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Situación económica de las pymes



Partes: 1, 2

  1. La pequeña y mediana empresa
  2. Origen y evolución de las pymes
  3. Problemas a los que se enfrentan las pymes
  4. Antecedentes de otros países
  5. Costos de transacción y obstáculos regulatorios
  6. Recomendaciones
  7. Un Ejemplo de Negatividad
  8. La pequeña y mediana empresa "hoy"
  9. El futuro de las pymes

La pequeña y mediana empresa

Características.

La definición de pymes se ha realizado en dos formas:

  • Cuantitativa: Calidad del personal o facturación.

  • Cualitativa: El C.E.D. (comite for economic development) indica que la empresa es una pyme si cumple con dos o más de las siguientes características:

Administración independiente (generalmente los gerentes son también propietarios).

Capital suministrado por los propietarios.

Fundamentalmente área local de operaciones.

Tamaño relativamente pequeño dentro del sector industrial en que actúa.

Es la pyme poco productiva?.

Dada la creencia generalizada de que la pyme es poco productiva, conviene analizarla.

Qué es la pyme?.

Cuando se habla sobre las pymes, usualmente se hace referencia a un concepto muy vago.

Una empresa es considerada pyme en algunos países si tiene menos de 250 personas… pero en la Argentina quizás convenga colocar el límite en 100. en esos mismos países podrá ser considerada una pyme la industria de aparatos del hogar con menos de 500 personas y una de acero con menos de 1000.

El uso de la facturación como criterio trae problemas de actualización por inflación o tipo de cambio en las comparaciones internacionales… y también el tipo de empresas (será, por ejemplo, igual el límite para un negocio minorista que para uno mayorista).

El sector a considerar.

El problema varía de acuerdo al sector de la economía que se considere y aún dentro de cada sector al tipo de empresa considerada.

Poco productiva?.

La afirmación de que la pyme es poco productiva enfrenta tres problemas:

No se indica si se está considerando la productividad laboral o algún otro tipo de índice de productividad parcial. Lamentablemente la variación de índices de productividad total según el tamaño de empresas, no ha sido calculada.

"Poco" es una referencia en el ámbito de comparación. ¿Cuál es el nivel de comparación? ¿Empresas de mayor tamaño? ¿Empresas similares en el mundo?.

Al ser la productividad solo un indicador de los resultados obtenidos el que una empresa sea "poco productiva" es una conclusión terminante como para recomendar su extinción.

Relación tamaño-productividad.

Tanto el análisis teórico como estudios estadísticos realizados indica que existe una relación entre tamaño de empresa y productividad. Dado que mayores tamaños en la estructura significa mayor concentración en los resultados, existe también una leve correlación positiva entre concentración y productividad.

La relación tamaño-productividad debe analizarse por sector de la economía. En los sectores manufactureros y agropecuario el fenómeno de economías de escala tiene mucha importancia.

En algunos casos este tema define el tamaño óptimo mínimo de una planta o empresa.

Esto no quiere decir que no existan oportunidades para empresas pequeñas.

La aparición de nuevas tecnologías, por un lado, y la búsqueda de una contemplación entre resultados económicos y sociales, por otro está llevando a la industria en otros países, a diseñar plantas industriales de un tamaño en muchos casos inferior al que hubiera adoptado una década atrás. Si esta tendencia se generaliza, a largo plazo esta conducta empresaria modificará la estructura industrial.

La importancia de las pymes.

La importancia de las Pymes en la economía se basa en que:

  • Asegurar el mercado de trabajo mediante la descentralización de la mano de obra cumple un papel esencial en el correcto funcionamiento del mercado laboral.

  • Tienen efectos socioeconómicos importantes ya que permiten la concentración de la renta y la capacidad productiva desde un número reducido de empresas hacia uno mayor.

  • Reducen las relaciones sociales a términos personales más estrechos entre el empleador y el empleado favoreciendo las conexiones laborales ya que, en general, sus orígenes son unidades familiares.

  • Presentan mayor adaptabilidad tecnológica y menor costo de infraestructura.

Obtienen economía de escala a través de la cooperación interempresaria, sin tener que reunir la inversión en una sola firma.

La importancia de las Pymes como U unidades de producción de bienes y servicios, en nuestro país y el mundo justifica la necesidad de dedicar un espacio a su conocimiento.

Debido a que desarrollan un menor volumen de actividad, las Pymes poseen mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios del mercado y emprender proyectos innovadores que resultaran una buena fuente generadora de empleo, sobre todo profesionales y demás personal calificado.

