia con la sociedad y consigo mismo. Este término tiene un sentido contrario frente al de «inmoral» (contra la moral) y «amoral» (sin moral). La existencia de acciones y actividades susceptibles de valoración moral se fundamenta en el ser humano como sujeto de actos voluntarios. Por tanto, la moral se relaciona con el estudio de la libertad y abarca la acción del hombre en todas sus manifestaciones.

La palabra «moral» tiene su origen en el término latino mores, cuyo significado es "costumbre". Moralis (latín mos = griego "costumbre"). Por lo tanto «moral» no acarrea por sí el concepto de malo o de bueno. Son, entonces, las costumbres las que son virtuosas o perniciosas.

Los antiguos romanos concedían a las mores maiorum ("costumbres de los mayores", las costumbres de sus ancestros fijadas en una serie continuada de precedentes judiciales) una importancia capital en la vida jurídica, a tal grado que durante más de dos siglos (aproximadamente hasta el siglo II a. C.) fue la principal entre las fuentes del Derecho. Su vigencia perdura a través de la codificación de dichos precedentes en un texto que llega hasta nosotros como la Ley de las XII Tablas, elaborado alrededor del 450 a. C.

Los conceptos y creencias sobre moralidad son generalizados y codificados en una cultura o grupo y, por ende, sirven para regular el comportamiento de sus miembros. La conformidad con dichas codificaciones es también conocida como moral y la civilización depende del uso generalizado de la moral para su existencia. 

La responsabilidad moral individual y los valores morales:

Son aquellos valores que perfeccionan al individuo en lo más íntimamente humano, haciéndolo más humano. Los valores morales surgen en el seno de la familia y son expresión de la moral social; son valores como el respeto, tolerancia, honestidad, lealtad, trabajo, responsabilidad, entre otros. Para que se dé esta transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes, amistades y grupos e individualidades que tendrán alguna ascendencia en la vida. Es indispensable el modelo y ejemplo que estas personas significativas muestren al niño, para que se dé una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Además, es de suma importancia la comunicación, primero y primordial en el seno familiar y en su entorno social inmediato. Cuando el niño ha alcanzado la edad escolar se hará participe de esta comunicación abierta, en la toma de decisiones y en aportaciones sobre asuntos familiares. Posteriormente, estos valores morales adquiridos en el seno de la familia ayudarán a insertarlo eficaz y fecundamente en la vida social. De este modo la familia contribuye a proyectar personas valiosas para el bien de la sociedad. Un individuo vale, entonces, lo que valen sus valores y la manera como los vive. En el ámbito social, la persona valiosa buscará ir más allá de "mi libertad", "mi comodidad o bienestar" y se traducirán estos valores en solidaridad, honestidad, libertad de otros, paz, entre otros.

La Libertad y responsabilidad:

Son la plenitud y normalidad del poder de resolverse, en virtud de una deliberación y de obrar en el sentido de una determinación nacida del discernimiento. La libertad y responsabilidad son bienes muy preciados que posee el ser humano.

• La Libertad y responsabilidad de conciencia, para alcanzar una vida coherente y equilibrada desde el interior,?

• La Libertad y responsabilidad de expresión, para poder difundir las ideas y promover el debate y la discusión abierta,?

• La Libertad y responsabilidad de reunión como garantía para asociarse con aquellos que comparten ideales y trabajar por los mismos,?

• La Libertad y responsabilidad para elegir responsable y pacíficamente a quienes asumen roles de liderazgo.?? La Solidaridad: Surge cuando "mi libertad", "mi desarrollo" y "mi bienestar" son compatibles con las necesidades y desgracias de los demás. Ya no se limita a compartir en el seno familiar, sino con los demás.

La Paz: Es, quizás, prioridad esencial en la actualidad. Un mundo que ha sufrido grandes guerras, con consecuencias devastadoras para los pueblos y las personas, un mundo que todavía se enfrenta a un sin número de conflictos locales y regionales.

??El Discernimiento: Es la plenitud y normalidad del ejercicio de las facultades intelectuales, conocidas bajo los nombres de: percepción, concepción, reflexión, imaginación y razón, que se cultivan con la educación. Una persona con altos valores morales promoverá el respeto a todo ser vivo, la cooperación y comprensión, una actitud abierta y de tolerancia, así como de servicio para el bienestar común.

La moral debe definirse como el código de buena conducta dictado por la experiencia de la raza para servir como patrón uniforme de la conducta de los individuos y los grupos. Atenerse a los códigos morales de la sociedad en que se vive seria mantener una conducta ética.

La leyenda del verdadero amigo

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.

El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.

Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:

¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:

Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

El saco de plumas

Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado.

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:

"Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?", a lo que el hombre respondió: "Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas".

El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas.

Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado", a lo que el sabio contestó: "Esa es la parte más fácil.

Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste.

Sal a la calle y búscalas".

El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.

Al volver, el hombre sabio le dijo:

"Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".

"Cometer errores es de humanos y de sabios pedir perdón".

El árbol triste

Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol

Profundamente triste. El pobre tenía un problema: No sabía quién era.

Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano:

– Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves qué fácil es?

– No lo escuches, exigía el rosal, es más sencillo tener rosas y ¿Ves qué bellas son?.

