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El portafolio una nueva mirada de la evaluación




Enviado por Jessica Hernández



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Conclusión
  5. Referencias Bibliográficas

Resumen

La evaluación ha sido tema de estudio de un sinnúmero de teóricos, no obstante su transformación ha sido lenta y renuente por parte de muchos docentes, que prefieren seguir en el tradicionalismo y el confort personal, al tener el "poder sobre el otro", no obstante, no todos estamos negados al cambio y la transformación en la forma de evaluar.

Este escrito teórico aborda el tema desde la socioformación; debido a que ésta pretende el desarrollo de las personas para enfrentar problemas del contexto y los retos de la sociedad del conocimiento, así como un cambio continuo del alumno hacia la mejora por medio de sugerencias que el mediador brinda.

El principal propósito de este artículo es dar a conocer el tipo de evaluaciones a las cuales nos enfrentamos los docentes que prestamos servicio tanto en el ámbito público como privado, así como precisar en el uso y metodología del portafolio como un recurso para promover y desarrollar competencias en los estudiantes y una evaluación más objetiva.

Se realizó una revisión teórica de algunos textos especializados en el tema.

El Problema que se aborda es que, existen diversas opciones teóricas para evaluar a los estudiantes, no obstante en la actualidad muchos docentes siguen utilizando prácticas tradicionales de evaluación durante el proceso de formación de los estudiantes, por tal razón se pretende brindar como opción de evaluación y mejora constante el uso del portafolio.

Palabras clave: evaluación, portafolio, socioformación.

PORTFOLIO "A NEW LOOK FOR THE ASSESSMENT"

ABSTRACT

Evaluation has been the subject of countless of theorists, despite, its transformation has been slow and reluctant from many teachers, who rather to remain in traditionalism and personal confort than to have the "power over the other", however not all of us are not denied to change and transformation in how to assess.

This theoretical text takes this matter from (socioformaciòn no existe en inglès) social formation; since it aims to develop individuals to cope with problems of the context and challenges from society of knowledge, such as a continous change of the student towards improval thorugh suggetions provided by the mediator .

The main purpose of this article is to present the type of assesstmets tht we face as teachers either in public or private sectors, and clarify the use and methodology of the portfolio as a resource to promote and develop skills on students and a more objective assessment.

A theoretical review of some specialized texts about this matter was accomplished.

The problem addressed is that there are different theoretical options for assessing students, however nowadays many teachers still use traditional assessment practices during the students formation process, for this reason the objective is to provide as an option of evaluation and constantly improve the usage of the portfolio.

Keywords: evaluation, portfolio, socioformación.(social formation)

Introducción

La evaluación es un tema de estudio viejo, en el medio educativo es un tópico del cual nadie deja de hablar; se evalúa al alumno, al docente, al directivo, al centro de trabajo, incluso a los padres de familia, no obstante todavía es un reto, cambiar las prácticas del cómo, el qué y el para qué se evalúa.

Tradicionalmente los docentes evalúan para "calificar", debido a que este es un requisito indispensable en todos los niveles educativos, y es correcto si se define a la evaluación sólo como medio para acreditar o medir al alumno; Tobón (2012) menciona desde esta mirada que al docente:

Le corresponde intentar que los estudiantes dominen los contenidos de las asignaturas a través de objetivos (referidos a temas). Para ello tienen como apoyo el libro de texto, por medio del cual se busca que los estudiantes vayan a un mismo ritmo y aprendan de la misma forma… la evaluación consiste en determinar cuál es el grado de dominio de los contenidos con un número dado por la opinión del docente, que tiene implicaciones para controlar el progreso hacia el siguiente nivel. (p. 11)

Sin embargo la evaluación tiene otras perspectivas que también deben ser revisadas por los colegiados y hacia donde deberíamos fijar las miradas, ya que a partir de ello se deben modificar las prácticas de antaño y el verdadero sentido de la evaluación.

