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Tango, crimen y literatura (boquitas pintadas) de Manuel Puig y su versión fílmica



  1. María Vargas. Universidad de Alabama
  2. Bibliografía

María Vargas. Universidad de Alabama

El 24 de octubre del 2006, a las 11:00 María Vargas se sentía mal. El ya mencionado 24 de octubre, a las 16:00 María Vargas se tomó dos Tylenol, se lavó los dientes y se dispuso a escribir su trabajo para SP-518 pero no pudo. El ya mencionado 24 de octubre, a las 18:25 volvió a intentarlo pero en vez de eso escribió un poema para su amiga María Elena Nicholas a cuyo funeral asistiría el domingo siguiente.

El ya mencionado 24 de octubre, a las 21:40 María Vargas finalmente empezó a escribir sobre la novela Boquitas pintadas, del argentino Manuel Puig, y su adaptación a la pantalla por el director Leopoldo Torre Nilsson y descubrió que ésta novela "echa una mirada lúcida sobre el sexismo y la alienación que aún imperan en vastos sectores de la población de Argentina y de todo el mundo";[1] que el título tiene su origen en "un verso del tango-fox-trot de Gardel-Le Pera, "Rubias de Nueva York," de la película de 1934, Tango en Broadway (…) y que usa las letras de Le Pera como versículos de la religión del tango, y tiene razón, porque para los argentinos (y este autor) el tango es sagrado".[2]

Con ese estilo (empleado al comienzo de este trabajo), de agenda informativa con detalles cronológicos; con la colaboración de un narrador omnisciente y con el uso de monólogos interiores, corriente de conciencia, analepsis, fichas de sala de maternidad, noticias de la policía, demandas al ministerio de agricultura, obituarios y especialmente cartas y tangos populares, los lectores apreciamos cómo se va escribiendo, poco a poco, esta novela que es, básicamente, una historia de amor.

Pero esta es una historia de amor acompañada de crimen y misterio y de muchos obstáculos ante ese amor. Tenemos, pues, aquí los elementos de un "culebrón", de una novela rosa, de un folletín, de una telenovela; es decir, de un melodrama sentimental y lacrimógeno, proceso creativo del cual el autor nos lo prepara por "entregas." En una entrevista, Manuel Puig explica que su obra "es un folletín en el cual, sin renunciar a los experimentos estilísticos iniciados en mi primera novela, intento una nueva forma de literatura popular".[3] En la novela se palpa ese experimento intencional y socialmente subversivo en las estrategias narrativas que son tan variadas y diferentes. "Puig hace con el folletín lo que Borges logra con el género policial: ambos toman géneros gastados, regidos por reglas estrictas que el lector entrenado conoce y espera, y los invierten totalmente".[4] La novela comienza y termina con una muerte y un obituario (Juan Carlos Etchepare primero y Nené Fernández al final); está estructurada en dos partes y dieciséis entregas; y cada una tiene como epígrafe líneas de un tango o un bolero muy popular.

La primera parte se titula "Boquitas pintadas de rojo carmesí." El evento que echa a andar la acción es la lectura de Nené del obituario de Juan Carlos. Esto la empuja a escribirle a la madre de él y a recordar su pasado juntos. En éstas primeras ocho entregas Puig nos da el romance (en tiempo evocado en las cartas) de Nené con el guapísimo casanova tuberculoso y sentimentalmente comprometido, además, con Mabel, la amiga de ella y con la viuda Elsa di Carlo. También encontramos aquí, como subtexto, el triángulo de Mabel, Raba y Pancho, quienes proporcionan el elemento siniestro de crimen y suspenso de esta trama, así es como se logra una cierta intertextualidad con la novela policial. Mabel tiene amores prohibidos con Pancho, policía de baja condición social, quien ha engañado y abandonado con falsas promesas, a Raba, la empleada de la familia de Mabel.

La segunda parte es titulada "Boquitas azules, violáceas, negras" y es la encargada de soltar los nudos que se amarraron en la primera sección. El título de la novela, con sus connotaciones sexuales, es sugestivo aludiendo a las condiciones de machismo y patriarcado (y de la correspondiente opresión femenina) reinantes en la sociedad argentina (temas trabajados tanto en el libro como en el filme). Su significado es fácil de interpretar cuando sabemos que "boquitas pintadas" es una frase de un tango, pieza casi siempre melodramática y de final violento o fatal a causa del exceso de testosterona responsable, en gran parte, de las condiciones de sexismo que ponen en duda el valor intrínseco de las mujeres, al confundirlo con un valor meramente de sexualidad objetificada.