En la casi totalidad de las economías de mercado las empresas pequeñas y medianas, incluidos los microemprendimientos, constituyen una parte sustancial de la economía.

La importancia de las pymes en el ámbito mundial.

En la comunidad europea, las Pymes representan más del 95% de las empresas de la comunidad, concentran más de las dos terceras partes del empleo total; alrededor del 60% en el sector industrial y más del 75% en el sector servicios. Es por eso que en las "reuniones de los jefes de estado de la comunidad europea se subraya la necesidad de desarrollar el espíritu de empresa y de rebajar las cargas que pesan sobre las Pymes".

En Japón también cumplen un nivel muy importante en la actividad económica, principalmente como subcontratistas, en la producción de partes.

Variables que se tienen en cuenta para determinar la dimensión de una empresa.

Las empresas pequeñas y medianas se hallan agrupadas y en nuestro país se identifican con la sigla pymes:

  • Cantidad de personal

  • Monto y volumen de la producción

  • Monto y volumen de las ventas

  • Capital productivo

Estas son algunas de las variables que se tienen en cuenta para determinar la magnitud de las empresas.

Cada país tiene sus propios topes, sobre todo en lo que respecta a la cantidad de personal, que en general oscila entre 50 y 500 personas. Así se consideraría que una empresa es:

Pequeña: hasta alrededor de 50 personas

Mediana: entre 50 y 500

Grande: más de 500

Esto depende del país y del sector productivo o de servicios en el que realice sus actividades. Además esos topes se van actualizando de acuerdo con la realidad económica y social. El Ministerio de Economía estableció los topes para que las empresas sean consideradas Pyme, a los efectos de las diferentes medidas de apoyo, tanto a lo que se refiere a la política económica, como a lo fiscal, a la crediticia y otros.

Las nuevas realidades: "principales macrovariables".

Sin lugar a dudas, a esta altura de los acontecimientos, constituye un verdadero anacronismo discutir en torno a la incidencia de los permanentes cambios del contexto externo sobre la realidad de la empresa, y es una postura totalmente aceptada dentro de la comunidad empresaria, que existen tendencias y variables "macro" que independientemente de la envergadura de la empresa y su principal rama de actividad, generan un impacto imprescindible de considerar en todos los mercados t en todas las situaciones competitivas.

Son muchos los análisis generados por distintos estudiosos del tema, todos ellos, sin dudas enriquecedoras y suficientemente pormenorizados como para reflejar los distintos aspectos de esta realidad.

No es evidente el objetivo de éste trabajo enfocar en particular estas cuestiones, pero como una simple reflexión que consolide a modo introductoria el jefe de nuestro planteo central.

En este sentido, nos permitimos formular las siguientes consideraciones en relación con lo que, a nuestro juicio, representa el marco conceptual principal de la incidencia de las variables del contexto global de la actualidad.

a)Mercados Globales.

Ya no alcanzan con nuestros mercados internos, nuestro mercado es el mundo.

La apertura de las economías nacionales será cada vez más acentuada, y las grandes empresas "Transnacionales" no despreciarán ningún mercado. Debemos estar preparados para competir con los productos de cualquier empresa, en cualquier parte del mundo este proceso no discrimina tamaños ni ramas de actividad, pensamos por ejemplo en las tiendas de venta de indumentaria frente a los EPA, el almacén de barrio al que le instalan muy cerca un SAMBIL o un CCCT, la farmacia tradicional frente a la red de FARMATODO, u otros fenómenos que a diario vemos surgir de la nada como los la de las entregas de PIZZAS A DOMICILIO que hace la pizzería de la esquina termine compitiendo con PIZZA HUT. Nadie está exento, como vemos.

b)Economías integradas y bloques regionales.

Adicionalmente a lo expuesto en el ítem anterior, los estados nacionales ya no permanecerán en un rol pasivo como simples observadores de la realidad o en contrapartida como supremos reguladores, pero si se convertirán en decisores estratégicos del desarrollo económico, orientando inversiones, promoviendo alianzas y utilizando herramientas tales como la presión tributaria, el crédito y las barreras arancelarias para impulsar determinadas actividades.

En este contexto, las economías integradas y los bloques regionales (CEE, NAFTA, y por que no también MERCOSUR) se constituirán en datos ineludibles para el planteo de las distintas estrategias empresarias.

c)Cambio de los patrones de compra de la gente.

Si todo cambia es, básicamente, porque la gente cambia; y en lo que específicamente se refiere a nuestra empresa, han variado sustancialmente sus hábitos de compra, los factores que incidían en la decisión de consumo, sus preferencias, etc.