Desde esta visión deberíamos entender que la evaluación:

Constituye una oportunidad excelente para que quienes aprenden pongan en práctica sus conocimientos y se sientan en la necesidad de defender sus ideas, sus razones, sus saberes. Debe ser el momento también en el que, además de las adquisiciones, también afloren las dudas, las inseguridades, las ignorancias, si realmente hay intención de superarlas. (Álvarez, 2005, p. 13)

A partir de lo anterior, es necesario considerar la relevancia de la evaluación no sólo como medio para "calificar o descalificar" al alumno, sino como recurso para que el estudiante se sienta motivado a seguir aprendiendo al enfrentarse a situaciones que lo hagan poner en juego lo aprendido en acciones reales, evitando así sólo las pruebas escritas, la memorización de contenidos y la crítica sin construcción.

Todos aprendemos a partir de la evaluación, porque se reflexiona para buscar la mejora; el docente piensa sobre su práctica al realizar una autoevaluación sobre ésta, identifica qué es lo que tiene que transformar para poder apoyar al alumno, qué situaciones debe superar y las estrategias a modificar o implementar; en sí hace una revisión de su práctica a partir de su propia valoración; el alumno también construye a partir de lo que el visualiza como "error" y su evaluación personal además de la información que el docente le proporciona para perfeccionar continuamente (Álvarez, 2005).

Los test y los exámenes ganaron auge en el ámbito educativo, ya que para los ojos de muchos, estos documentos permiten "examinar" qué sucede con el saber del alumno, sin embargo es de esperarse que en su mayoría son términos y conceptos memorizados, poco entendidos y comprendidos por él, entonces deberíamos cuestionarnos si realmente este tipo de pruebas permite determinar si el alumno ha aprendido realmente, si ha entendido para qué está aprendiendo lo que "ese" maestro enseña; en pocas palabras si se ha apropiado del conocimiento.

Partiendo de lo anterior es necesario considerar el planteamiento que Tobón (citado por Tobón, 2012) realiza acerca de la socioformación, la cual es:

Una línea de trabajo en la educación establecida desde mediados de la década de 1990; integra dos procesos: la formación integral y las dinámicas sociales, en el marco ambiental –ecológico, mediante la metacognición. De esta manera, busca mejorar los procesos formativos a partir de los retos socioeconómicos, culturales y ambientales, tratando de que la responsabilidad de la formación sea un proceso compartido por los padres, la comunidad, los medios de comunicación, los estados, las empresas, las instituciones educativas y las organizaciones civiles. (Tobón, 2012, p. 11)

Desde esta nueva postura teórica es tarea del docente que el alumno mejore continuamente, por medio de una constante reflexión y retroalimentación, no sólo por el alumno, sino por una serie de actores involucrados en el proceso del estudiante.

"La formación debe trascender el concepto de "formación integral" y enfocarse en algo más preciso, que tenga realmente impacto, y esto se logra con el concepto del "proyecto ético de vida", que significa vivir la vida teniendo claras las metas, buscando la realización plena y siendo responsable consigno mismo, los demás y el entorno" (Tobón, 2012, p. 11)

Entonces para entender el proceso de evaluación tendríamos que tener claro que éste no es inmediato, ni se da al finalizar un ciclo, es decir éste debería ser continuo, constante y claro para el alumno (al explicitarle qué se espera de él), además de transparente, responsable y respetuoso por parte del docente, siempre considerando y generando situaciones en contextos reales de aplicación.

Debido a que el propósito de este documento es puntualizar en el tipo de evaluación que permea el proceso de aprendizaje es necesario abordar un recurso fundamental e innovador; el portafolio de evidencias es considerada una estrategia para lograr una evaluación objetiva, comprometida con el alumno, siendo el estudiante responsable de su propio proceso a partir de la autoevaluación, con apoyo de su mediador al ser heteroevaluado y de sus pares durante el proceso de coevaluación; puesto que permite dar seguimiento puntual de los avances y mejoras continuas siempre partiendo de la resolución y planteamiento de problemas del contexto a los cuales se enfrenta.

Desarrollo

Desde la visión de las prácticas tradicionales, la evaluación se ha convertido en un aspecto frío y mecánico, incluso improvisado, el docente es el protagonista, el alumno es el receptor; esta es una problemática grave en la educación de nuestro país, puesto que en la actualidad se siguen utilizando este tipo de acciones dentro de las aulas.

A partir de lo anterior es necesario pensar que los tiempos han cambiado, que los estudiantes ya no son los mismos, que la enseñanza y la forma de aprender también sufrieron modificaciones, que la evaluación por ende debe ser modificada para que realmente nuestros estudiantes logren el desarrollo de las competencias que proponen sus planes y programas de estudio, pero sobre todo que se desarrollen como seres integrales que puedan insertarse a la sociedad del conocimiento que tan vertiginosamente avanza .