"Aunque sus textos están ambientados en la mitología sexual y sentimental de la clase media bonaerense, su crítica es válida de una manera universal, y aquellos referentes—un lugar, una época y una capa social— podrían modificarse sin afectar para nada la esencia de las historias".[5] Un elemento que universaliza ésta obra de Puig es lo reconocible de sus personajes. El autor explica: "yo sentía que esos personajes, de un pueblo en La Pampa, estaban inmersos en una atmósfera gardeliana, que eran personajes que creían en las letras de los tangos sin atreverse a vivir como un tango".[6]

El galán latinoamericano encarnado en Juan Carlos es un arquetipo reconocido por sus cualidades de egoísmo, machismo y arrogancia. Su hermana, Celina, es la villana de la obra. Manipuladora, hipócrita y envidiosa, ella es la que obstaculiza el romance de Nené y luego trata de destruir su matrimonio con Donato Massa, pero no lo consigue. Mabel es la niña rica, consentida y promiscua que termina mal, debido al escándalo de los negocios de su padre con su ex-novio inglés. Nené, aunque mimada por sus padres, es inocente y quiere hacer lo correcto; ha sido víctima sexual del Dr. Aschero, lo cual la avergüenza; sigue enamorada de Juan Carlos y aunque se casa con otro, el amor de Juan Carlos no la deja ser feliz. Ella ha idealizado al novio enfermo y con el paso del tiempo se ha olvidado de sus defectos y de sus traiciones con otras mujeres.

La pareja de Pancho y, especialmente, Raba son clichés de los personajes humildes, usados y abusados por los patrones o por las condiciones y convenciones sociales en que viven. De los personajes femeninos, la Raba (una especie de anti-heroína) es la que mejor termina: rodeada de hijos, casada con su vecino y gozando de sus numerosos nietos a pesar de haber asesinado a Pancho al darse cuenta de su engaño.

La versión fílmica de Boquitas pintadas sigue el hilo de la historia de la novela y las dos mantienen una estructura circular (empiezan y terminan con la lectura de un obituario) y cerrada (los personajes principales han muerto). Las divisiones de las "entregas", tan marcadas en la novela, no son bien definidas en la película. El tiempo de la historia comienza en 1934 y los eventos de esa época son contados por medio de los recuerdos de los personajes. El tiempo de la narración comienza en abril de 1947, cuando Nené lee el obituario de su ex-novio y va hasta septiembre del mismo año. La historia después salta hacia adelante (prolepsis) hasta llegar veinte años después a la muerte de Nené en 1968. Los elementos temporales son los mismos en la novela y en el filme.

Los detalles principales no varían más que en la medida en que es inevitable a causa de las diferencias esenciales entre la narrativa verbal y la visual, así como de las dificultades inherentes a su compaginación. En 1968, fecha en que se publica la novela, Puig: "parecía ya haber tomado en cuenta que su narrativa poseía un cierto estilo cinematográfico, dado en la síntesis que la novela presenta y que puede ser pasada a otro género como el cine".[7] Esto es notable en ciertos pasajes del libro (por ejemplo, "Dormitorio de señorita, 1937") donde las descripciones cortas y apuradas se parecen a las direcciones para montar una obra en escena de un guión de teatro o de cine.

La novela, sin embargo, tiene estrategias narrativas innovadoras que le dan una rapidez muy moderna y una frescura que no se siente en la película homónima dirigida por Leopoldo Torre Nilsson en 1975. La película es una verdadera novela rosa, sentimental, de esas donde Puig logra hacer la sátira con los elementos experimentales y modernos de su novela, los cuales invierten los patrones tradicionales del género. Lo melodramático se acentúa más en el filme con la ayuda de un vestuario y maquillaje fieles a las modas de la época; con el lenguaje corporal de los personajes; con la actitud machista y dominante de los hombres; y especialmente con la música. El tango, que es tan importante en esta obra, no tiene mejor forma de apreciarse que oyéndolo. No importa cuan bella sea la letra, la música lo complementa de una forma indispensable y al complementarlo enfatiza aún más y se ajusta al sentimiento de melodrama de la película.