Miremos nuestro propio interior ¿por qué ya no vamos al cine? ¿por qué muchas veces preferimos un Mc. Donald's antes que un buen restaurante? ¿es que acaso los seres humanos nos hemos vuelto más previsibles?.

No, quizás no sea la respuesta exacta. Los nuevos impactos tecnológicos, la influencia de los medios de comunicación como modelos culturales que se traducen en nuevas conductas, distintos roles y distintos valores sociales y familiares, etc., van generando cambios paulatinos, casi imperceptibles, pero sin lugar a dudas irreversibles, que nos obligan a repensar continuamente: "¿Quién es nuestro cliente y qué es lo que realmente nos compra?".

Todos estos indicadores, nos llevan a enfrentar una situación de mayor incertidumbre e inestabilidad, con planteos competitivos más feroces, una verdadera selva micro económica, donde sólo sobrevivirán los mejores, es decir, aquellas empresas que desarrollen nuevas aptitudes y habilidades que le permitan acrecentar día a día su capacidad para competir en las nuevas realidades.

El modelo de gestión.

Sin ánimo de agotar un tema, que de por sí es lo suficientemente amplio para involucrar varios artículos como este, repasamos algunos de los principios básicos de un modelo de dirección empresaria apto para el desarrollo de una organización exitosa en los negocios actuales.

Área de atención, que sin que se entienda como un dogma o un conjunto de enunciados totalmente taxativos, creemos que se constituyen en nuevas reglas a seguir a esta coyuntura.

Ya no alcanza con ser el dueño o inclusive un responsable director, el empresario debe constituirse en un verdadero líder, hacia adentro y hacia afuera de la empresa, conduciendo efectivamente el negocio en sus aspectos críticos, predicando con el ejemplo de su propia acción y trabajo.

Visión global y anticipativa.

No sirven las actitudes pasivas, que solo implican una mera reacción ante los hechos; o aquellas acotadas a un solo conjunto de variables. Visión amplia, iniciativa, capacidad y anticipación, actitud estratégica, son conductas ineludibles para el crecimiento.

Todo tiene que ver con todo, todo se relaciona entre sí, el cambio es continuo y exige actitudes flexibles, La mente bien abierta y perceptiva a lo que ocurre alrededor.

  • 2. Mística.

Valores claros, fuertemente arraigados y compartidos una orientación clara acerca de qué es lo que buscamos y hacia donde vamos. Un ideal en torno a qué queremos ser.

Aspectos que deben dejar de ser simples aspiraciones o enunciados de deseo para convertirse en principio guías de nuestra acción y la de todos los integrantes de la empresa. Estos principios transcienden las coyunturas y los objetivos personales, es lo que nos representa, lo que tenemos en común en el largo plazo.

El tradicional encargado, nuestro contador interno o jefe administrativo, nuestro hombre de confianza en la empresa, etc., son roles que deben desaparecer para dar paso a la gerencia profesional, verdaderos hombres de negocios, capaces de gestionar eficientemente la empresa, tomar decisiones y liberar al empresario de las caras de rutina de la operatoria organizativa.

  • 4. Identificación del personal.

No importa si tenemos un único empleado, 20 operarios o una dotación de 200 colaboradores; en cualquiera de los casos debemos reconocer en nuestro personal el recurso más valioso con que cuenta la empresa. El cuidado de este activo crítico requiere de ajustados criterios de selección, capacitación y desarrollo, etc., pero, por sobre todo, un estilo de dirección participativo que promueva el compromiso colectivo y la identificación de la gente con la empresa.

  • 5. Diferenciación.

Es preciso ser distinto que la competencia pero, sobre todo, ser percibidos como distintos por los compradores a partir de nuestros productos, los servicios que prestamos, etc.

No sirve la masividad indiscriminada, nuestra oferta debe ser pensada a medida de los requerimientos de los clientes, los que deberán vernos como algo único y edificar su lealtad sobre la base de esta percepción.

  • 6. Calidad.

Hacer calidad no implica fabricar de acuerdo con determinadas especificaciones técnicas o procurando simplemente de ausencia de errores en los procesos sino que fundamentalmente implica una actitud global de toda la empresa, orientada hacia una mayor satisfacción del cliente.

Todos en la organización contribuyen a la formación de la calidad a partir de acciones que incrementen el valor percibido de nuestros productos, mejorando en forma continua todas las operaciones y procesos.

Para estar un paso adelante, para poder anticipar las nuevas necesidades y estar junto a nuestros clientes en el momento preciso, no sirve copiar o imitar, ni siquiera es suficiente interpretar eficazmente las tendencias y aprovechar las oportunidades que surjan, hay que ir más allá: las tendencias hay que anticiparlas, las oportunidades, crearlas.