La evaluación es parte fundamental del proceso de enseñanza – aprendizaje ; siendo el alumno el centro de focalización, debido a que obliga al docente a pensar en él desde el inicio (en la propia planeación) hasta el acompañamiento durante la aplicación de las diversas situaciones de aprendizaje, proyectos, resolución de casos, etc.

Morán Oviedo (2012) menciona que "la evaluación es uno de los componentes fundamentales del procesos de enseñanza – aprendizaje de cualquier área, ciclo, modalidad, o nivel". (p. 13); pero ¿por qué?, bueno es fundamental que todos los docentes en específico partamos de "algo" para poder determinar aquello que queremos lograr con cada uno de nuestros estudiantes, es necesario destacar que cada alumno es diferente, no tenemos grupo homogéneos y esto genera mayor reto para el profesor, puesto que debe considerar los niveles de logro de cada estudiante según sus propias capacidades y aptitudes.

Lo interesante de lo anterior es cómo visualizamos esta evaluación y para qué la llevamos a cabo, todas o la mayoría de las situaciones o las que enfrentamos a los alumnos deberían recibir:

De manera implícita o explícita una valoración, en unos casos para verificar el resultado o rendimiento de una tarea y, en otros, para realimentar el aprendizaje al descubrir las fallas, lagunas o dificultades del proceso y tomar decisiones pertinentes que reconduzcan las acciones con el propósito de mejorar el aprendizaje de los alumnos. (Morán, 2012, p. 116)

Desde mi punto de vista esto sería lo ideal, que el alumno fuera retroalimentado siempre, no sólo por el docente, sino por sus pares, otras personas cercanas a él, que tuvieran la oportunidad de cuestionarlo, de hacerle notas, de llevarlo a la mejora continua y por qué no, que lo haga dudar de lo que sabe, permitiendo así la reflexión de lo que realmente ha interiorizado durante su proceso de aprendizaje.

Entonces como estrategia fundamental podría ser considerado el portafolio de evidencias ya que éste sirve para:

  • Comprometer a los alumnos con el contenido de aprendizaje;

  • Ayudar a los alumnos a adquirir las habilidades de reflexión y autoevaluación;

  • Documentar el aprendizaje de los alumnos en áreas que no se presentan a la evaluación tradicional, y

  • Facilitar la comunicación con los padres.

(Danielson & Abrutyn, 2002,p.7)

Danielson & Abrutyn (2002) escriben brevemente sobre el surgimiento de los portafolios. En profesiones como la arquitectura, la fotografía, el arte, en donde se utilizan como recurso para mostrar o presentar a los clientes el trabajo realizado a sus clientes. En la educación éstos son relativamente nuevos. Polin (citado por Danielson & Abrutyn 2002) considera que: "a principios de los años noventa se hablaba de su uso principalmente en referencia a la evaluación". (p. 8)

Si consideramos esta referencia el tiempo que hasta el momento se ha utilizado el portafolio dentro del ámbito educativo es muy reciente, no obstante su uso ha generado grandes cambios en la forma en que evaluamos a los estudiante e incluso al propio docente, también ha permitido modificar las estrategias y los planteamientos que hacemos a los estudiantes, evitando evaluar solamente contenidos por medio de actividades, focalizando así el desempeño por medio del planteamiento de problemas del contexto que atañen al alumno, que son de su interés, son reales y además le permiten indagar en diversas fuentes para buscar una solución al mismo ya sea de forma individual o por medio de trabajo colaborativo.

Para comprender más qué es un portafolio y adentrarnos a su metodología se considerarán algunas conceptualizaciones teóricas.