Sin embargo, el filme complementa la labor de crítico social de Puig pues continúa los temas de la novela acerca del patriarcado, la venganza, la inflexibilidad de jerarquías sociales, la intolerancia e hipocresía de la sociedad burguesa provinciana, la represión sexual de los individuos, el machismo y la fuerza del destino ( la lectura de las cartas). La película tiene las mismas intenciones subversivas de la novela y re-inventa, en forma visual, el tono de descontento de Puig hacia las "grandes" novelas del boom dentro del cual su obra calza cronológica e ideológicamente (la novela fue publicada en 1968 y la película debutó en 1974), pero cuyos autores consideraban su obra como "liviana".[8]

Todos estos temas forman parte de la intertextualidad entrecruzada de la novela y la película, obras en que verdaderamente y como lo explica Lauro Zavala: "todo esta conectado con todo".[9] En este caso, la intertextualidad, que de acuerdo a Zavala "es la característica principal de la cultura contemporánea",[10] es inevitable ya que la película depende directamente de la novela en una relación de adaptación de original a réplica y también porque Puig participó en la creación del guión ayudando con esto a crear más bien un "remake" que afianza la integridad artística de su obra. Esta participación de un autor como guionista no siempre garantiza la fidelidad al texto ya que: "el proceso de adaptación literaria demuestra las enormes dificultades que en sí misma conlleva la transposición a imágenes de un texto, acción que pone de relieve que no existe formula infalible para asegurar que los resultados serán los óptimos".[11]

Por otra parte, ambos productos culturales están conectados por un inmenso intertexto que comienza con los lazos de contacto ineludibles entre las dos obras artísticas, pasa a los receptores de la novela y de la película; "comete" apropiaciones y carnavalizaciones; sigue a través de los folletines que vienen desde Honoré de Balzac; cruza por los caminos de la historia político-social de la Argentina de la época; toca los tangos más arrabaleros de Alfredo le Pera; hace referencias a las telenovelas y a las novelas policíacas; se encuentra con las radionovelas, con boleros de Agustín Lara y con películas de Hollywood como Peyton Place o Imitación de la vida, o españolas como El último cuplé (todas a igual nivel de alto melodrama); para completar el círculo de nuevo con los lectores y la audiencia quienes, por medio de su competencia o capacidad de comprensión e interpretación de los códigos, terminan la tarea de crear los significados de los productos simbólicos desde la óptica de sus experiencias personales particulares. Pero esta es una historia de amor acompañada de crimen y misterio y de muchos obstáculos ante ese amor. Tenemos, pues, aquí los elementos de un "culebrón", de una novela rosa, de un folletín, de una telenovela; es decir, de un melodrama sentimental y lacrimógeno, proceso creativo del cual el autor nos lo prepara por "entregas." En una entrevista, Manuel Puig explica que su obra "es un folletín en el cual, sin renunciar a los experimentos estilísticos iniciados en mi primera novela, intento una nueva forma de literatura popular".[12] En la novela se palpa ese experimento intencional y socialmente subversivo en las estrategias narrativas que son tan variadas y diferentes. "Puig hace con el folletín lo que Borges logra con el género policial: ambos toman géneros gastados, regidos por reglas estrictas que el lector entrenado conoce y espera, y los invierten totalmente".[13] La novela comienza y termina con una muerte y un obituario (Juan Carlos Etchepare primero y Nené Fernández al final); está estructurada en dos partes y dieciséis entregas; y cada una tiene como epígrafe líneas de un tango o un bolero muy popular.

La primera parte se titula "Boquitas pintadas de rojo carmesí." El evento que echa a andar la acción es la lectura de Nené del obituario de Juan Carlos. Esto la empuja a escribirle a la madre de él y a recordar su pasado juntos. En éstas primeras ocho entregas Puig nos da el romance (en tiempo evocado en las cartas) de Nené con el guapísimo casanova tuberculoso y sentimentalmente comprometido, además, con Mabel, la amiga de ella y con la viuda Elsa di Carlo. También encontramos aquí, como subtexto, el triángulo de Mabel, Raba y Pancho, quienes proporcionan el elemento siniestro de crimen y suspenso de esta trama, así es como se logra una cierta intertextualidad con la novela policial. Mabel tiene amores prohibidos con Pancho, policía de baja condición social, quien ha engañado y abandonado con falsas promesas, a Raba, la empleada de la familia de Mabel.