Para esto hay que desarrollar una profunda capacidad creativa, apta para el desarrollo de nuevas ideas que se traduzcan en innovaciones concretas en los distintos aspectos del negocio.

Cuando mayor necesidad hay de preservar los recursos, en épocas de recesión o agudas crisis es curiosamente cuando mayores despilfarros se producen.

La gestión eficiente de la estructura de costos de la empresa se convertirá indefectiblemente en un imperativo clave para supervivencia.

Eliminar el desperdicio, controlar el gasto innecesario, una ajustada dirección en materia económica-financiera, son aspectos que han dejado de tener un valor meramente administrativo para representar una fase crítica del planteo estratégico de la empresa.

La confiabilidad oportunidad, seguridad de información que se utiliza en la toma de decisiones, se convierte, como nunca, en un insumo de vital importancia para los procesos directivos.

El diseño de un eficiente sistema de informes tanto internos como externos es un requisito imprescindible para la competitividad y requiere el desarrollo de nuevos métodos de recolección de datos, tecnología de procesamiento, etc.

Origen y evolución de las pymes

Si nos remontamos al nacimiento de este núcleo de empresas denominadas Pymez, encontramos dos formas, de surgimiento de las mismas.

Por un lado aquellas que se originan como empresas propiamente dichas, es decir, en las que se puede distinguir correctamente una organización y una estructura, donde existe una gestión empresarial (propietario de la firma) y el trabajo remunerado.

Estas, en su mayoría, son capital intensivas y se desarrollaron dentro del sector formal de la economía. Por otro lado están aquellas que tuvieron un origen familiar caracterizadas por una gestión a lo que solo le preocupó su supervivencia sin prestar demasiada atención a temas tales como el costo de oportunidad del capital, o la inversión que permite el crecimiento.

En su evolución este sector tuvo tres etapas perfectamente definidas.

Las Pymes en general y las dedicadas al sector industrial en particular, comenzaron a adquirir importancia dentro de la economía en los años 50"y 60"

Para el caso a que hacemos referencia el modelo exhibió gran dinamismo lo que les permitió, en un contexto de economía cerrada y mercado interno reducido realizar un "proceso de aprendizaje" con importantes logros aunque con algunas limitaciones en materia de equipamiento, organización, escala, capacitación, información, etc.

Estas limitaciones antes comentadas fueron adquiriendo un aspecto lo suficientemente negativo como para afectar tanto la productividad como la calidad de estas empresas, alejándola de los niveles internacionales y provocando que las mismas durante los 70", época de inestabilidad macroeconómica, se preocuparan únicamente por su supervivencia que las sumió en una profunda crisis que continuó en la década del 80". Esta sería entonces, la segunda etapa en la historia de la evolución de las Pymes.

Por el contrario, los cambios que se vienen sucediendo desde 1999 en lo que a disponibilidad de financiamiento externo y estabilidad económica interna se refiere, parecen indicar el comienzo de una nueva etapa para las Pymes, con algunos obstáculos que aún deben superarse.

Evolución Intercensal.

Entre 1964 y 1994 disminuyó significativamente tanto el número de establecimientos (11%) como la cantidad de trabajadores empleados en la industria (23,3%).

Esta evolución no ha sido pareja la cantidad de empresas con 5 o menos empleados cayó un 4,6% mientras que el número de las de más de 50 cayó un 25,6% y similarmente el empleo de las primeras cayó un 10,3% mientras que en la segunda lo hizo en un 32%. Esto ha provocado el aumento en la importancia relativa de las Pymes ya sea considerando su número (paso de 96,2% al 96,8%) o el porcentaje de trabajadores empleado en ello (aumentó el 45,6% al 49,6%) destacándose entre ellas las microempresas.

Los modelos de industrialización en los países desarrollados fueron determinados por las condiciones macroeconómicas imperantes y el grado de disponibilidad de ciertos insumos industriales básicos.

El sustento teórico del estado del bienestar que caracterizó la segunda posguerra y el comienzo de los 70"determinó un modelo de industrialización basado en la producción masiva de bienes poco o nada diferenciados con una organización rígida de la cadena productiva aprovechando las economías internas de escala y las demandas insatisfechas.

De esto modo apareció en exceda la gran planta fabril, ésta se convirtió en un elemento clave de desarrollo. En este contexto las Pymes conservaban para sí la tarea de preservar el equilibrio socioeconómico en su rola de generadoras de mano de obra con una tendencia declinante de su participación en la composición industrial de los países adherentes a este modelo.

Posibles acciones de gobierno para las pymes industriales.