La National Education Association (citado en Danielson & Abrutyn, 2002) considera que:

Un portafolio es un registro del aprendizaje que concentra en el trabajo del alumno y su reflexión sobre esa tarea. Mediante un esfuerzo cooperativo entre el alumno y el personal docente se reúne un material que es indicativo del progreso hacia os resultados esenciales. (p.9)

Desde otro punto de vista Kingmore (citado en Danielson & Abrutyn, 2002) menciona:

Un portafolio tiene que ser mucho más que "cosas" que los alumnos producen y los maestros guardan. Los portfolios de productos implican una reunión sistemática de materiales de los alumnos coherentemente usados por la mayoría o todos los maestros y estudiantes en las áreas de contenidos curriculares y en todo el distrito escolar, con el fin de valida el crecimiento y las aptitudes. (p. 9)

En un sentido más amplio Arter & Spandel (Citado en Móran, 2012) reconocen el portafolio como:

Una colección de trabajos del estudiante que nos cuenta la historia de sus esfuerzos, su progreso y sus logros en un área determinada del currículum vivido. Esta colección debe incluir la participación del estudiante en la decisión del contenido del portafolio, de las guías para la selección y de los criterios para juzgar méritos o cualidades de los trabajos. Esta definición reconoce la naturaleza del desarrollo del proceso evaluativo y da importancia a la implicación activa que deben tener los estudiantes al reconocer lo que saben y lo que pueden hacer. Otra dimensión significativa es el reconocimiento de la reflexión del estudiante sobre los procesos de aprendizaje necesarios durante sus trabajo, así como la integración de la evaluación en la enseñanza –aprendizaje. (p.125)

Como se puede leer coincidentemente en las tres conceptualizaciones se abordan los progresos que los estudiantes pueden reflejar durante la realización de una tarea determinada, en donde el alumno es partícipe de todo su proceso, generando así una reflexión sobre su propio actuar con apoyo de un mediador.

En este mismo tenor y al considerar que la evaluación es concebida como:

Un proceso dinámico, continuo, sistemático e inclusivo enfocado hacia los cambios de actitudes y rendimientos, mediante la cual se verifican los logros adquiridos en función de propósitos propuestos. La evaluación busca evidencias de los cambios que se han efectuado después de la aplicación de un proceso didáctico determinado, busca las diferencias entre lo que se tenía y lo que se espera después del proceso. (SEP, 2011, p.80)

Precisamente y a partir de esta definición es donde radica la importancia de la implementación de el portfolio en las aulas con los estudiantes; buscar que el proceso sea dinámico, diferente, comprometido al integrar a todas las figuras que se encuentran inmersas en este proyecto formativo de los estudiantes es indispensable, es necesario pensar también que no sólo se busca un producto terminal, sino que se espera que sean los propios estudiantes los que reflexionen sobre su desempeño y propongan mejoras a éste, incluso que se den cuenta qué es aquello que aún no dominan o les hace falta trabajar para desarrollar su desempeño y talento.

Para reconocer el cómo y el para qué se evalúa a partir del portafolio es necesario pensar en los momentos en que se debe llevar a cabo la valoración con los estudiantes:

La evaluación puede darse en diferentes momentos de los procesos de enseñanza y del aprendizaje, y también puede servir para la toma de diferentes clases de decisiones, según el propósito del empleo de la información que genera. De estas dos perspectivas, tiempo y propósito, se originan las tres funciones básicas de la evaluación: diagnóstica o inicial, formativa y sumativa. (SEP, 2011, p.84)

Son estos tres momentos los que nos permite reflexionar para poder apoyar, guiar u orientar al estudiante; la evaluación diagnóstica nos permite saber de dónde partimos con él, qué lo caracteriza, sus necesidades y conocimientos previos; la evaluación formativa sirve para obtener información sobre los avances obtenidos en un determinado momento, con el uso del portafolio el estudiante es capaz de visualizar hasta dónde ha podido llegar y que deberá hacer para reestructurar su aprendizaje, siempre considerando que el maestro le ha explicitado lo que se espera de él en una determinada evidencia por medio de la retroalimentación constante la cual "deberá ir necesariamente acompañada de criterios explícitos y claros de desempeño, así como de información a los estudiantes sobre estrategias para facilitar el aprendizaje". . (SEP, 2011, p.84)

Santos (citado en Morán, 2012) considera que:

La verdadera docencia son aquellas acciones en el aula que propician que el alumno se forje la necesidad de aprender por su cuenta y encuentre en el profesor un guía, un acompañante de travesía para llegar al conocimiento, y descubra en el grupo un espacio de encuentro, de intercambio, discusión y confrontación de ideas, con lo que el alumno busque no tan sólo aprender sino que, a través de una evaluación formativa, aprenda la forma de aprender, es decir, entender la evaluación como aprendizaje. (p. 115)