La segunda parte es titulada "Boquitas azules, violáceas, negras" y es la encargada de soltar los nudos que se amarraron en la primera sección. El título de la novela, con sus connotaciones sexuales, es sugestivo aludiendo a las condiciones de machismo y patriarcado (y de la correspondiente opresión femenina) reinantes en la sociedad argentina (temas trabajados tanto en el libro como en el filme). Su significado es fácil de interpretar cuando sabemos que "boquitas pintadas" es una frase de un tango, pieza casi siempre melodramática y de final violento o fatal a causa del exceso de testosterona responsable, en gran parte, de las condiciones de sexismo que ponen en duda el valor intrínseco de las mujeres, al confundirlo con un valor meramente de sexualidad objetificada.

"Aunque sus textos están ambientados en la mitología sexual y sentimental de la clase media bonaerense, su crítica es válida de una manera universal, y aquellos referentes—un lugar, una época y una capa social— podrían modificarse sin afectar para nada la esencia de las historias".[14] Un elemento que universaliza ésta obra de Puig es lo reconocible de sus personajes. El autor explica: "yo sentía que esos personajes, de un pueblo en La Pampa, estaban inmersos en una atmósfera gardeliana, que eran personajes que creían en las letras de los tangos sin atreverse a vivir como un tango".[15]

El galán latinoamericano encarnado en Juan Carlos es un arquetipo reconocido por sus cualidades de egoísmo, machismo y arrogancia. Su hermana, Celina, es la villana de la obra. Manipuladora, hipócrita y envidiosa, ella es la que obstaculiza el romance de Nené y luego trata de destruir su matrimonio con Donato Massa, pero no lo consigue. Mabel es la niña rica, consentida y promiscua que termina mal, debido al escándalo de los negocios de su padre con su ex-novio inglés. Nené, aunque mimada por sus padres, es inocente y quiere hacer lo correcto; ha sido víctima sexual del Dr. Aschero, lo cual la avergüenza; sigue enamorada de Juan Carlos y aunque se casa con otro, el amor de Juan Carlos no la deja ser feliz. Ella ha idealizado al novio enfermo y con el paso del tiempo se ha olvidado de sus defectos y de sus traiciones con otras mujeres.

La pareja de Pancho y, especialmente, Raba son clichés de los personajes humildes, usados y abusados por los patrones o por las condiciones y convenciones sociales en que viven. De los personajes femeninos, la Raba (una especie de anti-heroína) es la que mejor termina: rodeada de hijos, casada con su vecino y gozando de sus numerosos nietos a pesar de haber asesinado a Pancho al darse cuenta de su engaño.

La versión fílmica de Boquitas pintadas sigue el hilo de la historia de la novela y las dos mantienen una estructura circular (empiezan y terminan con la lectura de un obituario) y cerrada (los personajes principales han muerto). Las divisiones de las "entregas", tan marcadas en la novela, no son bien definidas en la película. El tiempo de la historia comienza en 1934 y los eventos de esa época son contados por medio de los recuerdos de los personajes. El tiempo de la narración comienza en abril de 1947, cuando Nené lee el obituario de su ex-novio y va hasta septiembre del mismo año. La historia después salta hacia adelante (prolepsis) hasta llegar veinte años después a la muerte de Nené en 1968. Los elementos temporales son los mismos en la novela y en el filme.

Los detalles principales no varían más que en la medida en que es inevitable a causa de las diferencias esenciales entre la narrativa verbal y la visual, así como de las dificultades inherentes a su compaginación. En 1968, fecha en que se publica la novela, Puig: "parecía ya haber tomado en cuenta que su narrativa poseía un cierto estilo cinematográfico, dado en la síntesis que la novela presenta y que puede ser pasada a otro género como el cine".[16] Esto es notable en ciertos pasajes del libro (por ejemplo, "Dormitorio de señorita, 1937") donde las descripciones cortas y apuradas se parecen a las direcciones para montar una obra en escena de un guión de teatro o de cine.