El gobierno puede actuar a través del manejo de la política fiscal, legislación, especificación e compra de empresas estatales y otros medios para modificar la estructura industrial… que a su vez cambiaría la productividad obtenida. Normalmente el primer tipo de instrumentos a utilizar dependerá del diagnóstico previo.

En el caso de la pyme industrial, la recomendación no es un simplista, debe fomentarse la concentración del sector manufacturero.

No existen demostraciones teóricas ni estudios estadísticos rigurosos que puedan indicar con precisión qué hacer en el caso argentino. Sí, en cambio, hay suficiente análisis conceptual y estadísticas generales como para comenzar la acción, mientras el tema se empieza a investigar con detenimiento. Se proponen por ejemplo unas 40 formas de asisencia a la pyme clasificadas en cinco temas:

Investigación y análisis.

  • Difusión.

  • Capacitación.

  • Asesoramiento.

  • Generación de la coparticipación de esfuerzos entre empresas.

Problemas a los que se enfrentan las pymes

  • Falta de financiamiento adecuado para el capital-trabajo como consecuencia de la dificultad para acceder al mercado financiero.

  • Tamaño poco atrayente para los sectores financieros ya que su capacidad de generar excedentes importantes con relación a su capital no consigue atrapar el interés de los grandes conglomerados financieros.

  • Falta del nivel de calificación en la mano de obra ocupada.

  • Dificultades para desarrollar planes de investigación.

  • A las pymes les resulta muy difícil hacer frente a las complicadas y cambiantes formalidades administrativas y fiscales, a las trabas aduaneras, a la falta de transparencia en las modificaciones legislativas, todo lo cual les insume costo de adecuación proporcionalmente más altos que las empresas grandes y les dificulta considerablemente poder mantenerse en el mercado.

  • El Problema Fiscal Y Sus Consecuencias

  • El cierre fiscal de la primera mitad de 1996 indica (como era previsible) que el desequilibrio ha superado, holgadamente, tanto las previsiones presupuestarias como los compromisos ante el FMI.

Antecedentes de otros países

República Federal Alemana.

El reconocido milagro alemán estuvo asentado en bases de asistencia planeada a las empresas de menor dimensión, mediante la acción insertada del propio estado facilitando medidas de apoyo en el campo financiero y en los incentivos fiscales.

Brasil.

La asistencia de la PYME surgió como consecuencia del proceso de planificación con el objeto de evitar la concentración económica, la polarización a través de la retribución regresiva del ingreso y la presión demográfica hacia la marginalidad de bastos sectores de la población.

El diagnóstico inicial demostró que la baja productividad relativa del sector podía ser modificada con la combinación de la asistencia financiera condicionada a la asistencia gerencial para racionalizar la empresa. Esta acción fue centralizada en el CEBRAE, organismo que actúa en los 22 estados brasileños y subvenciona hasta el 55% de las actividades; la parte restante queda a cargo de organismos regionales.

La asistencia es en 3 campos; consultoría, investigaciones y capacitación empresaria.

Japón.

Desde 1955 hasta la fecha, la importancia del sector no se ha modificado y representa el 99% total de los establecimientos, el 77,1% de las fábricas instaladas y el 50,2% de las ventas minoristas y mayoristas del país.

El plan de desarrollo económico destaca que existen 4 categorías de actividades en las cuales es indispensable la presencia de las empresas de menor dimensión:

Donde la demanda fluctúa rápidamente por los cambios de moda, gastos, estacionalidad y otras razones que originen una extremada adaptabilidad a las variaciones de los consumidores.

  • Donde existen restricciones en el suministro continuo de materia prima.

  • Donde es posible la automatización por razones tecnológicas o porque existe una gran variedad de ítems de escasa cantidad.

  • Donde no se requiera excesivo capital ni tecnología.

Las medidas de asistencia tuvieron carácter legal al ser dictada en 1949 la ley de Promoción de la Modernización de la PYME; la misma fue ampliada en 1970, a través de ella se da asistencia financiera supeditada al reconocimiento del incremento de la productividad y la integración entre empresas del sector; además se intensificó el diagnóstico tecnológico, la capacitación y la consultoría en la industria y el comercio.

República federal Alemana.

Al término de la 2da Guerra Mundial, Alemania, enfrentó la tarea de reconstruir su economía. A partir de 1949, su ministro de Economía, el Dr. Ludwig Erhad, implantó un plan económico de varias etapas, dentro de un esquema conocido como "Economía Social del Mercado".