En palabras de Morán, el portfolio permite por un lado, hacer reflexionar al docente sobre su propia práctica educativa, a partir de la reestructuración de ésta y de la búsqueda constante de nuevas estrategias de intervención, adecuadas a las características y necesidades de los estudiantes, por otro lado los alumnos meditan sobre sus propios aprendizajes y se valoraran así mismos, incluso son capaces de descubrir sus formas de aprender. (Morán 2012)

Siguiendo el enfoque socioformativo es necesario considerar que la evaluación:

Es un proceso de formación de competencias que consiste en retroalimentar a los estudiantes en un marco de trabajo colaborativo respecto a las evidencias de resolución de problemas que presenta, buscando el mejoramiento continuo (metacognición). Incluye la autoevaluación (lo hace el mismo estudiante), la coevaluación (la realizan los pares), y la heteroevaluación (es abordada por el docente). Implica buscar un mayor nivel de desempeño a través de las evidencias. (Tobón, 2014, p.179)

El portafolio es una oportunidad para involucrar a todos, no sólo al estudiante, también al docente, a los compañeros, al colegiado e incluso a la institución educativa puesto que permite exponer los avances que se obtuvieron en el transcurso de su aplicación, lo que además permite incluir los tres tipos de evaluación (auto, co, hetero, evaluación) y sus momentos respectivamente (diagnóstico, continua, sumativa, y de certificación).

En la socioformación se proponen 6 propósitos fundamentales del portafolio de evaluación (Tobón, 2013):

  • 1. Organizar evidencias para generar procesos o momentos de evaluación.

  • 2. Documentar la forma de obtención de la evidencia y reflexionen sobre ello para tener consciencia del proceso formativo de las competencias.

  • 3. Facilitar la revisión de las evidencias y documentar el mejoramiento continuo.

  • 4. Motivar a los estudiantes a obtener evidencias de mayor calidad generando un reto en ellos.

  • 5. Los estudiantes tienen un rol protagonista al posibilitar adaptaciones en la evidencia.

  • 6. Desarrollar en los estudiantes sus habilidades para buscar, procesar, sistematizar, analizar, contrastar, crear, aplicar y comunicar el conocimiento en torno al abordaje de un problema del contexto.

Como puede leerse con el portafolio no se puede caer en una evaluación tradicional, ya que éste no es una simple recolección de trabajos que al final son calificados por el docente y ya. Todo lo contrario la selección de un trabajo no es deliberada, se involucra al estudiante para generar un problema del contexto y se parte de éste para que sea él o ambos (docente y alumno) los que elijan la evidencia; es el propio alumno el que se compromete a la mejora continua, a cubrir esos vacíos teóricos o técnicos que está teniendo con guía del maestro o algún compañero.

Así mismo será tarea del mediador brindar el mapa de aprendizaje que orientará los resultados y mejora de la evidencia seleccionada. Los alumnos bajan la información que han aprendido a un entorno o contexto real de solución lo que permite interiorizar mucho más el aprendizaje que un "simple trabajo".

A continuación se abordan de manera breve las seis fases para trabajar el portafolio con los estudiantes desde el programa Valora propuesto por el Dr. Sergio Tobón (Tobón, 2013):

Fase 1

El docente debe planear o determinar desde donde partirá y elegir o proponer las evidencias.

Fase 2

Tener claridad en los criterios a evaluar, se le da a conocer al estudiante la metodología, es decir se le indican las normas para trabajar con el portfolio (evidencias a sistematizar, descripción de las evidencias, fechas de entrega y las mejoras).

Fase 3

Durante la realización de las actividades formativas el maestro acompaña al estudiante en la sistematización de las evidencias. La sistematización toma en cuenta (título de la evidencia, descripción de la evidencia, fecha de obtención por orden cronológico, alguna otra observación).

Fase 4

Cada que se agrega una nueva evidencia, ésta debe ser evaluada por el alumno, posteriormente deberá ser coevaluada por los pares y por último se realiza la heteroevaluación. Se recomienda utilizar un mapa de aprendizaje para evaluar.

