Fundamentos de valoración de empresas (Presentación PowerPoint)
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Universidad Nacional Experimental Politécnica
“Antonio José de Sucre”
Departamento de Ingeniería Industrial
Ingeniería Financiera
PROFESOR
MSc. Ing. Iván J. Turmero Astros
INTEGRANTES:
Benítez Cindy
Bermúdez Angelina
Becerra Katerine
Moreno Oriana
Mendoza Yiriannys
PUERTO ORDAZ, FEBRERO DE 2016
FUNDAMENTOS
DE
VALORACIÓN
DE EMPRESAS
La valoración de activos y
empresas de forma
cuantificable es un tema
importante en el mundo
empresarial debido al
entorno actual global de
fusiones, absorciones,
disoluciones, entre otros.
Los agentes interesados en
la valoración de empresas
suelen ser otras empresas
con motivaciones
concretas, en relación con
la empresa adquirida,
enmarcables en unos
objetivos más generales.
El Beneficio, objetivo primordial
de la empresa en el enfoque
clásico, puede medirse respecto al
capital total invertido o el
beneficio por acción, a corto,
medio o largo plazo, antes o
después de intereses o de
impuestos, reservas o dividendos.
El valor es una que se
tiene acerca del precio
que se puede pedir u
ofrecer por algo y, a la
inversa, el precio es el
producto de una
relación de fuerzas
entre dos o más
estimaciones del valor
de una cosa. El precio
depende de muchos
agentes,
por
ese
motivo, suele fluctuar.
El valor suele ser una función más bien estable, pues dependen de un cálculo
inicial y a veces de otras circunstancias previsibles y prolongadas.
La contabilidad como fuente
de información para valorar
los recursos económicos y
financieros de una empresa
suelen ser escasos.
Las amortizaciones para
minimizar los activos es una
limitación contable, pero estas
limitaciones son difícil debido
a la dificultad de valoración de
los intangibles.
El capital intangible es el
conjunto de activos
productivos o generadores de
valor que están basados en la
información y el conocimiento.
Se pueden utilizar
modelos de valoración
estáticos para determinar
el importe de los capitales
propios.
Relación entre el valor de los
pasivos y el valor de los activos
de la empresa; más
concretamente, el cociente
entre la cotización de una
empresa y el valor de
reposición de sus activos.
Los accionistas de
control tienen
participación
mayoritaria y
vocación de
permanencia. Son
propietarios de las
empresas en la que
invirtieron,
al
adquirir un paquete
significativo
acciones,
de
pagando
una
normalmente
prima de control.
Por su parte el
accionista de
Especulación tiene
una participación
esporádica y
minoritaria.
Existen dos tipos de accionistas: De control y de especulación.
Rentabilidad estratégica: relacionada con el liderazgo en los mercados de
productos y servicios. El dividendo a percibir es lo de menos; incluso sería
interesante no repartir dividendos, a fin de reinvertir en actividades que sean
complementarias con otras del accionista de control. Se incluye en este
concepto el cierre de la empresa adquirida, eliminando un competidor.
Modelo básico es un conjunto
de modelos que contemplan la
posibilidad de operar con un
factor de descuento.
El modelo básico aplica un
determinado coeficiente al
beneficio o renta futura que, en
términos estimados
(promedio), se suele
considerar constante.
Por lo general, pueden
adaptarse a la estimación del
valor de las acciones o bien del
total pasivo, de una acción o
incluso de la renta fija.
Primeramente se debe conocer
las preferencias del accionista
acerca de las rentas o las
variaciones patrimoniales.
Luego se debe suponer que las
rentas futuras vienen dadas en
condiciones de certeza.
Cualquiera de los modelos
considerados “básicos” contemplan
el producto del beneficio o renta de
la empresa por un determinado
coeficiente o “factor de conversión”,
cuya formulación varía, según de qué
modelo se trate.
El inversor no tiene por qué razonar
en función de unas expectativas de
renta, sino tal vez del valor futuro
estimado de su inversión, supuesta
una determinada rentabilidad de las
mismas, es decir, en función de
variables patrimoniales.
El razonamiento parte de una
determinada rentabilidad del activo
no repartida. Como en los métodos
dinámicos, el valor de la empresa
viene determinado por el valor
esperado de las rentabilidades
futuras.
El método de las oportunidades de inversión podría utilizarse bien desde
una perspectiva exclusiva del accionista o bien desde una óptica económica
referente a la rentabilidad del activo total.
Lo más destacado de su formulación es que permite eliminar el presupuesto
de que toda inversión es rentable (B>0) o que toda empresa que no sea
rentable no tiene valor positivo.
Esto nos aproxima más a la realidad, puesto que es capaz de explicar el
fenómeno empíricamente comprobado de que una empresa con pérdidas
tenga valor positivo en el mercado.
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