Su filosofía básica se ubica dentro de las escuelas del neoliberalismo y centró su gestión en un esquema altamente competitivo, a través de un orden económico basado en la capacidad expansiva de una empresa privada. Ello implicó una liberación gradual en varios de los controles en el mercado interno.

Según este esquema económico, la lucha competitiva puede describirse como un proceso de fuerte concentración en el cual las empresas van tomando una posición creciente en el mercado, a la vez que mejoran su rentabilidad al ir generando "economía en escala", perfeccionamientos técnico-organizativos y reducciones de precios.

Medidas adoptadas.

Dentro de este enfoque, para este diagnóstico es importante destacar la actitud seguida con las empresas de menor dimensión.

En 1952, se propició, una ley, para combatir los monopolios, que dio origen a la creación de la Oficina de Carteles que asumió desde esa fecha la tarea de vigilar la gestión de las empresas que tienen una posición monopólica u oligopólica en el mercado interno.

Dentro de este marco restrictivo, se instrumentó en el mismo año que se promulgaba la ley anterior, el complemento de ésta, es decir, un apoyo integral a las empresas de menor dimensión a través de lo que se conoció como la Mittelstandspolitik. Su difusión fue precedida por un compromiso del Gobierno Federal en el sentido de que intervendría en favor de las empresas pequeñas y medianas para restaurar el equilibrio a través de medidas especiales de asistencia.

La sistematización de la problemática de este sector empresario se efectuó a través de un organismo creado a tal efecto en el Ministerio de Economía, el Mittelstand. Las primeras acciones fueron las de establecer contactos directos con empresarios y organizaciones privadas involucradas en el sector.

Las primeras investigaciones demostraron que la productividad comparativa de las empresas de menor dimensión resultaba ser inferior a la de las empresas grandes. No obstante ello, no era recomendable su eliminación, sino por el contrario, era vital para la economía encarar su superación permitiéndose acceder a las técnicas de organización y a las tecnologías más acordes a su dimensión.

Para implementar estas ideas se asignaron líneas de créditos y subsidios para mejorar su posición en el mercado por vía de la racionalización de su actividad. Durante el decenio 1957/1966, los créditos ascendieron al equivalente de 1000 millones de dólares y los subsidios a 400 millones de la misma moneda.

Los créditos fueron utilizados para mejorar su competitividad con empresas extranjeras, en muchos casos para readaptar el objetivo principal de la actividad de la empresa o las operaciones que la tornaban ineficiente, como así también para facilitar el establecimiento de nuevas empresas en áreas o sectores como única misión explotados.

Los subsidios tenían como única misión la de mejorar o adaptar la tecnología, como así también la de brindar asesoramiento y capacitación en temas técnicos y organizativos.

Simultáneamente, por iniciativa dedos universidades (las de Bonn y Colonia) se crearon en cada una de ellas institutos de investigación específicos para las empresas de menor dimensión.

Dentro de los aséctos tributarios, cabe destacar que se introdujeron normas tendientes a aliviar la presión impositiva sobre el sector. En el impuesto a la renta se redujeron las tasas para los tramos medios y en el impuesto alas transacciones, el mínimo no imponible dejó de lado a las empresas de bajo volumen de ventas, favoreciendo significativamente a este sector de empresas.

Con referencia a los pequeños empresarios se estableció un régimen normativo para actividades artesanales, que encargó en forma obligatoria a las asociaciones profesionales prestar servicios de especialización, como así también facultó a estas a extender certificados de habilitación en ciertos oficios.

El acceso a la inversión en el capital de las empresas públicas cuando ellas se transfirieron total o parcialmente al área privada tuvo también características diferenciales para los sectores de menor poder económico. Un sistema de "descuentos sociales" permitía la suscripción de acciones con facilidades a aquellos que estuvieron dentro de una franja de contribuyentes al impuesto a la renta, con la obligación de éstos de no poder negociarlas hasta un plazo de aproximadamente 5 años. De esta forma, Volkswagen incorporó casi un millón y medio de nuevos accionistas que cubrieron mas de dos tercios de su capital.

Otras medidas dentro de la misma concepción permitieron incorporarse en mercado accionario al personal de las empresas privadas.

Conclusiones.

El análisis de la etapa de recuperación de la economía alemana conocida como "milagro alemán", se observa una asistencia planeada en las empresas de menor dimensión, con el objeto de consolidar su accionar, mediante la acción del propio Estado, facilitando medidas de apoyo en el campo financiero y en los incentivos fiscales.

Esta asistencia se realizó a partir del convencimiento previo de que su gestión era relativamente ineficiente (tanto tecnológica como organizacionalmente) pero con la firme convicción de que resultaban indispensables para equilibrar la economía alemana.