Fase 5

Es importante que al menos haya una mejora en la evidencia. Algunas sugerencias podrían ser: mejorar a partir de la auto, co y heteroevaluación, sistematizar las evidencias mejoradas indicando en dónde hubo la mejora, buscar que haya claridad respecto a las evidencias iniciales, indicar fecha y momento de la entrega de la evidencia mejorada, el mapa de aprendizaje puede ser el mismo o estar mejorado o con adaptaciones y debe ser conocido por los estudiantes.

Fase 6

Mejora y sistematización en una carpeta con: índice, presentación, clausura (en ésta última describir qué aprendizajes se obtuvieron durante el proceso). Así mismo se deben acordar las pautas para su estructuración como: introducción, portada, partes, capítulos, clausura, anexo y bibliografía.

Conclusión

Este breve artículo aborda un poco de teoría sobre el concepto y la metodología de aplicación del portafolio, intenta rescatar la importancia de su uso dentro del contexto escolar para modificar y transformar la forma de evaluar así como la visión de los estudiantes para integrarse a su propio proceso de aprendizaje.

Así mismo tiene la intención de invitar al lector a recuperar más información sobre el uso del portafolio en el ámbito educativo y abrir nuevos caminos y visiones desde el ámbito de la socioformación, con la firme convicción de romper los paradigmas que giran alrededor de este tema tan importante para todos los actores que están inmersos en el ámbito educativo.

Es así como debemos modificar nuestra forma de visualizar a la evaluación puesto que:

La evaluación cualitativa aleja al estudiante de las nuevas concepciones educativas, de la noción de alumno como sujeto de su propio aprendizaje, como negociador de significados; por el contrario, lo ha hecho entender que sólo había que prepararse para contestar toda suerte de preguntas a través de cualquier modalidad de examen. (Morán, 2012, p. 117)

Es aquí donde se llega a la reflexión de la importancia del uso del portafolio, puesto que la nueva visión como lo menciona Morán es involucrar al sujeto en su propio aprendizaje puesto que normalmente caemos en una evaluación subjetiva que no nos lleva a ninguna reflexión sobre nuestro propio actuar para mejorar y realmente aprender; no es memorístico, no es llenar un espacio en blanco, no es elegir una opción; es poner en juego todo lo que has aprendido para utilizarlo en una situación real y vivencial, dándole sentido a aquello que aprendiste.

Con ello Morán (2012) considera que:

La evaluación cualitativa, a diferencia dela cuantitativa, proviene dela corriente humanista, de ahí que tenga una visión más integradora del sujeto y del aprendizaje, y toma en consideración no sólo la posesión del conocimiento, sino también la forma en la que cada alumno lo adquiere y lo aplica académicamente y contextualmente, es decir, involucra la significación de los aprendizajes y el proceso de apropiación de éstos. (p. 117)

Parece ser que el uso del portafolio es todavía un tema relativamente "nuevo" en la educación, no obstante quienes hemos tenido la oportunidad de implementarlo (considero que aún con fallas metodológicas y aún perfectibles), hemos constatado su importancia y funcionalidad.

Es así como se hace una atenta invitación a indagar sobre éste tema y poner en práctica su aplicación.

Referencias Bibliográficas

Álvarez, J.M. (2005). Evaluar para conocer, examinar para excluir. Madrid, España: Morata.

Charlotte, D. & L. Abrutyn. (2002). Una introducción al uso de portafolios en el aula. México: Fondo de Cultura Económica.

Morán, P. (2012). La evaluación cualitativa en los procesos y prácticas del trabajo en el aula. México: IISUE.

Secretaría de Educación Pública. (2011). Curos Básico de Formación Continua para Maestros en Servicio 2011. Relevancia de la profesión docente en la escuela del nuevo milenio. México: SEP

Tobón, S. (2012). El currículo por competencias desde la socioformación: ¿Cómo podemos cambiar nuestras prácticas educativas para asegurar la formación integral?. México: Limusa.

Tobón, S (2014). Proyectos Formativos. Teoría y metodología. México: Pearson

Tobón, S. (2013) La evaluación de competencias mediante el portafolio. Recuperado de http://issuu.com/cifeformacionporcompetencias/docs/ebook_portafolio_y_evaluacion_de_co

 

 

 

Autor:

Jessica Hernández Rodríguez San Miguel

MAESTRÍA EN DOCENCIA Y DESARROLLO DE COMPETENCIAS

MEDIADOR: MAESTRO SILVANO HERNÁNDEZ M.

Febrero 5 de 2016

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