La novela, sin embargo, tiene estrategias narrativas innovadoras que le dan una rapidez muy moderna y una frescura que no se siente en la película homónima dirigida por Leopoldo Torre Nilsson en 1975. La película es una verdadera novela rosa, sentimental, de esas donde Puig logra hacer la sátira con los elementos experimentales y modernos de su novela, los cuales invierten los patrones tradicionales del género. Lo melodramático se acentúa más en el filme con la ayuda de un vestuario y maquillaje fieles a las modas de la época; con el lenguaje corporal de los personajes; con la actitud machista y dominante de los hombres; y especialmente con la música. El tango, que es tan importante en esta obra, no tiene mejor forma de apreciarse que oyéndolo. No importa cuan bella sea la letra, la música lo complementa de una forma indispensable y al complementarlo enfatiza aún más y se ajusta al sentimiento de melodrama de la película.

Sin embargo, el filme complementa la labor de crítico social de Puig pues continúa los temas de la novela acerca del patriarcado, la venganza, la inflexibilidad de jerarquías sociales, la intolerancia e hipocresía de la sociedad burguesa provinciana, la represión sexual de los individuos, el machismo y la fuerza del destino ( la lectura de las cartas). La película tiene las mismas intenciones subversivas de la novela y re-inventa, en forma visual, el tono de descontento de Puig hacia las "grandes" novelas del boom dentro del cual su obra calza cronológica e ideológicamente (la novela fue publicada en 1968 y la película debutó en 1974), pero cuyos autores consideraban su obra como "liviana".[17]

Todos estos temas forman parte de la intertextualidad entrecruzada de la novela y la película, obras en que verdaderamente y como lo explica Lauro Zavala: "todo esta conectado con todo".[18] En este caso, la intertextualidad, que de acuerdo a Zavala "es la característica principal de la cultura contemporánea",[19] es inevitable ya que la película depende directamente de la novela en una relación de adaptación de original a réplica y también porque Puig participó en la creación del guión ayudando con esto a crear más bien un "remake" que afianza la integridad artística de su obra. Esta participación de un autor como guionista no siempre garantiza la fidelidad al texto ya que: "el proceso de adaptación literaria demuestra las enormes dificultades que en sí misma conlleva la transposición a imágenes de un texto, acción que pone de relieve que no existe formula infalible para asegurar que los resultados serán los óptimos".[20]

Por otra parte, ambos productos culturales están conectados por un inmenso intertexto que comienza con los lazos de contacto ineludibles entre las dos obras artísticas, pasa a los receptores de la novela y de la película; "comete" apropiaciones y carnavalizaciones; sigue a través de los folletines que vienen desde Honoré de Balzac; cruza por los caminos de la historia político-social de la Argentina de la época; toca los tangos más arrabaleros de Alfredo le Pera; hace referencias a las telenovelas y a las novelas policíacas; se encuentra con las radionovelas, con boleros de Agustín Lara y con películas de Hollywood como Peyton Place o Imitación de la vida, o españolas como El último cuplé (todas a igual nivel de alto melodrama); para completar el círculo de nuevo con los lectores y la audiencia quienes, por medio de su competencia o capacidad de comprensión e interpretación de los códigos, terminan la tarea de crear los significados de los productos simbólicos desde la óptica de sus experiencias personales particulares.

"Todo texto—todo acto cultural y por lo tanto todo acto humano— puede ser estudiado en términos de la red de significaciones a que pertenece".[21] En el caso de Boquitas Pintadas, novela y película, y por culpa de aquel maldito tango,[22] esa red de significaciones es tan amplia que se le pudiera llamar, simplemente, la vida.

Bibliografía

  • Cabrera Infante, Guillermo. "La emoción y el romance en Boquitas pintadas."

  • http://www.sololiteratura.com/puig/puigresboquitas.htm

  • Gallagher, David. "Heartbreak Tango." New York Times Book Review. Diciembre 16, 1973.

  • García Fernández, Emilio C. Literatura española y cine. Madrid: Editorial Complutense, S. A., 2002.

  • Peyrou, Oscar. "Perfil de Manuel Puig: novelista del sexismo y la alienación." La Prensa Literaria, suplemento dominical del diario La Prensa de Managua, Nicaragua, septiembre 11, 2004.

  • Pinto, Felisa. Entrevista televisiva a Manuel Puig en 1973.