Y el árbol desesperado intentaba todo lo que le sugerían y, como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:

– No te preocupes, tu problema no es tan grave. Es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: no dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas… sé tú mismo, conócete y, para lograrlo, escucha tu voz interior. – Y dicho esto, el búho desapareció.

– ¿Mi voz interior…? ¿Ser yo mismo…? ¿Conocerme…? , se preguntaba el árbol desesperado, cuando, de pronto, comprendió…

Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:

Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble y tu destino es crecer grande y majestuoso, dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión: cúmplela.

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.

Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

Yo me pregunto al ver a mí alrededor…

– ¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer?

– ¿Cuántos serán rosales que, por miedo al reto, sólo dan espinas?

– ¿Cuántos naranjos que no saben florecer?

En la vida todos tenemos un destino que cumplir, un espacio que llenar…

No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la maravillosa esencia de nuestro ser. Démonos ese regalo a nosotros mismos y también a quienes amamos.

Decidir y ser constantes:

En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.

Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron urgente al hospital del condado.

En su cama, el niño horriblemente quemado y semi inconsciente, oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría que era lo mejor que podía pasar, en realidad -, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo.

Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría.

De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió.

Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la posibilidad de usar sus piernas.

Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido.

Caminaría. Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.

Finalmente, le dieron de alta.

Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada.

No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca.

Cuando no estaba en la cama, estaba confinado una silla de ruedas.

Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco.

Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.

Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar.

Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco. Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.

Por fin, gracias a las oraciones fervientes de su madre y sus masajes diarios, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad,

Primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.

Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre pista.

Y aun después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de sobrevivir, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, Glenn Cunningham, llegó a ser el atleta estadounidense que ¡corrió el kilómetro más veloz el mundo!

Ten el valor y la fuerza para tomar tus decisiones y ser constante a la hora de darles forma.

¿Eres feliz?…

En cierta ocasión, durante una elegante recepción de bienvenida al nuevo Director de Marketing de una importante compañía londinense, algunas de las esposas de los otros directores, que querían conocer a la esposa del festejado, le preguntaron con cierto morbo: Te hace feliz tu esposo, verdaderamente ¿te hace feliz?

El esposo, quien estaba en ese momento no estaba su lado, pero sí lo suficientemente cerca para escuchar la pregunta, prestó atención a la conversación e incorporó ligeramente su postura, en señal de seguridad, y hasta hinchó un poco el pecho, orgullosamente, pues sabía que su esposa diría que sí, ya que ella jamás se había quejado durante su matrimonio.

Sin embargo, para sorpresa suya y de los demás, la esposa respondió con un rotundo

– No, no me hace feliz.

En la sala se hizo un incómodo silencio como si todos los presentes hubieran escuchado la respuesta de la mujer.

El marido estaba petrificado.

No podía dar crédito a lo que su esposa decía, y menos en un momento tan importante para él.

Ante el asombro del marido y de todos, ella simplemente se acomodó enigmáticamente sobre su cabeza su elegante chalina de seda negra y continuó:

– No, él no me hace feliz… Yo soy feliz….!

El hecho de que yo sea feliz o no, no depende de él, sino de mí.

– Yo soy la única persona de quien depende mi felicidad.

Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera de otra persona, de otra cosa o circunstancia sobre la faz de la tierra, estaría en serios problemas.

– Todo lo que existe en esta vida cambia continuamente: el ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc.

Y así podrían decir una lista interminable.

– A través de toda mi vida, he aprendido algo:

– Yo decido ser feliz y lo demás son "experiencias o circunstancias", lo amo y el me ama, muy a pesar de sus circunstancias y de las mías.

– Él cambia, yo cambio, el entorno cambia, todo cambia; habiendo amor y perdón verdadero, y observando esos cambios, (los cuales tal vez puedan ser fuertes o no, pero existen), hay que enfrentarlos con el amor que hay en cada uno de nosotros, si los dos nos amamos y nos perdonamos; los cambios serán sólo "experiencias o circunstancias" que nos enriquece y que nos darán fortaleza, de lo contrario, solo habremos sido parejas de "paso".

– Para algunos divorciarse es la única solución; (… en realidad es la más fácil…)

El amar verdaderamente, es difícil, es dar amor y perdonar incondicionalmente, vivir, tomar las "experiencias o circunstancias" como son, enfrentarlas juntos y ser feliz por convencimiento.

Hay gente que dice:

– No puedo ser feliz porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque me insultaron, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró!

Pero lo que no sabes es que puedes ser feliz aunque estés enfermo, aunque haga calor, tengas o no dinero, aunque alguien te haya insultado, o alguien no te amó o no te haya valorado.

Ser feliz es una actitud ante la vida y cada uno decide!…

Ser feliz… depende de ti!

¿Cuáles son mis aspiraciones como persona?

¿Cuáles son las conclusiones de la lectura?

¿Qué me aporta la lectura?

¿Qué es la felicidad desde mi punto de vista personal?

Bibliografía

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Larroyo, F. (1995). La filosofía de los Valores. México: Porrúa.

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Vázquez, A. S. (1996). Ética. México: Grijalbo.

INTERNET

 

 

 

Autor:

Delafuente Aguilar Gpe

 

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