Brasil.

Medidas adoptadas:

Ante la existencia de ciertas fronteras propias del tamaño de una pequeña o mediana empresa (insuficiencia gerencial, el reducido reciclaje tecnológico, la escasa capacidad de endeudamiento) era necesario crear una estructura que asistiera gerencial, tecnológica y financieramente a la PYMES brasileñas.

Así nació la CEBRAE. Pero antes fue necesario dilucidar una cuestión vital para un organismo de esta especie. ¿Qué es lo primero: la asistencia financiera o la asistencia gerencial?.

Los argumentos en favor de una u otra posición son igualmente convincentes. No cabe duda de que el mantenimiento sostenido de tasas de interés diferenciales o lisa y llanamente negativas implica, a la larga, una injustificada transferencia de ingresos hacia las pequeñas y medianas empresas.

Por otro lado, algunos extrangulamientos financieros pueden favorecer a factores netamente gerenciales, como una equivocada política de stocks.

Si (se contra argumenta), pero la propia situación de mercado de estas firmas las coloca en condiciones financieras adversas difícilmente reversibles. Las garantías que les exigen los bancos provocan una suerte de ley de hierro por la que sólo tienen acceso al crédito las empresas de una dimensión media hacia arriba. ¿Cómo se logra, entonces, un cambio significativo en la productividad de una pequeña o mediana empresa; socorriéndola financieramente o apuntalando su capacidad organizativa?.

El nudo gordiano fue cortado de un tajo. El CEBRAE (organismo estatal dedicado a la asistencia gerencial) depende del Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y trabaja junto a él. En la práctica, esto implica la concesión de créditos "atados" al apoyo organizacional. Cuando un empresario concurre a solicitar un préstamo, no sólo debe cumplir con el requisito de presentar un proyecto de factibilidad económico-financiera; también se somete a un diagnóstico de su estructura de gestión. A partir de éste primer examen se sugieren diversas formas de racionalización que van desde los más elementales sistemas de organización y métodos hasta la formulación de planes estratégicos para todas las áreas de la PYME.

Los CEAG"s son subvencionados hasta un 55% por CEBRAE. El 45% restante corre por cuenta de los organismos de carácter estatal o directamente, por la empresa que demanda el servicio de consultoría.

El sistema de asistencia cumple 3 funciones; consultoría integral, investigaciones (oportunidad de inversión, capacidad exportable de la pequeña y mediana industria, etc.) y capacitación empresarial (a nivel gerencial e intermedio, básicamente). A fines de 1977, habían realizado 6.500 consultorías y capacitado a 4.500 cuadros empresariales.

También se instrumentaron programas especiales; acciones colectivas (centrales de venta, bolsas de subcontratación, servicios comunes de contabilidad, etc.) y otros.

Conclusiones.

Las PYMES brasileñas son alrededor de 1.140.000. Esta cifra da la idea de la dimensión en que debe operar el Centro. Pero éste no es su problema mayor. El campo de batalla más difícil está en la resistencia al cambio propio de este tipo de empresas que se niega a aceptar si más es lenguaje tecnográfico de los financieros del CEBRAE. Y ésta es la 2da cuestión vital que debe resolver un organismo de esta naturaleza.

Las últimas reuniones internacionales han demostrado que la América Latina ya han importado suficiente tecnología de gestión de los países industrializados. Y que, a menudo, esa tecnología no se adapta a sus necesidades.

Este hecho de que el CEBRAE asuma esta problemática, innegablemente, un cuestionamiento a fondo de su propia experiencia. Un reconocimiento de sus errores y, a la vez, una política realista sin claudicaciones.

Japón.

Antecedentes.

Para tener una idea de las características del sector de empresa de pequeña y mediana dimensión, las cifras estadísticas de Japón indican que: representan el 99% del total de los establecimientos, el 77% de las fábricas instaladas y el 50,2% de las ventas minoristas y mayoristas del país. Es importante destacar que desde 1955, cuando de inició el período de crecimiento sostenido, estas cifras fueron escasamente alteradas. Ellas por sí mismas permiten afirmar la importancia del sector en la economía japonesa.

Desde que se planeó el plan de desarrollo económico del Japón de tuvo en cuenta que el sector de pequeña y mediana empresa debería cumplir un activo rol, debido a que existen varias categorías de actividades en que son d presencia indispensable las empresas de menor dimensión. Esas categorías son:

  • Donde la demanda fluctúa rápidamente por cambios de moda, gustos, estacionalidad y otras razones que originen una extremada adaptabilidad a las variaciones de los consumidores (vestimenta, calzados, tornillería especial).