  • http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/2005-07-20.html

  • Puig, Manuel. Boquitas pintadas. Buenos Aires: Emecé Editores S. A., 2006.

  • Toledo, Aída. "Boquitas pintadas de Manuel Puig y sus estrategias narrativa epistolares

  • dentro de un contexto moderno." Cien veces una, # 56, agosto 2006. http://bama.ua.edu/%7Eatoledo/cincuentaiseis.html

  • —–"Relaciones entre obra literaria y producción cinematográfica basada en la obra narrativa: a propósito del concepto de la intertextualidad." Cien veces una, # 57, septiembre 2006. http://bama.ua.edu/%7Eatoledo/cincuentaisiete.html

  • Torre Nilsson, Leopoldo, director. Boquitas pintadas (película), Directores Asociados, S. A., Argentina, 1975.

  • Zavala, Lauro. Cómo estudiar el cuento (con una guía para analizar mini ficción y cine). Guatemala: Editorial Palo de Hormigo, 2002.

 

 

Autor:

Manuel Puig

Enviado por:

Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo S.

"NO A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD DE INFORMACION"?

Santiago de los Caballeros,

República Dominicana,

2015.

"DIOS, JUAN PABLO DUARTE Y JUAN BOSCH – POR SIEMPRE"?

[1] Oscar Peyrou. ?Perfil de Manuel Puig: novelista del sexismo y la alienaci?n.? La Prensa Literaria, suplemento dominical del diario La Prensa de Managua, Nicaragua. Septiembre 11, 2004.

[2] Guillermo Cabrera Infante. ?La emoci?n y el romance en Boquitas Pintadas.? http://www.sololiteratura.com/Puig/puigresboquitas.htm

[3] www.tematika.com/articulo/detalleArticulo.jsp?idArticulo

[4] David Gallagher. ?Heartbreak Tango.? New York Times Book Review. 16 de diciembre, 1973: 14.

[5] Peyrou, art?culo en La Prensa Literaria.

[6] Felisa Pinto. Entrevista de televisi?n con Manuel Puig en 1973. www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-2383-2005-07-20.html

[7] A?da Toledo. ?Boquitas Pintadas de Manuel Puig y sus estrategias narrativas epistolares dentro de un contexto moderno.? Cien veces una, #56, agosto 2006.

[8] Peyrou. Parafraseado de su art?culo en La Prensa Literaria.

[9] Lauro Zavala. C?mo estudiar el cuento (con una gu?a para analizar mini ficci?n y cine). Guatemala: Editorial Palo de Hormigo, 2002, 9.

[10] A?da Toledo. ?Relaciones entre obra literaria y producci?n cinematogr?fica basada en la obra narrativa: a prop?sito del concepto de la intertextualidad.? Cien veces una # 57, septiembre 2006.

[11] Emilio C. Garc?a Fern?ndez. Literatura espa?ola y cine. Madrid: Editorial Complutense, S. A., 2002, ?.

[12] www.tematika.com/articulo/detalleArticulo.jsp?idArticulo

[13] David Gallagher. ?Heartbreak Tango.? New York Times Book Review. 16 de diciembre, 1973: 14.

[14] Peyrou, art?culo en La Prensa Literaria.

[15] Felisa Pinto. Entrevista de televisi?n con Manuel Puig en 1973. www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-2383-2005-07-20.html

[16] A?da Toledo. ?Boquitas Pintadas de Manuel Puig y sus estrategias narrativas epistolares dentro de un contexto moderno.? Cien veces una, #56, agosto 2006.

[17] Peyrou. Parafraseado de su art?culo en La Prensa Literaria.

[18] Lauro Zavala. C?mo estudiar el cuento (con una gu?a para analizar mini ficci?n y cine). Guatemala: Editorial Palo de Hormigo, 2002, 9.

[19] A?da Toledo. ?Relaciones entre obra literaria y producci?n cinematogr?fica basada en la obra narrativa: a prop?sito del concepto de la intertextualidad.? Cien veces una # 57, septiembre 2006.

[20] Emilio C. Garc?a Fern?ndez. Literatura espa?ola y cine. Madrid: Editorial Complutense, S. A., 2002, ?.

[21] Zavala, 9.

[22] Hay un tango de autor desconocido que se llama ?La culpa fue de aquel maldito tango.?

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