  • Donde existen restricciones del suministro continuo de materia prima (pieles, frutas, maderas).

  • Donde es imposible la automatización por razones tecnológicas o porque existe una gran variedad de ítems de escasa cantidad (artículos artesanales).

  • Donde no se requiera excesivo capital ni tecnología (procesos metalúrgicos livianos, servicios profesionales, a distribuidores).

  • Además del reconocimiento explícito de la necesidad de las empresas de menor dimensión para el adecuado equilibrio económico, a lo largo de los años que permitieron el despegue japonés ocurrieron cambios significativos que conviene destacar.

A pesar de la población numerosa del Japón, a pocos años de producirse la actividad económica empezaron a surgir dificultades en la obtención de mano de obra en forma intensiva, una de las características básicas para las actividades de las empresas en análisis. Por ello comenzó a crearse interés para la racionalización efectiva de los lugares de trabajo y además se lograron permisos especiales para permitir la incorporación de la fuerza laboral de personas de edad avanzada y mujeres en tareas de imposible automatización.

La necesidad de entrar en los organismos internacionales de crédito obligó paulatinamente a abrir las protecciones iniciales de la economía japonesa; en tal sentido comenzó a sentirse la competencia de los países asiáticos cercanos, lo que puso más en evidencia la necesidad de elevar la productividad y la incorporación de tecnología moderna.

El crecimiento poblacional en las zonas urbanas, obligó a tomar medidas de regulación ambiental que impidieron progresivamente la localización de empresas de menor dimensión, que se veían impedidas de ir a zonas interiores de menor población.

Todas estas circunstancias sumadas a la importancia que siempre se le asignó al sector, obligaron a considerar un conjunto de medidas para permitir el armónico desarrollo de estas empresas.

Medidas adoptadas.

A pesar de existir, desde 1949, una ley para la promoción de la modernización de la pequeña empresa, en 1970, debido a las circunstancias antes apuntadas, se vio la conveniencia de adoptar un conjunto de medidas específicas que sirvieron de asistencia a dichas empresas.

Como primera medida se amplió la asistencia financiera desde el organismo pertinente, la Small Business Promotion Corporation. Esta asistencia estaba supeditada al reconocimiento de las medidas de incremento en la productividad y aquéllas que favorezcan la integración entre empresas del sector.

Se dictó una ley de protección para los subcontratistas a fin de defenderlos sobre las demoras en los pagos y estableciendo una política impositiva específica.

Se propició la modernización de los servicios de distribución especialmente loas mayoristas de mercaderías a través de fondos especiales creados en la Small Business Promotion Corporation. Se aportó equipos especiales para hacer investigaciones en las prácticas comerciales y además se brindó asistencia por el entrenamiento de personal de ventas en negocios.

Se establecieron medidas tendientes a desarrollar la tecnología específica de los sectores auspiciando el entrenamiento y la visita a exterior de técnicos. Se intensificó el diagnóstico tecnológico con el objeto de alcanzar mayores niveles de estandarización en los productos.

El orden a conseguir una mayor calidad y asegurar la disponibilidad de mano de obra idónea, se alentó la capacitación profesional.

Se establecieron beneficios sociales y reformas en las condiciones laborales que aseguraban la seguridad e higiene en el trabajo.

La modernización de equipos se alentó mediante la expansión de los servicios de leasing y la posibilidad de amortización de los equipos fabricados en el país en un plazo menor de tiempo que lo normal.

Finalmente, dentro de este conjunto de medidas, se alentó la actividad de consultores profesionales en la industria y el comercio.

Conclusiones.

Del marco enunciado se puede destacar que en Japón, desde el inicio de su proceso de transformación económica, se admitió la importancia de las empresas de menor dimensión en la economía. Para que ello fuera viable se observó la necesidad de encarar un decidido proceso de modernización que requería cierta orientación y asistencia. En el campo de la asistencia, las medidas adoptadas fueron de orden financiero, impositivo, tecnológico y de asesoramiento, concentradas en sectores que prioritariamente se eligieron independientemente de la industria por reunir un conjunto de características que obligaban a esa asistencia.

Costos de transacción y obstáculos regulatorios

Redimensionar la visión tradicional de la PYME no significa desconocer su importancia en el sistema productivo, implica rescatar el uso de ésta categoría con un sentido más preciso, en particular cuando se proponen políticas públicas que las asistan.

Fallas del Mercado y Distorsiones Regulatorias;

  • 1 Costos de transacción.

  • 2 Problemas de información independiente del tamaño.

  • 3 Problemas de coordinación: impide compartir costos entre empresas.

Partes: 1, 2

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